Raúl Prebisch. Obras 1919 - 1948
RAOL PREBISCH OBRAS 1919 - 1948 Esta ...
RAOL PREBISCH
OBRAS
1919 - 1948

Esta publicación ha sido posible gracias al
apoyo recibido por el Banco Central de la
República Argentina.

RAUL
PREBISCH
OBRAS
1919 - 1948
IJ
FUNDACION RAUL PREBISCH

Supervisión: Dr. Gregario Weinberg
Recopilación histórica y bibliográfica: Dr. Manuel Fernández López
Corrección de estilo y adecuación de texto: Olga Manfroni
Coordinación general: Dr. Gustavo Ferrari Wolfenson
© Copyright: Fundación Raúl Prebisch
Pasaje La Piedad 24
1037 Buenos Aires - Argentina
1 ª Edición 1991
2200 ejemplares
ISBN Nº 950-99792
IMPRESO EN LA ARGENTINA
Prebisch, Raúl (1901 - 1986)
Tomo
I : 1919 - 1928 - Artículos y ensayos.
Tomo
II : 1929 - 1948 - Política económica argentina e internacional.
Tomo IlI : 1944 - 1948 - Cursos universitarios e indagatorias teóricas.

INDICE
51. Redescuento .. .. .. ... . . ... .. .. ... .. ... .. .. ... .. ... .. .. . .. .. ... .. .. ... .. ... .. .. ... .. ... .. .. ... .. ......
1
52. Control de cambios ..............................................................................
4
53. Proyecto de creación de un Banco Central .........................................
7
54. Impuesto a los réditos ..........................................................................
27
55. La acción de emergencia en el problema monetario ..........................
42
56. Tendencias del balance de pagos ............... ....................................... ...
68
57. El momento presente en la crisis internacional ..................................
79
58. La Conferencia Económica y la crisis mundial ..................................
86
59. El convenio con Gran Bretafia .............................................................
102
60. El mercado británico de carnes ............................................................
109
61. El retroceso de los precios agropecuarios...........................................
131
62. La producción rural y el mercado de cambios ....................................
146
63. El momento presente de nuestra economía ........................................
158
64. Perturbaciones del equilibrio del balance de pagos ............................
307
65. Depreciación e inconvertibilidad de la moneda..................................
314
66. La inflación escolástica y la moneda argentina ..................................
337
67. Mensaje del Poder Ejecutivo sobre bancos y monedas ......................
351
68. El Banco Central de la República Argentina ......................................
354
69. Ley de Bancos......................................................................................
396
70. El Instituto Movilizador de Inversiones Bancarias ................... ..........
411
71. Modificaciones a la leyes de los bancos oficiales ..............................
419
72. Ley de Organización ............................................................................
423
73. La teoría y la experiencia de la moneda argentina .............................
434
74. La moneda, el oro y los créditos congelados ......................................
464
75. El traspaso del oro de la Caja de Conversión al Banco Central
y la financiación del Instituto Mo.vilizador .. ... . . ... .. .. ... .. ... .. .. .. . .. ... .. .. ...
468
76. Reglamento Provisional del Banco Central de la República Argentina 488
77. Operaciones constitutivas del Banco Central de la República Argentina 511
78. Actividades del Banco Central ............................................................
527

VI
RAÚL PREBISCH
79. Organización del Banco Central ......... ........................ .........................
544
80. Vinculación entre el balance de pagos, el mercado de cambios
y los movimientos monetarios .............................................................
555
81. La baja de los precios internacionales y el mantenimiento
del patrón oro en los países agrarios . .. .. ... .. ... . . . . ... .. . .. .. .. ... .. ... .. . . .. . . . . .. . . .
565
82. El control de cambios y la economía dúigida ....................................
576
83. La revaluación del oro y el Instituto Movilizador ..............................
587
84. Estado actual del problema del patrón oro .........................................
599
85. Las funciones reguladoras del Banco Central ....................................
610
86. La aplicación de la Ley de Bancos ............................... .......................
623
87. La política de cambios .........................................................................
628
88. La política de absorción de fondos ......................................................
640
89. El ciclo económico y la política monetaria.........................................
647
90. La absorción monetaria y el problema cíclico ....................................
658
91. Las medidas de emergencia al iniciarse la guerm . .. .................... .......
667
92. Programa de reactivación de la economía nacional.............................
677
93. Los problemas originados por la continuación del conflicto europeo ..
715
94. Operaciones destinadas a obtener divisas para cubrir el déficit de las
cuentas exteriores y facilitar las operaciones de regulación monetaiia
724
95. Profundas alteraciones de la economía argentina
provocadas por la guerra ............................................. ..... ....................
728
96. El balance de pagos y el control de cambios ......................................
740
97. El problema de los ubastecimientos esenciales ..................................
753
98. Desenvolvimiento de la economía argentina ......................................
758
99. La moneda. los bancos y la Bolsa ........................................................
769
100. Algunos problemas de la postguerra....................................................
789

51
REDESCUENTO"'
Las exportaciones de metálico exigidas por la necesidad de evitar una mayor
depreciación de nuestra moneda y el pago de los servicios de la deuda pública ex-
terna, han disminuido sensiblemente la cantidad de billetes emitidos por la Caja de
Conversión. Este fenómeno ha sido neutralizado en paite por las nuevas emisiones
realizadas contra depósitos de oro en las legaciones; pero es preciso reconocer, a
pesar de ello, la conveniencia de no dejar a nuestro mercado monetario exclusiva-
mente librado a este recurso que, aparte de ser mucho menos accesible a los bancos
nacionales que a los extranjeros, está sujeto en forma muy estrecha a fluctuaciones
imprevistas en el mercado financiero internacional.
El descenso de la cantidad de billetes gravita principalmente sobre los encajes
bancarios, provocando una fuerte elevación en los tipos de interés. Ello coloca a
los bai1cos en condiciones desfavorables para atender la demanda transitoria de
fondos determinada por la cosecha de maíz, y los obliga al mismo tiempo a restrin-
gir el crédito a todas las actividades económicas, con el riesgo posible de llevarlas
a un proceso de liquidación que no se justifica en estos momentos.
El fracaso de la última cosecha ha obstaculizado el retomo del dinero desde la
campaña, en el ciclo monetario anual, inmovilizando en mayor o menor grado los
préstamos concedidos por el comercio y los bancos. La restricción inmoderada del
crédito en estas condiciones, traería consigo la liquidación forzada de una parte
apreciable de los productos rurales y de los intereses conexos, desde el comercio
de campaña hasta el de importación, con una ingente pérdida económica y social.
* N. del Ed. Decreto-Ley del Poder Ejecutivo Nacional, 25 de abril de 1931. Prebisch ideó la me-
dida económica y redactó este decreto, según su declaración: "El sistema bancario estaba al borde de la
catástrofe y decidimos -yo tuve la idea- resucitar una vieja ley de redescuento bancario que nunca se
aplicó( ... ) Cuando se anuncia en los diarios que pondríamos en aplicación la vieja ley de redescuento,
va a verme Pinedo. Yo estaba en mi despacho dando al documento los últimos toques ... " La situación
económica y íinanciera de la Argentina en 1930-1931. así como las medidas económicas de emergen-
cia adoptadas, fue descripta por Prebisch en el folleto La acción de emergencia en el problema moneta-
rio (capítulo 55 de este volumen) y en sus clases de la Facultad de Ciencias Económicas (también pu-
blic~\\Lhls en e,;le volumen).

RAÚL PREBISCH
Tampoco es aconsejable provocar la liquidación de aquellas empresas que atravie-
san dificultades debido a la lentitud en el pago de las cuentas oficiales, pues esta si-
tuación es transitoria y ha de aliviarse considerablemente con las operaciones de
crédito externo que el Gobierno espera realizar.
Los hechos referidos precedentemente señalan los límites dentro de los cuales
tiene que ajustarse la práctica del redescuento de papeles genuinamente comercia-
les en la Caja de Conversión. No debe ser usado, en modo alguno, para estimular
nuevos negocios o ampliar los existentes, o para facilitar inversiones a largo plazo
que. por útiles que fuesen deben ser postergadas para épocas más holgadas del
mercado monetario, sino para permitir el desenvolvimiento regular del crédito.
dando a los bancos el medio de afrontar sus exigibilidades inmediatas sin necesi-
dad de acudir a la brusca contracción de los préstamos.
·
Por lo tanto. el redescuento, en las presentes condiciones requiere ir unido a
una política monetaria firme y de continencia en el otorgamiento de créditos, con
el fin de evitar la expansión artificial de los negocios en menoscabo de la cotiza-
ción de nuestra moneda. Todo ello requiere y justifica un contralor riguroso de las
operaciones de redescuento, de acuerdo con lo que prescriben las leyes 9479 y
9577. Con este objeto es conveniente constituir una comisión autónoma para que
examine las operaciones propuestas e inspeccione, mediante una oficina de conu-a-
lor bancario y de cambios, el funcionamiento de los bancos que se acogiesen a las
facilidades del rcdescuenLo.
La garantía de oro de nuestros billetes alcanza actualmente a 75%. Si se llegase
a emitir los doscientos millones de pesos moneda nacional que el presente decreto
autoriza al Banco de la Nación Argentina a redescontar en la Caja de Conversión,
esa proporción descendería apenas a 64, l %, o sea una cifra muy superior a la
mínima de 40% establecida por la Ley.
Por tales consideraciones y vista la presentación de los bancos y la Bolsa de
Comercio. y en uso de las facultades que le confieren las leyes 9479 y 9577,
El Presidente del Gobierno Provisional de la Nación Argentina
DECRETA:
Artículo /". El Banco de la Nación Argentina queda autorizado para redescon-
tm· hasta la suma de (200.000.000 m$n) doscientos millones de pesos moneda na-
cional. en la Caja de Conversión, de acuerdo con las leyes 9479 y 9577.
Artículo 2~. El Banco de la Nación Argentina designará una Comisión de Re-
descuento encargada de asegurar el cumplimiento estricto de los propósitos que in-
forman el presente decreto.
Artículo 3Q. La Comisión de Redescuento establecerá, bajo su dependencia di-

REDESCUENTO
3
recta y exclusiva. una oficina autónoma de Contralor de Bancos a la que las institu-
ciones que redescuenten deberán poner a su disposición. con carácter estrictamente
confidencial. todas las informaciones que requüiese para conocer su funcionamien-
to y la índole de sus operaciones.
Artículo 4º. Comuníquese, publíquese. etcétera.
URIBURU - Enrique Uribu~·u

52
CONTROL DE CAMBIOS*
ACUERDO DE MINISTROS CREANDO UNA COMISIÓN DE CONTROL DE CAMBIOS
Buenos Aires, octubre 10 de 1931
(1060)
Considerando:
Que el abandono del patrón oro por Inglaterra ha causado en los mercados
mundiales ya trabajados por la crisis, una situación de expectativa:
Que se han paralizado las ventas, en especial las de nuesn-os cereales, lo que ha
traído un enrarecimiento extraordinario de giros sobre el exterior:
Que esta circunstancia transitoria, ha sido aprovechada por la especulación y es
necesario que estas maniobras sean suprimidas:
Que las medidas sobre control de cambios han sido usadas en circunstancias se-
mejantes por muchos otros países:
Que es necesario sustituir a la anarquía dañosa que impera en el mercado por
un método centralizado y dirigido por los más capacitados,
El Presidente del Gobierno Provisional de la Nación Argentina, en Acuerdo Ge-
neral de Ministros
DECRETA:
Artículo 1''. Constitúyese la Comisión de Control de Cambios bajo la presiden-
cia del Ministro de Hacienda de la Nación e integrada por el Presidente del Banco
de la Nación Argentina y tres miembros designados por el Poder Ejecutivo, por el
N. del Ed. Publicado en Boletín Oficial, Buenos Aires. lunes 19 de octubre de 1931. pág. 788.
Prebisch redactó este decreto. según su declaración: "Yo fui el que redactó el decreto de control de cam-
bios. porque era una situación desesperada". Lt !'\\ituación de entonces fue descripta por Prcbisch en sus
11 Convc-rsaciones en el Banco de ~1éxico" reproducidas en el volmnen III <le esta obra, y asin1is1no en sus
dascs en la Facultad de Ciencias Econónlicas y en capítulos <le la A1emoria Anual del Banco Central.
transcriptos en el presente volunlCn.


CONTROL DE CAMBIOS
5
conducto del Departamento de Hacienda, de los cuales representarán la Asociación
Bancaria Argentina, dos miembros propuestos por su Presidente. Al mismo tiempo
y por idéntico conducto, se designarán cuatro expertos en el comercio exportador e
importador, en la industria y en el mercado de cereales, para asesorar a la Comi-
sión de Control de Cambios, en las cuestiones especiales de su resorte, cuando así
se requieran.
Artículo 2º. Todas las operaciones de cambios quedan sujetas a partir del día 13
del c01riente, a las disposiciones del presente Acuerdo, y su decreto reglamentario.
Artículo 3º. Los negocios de compraventa de cambio extranjero serán efectua-
dos exclusivamente en los bancos de la Capital Federal que la Comisión de Control
de Cambios autorice al efecto. Ninguna persona, firma o entidad podrá realizar ope-
raciones directas de compra o venta de cambio sino con los mencionados bancos.
Artículo 4º. La Comisión de Control de Cambios fijará diariamente los tipos
para la compra y venta de cambios.
Artículo 5º. Los exportadores y agentes o representantes de casas extranjeras
deberán negociar exclusivamente en los bancos de la Capital Federal autorizados
pm·a efectuar el comercio de cambios, las divisas extranjeras equivalentes al valor
de los productos, mercaderías o valores exportados. Las operaciones de exporta-
ción deberán hacerse fijando precios exclusivamente en moneda extranjera.
Artículo 6º. Pm·a obtener cada permiso de embarque, los exportadores deberán
presentar en las Aduanas y Receptorías, una declaración jurada en la cual conste la
cantidad y el valor exportado y la declaración del cambio vendido o el compromiso
de venderlo en la forma que establezca la Comisión de Control de Cambios.
Artículo 7º. Los depósitos en pesos pe1ienecientes a bancos, personas o entida-
des residentes en el exterior, sólo podrán ser dispuestos hasta agotm· los saldos
acreedores existemes en la fecha del presente Acuerdo.
Las ejecuciones de nuevas órdenes de pago del exterior en pesos moneda nacio-
nal, serán efectuadas solamente si vienen acompañadas de la correspondiente orden
de reembolso equivalente en moneda extranjera.
Artículo 8º. Mientras no se dicte el decreto reglamentario del presente acuerdo,
la Comisión de Control queda facultada para fijar las condiciones bajo las cuales
deban realizm·se los negocios de cambios y su fiscalización, y a requerir de los ban-
cos, expoliadores, importadores y demás instituciones o particulares que operen en
cambios, como asimismo a las Aduanas y Receptorías y otras reparticiones
públicas, todos los datos, libros de contabilidad, comprobantes e infmmaciones
que juzgue convenientes para el mejor desempeño de sus funciones.
Artículo 9". Para costear los gastos que origine la fiscalización de los cambios
los bancos cobrarán a los compradores de moneda extranjera una tasa de OJO por

6
RAÚL PREBISCH
mil -mínimum 10 centavos- sobre el equivalente en moneda nacional de cada
operación. que depositará mensualmente y bajo declaración jurada. en el Banco de
la Nación Argentina. en una cuenta especial. a la orden del Ministro de Hacienda.
Artfculo 10. Por los embarques que se efectúen hasta el día 17 de octubre de
193 l. inclusive. la declaración jurada que exige el artículo 6" podrá ser presentada
dentro de los ocho días de la fecha del embarque.
Artículo 11. Toda violación a las disposiciones del presente Acuerdo y de su
decreto reglamentario será penada con una multa. por cada parte, igual al décuplo
de la operación realizada, dándose a publicidad el nombre de los infractores.
Artículo 12. Comuníquese. publíquese. etcétera.
URIBURU - Enrique Uriburu - Guillermo Rothe - Francisco Medina - Carlos
G. Daireaux - Pablo Calatayud - David M. Arias - Octavio S. Pico - Adolfo Bioy
Buenos Aires. octubre 16 de 1931
NOMBRANDO MIEMBROS Y ASESORES DE LA COMISIÜN DE CONTROL DE CAM1310S
Buenos Aires. octubre 10 de 1931
(1061)
En virtud de lo dispuesto por el artículo 1" del Acuerdo General de Ministros de
la fecha.
El Presidente del Gobierno Provisional de la Nación Argentina
DECRETA:
Artículo.!". Nómbranse miembros de la Comisión de Control de Cambios al se-
ñor Federico Schindler y como representantes de la Asociación Bancaiia Argentina
a los señores José A. Vido y Pablo Kilcher.
Artfculo 2''. Nómbranse p;m1 asesorar a la Comisión de Control de Cambios a
los señores Jorge Born, Juan Kipp. Emilio Saint y José Firpo.
Artículo 3º. Comuníquese. publíquese y archívese.
URIBURU - Enrique Uriburu
Buenos Aires. octubre 13 de 1931

53
PROYECTO DE CREACION DE UN
BANCO CENTRAL*
NOMBRE, DOMICILIO, OBJETO, DURACIÓN
Artículo lº. Créase el Banco Central de la República Argentina por el témlino
de cincuenta afios, con objeción a las disposiciones de la presente ley.
Articulo 2º. El Banco tendrá su domicilio en la ciudad de Buenos Aires. Podrá
establecer sucursales o agencias si el directorio lo resolviera por mayoría de las dos
terceras partes de sus miembros y fuere aprobado por el Ministro de Hacienda.
Artícüo 3º. El Banco tendrá el privilegio exclusivo de la emisión de billetes
en todo el teITitorio de la República quedando únicamente a cargo de la Nación la
emisión de moneda de vellón de un valor inferior a un peso moneda nacional que
* N. del Ed. Publicado en Banco Central de la República Argentina. La creación del Banco Cen-
tral y la experiencia monetaria argentina entre los mios 1935-1943, Buenos Aires, 1972, Il, págs. 661-
668. Escrito por Raúl Prebisch, fue aprobado por una comisión informal presidida por Enrique Uriburu
y constituida por Ernesto Hueyo, Federico Pinedo. Raúl Prebisch, René Berger y Pablo Kilcher como
vocales, y Emesto Malacc01to como secretario. L1 iniciativa de crear nn Banco Central provino de Pre-
bisch. según su reminiscencia: "Cuando yo estaba en el Banco de la Nación como Director de Investi-
gaciones Económicas, me di cnenta que el sistema de la Caja de Conversión no funcionaba, que funcio-
naba cuando entraba oro al país y dejaba de funcionar cuando salía oro del país. y que era nece.sario
considerar una refo1ma fundamental. Esto, antes de la gran c1isis mundial. Yo empecé a mover en mi
caletre la idea de la creación de un Banco Central argentino. Vino la gran crisis, hubo que tomar medi-
das de emergencia, y eso me convenció más de <¡ue era necesario el Banco Central; que no se podía
aplicar el redescuento así, sin wm organización; era necesario articular aquello con una serie de otros
instrumentos, y eso era el Banco Central. Y siendo ministro don Enrique Uriburu, con quien habíamos
hablado de la creación de un Banco Central, me dijo: 'Vamos a hacer un proyecto de creación del Ban-
co Central'. Y se fonnó una comisión, en silencio, en el año 1931. Y se elaboró un proyecto de creación
del Banco Central, que don Enrique Uriburu no quiso, desde luego, hacer aprobar por un decreto-ley:
se pueden hacer muchas cosas por decreto-ley, pero no un Banco Central". Emesto Malaccorto, testigo
de las reuniones de la comisión, explica así sus procedimientos: "Prebisch recogía la opinión de todo el
mundo. El iba s01netiendo sus ideas a la comisión, y la comisión discutía, aprobaba o no aprobaba. En-
tonces, de esa fonna, se fue construyendo el proyecto de Banco Central. cuya redacción es totalmente
de Raúl Prebisch. Y fue aprobado por todos los miembros de la comisión, sin modificaciones".

8
RAÚL PREBISCH
se efectuará por intermedio del banco y por el monto y en la oportunidad que éste
fijase.
Articulo 4º. El Banco tendrá a su cargo, principalmente asegurar la convertibili-
dad en oro de sus bílletes al tipo que fije la ley monetaria, con las reservas de las
disposiciones transitorias establecidas en los artículos .... y de regular el monto de
la circulación de los medios de pago y el volumen de los créditos en el país.
CAPITAL
Artículo 5º. El capital autorizado será de cincuenta millones de pesos moneda
nacional representado por cincuenta mil acciones de mil pesos moneda nacional
cada una.
Todas las acciones serán nominales y no podrán ser transferidas sin la aproba-
ción del directorio, ni ser dadas en garantía de obligación alguna.
Artículo 6º. Del capital autorizado solamente se emitirán inmediatamente
$ 40.000.000 moneda nacional, debiendo las acciones suscribirse por los bancos de
depósitos nacionales y extranjeros establecidos en la República y en las condicio-
nes fijadas en el artículo 7º.
Artículo 7º. Los bancos nacionales y extranjeros establecidos en la República
que tengan un capital superior a 1.000.000 de pesos moneda nacional. deberán sus-
cribir una cantidad de acciones del Banco Central proporcional al capital suscripto
y realizado.
En caso de aumento de capital los bancos deberán adquirir y el Banco Central
deberá emitir y ceder al precio que fije el directorio, acciones suficientes para man-
tener la misma proporción e igual obligación tendrán los bancos que en el futuro se
establezcan.
Si un banco liquidase o disminuyese su capital. las acciones que posea el Banco
Central podrán ser adquiridas por los demás bancos accionistas.
Los bancos pertenecientes a las provincias podrán adquirir acciones siempre
que tengan un capital superior a 1.000.000 de pesos moneda nacional y acepten la
reglamentación a la cual están sujetos los bancos accionistas.
Artículo 8º. El 25% del valor nominal de las acciones suscriptas será pagado el
día que fijará la Comisión Organizadora; el 75% restante será pagado en tres cuo-
tas iguales a tres, seis y nueve meses de la fecha del primer pago.
Artículo 9º. El banco accionista que no cumpla las obligaciones que la presente
ley pone a su cargo. será intimado por el presidente del Banco Central para que lo
haga dentro de un término no mayor de 30 días, bajo apercibimiento de no poder ejer-
citar los derechos ni gozar de los beneficios que le acordare su calidad de accionista.

PROYECfO DE CREACIÓN DE UN BANCO CENTRAL
9
ADMINIS'IRACIÓN. ASAMBLEA GENERAL
Artículo 10. El Banco será administrado por un directorio compuesto de un pre-
sidente y diez directores.
El presidente será nombrado por el Poder Ejecutivo con acuerdo del Senado y
permanecerá en sus funciones por el término de diez años, pudiendo ser nuevamen-
te designado a la te1minación de su mandato.
Los directores serán designados en la siguiente forma:
a) Uno, que representará al Estado, será nombrado por el Poder Ejecutivo con
acuerdo del Senado, pudiendo ser nuevamente designado a la terminación de su
mandato;
b) Tres, que deberán ser: agricultor, ganadero, industrial o comerciante, serán
elegidos por la asamblea general a la cual el directorio podrá someter listas de can-
didatos;
c) Seis, que deberán ser banqueros, de los cuales uno será nombrado por el di-
rectorio del Banco de la Nación Argentina y los cinco restantes serán elegidos por
la asamblea general, la cual a los efectos de esta elección se dividirá en sectores:
uno, por los representantes de los bancos provinciales y de los bancos denomina-
dos mixtos, cuyo capital está formado por aportes de particulares y de los gobier-
nos de la Nación o de las provincias; uno será elegido por los representantes de los
bancos argentinos de capital inferior a m$n 15.000.000; uno por los representantes
de bancos argentinos con capital superior a m$n 15.000.000 y dos por los represen-
tantes de los bancos extranjeros.
Los directores podrán ser reelegidos, sin limitación, excepto los nombrados por
los representantes de los bancos extranjeros que no podrán ser reelegidos sino con
el intervalo de un período.
Los directores durarán tres años en el ejercicio de su mandato y los que son elegi-
dos por votación se renovarán por terceras partes cada año, decidiéndose por sorteo
en la constitución del primer directorio quiénes cesarán en el primero y segundo año.
Articulo 11. El directorio representa al Banco por intermedio de su presidente.
El presidente nombrará al gerente general con aprobación del directorio y asis-
tido por el Consejo de Dirección gozará de amplias facultades en la dirección del
banco y en la solución de los asuntos que pudieran ocurrir durante el intervalo de
las reuniones del directorio.
Artículo 12. El directorio se reunirá una vez por mes por lo menos, y decidirá
sobre las siguientes materias: reglamento interno, fijación del sueldo del presiden-
te, el que no podrá ser modificado durante su ejercicio, régimen de los funciona-

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RAÚL PREB!SCH
rios. aceptación de coITesponsales. compra de inmuebles para sus oficinas. tasa de
descuentos y adelantos. operaciones en el mercado abierto, relaciones con los ban-
cos centrales extranjeros e instituciones similares, movimiento y depósito de oro en
el extranjero y demás asuntos que le son confiados por esta ley o le fueran someti-
dos por el presidente. Será necesaria la presencia de cinco miembros para formar
quórum. Las decisiones serán tomadas a simple mayoría. salvo las disposiciones
contrarias establecidas en la presente ley. En caso de empate el presidente tendrá
doble voto. En las mismas sesiones el presidente rendirá cuenta de las resoluciones
que hubiese tomado en virtud de lo dispuesto en el artículo 11. El directorio nom-
brará un vicepresidente, el que reemplazará al presidente en caso de ausencia o im-
pedimento transitorio de éste o mientras no sea designado por el Poder Ejecutivo.
Artículo 13. El presidente será asistido permanentemente por el Consejo de Di-
rección formado por el vicepresidente y dos miembros designados por el directorio
por un año y reelegibles, de los cuales por lo menos uno deberá ser banquero. El
Consejo de Dirección se reunirá por lo menos una vez por semana.
Arlículo 14. La Asamblea General se reunirá una vez al año en la ciudad de
Buenos Aires. En ella se darú lectura al informe anual, se aprobarán las cuentas, se
detenninará el impo11e que se destina al fondo de reserva. se establecerá el dividen-
do anual. se aprolxu-á la escala de sueldos del personal, se fijarán los emolumentos
de los directores, se realizarán las elecciones establecidas en el artículo ... y se con-
siderará cualquier otro punto sometido a su consideración por el directorio. no pu-
diendo ser materia de deliberación de la asamblea ningún asunto que no haya sido
expresamente propuesto por el directorio. La asamblea se constituirá legalmente en
primera citación con los representantes de las tres cuartas partes de las acciones y
en segunda citación -quince días después- con los que concurran. Sus resolucio-
nes serán tomadas por simple mayoría, excepto los casos en que esta ley exige otra
mayoría.
Los accionistas podrán hacerse representar y cada acción dará derecho a un
voto en todas las decisiones de la asamblea, con la limitación del artículo 350 del
Código de Comercio.
Artículo 15. Los estatutos y sus posteriores refonnas serán dictadas por las dos
terceras partes del directorio y aprobados por el Poder Ejecutivo.
Artículo 16. El directorio publicará semanalmente un estado de sus operacio-
nes. En el activo indicará, separadamente, las cifras del encaje de oro de las divisas
extranjeras, de la moneda divisoria. de la cmtera con especificación de las diversas
categorías establecidas en la presente ley, de la cuenta de la Nación y de los títulos
oficiales que por todo concepto estén en su poder. En el pasivo presentará, separa-
damente. el capital, las reservas. los billetes en circulación, los depósitos indicando

PROYECfO DE CREACIÓN DE UN BANCO CENTRAL
11
los de los bancos y los del Gobierno y las obligaciones del Banco Central en mone-
da extranjera.
OPERACIONES DEL BANCO
Artfculo 17. Conforme a las disposiciones de la presente ley. el Banco podrá
emitir billetes de banco. comprar y vender oro, recibir depósitos no productivos de
interés; descontar o redescontar documentos pagaderos en el país y en moneda na-
cional conforme a los artículos 17 y 18; acordar adelantos sobre lingotes de oro.
monedas de oro o títulos. en las condiciones del artículo ... ; actuar como correspon-
sal de bancos centrales extranjeros o del Banco Internacional de Ajustes; intervenir
en la emisión de empréstitos del Estado, pero sin suscribirse a ellos; comprar. ven-
der y rescatar en el mercado bonos del Tesoro y aceptaciones bancarias, con las li-
mitaciones establecidas en la presente ley.
Artfculo 18. El Banco podrá descontar o redescontar a bancos particulares
aceptaciones bancarias que tengan como causa una operación comercial. industrial
o agropecuaria a las cuales falten 90 días como máximo, y 8 como mínimo para su
vencimiento.
Artículo 19. El Banco podrá redescontar a bancos:
a) Letras o pagarés comerciales que tengan como causa una operación comer-
cial. indush·ial o agropecuaria. a los cuales falten 90 días como máximo y 8 como
mínimo para su vencimiento. provistos de dos firmas y el endoso del banco que re-
descuenta;
b) Pagarés directos que tengan como causa una operación comercial. industrial
o agropecuaria a los cuales falten 90 días como máximo y 8 días como mínimo para
su vencimiento. provistos de una firma y el endoso del banco que redescuenta;
e J Lettas o pagarés que tengan como causa una operación agropecuaria a los
cuales falten 180 días como máximo para su vencimiento. provistos de dos firmas
de las cuales una bancaria, a condición de que tratándose de documentos que tie-
nen por origen la financiación de las cosechas. el banco que redescuenta remita al
Banco Central el wammt o certificado de depósito .. y tratándose de documentos
que tienen por origen los negocios ganaderos. se refieran exclusivamente a opera-
ciones de invernada o engorde y el documento vaya acompañado de la prenda
agraria sobre los animales.
Artfrulo 20. El Banco podrá conceder adelantos a bancos sobre títulos de la Na-
ción. cédulas hipotecarias y documentos que reúnan las condiciones de los ar-
tículos l& y 19, hasta un tanto por ciento de su valor. que para los títulos negocia-

12
RAÚL PREBISCH
bles en la Bolsa no podrá ser mayor del 80% de su cotización. y por un plazo que
no podrá exceder de 3 meses. El directorio hará la lista de los títulos admisibles
para esa clase de operaciones. El total de los adelantos realizados en esas condicio-
nes no podrá ser mayor que el monto del capital y reservas del Banco Central y del
20% del capital y reservas del banco que solicita el adelanto.
Artículo 21. El directorio fijará periódicamente y publicará las tasas de acuerdo
a las cuales efectuará sus operaciones. teniendo en cuenta las categorías estableci-
das en los artículos precedentes. graduando la tasa de interés de modo que las ope-
raciones a que se refiere el artículo 18 sean menos gravadas que las de los incisos
a) y e) del artículo 19 y éstas. menos que las del inciso b) del artículo 19 y éstas.
menos que las del artículo 20.
Artículo 22. El Banco podrá por su cuenta comprar o vender divisas extranjeras
exclusivamente de países de régimen de patrón oro incondicional y que permitan la
libre exportación de oro. Las divisas así compradas por el Banco deberán ser con-
vertidas regulrumente en oro a fin de que la proporción de las divisas que pertenez-
c~m al Banco no lleguen a exceder el 5% de su encaje oro. El Banco no podrá efec-
tuar por su cuenta operaciones de divisas a término.
Por cuenta del gobierno de la Nación o de los gobiernos provinciales y munici-
palidades, el Banco podrá efecturu· operaciones de cambio sin estas limitaciones.
Artículo 23. El Banco podrá suscribir acciones del Banco Internacional de
Ajustes y entrar en relaciones con el mismo o con otros bancos centrales extranje-
ros. pudiendo tener con ellos cuentas conientes y recibir y hacer depósitos; podrá
recibir depósitos de oro por cuenta de esas instituciones y constituir depósitos regu-
lares de oro en el extranjero en los países de régimen de patrón oro incondicional y
de libre circulación de oro. en los bancos centrales de esos países o en el Banco In-
ternacional de Ajustes.
EMISIÓN
Artfculo 24. El Banco tiene el privilegio exclusivo de la emisión de billetes de
Banco en la Argentina. salvo lo dispuesto en el artículo ...
Artfculo 25. El Banco estará obligado a dru· o recibir oro en lingotes o monedas
de oro a cambio de sus billetes, de acuerdo a las tasas que serán fijada-> por la ley
monetaria. y por un valor mínimo que fijru·á el directorio y que no podrá exceder
de 35 kilogramos de oro (X)r cada operación.

PROYECTO DE CREACIÓN DE UN BANCO CENTRAL
13
RESERVAS DE ORO
Artfculo 26. El Bánco tendrá una reserva permanente de oro con relación a sus
billetes y depósitos que se calculará teniendo en cuenta el oro en lingotes o amone-
dado libre de todo compromiso existente en sus arcas o en depósitos regulares
efectuados en los corresponsales extranjeros. así como el saldo neto de las divisas
oro en las condiciones y dentro del límite fijado en el artículo ... El oro en viaje no
podrá ser computado en las reservas.
Artfculo 27. Si la reserva llegara a ser inferior del 40% y mayor del 35% el Ban-
co pagará al Estado un impuesto del 4% anual sobre el imp011e que faltare en el en-
caje-oro para llegar al por denlo indicado: si la reserva llegare a ser inferior al 35%
el impuesto será del 8% sin pe1juicio de las sanciones establecidas en el artículo 33.
RELACIONES CON LOS OTROS BANCOS
Artfculo 28. Los bancos accionistas. tendrán la obligación de mantener deposi-
tado en el Banco Central un importe mínimo equivalente al 10% de sus depósitos.
Artículo 29. El Banco asegurará el servicio del clearing para todos los bancos
accionistas en la Capital Federal y en las ciudades donde estableciera sucursales.
RELACIONES CON LOS GOBIERNOS NACIONALES Y PROVINCIALES
Artfculo 30. Los fondos de la Nación serán depositados en el Banco Central y
por intermedio de éste se efectuarán las transferencias necesarias para el servicio
de la deuda externa.
Artículo 31. El Banco podrá conceder créditos a la Nación en forma de adelan-
tos o descuentos por una suma que no exceda de la octava parte de las recaudacio-
nes normales y permanentes que hubiese percibido durante el último ejercicio clau-
surado. Para computar el total prestado al Estado se tendrá en cuenta no sólo los
préstamos directos que se le haga sino también los indirectos resultantés de com-
pras o de operaciones de caución de títulos oficiales. Los Bonos del Tesoro a que
se refiere el artículo ... no están comprendidos en este límite.
Artículo 32. La casa de propiedad del Banco y sus sucursales. así como las
operaciones bancarias que realice estarán exentas de toda contribución o impuesto
nacional o provincial.

14
RAÚL PREBISCH
BENEFICIOS
Artículo 33. Los beneficios del Banco se repartirán en la siguiente forma: el
20% del beneficio neto obtenido. una vez deducidas las amortizaciones y previsio-
nes juzgadas necesarias por el directorio. será destinado al Fondo de Reserva. hasta
constituir un valor equivalente al capital. Una vez alcanzado ese monto destinará
de reservas sólo un 10% anual.
Del resto se pagará un primer dividendo de 6% a los accionislas.
Del reslo. 50% pe1tenecerá a la Nación.
Del resto se pagará un dividendo suplement~u"io del 2% a fos accionistas.
Si el saldo restante no permiliera distribuir a los accionistas un dividendo
mínimo del 1 % se destinará al Fondo de Reserva. El resto pertenecerá a la Nación.
Artículo 34. El dividendo total de las acciones no podrá pasar del 4% si el tér-
mino medio diario del encaje durante 90 días del ejercicio anual hubiera sido infe-
rior al 40% aunque superior al 35%. Si en igual número de días el término medio
del encaje hubiera sido inferior al 35%. los accionistas no percibirán dividendo.
Las sumas que hubieran correspondido a los accionislas como dividendo aumenta-
rán la pmte de la Nación.
LIQUIDACIÓN
Articulo 35. En caso de liquidación del Banco después de cubierto el capital. el
50% de las ulilidades serán distribuidas a los accionistas. correspondiendo el 50%
restante a la Nación.
DISPOSICIONES TRANSITORIAS
Artículo 36. Con la constitución del Banco Central quedará suprimida la Caja
de Conversión. Las exislencias de oro y el crédito que tiene la Caja de Conversión
contra la Nación por las emisiones an1e1iorcs a la ley número 3.87 l serán transfe-
ridos al Banco Ccnlral. La Nación entregará al Banco Central por el importe de
esta deuda bonos amortizables a razón de ... % anual y que gozarán de un interés
de ... % anual. El Banco Central lomará a su cargo .fa circulación de billetes exis-
lcntes. salvo ...

PROYECTO DE CREACIÓN DE UN BANCO CENTRAL
15
Anfcufo 37. El B;mco Central avaluará en el b¡¡lance de apertura el stock de oro
que la Caja de Conversión le transfiera a la tasa provisoria de ... pesos moneda na-
cional por peso oro. La diferencia que resultare entre el valor de las existencias de
oro de la Caja de Conversión así avaluada. más los otros rubros activos de la mis-
ma y el total de los billetes que el Banco Central toma a su cargo, será acreditada a
la Nación. La diferencia que resultara entTe la avaluación provisoria del oro de la
Caja de Conversión establecida en este artículo y la que fijare la ley monetaria se-
rán debitadas o acreditadas oportunamente en la cuenta de la Nación.
Artículo 38. Mientras no se dicte Ja ley monetaria, regir~n las siguientes reglas
transitorias:
.:1) Las disposiciones de los artículos ... no estarán en vigor:
b) El Hanco continuará emitiendo billetes de Ja C;ua de Conversión. con la
mención "Banco Central" impresa:
e) El Banco ejercerá las facultades y funciones otorgadas a la Comisión de
Control de Cambios por decreto del lO de octubre de l 931:
d) El Banco podrá compr;u· y vender cuando lo crea conveniente y por su cuen-
ta oro y divisas extranjeras establecid.as en los ;u·tículos ...
Anfculo 39. El Banco podrá fijar el tér.mino de un año p;u·a el canje de los bille-
tes de la Caja de Conversión, y los que no se presentaren dentro de dicho plazo ca~
recerán de todo valor, quedando afectadas las sumas correspondientes a la amorti-
zación de los Bonos del Tesoro mencionados en el ;utículo ...
Artículo 40. Los billetes emitidos por el Banco Central. aun con anterioridad a
la vigencia de la ley monet;u·ia. y Jos billetes de la Caja de Conversión mientms
que el período de canje. con o sin la mención indicada en el artículo ... tendrán fuer-
za liberatoria.
Artículo 41. El Poder Ejecutivo nombrará una comisión organizadm:a formada
por siete miembros. que tendrán a su cargo proveer todo lo relativo a la suscripción
de las acciones y a la constitución del Banco.
Artículo 42. Quedan derogadas todas las disposiciones contrarias a la presente
ley.

16
RAúL PREBISCH
Memorándum sobre el Proyecto Uriburu* 1
FORMA DE AMORTIZAR LA DEUDA FLOTANTE
La situación de los bancos es pesada. La baja de los precios agropecuarios. el
déficit de los presupuestos, y la inmovilización inmoderada de fondos bancarios en
inversiones a largo plazo. han determinado la congelación de una gran masa de
préstamos. No hay arbitrio que solucione de inmediato tal esrado de cosas, sin traer
males mayores. Hay que imponerse. por lo tanto. un programa de saneamiento grn-
dual y aplicarlo con método y constancia. husta que la mejora en las condiciones
económicas del país permita obtener sus resultudos definitivos.
Pero téngase en cuenta que ningún programa podrá tener éxito. si no se extirpa
el déficit fiscal. El de la administración nacional fue de m$n 201.8 millones en
1929: mSn 357 .6 millones en 1930: y m$n 122.8 millones en 1931, junto con otros
m$n 15.9 millones de déficit en el Consejo Nacional de Educación. En tres años el
desequilibrio financiero suma pues m$n 698.1 millones. con un aumento equiva-
lente de la deuda flotante nacional. que ha llegado así a m$n 1.250.2 millones. en
los cuales figura el saldo de m$n 70.6 millones (a la pur) al 31 de diciembre pasa-
do. de los dos préstamos exteriores a corto plazo. A esto debe agregarse la deuda
flotante de los Fenocarriles del Estado.
Una parte considerable de la deuda llotante interna ha sido absorbidu por los
bancos y ha tenido ya sus consecuencias desfavorables sobre los encajes. Su pago
no es apremiante y podría dej~U"se para operaciones progresivas de consolidación
así que lo permitan las condiciones del mercado interno o externo. En cambio. urge
abonar una palle de lo que se adeuda al Banco de la Nación Argentina. al comercio
y al personal de la administración. Es uno ele los fines que contempla el plan del
Banco Central que hemüs trazado. La revaluación del oro que se le transfiere ele la
Caja de Conversión ofrecería de inmediato al Gobierno nacional mSn 364 millones
ele depósitos a su favor en la nueva institución. con los que podría amortizar esa
parte más apremiante ele la deuda, sin aumentar el volumen actual de la emisión ele
billetes. según lo demostraremos más adelante.
* N. del Ed. Publicado en Revi:>la Económica del Banco de la Nación Argentina. 7:5-8, 1934.
págs. t23-129.
1
Memorándum preparado a fines de 1931 por d Departamento de Hacienda.

J>ROYECfO DE CREACIÓN DE UN BANCO CENTRAL
17
VOLUMEN DE LA CIRCULACIÓN
Este último punto es esencial. pues el mercado no requiere mayor cantidad de
billetes toda vez que se equilibre el presupuesto. por un lado. y se controle con
energía las activichides de los bancos que han llevado su cartera al redescuento. por
otro. impidiéndoles severamente que intervengan en la financiación de nuevos ne-
gocios. y obligándoles a liquidar sus inversiones pesadas en toda oportunidad favo-
rable que se les presente. Han cesado en efecto las exportaciones de metálico. que
constituyen una de las causas principales del redescuento. al que los bancos debie-
ron acudir para resarcir a sus existencias de billetes. del fuerte drenaje provocado
por aquéllas. Así es que los m$n 423.l millones de billetes cancelados por las ex-
portaciones de oro2 fueron sustituidos en gran parte por m$n 359 millones de bille-
tes emitidos contra documentos redescontados. Por otro lado. no es necesario ac-
tualmente aumentar la emisión porque no se ha producido en la Argentina el
fenómeno de la tesaurización de billetes como se desprende ele las cifras publica-
das que testimonian la confianza intacta del público en los bancos; y como prosi-
gue la disminución del volumen económico de las transacciones. no se requerirá
incremento en los medios de pago. El día que se acreciente el volumen de los nego-
cios o se eleve el nivel de los precios. la función del Banco Central será precisa-
mente dar al mercado los billetes necesarios para regular la circulación en relación
a las necesidades de los negocios.
EL PROBLEMA DEL BANCO CENTRAL
A raíz del redescuento y de las extracciones de oro (sin las cuales el peso hubie-
se expe1imentado una depreciación más intensa que la actual). la garantía metálica
de los billetes emitidos. a saber: 47%. se acerca al mínimo legal de 40%. Si bien es
cierto 4ue esa garantía es relativamente alta si se la compara con la de otros países,
no lo es menos que para la Argentina. acostumbrada a una proporción extraordina-
riamente elevada. el aproximarse al míni1úo legal clespie11a temores que no contri-
buyen precisamente a despejar la situación en que el país se encuentra. A ello se
agrega la actitud de varios bancos de importancia que antes que ir al redescuento
en el Banco de la Nación Argentina. prefieren restringir exageradamente el crédito
y reforzar de esta forma sus enc~ijes. abultándolos con exceso, para resguardarse ele
Oe~dc octubre de l 930. mes en c¡ue se autorizó al Banco de la Nl\\Cil)t\\ para extraer oro de la
Caja <le Conversión.

18
RAÚL PREBISCH
cualquier contingencia futura. No es de buena política mantener esta tensión o se-
guir provocando aquellos temores. ni tampoco cerrarse el paso ante cualquier posi-
ble situación de emergencia. tal como la necesidad de ayudar a los bancos que su-
frieran fuertes extracciones de depósitos por el público.
Estas consideraciones. la necesidad de afrontar con éxito cualquier dificultad
bancaria. la urgencia en amortizar una parle de la deuda flotante. y la conveniencia
de seguir un programa de saneamiento monel<u·io. aconsejan tratar a fondo el pro-
blema y encarar la creación del Banco Central. Bien entendido. siempre que se
apliquen medidas sanas para equilibrar no sólo los presupuestos nacionales. sino
también los provinciales y municipales. pues sin ello toda tentativa para sanear la
moneda y el crédito resullmía contraproducente.
LA ESTABIL!ZACIÓ"i DEL PESO SERÍA l'RE\\'1ATURA
El Banco Central se constituiría con un capital de mSn 50.000.000. de los cua-
les m$n 40.000.000 serían suscriptos obligatoriamente por los bancos con capital
superior a un millón ele pesos. Los diez millones restantes se reservarían para au-
mentos futuros del capital de los bancos o fundación de nuevos bancos. El Banco
será administrado por un directorio compuesto de un presidente y diez directores.
El presidente será nombrado por el Poder Ejecutivo con acuerdo del Senado. y por
el ténnino de dic7. años. El Poder Ejecutivo también designará un miembro del di-
rectorio. Los otros nueve miembros serán elegidos por los bancos suscriptores, en
tal forma que seis de ellos sean banqueros. uno agricultor o ganadero. uno indus-
trial y uno comerciante.
Todos los bancos. incluso los no suscriptores. estarán obligados a depositar una
parte de sus encajes en el Banco Central. al cual podrán recurrir a su vez. para re-
descontar documentos comerciales de su cartera. Esta operación y las otras que se
atribuyen por el proyecto al Banco Central. son análogas a las que se practican en
otros países. previa su adaptación a las condiciones de nuestro medio bancario y
comercial.
El Banco Central se establecería con todo el activo y pasivo de la Caja de Con-
versión y una parte del activo y pasivo del Banco de la Nación Argentina. confor-
me lo enuncihrcmos en seguida.
Al hacerse cargo del oro de la Caja y de la emisión correspondiente de billetes.
se plantea de inmediato un problema ele valuación. El contenido real de cada peso
de metálico no vale ahora mSn 2.27 sino una cantidad mayor. a causa de la depre-
ciación del billete (mSn 3.75 ¡xir peso oro. según el tipo de cambio que rige desde
el 12 de noviembre). La posibilidad de retornar a ese valor. de volver a la par rno-

PROYECl'O DE CREACION DE UN BANCO CENTRAL
19
nctaria. parece cada días más remota. Es bidi posible realizarla. sin embargo. pero
a costa de una intensa reflación. de una hotnla perturbación agraria, social y banca-
ria. en :uas de un principio ortodoxo derivado de hipótesis que no concuerdan con
la realidad actual del país. La experiencia monetaria británica ha servido para hacer
reflexionar seriamente a este respecto.
Es claro que si suben rápidamente los precios internacionales. expresados en
oro. de los grnnos y las carnes que produce el país. el problema del retorno a l:J par
se simplifica considerablemente. Pero ningún síntoma presente autoriza a construir
sobre bases tan optimistas. Debemos resguardarnos del grave error cometido en
otros países. de abstenerse de plunear una estabilización a un tiJX> distinto de la par,
ante la esperanza de llegar a ella en un futuro bien incictto y con un costo ingente.
Es precisamente lo que señalaba el profesor Rist en su informe sobre la estabiliza-
ción de la peseta española.
Esto no significa que se preconice una estabilización inmediata del peso en el
nivel actual. pues ello sería prematuro y peligroso. Se quiere. simplemente. expre-
sar que es preferible preparar las condiciones de estabilización tan pronto como sea
posible a un tipo razonable. antes que pretender el retorno a la pru·. en un futuro le-
jano y desconocido. Pero dicha estabilización para no fracasar. requiere ante todo
el equilibrio del presupuesto y no podría practic:u-se definitivamente. aunque sí pre-
pru·arse. sin que antes se despeje la situación económica y financiera internacional.
REYALCACIÓ:--1 DEL METÁLICO
Mientras tanto. convendría valuar el metálico en el Banco Central a un tipo que
si bien no signifique un tipo de estabilización ni el designio de totmu·Jo en lo futuro
con tal base. permite dar a ese metálico un precio provisional más concordante con
la realidad actual.
Si se aplica el tipo de o$s 1.70 por dólar y se ap~u-ta de las reservas metálicas
actuales alrededor de oSs 7.000.000 para posibles contingencia~ de la deuda exter-
na a corto plazo, los oSs 250.0<Xl.OOO restantes en la Caja de Conversión figurarían
en el activo del primer balance del Banco Central con un valor de m$n
932.000.000 contra una emisión de billetes de m$n I.220.000.000 en el pasivo. En
el activo figurarían además un Bono de Garantía por los m$n 293.000.000 de bille-
tes que actualmente carecen de garantía metálica y los m$n 359.000.000 de docu-
mentos comerciales redescontados actualmente en la Caja de Conversión.

20
RAÚL PRE131SC'H
FINANCIACIÓN DEL BANCO CENTRAL
He aquí la primera etapa del balance:
Activo
m$n
Accionistas
40.000.000
250.000.000 de pesos oro sellado de metálico actual.
valuado en papel3
932.000.000
Bono de garantía
293.000.000
Documentos redescontados
359.000.000
Total
1.624.000.000
Pasivo
m$n
Capital
40.000.000
Billetes
1.220.000.000
Gobierno nacional
364.000.000
Total
1.624.000.000
Como se ve. la diferencia de mSn 364.000.000 entre los tres rubros activos que
hemos enunciado y el pasivo de billetes, correspondería al beneficio obtenido por
la revaluación del metálico. beneficio que. conforme a la práctica seguida en otros
países. debiera atribuirse al gobiemo nacional. no para financiar sus gastos. sino
para liquidar la deuda flotante con los bancos de la plaza.
Conforme a lo expresado anteriormente. el Gobierno nacional utilizaría el bene-
ficio de revaluación en la siguiente forma: 216.0(Xl.000 pesos moneda nacional
para amortizar la deuda del Gobierno en el Banco de la Nación; 148.000.000 de pe-
sos moneda nacional para pagar una parte de los sueldos atrasados y de lo que se
adeuda al comercio. especialmente a los acreedores con préstamos congelados en
los bancos que redescuentan.
De los 216.0(X).000 de pesos moneda nacional de garantías de revaluación pa-
gados al Banco de la Nación Argentina. 116.000.000 de pesos moneda nacional.

De acuerdo con el curso de oSs 1.70 por dólar. Algunos de los cxpe11os consultado,, reputan que
sin que ello signifi<1uc fa convc11ihilidad inmediata del peso. sería conveniente establecer de inmediato
por ley una nueva unidad monetaria. sohre la base del cur><> actual del peso.

PROYECTO DE CREACIÓN DE UN BANCO CE!ffRAL
21
podrían destinarse a cancelar documentos redescontados. con lo que el Banco recu-
peraría una cantidad equivalente de papel elegible que hoy no tiene en abundancia:
los 100.000.000 ele pesos moneda nacional que quedan reforz~u-ían sus existencias
y quedMían depositados en el Banco Central. De los 148.000.000 de pesos moneda
nacional precitaclos. 60.000.000 ele pesos moneda nacional se destinarían a los
acreedores del Gobierno. que a su vez. son deudores de bancos que están en el re-
descuento: y estos bancos serían obligados a cancelar una cantidad equivalente de
redescuento liberando papel elegible. En esta forma el redescuento disminuiría en
pesos 176.000.000 moneda nacional. El resto de los pesos 148.000.000 moneda na-
cional. a saber: 88.000.000 de pesos moneda nacional se dedicaría al pago de suel-
dos y otros acreedores de urgencia. Es probable que el Banco Central tendría que
hacer frente a una parte de est:.i cantidad con la emisión de billetes. Pero aun en la
hipótesis extrema de que los 88.000.000 de pesos moneda nacional se transforma-
sen en billetes. este aumento de la emisión sería neutralizado en seguida por otra
operación contraria.
Los bancos tendrían. en efecto. que depositar una parte de sus existencias o re-
servas de billetes en el Banco Central. Como mínimo estos depósitos alcanzru·ían a
100.000.000 de pesos moneda nacional (excluido el Banco de la Nación Argenti-
na). Al ingresru· estos billetes se cancelarían de inmediato. pues el Banco Central
no puede ser tenedor de sus propios billetes por razones obvias. El balance queda-
ría entonces en esta forma:
Activo
m$n
Accionistas
40.000.000
Metálico
932.000.000
Bono ele garamía
293.000.000
Documentos redescontados
183.000.000
Total
1.448.000.000
Pasivo
m$n
Capital
40.000.000
Billetes
1.208.000.000
Depósitos del Banco de la Nación
l 00.000.000
Depósitos de los bancos pru"ticulares
100.000.000
To1al
1.448.000.000

22
RAÚL PREBISCH
Según se desprende de este último balance. el Banco Central recibiría del Ban-
co de la Nación Argentina los depósitos del clearing. a saber: pesos 103.000.000
moneda nacional actualmente.
Activo
m$n
Accionistas
40.000.000
Metálico
932.000.000
Bono de garantía
293.000.000
Documentos ~escontados
183.000.000
Letras de Tesorería
103.000.000
Total
1.551.000.000
Pasivo
m$n
Capital
40.000.000
Billetes
l.208.000.000
Depósitos de los bancos
200.000.000
Clearing
103.000.000
Total
l.5.51.000.000
Como contrapartida de estos valores. no recome1Klamos tomar parte alguna de
las existencias de billetes del Banco de la Nación. por cuanto éste no se encuentra
en condiciones de desprenderse de los mismos. Por lo contrario. su posición de
Caja deberá resultar reforzada a raíz de la creación del Banco Central. Preferimos.
pues. que a este último se le entregue por aquél una cantidad de letras de Tesorería
equivalente al monto de los depósitos del clearing que se retira.
Estas letras de Tesorería convenientemente transfonnadas. servirían al Banco
Centrnl para realizar sus operaciones de mercado abierto: vendiéndolas a los ban-
cos en los períodos ele abundancia de fondos y rccomprándolas en los períodos de
restricción.4 Análoga transformación podría hacerse en el Bono de Garantía de
293.000.000 m$n. con el fin de movilizarlo en operaciones de mercado abierto. y
4
Véase la explirncifo <le estas operaciones en la exposición de\\ Ministerio de Hacienda sobre
"La acción <le cmcq:encia en el problema monetario", pág. 23.

PROYECTO DE CREACIÓN DE UN BANCO CENTRAL
23
unificar a la vez todos los papeles del gobierno en manos del Banco Central al ser
establecido.'
Activo
Rubros
Antes del
Después del
Aumento o
Deo .• Central Deo. Central disminución
( M iliones de m$n)
J¡!xistencias
260
380
+ 100
En efectivo
2()()
260
En Banco Central
100
+100
Préstamos
l.700
'1.321
-379
Redescuento
258
198'
.()()
Cauciones
282
138
.144
Adelantos oficiales
175
-175
Otros
985
985
Otras cuentas
229
229
Total
2.189
1.910
·279
Pasivo
Depósitos
1.439
1.336
-103
Cámara Compensadora
103
-103
Otros
1336
1336
Caja de Conversión
359
183
-176
Otras cuentas
391
391
Total
2.189
v.no
-279
Encaje
18,1%
26.9%
En cuanto al Banco de la Nación Argentina su situación saldría considerable-
mente mejorada; habría reducido el redescuento en m$n 116.000.000 y aumenrado
sus existencias en una cantidad igual. disminuido la deuda del gobierno en
216.000.000 pesos moneda nacional y reducido 11us letras de Tesorería en m$n
103.000.000 a cambio de los depósitos del clearing. En el cuadro precedente se
5 Se ha recibido también la idea de dejar fuera del Banco Central una parte de los 293.000.000 de
pesos moneda nacional de billetes sin garantía metálica emitidos antes de la Ley de Conversión. ll'llns-
formándoles en moneda divisionaria a cargo directo del Estado, de denominación inferior a S pesos,
como sucede en Francia. Alemania y Estados Unidos y un gran número de otro.~ países y como fue pro·
puesto para el Brasil por el perito inglés Sir 0110 N icmcyer.

24
RAÚL PREBJSCJ-1
comparan las cifras del Banco de la Nación a fines de febrero último con los gua-
rismos hipotéticos. una vez realizadas las operaciones que se han señalado.
AUMENTO DE LA PROPORCIÓN DE GARANTÍA DEL BILLETE
No se ha mencionado que al cambiar sus propios billetes por la emisión actual,
no se presentarían de pesos 40 a 50.000.000 de billetes perdidos o destruidos, los
que aparte de reducir el monto de la nueva emisión permitirían disminuir una canti-
dad igual del Bono de Garantía.
Sin contar por el momento con este resultado, el análisis que acaba de verse se-
ñala las posibilidades que significaría el Banco Central para nuestra economía mo-
netmia y los graves problemas que despejaría su implantación. La garantía me-
tálica de los billetes emitidos sería de 77 .2% una vez constituida la nueva
institución. y la del conjunto de billetes y depósitos. de 61.7%. Quedaría, por lo
tanto, un amplio margen disponible para cualquier emergencia. sin que esto signifi-
que una incitación para que el Banco desenvuelva una política de crédito excesivo.
Por lo contra1io, su prestigio venidero. y la eficiencia de la tarea de saneamien-
to que le corresponde. dependen estrechamente de la severidad con que atienda la
demanda de crédito. La tarea primordial consistirá en pennitir una liquidación gra-
dual y sin violencias de la cartera inmovilizada y de Ja<; inversiones a l~u-go plaro
de los bancos, y no en facilitar nuevos negocios, hasta que se inicie el próximo pe-
ríodo ascendente en el país.
REVALUACIÓN Y ESTABILIZACIÓN
Debe tenerse presente que el tipo ele revaluación no significa necesariamente el
tipo futuro de estabilización de la moneda. Si llegado el momento de planear esta
operación se determinase la conveniencia de hacerlo a un tipo mejor. o si antes de
ello el mercado tendiese a valorizar el peso y se resolviera no obstaculizar el proce-
so mediante compras de divisas por el Banco Central. el gobierno se conve11iría au-
tomáticamente en deudor del Banco por la diferencia entre el tipo anterior de la re-
valuación y el nuevo tipo de estabilización adoptado. Para responder a esta posible
contingencia se propone que en un convenio inicial con el Banco. el Gobierno se
obliga a emitir una cantidad de títulos públicos negociables en oro que cubra todo
el importe de la ganancia de revaluación transferida al Gobierno. En esta forma. al
planear la estabilización definitiva de la moneda. el Banco deberá negociar oportu-
namente en el mercado interno o en el extemo. o en ambos. la cantidad necesaria

PROYECTO DE CREACIÓN DE UN BANCO CENTRAL
25
para cancelar la deuda que podría derivar el gobierno a raíz de la fijación del nuevo
tipo de estabilización.
EL BANCO, COMO FRENO A LA INFLACIÓN
Si se ha acentuado en esta exposición preliminar la ventaja que el Banco Cen-
tral representaría para el arreglo parcial de la deuda flotante, no quiere decir que
esto constituya su propósito primordial. Es simplemente la razón para establecerlo
sin demoras, puesto que a los pocos días de aprobada la ley. podría iniciar su fun-
cionamiento el Banco Central sobre la base de la Comisión de Redescuento y pre-
via la revaluación del metálico. mera operación de contabilidad que daría de inme-
diato al Gobierno el correspondiente beneficio. Luego iría integrándose el Banco
con todos sus elementos constitutivos sin coll"er el 1iesgo de precipitaciones incon-
venientes.
Al resolver el probl"ma de la deuda flotante. el Banco Central evita el peligro
de las medidas inflacionarias. que traerían fatalmente la mayor depreciación en
nuestro peso con todas sus graves consecuencias económicas. sociales y políticas.
Cuando comienza la inflación, es en extremo difícil contenerla. pues sus primeros
efectos aparentemente favorables, incuban el germen de futuras emisiones ..
EL CONTRALOR DE LA MONEDA
El Banco Central da un corte decisivo a esta situación peligrosa, permite pagar
sin emisión alguna los compromisos más urgentes del Estado y pone el manejo de
la moneda y el control del crédito en manos de ún organismo ajeno a las influen-
cias oficiales y manejado por banqueros y hombres de negocios. Este es precisa-
mente el punto fundamental del Banco. Hoy ha desaparecido virtualmente el siste-
ma de la Caja de Conversión. Y no es el caso de discutir si su mecanismo ha sido
fundamentalmente transformado con el redescuento; Estamos en presencia de un
hecho consumado. y cualesquiera sean las opiniones de los miembros de la comi-
sión sobre el pasado de esta medida. todos concuerdan en la inconveniencia de
continuar aplicándola en la forma actual. Se considera que el Banco de la Nación
tiene de suyo tareas muy absorbentes y complejas. para que se le siga recargando
con las funciones del redescuento.
Estas funciones deberán constituir la actividad esencial del Banco Central. que
no competirá para nada .con los otros bancos. y al cual podrán acudir las institucio-
nes que hoy no están inclinadas a hacerlo.
El redescuento requiere un contralor sistemático de los bancos que sólo puede

'.!6
RACL PREB!SCH
ser realizado con éxito por un organismo ajeno a las operaciones corrientes. pues la
división del trabajo es 1ambién esencial en la esfera bancaria. En este contralor es
indispensable la cooperación de la Superintendencia de Bancos. institución a la
cual se le confía la aplicación de la ley de bancos. cuyo estudio también se ha ini-
ciado. por considerarla un complemento indispensable del Banco Central.
Se trataría de llegar a una ley sencilla y elástica para que su práctica se adapte
sin tropiezos a las condiciones de hecho del país. Deberá fijar. simplemente, algu-
nos puntos esenciales relativos al encaje y al régimen de las operaciones e inversio-
nes de fondos de los bancos. y a la inspección permanente ejercitada sobre los mis-
mos por la Superintendencia. sin excluir al Banco de la Nación Argenlina. Con
este último propósito y con el fin de asegurar la cooperación indispensable del
Banco de la Nación con la política del Banco Central. es imprescindible transfor-
mar a aquél en institución mixta. en forma análoga al Banco de la Provincia de
Buenos Aires.
Los bancos que redescuentan deben estar sometidos a la política que les impon-
ga el Banco Central. y en este sentielo la cooperación de la Superintendencia sería
de capital importancia. ya se trate de la liquidación gradual de las carteras e inver-
siones. ya de la observación ele las nuevas operaciones que se hiciesen de acuerdo
con las normas fijadas por el Banco Central.
Al Banco y a la Superintendencia que se proyectan. corresponden. pues. funcio-
nes capitales ele contralor y dirección de la moneda y el crédito. Se trata indudable-
mente de funciones delicadas. Y este sería el momento más propicio para encarar
la legislación pertinente. por cuanto nos encontramos precisamente hajo un régi-
men inorgánico de emisión contra documentos comerciales. esto es. que las funcio-
nes esenciales del Banco Central se realizan. pero en fonna precaria. sin las garan-
tías y recaudos exigidos perentoriamente para evitar serias complicaciones. y sin
los medios para actuar con eficacia sobre el mercado monetario. Si funcionase ac-
tualmente el régimen de la Caja de Conversión. podría esperarse momentos de
tranquilidad para modificarlo. Pero el régitnen ya no existe y ha sido sustituido por
una medida de emergencia. cuyos inconvenicmes son muy serios.
Concurren. pues. motivos de índole monct~µ·ü1. con los motivos de orden fiscal
enunciados más arrq1<1: par~1 justificar la creación inmediata del Banco Central.

54
IMPUESTO A LOS REDITOS*
ACUERDO MODIFICANDO Y CREANDO NUEVOS GRAVÁMENES
Buenos Aires, enero 19 de 1932
Las perspectivas para las finanzas de la Nación en 1932. son graves, pero si se
procede con energía y rapidez. se puede afirmar que el país cuenta con recursos su-
ficientes para evitar los dos males que se exhiben como remedio: la emisión y la
moratoria en el pago de la deuda externa.
Está en la tradición de nuestro país el haber cumplido con exactitud sus com-
promisos: norma tradicional que hay que conservar a toda costa, pues ella es el
fundamento del crédito. y éste. a su vez, el instrumento indispensable a un gran
país para acelerar su marcha económica.
* N. del &l. Puhlicado en Boletín Ojicial, Buenos Aires. viernes 22 de enero de 1932, pág. 673.
Se reproduce aquí sólo la parte de impuesto a Jos réditos y se omiten los dieciocho gravámenes que le
suceden, todos fechados el martes 19 de enero de 1932. Prebisch consideraba a estos últimos sólo ajus-
tes de tasas impósitivas, de car.ícter pummente técnico. mientms que al impuesto a la renta le otorgaba
un gran color político. El autor del decreto-ley aquí reproducido fue Raúl Prebisch. según propia decla-
ración: "Escribí yo el decreto-ley sobre el impuesto a la renta( ... ) Yo lo redacté". En varias oportuni-
dades se refirió con toda minuciosidad a la gestación de este decreto-ley: "Viene la crisis del año trein-
ta. una situación financiem que uno considemría calamitosa en aquel momento. Y o veía con gran
preocupación la llegada de un Congreso muy heterogéneo que rehuiría ciertas refom1as fundamentales,
como la del impuesto a la renta. Efectivamente había proyectos en ese sentido desde 1916, y no obstan-
te todo el poder político de Hipólito Yrigoyen no se pudo sacar esa legislación. Y me dije: 'hay que cre-
ar ahora el impuesto a la renta en la Argentina, con una serie de refom1as impositivas'. Y o era subsecre-
tario de Hacienda. Tres meses antes de la vuelta al orden constitucional le propuse al Ministro de
Hacienda !u implantación del impuesto a la renta. pero él me dijo: 'Mire, Prebisch. no se haga ilusiones:
dentro de pocos meses vamos a entregar el gobierno al gobierno constitucional: el general Uriburu no
va a aceptar cargar con esta enonue responsabilidad'. Le dije: '¿Me da usted autorización para que yo lo
vea'/'. 'Sl'. Y apmvecbé La finna de ese dia pam hacerle UI\\ cuadro de La situación financiera. F.n aque-
llos liempos los subsecretarios llevábamos la fim1a al Presidente todas las noches, lo cual significaba

28
RAG1, PREBISCH
No es solución decorosa para la República Argentina. dejar de pagar sus deudas
rehuyendo un sacrificio impostergable que la Nación podrá y sabrá realizar.
La emisión es un error teITible del que salimos después de muchos años de ex-
periencia dolorosa. Si la emisión fuera el remedio de la crisis. no habría crisis dura-
dera con un remedio tan a mano. El mejoramiento de la economía mundialtiene
que producirse inevitabiemente. Importa que nuestro país llegue a esa hora con su
prestigio íntegro, para que le sea inmediatamente útil. En previsión de ese momen-
to es indispensable afrontar las dificultades con un plan financiero que incluya nue-
vas economías. creación y aumento de impuestos. reducción y consolidación de la
parte más apremiante de la deuda flotante. Estas medidas son previas a cualquier
plan de saneamiento de la moneda y el crédito.
Al Gobierno Provisional le toca el dar término a sus tareas. resolver estos pro-
blemas que una larga acumulación de errores ha contribuido a acentuar. Tiene que
hacerlo ineludiblemente. Cualquier indecisión. un mínimo retardo serían fatales,
las cuentas atrasadas. los sueldos impagos, establecerían de hecho la moratoria y la
emisión.
Las medidas de economía y los nuevos tributos vienen impuestos por las condi-
ciones económicas del país y del exterior. Mientras fue posible pensar en un mejo-
ramiento inmediato de los precios de nuestros productos, y en una reacción de los
mercados financieros. era humano el empleo de suaves medios de imposición. den-
tro de una economía estricta; pero. ante las perspectivas mundiaíes. conviene aban-
donar toda ilusión y proceder rápidamente a tomar medidas que eviten a la Re-
pública males irreparables.
Por tales consideraciones.
El Presidente del Gobierno Provisional de la Nación Argentina. en Acuerdo Ge-
neral de Ministros
una vinculación con él: yo era el último. y así no tenía él otros y pcxlía conversar. Era un >1iemes por la
noche y le dije: 'Dentro de pocos meses usted va a entregar el gobierno. y una de las razones por las
cuales usled dio el golpe de Estado fue el dcsaslre financiero. Y va a dejar usted una siluación peor: ya
se ha hecho un esfuerzo enom1e de reducir el déficit: se redujeron los gastos de la administración en for-
ma brutal. incluso una rebaja de los sueldos, y a pesar de eso, fue tal la contracción del comercio exte-
tior. con la crisis n1undial. que la situación se ha agravado'. '¿Y qu¿ se lmce'?'. 'Yo creo c¡ue sin una re-
fonna tributaria no se contendrá d déficit: hay que crear el impuesto a la renta. En el Congreso hay un
proyecto del afio 1916. y no se ha tratado, y como yo creo que el Congreso no va a tomar medidas de
esa naturaleza. el déficit seguirá agrandándose y se caer<Í en la int1ación. Y su gobierno pasará al juicio
de los demás como un gobierno que ha desatado la inflación por impcticia financiera'. Con un gesto
muy típico de él, dijo: 'Bueno. Subsecretario. hágame un proyecto, tráigalo el lunes y se lo voy a fir-
n1ar'. Cuando volví de esta entrevista, entro al despacho del Ministro y 1ne 1nira con ironía: '¿Y ... ?'. 'Sí,
ya está". '¿Cómo que ya csl<i?'. 'Sí. me pidió que redactase el proyecto y me lo finnaría'. Viemes por la
noche saqué mi iníonnc de Australia -me inspiré también en la ley chilena, que era bastante simple-.
Me encerré. Trabajé sin donnir viernes por la noche, sábado y domingo. Hice un proyecto de 1reinta y
dos at1ículos que el lunes ya estaba finuado, y el martes le mandé otras refomias que estábamos pensan-
do en el Ministerio. Fueron la ba'e de la reconstrucción financiera del país: el Congreso las modificó.
pero ya no podía volver atrás."

IMPUESTO A LOS R1~DITOS
29
DECRETA:
Artículo 1". En las fechas. condiciones y modos que establecen los capítulos del
presente Acuerdo. titulados:
l. Impuesto de emergencia sobre los réditos.
2.
Impuesto sobre los tabacos.
3.
Impuesto sobre los fósforos.
4.
Impuesto interno sobre la nafta.
5.
Modificación de tasas en el impuesto a los perfumes y específicos.
6.
Impuesto interno sobre las cubiertas.
7.
Impuesto sobre las películas cinematográficas.
8.
Adicional del 1 O por ciento sobre el valor de tarifa de las impo11aciones.
9.
Patentes.
10.
Impuesto sobre movimiento de fondos con el exterior.
11.
Modificaciones al impuesto de sellos.
12.
Sobretasa a la contribución territorial.
13.
Reformas al régimen fiscal de los seguros.
14.
Tasas para análisis en las Oficinas Químicas Nacionales.
15.
Derechos a pagar en el Registro de la Propiedad.
16.
Tasas de autorización e inspección de sociedades anónimas.
17.
Arancel de los Boletines Oficial y Judicial.
18.
Arancel de la Escribanía General de Gobierno.
19. Tasas para pasaportes y otras documentaciones de identidad y personal. se
pagarán los impuestos y tasas que determinan. cuyo producido se computará
en el cálculo de los recursos destinados a costear los gastos del Presupuesto
del cmTiente año.
Artículo 2r. Por el Depanamento de Hacienda. podrá decretarse la modificación
de las fechas establecidas. si fuera menester.
Artículo 3~. Comuníquese. publíquese. etcétera.
URIBURU - Enrique Uriburu - Octavio S. Pico - Adolfo Bioy - Francisco Medina -
Carlos Daircaux - Pablo Calatayud - David M. Arias

30
RAÚL PRE131SCH
DECRETO SOBRE IMPUESTO DE EMERGENCIA A LOS RÉDITOS
Buenos Aires. enero 19 de 1932
Primera parte. Determinación de los réditos imponibles y
tasas del gravamen
DISPOSICIONES GENERALES
Artfculo r. A pm1ir del l '' de enero de l 932. y por el término de cinco años. to-
dos los réditos derivados de fuente argentina. a favor de argentinos o extranjeros.
residentes o no residentes en el territorio de la República. quedan sujetos al grava-
men de emergencia nacional que establece la presente disposición.
Artírulo 2'"- La percepción de este impuesto se efectuará en la misma fuente de
los réditos. siempre que ello sea posible.
En los casos que no pueda aplicarse esta disposición. el pago de este impuesto
deberá efectuarse en el lugar del domicilio del contribuyente en el país. o del repre-
sentante. en su ausencia;
Cuando haya varios domicilios o el domicilio no pudiera determinarse. o no se
conociese el representante en ausencia del contribuyente. el fisco fijará el lugar de
pago.
Artículo 3''. Ningún rédito. bajo concepto alguno. pagará más de una vez al año
el presente impuesto.
Artírnlo 4''. Quedan excluidos de este gravamen:
a) Los réditos oficiales ele los diplomáticos. agentes consulares y demás repre-
sentantes oficiales reconocidos ele naciones extranjeras. y los réditos de los de-
pósitos bancarios oficiales de los mismos. a condición ele reciprocidad.
b) Las ganancias que las sociedades cooperativas de consumo distribuyesen a
sus asociados. proporcionalmente a las compras de los mismos. excluidas las utili-
dades por ventas realizadas a no asociados.
e) Las sumas que se clonasen a entidades de beneficio público que no persi-
guiesen fines lucrativos: y los réditos obtenidos por dichas entidades. siempre que
se destinen totalmente al beneficio público.
d) Los aumentos de capital que no proviniesen de la acumulación de réditos.
e) Las indemnizaciones o premios pagados por las compañías de seguros.

IMPUESTO A LOS RÉDITOS
31
l~ Categoría: Renta del sucio
Re11ta l'lll'a/
Artículo 5º. La renta de los inmuebles rurales queda gravada en la siguiente
forma:
a) Cuando la tierra no fuese trabajada personalmente por su propietario. se pa-
gará un impuesto de 6 por ciento sobre el importe de los arrendamientos devenga-
dos anualmente. previas las deducciones del art. 7º.
Se presume que el monto total de los arrendamientos equivale. como mínimo.
al 5 por ciento de la valuación fiscal del inmueble. salvo prueba en contnufo por el
contribuyente y hasta el límite establecido por el art. 8º.
b) Cuando la tierra fuese trabajada personalmente por su propietario y su
valuación fiscal excediese de$ 25.000 m/n. se pagará un impuesto de 4% sobre su
renta anual. Con tal propósito. se presume que la renta anual equivale al 5% de la
valuación fiscal de la tierra. salvo que el propietario demostrase que la renta no al-
canza a la proporción precitada.
e) Cuando la tierra fuese trabajada personalmente por su propietario. y su
valuación fiscal no excediese de 25.000 mSn. queda exenta del gravamen estableci-
do en el inciso b).
Rellltt 11r/1tm11
Artfcufo 6''. La renta de los inmuebles urbanos queda gravada en la siguiente
forma:
a) Cuando el propietario arrendase su inmueble pagar:í un impuesto de 6% so-
bre el importe de los alquileres devengados anualmente.
Se presume que el monto total de los alquileres equivale como mínimo al 5%
de la valuación fiscal del inmueble. salvo prueba en contrario por el contribuyente
y hasta el límite establecido por el art. 8º.
b) Cuando el propietario habitase su inmueble o lo emplease para el ejercicio
de su protCsión o negocio. pag<u-á un impuesto de 6% sobre la renta anual que se
presume equivalente al 5% de la valuación fiscal del inmueble.
Deducci<me.~
Artfcu/o 7º. Antes de la liquidación del impuesto referido en los ru·ts. 5º y 6º. el
contribuyente podrá deducir del monto de la renta los intereses de los gravámenes
hipotecarios sobre la tierra en cuestión. los impuestos o tasas que recayesen direc-

32
RAÜL PREBISCH
tamente sobre la misma y en el caso de edificios o construcciones urbanas. el por-
ciento que detenninará el fisco por concepto de gastos de mantenimiento del valor
de los mismos.
Re11ta mí11ima de la tierra
Artfculo 8º. A los fines de este impuesto. la renta rural o urbana no podrá en
ningún caso resultar inferior al 1 % de la valuación fiscal de la finca. una vez efec-
tuadas. en la medida que fuese posible. las deducciones del artículo precedente.
Artfculo 9º. El contribuyente de la Capital Federal y territorios nacionales podrá
descontar. en cualquier caso. del impuesto a su renta correspondiente a 1932. el im-
porte de la contribución de 2 por mil establecida con carácter adicional sobre el
valor fiscal de la finca.
2" Categoría: Réditos de los capitales mobiliarios
Tasa y percepció11 del gra1•a111e11
Artfrulo 10. Los réditos de los capitales mobiliarios quedan sujetos a un grava-
men del 6%. que se aplicmá en la siguiente forma:
a) Los contribuyentes que percibiesen intereses de préstamos hipotecarios, o de
cualquier título de renta fija. o de dinero o valores prestados a particulares. pagarán
el gravamen susodicho. que se aplicará sin deducción alguna. sobre el monto glo-
bal de tales intereses. Se excluye de esta disposición los intereses percibidos por
los bancos de depósitos y descuentos. cuyos beneficios netos están sujetos al gra-
vamen de la categoría 3ª. salvo los intereses percibidos por las secciones hipoteca-
rias de dichos bancos:
b) Los comerciantes. bancos, y demás entidades comerciales y civiles. públicas
o privadas, quedan obligados a retener el monto de este gravamen en el momento
de abonar los intereses devengados por los capitales recibidos a título de préstamos
o depósitos a la vista o a plazos. La misma obligación tienen las entidades civiles o
comerciales con respecto a los intereses devengados por los debentures o bonos
emitidos por las mismas.
Se excluye de esta disposición los intereses pagados sobre títulos públicos emi-
tidos por los gobiernos nacional. provinciales y municipales. y sobre sus cédulas
por d Banco Hipotecario Nacional; y se excluye asimismo los intereses de cual-
quier índole pagados a los bancos de depósitos y descuentos.

IMPUESTO A LOS RÉDITOS
33
31 Categoría
Tasa del gra .. ame11
Articulo 11. Los beneficios netos del comercio. la industria y los auxiliares de
comercio. quedan sujetos a un impuesto de 5%. sobre el monto de los mismos. A
los fines de este ai1Ículo se considera como beneficio neto el obtenido durante el
ejercicio completo. El impuesto se aplicará a los ejercicios vencidos con posterio1i-
dad al lº de enero de 1932.
Detenni1wción del beneficio neto impo11ible
Artículo 12. Para detenninar el beneficio neto imponible se podrá deducir de
las entradas brutas:
a) Los intereses de las deudas. salvo los con-espondientes al capital invertido
por el contribuyente en el negocio:
b) Los impuestos y tasas que recaen sobre el negocio. excepto los que se hicie-
sen pagar direc1amente a la clientela. toda vez que no se incluyan en el valor co-
mercial de las mercaderías o servicios vendidos ni se contabilicen entre los gastos
del negocio:
e) Los castigos o amortizaciones efectuados en forma usual en los malos crédi-
tos y los bienes del negocio;
d) Todos los gastos ordinarios destinados a producir los beneficios en cuestión.
salvo la remuneración y los gastos personales del contribuyente y su familia. la re-
muneración por cualquier concepto de los directores de las sociedades anónimas, y
los gastos que aumenten el valor capital de los bienes del negocio.
e) Y eventualmente los daños extraordinarios sufridos por los bienes del nego-
cio. en cuanto no fuesen cubie11os por seguros o indemnizaciones.
Beneficio neto presu11to
Artículo 13. Sin perjuicio de las disposiciones del artículo precedente. la Direc-
ción del Impuesto sobre los réditos. que se crea por el art. 23, podrá determinar
presuntivamente. cuando lo estime conveniente, el beneficio neto imponible. ya
sea sobre la base del capital invertido, o del volumen del negocio. salvo prueba en
contrario por el contribuyente.

34
RAÚL PREBISCH
Peque1io co111e1·cio
Artículo 14. En los comercios o industrias cuyo volumen de ventas fuese infe-
rior a 50.000 m$n anuales. se presume que los beneficios netos equivalen al 10%
de ese volumen. En tal caso los beneficios netos pagarán el impuesto como si fue-
sen réditos del trabajo.
4ll Categoría: Réditos del trabajo pcrsooal
Tasas del g,-a1•t1me11
Artículo 15. Los réditos del trabajo. de acuerdo con las especificaciones de esta
sección, están sujetos a los gravámenes progresivos de la tabla núm. 1. que co-
mienza con una tasa de l/2%. para un rédito mensual de 175 m$n y termina con
una tasa de 4%, para los réditos mensuales de 2.000 m$n o más.
Sueldos, sale1rios, pe11sio11es y jubi/ado11es
Artículo 16. Las personas. comerciantes. o entidades comerciales o civiles.
públicas o privadas. que pagasen a sus empleados. obreros, pensionistas o jubila-
dos. sueldos. salarios. pensiones. jubilaciones. o cualquier otra remuneración de
servicios personales, excluidos los descuentos para jubilaciones, quedan obligadas
a deducir por cuenta del contribuyente el impuesto del artículo anterior. al efectuar
el pago de dichas remuneraciones.
E11tmde1s derfrt1das del ejercicio de u11a pmfesit111 u oficio
Artículo 17. A los fines del mtículo 15. se presume que el rédito de los contri-
buyentes que ejercen una profesión u oficio es desde 2 1/2. hasta 4 veces el alquiler
que paga o que se les computa, de acuerdo con el artículo 5Q b). por el local de su
trabajo y el de su casa-habitación, como se indica en la tabla número 2.
Artículo 18. Todo comerciante o entidad comercial civil. pública o privada. que
pague a un profesional liberal una remuneración u honorario superior a$ 200 m/n.
que no estuviese comprendido en el art. 16. está obligado a descontar. por cuenta
del contribuyente, al efectuar el pago. un impuesto de 4 por ciento.
El mismo descuento~ se hará en las regulaciones judiciales de honorados, en el
momento de su pago.

IMPUESTO A LOS RÉDITOS
35
Deduccio11es del rédito presu11to
Al'ffculo 19. Si el monto del rédito presunto. conforme al art. 17, no excediese
de $ 25.000 m/n por año y el contribuyente que ejerciese una profesión u oficio go-
zara además de réditos de esta u otra categoría que ya hubieran pagado el impuesto
en la fuente. se podr:i efectuar las siguientes deducciones:
a) Del monto del impuesto a pagru· sobre el rédito presunto. el impuesto que se
hubiese descontado en la fuente al abonar al contribuyente sueldos o cualquier otra
remuneración referida en los arts. 16 y 18.
b) Del rédito presunto. el importe de los otros réditos. excluidos los del párrafo
anterior. que hubiesen pagado impuesto en la fuente.
Rédito presu11to .rnperior a 111$1115.00()
Arrfculo 20. Si el monto del rédito presunto confo1me al art. 17. excediese de
los $ 25.000 m/n por año. se considerará dicho rédito como mínimo. En tal caso el
contribuyente deberá manifestar sus entradas profesionales reales. al declarar su ré-
dito global conforme al art. 21.
Impuesto global sobre los réditos
Tasa adicio11af progresfra
Artículo 21. Toda persona natural cuyos réditos en su conjunto sobrepasen de
pesos 25.000 m/n por año. está sujeta a un gravamen adicional progresivo sobre el
monto global de los mismos además del impuesto que hubiese pagado por cada ca-
tegoría de rédito. de acuerdo con la tabla NY 3.
J)ed11ccin11es del rédito glollill
Artfcu1o 22. Del impone del rédito global imponible. podrán efecturu·se las si-
guientes deducciones antes de liquidar el adicional del artículo anterior:
a) Los intereses que pagase sobre sus deudas el cont1ibuyente. siempre que no
se hubiese deducido de los réditos de cualquier categoría:
b) Las pérdidas que hubiese sufrido durante el año a que se refiere el impuesto,
de alguna explotación comercial o industria\\~

36
RAüL PREBlSCH
e) Los impuestos pagados o a pagar en el mismo año sobre los réditos de cual-
quier categoría que constituyen la renta global del contribuyente: y el impuesto
global pagado el año anterior.
Segunda parte. Administración del impuesto
Autoridades del impuesto
Artículo 23. En las cuestiones atinentes a este impuesto intervendrán las si-
guientes autoridades: una "Dirección del Impuesto sobre los Réditos". una "Co-
misión Honorm·ia del Impuesto sobre los Réditos". y un "Tribunal Administrativo
del Impuesto sobre los Réditos".
Artículo ?.4. La Dirección del Impuesto tendrá a su cargo el mecanismo. aplica-
ción y percepción del gravamen sobre los contribuyentes.
Artículo 25. La Comisión Honoraria. compuesta de doce contribuyentes desig-
nados por decreto. tendrá las siguientes funciones: asesorm· al Poder Ejecutivo en
la reglamentación del impuesto: interpretar sus disposiciones en los casos gene-
rales: y evacuar las c01\\sultas de los contribuyentes con motivo de las cuestiones
que suscite la aplicación del impuesto. mientras no sean materia de sumario, o las
consultas que formule la Dirección del Impuesto.
Sus decisiones se aplicarán en tanto no fuesen modificadas por el Depm·tamen-
to de Hacienda. a raíz de la apelación de los contribuyentes. o a requerimiento de
la Dirección del Impuesto.
La Comisión podrá proponer al Poder Ejecutivo modificaciones en la reglamen-
tación y organización del impuesto.
Los miembros de la Comisión no podrán tener acceso en ningún caso a las in-
formaciones confidenciales de los contribuyentes. o las de terceros que les afecten.
Anfculo 26. El Tribunal Administrativo estará compuesto de tres miembros in-
amovibles. como los jueces. designados por el Poder Ejecutivo con acuerdo del Se-
nado.
El Tribunal. como única autoridad. entenderá en t()(la apelación de las resolu-
ciones de la Dirección del Impuesto relativas a la determinación del rédito imponi-
ble de un contribuyente en particulm·, y al monto del impuesto exigido.
También se podrá apelar ante el Tribunal en el caso de multas aplicadas por la
Dirección del Impuesto. siempre que ellas excedan de 200 mSn. La opción de los
interesados por la apelación ante el Tribunal. comportará la renuncia del recurso
judicial y viceversa.

IMPUESTO A LOS RÉDITOS
37
Resp011sables por el impuesto
Artículo 27. Son responsables del cumplimiento de las disposiciones de este im-
puesto los que están obligados a pagarlo al fisco; y los terceros que, sin estarlo.
contribuyan a facilitar su evasión con falsas declaraciones. documentos o anota-
ciones. Unos y otros son responsables asimismo. en cuanto a la'i penas pecuniarias
y gastos del hecho, de sus factores. agentes o dependientes.
Artículo 28. Los representantes legales de las personas de existencia real o ju-
rídica. en el caso de omisiones o hechos que importen infracción o defraudación a
las disposiciones de este impuesto. obligan a sus representados, los que son solida-
riamente responsables por las sanciones que correspondan.
Verijicaeió11 de las declaraci011e.f del co11lribuyt111le
Articulo 29. La Dirección del Impuesto. cuando lo juzgue necesario. podrá ve-
rificar lo manifestado o declarado por los .contribuyentes. con las constancias de
sus libros y documentos de contabilidad. Igual medida podrá disponer con el que
se ocultase o negase a declarar. o con los terceros que interviniesen en el·pago.
movimiento, destino o aplicación de los réditos de un contribuyente.
Ptmalidudes
Artículo 30. Los infractores a las disposiciones de este impuesto y a los regla-
mentos que dicte en adelante el Poder Ejecutivo sufrirán una multa de 25 a 2.000
m$n.
Anfcu/o 31. Cualquier falsa declaración o manifestación. acto u omisión. que
tengan por mim defraudar el impuesto. serán penados con una multa de diez tantos
de la suma que se ha pretendido defraudar.
Arrfcu/o 32. La negativa u oposición de hecho a permitir la inspección llevada a
cabo por empleados autorizados para ello serán reprimidas con una multa de $ 25 a
500m/n.
Arrfcu/o 33. Los pagos de impuestos o multas que no se efectúen en debido
tiempo. devengarán el interés de 1 y 1/2 por ciento mensual. sin necesidad de inter-
pelación administrativa ni judicial. y aunque la deuda no haya siclo reconocida por
escrito.
Artículo 34. La acción para imponer multas y la acción para hacerlas cumplir
una vez impuestas. se prescriben a los diez años.

38
RAúl. PREBJSCH
De11m1cia11tes
Artículo 35. Los denunciantes tienen derecho al 25 por ciento de la multa que
ingrese al fisco. siempre que presenten los elementos necesarios para comprobar el
hecho denunciado. No tendrán intervención alguna en el sumario. ni acceso a las
informaciones del contribuyente.
Carácter co11jide11cial de las i1iformacio1ies del ct111/rih11ye11/e
Artículo 36. Las declaraciones juradas. manifestaciones o informaciones que el
contribuyente o terceros presentasen a la Dirección del Impuesto son estrictamente
confidenciales. Los funcionarios y demás dependientes de la Dirección del Impues-
to que las conociesen están obligados a mantener el más absoluto secreto. sin poder
comunicm·las a persona alguna. salvo sus superiores jerárquicos ele la Dirección del
Impuesto.
La falta de cumplimiento de esta disposición hace pasible al que la cometiera
de las sanciones del Código Penal. sin perjuicio e independientemente de las medi-
das administrativas que correspondan.
Disposici011es compleme11tarias y reglame11taria-<
Artículo 37. Por conducto del Departamento de Hacienda se designm·á una co-
misión con amplias facultades para proponer las disposiciones que complementen
o reglamenten la presente. y las líneas generales de la organización de la Dirección
del lmpuesm. lo que entrará en vigencia si es aprobado por el Poder Ejecutivo.
DispfJ.vicimies lrál1sitorias
Articulo 38. Hasta tanto no se determine los porcientos del producido del im-
puesto sobre los réditos que el Gobierno nacional debe distribuir a las provincias.
no se aplicará el art. 16 a las entidades ofü:iales de las mismas.

IMPUESTO A LOS RÉDITOS
39
Tabla l. Gravamen sobre los réditos del trabajo personal
Rl'<lito neto mensual
Tasa por 111$11 l(H)
Gravamen por todo
111$111
de rédito
el rédlt o 111$11
De
175
a
199
0.500
0.87
200
224
0.520
l.04
225
249
0.540
1,21
250
274
0.560
l.40
275
299
0.589
1.62
300
324
0.621
1.86
325
349
0.654
2.13
350
374
0.688
2.41
375
399
0.7l8
2.69
400
424
0.750
3JX)
425
449
0.813
3.46
450
474
0.875
3.94
475
499
0.938
4,45
500
549
l.00<)
5,00
550
599
l.250
6.87
600
649
1.500
9.00
650
699
1.687
10,96
700
749
l.875
13.12
750
799
2.062
15.46
800
849
2.250
18.00
850
899
2.375
20.19
900
949
2.500
22.50
950
999
2.625
24.94
l.000
1.099
2.750
27.50
l.100
l.199
2.937
32.31
l.200
l.299
3.125
37.50
1.300
l.399
3.312
43.06
l.400
1.499
3.437
48,12
l.500
l.599
3.562
53.43
1.600
l.699
3.687
58,99
l.700
l.799
3.812
64.80
1.800
1.899
3.875
69.75
l.900
l.999
3.937
74.80
2.000
y
más
4.000
4%

40
RAÚL PREBISCH
Tabla II. Renta presunta derivada del ejercicio de una profesión u oficio
Alquiler mensual
Sºde
Renta
Gru·amen
111$11
veces
mensual
anual
presunta
111$11
111$n1
De
70
a
79
2.50
175
10.50
80
89
2.50
200
12.50
90
99
2.50
225
14.60
100
124
2.50
250
16.80
125
149
2.60
325
25.50
150
174
2.67
400
36.00
175
199
2.86
500
60,00
200
224
3.00
600
108.00
225
249
3.12
700
157.50
250
274
3.20
800
216.00
275
299
3.28
900
270.00
300
324
3.34
1.000
330,00
325
349
3.39
1.100
379.50
350
374
3.43
1.200
450,00
375
399
3.47
1.300
516,70
400
424
3.50
1.400
577.40
425
449
3.65
1.550
662.50
450
474
3.78
l.700
777,60
475
499
3.90
1.850
860.25
500
y
más
4,00
2.000
960,00
1
Se oblicne multiplicando el alquiler mensual (primera colunma) por el número de veces (segun-
da columna).

IMPUESTO A LOS RÉDITOS
41
Tabla IIJ. Gravamen adicional sobre los réditos globales
superiores a 25.000 m$n
Rédito global an11a1
Tasa adicional
Gravamen
m$n
por m$n 100 de rédito
adicional por todo
el rédito m$n
De
25.000
a
29.99.9
0,50
125
30.000
34.999
0,75
225
35.000
39.999
1.00
350
40.000
44.999
1.25·
500
45.000
49.999
1,50
675
50:000
54.999
1.75
875
55.000
59.999
·2.00
' 1.100
60.000
64.999
2.25
1.350
65.000
69.999
2,50
1.625
70.000
74.999
2.75
.l.925
75 .. 000
79,999
3.00
2.250
80.000
84.999
3,20
2.560
85.000
89.999
3.40
2.890
"
90.000
94.999
3.60
3.240
95.000
99.999
3,80
3.610
100.000
'109.999
4.00
4.000
110.000
119.999
4,40
4.840
120.0QO
129.999
4,80
5.760
130.000
139.999
5.12
6.656
140.000
149.999
'5.37
7.518
150.000
159.999
5.62
8.430
160.000'
169.999
5.82
9.312
ini.ooo
179.999
6.02
10.234
1~0.000
189.999
6,20
11.160
190.000
199.999
6.35
12.065
200.000
209.999
6,,50
13.000
210.000
219.999
6.60
13.860
220.000
219.999
6.70
14.740
230.000.
239.999
6.80
15.640
240.000
249.999
·6.90
16.560
250.000
y
más
7,00
17 .500

55
LA ACCION DE EMERGENCIA EN EL
PROBLEMA MONETARIO*
CAPÍTULO l. EL RETORNO AL PATRÓN ORO EN 1927
La vuelta espontánea a fa paridad
La crisis internacional ha sorprendido a la Argentina con una organización mo-
netaria en extremo inadecuada.
En agosto de 1927, después de 14 años de inconvertibilidad. el país pudo retor-
nar al patrón oro. Lo hizo a la deriva, a1Tastrado por las circunstancias favorables
que. en este como en otros casos de su historia financiera. solucionaron espon-
táneamente sus problemas. sin hacerle soportar de inmediato el costo de sus errores
y su imprevisión.
El país volvió entonces a la paridad sin violencia alguna. a favor de la abundan-
te inversión de dinero extranjero en empréstitos públicos y colocaciones privadas.
y de la mejora en los precios internacionales de los granos y las carnes. Esta mejo-
ra no solamente neutralizó los efectos depresivos de la valorización del peso sobre
dichos productos. en nuestro mercado. sino que se tradujo a la vez en un apreciable
aumento de sus cotizaciones internas.
La Caja de Conversión se abrió sencillamente. sin haberse resuelto los proble-
mas vinculados en forma estrecha a la moneda. De la deuda t1otante legada por la
administración anterior. sólo se consolidó una parte: y en lugar de hacerlo con el
resto, especialmente con las Letras de Tesorería caucionadas en el Banco de la Na-
ción. se prefirió emplear en nuevos gastos el producto de los empréstitos.
* N. del Ed. Publicado por el Ministerio de Hacienda de la Nación en enero de 1932 (Buenos
Aires. Imprenta de la Honorable C:ímara de Diputados, 25 páginas). Reproducido en Revista
Económica.
Bu~nos Aires. vol. 5. Nº 2, fcbrcro-mai-LO de 1932. págs. 31-46. y nuevamente en esa Re-
vista, vol. 7. N"" 5-8. 1934. págs. 108-123 con un nuevo título, "lÁ1 moneda argentina y el Banco Cen-
tral". y con el canicter de uno de los antecedentes oficiales de los Proyectos sobre Bancos y Moneda de
1934 (véanse capítulos 67-72 de este volumen).

LA ACCIÓN DE EMERGENCIA EN EL PROBLEMA MONETARIO
43
El metálico y la e:tpa11si(511 del crédito
Las mismas circunstancias favorables que promovieron el retorno a la par. de-
terminaron un fuerte influjo de metálico en el país. En el período que transcurre en-
tre el lº de mayo de 1927 y el lº de septiembre de 1928. crecieron en$ oro 180.5
millones las existencias visibles de metálico en la Caja de Conversión y los bancos.
Como suele suceder en tiempos análogos. atlojáronse los resortes del crédito.
Los bancos particulares redujeron sus tipos de interés para estimular el empleo de
sus recursos acrecentados. Las instituciones oficiales no pudieron sustraerse a la in-
fluencia de este ambiente de bonanza; hablóse entonces de la baja del interés de las
cédulas hipotecarias; y el Banco de la Nación Argentina resolvió reducir el tipo de
sus descuentos. Fue en mayo de 1928. cuando todos los indicios del mercado fi-
nanciero internacional sugerían el desenvolvimiento inminente de un período de
tensión monetaria. Muy poco tiempo antes el Banco Federal de Reserva de Nueva
York había subido sus tasas. en franca reacción contra la política de crédito fácil
seguida anteriormente. política que. como se sabe. contribuyó a fomentar en todo
el mundo la inversión de capitales de Estados Unidos.
Nuestro mercado monetario no fue insensible al acicate de las tasas de interés.
Los balances bancarios de julio de 1928 registran ya el primer incremento de prés-
tamos después de un largo descenso. Más tarde se sumaría a este primer impulso.
un factor de mucha mayor trascendencia en el proceso de inflación del crédito, a
saber. el progresivo desequilibrio de las finanzas oficiales.
Las importaciones de metálico. al traducirse en la expansión del crédito. incu-
baron poco a poco las fuerzas de reacción monetaria.
La abundancia de fondos, indujo a algunos bancos a buscar inversiones que, sin
ser intrínsecamente malas. son incompatibles con el principio de liquidez del activo
bancario. En esos momentos la existencia de un control de bancos pudo ser de gmn
eficacia. Pero desgraciadamente el Congreso no consideró necesario legislar sobre
este asunto antes de la apertura de la Caja, no obstante el proyecto del Poder Ejecu-
tivo y las reileradas enseñanzas de la experiencia bancaria nacional y extmnjera.
Fue el segundo punto débil del retorno a la par. Pero tal vez el más importante
haya sido no tener en cuenta el carácter precario de nuestro sistema de circulación.
El patrón oro esporádico
La Caja de Conversión. o su precursora. la Oficina de Cambios del Banco de la
Provincia, sólo ha funcionado en tiempos de bonanza, sin que esto signifique des-

44
RAÜL PREBISCH
conocer su importantísimo papel histórico en la vida monetaria del país como freno
al emisionismo caótico. La Oficina de Cambios, cuyo mecanismo sería más tarde
el de la Caja, fue creada en 1867, y funcionó sin tropiezos mientras atluía el me-
tálico por la incorporación de fondos del exterior. Pero tuvo que cerrarse en 1876,
después que el balance de pagos adverso exigió la salida de metálico.
El primer período de patrón oro posterior a la reconstitución política del país,
duró, pues, nueve años. El segundo lapso se inicia en 1881 con la reapertura de la
Oficina de Cambios. y se desan·olla hasta 1886, en que vuelve a ser suspendido
cuando aparecen dificultades considerables para mantenerlo.
Transcurren luego dieciséis años de moneda inconvertible y fluctuante, hasta
que en 1903 comienza a actuar la Ley de Conversión de 1899, al calor de las inver-
siones de capitales exlrnnjeros y los saldos positivos del intercambio comercial. El
oro se acumula rápidamente y la Caja de Conversión pasa por la primera prueba de
adversidad en 1907, resistiendo con éxito las extracciones de metálico provocadas
por la intensa crisis bancaria de los Estados Unidos. Los bancos habían manejado el
crédito con cautela, sin que les tentase el aprovechamiento de sus encajes aparente-
mente excesivos. Mas no sucedió así en el período subsiguiente. Nuevas importa-
ciones de oro abultan las existencias de los establecimientos bancarios. y llevan a
éstos a una política imprudente de ensanche en sus préstamos. En 1913 se invierte
el fenómeno. y el met:ílico refluye del país, poniendo a los bancos en una situación
tanto más difícil cuanto mayor había sido su empeño en estimular la puja de los va-
lores inmobiliarios. Ya en ese año se preconiza el cierre de la Caja de Conversión.
que recién se hace efectivo en agosto del siguiente, al estallar la guerra.
El tercer período de conversión dura. pues. diez años. o sea algo más que los
dos precedentes.
Suceden luego otros catorce años de moneda inconvertible. En agosto de 1927
se vuelve al palrón oro. con la efímera duración que conocemos. Desde diciembre .
de 1929 estamos en plena inconve1tibilidad.
'
El patrón oro ha sido. pues. en nuestro país un fenómeno intermitente y de du-
ración relativamente corta. En los sesenta y cinco años que transcurren a pa1tir de
1867 sólo hemos tenido veintitrés años de conversión.
Las fallas del sistema son sólo un jáctor
Muy lejos estamos de afirmar que nuestras peripecias monetarias se deben ex-
clusivamente a fallas del sistema. Ha habido factores de hondo arraigo, tanto o más
importantes que las deficiencias orgánicas del mecanismo. Debemos manifestar ro-
tundamente que no hay sistema monetario que pueda resistir el déficit del gobierno

LA ACCIÓN DE EMERGENCIA EN EL PROBLEMA MONETARIO
45
depuesto. sobre todo si a sus consecuencias se añaden las de una crisis internacio-
nal de extraordinaria intensidad y duración.
Pero téngase también presente que semejante estado de cosas en materia finan-
ciera no pudiera ocurrir con la misma amplitud si el ordenamiento monetario y
bancario hubiese sido diferente. Un banco con la intervención mixta del capital ofi-
cial y privado no hubiera permitido. sin duda alguna. que la Tesorería General de
la Nación girase en exceso sobre su cuenta hasta constituir un débito de casi m$n
150 millones. Tampoco habrían podido las instituciones particulares de crédito
prestar con tanta liberalidad a los contratistas del Estado hasta tener una apreciable
proporción de estas deudas en cartera. Una buena Ley de Bancos hubiese evitado a
tiempo estas desviaciones y aquellas otras inmovilizaciones exageradas a que nos
hemos referido con anterioridad.
Y un Banco Central. manejado con tino. habría amortiguado las tendencias ex-
pansivas del crédito mediante la absorción y esterilización del circulante creado
por las importaciones de metálico.
Pero no es el caso de seguir con hipótesis sobre lo que hubiese podido ser en lu-
gar de lo que fue. Lo esencial es anotar esas fallas del sistema e indicar sus correc-
tivos en la medida en que son posibles. subrayando a la vez los otros factores con-
comitantes que se requieren para que ese sistema funcione adecuadamente a sus
fines. Sobre ello volveremos más adelante.
CAPÍTULO II. LA LIQUIDACIÓN DEL CRÉDITO BANCARIO
El déficit como factor de i11jlaci611 del crédito
Las perturbaciones monetarias presentes emergen del desequilibrio en las finan-
zas oficiales, de la intensa contracción en el valor de las exportaciones. y de las
consabidas fallas de nuestro ordenamiento monetario.
El déficit del presupuesto constituye un factor primordial de inflación del crédi-
to y en última instancia de estímulo artificial de las importaciones. con el consi-
guiente desequilibrio en el balance de pagos. Si el Estado gasta más que sus recur-
sos reales. se ve obligado a usar del crédito y compele a hacerlo a sus acreedores.
por falta de pago. En uno y otro caso hay expansión de préstamos. creación de me-
dios de pagos bancarios. cuyos efectos sobre los negocios equivalen. en sustancia.
a los de la emisión de papel moneda. La población dispone así de un poder adquisi-
tivo artificial. proveniente del crédito. que le permite acrecentar sus consumos o.
según las circunstancias. mantener su nivel a pesar de la depresión económica. Y
como una p::u-te considerable de los artículos que consume el país procede del exte-

46
RAíJL PREBTSCJI
rior. en forma de productos terminados o de materias primas y combustibles, ese
incremento de poder adquisitivo tiende a aumentar las importaciones o impide que
se reduzcan en la proporción exigida por el descenso de las exportaciones.
Llega el momento en que dichas importaciones tienen que pagarse. Y como el
proceso anterior no ha traído consigo aumento alguno en el valor de las exportacio-
nes. ni ha contrihuido a incorporar nuevos capitales del exterior, faltan los medios
necesarios para hacerlo: la demanda de letras excede a la oferta y el cambio se de-
precin. El oro se exportn y deja a los hancos en estn situación: sus encajes disminu-
yen por esas extracciones en tanto que su c~u-tera se mantiene en el mismo nivel,
puesto que el Gobierno no paga. Sus préstamos se han congelado.
La ronge/ación de préswmos comerciales
Un fenómeno análogo ocurre en tiempos de crisis en los préstamos de índole
comercinl. La mayor parte de las actividades económicas del país reposa sobre la
producción agropecuaria. Es ingente el volumen de crédito que se mueve durante
el año sobre ln base de esa producción, no sólo del crédito que va desde los bancos
hasta el productor rural. a través de los intermediarios y del comerciante de campa-
ña, sino el que se dirige al conjunto de actividades comerciales e industriales cuya
cantidad de ventas depende estrechamente del volumen económico de la produc-
ción rural. Ese movimiento ele crédito permite anticipar el consumo sobre la base
del resultado de la producción futura. Trátase asimismo de ¡xider adquisitivo que
alienta los negocios internos y tiende a expandir las importaciones; pero en una
forma muy distinta n la del caso anterior. puesto que realizada la producción anual
y vendida en el mercado externo. el ciclo se cierra en clohle forma: el dinero reflu-
ye por los mismos intennedi:u-ios hacia los bancos. cancelando los préstamos. y la
venta de esa producción crea vnlores internacionales en oro. con los cuales se pue-
de pag¡u· los compromisos contraídos durante la primera pm·te. In parte prepm·atoria
ele este ciclo.
Pero cuando el volumen eeonónlico de la producción defrauda los cálculos. el
ciclo se interrumpe. El productor no puede hacer frente a sus compromisos y los
préstamos se congelan a lo largo de la cadena de intermediarios hasta llegar a los
bancos. Lo mismo ocurre en esas actividades conexas (casi diríamos la economía
general del país) cuya liquidación anual depende. en fin ele cuentas. del mayor o
menor éxito de la producción básica del país. Ocurre entonces lo que en el primer
caso: los bancos experimentan el drenaje de sus fondos por las exportaciones del
oro. y su cm·tera se inmoviliza.
Si el metálico no puede extraerse libremente. la presión de la demanda de

LA ACCIÓN DE EMERGENC.1A EN EL PROBLEMA MONETARIO
47
cambios sobre la oferta restringida tiende a desvalorizar la moneda. En tal caso
toda solución o remedio que no ataque los orígenes del mal no pasará de un sim-
ple palialivo.
Se trata de una explicación esquemática de un fenómeno concreto muy comple-
jo que. sin embargo. contribuye a aclarar la naturaleza de los dos factores que a
nuestro juicio han contribuido en mayor grado a la congelación de los préstamos
en los bancos.
La conocida teoría de la liquidación
Son precisamente ambos factores los que han actuado desde el origen de nues-
tras dificultades monetarias. con el agravante de que la nueva congelación de prés-
tamos no sorprendía a lós bancos con un estado de liquidez absoluta debido al peso
de la deuda flotante que ya existía a fines de 1928. La inmovilización de las carte-
ras ha continuado aumentando a raíz del déficit fiscal y del malestar agrario; por lo
que puede preconizarse el remedio de la liquidación para volver a lo que se designa
por normalidad monetaria. Una teoría económica muy difundida. de linaje orto-
doxo. enseña. en efecto, que situaciones de esa índole, en tiempos de crisis, se re-
suelven por la liquidación. La teoría es perfectamente exacta dentro de las
hipótesis sobre que se basa. Supone el caso de la producción que gracias a la ayuda
del crédito se ha exagerado más allá de la capacidad de consumo del mercado. o el
de la valorización ficticia de inmuebles. tÍlulos o cualquier otro bien o mercadería.
fomentada especulativamente por la abundancia de crédito. Tarde o temprano el
mercado no puede absorber esas mercaderías o valores a los precios vigentes o es-
perados. La venta se paraliza y los productores o negociantes no pueden cumplir
con sus compromisos bancarios. La misma teoría receta el remedio: rest1ínjase el
crédito y oblíguese a liquidar. esto es. a ofrecer esas mercaderías a valores o pre-
cios más bajos. para que sirvan de acicate a los compradores. Con la liquidación
los bancos recuperan su dinero en todo o parte. y como quiera que resulte. la situa-
ción se despeja. a costa de pérdidas y quiebras. pero el mal desaparece. Los ineptos
son desalojados y sobreviven por selección los mejor dolados.
La más leve rel1exión basta para persuadirse de que esa teoría de la liquidación
corresponde a dalos de hecho muy distintos de la realidad argentina. Existen. sin
duda. situaciones como las que describe la teoría. que si no carecen de importancia
aislada, no la revisten en grado sensible en el conjunto de la economía nacional.
Los factores primordiales de la inmovilización del crédito son el desequilibrio de
las finanzas y el malestar de la producción agropecuaria. El problema actual no
sería fundamentalmente disrinto si esas situaciones no existiesen. Cabe preguntarse
entonces a quién se ha de liquidar y qué se ha de liquidar.

48
RAÚL PREl31SCll
En el caso del contratista de obras públicas o del proveedor del Estado que no
puede afrontar sus deudas bancarias porque la Tesorería no paga sus expedientes, o
de todo el comercio que sufre las consecuencias directas o indirectas de estos he-
chos. no es posible volverse contra el Estado cuando los bancos presionan. porque
el Estado no puede afrontar sus compromisos. ni es susceptible de liquidarse. La li-
quidación de ese contratista o de los comerciantes. no resuelve el problema puesto
que no se consigue con ello descongelar los créditos contra el Estado en mora.
No tendría mejor significado la liquidación del productor rural que no paga al
comerciante de campaña o a los bancos. Su situación no proviene de la falta de
venta de sus productos, sino de los precios a que se venden. El productor no tiene
otras existencias que liquidar que las que ya ha vendido en la misma forma que to-
dos los años; carece por lo general de otros bienes. No se alcanza. pues, a ver qué
consecuencias ventajosas del punto de vista de la economía general. tendría la li-
quidación del productor rural. como no sea el resultado contraproducente de sus-
traerle a la producción del año venidero. Sería también muy pe1judicial la desarti-
culación, con medidas de esta especie. del comercio de campaña. cuya organiza-
ción es el resultado de un esfuerzo paciente y de un conocimiento adecuado del
medio rural <u-gentino. muy difícil de sustituir de improviso.
De ahí. pues. que la mayor pa11e de la inmovilización de las carteras de los ban-
cos no pueda resolverse con el procedimiento clásico de la liquidación. De esto no
ha de infeiirse. en modo alguno. que no pueda realizarse prudentemente la liquida-
ción lenta y gradual de una parte apreciable del activo bancario del país con una
política bancaria aplicada con mano firme.
CAPÍTULO Ill. EL REDESCUENTO Y LA DISMINUCIÓN DE LOS MEDIOS DE PAGO
Significado de las e:1portacio11es de oro
Uno de los primeros actos del Gobierno Provisional fue decretar la exportación
de oro para el pago de los servicios de la deuda pública externa. Con esto se lograba
dos propósitos. Disminuir la magnitud del déficit fiscal. en momentos en que las
rentas del Estado tendían a declinar intensamente, y descongestionar la demanda
creciente en monedas extranjeras al eliminar del mercado de cambios las compras
del Gobierno. Ello evitó. sin duda alguna, que la depreciación del peso fuese mayor.
Además de ese metálico exportado por el Gobierno. el Banco de la Nación Ar-
gentina exportó o$s 76 millones conforme al Decreto del 31 de enero de 1930 que
le permitía la movilización rotativa del fondo de conversión. por medio de extrac-
ciones de metálico de la Caja de Conversión. El propósito esencial que perseguía el

LA ACCIÓN DE EMERGENCIA EN EL PROBLEMA MONETARIO
49
Banco en concordancia con el Gobierno. cm evitar que el peso continuase desvalo-
rizándose y facilitar a la vez la cancelación de una masa considerable de compro-
misos en moneda extranjera que se habían acumulado con anterioridad. Tratábase
principalmente de la siguiente operación: todos aquellos importadores y demás re-
mitentes de fondos al exterior que tenían fe en un pronto retorno del peso a la par.
se empeñaron en diferir sus compromisos para lo futuro. Con tal propósito conse-
guían en las sucursales. locales de bancos extranjeros. préstamos en dólares o li-
bras. con lo que pagaban sus facturas o efectuaban sus remesas, y depositaban su
equivalente en pesos en el banco local. A principios de 1931 se estimaba en cerca
de l 00 millones de dólares el volumen de estas operaciones.
Esos depósitos tlotantes, dispuestos a desaparecer en cualquier momento, da-
ban a aquellos bancos la sensación de abundancia de fondos, mientras el mercado
monetario atravesaba en realidad por un estado de asllingencia. Añadíase con ello
un nuevo factor de inestabilidad. cuyas consecuencias no tardaron en hacerse sen-
tir. Ha de recordarse que a fines de diciembre de 1930 y comienzos del mes si-
guiente. el peso sufrió una. intensa desvalorización que llevó el precio de los 100
dólares a o$s 147.55 al 13 de enero. Sobrevino luego la reacción y el Banco lo-
gró mantener a partir del 12 de marzo el tipo de 126. evitando una nueva baja por
medio de exportaciones de metálico. Pero así que las tendencias del mercado in-
dicaron como poco probable una valorización ulterior del peso. se produjo un mo-
vimiento acentuado de cancelación de esos compromisos en moneda extranjera:
de no ser afrontado con exportaciones de oro, el peso se habría desvalorizado in-
tensamente.
Para la mejor comprensión de esta actitud del Banco. en vista de los aconteci-
mientos posteriores. debemos revelar el motivo fundamental de esa estabilización
transitoria del peso. Por razones obvias. no se pudo hacerlo en aquel momento. Las
gestiones para un empréstito en el exterior que permitiría el pago de una parte con-
siderable de la deuda tlotante y la liquidación consiguiente de una parte de los
préstamos congelados habían llegado a una etapa muy avanzada. Fue indispensable
preparar el mercado precaviendo una mayor desvalorización de la moneda. pues
ello habría int1uido en fmma desventajosa sobre el tipo de colocación de los
títulos. Era esencial cuidar el peso, aun a costa de la salida de oro, que, además de
resolver compromisos pendientes. sería compensada con creces con los fondos del
empréstito. Por otra parte. dejar que el peso bajase en esos momentos para tener
más tarde el problema de una rápida valorización. era someter al mercado a perni-
ciosas fluctuaciones.
Cuando las negociaciones habían llegado a punto de formalizarse. una nueva
finna de análoga importancia solicitó del Gobierno autorización para fo1mular otra
propuesta, pero el trámite sufrió una brusca suspensión al conocerse los primeros

50
RA(JL PREBISCH
resultados desfavorables del escrutinio de la provincia de Buenos Aires. iniciado el
8 de abril. La intranquilidad política subsiguiente no fue propicia a la reanudación
de las negociaciones.
Ante la suspensión referida. el Banco. de común acuerdo con el Departamento
de Hacienda. decidió retirarse del mercado el 15 de abril. pues no cabía la posibili-
dad de desarrollar una política de cambios con la menor probabilidad de éxito en
presencia de elementos incontrolables. completamente ajenos a la situación banca-
ria y financiera. El factor político pasó a ser de importancia fundamental en los
movimientos del cambio.
Co111racci611 de las existencias de dinero en los bancos
Con las exportaciones ele oro. las existencias de dinero ele los bancos sufrieron
una nueva contracción. cuyo significado y consecuencias podrán aquilatarse mejor
si se examina el movimiento de aquéllos en el período precedente de expansión del
crédito. Iniciado este fenómeno en julio de 1928. según ya lo hemos señalado. los
préstamos e inversiones en títulos crecen en mSn 708. l millones hasta diciembre
de 1930. cuando el saldo alcanza su máximo. En el mismo lapso las existencias de
dinero en los bancos disminuyen en m$n 479.6 millones sin que los depósitos su-
fran desmedro alguno. Antes bien. a causa de la dilatación del crédito registran un
incremento de m$n 67 ,3 millones. Explícase así la intensa reducción del encaje de
24.8% en junio de 1928 a 12.1 % en diciembre ele 1930. según las cifras compila-
das por la Oficina de Investigaciones Económicas.
En este último tiempo. a fines de 1930 y comienzos de 1931. la tensión moneta-
ria llegó a ser aguda. sobre todo en aquellos bancos para los cuales los billetes que
salían de sus arcas eran precisamente los 1mu-ginales.
En cuanto ello constreñía a seguir una política de mucha cautela en la conce-
sión de los créditos. sus consecuencias serían fundamentalmente sanas. siempre
que no se extremase esta actitud provocando la brusca liquidación ele los negocios.
Empero. el encaje muy bajo ele algunas instituciones. como ha ele comprenderse
por razones obvias. entrañaba un problema que de un momento para otro podría
volverse delicado si continuase empeorando la situación económica o se quebranta-
se la confianza. como ocuffe. a veces. en forma súbita en tiempos de malestar y de-
presión. Es esencial en tales circunstancias que los bancos se encuentren en condi-
ciones de hacer frente a posibles dificultades. De lo contrario. se propaga la
nerviosidad en todo el mercado con peligrosas consecuencias cuyo alcance es di-
fícil prever.

LA ACCIÓN DE EMERGENCIA EN EL PROBLEMA MONETARIO
51
La tensión monetaria
En los tres primeros meses del año aumentó la tensión monetaria. no obstante la
holgura ficticia de algunos bancos a raíz de fas operaciones de cambio diferido de
que nos hemos ocupado. Las existencias bancarias entre fines de diciembre de
1930 y fines de marzo de 1931 sufrieron un nuevo drenaje de m$n 37,6 millones y
el encaje descendió a un mínimo de l I.4%. Mientras se contaba con la posibilidad
inmediata de aquel empréstito extranjero. con fa consiguiente incorporación de
fondos. el Gobierno prefirió aliviar la tensión monetaria con la autorización para
emitir billetes contra depósitos de oro en las legaciones. Trató en esta forma de
postergar y aun evitar la aplicación de las leyes de redescuento. no porque se consi-
derase intrínsecamente mala la emisión contra documentos comerciales. sino por
los efectos psicológicos que una medida de esta índole podía traer en las circuns-
tancias porque se atravesaba, en un país acostumbrado al sistema de la Caja de
Conversión. El Gobierno. a quien preocupaba el riesgo de que se le atribuyese de-
signios inflacionistas para despejar la siluación de sus finanzas. hubiera preferido ir
hacia la constitución del Banco Central. Pero no eran. aquellos. tiempos propicios
para una reforma monetaria cuya responsabilidad debía ser compartida por el Con-
greso para su prestigio presente y estabilidad futura.
El redescuento y los encajes bancarios
La autorización para emitir contra depósitos de oro en las legaciones fue decre-
tada el 7 de abril de 1931. Se hizo notar entonces que los bancos con el fin de pro-
curarse disponibilidades. efectuaban ventas del cambio obtenido en operaciones de
pases: estas operaciones "si bien expanden de inmediato los depósitos bancarios -
se decía en los fundamentos del decreto- no traen acrecentamiento alguno en el
encaje de billetes; los bancos no mejoran. pues. su situación. Dichos pases tampo-
co contribuyen a reforzar h1 cotización del peso desde que la oferta de cambio pre-
sente. en que se traduce de inmediato. es neutralizada por una compra equivalente
de cambio futuro. con el fin de cubrir el riesgo de la operación".
Sin embargo. abandonada poco tiempo más tarde esa posibilidad de coopera-
ción financiera. por las razones conocidas, el 25 de abril el Gobierno decidió apli-
car las leyes de redescuento. No fue una medida de política monetruia. sino una im-
posición inexorahle de los hechos. tal cual la juzgaron los dirigentes bancrufos
naéionales y extranjeros a quienes el Ministro de Hacienda convocó previamente
para exponerles la situación y requerir sus puntos de vista, El decreto respectivo se-

52
RAÜL PREBISCH
ñalaba cuidadosamente en sus fundamentos "los límites dentro de los cuales tiene
que ajustarse la práctica del redescuento de papeles genuinamente comerciales en
la Caja de Conversión. No debe ser usado, en modo alguno. para estimular nuevos
negocios o ampliar los existentes o para facilitar inversiones a largo plazo que. por
útiles que fuesen deben ser postergadas pm·a épocas más holgadas del mercado mo-
netario, sino para permitir el desenvolvimiento reguhu- del crédito, dando a los ban-
cos el medio de afrontar sus exigibilidades inmediatas sin necesidad de acudir a la
brusca contracción de los préstamos". Agregábase. enseguida. que el redescuenlo
"requiere ir unido a una política monetaria firme y de continencia en el otorga-
miento de créditos, con el fin de evitar la expansión artificial de los negocios en
menoscabo de la cotización de nuestra moneda".
Reco11stituci611 de los encajes bancarios
Si en aquel entonces pudo confundirse este decreto con algunas de las panaceas
inflacionarias que ya se había comenzado a preconizar, el desarrollo ulterior del
mercado monetm"io demuestra en forma concluyente que el redescuento no se ha
apartado de los fines previstos. En fin de cuentas ha hecho posible que los bancos
reconstituyesen sus encajes sin verse forzados a la liquidación desastrosa de sus
carteras con el objeto de responder a sus compromisos hacia los depositantes. No
debe olvidarse nunca a este respecto la situación singular de las instituciones de
crédito. Reposan por entero en la confianza pública, que les permite sostener un
volumen considerable de depósitos sobre una proporción relativamente pequeña de
dinero en caja. Bastaría que el cumplimiento de uno de esos compromisos llegase a
postergarse. debido a la falta de dis1xmibilidades. para que se sacudiese violenta-
mente !Oda la es1ructura del crédito. En verdad. la experiencia enseña que las con-
secuencias de un hecho semejante no se circunscriben al establecimiento en que
primeramente ocurren, sino que se propagan rápidamente a todos los bancos. tra-
yendo consigo trastornos de incalculable magni1ud que a toda costa deben ser pre-
venidos a tiempo.
Descenso de la cantidad de moneda en el país
Las cifras prueban nuestro aserto. El redescuento en la Caja de Conversión ha
llegado hasta m$n 359.2 millones en diciembre pasado y luego ha permanecido
prácticamente estacionmio. Se trata de documentos comerciales de corta duración,
según se ve en estos datos. correspondientes al mes de diciembre pasado:

LA ACCIÓN DE EMERGENCIA EN EL PROBLEMA MONETARIO
53
Meses de vencimiento de los documentos redescontados en la
Caja de Conversión al 31 de diciembre de 1931
Meses de
Monto de los
Proporción con
vencimiento
documentos
respecto al
que vencen
total
1932
m$n
%
Enero
87.932.730
24,5
Febrero
86.097.230
24.0
Marzo
83.388.900
23.2
Abril
49.666.660
13.8
Mayo
37.927.770
10.6
Junio
14.144.850
3.9
Total
359 .158.140
100.0
A pesar de los billetes del redescuento. la emisión. al ceJTar el año 193 l. llega-
ba apenas a m$n 1.245.1 millones. o sea m$n 15.6 millones menos que un año an-
tes. Tanto esa emisión. como el total de moneda en el país, incluyendo el oro en los
bancos (que no respalda billetes). acusan las cifras más bajas de los últimos años,
inferiores aún a las del año 1926. año de mínima en el ciclo económico precedente.
Las cifras se presentan en la página siguiente.
Aumento de las existencias bancarias
La cantidad total de moneda en el país ha experimentado en 1931 una contrac-
ción de m$n 30.2 millones. mayor que en los billetes a causa de las exportaciones
de oro realizadas por los bancos. Este fenómeno. de suyo significativo. Jo es más
cuando se verifica que esta disminución en la moneda afecta por exclusivo la que
circula en manos del público. El público disponía a fines de 1931 para sus transac-
ciones diarias m$n 79.8 millones de billetes menos que un año antes. lo que de-
muestra el grosero e1rnr de aquella afirmación según la cual la población. guiada
por un sentimiento de desconfianza hacia los bancos. había comenzado a atesorar
billetes en sus arcas particulares. En cambio. las existencias de dinero en los ban-
cos. que desde mediados de 1928 venían en franco descenso. acusan en diciembre
de 1931 un exceso de m$n 49.6 millones en cotejo con diciembre del año prece-
dente. Véase las cifras:

54
RAÚL PREBISCH
Total de moneda en el país
(fü1 millones de 111$11)
1
Fines de:
Dilletes emitidos
Oro en los bancos
Total
1926
1.319,8
53.1
1.372.9
1927
1.378.4
186.3
l.564.7
1928
l.405,9
344.0
l.749.9
1929
1.246.7
93.8
1.340.5
1930
l.260.7
21.9
l.282.6
1931
l.245.l
7.3
1.252.4
1 Equivalenle del oro en 111$11 a la par.
Circulaciún de billetes
( E11 mi11011~-s de 111$11>
Fines de:
En el público
En bancos
Total
1926
778.5
541.3
l.319.8
1927
830.7
547.7
1.378.4
1928
875.5
530.4
1.405.9
1929
862.4
384.3
1.246.7
1930
816.0
444.7
1.260,7
1931
736,2
508.9
1.245.1
El redescuento y la inj7adó11 del crédito
Este aumento del dinero en los bancos. gracias a la emisión del redescuento, ha
fortalecido su situación de caja. sin darles holgura y sin ensanchar las bases del
crédito. La verificación numérica de ello cncuéntrase en la cifra del saldo de prés-
tamos e inversiones en títulos que disminuye en m$n 174.5 millones durante el afio
considerado. Es el primer afio de descenso. después de !u fuerte expansión del cré-
dito. que se inicia a mediados de 1928. según ya hemos visto.

LA ACCIÓN DE EMERGENCIA EN EL PROBLEMA MONETARIO
55
El descenso en los préstamos e inversiones demuestra. incontcstablcmente. que
el redescuento no ha servido en modo alguno para alimentar Ja inflación de crédito
que venía ocurriendo. Por lo contnrrio. ha coexistido durnnte el año 1931 con la li-
quidación gradual y sin violencias de las carteras bancarias en la medida compati-
ble con la congelación producida por las causas analizadas en oh·o lugar. He aquí
las cifras de los préstamos e inversiones. junto con las de los depósitos.
Préstamos e inversiones y depósitos bancarios
· ( fü1 millones de 111$11)
Préstamos e inversiones
l•"ines de:
Depósitos
Préstamos
Títulos
Total
1926
3.265.2
130.6
3.395.8
3.370.6
1927
3.140.6
162.0
3.302.6
3.552.8
1928
3.314.5
202.2
3.516.7
3.888.0
1929
3.607.9
207.6
3.815.5
3.827.7
1930
3.777.8
233.4
4.Cll 1.2
3.851.4
1931
3.577.4
259.3
3.836.7
3.426.5
Descenso de los medios de• pago
Pero el dato más concluyente para persuadirse de que lejos de haberse provoca-
do Ja inflación. ha ocurrido el fenómeno contrario. es la cantidad de medios de
pago en circulación. Los medios de pago. tanto los billetes en manos del público
como los depósitos en cuenta corriente tienden a adaptarse al menor volumen de
negocios que tienen que mover. Acaba de verse más arríha que dichos billetes se
redujeron en mSn 79.8 millones en t93 l. Mucho más fuerte ha sido la restricción
de los depósitos en cuenta corriente. que mermaron en m$n 224.8 millones en todo
el año. según se desprende de este otro cuadro:

56
RAÚL PREUISCH
Cantidad de medios de pago
(l•:n 111i1101u-s de m$n)
Fines de:
Hilletes en el público
Depósitos en
Total
cuenta corriente
1926
778.5
1.024.1
l.802.6
1927
830.7
1.194.8
2.025.5
1928
875.5
l.295p
2.170.5
1929
862.4
l.171.4
2.o:n.8
1930
816.0
1.176.4
l.992.4
1931
736.2
951.6
1.687.8
Por consiguiente. el redescuento no ha interrumpido el proceso de liquidación.
Simplemente ha contribuido a suavizar en Jo posible sus inevitables asperezas, li-
brando al país de los graves trastornos que de otro modo hubieran acontecido.
CAPÍTULO IV. LA DEPRECIACIÓN DEL PESO. LOS PRECIOS
Y EL REAJUSTE DE LA PRODUCCIÓN
Nivel de precios internos
Es un hecho muy conocido que la depreciación de la moneda en el mercado de
cambios tiende a elevar correlativamente el nivel general de los precios internos,
con serias perturbaciones económicas y sociales.
El dólar. en ténninos de pesos argentinos. vale ahora 65'Yo más que a la par (lo
que significa una depreciación de 39.4% para nuestra moneda). Sin embargo, el
índice del nivel general de precios internos al por mayor en diciembre pasado a sa-
ber 93.5. a pesar del alza de 7.5% experimentada durante el año. cm aun infe1ior
al nivel de 1926, año tomado como base 100 en el cálculo del índice. He aquí el
cuadro:

LA ACCIÓN DE EMERGENCIA EN EL PROBLEMA MONETARIO
57
Indice del nivel general de precios mayoristas en la Argentina1
(lndkc: base, promedio 1926 = 100)
Meses
1926
1927
1928
1929
1930
1931
Enero
101.5
97.8
98.4
97.7
94.5
87.7
Febrero
100.9
97.9
98.9
97.8
95.0
88.0
Marzo
101.4
97.9
99.4
98.0
95.5
87.0
Abril
101.6
97.8
99.4
97.8
94.2
86.3
Mayo
100.6
98.4
99,5
95.7
93.7
86.7
Junio
100.0
98.8
99.0
95.l
92.7
86.6
Julio
100.0
98.7
98.9
96.6
92,3
85.8
Agosto
99.6
98J
98.2
96.2
91.8
86.2
Septiembre
99.4
98.2
98.2
96.2
90.8
86.9
Octubre
98.6
97.6
97.8
96.l
90.0
96.4
Noviembre
98.9
98.J
97.6
95.1
88.3
96.7
Diciembre
97.9
98.l
97.2
94.4
87.0
93.5
Promedio anual 100,0
98,l
98,5
96,4
92,2
89,0
Debe tenerse en cuenta que este índice se refiere a los precios al por mayor y no al costo de
Ja vida.
No es que tu Argentina se sustraiga a la experiencia universal. Sucede. simple-
mente. que la desvalorización del peso ha ocurrido al mismo tiempo que la baja en
el nivel internacional de precios en oro. medido a n-avés de los índices de los prin-
cipales países. Y esta baja ha neutralizado las consecuencias de la depreciación
monetmia. En cotejo con la base 100, el promedio de nuestro índice fue de 89.0 en
193 l (y de 94.4 si se excluye los precios agropecuarios): mientras que en Estados
Unidos el índice descendió a 71.6: en Fmncia a 76.9; y en la Gran Bretaña a 70.3
como se desprende de este cuadro:

58
RAÚL PREBJSCll
Promedios anuales de los índices del nivel general de precios
(Hase: año 1926 =
100)
Argentina
Años
Incluidos
Excluidos
Estados
Francia
Gr;m
prec. agrop.
prec. agmp.
Unidos
Hretaña
1926
100.0
100.0
100.0
100.0
100.0
1927
98,l
96.7
95.4
95.4
95.5
1928
98.5
94.3
97.6
95.8
94.7
1929
96.4
94.5
96.5
93.3
92.2
1930
92.2
94.0
86.4
82.5
80.8
1931
89.0
94.4
71.61
76.91
70.3
1
Promedio 11 meses.
Promedio 9 meses.
Efectos de la depreciación
La depreciación del peso ha obrado en idéntica fonna en los precios agropecua-
rios que en el nivel general de precios. Pero como en aquéllos la baja intemacional
ha sido mucho más intensa que en éstos. la desvalorización monetaria ha logrado
amortiguarla aunque no evilarla. en sus efectos sobre nuestro mercado interno.
Con el peso a la par. el trigo. que en enero próximo pasado ha tenido un prome-
dio de precio de m$n 5.80 por 100 kilos. valdría apenas m$n 3.25. 1 Algo similar
acontece con los on·os productos cuyas cotizaciones están regidas por los precios
en oro del mercado internacional: debe exceptuarse aquellos casos en que por no
Se ha sostenido frecuenh!menle que la desvalorización de nuestro peso ha producido la dcclina-
ci6n del trigo y otros granos en el mercado mundial. Sin duda que esle hecho ha ocurrido en cortos
períodos de tiempo. en l]UC la desvalorización del peso ha precipitado la baja. en la misma fomm en que
un agente extrmio precipita el dc>ccnso de un cuerpo lJUe al mdar sobre un plano inclinado ha encontra-
do ligeros obs1áculos lllle moderan o ret:m.lan el movimienlo. mas no lo impiden en definitiva. Pero ca-
rece de lógica creer que la depreciación es causante <le la baja. pues el precio intcmacional depende de la
oferta y la demanda mundiales. lJUC el factor monerario nuestro no puede alterar en su magnitud. Es cier-
to l)UC la depreciaci(>n del peso estimula la salida del gmno en cierto• momentos y trae consigo la caída
de los precios: pero esa caída. aunque en otra forma. hubiese acontecido de un rmxlo o de otro pues los
negociantes internacionales no ignoran las existencias de grano en el país y las consideran como parte in-
tegranrc de 1:1 ofe11a. así se em:uenlrcn en la Argentina o en los países de ultramar. Tal ha sucedido con
las grandes existencias de trigó de Canadá y Estados Unidos en klS últimos años. La ha ja actual proviene
de la congestión Je Ja nferta y la restricción de la demanda a raíz de la llcpresión mundial.
Por otro ludo. la coincidencia entre el movimiento de baja en el peso y en los precios. ha sugerido la
idea de CJUC lo primero constituye la causa de lo último. como si la baja Je los granos no fuese un factor
primordial de la depreciación de nuestro peso, al reducir el valor en oro de nuestras exportaciones.

LA ACCIÓN DE E~iERGENCIA EN EL PROBLEMA MONETARIO
59
actuar libremente la concurrencia. la depreciación de la moneda puede convertirse
en un factor de beneficios extraordinarios para las empresas transformadoras.
Pero cualesquiera sean los precios en papel que se registran en el mercado in-
terno. el país sigue recibiendo por los productos que expo11a. los precios mundiales
en oro. precios cuya baja ha sido muy violenta en los últimos años. Considerado
este fenómeno del punto de vista del mercado internacional. es indiferente la canti-
dad mayor o menor de billetes que se paga internamente al traducir los precios en
oro. Lo esencial para la economía del puís en su conjunto son los últimos. puesto
que tiene que pagar en valores a oro el costo de sus importaciones y de gran parte
de los servicios financieros u cubrir en el exterior.
Dificultades del reajuste interno
Al descender esos precios en oro. se rebaju correlativamente el valor conjunto
de nuestra producción exportuble. Y si simultáneumente se redujese en proporción
la p:u-te que. por el proceso normal del intercambio interno. corresponde a cada
grupo de la población. desde los peones del campo hasta el personal de la adminis-
tración pública. también sería indiferente. del punto de vista local. la cantidad de
bílletes en que se truduce el valor menguado de la producción.
Pero en la realidad no sucede así. Existen relaciones contrnctuales preestableci-
das. grandes fuerzas de inercia económica y social. y obstáculos de índole política
que dificultan o impiden el achicamiento de las partes en proporción ul todo. Los
arrendamientos son fijados por contrato: y si bien la experiencia actuul indica que
esto no ha sido un obstáculo para su baju. el proceso es lento y de intensidad muy
desigual. Por otro lado. la reducción de los m-rendamientos. lo mismo que la baja
de los precios para el productor propietario de la tierra. crea un problema serio.
pues las cargas hipotecarias. lejos de disminuir proporcionalmente. constituyen una
p<u-te constante que no sigue la suerte del todo. De la magnitud de este factor se tie-
ne una idea al recordar que en el país existe una deuda hipotecaria de cerca de
4.200 millones de pesos moneda nacional. cuyos intereses anuales. calculados con
una tasa de 7%. significan una carga anual de 294 millones. sin contm· con las
amortizaciones. También son relativamente fijos los lletcs ferroviarios y los im-
puestos. Estos últimos untes que disminuir tienden a aumentar en períodos de de-
presión. En cuanto a los artículos que consume el productor. si son importados. sus
precios han declinado menos que los de sus productos. por Ju conocida disparidad
internacional entre precios agropecuarios e industriales en la crisis actual: y si son
de producción nacional sucede lo mismo a causa de la inelasticidad de los salarios
y otros factores del costo de producción.

60
RAÍJL PREBISCH
La depreciación facilita el rec~juste
Idénticas dificultades de m~juste preséntanse en toda la economía del país.
construida sobre la base de la producción agropecuaria. Esas dificultades se debili-
tan con la depreciación de la moneda. Si en vii1ud de este último hecho el produc-
tor recibe más billetes que los que tuviera con el peso a la par. aumenta ficticia-
mentc el valor social a repartir; y cuanto más se aproxime este valor inllado a la
magnitud que tenía antes de la baja en los precios internacionales. tanto mejor po-
drá ser distribuido acercándose a las proporciones que correspondían anteriormente
a cada grupo social. Al pagar con la moneda depreciada que recibe aquellas cargas
más o menos fijas que no admiten reducción. el productor las rebaja en realidad.
haciéndoles participar en esta forma de la mcyrna que les corresponde por el des-
censo real en el valor de la producción. medido en términos de oro.
Estos pagos en moneda depreciada afectan preferentemen1c a las compañías ex-
tranjeras de ferroc~miles. hipotecas. etc .. que deben efectuar sus remesas al exte-
rior. Pero no pe1~judican en fonna directn los sueldos y salnrios (salvo las reduccio-
nes impuestns por el malestar económico) pues el costo interno de la vida no ha
experimentado prácticamente alteraciones de conjunto. que. sin embargo. no deja-
rán de sentirse si la depreciación monetaria continúa por mucho tiempo.
Son muy distintos. por consiguiente. los resultados de la depreciación de la mo-
neda en el caso presente de la Argentina, de los que emergen cuando en razón de
aquélla se elevan ficticiamente los precios.
Los productores. así agropecuarios como industriales. derivan entonces ganan-
cias extraordinarias a costa de los acreedores y la población. No ha habido entre
nosotros inflación de los precios agropecuarios: por el contrario. éstos han descen-
dido fuertemente. aunque con intensidad muy inferior a la del mercado internacio-
nal. gracias a la desvalorización de la moneda.
El desasm: de la huja de precios
De ahí que la situación de los productores rurales sea precaria. pero mucho me-
nos que lo fuera con el peso a la par. Es precisamente el grupo que más siente la
crisis económica actual. pues el reajuste. la redistribución del producto social, no
se ha efectuado en forma proporcional en los otros grupos de la población. por las
influencias mencionadas más arriba.
Con el peso a la par y el trigo a mSn 3.50 dejarín de semlmu·se una extensión
considerable de tierra. Los arrendamientos sufrirían una baja más intensa que la ac-
tual. que si en sí misma no podría ser considerada desvaforablementc -según se la

LA ACCIÓN DE EMERGENCIA EN EL PROBLEMA MONETARIO
61
mire-. tendría efectos desastrosos para el crédito hipotecario y comercial. que re-
posan directa o indirectamente sobre el valor de la tielía. Las consecuencias socia-
les de esa caída de los precios se1ían extremadamente graves. no sólo en la campa-
ña. sino también en los centros urbanos. El descenso de los precios industriales.
contenidos hasta ahora por la depreciación monetaria y el aumento de derechos
aduaneros por razones fiscales. traería consigo una crisis industrial con gran des-
medro para la ocupación obrera.
Los precios de los artículos serían. en verdad. más bajos. pero la población dis-
pondría de menor cantidad de medios para consumirlos.
No ha existido polftica de desvalorización
Que gracias a la depreciación de la moneda las consecuencias de la baja de
precios han sido menos graves para el productor agrario. no significa que el Go-
bierno haya seguido una política enderezada hacia ese propósito.
La desvalorización. sin excluir las otras causas. es un resultado automático de
la baja de precios internacionales en oro. como la valorización lo será del alza. si
ésta llegara a ocurrir. Se ha demostrado. por otra parte. que el empico del redes-
cuento ha coexistido con la contracción del crédito y el medio circulante, esto es,
de los agentes inflacionistas por excelencia. que reducen el valor de la moneda.
Cuando el Gobierno ha intervenido en el mercado de cambios ha sido. cabalmente,
para evitar una depreciación mayor. como en la experiencia de marzo pasado, o
cuando se instituyó la Comisión de Cambios a comienzos de octubre. en momentos
en que el pánico engendraba el pánico y el peso caía rápidamente. impulsado por
motivos psicológicos. Esos mismos motivos tendieron a mejorarlo bruscamente. al-
gunos días después. Este hecho no se justificaba por las condiciones de la oferta y
la demanda. conforme a las ínfo1maciones recogidas por la Comisión. De ahí que
se tratase de contener la oleada hasta que el optimismo excesivo que la traía se hu-
biera moderado. Los hechos posteriores verificaron ampliamente el acierto de esta
actitud.

62
RAÜL PREBISCH
CAPÍTULO V. ALGCNAS SUGESTIONES PARA EL REORDENAMIENTO
DE LA MONEDA Y LOS BANCOS
El Banco Central y las resen·as bancarias
Conviene preparar gradualmente el camino de una futura estabilización mone-
tm"ia. Pero es indispensable que el retorno a la conversión sea precedido de un am-
plio reordenamiento de la moneda y los bancos.
No puede demorarse por mucho tiempo la constitución de un Banco Central.
Con el redescuento se ha sobrecargado excesivamente al Banco de la Nación Ar-
gentina con nuevas funciones y responsabilidades de índole monetm"ia. que han ve-
nido a agregm·se al complejo de sus actividades. Y no sólo desempeña con ello ta-
reas delicadas ele Banco de emisión. con una organización de suyo precaria e
inadecuada pm·a esos fines. sino que ha debido al mismo tiempo inicim· el control
de los bancos que llevan sus carteras al redescuento. Este control se ejercita siste-
máticamente en otros países mediante un organismo independiente.
Por grande que sea el celo ele sus dirigentes. no es ventajoso prolongar esta
multiplicidad de funciones en una sola institución. pues tanto el redescuento como
el control de los bancos requieren consagración exclusiva y extremo cuidado.
Por otra parte. el Banco Central permitirá aprovechar mejor las actuales reser-
vas monetarias del país por la concentración en sus arcas de una parte considerable
de las existencias de los bancos. Actualmente la garantía metálica del billete es de
48%. Se aproxima. pues. al mínimo del 40% que fijan las leyes de redescuento.
Esta proporción es relativamente alta si se la compara con la de otros países. Pero
es innegable que este hecho suscita preocupaciones en la plaza. no tanto porque sea
necesm"io disponer actualmente de un m:u-gen mayor. sino porque se reputa. con
justa razón. que el organismo monetario debiera estar prepm·ado p;u-a afrontar en
seguida cualquier situación de emergencia que pudiera presentarse. Ello es esencial
pm·a asent:u· la confianza sobre bases sólidas. tanto en tiempos de bonanza cuanto.
con mayor razón. en épocas ele malestar y de perspectivas inciertas en el mercado
internacional. como en el presente caso.
El establecimiento de un Banco Central despejaría este problema. Y conste que
no vemos en estos momentos necesidad de mayor cantidad de circulante. por lo
mismo que. al suspenderse las exportaciones de met:ílico. habrá desaparecido uno
de los factores primordiales que exigían la emisión de nuevos billetes para neutrali-
zar en parte los que se cancelaban.

LA ACCIÓN DE EMERGENCIA EN EL PROBLEMA MONETARIO
63
El Gobierno y los bancos
No se concibe un Banco Central mai1ejado por gobiernos. Es indispensable que
participen en su dirección. en forma mixta. miembros designados por los bancos
suscriptores de acciones. Juzgamos también esencial para el buen funcionamiento
del sistema que el Banco de la Nación Argentina. privado de sus actuales funciones
monetarias. sea transformado a su tiempo en una institución mixta. Sería en efecto
incómodo para el Banco Central. la proximidad de un banco oficial de considera-
ble magnitud. que no está libre en modo alguno de reincidir en los en-ores del pasa-
do. cuando no pudo resistir la presión de los gobiernos. por ser cabalmente un ban-
co oficial. Hace más de tres lustros absorbió las letras de Tesorería a corto plazo
que aún tiene en su cartera haciéndolas descontar primero por los bancos particula-
res. para caucionarlas en seguida y facilitarles los fondos necesarios para entregar
al gobierno. Se creyó con ello ajustarse aparentemente a la carta orgánica. pero no
se lo hizo. en realidad. como cuando se dejó más tarde al gobierno depuesto girar
en descubierto en la cuenta de la Tesore1ia General.
No es posible que un Banco Central. con principios monetarios serios. funcione
regularmente al lado de una institución de esa índole. que, a pesar de todo. ha pro-
gresado rápidamente y tiene una situación sustancialmente sólida gracias a la enor-
me potencialidad económica del país. Un directorio oficial por su origen y por el
criterio con que suelen elegirse sus miembros. no constituye por lo general -salvo
las inevitables excepciones- un factor de administración eficiente. No deja de ser
sugestivo que las operaciones más sanas del Banco, las que rinden los mejores be-
neficios. correspondan usualmente a las sucursales, en donde la responsabilidad re-
cae directamente sobre los gerentes y no se diluye en un cuerpo colegiado.
El Banco Centra! y los ciclos económicos
En el primer capítulo hemos aludido a la actitud de un Banco Central cuando la
afluencia de metálico en el país amenaza con expandir desmesuradamente el crédi-
to bancario. Este punto es importantísimo. pues en el período ascendente de casi
todas nuestras crisis. se observa la acción de ese factor. La entrada de metálico pro-
veniente en general de inversiones de capital extranjero en empréstitos públicos y
colocaciones privadas. acrecienta las reservas bancarias y crea un ambiente psico-
lógico de bonanza que favorece toda suerte de nuevos negocios; el crédito se ex-
pande con facilidad para buenos y malos deudores; los bancos alargan el plazo de
sus colocaciones; y aume11ta e\\ volumen de \\as importaciones por el incremento de

RAtJL PREBISC'll
poder adquisitivo que la dilatación del crédito pone directa e indirectamente en ma-
nos de la población por medio del proceso a que ya nos hemos referido. Pero el pe-
ríodo de prosperidad no dura mucho tiempo. Llega un momento como el de 1929
con el colapso de Wall Strect. o en 1913 con las perturbaciones europeas. o en
1873 con el pánico de Viena. en que después de la holgura de los mercados finan-
cieros externos. a cuyo favor importamos grandes cantidades de capital, sobreviene
una tensión monetaria más o menos intensa. Se interrumpe la anuencia de capita-
les; y plantéase entonces la necesidad ele pagar con el oro acumulado anteriormente
el incremento de importaciones y los servicios financieros acrecentados durante el
período de prosperidad. El metálico se exporta. y desciende la cantidad de reservas
bancarias. trayendo las perturbaciones conocidas. pues las carteras se encuentran
inmovilizadas por los excesos privados y fiscales cometidos en el período ascen-
dente. Tal es el proceso general ele nuestros ciclos. incluso el actual. en que. a to-
dos los factores enunciados. se agrega la violencia de una larga e intensa depresión
internacional.
Espenu- que esos movimienros ondulatorios de la actividad económica del país
puedan ser contrarrestados por la excelencia ele un sistema monetario sería caer en
la misma ilusión que abrigaron muchos ele los economistas de los Estados Unidos
con la Reserva Federal. antes. clcscle luego. del colapso susodicho. Pero no puede
cluclarse que la amplitud· de dichos movimientos podrá ser amortiguada por un Ban-
co Central eficazmente manejado.
Si un Banco Central sólo tiene como principal instrumento su tasa de descuento,
es impotente para morigerar las tendencias expansivas del crédito en un período de
importaciones de metálico. En cambio puede conseguirlo con operaciones de
títulos en el mercado abierto. Cuando hay abundancia de fondos y tienden a bajar
las tasas ele interés. el Banco Central ofrece títulos de c0110 vencimiento en el mer-
cado. que son absorbidos por el mejor rédito que ofrecen. Al hacerlo así, recoge di-
nero de la circulación, restringe la reserva de los bancos y limita en esta forma su
capacidad para la expansión del crédito. En lugar de omplear este dinero, el Banco
Central lo esteriliza en sus arcas. Cuando sobreviene el movimiento adverso en el
balance ele pagos y el oro tiende a exportarse y a restringir la circulación y las reser-
vas bancarias, el Banco Central realiza la operación inversa. devolviendo al merca-
do monetario. por medio de la compra de los mismos títulos, el dinero que había
absorbido anteriormente. Para estas operaciones de mercado abierto el Banco Cen-
tral podría usar una parte ele las letras de Tesorería ele! Banco de la Nación Argenti-
na. incorporadas a su activo previa su transformación en papeles de mejor interés.

LA ACCIÓN DE EMERGENCIA EN EL PROBLEMA MONETARIO
65
Absorción del control de cambios por el Banco Central
Mientras no se vuelva a la conversión del peso. el Banco Central tendrá que ab-
sorber el organismo de control de cambios. conservando sus actuales funciones. El
control de cambios. por la f01ma en que se ha desenvuelto. ha sido de resultados
satisfactorios. Surgido como ya se ha visto. en momentos de pánico. el control de
cambios restableció de inmediato la tranquilidad en el mercado de divisas. Como
se sabe. no se pretende estabilizar el peso mediante compras o ventas de cambios,
como en otras organizaciones análogas. Simplemente se clasifica y regula la de-
manda de manera que los pedidos más urgentes se satisfacen primero y luego los
que siguen en orden de importancia, en la medida en que lo permite el estado de la
oferta. Ello significa que si se llega a mantener un cierto tipo en el mercado, es por-
que ese tipo responde sustancialmente a las tendencias generales de la oferta y la
demanda. aun cuando no retleje. desde luego. las variaciones diarias que motiva-
ban antes la incesante tluctuación del peso.
La Comisión recoge actualmente estadísticas de suma importancia para elabo-
rar un balance de pagos del país sobre la base de las transacciones reales. Aun
cuando el control ha de eliminarse cuando se vuelva a la convertibilidad del billete,
no debiera abandonarse en ningún caso la elabornción permanente de dichas esta-
dísticas. que tendrán un valor incalculable para conocer a tiempo la situación mo-
netaria y financiera del país.
la ley de Bancos y la orga11i:ació11 del control
La Ley de Bancos y la superintendencia que aplique sus disposiciones. es otro
de los resortes imprescindibles para asegurar la eficacia del sistema. Para aplicar el
redescuento ha tenido que iniciarse el control de los bancos con la premura que
exigían las circunstancias y la falta de experiencia del país en esta materia. Es ne-
cesario construir el instrumento adecuado para intensificar y extender este control
en cooperación con el Banco Central con el fin de ajustar sus normas a los bancos
que redescuentan. La superintendencia. aparte de la estructura más adecuada que
podrá tener. de su especialización y de la fuerza que le dará la ley. representará so-
bre la incipiente oficina actual la ventaja de ser un organismo de control indepen-
diente de toda función bancaria.
Tal sería la tarea más inmediata de la Superintendencia de Bancos en las cir-
cunstancias actuales. En cuanto a las disposiciones· generales de la Ley de Bancos.
su ejecución deberá ser gradual. especialmente en lo que concierne al encaje

66
RAC1, PREBISCH
mínimo y al grado de liquidez de los establecimientos bancarios. El tacto y la flexi-
bilidad de criterio del superintendente a este respecto están destinados a desempe-
ñar un papel fundamental.
En cuanto a las condiciones de liquidez. tanto en la Ley de Bancos co1110 en su
ejecución habrá que juzgarlas sin perder la vista la estructura económica del país.
Precisa no dejarse sugestionar. como modelo a seguir. ni por el ejemplo de cie11os
bancos que utilizan depósitos a corto plazo en inversiones a largo plazo. ni por el
de aquellos otros que circunscriben la mayor pai1c de sus negocios a la financia-
ción ele las operaciones ele comercio exterior que realizan sus connacionales. La
cartera es en éstos eminentemente líquida. Pero con la aplicación exclusiva del
último criterio. la producción y el comercio argentinos no habrían alcanzado la si-
tuación que hoy tienen. La producción del sucio requiere plazos más largos que los
del papel comercial. Todo es una cuestión de grado o medida.
La Superintendencia de Bancos. por sus funciones delicadas y por la indepen-
dencia ele juicio que requiere. no debiera ser un mero resorte oficial. El superinrcn-
dente. así corno el presidente del Banco Central deben ser designados por el Go-
bierno; pero no conviene que su acción quede librada a la voluntad de éste.
Ninguna solución es ideal. por cierto. si se examinan sus derivaciones prácticas.
Pero la más satisfactoria. para asegurar la coordinación indispensable en el juego
de todo el sistema y evitar los conflictos de jurisdicciones. sería necesario que el
superintendente dependiese en cierto modo del Banco Central. sin pe1juicio de
guiar estrictamente su conducta por lo que dispongan las leyes y reglamentaciones
respectivas.
Las cédulas v el mercado monetario
La acción del Banco Hipotecario Nacional está ligada estrechamente a la po-
lítica monetaria del país. por lo que le dedicamos las consideraciones finales de
este informe. Con respecto a las cédulas. el Gobierno Provisional ha seguido una
conducta en extremo prudente. A fines de 1930 autorizó una emisión de 50 millo-
nes para satisfacer los urgentes pedidos que se habían acumulado. Pero en 1931 no
concedió emisión alguna no ohsta111e el rcqu.erimienio insistente de la plaza. La
gran demanda de cédulas. como de dinero. no indica que siempre dcha ser satiste-
cha. La cédula. el título público o cualquier otro valor a largo plazo. sólo pueden
emitirse en condiciones sanas cuando existe en el mercado ahorro genuino en can-
tidad suficiente y dispuesto a invertirse. No es colocación sana aquella que se reali-
za con artificios bancarios (cauciones. etcétera). que en última instancia redunda en
la inflación del crédito.

LA ACCIÓN DE EMERGENCIA EN EL PROBLEMA MONETARIO
67
El ahonu disponible disminuye en momentos de depresión como el presente.
Ese ahorro debe ser distribuido p1incipalmente entre las cédulas y los títulos
públicos. Si en 1931, en que había que negociar cerca de $ 100 millones de títulos
para atender los trabajos públicos iniciados anteriormente. se hubiesen emitido
nuevas cédulas. no se llega a vender la cantidad que realmente se vendió. En 1932.
los trabajos públicos se fijan en casi la mitad que en 1930; de suerte que podrá ha-
ber margen para un exceso destinado a la amortización de la deuda flotante. Esta
necesidad es superior a cualquier otra. Antes de la financiación de nuevos negocios
es elemental para el país liquidar los préstamos congelados que dejaron los nego-
cios anteriores. En este sentido también podrían desempeñar su papel importante
las cédulas hipotecarias; con tal propósito. de consentir nuevas emisiones si el de-
senvolvimiento del mercado así lo permitiese. debería considerarse preferentemente
la situación de aquellos solicitantes que a la espera de cédulas hubiesen contraído y
congelado deudas en los bancos. especialmente los bancos que están en el redes-
cuento. También podrían utilizarse las cédulas en tmnsfmmar ciertas inversiones hi-
potecarias a largo plazo de los bancos privados. antes que en nuevos negocios. con
el fin de aumentar su liquidez y siempre que esas inversiones fuesen convenientes.
No debe olvidarse el sentido o propósito de este esfuerzo. pues la descongelación
de una parte del crédito en los bancos es una condición esencial del restablecimien-
to monetario.
Propósitos de esta exposición monetaria
Al dar a publicidad estas páginas. el Departamento de Hacienda no se propone
establecer nonnas definitivas para nuestro reordcnamiento monetario. Se trata de
simples sugestiones derivadas de la expe1iencia directa en un período de extraordi-
narias perturbaciones. El país requiere un programa de acción monetaria que. por
razones obvias. no correspondía trazar a un gobierno provisional. Si estas anotacio-
nes llegaran a ser útiles como elementos de juicio o testimonio de la observación
de los hechos. se habrá logrado ampliamente el fin que persigue esta publicación.

56
TENDENCIAS DEL BALANCE DE PAGOS*
1. LA CONTRACCIÓN DEL COMERCIO EXTERIOR
El comercio internacional. en lo transcurrido del año. es apenas la mitad de lo
que fue en 1929. Tal es la conclusión de un reciente memorándum del Comité Eco-
nómico de la Liga de las Naciones en que se alude a los factores responsables de
esa contracción del intercambio mundial. El aumento de los derechos aduaneros. la
prohibición de importaciones. el régimen de contingentes o cuotas. y el control de
los negocios de cambio. son medidas a las cuales recuITieron distintos países con el
fin primordial de restablecer el equilibrio de sus balances de pagos. Medidas tanto
más rigurosas cuanto los compromisos pendientes con el exterior no podían ser cu-
biertos sino con un exceso de exportaciones: la crítica situación de los mercados fi-
nancieros. sobre todo después del sacudimiento de mediados de 193 l. no brindaba
posibilidades para hacerlo mediante operaciones de crédito internacional.
No se discute que la restricción espontánea o provocada de las importaciones
de un país. disminuye en grado equivalente el poder adquisitivo externo de los
otros. llevándoles a limitar sus compras de mercaderías extranjeras. Con lo que su-
fren inevitablemente las exportaciones del primero. Y así. las prácticas seguidas
por cada país en forma aislada. y la consiguiente sucesión de acciones y reaccio-
nes. han venido debilitando la coITientc del comercio entre las naciones hasta redu-
cirlo a un exiguo caudal.
Estas consideraciones del Comité Económico. no comportan censura alguna,
como que sobre la mayor parte de los miembros del mismo. según se cuida de ano-
tar el memorándum. ha recaído en sus respectivos países la responsabilidad de di-
chas prácticas. bajo la presión incoercible de las circunstancias.
A conclusiones semejantes aITiba Sir Arthur Salter, en el libro que acaba de pu-
* N del Ed. Publicado en Revista Económica. vol. 5. N2 6. julio de 1932. págs. 95-1 OO. Sobre la
redacción de la Revista Económica. véase la Nota del Editor al capítulo 43 del tomo 1 de esta obra.

TEl'mENCIAS DEL BALANCE DE PAGOS
69
blicar sobre la crisis y el restablecimiento. "Cuando un balance de pagos adverso,
expresa.' está drenando las reseivas de oro. y no es posible obtener nuevos crédi-
tos, la situación sólo puede aliviarse por un cambio en el balance. esto es. por una
reducción de las importaciones y un aumento de las exportaciones. Se trata de rea-
lizar lo ptimero por nuevos derechos de aduana y prohibiciones que reducen el
mercado mundial. y por lo tanto determinan una baja en los precios y sugieren me-
didas de represalia que prolongan este proceso. Lo segundo. el aumento de las ex-
portaciones. sólo se alcanza a conseguir si ello es posible. y con grandes dificulta-
des, mediante ventas desesperadas en cualquier forma. lo que de1Tumba los precios
y provoca nuevas tarifas en otros países". Y agrega a continuación este autor: "Sin
embargo. por desastrosos que sean los resultados generales. es sumamente difícil
discernir qué otra actitud hubiese podido adoptar aisladamente cada país en esta
emergencia. Se ha visto, por ejemplo, que el mismo Comité Financiero de la Liga
de las Naciones. que en 1924 había recomendado a Hungría en términos in-
equívocos, adoptar una política comercial más liberal, le aconseja en 1931 restrin-
gir sus importaciones para aliviar su moneda de la presión que ejercieron los gran-
des compromisos exteriores sin el correspondiente exceso de exportaciones".2
2. EL CASO DE LA ARGENTINA
País de gran absorción de capitales extranjeros y productor de alimentos y ma-
terias primas. artículos .de más temprana e intensa sensibilidad durante el actual
receso. la Argentina ofrece un caso típico en el desenvolvimiento de estos
fenómenos. Considerémoslo sucintamente.
Ha de recordarse. primero. que la incorporación activa de capitales extranjeros
y el crecimiento de las exportaciones. después del año 1926. estimularon el aumen-
to de nuestras importaciones. Al principio. éstas suben con menos intensidad que
aquéllas, por lo que el saldo positivo del intercambio pasa de m$n 231.2 millones
en 1926 a m$n 626,0 millones en 1927. Pero a poco andar la posición cambia, el
impulso ascendente de las exportaciones tiende a atenuarse mientras continúa
firme en las importaciones: el saldo se reduce en 1928 a m$n 494.9 millones. En el
1
Recovery, por Sir Arthur Salter. K. C. B., Londres, 1932, pág. 47.
2
De ahí la prédica del Comité Económico para que se trate de reducir y eliminar mediante con-
venios intemacionales los obst<Ículos que entorpecen el intercambio. Se ha dado recientemente el pri-
mer paso en este senliJo. El 20 de junio último se infonnó que Bélgica, Holanda y Luxemburgo habían
suscripto un convenio por el que se comprometen a no imponer nuevos aranceles y a reducir los exis-
tentes en l 0% por año hasta llegar al nivel estipulado. Cualquier otro Estado puede adherirse a este con-
venio en igualdad de condiciones con aquellos tres países signatarios.

70
RAÚL PREBISCH
siguiente año las expor•aciones decrecen francamente. a la par que las importa-
ciones continúan acrecentándose en los tres primeros trimestres y recién decaen en
el último: es su año de máximo. en detrimento del saldo que disminuye a m$n
2085 millones. En 1930 ambos guarismos declinan. pero las importaciones con
menor amplitud que las exportaciones. a las que exceden en m$n 284.3 millones.
importe del saldo negativo de dicho año. Estos movimientos pueden observarse
muy claramente en el gráfico anexo. cuyas líneas representan los promedios
móviles de doce meses del valor de las importaciones y exportaciones.
Variaciones del comercio exterior
!En millones de m$n)
1 mportaciones
Exportaciones
Períodos
~10 de
~10 de
Saldo
Valor
aum.o
Valor
aum.o
dism.
dism.
A1ios:
19261
1.569.3
1.800.5
+ 231,2
192i
1.668.0
+ 6,3
2.294.0
+27,4
+ 626.0
1928
1.901.7
+14,0
2.396.6
+4,5
+494.9
1929
1.959.1
+3,0
2.167.6
- 9,6
+ 208.5
1930
1.680,0
-14,2
1.395.7
-35,6
- 284.3
1931
1.173.5
- 30,1
1.452.4
+ 4.1
+ 278.9
Prim. semestre:
1931
657.2
- 25,3
753.1
- 5,5
+95,9
1932
404.7
- 38,4
757.8
+ 0,6
+ 353.l
Se ha tornado valores de tarifa, en lugar de los valores reales, por las razones expuestas en el
voJ. 11. N2 12. p¡\\g. 222 de esta Revista.

Promedios múviles de 12 meses de las importaciones y exportacione-.
millones de m$n
200¡
~
-1200
,.. ___ ---"---~----
o-J
~
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1926
1927
1928
1929
19ll
1931
1932
......
-

72
RAÚL PREBISCH
El país requiere naturalmente saldos positivos en su intercambio comercial con
el fin de pagar los servicios de las inversiones extranjeras. las remesas de los inmi-
grantes y otros capítulos de su pasivo. salvo que las respectivas can!idades puedan
ser compensadas con la importación de nuevos capitales. como ha ocurrido con
frecuencia. Mas no fue esto lo que aconteció entonces. por la conocida dislocación
del mercado financiero internacional. sin excluir las razones especiales que pudie-
ran también haber mediado en cada país. La Argentina. como otras naciones deu-
doras. sólo pudo hacer frente a aquellos compromisos exteriores merced a embar-
ques de metálico y al reajuste de su comercio exterior. esto es. la readaptación de
las importaciones a las ex¡xmaciones, con el fin de salir ante todo del saldo negati-
vo y transformarlo luego en una cantidad positiva de adecuada magnitud.
3. EL MECANISMO MONETARIO Y LAS IMPORTACIONES
Permítasenos una breve digresión para dilucidm· mejor esle asunto. Toda vez
que no sobrevengan cambios fundamentales en otros rubros del balance de pagos.
las importaciones tienden a vm·iar correlativamente con las exportaciones según
reza un conocido principio. Si éstas aumentan o disminuyen de un modo persisten-
te aquéllas terminm·án por desplazarse en idéntico sentido. La simple observación
de nuestro comercio exterior durante muchos años en este otro gráfico. pareciera
comprobar dicho aserto a pesar de la intervención de otros elementos en el balance
de pagos. Las importaciones y exportaciones siguen con el andar del tiempo la mis-
ma tendencia general sin que una línea se aparte resueltamente de la otra. sino en
lapsos de muy pocos años.
Existe. sin duda. un nexo entre ambas líneas. y ese nexo es esencialmente de
índole monetaria. A grandes rasgos consiste en lo siguiente. Cuando las exporta-
ciones. sea por mejores precios o mayores cantidades. se acrecientan más allá de lo
necesario para pagar las importaciones y los ílerns pasivos del balance de pagos. se
produce en el mercado de cambios un exceso en la oferta sobre la demanda de divi-
sas extranjeras. Debido a la compra de las letras respectivas los bancos aumentan
de inmediato sus disponibilidades en el exterior. y en un régimen de patrón oro. las
transfieren al país en forma de importaciones de metálico. Antes ele ello, en el pre-
ciso momento en que adquieren dichas letras. se expanden los depósitos bancarios.
al acreditarse los fondos correspondientes en las cuentas de los exportadores y. me-
diante cheques o billetes. esos fondos se distribuyen en la forma usual entre los dis-
tintos elementos de la producción rural. el comercio. los transportes. el fisco. refor-
zando la capacidad adquisitiva de quienes los reciben.

Simpatía entre las importaciones y las exportaciones
Millones de o$s
Escala logadmica
MillQIJBS de o$s
::l
,,.
1.000
1.000
~
~
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"'
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o
Sl
10 111 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 10
1864-70
1871-80
1881-ml
1891-00
1~1-10
1911-20
1921-31
~

74
RAÚL PREBlSCH
Al mismo tiempo. el metálico importado ensancha las existencias de los bancos
y lleva a éstos a facilitar el uso del crédito: nueva expansión de los depósitos e in-
cremento consiguiente en el p(xier adquisitivo de la población.
Ahora bien. como una parte considerable del consumo direclo del país. o de las
maquinarias o materias para sus industrias. provienen del extranjero. el aumento de
poder adquisitivo repercute finalmente en un crecimiento de las importaciones.
El tiempo que tarda este proceso depende de múltiples factores. de la mayor o
menor intensidad con que el crecimiento de poder adquisitivo (billetes o depósitos)
estimula los negocios. Si el ambiente es tranquilo. los medios de pago refluirán a
las cajas de ahorro o a las cuentas corrientes de los bancos. una vez cumplido su ci-
clo. y la plaza no se mostrará muy sensible a la incitación del crédito fácil. El creci-
miento de las imp011aciones serú lento. Si por lo contrario. las circunstancias son
auspiciosas. los negocios no tardarán en avivarse y las importaciones en tomar
cuerpo con el acicate del poder de compra adicional en manos de la población.
No es pues automútico el ajuste entre importaciones y exportaciones. Es sus-
ceptible de retardarse y aun malograrse si la afluencia de metálico no afecta al mer-
cado debido a una política de esterilización. como hay recientes ejemplos. o de co-
brar mayor celeridad a causa de la intervención de factores coadyuvantes.
4. INFl.cENCIA DEL D(,FICIT FISCAL SOBRE LAS !Ml'ORTAC!Ol\\ES
Esto último es lo que ha caracterizado el desarrollo del ciclo actual. A los efec-
tos del exceso de expo11aciones y la afluencia de capitales extranjeros. se agrega-
ron. casi al final ele la fase ascendente. las consecuencias del déficit fiscal. No se
ignora que el déficit ha siclo una causa impo11an1c ele la dilatación de los préstamos
bancarios. tanto ¡x)r el crédito directamente usado en los bancos para atender las
erogaciones públicas. como por el que tuvieron l¡ue utilizar los contratistas y pro-
veedores del Estado a la espera del pago de sus certificados o facturas. Entre junio
de 1928. en que comienza el movimiento expansivo. y diciembre de 1930. cuando
termina. los préstamos reales e inversiones en títulos del conjunto de bancos subie-
ron en m$n 736.6 millones llegando a un máximo de m$n 3.942 millones. para ini-
ciar en seguida el descenso que se prolonga hasta ahora.
El acrecentamiento de los préstamos. como el que venimos de mencionar. pro-
pende también a la ampliación de los depósitos bancarios. y por ende. del poder de
compra de la población. tal cual sucede cuando suben las exportaciones o ingresan
nuevos capitales. Existe sin embargo una diferencia sustancial entre ambos casos.
En el último. los depósitos adicionales que se crean son la expresión. la contrap~U'­
tida. de las reservas de oro o de divisas que acaban de aumentar. Con dichas reser-

TE1'DENCJAS DEL BAI .ANCE DE PAGOS
75
vas ¡x>drá afrontarse más tarde el consabido aumento de las importaciones de mer-
caderías. Por otro lado. cuando ocmTe la expansión de los depósitos a raíz del défi-
cit fiscal (o por el relajamiento en las normas de inversión de los recursos banca-
rios). acontece idéntico aumento en las importaciones. mas no por ello se dispone
de mayor cantidad de oro o divisas para cancelarlas a su tiempo.
En un caso. el incremen10 del poder adquisitivo interno hará posible la liquida-
ción final del proceso sin otra perturbación que la de los movimientos normales del
oro. En el otro. la creación artificial de poder de compra interno. por no haber sido
precedida por un aumento correlativo en el externo. determina fütalmente un des-
equilibrio en el balance de pagos. que presiona sobre las reservas de oro acumula-
das con anterioridad.
Nosotros hemos presenciado la combinación de ambos elementos expansivos.
Y cuando las exportaciones empezaron a bajar y los capitales extmnjeros a retraer-
se. la expansión del crédito consiguiente al déficit am01tiguó las consecuencias de
estos hechos. conlribuyendo a que las im1xirtaciones iniciasen tardía y lentamente
su adaptación a las nuevas condiciones.
5. REACCIÓN TARDÍA DE LAS IMPORTACIONES
En efecto, cuando se produce el desequilibrio en el balance de pagos. por las
causas que acabamos de enunciar. las exportaciones de oro y la disminución de las
disponibilidades en el exterior de1erminan consecuencias colllrarias a las que se ha
visto en la fase ascendente del ciclo: el poder adquisilivo del público tiende a res-
11ingirse y a deprimir por lo 1anto el volumen de las importaciones. Empero. los
efectos expansivos del déficit fiscal primero. y luego la suspensión de las exporta-
ciones de oro por el cierre de la Caja de Conversión ( 15 de diciembre de 1929)
neutralizan parcialmente esa tendencia hacia la contracción de los medios de pago.
De ahí la tardanza en producirse y acentuarse la reacción de las importaciones.
Durante el año 1930 apenas bajan en 14% con respecto a las de 1929. en tanto 4ue
las exportaciones caen en 36%. El saldo negativo llega. como se recordará. a m$n
284.3 millones. En 1931 se transforma de nuevo en positivo y alcanza a m$n 278,9
millones. A las consecuencias de la contracción del poder de compm de la pobla-
ción. del descenso en los préstamos bancarios y de la depreciación del peso sobre
el volumen de las importaciones. se agregan en dicho año 1931 los efectos restricti-
vos de las medidas fiscales de carácter aduanero. primero. y del control del cam-
bio. más tarde. Las importaciones descienden entonces en 30% con respecto a
1930. al mismo tiempo que las exp011aciones. no obstante los precios inferiores,
aumentan en 4.1 % debido a los grandes embarques de granos. En el año en curso

76
RAÚL PREBISCII
la baja de las importaciones es intensa. Las del primer semestre son de m$n 404.7
millones o sea 38% (m$n 252.5 millones) menos que en igual lapso del año ante-
rior. Y como las exp011aciones suben ligeramente en m$n 4.7 millones llegando a
m$n 757 .8 millones. el intercambio ru-roja un saldo positivo de m$n 353.1 millones
mucho mayor que el obtenido en todo el año 193 l.
6. INELASTJCIDAD DE LAS EXPORTACIONES
Nos encontramos pues en pleno reajuste del balance de pagos. si hicn no se ha
logrado todavía llegru· al equilibrio. a juzgar por la presión del mercado de cam-
bios. Pero nos aproximamos a ello merced a la disminución de las importaciones y
de otros rubros pasivos del balance de pagos. castigados por la mala situación eco-
nómica. Cabe preguntarse ahora si no hubiera convenido también conseguirlo con
el aumento de las exportaciones. amenguando la fuerza con que se ha reducido el
consumo de artículos importados. Seguramente. Sólo que dicho aumento de las ex-
portaciones habría sido muy dilicultoso. prácticamente imposible. Eran momentos
en que la depresión mundial y las barreras aduaneras de los otros países para los
productos agrarios. elevadas mucho ames de la alteración en nuestras tarifas. res-
tringían seriamente los mercados de consumo. contribuyendo a la baja de los pre-
cios. Por otro lado. el incremento de nuestra producción de un año para otro. con la
celeridad y el volumen requerido JX)r el déficit del balance de pagos. depende más
de las condiciones del tiem{X) que del designio de los productores. en el supuesto
de que a pesar de las malas cotizaciones se hubiera podido sugerir en ellos una ac-
titud semejante. Así en 1931. con un área sembrada de 2.8% más que en 1930 se
ha obtenido una cosecha superior en 41 %. A ello se debe que la cantidad de las ex-
portaciones aumenta en 67'Yo; no obstante lo cual su valor apenas sobrepasó en
4.1 % al del año precedente a causa de la caída de los precios. Nuestras exportacio-
nes carecen. indudablemente. de la flexibilidad necesaria para su reajuste rápido.
7. EL PODER DE COMPRA INTERNACIONAL
Sin pretender hilar delgado sobre este asunto. hemos de tocar otro aspecto del
mismo. Cuando un individuo ve achicar sus entradas. disminuye sus gastos para no
desequilibrar sus cuentas. como no viva a crédito. Sería peregrina la idea de mante-
ner dichos gastos sin reducción con el fin de acrecentar las primeras. que dependen
de un sinnúmero de factores ajenos a su control. Tan claro como es esto. se vuelve
materia de grandes confusiones cuando se considera el consumo de un país. del

TENDENCIAS DEL BALANCE DE PAGOS
77
conjunto de los habitantes que lo constituyen. El crecimiento de las exportaciones
aumenta nuestro poder de compra y tiende en última instancia a elevar las importa-
ciones. El que esto sea cierto no comporta Ja verdad de la siguiente proposición: el
acrecentamiento de las importaciones o su disminución en un grado inferior al exi-
gido por el déficit en el balance de pagos. estimula las exportaciones de un país,
mediante un proceso inverso al que hemos descripto más arriba. Por vía de ejem-
plo. cien millones de pesos de aumento en nuestras exportaciones forman una can-
tidad con efectos bien perceptibles en nuestro mercado interno. confonne lo hemos
explicado. Pero cien millones de importación constituyen en el otro caso. una can-
tidad desdeñable con respecto al comercio mundial. estimado para 1931 en 19.000
millones de dólares. En teoría pura esos cien millones de importación, u otra canti-
dad mucho más pequeña, aumentan o impiden que disminuya en proporción equi-
valente el poder adquisitivo del mercado internacional. Pero en la práctica esa cifra
se diluye entre los varios países con los que comerciamos. los que, especialmente
en los tiempos que corren. no lo usm·án siempre en acrecentar sus compras exterio-
res, y entre ellas. las que realizan en la Argentina. Antes bien. podrán emplearlas
en pagm· compromisos pendientes en el extranjero. o en fortalecer sus reservas de
oro esterilizándolas en sus bancos centrales. esto es, impidiéndoles que desempe-
ñen su función de poder de compra internacional.
No parecería, por lo tanto. que la Argentina. país que por su carácter agrario ha
sido uno de los primeros afectados por el receso económico y el recrudecimiento
mundial del proteccionismo. pudiera disponer de otro medio que la contracción de
las importaciones para obrar con eficacia sobre su balance de pagos en déficit. Por
lo demás. se trata de una consecuencia natural e inevitable dadas las condiciones de
la realidad. Consecuencia retardada primero por los efectos expansivos del déficit
fiscal. y acelerada más tarde por las medidas restrictivas a que se hizo referencia.
8. EL REAJUSTE EN AUS'IRALIA
Un caso similar de readaptación es el de Australia. cuya economía presenta tan-
tas semejanzas con la nuestra. Estos pá1rnfos. que hemos traducido de una autoriza-
da publicación. lo explican con suma claridad:3 "Los países primeramente afecta-
dos por la depresión -se expresa allí- fueron en general países deudores y
productores de materias primas. Cuando cesaron los empréstitos externos a esos
países y simult{meamentc comenzaron a caer Jos precios de sus productos, su situa-
ción se volvió pronto desesperada. obligándoles a través de dificultades y penurias
3 Boletín de 1'/ie Na1io11al Ci1y Ba11k of New York, julio de 1932, pág. 106.

78
RAÜL PREBISCll
a efectuar severos reajustes en sus negocios internos y externos. En vista de la si-
tuación mundial. no todos esos países han logrado mejorm· su posición. y por las
mismas razones no puede decirse que sus dificultades han desaparecido: pero Aus-
tralia constituye un ejemplo de adaptación a las nuevas condiciones y de la forma
en que se inicim·á el restablecimiento económico.
"Se ha hecho frente al pago de la deuda externa. En los primeros tiempos de la
depresión el país se vio forzado a abandonar el patrón oro debido a un balance de
pagos desfavorable. la primera tarea consistía en rectificarlo. El esfuerzo para cum-
plir las obligaciones externas ha llevado a desplegar gran energía para mantener las
exportaciones y ob1ener una contracción aún más fue11e de las importaciones. que
este año promedian 13 millones de dólm·es mensuales contra 60 millones de
dólares en 1929. A pesar de los precios m:ls bajos recibidos por las exportaciones.
en los cinco primeros meses de este año el país ha tenido un exceso de exportacio-
nes calculado en 70 millones de dólares contra 120 millones de dólm·es en todo el
año 193 L mientras que en 1930 el saldo fue negativo en 41 millones de dólares y
en 1929 en 106 millones de dólares.
"Este exceso ele exportaciones ha suministrado el cambio exterior que antes se
conseguía mediante préstamos externos. y ha pennitido pagm· en el exterior la deu-
da pública".
En Australia se ha realizado también un esfuerzo considerable para equilibrar
las finanzas públicas en circunstancias en extremo adversas para el rendimiento de
los impuestos. Y a pesar de todo el empeño ele saneamiento. calcúlase que el défi-
cit de la Nación y los estados en este año financiero. no será inferior a 18 millones
de libras esterlinas.
Implicacla como la Argentina en la crisis mundiaL se ha visto bajo la influencia
de idénticos factores de depresión. No ha de extrañar entonces la semejanza de su
esfuer1.o para readaptar su economía interna y conseguir el equilibrio de sus cuen-
tas internacionales.

57
EL MOMENTO PRESENTE EN LA
CRISIS INTERNACIONAL*
l. EL ALZA DE LOS PRECIOS
El cambio de tono en los negocios mundiales a mediados de este año se ha ma-
nifestado en la elevación de los precios de un buen número de artículos. Unos han
mantenido su aumento, otros lo han perdido en mayor o menor grado. El movi-
miento afecta los valores bursátiles y aquellos productos característicos de la espe-
culación internacional. en la correcta acepción del vocablo. Los granos. los meta-
les. las lanas y cueros. el algodón. el caucho. han visto elevar sus cotizaciones.
Todo juicio sobre el significado de estos acontecimientos nos parece prematu-
ro. ¿Se trata de una simple fluctuación? ¿O hemos llegado en la crisis mundial a un
recodo en que termina el descenso y comienza Ja fase de mejora? Preguntas que si
no pueden ser contestadas dentro del campo objetivo, nos conducen, en cambio, a
examinar el contraste entre los hechos favorables al renacimiento de las actividades
y los que tienden a extender la depresión actual.
2. CóMO SE PROPAGA LA CRISIS FINANCIERA
Se ha prolongado inusitadamente la duración de la fase descendente de esta cri-
sis, tal vez porque factores de gran momento. principalmente de orden político, han
perturbado el juego de los elementos económicos. Hasta la primera mitad de 1931
éstos se desenvuelven en forma similar a la de otros ciclos. La contracción en el
volumen de los negocios iba reduciendo la demanda de fondos bancarios y creando
en los principales mercados financieros aquella holgura que suele preceder al pe-
* N. del Ed. Publicado en Re1'ista Económica, vol. 5. Nº 7. agosto de 1932, págs. 115-119. Sobre
la redacción de la Re1•ista Económica. véase la Nota del Editor al capítulo 43 del tomo 1 de esta obra.

80
RAúL PREBJSCH
ríodo de recuperación. Pero en mayo de ese año sobreviene en Austria la insolven-
cia del Credit Anstalt, por sus créditos inmovilizados en la industria. Arrecia enton-
ces la desconfianza, y los acreedores a corto plazo se dan prisa en retirar los fondos
que en ingentes cantidades habían invertido, especialmente en Alemania. El presi-
dente Hoover proclama su moratoria ijunio de 1931 ). Pero la demora en aceptarla
da tiempo a que el pánico se precipite y la extracción de capitales cobre proporcio-
nes espectaculares en todo el mundo. Bien sabe la Argentina lo que ello significa.
En cuanto a Alemania. le obliga a tomar medidas dr:ísticas. La salida de fondos
reduce a tal punto las reservas de oro y divisas del Reichsbank, que peligra la esta-
bilidad del marco. Detener el drenaje es lo esencial. Implántase pues un riguroso
sistema de control de cambios y trabas muy severas p<rra las imp011aciones. Hay
que crear un fuerte excedente de exportaciones para abonar esos fondos y seguir
pagando los servicios de la deuda exterior pública y privada. sin menoscabo de las
ya exiguas reservas metálicas. Es el proceso a que aludimos en nuestro número
precedente. Todos los países deudores, quien más quien menos, se ven arrastrados
a medidas análogas. Fue la dislocación de los cambios. la estrangulación del co-
mercio internacional.
A la moratoria de las deudas políticas sucede el arreglo de las comerciales
( srandstill ), por el cual los acreedores extranjeros prorrogan el vencimiento de los
créditos concedidos a Alemania. Esta congelación de créditos afecta principalmen-
te a los bancos ingleses. El presupuesto brit{lnico acusa un grave déficit y la situa-
ción política es delicada. La desconfianza se extiende pues a Londres, ataca las re-
servas del Banco Central, e Inglaterra abandona el patrón oro (21 de septiembre).
Gran número de países sigue a Ja Gran Bretaña. Y la desconfianza adquiere un
impulso incontrastable. En Francia y Estados Unidos se quebranta la fe en los ban-
cos. Del Banco de Francia. el público retira lingotes ele oro a cambio de los billetes
que extrae ele sus cuentas de ahorro en las instituciones particulares. Emergencia
en que interviene el gobierno respaldando a grandes establecimientos con dinero
de su propio Tesoro. a fin de prevenir la acentuación del pánico.
En Estados Unidos, la tcsaurización se realiza en forma de billetes. Calcúlase
que los depositantes drcn<rron cerca de 1.000 millones de dólares de los bancos para
guardarlos en sus <u-cas individuales. Mucho m:ís graves fueron los efectos de la
desconfianza exterior en el futuro del dólar. Después de la caída de la libra. los ban-
cos centrales y las instituciones pai1iculares retiran febrilmente los fondos que te-
nían colocados en la banca norteamericana. No es de extrañar por ello la quiebra de
innumerables bancos y la violenta restricción del crédito para proteger los encajes.

EL MOMENTO PRESEJ';TE EN Li\\ CRISIS IN'mRNACIONAL
81
3. Los FACTORES DE CONFIANZA
Los tiempos que transcurren después del fracaso del Credit Anstalt son pues de
extremo pesimismo. agravado por el giro inquietante de la política internacional.
El problema de las deudas de guerra remueve hondos sentimientos en la masa y ad-
quiere enormes proyecciones. Sin embargo. la Conferencia de las Reparaciones
convocada para enero de este año. se posterga. Reunida finalmente en junio. ante
mucho escepticismo. alcanza resultados grandes. si se los relaciona con la magni-
tud de la tarea y sus ramificaciones en la opinión pública de los dos principales
países afectados: incompletos. si se recuerda que su consolidación definitiva de-
pende del problema de las deudas de los aliados con los Estados Unidos. Incógnita
ésta. que sólo ha de despejarse después de las elecciones presidenciales.
El éxito relativo de Lausana constituye un síntoma. un elemento favorable que
se destaca en un cuadro de tintes sombríos. Unido a ciertos hechos que le preceden
y le siguen. ha propendido a mejorar el ambiente psicológico de los negocios mun-
diales.
Quizús el mús imponante entre los primeros es el curso de la libra. como índice
de la situación monetaria y financiera. El sacrificio que supo imponerse el pueblo
británico con nuevos tributos y reducciones en los gastos públicos. y la serena acti-
tud de las autoridades financieras tanto en los negocios internos como en las opem-
ciones con el exterior. producen muy pronto sus frutos. Londres reconquista su
prestigio y las disponibilidades internacionales vuelven a afluir a su mercado mo-
netario. En marzo último. la libra se valoriza rúpidamente y amenaza con rebajar
de nuevo el nivel de los precios internos hasta el de los precios mundiales en oro.
cuyo descenso continúa. Con el sostén del gohiemo1 el Banco de Inglaterra adquie-
re sin restricciones el met:ílico y las divisas 4ue se ofrecen. sustrayendo a la libra
de las tendencias alcistas. y constituye así una reserva 4ue la experiencia había pro-
bado ser de gran ulilidad.
La India concuJTe inesperadamente en apoyo de la moneda inglesa. El metal se-
culannente atesorado en ese país comienza a volc;.u-se sobre los mercados moneta-
rios del mundo para aprovechar la ganancia que la depreciación de la rupia trae
1
Con este propósito el Tesoro brill\\nico ha constituido el Exc/1<111ge Eq11alisatio11 F1111d para forta-
lecer la moneda y evitar las tluctuacioncs indebidas en el cambio de la libra. Los recursos de este fondo
están fonnados por 25 millones de libras de divisas y valores extrnnjeros y la autorización otorgada al
Tesoro por el Parlamento para usar del crédito hasta 150 millones de libras. con el fin de adquirir oro.
divisas o valores extranjeros. Dos fines se perslguc con la 1novilización de estos recursos. Printero.
eliminar las fluctuaciones en el valor de la libra debidas principalmente a la especulación. Segundo. per-
mitir que las tenencias de cambio del Depa11;011ento de Emisión del Banco de lnglatcrm sean revaluadas
semanalmente de acuerdo con el cambio real. de modo t¡ue las pérdida• o ganancias sean i11111utadas a
dicho Fondo. esto es, al Tesoro (Midland Bank. Mo11t/1ly Rel'ie>r, ab1il-mayo de 1932, pág. 5).

82
RAÚL PREJ3tSCH
consigo. Este oro. además de poner a Londres en situación m:ís holgada. atenúa el
temor de la escasez de metálico en el mundo, a lo que tampoco es ajeno el incre-
mento en la producción de las minas.
No tarda entonces en producirse un descenso muy rápido en el tipo de interés.
tanto por esa afluencia de disponibilidades como por la declinación de los nego-
cios. Contrástese la tasa actual de 2% del Banco de Inglaterra con la de 6% que se
puso en vigencia el 21 de septiembre. cuando se abandona el patrón oro. Es en ta-
les condiciones que se realiza con éxito la conversión reciente de la deuda de gue-
rra de la Gran Bretaña: otro de los hechos que favorece el restablecimiento de la
confianza internacional.
4. VICISITUDES BANCARIAS DE LOS ESTADOS UNIDOS
También los Estados Unidos trasponen un período extremadamente crítico. Pri-
mer dato positivo: se clausuran en junio pasado las sesiones del Congreso con re-
sultados tan importantes por lo que se hizo. como por lo que se dejó de hacer. En-
tre otras cosas: se crea la Corporación de Reconstrucción Financiera. se introduce
en el sistema monetario una reforma que permite subsanar la falta de papel elegible
para el redescuento. y se aprueban medidas tendientes a equilibrar el presupuesto.
que en el año fiscal terminado en junio último arrojó un exceso de 2.766 millones
de dólares de los gastos sobre los recursos. Este déficit y la zozobra por los proyec-
tos inflacionistas que el Congreso terminó por rechaz:u·. había contribuido tan se-
riamente a debilitar la confianza exterior en el dólar. según se expresó más arriba.
que en el lapso transcurrido entre septiembre l ºde 1931 y julio l ºde 1932. los Es-
tados Unidos perdieron 1.077 millones de dólares de sus reservas metálicas.
La Corporación de Reconstrucción Financiera establecida en enero pasado em-
prendió la ayuda a los bancos en apuro. aleccionada por los efectos que la extraor-
dinaria cantidad de quiebras tuvo sobre la confianza pública. Hemos ¡iludido ya al
pánico de los depositantes. En cuanto a la reforma monetaria. la Ley Gass-Steagall
dictada en febrero. pone a los establecimientos de crédito en condiciones de re-
constituir sus encajes. muy pe1judicados por las extracciones de depósitos y la emi-
gración del oro. sin necesidad de seguir apelando a la contracción violenta de los
préstamos. En síntesis. consiste en lo siguiente. La Ley de Rese1va Federal prescri-
be que los billetes deben estar garantidos totalmente por oro y papeles redesconta-
dos de carácter elegible. La garantía de oro no puede bajar del 40%. Y si no hubie-
se papel elegible para cubrir d 60% restante. es esencial hacerlo también con oro.
Es lo que precisamente ocu1Tió antes de la reforma. por cuanto este papel. allí

EL MOMENTO PRESENTii EN LA CRISIS INTERNACIONAL
83
como en todas partes. escasea mucho en tiempos en que los préstamos bancarios se
congelan por el derrumbe de los precios. De ahí que los Bancos de Reserva tuvie-
sen que mantener en sus arcas, afectado como garantía. una cantidad considerable
de metálico en exceso a ese mínimo de 40%. A su vez. los bancos comerciales afi-
liados. por la misma falta de papel elegible para redescontar y obtener nuevos fon-
dos con el fin de resm·cirse de las extracciones mencionadas. encontrábanse forza-
dos a restringir el crédito y a malvender los títulos de su cartera.
Frente a esas dificultades. la ley referida faculta a los Bancos de Reserva para
sustituir el exceso de oro (arriba del 40%) por títulos del Gobierno y otros valores
comerciales. Con lo que al ponerse en vigencia la ley. quedm·on libres para expor-
tarse. si así lo exigiese el retiro de fondos extranjeros, unos 1.200 millones de
dólares. Por otro lado. los Bancos de Reserva adquirieron algunos centenares de
millones de títulos de la ca11era de los bancos comerciales. poniendo a su disposi-
ción fondos que hasta entonces sólo podfan haberse procurado por el redescuento,
y en forma precaria. por la falta de papel elegible.
Estas medidas han puesto fin a la liquidación forzada del crédito bancario. Y si
bien es cierto que los bancos comerciales afiliados. en lugar de aumentar sus enca-
jes y expandir sus propios préstamos, prefirieron cancelm· prudentemente el redes-
cuento en los Bancos de Reserva Federal. no lo es menos que se encuentran ahora
en condiciones de realizar esa expansión. toda vez que ella fuese requerida por las
legítimas necesidades de los negocios.
A pesar de todo esto. las quiebras bancm·ias recrudecieron en junio último. prin-
cipalmente en Chicago. en donde la Corporación de Reconstrucción tuvo que reali-
zm· sus operaciones de salvamento. La extensión del mal pudo ser conjurada y el
ambiente fue tornándose cada vez más sosegado. Contribuyó también en el mismo
sentido el hecho de que en julio se había retirado casi la totalidad de los fondos ex-
tranjeros. Desapm·eccría" por lo tanto. el temor de nuevas extracciones de metálico.
Antes bien. en los meses siguientes reanud{u·onse las importaciones después de va-
rios meses de intenso drenaje.
5. Los FACTORES ADVERSOS
Todos estos acontecimientos han venido preparando el teITeno para el restable-
cimiento de Ja confianza en el mundo. Los resultados de Lausana han aliviado sin
duda la tensión política internacional y han acentuado la evolución favorable de los
mercados financieros. Pero no debe omitirse otros aspectos de la situación general.
Entre ellos. el estado de la política interna ele Alemania y los ténninos actuales del

84
RAúL PREBISCH
problema del desarme. Es capital la importancia de esto último. así por la conside-
rable influencia que ejerce en estos momentos. como por el costo que las fuerzas
armadas representan en los presupuestos de los principales países.
Por cie1to que la existencia de estos elementos adversos. no significa negar la
posibilidad de una mejora. Pone ele manifiesto. simplemente. los obstáculos que
pudieran trabar su desarrollo. Es más. el haberse detenido los precios en oro des-
pués ele un descenso extraordinario por su intcnsiclacl y duración. y el volver a su
quicio los mercados financieros. comporta ya un progreso innegable en la situación
general. sobre tocio si se vuelve la vista algunos meses atrás.
6. Los PRECIOS y LA REACTIVACIÓN DE LOS NEGOCIOS
Es en tales condiciones que han comenzado a subir los precios de los productos
y acciones. Pero el alza no se ha manifestado todavía en la dilatación del volumen
real de los negocios conforme suele acontecer en análogas circunstancias. En los
ciclos precedentes se ha observado. en efecto. cómo el impulso inicial se va pro-
longando por la excitación de la demanda. La mayor actividad de un ramo se ex-
tiende gradualmente a los que le suministran las mercaderías. materias primas o
elementos productivos que requiere en sus operaciones. Aumenta con ello la ocu-
pación. el poder adquisitivo de la masa obrera. y se acrecienta Ja demanda general
del mercado. Así. de ramo en ramo. de industria en industria. se va generalizando
el impulso ascendente de los precios y las transacciones. siempre que esta expan-
sión de los negocios cuente con el crédito adecuado para desenvolverse.
Generalmente. este proceso ocurre cuando las existencias. la producción y los
precios. han llegado a un nivel tan inferior que cualquier incremento de la demanda
estimula necesariamente las actividades productivas. Es muy difícil saber si se ha
llegado a este punto. La experiencia nos demuestra que la baja acostumbra ir más
lejos de lo que se supone. y que el alza sobreviene cuando menos se espera. Sin
embargo. es evidente que la producción de los principales países industriales se ha
restringido en forma muy sensible y que los precios han caído a un nivel bajísimo
según se observa en el cuadro que se presenta en seguida:

EL MOMENTO PRESENTE EN LA CRISIS IN'l1iRNACJONAL
85
Indice de la producción y los precios mayoristas'
(Hase 1928 = 100)
Países
Producci(m
Precios mavoristas
may" 1932
ju/i" 1932
Alemania
59.5
68.5
Canadá
76.8
69.1
Estados Unidos
54.1
66.7
Francia
74,0
66.7
Gran Bretaña
90.62
69.6
Fuente: Para la producción: Alemania. lnslilut fíir Konjunkturforschung; Canadá. Dominion
Bureau of Statistics: Estados Unidos, Federal Reserve Board: Francia. Statislique Générale y Gran Bre-
talia, Board of Tradc. Para los precios: Alemania, Sta! Rcichsanll: Canadá, Bureau of Statistics: Estados
Unidos, Burcau of Libor Statistics: Francia. S1a1is1ique Générak y Gran Bretalia. Board of Tmde.
2
Primertrimestre.
En la reciente elevación de los precios. no se ha notado. al menos hasta ahora.
las características del proceso que venimos de aludir. No ha ocurrido aumento per-
ceptible en el volumen de las actividades. Y se menciona con insistencia la inter-
vención de factores políticos en el mercado de los Estados Unidos. Es claro que me-
diante un esfuerzo bien concertado y la ayuda del crédito y la propaganda, puede
tonificarse los mercados especulativos y empujarse los precios hacia a1Tiba. De ser
esto exacto. queda por saber si un impulso artificial de esta índole ayuda a despertar
la demanda y hace resurgir las transacciones con el estímulo que ella engendra.
De más está señalar la importancia que todo esto comporta para la Argentina.
Nuestras perspectivas de mejommiento dependen fundamentalmente del volumen
de la próxima cosecha y de los precios en oro del mercado universal. Con una co-
secha normal y mejores precios, se facilitará el reajuste del balance de pagos. de la
economía privada y bancaria. y de las finanzas públicas. Es la hipótesis más favo-
rable. Si los precios se mantienen deprimidos. el reajuste ha de proseguir con difi-
cultades hasta llegar a un estado de equilibrio. trnnsitorio como todos los estados
de equilibrio. en el incesante cambio de la vida económica. Pero en un nivel bajo,
que el país ha sobrepasado ampliamente durante el período de rápido crecimiento que
se inicia con este siglo. Crecimie1110 apenas interrumpido por depresiones cuya esca-
sa duración y amplitud. contrastan con los rasgos acentuados del presente receso.

58
LA CONFERENCIA ECONOMICA Y LA
CRISIS MUNDIAL*
l. Los ESCOLLOS POLÍTICOS
En julio pasado, los gobiemos reunidos en Lausana para arreglar el problema
de las reparaciones. invitaron a la Liga de las Naciones para convocar una Confe-
rencia Económica Mundial con el fin de decidir las medidas necesarias para solu-
cionar la crisis. En noviembre siguiente se realiza la primera reunión de los exper-
tos encargados de preparar las tru·eas. En enero de este año se vuelven a reunir y
terminan la elaboración de la orden del día con sus respectivos comentru"ios.
Se ha dado, pues, el primer paso. Mas no se ha logrado aún establecer la fecha
cierta de la Conferencia. En el mejor de los casos habrá transcurrido casi un año de
demora. un año durante el cual la crisis se ha vuelto más aguda y sus consecuen-
cias sociales en extremo inquietantes. No es que se haya ignorado el camino a se-
guir. ni llUe su trazado absorbiera a los cxpe1tos un tiempo semejante. Antes bien.
desde un p1imer momento se ha visto el camino. pero los grandes escollos que en
él se encontraban. dejaron en suspenso toda suerte de actividad.
Esos escollos son esencialmente de orden político. Desatado el nudo de las re-
paraciones en Lausana. después de semanas de ansiedad. pareció aclararse el pano-
* N. del Ed. Publicado en Rcvista Eco11ómica, vol. 6. N'' 1. Buenos Aire>. enero de 1933. págs.
1-10, con la siguiente nota al pie: Este a11kulo fue enviado desde Ginebra por el director de la Oficina
de Investigaciones Económicas don Raúl Prebisch y fechado a fines de enero del corriente ai\\o. pocos
días después de haber tenninado sus tareas el Comité Preparatorio de la Conferencia Económica Inter-
nacional. a cuyas reuniones asistió crn110 perito designado por el Consejo de la Liga de las Naciones,
sin representación oficial del Gobicmo Argentino. La publicación en este número de las consideracio-
nes que fonnula sobre la labor de la próxima conferencia y d estado actual de la economía mundial,
que al igual de sus opiniones en el seno del Comité tienen un canícter netamente personal, responde a la
expcclaliva 'luc se ha creado alrededor de la próxima reunión intemacional. Reproducido en Libertad.
Buenos Aires. abril 17. 18, 19 y 20 de 1933. bajo el título "Los problemas que deberá considerar la
próxima Conferencia Económica Mundial. Escollos políticos y !rabas aduaneras" y la siguiente intro-
ducción: Recientemente dimos a conocer el orden del día preparado para la próxima Conferencia Eco-
nómica Mundial. Como se sabe. ese orden del día ha sido detenidamente estudiado y redactado por un
CrnniLé de pe1itns designado oportunamente por el Consejo de la Liga de las Naciones. bajo cuyo patro-
cinio se reuninl <licha asamblea. El Consejo de la Liga designó para integrar e:se Comité preparatorio a

LA CONFERENCIA ECONÓMICA Y LA CRISIS MUNDIAL
87
rama internacional. Los mercados de valores sintieron sus efectos. Desgraciada-
mente. no tardaron en plantearse nuevos aspectos del mismo problema general. de
suyo escabroso. El tiempo pasó. Y hoy en día los hombres de Estado tienen sobre
sus espaldas un problema complejo y grave, tanto por sus propias dificultades.
corno por la continua inestabilidad de la política intema de algunas importantes na-
ciones en juego.
A fines del año pasado se ha reconocido. en cierto modo. la igualdad jurídica de
Alemania con las otras grandes potencias. principio que apasionaba a la opinión
pública de ese país. Pero su realización concreta queda subordinada a la solución
pendiente de otro problema de gran momento. el de la seguridad y el desarme; con-
siste éste, en fin de cuentas. en concrewr fó1mulas que permitan llegar a un equili-
brio favorable al afianzamiento de la paz internacional y pongan freno. a la vez. a
la expansión de los gastos de armamentos. que en dichas grandes potencias, como
en las de menor representación, han sobrepasado considerablemente los de antes de
la guerra. No es esto lo único. En Extremo Oriente. para no citar lo de nuestro pro-
pio continente. la paz está turbada y el mecanismo de conciliación funciona muy
penosamente. Nadie sabe cuándo y cómo termina un conflicto internacional, por
más que sus proporciones presentes parezcan circunscriptas. Como quiera que ello
sea, el hecho tal cual se presenta, ejerce una influencia perniciosa sobre las activi-
dades económicas.
A todos aquellos problemas se añade la situación actual de las deudas intergu-
bernamentales que tanto han preocupado la opinión pública. Sería un grave error
ver en esta última cuestión, así como en las otras que hemos mencionado recién,
únicamente su expresión material. objetiva. desconociendo las pasiones y senti-
mientos que remueven hondamente en las masas populares y complican sobrema-
nera su solución. No es éste. por supuesto. el lugar de analizarlos. Pero no po-
dríamos dejar de mencionmfos. pues comportan una doble consecuencia sobre la
vida económica. Por un lacio. recargan el ambiente psicológico de incertidumbre,
,
un perito argentino. el doctor Raúl Prebisch, director de la Oficina de Investigaciones Económicas del
Banco de la Nación. En cumplimiento de esa misión. que no cm oficial. el doctor Prebisch partió para
Ginebra hace aproximadamente cinco meses. Se recordará <¡ue. al embarcarse, el ministro de Ag1icultu-
ra, doctor Antonio de Tomaso, le dirigió una carta abie11a en la que le sugería -si estaba de acuerdo
con la idea- la conveniencia de plantear ante los demás miembros del Comité preparatorio de la Con-
ferencia Económica Mundial el problema de los sobrrnlles o excedentes de trigo que contribuyen a pro-
vocar una baja a11ificial del precio de ese cereal en los mercados internacionales. problema que puede
ser resuelto mediante un acuerdo de los países interesados destinado a limitar pro¡x>rcional y prudente-
mente el área cultivada. El doctor Prebisch tomó nota de la sugestión del doctor de Tomaso y planteó el
asunto en Ginebra, por cuyo motivo el problema del lrig<' figura en el orden del día redactado. Por lo
que respecta a todas las dem:ís cuestiones consideradas por los peritos y que serán planteadas en la
próxima conferencia. el doctor Prebisch, desde Ginebra. mandó, fechado a fines de enero último, un in-
teresante informe general. que acaba de publicar la Revisfa Económica que edita la citada Oficina del
Banco de la Nación. El i1lfonne contiene once capítulos breves. Hoy tlamos los dos primeros, y en días
sucesivos insertaremos los restantes, por estimar este trabajo de evidente interés nacional.

88
RAOL PREBTSCH
vacilación y pesimismo. que caracteriza a la crisis. Para usm· la expresión de fre-
cuente cuño. conspiran .contra la restauración de la confianza. que es primordial
para el restablecimiento de los negocios y del mercado de capitales. Por otro. la
gravitación de esos problemas malogra la posibilidad de cooperación internacional
en el orden económico. monetario y financiero.
El mecanismo económico internacional está dislocado. Para devolverle su fun-
cionamiento regular se requiere condiciones políticas muy disti111as de las que han
prevalecido en los últimos tiempos. No reconocerlo. sería conducir la próxima
Conferencia Económica a un fracaso irremisible. El Comité Preparatorio así lo ha
insinuado. Y a este propósito merece transcribirse la advertencia que formula acer-
ca de las deudas de guem1. asunto sustancialmente político. "La solución de esta
cuestión es esencial y librm·á al mundo de su inquietud. por las perturbaciones que
esos pagos ejercen sobre la estabilidad financiera. económica y monetm·ia. A falta
de un arreglo. o de una perspectiva de arreglo. las deudas continum-án siendo un
obstáculo infranqueable para el restablecimiento económico. De tal suerte que juz-
gamos de la mayor importancia que se inicien prontamente. y se lleven a buen fin.
las negociaciones sobre este punto".
2. LAS TRABAS AL COMERCIO EXTERIOR
La cooperación se reputa más urgente en materia de comercio internacional
-para aliviar las trabas que lo sofocan- y en el terreno monetario. con el fin de
establecer las condiciones propicias para el retorno al patrón oro. Ello sin restar
importancia a otros asuntos a que aludiremos más adelante.
Conforme la crisis se desmrnlla. aquellas trabas adquieren un carácter de más
en más agudo en gran pm·te de los países. Manifiéstanse. sea en forma de nuevos
derechos aduaneros o aumento de los existentes. sea en forma de prohibiciones o
restricciones directas a las importaciones. mediante licencias o cupos que limitan
con severidad la cantidad de cada mercadería que puede ser introducida. El control
de divisas se traduce fatalmente en idénticas restricciones.
Cabe establecer una distinción entre estas medidas y la elevación de las tarifas
aduaneras que precede a la crisis. La última respondía más hien al designio de fo-
mentar el desaffollo de la producción nacional poniéndola al abrigo de la compe-
tencia extranjera. En tanto que dichas medidas de emergencia se proponen ante
todo alcanzar el equilibrio del balance de pagos. evitar en el mercado interno el
abarrotamiento de productos extranjeros o los efectos de la baja internacional de
precios. sin excluir. algunas veces. consideraciones de orden fiscal o proteccionista.
Pero en uno y otro caso las consecuencias fiscales sobre el comercio exterior

LA CONFERENCIA ECONÓMICA Y LA CRISIS MUNDIAL
89
son semejantes. En este sentido, puede decirse que las trabas recientes vienen a co-
ronar el proceso de elevación de los derechos aduaneros que caracteriza el período
siguiente a la guerra y anterior a la crisis. Conste que mencionamos los hechos sin
calificar la política que reflejan. Recordemos los más salientes.
En Europa. la creación de nuevas fronteras rompe la unidad económica de anti-
guos territorios y deja un mosaico de pequeñas fracciones celosas de una autono-
mía económica basada en altos aranceles. Los grandes países consumidores de gra-
nos y carnes aspiran. por idénticos medios. a proveer una cantidad creciente de sus
necesidades nacionales con el aumento de la producción interna. A su vez los pa-
íses nuevos y esencialmente agrarios, se empeñan en consolidar y seguir desenvol-
viendo. con el abrigo y estímulo de aranceles. las industrias surgidas durante la
guerra. Pero el caso más trascendente y que sin duda ha tenido consecuencias de
mayor importancia sobre la economía mundial. se refiere a la tarifa de los Estados
Unidos.
3. EL EFECI'O DE LA POLÍTICA ARANCELARIA DE LOS ESTADOS UNIDOS
Constituye esta política un ejemplo muy significativo de los obstáculos que ha
encontrado el patrón oro, cuyo funcionamiento presupone una relativa libertad en
el movimiento internacional de mercaderías. El caso de la Gran Bretaña es ilustra-
tivo. Durante el siglo XIX y hasta la guerra. ha sido el país acreedor por excelen-
cia. Los países deudores le pagaban los servicios de los capitales invertidos por ella
con la exportación de sus productos. recibidos sin traba alguna en el mercado in-
glés. La guerra cede a los Estados Unidos el papel de principal acreedor. Mas no
por ello se modifica la política tradicional de altas tarifas de este país. cuyos dere-
chos aduaneros se elevan a un nivel extraordinario, prohibitivo para muchos ar-
tículos. Las naciones deudoras no pueden por lo tanto pagar en mercaderías sus
servicios financieros y sus deudas de guerra. Y en tanto dichos débitos no se com-
pensan con los gastos de viajeros norteamericanos. no les queda otro recurso que
abonarlos con el producto de nuevos préstamos recibidos de los Estados Unidos y
con embarques de oro.
Comienzan entonces a obrar los factores de perturbación monetaria. La influen-
cia de estos hechos es considerable. Ingresan a los Estados Unidos grandes cantida-
des de metálico sobre ·1as que se construye una dilatada estructura de crédito. Nor-
malmente. el poder adquisitivo que de ello emerge. provoca el crecimiento de las
importaciones y tiende así a corregir el balance de pagos excesivamente acreedor.
Pero aquí viene precisamente la acción de la tarifa elevada. Por aumentos sucesi-
vos se dificulta sobremanera la entrada de mercaderías extranjeras. Y aquel poder

90
RAÚL PREBISCH
adquisitivo se vuelca entonces sobre el mercado interno trayendo consigo una gnm
abundancia de capitales. que facilita las inversiones en el exterior y estimula el de-
sarrollo ingente de la producción industrial. En esta forma. los Estados Unidos con-
tinúan sus préstamos al resto del mundo poniéndolo en condiciones de pagar sus
servicios financieros. Los tropiezos principian cuando la cesación de esa corriente
de nuevos capitales muestra la fragilidad del sistema. Es lo que sucede cuando el
acicate de una fácil ganancia y las altas tasa~ de interés. desvían los fondos hacia la
bolsa y atraen las disponibilidades a corto plazo del mundo entero. Se inicia de este
modo la tensión monetaria de los mercados extranjeros y los primeros síntomas de
la crisis. A falta de nuevos empréstitos. hay que pagar en oro a los Estados Unidos.
Y luego. a raíz del pánico de 1929 en que tennina toda esa especulación bursátil.
se detienen definitivamente las inversiones a largo plazo en el exterior.
En suma. uno de los motivos fundamentales por los cuales el metálico tiende a
concentrarse en los Estados Unidos trabando el funcionamiento clásico del patrón
oro. es la existencia de una tm·ifa elevada que dificulta a los países deudores efec-
tuar sus pagos en mercaderías. A nuestro juicio. la explicación del fenómeno de la
mala distribución del oro en el mundo con sus consecuencias pe1judiciales en los
países que abandona y en los que se acumula. no ha de buscarse tanto en la política
monetaria seguida por algunas naciones acreedoras, como en su política de comer-
cio exterior. Análogas. en cierto modo. son las fuerzas que actuaron en Francia. en-
tre las que no hay que olvidar las provenientes de la estabilización del franco a un
tipo demasiado bajo.
Compréndasenos bien. Sería demasiado simplista pretender la explicación de la
crisis mundial por el efecto de las tarifas y la mala distribución del oro. Si acentua-
mos estos hechos es para destacm· su importancia frente a las soluciones que se pre-
conizan. pero sin atribuirles el papel de causas exclusivas. En efecto. lo que acaba-
mos de mencionar nos permite abarcm· la trascendencia que tendría para la
economía mundial el cambio de la política arancelaria de los países acreedores. es-
pecialmente de los Estados Unidos. Así lo espera uno de los expertos norteameri-
canos en la Comisión Prepm·atoria. quien juzga que la nueva administración bajará
la tarifa. aun cuando no se sabe cómo ni cuándo podrá hacerlo. Si así sucediese.
aquel país háhría dado un paso cuya importancia no es fácil exagerar. por cuanto la
rebaja general de los derechos aduaneros en el mundo debe tener necesariamente
su punto de apoyo en una gran potencia.

LA CONFERENCIA ECONÓMICA Y LA CRISIS MUNDIAL
91
4. ARRAIGO DE LAS TRABAS COMERCIALES
La iniciación de esta tarea es bien difícil. pues aún subsisten. en muchos casos
agravados. los motivos que originaron durante esta crisis el recrudecimiento de las
trabas al comercio exterior. Así lo han reconocido los expertos. En los países deu-
dores, el descenso del valor de las exportaciones por la baja de los precios y la con-
tracción de los mercados, y la paralización de la coffiente de capitales, obligó a
aplicar esas trabas para restringir al mínimo las importaciones y obtener un saldo
comercial acreedor para pagar las deudas exteriores. Fue mucho mayor la necesi-
dad de este esfuerzo en los países agrrn"ios debido a la baja más intensa de los pre-
cios en oro de sus productos. A su vez. los países importadores de estos artículos
se vieron forzados a elevar sus derechos y establecer limitaciones de entrada con el
fin de poner al productor nacional al abrigo de precios ruinosos. Por último. en dis-
tintas naciones se establecieron trabas semejantes a la entrada de productos manu-
facturados que se ofrecían a un valor singularmente bajo gracias a la depreciación
de la moneda en su país de origen. o en cantidades excesivas provenientes del cie-
rre o la limitación de otros mercados extranjeros.
No puede negarse que esta política ha tenido consecuencias desastrosas del
punto de vista de la economía mundial; pero es bien sabido que cada país procedió
en tales casos bajo la presión de circunstancias inmediatas y ante la falta de medios
de coordinación internacional.
Estos hechos han sido invocados por los expertos para poner de relieve las difi~
cultades que encuentm la supresión de las restricciones en sus países respectivos.
Se ha insinuado. por ejemplo en casos como el de Francia. que la abolición inme-
diata de los cupos exigiría el aumento de los derechos aduaneros con el fin de res-
guardar la producción nacional.
De ahí que si bien se ha recomendado que se abandonen lo más pronto posible
estas trabas al comercio exterior establecidas durante la crisis. no se ha dejado de
reconocer la necesidad de ir por eta¡YJS. En materia de tarifas, el ideal de un acuer-
do general para reducirlas parece inaccesible. Podría conseguirse. sin embárgo. en
medio de enormes dificultades. una convención mundial de tregua aduanera, por la
cual los países se comprometiesen a no aumentar sus aranceles durante un cierto
tiempo. Luego vendlían convenciones bilaterales o plurilaternles entre las naciones
con el propósito de llegar a rebajas efectivas. sin abandonar. salvo en casos espe-
cialísimos. la cláusula de la nación más favorecida. 1
Nos referimos a casos como el de tratados relativos al tráfico ele fronteras. o a convenciones de
unión aduanera en que la cláusula es susceptible de cic1tas limitaciones. Ex.cluimos desde luego el pedi-
do de derogación trnnsitoria de ésta. fonnulado para sus cereales. por los países de Europa Central.

92
RAúL PREBISCH
El problema ha sido simplemente planteado por la Comisión Preparatoria y
sólo se han trazado los lineamientos generales de una solución. cuyo contenido
preciso corresponde fijar a los gobiernos interesados en los meses que van a trnns-
cmTir antes de la reunión de la Conferencia.
Pero si en general las dificultades para llegar a ello son muy grandes. resultan
mucho mayores aún en el caso de los productos agrícolas. Ya hemos visto cómo
los países imp011adorcs han procurado defenderse de los precios tan bajos del mer-
cado internacional añadiendo restricciones recientes a las que ya existían antes de
la crisis. La importancia social y el volumen político de los productos agrarios en
esos países es considerable y muy seria su situación económica. puesto que. a pe-
sar de todo. los precios también han bajado allí. Es difícil. pues. creer en la posibi-
lidad de una rebaja que perjudique a los agricultores, por más que ella favorezca a
las industrias manufactureras.
5. ALZA DE LOS PRECIOS INTERNACIONALES
La elevación del nivel internacional de precios disminuirá. desde luego, los
obstáculos que se oponen actualmente a una política más liberal en el comercio ex-
terior, lo mismo que a la estabilización de las monedas. Parece ser que, entre otras
condiciones, la Gran Bretaña juzga de primordial importancia que ello acontezca
antes de que sea posible retornar al patrón oro. Sin embargo. las opiniones distan
mucho de ser unánimes en lo que concierne a las medidas para conseguirlo. Para
unos. el alza debe ser un resultado natural del restablecimiento económico. mien-
tras otros creen en la virtud de medios a11ificiales. Entre estos últimos. que no son
pocos ni dejan de ser calificados. figura uno de los expertos británicos. La idea
consiste. en última instancia. en expandir la circulación de medios de pago para
obrar sobre los valores. A este respecto es interesante recordar la política de retla-
ción seguida el año pasado por los Estados Unidos. que si bien ha servido para con-
tener el pánico y la violenta liquidación del crédito bancario. no ha logrado influir
sobre el nivel de precios. que más bien ha seguido disminuyendo. Para que los pre-
cios suban, es indispensable que el nuevo poder adquisitivo que se entrega al mer-
cado por medio de la expansión del crédito o la emisión de billetes, no quede en
los bancos. como sucedió en el ejemplo citado. sino que vaya a manos de los con-
sumidores y estimule así la demanda de mercaderías. No se discute, en verdad. es-
tos efectos. Pero se teme dos peligros: que una política de esta índole destruya la
confianza interna y externa en la moneda. tal cual aconteció en Estados Unidos a
raíz del fuerte desequilibrio en el presupuesto y de los proyectos inflacionistas pre-
sentados al Congreso: y que su aplicación. en vez de circunscribirse al fin propues-

LA CONFERENCIA ECONÓMICA Y LA CRISIS MUNDIAL
93
to. lo ultrapase con todas las graves consecuencias de una inflación pura y simple.
Sin duda que tales razones habrán determinado a los expertos a no incluir este
punto en el programa de la Conferencia. Tan sólo se recomienda a los países con
grandes reservas metálicas seguir una política liberal de crédito que facilite el de-
senvolvimiento de las transacciones y una política de dinero barato. sobre las que
volveremos más adelante. Conviene tener presente que esta sugestión se refiere por
exclusivo a los· países con reservas metálicas suficientes para soportar sin mayor
incomodidad el drenaje de oro que resultaría de dicha práctica.
En los países deudores o con balances de pagos en déficit. las consecuencias de
una política semejante aumentarían los peligros de inestabilidad monetaria.
6. EL RETORNO AL PATRÓN ORO
Acabamos de ver que para los británicos. una de las condiciones necesarias
para el retorno al patrót1 oro es la elevación del nivel de precios internacionales.
Alrededor de ella se ha desarrollado una controversia con los expertos norteameri-
canos. que· en buena parte no significa otra cosa que la adopción de posiciones
tácticas pam la negociación de las deudas intergubemamentales. Para los nortea-
mericanos. la depreciación de la libra ha contribuido al descenso del nivel interna-
cional de precios en oro. Existe pues el peligro que una nueva depreciación produz-
ca el mismo efecto. De ahí que la estabilización de la libra sea considerada por
ellos tan urgente como fundamental. Por lo tanto. se explicada muy bien que éste
fuese uno de los puntos básicos en el arreglo de dichas deudas.
Se comprende. en cambio. que la Gran Bretaña no demuestre apuro en estabili-
zar su moneda y volver al patrón oro en el estado presente de la economía interna-
cional. Si se observa la curva de los precios internacionales en oro. se comprueba
que el descenso posterior al abandono del patrón oro inglés es la simple continua-
ción del que venía produciéndose anteriormente. Y como quiera que en esta baja
haya intluido o no la depreciación de la libm. lo cierto es que a raíz de ella. dicho
país ha logrado que el nivel de precios interno se redujese con menos intensidad
que el mundial. Si este último continuase bajando debido a una posible agravación
de la crisis. se podría evitar su repercusión sobre el mercado interno por una nueva
depreciacion de la ·libra. No quisieran pues los ingleses volverse a ligar con el nivel
de precios en oro. sujeto a la fuerza de una economía internacional dislocada. Es
necesario que ésta se arregle previameme para que el patrón oro llegue a funcionar
con una regularidad que no había caracterizado precisamente los años que prece-
den a su abandono.
Esos años comportaron para la Gran Bre\\aña una dura experiencia. Ya antes de

94
RAlJL PREHISCH
la crisis pudo nolarse que la p:u-idad de anleguerra. a la que se volvió en 1925. re-
sultaba demasiado alta frcnle a los tipos bajos que adoplaron otros países y dada la
rigidez del cos10 de la producción indusrrial. especialmenre de los salarios. Pero re-
cién se sufrió el mal en toda su intensidad. cuando la crisis trajo consigo la baja de
los precios internacionales sin que pudiera efectuarse una readaplación interna sa-
tisfactoria a causa del hecho referido.
Por esto es que la Comisión Preparatoria. sin dejar de reconocer explícitamente
que el tipo que ha de fijarse al volver a la paridad y la época. son del resorte de las
autoridades competentes de cada país. llama la atención sobre "los graves inconve-
nientes que ha presentado del punto de vista no solamente nacional. sino interna-
cional. el restablecimiento del patrón oro a un tipo demasiado elevado o demasiado
bajo" (el caso de Gran Bretaña a que acabamos de aludir. y el de Francia mencio-
nado en otro lugar).
En suma. pues. el nivel de precios en oro del mercado mundial tiene una impor-
tancia sustancial para la vuelta al patrón oro. así de la Gran Bretaña como del sin-
número de otros países que se vieron forzados a abandonarlo durante la crisis. Bien
entendido que. sin el arreglo de las deudas de gue1rn y el "retomo de un grado ra-
zonable ele libertad en el movimiento de mercaderías y servicios". según lo expresa
la Comisión Preparatoria. las posibilidades de hacerlo se alejan considerablemente.
También sugiere la Comisión el cumplimiento previo de diversas otras medi-
das. algunas de ellas relativas a los países que están fuera del patrón oro. otras des-
tinadas a conseguir un mejor funcionamiento de éste en lo fuluro. para no caer en
los mismos peligros que caracrerizaron su gesrión en los años precedentes a la cri-
sis.
7. LAS DEUDAS EXTERIORES Y EL CONTROL DE LOS CAMBIOS
Con respecto a las primeras. la Comisión estima que. anle todo. deben ponerse
en orden las finanzas del Estado y de las empresas públicas para evitar que el défi-
cit actúe como factor ele inflación del crédito. Se trata de un principio elemental.
Luego. debe realiz:u-se el mayor esfuerzo posible para suprimir el control de los
cambios. que tanto dificulta la circulación internacional de los capitales.
Este punto merece un comentario especial. La Comisión ha percibido claramen-
te los enormes obstáculos que cie11os países deudores encuentran para lograr este
propósito. Antes es indispensable que sus deudas exteriores se adapten a las nuevas
condiciones impuestas por la baja de los precios en oro de sus productos. y que és-
tos sean recibidos con menos tropiezos en los países acreedores. desde que tales
productos constituyen la única moneda de que pueden hacer uso pw·a pagar sus ser-

LA CONFERENCIA EcoNÓl\\UCA y LA CRISIS MUNDIAL
95
vicios financieros. No es posible fomwlar reglas generales a esle respecto. puesto
que no se puede poner en un pie de igualdad los países en que el monto de las ex-
portaciones no llega a cubrir el importe de los servicios financieros. con aquellos
otros en que la situación es mucho menos difícil. Por esto es que la Comisión acon-
seja prudencia. pues para "el restablecimiento de la confianza el respeto de los
compromisos es de imporlancia primordial. Sólo cuando a raíz de circunstancias
imprevistas resulta imposible ejeculllr íntegramente los contrntos. puede conside-
rarse el ajuste de las obligaciones en1re las partes interesadas. 1an10 en el interés de
los acreedores como en el de los deudores". Esas circunstancias imprevistas no
sólo se han presentado en las deudas a co110 plazo. sino en las de largo plazo "cuya
carga se ha vuelto más pesada al punto de hacer imposible el eqµilibrio del balance
de pagos". Sugiere JXlr lo tanto la Comisión que. p:m1 facilitar el reajuste de dichas
deudas a largo plazo. se constituyan en los países acreedores en que aún no existie-
sen y con ayuda de las casas emisoras de los empréstitos. asociaciones de tenedo-
res de títulos para que con ellas puedan tratar los deudores interesados. Y agrega
que con el fin de facilitar el acuerdo. "se podría establecer una lista de personalida-
des de autoridad y competencia reconocida que puedan ser invitadas por las partes
interesadas para actuar como mediadores".
Con el mismo criterio realista con que consider.,m estas dificultades para aban-
domu· el control de divisas. los expertos aconsejan el cambio del tipo cuando a raíz
de ese control el curso oficial no responde m:ís a los hechos. Manifiestan así que
"en cierto número de países las restricciones concernientes a los cambios parece-
rían ir en contra del objeto que persiguen: en efecto. toda vez que el curso oficial
del cambio se mantiene a un nivel m:ís elevado que el curso económicamente justi-
ficado. se da a los importadores una especie de prima a la importación mientras
una especie de derecho de expo11ación recae sobre los exixirtadores". Por tal rnzón.
consideran que un desplazamiento del tipo podría constituir un paso necesario an-
tes de abandonar el control de cambios.
No debe confundirse. sin embargo. esle desplazamiento. con el que ensayan en
la actualidad cierlos países agropecuarios (últimameme Nueva Zelandia): y en este
sentido expresa la Comisión (]Ue "deberían realizarse esfuetnls para evitar que los
Estados rivalicen enlrc ellos para oblener una ventaja temporaria en el comercio
exterior. depreciando el valor exterior de su moneda bajo el nivel necesario para
restablecer el equilibrio in1erior".

96
RAÚL PREBISCI l
8. POLITICA LJl3ERAL DE CRÉDITO
Pero no hasta que los países que abandonaron el patrón oro practiquen las me-
didas referidas. para que puedan volver satisfactoriamente a él. Es necesario tam-
bién que los países que lo han mantenido y que disponen de rese1vas metálicas su-
ficientes. adopten una conducta que propenda hacia aquel propósito. La Comisión
juzga necesario. en primer lugar, que esos países sigan una política de crédito libe-
ral -según ya lo hemos anotado en otro lugar- para lo cual conviene que los ban-
cos centrales practiquen en lo posible operaciones de compras de títulos y papeles
en el mercado abierto con el objeto de asegurar una oferta abundante de crédito ba-
rato. También deben esforzarse tales países para lograr la reducción del tipo de in-
terés en las operaciones a largo plazo. que está en zaga con respecto al vigente en
las operaciones a corto plazo; y dar la mayor libertad posible a la salida de capita-
les con el fin de facilitar las inversiones sanas en el exterior y cooperar eventual-
mente con los países que tratan de volver al patrón oro. Ello traerá. desde luego, la
necesidad de exportar metálico. En buena hora se realicen estas exportaciones.
pues ellas son indispensables para redistribuir el oro mundial con mayor eficacia.
No se olvide. empero. que si los países acreedores no transforman su régimen ele
tarifas. el metálico no tardarú en regresar a sus bancos centrales como ha sucedido
antetiormentc. confmme a la explicación que ya hemos dado. Conviene mientras
tanto -agregan los expertos- preparar la opinión pública. enseñándole que un
éxodo de oro en tales condiciones o debido a la repatriación de disponibilidades
que emigraron a otros países en tiempos de inestabilidad, es más bien un signo de
restablecimiento de la confomza que un síntoma de desequilibrio en el balance de
pagos.
9. EL BUEN FUNCIONAMIENTO DEL PA'm.Ói\\ ORO
Si bien se mira. estas sugestiones de la Comisión Prep:u-:1toria relativas al retor-
no al patrón oro. presentan un carácter más amplio. ya que son también necesarias
para su buen funcionamiento en el futuro. Para facilit:u- su aplicación así como la
de otras medidas tendientes al mismo propósito. los expertos reputan necesaria la
realización de "un acuerdo general relativo a las medidas que tienen por objeto ase-
gurm· un mejor funcionamiento del patrón oro. La conclusión de un acuerdo ele este
género. no sólo serú un factor susceptible de ejercer una influencia poderosa sobre
la opinión pública en numerosos países (por ejemplo. en el caso referido de expor-
taciones de metúlico) sino que también dará a cada país la seguridad de que. en tan-

LA CONFERENCIA ECONÓMICA Y LA CRISIS MUNDIAL
97
to siga una política monetaria y económica sana. podrá procurarse y mantener las
reservas necesarias".
Tan importante como un acuerdo de esta índole es el contacto estrecho y perma-
nente entre los bancos centrales "para permitirles -como expresa la Comisión-
que en la elaboración de su política tengan en cuenta a la vez consideraciones na-
cionales e internacionales". Aunque a cada banco debe dejarse la entera responsabi-
lidad de las medidas tomadas en su propio mercado, un sistema de consultas mu-
tuas y constantes facilitaría la coordinaciém de la política seguida en diversos
centros y podría dar mayor eficacia a la acción de uno de los bancos si ella contase
con el apoyo del exterior. "Con este fin se sugiere la mediación del Banco de Ajus-
tes Internacionales" que debiera estar en condiciones de desempeñar un papel de
más en más importante, no sólo al multiplicar los puntos de contacto, sino también
como instrumento de acción concertada entre los diversos bancos centrales.
Mucho puede esperarse de ese contacto permanente para la restauración y el fu-
turo del patrón oro. En cuanto a las otras medidas encaminadas hacia el mismo
propósito. la Comisión se adhiere a las recomendaciones del informe de la mayoría
de la Delegación del Oro de la Sociedad de las Naciones. Preconiza en esta forma
la conveniencia de reducir el mínimo de reserva metálica legal de los bancos cen-
trales y demás institutos de emisión de moneda. Actualmente la garantía legal
mínima oscila entre 33 y 40%. según los países, nivel al cual se han aproximado en
los últimos tiempos muchos de ellos, a raíz de las exportaciones de oro provocadas
por el desequilibrio del balance de pagos o la extracción de disponibilidades exte-
riores. Calcúlase que una rebaja prudente de esas proporciones dejaría libres unos
10 mil millones de dólares de metálico en el mundo. Esto permitiría a ciertos pa-
íses regulmizar sus pagos internacionales y disminuir la tensión de sus mercados
de cambio. Los países de grandes reservas metálicas. por otra parte, quedarían aun
en mejores condiciones para seguir la política liberal de crédito e inversiones exte-
riores a que ya nos referimos. En cambio. los países con reservas limitadas, según
lo advierte actualmente la Comisión. "no deberán utilizar una modificación de la
garantía legal mínima como razón justificativa para crear un volumen más elevado
de billetes y créditos pues en tal caso. el margen disponible desaparecería y no se
cumpliría el propósito de la reforma. a saber. el fortalecimiento de la situación del
banco central interesado".
Esta distinción entre los dos grupos de países no debe perderse jamás de vista.
ya que la política de expansión monetaria que se refiere al de fuertes reservas de
oro tendría consecuencias peligrosas si se aplicase al otro grupo. al de tenencias re-
lativamente débiles.
Cabe hacer notar aquí que la Delegación del Oro perseguía otro propósito más
vasto al abogar por la reducción de las garantías metálicas. Se sostiene que el oro

98
RA(JL PREBISCH
monetario del mundo ha resultado insuficiente para responder al crecimiento en el
volumen de los negocios. con tanta mayor razón cuanto que se ha acumulado exa-
geradamente en un pequeño número de países. Cinco de ellos poseen actualmente
el 80% de las reservas metálicas mundiales. Un desequilibrio de esta índole es lo
que habría desencadenado la baja en el nivel de precios internacionales. Esta teo-
ría. así como los hechos sobre los cuales se sustenta. es objeto de controversias so-
bre todo cuando se expresa en forma absoluta. No es éste el lugar de examinarla.
Bástenos decir que. de acuerdo con sus defensores. la disminución de la garantía
permitiría utilizm· el oro con mayor eficacia y disminuiría por lo tanto el riesgo de
una futura insuficiencia; es evidente. sin embargo. que si los factores que han con-
tribuido más seriamente a la mala distribución del oro no se remueven -según he-
mos señalado- por una modificación del régimen aduanero de las grandes nacio-
nes acreedoras. en primer lugar. y luego por una política favorable de las
inversiones sanas en el exterior. las consecuencias de las rebajas de la garantía se-
rían transitorias y tal vez agravarían aun mús el reparto defectuoso del metálico.
Cualquier país podría tomar aisladamente la medida de que venimos ocu-
pándonos. Pero si no fuera el objeto de una fórmula o acuerdo internacional. no se
correría el mismo riesgo de que sea el punto de pm·tida de un movimiento de des-
confianza en la moneda de dicho país. como de otro modo podría ocurrir.
Aparte de esta sugestión. fonnúlanse otras de menor alcance. provenientes tam-
bién de la Delegación del Oro. con el fin de economizar el metúlico. Una de ellas
aconseja a los países en que circulan billetes ele bajo valor o denominación. garan-
tidos como los otros billetes por oro. retirarlos de la circulación y sustituirlos por
moneda de vellón pai~1 la cual no se requiere garantía alguna. Tocio ello dentro de
los límites razonables indicados por la experiencia de cada país. Otra recomenda-
ción se refiere al patrón de cambio oro (gold-exchange standard). La forma en que
se ha abusado de este sistema en el período que precede a la crisis. le ha creado
enemigos implacables.
Una ele las fallas más importantes que se le atribuyen. es la de haber evitado
que se produjeran en los mercados monetarios. las consecuencias lógicas que de
otra manera habrían tenido las transferencias de fondos al exterior. Por ejemplo.
los capitales invertidos por los Estados Unidos en el extranjero. debieran nonnal-
mente haber dacio origen a una exportación de oro con los efectos morigeradores
sobre la estructura del crédito; pero ello ocurrió 1an sólo en parte. pues el oro. en
lugar de salir. era empleado por los países deudores en colocaciones a corto plazo
que venían a lormm· parte de sus reservas. moneiarias ele acuerdo con las prácticas
del patrón de cambio oro. Estas colocaciones. por otra parte. escapaban al control
de los bancos centrales del país en que se efectuaban. de suerte que dichos bancos
ignoraban su volumen y no podían tomar las precauciones necesm·ias para hacer

LA CONFERENCIA ECONÓMICA Y LA CRISIS MUNDIAL
99
frente a las consecuencias de un retiro súbito de los fondos así invertidos. A pesar
de dichas fallas. analizadas en el seno de la Comisión. ésta considera que el patrón
de cambio oro no debe ser abandonado. Sometido a ciertas normas dictadas por la
experiencia reciente y "si es objeto de un control adecuado. puede apresurar en nu-
merosos países el retornó a un patrón internacional: este sistema constituirá un ele-
mento esencial para ciertos an-eglos financieros de carácter pe1manente" en aque-
llos países que no disponen de un verdadero mercado monetario con la posibilidad
de realizar colocaciones de fácil e inmediata liquidación. La Comisión juzga que
ese control del patrón de cambio oro. podrá facilitarse si todas las operaciones se
realizan exclusivamente entre los bancos centrales o por intermedio del Banco de
Ajustes Internacionales. Queda en pie. sin embargo. un inconveniente que no pue-
de olvidarse después de lo que sucedió con la libra. esto es. el riesgo de una posible
depreciación de la moneda en la cual han invertido una parte apreciable de sus re-
servas los países que se rigen con el sistema del patrón de cambio oro. Mientras no
se encuentre una garantía adecuada para cubrir este riesgo. más de un país preferi-
rá. sin duda. no acudir a este sistema. no obstante las ventajas inmediatas que
ofrezca.
Hemos señalado rápidamente los principales puntos considerados en materia
monetaria por la Comisión Preparatoria. la que. corno se habrá visto. rehúyc dcli-
beradamcme toda idea que a pesar de su valor lógico pudiera perturbar el restable-
cimiento de la confianza. que es lo fundamental. Más que recomendaciones espe-
cíficas. los expertos han expresado puntos de vista generales. que probablemente,
serán discutidos con mayor dclención en las reuniones que los Bancos Centrales
tienen periódicamente en el Banco de Ajustes Internacionales. con el fin.de que los
gobiernos respectivos puedan llevar proposiciones concretas a la próxima Confo-
rencia Económica Internacional.
10. EL PROBLEMA DEL TRIGO
En términos generales. la Comisión considera que los mTCglos pm·a controlar la
producción deben ser del resorte exclusivo de los interesados. No significa ello
aprobar toda suerte de convenios. ni desconocer la intluencia pe11urbadora que mu-
chos de ellos han tenido al impedir la nípida liquidación de la crisis. Pero en ciertos
casos especiales como el del trigo. los expertos han creído conveniente someter el
problema a los gobiernos representados en la Conferencia. No sólo lo justifica la
imposibilidad en que se eneuenlran los productores para coordinar su actividad en
el terreno internacional. sino también la importancia primordial del trigo en la eco-
nomía del mundo. De acuerdo con la sugestión del Ministro de Agricultura Argen-

100
RAÜL PREBISCII
tino. este punto ha sido incluido en el programa de la Conferencia. la que deberá
pronunciarse sobre la conveniencia y practicabilidad de rest1ingir artificialmente.
durante cierto tiempo. la superficie sembrada de los principales países exportado-
res y de no aumentarla en los principales países importadores. No dejará de sor-
prender el hecho de que en una reunión de expertos -<le suyo poco propensos a
medidas de este linaje- la sugestión antedicha haya sido aceptada. Pero es tan se-
ria la situación del trigo. con un sobrante enorme cada vez mayor. y es tal la in-
fluencia de sus bajos precios actuales sobre los de otros granos y sobre la crisis
mundial. que se juzga que el estudio de una proposición tendiente a restablecer la
situación de los países agrarios. debe ser emprendida con toda seriedad. Las difi-
cultades prácticas son. en verdad. considerables: pero I:i idea parece hacer buen ca-
mino. Uno de los expertos no11eamcricanos nos ha manifestado que el próximo go-
bierno de los Estados. Unidos. pondrá seguramente en práctica un plan de
restricciones artificiales. En Canadá. ello constituye uno de los puntos del actual
movimiento agrm"io. El ambiente parece pues estm· preparado para llcv~u- este asun-
to a una discusión internacional. aún antes de la reunión de la Conferencia.
11. CONCLUSIÓN
Hemos tratado rápidamente los principales puntos considerados por los exper-
tos al redactar el programa de la Conferencia. No hay que atribuir a ello otro ca-
r:ícter que el de meras indicaciones para sac:u- la economía mundial de este fárrago
de males inauditos. Todo depende de la acción de los gobiernos. Y la acción de los
gobiernos tropieza con dificultades extraordinm·ias. estando supeditada frecuente-
mente a factores incontrolables.
En 1927 reunióse también bajo el patrocinio de la Sociedad de las Naciones
una conferencia económica mundial que. inquieta por el giro que tomaba la po-
lítica arancelaria en el mundo. recomendó enfáticamente la reducción de los dere-
chos y la tregua aduanera. Piadosas aspiraciones que los hechos defraudaron. Ini-
ciado con el aumento de los derechos aduaneros a los productos agrícolas. el
proteccionismo y las trabas comerciales extendiéronse a todo el Universo con la
amplitud y las consecuencias que todos conocemos.
Recordar esa experiencia no significa teñir de negro pesimismo las perspectivas
futuras. Es simplemente encuadrar el trabajo de los expertos dentro de los límites
correspondientes. Si estos problemas estuvieran regidos m:.ís por la lógica que por
los sentimientos. pasiones e intereses, cabría tomar las recomendaciones de aqué-
llos como la anticipación del camino que no tardará en seguirse. La realidad es muy
otra. Mas las circunstancias difieren hoy de lo que fueron en aquellos tiempos de

LA Cül'\\FERENCIA ECONÓMJCA Y LA CRISIS MUNDIAL
101
1927. Hoy se sabe hacia dónde han conducido las restricciones comerciales: se está
en presencia de una crisis honda que sacude toda Ja estructura social. El ambiente
p<u·a actuar ahora de un modo positivo es tal vez más propicio que lo fue entonces
para oponerse a un movimiento en extremo contagioso, que prometía la expansión
sistemática de la producción nacional. Pero en todo caso. si puede entreverse algu-
na perspectiva de reducción de los derechos aduaneros en general. ella es mínima
-casi nula- para los productos agrícolas. empeñados como están los grandes pa-
íses en sustentar a cualquier costo una política de propia suficiencia a la que, desde
luego, no son ajenas ciertas consideraciones de política internacional.

59
EL CONVENIO CON GRAN BRETAÑA*
Firmado esta mañana el convenio. creímos llegado el momento de alejarnos del
campo de operaciones para contemplar el panorama general. eludiendo detalles e
incidencias sobre los cuales hemos informado cotidianamente a nuestros lectores.
Recabamos la autorización del doctor Roca para conversar largamente con los ex-
pertos de la misión. quienes. a su vez. fueron autorizados por el jefe de la misión
argentina para explayarse con el corresponsal.
Ante todo conviene explicar la estructura general de este Tratado. o. como ha
sido designado oficialmente. "Convención Accesoria del Tratado de Paz y Amisiad
del año 1825". El cuerpo principal lo forman seis largos artículos. divididos en
párrafos. y un protocolo adicional explicativo. Esos m1ículos encierran disposicio-
nes sobre el régimen de las carnes argentinas en el Reino Unido. sobre el régimen
de los cambios argentinos para la remesa de fondos a Gran Bretaña. y una disposi-
ción especial relativa a una convención suplementaria que se finmu-á antes del lg
de agosto. y que versará sobre el tratamiento aduanero de productos argentinos en
Gran Bretaña y de productos británicos en la Argentina. Esta convención suple-
mentaria es la expresión de una de las primeras dificultades con que se tropezó du-
rante las negociaciones. Efectivamente. para formular sus compromisos en materia
de carnes y otros productos argentinos. Gran Bretaña solicitaba. además de las con-
cesiones conocidas en materia de cambio. una serie de rebajas inmediatas en los
aranceles argentinos con el fin de aproximm·se a los derechos vigentes en el año
1930. Desde luego. la delegación argentina no estaba en condiciones de entrar en
un estucho detallado y minucioso de estas rebajas. no sólo porque para ello era ne-
cesario disponer de impo11antes elementos de información relativos a la situación
* N. del Ed. Publicado en La Nación. Buenos Aires. ma11cs 2 de mayo de 1933. p<Íg. l. Su autor
es Prebisch. según su propia declaración: "Cuando se fomó el Tratado. un reprcsentmlle de La Nación
-Muiphy se llamaba- me pidió ayuda para que csc1ibiera una crónica y una explicación de lo c¡ue
era el Tratado. Y yo empecé a escribir por Ja noche. y mientras en La Nación ya se traducía el linotipo.
yo todavía seguía escribiendo.Salió una página entera <le La P.lación de Buenos Aires, al día siguiente
de la forna del Tratado".

EL CONVENIO CON GRAN BRETAÑA
103
de las industrias nacionales. sino también por la misma situación fiscal. que. como
se sabe. podría verse comprometida por una reducción exagerada de derechos
aduaneros. Por tales razones. la misión. si bien expresó en todo momento la buena
disposición del gobierno argentino para rebajar sus tarifas. según se puso de mani-
fiesto por la supresión gradual del derecho adicional del diez por ciento. manifestó
la conveniencia de postergar la consideración de este asunto, haciéndolo objeto de
dicha convención suplememaria.
En las disposiciones del Tratado relativas a esta futura convención suplementa-
ria ambos países se comprometen. pues. a considerar en el próximo trimestre el
problema en la siguiente forma: por un lado. Gran Bretaña se compromete en pri-
mer lugar a no establecer derechos aduaneros. o no aumentar los existentes. sobre
los siguientes productos capitales de imJX>rtación de la Argentina: todas las carnes.
tocino. jamones. trigo. lino. maíz y extracto de quebracho: segundo. se comprome-
te a no establecer limitaciones cuantitativas sobre las importaciones de trigo. maíz.
lino. afrecho. afrechillo. rebacillo. "premier jus". cerda. tripas y extracto de quebra-
cho: en tercer lugar se compromete a otorgm· un tratamiento justo y equitativo a las
importaciones procedentes de la Argentina en el caso de otros productos de menor
importancia. con respecto a los cuales Gran Bretaña se viera obligada a establecer
las regulaciones cuantitativas establecidas recientemente por la Agricultural Mar-
ketinc Act (ley de distribución y venta de productos agrícolas). A su vez. la Argen-
tina declara su propósito de mantener libre de derechos los at1ículos de proceden-
cia británica que actualmente se encuentran en esta situación y efectuar rebajas
aduaneras sobre un cie110 número de artículos en que prevalecen las importaciones
británicas. aproximándose todo lo posible a la tarifa de 1930 "en la medida en que
lo permiten la situación fiscal y el estado de las industrias nacionales". según dice
textualmente el convenio.
La convención suplementaria será. pues, un instrumento de concesiones arance-
larias recíprocas entre ambos países. que seguramente entrará en vigor después del
1 º de agosto. pues los negociadores han dado ya los pasos necesarios pai·a encami-
nar la tarea por buena senda. Mientras tanto. las dos naciones se han comprometi-
do, por la convención firmada hoy. a una tregua arancelaria. durante la cual no po-
drán ser elevados los derechos que recaen en uno y otro país sobre artículos que
constituyen el objeto de la convención suplementaria. Este compromiso de tregua
arancelaria adquiere singular actualidad e importancia en estos momentos cuando
míster Roosevelt preconiza la concertación de una tregua arancelru'ia mundial en la
próxima conferencia económica de Londres. Gran Bretaña y la Argentina han
dado. pues, el primer paso.
He creído conveniente hacer una breve reseña acerca de la convención suple-
mentaria porque. a nuestro juicio. constituye una parte muy importante de estas ne-

104
RAÚi. PREll!SCH
gociaciones. aun cuando ellas no hayan tenido tanta notoriedad como las discusio-
nes y alternativas sobre las cm·ncs y los cambios. tal vez debido a que estos últimos
asuntos constituyeron los puntos más espinosos ele tocia la laboriosa gestión que
hoy toca a su término. En síntesis. si bien es cierto que sin el conocimiento de la
convención suplementaria no es posible tener una adecuada perspectiva del Trata-
do. el nudo principal radica en el problema de las carnes y en el de los cambios.
El problema de las carnes constituye un caso característico de las circunstancias
que atraviesa la vida económica de Gran Bretaña. Por un lado. los productores
agrarios británicos no sólo desean intervenir en una proporción creciente en el
abastecimiento del consumo nacional. sino que. además. aspiran a ponerse a cu-
bierto de una baja desastrosa en los precios internacionales. Con este propósito re-
claman y obtienen derechos aduaneros y medidas restrictivas sobre las importacio-
nes. que no por llevm· el nombre nuevo ele regulaciones cuantitativas. dejan de ser
en el fondo simples cuotas contingentes. por el estilo de las que se han propalado
con alarmante mpidez en el continente europeo. devorado por la fiebre de abaste-
cerse a sí mismo.
Por otro lado, los acuerdos ele Oltawa comprometen a Gran Bretaña a permitir
la expansión de las importaciones ele carnes ele los dominios. Pero no es posible,
como bien se comprende. acrecentar al mismo tiempo la producción local de cm·-
nes de Gran Bretaña y estimular las importaciones de los dominios sin perjudicar a
un tercero. Este tercero es. precisamente. la Argentina. sohre cuya producción de
carnes habrían de recaer en lo futuro las consecuencias de la doble política ele pro-
tección interna y de preferencias imperiales. Apm1e de todo esto, no debe olvidarse
en ningún momento que las tmifas de GGm Betaña constituyen un ¡mna poderosa
en la lucha arancelaria con los otros países.
Hace pocos días un editorial de The Times recordaba la situación en que se en-
contraba Gran Bretaña antes del cambio de su política aduanera. Mientras todos los
países erigían barreras aduaneras que perjudicaban seriamente a las manufacturas
británicas. haciéndoles perder el terreno que habían ganado después de muchas dé-
cadas de tenaz esfuerzo. Gran Bretaña permanecía fiel a su sistema de libre cam-
bio. pero practicando un libre cambio unilateral. 'J'he Times ha recordado esta situa-
ción. explicando cómo ahora Gran Bretaña. con sus aranceles. se encuentra en
condiciones de ofrecer a otros países. a cambio de ventajas similares. concesiones
aduaneras que antes no podía efectuar. sencillamente porque carecía de una tarifa.
Tenga o no valor este argumento, no puede negarse que Gran Bretaña está dispues-
ta a utilizar su arancel en las neg(x.:iaciones económicas internacionales. Así lo ha
demostrado en sus recientes tratados con Alemania y Dinamarca y ahora con la Ar-
gentina.
No es necesario forzm· la imaginación p1m1 comprender lo que estas tendencias

EL CONVENIO CON GRAN BRETAÑA
105
proteccionistas y preferencias imperiales. vigo1izadas por una mayoría parlamenta-
ria activa y resuelta. podrían significar para el porvenir de la producción argentina
en los mercados de Gran Bretaña. Desde los primeros contactos con los británicos,
la misión argentina se dio cuenta cabal de ello. La interrogante era cuál sería enton-
ces la actitud del doctor Roca. He aquí planteado inmediatamente el problema. Pre-
tender remontar la corriente hubiese sido vano y peligroso; más bien se trataba de
amenguar su fuerza y ponerle obstáculos. que de empeñarse en construir un dique
para proteger. en lo JXJsible. los intereses de nuestra producción. Hacía ello se en-
camimu·on. por lo tanto. los esfuerzos de la misión. que. tras tantas alternativas de
una sucesión. casi diríamos. cotidiana de esperanzas y desengaños. acaban de tra-
ducirse en el Tmtado que tiene hoy su primer día de vida.
Veamos ahora cómo se ha logrado el propósito que se buscaba. Uno de los pri-
meros artículos sustantivos del convenio declara que el gobierno británico. recono-
ciendo la importancia de la industria de las cru·nes para la vida económica argenti-
na, se compromete a no restringir las importaciones de carne "chilled" argentina a
una cantidad menor de 390.000 toneladas por año básico, ele conformidad con los
convenios de Ottawa. Pero si fuera necesario reducir dichas importaciones para
conseguir precios más remunerativos. el gobierno británico se reserva el derecho
de hacerlo. previa consulta con el gobierno argentino y luego de haber cambiado
con él info1maciones pertinentes. Tal reducción se hru·ía también proporcionalmen-
te en las cantidades enviadas por todos los demás países productores.
Naturalmente. cabe preguntar si el claro dejado en el mercado por esta reduc-
ción de "chilled" podría ser llenado por un aumento de las importaciones de otras
carnes. El mismo artículo prevé el caso y consigna el compromiso formal del go-
bierno británico en el sentido de no permitir que los efectos de la restricción de las
importaciones ele "chilled" sobre los precios sean neutralizados por las mayores im-
portaciones de otras carnes. Pero el punto más interesante a este respecto,, y sobre
el cual conviene retlexionar. es el siguiente: si debido a la situación de Jos precios
fuera necesario contraer la oferta y restringir las importaciones de "chilled" en más
del diez por ciento, la reducción adicional no sólo se aplicaría sobre el "chilled".
sino que se extendería a todas las clases de carnes refrigeradas de todas las proce-
dencias. y se efectuaría un acuerdo en la misma proporción, aplicando el mismo
coeficiente de reducción tanto a los dominios como a la Argentina y a los otros pa-
íses productores. Huelga decir que costó mucho trabajo y sinsabores a la misión ar-
gentina conseguir este tratamiento igualitario. a pesar del espíritu de los acuerdos
de Oltawa. Y no se trata únicamente de esto. Es sabido que, de confo1mídad con
los tratados de Ottawa. Gran Bretaña está obligada a convenir previamente con sus
dominios la reducción de la importación de las carnes. De manera que si es necesa-
ria la voluntad de ambas partes. tendrán que mediar razones muy poderosas pru-a

106
RALIL PREBISCH
que los dominios consientan cualquier corte en sus importaciones. pues justamente
buscan lo contrario. Y como para imponer este corte al "chillcd" :.U"gentino Gran
Bretaña se compromete por el convenio a realizar idéntica reducción a la came
congelada vacuna y ovina de dichos dominios. resultaría al fin de cuentas que éstos
serán. sin quererlo. nuestros mejores defensores. llegado el caso. La situación es
paradoja! y sólo se explica como uno de los diversos rodeos que fue indispensable
hacer cuando el asunto no podía ser atacado de frente.
Esta es. pues. una válvula de seguridad. porque la importación de "chilled". sal-
vo casos excepcionales -tan excepcionales que los dominios puedan consentir
una reducción equivalente sobre sí mismos-. no será restringida en más del 10%
con respecto a esas 390.000 toneladas del año básico. Aparte de esa válvula. se ha
buscado el juego de otras fuerzas que puedan oponerse eficazmente a la reducción
de carnes y otros productos argentinos. Consiste en una fórmula sencilla en apa-
riencia. a la cual los negociadores llegaron después de varias semanas de infructuo-
sas discusiones: la fónnula sobre el cambio. De acuerdo con ella. el gobierno ~U"­
gentino dcstinatá para la transferencia de fondos de nuestro país a Gran Bretaña
todas las libras esterlinas provenientes de la venta de productos argentinos en el
mercado británico. previa deducción de la cantidad necesaria para realizar el pago
de los servicios de la deuda pública argentina en manos de acreedores británicos y
los 40 millones de pesos necesarios para efectuar idénticos pagos en otros países
extranjeros. Resumiendo. la fórmula es la siguiente: cuanto mayor sea el valor de
compra de los productos argentinos por Gran Bretaña. tanto mayor será la cantidad
de cambios en libras esterlinas que la Comisión de Control de Cambios pondrá a
disposición de los importadores ele productos británicos. compañías ferroviarias y
demás inversiones de capital británico en la Argentina. Del mismo modo. cualquier
disminución en las compras británicas de nuestras carnes y granos se traducirá in-
mediatamente. por juego espontáneo de esta fórmula. en una disminución equiva-
lente del cambio disponible para los británicos. En este último caso quedm·án. clMo
está. perjudicados los exportadores británicos. las manufacturas. los accionistas y
poseedores de "clebentures" ferroviarias y demás intereses británicos vinculados a
la Argentina. Por lo tanto. se ha llegado en esta materia a vinculm· en fonna directa
y con evidentes ventajas recíprocas los intereses de nuestra producción. el interés
de los industriales británicos y los organismos financieros de la City. a los cuales
tanto habían afectado hasta ahora las dificultades existentes en la Argentina pMa la
transferencia de fondos al exterior. Además de la gran conveniencia de esta
fórmula para mantener y acrecentar eventualmente el volumen del tráfico comer-
cial entre ambos mercados cuando mejore la situación económica general. ella re-
presenta la solución más simple que podía darse desde el punto de vista financiero.
al delicado problema de los cambios. que. como lo hemos informado opo11unamen-

EL CONVENIO CON GRAN BRETAÑA
107
te. puso más de una vez en serio peligro el curso de las negociaciones. Recorde-
mos. en efecto. que el Ministro de Comercio de Gran Bretaña solicitaba. y hacía de
ello punto capital. que la Argentina se comprometiese a acordar todo el cambio ne-
cesario para satisfacer las remesas corrientes de fondos de los diversos intereses
británicos radicados en la Argentina y de los importadores de mercade1ias bti-
tánicas. Por supuesto. la misión no podía aceptar compromiso semejante. que po-
dría haber resultado de muy difícil cumplimiento si el volumen de las exportacio-
nes produjese una menor cantidad del cambio disponible, que se espera que este
año será. aproximadamente. de 1.000.000.000 de pesos papel.
En cambio. la fórmula finalmente aceptada por los británicos descarta absoluta-
mente un compromiso de esa índole. Simplemente se pone a disposición de Gran
Bretaña cambio por sus compras en la Argentina. Si ese cambio resulta suficiente
para atender todas las remesas británicas. tanto mejor. Si no fuera así. no gravitará
ninguna responsabilidad o compromiso sobre el gobierno argentino.
Esto constituye sólo un aspecto del problema. es decir el criterio con que se
procederá en lo sucesivo respecto a las remesas corrientes de fondos a Gran Breta-
ña. No menos importante es otro aspecto que concierne a las grandes cantidades de
dinero bloqueado en la Argentina por no haberse logrado la cantidad de cambio su-
ficiente pm·a efectum· las correspondientes remesas. Pm·a descongelar ---como tam-
bién se dice aquí- ese dinero. los negociadores llegaron a ponerse de acuerdo res-
pecto a un plan de emisión de bonos. sobre cuyas líneas generales hemos
informado oportunamente: emisión a la pm·. 4 por ciento de interés y veinte años
de duración. de los cuales los cinco primeros sin amortización. para no rec~u-gm· ni
las finanzas ni la balanza de pagos m·gentinas en estos momentos de depresión. Es-
tos títulos serán entregados a los tenedores de dinero bloqueado en la Argentina.
los cuales. a su vez, traspasarán ese dinero al Tesoro argentino, y. según el pro-
pósito existente, ese dinero ser:í destinado a la amortización de la deuda flotante.
En todas sus condiciones esta operación ha sido precisada en el Tratado. excepto lo
concerniente al tipo de conversión de los pesos bloqueados con relación a la libra
esterlina. A pesar de la insistente demanda británica, este punto no ha sido fijado.
pues. según entendemos, la misión no juzgó conveniente contraer compromiso al-
guno en circunstancias como las presentes. de tanta incertidumbre en los mercados
monetarios mundiales.
Entendemos que estos y otros puntos de detalle serán tratados próximamente
entre el perito financiero doctor Prehisch, que se quedará en Londres hasta el
sábado próximo para encontrarse luego con el doctor Roca en Lisboa. y una comi-
sión de representantes de los poseedores del dinero bloqueado. A propósito de esta
prolongación de las negociaciones financieras, hemos iniciado una amplia investi-
gación entre los banqueros y peritos de la City vinculados al tráfico anglo-

108
RAÚL PREBISCH
argentino, investigación cuyos resultados comunicaremos en breve. Se h::m exten-
dido quizá demasiado estos comentarios sobre el convenio recién firmado. Más
que preocupamos de su contenido detallado. que se conocerá pronto en Buenos Ai-
res por haber sido transmitido ya completamente por la misión al Ministerio de Re-
laciones Exteriores. nos hemos preocupado de conocer su significado. de estudiar
su enlazamiento y el sentido íntimo de sus cláusulas, a fin de ofrecer a los lectores
la oportunidad de contemplar con amplia perspectiva el resultado de estas negocia-
ciones a que la misión argentina presidida por el doctor Roca ha consagrado un tri-
mestre continuo de tenaz esfuerzo.

60
EL MERCADO BRITANICO DE CARNES*
1. EL CONSUMO. LA PRODUCCIÓN INTERNA Y LAS IMPORTACIONES
El consumo de carnes en Gran Bretai'la es tan elevado. que la considerable pro-
ducción interna no alcanzó en los últimos tiempos a cubrir la mitad de las necesida-
des. En el año comercial 1931-32 ascendió a 2.534.120 toneladas de carne vacuna.
ovina y porcina, de las cuales 1.014.376 toneladas fueron proveídas por la produc-
ción interna y 1.519.744 toneladas por la importación.
Esta última cifra da idea del interés que reviste pan1 los países exportadores de
carne el mercado de Gran Bretaña, sobre todo cuando se considera que es el único
comprador en gran escala de este producto. Y explica la singular importancia de un
estudio a su respecto que, después de referirse a las tendencias de los últimos años,
analice las restricciones creadas a la importación a raíz de los acuerdos de Ottawa.
En lo referente a la Argentina. esas limitaciones han motivado. como se recordará,
negociaciones bilaterales realizadas recientemente en Londres.
2. LAS OSCILACIONES ESTACIONALES EN LOS PRECIOS
A partir de 1930. las carnes acompañan a los demás productos alimenticios en
el descenso de los precios a que nos hemos referido en más de· una oportunidad.
Esta declinación se opera, como puede verse en los gráficos siguientes. a través de
las oscilaciones estacionales características.
N. del Ed.: Publicado en Re1•ista Eco11ómim. Buenos Aires, mayo-junio de 1933. vol. 6. N2 4.
págs. 57-66. Sobre la redacción de la Re1·i.,ta Eco11ómicll. véase la Nota del Editor al capítulo 43 del
lomo I de esta obr.\\. Sobre el lema ~sludiado en este capítulo, véanse los capítulos 27, 28. 40 y 46 del
tomo l.

110
RA(JL PREBISCH
Consumo de carne vacuna, ovina y porcina en Gran Bretaña
Años
Carne vacuna
Carne 11\\'ina
(junio-
Importación
Produc.
lmport.
Produc.
interna
Total
interna
Total
mayo)
Chilled Congel.
(1)
(congel.l
(1)
En toneladas
1927-1928 494.669 141.778 544.601
1.181.048
276.282
249.073
525.355
1928-1929 485.566 130.025 551.714 1.168.308
287.578
231.659
519.237
1929-1930 464.630 124.532 548.089 1.137.251
313.483
220.482
533.965
1930-1931 464.543 129.857 510.625 1.105.025
333.779
195.070
528.849
1931-1932 456.853 127.283 491.500 l.075.630
351.492
229.718
581.210
Años
Carne porcina
Consumo total
Cjunio-
lmport.
Produc. 1
Produc. 1
mayo)
Import. 1
(tocino)
interna
Total
interna
Total
1 (1)
(1)
E11 toneladas
1927-1928
453.596
281.122
734.718
1.366.327
1.074.796
2.441.121
1928-1929
431.367
315.635
747.002
1.335.536
1.099.008
2.434.544
1929-1930
423.387
247.103
670.490
l.326.032
1.015.674
2.341.706
1930-1931
513.605
245.474
759.079
1.441.784
951.169
2.392.953
1931-1932
584.116
293.158
877.274
1.519.744
1.014.376
2.534.120
(ll
Pura los años 1929-1930 a 1931-1932 en la carne vacuna y 1927-1928, 1930-1931y1931-
1932 en la carne ovina y porcina. las cifras han sidll calculadas sobre la base de la producción en Ingla-
terra y Gales, según datos publicados por el Minislerill de Agricultura de Gmn Bretaña. A dichas cifras,
se les ha aplicado las proporciones que correspondieron a esos dos países durante los años para los cua-
les se dispone de los guarismos oficiales e.le la producción tolal en Gmn Brclaña. a saber: 80% en carne
vacuna. 71 % en ovina y 95% en porcina.
En la came vacuna, es dable señalar diferencias apreciables en el precio de los
distintos tipos. La carne fresca mantiene un nivel muy superior a las demás. pero
obse1va en las fluctuaciones estacionales una marcada correlación con los cuartos
traseros del chilled argentino. que parece ser el sustituto preferido del producto na-
tivo. De ahí que en la primavera, cuando los precios de esa clase de chilled argenti-
no se elevan debido a la contracción de los embarques. aumenten también los de la
carne fresca. representados por la línea superior del primero de los gráficos que
preceden.

EL MERCADO BRITÁNICO DE CARNES
111
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Nota: La línea superior se refiere a la came vacuna nativa: las dos líneas gruesas. al chilled argenfr
no. y las dos más delgadas. a la came congelada australiana.

112
RAÚL PREBISCH
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lled de la Argentina. corridas un mes (datos del Contralor del Comercio de Carnes) el 52% de las impor-
taciones de chilled en Gran Bretai\\a procedentes de otros países. Los precios son promedios ponderados
de las cotizaciones en Smithficld de los cuartos traseros chilled argentinos y uruguayos. Amhas cmvas
representan promedios móviles de tres meses.

EJ. MERCADO BRJTANTCO DE CARNES
113
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Nota: Las imponadoncs se calcularon summ1do a las cxpo1tadoncs de cuartos dcla111cros chillcd
de la Argentina conidas un mes (datos del Contralor del Comercio de Carnes). el 48% del chilled pro-
cedente de otros países y la imponación total de came vacuna congelada. Los precios son promedios
ponderados de las <.-otizaciones en Smithfíeld de cuanos delanteros chilled argentinos y uruguayos Y de
los cuartos traseros y delanteros de carne congelada australiana. Ambas curvas representan promedios
móviles de tres meses.

114
RAÚL PRElllSCH
A juzgar por el andamiento de los precios. los cuartos delanteros chilled están
equiparados a la cm-r1e congelada. Tanto el nivel de sus cotizaciones. como la épo-
ca de sus máximos y mínimos. coinciden en forma notoria con los de esta última y
difieren sustancialmente de aquellas dos categorías de cames que hemos citado
más arriba.
He ahí por qué al cotejar sus precios con las importaciones. se ha creído proce-
dente incluirlos en el gráfico relativo a la carne congelada. En este caso. como en
el anterior. la correlación inversa entre precios y cantidades importadas es eviden-
te. El descenso estacional de los primeros. provocado por los mayores embarques
que se reciben en el verano. está acentuado por la competencia que le ofrecen en
esta época del año las verduras y otros alimentos propios de la estación.
Es fácil comprobar que en aquellos períodos donde la relación inversa entre la
curva de las cotizaciones y la de importaciones no es tan evidente. han influido las
variaciones en los precios de otras carnes. afectados. a su vez. por la oferta respec-
tiva. La vinculación entre las diversas categorías es un hecho que no puede dejar
de señalarse.
Los precios de la carne ovina importada presentan tendencias muy similares a
las establecidas recién con respecto a la vacuna congelada. El período de descenso
de las cotizaciones es el mismo y lo es también el de mayores importaciones. El
gráfico precedente muestra con toda claridad cómo un alza en las cotizaciones co-
rresponde a una disminución de los embarques y viceversa.
A estas variaciones estacionales en los precios no escapa. por otra parte. ningu-
na de las categorías ovinas importadas. Para simplificar en lo posible la presenta-
ción de las curvas correspondientes. se han separado los capones de los corderos.
Y como en unos y otros las cotizaciones son casi idénticas para el producto argenti-
no y el australiano. se ha eliminado asimismo este último de la comparación. En el
caso del ovino neozelandés la diferencia consiste sólo en los precios algo superio-
res que obtiene.
Las cotizaciones de los capones producidos en Gran Bretaña. representadas en
las dos curvas superiores del primero de los gráficos que se analizan, no parecen,
en cambio, estar vinculadas a la marcha de las importaciones, sino a las oscilacio-
nes de la producción resultantes de las estaciones en Gran Bretaña. Además, su
precio elevado convierte al capón nativo en un producto que no está en competen-
cia directa con la de origen extranjero. Su simpatía con la carne vacuna fresca haría
presumir, en cambio. una relación más estrecha con este último producto.
En los corderos criados en el Reino Unido se notan marcadas vmiaciones du-
rante el año. En la primavera. cuando los animales son más tiernos. los precios su-
ben con vigor para descender de nivel a medida que avanza la estación y desmejora
la calidad.

EL. MERCADO HRITÁJ\\1CO DE CARJl.'ES
115
Importaciones y precios de la carne ovina congelada
Miles de toneladas
Escala logarlmica
35
25
15
1929
19!>
'1931
1932
1933
Nota: Los precios son promedios ponderados de las coti1.aciones en Smithfield de los capones y cor-
deros de Nueva Zelandia y la Argentina. Ambas cuivas representan promedios móviles de rres meses.

......
Precios de la carne ovina (capones) en el mercado de Smithtield
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Peniques por kg.
25
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Carne escocesa
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1931
1932
1933

EL MERCADO BRITÁNICO DE CARNES
117
Precios de la carne ovina (corderos) en el mercado de Smithtield
Peniques por kg.
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40
35
35
30
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15
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Congelada argentina /
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10
1929
1930
1931
1932
1933

Precios de la carne porcina en el mercado de Smithfield
y del tocino en Londres
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Peniques por kg.
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1929
1Ql
1931
1932
1933

EL MERCADO BRITÁNICO DE CARNES
119
En punto a la carne porcina. se observa. conlrariamente a lo señalado en las
otras. que la producción interna y el tocino importado (del cual Dinamarca es el
principal proveedor) alcanzan precios similares. En algunos momentos. sin embar-
go. suelen diferir bastante. sobre todo a causa de la inlluencia que tiene sobre las
cotizaciones de la carne porcina nativa. la restricción que se opera en la demanda
durante el verano.
3. TENDENCIA DE LAS COTIZACIONES EN LOS ÚLTIMOS AÑOS
Explicadas así brevemente las variaciones estacionales que sólo interesan a la
técnica del mercado. conviene descartarlas para apreciar mejor la oscilación cíclica
de los precios·1
Desde 1930. según ya se ha expresado. las cotizaciones han sufrido una brusca
caída. La menor intensidad corresponde a las carnes vacunas de producción nacio-
nal. El descenso resulta ligeramente mayor en los cuartos traseros chilled y se
acentúa en las clases vacunas de inferior calidad: congelada y cuartos delanteros
chilled. Pero es más fuerte aún en l:ls diversas categorías de ovinos congelados
que. a su vez. muestran reducciones menores que los corderos y capones de pro-
ducción naciom1l, en los cuales la marcada disminución que se observa durante el
período junio de 1931 a mayo de 1932. coincide con un considerable aumento de
la producción interna. Por último. la caída adquiere proporciones inusitadas tanto
en los porcinos de origen interno como en el tocino importado.
4. LAS ALrnRACIONES EN LAS DIVERSAS CLASES DE CARNES
Veamos ahora cómo pueden relacionarse esas me1mas en los pi·ecios. con las
modificaciones que ha experimentado el consumo de carnes en Gran Bretaña. de
acuerdo con las cifras presentadas en el cuadro de la página l l O.
Conviene dejar expresado desde ya que al hablar de alteraciones del consumo
en cualquier sentido y vincularlas con los precios. no pretendemos en ningún caso
Los precios utili~;ulos para confeccionar los gráficos de este estudio son los del mercado de
Smithfidd o de Londres. publicados por el Ministerio de Agriculturn de Gran Bretaña. Estos pueden
considerarse representativos para el conjunto de la Gmn Bretaña. ya ¡¡ue los correspondientes a otros
mercados. como Binningham. Leeds y Manchestcr. si bien ligeramente m:ís bajos en algunos tipos de
can1e. acusan las 1nls111as oscilaciones.
Adem:ís. las series elegidas son. en cada caso. representativas para las carnes de todas las prtK-cden-
cias. Si se ha elimitUlllO la came de uno u olro país es porque sus precios seíialan temlencias completa-
menlc ruuílogas a las de las series utilizadas.

120
RAÚL PREBISCll
establecer relaciones de causa a efecto. Las cifras de este artículo son insuficientes
para conclusiones de esa índole y. por orra parte. la complejidad de estos proble-
mas es mucho mayor de la que suele asignárseles.
Queda entendido. por lo tanto. que lomamos como consumo un hecho visible
(la cantidad absorbida por el mercado en un momento dado) y que al referirnos a
sus aumentos o disminuciones no l¡uercmos expresar que los hayan provocado va-
riaciones de la demanda. Bien pueden ser motivados por alteraciones de la oferta.
Para tener una idea más definida de esta última. hemos de hacer en un número
próximo un comentario con respecto a los diversos mercados exportadores.
Por ahora. cabe puntualizm· que el consumo de carnes ha mermado únicamente
en aquellas clases cuyos precios han bajado menos y que. como se recordm·á. eran
las vacunas. Entre éstas. asimismo. la caída más importante en el consumo entre
1927-1928 y 1931-1932 ccmesponde a la c:mlc de producción interna. con 53.101
toneladas (9.8%). siguiendo las enfriadas con 37.816 toneladas (7.6%) y las conge-
ladas con 14.495 IOneladas (10%).
En las carnes ovinas. donde el descenso de precios ha sido mayor. el consumo
en lugar de contraerse ha subido en 55.855 toneladas (1 J % ) y lo mismo acontece
en los porcinos con 142.556 toneladas ( 19% ).
Como estos aumentos en las carnes ovina y porcina compensan con creces la
merma acaecida en la vacuna. el consumo total señala un incremento de 92.999 to-
neladas. que sería de presumir se haya operado a expensas de otros pr<xluctos ali-
menticios. Es de hacer nol:u-. sin embargo. que en la manteca. las aves y otros ar-
tículos importantes. también ha aumentado. La abundante producción de materias
alimenticias que cru·acteriza el actual período de depresión. ha de haber dificultado.
por cierto. aquella sustitución de otros productos por carne y ha contribuido. sin
duda. a acelerar el descenso de las cotizaciones de esta última.
Pero. sea de ello lo que fuere. el aumento aludido en el consumo total de cm·nes
proviene exclusivamente de los mayores embarques de los Dominios y de Dina-
mm-ca. No ha repercutido. por consiguiente. en provecho de los ganaderos bri-
tánicos. Por el contrario. la faena de c:m1e nativa en 1931-1932. compm·ada tam-
bién con el año J 927-1928. descendió en 60.420 toneladas. ya que a la disminución
apuntada de 53.101 toneladas en los vacunos nativos. se agrega otra de 19.355 to-
neladas en los ovinos. que sólo se anula en parle con el incremento de 12.036 tone-
ladas en los porcinos.
Unase a ello la caída de los precios y se tendrá idea de las razones que provoca-
ron el hondo malestar que se extendió entre los productores de Gran Bretaña y me-
reció una corrienre de opinión en favor de la defensa de sus intereses.

EL MERCADO BRITÁNICO DE CARNES
121
5. Los ACUERDOS DE OTr A WA y LA PROTECCIÓN A LA GANADERÍA BRITÁNICA
Las deliberaciones de Ottawa y los acuerdos que fueron su consecuencia. son el
reflejo de Ja solución de amparo que se acordó a la industria nacional.
El objeto primordial de las cláusulas establecidas en el Anexo H del convenio
con Australia fue. precisamente. el de asegurar un mayor desarrollo de la produc-
ción británica. gracias a un aumento de precios que se provocaría mediante una re-
gulación de las importaciones procedentes de los países no incluidos en la Comuni-
dad Británica de Naciones.
He aquí el texto íntegro de la planilla H:
1. El nivel actual de los precios al por mayor de la carne congelada, ha producido una gra-
ve depresión de las industrias ganaderas del Reino Unido y sus Dominios que. de continuar,
podría acarrear una reducción en la producción, perjudicando en definitiva al consumidor.
2. Esta situación es tan grave. que resulta imprescindible tomar toda medida que se juz-
gue oportuna para elevar los precios al por mayor de la carne congelada en el mercado bri-
tánico, hasta alcanzar un nivel que contribuya a alentar una producc.:ión eficiente.
3. Con el objeto de mejorar la situación lo antes posible. el Gobierno Británico organiza-
rá durante la vigencia del convenio. la regulación de las importaciones de carnes en el Reino
Unido. En vista de la influencia que ejercen las distintas carnes en la dctenninación del pre-
cio, será aplicada a todas aquellas que se mencionan en el inciso 5.
4. La política del Gobierno Británico con respecto a la producción de carnes tenderá, en pri-
mer término. a asegurar un mayor desarrollo ele la producción interna y, en segundo término, a
procurar a los Dominios una participación creciente en las importaciones del Reino Unido.
5. A fin de cooperar con el Gobierno Británico en la realización de esta política. el Go-
bierno Australiano se compromete a limitar sus exportaciones de carne ovina congelada des-
tinadas a Gran Bretaña, durante el año 1933, a una cantidad equivalente al total importado
de Australia durante los doce meses anteriores al 30 de junio de 1932. y en consideración a
que el Gobierno Británico:
a) Atenderá a la regulación de las importaciones ele acuerdo a un programa (que se deno-
minará el "programa convenido") entre el Gobierno Rrit•ínico y el Gobierno Australiano, que
incluirá la carne ovina congelada y la vacuna enfriada y congelada.
b) Atenclení lo más pronto posible, después de haber recibido el informe de la Comisión
sobre la reorganización de la industria porcina del Reino Unido, a la regulación cuantitativa
de la oferta de tocino y jamones en el mercado británico.
c) Se compromete a no crear restricciones a las importaciones de carne aus1raliana du-
rante el período citado en el programa convenido a que se hace referencia en el inciso 5 (a)
de esta planilla.
6. Durante el año 1933 y basándose en la experiencia adquirida, el Gobierno Británico
considerará. en consulta con el Gobierno Australiano. los medios más adecuados para asegu-
rar un alza en los precios y una mejor distribución de la oferta.
7. Si de la consulta mencionada no surge un acuerdo de política permanente. el Gobier-
no Británico se compromete. después de terminado el período susodicho y durante la vigen-
cia del trntado de Ottawa:
a) A atender a la continuidad de las regulaciones sobre la importación de carnes cxtnm-

122
RAÚL PREBISCH
jeras en la proporción vigente al fitrnlizar el período que se cita en el programa convenido.
siempre que no se llegue a un acuerdo distinto entre los Gobiernos en cuestión.
b) A tomar en cuenta la política estipulada en el párrafo 4 de esta planilla. cuando adop-
te cualquier medida para salvaguardar los intereses agrarios del Reino Unido.
8. Si el Gobierno Británico. después de haberse llevado a cabo una investigación. consi-
dera en cualquier momento que. a raíz de las restricciones a la importación de productos ex-
tranjeros. la oferta de carnes de cualquier clase es insuficiente para atender a las necesidades
de los consumidores, podrá remover dichas restricciones. hasta que la oferta alcance un ni-
vel adecuado.
El programa con venido en el párrajl> 5 (a) de la Declaración del Gobienw Británico
Cuadro demostrativo de las cantidades máximas de carne extranjera que podrá impor-
tarse durante cada trimestre del período comprendido entre el primero de enero de 1933 y el
30 de junio de 1934. expresadas en porcientos de las camidades importadas en los trimestres
correspondientes al año terminado el 30 de junio de l 932.
1933
l934
Julio
Oct.
Carne
Enero 1 Abril
Enero 1 Abril
Marzo
Junio 1 Sept.
Dic.
1
Mano
Junio
Ovina congelada
90
85
80
75
70
65
Vacuna congelada
90
85
80
75
70
65
(Reses y carne
con huesos)
V acuna chilled
100
100
100
100
100
100
N.B. El Gobierno de Australia. reconociendo la interdependen<:ia de todos los productos de camc.
y reconociendo '-JUC el objeto de las reguladoncs suso<lichas S\\}hrc las impo11acioncs en el Reino Unido
es aumentar el nivel de precios de la carne congelada. se compromete a hacer t<Xlo lo posible para llUC
duran1c d uilo 1933 la:-. cx~Xl1tacio11cs de carne vacuna congdada de Australia al Reino Unido no ex.ce-
dan en nub de lO'í[, a las cantidades eXfXJJ1adas en el afio <fUC finalizad 30 de junio de 1932.
El sistema tal como se proyectó es. pues. sencillo. Se fijaron cuotas a las impor-
taciones de carne procedentes de todo país ajeno a la Comunidad Británica de Na-
ciones. sobre la base de porcientos müximos con respecto a los trimestres del año
terminado el 30 de junio de 1932. Así. en las carnes vacuna y ovina congeladas.
ningún país fuera ele los Dominios podía sobrepasar en el primer lrimestre de 1933.
el 90% de los embarques de la misma pnx·edencia recibidos en Gran Bretaña en
igual período del año büsico establecido. Reducíase gradualmenle esa proporción
hasta alcanzar el 65% e11 el segundo trimestre de 1934.
Dichas disminuciones. que de 10% llegaban a 35%. podían agravarse en cual-
quier momento en que el Gobierno de Gran Bretaña lo creyese conveniente para el
feliz resultado de los acuerdos. En efecto. a raíz de los <UTeglos del 7 de noviembre

EL MERCADO BRITANICO DE CARNES
123
se estableció una rebaja de 10%.en la cuota del chilled que. por los acuerdos deüt-
tawa, había sido fijada en 100% de las cantidades ingresadas en 1931-1932.
6. Los BENEFICIOS OBTENIDOS POR LOS DoMINIOS
Aquellas disposiciones, c1iticadas en Gran Bretaña con severidad por quienes
las vinculaban con los efectos pe1judiciales que el alza artificial habría de ocasio-
nar sobre el nivel de vida de las clases trabajadoras. tendían en segunda instancia a
favorecer a los ganaderos de los Dominios. en reciprocidad a las preferencias acor-
dadas por estos últimos a los m1ículos de proveniencia inglesa.
Los beneficios en favor de los productores de los Dominios resultmian del alza
en los precios que se pretendía provocar ·con las restriccione.::;. Por otra parte. los
Dominios no sólo no estaban obligados :r reducir sus exportaciones de carnes a
Gran Bretaña. sino que podían ampliarlas a medida que el Gobierno B1itánico lo
creyese oportuno. sobre la base de negociaciones ulteriores.
Por lo pronto. al firmarse el convenio con Australia. se estableció que las ex-
portaciones de carne vacuna congelada durante el año 1933 podrían sobrepasar en
10% las cantidades coJTespondientes al año finalizado el 30 de junio de 1932. La
misma proporción de incremento se aplicó a Nueva Zelandia. El primero de dichos
países se comprometió a no enviar durante el año 1933 carne ovina congelada en
cantidades mayores a las del año referido. mientras que el segundo consiguió desde
ya que se admitiera en este producto un aumento de 5% a partir de 1934.
Las ventajas expresadas que los Dominios obtenían con los acuerdos. nos lleva
a analizar su situación en el momento de adoptarse.
Como es sabido. ninguno de ellos ha logrado hasta ahora exportar al Reino Unido
carne chilled. Su interés consistía. pues. en una mayor venta de carnes congeladas.
Importaciones de carne vacuna congeladu en Gran Bretaña, por procedencias
Años
Argen-
Aus-
Nueva
Uru-
Otros
Total
(julio-junio)
tina
tralia
Zelanclia
guay
países
(En toneladas)
1927-1928
57.637
35.037
26.705
11.184
11.057
141.620
1928-1929
43.783
53.945
12.065
9.230
11.925
130.954
1929-1930
42.163
44.960
13.303
l0.133
16.308
126.867
1930-193 l
35.494
47.543
14.082
14.443
16.646
128.208
1931-1932
31.()79
57.118
19.162
10.069
9579
127.007

124
RAÜL PREBISCll
En las vacunas. la cifra de 57.118 toneladas que en el caso de Australia se to-
maba como base para los acuerdos. representaha un aumento de 22.08 l toneladas
(63%) sobre las cifras de 1927-1928. Era. pues. una cantidad sumamente favora-
ble. Para Nueva Zelandia. las 19.162 toneladas entrañaban un menoscabo de 7.543
toneladas (28%) sobre un guarismo de aquel año. pero significaban. con todo. una
cifra que excedía a cu:tlquiera de los tres años anteriores.
Importaciones de carne ovina congelada en Gran Hretaña, por procedencias
(En tonl'ladas)
Años
Argen-
Aus-
:'liueva
Uru-
Otros
Total
(julio-juniol
tina
tralia
Zelandia
guay
países
1927-1928
75.280
20.586
145.189
17.916
14.965
273.936
1928-1929
77.195
34.603
139.582
14.518
17.602
283.500
1929-1930
79.905
39.109
154.954
23.840
22.290
320.098
1930-1931
78.610
43.575
168.735
16.916
17.145
324.981
1931-1932
70.924
75.563
198.552
10.015
17.788
372.842
En la carne ovina congelada. la posición era aún más ventajosa. Los embarques
procedentes de Australia en 1931-1932. representaban un aumento de 54.977 tone-
ladas (267%) con respecto a 1927-1928 y los de Nueva Zelandia. de 53.363 tonela-
das (37%).
Como se ha visto. los Dominios tenían por las disposiciones de los acuerdos de
Ottawa. la probabilidad de elevm· estas ya crecidas cantidades pm·a reemplazar par-
te de la c:m1e congelada de otra procedencia que se dejase de imp011m· en Gran
Bretaña.
Existía también la posibilidad de que se fijase una cuota menor a la came
chilled~ y que esa reducción les permitiese una mayor introducción de carne conge-
lada.
Esa n:ducción se fijó el 7 de noviembre de 1932 en 10%. según ya Sl' ha indicado.

EL MHCAOO BRITÁNICO DE CARNES
125
7. Los PERJUICIOS PARA LA ARGENTINA
La rebaja en el chilled pe1judicaba particulalTilente a la Argentina. principal
abastecedor del Reino Unido a este respecto. Nuestro país se hallaba así frente a la
amenaza de ver reducir sucesivamente el curso ya menguado de sus exportaciones.
Es que a raíz de las disminuciones operadas entre 1927-1928 y 1931-1932 en las
importaciones de chilled en Gran Bretaña y la competencia creciente del Uruguay
y Brasil. la cifra del último año citado sobre el primero representaba para la Argen-
tina un descenso de 70.331 toneladas ( 15% ). He aquí el cuadro:
Importaciones de carne chilled en Gran Bretaña, por procedencias
(En toneladas)
Años
Argentina
Uruguay
Otros
Total
(julio-junio)
países1
1927-1928
460.790
25.076
13.671
499.537
1928-1929
420.401
38.693
18.796
477.890
1929-1930
400.898
39.294
24.117
464.309
1930-1931
399.773
41.959
29. 183
470.915
1931-1932
390.459
30.935
27.878
449.272
1
El 99'k aproximadmncnlc corresponde al Brasil.
Téngase en cuenta. además. que en materia de carne vacuna congelada existía
la obligación de contraer los embarques en 10% hasta llegar a 35%. y que la cifra
base de 1931-1932 entrañaba ya una disminución de 26.558 toneladas (46%) sobre
el monto embarcado en 1927-1928. Igual reducción había de aplicarse a la carne
ovina congelada. donde las toneladas correspondientes a 1931-1932 eran inferiores
en 4.356 (5.8%) a las de aquel año.
8. EL TRATADO DE LONDRES
La cuestión de las carnes tenía que ser. entonces. uno de los puntos sustanciales
de las negociaciones entabladas en Londres por el vicepresidente de la República.
Dr. Julio A. Roca, y que concluyeron con el acuerdo celebrado en mayo último.
El objeto principal perseguido por los delegados argentinos en el transcurso de

126
RA(JL PREBISCll
las negociaciones. en cuanto se refiere a las carnes. era obtener que el Reino Unido
no impusiera nuevas limitaciones al chilled en provecho de los Dominios. Fue así
como llegó a establecerse en el tratado que esa restricción sólo había de implanuu--
se si. después de consullado el Gobierno Argentino. se la juzgara necesaria ptu-a
asegurar un nivel remunerador de precios en el mercado del Reino Unido. Pero se
suspendería si las exportaciones así excluidas lo fuesen en provecho de otras clases
importadas.
La disposición contrasta evidentemente con lo establecido en la planilla H del
convenio con Australia, según la cual las regulaciones debían. en segundo término,
"procurar a los Dominios una ptu-ticipación creciente en las importaciones del Rei-
no Unido".
A tal punto se ha logrado eliminar toda restricción en favor de los Dominios.
que. según se ha establecido. si la limitación al chilled argentino debiese sobrepa-
sar el l 0% con respecto al año básico. el Gobierno de Gran Bretaña se compromete
a convenir que la reducción abarque también la importación de carne enfriada y
congelada de todos los demás países. incluidos los de la Comunidad Británica de
Naciones.
Por último. la posibilidad de que las cuotas establecidas en el programa conve-
nido con Australia para la carne congelada (vacuna y ovina) sean disminuidas en
desmedro de la Argentina. ha sido totalmente descartada. Si las circunstancias im-
pusieran esa restricción, deberán también ptu-ticipar en ella los Dominios.
Véase. para más clm·idad. el texto de los dos incisos del m·tículo lº del tratado
referido.
Inciso 1. El Gobierno del Reino Unido. reconociendo plenamente la importancia de la
industria de la carne vacuna enfriada "chilkd beeC' en la vida económica de la República
Argentina. no impondr<Í ninguna restricción en las importaciones en el Reino Unido de car-
ne vacuna enfriada procedente de la Argentina. en cualquier trimestre del año. que reduzca
las importaciones a una cantidad inferior a la importada en el trimestre correspondiente del
aiio terminado el 30 de junio de 1932. a menos. y tan sólo. cuando a juicio del Gobierno Ar-
gentino e intercambiando con éste toda información pcrtinellle. ello fuera necesario para
asegurar un nivel remunerativo de precios en el mercado del Reino Unido; tal restricción no
será mantenida si resultara que las exportat:iones así excluidas fueran reemplazadas por au-
mentos de las importaciones en el Reino Unido de otras clases de carnes (siempre que no se
trate de embarques experimentales de carne vacuna enfriada de otras parles de la Comuni-
dad Británica de Naciones) que vinieran a neutralizar el efecto deseado sobre Jos precios.
Inciso 2. Si debido a circunstancias imprevistas. el Gobierno del Reino Unido considera
necesario que las importaciones de carne vacuna enfriada de la Argentina en el Reino Unido
sean reducidas en cualquier año, en un volumen mayor del JO% por debajo de la cantidad
importada en el a.iio terminado el 30 tk junio de 1932. consultará con el Gobierno Argentino
y con los Cobiernos de los otros principales países exportadores (con inclusión de los que
forman parte de la Comunidad Británica de Naciones) con el objeto de convenir la reduc-

EL MERCADO BR!T;Í,.N!Cü DE CARNES
127
ción de las importaciones de carne vacuna enfriada y congelada de todos los países produc-
tores. El Gobierno del Reino Unido no reducirá las impxtacioncs de carne vacuna enfriada
de la Argentina, en un monto mayor del 10% por debajo de la cantidad importada en el año
terminado el 30 de junio de 1932. a menos que las importaciones de carne vacuna enfriada
(excluidos los razonables embarques de canícter experimental) o de carne congelada en el
Reino Unido procedentes de lodos los países exportadores de c<m1e que forman parte de la
Comunidad Británica de Naciones sean reducidas también en un porciento igual al de reduc-
ción de la carne vacuna enfriada argentina. por debajo del 90%, de la cantidad importada en
el trimestre correspondiente del año terminado el 30 de junio de 1932. El Gobierno del Rei-
no Unido se compromete a no imponer ninguna restricción a las importaciones en el Reino
Unido de carne vacuna u ovina congelada, mayor que las restricciones especificadas en la
planilla H del convenio celebrado entre el Gobierno del Reino Unido y el Gobierno de la
Confederación Australiana el 20 de agosto de 1932. a menos que sean restringidas las im-
portaciones de tales carnes procedentes de Jos países que forman parte de la Comunidad Bri-
tánica de Naciones y en esa eventualidad se daní a la carne argentina un tratamiento justo y
equitativo y se tendr:ín en cuenta todas las circunstancias pertinentes.
9. LAS IMPORTACIONES DE CARNES EN GRAN BRETAÑA EN EL ÚLTIMO AÑO
Toda conclusión relacionada con los efectos de los acuerdos de Ottawa es pre7
matura.
Las cuotas fijadas, según la citada planilla H. recién debían regir a partir del l"
de enero de 1933 y. aun cuando las restricciones fueron anticipadas por los conve-
nios que se efectuaron en seguida. su aplicación. así como sus resultados sobre los
precios internos. no se desprenden siempre con claridad de las cifras.
Importaciones ele carne chillecl en Gran Bretaña
(En toneladas)
Total
Años1
Jul.-Sept.
Oct.-Dic.
En.-Mar.
Abr.-Jun.
(jul.-jun.)
Argentina
1931-1932
97.449
100.816
101.686
90.508
390.459
1932-1933
102.712
101.686
91.214
% aum. o dism.
+ 5.4
+0.9
- 10.3
Uruguay
1931-1932
8.849
6.400
7.732
7.954
30.935
1932-1933
4.574
5.270
6.770
% aum. o dism.
-48.3
- 17,7
- 12.4

128
RAúL PREBISCH
1
Total
Años
Jul.-Sept.
Oct.-Dic.
En.-Mar.
Abr.-Jun.
(jul.-,jun.)
Brasil
1931-1932
7.818
I03
6.656
13.301
27.878
1932-1933
4.484
6.017
% aum. o dism.
-42.7
- 100.00
- 9.6
Total!
1931-1932
114.116
107.319
116.074
111.763
449.272
1932-1933
112.126
107.115
104.128
D/¡, aurli. o dism.
- L7
- 0.2
- 10,5
1 Período de julio a junio. establecido en el convenio de Onawa.
En el año l<J~n-1933. incluido otros paíse,.
Es evidente. eso sí. la disminución del 10% en los embarques de chillcd durnnte
el primer trimestre del año, como puede verse en el cuadro respectivo. Las impor-
taciones de estas carnes procedentes de la Argentina han mermado en 1().3%, del
Uruguay en 12.4% y del Brasil en 9.6%. En el total. poi' lo tanto. se nota un des-
censo de 10.3%.
Importaciones de carne vacuna congelada en Gran Bretaña
(En toncladasl
Total
Años1
.Jul.-Sept.
Oct.-Dic .
En.-Mar.
Abr.-.Jun.
(jul.-jun.)
Argentina
1931-1932
5.6l0
9.258
10.150
6.061
31.079
1932-1933
8.452
8.633
13.379
% aum. o dism.
+ 50.7
- 6,8
+ 31.8
Australia
1931-1932
22.256
18.482
8.466
7.914
57.118
1932-1933
19.096
13.172
8.634
% aum. o dism.
- 14.2
- 28.7
+ 2.0

EL MERCADO BRITANICO DE CARNES
129
Total
Años1
.Jul.-Sept.
Oct.-Dic.
En.-Mar.
Abr.-.Jun.
(jul.-jun.)
Nuem Zelandia
1931-1932
3.594
8.431
2.634
4.503
19.162
1932-1933
14.032
8.239
4.037
% aum. o dism.
+290.4
- 2.3
+ 53.3
Tora/2
1931-1932
37.152
41.847
25.302
22.706
127.007
1932-1933
46.773
35.549
29.974
% aum. o dism.
+25.9
- l5J
+ 185
Período de julio a junio. establecido en el convenio de Onawa.
Incluido otros países.
En la carne vacuna congelada. las imp011aciones de origen argentino en el
úllimo trimestre de 1932 se contrajeron un 6.8% y las de Australia Y. Nueva Zelan-
dia en 28.7% y 2.3%. En el conjunto. la declinación es de 15.1 %. Pero en el primer
trimestre de este año. correspondió a la Argentina 31.8% más que en igual período
de 1931-1932 y a los otros dos países citados 2% y 53.3%. lo que provoca un au-
mento de I 8,5% en el total importado.
Importaciones de carne ovina congelada en Gran Hretaña
(En toneladas)
Total
Años1
.Jul.-Sept.
Oct.- Dic..
En.-Mar .
Abr.-Jun.
(jul.-jun.)
Argemina
1931-1932
16.040
14.710
22.320
17.854
70.924
1932-1933
17.585
12.639
20.956
% aum. o dism.
+ 9.6
- 14.1
- 6.1
Australia
1931-1932
13.799
36.554
16.006
9.204
75.563
1932-1933
6.266
27.253
24.943
% aum. o dism.
- 54.6
- 25.4
+ 55,8

130
RAÚL PREBTSCH
Total
Años1
.Jul.-Sept.
Oct.-Dic.
En.-Mar.
Abr.-.Jun.
(jul.-jun.l
Nuern Zelmulia
1931-1932
58.401
27.350
40.181
72.620
198.552
1932-1933
63.933
22.200
42.793
% aum. o dism.
+ 9.5
- 18.8
+ 6.5
Tota/2
1931-1932
92.928
82.529
83.173
114.212
372.842
1932-1933
92.468
63.944
91.543
% aum. o dism.
- 0.5
- 22.5
+ 10.1
Período <le julio a junio. cstablcci<lo en el convenio de Ollawa.
Incluido otros países.
En la carne ovina congelada. aun cuando la disminución no llega entre enero y
marzo del año a los límites fijados por los acuerdos de Ottawa y los arreglos poste-
riores. la proporción de descenso alcanza a 6.1 % para la Argentina pero se ve com-
pensada con creces por incrementos de 55.8% y 6.5% en Australia y Nueva Zelan-
dia. La declinación había sido más acentuada en el último trimestre de 1932.
cuando la caída fue general en los tres países. a saber. 14.1 %. 25.4% y 18.8% res-
pectivamente.
En cuanto a precios. los gráficos que se han insertado más alTiba informaran
acerca de las recientes oscilaciones. En genernl. no ha habido reacciones importan-
tes, debido a que las mayores adquisiciones en los Dominios contralTcst<mm en
parte la disminución en los embarques de otros países y quizá también porque los
factores vinculados a la crisis económica han anulado la esperada recuperación.
Los recientes aumentos en la carne ovina y porcina. son los únicos. por ahora.
dignos de señalarse. Aun cuando con respecto a este último cabe manifest:.u· que ya
había comenzado a verificarse antes de la realización de los acuerdos de Ottawa.

61
EL RETROCESO DELOS
PRECIOS AGROPECUARIOS*
l. LA BAJA DE LOS ÚLTIMOS AÑOS
En las líneas simples de este gráfico está condensado uno de los fenómenos de
mayor trascendencia en la vida económica y social del país: el nivel de precios
agropecuarios y sus alternativas. expresadas en las variaciones de un índice en que
se han combinado. conforme a su importancia relativa. los 23 principales artículos
de nuestra producción agropecuaria.
Desde dos puntos de mira distintos. pero conexos, puede encararse el examen
de este índice de precios agropecuarios. Uno. su movimiento dentro de la econo-
mía interna de la nación; otro. su relación y cotejo con los precios de las manufac-
turas extranjeras que el país adquiere con la exp011ación de sus productos. Dejare-
mos este último para una próxima ocasión. Pero no se olvide, mientras tanto. que
este aspecto es también de importancia, toda vez que la baja de los precios afecta
con mayor intensidad a nuestro país cuando se registra más acentuadamente en los
productos agrarios que en los industriales, como sucede en la presente crisis inter-
nacional.
Limitándonos. pues. al primer punto de mira. lo que se observa ante todo en la
cw·va es cómo en estos años de violento descenso el índice de precios agropecua-
rios ha desandado el camino recorrido en lo que va de este siglo.
La Argentina se encuentra hoy, en materia de precios rurales, muy cerca de
donde estaba en 1900. El Indice relacionado a la base 100 en el quinquenio 1910-
1914, fue enl933 de 76.2 puntos y en los cinco primeros años delsiglo actual de
68.1 puntos. Estos datos se basan en precios a papel. Traduciéndolos a oro. resulta
para 1933 un índice de 45.7 puntos bastante más bajo que el coJTespondicnte al
quinquenio recién mencionado.
* N. del Ed. Publicado en Rerista Econ,)mica. Buenos Aires. octubre-diciembre de 1933. vol. 6.
N2 8. págs. 133-138. Sobre la redacción de la Re1·ista Económica. véase la Nota del Editor al capítulo
43 de\\ tomu \\de"''" "bra.

132
RA(n. PRrn1sc11
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....... ··
......
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~
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......
. !.__o...__.__o_.___.~__.8~~..L-~~..L-~~~~
~

;!:
-
2
2
~
Nora: La línea gruc'a indica la tendencia a largo ténnino de Jos precios en papel y ha sido dibujada
sobre la base de promedios móviles de siete años. Para la interpretación de los índices en oro, ver nota
del cuadro l.

EL RETROCESO DE LOS PRECIOS AGROPECUARIOS
133
2. TENDENCIAS A PAR'OR DE 1900
Estamos, pues, en presencia de un amplio movimiento ondulatorio de los pre-
cios agropecuarios. que ya lleva más de tres décadas. La época de crecimiento dura
hasta 1920. cuando el índice agropecuario llega al punto máximo (196 puntos).
Pero el crecimiento no es un hecho que principia con la gue1rn. Lejos de ello, des-
de la iniciación del siglo los precios han seguido una pronunciada tendencia de as-
censo. que influye grandemente sobre el desarrollo económico y social de esos
tiempos. Así. en 1913. los precios agropecuarios eran ya un 53% más altos que en
aquellos cinco primeros años del siglo. Fue el período de fácil prosperidad, de in-
tenso crecimiento apenas interrumpido por trastornos pasajeros. cuyas consecuen-
cias. tanto en la economía privada como en las finanzas públicas. se borraban sin
gran esfuei-t.o por la continuación del impulso ascendente. La guen-a, con su infla-
ción de valores, no hace sino acentuar. exagerar con violencia. este proceso de cre-
cimiento que concluye en aquel año máximo de 1920.
Desde entonces, los precios fluctúan continuamente: hay dos ciclos breves, que
analizaremos más adelante. pero la tendencia general es de fuerte baja, sobre todo
en los últimos años en que el de1rnmbe de los precios nos ha conducido al nivel
mínimo a que aludimos anterionnentc.
3. DIFERENCIA ENTRE EL DESCENSO ACTUAL Y LOS PRECEDENTES
Esta baja de los últimos años no sólo se singulariza por ser muy intensa. En rea-
lidad, la caída de 1920 a 1922 fue también muy pronunciada: duró. en cambio. un
tiempo relativamente breve si se la compara con los varios años en que se prolonga
el descenso presente. Pero lo que distingue netamente la baja actual en los precios
agropecuarios de los descensos que se observan con anterioridad es algo de mucho
mayor significado.
l. Nivel general de precios agropecuarios
(Base 1910-1914 = 100)
lndkes
lndkes
Años
AíiGS
1
1
En papel
f,n oro
En papel
En oro
1900
65,7
65.0
1917
175,8
182,6
1901
67,5
66.6
1918
156.9
165,5
1902
72,0
69,8
1919
163.8
168,3
1903
66.6
67.1
1920
196.0
182.0

134
RAúL PREBISCH
Indices
Indices
A1ios
A1ios
1
En papd
1
En oro
En papel
En oro
1904
69.0
69,4
1921
147.5
11 l .2
1905
75.4
75.9
1922
124.5
106.2
1906
80.l
80,4
1923
131.8
107.5
1907
86.6
86.7
1924
157.7
128.l
1908
86.7
87.4
1925
164.6
156.8
1909
96.2
96.7
1926
133.9
128,6
1910
96.2
96.5
1927
130,6
131.0
1911
93.4
93.7
1928
145,3
145,7
1912
96.8
97.2
1929
137.4
136.2
1913
104.2
104.2
1930
115.0
99.5
1914
109,4
108.4
1931
85.4
58.6
1915
121.7
120.I
1932
79.l
48.2
1916
123.9
124.3
1933
76,2
45.7
1 Para este cálculo, se ha aplicado a los índices en papel los porcienlos que resultan de comparar la
cotizaci<)n media anual (en 111$11} de 1nonedas conve11ibles en oro con la cotización inedia que les
corrcs¡xlndió en el período 1910-1914.
Si considerarnos. por ejemplo. la gran caída de precios de la posguerra. que aca-
barnos de citar. se comprueba que la baja es una simple reacción al alza que se pro-
dujo en los pocos años que le precedían. El índice de 1922, que representa el punto
mínimo del ciclo de la postguerra. es sin embargo superior en 25% al promedio del
quinquenio anterior al cont1icto (1910-1914). El alza y la haja se advierten clara-
mente en el gráfico. Lo mismo ocurre con el ciclo siguiente. que es de menor am-
plitud. El índice. caído a su punto más bajo en 1922. se levanta nuevamente hasta
alcanzar otro máximo en 1925. y luego desciende hasta un nuevo mínimo en 1927.
Pero nótese bien que este mínimo es. a pesar de la baja. superior al punto de parti-
da en 1922. De las fluctuaciones del índice anteriores a la guerra se desprende
idéntica conclusión. Los precios suben y bajan continuamente durante todo el pe-
ríodo considerado. unas veces con mayor amplitud e intensidad que otras. pero
nunca retroceden. ni aun en el peor de los casos. más allá del nivel inicial de la
fluctuación correspondiente. En otros términos. en la caída. los precios pierden a lo
sumo lo que se había ganado en el período anterior de ascenso.
En cambio. la fuerte declinación de los precios agrarios que acontece en los
últimos seis años neutraliza rápidamente el ligero repunte ocurrido entre 1927 y
1928 y lleva el índice por debajo del mínimo de 1927. primero. del de 1922. en se-
guida. y del promedio de 1910-1914. más tarde. Hasta que. en su persistente des-
censo. los precios llegan en 1933 a un nivel cercano al de comienzos del siglo, se-
gún ya lo hemos indicado.

EL RETROCESO DE LOS PRECIOS AGROPECUARIOS
135
4. Los PRECIOS y EL REAJUSTE ECONÓMICO
Esta diferencia entre la caída reciente de los precios y las caídas anteriores. es
de fundamental importancia para la interpretación del movimiento económico ar-
gentino. No es el momento de entrar en largas discusiones acerca de si este último
descenso es o no de carácter cíclico como los precedentes. Lo cierto es que en sí
mismo y en sus consecuencias es fundamentalmente distinto. Veamos por qué.
El derrumbe de los precios ocurrido en el período de la postgueITa. constituye
un fenómeno caracterísfico de liquidación de valores inflados. La liquidación pro-
duce generalmente perturbaciones más o menos grandes. pero ellas son esencial-
mente pasajeras y no sacuden sensiblemente los elementos básicos de la economía
del país; afecta de preferencia a los que por pecar de optimismo excesivo y falta de
prudencia. han juzgado en sus operaciones que el alza de los valores se prolongaría
por mayor tiempo. La liquidación tiene entonces por consecuencia el retomo a va-
lores que se aproximan a los que habían regido anteriormente y a los cuales vuel-
ven a adaptarse -sin conmover la estructura general de la economía- las re.lacio-
nes de la producción y del crédito.
Por el contrmio. el denumbe de los precios después de 1928 no constituye un
fenómeno de reacción cíclica a un ascenso anterior en los precios. No significa un
proceso de liquidación de valores inflados, sino una ba.ia intensa y persistente.a po-
siciones cada vez más alejadas de los niveles sobre los que se habían venido de-
sairnllando las susodichas relaciones de la producción y del crédito.
En aquel caso. la baja de los precios se designa con propiedad como fenómeno
de saneamiento. pues elimina a los que sólo pueden desenvolver sus actividades
sobre la base de valores exagerados y artificiales. Mientras que en el presente. no
se trata del simple regreso a una situación anterior. sino de una contracCión acen-
tuada y progresiva de los valores que trastorna violentamente la estructura eco-
nómica del país. La baja afecta rudamente a la producción y los negocios en gene-
ral y no sólo a los que han carecido de aptitudes para conducirlos con la necesaria
cautela. En el primer caso los precios tienden a volver a un nivel que tuvieron al-
gún tiempo antes. En tanto que la baja desencadenada .después de 1928 los lleva a
un nivel fuera de toda relación con las posiciones anteriores.
Así es como el reciente descenso de los precios ha impuesto a la estructura eco-
nómica del país un reajuste general. de suyo muy difícil por la conocida falta de
flexibilidad de algunos de sus elementos fundamentales. De la forma en que este
reajuste se está operando en la economía argentina. especialmente en las activida-
des agropecuarias, nos ocuparemos en otra oportunidad. Por ahora nos hemos ce-
ñido a destacar la intensidad y el carácter extraordinario de la baja de precios que
lo ha provocado.

. ..,.,
'3'
2. Nivel de precios agropecuarios
A1ios
1 Enero 1 Fch.
1 Marzo 1 Abril
1 Ma}·o
Junio
.Julio
Agosto
Sept.
Oct.
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Dic.
Prom.
I. Nivel general, en m$n
1926
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1927
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103,9.
103.3
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1928
107,5
109.9
112 . .3
111,6
111.8
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106,1
105.4
107.5
107.0
104,3
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1929
106,0
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108.2
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19.30
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94,6
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1931
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6.3.9
63.7
61.5
63.2
62.9
63,7
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68,9
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61.4
63,8
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1932
58,7
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63,1
60,4
58.6
58,3
59,2
61,2
62,8
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51,9
59.1
1933
53.5
52.4
52.6
52.8
56.7
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58.5
54.5
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63.6
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ii
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11.Ni,·el general, en oro 1
1926
110.8
104.0
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1928
112.8
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117.9
117.l
117.3
114,4
114,3
110.3
109,5
111.7
111,6
108.4
113,3
1929
110.4
110,9
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103.3
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97.6
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112.2
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103,7
100,4
105,9
1930
94,9
88.3
85.5
89.1
87.1
83.0
77,9
79,2
73.3
65.6
58,7
53.4
77,3
1931
47,9
50,0
54,0
50.7
48,3
47,8
48,1
43,8
39,8
39.9
43,9
39,0
45,6
1932
37,3
38,6
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38.4
37.2
37,0
37,6
38,9
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37,5
34,9
33.0
37,6
1933
34,0
33.3
33.4
33,6
36,0
37,4
40,1
38,3
37.2
34,6
35.6
34.1
35,6
1 Calculado con los desvíos mensuales del cambio del dólar con respecto al promedio anual de 1926. A partir de abril de 1933. se ha tomado como base el
franco francés.

2. Nivel de precios agropecuarios (continuación)
~
Atios
1 Enero 1 Feb. 1 Marw 1 Abril 1 Ma}lJ 1 Jwtio 1 Julio 1 Agosto 1 ScpL 1 Od. 1 Nov. 1 Dic. 1 ProttL
III. Cereales y lino
1926
111,1
104,7
99,5
103,2
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102,6
102,8
103,l
98,0
95,3
91,5
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1927
87,7
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87,8
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99,l
97,0
95,6
98,0
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"'
1928
101,6
104,8
J07,8
105,2
107,4
105,0
103,3
97,5
97,3
102,9
J03,7
99,7
103,0
1929
103,1
J05,2
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95,6
89,6
89,9
104,8
104,9
109,0
108,1

100,6
99,6
100,8
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~
1930
95,3
94,3
91,0
93,2
90,9
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84,8
87,2
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1931
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51,3
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54,5
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53,8
52,9
63,4
65,6
58,2
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§
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IV.Carnes
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1926
101,8
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107,0
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105,0
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113,2
113,2
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1930
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110,8
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115,3
114,7
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99,5
109,2
1931
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96,8
94,7
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98.7
102,2
97,9
91,3
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1932
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74,6
71,8
73,8
74,5
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70.5
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65,3
59,7
56.8
69.7
1933
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57,4
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63,8
65,0
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66,6
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2. Nivel de precios agropecuarios (continuación)
Alios
1 Enero 1 Feb.
1 Marzo 1 Abril
1 Mayo
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.Julio
Agosto
Sept.
Oct.
Nov.
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Prom.
V. Cueros
1926
109.3
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106.2
97.4
91.9
91.3
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102.8
103.8
106.2
103.4
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1927
108.2
105,4
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102.1
107,0
107.8
117.5
113.4
123,3
131,5
149,3
157.6
118.8
1928
168.3
159,6
160.5
161.6
142,4
133.9
139,6
138.4
136.6
126.6
129,6
136.9
144,5
1929
128.2
114.4
114.2
106.3
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100.4
100,0
105.5
107.3
95,7
96.2
101.6
105,3
1930
103.7
101.5
99.7
89.8
89.3
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83.4
87.3
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1931
89,5
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1932
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61.6
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54.7
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1933
54.5
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49.9
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74.8
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61,4
75.6
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VJ. Lanas
1926
109.8
106,1
106.3
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97.7
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100.8
96.8
104.8
95,7
99.0
100,0
1927
95.7
102.1
107.0
103.4
92,7
90,6
97,3
92.6
104,7
104.0
116,3
107.6
101,2
1928
128.I
135.6
134,9
142.2
131.1
119.9
125.1
124.5
126.2
112.9
112,8
118.4
126,0
1929
119.1
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108.7
106.1
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19.10
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69.4
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71,4
69.5
67.3
64.2
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56.6
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1931
50,0
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63.7
57.1
57,0
54,2
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55,2
53,7
59,6
57,3
51.1
55,4
19.12
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49.4
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1933
42.I
40.8
40.8
41.9
49.6
58,0
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52.5
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66,0
88,9
54.6

2. Nivel de precios agropecuarios (continuación)
Aiios
Enero
Feb.
Marzo
Abril
Mayo
Jwtio
Julio
Agosto
SepL
1 Oct.
1 No".
1 Dic.
1 Prom.
VIL Productos lecheros
1926
87,2
100,7
108.6
107,0
109,3
109.0
101.9
98,5
98,2
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100.0
1927
91,7
93,5
105,0 . 105.6
105,8
123,0
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109,7
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1928
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105,6
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109.3
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103.7
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70,6
66.5
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1932
58,8
58,9
58,8
58,7
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57,3
56,2
53,7
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1933
53,9
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61,1
58,7
60.4
63,8
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VIII. Productos forestales
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~
1926
90,7
89,8
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101,l
100.4
98.8
108,2
108,2
106.4
101,5
99.1
101.8
100.C
~
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101,5
105,5
107,l
107,l
107,9
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109.6
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113,0
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1928
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113,0
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109,7
109.7
109,7
109,7
109,7
110,8
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104.S
§:
1929
109,7
109,7
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113,1
111,8
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111,8
111.8
111.8
111,8
111,8
111,8
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111,8
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106.8
106,8
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108.6
108,6
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1931
108,6
108,6
108,6
108.6
108.6
108,6
107,1
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89.5
83,5
81.6
80.5
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1932
78,3
78,3
78.3
66.3
66,3
66,3
66.3
61,6
62,5
65.2
64,9
68,5
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1933
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71,8
71,8
71,8
75,7
75,7
74.3
70,5
71,3
71,8 .
72.8
72.~
•.,_¡


140
RAÚL PREBISCH
5. ANÁLISIS POR GRUPOS
El índice es un compuesto de 23 artículos comhinados según su importancia.
como ya se dijo. Eslos artículos han sido reunidos primeramente en grupos p~mi los
que presentamos sus variaciones mensuales en el cuadro 2 y en los gráficos 2 a 6.
En estos gráficos se advierte mucho mejor las flucluaciones de los índices en
los últimos años. La línea delgada representa los índices mensuales. y la línea grue-
sa. la dirección de su movimiento por medio de promedios móviles de doce meses.
En el índice general nótasc sin esfuerzo cómo la baja iniciada en 1928. a la que
tanro nos hemos referido. se atenúa en el año 1931 y parece haber tocado fondo a
fines de 1932 y comienzos de 1933. con una ligera tendencia general de ascenso
durante este último año. en cuyo último mes ha influido sensiblemente la deprecia-
ción de la moneda.
Este movimiento es el resultado de la combinación de las flucluaciones de los
índices parciales, en las que han ocurrido discrepancias que deben ser señaladas.
Por ejemplo. la tendencia ascendente de 1933 no se produce en el grupo más im-
porlante. el de los granos. que interviene con una imporlaneia de 60% en el índice
general. mientras ocurre con mayor o menor intensidad en los de lanas. cueros. car-
nes y productos lecheros. Analicemos con más detalle. El índice del grupo granos
acusa fuertes y continuas oscilaciones: la dirección de éstas es ascendente en 1931
y buena pm1e de 1932 y luego se transforma en descendente: pero en el último mes
de 1933 experimenta un fuerte repunte por la razón arriba indicada. por lo que este
año cierra con un índice superior en l I % al de fines de 1932. Distinto es el movi-
miento del índice del grupo lanas: ésle tcx.:a el mínimo de todo el proceso de baja
en diciembre de l 932 y luego asciende rúpidamente. con ligeras interrupciones.
hasta que termiila el año 1933 con 142% de ascenso con respecto al mínimo. En
los cueros el punto más bajo se alcanza en junio de 1932. después de lo cual el
índice experimenta grandes fluctuaciones. pero con una franca e intensa tendencia
de ascenso; el índice de fines de 1933 resulta así superior en 87% al del citado mes
de junio de 1932. En cuanto a las carnes. lambién llegan al mínimo como las lanas
en diciembre de 1932; el índice crece luego en forma acentuada. pero mucho me-
nos intensa que las lanas. de modo que en diciembre pasado llega a ser 25% más
alto que un año antes. Por último. el grupo de pnxluctos lecheros. debido al repun-
te considerable de la caseína. termina el año con 32% de aumento con referencia al
mínimo de mayo de 1933.

2. Nivel general de precios agropecuarios
Indice: base promedio 1926=100
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1921
1922
1923
1924
1925
1926
1927
1928
1929
1930
1931
1932
1933
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1924
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1926
1927
1928
1929
193'.l
1931
1932
1933

4. Grupo lanas
Indice: base promedio 1926:100
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RAüL PREBISCll
5. Grupo cueros
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1920 1921 1922 1923 1924 1925 1926 1927 1928 1929 1930 1931 1932 1933
6. Grupo carnes
Indice: base promedio 1926= 100

EL RETROCESO DE LOS PRECIOS AGROPECUARIOS
145
6. CONCLUSIONES
Después de este breve análisis de los índices parciales. se comprende mejor el
movimiento del índice general ele precios agropecuarios y su significado. El pro-
medio del año 1933 es algo inferior al de un año antes. debido a los granos y las
carnes; pero como la tendencia de los movimientos ha sido opuesta en todos los
grupos excepto el de cereales y lino ---descenso en 1932 y ascenso en 1933- el
índice general de fines de año registra un incremento de 22% en relación a diciem-
bre ele 1932. Véase las cifras con-espondicntes en este cuadro:
3. Variaciones del índice de precios agropecuarios y sus grupos
Aiius
I>kk'lnbre
%
%
Grupos
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1933
1933
1932
1933
1933
1932
1932
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Cereales y lino
59.5
54.4
- 8.6
).-.-
57.7
+ I0.5
Carnes
69.7
65.9
-5.5
56.8
70.9
+24.8
Cueros
53.l
63.9
+20.8
51.4
75.6
+ 47,1
Lanas
44.2
54.6
+ 23.5
30.8
88.9
+ 141.6
Prod. lecheros
56,9
57.4
+0,9
53.3
63.8
+ 19.7
Prod. forestales
68.3
72.5
+ 6.1
68.5
72.8
+6.3
Nivel general
59.l
56.9
- 3.7
51,9
63.5
+22,4
A pesar del aumento registrado. el año 1933 ha cerrado con un nivel de precios
agropecuarios inferior en 29% al mínimo registrado en diciembre de 1926. después
del ciclo de precios 1922-1926. Si el índice se expresa en oro. la diferencia alcan7.a
a62%.
Los precios agropecuarios parecen. sin embargo. haber tocado fondo. al tiempo
que se perciben ciertos síntomas de mejora en la economía internacional. Pero este
hecho debe ser interpretado cuidadosamente. pues sería imprudente atribuirle un
significado decisivo en relación a esta crisis mientras no se despeje. entre otras. la
incógnita monetaria de los principales países del mundo.

62
LA PRODUCCION RURAL Y EL MERCADO
DE CAMBIOS*
l. PRIMERA ETAPA DE UNA TAREA
Las finanzas están saneadas y el Gobierno acaba de realizar la conversión con
éxito reconfortante. Es el fruto. y a la vez el complemento necesario de la tarea de
equilibrio financiero. cumplida tras persistentes esfuerzos. por la compresión enér-
gica de los gastos. y la decidida aplicación ele los tributos.
El Gobierno puede afrontar. ahora. desde una posición firme. un vasto plan de
acción para aliviar al país del peso ele la depresión económica. Era indispensable
recorrer previamente esa primera etapa. Pues nada sólido se edifica sobre la inesta-
bilielad financiera. con la Tesorería sofocada por compromisos apremiantes en tren
de continuo aumento por obra ele! déficit.
El problema de la consolidación ele las finanzas. no era. sin embargo. el único
que requería ser afrontado con urgencia. Quedaba otro de serias proyecciones. Una
masa creciente de fondos gravitaba sobre el mercado de cambios sin poder salir
* N. del !'.d. PublicaJo en Ministerios Je Hacienda y Agricultura ele la i\\aciún. I:I plan d,· acción
económica nacional, Buenos Aires. Talleres Gdficos de la Penitenciaría Nacional. 1934. págs. 77-90.
La depresión cconórnica 'IC agravó en 1932-1933. Los índices acusaban cunlracción econútnica: gasto
púb]ico. consumo global. c1npko. ofc11a munctatia. precios agropecuarios. poder adquisitivo de las ex-
portaetoncs. En 1narzo de 1933. durante las negociaciones de la misi6n Roca. dos sucesos impresiona-
ron el pensamiento de Prcbi~ch. Primero, Ja publicación de una serie de ai1Ícu·los de Kcynes en '/'he
Times,
anticipadores de su Teoría genl'ral: ··ernn de una herejía ccnnón1ica tremenda -recordarú Pre-
bisch-. Tuvieron en mí una cnonnc influencia: él allí preconizaba una política expansiva para salir de
la gran dcprc:-.ión muntliaL A mí me co1H1uistaron. y caycn_m en campo fé11il porque yu tenía el cargo
<le conciencia de haber preconizado y logrado l¡ue la Argentina siguiera. en c-1 año treinta y uno y nlitad
del treinta y dos, la política 1nús 011odoxa. nrnndo era subsecretario de Ilacic1)da: una poJítit..:a de con-
tracción. de acuerdo con toda la teoría a<.:cptada de t¡uc b crisis había tjllC sobrcpa:-.arla con una :-.erie de
medidas de austeridad. co11ar las obras plihlicas. c011ar el prcsupul'sto. rebaja de sueldos. et<.:étcra. Y
después. pensando en esa experiencia. y ante Ja prnlongación de la depresión 1nundial. que t<Xlos
creía111os que era una cosa traÍ1~iloria. y no. fue una cosa muy profunda. empecé yo a tener 1nudúsimas
dudas acerca de mi teoría 011odoxa. Y empecé a pensar en una política expansiva. Por eso 1nc atrajo
tanto la serie <le a11 iculos de Kcynes. que me convi11ieron hacia una política expansiva··.

LA PRODUCCIÓN RURAL Y EL MERCADO DE CAMBIOS
147
por falta de divisas, planteando una seria incógnita sobre el futuro inmediato de
nuestra moneda. que afortunadamente termina de despejarse con los recientes em-
préstitos para la liquidación de ese dinero bloqueado. Tales empréstitos han permi-
tido realizar la conversión y van a permitir ahora la ejecución de un programa eco-
nómico. Pero su virtud más específica estriba en que, eliminados aquellos elementos
de perturbación del mercado de cambios. puede pensarse por fin en restablecer gra-
dualmente el juego libre de las fuerzas económicas sobrela moneda argentina, para
que tome espontáneamente su propio valor. y facilite. en esta forma .. el mejor reajus-
te de los factores de la economía interna de la Nación.
Al observar así cómo se han ido encadenando los .hechos con el proceso de re-
construcción emprendido por el Gobierno, se domina con mejor perspectiva su po-
lítica financiera y se comprende claramente el significado de los hechos cumplidos.
Se ha llegado al equilibrio y la conversión. y a la posibilidad inmediata de em-
prender con importantes recursos. un programa de acción económica, sin haberse
dejado tentar por el fácil expediente de la inflación, insistentemente preconizado.
El Gobiemo ha prevalecido y seguirá prevaleciendo contra esta idea que afortuna-
damente va perdiendo su fuerza de propagación por el incontrastable argumento de
los hechos concretos.
2. LA PRODUCCIÓN RURAL Y LAS ACTIVIDADES ECONÓMICAS INTERNAS
Preparado el terreno. debemos emprender sin tardanzas ese programa. Nuestra
vida económica ha reposado casi por exclusivo sobre el comercio exterior. El volu-
En segm1do lugar. el abandono del patrón oro por los Estados Unidos. una de las primeras medidas
del New Deal. A mitad del afio Rooscvelt lan7Í> --<:on aprobación de Keynes- el torpedo que hundió
la Conferencia Económica Mundial: "la salud del sistema económico intcmo de um1 nación es un factor
n1ás in1po11ante para su bienestar que el ca1nbio exterior''.
Al poco ticm¡x) de regresar Prebisch a la Argentina hubo un cambio de gabinete. Fueron Federico
Pinedo (el 24 <le agosto) al Ministerio de Hacienda y don Luis Duhau al Ministerio de Agricultura. "Los
dos me ofrecieron la Subsecretaría --<liní Prebisch-y a los dos me negué. pon1ue. siendo los dos ami-
gos. no quería aceptarle a uno y no aceptarle al otro. Y esto fue una circunstancia muy feliz pon1ue los
dos me nombrnron asesor de su.' ministe1ios. ad honorem, porque yo tenía mi sueldo en el Banco de la
Naci<)n. El Banco me autorizó a prestar esos servicios. Y esa circunstancia fdiz me pem1itió, por prime-
ra vez - y acaso por Ja última en la vida argentina- coordi1\\ar una política entre Jos dos ministerios.
Yo fui el elemento coordinador entre los dos ministerios."
"Estábamos al borde de wia verdadera catástrofe cuando les llevan a don Luis Duhau. y a Pincdo al
Ministerio. A mí me impresionó mucho que ¡xir p1imera vez iba gente joven a pedir <.'Omida a las casas.
Y en el puerto de Buenos Aires se hicieron grandes galpones o se utilizaron galpones de mercadería
para tener a gente que no tenía trahajo. Los precios agropecnaiios caían continuamente. No se 1xidía
vender el trigo y había dificultades parn el maíz. La exportación Je C•\\mes era mínima porque la Gran Bre-
talla >eguía contrnycndo su im¡x)11ación. Recuerdo que a 1n1vt's del Banco de la Nación se recibieron cables

148
RAÚL PREB!SCH
men de las actividades económicas internas se ha comprimido violentamente al
caer las exportaciones, pues de lo que el país obtiene por ellas no sólo dependen
los réditos o ingresos de los productores rurales y de todos los que de un modo u
otro inte1vienen en el movimiento de los productos desde la tien-a hasta los puer-
tos, sino también los de una parte sustancial del comercio e industria de la Nación,
que se han desarrollado bajo el estímulo de la demanda de aquéllos. Difícilmente
podrá mencionarse un solo ramo de lns actividades económicas que no se vea afec-
tado sensiblemente por las alternativas de nuestra producción agropecuaria. Por ese
proceso -que es el proceso de toda la economía del país- el descenso en el valor
de la producción rural se manifiesta en seguida en la disminución de la capacidad
de compra de la población en su conjunto, tanto en lo que concierne a los produc-
tos impo11ados, cuanto a las manufacturas nacionales. Y es tal la interconexión de
todas las ramas de la actividad económica argentina, que lo que ciertos negocios o
industrias venden de menos. por la menor demanda. no tarda en repercutir desfavo-
rablemente sobre los otros negocios e industrias cuyos productos son adquitidos
por los que dependen de la vida de los primeros.
Así el malestar se va extendiendo y amplificando. Se deteriora el nivel de la
vida de la Nación. Agrávase la desocupación que ya es un serio problema social.
Cada desocupado propaga su mal a los que tienen trabajo por ser un consumidor
menos de lo que otros producen. Un desocupado crea automáticamente otros de-
socupados. Es la trágica experiencia de Europa y de los Estados Unidos.
Debemos aprovechar esa experiencia sin el temor de salirse de los cauces acos-
tumbrados de la actividad administrativa. Es esencial emprender la tarea de crear y
estimular el trabajo del país, la utilización de nuestros vastos recursos. convencidos
de tocio el interior del país: la gente no quería recoger las cosechas de trigo porque el precio era tan
bajo. Era noviembre de 1933. La situación no podía ser m'ís crítica en la Argentina."
En su despacho del Banco de la Nación Argentina -para no llamar la atención-y a veces en su
propia casa. con extremo secreto durante varios días Prebisch mantuvo reuniones con los citados minis-
tros y el doctor Enrique lltiburu. a fin de elaborar medidas que detuvieran la recesión y reactivaran la
economía. Hablaron de política de obras pública>. de control de cambios. etc. "Yo colaboro estrecha-
mente con los dos. escribo casi toe.lo". dirá Prebisch 1rnís tarde. El resultado fue la adopcilin. a pan ir del
28 de noviembre del treinta y tres. de una serie de medidas económicas que fueron bautizadas Plan de
Acción Económica N(1cional.
de carácter expansivo, lo que significó un recodo en la política
económica seguida por la Argentina desde el treinta: "fue un cambio radical en la política económica
argentina. en que yo creo haber tenido una pm1icipación muy im¡xll1ante". dirá Prebisch. A semejanza
del New Deal. en espíritu y forma. antes que un plan fue un agregado de medidas. Si no su único autor.
Prebisch fue gestor p1incipal de las medidas en cuestión: "Frente a la crisis mundial. yo tuve una crisis
teórica tremenda. cuya expresión fue un documento que tuvo larga cin.:ulación entonces. que se hizo
respaldado por los dos ministros. de Hacienda y de Agricultura, que yo serví de rrait d'union entre
ellos, que se llamaba ID Plan de Acción Económica Nacional. <1uc se basaha en la idea de una política
expansiva ( ... ). Este fue un plan Kcyncsiano de expansión de la economía. controlando el comercio ex-
terior ct-.1 una política muy selectiva de cambios".

LA PRODUCCIÓN RURAL Y EL M.ERC'ADO DE CAMBIOS
149
de que contra la adversidad presente sólo puede lucharse con medidas extraordina-
rias que obligan totalmente al Gobierno a escapar de su órbita normal.
3. HA Y QUE BUSCAR SOLUCIONES DEN1RO DEL PROPIO PAÍS
La ilusión de un mejoramiento próximo en el estado económico internacional
no debe mantenernos en suspenso. Dependemos estrechamente de la economía
mundial. Ella presenta algunos síntomas de mejora. Pero todo el mundo está pen-
diente del experimento de los Estados Unidos. que si no tiene éxito. dará una nueva
sacudida violenta a lo poco que resta de la confianza mundial. Como quiera que re-
sulte. no es dable esperar un restablecimiento rápido que nos cure prontamente de
nuestros males. Por lo demás. el proteccionismo agrario de los principales países
adquirentes de nuestra producción será por mucho tiempo el obstáculo más consi-
derable para la expansión de las exportaciones argentinas.
Por lo tanto. del punto de vista del mercado internacional. las perspectivas no
son promisorias. Difícilmente podrá venir de afuera el estímulo que requiere impe-
riosamente la economía argentina. Hay que buscar las soluciones dentro del país
mismo. Porque hemos llegado a un punto en que si no actuamos con decisión sobre
nuestra propia economía interna. las actividades y el consumo de la Nación conti-
nuarán desarrollándose en el bajo nivel en que han caído. con el riesgo inminente
de empeorar.
4. EL PLAN DE ACCIÓN ECONÓMICA
Se imponía actuar resueltamente. Y después de serias reflexiones el Gobierno
presenta al país un plan de acción económica. Reposa ese plan sobre la realidad
monetaria. Era indispensable librar progresivamente a la moneda argentina de las
trabas que impedían sus movimientos. a fin de que tome el nivel que le correspon-
de y los productos agropecuarios adquieran el valor que determina la oferta y Ja de-
manda de los mismos y de las divisas en que ese valor se expresa. Habrá una sensi-
ble mejora en la penosa situación de los productores rurales a quienes ha tocado la
peor parte en esta larga crisis. Tambien encara el plan una serie de medidas que
propenden a desarrollar el trabajo del país y a absorber desocupados mediante la
realización de un amplio programa de obras públicas financiado con los recursos
de que dispone el Gobierno y el estímulo de la producción local para que vaya lle-
nando los grandes claros dejados en el consumo nacional por la forzosa reducción
de las importaciones. Y por último el plan toca otro aspecto del problema agrícola

150
RAÚL PREBISCH
que encuentra ahora un momento propicio para su consideración. Nos referimos a
la colonización de las tiem1s de propiedad o bajo el control virtual de los bancos
oficiales, las que serán puestas al acceso de los hombres ya radicados en el país
que las cultiven eficazmente y quieran y sepan ser propiet<ufos.
5. CONSECUENCIAS DE LA SOBREVALUACJÓN DE LA MONEDA ARGE'.'<TINA
En primer lugar había que obr<u- sobre el cambio. Los hechos han demostrado
los inconvenientes de un tipo rígido, que estaba lejos de la realidad. El peso valía
menos que el precio que se le había fijado; y los efectos de esa disparidad no tarda-
ron en sentirse en el balance de pagos. La demanda de divisas extranjeras para el
pago de las importaciones y las distintas remesas al exterior fue mayor de lo que
pudo ser con un valor más bajo de la moneda. Su exagerado valor artificial. com-
portaba en verdad un subsidio oculto en favor de una y otras. No es de extrañar. en-
tonces. que las importaciones de este año son apreciablemente superiores a las de
1932, no obstante ser más bajas las exportaciones. De ello emerge un fuerte de-
sequilibrio para nuestras cuentas internacionales. pues no hay que olvidar que de-
bemos también girar al exterior los servicios de la deuda externa, los intereses y
beneficios del capital extranjero y las remesas de fondos de particulares e inmi-
grantes. Todo este pasivo excede largamente el activo que proviene casi exclusiva-
mente de las exportaciones. disminuidas en forma acentuada durante este año. Para
que esta situación no empeore era indispensable tomar las medidas que dio a cono-
cer el Departamento de Hacienda.
Esas medidas se proponen que el peso tome su propio nivel. A raíz de ellas
nuestra moneda ha exteriorizado la desvalorización que ya tenía encubierta bajo la
engañosa apariencia de estabilidad. El peso aparecerá ahora valiendo lo que vale y
al cambiarse a los nuevos tipos por las divisas extranjeras propenderá al equilibrio
del balance de pagos.
Cuanto menos vale el peso. tanto más difíciles son las importaciones. y tanto
menor Ja demanda de divisas para las remesas de fondos al exterior puesto que es
inferior la capacidad de compra de una determ inacla cantidad de esos pesos en tér-
minos de monedas extranjeras. Por lo tanto. mantener rígidamente el peso en un
valor superior al que le correspondía en realidad, significa otorgar una prima o sub-
sidio a las importaciones extranjeras y a las remesas ele fondos al exterior. que en
esta forma resultaban mayores de lo que debieran ser. Así lo han expresado los ex-
pertos del Comité preparatorio de la Conferencia Económica Mundial en el progra-
ma anotado de la misma: "en cierto número de países las restricciones concernien-

LA PRODUCCIÓN RURAL Y EL ~ffiRCADO DE CAMBIOS
151
tes a los cambios parecerían ir en contra del objeto que persiguen; en efecto, toda
vez ·que el curso oficial del cambio se mantiene a un nivel más elevado que el cur-
so económicamente justificado se da a los importadores una especie de prima a la
importación mientras una especie de derecho de expmtación recae sobre los expor-
tadores.
6. EL PRODUCTOR RURAL PAGA LA PRIMA A LOS IMPORTADORES
La fuente directa de esa prima es el productor rural, quien. a causa del sobreva-
lor del peso. recibe en papel precios más bajos por los artículos que exporta. Se ex-
presa con frecuencia que una mayor depreciación del peso no beneficiaría al pro-
ductor por cuanto se encarece1ían simultáneamente los artículos que requiere
adquirir. Se olvida que sólo una parte de estos a11ículos es importada; y que en los
de producción nacional. el movimiento de ascenso es muy lento; no se recuerda.
asimismo. que los arrendamientos o intereses hipotecarios. los impuestos y tletes. y
otros gastos del productor están expresados en papel. y que ellos no aumentarían
con la depreciación de la moneda. Precisamente. aquí radica la razón primordial
por la que el alza interna de los precios agrarios aliviaría la situación de los produc-
tores. Los precios agropecuarios han descendido en 43% con respecto al año 1929,
es decir. antes de iniciarse el movimiento de baja. Sin embargo buena parte de los
gastos y cargas que gravitan sobre el productor siguen siendo casi los mismos que
antes.
Por consiguiente el alza de los precios agropecuarios. aunque sean tan sólo en
papel, no está destinada a enriquecer al productor dándole un. beneficio indebido,
sino que tiende a aliviarle de la situación precaria ocasionada por la rigidez de
aquellos elementos de su costo de producción. Va a mejorar también el estado del
crédito bancaiio e hipotecai·io. cuya congelación ha sido en gran parte determinada
por el descenso de los valores. En suma, va a restituir a los productores rurales lo
que legítimamente les coITcsponde por la acción de la oferta y la demanda.
1. EL CAMBIO Y LA BAJA DE LOS PRECIOS AGROPECUARIOS
Hay quienes no niegan el valor de estos argumentos pero temen que una mayor
depreciación del peso, en vez de sentir los efectos deseados sobre el nivel de pre-
cios internos, provoque el descenso de las cotizaciones en el mercado internacio-
nal. Se piensa que al desvalorizarse nuestra moneda los exportadores pueden ofre-
cer e\\ grano a precios más bajos. pues cada exportador trata de aumentar el

152
RMJL PREllISCll
volumen de sus ventas a expensas de sus competidores, que es lo que primordiaj-
mente les interesa.
A fin de prevenir esta posible consecuencia. se ha creado. simultáneamente con
la disposición sobre los cambios. una Junta Reguladora de Granos cuyo objeto fun-
damental es evitar las ventas forzadas de productos en el mercado internacional.
sin caer en ningún caso en la práctica peligrosa de retener el grano con propósitos
especulativos. El Departamento de Agricultura explicm·á ampliamente el funciona-
miento de dicha entidad.
Los movimientos de la moneda no influirán pues sobre las oscilaciones diarias
de los precios internacionales de los granos. En cuanto a la tendencia general de es-
tos precios, ella se sustrae completamente a tales movimientos. Es el resultado de
la oferta y la demanda mundiales y de los factores especulativos del mercado inter-
nacional. El nivel m~ís alto o más bajo de nuestro peso no altera la cantidad de gra-
nos que tenemos que ofrecer cada año al mundo y no es concebible que los precios
internacionales fueran hoy más altos si la moneda argentina no hubiera alterado el
valor que tenía antes del cierre de la üüa de Conversión.
8. RETORNO GRADUAL AL MERCADO LIBRE DE CAMBIOS
La aspiración de volver cuanto antes a la libertad del mercado de cambios no
podía. desde luego. verse satisfecha con el simple desplazamiento del tipo rígido
vigente hasta ayer. hacia otro tipo rígido que significase una mayor depreciación
para nuestro peso. Las ventajas de la estabilidad serían en tal caso muy inferiores a
los serios inconvenientes de un tipo arbitrario y alejado de la realidad del mercado.
El retorno a la libe11ad del comercio de divisas tiene que hacerse gradualmente.
Ha necesitado. en primer lugar. que los fondos que se habían bloqueado por falta
de cambio fuesen liquidados por los empréstitos que el Gobierno acaba de realizar.
La existencia de esos fondos. que presionaban constantemente sobre el mercado de
cambios. había impedido hasta ahora que el Gobierno tomase las medidas cuya
aplicación se inicia. pues el peso se hubiera desvalorizado en forma muy intensa
ocasionando serios trastornos. En segundo Jugar. se estableció el sistema de los
permisos previos de cambio. que además de in1roducir un elemento de orden y pre-
visión en el mercado, permitirún ajustar mús prontamente el volumen de importa-
ciones. que hoy es excesivo a la capacidad de pago del país. resultante de sus ex-
portaciones de productos.
Tanto los fondos bloqueados. como las importaciones exageradas. producían
una demanda anormal de cambios que desaparecen con las medidas que termina-
mos de mencionar. y con la resolución del Depa11amento de Hacienda de dejar de-
finitivamente bltx¡ucmlos los fondos anteriores al I '' de mayo de este afio que no

LA PRODUCCIÓN RURAL Y EL MERCADO DE CA~IBIOS
153
hubiesen aceplado la liquidación en títulos de 4%. Sin estos recaudos se pondría de
manifiesto una depreciación del peso mucho más intensa al iniciarse la cotización
libre.
9. FORMA EN QUE SE COTIZARÁ EL CAMBIO
En el mercado de cambios. por lo tanto, sólo actuará la demanda de divisas para
necesidades con"ientes; y esa demanda. conjuntamente con la oferta, determinarán
el precio de nuestra moneda en la forma que en seguida explicamos. Los importa-
dores. empresas de servicios públicos y demás oficinas solicitantes de cambios.
propondrán diariamente a la Oficina de Control de Cambios la cantidad de mone-
das extranjeras que deseen adquirir y los precios que están dispuestos a pagar. Y al
final del día. la Oficina adjudicará el cambio entregado por los exportadores a los
solicitantes que hubiesen ofrecido el mayor precio. y así lo comunicará a los ban-
cos por cuyo intermedio se realizaren las operaciones.
Actúa. pues, la concurrencia enlre los solicitantes; y se llevan el cambio los que
pagan más. Cuanto más fuerte sea la demanda, tanto mayor serán los precios ofre-
cidos. y cuanlo más abundante la oferta. tanto menor será la inclinación de los soli-
citantes para ofrecer precios altos. Los precios serán pues el resultado de Ja oferta y
la demanda de cambio, sin que el Estado intervenga para fijarlos.
El cambio que así se venda diariamente proviene de los exportadores. los que
están obligados a entregarlos a los bancos a un precio que se establecerá de tiempo
en tiempo. Las diferencias entre ese precio y los precios a que el cambio se venda a
los solicitantes. según acaba de verse. deberán ser transferidas al Banco de la Na-
ción para la constitución de un fondo de cambios con los fines que se explicarán en
seguida.
El tipo de compra de las letras a los exportadores ha sido fijado ayer en 18.56
pesos m/n por cien francos franceses o sea 20% más que el tipo vigente hasta en-
tonces. Mañana comenzará a venderse el cambio así comprado. Si el promedio de
precio de venta según las adjudicaciones. llegase a ser. por ejemplo. de 19.60 la di-
ferencia entre un tipo y otro. o sea de l.04 pesos por cien francos. deberá transferir-
se al fondo de cambios.·Los recursos de esle fondo se emplearán en resarcir al Go-
bierno Nacional del mayor costo de los servicios de la deuda pública y en
compensar las diferencias en contra que pudiera tener la Junta Reguladora. entre
los precios básicos a que compra los grnnos y los precios a que vende a los expor-
tadores de acuerdo con los valores del mercado intcmacional. El margen de los
cambios sale pues de las letras de exportación de productos agropecuarios y vuelve
a los productores agropecuarios más afectados por la baja de precios.
Evidentemente. el sistema más simple hubiese sido que los exportadores se pu-
siesen en contacto con los imporladores y demás solicitantes de cambio. por inter-

154
RMJL PREBlSCll
medio de los bancos. como antes del establecimiento de la Comisión de Control de
Cambios. A este procedimiento habrá que llegar cuanto :mies. Pero no era aconse-
jable hacerlo en este período de transición. En efecto. si el tipo de compra de las le-
tras a los exportadores fuese variable como el tipo de venta a los solicitantes. no
podría evitarse la actitud muy explicable de retener las letras cuando se espera una
mayor desvalorización que traiga consigo beneficios extraordinarios. Con el tipo
de compra fijo que puede desplazarse de tiempo en tiempo. cuando las circunstan-
cias así lo exigen. se evita este j1:1ego perturbador y especulativo. Al mismo tiempo.
se facilita la acción de la Junta Reguladora de Granos. que. si el tipo variase cons-
tantemente tendría también que alterar constantemente sus precios básicos a fin de
cumplir eficazmente el cometido que se le ha impuesto.
Para tener acceso al mercado de cambios los solicitantes deben tener los permi-
sos correspondientes. Estos permisos serán aún indispensables por algún tiempo
con el fin de evitar la demanda especulativa de cambio. la evasión de capitales. y
las importaciones desproporcionadas. Con respecto a estas últimas conviene adver-
tir que el mejor regulador del volumen de las importaciones será el precio del cam-
bio. Las importaciones se registrarán espontáneamente con el mayor costo de las
monedas extranjeras. y volverán a aumentar cuando el costo descienda por el creci-
miento de nuestras exportaciones. Pero estos :üustes toman cierto tiempo y ha sido
necesario actuar de inmediato. aunque en forma transitoria. con dichos permisos
previos.
En lo concerniente al cambio que se origina en otras fuentes que 110 sean las ex-
portaciones, se ha podido llegar ahora a la libertad más absoluta del mercado. No
ha habido en este caso las razones que mediaban para manlener algunas de las me-
didas de control. Los inversores de capitales extranjeros y los remitentes de fondos
del exterior a la Argentina, ¡xldrán pues negociar sus divisas en los bancos. los cua-
les sólo deberán dar cuenta de las mismas a la Oficina de Control de Cambios para
su simple anotación.
La Comisión de Control de Cambios había establecido el tipo rígido que acaba
de abandonarse en viitud de las amplias facultades del decreto que la creaba. Las
mismas facultades han permitido ahora volver al régimen de la cotización libre. que
es el paso obligado para el mercado libre y para la futura estabilización monetaria.
1 Ü. EL CAMBIO Y LOS PRECIOS INTjiRNOS
Evidentemente. la baja del peso puede influir sobre el costo de la vida. Pero
con mucha menor intensidad de lo que se cree corrientemente. Debido a los altos
derechos de Aduana en vigencia y los gastos de distribución que recargan el pre-
cio. el aumento del costo de las mercaderías extranjeras a causa de la deprecia-

LA PRODUCCIÓN RURAL Y EL MERCADO DE CAMBIOS
155
ción se traducirá en una proporción mucho menor de incremento en el precio fi-
nal que paga el consumidor. Por otro lado. la participación de las mercaderías im-
portadas en el consumo del país tiende ahora a ser cada vez menor por el desarro-
llo de la producción nacional. Además. en los presupuestos individuales de la
población hay rubros importantes. como el alquiler. que son casi insensibles -
salvo con el andar del tiempo- a la depreciación de la moneda. De modo que la
incidencia final de una depreciación de un 25%. por ejemplo, en la cotización ac-
tual del peso, no ha de traducirse en forma muy sensible en el índice de nuestro
costo de vida. en el cual figuran con importancia relativamente escasa los ar-
tículos extranjeros.
11. NECESIDAD DE UN PLAN NACIONAL DE TRAB¡\\JOS PÚBLICOS
Considerada la cuestión del cambio. com:sponde ahora abordar el otro asiJecto
del plan de acción económica relativo a los medios para amortiguar en la economía
interna del país el daño que ha sufrido en su comercio exterior.
Se ha dicho al comenzar esta exposición que la contracción en las actividades
económicas internas ha sido acompañada por el aumento de la cantidad de desocu-
pados. El desarrollo de la crisis en otros países nos demuestra cómo se llega en esta
materia a un punto muerto. La industria privada no puede absorber desocupados.
puesto que para hacerlo tendría que producir más y al producir más ultrapasa muy
pronto el límite de lo conveniente, agravando su situación. Es claro que si todas las
industrias lograsen hacerlo simultáneamente. la mayor producción sería consumida
gracias al mayor poder adquisitivo proveniente de los nuevos ocupados. Pero este
movimiento simultáneo sólo puede ocurrir por un estímulo externo a la industria.
Y el estímulo más eficaz para poner en movimiento ese mecanismo, son las obras
realizadas por el Estado. Los trabajos públicos distribuyen poder de compra en una
gran cantidad de trabajadores, aumenta la demanda general del mercado y contri-
buyen en esta forma a la absorción de desocupados en la industria privada.
Nosotros podríamos acrecentar considerablemente nuestros trabajos públicos y
apurar su desenvolvimiento. Hasta ahora hemos estado oprimidos por la falta de re-
cw·sos financieros. Ahora podremos disponer de abundantes recursos provenientes
de los empréstitos realizados con los fondos bloqueados.
Sobre esta base, es posible trazar un programa amplio y eficaz de trabajos
públicos nacionales, eligiendo ias obras según su carácter remunerativo, según la
cantidad de evitar trabajo que en ellas se emplease directa o indirectamente. y se-
gún la cantidad de evitar materiales de origen nacional que fueran requeridos. Es
necesario optar por aquellas obras que utilicen en mayor grado el trabajo y los ele-

156
RAÚL PREBISCll
mentos del propio país. pues nuestras exportaciones no nos permiten acrecentar las
importaciones de mercaderías extranjeras.
Estas características requieren necesariamente un programa. La dispersión ac-
tual de las obras públicas no favorece el empleo más provechoso de los recursos
disponibles en vista de los propósitos perseguidos. Es necesario coordinar la tarea
e imprimir al conjunto el impulso y el ritmo de actividad que hoy no se tiene en
grado suficiente.
Contamos con autorizaciones legales más que suficientes para un plan de inten-
sificación ordenada y eficiente. que crearía trabajo y estimularía las actividades del
comercio y de la industria. en el vasto territorio de la Nación.
Con la seguridad de recursos reales. sin la estrechez de los que proceden exclu-
sivamente de la negociación de títulos de la deuda pública imcrna en un mercado
limitado. es factible desarrollar gran cantidad de obras útiles en el término de dos
años. las que se incorpor;uían definitivamente al patrimonio nacional originando
beneficios de indiscutible valor económico.
El Gobierno dispone del plantel necesario y de los planos y presupuestos res-
pectivos. Las diversas reparticiones del Ministerio de Obras Públicas tienen el per-
sonal técnico y administrativo requerido para acometer esa larca. De manera que la
ampliación e intensificación de las obras actualmente a su cargo incidirá en el me-
nor costo de las mismas. el que ha de acentuarse si se rebaju el interés de los capi-
tales a emplear, y se uhorra la pérdida del quebranto en la colocación de títulos.
Es sabido que la exigüidad de los recursos del presupuesto. obliga a ejecutar las
obras lentamente. y a encarecer su costo por exceso de personal directivo y de ins-
pección, cuyo rendimiento de trabajo efectivo y útil resulta por ello escaso y pobre.
Existen muchas obras en ejecución susceptibles de terminarse en un año. y que
debido a la insuficiencia de las partidas que tienen asignadas. sólo se concluirán en
dos, tres o más.
Al confeccionarse el "Anexo L" de trabajos públicos. se ha seguido hastu ahora
la mala práctica de distribuir partidas en un gran número de obras de diverso ca-
rácter. para proseguir unas. termin:u· otras. y para empezar muy pocas: y la fijación
de los créditos respectivos ha respondido siempre. más ul expediente de un prorra-
teo circunstancial que al propósito de asegurar construcciones rápidas y baratas. Es
urgente dar fin cuanto antes a las iniciadas. dotándolas de los créditos requeridos,
con el refuerzo de Jus usignacioncs del presupuesto.
No ha imperado tampoco un criterio de selección p:ua dar preferencia a obras
que. por su naturalezu o destino. son esencialmente reproductivas bajo el doble
punto de vista económico y fiscal.
Para el programu a aplicar en dos años. realizundo en ellos lo que con el siste-
ma actual se ejecutaría en siete u ocho años. deberá adoptarse otro procedimiento.

LA PRODUCCIÓN RURAL Y EL MERCADO DE CAMBIOS
157
eligiendo las obras más necesarias y de mayor provecho y repercusión. especial-
mente las que requieren un alto por ciento de mano de obra. y estimulan la deman-
da de materiales del país.
La ejecución de un vasto programa de obras públicas se traducirá en el aumento
inmediato de la demanda de gran cantidad y variedad de mercaderías que la Argen-
tina produce o puede producir. Y aquí llegamos a un punto que es necesario se-
ñalar: el control preventivo de las importaciones nos permitirá que esa demanda no
estimule las importaciones y se emplee en promover las actividades económicas in-
ternas.
El Depai1amento de Obras Públicas dará a conocer en breve los detalles del
programa a que hemos hecho referencia.
12. LA COLONIZACIÓN DE LAS TIERRAS DE LOS BANCOS OFICIALES
El momento es oportuno para poner las tierras de propiedad de los bancos ofi-
ciales o de los deudores morosos de los bancos oficiales. en manos de los hombres
que las trabajen bien.
La conversión de las cédulas hipotecarias permitirá al banco alargar los plazos
de pago hasta 36 años facilitando considerablemente la transferencia de la tie1Ta a
los productores.
Será una gran ventaja p:u·a los bancos liquidar en esta forma rubros muy pesa-
dos de su activo. aun cuando ello no pueda realizarse en las mejores condiciones
del punto de vista de cada establecimiento. El Departamento de Agricultura expon-
drá a su tiempo este aspecto del plan.
13. CONCLUSIÓN
No se han considerado en esta exposición los detalles técnicos del plan. que se-
rán objeto de ulteriores explicaciones. El Ministerio de Hacienda se ha limitado a
considerar los asuntos de primordial importancia en el plan de acción económica:
el cambio. los precios agropecuarios y el desarrollo de la actividad económica in-
terna.
El país requiere un plan. Terminada la tarea prelimil)ar de saneamiento finan-
ciero. ha llegado el momento de presentarlo. Lo )lace el Gobierno con la concien-
cia de su grave responsabilidad y persuadido de que una crisis larga e intensa como
ésta. que puede llegar a conmover la estructura .entera de la Nación. no ha de ven-
cerse con las normas tradicionales de la acción administrntiva.

63
EL MOMENTO PRESENTE DE
NUESTRA ECONOMIA *
I. SUMARIO
1. Características de cada uno de los olios de contracción económica
Si fuéramos a juzgar el año 1933. del punto de vista económico. por el curso de
las exportaciones de nuestra producción agropecmu-ia. sólo sabríamos decir que fue
un nuevo año ele contracción que se agrega a los que vienen aquejando a la econo-
mía argentina a partir de 1929.
Pero un juicio así. con ser fundamentalmente correcto. resulta demasiado sinté-
tico para tener en cuenta las complicaciones de los hechos concretos. En verdad.
cada uno ele los años de esta fase declinante ha tenido sus rasgos propios. En 1930.
el descenso económico va acompañado por un fuerte desequilibrio en las finanzas
públicas. El año 1931. se caracteriza por la tensión del mercado monetario. las con-
siguientes dificultades de los establecimientos de crédito, y la rápida desvaloriza-
ción del peso. atenuada. sin embargo. por los embarques de metálico. El balance de
P.agos y el presupuesto. cuyo desequilibrio había influido tan sensiblemente sobre
la moneda. son sometidos a un reajuste cuyos efectos manifiéstansc patentemente
en 1932. Este último año es de evidente mejoramiento financiero. El pago de lo
que más apremiaba de la deuda flotante -sueldos y facturas atrasadas- contribu-
ye a alivim- la situación de los bancos. y propende así. junto con las fuerzas natura-
les del mercado y el incremento de los fondos bloqueados por falta de divisas. a
* N. del Ed. Publicado en Revista Eco11ó111ica. Buenos Aires, enero-abril de 1934. vol. 7. Nos l-4.
p:ígs. 1-60. Sobre la redacción de la Rcrisw Económica. véase la Nota del Editor al capítulo 43 dd
trnno 1 de esta obra. Este extenso trabajo se refiere a las medidas tomadas a pa1tir del 2X de novie1nbrc
de 1933, en el marco del Plan de Acción Económica Nacional y mereci<í d siguiente comentario del
ministro de Hacienda doctor PincJo: ''la R.c\\'ista Econ/nnica del Banco de la ~aciún Argenlina. ha ex~
plica<lo tatnbién con ininuciosiJad y absoluta objetividad. cu(iks eran las consecuencias de las 1nedidas
tomadas y en <JUé principios se fundaban .. (Ministerim de Hacienda y Agricultura de la Nación, El P/011
de Acción Económica ante ef Congreso Naáonal, Discursos de los ministros Pincdo y D11lra11. Buenos
Aires, 1934 ). Las palabras ele Pincdo fueron pronunciadas d 6 de JUnin de 19'.14.

EL MmH:"iTO PRESENTE DE ~UESTRA ECONOMÍA
159
disminuir los tipos de interés del dinero. Se asigna al peso una cotización fija. Y re-
aparecen los primeros síntomas de un nuevo desajuste del balance de pagos. Este
hecho va adquiriendo importancia en 1933, al crecer las impcmaciones mientras
continúa el descenso de las exportaciones. Agrávase a causa de ello. durante el año
pasado. la tensión del mercado de cambios y aumenta la cantidad de fondos blo-
queados. El interés del dinero sigue disminuyendo. con efectos tan perceptibles so-
bre las cotizaciones bursátiles. que el Gobierno Nacional decide convertir sus
títulos de deuda interna y las cédulas del Banco Hipotecario. A estas medidas si-
guen otras a las que hemos de referirnos con frecuencia en el presente número.
Pero no está dicho todo en punto a 1933. Es cierto que se trata de un nuevo año
de declinación. según expresamos. Empero. algunos índices significativos del mo-
vimiento económico suavizan el ritmo de su descenso y parecen tocar fondo en el
curso de dicho año. Se detiene en ellos el proceso de baja: y en ciertos casos !ns
curvas comienzan a subir. como se explicará a su tiempo en el correspondiente ca-
pítulo.
1. Algunos sf1110mas de recuperaciún
No podríamos atribuir a estos últimos acontecimientos un carácter definido.
Pero es cierto que en Ja economía mundial parecen estar ocurriendo acontecimien-
tos semejantes. Las cifras del comercio internacional ponen también de manifiesto
la interrupción de su descenso: y se nota una mayor actividad económica en la
Gran Bretaña, alguna mejora en ciertos países. y un nuevo impulso ascendente en
los Estados Unidos. después del serio contraste que sufrió el m.ovimiento de recu-
peración a mediados del año pasado.
Nos limitaremos. por ahora. a seguir atentamente la marcha de estos síntomas.
por cuanto distan mucho todavía de ser concluyentes, y el ambiente psicológico no
se ha despejado de serias preocupaciones que atañen a la ¡xilítica internacional de
las grandes potencias. En lo que a nuestro país concierne. como no mejoren los
precios efectivos del trigo. que en el mercado mundial siguen muy bajos. será bue-
no adoptar una actitud prudente en la interpretación de los indicios de restableci-
miento económico.
3. Carácter y co11te11ido de este número
Por otra parte. el propósito de esta publicación es exponer e interpretar los he-
chos ocurridos en la cconom ía argentina. Exponemos lo que es. y no lo que debiera

160
RAÚL PRllBlSCH
ser o convendría que fuese. por cuanto ello nos sacru·ía del camino estrictamente
objetivo en que siempre hemos permanecido. No es fuera de lugar recordrufo aho-
ra. pues tenemos que aludir en este número de la Revista a cie11as medidas que
consideramos como simples hechos que alteran el curso de las cosas. tal cual se iba
produciendo. pero sin abrir juicios u opiniones de ninguna suerte sobre el mérito
intrínseco de las mismas.
Con este espíritu vamos a afrontar el examen de los aspectos más importantes
de la situación presente. de nuestra economía. Comienza este examen con la des-
cripción de las fuerzas que actúan sobre nuestro balance de pagos. en especial. de
aquellas que han promovido su actual trastorno; se alude entonces a los resultados
de la fijación del tipo de cambio. entrando a este propósito en algunas considera-
ciones teóricas que propenden al mejor entendimiento de los fenómenos actuales y
del giro que han tomado a raíz de las medidas del Gobierno. En el siguiente ca-
pítulo. estudiamos el proceso de nuestra contracción económica a través de las ci-
fras tan representativas del comercio exterior y de sus elementos constitutivos. Vie-
ne. más adelante. un análisis de los distintos índices de la actividad económica
interna. en cuya oportunidad verificamos la detención que hemos señalado en el
movimiento de baja. La exposición de las consecuencias de la desvalorización de
la moneda sobre los precios internos. así de los productos agropecuarios como de
los otros ru·tículos nacionales y de los ru·tículos impo11ados. constituye la materia
de otro capítulo. Nos referimos. después. a la producción agropecuru·ia. sus precios
y sus exportaciones. y a la situación de los mercados. Y por último. dedicamos un
artículo especial a las finanzas públicas. ocupándonos de la conversión de títulos y
cédulas. los empréstitos y los resultados del último ejercicio financiero. Nos falta
un capítulo de análisis del movimiento bancario. Pero lo hemos omitido adrede
para no caer en redundancias. pues de ello hemos hablado en nuestro número ante-
rior. Será el momento de retomar el hilo de este asunto al comentar próximamente
los resultados del primer trimestre del año en curso.
JI. EL BALANCE DE PAGOS Y EL VALOR DEL PESO ARGENTINO
1. Reaparición de las jiter:as de desequilibrio
En su condición ele país deudor. y a falta de nuevas inversiones de capital ex-
tranjero. la Argentina requiere contar con un fuerte excedente de sus exportaciones
sobre las importaciones. para poder transferir al exterior los servicios de la deuda
pública y de los capitales extranjeros invertidos anteriormente. y efectuar las distin-
tas remesas de fondos que figuran en el pasivo de sus cuemas anuales.

EL MOMENTO PRESENTE DE NUESTRA ECON0l\\1ÍA
161
En el año 1930, en lugar de ese excedente tuvimos un déficit, esto es, un exceso
de importaciones de m$n 284,3 millones. Calcúlese, pues, la magnitud del desequi-
librio de nuestro balance de pagos en ese año. en el cual ya no pudimos contar.
como en los precedentes. con nuevos aportes de capitales provenientes del extran-
jero. especialmente de los Estados Unidos.
El país fue c01Tigiendo esa falla a costa de una severa conn·acción de las impor-
taciones. Pero no bien pudo lograr en su intercambio exterior de 1932 un saldo po-
sitivo de m$n 451.5 millones (que se aproximaba a lo que se requería para afrontar
aquellos compromisos) reaparecen las fuerzas de desequilibrio. Ellas se insinúan
ya en ese año. y tornan cuerpo en el siguiente. Las imp011aciones. que en 1932 to-
caron su punto más bajo. m$n 836.3 millones, vuelven a crecer y llegan a m$n
897.2 millones en 1933.1 En cambio. las exportaciones descienden de m$n l.287,8
millones a m$n l.100.6 millones~ de un año para otro. De modo que aquel saldo
positivo se reduce a m$n 203.4 millones. cantidad bien insuficiente en retación a
los rubros pasivos mencionados más arriba. como ha de verse más adelante. El
gráfico 1. trazado con las cifras trimestrales, permite ver con toda claridad el pro-
ceso de desajuste que dejamos de describir.
Este hecho tiene serias consecuencias. Las dificultades de cambio se agravan
considerableme1\\te en 1933 bajo la presión cada vez más fuerte de la demanda in-
satisfecha. Y van acumulándose en el mercado cantidades crecientes de dinero blo-
queado. que no pueden ser giradas al exterior por no conseguir los correspondien-
tes permisos en la Comisión de Control de Cambios.
2. Distribución del cambio disponible
Desgraciadamente, las estadísticas de esta última se refieren a los fondos real-
mente transferidos. o en otros términos. al cambio vendido, y no a lo que debió y
no pudo transferirse por escasez de divisas. Sin embargo. las estadísticas presenta-
das en el cuadro 1 y el movimiento de las curvas del gráfico 2. dan una idea de la
restricción que debieron sufrir los distintos rubros.
1 No <lcbc perderse de vista que tales cifras conslituycn lan sólo una aproximación por la imposibi-
lidad con <¡ue hasta ahora se ha lropezado de obtener valores exactos para los mtículos importados.
2
Difiere esta cifra en m$n 20.2 millones de la publicada por la Estadística Nacional. a saber m$n
1.120.8 millones de cxpo11acioncs en 1933, debido a las co1Tecciones que hemos efectuado en el guaris-
mo de diciembre. en la fomia explicada en la pág. 196.

!62
RAUL i'REBISCI!
l. El comercio exterior argentino de 1929 a 1933, por trimestres
En millones de m$n
600
400
400
200
200
Importaciones
º....__._ .........
..... º
__.~~..__.___.~_,__.___.~....__.__._~....__.__..__._~.___._
+200
+200
o
o
1929
1930
1931
1932
1933

EL MOMENTO PRESENTE DE NUESTRA ECONOMÍA
163
l. Cifras trimestrales del cambio vendido en el mercado oficial
Trimestre
A1ios
Total
li!
anual
l mportaciones
1932
220.815
185.506
165.390
155.803
727.514
1933
177.087
211.535
124.460
1 134.796
647.878
Remesas de empresas de utilidad púhlicc/
1932
72.877
1
46.976
1
24.()42
1
24.694
168.589
1933
23.297
53.021
29.861
40.048
146.227
Servicios de la deuda pública
1932
44.767
53.562
1
52.289
1
47.393
198.011
1933
63.166
1
48.392
37 .685
40.069
189.132
Remesas de particulares e inmigrames
-1932
68.523
1
40.953
1
30.649
1
20.679.
160.804
1933
14.628
15.468
15.490
10.313
55.899
ro1at2
1932
441.667
356.635
296.059
262.003
1.356.364
1933
285.503
335.564
213.871
256.066
1.091.004
Incluye cambio para impo11ación de combustibles. material nxlantc. maquinarias y se1vicios fi-
nancieros.
o
-
Incluido otras transferencias.
Apm1emos. ante todo. los servicios de la deuda pública exterior. que en 1932
requirieron mSn 198 millones de cambio (además de los mSn 9 millones de me-
tálico exportados con este destino en los primeros meses del mismo año). y en
1933. m$n 189.3 millones. Las importaciones. no obstante su aumento. recibieron
m$n 79 .6 millones menos de cambio que en 1932. Las remesas de los ferroc:miles
y demás empresas de servicios públicos obtuvieron asimismo una cantidad inferior
en m$n 22.4 millones: las remesas de particulares e inmigrantes, m$n 104.9 millo-
nes menos: y las otras transferencias. mSn 49.8 millones menos.

164
RAÚL PREillSCH
2. Variaciones trimestrales del cambio vendido en el mercado oficial
En millones de m$n
400
400
300
300
200
200
Empresas util públ.
100
I
100
o ________ _._ __
__. ___ __
_,__ __
__._ __
__....._ _ ___,o
~
Trimestres de 1932
Trimestres de 1933

EL MOMENTO PRESENTE DE NUF..STRA ECONOMíA
165
Pese al hecho recién sefialado con respecto a las importaciones, éstas llegaron a
absorber el 59.4% del cambio vendido en 1933 contra 53,6% en 1932. La propor-
ción de los servicios de la deuda pública subió también de 14,6% a 17.4%; y la de
las remesas de las empresas de servicios públicos de 12.4% a 13.4%. Por el contra-
rio, los giros de particulares e inmigrantes redujéronse de 11,9% a 5,1 %; y las otras
transferencias de 7,5% a 4,7%. La considerable disminución del cambio disponible
en el afio obligó. pues. a concentrar su disuibución en los rubros más importantes
en desmedro de los secundarios. Pero a pesar de todo unos y otros tuvieron que so-
portar las restricciones a que ya se hizo referencia.
2. Proporciones de cada rubro con respecto al total de cambio vendido
en el mercado oficial
Rubros
1932
1933
%
Importaciones
53.6
59.4
Servicios deuda pública
14.6
17.4
Empresas de utilidad pública1
12,4
13,4
Particulares e inmigrantes
11,9
5.1
Otras transferencias
7,5
4,7
Total
100~0
100.0
1 Incluye cambio pam importación de combustihles. material rodante. maquinarias y servicios fi-
nancieros.
3. Magnitud conjetural del déficit de 1933
Todo cálculo sobre nuestro balance de pagos. mientras no se disponga de mejo-
res estadísticas. tiene que ser necesariamente conjetural. Pero como es bueno tener
una idea. aunque sea grosera. de la relación entre los rubros pasivos que hemos de-
bido girar al exterior y las divisas con que hemos contado para tal objeto. se ha en-
sayado para el afio 1933el cfüculo insertado más abajo. El rubro de importaciones
representa el valor asignado a las mismas por la Estadística Nacional. Desde luego
que es imposible conocer qué proporción de las mismas habrá podido ser pagada
por operaciones del mercado libre extraofü;ial. En cuanto a las remesas de empre-
sas de servicios públicos, de particulares e inmigrantes y otras transferencias. he-
mos estimado. sobre la base de las cifras transferidas en 1932 y de otras referen-

166
RAUL l'KFBISCII
cias, que ellas hubieran requerido. como mínimo. cerca de mSn 260 millones de di-
visas exlranjeras al lipo Jnlerior al 28 de noviembre pasado. Siguen las cifras:
Cambio com¡1mdo:
mSn
Proveniente de exportaciones
1.044.000.000
Proveniente de otras fuentes
48.000.000
Total
1.092.000.000
Necesidad de comhio:
Para importaciones
897 .200.000
Para servicios de la deuda pública
189 .30.000
Para remesas de empresas de servicios públicos.
p:U'ticulares e inmigrantes y otras transferencias
260.000.000
Total
1 .346.500.000
De este cálculo resulta que mientras las disponibilidades de divisas llegaron a
mSn 1.092 millones. las necesidades fueron de mSn 1.347 millones. dejando un dé-
ficit de mSn 255 millones en las cuentas del año.
4. Los em¡Jréstitos de dcs/!/(}(flll'O
Este déficit vino a agregarse a las deudas ele cambio ya existentes y llegó a
crear una situación tanto más seria. cuanto que las perspectivas de nuestras expor-
taciones no hacían entrever la posibilidad de liquidarlas en un futuro inmediato,
pueslo que el cambio disponible no alcanzaba para las necesidades corrientes del
año. Presentábase, pues. ante el Gobierno. un problema con dos aspectos distintos.
El de la cancelación de esa masa de compromisos atrasados, para que no siguiesen
presionando sobre el mercado de cambios. y el de evitar que en lo sucesivo conti-
nuase la acumulación de nuevos compromisos insatisfechos.
El primer aspecto fue resuello en parte por los empréstitos de desbloqueo reali-
zados a parlir de octubre pasado. Mediante csla operación -de cuyas condiciones
nos ocuparemos en olro lugar- los interesados en obtener divisas para el pago de
sus compromisos atrasados de cambio, pudieron optar por recibir títulos en mone-
das extranjeras ~mies que esperar por tiempo indefinido que tales divisas les fueran
otorgadas. Estos títulos podían ser empicados en el exterior en operaciones de crédi-
to. a la espera de una oportunidad propicia para su negociación. o transferidos a los
acreedores en pago de compromisos pendicnles. En virtud tic cslo. una deuda de
can1bio de inmediata cxigibiliclacl se transformó en deuda a plazos de amorti:t.ación

EL '\\10/vUoNTO PRESEP.TE DE NUESTRA ECONOMlA
167
gradual. que se extinguirá en l5 años (letras del empréstito estadounidense) y en 20
años (empréstitos británico y continentales y bonos del empréstito estadounidense).
En otros términos. llegó a separarse del mercado de cambios una parte conside-
rable ele compromisos pendientes por un valor de mSn 325 millones. si bien no
puede decirse que quedó despejada por completo la situación. debido a la cantidad
nacla despreciable de compromisos de cambio atrasados que no pudieron ser liqui-
dados. Se estima que estos compromisos al 31 de diciembre pasado. no eran infe-
riores a mSn 250 millones.
En cuanto al segundo aspecto del problema. esto cs. la necesidad de evitar en lo
futuro la repetición de hechos semejantes. fue también afrontado por el Gobierno
con medidas que propenden a un nuevo reajuste en el balance de pagos. a fin de re-
ducir progresivamente el exceso de los rubros pasivos.
5. Reajuste del ha/anee en 1111 régimen de patrón oro
Antes de entrar en ellas. pcrmítasenos una digresión. que juzgamos oportuna.
acerca de la fonna en que se efectúa el reajuste del balance de pagos en un régimen
de patrón oro y en un régimen ele moneda depreciada.
Cuando funciona normalmente el patrón· oro. cualquier desequilibrio ordinario
en el balance ele pagos tiende a corregirse espontáneamente debido a las reacciones
inmediatas que experimenta el mecanismo monetario. y que. en términos muy ge-
nerales. son las siguientes. El cléficlt en el balance provoca cxpo11acioncs de me-
t~Hico. Descienden así las reservas bancarias. el dinero se encarece y el crédito se
restringe. La restricción del crédito disminuye la cantidad ele poder adquisitivo de
la población. afectando el volumen de las importaciones que no tarda en descender.
Por otro lacio. el encarecimiento del dinero retiene en el país fondos que iMn a salir
al extranjero y atrae otros nuevos. si bien estos movimientos internacionales de dis-
ponibilidades son más característicos de los graneles mercados del dinero. en donde
hay siempre colocación inmediata para las mismas. que de países cómo el nuestro.
de relativa simplicidad financiera. La llegada de esos fondos a corto plazo y la dis-
minución ele las importaciones. equilibran el balance de pagos y hacen ccsm· Jas ex-
portaciones de metálico. Esta descripción es harto esquemática. La realidad es muy
compleja. y ese mecanismo suele ser perturbado por acontecimie111os de otra
índole. o por la influencia de ciertas prácticas de los bancos centrales enderezadas
a contrarrestar los efectos de las exportaciones de metálico sobre el volumen del
crédito. como ha sucedido en muchos casos en el funcionamiento del patrón oro.
sobre todo después de la guerra.
Gracias al aflujo y reflujo del metálico se mantiene la estabilidad en la cotiza-

168
RAÜL PREHISCll
ción de una moneda dentro de los estrechos límites de los puntos del oro; y actúan
continuamente fuerzas sobre el balance ele pagos que tienden a restablecer el equi-
librio perdido.
6. El reajus/e e11 1111 régimen de inconversión
En un régimen de moneda depreciada. el reajuste del balance ele pagos se efec-
túa por medio de las variaciones en la cotización de dicha moneda. El caso ha sido
muy bien estudiado en nuestro país en un trabajo relativo a las últimas décadas del
siglo pasado. publicado por la Universidad ele Hm·varcl y titulado "El comercio ex-
terior m·gentino bajo un régimen ele moneda inconvertible. 1880-1900". Debido a
que no puede hacerse frente al elesequilibrio en el balance de pagos con exportacio-
nes de metálico. como en el régimen de patrón oro. el exceso de la demanda con
respecto a la oferta de divisas provoca el aumento de su precio. o sea. en otros tér-
minos. la desvalorización de la moneda nacional. Esto tiende automáticamente a
restringir las importaciones. y a estimular las exportaciones. en cuanto ello es posi-
ble en un país agropecuario en que los saldos exportables dependen más que todo
de las alternativas de la producción:; Al mismo tiempo. ese encarecimiento de las
divisas extranjeras determina la disminución de la demanda de cambio para efec-
tuar las remesas de intereses y beneficios del capital extranjero y los demás envíos
de fondos al exterior. En esta forma se reduce el pasivo del balance. el cual tiende
a nivelm·se. Ello sucede después de cierto tiempo. toda vez que no sigan operando
activamente factores internos tales como el presupuesto en déficit o la expansión
del medio circulante. o factores externos que. según acontece en la crisis presente.
originan una intensa restricción de las exportaciones. que hace mucho más penoso
el reajuste de las cuentas exteriores.
7. Eslabilidad monetaria y fijación artijicíal del rnlor
En resumen. la tlexibilidael de una moneda depreciada pm·a adaptarse a las osci-
laciones ele la oferta y la elemanela ele divisas. es de primordial importancia en un
régimen de inconversión. Muy lejos estamos de sostener. por supuesto. que ha de
preferirse una moneda l1uctuante a una estable. Compréndasenos bien. Son muy
1 Los movimientos <le capitales no actúan como factores <le restablecimienlo <lel e<¡uilibrio en un
régimen de moneda depreciada. debido a la inestabilidad de las condiciones. pero suelen ocurrir despla-
zamientos de car:íctcr especulativo. <¡uc atenúan o contran-estan la acción de las otras fuerzas sobre el
ti¡x> de cambio.

EL MOM.ENTO PRESEl'<TE DE l'RJESTRA ECONOMÍA
169
conocidas las ventajas de la estabilidad monetaria para que se pretenda desconocer-
las. Pero a esa estabilidad sólo puede llegarse si se con-ige o se deja desaparecer las
causas que han provocado la inconversión. creándose así las condiciones propicias
pm·a el retomo a un régimen genuino de patrón oro.
Es fácil advertir la d.iferencia sustancial entre la estabili:t.ación del valor de una
moneda convertible en oro. y la que resulta del acto de fijar rígidamente el valor de
una moneda depreciada por medio de un sistema de control de cambios. En el pri-
mer caso. el caso del patrón oro. la moneda estable. lejos de privar de flexibilidad
al mecanismo monetario. descansa precisamente sobre la condición esencial de que
los movimientos del metálico y del crédito sean libres. a fin de provocar la acción
de las fuerzas que restablecen el equilibrio. tan pronto como se produce una ruptu-
ra. Por el contrario. la fijación artificial de una moneda depreciada, impide el juego
del mecanismo que conduce a dicho equilibrio obrando sobre las importaciones y
otros rubros del balance de pagos. según lo venimos de explicar.
8. Nuestra e.\\7Jeriencia reciente
Ha de disculpársenos estas consideraciones cuando se compruebe que ellas nos
ayudan a interpretar mejor nuestra propia experiencia monetaria. Desde los primeros
meses de 1932 hasta el 28 de noviembre pasado. la Comisión de Control de Cambios
mantuvo para nuestra moneda una cotización fija e insensible a las alteraciones que
sufría el activo y el pasivo de nuestras cuentas exteriores. Hemos visto cómo las im-
portaciones crecían mientras bajaban las exportaciones y se acumulaban los compro-
misos de cambio sin satisfacer. o en otros términos. cómo aumentaba el déficit del ba-
lance de pagos sin que se desarrollase ningún con-ectivo espontáneo para evitarlo.
El que nuestro peso se mantuviese en un tipo más alto que el com:spondiente al
grado de exceso de la demanda sobre la oferta de divisas. significaba. en realidad.
que las importaciones podían desarrollarse con menores dificultades que en el caso
de un tipo más bajo. Este habría actuado. sin duda alguna, como un freno muy efi-
caz a su expansión por medio del alza de los precios. Conviene dejar sentado. sin
embargo. que .no debe atribuirse exclusivamente a la sobrevaluación del peso el
crecimiento reciente de las importaciones. Hay que contar también con influencias
monetarias de otro orden. Recuérdese que en la segunda mitad de 1932, el empleo
de los fondos del Empréstito Patriótico en el pago de sueldos y cuentas atrasadas,
además de devolver a la circulación los billetes que el público había entregado para
abonar los títulos suscriptos. aumentó su volumen con los billetes emitidos por la
Caja de Conversión contra caución de títulos. El aporte de este nuevo poder adqui-
sitivo no ha de haber dejado probablemente de ejercer cierta acción estimulante so-

170
RAlJL PRE!31SCH
bre las importaciones. que. como es sabido. son muy sensibles en nuestro país a
esta suerte de alteraciones monetarias.
Sea como fuere. y volviendo ahora al punto :111tcrior. es claro que la acumula-
ción continua de compromisos impagos habría terminado por cortar drásticamente
las importaciones debido a la falta de divisas. Pero hubiera podido transcurrir largo
tiempo hasta que ello sucediese. pues el comercio de importación se iba acostum-
brando a empicar el cambio que obtenía en pagar parte de las deudas anteriores. y a
contraer luego nuevos compromisos en la espera de que en el ruturo sería posible
satisfacerlos.
Las mismas consideraciones que hemos hecho acerca de los efectos del peso
sobrevaluado en materia de importaciones. rezan también p:u-a los servicios finan-
cieros. El valor más bajo de la moneda nacional restringe las transferencias por ser-
vicios financieros. remesas de particulares e inmigrantes y otros conceptos. Por lo
general. en lo concerniente a estos rubros. no se trata de remitir una cantidad fija de
monedas extranjeras. como en el pago de las importaciones. sino de una cantidad
fija de pesos que se convierten en un importe más o menos grande ele monedas ex-
tranjeras según el cambio sea alto o bajo. Un millón de pesos a transferir significa
76.923 libras esterlinas con la libra a 13 pesos y 58.824 con la libra a 17 pesos. La
mayor parte de esos rubros eslán expresados originariamente en moneda nacional.
de manera que la desvalorización de ésta trae consigo la disminµción de la deman-
da de divisas extranjeras.
9. Un caso rt'cicnte dt' vuelta al mercado libre clt' camhios
Lo que terminamos de expresar sobre las fluctuaciones de una moneda depre-
ciada. como elemento de reajuste de las cuentas exteriores de un país. no constitu-
ye. por cierto. manifestaciones recientes de la teoría monetaria. Han sido fe-
nómenos dilucidados de mucho tiempo atrás por los economistas. Así lo recordaba
hace pocos meses Tht' Eco11omis1 al comentar el restablecimiento del mercado libre
ele cambios en Austria. Allí se había establecido un sistema muy severo de control
que no tardó en producir efectos análogos a los observados en la Argentina. esto
cs. la acumulación de fondos que no podían transferirse al exterior por escasez de
divisas. El Gobierno decidió entonces dar en forma gradual los pasos necesarios
p~ua llegar a la libertad del cambio. Con tal propósito se autorizó a los exportado-
res. primero por cantidades pequeñas, luego por cifras crecientes. a negociar sus di-
visas con los importadores y demás solicitantes de cambio. y a obtener por ellas el
precio que resultase de la oferta y de la demanda. sin tener en cuenta p:U'a nada la
cotización oficial de la moneda austríaca. De este modo. junto al mercado oricial.

EL MOMENTO PRESENTE DE NUESTRA ECONOl\\ÜA
171
de tipo rígido. se fue desmTollando el mercado libre. de tipo~ reales. hasta que la
autorización p:u-a comprar y vender libremente las letras de exportación se exten-
dió a todas las operaciones. excepto las que pudieran signifie:u- liquidación de cier-
tos fondos bloqueados y evasión de capitales. A fines del año pasado. el mismo
Gobierno austríaco. que se había adjudicado cambio al tipo oficial para transferir
Jos servicios de la deuda pública. resolvió renunciar a este privilegio y acudir al
mercado en concurrencia con los otros solicitantes de monedas extranjeras.
Austria se despojó así ele su sistema de control ele cambios y ele cotización artificial
ele la mone.da. pasando al mercado libre de divisas. "Es por consiguiente el primero de
los países que recurrieron a las restricciones ele cambio y a la moratoria --expresaba
aquella autorizada publicación en su número ele septiembre 9 de 1933- que logra
abandonar el control y efectuar la revaluación de su moneda. Al recurrir a la política
preconizada por los economistas clásicos ingleses de hace un siglo. ele ofrecer. si fuera
necesm·io. precios más altos pm·a las divisas extranjeras. Austria se ha colocado en una
posición favorable para hacer frente a todas sus obligaciones extranjeras."
JO. Adjudiració11 de las divisas por lihre co11rnrre11cia o por racionamie11ro
Para resumir lo que se ha expresado anteriormente. conforme menos vale la
moneda nacional en términos ele monedas extranjeras en un período de reajuste de
los elementos del balance de pagos. tanto menor es la demanda de estas últimas
para 1<1 importación de mercaderías y la realización de servicios financieros y otras
transferencias.
En fin de cuentas. es de esta manera como en un régimen de inconvertihilidad.
la cotización de la moneda nacional. siendo llexible. permite adaptar las importa-
ciones y remesas de fondos a la cantidad disponible de divisas. Sucede lo mismo
que en el caso ele cualquier mercadería en un régimen de libre concurrencia: que
cuando la oferta es escasa y la demanda intensa. ésta se restringe debido a la eleva-
ción de los precios hasta adaptarse a la cantidad de aquélla. El alza de los precios
podrá traer inconvenientes y pe1:juicios de distinta índole. pero es lo único que per-
mite repm'lir la cantidad ofrecida entre los que por una o por otra razón están dis-
puestos a pagar esos precios allos. con exclusión de los que no pueden hacerlo. En
el sistema de la libre concurrencia. la selección se realiza siempre por medio del
mecanismo de los precios.
Fuera de este sistema. existen otros procedimientos que suelen requerir la inter-
venci(m del Estado para distribuir la mercadería en cuestión entre los que la necesi-
tan. evitando el alza susodicha. Con tal propósito. se fija en forma m-bitr:u·ia un pre-
cio m·tificialmente bajo <.¡ue no debe ser sobrepasado a riesgo de penalidades. El

172
RA(JL PREBISCII
precio bajo estimula la demanda. aumenta el interés por conseguir esa mercadería.
Pero como la oferta es limitada. se hace indispensable establecer un sistema de ra-
cionamiento de la misma a fin de que no queden sin el artículo en cuestión aque-
llos que tal vez hubieran pagado un precio mayor para procurárselo.~
Se concibe innumerables criterios de racionamiento. según el propósito que ha
guiado la implalllación de una medida semejante. pero ello no es lo esencial. Lo
esencial es que sin racionamiento no funciona el sistema de fijación de precios.
Lo que hizo nuestra Comisión de Cambios cuando estableció un precio fijo y
artificialmente bajo para las monedas extranjeras. fue precisamente poner en
práctica una forma de distribución parecida a la que acabamos de describir. pues el
caso es idéntico. Como las divisas no alcanzaban p;m1 todos los que las querían. y
como sus precios no eran suficientemente altos p;u·a reducir la demanda por el pro-
ceso indicado. fue neces:u"io dar a cada solicilante tan sólo una pw·te de lo que pe-
día. de acuerdo con la mayor o menor disponibilidad de cambio. y con el criterio
que se tenía de las necesidades que convenía satisfacer.
Pero como los pedidos de cambio en materia de importaciones no se hacían an-
tes de que éstas se efectuasen. sino después que las mercaderías habían sido intro-
ducidas en el país. los im¡xirtadores ignoraban la cantidad de divisas que tendrían:
y la expe1iencia demuestra que importw·on en general más que el cambio que pu-
dieron obtener. De ahí la acumulación de solicitudes sin satisfacer.
Si el racionamiento del cambio se realiza antes de la im¡xlrtación y no "a poste-
riori". se concibe teóricamente la posibilidad de un sistema perfecto. en que cada
uno importa sólo lo que puede pagar con las divisas que previamente se le han con-
cedido. Mas un sistema así comporta la necesidad de un mecanismo complica-
dísimo e impracticable si no se dispone de una organización extraordinw-ia. como
que los artículos de nuestra impo11ación registrados en las estadísticas del comer-
cio exterior alcanzan a algunos miles. y cada w·tículo tiene varios importadores y
distintas procedencias. Volveremos más adelante sobre este punto.
11. Nuestra depe11de11ciá del mercado mundial
Tanto hemos aludido en este artículo a la restricción de las importaciones. que
no está demás recalcar que nos hemos estado refiriendo a un hecho y no a una doc-
trina sobre lo que tendrían que ser las importaciones. Este hecho evidente es que
las importaciones del país, a falta de empréstitos extranjeros. se encuclllran fatal-
mente limitadas por lo que puede pagarse con el cambio proveniente de sus expor-
~ Esto, sin entrar a considerar los efectos ele la fijación artificial ele un precio bajo sobre la ofc11a
ulterior <le una men.:adería. No es el caso de hacerlo ahora.

EL MOMENTO PRESEKrE DE NUESTRA ECONO~IÍA
173
taciones. teniendo en debida cuenta lo que requieren los servicios financieros
públicos y privados y otras remesas. De lo contrario. se acumulan sin cesar com-
promisos impagos.
Podrá decirse. es cierto. que el intercambio se constituye ele dos elementos. im-
portaciones y exportaciones. y que antes ele privar al país del consumo ele productos
importados para equilibrar los pagos. sería aconsejable aumentar las exportaciones.
La lógica de una proposición semejante es inquebrantable. Pero. en la realidad.
nuestras exportaciones de los últimos años han dependido primordialmente de la
capacidad. o si se quiere -en estos momentos de trabas y prohibiciones de impor-
tación- de la voluntad de absorción del mercado internacional; y sólo hemos lo-
grado colcx:ar en él un volumen físico de productos que no ha v:u"iado sustancial-
mente. a costa de una baja muy intensa en los precios.
Por otro lacio. el hecho de que un país de la magnitud del nuestro mantenga im-
portaciones superiores a las que puede pagar. no trae necesm-iamente el aumento de
las exportaciones. Como hemos expresado en esta Revista en julio de 1932: preci-
i;amente cuando se producía el primer reajuste de cuentas a que nos hemos referido
más mTiba. es cierto que el crecimiento de las exp011aciones aumenta nuestro poder
de compra y eleva nuestras importaciones. Pero ello no comporta la verdad de la
proposición contraria. a saber. que el acrecentamiento de las importaciones estimu-
la las exp011aciones. Y agregábamos. por vía de ejemplo. que si cien millones de
aumento en las exportaciones se manifiesta con efectos bien perceptibles en nues-
tro mercado interno. estimulando la demanda general de mercaderías. entre las que
figuran en lugar importante las procedentes del extranjero. un aumento igual en las
importaciones m·gentinas constituye una cantidad desdeñable en el conjunto del co-
mercio mundial. Esa cifra se distribuye en la práctica entre los diversos países con
los que comerciamos. sin que se vean sus consecuencias en el volumen de sus ad-
quisiciones de productos argentinos. según lo explicamos en aquella oportunidad y
lo prueba acabadamente nuestra propia experiencia reciente.
J 2. Las medidas oficiales y el mercado de rnmhios
Dijimos que el segundo aspecto del problema de la congestión de compromisos
de cambio consistía. en el parecer del Gobierno. en evitar que ella siguiese repi-
tiéndose en el futuro; y expresamos que con la fijación artificial del tipo de cam-
bio. distinta de la estabilidad en un régimen de patrón oro. se había suprimido
aquel elemento de reajuste que propende continuamente al equilibrio de las cuentas
N. del /:'d. Véase el capítulo 56 de este volumen.

174
RAUL l'RlóBISCll
internacionales. El Gobierno ha manifestado su propósito de restablecerlo gradual-
mente con las medidas tomadas el 28 de noviembre pasado.
Vamos a exponer en qué consisten y los primeros resultados de su aplicación.
Hay. desde el 29 de noviembre. dos mercados de cambio. El libre y el oficial. En el
mercado libre. todo el que desee puede adquirir. sin limitación de ninguna suerte y
en plena concurrencia. las divisas provenientes de las exportaciones de ciertos ar-
tículos que hasta entonces no habían sido objeto de exportación regular y corriente
(alrededor del 1.9% del conjunto de exportaciones). y de todas las otras fuentes
que no sean las exportaciones. a saber. capitales extranjeros que se invierten en el
país. fondos argentinos que se repatrian. remesas de fondos extranjeros por sueldos
de funcionarios diplom:íticos o de empresas privadas extranjeras. cte. El mercado
libre. representa. en pequeño. lo que eran los negocios de cambio antes del estable-
cimiento de la Comisión de Control de Cambios.
En el mercado oficial se negocian exclusivamente las divisas provenientes de
las exportaciones (excepto aquella pequeña fracción que se autoriza a negociar li-
bremente). Los bancos adquieren estas divisas a los exportadores al precio fijado
de tiempo en tiempo por el Departamento de Hacienda y las ponen a disposición de
la Oficina de Control de Cambios. encargada de realizar su venra. Con tal pro-
pósito la Oficina ofrece en licitación las divisas. recibe las distintas propuestas de
compra que se presentan. las clasifica según sus precios en orden decreciente de
magnitud. y acepta las de precios müs altos hasta agotar la cantidad de divisas dis-
ponibles en el día. rechazando d resto de las propuestas. Luego publica el prome-
dio ponderado de los precios aceptados en el día (dividiendo el valor vendido por
la cantidad) y el precio mínimo aceptado en ese día en la licitación. La diferencia
entre el precio de compra migado por los bancos a los exportadores y los precios
conseguidos en las licit:ici 111es. constituye un fondo de beneficios de cambio que el
Gobierno empica con un Joblc fin: compensar al Tesoro por el mayor costo de los
servicios de la deuda pi ,)(ica por el incremento del precio de las divisas resultante
de estas medidas; y r; 1anciar las operaciones de l~t Junta Reguladora ele Granos
conforme veremos en el lugar correspondiente. De hecho. el Gobierno concentra
en sus manos todo el cambio que procede de las exportaciones (salvo los artículos
exceptuados) y lo adjudica a los mejores postores en cada licitación.
I J. El mecanismo de los licitocioncs Y lo coti::.ación lihrc
Veamos cómo funciona el mecanismo. El promedio y el precio mínimo acepta-
do en las licitaciones de cada día. son los índices que guían al mercado pm·a sus
operaciones del día siguiente. Sus variaciones indican si la presión de la oferta so-

EL MOMENTO PRESENTE DE NUESTRA ECONOMÍA
175
bre la demanda se acentúa o debilita. Supongamos un primer caso: que por la res-
tricción de la oferta quedan propuestas de compra de divisas sin aceptar. no obstante
que los precios ofrecidos son superiores o iguales al mínimo del día anterior. ¿Qué
sucede entonces? Que el promedio sube y el precio mínimo aceptado resulta mayor
que el precedente. El mercado advierte inmediatamente que las divisas extranjeras
están en alza. y se ve forzado. por lo tanto. a mejorar los precios propuestos para la
licitación siguiente. pues hay compradores que. antes de quedarse sin divisas. prefie-
ren pagar cotizaciones superiores. Si la presión proviene del aumento de la demanda
en vez de la restricción de la oferta sohrcviene el alza por motivos similares.
Lo contrario ocurre cuando la oferta crece. La cantidad de divisas disponibles
alcanza entonces para satisfacer las propuestas efectuadas a precios más bajos que
el mínimo aceptado en la víspera. Descienden. de esta sue11e. el promedio y el pre-
cio mínimo de las operaciones aceptadas. ejerciendo una influencia definida de
baja sobre las cotizaciones propuestas en la próxima licitación.
En un mercado en donde las cotizaciones del cambio se determinan libremente.
por el conocido mecanismo bancario. las cosas no acontecen de modo diferente.
Cuando la oferta declina. los precios crecen por la puja de los interesados. En efec-
to. hay compradores que. por mayor necesidad. por contar con más amplios recur-
sos. o por tratarse de artículos importados que resisten mejor que otros el alza de
precios. antes de verse privados de las divisas que requieren, ofrecen o aceptan
precios más altos. eliminando así a los que no pueden hacerlo.
La elevación de los precios en un régimen de libre competencia y cuando la de-
manda excede a la oferta, según ya se dijo. es el único medio que permite quedarse
con ésta a los que pagan más. A su vez. cuando la oferta :mmenta. los precios bajan
e inducen a comprar divisas a los que no consideraban conveniente hacerlo a pre-
cios superiores.
Evidentemente. las diferencias entre ambos sistemas atañen más a la forma que
al fondo. en vista de la analogía de los resultados. En uno y otro caso. las fuerza~
que acentúan a través de la oferta y de la demanda. son las que determinan el tipo
de cambio y sus Jluctuaciones.
No cs. por cierto. el· procedimiento para llegar a la cotización del cambio. lo
que distingue al mercado oficial tal cual funciona en estos momentos, del mercado
libre que existía antes de la Comisión de Control de Cambios. La diferencia sustan-
cial estriba cii esto: en q.ue la demanda de divisas en el mercado oficial está regula-
da, dentro de ciertos límites. por la Oficina de Control de Cambios. Para entrar en
las licitaciones. para ejercitar prácticamente la demanda de cambio. es necesario
estar provisto de permisos que se otorgan de acuerdo con normas generales estable-
cidas por el Gobierno. Los que no se encuentran en condiciones de obtener el per-

176
RAÚL PREBISCH
miso correspondiente. sólo tienen acceso al mercado libre. en donde el precio de
las monedas extranjeras es sensiblemente más elevado que en el mercado oficial.
14. El régimen de permisos de cambios
Los permisos emitidos por la Oficina de Control de Cambios son de tres clases:
primero. permisos previos de cambio para el pago de importaciones. que deben ser
solicitados antes de efectuarse los pedidos de mercaderías al exterior. con el fin de
poder concurrir al mercado oficial una vez efectuada la importación: segundo. per-
misos para el pago de servicios financieros u otras transferencias de carácter co-
mercial. bancario o financiero. que no signifiquen emigración de capital: estos per-
misos y los anteriores son los que autorizan a sus ienedores a tomar palle en las
licitaciones. En cuanto a la tercera clase. se trata de los pennisos para remesas de
fondos de particuhu·es e inmigrantes. que por consideraciones de orden práctico y a
fin de reducir al mínimo estas transferencias. no pueden exceder de $ 200 por soli-
citante en cada mes: estos pennisos no entran en las licitaciones y son liquidados a
un tipo de cambio superior al promedio de ésta e inferior al del mercado libre. se-
gún el criterio de la Oficina de Control de Cambios.
Varios motivos fundiunentales ha invocado el Gobierno pru·a aplicar este sistema
de pennisos. En primer lugar. la necesidad de evitar que la masa de compromisos atra-
sados de cambio. que según hemos visto ascendía a una cantidad bien apreciable. se
volcara sobre el mercado produciendo una dcsvalo1ización extraordinaria de nuestra
moneda. füüo el régimen de permisos. esa deuda atrnsada sólo puede presentarse gra-
dualmente al mercado. en la medida en que ajuicio de la Oficina de Control lo permi-
tan las disponibilidades. El segundo motivo. es la necesidad de prevenir la evasión de
capitales y las compras de divisas de carácter especulativo. como las que ocurrieron
frecuentemente antes del establecimiento de la Comisión de Control de Cambios. Se
ha dejado. sin cmbru·go. una válvula de escape para esta clase de operaciones. que pue-
den reafüarse en el mercado libre sin otro inconveniente que el mayor tipo de cambio.
En el caso especial de las importaciones. el permiso previo de cambio ha sido im-
plantado. según las manifestaciones oficiales. con el fin transitorio de acelerar la res-
tricción de aquéllas. hasta que su volumen se ajuste mejor a la capacidad de pago del
país. No se trata. en la práctica. de un complicadísimo sistema de racionamiento de
las impo11aciones como el que hemos dicho en otro lugar. Lejos de ello. la práctica
está demostrando que. el penniso previo. si bien es requerido en todos los artículos
para cuyo pago se desea conseguir divisas en el mercado oficial. se convierte en res-
lricciones efectivas sólo para un número relativamente pequeño de los mismos.

EL MOMEi'<TO PRESENTE DE NUESTRA ECONOM(A
177
15. Los convenios y la dis1ribució11 de las dirisas ex1ra11jeras
Téngase presente. por otro lado. que la Argentina ha concertado convenios de
cambio con la Gran Bretaña (mayo 1933). Bélgica (enero 1934) y los Países Bajos
(enero 1934 ). Estos tres países absorben alrededor del 60% de nuestras exportacio-
nes. y de ellos recibimos cerca del 27% de los artículos de nuestras importaciones.
De acuerdo con estos convenios. las divisas provenientes de las compras de esos
países en la Argentina (previa separación de una cantidad necesaria para el pago de
los servicios de nuestra deuda pública externa en otros países). deben ser destina-
dos parn atender las remesas corrientes de los fondos hacia dichas naciones. De
manera que. mientras el conjunto de estas transferencias no exceda la cantidad de
divisas disponible para dichos países, los permisos previos para el pago de las im-
portaciones procedentes de los mismos no tienen dificultad alguna para su otorga-
miento por la Oficina de Control de Cambios. En todos esos casos y en el caso de
los países que sin tener convenios con nosotros reciben una consideración similar
por encolllrarse en siluación análoga a la de aquéllos. el permiso previo de cambio
para importaciones no funciona como instrumento para restringirlas. sino más bien
corno un simple formulario de índole estadística. Sólo adquiere tal carácter en con-
tados casos de artículos de otras procedencias. sobre los cuales se aplican ciertas li-
mitaciones. disminuyendo en esta fonna la presión de las importaciones sobre el
mercado de divisas.
De lo que antecede se desprende que es el tipo de cambio y no los permisos lo
que ha de ejercer influencia preponderante sobre el valor de nuestras importacio-
nes. En la práctica. y conforme esta influencia va produciendo sus efectos, el per-
miso previo parecería irse transformando en un factor de redistribución de las im-
portaciones, de acuerdo con ciertas normas predeterminadas, más bien que en un
medio para regular su volumen.
Los permisos de cambio se proponen. por censiguiente. controlar el acceso al
mercado oficial; y esto es lo que en realidad constituye la diferencia entre aquél y
un mercado libre. como antes del establecimiento de la comisión ele control. El Go-
bierno ha manifestado sin reticencias que su designio final es ir al mercado libre y
mantenerse en él hasta que sobrevengan condiciones propicias para la normaliza-
ción rnonetmia. una vez que las grandes naciones despejen el ten-eno. Pero no ha
juzgado conveniente hacerlo de un modo súbito. pasando sin gradaciones de un ré-
gimen de control. en que el peso se mantenía a un nivel muy distinto de la realidad.
a un régimen de libertad en que la demanda y la ofe1ia actúan sin limitación alguna.

178
RA(;L l'REBTSC!l
16. Fluctuaciones estacionales del camhio
También tiene el Gobierno la facultao oc intervenir en el mercado como ad-
quirente de cambio. pat'a la mejor regulación del mismo. El artículo 37 de la ley
de presupuesto vigente lo faculta para empicar los fondos provenientes oe los
empréstitos de desbloqueo en la compra de divisas extranjeras. El carácter marca-
damente estacional de nuestras expo11aciones se presta sin duda a estas operacio-
nes. Véase en efecto cómo fluctúa en los distintos trimestres del año el cambio
comprado:
3. Proporción del cambio comprado trimestralmente en el mercado oficial,
con respecto al total anual
Trimestres
Fecha
l!!
2"
J!!
4"
A1io
(%)
1932
32.2
26.2
22.1
19.5
100.0
1933
26.l
31.0
19.4
. 23.5
100.0
La adquisición de divisas en los trimestres de abund:mcia para ser vendidos en
los de escasez. puede introducir un elemento de mayor regularidad en el mercado
de cambios tendiendo a amortiguar las oscilaciones estacionales en el valor de la
moneda.
Pocos meses después del abandono del patrón oro por Gran Bretaña. se autori-
zó al Banco de Inglaterra a comprar divisas por cuenta y riesgo del Tesoro con un
fin similar. Nuestro mercado de cambios es extremadamente simple si se le compa-
ra con el de Londres. donde junto con las variaciones estacionales de la oferta y la
demanda de cambios. actúan los movimientos de disponibilidades a corto plazo.
que han asumido con frecuencia vastas proporciones. Allí ha tenido que intervenir
activamente el Equalisation Fund, para evitar la influencia perturbadora de esos
movimientos sobre el valor de la libra; pero no se puede saber en qué forma ni con
qué amplitud se ha realizado la compra o la venta de divisas. pues el Banco de In-
glaterra y la Tesorería han guardado el más absoluto secreto sobre este asunto.

3. Valor de la libra esterlina desde diciembre
de 1933 hasta marzo de 1934
~

~
Tipo venta (mercado libre)
21
21
~
s
'7
~
a
~
19
19
V:
""
3
r.;
o
r:;
z
e:
""
"'
17
17
~
m
ª
o
¡:;;.
>
15
15
Tipo compra
13
'--'.L----L~-L.-~__._~'---L.~-'-~-'-~'---'-~-'-~.L------1.~-'-~-'-~13
-
Diciembre
Enero
Febrero
Marzo
--J


180
RAtJL PREBISCII
17. Los primeros meses del nuero régimen de cambios
Las tluctuacioncs de nuestra moneda después de la implantación del nuevo ré-
gimen de cambios que acabamos de describir. han sido representadas en el siguien-
te gráfico.
Como es sabido. a partir del 19 de enero pasado abandonamos nuestra ligazón
con el franco y tomamos la libra esterlina como base para la compra de las letras de
exportación. a un tipo de m$n 15 por libra. que no ha sido cambiado hasta la fecha.
Representamos este precio constante en el gráfico por la línea mediana horizontal.
Las otras líneas del gráfico indican las variaciones del precio de venta de esa mone-
da expresado en términos de pesos: la de arriba representa el precio en el mercado
libre y la de abajo. el promedio de precio de las licitaciones en el mercado oficial.
4. Promedios semanales de las cotizaciones de la libra esterlina
(En pesos moneda nadonal)
Mercado oficial
Semana
Licitadmws
Mercado
libre
terminada el:
Prome-
% s/tipo de
Tipo
Particu-
dios
l'Ompra
mínimo
lares
9 diciembre 1933
15.97
+ 3.9
-
-
-
16 diciembre 1933
16.10
+ 4.9
-
-
-
23 diciembre 1933
16.89
+ 10.3
16.73
18.58
20.93
30 diciembre 1933
16.84
+ 10.0
16.55
18.53
21.09
6 enero 1934
16.54
+ 8.8
16.47
18.19
21.24
13 enero 1934
16.95
+ 11.0
16.87
18.64
20.82
20 enero 1934
16.36
+ 10.4
16.16
18.00
18.81
27 enero 1934
16.09
+ 7.3
16.02
17.70
19.37
3 febrero 1934
16.28
+ 8.5
16.24
17.91
19.47
10 febrero 1934
16.58
+ 10.5
16,51
18.24
19.42
1 7 febrero 1 934
16.56
+ 10.4
16.53
18.21
19.55
24 febrero 1934
16.82
+ 12.l
16,78
18.50
19.64
3 marzo 1934
l7.02
+ Ll.5
17.00
18.72
19.56
10 marzo t 934
17.13
+ 14.2
17.06
18.84
20.07
1 7 marzo 1934
17.08
+ 13.9
17.06
18.79
20.11
24 marzo 1934
17.05
+ 13.7
17.0l
18.75
20.21
31 marzo 19 34
17.03
+ 13.5
17.02
18,73
20.25

EL MOMENTO PRESENTE DE NUESTRA ECONOMÍA
181
La lihrn se inició en dichas licilaciones con un promedio cercano a los m$n 16
en los primeros días del nuevo régimen de cambios. Fueron liempos de tanteo. así
para las autoridades como para los compradores de cambio. porque después de lar-
go período de colización arlificial. era muy difícil saber qué precios estarían dis-
puestos a pagar por las libras esterlinas los concurrentes a las licitaciones. Luego
subió h<tsla cerca de m$n 17 en la segunda semana de enero y descendió hasta un
promedio de m$n 16,09 en la úllima. cuando la depreciación del dólar ruTastró la li-
bra: pero en seguida volvió a elevarse y se mantuvo miba de m$n 17 durante el
mes de marzo. Estos promedios de la libra no se apartan sensiblemente del precio
mínimo aceptado en las licitaciones: la diferencia entre ambos no ha sido superior
a 29 centavos ni inferior a l c~ntavo por libm.
5. Intensidad de la depreciación de nuestra moneda en relación con el franco y
con la cotización fi.ia anterior al 28 de noviembre de 1933
Mercado oficial (lkit.)
Mercado libre
% de de·
Semana
preciadón
% l"On
% con
% con
% con
del mere.
terminada el:
respecto a
respt"Cfo
respel"to a la
rt'Spt'Cto
libre con
la par
al tipo
par
al tipo
respecto al
anterior
anterior
otkial
9 diciembre 1933
51.6
18.9
-
-
-
16 diciembre 1933 52.l
19,7
-
-
-
23 diciembre 1933 54.4
23,5
62.9
37.8
18,7
30 diciembre 1933 54.3
23.4
63.4
38.7
19,9
6 enero 1934
53.8
22.5
63.9
39,5
21.9
13 enero 1934
54,7
24,0
63.2
38.3
18,8
20 enero 1934
54.4
23.6
60,6
34,0
13.6
27 enero 1934
54.2
23.2
62.1
36.5
17.3
3 febrero 1934
55,2
24.8
62.5
37.2
16.4
10 febrero 1934
56.4
26,8
62.6
37.2
14.2
17 febrero 1934
56.8
27,6
63.5
38.9
15.6
24 febrero 1934
57.3
28,3
63.4
38.7
14.5
3 mar.w 1934
58.1
29,8
63.7
39,1
13.3
10 marzo 1934
58.5
30.4
64,5
40.5
14,6
17 marzo 1934
58,2
29,9
64.5
40.4
15.0
24 marzo 1934
58.I
29.7
64,7
40.8
15.7
31marzo1934
58,0
29.6
64,7
40,8
15.9

.t. Valor del peso moneda nacional y de la libra esterlina
..-
(En francos franceses)
00
tJ
Por un m$n
Por una t
-
5,25
90
5,00
\\
1
_ / "' ~
1 85
:;e
>-
~-
~
~
4,75 1-
\\
""
1
::;:
2
80
4,50
Libra esterlina -
75
1,25
Diciembre
Enero
Febrero.
Marzo

EL MOMENTO PRESENTE DE NUESTRA ECONOMÍA
183
Las cotizaciones del mercado libre. en los primeros momentos, tienen un mar-
gen bastante amplio. superior a mSn 4 por libra con respecto al promedio del merca-
do ofidal. Pero en la tercera semana de enero registraron un descenso brusco. y des-
de entonces el margen ha oscilado entre m$n 2.45 y m$n 3,28 por libra.
¿En qué medida se ha puesto de manifiesto la depreciación de nuestro peso en
relación al valor que se le había fijado hasta el28 de noviembre? Hay dos formas
de establecerlo. En té1minos de libras esterlinas. la depreciación ha sido de 24% en
el mes de mru·zo. o sea que el precio de la libra en pesos aumentó en 32%. En tér-
minos de oro (expresados por el franco) la depreciación de la moneda argentina ha
sido algo mayor. a saber 30%. pues la libra esterlina también se ha desvalorizado
en ese lapso. Esto se ve claramente en el gráfico anexo.
18. las diferencias de rambio y su aplicacióil
La superficie sombreada en el gráfico 3 representa las diferencias ele cambio
que el Gobierno acumula. En realidad. el propósito ele obtener esta diferencia es lo
que ha llevado al Gobierno a concentrar en sus manos prácticamente todo el cam-
bio disponible. pagando.por él el precio básico a fin de venderlo media111e el proce-
dimiento de las licitaciones.
Como hemos expresado. el objeto de este murgcn. una vez compensadas las
nuevas diferencias de cambio en los servicios de la deuda pública. es permitir que
se cubran las pérdidas de lu Junta Reguladora de Granos. No es posible. en verdad.
comprender la razón de ser del mecanismo implantado para el cambio sin vincular-
lo al de la Junta Reguladora. Vamos a referimos ahora a este otro aspecto del asun-
to. pues en el capítulo sobre la producción agropecuaria nos ocuparemos de las
otras fases de aquella entidad.
Al modificar el régimen de los cambios y permitir que el peso se aproxime al
valor que le fijaban las fuerzas reales del mercado. el Gobierno puso de manifiesto
un doble propósito. El de dru· 11exibiliclad a la moneda a fin de llegar al equilib1io
del balance ele pagos confonne hemos explicado a su tiempo: y el ele mejorar los
precios ele nuestros productos agropecuarios en virtud del incremento del valor en
pesos papel de las divisas provenientes de su exportación.
En punto a este último propósito. la situación del mercado internacional de gra-
nos. especialmente del trigo. hacía entrever el J:leligro de qué el alza de precios se ma-
lograse. Se temía que a raíz de la elevación de las cotizaciones en el mercado interno
los agricultores precipitasen sus ventas y. por consiguiente. los exportadores su oferta
en el mercado internacional. forzando los precios a fin de colocar en activa competen-
cia el mayor volumen ele grnno posible. En esta forma. se perdcTía en parte o en todo el
incremento de precios intemu. y se volvería al nivel dcan\\cs. con una monedn-más de-
preciada. Independientemente de esto. había que contar también con la posibilidad de

184
RAUL PREBISCH
que. aun en el caso de que se evitase la precipitación de la oferta en el mercado inter-
nacional. los precios de éslc continuasen en baja. de tal modo que el incremento debi-
do a la desvalorización del peso resultase de cfcc1os puramente transitorios.
Para evitar estos peligros se crea el margen de cambios y la Junta Reguladora de
Granos. Esta inicia sus operaciones ofreciendo comprar granos a precios superiores
en cerca ele 20% a los del día precedente. es10 cs. la pro¡x)J·ción del aumento fijado
pm·a el precio ele compra ele las lelras ele exportación. La Junia mantiene esos pre-
cios hasta ahora. en que opera exclusivamente en trigo. después de haber liquidado
el maíz. y vende el grano a los precios del mercado inlernacionaL que hoy son más
bajos que en aquel entonces. Se negocia pues el trigo a precios inferiores a los que
se paga por este cereal. Y para cubrir las diferencias. la Junta dispone del margen de
cambio. 1an10 del que proviene de las lc1ras de cx¡xir1ación de 1rigo. como también
del resto ele los productos de nueslra exportación (excepto aquellos para los cuales
existe aulorización para vender las letras en el mercado libre).
Por lo tanto. mediante este mm·gen de beneficios y la acción ele la Junta. el Go-
bierno se propone conseguir no sólo que el incremento en el valor ele las divisas de
su exportación se traslade íntegramente al precio de los tres granos considerados.
sino que aun en el caso de baja ele los mismos en el mercado inlernacional. se man-
tengan sin disminuir los precios básicos fijados al tomar las medidas en cuestión.
19. Ef rnforjúturo del peso
Sería 1cmcrario. y fuera ele lugar. formular juicios acerca del futuro ele las coti-
zaciones de nuestro peso. Pero cabe señalar ahora los factores presentes que influ-
yen sobre su curso. El más ligero examen de los hechos lleva a la conclusión de
que en el mercado interno no se adviene en esros momentos elementos activos de
una mayor depreciación de la moneda. La expansión del crédito por el déficit fis-
cal. que tanto ha influido no hace mucho tiempo. según lo tenemos dicho. en el
desequilibrio de nuestro balance ele pagos: ha sido conjurada. No se presenta el
síntoma. por otro lado. de que el desenvolvimiento de los préstamos bancarios tien-
da a sobrepasar las necesidades proveniq1tes del movimiento real de los negocios.
Las variaciones de mayor importancia de nuestro peso serán. más bien. en el futu-
ro inmediato. el resultado del movimiento de las exponaciones. Si éstas se restringen
más. es dable espcr:u- en el mercado de cambios una mayor presión que desvalorice
nuevamente nueslra moneda e imponga un reajuste mús severo aún en el balance ele
pagos. Por el contrario. si el valor ele las cx¡xxtaciones crece. h1 presión irá disminu-
yendo. podrún liquidarse con menos dificultades los compromisos pendientes de
cambio. y el peso mejorará su cotización en términos de divisas extranjeras.
Las exportaciones son. pues. en las circunstancias actuales. el factor dominante
en el mercado de cambios y en las tendencias clel peso.

EL MOMENTO PRESENl'E DE NUESTRA ECONOMÍA
185
III. LA CON1RACCIÓN DEL COMERCIO EXTERIOR
1. Necesidad de definir el significado de las ciji-c1s del intercambio
No vamos a repetir aquí lo que tenemos dicho acerca del movimiento de nues-
tro comercio exterior y sus saldos. cuando analizamos el balance de pagos en el ca-
pítulo precedente.
Es otro el examen que haremos. Las cifras van a ser consideradas desde una
perspectiva distinta. y sometidas. por decirlo así. a una disección que nos permita
desentrañar la acción de sus elementos constitutivos.
Cuando frente a un cuadro de nuestro intercambio con el exterior advertimos que
su valor total en 1933. expresado en nuestra moneda. se ha reducido al 46% de lo que
fue en 1928. año en que alcanzó su punto máximo. comprobamos meramente un he-
cho: que el volumen económico de nuestros negocios externos -y en cierto modo el
de los negocios internos. dado el papel dominante del comercio exterior en la vida
económica argentina- ha disminuido en esa proporción. Pero con eso no logramos
saber cuál ha sido la contracción real del quantum de nuestras actividades eco-
nómicas con el exterior durante esta crisis. Las cifras se resienten de las grandes va-
riaciones de los precios. que no dejan ver el movimiento efectivo de las cantidades.
Sin embargo. téngase presente que esas variaciones. expresadas en nuestra moneda
nacional. son menos intensas que si se toma -los valores del intercambio en dólares
oro. como suele hacerse a fin de poder realizar comparaciones de carácter inrernacio-
nal. En esta última forma nuestro intercambio de 1933 resultaría apenas el 28% de
1928. mientras que el intercambio mundial se ha reducido aproximadamente al 35%
de la cifra del mismo año. según las compilaciones de la Sociedad de las Naciones.
2. Las variaciones del volumenfísico de las oportaciones e importaciones
Para ver mejor las cosas es indispensable dejar de lado estas cifras globales. y di-
rigirse más al detalle, estudiando separadamente las exportnciones y las importacio-
nes. pues sus movimientos son distintos. así en las cantidades como en los precios.
Veamos primero las cantidades del comercio exte1íor. o más bien dicho. su vo-
lumen físico. esto cs. la combinación de aquellas entre sí conforme a la importan-
cia económic:i de las distintas mercaderías.
El volumen físico de las exportaciones ha sufrido las :ilternativas propias de un
país agrícola. pero no puede afirmarse que acuse una tendencia definida de descenso.
Es fácil comprobarlo en el cuadro y el gráfico que siguen. La crisis no ha disminuido
sensiblemente la cantidad de lo que ex.portamos. y si los valores demuestran una vio-
lenta contracción. se debe casi por exclusivo a la caída extraordinaria de los precios.

>-'
5. Tendencia de las exportaciones e importaciones
X
(Promedios móvile~ de 12 meses y cifras trimestrales)
°'
Escala logarflmica
Escala natural
Millones
dem$n
1500
Exportaciones
400
300
~
....
G
~
200
""'
~
Q
500
1 400
Importaciones
1931
l :l!O
-~?33 ~
~
.
1932
-l 200
1° 1 2º 1 39 1 49 1100
1926
1927
1928
1929
19:1!
1931
1932
1933
Trimestre

EL MOMENTO PRESENTE DE r."UESTRA ECONOMlA
187
6. El comercio exterior argentino
(En miles de m$n)
Fecha
ler. trim.
2• 1ri111.
3er. trim.
4" trim.
Año
lntercamhio
1926
945.321
884.659
769.496
770.248
3.369.724
1927
1.051.624
1.006.961
939.077
964.452
2.962.114
1928
l.209.825
1.042.327
1.007.105
1.038.943
4.298.200
1929
l.126.655
1.056.458
1.056.979
886.589
4.126.681
1930
889.174
787.059
710.349
689.070
3.075.652
1931
746.582
663.741
612.891
006.429
2.629.643
1932
611.092
551.466
502.983
458.505
2.124.046
1933
522.777
488.692
512.113
474.130
1.997.712
% 1933-1932
- 14,5
- 11.4
+ 1,8
+ 3.4
- 5.9
Exportaciones
1926
510.636
504.059
394.728
390.984
1.800.407
1927
659.963
621.634
511,507
500.916
2.294.020.
1928
734.141
612.163
536.565
513.736
2.396.605
1929
637.233
583.857
540.286
406.221
2.167.597
1930
431.787
365.028
299.858
299.017
1.395.690
1931
375.140
378.041
326.922
375.712
1.455.815
1932
399.429
358.399.
280.212
249.743
1.287.783
19331
295.594
285.109
281.782
238.077
l.100.562
% 1933-1932
- 26.0
- 20.4
+0.6
-4,7
- 14,5
lmportado11es
1926 (*)
434.685
380.600
374.768
379.264
1.569.317
1927 (*)
391.661
385.327
427.570
463.536
1.668.094
1928
475.684
430.164
470.540
525.207
1.901.595
1929
489.422
472.601
516.693
480.368
l.959.084
1930
457.387
422.031
410.491
390.053
l.679.962
1931
371.442
285.700
285.969
230.717
1.173.828
1932
211.663
193.067
222.771
208.762
836.263
1933
227.183
203.583
230.331
236.053
897.150
% 1933-1932
+ 7.3
+ 5.4
+ 3.4
+ 18.1
+ 7.3

188
RAÚL PREBL'iCH
Fecha
ler. trim.
2" trim.
3cr. trim.
4" trim.
Año
Saldos
1926
+
75.951 + 123.459
+ 19.960 + 11.720
+ 231.090
1927
+ 268.302 + 236.307
+ 83.937 + 37.380
+ 625.926
1928
+ 258.457 + 181.999
+ 66.025 -
11.47 l
+ 495.010
1929
+ 147.811 + l l l.256
+ 23.593 -
74.147
+ 208.513
1930
-
25.600 -
57 .003
- 110.633 - 91.036
- 284.272
1931
+
3.698 + 92.341
+ 40.953 + 144.995
+ 281.987
1932
+ 187.766 + 165.332
+ 57.441 + 40.981
+ 451.520
1933 1
+
68.4 l l + 81.526
+ 51.451 +
2.024
+ 203.412
1 Para di¡,,:iembrc se ha tnma<lo los guarismos corregidos que figuran en el cuadro 11. página 197.
(*)Tomados los valores de tarifa en vez de los valores reales. por las razones expuestas en el vol. ll.
Nº 12. p.'Íg. 222. de esta Revista.
En cambio. el volumen físico de las imporlaciones sí que se ha restringido in-
tensamente. conforme se verifica en el mismo cuadro. El índice de 1933. no obs-
tante el avance que registra con respecto al del año anterior. es el 49% de lo que
fue en 1929. año en que tuvimos la importación máxima.
7. Indices del volumen f'ísico del comercio exterior argentino1
(lla.~e l 1J26 = 100)
A1ios
Exportaciones
Importaciones
lnlcn·ambio
Vo/u111e11 físico~
1926
100.0
100.0
100.0
1927
126.5
106.3
l 16.7
1928
116.3
122.8
119.3
1929
l 14.l
127.6
120.2
1930
82.3
109.2
93.9
1931
113.6
76.9
94.8
1932
104.6
55.4
77.8
1933
98.7
61.9
79.5

EL MOMENTO PRESENTE DE NUESTRA ECONOMÍA
189
Aiios
Exportaciones
bnportaciones
Intercambio
Precio medio
1926
100.0
100.0
100.0
1927
100.7
100.0
100.4
1928
114.5
98,7
106.9
1929
105.6
97,8
101,9
1930
94,2
98.1
96,0
1931
71.2
97.2
82.3
1932
68,4
96.1
80.I
1933
62.0
92.3
74.7
1
Los índices de las exportaciones son Jos de la Estadística Nacional. Los de las importaciones,
son calculados por nosotros sobre la base de datos de aquella repartición: con los valores de tarifa se
obtienen los del volumen físico, y dividiendo los valores reales (tómese los datos del cuadro Nº 6) por
los de tarifa. resultan los del precio medio. En cuanto a los índices del intercambio, los hemos fom1ado
ponderando los concernientes a impoitaciones y cxpottacioncs según su impottanci:¡ dentro del mismo.
1 En este cálculo, las cantidades de cada producto son ponderadas según su importancia.
3. Empeoramiento en los términos del illfercamhio comercial
La conclusión general que emerge de estos hechos es que. a pesar de habemos
mantenido casi en el mismo nivel en nuestras actividades productivas enderezadas
hacia la exportación. nos hemos visto constreñidos a ir adquiriendo menores canti-
dades de mercaderías en los países extranjeros. Esto. en términos generales. pues
no hay que olvidar que con las exportaciones pagamos, además de las importacio-
nes, los otros ítems pasivos de nuestras cuentas con el exterior.
Todo ello se explica por la fonna diferente en que se han movido los precios en
el mercado mundial. Es bien sabido que durante esta crisis los precios de los pro-
ductos agrarios han declinado con mucha mayor fuerza que los de los productos
manufacturados. La desvalorización del peso ha amortiguado a tal punto la baja en
la Argentina, que el índice de precios de las manufacturas y demás artículos impor-
tados sólo ha descendido muy ligeramente. En cambio, el índice de los productos
agrmios exportados ha declinado en la forma sensible que todos conocemos. Véase
al respecto el gráfico 7, que destaca esa disparidad en el movimiento de los precios
de nuestro comercio exterior.

~
6. Indices del volumen fisico de las exportaciones
~
e importaciones argentinas
(Bas~ 1926 = 100)
Escala logarltmica
0
140
14
120
120
100
100
;:e
:>
~-
'"O
§
¡;;
r,
80
80
:z:
70
70
80
/
60
~L_~-1~~_J_-::::::-J_7.1929;:;-_J_-;;¡¡-J_193~L_1931¡1-;¡~-L.19:33"-'-~~~
1926
1927
1929
1930
1931
1932
1933

EL MOMENTO PRESENTE DE NUESTRA ECONOMÍA
191
Este fenómeno ha sido general en los países agrícolas. como lo obse1va el
último World Economic Survey (1932-1933) publicado por la Liga de las Nacio-
nes. "Es obvio -expresa esta interesante publicación- que con la baja drástica en
los precios agrarios. los'témlinos del comercio se volvieran pesadamente en contra
de los países agrarios y deudores." "Los países industriales encontraron que sus
precios de importación cayeron más que sus precios de exportación. mientras que
los países agrícolas sufrieron el movimiento inverso". "El otro aspecto de este
asunto -se expresa más adelante- fue la marcada contracción de las importacio-
nes en los países agrícolas ... No carece de interés señalar que la protección
agrícola, que aumentó tanto en los países industriales. contribuyó directamente a
empeorar la situación". "El poder adquisitivo de los países agrícolas expmtadores
se redujo considerablemente; pero los precios a que los países industriales podían
exportarles sus artículos. fueron mantenidos en altos niveles a causa de que el cos-
to de la vida no bajó tan rápidamente como pudo haber sucedido con un comercio
más libre" (páginas 58 y 59).
8. Términos del comercio exterior, precios de exportación expresados como
porcientos de los precios de importación
Países
1929
1930
1931
1932
Industriales
Alemania
97
106
120
141
Estados Unidos
110
122
126
146
Francia
102
116
118
118
Gran Bretaña
99
107
119
119
Suiza
106
110
115
119
Agrícolas
Argentina
108
96
73
71
Australia
108
86
70
-
Canadá
100
92
90
-
Dinamarca
109
106
92
76
Nueva Zelandia
109
87
68
63
F11ellft•: World Ew110111ic S111wv, 1932-1933. excepto Argentina.

-

1->
7. Indices del precio medio de las exportaciones e importaciones argentinas
(Rase 1926=c HIO)
Escala logarltmica
120
120
100
100
;;o
;;.
~-
"e
;o:
~
~
tr.
801-
\\
-;eo
~
I
~-~ I
~
~
1925
1926
1927
1928
1929
19:ll
1931
1932
1933
1934

EL MOMENTO PRESENTE DE NUESTRA ECONOMIA
193
El examen que acabamos de hacer nos demuestra, entonces, que las cifms glo-
bales del comercio exterior nos pueden conducir a apreciaciones erróneas si no se
analizan sus elementos constitutivos. Hecho esto, corresponde ahora indagar cómo
han variado los distintos grupos de productos de nuestra exportación e importa-
ción.
4. Grupos de productos exportados
La disminución acaecida en 1933 en el volumen físico de nuestras exportacio-
nes. conforme se advierte en la primera parte del cuadro 9, se debe en gran parte a
los granos, cuyos embarques me1maron en 2.245.000 toneladas con respecto a
1932. Las carnes acusan apenas una ligera disminución: y los productos lecheros
bajan con más intensidad. pero ello no influye mucho en el conjunto de las expor-
taciones. Todos los otros rubros experimentan aumentos en las cantidades exporta-
das, especialmente los cueros y lanas. cuya reacción ha constituido el rasgo carac-
terístico del año en matei"ia de exportaciones.
9. Cantidad y valor de las exportaciones argentinas de 1929 a 1933
Grupos
Cantidades a1males
%
de
1933
productos
1929
1
1930
1 1931
1
1932
1
1933
1932
Camidad, en tons.
Granos1
14.577.200 9.097.624 16.689.150 14.155.398 11.910.539 - 15,9
Carnes
687.940
639.063
628.723
574.226
561.226 -
2,3
Cueros
154.344
162.336
141.969
134.118
159.323 + 18.8
Lanas
128.964
135.010
140.729
131.488
158.730 + 20,7
Prod. lech.~
34.090
37.289
37.814
43.852
38.082 - 13,2
Prod. forest.
342.908
306.303
301.175
256.058
327.436 + 27.4
Varios
777.984
649.868
537.486
529.557
621.271 + 17,3
Totales
16.703.430 11.027.493 18.477.046 15.825.597 13.776.607 - 12,9

194
RAÚL PREBISCH
Grupos
Canlidadt'S a11m1lcs
%
de
1933
produclos
1929
1930
1931
1932
1933
1932
\\la/or. en miles de m$11
Granos
1.383.641
703.937
859.483
824.887
624.615 - 24,5
Carnes
304.124
297.405
271.372
193.284
182.011 -
5,8
Cueros
118.787
105.388
83.379
61.116
80.773 + 32.2
Lanas
158.307
105.243
89.090
75.657
93.853 + 24.1
Prod. lec h. 2
35.125
37.551
32.531
29.377
20.622 - 29.8
Prod. forest.
41.795
33.136
38.359
27.929
33.433 + 19,7
Varios
120.821
108.031
81.601
75.532
85.535 + 13,2
Totales
2.167.600 1.395.691
l.455.815 l.287.7823 31.100.562 - 14.5
1 Comprende además de lo consignado en el cuadro de la página 281, la harina de trigo y subpro-
duct\\?8· y otros cereales no clasificados por la Dirección de Estadística.
- Comprende además de los productos consignados en el cuadro de la 1>--igina 285. la crema. c1ueso
y leche.
1
·
Esta cifra incluye el dato de diciembre corregido según las indicaciones de la p.-igina 197. El total
dado por la Estadística Nacional es de 111$11 1.120.842.000.
Pasando ahora a la segunda mitad del cuadro. obsérvase que el valor total exporta-
do baja en m$n 187 .2 millones entre 1932 y 1933. Esto representa una disminución
del 15% más acentuada.que en volumen físico (5.6 %). a causa del descenso de los
precios medios de exportación (en 9.4%). que registra el año 1933 comparado con el
precedente. Es interesante destacar que esta baja de precios incide preferentemente
en esos grupos de granos, carnes y productos lecheros. que acabamos de mencionar
por haber me1mado sus embarques en 1933; su disminución se acentúa. por lo tanto.
cuando se examinan los valores. Sucede precisamente lo contrario en los cueros y las
lanas. cuyos aumentos de cantidad aparecen reforzados por la mejora de los precios.
5. Las importaciones
El incremento del valor real calculado de las importaciones en 1933. con res-
pecto al año anterior. ha sido de m$n 60.9 millones. o sea de 7.3%. No fue tan in-

EL MOMENTO PRESEJ'>;"rl:i DE NUESTRA ECONOMIA
195
tenso como en el índice del volumen físico de las mismas que subió en 12%. pues
el índice de precios experimentó un descenso de 4%. Damos seguidamente los va-
lores de tarifa correspondientes a los distintos gmpos en que se divide nuestra im-
portación. advirtiendo que ellos no representan los valores reales de las mercade-
rías, sino que reflejan simplemente las variaciones de su volumen físico.
10. Valores de tarifa de las importaciones argentinas de 1929 a 1933 1
Artirulos
Cantidades anuales
%
y sus
1933
derivados
1929
1930
1931
1932
1933
1932
Valor, en miles de m$11
Ahmentos
3
15 .716
1 64
3
.41 .
L .14
9 6
5. 8
7
o
1 .
8 624 +
,
13 5
Bebidas
13.038
12.028
7.844
4.237
3.917 -
7, 6
Caucho
68.243
54.342
36.722
22.024
26.079 + 18, 4
Comb. y lubr
334.911
328.423
240.057
152.403
138.210 -
9. 3
Hierros
234.065
189.212
105.680
67.648
89.014 +
6
31,
Maderas
58.643
50.856
41.021
32.787
36.280 +
7
10,
•'
Máq. y vehíc
326.885
229.038
102.199
34.265
36.477 +
5
.6.
Metales.
ex. hierro
75.508
71.311
45.937
31.419
39.929 + 27. l
Papel, cartón
70.004
66.735
54.634
51.535
52.855 + 2, 6
Piedras, etc. 2
76.069
68.599
46.326
29.835
31.756 + 6. 4
Prod. quím.,;
98.259
84.853
76.882
62.220
7 l.126 + 14. 3
Tabacos
24.459
23.425
25.154
11.474
16.933 + 47. 6
Tejidos, etc.
364.083
287.189
236.542
232.569
275.404 +
4
18.
Varios
105.574
82.614
59.072
41.676
44.801 +
7
7.
Totales
2.003.437 1.713.038 1.207.216
869.770
971.495 + 11. 7
1 . Los ~alores de tarifa reflejan las variaciones del volumen físico de las importaciones, pues sobre
los n!oros con que son calculados no inlluycn las lluctuaciones en los precios de las mercadeáas.
• Piedras. tierr.is, vidrios y cerámicas.
3 Sustancias y productos químicos y fannacéuticos. aceites y pinturas.

196
RAÚL PREBISCH
6. Las variaciones del cambio y las c(fi·lls del comercio extl'l'ior
Con mucho cuidado han de examinarse las cifras del comercio exterior de los pri-
meros meses del año en curso. a fin de separar distintamente las variaciones ocasio-
nadas por el nuevo régimen de los cambios y las que se deben al movimiento real de
las importaciones y exportaciones. La simple comparación de las cifras de éstas, se-
gún resultan de la Estadística Nacional. carece de sentido. pues que están expresa-
das. en realidad . en distinta moneda. Mientras en la determinación en moned¡i n¡icio-
nal de los precios de los :U'tículos exportados. influye el tipo de compra de bs divisas
extranjeras fijado por el Gobierno. en el precio de las importaciones se manifiesta.
en cambio. el valor de venta de dichas divisas. Esto sigfnifica que los pesos moneda
nacional actuales han sufrido una depreciación con respecto a Jos anteriores al 29 de
noviembre. de 16,6% en diciembre y de 20.51'/i; en febrero. en el caso de las exporta-
ciones. y de 21.2% y 27 ,6%. respectivamente. en el de las importaciones.
Mediante estos porcientos es posible reducir las cifras a términos homogéneos.
adoptando como denominador común el peso anterior a la fecha mencionada. Sólo
después de ese ajuste las cifras pueden ser correctamente comparadas entre sí y con
las del año precedente.
Sin embargo. se tropieza con otro inconveniente en punto a las importaciones.
El precio cif de éstas. expresado en moneda nacional, que se toma como base para
el cálculo de sus "valores reales". resulta en el primer bimestre de 1934 ser mayor
tan sólo en 17% al de noviembre pasado. a pesm· del aumento mucho más intenso
en el costo de las divisas extranjeras (39% ). Esto nos pm·ece extraño, pues los pre-
cios internacionales no han bajado en este lapso. por lo que. al ser convertidos en
papel. debieron haber subido ¡xm1lelamentc al valor de aquellas divisas.5 Mientras
se investiga este hecho. preferimos valum· las importaciones del primer bimestre
con los precios cif de noviembre pasado, expresados en pesos anteriores al 29 del
mismo mes. en vez de deducir a la cifra de la Estadística Nacional la depreciación
de nuestra moneda. como se sugería en el párrafo anterior.
Es ncces:u-io. además. tener en cuenta que en la estadística de las exportaciones.
el trigo aparece valuado .con el promedio de los precios locales que. debido a la in-
tervención de la Junta ele Granos. no son los que corresponden al mercado interna-
cional. Por esta razón. hemos creído conveniente corregir las cifras. valuando el tri-
go con los precios internacionales (deducidos las comisiones y fletes).
Siguiendo las indicaciones de más arriba. se ha construido el siguiente cuadro.
cuyas cifras ccmegidas son comparahles entre sí. además de serlo con respecto a
los datos de 1932 y 1933. expresados también en el peso fijo anterior al 29 de no-
viembre último.
5
No se debe confundir estos precios con los precios mayoristas de los a11ículos impo11ados. en
los cuales inle1viencn otros clcmenlos adcm:ís del valor cif según veremos en el capítulo respectivo.

EL MOMENTO PRESENTE DE NlIBSTRA ECONOMIA
197
11. Cifras corregidas del comercio exterior argentino
Valores, en millones de 111$n
Periodos
Cifras de la Estad.
1
Volumen ftslro índ.
Cifra.~ corregidas
Nac:.
1926=100
Imp.
Exp.
Imp.
Exp.
Saldos
Imp.
Exp.
1
1
1
1
Ciji·as mensuales
Nov. 1933
78,5
70.7
78.5
70.7 -
7~8
66.7
81.8
Dic.
1933
82,4
118.2
82.4
97.9 + 15.5
70.0
113,3
Enero 1934
82,7
·152.7
70.7
124.9 + 54.2
60.0
145.7
Feb.
1934
722.
126,2
61.7
98.6 + 36.9
52.3
117.3
Enero 1933
77.8
102,6
77.8
102.6 + 24.8
63,9
125,8
Feb.
1933
64.8
96.0
64.8
96,0 + 31.2
53.2
119.2
Dos primeros meses
1932
140.2
247.8
140.2
247.8 + 107,6
54.1
133,2
1933
142,6
198.6
142,6
198.6 + 56,0
58,6
122.5
1934
154,9
278,9
132.4
223,5 + 91.1
56.2
131.5
1
Descartada la desvalorización del peso del 28 de noviembre ppdo. y realizados otros ajustes,
para obtener cifras comparables con las de 1932 y 1933; en el texto de las p1íginas precedentes se expli-
ca el procedimiento seguido para ello. Los datos anteriores al 28 de noviembre de 1933, son los de la
Estadística Nacional.

198
RAÚL PREBISCH
7. Transformación del intercambio en los dos primeros meses del año
A pesar de estas correcciones que. repetimos. eliminan los efectos de la desva-
lorización monetaria reciente. las exportaciones de los dos primeros meses del afio
sobrepasan en m$n 24.9 millones (13%) a las de igual período del año precedente.
En cambio, las importaciones, que en las cifras oficiales aparecen con un aumento
de m$n 12,3 millones. resultan. una vez corregidas. ser inferiores en m$n 10.2 mi-
llones (7 ,2%) a las de 1933. Y el saldo positivo del intercambio se reduce de m$n
124 millones en las cifras de la Estadística Nacional expresadas en pesos actuales,
a m$n 91.1 millones en pesos anteriores a las medidas del Gobierno. En igual bi-
mestre de 1933 el saldo fue de m$n 56 millones. lo que demuestra que este afio te-
nemos un aumento real de m$n 35,1 millones.
Por lo tanto, en los dos primeros meses del afio se ha producido una transforma-
ción bien perceptible en las corrientes de nuestro intercambio exterior. Las impor-
taciones cuyo abultamiento durante el año pasado perturbó tanto nuestro balance
de pagos. comienzan ahora a desinllarse. Así era dable esperarlo en virtud de la
mayor depreciación de la moneda y de las restricciones de cambio. Véase en el
cuadro 12 el descenso en los valores de tarifa que, como se sabe. son la expresión
de su volumen físico.
12. Valores de tarifa de las importaciones argentinas
en los dos primeros meses de 19341
1934
1933
Dos orimcros mc!Es
Artículos y sus
1934
derivados
Enero
Febrero
Febrero
1933
1934
% - -
1933
(En miles de m$11)
Alimentos
6.766
5.633
7.899
17.478
12.399
- 29,1
Bebidas
336
134
217
581
470
- 19,1
Caucho
3.655
1.440
2.414
5.446
5.095
6,4
Comb. y lubr.
11.339
9.345
6.758
20.676
20.684
+ 0,04
Hierros
9.476
8.180
5.948
13.023
17.656
+ 35,6
Maderas
3.060
2.540
3.101
6.299
5.600
- 11,1
Máq. y vehíc.
2.967
2.854
2.620
5.235
5.821
+ 11,2
Metales. ex. hie1w 3.353
2.798
2.552
5.696
6.151
+ 8,0
Papel, cartón
4.543
3.464
3.009
8.237
8.007
2,8

EL MOMENTO PRESENTE DE NUESTRA ECONOMÍA
199
1934
1933
Dos primeros lllt!!l!S
Artículos y sus
1934
derivados
Enero
Febrero
Febrero
1933.
1934
% - -
1933
(E11 miles de m$11)
'edras. etc.2
Pi
3.034
2.793
2.491
5.225
5.827
+ 11.5
J
Pr od. quím.
7.152
5.177
5.749
12.205
12.329
+ 1,0
T abacos
2.974
l.275
l.218
2.566
4.349
+65,6
T ejidos. etc.
16.587
19.947
22.037
44.699
36.534
- 18.3
V arios
3226
2.847
2.616
5.693
6.073
+ 6.7
T otales
78.468
68.427
69.529
153.0S9
146.895
- 4.0
1 Los valores de tarifa reflejan las variaciones del volumen físico de las importaciones. pues sobre
los a_f oros con que son calculados no influyen las fluctuaciones en los precios de las mercaderías.
- Piedras, tierr.is, vidrios y cerámicas.
3 Sustancias y productos químicos y fannacéuticos. aceites y pintums.
El aumento del valor de las exportaciones que se obse1va en el primer bimestre
de este año comparado con el mismo lapso de 1933, aun en términos de pesos ante-
riores. se debe a la contluencia de dos factores: el crecimiento del volumen físico
en 7,3% (en las toneladas es de 14%): y el incremento de Jos precios medios en
4.8%. a pesar de haber sido descartada la intluencia de la reciente desvalorización
monetaria.
El crecimiento de las cantidades se explica en primer lugar por el aumento en
los embarques de granos, según se desprende de nuestro cuadro. También :iumen-
tan las cantidades exportadas en otros artículos. excepto los productos lecheros.
que disminuyen sensiblemente. y las carnes. que permanecen prácticamente en el
mismo nivel de un año antes.
En la segunda parte del cuadro presentamos, como de ordinario, los valores ex-
presados en pesos actuales. Pero al pie del mismo. hemos incluido una nueva línea
con los valores reducidos a pesos anteriores, a fin de facilitar las comparaciones.

200
RAÚL PREBISCH
13. Cantidad y valor de las exportaciones argentinas
en los dos primeros meses de 1934
1934
1933
Dos primeros meses
Grupos
de
1934
prodUl'fOS
E11ero
Febrero
Fl'l1rero
1933
1934
%
1
1
1
2
1933
Cantidad, en to11s.
·i
Granos·
1.408.689 1.090.5161.031.270 2.184.054 2.499.205
+ 14.4
Carnes
52.272
45.363
47.471
97.934
97.635
0,3
Cueros
16.548
12.568
10.304
22.393
29.116
+ 30,0
Lanas
24.855
15.467
20.545
39.256
40.322
+ 2.7
Prod. lech.-1
3.155
2.187
3.996
9.006
5.342
- 40.7
Prod. forest.
30.367
32.059
25.287
43.398
62.426
+ 43,8
Varios
43.744
57.962
53.338
92.008
101.706
+ 10,5
Totales
1.579.630 I.256.1221.192.2ll 2.488.049 2.835.752 + 14.0
Valor, en miles de 111$11
Granos 3
80.823
66.937
55.454
118.321
147.760
+ 24.9
Carnes
19.891
16.803
14.543
29.686
36.694
+ 23,6
Cueros
11.283
8.566
4.457
9.990
·19.849
+ 98.7
Lanas
29.009
18.424
10.487
20.183
47.433
+ 135.0
Prod. lech.-1
1.889
1.267
2.012
4.975
3.156
- 36,6
Procl. forest.
3.167
3.142
2.985
4.801
8.309
+ 31.4
Varios
6.601
11.021
6.078
10.644
17.622
+ 65,6
Totales
152.663
126.160
96.016
198.600
278.823
+40.4
Tot. correg. 5
124.869
98.625
-
-
233.494
+ 12,5
~ Cifras reajustadas por la Dirección General de Estadística.
- Cifras provisionales.
3 Comprende. además de.loconsignado en el <..'Uadro de la p.-igina 281. la haiina de lligo y subproduc-
tos, Y. otros cereales no clasificados por la Dirección General de Estadística .
.¡Comprende. adcnuís de los produ1..1os consignados en el cuadro de la pág. 285. la crema, c1uesoy leche.
5 Descartada la desvalori1,ación del peso del 28 de noviembre ppdo. y realizados otros ajustes, para ob-
tener cifras comparables con las de 1932 y 1933. Véase la cxplicaci<)n del procedimiento seguido en la
página 196.

EL MOMENTO PRESEl'ITE DE NUESTRA ECONOMÍA
201
IV. Los ÍNDICES DE LA ACTIVIDAD ECONÓMICA INTERNA
1. Las actividades internas y el estfmulo exterior
Es un hecho conocido que los movimiemos de nuestro comercio exterior cons-
tituyen el factor decisivo en los gmndes cambios de la situación económica argenti-
na. Estamos ligados en forma muy estrecha con la economía internacional y ex-
puestos a todas sus mudanzas. Cuando el mercado mundial aumenta la absorción
de nuestros productos. el país tiene para distribuir entre los distintos elementos de
su economía una masa más grande de valores. El poder adquisitivo de la población
se acrecienta de inmediato: primero en la producción rural. luego en las actividades
conexas: y de allí va propagándose a través de todo el campo de nuestra economía
interna y traduciéndose en una demanda más activa de mercaderías. así extranjeras
como de fabricación nacional.
El incremento de nuestras ventas al exterior propende. pues. a desenvolver
nuestras actividades económicas internas. Pero ese estímulo ha perdido gran parte
de su vigor en los últimos tiempos. El volumen económico de las exportaciones se
ha restringido en la forma tan sensible que dijimos en otro lugar. A su vez. las im-
portaciones. pese al aumento de 1933. son en volumen físico apenas la mitad de lo
que fueron en 1928 y 1929. Y si el consumo general del país no se ha resentido en
las mismas proporciones. se debe al desarrollo de las industrias locales que se han
esforzado en llenar los claros dejados por la contracción en las importaciones. El
aumento de los derechos aduaneros en 193 l y el mayor costo de las divisas, les ha
permitido luchar ventajosamente con la competencia de los artículos extranjeros.
ofrecidos a nuestros introductores a los b:~jos precios del mercado mundial.
Por consiguiente. en el curso de esta crisis. hemos asistido en la Argentina a un
proceso de innegable trascendencia. Debilitado el estímulo de afuera -según lo
acabamos de explicar- se ha ido desarrollando activamente el estímulo recíproco
de la demanda entre las industrias locales. en virtud de lo cual ellas han logrado en-
sanchar su producción mientras declinaba el intercambio exterior.
Aquí radica la diferencia fundamental entre las importaciones y la fabricación
nacional. Aquéllas no pueden mantenerse persistentemente. ni mucho menos cre-
cer. cuando se reducen las exportaciones.6 Tarde o temprano tienen que adaptarse a
la capacidad de pago del país con respecto al exterior. En tanto que las industrias
locales. en virtud de ese estímulo recíproco. van sustentándose las unas sobre las
otras. pues ya hemos llegado. probablemente. a una magnitud tal de producción
manufacturera. que la mejora en algunas de las ramas industriales se refleja en se-
6 En el supuesto de que las grandes inversiones de capitales extranjeros estén paralizadas. como es
el caso presente.

202
RAúL PREIJISCH
guida en la mayor demanda de los artículos que producen las otras. Así. el conjun-
to puede desenvolverse y dilatar simultáneamente la capacidad interna de compra.
gracias a esa dependencia mutua entre ellas. y sin que se encuentre. a poco andar,
un infranqueable obstáculo exterior. como ocull"e en el caso de las importaciones.
2. Volumen de ventas de la industria y el comercio
Desgraciadamente, carecemos en absoluto de estadísticas industriales para co-
nocer la intensidad del proceso a que acabamos de aludir. Los datos son fragmenta-
rios y muy incompletos. Lo único que disponemos para tener una idea muy general
de la importancia de estas actividades y sus principales ramos. son unas cifras me-
ramente ilustrativas 4ue nos ha facilitado gentilmente la Dirección de los Impues-
tos a los Réditos y a las Transacciones. Se refieren al volumen de venta'I en el año
1932 declarado por los establecimientos industriales con motivo del gravamen so-
bre las transacciones. Como éste se ha percibido en forma poco regular. esas cifras
no deben ser consideradas como datos exactos, sino como simples aproximaciones
de la realidad. También hemos obtenido los guarismos de las ventas del comercio y
del volumen de operaciones en los principales servicios. que presentamos asimis-
mo en el cuadro 14. con las mismas salvedades que acabamos de hacer.
14. Volumen en las transacciones en 1932
Miles de
% enel
Adividadcs
111$11
grupo
Industrias:
l.905.219
100,0
Bebidas:
253.587
13.3
Bodegas. industria vitivinícola. etc.
125.210
6.6
Cerveza
66.987
3,5
Alimenticias:
244.398
12.8
Ingenios. refinería de azúcar y alcohol
63.011
3.3
Cremerías
40.054
2.1
Textiles y vestido:
233.564
12.3
Tejidos
71.486
3.8
Medias y artículos de punto
41.736
2.2
Bolsall. arpilleras. sisal. yute y cáñamo
30.043
1.6
Hilanderías
21.023
1.1
Alpargatas y zapatillas
16.470
0.9

EL MOMENTO PRE."iENTE DE NUESTRA ECONOMfA
203
Miies de
% enel
Actividades
m$n
grupo
Metalurgia y elecJrotecnia:
143.504
7.5
Talleres de metalurgia
36.116
1.9
Petróleo y sus derivados:
141.784
7.4
Destilerías de petróleo
132.609
7.0
Maderas:
125.480
6,6
Aserradei-os y materiales de construcción
32.131
1.7
Extracto de quebracho
29.745
1.6
Químicas y medicinales:
112.560
5.9
Laboratorios químicos y especialidades
medicinales e industriales
32.507
1.7
Jabones. velas y lavandinas
23.881
1.3
Tabacaleras y afines:
94.414
5.0
Manufacturas de cigarros y cigarrillos
93.516
4.9
Construcciones. edificación y pavimentación:
88.835
4.7
Construcciones y edificación
61.039
3,2
Cueros y sus derivados: .
85.369
4,5
Calzados. suecos y artículos de sport
46.455
2,4
Curtiembre
25.300
1.3
Vidrios. yeS(,ls. tierras. mármoles, cerámica:
57.269
3.0
Cal. yeso. cemento
17.627
0.9
Fábricas de vidrios y cristales
14.660
0.8
Comercios:
4.660.194
100.0
Almacenes y anexos
1.163.169
25.0
Cerealistas exportadores
756.243
16,2
Tiendas y anexos
350.371
7.5
Farmacias. droguerías y anexos
168.216
3.6
Cigarrerías. lorerías y anexos
ll9.003
2,6
Servicios:
246.219
100.0
Nota: Los totales incluyen otros iubros menores. Advié11asc que en el comercio un mismo proc.lucto
es susceptible de vaiias transacciones.

204
RAÜL PREBJSCH
3. Variaciones del volumen econórnic:o de los negocios intemos
Indudablemente. el índice más representativo de los movimientos generales en
el volumen económico de Jos negocios internos es el de los cheques compensados.
La severa declinación que desde el año 1929 venía registrándose en este índice. se
interrumpe ya en los primeros meses del año pasado. como es fácil observar en el
gráfico N'" 8. La curva toca fondo y comienza a ascender suavemente y a recuperar
un poco de lo que había venido perdiendo hasta fechas cercanas. El cuarto trimestre
de 1933 acusa ya un aumento de 15% con respecto a igual período del año anterior;
y ese ascenso continúa durante el año en curso. cuyos dos primeros meses exceden
en 26% a los de un año antes. Nos referimos al total del país: en cuanto a los parcia-
les, las compensaciones en la Capital Federal se incrementan antes y con mayor in-
tensidad que en el interior. como se desprende de la observación del cuadro 16.
De esto a concluir que ha ocurrido un vuelco definido en la tendencia de las ac-
tividades económicas internas. hay un paso tan largo que no sabríamos darlo. Lo
cierto es que el proceso descendente pm·ece detenerse en 1933 (en que los negocios
llegan a su volumen mínimo. inferior en 42% al máximo de 1929): y que se inicia
un movimiento de ascenso. sin que pueda afirmarse todavía -porque las cifras de
pocos meses no sustentan ese género de conclusiones- que hemos entrado en la
fase creciente de un nuevo ciclo económico. como el que comienza después de la
depresión de 1929.
En este ascenso del índice. que como hemos expresado se manifiesta en el
cuarto trimestre del año 1933. no ha de haber tenido todavía mayor influencia el
alza del nivel general de precios ocasionada por la desvalorización de la moneda.
En efecto. debido a la baja del índice de precios ocurrida durante 1933. el alza ex-
perimentada en diciembre por la razón antedicha. consigue apenas que el índice
del cuarto trimestre del año sea igual al del mismo período de 1932. Pero ya los
dos primeros meses de 1934 acusan un nivel general de precios superior en 12%
al de un año antes. Ello tiene que haber influido pues. en parte. en el crecimiento
de 26% que. según se ha visto. experimentan en el mismo lapso los cheques com-
pensados.

8. Tendencia de los cheques compensados
(Promedios móviles de 12 meses y cifras trimestrales del total)
Escala logar6mica
&cala natural
Millones
dem$n
10.000
[T1
r
""'
o
9.000
~
d
~
m
(/>
~
~
8.000
m
g
z
e
m
(/>
....,
.········· ······ ....•. /
7.000
"'
>
m
1933
§
ó
6.000
~
>
1'
2'
3'
1926
1927
1928
1929
19ll
1931
1932
1933
Trimestres
l..)
~

1-.l
:::>
~
15. Algunos índices económicos y sus variaciones relativas
Cantidades anuales
%~
Rubros
%~
1926
1927
1929
1932
1933
1932
1931
1
1 1928 1
l 1930 1 1931 1
1
Negocios internos
Cheques compensados
(millones $):
42.590
45.730
48.445
49.003
42.302
37.580
29.711
28.569
- 3,8
- 20,9
Capital Federal
36.903
38.725
40.526
40.890
36.381
32.205
24.808
24.448
- 1,5
- 23,0
Intc1~or
5.687
7.005
7.919
8.113
5.921
5.375
4.003
4.121
- 15,9
- 8,8
Movimiento ferroviario:
Carga transportada:
45,547
52.724
51.284
50.615
41.964
44.513
39.467
38.374
- 2,8
- 11.3
F.C. particulares
;e
(miles tons.)
40.818
47.689
45.643
45.231
37.066
39.676
35.119
34.212
-2,6
- 11,5
>
F.C. Estado (íd.)
4.639
5.035
5.641
5.384
4.798
4.837
4.348
4.162
- 4,3
- 10,1
e:;-
Entradas brutas:
592.331
646.076
653.750
648.253
547.819
539.067
469.625
445.824
- 5,1
- 12,9
F.C. particulares (miles$)
541.161
591.374
594.746
587.817
489.576
483.812
424.299
398.770
-6,0
- 12,3
~
F.C. Estado (íd.)
51.170
54.702
59.004
60.436
58.243
55.265
45.326
47.054
+ 3,8
- 18,0
Venta grand. almac. y tiendas*
~
Importe total:
141.407
146.056
152.177
155.729
147.213
133.198
116.778
115.053
- 1,5
- 12.3
Indice total: 1
100,0
103.3
107,6
110,1
104,1
94,2
82,6
81,4
- 1,5
- 12,3
de grandes almacenes1 •.
100,0
103,6
108,3
109,9
100,2
86,7
71,9
68,4
- 4,9
- 17.1
de tiendas1
100,0
103,0
107.0
110,3
107,8
101,4
93,0
94,0
+ 1,1
- 8.5
Movimiento inmobiliario:*
Venta propiedades
(miles$)
401.672
397.390
453.493
445.635
428.252
356.924
262.012
265.542
+ 1,3
- 26,6
Construcciones proyectadas:
Pennisos (número)
16.757
19.781
20.764
22.328
22.147
19.705
14.999
13.932
- 7, 1
- 25.9
STorficie (miles rn2)
1.723
2.033
2.266
2.831
2.525
1.695
1.197
1.147
-4,2
- 29,4
V os presupuesto
(1niles $)
179.380
200.870
214.730
309.970
263.410
170.190
112.920
111.450
- 1.3
- 33,7
Quebrantos:
Pasivo (miles $)
201.061
191.108
147.425
164.930 226.174
365.398
278.052
250.277
- 10,0
- 23,9
Transac. bursátiles
(miles$):*
573.645
616.592
692.614
648.010
580.421
501.550
368.335
576.815
+56,6
- 26,6

15. Algunos índices económicos y sus variaciones relativas (continuación)
Cantidades anuales
Rubros
1
1%~1%~
1926 1 1927
1928
1929
1930
1931
1932
1933
1932
1931
1
1
1
1
1
1
N'!f:,ocios internos ( co11t.)
[!l
Cédulas hipotecarias nac.
369.642
354.074
366. 1
376.913
315.454
265.483
193.165
173.585
- 10,l
- 27.2
Títulos públicos nac.
59.350
70.799
.99.069
61.467
58.235
72.045
75.321 267.413
+ 255,0
+4.5
§
Tít púb. prov. y municip.
57.177
59.206
87.867
72.301
86.681
69.657
46.558
56.928
+ 22,3
- 33.2
:;;
Bonos hipotecarios
34.231
38.295
46.261
62.212
76.911
58.992
39.808
62.171
+56,2
- 32,5
Acciones
53.245
84.028
81.159
64.623
29.542
24.747
9.318
12.999
+ 39,5
-62,3
~
Certificados y obligac.
-
10.190
11.507
10.494
13.598
10.626
4.165
3.719
- 10,7
-60,8
~
Energía eléctrica:*
Consumo (índice): 1
100,0
115,5
129.1
136.7
140.2
139,1
140,9
147,3
+4,5
+ 1.3
"'
~
Movimiento portuario y migratorio
~
Buques y veleros:
~
Entrados (miles tons.)
8.739
11.865
11.715111.703
9.887
11.547
10.129
9.255
- 8,6
- 12,3
~
Mi oración~
Ínmigrantes (número)
135.011
161.548
129.047
140.086
124.006
56.381
31.267
24.345
- 22,l
- 44.5
~
Emigrantes (íd.)
55.769
57.936
54.262
58.357
59.734
52.677
43.386
35.066
- 19,2
- 17,6
;ié
Saldo (íd.)
+79.242 +103.612 + 74.785
+ 81.729 +64.272
+ 3.704
- 12.119 -10.721
-
-
>
;;;
o
Indices de precios mayoristas
,,,
Excluido productos
I
Nivel geneml: 1
+0,6
o
100,01
98.1
··~
....
.,,, 1 89.01
89,51
85,91
- 4,0 1
;=:;:
agropecuarios
100.0
96,7
94;3
94,5 1 94,0
94,4
97,5
93,5
- 4,1
+ 3.3
>
Precios agropecuarios
1
100,0
97,5
108.5
102,6
85.9
63,8
59,1
56.9
- 3,7
- 7,4
Finanzas nacionales
Recaudaciones (miles $): 3
+9,3
+2,5
1691.1631 736.418177&868 1796.2561704.0961755.149177~ 1431846.2261
Aduaneras y portuarias:
365.689
383.656 431.548
426.427
352.456
313.465
285.016
302.820
+5,9
- 8,8
Derechos de importac.
285.869
301.271
330.149
337.890 281.271
255.092
239.021
257.239
+7,6
- 6,3
Otras rentas
79.820
82.385
101.399
88.537
71.185
58.373
46.995
45.581
- 3,0
- 19.5
IJ
o
·-J

10
o
15. Algunos índices económicos y sus variaciones relativas (continuación)
""
Cantidades anuales
% 1933
Ruhrns
%~
1926
1927
1928
1929
1930
1933
1932
1931
1
1
1
1
1 1931 1 1932 1
Finanzas 11acio11ales (co11t)
Conttib · ·
. 1
36.703
Jt>. /UJ
37.501
J /.'.lUI
38.130 1 38.909 1 39 .ISlJ I
41.U'JJ
4U.:>Jt>
4U.41U
- U,J
- l.4
20.369
21.719
22.516
23.422
22.984
23.710
23.618
22.010
- 6,8
- 0,4
40.858
41.016
43.176
43.981
42.414
45.013
49.738
47.823
- 3,9
+ 10.5
111.491
115.216
118.985
125.171
112.442
128.756
147.805
166.682
+ 12,8
+ 14.8
-
-
-
-
-
-
43.341
61.062
+40,9
-
-
-
-
-
-
321
16.469
21.497
+30,5
+ 951,3
35.212
36.721
40.485
39.625
38.618
46.451
53.628
36.906
- 15,4
- 6,1
80.841
100.589
84.028
98.721
95.375
156.340
122.992
147.016
+ 19,5
- 21,3
:;I:)
>
619.309
638.379
702.904
717.997
621.447
662.623
693.294
725.598
+4,7
+4,6
~-
23.874
24.246
23.439
22.835
27.953
28.014
24.449
23.218
- 5,0
- 12.7
~
~
31.542
36.731
35.079
37.459
36.679
30.655
38.031
37.512
- 1,4
+24.1
;¡;
g
16.438
17.062
17.446
17.965
18.017
18.518
18.369
17.929
- 2,4
- 0.8
-
-
-
-
-
15.339

41.969
-
-
f En la Capital Federal únicamente.
, Indices base 1926 = 100 promedios.
~ Pasajeros extranjeros de ultramar de 2' y 3ª clase.
'En cada período se computan los ingresos efectivamente realizados durante el mismo. sin reparar en el ejercicio financiero a que corresponden.
Por ejemplo las rentas percibidas durante enero, febrero y marzo de 1933 correspondientes a cuentas del ejercicio anterior se consideran no obs-
tante esto como recaudación de 1933.
Fuellfes: Entradas brutas de los FF.CC.: Dirección General de FF.CC.; Ventas de propiedades: Registro de la Propiedad; Construcciones proyec-
tadas: Municipalidad de la Capital Federal; Quebrantos: El Cronista Comercial; Transacciones bursátiles: Boletfn Ojicial de la Bolsa de Comer-
cio de Buenos Aires;
Buques y veleros: Tire Times ofArge111i11e; Migración: Dirección General de Inmigración; Recaudaciones nacionales: Con·
!aduría General de la Nación, Consejo Nacional de Educación y Dirección Nacional de Vialidad.

EL MOMENTO PRESENTE DE NUESTRA ECONOMÍA
209
16. Cheques compensados trimestralmente
{En millom'S de 111$11)
F«ila
ler. trlm.
2~ trlm.
Jer. trl111.
42 rrim.
Año
Capital Federal
1926
9.664
9.389
8.755
9.095
36.903
1927
10.117
9.434
9.284
9.890
38.725
1928
10.450
I0.079
9.718
10.279
40.526
1929
10.388
10.416
9.987
10.099
40.890
1930
9.436
9.379
8.743
8.823
36.381
1931
8.559
8.504
7.719
7.423
32.205
1932
6.637
6.357
6.0ll
5.803
24.808
1933
5.741
6.034
5.690
6.983
24.448
% 1933-1932
- 13.5
- 5,J
- 5.3
+ 20.3
- 1.5
Interior
1926
l.430
l.394
1.398
l.465
5.687
1927
1.850
1.725
1.618
1.812
7.005
1928
2.120
l.961
l.861
l.977
7.919
1929
2.''98
2.130
2.054
1.831
8.113
1930
1.630
l.463
1.442
l.386
5.921
1931
l.40J
l.400
l.289
1.286
5.375
1932
1.306
l.291
l.187
l.l 19
4.903
1933
1.089
l.042
994
996
4.121
% 1933-1932
- 16.6
-19.3
- 16.3
- Jl.O
- 15.9
Total
1926
11 094
..
10
.
781
.
lO .
153
10560
42590
1927
11.967
l l.159
10.902
11.702
45.730
1928
12.570
12.040
11.579
12.256
48.445
1929
12.486
.12.546
12.041
11.930
49.003
1930
11.066
10.842
10.185
10.209
42.302
1931
9.959
9.904
9.008
8.709
37.580
1932
7.943
7.648
7.198
6.922
29.7 J 1
933
6.830
7.076
6.684
7.979
28.569
Cl
Yo 1933-1932
- 14,0
- 7.5
- 7.1
+ 15.3
- 3.8

2 )()
RAUI. PREBISCII
4. El punto dr.' il!fki:ión r.'11 otros índices económicos
En otros índices de la actividad económica interna adviértese también la deten-
ción del proceso descendente. Se trata, es cieno. de curvas que no tienen un signifi-
cado general -por ser especial y restringido al campo a que se refieren- pero que
no dejan. sin embargo. de tener gran interés como síntomas de lo que está suce-
diendo ahora en ciertas actividades importantes que habían experimentado una
contracción muy intensa en los años anteriores. He aquí tres índices de este ca-
rácter. representados en el gráfico 9: construcciones. ventas de propiedades y nego-
cios bursátiles cn la Capital Federal.
La restricción de fondos disponibles que acompaña a todo período de empeora-
miento en la situación económica. y la desconfianza en realizar inversiones por el
temor de una nueva baja de precios. explican suficientemente que el interés por
este género de negocios haya declinado en fonna muy sensible después de 1928.
como se ve en el gráfico. Pero en los últimos tiempos. las curvas tocan su punto
mínimo, primero los negocios bursátiles y luego los otros dos índices. A partir de
ese momento la tendencia es distinta. Mientras en la Bolsa las actividades adquie-
ren un impulso extraordinario, las ventas de propiedades apenas registran un creci-
miento insignificante en 1933. y las construcciones se incorporan a este movimien-
to de ascenso recién en los primeros meses de 1934 (véase las cifras en los cuadros
15 a 17).
La reactivación de la Bolsa. y el tocar fondo de las ventas de propiedades y
construcciones. coinciden con ciertos cambios significativos en el mercado mone-
tario. Ya en el año 1933 nótanse los efectos de la acumulación de disponibilidades
monetarias. entre las que no hay que olvidar los fondos bloqueados por falta de di-
visas para transferirse al exterior. Los bancos no pueden emplearlas conveniente-
mente a causa de la escasez de nuevos negocios. Se inicia de esta suerte la dismi-
nución ele los tipos de interés en el segundo semestre de ese año y en los
comienzos de 1933 principia la elevación de los precios de los títulos de renta fija.
o lo que es lo mismo. la baja del rendimiento neto de estos papeles. El plazo fijo
bancario deja de producir el alto interés que había caracterizado los tiempos ante-
riores de restricción monetaria. En suma. JXU"ece que los fondos disponibles vuel-
ven a buscar otros géneros de inversiones que el simple depósito bancm"io. para los
cuales el ambiente psicológico se presenta también favorable. No es extraño. por
consiguiente. que la Bolsa haya sentido. la primera. la excitación de estas operacio-
nes de los inversores. ¿,Va a extemlcrse este impulso a las otras dos líneas? Habría
que esperar las cifras de los próximos meses para saberlo .. Mientras tanto, prosiga-
mos nuestro examen.

EL ~·JO MENTO PRESENTE DE NUESTRA ECONOMIA
211
9. Tendencia de algunos índices económicos
(¡mmwdios múviles de 12 meses¡
Escala logarttmica
Construcciones
Superficie Cubierta
Transacciones bursátiles
1926
1927
1928 1929 19l>
1931 1932
1933

212
RAÚL PREBISCH
17. Algunos índices econ(tmicos
1934
Dos primcrO!l lllCSl'S
-
l{ubms
1933
Ene.
Feb.
Feb.
1933
1934
1934
% -
1933
Negocios intemos
Cheques comp. (mili.$)
2.985
2.417
l.886
4.293
5.402 + 25.8
Capital Federal
2.539
2.069
l.575
3.580
4.608 + 28.7
Interior
446
348
311
713
794 + ll.4
Movimiento ferrov.
Carga 1nmspo11ada: 1
2.828
3.031
3.086 39.467
38.374 -
2.8
F.C. part. (mil. tons.)1
2.540
2.740
2.840 35.119
34.212 -
2.6
F.C. Estado (íd.)
288
291
246
4.348
4.162 -
4,3
Entradas brutas:
39.768
39.258
38.540 88.362
79.026 - 10.6
F.C. part. (miles$)
36.235
35.519
34.962 80.400
71.754 - 10.8
F.C. Estado (íd.)
3.533
3.739
3.578
7.962
7.272 -
8.7
Venta g. alm. y tiendas:*
Importe total (miles$):
9.227
7.465
7.551
16.008
16.692 + 4.3
Indice total:2
78.3
63.3
64.1
68.0
70.8
+ 4.l
de grandes almac.2
74.7
56.9
57.5
61.7
65.8
+ 6.6
de tiendas2
81.8
69.7
70.4
74.0
75.8
+ 2.4
Movim. inmobiliario:*
Venia prop. (miles$)
33.526
17.647
23.581 50.683
51.173 +
1.0
Construcc. proyect.:
Pcnn isos (número)
1.162
1.100
1.058
2.163
2.262 + 4,6
Superficie (miles m2)
173
126
109
196
299 + 52.6
Valor presup. (miles$) l l.500
12.080
10.980 21.710
23.580 +
3.6
Quebrantos:
Pa'!ivo (miles$)
7.718
13.033
21.862 43.919
20.751
- 52.8
Tmns. burs:ít. (mi.$):*
37.109
46.998
30.124 64.233
84.107 + 30.9
Cédulas hipot. nac.
17.246
19.248
12.219 26.479
36.494 + 37.8
Títulos públicos nac.
9.549
15.114
12.Cl45 22.965
24.663 + 7.4
Tít. púb. prov. y mun.
5.046
7.216
2.379
4.798
12.262 + 155.6
Bonos hipotecarios
4.Cl46
4.437
2.619
8.279
8.483 + 2.5
Acciones
l.014
761
657
1.326
1.775 + 33.9
Certif. y obligaciones
208
222
205
386
430 + 11.4
Energía eléctrica:*
Consumo (índice)2
154.l
152.3
139.0
146.3
153.2 + 4.7

EL MOMENTO PRESENTE DE NUESTRA ECONOMíA
213
1934
Dos primeros meses
Rubrlri
1933
Feb.
Ene.
Fcb.
1933
1934
1 %.1934
1933
Mol'imie11to portuario y migratorio
Buques y veleros:
Entrados (miles tons.)
l.029
784
843
1.687
l.813 +
7.5
Migración~
Inmigrantes (número)
l.786
l.817
2.014
4.895
3.603 - 26.4
Emigrantes (íd.)
1.744
2.109
2.640
4.845
3.853 - 20.5
Saldo (íd.)
+42
- 202
- 626
+ 50
- 250
Indices de precios mayoristas
Nivel gencral:4
96.2
95,5
85.3
85.3
95,0 + 12.4
Excl. prod. agropec.
104.3
103.0
94,0
94,0
103.7 + 10,3
Precios agropccumios
66.2
67.6
52.4
52.9
66.9 + 26.5
Finanzas 11ac:io11ales
Rccaudac. (miles $):4
68.()42
54.070 54.845
119.164 122.112 + 2.5
Aduaneras y port.:
23.851
21.707 22.686
47.932
45.558 -
5,0
Derechos de import.
19.937
17.877 19.603
41.448
37.814 -
8.8
Otras vemas
3.914
3.830
3.083
6.484
7.744 + 19.4
Contribución tcrrit.
l.732
l.310
560
1.231
3.042 + 147 ,1
Patentes
423
437
335
783
860 +
9.8
Sellos
3.887
3.364
3.182
7.435
7.251 -
2.5
Impuestos intemos
16.099
14.299 12.258
26.963
30.398 + 12,7
Réditos
4.372
4.349
2.307
7.602
8.721 + 14.7
Transacciones
2.782
1.545
1.972
5.983
4.327 - 27.7
Correos y telégrafos
3.364
3.017
3.264
6.694
6.381 -
4.7
Otras recaudaciones
11.532
4.()42
8.281
14.541
15.574 + 7.1
Destino de las rentas:
Rentas Generales
60.523
47.586 49.215
110.775 108.109 -
2.4
Otros destinos
7.519
6.484
5.630
8.389
14.003 + 66.9
En la Capital Federal únicamente.
, Noviembre y diciembre de 1933. diciembre de 1932 y total anual 1932 y 1933.
- Indices. base 1926 = 100: en las columnas acumulativas van los promedios respectivos.

214
RAÚL PREBISC'H
5. Los negocios bursátiles y el al;a de los rfrulos
La curva de los negocios bursátiles se anticipa n las otras dos. Llega antes al
máximo. en 1928. y toca primero el mínimo. en 1932. con m$n 692.6 millones y
m$n 368.3 millones respectivamente. lo que representa un descenso de 47%. En
1933 el volumen de operaciones salta a mSn 576.8 millones. o sea 57% de creci-
miento con respecto al año anterior. En los dos primeros meses del año el ascenso
continúa. con 31 % más que un año antes.
Todos los papeles. excepto las cédulas hipotecarias. participan en esta reactiva-
ción de los negocios. especialmente los títulos públicos nacionales que desde los
primeros momentos del año acusan gran movimiento. cerrándolo con un total de
m$n 267.4 millones. que excede sensiblemente el máximo anterior de m$n 99.1
millones ( 1928): en 1932. los negocios habían llegado a sólo m$n 75.3 millones.
Con aquella cifra. los títulos nacionales sobrepasan a las cédulas -que hasta ahora
habían prevalecido en la Bolsa por la primera magnitud de sus transacciones-
pues en 1933 éstas llegaron apenas a mSn 173.6 millones contra m$n 376.9 millo-
nes en 1929. El movimiento de los otros valores es de menor cuantía. Los títulos
municipales y provinciales llegaron a mSn 56.9 millones (22% de aumento sobre
1932) y los bonos hipotecarios de la provincia de Buenos Aires a m$n 62.2 millo-
nes (56%). Las acciones de las sociedades anónimas subieron también de m$n 9.3
a 13 millones. después de haber declinado desde m$n 84 millones en 1927; eviden-
temente el público ha seguido demostrando poco interés por estos papeles.
En cuanto a las cotizaciones de los principales títulos de renta fija. los dos
gráficos que presentamos. aparte del cuadro acostumbrado de cotizaciones. no exi-
gen mayores comentarios. Obsérvese en el primero. la caída de los títulos naciona-
les de crédito interno desde la línea de 100 a comienzos de 1929 hasta cerca de 80 a
fines de 1932. y la rápida elevación que sobreviene enseguida. La cédula baja me-
nos. pero luego los títulos. al crecer. pasan encima de ellas y así se mantienen hasta
la conversión. El ascenso de cotizaciones anterior a esta operación -de la que nos
ocupamos al considerar las finanzas nacionales- se ve mejor en el gráfico 11.
3 Pasajeros extranjeros de ultramar de 2" y'.\\' clase.
" En cada período se computan los ingresos ~fcclivamentc realizados durante el misnto. sin reparar en
el ejercicio financiero a que correspomlen. Por ejemplo. las rentas percibidas durante enero, febrero y
marzo de 1933 correspondientes a cuentas del ejercicio anterior. se consideran. no obstante esto. como
recaudación de 1933.
F11e111es: Entradas hmtas de los FF.CC.: Dirección General de FF.CC.; Ventas de propiedades: Re-
gistro de la Propiedad: Constmcciones proyectadas: Municipalidad de la Capital Federal: Quebrantos:
El Cro11is1a Cnmercial: Transacciones bursátiles: Boletín Oficial de la Bal.w1 de Comercio de Buenos
Aires:
Bm¡ues y veleros: 111e Timc•s o.f Arg<'nline: Migración: Dirección General de Inmigración: Recau-
daciones nacionales: Contaduría General de la Nación. Consejo Nacional de Educación y Dirección Na-
cional de Vialidad

18. Cursos de los títulos argentinos a partir de enero de 1933
(Ex cupón)
Año 1933
Añol934
Títulos
Ene.
Feb.
Mar.
Abr.
May.
Jun.
Jul.
Ago.
Set.
Oct.
Nov.
Dic.
Ene.
Feb.
Mar.
¡!l
F.n Buenos Aires:
~
Crédito Arg. Int., 6%
81,14
82,91
85.31
85,60
85,65
87,00
86,74
85,95
86,73
90,46
(1)
(2)
88,82
91,23
92,10
~
Cédulas hip. nac., 6%
85,43
85,76
87,48
85,94
85~'14 84,65
84,27
84,97
84,95
85,50
(1)
s/c
(3)
88,32
89,CI!
B<,>noship.
'./,
-'
Bco. Prov., 6%
85,38
87.54
89.76
89,78
90,66
89,36
88,87
89.76
90,38
o
90,33
92,02
94,02
93,45
94,56
95,80
Pr. Bs.As., Cons ..
;g
1922, 6%
63,74
63,18
65,22
66,15
68,23
68,72
68.95
64,42
62,67
65,53
70,44
66,0l
65,92
68,13
71,41
g?
Mun. A y B. l',
3
1923, 6 1/i'/o
82,89
83,31
83,90
84,55
84,91
85,61
85,63
84.80
84,59
85,50
88,92
87,63
88,14
90;57
91,89
~
~
F.n Londres:
~
Emp. oro 1907 y
1909, 5%
75,48
77,29
77,06
81,75
88,20
92,60
9158
86,27
83,50
84,04
83,92
80,44
85,62
87,67
88,64
~
Prov. Bs.As.,
,.;
>
1906-9, 3 1/2%
33,67
35,98
37,72
39,20
42.20
48,33
44,75
42,14
42,02
42,35
40,33
39,10
39,92
45,56
47,43
:-:i
F.nNueva York:
~
Crédito Argentino. 6% 48,84
43.97
46,40
50,40
58,42
62,31
64,37
57.31
54,00
54,93
48,64
51,92
58,65
66,44
68,CI!
::::::
Prov. Bs.As .. 1%1, 6% 21,07
18,53
20,93
25,49
31,95
33,44
36,43
3s:so
32,84
31,64
31,76
31,43
33,22
44,06
44,64
;¡;:
Mun. Bs.As. ser.
;'B2",6 1/2%
40,85
38,73
40,47
41,57
50.11
56,57
54,87
46.07
47,22
42,38
4l,(i6
47,39
50,40
59,CI!
61,07
1 En noviembre, los títulos sólo se cotizaron 8 días y las cédulas 9 días, siendo los promedios de m$n 94,41 y m$n 88,75 respectivamente.
,
- En diciembre no se cotizaron los del 6% iniciándose la negociación de los nuevos títulos del 5% el día 12, a los cuales toc6 un promedio
de m$n 90,45.
, ....
3 El día 8 de enero se inició la cotización de las nuevas cédulas del 5%, correspondiéndoles un promedio de m$n 85,74.
~

216
RAÚL PREJ31S(']l
Después de la conversión. el precio de los nuevos títulos afloja y llega a un mínimo
de 87.4 puntos en la segunda semana de enero: luego se produce la reacción que
los lleva arriba de noventa. o sea a un nivel superior que el que habían tenido los
títulos anteriores. no obstante que éstos devengaban un punto más de interés. El
mercado bursátil ha seguido. pues. mejorando y es muy probable que en ello ten-
gan influencia apreciable los fondos que el Gobierno puso en circulación para pa-
gar el rescate de los títulos que no aceptaron la conversión.
6. Las ventas de propiedades y las co11st1w·r·io11e.1· en la Capital Federal
Consideremos ahora la dos curvas restantes. Los años J 928 y 1929 son de gran
actividad para las ventas de inmuebles en la Capital Federal. que llegan a m$n
4.53.5 millones y mSn 44.'i.6 millones. respectivamente. Luego viene la caída y el
mínimo de 1932. con m$n 262 millones. o sea 42% menos que en 1928. En el año
pasado las ventas alcanzaron a mSn 265 . .'i millones. a saber apenas 1 .3% más que
el precedente. Lo mismo ocurre con las cifras del primer bimestre de 1934. La re-
acción de los negocios de inmuebles es. por lo tanto. casi imperceptible. y el signi-
ficado de los datos. estriba. más que otra cosa. en la detención de la persistente
baja que había sufrido este rubro.
En lo concerniente a las construcciones. la caída de la línea es mucho más acen-
tuada que en las anteriores. Entre el año de máxima. 1929. y el de mínima. 1933. el
número de pennisos se reduce en 38%: la superficie cubierta. en 59%: y el valor
presupuesto de las obras. de m$n 310 millones a mSn 111..'i millones. Las cifras
del primer bimestre de 1934 presentan otro cariz. pero bien podría ser que se trata-
se de una v:u·iación accidental más que una tendencia definida hacia m-riba: en
efecto. el número de permisos sube en 4.6% y el valor de las construcciones pro-
yectadas. en 8.6%. con respecto a un año antes.
7. Ventas en grandes almacenes y riendas
El índice de las ventas de grandes almacenes y tiendas modera el ritmo de su
descenso durante el año pasado. y parece haber alcanzado su nivel mínimo. a juz-
gar por lo que dicen las cifras más recientes. En 1933. el total de ventas de los esta-
blecimientos que nos suministran sus informaciones llegó a mSn 11.'i.l millones.
contra 116.8 millones el año precedente. El descenso es apenas de 1..5%. en tanto
que en 1932 había sido de 12%. En los dos primeros meses ele 1934. las ventas
acusan ya un ascenso de 4.3% en cotejo con un año antes. Habría que observar
atentamente las cifras sucesivas para tratar de ver qué influencia pueden tener las
alteraciones de precios en estos establecimientos.

EL MOMENTO PRESENTE DE NUESTRA ECONOMlA
217
10. Curso de los títulos naciomtles
y de las cédulas hipotecarias de 1926 a 1923
EnmSn
100
100
95
95
90
90
Titulas nacionales
85
85
1926
1927
1928
1929
1930

218
RAUL PREBISCH
11. Cotizaciones diarias de los títulos nacionales
y de las cédulas hipotecarias
Enm$n
100
100
Tllulos nacionales
del6%
95
95
90
90
85
85
C6dulas hipotecarias
J.
A.
s.
o.
N.
o.
E.
F.
M.
1933
1934

EL MOMENTO PRESENTE DE NUESTRA ECONOMÍA
219
8. Mrwimiell/o ferroFiario
Continúa en 1933 el descenso de la carga transportada y de las entradas brutas
de los ferrocatTiles. Estas fueron de m$n 445.8 millones. o sea 5.1 % menos que en
1932. En 1928 las entradas habían llegado a su cifra más alta. m$n M3.8 millones.
Merece ser anotado que la declinación del año pasado ha ocurrido solamente en los
fe1rnc:miles pai·ticulares. cuyas entradas brutas (m$n 398.8 millones) bajaron en
6% con respecto a 1932: mientras que las de los Fenucarriles del Estado (m$n 47.1
millones) subieron en 3.8%. En los dos primeros meses del año en curso prosigue
el descenso de los transportes y las entradas se reducen nuevamente en 11 % com-
pai·adas con igual período del año anterior.
19. Entradas brutas de los ferrocurriles por trimestres
ler. trim.
2" trim.
3er. lrim.
4" trim.
A1io
(En miles de m$11)
1926
157.749
139.734
137.714
147.134
592.331
1927
176.065
166.188
151.269
152.554
646.076
1928
181.540
158.313
151.051
162.846
653.750
1929
184.280
169.949
151.880
142.144
648.253
1930
153.018
134.502
129.107
131.192
547.819
1931
148.890
138.178
126.692
125.307
539.067
1932
141.776
115.826
106.016
106.007
469.625
1933
125.370
114.213
102.320
103.921
445.824
% 1933-1932
- 11.6
- 1.4
- 3.5
- 2.0
- 5.l
9. Pasim de los quebrantos
El pasivo de los 4uehrantos. después de la intensa subida de 1931. tiende a esta-
bilizarse en 1932: pero en 1933 reanuda su descenso, alcanzando la cifra de m$n
250.3 millones. inferior en 10% a la del año precedente gracias a la fuerte baja del
último trimestre.

t"
12. Tendencia del pasivo de los quebrantos
I "
o
1 Promedios móviles de 12 meses y cifras trimestrales>
Escala fogarlmica
Escala natural
Millones
dem$n
175
150
~
125
>
~
"O
~
Q
100
Vi
n
::i::
75
~\\~
1932
50
1933 \\
25
1° 1
2'
~
40
o
1926
1927
1928
1929
1930
1931
1932
1933
Trimestres

EL MOMENTO PRESENTE DE NUESTRA ECONOMIA
221
En los primeros tiempos de la fase descendente de cs1e ciclo económico. el pa-
sivo de los quebrantos ascendió rápidamente mientrns se restringía el volumen de
las transacciones. Fue entonces cuando se eliminaron aquellas empresas y negocios
que no podían subsistir durnnte la crisis. Transcurrido. pues. lo más importante de
este proceso de saneamiento. es lógico que las quiebras comenzaran a declinar en
la forma que se ha visto, En los dos primeros meses de este año el descenso ha con-
tinuado y el pasivo llegó apenas a la mitad del registrado un año antes.
20. Pasivo trimestral de los quebrantos comerciales
Fedla
ler. trim.
2! triln.
3er. frhn.
4!! trim.
A1io
(En miles de m$11)
1926
40.222
73.835
43.158
43.846
201. 06 1
1927
52.374
54.914
30.096
53.724
191.108
1928
41.212
45.161
24.427
36.625
147.425
1929
34.207
36.652
35.438
58.633
164.930
1930
59.850
43.876
40.861
81.587
226.174
1931
118.504
98.910
81.993
65.991
365.398
1932
66.473
66.291
75.688
69.600
278.052
1933
68.215
65.118
82.937
34.007
250.277
% 1933-1932
+ 2.6
- J.8
+9.6
- 51.l
-10.0
10. Recaudaciones 11acio11a/es
No obstante ser muy marcada la influencia de la-. variaciones del estado eco-
nómico sobre las recaudaciones nacionales. éstas alcanzan en 1933 a m$n 846.2
millones. o sea un guarismo superior al del afio 1929. que tuvo las recaudaciones
más altas registradas hasta ahora. Ello es el resultado de los nuevos impuestos y
del recargo sancionado en 1931 y 1932 en los ya· existentes. Véase las cifras en el
cuadro que sigue:

RAÚL PREBISCll
21. Recaudaciones nacionales en 1933 comparadas con las de 1929
Aum. o dism.
Rubros
1929
1933
1933/1932
(En miles de 111$11!
Aduaneras y portuarias
426.427
302.820
123.607
Contrib. TeITitorial. Patentes y Sellos
106.312
110.243
+
3.931
Impuestos Internos
125.171
129.()14
+
3.843
Correos y Telégrafos
39.625
36.906
+
2.719
Otros ingresos
98.721
147.016
+
48.295
Réditos y Transacciones·
82.559
+
82.559
Nafta
37.668
+
37.668
Totales
796.256
846.226
+
49.970
Los nuevos impuestos de Réditos y Transacciones dieron en 1933 un rendi-
miento de mSn 82.6 millones. con que no se contaba en 1929. En el mismo caso se
encuentra el gravamen a la nafta. que produjo m$n 37.7 millones en 1933. El gru-
po de Contribución Territorial. Patentes y Sellos. crece un poco a pesar del descen-
so en la actividad económica. debido al aumento de lns tasas: y el de Impuestos In-
ternos también sube. n consecuencia de la creación del impuesto a las cubiertas. En
cambio. la renta de imp011ación. que constituye una parte considerable de las entra-
das aduaneras y po11uarias. disminuye de mSn 337 ,9 millones a mSn 257 .2 millo-
nes. o sea en 24%: sin embargo. esta disminución es menos intensa que en los va-
lores de tarifa de las importaciones que entre 1929 y 1933 bajaron en 52%. debido
a que los gravámenes aduaneros representan ahora el 26% de dichos valores en vez
del 17% en 1929.
Aquella cifra de m$n 846.2 millones a que llegaron las recaudaciones en 1933.
representa mSn 72.1 millones (9.3%) de incremento sobre la de 1932. Debemos se-
ñalar que en esto ha influido el crecimiento de la renta de importación de m$n 239
millones a m$n 257.2 millones. en virtud del aumento de las imp011aciones motiva-
do por los factores a que aludimos en otro lugar: la importación ya ha comenzado a
b¡tjar en lo que va de 1934. y ello ha de sentirse naturalmente en la renta. También
aumentó durante 1933 el rendimiento de los impuestos a los réditos y transaccio-
nes. en m$n 22.7 millones: los impuestos internos. en mSn 18.9 millones: y la par-
ticipación en los beneficios de las rep¡u-ticiones autónomas. en mSn 11 millones.

EL MOMENTO PRESENrE DE NUESTRA ECONOMÍA
223
En los dos primeros meses de 1934. los ingresos se mantienen al nivel de un
año ames. llegando a mSn 122.1 millones.
Cabe destacar que en el cuadro habitual sobre recaudaciones, se ha resuelto in-
cluir los gravámenes que constituyen fondos propios de reparticiones autónomas.
como los recaudados por el Consejo Nacional de Educación y la Dirección Nacio-
nal de Vialidad. Además, después de una investigaci6n en la que colaboró gentil-
mente la Contaduría General de la Nación. se ha efectuado un reajuste definitivo
de los otros guarismos, con el fin de ceñimos a los datos de esa repru·tición en todo
lo posible en vez de tomar los que obteníamos directamente de las distintas ofici-
nas recaudadoras. debido a las dificultades que presenta el ajuste de algunos ru-
bros. En lo sucesivo daremos, asimismo. el destino ulterior de la percepción. para
distinguir lo que ingresa a Rentas Generales del Presupuesto Nacional. de lo que
toca a las municipalidades. Consejo Nacional de Educación. Dirección Nacional de
Vialidad y Fondo de Asistencia Social.
V. NUESTROS PRECIOS INTERNOS Y LA DEPRECIACIÓN MONETARIA
1. El índice como medida de los precios
Han transcurrido ya más de cuatro meses desde la alteración del régimen de los
cambios; y pasadas las perturbaciones iniciales. es posible investigar la inl1uencia
de aquel acontecimiento sobre el nivel de nuestros precios internos.
Para este fin disponemos de un índice general de los precios mayoristas. En él
se combinan las fluctuaciones de I05 artículos distintos, pru·a los cuales la Oficina
de Investigaciones Económicas recoge cada mes más de 200 cotizaciones. El
índice arranca en el año 1926. cuyos precios hemos tomado como base. repre-
sentándolos por 100. según el procedimiento conocido.
No está de más recordar que un índice de precios es un instrumento muy imper-
fecto para medir las alteraciones en los valores del conjunto de las mercaderías. La
expresión tan emplcnda por nosotros de "nivel de precios" es un simple modo de
decir. No existe, en los hechos concretos. una entidad así que pueda ser medida
con precisión. Es necesario content~u-se con aproxirnnciones de la realidad, de una
renlidad muy compleja. en la cual los movimientos de los precios no siempre acon-
tecen en la mismn dirección. Tal es el carácter del índice gencrnl.de Jos precios. Se
trata de un simple promedio de los índices ptu-ciales correspondientes a los princi-
pales artículos de nuestro comercio. Como todo promedio. tiende a eliminar lo que
es pruticular y accidental. y a poner de manifiesto los movimientos de carácter ge-

224
RAúL PREBISCH
ncral, ocasionados por influencias de índole también general. como han sido las de
índole monetaria en los últimos meses. El índice de precios se resiente. por lo tan-
to, de los defectos de todo ténnino medio: pero también tiene sus cualidades. Y
conforme aumenta el número de artículos observados. mejoran éstas y se debilitan
aquéllos. La cantidad de artículos que hemos podido incluir en nuestro índice no es
del todo satisfactoria. a pesar de lo cual sobrepasa la de índices clásicos como el
del Economist para la Gran Bretaña. que cuenta apenas 44 m1ículos.
El índice ideal sería aquel en que no sólo figurasen muchos artículos. relativos
a todos los órdenes de la actividad económica. sino que también esos m1ículos es-
tuviesen combinados entre sí de acuerdo con su importancia. o en otros términos.
que esos artículos constituyesen un índice debidamente ponderado. Desgraciada-
mente, las deficiencias de la estadística argentina impiden hacerlo entre nosotros.
Pero no estamos solos. El índice recién citado, del Economist. no lleva pondera-
ción alguna: y después de todo. experiencias que se han hecho demuestrai1 que
cuando el número de artículos es grande y su elección cuidadosa. no existen dife-
rencias sensibles entre un índice ponderado y un índice simple de los precios de di-
chos ru1ículos. El único caso de ponderación en nuestro índice es el del grupo de
productos agropecuarios. pues para ellos existen elementos suficientes que permi-
ten hacerlo en la forma que ya se ha explicado en otra op011unidad.7
2. Cómo se produce el mol'imiemo de alza
Hecha esta digresión. necesaria para que se recuerde siempre el carácter relati-
vo de nuestro índice. observemos sus variaciones en los últimos tiempos. La in-
tluencia de la depreciación moncttu-ia se deja sentir de inmediato. Obsérvese las
curvas en el gráfico 14. En noviembre pasado. el índice general había bajado de
83.9 con relación a la base 100 de 1926. De :illí se elevó súbitamente a 93.2 en di-
ciembre y a 96.2 en enero y descendió un poco. hasta 95.5 en febrero. Comparando
esta última cifra con la de noviembre. resulta un incremento de l3,8%.
El movimiento de <ilza dista mucho de ser p:irejo en los distintos grupos de
artículos. Tampoco ha tenido igual intensidad el estímulo que obró sobre los mis-
mos para hacerlos crecer. Los precios de los productos agropecuarios. por razones
obvias. estuvieron hajo la influencia de la mejora aproximada al 20% aplicada al
valor de las letras de exportación. En tanto que los artículos importados se han re-
sentido de un aumento mayor en el costo ele las divisas extranjeras que han debido
adquirir los importadores, a saber. 26.9% en diciembre. 30.6% en enero y 38.2%
en febrero.
Véase el vol. 2. N' 3. p.'Íg. 43, de esta Revista.

EL M.OMF.NTO PRESENTE DE NUESTRA ECONOMÍA
225
13. Promedios anuales de los índices de precios mayoristas en la Argentina
(Base, prom. 1926 = 100)
Escala /ogarlmica
120
120
Nivel general
80
80
70
70
60
60
1926
1927
1928
1931
1933

226
RAlJL PRElllSCll
14. Curso mensual de los índices de precios mayoristas en la Argentina
( ll:tsl', prom. l 926 = lfMH
Escala logarftmica
140
140
120
120
Extranjeros •· .....•
No agropecuarios
80
80
.. ···· .... ·· . ...... ····
Nocionales
60
60
50
50
1931
193'2
1933
1934

EL MOMENTO PRESENTE DE NliESTRA ECONOMIA
227
Sin cmbai:go. los precios han respondido de muy distinta manera. füm aumenta-
do más los agropecuarios que los artículos extr:injeros. En los priltleros. el creci-
miento entre noviembre y febrero ha sido ele 20,7%; mientras que los 57 artículos
extranjeros observados apenas suben un 16.5%. <I pesar de haber sido más fuc11e la
depreciación que les afectaba.x
3. Precios de importación y precios agropecuarios
Lu explicación de esta discrepancia parecería ser la siguiente. Los ptecios
agropecuarios están ligados al mercado internacional en fonn<i más neta y estrecha
que los de importación. por lo que el mayor valor de las divisas retléjase de inme-
diato sobre ellos. En cambio. en la fonnación de los precios de los artículos de im-
portación intervienen elementos especiales que ;unortiguan la repercusión de los
movimientos del costo en el puerto (cil) sobre los precios de venta mayorista.
En efecto. puede calculru·se sin exageraciones que no menos de la mitucl de es-
tos últimos precios en el término medio de nuestras importaciones. es absorbido
por gastos y beneficios internos que no están sujetos a las vru·iaciones del tipo ele
cambio; los derechos aduaneros solamente. constituyen ahededor del 38% del va-
lor de las importaciones sujetas a derechos y del 29% del total de importaciones.
No es de extrañar. por lo tanto. que un incremento de 38.2% en el costo de las mo-
nedas extranjeras se traduzca apenas en una elevación de 16.5% en el precio mayo-
rista de las mercaderías imp011adas. Además de esto. debe tenerse en cuenta que en
tiempos de dificultades económicas es muy difícil trasladar a los consumidores la
carga ele los mayores precios; la competencia ejerce una eficaz acción moderadora
y los comerciantes se ven forzados frecuentemente. a fin de no disminuir sus ven-
tas o de evitm· la sustitución por otros artículos, a liquidar sin aumento de precio
sus existencias compradas a un tipo de cambio más conveniente. o a reducir sus
márgenes de beneficio. Hay casos. también. en que los fabricantes extranjeros pre-
fieren haj•U" sus precios a fin de mantener su posición en el mercado argentino.
4. Variaciones de los distinws grupos de precios
Dadas estas particulru·idades, resulta sin duda más interesante analizar en forma
separada los índices de los principales grupos de artículos. Al mismo tiempo. para
Debe notarse que en el alza de 1os prc<.:ios agropecuariüs no s<)Jo ha actuado cxtrínscc.:amcntc el
factor monetario. sino también fucr1;1s i11trí11scrns que afccl<in la posición de cada uno <.'e los ¡\\r\\Ículos
considerados. Pero resulta muy difícil establecer separación en csla materia.

1..1
1..1
oc
22. Indices de los precios mayoristas en la Argentina
(Base, promedio de 1926 = 100)
Año;
1 Enero 1 Feb.
1 Marzo 1 Abril 1 Mayo 1
Oct.
Prom.
Junio
1 Julio 1 Agoo;to 1 Sept.
Nov. 1 Dk.
1
1
1
Precios agropecuarios (23 artículos)
1926
108,4
103,0
101,l
103,l
100,7
100,8
101,6
102,7
99,4
97,2
93,0
89,0
100,0
1927
89,3
90,8
90,8
91,5
95,3
96,5
99,8
102,1
103,9
103,3
103,7
103,3
97,5
1928
107,5
109,9
112,3
111,6
111,8
109,2
109,9
106,1
105,4
107,5
107,0
104,3
108,5
1929
106,0
106,6
102,2
99,4
94,2
94,1
104,9
106,0
108,2
107,1
102,3
100,0
102,6
1930
96,1
94,6
92,3
93,0
92,0
90,7
87,8
88,9
82,9
77,8
69,3
65,3
85,9
1931
63,3
63,9
63,7
61,5
63,2
62,9
63,7
62,6
61,6
68,9
69,2
61,4
63,8
:'1l
>
e
1932
58,7
60,8
63.1
60,4
58,6
58,3
59,2
61,2
62,8
59,0
55,0
51,9
59,1
:-
"C
1933
53,5
52,4
52,6
52,8
56,7
58,9
63,1
60,3
58,5
54,5
56,0
63,5
56,9
"'
r':'l
1934
66,2
67,6
-
-
-
-
- · -
-
-
-
-
-
°"
¡¡;;
!")
::e
Precios 110 agropecuarios
a) Total (82 aitículos)*
1926
100,8
100,8
100,9
101,0
100,7
100,3
99,6
98,7
98,9
98,8
99,9
99,7
100,0
1927
98,6
98,2
98,0
97,6
98,0
97,7
96,7
96,6
95,3
94,4
94,7
94,5
96,7
1928
94,2
94,4
94,7
94,4
94,6
94,2
93,8
93,5
94,0
94,6
94,9
94,7
94,3
1929
94,9
95,1
95,5
95,9
94,5
94,1
94,5
93,9
94,1
94,1
93,7
93,7
94,5
1930
94,2
95,5
96,3
95,1
94,9
94,4
94,2
93,5
93,0
93,0
92,3
92,0
94,0
1931
93,l
92,9
91,9
91,2
91,5
91,4
90,4
91,3
92,3
103,2
103,1
100,9
94,4
1932
99,l
99,5
99,4
99,1
99,0
98,5
97,7
96,1
95,8
95,5
95,5
94,5
97,5
1933
93,9
94,0
93,7
93,2
92,3
92,4
93,0
92,5
91,8
91,2
91,5
101,2
93,4
1934
104,3
103,0

22. Indices de los precios mayoristas en la Argentina (continuación)
(Base, promedio de 1926 =
100)
Años
1 Enero
Feb.
Marzo
Abril
Mayo
Junio
Julio
Agosto
Sept.
1 Oct. 1 Nov. 1 Dic. 1 Prom
b) Nacionales (22 artículos)
1933 1 76.0 1 75,7 1 76,9 1 76,91 75.91 75,5 1 76,5 1 73,91
74,7 r!1
72,41 71,81 72,1 1 72,71
1934
74.1
73,8
§
~
),
e) Extranjeros (57 artículos)
3
19331100,21100.8 1 99,41 98,91 97.91 98,2 1 98,9 1 98,51 98,0 1 98,0 1 98,21 112,21
99,9 ~
1934
116,1
114,4
~
~
~
Nivel general de precios (105 artículos)
~
1926
101,5
100.9
101.4
101.6
100,6
100,0
100,0
99.6
99,4
98.6
98,9
97,9
100,
;.;:
:;?
1927
97,8
97,9
97.9
97,8
98.4
98,8
98,7
98,3
98.2
97.6
98,1
98,1
98,

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1928
98.4
98.9
99.4
99.4
99,5
99,0
98.9
98,2
98.2
97,8
97,6
97.2
98.
"'
1929
97,7
97.8
98.0
97.8
95,7
95,1
96,6
96,2
96,2
96,1
95,l
94,4
96,
o
1930
94,5
95.0
95.5
94,2
93.7
92,7
92.3
91,8
90.8
90,0
88.3
87.0
4
92,
ª
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==-
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1931
87,7
88.0
87,0
86.3
86,7
86,6
85,8
86.2
86,9
96,4
96,7
93,5
o
89,
1932
91,5
91.9
92,l
91,4
90,7
90,0
89.6
88,6
88,4
87.5
87,1
85,5
89,
1933
85.3
85.3
84.7
84,6
84,7
85,3
86.6
85.3
84,4
83,4
83.9
93,2
85, 6
1934
96.2
95,5
-
-
-
-
-
-
-
-
-
-
-
Nota: Las cifras de 1933 han sido reajustadas. Ello no modifica la tendencia de los parciales ni del nivel general.
IJ
IJ
-.e

130
RAUL PREBISCH
los que deseen extremar el análisis, presentamos el cuadro 23 con las v<ufaciones
de los índices de todos los artículos entre noviembre y febrero pasados.
El índice de los precios agropecuarios. después del prolongado descenso a que
nos hemos referido extensamente en nuestro número anterior. llega en diciembre
de 1932 a su mínimo de 51.9. esto es, casi la mitad de los precios del afio base
(1926). Luego, el índice, no obstante un ligero ascenso. se mantiene en un nivel
bajo hasta el mes de mayo de 1933. cuando sube en forma r:ípida por el repunte de
los granos. lanas y cueros. hasta llegar a 63.1 en julio. Pero en seguida reacciona
con cierta violencia. arrastrado por la declinación de los granos. llegando a un nue-
vo mínimo de 54,5. Desde este punto tan bajo. el índice vuelve a elevarse. pero con
poca fuerza hasta 56 en noviembre. para saltar bruscamente a 63.5 en diciembre.
66.2 en enero y 67 ,6 en febrero del año en curso. Entre ese mínimo de octubre y la
cifra de febrero, el crecimiento del índice ha sido de 24%.
Veamos ahora la marcha de los precios no agropecuarios. entre los cuales se cuen-
tan ru·tículos nacionales y extranjeros. La curva correspondiente llama la atención por
dos graneles saltos. ambos vinculados en gran panc con los movimientos de nuestro
peso. como es fácil observar en el gráfico anexo. en que comp<U"amos el índice de es-
tos precios con el índice del valor del oro en términos de pesos argentinos. El primer
salto ocurre después de una persistente declinación; en julio de 1931 el índice había
llegado a su valor m(ls bajo, de 90,4; pasa a 92J en septiembre; y luego sube en forma
brusca a 103.2 en octubre. simultáneamente con la rápida desvalorización de nuestro
peso. También hade haber inlluido en este aumento la elevación de derechos aduane-
ros. Entre julio y octubre el índice de los precios no agropecuarios asciende en 14.2%
y el del valor del oro en términos de pesos. en 30J%. Hasta ese momento. la depre-
ciación de nuestra moneda no había mostrado efectos perceptibles sobre el índice de
estos precios: antes bien. éstos declinan de 94J en 1928 a 94 en 1930. bajo la influen-
cia de los precios internacionales que caen con gran intensidad. En otros términos. la
desvalorización de la moneda en la Argentina ha ncutmlizado los efectos del descen-
so de los precios mundiales sobre el nivel de nuestros precios internos.
Después de este avance tan intenso el índice vuelve a retroceder. Y cuando se
aproxima nuevamente al punto de arranque del primer salto. llegando a 91.2 en oc-
tubre ppdo .. sobreviene el segundo, originado en la nueva desvalorizacion que ex-
perimenta el peso al abandonarse el régimen de cotización fija. El índice sube en-
tonces hasta 104J en enero y baja un ¡x)co. hasta 103 en febrero. Entre noviembre
y este último mes el oro sube en 38.2% y los precios no agropecuarios en 12,6%.

15. Variaciones del precio del on~ en términos de papel
y de los precios mayoristas no agropecuarios
(h1dices, base prom. 1925 = lCIO)
Escala /ogarlmica
220
220
[Tl
r
:s:
180r.
I
-;180
o
3:
r:".I
z
Precios de las monedas de oro
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1
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~
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140 r-
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1201- \\ /
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Plldos mayoristas ~o agropecualios
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1001
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80
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1-J
.....
1931
193'2
1933
1934

232
RAllL PREBJSCH
23. Variaciones de las cotizaciones mayoristas de los productos que fonnan
el índice de pre.dos, después de la desvalorización de la moneda
del 28 de noviembre último
(Indices, ha.~e prtHnediu de 1926 = 100)
Feb.
Productos
Nov.1933
Feb. 1934
% - -
Nov.
1. Agropecuarios
Trigo
38.7
46.4
+ 19.8
Lino
64.5
75.0
+ 16.3
Maíz
57.3
78.8
+ 37.5
Avena
53.4
51.2
4.l
Cebada
42.9
50.l
+ 16.8
Centeno
31.5
45.l
+ 43.2
Afrecho y afrechillo
71.0
84.8
+ 19.4
Harina
46.6
47.0
+ 0.9
Camc vacuna "chilled"
75.5
84.6
+ 12.0
Carne vacuna "congelada"
62.3
66.0
+ 6.0
Carne ovina
55.5
68,9
+ 24.l
Cru·ne porcina
40.7
48,6
+ 19.4
Cueros vacunos salados
63.6
90.5
+ 42,3
Cueros vacunos secos
60.0
70.4
+ 17.3
Cueros lanares
54.7
84.4
+ 54.3
Cueros de cabra
64,7
97.l
+ 50.l
Lanas
66.8
99.4
+ 48,8
Manteca
54.l
43.3
- 20.0
Caseína
84.5
83.3
1.4
Rollizos de quebracho
68.5
68.5
Extracto de quebracho
73.0
77.2
+ 5.3
Came conservada
54.9
58.0
+ 5.6
Sebo y grasa
50.8
53.l
+ 4,5
2. Alimelltos
Aceites
89.8
106.0
+ 18,0
Aceitunas
103.6
123.1
+ 18.8
Almendras
128.2
136.7
+ 6.6
Arroz
107.9
114.2
+
5.8
Azúcar
116.0
116.8
+ 0.7
Bacalao
90.7
104.l
+ 14.8

EL MOMENTO PRESENfE DE NUESTRA ECONOMfA
233
N~.,1"B
Feb.
Productos
1
1
% - -
FUW
Nov.
2. Alime11tos (cont.)
Café
60,l
66,6
+ 10,8
Carne
56,4
63,3
+ 12,8
Ciruelas
117,l
141,3
+ 20.7
Chocolate
96,7
94,0
2,8
Extracto de tomates
130,6
135,5
+ 3.8
Garbanzos
93.4
92.7
0,7
Grasa de vaca
59,4
59,4
Harina
44,9
46,6
+ 3,8
Manteca
54.l
43,3
- 20,0
Nueces chilenas
112,2
122,2
+ 8,9
Pimentón
114,7
135,3
+ 18,0
Sardinas
107.7
128.5
+ 19,3
Vino
69,3
70,0
+ 1,0
Yerba
52,2
57,2
+ 9,6
3. Caucho
Cámaras
50,1
+4,2
+ 4.2
Cubiertas
68,8
70,4
1 + 2,3
4. Combustibles y lubricalltes
Aceites
116.4
116,4
Carbón leila
58,l
58.3
+ 0.3
Carbón de piedra
76.3
85,9
+ 12,6
Fuel-oil
95,2
100.0
+ 5,0
Grasas
122,8
122.8
Kerosene
97,7
97,7
Leila
61.7
61.2
0.8
Nafta
86.9
86.9
5. Hierros
Alambres
129.S
144,3
+ 11.4
Caños fundidos
95.6
109.2
+ 14.2

234
RAÍJL PREBJSC'll
Fch.
Productos
Nov.1933
Feh.193.&
% - -
Nov.
5. Hierros (co11t.)
Caños galvanizados
124,7
141.8
+ 13.7
Chapas
129.2
163.7
+ 26.7
Hierro en lingotes
93.l
115.7
+ 24.3
HieITo redondo
125.7
157.5
+ 25.3
Perfiles
131.9
168.5
+ 27.7
Tirantes
114.8
143.6
+ 25.l
6. Maderas
Paraguayas
73.2
68.9
5.9
Pino blanco
74.l
77.3
+ 4.3
Pino oregón
115.8
120.3
+ 3.9
Pino sprucc
105.9
115.0
+ 8.6
Pino tea
114,9
128.4
+ 11.7
Postes y varillas
70.5
72.2
+ 2.4
7. Metales, excluido hierro
Estaño
89.9
106.3
+ 18.2
Hojalata
87.7
112.3
+ 28.l
Plomo
97.2
97.2
Zinc liso
70.4
85.2
+ 21.0
8. I'rodurtos químicos
Aceite de coco
52.6
67.3
+ 27.9
Aceite de lino
71.6
77.6
+ 8.4
Aceite de palma
55.7
78.5
+ 40,9
Acido acético
92.1
105.6
+ 14.7
Acido cítrico
85.6
109.8
+ 28.3
Acido tartárico
129.7
161.2
+ 24.3
Alumbre
117.3
127.6
+ 8.8
Bicarbonato de soda
133.3
133.3
Cloruro de cal
74.0
89.4
+ 20,8
Goma laca
46.1
82.6
+ 79.2

EL MO:\\fENTO PRESENTE DE NUESTRA ECONOMÍA
235
Feb.
Productos
Nov. 1933
Fch.1934
% - -
Nov.
8. Productos químicos (cont.)
Pez de resina
45.9
60.6
+ 32.0
Silicato de soda
lOO.O
108.5
+
8.5
Soda cáustica
98.8
117.7
+ 19.1
Soda Solway
110.8
142.1
+ 28.2
Sulfato de aluminio
121.4
156.7
+ 29.1
9. Papeles
Cartulina
99.7
107.7
+ 8,0
Diarios
765
86.8
+ 13.5
Obras
98.2
108.7
+ 10.7
Varios
112. l
139.8
+ 24.7
JO. Tejidos e hilados
Bramantes
98.0
103.9
+ 6,0
Brin
95.3
123.8
+ 29.9
Casimires
95.6
108.1
+ 13,1
Cotines
89.1
109.9
+ 23.3
Frazadas
64.0
93.4
+ 45.9
Hilados y tejidos de algodón
81.9
107.9
+ 31.7
Hilos
112.I
120.8
+ 7.8
Lienzo asargado
92.5
103.0
+ 11.4
Merinos
87.7
96.9
+ 10.5
Uso doméstico
89.8
102.4
+ 14.0
J l. Varios
Arena
87.4
87.4
Cal
76.7
76.7
Cemento
84.1
84.1
Pedregullo
65.5
63.8
2.6
Vidrios
111.6
139.9
+ 20.0
1
Estos íntli~cs han :-.ido cakulados con cotizaciones anteriores a la desvalorización tic la moneda
nrnrrida el día 28.

236
RAÚL PREBISCH
A ¡nu·tir de enero ele 1933 hemos clasificado los precios no agropecuarios. en
artículos nacionales y extranjeros. Como es obvio. sobre estos últimos actúa con
mayor intensidad la desvalorización de nuestra moneda: después ele haber bajado
en la primera mitacl clel año. suben ele 98.2 en noviembre último a 116.I en enero y
ceden algo en febrero. quedando en 114.4. El incremento entre noviembre y febre-
ro resulta ser así de 16.5%. Los nacionales también descienden entre enero y octu-
bre de 1933. de 76.0 a 71.8: pasan luego a 74. l en enero ppdo. y caen un poco en
febrero. a 73.8. como lo hacen los artículos extranjeros. Estos precios han sido.
como era lógico suponer. los menos sensibles a la depreciación monetaria. pues
evidentemente están menos expuestos a las influencias de índole internacional.
5. Diferencias con el fndice del coslo de la vida
Es necesario precaverse de tomar el índice de los precios mayoristas como ex-
presión de las variaciones del costo de la vida. Que a raíz de la desvalorización del
peso los precios mayori.stas hayan subido en 13.8% conforme se ha visto. no quiere
decir que aquél haya ascendido en la misma proporción. En el índice del costo de
la vida obrera. que desgraciadamente no se compila en la Argentina. elche incluirse
la vivienda. la movilidad. la luz y otros gastos que se acercan fácilmente al 50%
del presupuesto familiar. y que. como se verifica por la observación directa. no han
sufrido aumento alguno en los meses recientes. Por otra parte. el índice del costo
de la vida se elabora con datos de precios al detalle. que por lo general se mueven
con mayor lentitud que los precios mayoristas. según puede advertirse analizando
las estadísticas de los numerosos países en que se compilan ambos índices.
6. Nueslros precios, la depreciación y los pret'ios i11lemacio11oles
A modo de conclusiones de este examen. ha de scilalarsc. en primer lug:u·. que
no obstante hahcr sido más débil el estímulo de la depreciación de la moneda sobre
los productos agropecuarios. son éstos los que registran en sus precios el aumento
más fuerte. en el que también han influido otras condiciones del mercado. El índice
subió en 20.7% después de la alteración ele! régimen de cambios. Los precios de
los productos extranjeros ascendieron con menor intensidad. a saber. 16.5%: y los
de otros :u-tículos nacionales. no agropecuarios. apenas se elevaron en 2.4%.

EL MOM.Ei'ITO PRESEr-.TE DE NUESTRA ECONOMÍA
237
24. Aumento de los precios mayoristas entre noviembre de 1933
v t'ebrero de 1934
(lndi;es, ba.~e prom. 1926 = 100>
Ntl\\'.
Febrero
Febrero
%
lndkes de precios de productos:
1933
19.J.l
Nov.
Agropecuarios (23 artíc .. ponderado)
56.0
67.6
+
20.7
No agropecuarios (82 artículos)
91.5
103.0
+
12.6
Extranjeros (57 artículos)
98.2
114.4
+
16.5
Nacionales (22 ~u·tículos)
72.1
73.8
+
2.4
Nivel general de precios ( 105 artíc.)
83.9
95.5
+
13.8
En segundo lugar. debe anotarse que con 1<xlos estos aumentos. el índice gene-
ral de nuestros precios es todavía inferior en 4.5% al de hace 8 años (año base
1926). o sea antes de comenzar el período ascendente de este extraordirnu·io ciclo
económico. Sin embargo. el aumento del precio de las monedas de oro en términos
de nuestro papel convertible. ha sido de 121% con respecto al promedio de 1926.9
¡,Se ha sustraído acaso la Argentina a la experiencia univers:ll que enseña que la
depreciación de la moneda trae consigo el aumento del nivel general de precios'?
Desde luego que no. Si nuestros precios son menores que en aquel entonces. a pe-
sar de la fuerte desvalorización de nuestra moneda y del incremento reciente de los
mismos. es porque los precios internacionales han caído con violencia durante el
desatrnllo de la crisis.
Mas no se saque de esto la conclusión muy simple y precipitada según la cual.
si esa caída no hubiera acontecido. la desvalorización de la moneda argentina
habría determinado un aumento considerable en el nivel de los precios internos.
Por cuanto es precisamente la baja de los precios internacionales lo que ha consti-
tuido el factor primordial en la depreciación de nuestra moneda.
En efecto. hemos visto en otro lugar cómo la baja tic los precios había deprimi-
do en tal forma el valor de nuestras exportaciones. que éstas llegaron a ser en oro
apenas el 28% de lo que fueron en 1928. Se contrajo fuertemente la oferta de divi-
sas. la demanda no pudo disminuir paralelamente por la rigidez de la economía in-
terna y los otros motivos que tenemos explicados. y así fueron desenvolviéndose
los elementos de nuestra depreciación monetaria.
Rccuérllesc que en 1926 tampoco rcg.ía el palrón mn y <1uc las moneda' cxlrnnjerns como el
dólar se cotizaban 4.S<if, arriba de la tniridad.

RAlil. PREBISCll
7. Esta deprcciació11 y las anteriores
La depreciación de la moneda ha sido un proceso frecuente en la historia
económica argentina. Pero lo que distingue fundamentalmente los casos pasados
del presente. es que los primeros iban acompañados de la elevación de los precios
de las mercaderías y de los valores inmobiliarios. Emn. en verdad. fenómenos
acentuaclamente locales. como que estaban íntimamente ligados a la inl1ación del
medio circulante. No ha de excluirse. por cierto. la influencia de factores interna-
cionales. Antes bien. las alternativas en la afluencia de capitales que buscan su in-
versión en los países nuevos. ejercen una acción muy patente en nuestras crisis.
Pero la baja de los precios internacionales -que en la presente ha sido un factor
principalísimo- dista mucho de ser un elemento de primer plano en las del pasa-
do. si es que aparece en la escena monetaria.
En las crisis argentinas del siglo anterior. int1ación del medio circulante. au-
mento del precio del oro -como en aquel entonces se decía a la depreciación- y
alza de los precios intemos. constituyen aspectos distintos de una misma cosn.
Grande es pues la diferencia con el fenómeno actual de la depreciación. en que
los factores de índole local han desempeñado un papel muy secundario. en tanto
que la baja de los precios mundiales ha siclo el promotor más activo ele nuestras
perturbaciones monetarias.
S. El poder adi/lllS//Í1·0 cid oro y del /ll'.\\O
Otra reflexión nos sugiere el índice de precios. Mientras en los pocos países
que mantienen el patrón oro ha crecido sustancialmente el poder adquisitivo de la
monedn en términos de mercaderías. en la Argentina ha guardado mucha mayor
constancia. Hoy el franco francés compra 53% m:ís que en 1929. en tanto que el
peso argentino adquiere apenas 0.9% más que los artículos que constituyen el
índice general de precios. y el 1 % menos de los artículos no agropecuarios. El fran-
co ha sido estable en térmínos de oro. y sumamente inestable en 1érminos de mer-
caderías. El peso argentino ha sido inestable en oro. pero en cambio ha tenido mu-
cha más estabilidad que el franco en poder adquisitivo.
Nos ceñimos a la simple indicación de estos hechos. Muy lejos estamos. al ha-
cerlo. de pretender señalar los méritos o desventajns de uno u otro régimen -del
papel inconvertible o del patrón oro- ni de condenar a este último atribuyéndole
fallas que en gran parte se deben. más que a sí mismo. a los obstáculos que traba-
ron su funcionamiento en fonna de múltiples restricciones al comercio internacio-
nal. y a ciertos designios de la política de crédito de algunos países. Entrar en ello
sería salirse del terreno de esta Revista. que es el de exponer metódicamente los
hechos e interpretarlos con objetividad.

EL MOMENTO PRESENTE DE NUESTRA ECONOMÍA
239
VI. EL MOVIMIENTO DE LA PRODUCCIÓN AGROPECUARIA
l. La cuota de la prod11cd6n rural en la distribución de nuestros réditos
Ha cerrado el año 1933 para la producción agropecuaria con un acontecimiento
de gran significado: el súbito aumento de los precios a raíz de la desvalorización
monetaria. Fue este aumento uno de los propósitos primordiales que el Gobierno
ha declarado al tocar el régimen de los cambios. Con ello ·se modifica la redistribu-
ción ele los réditos de la colectividad. yendo a la producción agropecuaria una cuo-
ta mayor de la que hubiera llegado a sus manos con los actuales precios internacio-
nales. de haher seguido éstos traduciéndose a nuestra moneda según el valor que
había regido hasta el 28 de noviembre pasado. Esto. en el caso de que la producción
hubiera sido la misma. lo cual es puesto en discusión por los que sostienen que en
zonas dilatadas del país no se habría levantado la cosecha de trigo con el precio
aproximado de m$n 4.40 en dársena ¡x>r quintal que hubiese correspondido en di-
ciembre. de no haber experimentado el valor de las divisas el aumento conocido.
Como quiera que sea. estamos en presencia. según dijimos. de un mero
fenómeno de redistribución de réditos. 10 La economía argentina. en su conjunto.
sigue recibiendo por sus ex¡x>rtaciones los precios en oro del mercado universal.
Veamos cómo ocurre ese fenómeno y qué réditos se comprimen en tanlo que se
dilatan los ele la producción agropecuaria. El mayor valor de las divisas extranje-
ras. que permite acrecentar la pm·te de los productores. es pagado por los que ne-
cesitan comprar dichas divisas. Entre éstos. el primer lug~u· es ocupado por los im-
portadores. que se empeñan en trasladar sobre los adquirentes de las mercaderías el
incremento del costo de las divisas. A ellos correspondió el 60% del cambio vendi-
do en 1933. Ya hemos visto en el capítulo anterior que. dada la estructura de los
precios que pagan en nuestro mercado interno los consumidores de mercaderías ex-
tranjeras. no menos de la mitad de los mismos corresponde a gastos y beneficios
que no han aumentado con la d.esvalorización monetaria. El 40% restante fue adju-
dicado a las empresas que remiten sus ganancias e intereses al exterior. y que no
han recargado el precio de sus servicios a los consumidores: a los particuI:u·es e in-
migrantes que remiten fondos; y a todos los que necesitan realizar transferencias a
los países extranjeros. En suma. pues. la mayor cuota de réditos de la producción
rural. causada por la depreciación monetaria. afecta princiilalmente al consumo ele
artículos importados y al rnpital extranjero.
10
Esta~ con~idcracione:;; se refieren únicamcn1e a la producción agraria puc:-. c1 volumen de la
proJucción inJustrial poJría verse modificado ¡x>r la influencia Je la dcsvalori1;1ción monetaria.

240
RAúL PRElllSCll
2. La libre C"o11c111Te11cia y la redistribución de los réditos
Explicamos simplemente los hechos. absteniéndonos de juzgarlos. Lo que sí
podemos agregar ol~jctivamente es que esa redistribución es el resultado de haberse
permitido. aunque con cienas limilaciones. que la libre concurrencia pueda actuar
nuevamente en el mercado de cambios después de hahcr sido eliminado durante el
período que rigió el tipo fijo de cambio. En virtud de ella. las divisas extranjeras
provenientes de la exportación de nuestros productos. obtienen ahora un precio
más alto que el precio máximo que se había fijado para las mismas por la Co-
misión de Control de Cambios. Se paga un precio más alto porque ha disminuido
la ofe11a de divisas. dehido a la menor exportación, mientras la demanda sigue
siendo grande.
Pero si bien es cierto que ese mayor valor de las divisas propende a aumentar
los réditos de los productores mrales. no lo es menos que éstos. a su vez. tienen
que pagar precios más altos ¡x>r lo que consumen y por los materiales que emplean
en la producción. A pesar de ello. ha de quedar un saldo neto sustancial. pues no
han sufrido incremento los arrendamientos. el costo de la arada. siembra y cosecha.
el de acarreo y movimiento. y el precio de los lletes: rubros. todos éstos. que repre-
sentan una proporción muy alta de los gastos de producción. Esperamos poder
analizar estos hechos más adelante.
3. Creación de la Junta Reguladora de Granos
Volviendo ahora al ascenso de los precios, debemos decir que el Gohierno ha
juzgado que no bastaba la desvalorización de la moneda para conseguirlo en los
tres principales granos. Se temía. como ya se dijo en otro capítulo. que aumentadas
las cotizaciones de un día para otro por ese motivo. los tenedores se quisiesen des-
prender rápidamente de su grano. vendiéndolo a los exponadores. Como la función
acostumbrada de éstos es la de comprar y vender en seguida. sea al contado o a fe-
chas. esa precipitación de las ventas internas podría traer consigo la necesidad de
forzar las ventas externas. en desmedro de los precios del mercado internacional.
Para evitar estas consecuencias. el Gobierno creyó necesario regular las ventas ex-
ternas. De ahí la creación de la Junta Reguladora de Granos. Al comení'.ar el fun-
cionamiento de ésta. se fijó los llamados precios básicos para el trigo. lino y maíz.
tomando como punto de partida los precios que correspondían en nuestro mercado
a los del mercado internacional (esto es. descontándoles el llete y demás gastos) y
aumentándolos en la misma proporción en que se elevaba el precio de compra de
las letras de exportación. a saber. en 20%. La Junta. mediante comisiones locales

EL MOMENTO PRESENTE DE NUESTRA ECONOMÍA
241
organizadas en lomo a las sucursales del Banco de la Nación Argemina. ha com-
prado el lrigo y el maíz que se le ha ofrecido a esos precios; no el lino. porque las
cotizaciones de este grano en el mercado subieron arriba del básico; y según las de-
claraciones oficiales, va vendiendo el grano a los exportadores, teniendo en cuenta
los precios que rigen en los mercados ex1ranjcros.
El Gobierno ha manifestado reiteradamente que compra el grano que se le
ofrece con el propósito de venderlo cuanto antes. tratando de no atorar el mercado.
y sin el menor propósito de seguir una políticu de retención como la que ha carac-
terizado la acción del Pool canadiense o del Farm Board de los Estados Unidos. La
retención reulizada con el designio de elevar los precios mundiales sustrayendo
una parte de la oferta. o con el fin de esperar especulalivamenle que los valores
suban por obra de un cambio favorable en el mercado. no entra. según las susodi-
chas manifeslaciones. en los fines que el Gobierno ha tenido al establecer la Junta
Reguladora de Granos.
4. la Junta Reguladora de Granos y las ganancias de cambio
En otro punto de imporlancia difiere esta última de aquellas organizaciones. La
Junta Reguladora de Granos se ha constituido con la determinación de perder dine-
ro si así fuese necesario por las circunstancius cambiantes del mercado internacio-
nal. Si el trigo al venderse a los exportadores vale menos que el precio básico de
m$n 5,75 (dársena) que fijó el Gobierno. como ha sucedido desde los primeros
tiempos de su funcionumiento. la Junla Reguladora de Granos pierde dinero. Pero
esta pérdida se neutraliza inmediatamente con las diferencias de cambio acumula-
das por el mismo Gobiemo, al vender las divisas con un margen apreciable aITiba
de su precio de compra. El margen de cumbio ha oscilado en marzo alrededor de
14%. De tal suerte que con las misma<> ganancias de cambio provenientes de la ex-
portación de trigo vendido. la Junta Reguladora de Granos pudo haber compensado
una pérdida de hasta 80 cen1avos por quintal. Pero si esto no bustase. tiene a su dis-
posición las ganancias de cambio correspondienles a todos los otros productos de
exportación regular. lo que. como se comprende fácilmente. hu de llegm· a una can-
tidad considerab1e dado el porciento del margen y el valor total de lus exporta-
ciones.
Expuesto así. en forma somera. el alcance de nuestra entidad, de acuerdo con lo
explicado en comunicados oficiales. analizaremos a renglón seguido los princi-
pales acontecimientos del mercado agropecuario en 1933 y en lo que ha transcurri-
do del presente año.

242
RAÚL PREBISCH
5. Granos
Coseclraji11a
El resultado de la actual cosecha fina ha sido bastante satisfactorio. Hasta sep-
tiembre último parecía que la falta ele lluvias iba a perjudicar seriamente el desa-
rrollo de los cultivos, pero las abundantes precipitaciones de mediados de aquel
mes cambiaron por completo el panorama agrícola. Desde entonces hasta el
período de recolección, las condiciones meteorológicas fueron favorables, permi-
tiendo el desarrollo normal de las plantas. Asimismo, el peligro de la langosta
logró ser reducido considerablemente.
De todos los granos, el trigo ha sido el m;ís favorecido. El primer pronóstico de
producción publicado por el Ministerio de Agricultura arroja una cifra de
6.972.000 toneladas, superior al promedio de los cinco años precedentes. Como di-
cha cifra ha sido obtenida no obstante una reducción de 268.000 hectáreas en la su-
perficie sembrada, comparado con igual promedio, cabe suponer que el rendimien-
to medio -para cuyo cálculo se requiere conocer el área cosechada- ha de ser
superior a lo normal. Al respecto es interesante anotar que en algunas zonas se han
registrado rindes extraordinarios, que marcan un récord en la historia agrícola del
país.
En punto al lino, la reacción favorable que denotaron las sementeras a partir de
septiembre no alcanzó a neutralizar por completo los daños sufridos anteriormente.
El crecimiento desparejo ele las plantas a consecuencia de la sequía y la menor su-
perficie sembrada, se traducen así en una producción de sólo 1.337 .000 toneladas
(primer pronóstico), inferior en 118.000 toneladas a la del año pasado y en 457.000
toneladas al promedio del último quinquenio.
En los granos forrajeros, al cotejar los guarismos de las dos últimas cosechas,
obsé1vase una notable discrepancia entre las variaciones de la producción y del
área sembrada. La avena, con una área inferior en sólo 2,4<#;, acusa una merma del
16% en las toneladas producidas; en la cebada, el incremento de 1 Y'k en los culti-
vos queda reducido a !0% en la producción; y una cosa simihu· ocurre en el cente-
no, donde el ascenso de 9% en la superficie se transforma en una merma de 22%
en la cosecha. Es indudable que estos resultados cst;ín vinculados con la persistente
sequía del invierno, que obligó a dedic<u· al pastoreo una ¡xu-te de los cultivos.

EL MOMENTO PRESENTE DE NUESTRA ECONOMfA
243
25. Producción, área sembrada y rendimiento de
cereales y lino en la Argentina
Años
1 Trigo
Máz
Lino
Avena
Cebada
Centeno
1
1
1
1
Producción, e11 miles de to11eladas
1929
9.500
6.412
l.991
946
366
228
1930
4.425
7.128
1.270
991
351
112
1931
6.321
10.660
1.990
885
305
105
1932
5.979
7.603
2.262
1.059
430
248
1933
6.406
6.802
1.455
1.010
700
330
Prom. 1929-1933 6.526
7.721
1.794
978
431
204
19341
6.972
5.500
1.337
844
770
256
Area sembrada, en miles de hectáreas
1929
9.219
4.788
2.810
1.487
543
516
1930
8.286
5.647
2.870
1.511
587
522
1931
8.613
5.575
3.040
1.593
576
535
1932
6.999
5.855
3.497
1.404
582
558
1933
8.009
5.884
2.995
1.478
629
657
Prom. 1929-1933 8.225
5.550
3.042
1.495
583
558
1934
7.957
6.514
2.774
1.443
721
716
Area cosechada, en miles de hectáreas
1929
9.076
3.653
2.658
887
369
351
1930
6.436
4.220
2.117
874
325
220
1931
7.902
4.685
2.731
908
321
202
1932
6.486
3.852
3.344
826
409
388
1933
7.199
3.764
2.288
894
521
508
Prom. 1929-1933 7.426
4.035
2.628
878
389
334
1934
3.965
Rendimiento por hectárea, e11 quintales
1929
10 47
,
17 55
7 49
10 66
,
9 93
.
650
'
1930
6,87
16,89
6,00
11,34
10.80
5,09
1931
8,00
22,75
7.29
9,75
9,48
5,18
1932
9,22
19,74
6,77
12.83
10.53
6,38
1933
8,90
18,07
6,36
11.30
13,45
6,50
Prom. 1929-1933
8,69
19,00
6,78
11.76
10,84
5,93
1934
-
13,87
-
-
-
-
1 Primer pronóstico.

244
RAÚL PREBISCH
Saldos exportables y embarques de trigo y lino
Con los remanentes del año anterior. la cosecha nueva y el cálculo de las nece-
sidades para el consumo y semilla en 1934, hemos formulado el cuadro 26. Las ci-
fras así obtenidas son susceptibles de sufrir modificaciones de relativa importancia,
ya que sólo se tiene el primer pronóstico de la cosecha recién levantada.
Se observa que en trigo. el saldo exportable al l u de enero pasado, a saber
4.407 .000 toneladas, excede ligeramente el dalo del año anterior. como asimismo
los observados en los dos períodos precedentes. En cambio. se está muy lejos del
guarismo de 7.507.000 toneladas coffespondiente a 1929.
26. Saldos exportables de trigo, lino y maíz en la Argentina
Fed1a
Trigo
Lino
Maíz
(E11 miles de tons.)
Al 1º de enero
1929
7.507
l.831
1.262
1930
2.783
1.274
l.255
1931
4.206
1.883
2.324
1932
3.823
2.075
1.606
1933
4.104
1.391
765
1934
4.407
1.225
l.017
Al lºdeabril
1929
5.367
1.156
5.787
1930
1.899
797
6.203
1931
3.062
l.243
10.010
1932
2.161
l.465
6.373
1933
2.711
863
5.377
19341
3.050
678
4.130
1
Cifras provisionales.
En el lino, por el contrario. se registra una cifra baja, sensiblemente inferior a la
que correspondió a los años de cosecha normal precedentes (1929, 1931 y 1932);
asimismo. es algo menor que el guarismo de 1933, el cual como se recordará, re-
sultó extremadamente reducido debido a los pei:juicios causados por la langosta.

EL MOMENTO PRESENTE DE NlJESTRA ECONOMÍA
245
16. Embarques argentinos de trigo, maíz y lino
Trigo
200
1932
:···· ...
. ....\\
.... ····. ·· .•.
100
1934
·
. .
"· .. ..... ...
·
... .
o E. F. M. A. M. J. J. A. s. o. N~ D.
Nota: Promedios móviles de S semanas

246
RAl)L PREBISCll
16. Embarques argentinos de trigo, maíz y lino (cont.)
Maí:
Miles de toneladas
300,..-~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~
..
. .
1931-32
:·· ..
. ..
.. .
. : .. .
~
... ·.
· .... · .
200
100
A.
M.
J.
J.
A.
s.
o.
N.
D.
E.
F.
M.
Nnta: Promedios móviles Je 5 'emanas

EL MOMENTO PRESENTE DE NUESTRA ECONOMIA
247
16. Embarques argentinos de trigo, maíz y lino (cont.)
Lino
60
.···.
··.
..
.
..
...
..· :
: ·
. 1932
• 1934
30 -
Nota: Promedios móviles tle 5 se111anas

248
RAlII. i>REBISCll
Con relación al año pasado. pues. se registran diferencias de escasa importan-
cia: 303.000 toneladas más en el trigo y 166.000 toneladas menos en el lino. No
debe extrañar, entonces. que las exportaciones sigan un curso aproximado al de
1933. como se desprende de la observación del gráfico 16. En trigo. acaso fuera
dable espenu- una actividad mayor: sin embargo. antes de formular un juicio seme-
jante. elche tenerse presente el estado del mercado mundial al que nos referimos en
el punto siguiente.
27. Exportaciones anuales de granos en la Argentina
(F.n toneh1das)
1933
Granos
1929
1930
1931
1932
1933
% - -
1932
Trigo
6.613Jl38 2.213.389 3.638.682 3.411.885 3.929.222
+ 14.2
Maíz
5.047.791 4.670.308 9.767.202 7.055.387 5.018.862
- 28.9
Lino
1.613.109 1.169.661 1.880.275 2.027.609 l.392.314
- 31.3
Avena
430.198
453.640
644.766
715.621
429.020
-40.0
Cebada
250.006
143.661
206.455
281.069
449.343
+ 59.9
Centeno
186.902
12.571
59.926
213.810
190.754
- 10.8
Total 1
14.154.255 8.667.005 16.205.789 13.754.378 l 1.438.407
- 16.8
1
Incluido el alpístc.
La sit11adó11 del nwn:ado mundial
Dejaremos para un próximo número el examen de detalle. limitándonos por el
momemo a una rápida ojeada del desenvolvimiento de los precios y de los princi-
pales factores que han influido en la tendencia de los mismos. En el gráfico 17.
presentamos como índice de dicho mercado las cotizaciones a término en libras es-
terlinas registradas en Gran Bretaña para los tres granos principales: trigo. lino y
maíz. No hemos creído conveniente traducir las cifras a oro. como era de práctica
hasta ahora. en atención a que el grueso de las transacciones de productos agrícolas
se realizan en moneda inglesa: además. por lo que interesa a nosotros. se ha tenido
en cuenta que desde el 19 de enero último. esa es la moneda básica para la negocia-
ción de las divisas provenientes de las exportaciones argentinas.

17. Cotizaciones a término en Liverpool
del trigo, lino y maíz
280
PeniQll!S por 100 kg

280
V
[!1
240
lino
240
,..
o
Pos. abril
--------.......
,..
~
a
~
~
200
200
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140
140
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Pos. mayo
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o
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100
100
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60' 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 60
N.
o.
E
F.
M.
A.
A.
s.
o.
1933
1934
~
-a

250
RALJL PREBISCll
Comencemos por el trigo. Desde mayo hasta julio. según lo comentamos en
nuestra revista de agosto de 1933. los precios acusan una marcada tendencia alcis-
ta. originada principalmente en la ola especulativa que tiene lug;u- en Estados Uni-
dos. Llegados a su máximo a fines de julio. ocurre una violenta caída atribuida en
buena pai1e a una reacción natural contra el movimiento especulativo que acaba-
mos de aludir. En igual sentido obran las exportaciones de trigos franceses y ale-
manes (subvencionadas por los respectivos gobiernos) que presionan el mercado y
la abundante cosecha europea que hacía suponer una apreciable disminución en la
demanda de importaciones de ese contineme. A mediados de octubre. se detiene la
r{1pida caída de los precios: pero es a costa de una disminución considerable de los
embarques mundiales. El Canadá. que constituye por entonces el principal factor
en la oferta mundial. restringe sus exportaciones sin que por ello se invie11a la ten-
dencia bajista. Es que los compradores mantienen su posición de expectativa. in-
fluidos por los grandes stocks de trigo nativo en el continente.
En lo que va de 1934. la tendencia tampcx:o ha cambiado: la ligera reacción que
se observa durante la segunda semana ele marzo. parece haber respondido princi-
palmente a factores especulativos.
Para dar una idea de la disminución de la demanda hemos confeccionado el
cuadro 28. De ahí se desprende que a pesar de la reducción de 19% en las exporta-
ciones con respecto al año comercial 1932-1933. los precios siguen declinando: y
que. de los principales países cx¡xirtadores. solamente la Argentina alcanza en lo
que va de 1933-1934 una cantidad superior a igual período del año comercial ante-
rior. Conviene aclarar que esta mayor exportación de grano argentino se debe a los
embarques ele trigo viejo. tocia vez que las exportaciones de grano de Ja nueva co-
secha son hasta fines de marzo ligeramente más bajas que las de hace un año. no
obstante el mayor saldo disponible (véase cuadro 26). No sabríamos decir si esta
situación es el resultado de una menor capacidad de absorción del mercado mun-
dial. o si podría ser atribuda al designio de no perturbarlo con mayores embarques.
deprimiendo las cotizaciones. como ha acontecido otras veces. Debe destac:u-se
que si bien nuestro saldo exportable al l'' de abril es superior al ele igual fecha de
1933. no acusa una cifra anormalmente elevada. como se puede observar com-
pm·ándola en el cuadro 26 con los guarismos de años anteriores.

EL MOMENTO PRESENTE Dio NUESTRA ECONOMÍA
251
28. Exportaciones mundiales de trigo
Período agosto-marzo
Procedencias
Diferenda
1932·33
1933·3-I
33-3.&/32·33
1
(En miles de toneladas)
América del Norte
3.870
4.147
- 1.723
Australia
3.128
l.685
- 1.443
Argentina
1.856
2.314
+458
Danubio
39
297
+ 258
Rusia
469
711
+ 242
Total
11.362
9.154
- 2.208
% s/total año comercial
70.86
70.86
Total año comercial
16.035
112.918
- 3.117
1
Calculado según el porcicnto <ld aiio ante1ior. a saber. 70.86.
De esta breve reseña se desprende que las perspectivas del mercado de trigo no
han sufrido cambios fundamentales. Todo pronóstico sobre su futuro desenvolvi-
miento sería aventurado. ya que dentro de poco comenzará a hacerse sentir la in-
fluencia de las perspectivas de la próxima cosecha del Hemisferio Norte. La reduc-
ción que experimenta el área sembrada en algunos países. y las condiciones
meteorológicas menos favorables et) Europa que hace un año. podrán constituir
factores alcistas: en cambio. las mejores perspectivas de la cosecha de invierno de
Estados Unidos. tendrán tal vez influencia contraria. Resulta imposible en estos
momentos delenninar cu:íles hechos prevalecerán.
En punto al lino. es bien conocida la simpatía que existe entre sus cotizaciones
y las del trigo. Sin embargo. desde principios del año acusa mucha mayor firmeza:
obsérvese al respecto las curvas del gráfico 17. Ello se debe. sin duda. a la posible
reducción que hemos anticipado para los embarques de la Argemina. También in-
fluye la pérdida de una gran parte de la cosecha de Estados Unidos. que se verá por
ello en la necesidad de aumentar las importaciones de este oleaginoso.

252
RAÚL PREUISCH
18. Producción y exportación de granos en la Argentina
Total de granos
Miles de toneladas
24.000 r - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - -
21.000
Producción
18.000
15.000
12.000
9.000
6.000
3.000
o
Nora: En el total de gmnos están incluidos lamhién el centeno y el alpislc. !.~is cifras de cxpo11ación
de ntaiz corresponden al afio comercial abril - 1narzo.

EL MOMENTO PRESENTE DE NUESTRA .ECONOMÍA
253
18. Producción y exportación de granos en la Argentina (cont.)
Trigo
Miles de toneladas
10.500
9.000
7.500
6.000
4 .. 500
3.000
1.500
o
1924
25
26
27
28
29
30
31
32
1933

RAt:L PRl:BISCIJ
18. Producciún y exportaciún de granos en la Argentina (cont.)
1\\4 (/ í:.
Miles de toneladas
7.500
6.000
4.500
1.500
o
1924-25
26
27
28
29
30
31
32
33
1933-34

EL MOMENTO l'RESEi\\TE DE i\\lJESTRA ECOi\\OMIA
255
18. Producción y exportaci6n de granos en la Argentina (cont.)
Lino
Miles de toneladas
2100
1800
1500
1200
900
600
300
o
1924
25
26
27
28
29
30
31
32
1933

256
RAÚL PREBISCH
.
18. Producción y exportación de granos en la Argentina (cont.)
Al'C/I(/
Miles de toneladas
1.600 ,.----------""------------------~
1.400
1.200
Producción
1924
25
26
27
28
29
30
31
32
1933

EL MOMENTO PRESE1'1TE DE NUESTRA ECONOMÍA
257
18. Producci(m y exportación de granos en la Argentina (cont.)
Cebada
700
000
500
400
.3{)()
200
100
o
1924
25
26
27
28
29
30
31
32
1933

258
RAUL PREBISCll
19. Tendencia ele los precios ele algunos productos agropecuarios
(escala logaÍ-ítmka)
m$n por 100 kgs.
m$n por 100 kgs.
20
20
15
15
10
10
8
8
6
6
5
5
4
4
m$n por kg.
m$n por kg.
0,35
0,35
0,25
0,20
0,20
0,15
0,15
1926
1927
1928
1929
1930
1931
1932
1933

EL MmlENTO PRESENTE DE NUESTRA ECONOMÍA
259
19. Tendencia de los precios de algunos productos agropecuarios (cont.)
(escala lol(arílmka)
m$n por 10 kgs.
m$n por 10 kgs.
15
10
1,50
8
1.00
6
0,80
5
m$n
por ton
0,60
500
0,40
400
2,00
300
1,50
200
1,00
150
0,80
100
1926
1927
1928
1929
19Jl
1931
1932
1933

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~
29. Promedios de precios agropecuarios en la Argentina (continuación)
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Lanas
En:
Tri:.:.-<>
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1 Por kilogramo)
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6.19
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0.209
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4.68
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0.520
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6.39
4.09
4.97
9250
l,lll)
\\!ov. 1932
5.88
4.23
9.00
4.36
4.23
4.26
0.186
0.271
0.572
0.48
6.09
3.62
4.47
107 .00 0.99
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Dic.
1932
5 .. w
3.94
8.99
3.87
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0.177
0.259
0.534
0.45
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3,28
4.04
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0.95
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1933
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0:242
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0.48
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4.63
179.38
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1933
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5.54
3.51
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Mar. 1933
4.90
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8.98
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3.94
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0.555
0.47
5.51
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4.60
248,75
0.80
May. 19.B
5.40
3.94
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0.206
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O,:'i34
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223,00
0.80
Jun.
1933
5.47
3.87
1 l.61
4.02
4.03
3.71
0.202
0.281
0.487
0.67
7.50
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6.37
276.25
0.90
Jul.
1933
6.2:'i
4.07
13.02
4 .. iO
4.20
4.00
0.206
0.290
0.470
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7.47
5.84
6.48
342.50
1.08
l\\go. 193.i
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3.90
11.89
3,99
3.97
3.58
0.214
0,303
0.:'il9
0.67
7.11
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5.77
402.00
1.04
Sep.
1933
5.45
3.81
l l.41
3,88
3.55
3.23
0.209
0.302
0,516
0.58
6,59
5.62
6.42
390.00 0.93
~)et.
1933
4.86
3.52
9,93
3.58
2.95
2.70
0.213
0.313
0.559
O.:'i2
6.31
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6.25
435.00
0.85
Nov. 193.1
4.96
3.70
10.13
3.59
2.93
2.58
0.209
0.307
0.537
0.52
6.46
5.74
7.25
482.00
0.85
Dic.
1933
5.75
4.40
l l.93
3,63
3,13
2.63
0.219
CJ.313
0.687
0.64
7.65
7.92
9,77
533.75
0.88

29. Promedios de precios agropecuarios en la Argentina
No,illos
Chilkcl
Cu.•nis
Lanas
En:
T.-igo
Maíz
Lino
Avena Cchacla Centeno
en cs ..
Caseína Mank,·a
1andas Es tan-
Smith- Salados
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Crw.a Promcd.
cias
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gruesa
pond
(Por 100 ki!oxramos)
i Por kilogramo)
(Por JOJ.:gs.)
( 1011.)
(kg.i
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1926
12.20
6.46
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6.60
8.20
0.283
0.406
O.'.'i7fl
0.82
10.76
10.74
10,99
570.42
1.57
5
1927
l l.31
6.45
15.06
7.41
7.84
8.36
0.281
0.387
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1.01
Li.52
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1928
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0.319
0.432
0.614
LB
16.91
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13.73
13.84
548.00
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1929
9.68
8.11
18.17
6.99
6.89
7.50
0.312
0.450
0.660
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0.88
11.60
IL.B
11,25
561.00
1.69
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1930
8.79
5.61
16.99
4.12
3.90
4.65
0.314
0.459
0.724
0.80
8.60
7.57
7.31
354.97
l.38
4
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19.il
5.56
3.94
10.84
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4.05
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0.402
0.703
0.70
7,69
6.04
6,09
127.77
1.39
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1932
6.40
4.54
9.23
5.14
5,85
4.95
0.203
0.302
0.588
0.46
6.07
4,22
4.86
95.13
1,06
z
1933
5.28
4.00
l0.54
3.93
3.60
3.41
0,200
§
0.289
0.556
0.56
6.49
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6.00
328,(19
0.90
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Ene.
1932
5.80
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9.26
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8
Fch.
1932
6,27
4.4:'\\
9,50
5.03
5.88
5.23
0,213
0.312
0.514
0,54
6.93
4.63
5.43
96.25
~
l,IO
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Mar. 1932
6.(~7
4.96
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6,55
6.23
0,206 0.300 0.646
0.54
6,84
4,62
5.35
95.00
J.]()
>
Abr. 1932
6.84
4,56
9.18
5,66
6,84
6.55
0.203 0.306
0.741
0,41
5.52
4,40
5.06
90,00 1,10
May. 1932
6.96
4.38
8,77
5,60
6,20
5.40
0,205
0,315
0.713
0,34
4,89
4.08
4,52
83,75
1.10
Jun.
1932
6.60
4.62
8,67
5.47
6,79
4,78
0.212
0.326
0,649
0,34
4,80
3,76
4,35
81,00 1,08
Jul.
1932
6.28
4.80
8.85
5.54
7.35
4,50
0.212
0.321
0,530
0,40
5,89
4,25
4,72
80.00 1.08.
Ago. 1932
6.80
4.91
9.31
5,60
6,55
4.50
0,209
0,312
0.572
0,45
"
6,20
4,35
4,73
80,00 1,08
~

262
RAÚL PREBISCH
Perspectivas del maíz
El área sembrada con maíz alcanzó este año una cifra desconocida en nuestro
país por su importancia. 6.514.000 hectáreas. que excede en 964.000 hectáreas
( 17%) al promedio del último quinquenio. Por desgracia, la falta de lluvias y los in-
tensos calores del verano perjudicaron los cultivos en tal forma, que se consideran
perdidas 2.549.000 hectáreas. y se calcula en las restantes un rendimiento unitario
bajísimo, inferior en 27o¡,_, al promedio del quinquenio pasado.
La producción sólo ha alcanzado así a 5.500.000 toneladas (primer pronóstico), o
sea el gu~u-ismo más reducido de los últimos nueve años; y el saldo exportable al l ~
de ab1il, 11 es apenas de 4.130.000 toneladas. contra 5.377.000 toneladas un año arrás.
En punto al mercado mundial, se comprueba que es uno de los granos que de-
nota mejor posición estadística. hecho que se evidencia en la tendencia de sus pre-
cios comparada con la del trigo y lino. Analicemos el curso de las cotizaciones in-
ternacionales en los últimos meses. re11ejado asimismo en el gráfico 17.
Desde agosto a octubre pasado los precios reducidos influenciaron visiblemente
los embarques de la Argentina. Parece que nuestros productores no aceptaron ven-
der mientras las cotizaciones se mantenían en baja, impidiendo con tal actitud que
se congestionara el mercado y que los precios siguieran el curso descendente del
trigo y lino. Obsérvese en el gráfico 16 la homogeneidad de los embarques argenti-
nos en este año, tan desacorde con el ritmo acostumbrado, el cual lleva a dar salida
a la parte más importante de nuestro saldo expo11able en los seis o siete primeros
meses del año comercial.
De noviembre en adelante, nuevos factores contribuyeron a dar firmeza a los
precios: la fuerte disminución (cerca de 18.000.000 de toneladas menos) en las co-
sechas de todos los países del Hemisferio Norte. primero. y la crudeza del invierno
europeo. más tarde. La demanda de grano se acrecentó y los precios no sólo se
mantuvieron. sino que a pa11ir de la segunda semana de enero comenzaron a ele-
varse. debido a las noticias sobre la sequía en la Argentina. Esta tendencia persistió
hasta fines de febrero. cediendo en marzo en la forma que pennite apreciar el
gráfico 17. El descenso probablemente se deba a una reacción lógica ante precios
excesivos, por cuanto. según se dijo, la posición estadística es sólida y las distintas
plazas importadoras evidencian un tono más bien sostenido. En Buenos Aires, el
alza se extendió hasta mediados de marzo. siendo mucho más pronunciada que en
Liverpool. Por lo mismo. la declinación que ocurre en las últimas semanas es más
brusca.
11
Se ha tomado para consumo y semilla la cifra de 1933.

EL MOMENTO PRESENTE DE NUESTRA ECONOMÍA
263
Es interesante anotar. por último. que a raíz de la subida referida se registró un
hecho poco frecuente: los precios a término del maíz casi igualaron los del trigo.
habiéndose efectuado operaciones en disponible a precios superiores a los de este
cereal. tanto en Liverpool como en Buenos Aires. 12
6. Carnes
Carne vacuna
El mercado argentino de carne vacuna presenta en 1933 dos caracte1ísticas de
singular importancia. Ellas son: aumento de la faena para exportación. no obstante
las mayores restricciones impuestas en Gran Bretaña a la entrada del tipo chilled.
que constituye alrededor del 80% de nuestros embarques: y elevación de 30% en
los precios (promedio ponderado). después ele tres años de persistente baja.
Faena y exportación de carne vacuna
La faena para exportación sube. en efecto. de 511.400 toneladas de carne lim-
pia en 1932 a 520.500 tonehldas en 1933. o sea en 9 .100 toneladas. no obstante que
las exportaciones de chilled se reducen en 23.720 toneladas. al pasar de 377.440 to-
neladas a 353.720 toneladas. Esta merma en el chilled ha sido compensada en parte
por los ascensos de 7 .820 toneladas y 12.540 toneladas registradas en los cm bar-
q ues de cm·ne congelada y conservada. respectivamente. con lo que el total expor-
tado declina en sólo 3.360 toneladas entre 1932 y 1933.
Llama la atención que los embarques totales se reduzcan mientras la faena ha
aumentado. La explicación de esta aparente discrepancia se encuentra en la propor-
ción más alta que tocó a la cm·nc conservada en el conjunto de exportaciones de
1933. Es sabido que este tipo es el único. entre los citados. que requiere un volu-
men mayor de carne limpia para lograr una determinada cantidad de producto pre-
parado. debido a las grandes pérdidas de peso que se producen durante el proceso
de elaboración. Por consiguiente, el aumento anotado de 12.540 toneladas en sus
exportaciones. c01Tesponde a un incremento mucho más elevado en la cantidad de
cm·ne limpia utilizada.
l::! Cabe. sin e1ubargo. seilalar. que l~)s precios de Livcqx)ol son representativos para cJ conjunto de
países sin mayores trabas aduaneras. pero 11~) para aquellos que desarrollan una política de protección
agraria. Alemania. Frant:ia e Italia. por ejemplo. prohíben en estos momentos la í1npo11ación de trigo

para 1nantener las cotizaciones internas. Como la 1mprn1ación de maíz no sufre anúloga rcslricción. los
precios tic eslc grnno siguen más de cerca las mci\\acioncs del mercado illlcrnacional y son mucho miis
h~~os <.{UC los dd trigo nativo.

264
RAÚL PREBISCI 1
Para comprobarlo estadísticamente hemos confeccionado el siguiente cuadro
con el fin de determinar qué pa11e de la faena de los frigoríficos ha sido destinada a
la elaboración de carne conservada. Se ha considerado. al efecto. como es de
práctica. que las empresas exportan inmediatamente su producción de chilled y
congelado: por lo tanto. deduciendo del total sacrificado los embarques de este tipo
de carne. se obtiene la faena efectuada con el fin de elaborar conservas.13 El au-
mento que arroja el año 1933 es muy significativo. Cabe agregar que la carne con-
servada no siempre se exporta de inmediato. y que una pequeña p~u-te se coloca en el
mercado interno. Es poco probable. sin embargo. que los stocks hayan crecido en
1933. A juzgar por el apuntado aumento en las exportaciones de esta clase de car-
nes. parecería que se ha tratado de una mayor elaboración pm·a ventas inmediatas,
dándose salida de ese modo al exceso de nuestra producción que no puede ser colo-
cado como chilled o congelado. Durante el último año esto ha sido posible debido al
incremento de los envíos a Gran Bretaña y principalmente a Estados Unidos. 14
30. Carne vacuna faenada por los frigoríficos
Para exportación
A1iu;
Para
Total
Ex1)orta-
Exporta·
J)('stinado
consumo
de
dém de
ciÚn l'Ollge·
a
Total
faena
chillcd
lada
l.'OllSC'r\\'.
(En 1011eladas de mm e limpia¡
1929
409.461
64.358
118.431 592.250
138.789
731.039
1930
390.012
56.566
108.229 554.807
151.696
706.503
1931
400.726
33.805
75.044 509.575
135.944
645.519
1932
377.435
22.079
111.891 511.405
128.922
640.327
1933
353.715
29.905
136.882 520.502
136.014
656.516
13 Si se quiere hacer comparaciones con las cxpo11acioncs de carne conservada. conviene recordar
que éstas no se refieren sólo a lo~ emban1ues de los frigoríficos. sino que también incluyen los de los sa-
laderos y fábricas.
14 Los datos sobre cxprn1aciones dados ¡x)r el Comralor del Comercio <le Carne y que esta Oficina
ha adoptado no especifican los países de dcslino. Según las cifras de la Es1adís1ica Nacional. sobre un
total de 55.078 toneladas en 1931, 44.175 toneladas en 1932 y 54.997 loncladas en t933 se deslinaron
5.945 loneladas, 4.816 toneladas y 10.840 toneladas a Estad<" Unidos y 38.526 toneladas. 29.l'35 y
33.115 toneladas a Gran Bretaiia respectivamente.

EL MOMENTO PRESENTE DE NUESTRA ECONOMÍA
265
31. Compras y exportaciones de carnes
1933
Clase de carnes:
1929
1930
1931
1932
1933
% 1932
Compras de ganado por /osfrigorfjicos
Vacuna:
Miles de cabeza 2.791.3
2.675.2
2.309.4
2.252.3
2.363.2 + 4.9
Miles de tons.
1.256,7
1.204.2
l.084.6
l.076,6
1.101,8 + 2.3
Miles de m$n
370.563 360.325 288.361 208.463 202.623
2.8
m$n porkg
0,295
0.299
0.266
0,194
0.184
- 5,2
Ovina:
Miles de cabeza 4.410.9
4.751.6
4.520.8
4.001.6
4.393.4 + 9,8
Miles de m$n
55.689
49.601
42.008
24.260
23.781
2,0
m$n por cabeza
12.63
10.44
9.29
6.06
5.41
10.7
Porcina:
Miles de cabeza,
430.3
381.3
392.4
435.0
641.4 + 47.4
Toneladas
36.661
36.178
39.560
38.945
59.822
+ 53.6
Miles de m$n
16.311
15.719
13.814
9.697
12.743 + 31,4
m$n porkg
0.445
0.435
0.349
0.249
0.213
14.5
E.\\portaciones anuales de caníes, e11 to11.\\·.
Vacuna:
530.391 499.690 479.586 432.496 429.137
-
0.8
Chilled
409.461 390.012 400.726 377.435 353.715 -
6.3
Congelada
64.358
56.566
33.805
22.079
29.905
+ 35.4
Conservada
56.572
53.112
45.055
32.982
45.517
+ 38.0
Ovina congelada
80.547
80.359
83.043
70.631
62.164
- 12,0
Porcina congel.
4.977
4.830
5.277
6.517
9.230 + 41.6
Totales:
615.918 684.879 .567.906 590.644 500.531
-
1.8
Según puede observarse en el cuadro :m. el aumento de la faena de los frigo-
ríficos no ocurre solamente en la carne para exportación, sino también eil la desti-
nada al consumo interno. De ahí que sus compras totales señalen un ascenso de
25.200 toneladas (2.3%) sobre 1932.
Como aún no se tienen datos sobre el resto de la faena parn consumo interno re-
alizada en los mataderos municipales del interior y Liniers. todavía no se puede de-
cir si nos encontramos frente a un incrcmemo de la faena total en el país, o si sólo
se trata de un aumento en la proporción que corresponde a los frigoríficos.

266
RAl'il. PREB ISOI
32. Faena de carne vacuna en la Argentina
Frigorí-
Saladeros
Mataderos
A1ios
tic os
.V fábricas
Liniers
del interior
Total
En miles de cahe:::as
1929
2.792
303
904
2.144
6.143
1930
2.678
312
842
2.138
5.970
1931
2.296
210
802
2.073
5.381
1932
2.214
159
868
2.095
5.336
1933
2.350
133
No hay datos.
Precios de la carne vacuna
Ya hemos destacado al principio de este comentario la subida que señalan las
cotizaciones. Obsérvese al respecto la curva inferior del siguiente gráfico. que re-
presenta promedios ¡xmderados de los precios pagados por novillos en las estancias.
Desde fines de l 931. la curva señala una tendencia descendente que se acentúa
notablemente durante el verano de 1931-1932. cuando el aumento de oferta de no-
villos pesados y la contracción en las compras de los frigoríficos provocaron una
fuerte congestión en el mercado. La absorción lenta ele esas haciendas. impidió que
los precios reaccionaran en el invierno de 1932 en la forma acostumbrada en épo-
cas nonnales. Estos vuelven a caer a fines del mismo año debido al aumento esta-
cional de la ofe11a en la época de los calores y tocan un mínimo en enero de 1933.
Desde entonces hasta ahora la tendencia es completamente distinta. Los precios as-
cienden bruscamente de febrero a junio y continúan subiendo en forma menos
acentuada hasta las últimas semanas. No se repite. de tal suerte. a fines de 1933 y
principios de 1934. la susodicha baja estacional de precios.
Es difícil determinar qué factores han influido en las cotizaciones. Las mayores
compras efectuadas durante el año parecen indicar un aumento en la demanda de
los frigoríficos. Por otra parte. las compras mensuales. como puede verse en el
gráfico 21. se caracterizan por oscilaciones menos acentuadas que en años anterió-
res. es decir. se distribuyeron en forma más regular. pese a las variaciones pe-
riódicas de la oferta.

EL MOMENTO PRESE!'\\'lli DE N"UESTR/\\ ECONOMÍA
267
20. Faena de ganado en la Argentina
Vacuno
Miles de cabezas
1924
25
26
27
28
29
30
31
32
1933
Now: La columna <lcl ai'io 1933 aparece sin cerrar por no disponerse tle los datos de faena para con-
sumo interno en los mataderos municipales del intc1ior y Linicrs.

268
RAÚL PREBISC'H
20. Faena de ganado en la Argentina (cont.)
Ovino
Miles de cabezas
1924
25
26
27
2B
29
30
31
32
1933
Nofa: La columna del año 1933 aparece sin cerrar por no disponerse de los datos de faena para ~on­
sumo intemo en los mataderos municipales del interior y Linicrs.

EL MOMENTO PRESENTE DE NUESTRA ECONOMÍA
269
20. Faena de ganado en la Argentina (cont.)
Porcino
Miles de cabezas
1924
27
28
30
31
32
1933
Nora: La columna del año·l933 aparece sin cerrar por no disponerse de los datos de faena para con-
sumo interno en los mataderos municipales del interior y Liniers.

l.J
2 l. Compras totales de ganado vacuno por los frigoríficos
.....,
e
~
y precios medios de novillos en estancias
o;
r
"'
m$n. por kg.
Escala logarftmica
Miles de tons.
5"
"
"'
"" a
140
~
"'
c..
"
~
"'°
~
100
¡¡
"'°
~
;;o
a
80
~-
"'
§
a
el
0,35
:;,;
::;
§
"
c..

::;
0,25
º'
~
c..
"'
"'
0,20
::;
~
~
0,15
1928
1929
1930
1931
1932
1933
1934

EL MOME:'\\TO l'RF.SENTE Dio :'\\UESTRA ECONO!vlJA
:m
22. Exportaciones de carnes en la Argentina
\\/acuna
Miles de toneladas
1.000 ¡ - - - - - - - - - - - - - - - - - - , . - - - - - - - . ,
800
1924
25
26
27
28
29
30
31
32
1933

27'2
RAlJL PREBISCII
22. Exportaciones ele carnes en la Argentina (cont.)
Orina
Miles de toneladas
1924
25
26
27
28
29
30
31
32
1933

EL MOMENTO PRESENTE DE NUESTRA ECONOMÍA
273
22. Exportaciones de carnes en la Argentina (cont.)
Porcina
Miles de toneladas
1924
25
26
27
28
29
30
31
32
1933

274
RALH. PREl!ISCH
33. Promedios ponderados de precios de los distintos tipos de novillos
comprados en estancias
Promed.
Semana
Chillcd
Chillcd
Con·
Con-
Con-
¡wnde·
1
terminada
bueno
interior
st•rva
gdar
smno
rado
1933
(m$11 por kilo ril'OJ
Noviembre
4
O n'i8
...........
O 1891
O 0841
O 1600
O l'i49
..
O ry ¡ n
..- .._,,,_
Noviembre 11
0.2246
0.1783
0.1338
-
0.1500
0.2059
Noviembre 18
0.2304
0.1732
0.1085
0.1600
0.1409
0.2139
Noviembre 25
0.2202
0.1819
0.1174
0.1591
0.1400
0.2101
Diciembre
2
0.2376
0.1904
0.1129
0.1600
0.1550
0.2047
Diciembre
9
0.2441
0.1999
0.1337
0.1540
0.1414
0.2159
Diciembre
16
0.2494
0.2076
0.1519
0.1500
0.1400
0.2203
Diciembre 23
0.2485
0.2092
0.1641
0.1377
0.1500
0.2286
Diciembre 30
0.2475
0.2011
0.1606
0.1640
-
0,2099
1934
Enero
6
0.2501
0.1945
0.1521
0.1789
0.1623
0.2211
Enero
13
0.2525
0.2166
0.150.1
-
0.1400
0.2190
Enero
20
0.2538
0.2035
0.1577
0.1454
0.1522
0.2206
Enero
27
0.2487
0.2198
0.1465
0.1501
0.1549
0.2099
Febrero
3
0.2527
0.2052
0.1399
-
0.1440
0.2140
Prom. nov.
0.2277
0.1826
0.1114
0.1598
0.1482
0.2094
Prom. dic.
0.24 74
0,2045
0.1526
0.1514
0.14.18
0.2187
Prom. enero
0.2516
0.2079
0.149.1
0.1581
0.1507
0.2169
1
Incluido continente y tropas mezcla.
Para poder analizar a fondo los precios del ganado. sería necesario discriminar
los distintos tipos y estudiar en cada uno de ellos los movimientos que se hayan
producido. Nos limitaremos aquí a detallar lo sucedido entre noviembre y enero
últimos. época para la cual disponemos de datos apropiados. Del examen se deduce
que el promedio ponderado señala durante ese período un aumento de apenas
3.6%. no obstante que las cotizaciones de los novillos chilled bueno. chilled infe-
rior y conserva ascienden en 10</a. 14% y 341l. respectivamente. y que los tipos

EL MOl\\füNTO PRESEi\\'TE DE NlmSTRA ECONOM(A
275
consumo y congelado se mantienen más o menos estables. Este hecho aparente-
mente contradictorio. se explica por la incidencia que tiene sobre el promedio de
precios ponderado con las cantidades. una mayor proporción de compras de anima-
les de bajo precio. como los de tipo conserva. En efecto, por este solo motivo pue-
de bajar el precio medio. aun cuando los precios suban en todas las categorías. De-
dúcese. de tal sue1te. que el promedio ponderado no es siempre un buen índice para
observar la marcha de los precios del gan¡¡do en la Argentina. los cuales. en el pe-
ríodo que se ha podido investigar, acusaron distinto andamiento según se tratara de
distintas clases de animales.
34. Cantidades de los distintos tipos de novillos comprados en estancias
Semana
Chilled
Chllled
Con·
Con·
Con·
Total
terminada
bueno
interior
St.'l"Va
gelar
sumo
1
1933
(En toneladas)
Noviembre
4
7.265
897
9
l
45
9.195
Noviembre
11
10.767
2.095
363
-
33
14.972
Noviembre
18
11.329
1.062
360
21
143
14.339
Noviembre 25
13.338
1.328
353
173
19
16.439
Diciembre
2
5.882
1.573
528
81
136
9.745
Diciembre
9
9.667
2.828
351
156
91
14.787
Diciembre
16
10.703
2.674
1.389
32
89
17.158
Diciembre
23
12.605
l.597
l.511
69
13
17.320
Diciembre
30
9.174
2.594
965
463
-
17.262
1934
Enero
6
9.640
l.735
538
84
52
14.966
Enero
13
8.004
1.176
967
-
58
12.986
Enero
20
13.344
2.003
1.642
162
150
21.523
Enero
27
9.274
1.205
l.360
160
83
16.334
Febrero
3
l l.736
l.381
2.190
-
92
19.962
1 lnduido cu11inc111i: y tropas mczdu.

'276
RAÚL PREBISCH
Carne º''ina
En lo que atañe a la carne ovina el año 1933 señala por primera vel'. desde 1930
un aumento en la faena de los frigoríficos ( 153.000 cabezas más), hecho que debe
atribuirse exclusivamente al incremento de las ventas para consumo interno. pues la
faena para exponación acusa una menna de 108.000 cabezas. que se traduce en una
reducción de 8.470 toneladas ( 12%) en los embarques de carne ovina congelada.
35. Faena de carne ovina en la Argentina
Frigoríficos
Matad.
Aiios
Linicrs
del infe·
Total
l
Para
1 Para 1 Total
rior
exportar
l'onsumo
(E11 miles de rnbe::.as)
1929
4.835
442
5.277
636
643
6.556
1930
5.296
557
5.583
681
814
7.348
1931
4.776
590
5.366
620
887
6.873
1932
4.396
622
5.018
801
948
6.767
1933
4.288
883
5.171
Incluido pequcíias cantidades crnTCS(Xllldientes a saladeros y führica. '
-
No hay datos.
Faltan todavía, para calcular el total faenado en el país, las cifras de Liniers y
mataderos municipales del interior. que hasta 1932 señalaban una tendencia ascen-
dente. Véase, para mayor detalle. el cuadro 35, donde se ha incluido en la faena de
los frigoríficos la parte que corresponde a la Patagonia. que no está comprendida
en los gumismos del cuadro 31.
Los precios de los ovinos. que durante el año pasado se habían mantenido en un
nivel muy bajo. repuntan considerablemente a p:U"tir de fines de diciembre último:
ello debe vincularse. principalmente. a la valorización extraordinaria de las lanas a
que nos referimos en otro lugar de esta revista.
Carne porcina
Poco puede decirse respecto a las compras y exportaciones de carne porcina. Es
este un renglón de nuestra ganadería que está todavía en sus comienzos. pero que,

EL MOMENTO PRESENTE DE NUESTRA ECONOMÍA
277
a juzgar por el continuo aumento que experimentan las compras de los frigoríficos.
es susceptible de adquirir mayor importancia.
La mayor parte de la producción de porcinos se destina al consumo interno. La
exportación. sin embargo. adquiere cada año mayores proporciones. señalando en
1933 un aumento de 42% con respecto a 1932. Con todo. su magnitud es aún pe-
queña comparada con la de los principales países exportadores.
7. Lanas
Situación de la Argentina
El año 1933 ha cerrado en forma muy favorable para los productores de lana,
Factores de peso han actuado sobre el mercado internacional. provocando un alza
de precios muy acentuadil. que se extendió a todos los centros comerciales. Los ga-
naderos argentinos. por consiguiente. han podido colocar la zafra última a precios
desconocidos desde hace cuatro años: la subida lleva el promedio ponderado de di-
ciembre. a un nivel superior en 142% al de un año antes.
También han aumentado nuestros embarques. al pasar de 135.930 toneladas en
1932 a 165.330 toneladas. Como puede advertirse en el cuadro 36, el incremento
de las exportaciones ha sido motivado en gran pa11e por los envíos a los Estados
Unidos. que denotan un aumento pronunciado. Asimismo. experimentan una ex-
pansión significativa las ventas a Italia y Bélgica.
En los dos primeros meses de 1934. las exportaciones alcanzan una cifra de
41.760 toneladas de lana sucia. prácticamente igual a la del primer bimestre de
1933.
El mercado mundial
Resulta de sumo interés analizm·. aunque sea rápidamente. los factores determi-
nantes de la reacción del mercado internacional de lana: sensible aumento de la de-
manda. primero. y reducción de la producción. más tarde.
El cuadro 37. con las exportaciones de los cinco principales países exportadores
- a los cuales corresponde alrededor del 85% de las exportaciones mundiales y del
60% de la producción total- da idea del aumento de la demanda; los embarques
llegaron en 1932-1933 a uno de los guarismos más elevados. a saber. 880.140 tone-
ladas. superior en 113.450 toneladas ( 15c/r;) al de igual período anterior. Con ello.
se liquidaron parte de los remanentes. que pasaron, según cálculos comerciales. de
unas 120.000 toneladas al Jl' de julio de 1932. a cerca de 75.000 toneladas un año

278
RAÚL PREBISCH
36. Exportaciím de lana de la Argentina, por destinos1
Diferencia
Países
1932
1933
1933
% 1933
1932
1932
(En to11elaclas)
Reino Unido
42.326
44.367
+
2.041
+
4.8
Francia
28.240
28.715
+
475
+
l,7
Estados Unidos
5.270
22.859
+ 17.589
+ 333,8
Alemania
21.246
21.305
+
59
+
0.3
Italia
14.744
18.790
+
4.046
+
27.4
Bélgica
16.675
18.421
+
1.746
+
10.5
Otros países
7.428
10.874
+
3.446
+
46,4
Totales
135.929
165.331
+ 29.402
+
21.6
1 Lana lavada y limpia convc11illa a sucia.
más tm·de: es decir. que el presente año comercial se inició con stocks inferiores en
45.000 toneladas a los del anterior. Simultáneamente. la producción de los mismos
cinco países bajó. según las csti1m1ciones del Dcpartame1110 de Agricultura de los
Estados Unidos. de 940.700 toneladas en 1932-1933 a 829.980 toneladas. o sea en
110.720 toneladas (12%). El total disponible para ex¡xlrlar durante el año 1933-
1934 es. así, inferior en cerca de 156.000 toneladas al de 1932-1933. no obstante
lo cual. los emb:m1ues del primer semestre señalan un exceso de 22.310 toneladas
comparados con los de igual lapso precedente.

EL MOMENTO PRESENTE DE NUESTRA ECONOMIA
279
37. Exportaciones de lana de los cinco principales países exportadores
por años comerciales1
Toh1I anual
Primer semeslre
%
%
Países
1931·1932
1932-1933
1932-1933
1932·1933
1933-1934
1933-1934
1931·1932
1932-1933
(En rone/adas)
Argentina
119.234
157.040 + 31.7
57.317
65.612
+ 14,5
Australia
376.766
418.770 + 11.l
214.636
229.625
+ 7.0
Nva. Zelanctia
102.139
126.192 + 23.5
24.710
24.901
+ 0.8
Un. Sudafric.
132.387
124.596 -
5.9
52.315
51.512
-
1.5
Uruguay
36.164
53.543 + 48.1
22.824
22.462
-
1.6
Total 5 países
766.690
880.141 + 14.8
371.802
394.112
+ 6.0
1
Se ha tomado el año comercial de Australia. Nueva Zelandia y Sudáfrica. e• decir. julio-junio.
Los dalos de estos países son dd lmtituto Internacional de Agricultura de Roma. y los de la Argentina y
Uruguay de la estadística oficial.
38. Producción mundial de lana1
Diferencia
1933
'
Países
--
1932
¡933·
1933-1932
% 1932
-
(En
. ·•
1011e/adm')
Cinco principales
países cxp011adores
940.701
829.979
-
110.722
-
11.8
Argentina
150.138
157.985
+
7.847
+
5,2
Australia
466.291
384.191
-
82.100
-
17,6
Nueva Zelandia
130.815
126.552
-
4.263
-
3,3
Unión Sudafricana
143.471
115.665
-
27.806
-
19.4
Umguay
49.986
45.586
-
4.400
-
8,8
Otros países:
Estados Unidos
187.106
194.545
+
7.439
+
4.0
Gran Bretaña-'
53.070
53.977
+
907
+
1,7
O Iros
340.010
231.777'1
-
18.233
-
5,4
Total mundial5
1.520.887
1 .4CXl.278 1
-
120.609
-
7,9
Datos del Depa11a111ento de Agricultura de Estauos l.Inidos. ~ Cifras provisionales.
Excluido el Estado Libre de Irlanda. 4 Calculado. ' :-.lo incluye Rusia y China.

280
RA(JL PREBISC'll
La modificación de la posición estadística del mercado ha sido, pues, sustancial.
Y conforme a ello, los precios han subido intensamente siguiendo el curso que pasa·
mos a detallar. Comienza el año 1933. con precios reducidos. bajo la presión de va-
rios años de escasa actividad industrial y de remanentes poco comunes en los cinco
países exportadores. El índice de Bradford, que tomaremos como expresión de las
cotizaciones mundiales, marcaba 58 puntos en enero (base julio de 1914 = 100); y
durante los tres meses siguientes se mantuvo alrededor de ese nivel. En mayo se ini-
cia la subida. que se intensifica en junio. debido a cierta firmeza en Australia y a la
mayor demanda de los países industriales. especialmente los Estados Unidos, que
incrementó sus impo11aciones bruscamente. de 2.000 roneladas mensuales término
medio durante todo el año 1932 y los cinco primeros meses de 1933. a 5 .000 tonela-
das en junio y 14.000 en julio. En este mes. el movimiento ascendente de las cotiza-
ciones se detiene; pero prosigue en seguida, influido por los altos precios de los pri-
meros remates de la nueva cosecha de Australia; y luego de una leve intenupción
en octubre. toma nuevo impulso a causa. principalmente. de la menor oferta de ese
país. El índice llega a su máximo en enero último. con 102 puntos. o sea 76% más
que un año antes y 108% más que el mínimo de junio de 1932.
39. Importaciones de lana de los principales países consumidores
Difcrcnda
Países
1932
1933
1933
1933
- -
% - -
1932
1932
(En to11eladas)
Gran Bretaña1
273.107
273.134
+
27
-
Francia
202.794
242.336
+ 39.542
+
19.5
Alemania1
137.680
151.990
+ 14.310
+
10,4
Japón
92.640
108.348
+ 15.708
+
17.0
Estados Unidos
25.643
81.300
+ 55.657
+ 217,0
Total 5 países
731.864
857.108
+ 125.244
+
17,l
1 Impo11aciones netas.

EL MOMENTO PRESENTE DE NUESTRA ECONOMÍA
281
ESTADISTICAS RECIENTES DE LOS PRODUCTOS AGROPECUARIOS
Promedios semanales de precios de granos
(En m$n)
Entrega inmediata en
A término
Semana
Buenos Aires
terminada en:
Maíz, posición marzo
Trigo
Maíz
Buenos
Liver--
Aires3
ool~
(por 100 kilogramos)
1934
Enero
6
• 5,75 4,40 11.59 3,39 5.75 7,25 7,18 4,59 5,49
Enero
13
5,75 4,46 l l,56 3,36
5,75 7,33
7.38 4,67
5,61
Enero
20
5,75 4,55 11.72 3,36
5.79 7,28
7,49 4.88 5,65
Enero
27
5,75 4.57 11.63 3,43
5,75 7,19
7.53 4.86 5,66
Febrero
3
5,75 4,66 11.61 3.36
5.75 7.23
7,68 4.96 5.83
Febrero 10
5,75
5,00 11,76 3.38
5,75 7.05
7.56
5.10 6,14
Febrero 17
5,75
5.18 ll.78 3,46
5,75 6.78
7,39 5,20 6,25
Febrero 24
5.75
5.26 l l.83 3.50
5.75 6.74
7.25
5,19
6,46
Marzo
3
5.75
5,25 1 L73 3.50
5.75 6,96
7.38
5,18 6,10
Marzo
10
5,75. 5,43 11.86 3,45
5,77 7,25
7.51
5.40 5,91
Marzo
17
5,75
5,82 12,01 3.50
5,78 7,12
7,41
6,04 6,04
Marzo
24
5,75
5.40 11.97 3.50
5,79 7,02
7.31
6.36 5,92
Marzo
31
5,75 4,88 11.92 3.50 5,82 7,18 7.31
4,70 5.73
Prom. enero
5,75 4.52 11.61 3.38
5,76 7.26 7.43 4.79 5,63
Prom. febrero
5.75
5.09 11.77 3,44
5,75 6.89 7,43
5.13
6,25
Prom. marzo
5,75
5.43 11,91 3.49
5.78 7,14
7.40 5,77
5.90

282
RMII. PREBISCll
Escala /ogarHmica
12
12
10
10
8
8
7
7
6
6
5
5
4
M.
A.
M.
J.
J.
A.
s.
o.
N.
D.
E.
F.
M.
1933
1934

EL MOME'.'ITO PRESENTE DE NUESTRA ECONO~ÚA
283
Promedios semanales de precios de los productos ganaderos
(En m$n)
Carne chllkd
Cueros
Lanas
Novi·
Semana
llos
Ca'il'Í
Man-
terminada en:
en
·na
teca
estan·
F.stan· Smilh·
Cniza
Pnl·
5
Sala-
S«'n'i
cias
cia~
gruesa med.
fiekl
dos
poud.
1934
(por kifogramo)
(por JO kgs.)
(ton.) (kg.)
Enero
6
0,221 0.313 0.698 0.70 8.10 s./op. s./op. 585.00 0.68
Enero
13
0.219 0.307 0.701 0.73
8.20 9.79
11.70 585.00 0.68
Enero
20
0.221 0.310 0.664 0.72
8.05 9.12
11.99 540.00 0.63
Enero
27
0.210 0.291 0.689 0.74
7.95 9.42
11.51 530.00 0.63
Febrero
3
0.214 0.297 0.689 0.75
7.65 9.34
11.07 505.00 0,68
Febrero 10
0.206 0,283 0.700 0.75
7.65 9.1 l
11.59 475.00 0.68
Febrero 17
0.218 0.303 0.693 s./op. 7.65 9.10
11.41 475.00 0.68
Febrero 24
0,212 0.294 0.610 0.75
7.65 8.26
10.37 475.00 0.68
Marzo
3
0.214 ().300 0.575 0.71
7.38 7.62
9.81 475.00 0.68
Marzo
10
0.213 0.300 0.558 0.68
6,90 7.92
9.52 475,00 0.68
Marzo
17
0.221 0.315 0.556 0,67
6.90 7.46
9.46 475.00 0,83
Marzo
24
0.213 0.301 0.584 0,68
6.90 8.08
9.62 450.00 0.83
Marzo
31
0.230 0.328 0.571 0;69
7.05 9.85
10.76 445.00 0,83
Prom. enero
0,217 0.303 0.688 0.73
7.99 9.42
11.57 549.00 0,66
Prom. febrero
0.213 0.295 0.645 0.74
7,58 8.52
10.80 475.00 0.68
Prom. marzo
0.219 OJI 1 0.567 0,68
6.94 8.33
9,84 461,25 0.79

284
RAÚL PREBISCH
Novillos (en estancias) _ _ _ _
___,.
0.22
0,80
0,18
0,60
10
0,50
8
0,40
7
6
Lanas (prom. ponderado) -------""~
5
M.
A.
M.
J.
J.
A.
S.
o.
N.
D.
E.
F.
M.
1933
1934

EL MOMENTO PRESENTE DE NUESTRA ECONOM!A
285
Exportaciones de granos
(en tons.)
1934
Dos primeros meses
1933
Granos
Enero
Febrero
Febrero
1933
1934
1934
6
6
% 1935
Trigo
404.654 449.335 450.165
882.042 853.989 -
3.2
Maíz
628.764 275.036 219.137
558.327 903.800 + 61,9
Lino
202.730
167.017 172.078
372.327 369.747 -
0.7
Avena
34.499
30.485
62.358
139.404
64.984 -
53,4
Cebada
82.580
117.189
75.102
135.198 199.769 + 47,8
Centeno
3.126
5.734
13.376
20.631
8.860 -
57.l
Totales7
1.560.530 1.047.679 993.539 2.110.401 2.608.209 + 23.6
Exportaciones de lanas, cueros y productos lecheros
(En tons.)
1934
1933
A1io comercial 8
Productos
Enero
Febrero
Febrero
1933
1934
1934
%
6
6
1935
Lanas9
25.691
16.071
21.145
77.090
81.091 +
5.2
Cueros vac.
13.232
10.276
7.722
17.328
23.508 + 35,7
Salados
10.328
8.744
6.578
14.677
19.072 + 29,9
Secos
2.904
1.532
1.144
2.651
4.436 + 67,3
Prod. lech.
3.077
2.114
3.868
28.128
19.515 -
30,6
Manteca
1.698
924
1.658
14.206
7.847 -
44.8
Caseína
1.379
1.190
2.210
13.922
11.668 -
16.2

286
Ri\\lJL PREl!ISCH
Compras y exportaciones de carnes1º
1934
1933
Dos primeros meses
Clases de carne
Enero
Fd1n.,.o
l~'t."hrcro
1933
1934
%
1934
19]3
Compras de ganado por losji-igor(/lcos
Vacuna:
Miles de cabezas
236.3
226.5
180.5
400.4
462.8
+ 15,6
Toneladas
106.843 103.310
87.069
195.173 210.153
+
7.7
Miles de m$n
20.950
20.248
14.293
31.447
41.198
+ 31,0
m$n por kg
0.196
0.196
0,164
0.161
0.196
+ 21.7
Ovina:
Miles de cabezas
485,8
341.0
835.1
Miles de m$n
3.435
No hay
1.956
4.463
No hay
m$n por cab.
7,01
datos
5,74
5.34
datos
Porcina:
Miles de cabezas
46,0
54,l
37.2
65,5
100.1
+ 52.8
Toneladas
4.!19
4.811
3.293
5.814
8.930
+ 53,6
Miles de m$n
996
1.166
806
1.458
2.162
+ 48,3
111$11 por kg
0.242
0,242
0,245
0.251
0.242
3,6
Exportaciones totales de carnes. e11 /011s.
V acuna:
- ·-
38"71
') ')
) . _
36"10
- - .. 6
3337
-· l
7"84f
74481
+
-·-
Chilled
31.175
29.338
25.996
58.622
60.513
+
3.2
Congelada
3.658
2.765
2.713
6.461
6.423
-
0.6
Conservada
3.48R
4.107
4.658
7.763
7.545
-
2,8
Ovinacong.
6.813
4.938
7.560
14.729
11.751
-
20.2
Porcina cong.
475
791
284
492
1.266
+ 157.3
Totales
45.559
41.939
41.21 J
88.067
87.498
-
0.6
..
1 Apa11irde la semana te!minada el 3 de marw. posición mayo.:? Posición mayo. 3 La semana ter-
minada el 31 de marzo, posición mayo. 4 Hasta la semana t_enninada d 24 de febrero, posicibn febrero; a
partir de la semana tenninada el 3 de marzo. posición abril. , Calculado "'bre el precio de la came limpia
(10/6 del kilo vivo). deducicnd~ el valor en plaza del.cuero a razón de 24 kg~ por cada 300 kgs. de came
limpia. 6 Cifras provisionales.
Incluido el alpiste. 8 El afio comercial para lana' se inicia el 1° de octu-
bre: para productos Jcchcros el 11,\\ de agosto. En cueros~ las cifras corresponden al afio ,.;alendario. 9 Las
cifras corresponden a lana sucia más lavada y limpia tipo f1igorífico. co1we11idas a lana sucia sobre la
base <le un aumento de 60% y 30% respectivamente. IO Las cifras han sido suministradas por la Divi-
sión de Contra1or del Comercio de Carnes (Junta Nacional <le Carnes). ex<:eptn las de explll1aeiones de
came nvina y porcina <1uc se toman de la Dirección General <le Estadística de la Nación.
N. del Ed.: Este epígrafe corrcsJX>nde a los cuadros de p<Ígs. 281 a 286.

287
Durante febrero y marzo últimos se ha registrado un retroceso en las cotizacio-
nes internacionales. La segunda serie de remates de lanas clausurada en Londres el
16 de marzo pasado. ha denotado una reducción de 5 a 1 oc;¡, en cotejo con las pri-
meras series realizadas en el mes ele enero. Esta caíd:.i se atribuye a la menor activi-
dad de los centros consumidores después ele las recientes compras. "pues hay indi-
cios de que la fuerte producción de lanas peinadas e hilados ele los últimos meses
ha sobrepasado la demanda del mercado: y ha existido una perceptible disminución
en la presión para pronta entrega. que ha constituido un hecho saliente en el merca-
do durante los últimos tiempos". Se sostiene. asimismo. que "est:J declinación re-
ciente en los precios impide la concertación ele nuevos negocios por pru·te ele los
transformadores de la materia prima. al encontrarse inseguros so\\)rc el efecto que
tendrá sobre los precios ele los :u-tículos terminados la última dccliqación" .15
8. Cueros
Dentro de nuestros principales productos de exportaci(m. los cueros han sido
los primeros en señalar un aumento de precios. La tendencia ascendente cc>:nienza
a mediados de 1932. continuando hasta el presente a través de bruscas oseila¡;;io-
nes. gracias a la reactivación ele las industrias relacionadas con el cuero en algunos
países manufactureros (principalmente Alemania y Estados Unidos). Véase el
gráfico 19 en la páginas 258 y 259.
Coincide aquel hecho con el aumento de nuestras exportaciones, que en el año
1933 son superiores en 14% a las de un año antes en cueros vacunos. 29c7r; en lana-
res, 63% en yeguarizos y 174% en los de cabras y (;abritos.
40. Exportaciones ele cueros ele la Argentina
1933
Clases
1929
llJ30
1931
llJ32
llJ33
% - -
1932
(En /Onelodas)
Vacunos
129.3451136.9971116.8061110.7551126.5851
+ 14J
Salados
1 l IJ.782 118.654 103.284
98.142
110.228
+ 12J
15
Véase \\\\'ccklv Wool Cl1arl. febrero !''y 111:1170 X de 1934.

288
RAÚL PREBISCH
1933
Clases
1929
1930
1931
1932
1933
% - -
1932
Secos
15.563
18.345
13.522
12.613
16.357 +
29.7
Lanares
19.714
20.344
21.111
20.251
26.199 +
29.4
Yeguarizos
1.677
1.747
1.533
1.574
2.567 +
63,l
Cabras y cabritos
3.082
2.730
1.910
1.429
3.908 + 173.5
Totales
153.818 161.818 141.360 134.009 159.259 +
18 8
9. Productos lecheros
Estímase que la producción de leche ha sufrido un sensible contraste en el año
1933, pues a la falta de interés para producir en razón de los precios bajos, se su-
perpusieron los efectos de un invierno duro y la sequía prolongada. La producción
y las exportaciones de manteca experimentaron por ello una violenta caída; y si los
embarques de caseína acusaron aumento. estimulados por el alza de precios. ello
sólo fue posible gracias a la liquidación de los sobrantes que pasaron de 1932.
En punto a precios. no puede hablarse en términos generales. Los de manteca,
después de un fugaz altibajo. tenninan el año 1933 en un nivel menor que un año
antes. En tanto que las cotizaciones de b caseína experimentan un rapidísimo as-
censo que las lleva. en pocos meses. muy cerca de donde estuvieron hasta 1929.
antes de esta c1isis.
Manteca
Las exportaciones de manteca en 1933 fueron apenas de 13.670 toneladas, con-
tra 25.360 toneladas en 1932. Ello marca un retroceso de dieciséis años, pues hay
que llegru· a 1918 pru·a encontrar una cifra semejante. a saber 14.570 toneladas.
Poco es lo que nos va quedando de aquella vigorosa expansión de esta industria.
que en 1923 nos permitió enviru· 30.900 toneladas a los mercados extranjeros.
Es cierto que la cifra ele 1933 es anormalmente baja por la mencionada conjun-
ción de factores adversos. Pero su significado no está sólo en ello. sino también en
el hecho de que a causa de tan escasos embarques. hemos perdido nuevo terreno en
el mercado británico. que es el único que merece la designación de tal en vista de
las restricciones que han ido desalojando la manteca extranjera de los países conti-
nentales. Allí se vuelca la mayor pm1e de los saldos exportables de los Dominios.
de Dinamarca. de nuestro país. y en los últimos años. de Sibcria y los Países
Bálticos. En 1933. las importaciones alcanzaron a 448.81 O toneladas. o sea 23.880

EL MOMENTO PRESENTE DE NUESTRA ECONOMIA
289
toneladas más que en 1932 y 39.340 toneladas más que en 1931. Sin embargo,
pese a la mayor cantidad de manteca importada en el mercado britáúico, nosotros
hemos participado apenas con 10.290 toneladas en 1933 contra 19.870 toneladas
en 1932 y 19.000 en 1931. En cambio. como puede verificarse en este cuadro. au-
mentó en 18.910 toneladas la manteca de Nueva Zelandia y en 12.180 toneladas la
manteca de Siberia .. Australia también disminuyó como nosotros sus envíos a la
Gran Bretaña. debido a la fuerte sequía que redujo su producción: con todo, la cifra
de 1933, a saber 86.040 toneladas, si bien es inferior a la de 1932 en 5.180 tonela-
das, supera en 6.890 toneladas a la de 1931. Esto nos demuestra que Australia y
Nueva Zelandia realizan grandes progresos en el mercado británico, amparados por
la exención del impuesto de importación de 15 chelines por quintal (m$n 0.11 por
kilo) que pagan las mantecas extranjeras. Los productores australianos, además de
esta preferencia, reciben un subsidio de 18 chelines por quintal (m$n 0,14 por
kilo). de manera que su ventaja con respecto a los productores de la Argentina y
otros países es de m$n 0.25 por cada kilo de manteca.
41. Exportaciones de manteca de la Argentina, por destinos
1933
Destino
1929
1930
1931
1932
1933
% - -
1932
(En toneladas)
Reino Unido
14.453
21.061
18.789
15.422
7.956
48..4
Francia
1.433
929
2.326
7.990
4254
- 46,8
Otros países
1.145
1.214
2.094
1.951
1.697
- 13,0
Totales
17.031
23.204
23.209
25.363
13.902
-45,2
42. Importaciones de manteca en el Reino Unido, por procedencias
Países
1931
1932
1933
..
(En toneladas)
Dinamarca
125.281
131.255
127.976
Nueva Zelandia
97.825
108.731
127.637

290
RAÜL PREBISCH
Países
1931
1932
1933
(En to11e/adas)
Australia
79.147
91.213
86.035
Rusia
20.543
16.403
28.586
Irlanda
19.357
15.896
19.237
Suecia
l0.756
8.930
l l.52 l
Argentina
18.997
19.865
l0.285
Finlandia
12.907
l l .005
6.798
Países Bajos
4.883
2.387
7.405
Estonia
6.370
4.224
4.235
Otros países
13.402
14.928
19.096
Totales
409.468
424.927
448.811
43. Cotizaciones de la manteca argentina
Precios en Londres con \\'ertidos
Semanas
a m$n al l':tmbio:
Precios en
del 28/11/1933
de la fecha 1
Uuenos Aires
1
1933
(111$11 por kg.)
4ª de noviembre
LOO
1.00
0.85
1 '' de diciembre
0.97
l.15
0.90
2ª de diciembre
0.90
1.07
0.95
3ª de diciembre
0.87
1.03
0.95
4ª de diciembre
0.83
0.98
0.70
1934
lª de enero
0.82
0.97
0.68
2ª de enero
0.78
0,92
0.68
3ª de enero
0.80
0.93
0.63
4ª de enero
0.78
0.91
0.63
1 ª de febrero
0.78
0.91
0.68
2ª de febrero
0.80
0.93
0.68
3ª de febrero
0.81
0.94
0.68
4ª de febrero
0.84
0,97
0.68

EL MOJ\\-UWI'O PRESENTE DE NUESTRA ECONOM.ÍA
291
Precios en Londres convertidos
Semanas
a m$n al cambio:
Pn>cios ~'11
del 28/11/1933
j de la t'ccha 1
Buenos Aires
1934
(m$11 por kg.)
1ª de marzo
0.83
0.96
0.68
2ª de marzo
0.84
0.97
0.68
3º de marzo
0.84
0.97
0.83
4ª de marzo
0.84
0,98
0.83
5ª de marw
0.87
LOO
0.83
1 Tomado el tipo de compra de las letras de cxpo1tación.
No toda la disminución ele nuestras exportaciones ele manteca durante el año
pasado significa descenso ele la producción ele este artículo. pues el consumo inter-
no. según estimaciones autorizadas. habría subido ele 14.000 toneladas a 18.000 en-
tre 1932 y 1933. El consumo interno ha llegado. por lo tanto. a tener más importan-
cia que la exportación.
En cuanto a los precios de la manteca. después de mucho descender. tcx:aron el
mínimo de rnSn 0.80 por kilo en abril y mayo de 1933. como se observa en el
gráfico 19; luego suben hasta rnSn 1.08 en julio y vuelven a bajar a mSn 0,85 en
octubre. La valorización ele las divisas extranjeras hace subir los precios hasta rn$n
0.95 en la segunda semana de diciembre. pero la baja acentuada que acontece si-
multáneamente en el mercado de Londres. por el cual se rigen nuestras cotiza-
ciones. neutraliza por completo los efectos de aquel hecho y las cotizaciones de
manteca bajan hasta un mínimo de mSn 0.63 en la segunda quincena de enero. Más
tm·de los precios vuelven a elevarse y el mes de m:u-zo cierra con una cifra casi
igual al promedio ele noviembre pasado. a saber mSn 0.83 por kilo. Véase. al res-
pecto. el cuadro 43.
Caseína
En la caseína. como tenemos dicho. las cosas van de muy distinto modo. y esta
vez en favor de los productores. La demanda exterior crece fuertemente. suben los
precios en forma vertiginosa y sale fflcilmente nuestra caseína. En 1933 llegamos a
exportar 23.040 toneladas o sea la cifra máxima en los registros de este artículo,
sin excluir los años de gran prosperidad. Esas exportaciones no representan. por

292
RAÚL PREBISCH
cierto. la producción del año. que no ha sido mayor que la de 1932 y no ha de ha-
ber pasado de unas 15.000 toneladas. según las opiniones autorizadas del gremio.
Las 8.000 toneladas restantes hasta completar lo exportado. representan la liquida-
ción del pesado sobrante que venía acumulándose desde mediados de 1930. En
mayo de este año. como se recordará, los Estados Unidos. que constituían entonces
el principal mercado para nuestra producción. aumcntm-or1 sus derechos aduaneros
de 2,50 centavos de dólar por libra de caseína a 5.50 centavos de dólar. lo que.
según el cambio de esa época, significa subir el gravamen por tonelada de este pro-
ducto de m$n 140 a mSn 320. Los efectos de esta medida. destinada a expandir la
producción interna de caseína en a4uel país. fueron inmediatos. Mientras en el
primer semestre de 1930 colocamos allí 6.200 toneladas. en el segundo sólo envia-
mos 1.120 toneladas y en todo el año 1931 apenas logramos enviar una cifra igual
a esta última, cayendo luego a una cantidad exigua, de 330 toneladas en 1932.
En el cuadro 44. presentamos la distribución por países de destino de nuestros
embarques de este producto. Obsérvese. ante todo, cómo aquella brusca declina-
ción de las ventas en los Estados Unidos. que decíamos más arriba. fue compensa-
da con el fuerte impulso que toman las ventas a otros países. especialmente Alema-
nia. que desde entonces se convierte en nuestro mejor comprador. El ascenso de
los embarques a ese país fue en verdad muy acentuado; de 4.500 toneladas en 1929
pasan a 8.220 en 1931 y llegan a un máximo de 9.580 en 1932. En 1933 la cifra
baja ligeramente a 9.280 toneladas.
44. Exportaciones de caseína de la Argentina, por destinos
Países
1929
1
1'>30 1
1931
1
1932
1933
(En toneladas)
Alemania
4.499
3.883
8.218
9.577
9.281
Estados Unidos
9.714
7.324
l.302
325
3.171
Reino Unido
720
1.002
1.255
2.185
3.115
Japón
72
74
28
1.084
l.824
Italia
23
-
115
656
1.282
Finlandia
257
158
300
743
991
Países Bajos
170
20
264
1.190
873
España
244
396
494
670
665
Suecia
593
479
391
425
651
Otros países
316
398
1.623
825
1.186
-·---~------·--
---·----···-··-- -------·-·--------
------~-
·-------~---
Total
16.608
13.734
13.990
17.680
23.039

EL MOMENTO PRESENTE DE NUESTRA ECONOMíA
293
Como se ha expresado al comenzar, el año pasado ha sido un año de sensible
incremento. Nuestras expo11aciones a los Estados Unidos volvieron a crecer. lle-
gando a 3.170 toneladas contra 330 toneladas en 1932. Como el conjunto de nues-
tras exportaciones de caseína en 1933 registra un crecimiento de 5.360 toneladas.
más de la mitad del mismo se explica por la mayor absorción de aquel país. cuya
producción intema ha disminuido en 1933, como se observa en el cuadro prece-
dente.
45. Importación y producción de caseína en los Estados Unidos
Importación
1
Importado de
1
A1ios
total
!
la Argentina
Producción
(En 1011eladas)
1924
8.051
7.531
9.146
1925
8.529
7.910
7.557
1926
11.921
10.669
7.690
1927
10.981
8.886
8.180
1928
l!.996
10.496
10.047
1929
12.511
10.342
13.851
1930
8.391
7.806
19.035
1931
. 1.589
1.380
16.028
1932
545
364
16.000
1933
3.693
3.171 1
14.0002
Dato de la expo11ación argentina hacia Estados Unidos.
Estimación comercial. no hay datos oficiales.
En cuanto al resto del incremento de las exportaciones de caseína argentina en
1933, corresponde a los embarques enviados a Gran Bretaña. Japón e Italia~
Según se observa en el cuadro 44. Gran Bretaña nos compró 930 toneladas
(42%) más que en 1932. ocupando así el tercer lugar entre nuestros compradores,
después de Alemania y Estados Unidos. Pero el crecimiento más intenso se registra
en nuestras exportaciones al Japón, que ocupa ahora el cuarto lugar no obstante
que hace dos años sus adquisiciones eran de magnitud despreciable, pues allí pre-
valecía el ai1Ículo de procedencia australiana y neozelandesa.
Las compras de Italia también han aumentado fuertemente. y las de España se
han desarrollado asimismo en los últimos años. Aproximadamente el 90% de la

294
RAléL PRU!ISC!I
caseína que consume este último país para sus industrias de madera terciada. cola.
fabricación de cartulina y papel satinado. procede de la Argentina.
Los precios de este artículo. como se ha expresado ames. acaban de subir con
gran rapidez. La disminución de la actividad industrial de los países consumidores.
y sobre todo. la brusca restricción de las adquisiciones de los Estados Unidos a par-
tir de los [U"anceles de 1930. habían traído para la caseína un descenso catastrófico
de los precios. De un promedio de mSn 561 por tonelada en 1929. las cotizaciones
cayeron hasta m$n 80 en julio y agosto de 1932. Luego sobreviene el ascenso refe-
rido. que las lleva nuevamente a un promedio superior a mSn 500 por tonelada en
diciembre último: en enero de 1934 continúa el alza y los precios llegan hasta mSn
585 por tonelada en la primera quincena. después ele la cual se produce la reacción
descendente que suele suceder a los movimientos de ascenso demasiado rápidos.
El mes de marzo registra. así. un promedio de mSn 461 por tonelada.
Vil. EL DESENVOLVlM!ENTO DE LAS FINANZAS NAC!O'\\ALES
1. La co111·ersión y su período prl'¡Jaratorio
El año 1933 ha traído acontecimientos de gran imporlancia para las finanzas de
la Nación. En el mes de septiembre el Gobierno resolvió coordinar la acción de los
bancos a fin de promover una mayor rebaja en los tipos de i111crés. dada la relativa
abundancia de disponibilidades en el mercado monetario. Los hechos pos1eriorcs
pusieron de manifiesto lo que en aquel entonces. por razones obvias. no se pudo sa-
ber. Que esa medida de la rebaja del interés. aparte ele sus consecuencias directas
sobre la economía del país y su repercusión en la Tesorería -por la disminución
de la carga de intereses de las letras del Gobierno-. constituía en realidad un paso
preparatorio para la conversión ele los valores nacionales.
Toda conversión debe ser cuidadosamente preparada. Una vieja y copiosa expe-
riencia ele los países extranjeros enseña cómo han de ciarse esos pasos preparato-
rios. In!crvenir con los bancos centrales a fin de que la tendencia del interés a bajar
se haga efectiva. se man1cnga en el mercado e influya e11 la coti1.ación de los
títulos: acción suplida entre nosotros por la medida que dijimos. Abs1enerse de cm·-
gar el mercado burs:ílil con nuevos valores a largo plazo. Y limpiarlo de papeles
cuya venta podría perturbar el ascenso de las cotizaciones. que debe preceder nece-
sariamente a la conversión. Adcm:ís. es esencial coniar con amplios recursos para
que el público tenedor de valores sepa que el Gobierno puede hacer frenle sin

EL ~IO~IENTO l'RESEl\\Tl' DE NUESTRA ECONOMÍA
295
aprietos al rescate de los mismos en efectivo. cuando así le fuese exigido. Estos re-
cursos provinieron ele los empréstitos de desbloqueo. a los que nos referimos más
adelante.
, Durante el período prep<m1torio de nuestra conversión. los títulos de renta fija.
que ya venían subiendo de un tiempo atrás. experimentan un marcado ascenso.
Cuando los créditos internos llegan a mSn 99.20 (incluido el cupón) el Gobierno
Nacional decreta súbitamente la conversión de toda la deuda pública interna del
6% y 51/21'/o. fijando un plazo de 8 días para la operación. Transcurridos apenas tres
días se incorporan las cédulas hipotecarias nacionales y los empréstitos internos
del 5cYr,. al tocar en la Bolsa la cotización de mSn 98.50 las primeras y m$n 10050
los segundos.
Sin embm·go, el sistema de conversión de uno y otro papel fue diferente. En el
caso de los títulos nacionales. el Gobierno ofrecía rescatar en efectivo los títulos
cuyos tenedores así lo prefiriesen en lugar de adherirse a la conversión. En cambio.
en materia de cédulas hipotecarias. al tenedor que eligiese el rescate se le entrega-
ría una orden de pago a hacerse efectiva en la Tesorería General con los fondos que
en las próximas sesiones autorizase el Congreso.
El monto de los títulos de crédito interno a convertir. fue de mSn 1.598.2 millo-
nes. No se han publicado aún detalles completos de la operación que permitan dar
cifras exactas. Se estima que los tÍlulos convertidos. expresa o tácitamente. llega-
ron a m$n 1.516 millones. o sea el 95% de aquella cifra total de la circulación. Se
habría. pues. solicitado rescate por m$n 82.2 millones (5.1%) que las oficinas del
Crédito Público han ido abandonando conforme vencían los cupones de los títulos
rescatados.
La esperanza en que se basa toda conversión. de que sólo se presente al rescate
una cantidad relativamente pequeña de los tÍlulos en circulación. se ha visto cum-
plida. Esa esperanza no sólo reposa. desde luego. en las razones sentimentales que
inducen a prestm· su apoyo a una operación de saneamiento financiero de la Na-
ción. o en el hecho de que una apreciable proporción de los títulos se encuentran en
cajas de jubilaciones u otras instituciones ele carácter público. sino también en las
condiciones del mercado cuando se realiza la conversión. Se elige. precisamente,
un momento en que el interés es bajo en todos los campos de inversión del merca-
do. y en que a los rentistas o inversores no se les presentan perspectivas de realizar
otras colocaciones más favorables (en rendimiento y seguridad) que las que brinda
el Estado con los nuevos títulos. Por eso mismo se explica que el dinero que el Go-
bierno pone en circulación en pago de los títulos que ha rescatado. o de los que ha
comprado en el perícxlo preparatorio de la conversión. tienda a volver nuevamente
a la Bolsa y a mantener firme el valor de los nuevos títulos. que no obstante gozar
de un punto menos de interés. oscilan en un nivel más alto que el que tenían los

296
RAÚL PREBISCH
títulos viejos antes del período preparatorio de la conversión. como se ha visto en
la sección correspondiente.
La conversión de los títulos significa para el Gobierno. no sólo el alivio de ese
punto de interés sino también la disminución del importe de las amortizaciones.
pues toda la deuda torna un punto de pmtida nuevo, extendiéndose su duración a
36 años. En el presupuesto de 1934, se obtiene por el primer concepto una econo-
mía de rn$n 16 millones y por el segundo, de rn$n 14,3 millones. o sea un total de
rn$n 30.3 millones.
En lo concerniente a las cédulas hipotecarias. el monto entregado a la conver-
sión fue de rn$n l.338.6 millones. y lo convertido alcanzó a m$n l.316.6 millones.
quedando pues rn$n 22 millones para recibir las órdenes de pago referidas, o sea el
1,6% del total de cédulas en circulación. La economía para los deudores del banco
en concepto de intereses se calcula en m$n 26 inillones, y por amortizaciones en
m$n 2 millones, o sea un total de rn$n 28 millones én,el año.
2. El desarrollo del ejercicio financiero de 1933
La conversión de los títulos nacionales viene así a mejorar la posición del pre-
supuesto, al que en 1933 faltó relativamente poco para llegar al estado de equili-
brio. Así se desprende de informaciones suministradas por el Departamento de Ha-
cienda, con cuyos datos se ha formado el cuadro 46.
LÓs gastos exceden a los recursos en un total de m$n 24.6 millones. comprendi-
dos rn$n 10,9 millones de déficit del Consejo Nacional de Educación. que gravitan
necesariamente sobre el Tesoro Nacional. El desequilibrio mencionado se presenta
exclusivamente en las expensas a cubrir con rentas en efectivo, pues las a cubrir
con títulos han sido satisfechas con el producido de los mismos.
Entre estos últimos gastos, aparecen m$n 31,3 millones de erogaciones de ca-
rácter especial, que el Congreso autorizó a financiar con títulos. Son ellas, la con-
tribución de rn$n 13 millones que el Gobierno entrega a la Caja de Jubilaciones en
concepto de aporte patronal. constituido por el 4% de todos los sueldos; esta conlli-
bución de emergencia. creada en 1931 pm·a aliviar la difícil situación de la Caja,
viene realizándose en títulos desde entonces; el anticipo de m$n 6 millones del Te-
soro Nacional a las provincias a cuenta de una futura pm·ticipación en el rendimien-
to de los nuevos impuestos; y por último. la cantidad de m$n 12.3 millones de los
m$n 15 millones votados para la lucha contra la langosta.

EL MOMENTO PRESENfE DE NUESTRA ECONOMÍA
297
46. Resultados aproximados del ejercicio financiero de 1933
(En millones de m$n)
Conceptos
Gastos
Recursos
Diferencia
Gastos a cubrir con rentas
en efectivo:
775.5
750.9
- 24,6
Administración general 1
460,1
722.3
- 24.6
Deuda pública
286.8
Asistencia social
"23,5
23.5
-
Cuentas especiales
5.1
5,1
-
Gastos a cubrir con el producido
de la negociación de títulos:
108.1
108.l
-
Trabajos públicos3
68.6
76,8
-
Annamentos
8.2
Gastos especiales4
3 l.3
31.3
-
Total general
883,6
859,0
- 24,6
1 Incluido el déficit de m$n 10,9 millones del Consejo Nacional de Educación, m$n 5,6 millones
de gastos en acuerdos de Gobierno, m$n 1,4 millones gastados según leyes especiales, y m$n 1,2 millo-
nes transferidos de ejercicios anteriores.
Excluidos m$n 2.4 millones de subsidios que no se abonaron.
3 Incluidos m$n 7 millones de Leyes Especiales para los Fem:icarriles del Estado.
4
Incluidos m$n 6 millones de anticipo del Gobiemo Nacional a las provincias. m$n 12,3 millones
para la lucha contra la langosta y 111$11 13 de apot1e patronal a la Caja Nacional de Jubilaciones y Pen-
siones Civiles.
Estos gastos especiales no se traducen, desde luego, en aumento del patrimonio
del Estado como suelen ser los de trabajos públicos. Por ello. para los que aconse-
jan que sólo estos últimos sean financiados con títulos a largo plazo, aquéllos po-
<lrían ser incorporados al capítulo de erogaciones a cubrir con rentas en efectivo,
No nos concierne en modo alguno la discusión de estos asuntos. Empero, de acep-
tarse este criterio, debería. en rigurosa lógica, tenerse en cuenta simultáneamente
otros hechos contrarios al anterior para una mejor apreciación de conjunto: a saber.
gastos que aumentan el valor neto del patrimonio del Estado y que, sin embargo,
son financiados con ren(as en efectivo provenientes del impuesto. En efecto. duran-
te el año 1933. la Dirección Nacional de Vialidad percibió m$n 37 ,7 millones de
impuesto sobre el consumo de nafta para la construcción de caminos: estos gastos
antes se satisfacían con el producto del empréstito. Además. ha de recordarse que
en el mismo año se disminuyó la deuda consolidada del Estado en m$n 103 millo-
nes por las amortizaciones realizadas. como es de práctica. con fondos provenien-
tes de las rentas en efectivo.

298
3. Los gasrosfiu:ra del pres11puesto
La ley de reajuste del presupuesto sancionada el 30 de septiembre de 1933 au-
torizaba a gastar mSn 861.7 millones por todo concepto. De esta cantidad el Poder
Ejecutivo ha dejado sin gastar mSn 27 .6 millones: pero en cambio ha debido reali-
zar erogaciones extraordinarias por un importe de mSn 44.4 millones: de suerte
que el total de gastos realizados asciende a mSn 883.6 millones. Veamos lo dejado
de gastar con respecto al presupuesto: administración general. mSn 1.3 millones;
servicios de la deuda pública. mSn 6.4 millones. principalmente por la desvaloriza-
ción del dólar; asistencia social. mSn 2.4 millones por subsidios que no se abona-
ron; trabajos públicos. mSn 5.7 millones. por lo que dejó de realizarse: m$n 1 O mi-
llones de contribución a la Dirección Nacional de Vialidad. que no se llevó a la
práctica; y mSn 1.8 millones por otros conceptos. Ahora. los gastos fuera ele presu-
puesto: lucha contra la langosta. mSn 12.3 millones: anticipo a las provincias. mSn
6 millones; déficit del Consejo. mSn 10.9 millones; Acuerdos de Gobierno. mSn 5.6
millones: leyes especiales. mSn 8.4 millones: y transferencias. mSn 1.2 millones.
Todo ello ha siclo debidamente considerado en el cuadro del ejercicio financiero.
Sea dicho. antes de concluir con los gastos. que nos abstenemos ele establecer
comparaciones con ejercicios anteriores. por cuanto estamos preparando un amplio
estudio al respecto.
4. Las rentas en efec:tirn
En el cuadro 46 sobre el ejercicio financiero. se ha consignado mSn 750.9 mi-
llones de rentas en efectivo para 1933. De esta cantidad corresponden mSn 722J
millones a las Rentas Generales; mSn 23.5 millones a los recursos del Fondo de
Asistencia Social: y 5.1 millones a las recaudaciones de las Cuentas Especiales. He
aquí la distribución por grandes rubros:
47. Percepci(m de rentas en efectivo durante el ejercicio de 1932
y cifras provisionales para 1933
(En millones dt• 111$11)
Aum.o
1932
1933
dism.
1933/1932
Rentas Generales:
727.9
722J
5.6
Aduaneras y portuarias
286.0
304.0
+ 18.0

EL MOMENTO PRESENTE DE NUESTRA ECONOMÍA
299
Aum.o
1932
1933
dism.
1 '>33/1932
Impuestos internos1
1150.8
120.9
- 29.9
Conlr. terril. pal. y sellos
78.0
75.0
-
3.0
Réditos
53.4
65.2
+ l 1.8
Transacciones
22.9
20.0
-
2.9
Participaciones diversas
12.2
13.5
+
1.3
Correos y telégrafos
43.6
40.6
-
3.0
Servicios financieros
34.9
33.1
-
1.8
Rentas diversas
46.1
50.0
+
3.9
Asistencia social
24.7
23.5
-
l.2
Cuentas especiales
4.5
5.1
+
0.6
Total rentas en efectivo
757. J
750.9
-
6.2
1 Incluido impueslo a la nafla. a saber mSn 26.lJ millones. que en 1933 forma pai1c de los recursos
de la Dirección Nacional de Vialidad.
Conviene tener presente que la cifra de Rentas Generales no coincide con la de
Recaudaciones Nacionales que publicamos en el cuadro de índices económicos:
primero. por no incluir aquélla la cuota que corresponde a las municipalidades y al
Consejo Nacional de Educación. el impuesto a las herencias. ni los recursos del
fondo de Vialidad: y segundo. JX)r hacer figurar en distinta forma el producido de
los impuestos a los réditos y a las transacciones. Además. la cifra de recaudaciones
consigna como rendimiento del año lo que realmente se ha percibido durante el
mismo. en tanto que la de Rentas Generales agrega a ello lo percibido durante los
tres meses ele prórroga del ejercicio financiero por impuestos correspondientes a
dicho ejercicio.
5. El morimiento de fa deuda y el ejercicio ji11a11ciero
El movimiento de la deuda pública es un tanto complicado en el año 1933 debi-
do a la realización de los empréstitos de desbloqueo y a las operaciones exigidas
por la conversión. A fin de comprenderlo mejor. nos p:u\\!ce conveniente resumir
en pocas cifras las transformaciones ocurridas. relacíonándolas con la evolución
del ejercicio financiero. para entrar después en el detalle explicativo. Así lo hare-

300
RAÚL PREBISCH
mos. con resultados de carácter aproximativo mientras los datos preliminares pu-
blicados por el Departamento de Hacienda. no sean sustituidos por info1maciones
definitivas.
Vamos a considerar. primero. el total de recursos de toda clase que ha tenido el
Tesoro Nacional en 1933. A las rentas en efectivo y los recursos provenientes de
títulos. que mencionamos al ocuparnos del ejercicio financiero. debe agregarse
ahora. a fin de tener en cuenta todos los movimientos de fondos. el producto de los
empréstitos de desbloqueo. y el de la negociación de títulos de emisiones anterio-
res al año 1933 que figuraban en las existencias de valores en poder del Gobierno.
El conjunto de estos recursos ascendió a la cantidad de mSn 1.207 J millones. se-
gún el detalle consignado al pie de página.
Con estos recursos se ha financiado los gastos a cubrir con recursos en efectivo
del ejercicio. según el cuadro que hemos presentado a su tiempo. y los gastos a cu-
brir con el producido de la negociación de títulos. así los del ejercicio de 1933.
como los provenientes de ejercicios anteriores. Estos últimos ascienden a m$n 67 J
millones y están fórmados por el aporte de mSn 18.8 millones. coJTespondiente a
los ejercicios de 1931y1932. que se adeudaba a la Caja de Jubilaciones: y por el
desembolso de mSn 48.5 millones en concepto de pago de deudas de ejercicios ven-
cidos. Esta cifra se descompone así: pago de deudas a los ferrocarriles. m$n 20 mi-
llones: cancelación de deuda flotante de los Ferrocarriles del Estado. m$n 17.5 mi-
llones: y otros gastos. mSn 11 millones. De aquellos m$n 67 J millones de pagos
de ejercicios anteriores. mSn 41.9 millones corresponden a gastos impagos que fi-
guraban en el pasivo del balance del Tesoro Nacional al 31 de diciembre de 1932. y
el resto de mSn 25.4 millones a rubros que no se incluían en el pasivo pero que
constituían. sin embargo. una parte de la deuda flotante del Gobierno. Entre los gas-
tos en títulos. es necesario tomar en cuenta también los mSn 11.2 millones pagados
como prima a los tenedores de títulos que aceptaron expresamente la conversión.
Recursos del Gobierno Nacional en 1933 y su aplicaci{m
Recursos:
mSn
Rentas en efectivo:
750.900.000
Negociación de títulos:
456.200.000
Títulos de crédito interno1
131.000.000
Empréstitos de desbloqueo
12'i 200.000
Total de recursos:
1 .207 .100.000
1 Incluidos los m$n 11.200.0(X). impone de los títulos emitidm para el pago de la prima a los tene-
dores de tüulos que aceptawn expresamente la conversió11.

EL MOl\\füNTO PRESENTE DE :'\\UESTRA ECONOMJA
301
Aplicación de los recursos:
m$n
Gastos a cubrir con rentas en efectivo:
775.500.000
Gastos a cubrir con el producido de la
negociación de títulos:
186.600.000
a) Gastos del ejercicio de 1933
108.100.000
b) Pagos de ejercicios anteriores
67.300.000
c) Prima a los tenedores de títulos convertidos
11.200.000
Adquisición de valores nacionales:
131.500.000
a) Rescate de títulos
80.000.000
b) Suscripción de empréstitos en valores
19.200.000
c) Compras de valores nacionales
27.300.000
d) Aporte de los Yacimientos Petrolíferos
Fiscales
5.(X)0.000
Total:"
1.094.500.000
Comparado este total con el de los recursos. nos deja un:
Sobrante de recursos de mSn
112.600.000
Suma:
1.207.100.000
Incluidos m$n 900.000 de títulos anulados que figuran en la ncgociaciún de títulos.
Además ele estas erogaciones. el Gobierno recibió cierta cantidad de valores na-
cionales en pago de suscripciones de los empréstitos de desbloqueo (m$n 20.7 mi-
llones): adquirió otros con motivo ele la conversión (m$n 29 millones): recibió en
títulos el aporte de los Yacimientos Petrolíferos Fiscales al Presupuesto Nacional
(m$n 5.5 millones): y rescató aquellos títulos que optaron por no convertirse solici-
tando el reembolso a la par (mSn 80 millones). Estas operaciones ascendieron en
conjunto a un valor nominal ele mSn 135.2 millones. y a un valor efectivo ele m$n
13 L5 millones. según las cifras del cuadro.
En resumen los recursos clcl ejercicio llegaron a m$n l.207.1 millones. de los
que fueron aplicados en los conceptos referidos m$n 1.094.5 millones. quedanclo
un sobrante ele mSn 112.6 m iliones.
Este sobrante ele recursos debe traducirse evidentemente en una disminución de
igual magnitud en l:i deuda l1otante. del mismo modo que en años anteriores el dé-
ficit de recursos venía a aumentarla. La disminución ele la deuda flotante en el ejer-
cicio ele 1933 ha sido. pues. de mSn 112.6 millones. no obstante que el déficit del

302
mismo ejercicio fue de mSn 24.6 millones. según se ha vis10 mús arriba. Ello de-
muestra que el sobrante ele recursos provenientes de los empréstitos ele desbloqueo
ha siclo en realidad de mSn 137.2 millones. habiéndose insumido la diferencia en
ese déficit del año. ya sea en forma de anticipos directos de estos fondos a la Teso-
rería. o ya de simple compensacicín efectuada en las cifras de es1e resumen. aun
cuando en realidad exisla una deuda exigible por un lado y un recurso por otro.
Desde luego que mienlras no se publique con detalles el Balance del Tesoro del
año 1933. no es posible conocer a ciencia cierta en qué medida la disminución de
la deuda se origina en el aumento del activo y en qué medida en la reducción del
pasivo de dicho balance. Sólo sabemos decir. que ele ese sobrante ne10 de recursos
ele mSn 112.6 millones. mSn 24.6 m iliones dcdic:íronse a cancelar deudas a corlo
plazo. a saber. Letras ele Tesorería mSn 20.7 millones. y Bonos del Tesoro mSn 3.9
millones: y que el resto ha de encontrarse en forma de distintas disponibilidades
del Tesoro Nacional. engrosando. por lo tanto. las cifras de su activo.
6. E.ristc11cias v morimicntos lfr tí////os
Hemos visto que los títulos negociados en 1933 llegaron a un valor efectivo de
mSn 456.2 millones correspondientes a un valor nominal ele mSn 470 millones. en
tanto que los tílulos emitidos durante el mismo año fueron sólo de mSn 401 millo-
nes. Esto nos indica que la diferencia de mSn 69 millones cn1rc las dos últimas ci-
rras ha salido de las existencias de títulos de emisiones anteriores a I 9:n que se en-
contraban en poder del Tesoro. Pero como. por otro lado. entraron mSn 135.2
millones ele valores nacionales por los conceptos mencionados müs arriba (con un
coslo efectivo de mSn 131.5 millones). las existencias de títulos. en lugar de dismi-
nuir. aumentaron en mSn 66.2 millones. Vamos a comprobarlo:
mSn
Existencias al 31 de diciembre 1932:
167 .100.000
Agréguense a ellas:
Títulos emitidos en 1933
401.000.000
Títulos comprados en 1933
135.200.000
Sustrúigasclcs:
Títulos negociados en 1933
470.000.000

EJ. MO\\IENTO l'RESE:\\Tl' DE NUESTRA ECONOMÍA
303
Y se tendrá las:
Existencias al 3 l de diciembre 1933:
233.300.000
7. El acn·ce11tamie11to real de la deuda públim en 1933
Este aumento de las existencias de títulos en poder del Tesoro debe ser tomado
en cuenta al mismo tiempo que las amortizaciones. para establecer en qué medida
se acrecentó nuestra deuda pública consolidada durante el año 1933. En efecto. si
bien es cierto que la deuda total aumentó en mSn 401 m iliones debido a las nuevas
emisiones del año. quedaron fuera de la circulación esos mSn 66.2 millones de cre-
cimiento de fas existencias y se amo1tizaron mSn 103 millones. De tal suerte. el au-
mento real de la deuda pública consolidada en circulación ha sido sólo de m$n
231.8 m iliones.
Examinemos de cerca estos hechos siguiendo el cuadro 48. Una vez que se
suma lo emitido y se sustrae lo amortizado. la deuda consolidada llega a m$n
3.022.2 millones al 3 l de diciembre de 1933. Pero de esta cantidad. m$n 233.3 mi-
llones están en poder del Tesoro. de modo que la circulación de títulos. o sea la
deuda consolidada efectiva ele la Nación. se reduce a m$n 2.788.9 millones: véase
el cuadro 49.
48. Movimiento de la deuda pública consolidada
(En millones de 111$11)
Amorti-
Com:cptos
Total <1l 3t
Emitido
ZilCÍÓll
Total al 31
dk. l'.132
en t'.133
cn l'.133
dic. t<>32
Deuda externa 1
1.057.4
325.2
55.5
l.327.l
Deuda interna"
1.500.3
375.83
34.4
1.541.7
Deuda a Caja
de Conv.
166.5
-
13.l
153.4
Total
2.724.2
401.0
103.0
3.022.2
1 Incluido el importe de la deuda interna a oro t¡ue se paga en el exterior.
~ Deducido el importe nominal de los títulos del Empréstito Patriótico caucionados en la Caja de
Con~ersión. {1ue se hacen figurar en el concepto siguie111e por el imprnte efectivo de la caudón.
·' !t11.:luido, mSn l l.2 millones emitidos en concepto de prima pagada a los tenedores de títulos <JUC
aceptaron expresamente la conversión.

304
RAÜL PRER!S('H
49. Deuda consolidada en poder del Tesoro y en circulaciún
(En millones de m$n)
Total de
En poder
En
31 de diciembre de:
deuda
del Tesoro
cirrnlación
1932
2.724,2
167.l
2.557.1
1933
3.022.2
233.3
2.789.9
Diferencia 1933-1932
+ 298.0
+ 66.2
+231.8
Como decíamos. es la cantidad final de mSn 23 l .8 millones lo que constituye el
incremento efectivo de la deuda consolidada.
Veamos ahora la deuda flotante del Gobierno Nacional. Según la Contaduría
General ele la Nación. ésta ascendía a mSn 1.070.9 al 31 de diciembre de 1932. ele
los cuales deducimos los mSn 166.5 millones que representa el importe de la cau-
ción de los títulos del Empréstito Patriótico en la Caja de Conversión. Hacemos
esto, a fin de evitrn· duplicaciones. pues dicho importe ya figura entre las cifras ele
la deuda consolidada. Queda. pues. una deuda flotante ele mSn 904.4 millones al 31
de diciembre de 1932. Corno durante el año 1933 ha rnennado aproximadamente
en rnSn 112.6 millones a causa del sobrante de recursos ya mencionado. y en mSn
41.9 millones por los pagos de gastos ele ejercicios anteriores que figuraban en el
pasivo ele aquel balance. según ya se ha visto. o sea un total de rnSn 154.5 millo-
nes. la deuda flotante a fines del mismo año. o en otros términos. el exceso del pa-
sivo sobre el activo del balance clel Tesoro Nacional. debe haberse reducido a m$n
749.9 millones. Hemos llegado así al momento de present:u· el total de la deuda
pública de la Nación. He aquí las cifras:
50. Total de la deuda pública nacional
al 31 de diciembre de los años 1932 y 1933
Al 31
Au-
Dismi-
Al 31
Aumento
Deuda
de dir.
mento
nudún
dt•dk.
o dism.
de 1932
en 1933
en 1933
de 1933
netos
Consolidada
2.557.l
401.0
169.2
2.788.9 +
231.8
Flotante
904.4
24.6
170.1
749.9 -
154.5
Total
3.461.:i
425.6
348.3
3.538.8 +
77.3

EL MOMENTO PRESENTE DE NUESTRA ECONOMÍA
305
El incremento real de la deuda pública consolidada y flotante en 1933 resulta.
por consiguiente, de mSn 77 J millones. después del extraordinario movimiento de
valores que ha carac1erizado esle año. No debe olvidarse, sin embargo. que debe
descontarse de este aumento aquellos m$n 25.4 millones de disminución en la deu-
da flotante que no figuran en los balances del Tesoro Nacional.
Por lo tanto. si se considera dicha cantidad. la deuda lota! de la Nación habría
aumentado tan sólo en m$n 51.9 millones durante 1933.
8. Los empréstitos del año 1933
Es tiempo de examinar el detalle de los títulos emitidos en 1933. cuyo monlo
total. como se recordará. llegó a m$n 401 millones. El detalle figura en la columna
de enfrente.
Demás está expresar que los empréstitos internos del cuadro son operaciones
ordinmias que se realizan todos los años para la financiación de trabajos públicos y
gastos especiales. En cuanto a los empréstitos de desbloqueo, son de dos órdenes.
Los realizados con la Gran Bretaña y los países continentales. y el efectuado con
los Estados Unidos. Los primeros están constituidos por títulos de 4% de interés,
cuya amortización recién comienza después de los cinco primeros años. La vida to-
tal de los títulos es. pues, de 20 años. y han sido recibidos a la par por los tenedores
de dinero bloqueado por falta de divisas. El tipo de cambio para la libra fue de 43
peniques en el empréstito principal y de 42 peniques en la ampliación. y para los
francos suizos se ha tomado como base de cálculo el tipo de 14,69 francos france-
ses por peso oro argentino.
Emisión de títulos en 1933
m$n
Deuda interna:
75.800.000
Aporte patronal a la Caja de Jubilaciones
c01Tespondientes a 1932 (art. 25, ley 1 l.584)
13.600.000
Pago deuda ferrocarriles pm·ticulares y
del Estado (artículo 12. ley I l.671)
50.000.000
Cancelación deuda Yacimientos Petrolíferos
Fiscales, Créditos Internos (ley 11.598)
l.000.000
Prima a los tenedores de títulos convertidos
11.200.000
Deuda externa:
325.200.000

306
mSn
(Empréstitos de desbloqueo)
Empréstito 4% 1933 en libras esterlinas.
por :t:: 13.526.400 (Convenio Roca)
171.600.000
Ampliación del anterior (:t:: 1.293.600)
16.800.000
Empréstito 4% en francos suizos
(francos suizos l00.316.545)
7 6 .400. ()()()
Letras de Tesorería en dólares
60 .400. ()()()
Total de empréstitos
401.000.000
El empréstito con los tenedores de dinero bloqueado que debió transferirse a los
Estados Unidos. consistió en Letras de Tesorería de 2% y de duración escalonada
en un período de 15 años. recibidas a la pm· a un tipo de 113.50.
Del importe total de la suscripción de estos empréstitos. a saber mSn 325.2 mi-
llones. mSn 301.6 millones debieron ser abonados en efectivo (mSn 267.4 al conta-
do y mSn 34.2 millones a plaws): y el resto de mSn 23.6 millones. fue pagado con
otros valores nacionales y Letras de Tesorería. que se tuvieron debidamente en
cuenta al examinar el movimiento del año.
Al cerrar este ~u-tículo. conviene recordar que las cifras que hemos presentado
no constituyen resultados definitivos de contabilidad. sino datos aprnximados que
dcber<ln reajustarse una vc7. publicada la Memoria de Contaduría.

64
PERTURBACIONES DEL EQUILIBRIO
DEL BALANCE DE PAGOS*
El movimiento de fondos a corto plazo entre los distintos mercados monetarios
adquiere a veces una amplitud tan grande que su influencia es mayor aun que la del
desplazamiento ele fondos a largo plazo. Los movimientos a corto plazo ocun-en de
continuo entre los graneles mercados financieros. Desde luego que nosotros no nos
incluimos en esa designación. lo que no quiere decir que no se hayan presentado
también en forma más o menos normal los movimientos de fondos a corto plazo en
la Argentina. El caso más característico. quizá. de esos fondos en la Argentina se
presentaba. en los tiempos del patrón oro. en el momento de tenerse que levantar la
cosecha. Los exp011adores que necesitan pagar de inmediato sus compras de gra-
nos sin haberlos vendido todavía requieren disponer de fondos para hacer esas ope-
raciones. o en otros términos. para hacer frente a la necesiad de hacer anticipos de
dinero a los acopiadores. que a su vez los facilitan a los agricultores. Los exporta-
dores tienen dos formas de procurarse esos fondos: en el mercado local. acudiendo
directamente a los bancos argentinos. o en las grandes plazas financieras (Londres.
Nueva York o París). donde los exportadores tienen grandes conexiones. Los ex-
portadores se procurarán esos fondos en una de esas dos formas. según las diferen-
cias en los tipos del interés. Si el tipo del interés es alto en la Argentina y bajo en
las plazas exteriores. convendrá traer los fondos del exterim. girar letras contra un
banco de Londres por ejemplo. vender letras a los bancos argentinos. tal cual si
procediesen de exportaciones realizadas. y con los fondos provenientes de esta
operación hacer frente a los pagos que el exportador necesite realizar en el merca-
do interno. Este sería. posiblemente. el caso más importante de operaciones de fon-
* N. del Ed. Clase del curso de Economía (segunda parte). dictada en la Facultad de Ciencias
Económicas de la Universidad de Buenos Aires, en 1934. Versión taquigráfica de Marciano Vern. co-
rregida por Raúl Prebisch. Prebisch se hizo cargo dd curso en abril. sucediendo al profesor Luis Roque
Gondrn, <1uien lo didaha en reemplazo del doctor Mamicio Nirenstein en virtud de la jubilación de este
último. IJ:imado a concurso el cargo de profesor titular fue ganado por Raúl Prebisch. que fue designa-
do en octubre por decreto del Poder Ejecutivo. El título de la clase. que no figura en el original. está to-
mado del programa de la asignatura confeccionado por Prcbisch.

308
RAÚL PREBISCT-1
dos a plazo corto que han ocurrido ordinariamente en el país en el régimen de pa-
trón oro.
Los bancos también usan de fondos en el extranjero, no tanto para hacer inver-
siones en el país sino para salvar los momentos de escasez estacional de cambio.
tomando dinero en el exterior y luego pagándolo dentro de algunos meses. cuando
llega la época de las exportaciones, según ya hemos visto. Los grandes importado-
res gozan también de créditos en el exterior (siempre nos referimos a tiempos del
patrón oro, a tiempos no perturbados por los acontecimientos monetarios y eco-
nómicos de la crisis actual), que les penniten postergar sus giros por algunos meses
hasta conseguir cambios en condiciones favorables. En una palabra, hay una serie
de operaciones. que no hace al caso explicar. que tienden a traernos fondos de ven-
cimiento corto a este país; estos fondos son distintos. por su índole, a los que resul-
tan de la inversión de capitales a largo plazo. Hay una gran diferencia entre la in-
versión a largo plazo que se hace en una empresa ferroviaria o en una industria. o
la inversión de fondos a corto plazo que dura un tiempo relativamente corto. Las
primeras ejercitan en el balance de pagos una influencia momentáneamente
análoga. por cuanto se manifiestan en un aumento de la cantidad de letras ofrecidas
en el mercado, pero difieren fundamentalmente de los fondos a corto plazo en
cuanto éstos se transformarán dentro de algunas semanas o de unos meses en una
demanda de letras. cuando esos fondos tengan que salir. El movimiento de fondos
a c01to plazo es más bien de carácter temporario. mientras que la inversión de fon-
dos a largo plazo, tiene un significado permanente.
En pocas palabras. el activo del balance de pagos no solamente está constituido
por las exportaciones y por la afluencia de capitales extranjeros que vienen a inver-
tir al país, sino también por los fondos a corto plazo. que en ciertas é¡xxas suelen
adquirir gran importancia; y el pasivo no sólo está formado por las importaciones y
por los servicios de los capitales extranjeros invertidos anteriormente en el país,
sino también por esos fondos que salen del país una vez terminada su función.
Esto, en los tiempos en que no ocunfan perturbaciones extraordinarias en el balan-
ce de pagos. Cuando estudiemos la crisis actual veremos cómo los desplazamientos
de fondos a coito plazo han constituido en los primeros tiempos de la crisis una de
las características dominantes del proceso. Se han producido desplazamientos de
gran magnitud entre los mercados financieros.
De esta manera vamos conociendo mejor el balance de pagos de un país, espe-
cialmente de la Argentina, refiriéndonos a aquellos factores que tienen una influen-
cia 1nás_ importante en nuestros movimientos ondulatorios. El balance de pagos tie-
ne un sighificado fundamental para conocer el estado monetario de un país, y para
averiguar en qué forma va cambiando. Se puede decir que toda pe1turbación en el
balance de pagos influye sobre la moneda y que toda pe1turbación originada ínter-

PERTURBACIONES DEL EQUILlBRIO DEL BALANCE DE PAGOS
309
namente en la moneda influye sobre el balance de pagos. Y es através del mercado
de cambios y del balance de pagos que el mercado monetario argentino. en un régi-
men de patrón oro. está en estrecha vinculación con el mercado internacional, es
decir, con el conjunto de países con los cuales mantenemos relaciones comerciales
y financieras. Es mediante este mecanismo que una alteración ocurrida, por ejem-
plo. en el nivel de precios en el mundo. en el precio del dinero prestable. esto es.
en la tasa de interés en los grandes mercados financieros. repercute sobre la econo-
mía argentina. A su vez. el balance de pagos reacciona sobre los agentes perturba-
dores. como veremos más adelante. Para comprender mejór estos hechos, ponga-
mos un ejemplo. Sea el caso de una elevación de precios producida en el mundo.
ya sea por el aumento en la cantidad de oro que el mundo produce. ya sea por la
expansión del crédito en los países que constituyen una parte considerable de la
economía mundial.
Esa elevación del nivel de precios no tardará mucho tiempo en reflejarse sobre
el nivel de precios en la Argentina, a través del movimiento de nuestras exporta-
ciones e importaciones. Primero el alza del nivel de"precios del mundo influirá so-
bre nuestras exportaciones, puesto que nuestros productos están sujetos a las osci-
laciones internacionales. Y luego esa alza de precios se transmitirá a las importa-
ciones, que serán estimuladas en nuestro país debido al aumento del poder adquisi-
tivo. Ese movimiento se irá propagando poco a pqco a los demás precios internos.
Cuando estudiemos más de cerca este fenómeno, vamos a comprobar que estas
afirmaciones tienen un carácter muy general; no todos los precios subirán con la
misma intensidad. Se puede decir. en términos generales. que subirán con tanta
mayor correlación con los precios del mercado internacional, cuanto más cerca esté
ese producto del mercado internacional. En los productos de exportación el alza se
producirá de inmediato. En cuanto a la impo11ación, si es un producto que se con-
sume en el estado en que viene y en grandes cantidades, el alza se producirá en
idénticas condiciones. Si es un pr<;><Jucto que sirve de materia prima en un artículo
fabricado internamente. éste solamente recibirá en parte el estímulo del alza de los
precios. Por otro lado habrá una se1ie de productos o servicios que están vincula-
dos. pero en forma lejana. al mercado internacional y que no sentirán de inmediato
el alza de precios sino con el andar del tiempo. y otros mucho más remotos y apa-
rentemente independientes del mercado internacional, por ejemplo, el precio de los
alquileres. que subirá por in11uencias vinculadas en fmma muy indirecta. Por lo
tanto habrá una tendencia general a subir y esa subida se producirá en algunos ar-
tículos con una intensidad, y en otros con otra y por último habrá algunos que re-
cién sufrirán esa tendencia con mucha lentitud.
Hay otro aspecto interesante, con respecto a la propagación del aumento del ni-
vel de precios en el mundo sobre un país como la Argentina, que es el caso·de des-

310
R,\\(!L PREBISCI 1
tacar. Si suponemos que, como ya ha sucedido y sucede normalmente en uno de
esos movimientos ondulatorios, suben los precios de las cx¡x)rtaciones, nosotros
nccesit~u-emos en el mercado interno una mayor cantidad de medio circulante p:ua
mover los negocios. Si el trigo vale 10 pesos, necesitaremos una cantidad de mone-
da, no el doble, pero mucho mayor que la que necesitaríamos con el trigo a 5 pe-
sos. Quiere clecir entonces que el aumento de precios en este ejemplo. está provo-
cando o requiriendo más bien un aumento de la cantidad de medio circulante.
¿Cómo la obtendremos'? ¡,Qué sucederá en ese momento en el país si suben los pre-
cios de los productos 4ue exportamos'! Habr:í una mayor demanda de créditos en
los bancos. Los bancos se verán m:ís solicitados por su clientela. no solamente para
mover un mayor volumen económico de negocios rurales. sino también por la inci-
dencia que esos negocios tienen en la economía general.
Desde luego el chacarero que vende su trigo a 10 pesos puede gastar mucho
más que el que lo vende a 5 pesos; y eso originar:í un movimiento interno de ven-
tas generales que requiere ser ayudado con una mayor cantidad de medio circulan-
te. Ese medio circulante. en primer lugar. tendrú que salir de los bancos mediante
una expansión del crédito. Habrá mayor cantidad de documentos presentados a
descuento. de adela111os en cuenta corriente. En otros términos. los bancos van a
expandir sus depósitos y esa expansión de depósitos va a permitir que ese mayor
volumen económico de transacciones pueda realizarse sin dificullades por el meca-
nismo nonnal del crédito. gracias a la acción inconscientemente concertada de los
hombres que dirigen el mecanismo bancario. Esto nos lleva a este punto: que lejos
de haber resultado la elevación del nivel de precios en nuestro país. en este caso
concreto. de un aumento en la cantidad de medio circulante es precisamellle lo con-
trario: el aumento en el nivel de precios ha traído consigo una necesidad mayor de
medio circulante. Fisher sostiene. como hemos visto. que generalmente el nivel de
precios es un factor pasivo. y el medio circulante es un factor activo. es decir que
los precios dependen directamente de las variaciones de la cantidad ele medio cir-
culante y de su velocidad de circulación. En nuestro país se ve. en este caso senci-
llo. que sucede precisamente lo contrario. Los precios constituyen el factor activo.
su elevación viene de la economía internacional y requiere una adaptación de nues-
tro medio circulante que permita que ese nivel de precios pueda desarrollarse en el
país sin perturbaciones y que los negocios con mayores precios puedan desenvol-
verse con mayor cantidad de medio circulante.
Acerca de la aplicación de la teoría cuantitativa de Fisher en la Argentina. no
estú de mús tener presente que a veces se ha creído que dicha teoría está comproba-
da plenamente porque se ve que la elevación de los precios va unida a una eleva-
ción del medio circulante; y. como suele suceder. no se reflexiona sobre lo que eso
quiere decir. y se saca la conclusión de que el aumento de los precios ha sido resul-

PERTURBACIONES DEL EQUILIBRIO DEL BALANCE DE PAGOS
311
tado del crecimiento del medio circulante. no obstante que. en realidad. el fe-
nómeno ha ocurrido en forma comrm"ia: es el medio circulante el que se ha adapta-
do a los precios.
Con respecto a la posible influencia del medio circulante sobre los precios en
un país como el nuestro. tan ligado al mercado internacional. debemos expresar
que esas influencias sólo se presentan en algunos casos especiales. en ciertos bie-
nes que no pueden ser objeto de exportaciones. Eso nos lleva a un caso interesante:
el caso de los inmuebles. Si los inmuebles se pudiesen exportar. permanentemente
tendrían los precios internacionales. Pero como no es así. en tiempo en que dos fac-
tores independientes. la abundancia de dinero y el espíritu especulativo. se juntan
en los períodos ascendentes de la crisis. se estimula el negocio de inmuebles. las
inversiones en especulación inmobiliaria.
Es lo que sucedió en las crisis de los años 1873. 1890 y 1913. En el año 1920,
se especuló, no con los inmuebles. que habían sufrido un rudo golpe anteriormente.
sino con el ganado. con In inversión de la prenda agraria que permitió especular
con ganado. El precio del inmueble puede ser considerado como un artículo típico
de un mercado cerrado. de un mercado que está abastecido por su propia produc-
ción. Al ejercitarse la demanda de inmuebles por parte de aquellas gentes que espe-
raban lucnU' por una rápida valorización del mismo. el precio del inmueble va su-
biendo. sin control del mercado internacional. porque no hay inmuebles de otros
países que vengan a ofrecerse en competencia en el mercado argentino. como suce-
dería con el trigo. con el lino. con el hierro. que al subir el precio m·gentino vendría
la competencia del exterior y aplacaría la intensidad de ese movimiento especulati-
vo.
Sube el precio del inmueble sin ninguna conexión inmediata con el mercado in-
ternacional. Los especuladores han estado comprando tierras con la ayuda del cré-
díto. no con capilales propios. porque el que ha comprado con capitales propios no
hace sino perder el suyo. y generalmente los especuladores adquieren tierras con
préstamos de los bancos. Llega el momento en que los bancos no pueden dar prés-
tamos con la misma liberalidad. por ejemplo porque se ha producido una exporta-
ción de oro derivada de un aumento de las importaciones. provocada a su vez por
el mayor poder adquisitivo que ese crédito. dado con carácrer especulativo. ha pro-
ducido en el mercado. Llegado el momento de esa expo11ación de oro disminuye el
crédito de los bancos. y los especuladores. antes florecientes. se encuentran en un
momento dado embarrancados. Se produce el pánico. la gente comienza a vender
los inmuebles y sobreviene la caída.
Tenemos ahí un caso típico de influencia local del medio circulallle sobre un
bien de uso local. Solamente es concebible esa acción del crédito sobre los precios
en productos o en bienes como el que acabamos de considerar. pero no en cuanto a

312
RACL PREBISCJI
los otros bienes. Podría también ocurrir. en el caso de un anículo protegido por la
aduana y cuyo precio todavía no hubiera subido en tocio lo 4ue permite el derecho
aduanero. Podemos hacer una serie de hipótesis en este sentido. Pero en términos
generales. las transacciones fundamentales ele un país que se desarrolla sobre la
base de artículos sujetos o a la importación o a la exportación estún inrluidos pre-
ponderantemente por el nivel ele precios internacional. Este ejemplo de los inmue-
bles nos lleva a otra renexión. que es L;sta: si ese inmueble sobre el cual se est{l es-
peculando sirve para producir trigo o para producir carnes ¡.la influencia del
mercado internacional actuarú a través del precio del trigo o de la carne? ¡,Cómo es
entonces que ese inmueble va a subir desmesuradamente de precio si es que no han
subido los precios del trigo y de la carne'? No se dirú que nuestro ra1.onamien10 ha
siclo hecho sobre la base de falsedades. cuando sostuvimos que el inmueble estú
desvinculado del mercado internacional. y por otro lado. alguien nos podrú decir
que no está desvinculado. pues10 que lo que se paga por un inmueble generalmen\\e
estü en relación con lo que éste rinde. ;.Es posible conciliar esas dos cosas contra-
puestas'! ;.En qué forma'? Podemos afirmar que eso ha sucedido en el país: que los
precios de los inmuebles han subido fuera de proporción con su rendimiento. por-
que l:i gen1e se ilusiona. pierde su juicio. y llega un momento en que no ve la reali-
dad de las cosas. El rendimiento podr:í ser del 1 C/f; y esa misma gente podrú tener
una excelente colocación al '.Vio en una inversión sólida y segura. y sin embargo
preferid el 1 <!r1 del rendimiento. o la falla de rendimiento. y comprarú inmuebles.
terrenos baldíos. ele .. que no producen en algunos casos absolutamente nada. con
la esperanza de una continua valorización en el futuro. Es decir. que se hacen la~
operaciones sobre la base ele ilusiones. No de cosas concretas. de experiencia reali-
zada. sino de espcra111.as. De una creencia de que. dado el crccimien10 del país. da-
das las ventajas l¡uc este país tiene en el mercado internacional. el valor de la tierra
va a crecer. El mismo espíritu especulativo que vemos en la historia de nuestras
crisis. centuplicado en su potencia se ha observado en el caso de los Estados Uni-
dos en la crisis del :1f\\o 1929. Quien veía ,~sa crisis de lejos. quien no estaba collla-
minado de ese movimiento especulativo que no solamente caracterizó a los ban-
queros y a las gentes ele las ciudades. sino que abarcó a casi toda la población.
podía observar que L'.ra un movimiento palológico bas:ido sobre ilusiones. Pero los
que estaban allí por ese contagio psicológico que se establece en los períodos de
crisis. no temían que eso llegase a un fracaso. Son contadísimas las personas que lo
dcscomaron. Lo que sucede en estos momentos es que se pierde la noción del ren-
dimiento en materia económica. En los Estados Unidos se crcí:1 que era tal el pro-
greso de la técnica y la capacidad de organizaci(m y habilidad de los directores de
la industria. que esa prosperidad tan grande. que se había notado a partir del afio
1924. continuaría. La gente empezó a invertir sus fondos sobre esa esperanza.

PEKTt:l<.B.\\CIO'iES DEI. l'Ql:ILJBKIO DEL !!ALANCE DE PAGOS
313
como en nuestro país se invirtió fondos en ganados. cuando el ganado se valorizó
durante la guerra. o cuando se invirtieron fondos en tierras en las crisis enunciadas.
Esta fe tiene mucha importancia y en la teoría económica corriente se le atribu-
ye una importancia muy secundaria. no obstante que su inllucneia es constante en
la vida económica. El caso del inmueble es. por lo tanto. una excepción a esta ex-
presión teórica que se viene dando sobre la influencia ele los movimientos de los
precios en el mundo. respecto de los precios en la Argentina. pero es un fenómeno
de importancia muy grande en la crisis argentina. Las crisis ":u-gcntinas no se han
caracterizado nunca por especulaciones en nccioncs industriales o comerciales.
sino por la especulación de tierra. y últimamente en especulación de ganado.
Para retomar el hilo de la exposición. afirmaremos entonces que el nivel de pre-
cios en el mundo es factor determinante del nivel ele precios en la Argentina en un
régimen ele patrón oro. Nos reservamos rrnxlificar esta afirmación en cuanto co-
mencemos a estudiar el régimen de moneda depreciada. en que el nivel de precios
en la Argentina puede subir mús del nivel del precio mundial. porque se cstú insu-
flando medio circulante en el mercado monetario. Nuestro medio circulante local
en lugar ele influir sobre el nivel de precios. cs. en cierto modo. el factor pasivo. en
lugar de ser el factor activo de la ecuación ele Fishcr. Lo veremos bien cuando en-
tremos a ese csludio detallado. al cual talllas veces nos hemos referido.
Hemos venido hablando hasta ahora de cienos movimientos elementales que
ocurren bajo el régimen del patrón oro. y llegamos a esta primera conclusión inte-
resante y fundamental: que nuestros movimientos de nivel general de precios no
estün determinados. en un régimen de patrón oro. por la cantidad de la moneda.
sino por el nivel de precios en el mundo. que influye sobre los precios de nuestras
importaciones y nuestras exportaciones y luego se propaga con mayor o menor in-
tensidad al resto de los precios de nuestra economía. Difieren. por lo tanto. las con-
secuencias de las perturbaciones monetarias en nuestro país de las que ocurren en
países que tienen una mnuencia muy grande en la economía internacional. Volve-
mos a repetir que al describir estos movimientos. hicimos de ello una cxixlsición
muy somera con el propósito de tomar nuevamente el hilo cuando fuera necesario
al estudiar el fenómeno concreto de los ciclos económicos y las consecuencias eco-
nómicas y sociales de las alteraciones en el poder adquisitivo de la moneda.

65
DEPRECIACION E INCONVERTIBILIDAD
DE LA MONEDA*
Pasaremos a estudiar el fenómeno de la depreciación de la moneda y de la in-
convenibilidad. Hasta ahora hemos estado hablando siempre de un régimen de pa-
trón oro. esto cs. de un sistema bajo el cual el oro puede salir y entrar libremente
del país para hacer frente a los desequilibrios que. por una razón u otra. según he-
mos visto. se producen en el balance de pagos. La característica esencial del patrón
oro cs. por lo tanto. la libertad de movimientos. Quien desee exportar oro con el fin
de no verse obligado a pagw· por una moneda extranjera un precio superior al del
pumo de salida del oro. puede hacerlo libremente: y quien quiera importarlo tam-
bién puede hacerlo con tcxla libertad. Esta es la esencia del patrón oro. Toda vez
que se pone un obstáculo al movimiento del oro. ya sea en su salida --como suce-
de prácticamente en la Argentina en este momento debido a la clausura de la Caja
de Conversión- o a su entrada. corno sucedió en los países escandinavos durante
la guerra. el patrón oro deja de existir. se abandona. Entonces ocurren una serie de
fenómenos que vamos a estudiar en seguida. A grandes rasgos. podríamos decir
que los factores que influyen en la depreciación de la moneda son de dos órdenes:
a) Factores de orden interno. y
b) Factores de orden externo.
Decimos "a grandes rasgos" porque veremos cómo est:ín entrelazados. cómo
los factores internos actúan a través de penurbaciones que ocurren en el balance ele
pagos. es decir. en nuestras relaciones económicas y financieras con el exterior.
Pero es conveniente por razones de claridad hacer esta división. que comprendere-
mos mejor al hacer el análisis.
* N. del J:'d. Clase del curso de Economía (segunda pa11e1. dictada en .la Facultad de Ciencias Eco-
nómicas de la Universidad de Buenos Aires. ciclo kctivo J 9'.<4. Versión taquigráfica de Ylarciano Vera,
revisada y corregida por el pro re sor doctor Prchisch. I .a nota del original c..¡ut.: hace constar estas ci rcuns-
tancias está fechada junio 6 de 1934. y aiiade que en cuanto a la revisión y corrección. el profesor "'des-
de ahora deja de hacerlo ¡xlr impedírselo razones de tiempo" (véase Nota del Editor al capítulo 64 ).

DEPRECIACJ()N E INCONVERTlBILll)Al) DE LA ~10NEDA
315
Ha llegado el momento de hacer una pequeña digresión acerca de la expresión
"factores". Habremos notado que se trata. en lo posible. de no usar la expresión
"causa" en la crisis. Elegimos la de "factor". No es una simple distinción verbal.
Queremos apartarnos decididamente en la forma de expresarnos. de las teorías or-
dinarias, según las cuales hay "causas" y "efectos". La obse1vación de la vida eco-
nómica demuestra que las causas. a su vez. son efectos de otros factores y que es
más propio hablar de interdependencia de los factores económicos. concepto que
veremos con mayor claridad así que avancemos en el estudio de los fenómenos
económicos.
Un ejemplo de perturbación ocasionada por factores internos sería: una emisión
de moneda realizada en el país por las distintas razones que la moneda se emite en
cantidades excesivas. Ejemplos de factores externos: disminución del nivel interna-
cional de precios de los productos que el país exporta. disminución que trae consi-
go una contracción del volumen económico de las exportaciones y. por lo tanto.
una brusca disminución de la cantidad de cambio. de divisas de que dispone el país
para hacer frente al pago de sus importaciones. servicio de la deuda. etc. Debemos
anticiparles que en las crisis de nuestra historia prevalecen los primeros factores. es
decir. los internos. Generalmente las crisis argentinas anteriores a la presente van
asociadas a una gran emisión de moneda. una dilatación excesiva del crédito. mien-
tras que el fenómeno de crisis por la cual estamos pasando. si bien es cic110 que
también han actuado influencias de factores internos. se caracteriza por una in-
fluencia preponderante de los factores e.rtenws.
Vamos a considerar ante todo losfáclOres i111er11os. Comenzaremos por el prin-
cipal de ellos que es la emisión de billetes o la expansión del crédito motivada por
razones fiscales. No queremos significm· que éste sea el único. Es simplemente el
que prevalece. puesto que también la emisión o la expansión del crédito resulta a
veces de motivos meramente comerciales. Cuando nos referimos a la historia mo-
netaria no lo hacemos por el prurito de escarbar en el pasado. sino porque allí se
encuentran hechos que sirven de fundamento a la elaboración de la teoría mcmcta-
ria. Ya hemos entrevisto alguna vez cómo el déficit fiscal o el uso del crédito por
parte del Gobierno. si se hacía en cantidades excesivas. tendía a desequilibrar el
balance de pagos. Y ahora estudim·emos con mayor precisión ese fenómeno.
Supongamos. primero. un estado de equilibrio financiero del presupuesto. en
que los gastos se balancean con los recursos. No hay ninguna razón en ese estado
de equilibrio para que sm:ja perturbación monetaria. Pero si los gastos crecen y los
recursos no crecen con la misma perturbación o permanecen en el mismo nivel. o
decrecen va a apm·eccr de inmediato déficit. En cuanto comienza el déficit. aun
cuando el Gobierno no ha hecho uso del crédito en los bancos. aun cuando el Go-
bierno no haya emitido un solo peso. está en germen el fenómeno de la inflación.

316
RAOL PREBISCH
¿Por qué razón? Si el Gobierno no tiene dinero p:u-:1 pagar sus gastos. empieza a
atrasar el pago de los sueldos. de los distintos suministros t¡ue se le han hecho.
¿Por qué decimos que con eso comienza a esbozmsc la inflación'? ¿Por qué aumen-
ta el crédito? Los empleados no reciben puntualmente sus sueldos. necesitan seguir
viviendo y pm·a ello hacen uso del crédito: no pagan al ahnacencro. a los distintos
proveedores. y éstos. a su vez. no pueden cumplir con la misma regularidad de an-
tes sus obligaciones bancarias. Lo mismo sucede con todos aquellos que suminis-
tran :u·tículos o servicios al Estado. sin excluir a los que intervienen en los suminis-
tros de materiales de obras públicas.
Todos estos comerciantes o empresas afectadas por el déficit fiscal. se ven pre-
cisados a hacer uso del crédito o a mantener en los bancos deudas que de otra ma-
nera deberían haber cancelado con regularidad. De resultas de todo esto tenemos
que la cantidad de crédito. en el mercado. resulta mayor de lo que hubiera sido en
un estado de equilibrio financiero. aun cuando el Gobierno no haya hecho uso di-
rectamente de él. En otro caso. supongamos que el Gobierno. en lug:u· de mantener
impagos los sueldos y de no hacer frente con regularidad a sus compromisos. va di-
rectamente a los bancos y obtiene crédito: y mediante él paga a los comerciantes y
a los empicados. En los dos casos expuestos ha habido dilatación del crédito. Segu-
ramente en el segundo la dilatación será mayor que en el primero. puesto que es
probable que el empicado que no recibe su sueldo puntualmente se vea forzado a
comprimir muchos de sus gastos: gastará lo esencial en la medida en que consiga
esperas o le vendan a crédito. La expansión será mayor en el segundo caso que en
el primero.
¿Cuáles son los efectos de esa expansión'! ¡,Qué significa el hecho de que el go-
bierno acuda a los bancos y éstos descuenten sus papeles o le permitan girar en
cuenta corriente? Sencillamente que se han creado depósitos corrientes. que los
bancos han creado depósitos en favor del Gobierno. ya sea que éste haya ido a des-
contar sus obligaciones. o simplemente que haya girado en cuenta corriente. Al gi-
rar en cuenta corriente. no se crea un depósito en el banco sobre el que se gira. pero
el que cobra cheques en dicho banco. los deposita generalmente en otro banco. o
en el mismo y constituye así un depósito. De manera que cuando hablamos ele cre-
ación de depósitos. aunque no se produzca el fenómeno en forma directa. la expan-
sión del crédito trae aparejado el aumento de los depósitos en cuenta corriente.
En otros témlinos: a raíz del desequilibrio financiero del Gobierno. comienza a
crearse en el mercado una cantidad artificial de medios de pago. Decimos "artifi-
cial" queriendo referirnos a la creación de medios de pago que no está justificada
por un incremento real en el volumen de los negocios. de las mercaderías que de-
ben moverse mediante el medio circulante. No llamaremos artificial por lo tanto. a
la creación de medios de pago originada por un aumento de la producción agraria

DEPRECIACIÓN E INCONVERTIBTLlDAD DE LA MONEDA
317
del país. Esa mayor cantidad de medios de pago está justificada por la mayor canti-
dad de negocios que los medios de pago tienen que mover: recordando nuestra ecua-
ción. aumenta M' (depósitos corrientes) porque aumenta Q (volumen de negocios).
En cambio. cuando ocurre el déficit fiscal aumenta la cantidad de medios de
pago. no porque haya aumentado la cantidad de mercade1ías que debían negociarse
en el mercado. sino que por una razón u otra el Gobierno gasta más dinero. y por-
que no ha acudido al impuesto para hacerlo. ya sea porque no ha podido. debido a
las razones que siempre se oponen a la elevación de los impuestos. o porque ha
preferido. por ser más fácil. el medio disimulado de conseguir ese dinero por un
impuesto general sobre toda la población que consume. que es en síntesis la depre-
ciación monetm·ia.
Estamos. entonces. en presencia de una creación ficticia. artificial. de medios
de pago. El volumen de crédito ha aumentado. por lo tanto. el volumen de de-
pósitos en cuenta corriente. Una pm·te de esos depósitos será extraída por el
público pm·a sus necesidades diarias. Podemos poner un caso cualquiera pm·a que
veamos con mayor claridad. Supongamos -prescindiendo de los otros rubros ban-
carios. para evitar complicaciones inútiles- un banco que tiene en el activo 500
millones de encaje y 1.500 millones de préstamos. Y como prescindimos del capi-
tal. en el pasivo hay 2.000.000 de depósitos.
ACTIVO
PASIVO
Existencia
500
Depósitos
2.000
Préstamos
1.500
2.000
2.000
--
--
Si el Gobierno hace uso del crédito en la forma que hemos dicho. o si el Go-
bierno no hace uso del crédito pero obliga al comercio a hacerlo por el atraso por la
liquidación de los sueldos y de las facturas. ¿qué es lo que vamos a tener? Un au-
mento. por ejemplo. de 400 millones. Tendremos la siguiente situación: 500 de
existencias. un aume1110 de 400 millones en los préstamos. que eleva su volumen: y
2.400 millones de depósitos. en razón del incremento pm·aielo ocasionado por los
nuevos préstamos. Esta es la segunda etapa.
Existencia
500
Depósitos
2.400
Préstamos
1.900
2.400
Pero en la tercera veremos que al empezar a moverse esos depósitos. ocurrirá la
necesidad de que una parte ele este movimiento se haga en billetes. El depósito cir-

318
RAIJL PRElllSCH
cula en fonna de cheques en el comercio mayorista: pero no entre el minorista y el
público. de manera que la pai1e de medios de pago requerida por las transacciones
al menudeo -por el consumo- tiene que ser cubierta con billetes en efectivo. Por
lo tanto. una parte de los cheques girados contra ese incremento de 400 millones
adicionales de depósitos originados por el incremento del crédito. tendrá que reali-
zarse en efectivo. Entonces veremos disminuir. por ejemplo. a 2.300 los depósitos
y 400 las existencias. y aumentar. digamos en 100 millones los billetes en mano
del público. Los préstamos quedarán al mismo nivel.
Existencia
400
Depósitos
2.300
Préstamos
l.900
2.300
2.300
- -
--
Este fenómeno de la disminución de los depósitos correlativos a la disminución
de las existencias podrá ser más mmcado todavía y entonces llegaremos a un mo-
mento en que los bancos empiezan a sentir dificultades de caja. Supongamos. por
ejemplo. que el Gobierno siga aumentando su déficit. y por lo tanto la deuda ban-
caria. inyectando medios de pago. Ello llevará a los bancos a una situación muy pe-
ligrosa porque sus 'existencias seguirán disminuyendo. Tendrá que acudirse enton-
ces a otros medios para reponer las existencias bancarias. Pero esa es una
derivación posterior. que queremos simplemente indicar. Por el momento quere-
mos hacer ver cómo el proceso ele la inflación puede ir alterando la situación de los
bancos y cómo va preparando el estado de cosas que conducirá al abandono del pa-
trón oro.
Veamos ahora las consecuencias de estos hechos sobre el balance de pagos. Esa
mayor cantidad de medio circulante que se vuelca en el mercado. ya sea en forma
de depósitos. o de billetes en que esos depósitos se transforman. se traduce de in-
mediato sobre el mercado en una mayor demanda general de artículos. Y esa ma-
yor demanda de artículos incide. sobre todo en un país como éste. en un aumento
de las imp011aciones. según ya hemos explicado repetidamente. En los países que
no están tan vinculados al comercio exterior. o que tienen una economía intema
muy desarrollada. en lugar de sentirse de inmediato el aumento ele las importacio-
nes. se sentirá ante todo la elevación de los precios. No necesito insistir sobre lo
que ya he dicho muchas veces: que en la Argentina eso no ocurre. Lo que se nota
en seguida es la tendencia a aumentm las importaciones. Los precios dependen tan
estrechamente del mercado internacional que la repercusión más directa de este fe-
nómeno está en las importaciones.
Sabemos. ¡xlr otra parte. que el aumento de las importaciones se traduce en un
acrcccntam iento de bs monedas extranjeras necesarias para pag~u"las. Así tenemos.

DEPRECIACIÓN E INCONVERTIBIUDAD DE LA MONEDA
319
pues, un primer elemento determinante del exceso de la demanda sobre la oferta en
el mercado de cambios. lo cual tiende a depreciar la moneda. como veremos más
adelante.
Pero antes veamos otro elemento que desempeña un papel importante en el pro-
ceso de la depreciación. Nos referimos al factor psicológico. Desde el momento en
que un gobierno entra en esa política desordenada de gastar más de lo que tiene en
grandes proporciones (los déficit de pequeña magnitud no tienen desde luego, nin-
guna intluencia perceptible porque son absorbidos en seguida por las reservas de
ahOITO del mercado), si un gobierno hace Jo que hemos descripto y se sabe
públicamente que el gobierno está en ese tren de gastar fuera de proporción con los
recursos, comienzan a actuar. en seguida, influencias psicológicas. Estas influen-
cias producirán sus efectos antes que sobrevenga el aumento de las importaciones,
que tardará algunos meses desde luego. porque no se puede hacer instan-
táneamente. La mayor cantidad de poder adquisitivo va a estimular la demanda de
mercadeóas extranjeras. la demanda aumentada va a inducir poco a poco a los im-
portadores para aumentar sus pedidos. y cuando esos pedidos hayan logrado satis-
facerse, y esas mercaderías tengan que ser pagadas, y sólo entonces, la consecuen-
cia objetiva del aumento en la cantidad de medios de pago se ejercitará sobre el
mercado de cambios.
Pero sucede con frecuencia que después de que se haya producido el incremen-
to de las importaciones, comienzan a trabajar en el mercado de cambios las in-
fluencias psicológicas. Supongamos el caso de una persona que tiene fondos dispo-
nibles, digamos un millón de pesos en los bancos. que estaba allí esperando
cualquier colocación. Como todo el que tiene dinero se preocupa por él. esa perso-
na empieza a observar la política del gobierno. Los diarios expresan que el gobier-
no está gastando en cantidades excesivas. que hay un aumento del crédito y que
eso no puede seguir. que hay que poner un límite a esos gastos excesivos. Esas per-
sonas -y como ésas hay muchas- que tienen su dinero en títulos o en depósitos
bancarios, son más bien de espíritu conservador en materia financiera y se caracte-
rizan por el temor constante de perder. Prefieren una colocación tranquila y de
poco interés, a una colocación de mayor interés y de grandes riesgos. De manera
que son muy sensibles a todo lo que pueda perturbar la tranquilidad de su inver-
sión. Esas personas, aleccionadas por una experiencia universal, cuando comienza
el desequilibrio financiero, sospechan o prevén que la moneda pueda depreciarse,
puesto que cuando un gobierno entra en una política sistemática de déficit y de ex-
pansión del crédito. fatalmente· la moneda se deprecia. esas personas quieren sacar
sus fondos del país y colocarlos en uml. moneda de oro que no esté sujeta a las fluc-
tuaciones de los valores. Es lo que ha su.cedido en esta crisis. En el año 1929, cuan-
do se inició el déficit del presupuesto y junto con ello aparecieron síntomas cada

320
RALJI, PREBISCll
vez más patentes del empeoramiento en la situación económica del mundo. co-
mienza la "fuga del peso" en el país.
Esa gente cautelosa con fondos disponibles. va a los bancos y compra dólares o
francos. porque prevé la desvalorización de la moneda argentina. 'Unos lo hacen
por no perder. otros lo hacen por razones especulativas. para gan:u·. Entre estos
últimos algunos trasladan fondos. tal vez tomándolos a crédito. con el fin de uhi-
c<u"los en una forma segura en el exterior y de traerlos más tarde cuando la moneda
se deprecia. convirtiéndolos entonces en una mayor cantidad de pesos que lo que
había costado esa cantidad de moneda cuando la moneda nacional estaba a la p:u-.
Diremos de paso que entre los que hicieron estas operaciones hubo afortunados
y otros menos afortunados. Los afo11unados fueron los que invirtieron los pesos en
francos. que hasta hoy es una moneda que no se ha depreciado. Los que invirtieron
en libras o dólares corrieron la suerte de esas divisas. Esto cs. invirtieron su dinero
en una moneda que creían estable. y esa moneda. de un día p<m1 otro. dejó de serlo
y tuvo una depreciación ve11ical. Hubo también casos pintorescos de gente que an-
daba pasando sus fondos de una moneda a otra.
Esos efectos psicológicos tienen importancia considerable. En tiempo de relati-
va tranquilidad no actúan tales factores. pero cuando la gente empieza a perder su
calma. cuando la gc111e empieza a tener suspicacias en la solidez financiera del go-
bierno. hay una exacerbación del sentimiento de conservación del dinero. y cual-
quier influencia. por mínima que sea. aconseja a esa persona a tomar tales decisio-
nes.
Como se dijo. en 1929 había un marcad() movimiento. En septiembre de ese
año se cerró la Caja de Conversión. pero a pesar del cierre siguieron saliendo fon-
dos. no ya a la p:u· sino con el peso depreciado. por temor de nuevas depreciacio-
nes.
Quizá la fuga más rápida y más impresionante de fondos argentinos. es decir. la
compra más acentuada de libras y dólares para escapar del peso. se produjo en el
mes de septiembre de 1931. cuando se estableció la Comisión de Control de Cam-
bios. precisamente como una de las razones pma poner un dique a esa fuga de capi-
tales.
¿Qué efecto tiene. sobre la moneda nuestra. la fuga de pesos o la transforma-
ción súbita de pesos en libras o en monedas extranjeras? Simplemente se están an-
ticipando. y muchas veces en una forma exageradísima. las consecuencias objeti-
vas que van a dcriv~u· para el país del desequilibrio del presupuesto.
Hemos dicho que la consecuencia objetiva sería el aumento de la demanda de
divisas provenientes del acrecentamiento de las importaciones. Pues bien. la fuga
del peso provocada por las razones psicológicas enunciadas también aumenta la
demanda de divisas y tiende así a la depreciación de la moneda.

DEPRECIACIÓN E JNCONVERTIBILIDAD DE LA MOl\\'EDA
321
Por consiguiente. es exactamente igual p:u·a el mercado de cambios que una
persona compre 100.000 libras para hacer huir capitales. como que compre
100.000 libras para pagar importaciones. Al mercado de cambios no le interesa
por qué se compra. sino la cantidad que se compra. Las razones psicológicas no so-
lamente actúan en el sentido indicado. sino que paralizan asimismo en forma brus-
ca el otorgamiento de crédilos exteriores al país. Los créditos internacionales a cor-
to plazo una vez que vencen se cortan. y aun se suspenden de inmediato, y los
fondos tienen que salir. Es decir que por un lado se traba la afluencia de fondos y
por otro lado. los fondos ya colocados tienden a emigrar.
Se produce entonces. ¡xir acción del factor psicológico, una demanda considera-
ble de divisas extranjeras. Es decir. se ofrecen muchos pesos y se demandan mu-
chas divisas cxtmnjeras.
;.Qué efecto tiene la demanda excesiva de divisas extranjeras en el mercado?
Sube el precio de estas divisas extranjeras y baja. por lo tanto. el precio de la mo-
neda nacional. y pronto se llega al punto de salida del oro. que es la cotización de
la divisa extranjera más allá de la cual no se puede pasar. puesto que entonces en
lugar de comprar libras a un precio mayor en uno o uno y medio por ciento a la pa-
ridad. conviene sacar oro y exponarlo.
Es decir. que si los factores psicológicos. si la demanda de cambio provocada
por los factores psicológicos. y m:ís tarde por los fac1ores objetivos. es suficiente"
mente intensa. lo que ocurrirá en el mercado ser:í que la cotización de las divisas
extranjeras no tardará mucho tiempo en sobrepasar el punto de salida del oro y será
necesario expo11ar oro del país. Cuando es necesario exportar oro del país, ya tene-
mos la iniciación de un proceso interno de perturbaciones que vamos a estudiar a
continuación del siguiente cuadro.
En millones de pesos
Existencia
500
Depósitos
2.000
Préstamos
l.500
Existencia
500
Depósitos
2.400
Préstamos
1.900
Existencia
400
Depósitos
2.300
Préstamos
1.900
Existencia
200
Depósitos
2.100
Préstamos
l.900

322
RAÚL PREBISCH
Habíamos iniciado en la clase anterior el estudio de la depreciación monetaria.
Dejamos dicho que los factores de la depreciación monetaria son de dos clases:
factores internos y ex ternos.
Expresamos que estudiaríamos primero los factores internos. sobre los cuales el
principal. el que se nota con más frecuencia. es la emisión de billetes o la expan-
sión del crédito. motivada por razones fiscales. O en otros términos. por el déficit
del presupuesto. por el exceso ele los gastos del gobierno respecto a sus recursos
ordinarios. que le lleva a dos situaciones: primero la de ampli~u· directamente el
crédito. haciendo uso de préstamos bancarios o girando cheques contra los bancos
que le prestan. o mediante el atraso de los sueldos y suministro a sus empleados y
proveedores respectivamente. que obliga a estos últimos a usar del crédito o a man-
tener un volumen de crédito superior al que en otra forma se hubiera mantenido en
el mercado. debido a esa congelación de los pagos oficiales. Hemos explicado tam-
bién cómo los defectos de la expansión del crédito o de la emisión de billetes son
los que hemos conocido en clases anteriores.
Decíamos. pues. que la expansión de medios de pagos determinada por el défi-
cit fiscal pone en el mercado una masa adicional de poder adquisitivo, y ya conoce-
mos cuáles son las consecuencias de esta operación: aumento de la demanda de
mercaderías nacionales y de mercaderías extranjeras. aumento de las importacio-
nes. Esto cs. si el balance de pagos antes ha estado en equilibrio. tenderá a desequi-
librarse por la acción del incremento de medios de pago debido a la tendencia de
aumento que estos últimos ejercitan sobre el volumen de las importaciot1es.
Ya conocemos el mecanismo por el cual este proceso se realiza. de manera que
no es necesario insistir sobre eso. El otro factor que confluye con el primero para
traer la depreciación de la moneda es el factor psicológico.
Dijimos qué importancia grande tiene el factor psicológico en el proceso de la
depreciación de la moneda. En síntesis actúa de la siguiente forma: aquellas perso-
nas o instituciones que tienen fondos disponibles. una vez que ven que se sigue una
política financiera que la experiencia ha demostrado que conduce a la depreciación
monetaria o a los trastornos monetarios. esa gente por prudencia. por cautela. se
fuga de la moneda del país. Fuga que. según dijimos en la clase anterior. había sido
muy frecuente en distintos países en la crisis actual. y que también ocurrió en el
año 1929 en este país. cuando comenzó el malestar económico. Y luego. después
del abandono del patrón oro, tuvimos una marcada fuga del peso que fue uno de
los factores inmediatos que condujeron a la creación de la Oficina de Control de
Cambios.
Dijimos que la gente que teme que la moneda se deprecie en seguida cambia su
moneda nacional. los pesos. por libras. por dólares o por oro. con el fin de preca-
verse de la posible depreciación de la moneda y evitar las pérdidas consiguientes.

DEPRECIACIÓN E lNCONVERTlBILU)AD DE LA MONEDA
323
También dijimos que no solamente los cautos .o los prudentes toman actitudes
de esta índole sino también aquellos que especulan con la moneda. La especula-
ción en divisas. como se dice generalmente, consiste en adquirir con anticipación
moneda extranjera u oro. dando a cambio moneda nacional, esto es. comprando
sencillamente libras o dólares en previsión de una futura desvalorización del peso.
o sea una futura valorización de la libra o del dólar. con el fin de liquidar la dife-
rencia. Esto es. una especulación de divisas no difiere. en sustancia. de la especula-
ción con cualquier otra clase de mercaderías. Eso demuestra la intensidad que pue-
de tener en un momento dado la fuga de la moneda nacional. Tanto así que cuando
comienza el desequilibrio financiero. ya comienza a actuar el factor psicológico y
--como expresamos en la clase anterior- mucho antes que la expansión de me-
dios de pago haya smtido sus efectos sobre las importaciones. y éstas originen una
mayor demanda de divisas extranjeras. mucho antes que ese proceso se haya de-
senvuelto, ya se nota una demanda de divisas extranjeras. producidas justamente
por ese factor psicológico que tiende a estimular a los que tienen pesos a despren-
derse de ellos y a pasar a la moneda extranjera que reputa sólida y estable.
Si no existiese el factor psicológico, si lo hombres viesen solamente lo que les
ocurre en el momento inmediato en que viven. si no hubiese previsión o sentimien-
to especulativo. pasaría un cierto tiempo entre la expansión del crédito o la emisión
disimulada de billetes y la depreciación de los mismos. Pasm·ía el tiempo necesario
para permitir que ese proceso de expansión de las importaciones ocurriese. Pasa-
rían unos cuantos meses hasta que se realicen los pedidos al exterior. llegasen las
mercaderías y los importadores comprasen cambio JKU-a girar el valor de esas mer-
caderías. Pero la depreciación ocuITe. con frecuencia. mucho antes, porque se pre-
senta justamente el factor psicológico. que cuando el gobierno inicia ese cambio
que la experiencia ha demostrado ser peligroso, ya la gente prevé el desenlace de
los hechos futuros y empieza la fuga de la moneda a manifestarse en una demanda
excesiva, en una demanda adicional de cambios. Habíamos supuesto que partíamos
de un estado de absoluto equilibrio en el balance de pagos. Si hay gente que se
agrega a los solicitantes de cambio porque teme que el peso se va a desvalorizar, la
demanda de esa gente tiene exactamente los mismos efectos que si se tratase de
una demanda de importadores o de empresas extranjeras que tratan de procurarse
cambios en el mercado.
Los efectos del factor psicológico sobre el mercado de cambios. en una palabra.
son exactamente iguales a los que produce el exceso de importaciones o la deman-
da por servicios financieros o por remesas de cualquier índole. El hecho es que al-
guien va al mercado de cambios a solicitm· monedas extranjeras. No importa el mo-
tivo. El mercado de cambios reacciona en la misma fc:mna. Esto es. hay una
demanda de monedas extranjeras superior a la oferta. puesto que habíamos pm·tido

3~4
RAlJL PREBISCH
de un estado de equilibrio. Si hay un nuevo aumento de demanda. el equilibrio se
va a romper. la demanda ser:í superior a la oferia. y la moneda extranjera tenderá a
valorizarse. El peso. la moneda nacional. tenderá a desvalorizarse.
¿,Hasta dónde va a llcg:U"'? Ya lo sabemos: hasta el punto de salida del oro. Si a
los solicitantes de cambio se les cobra por la libra o por el franco más de 1 %· de la
paridad del franco. es decir. de la relación fija entre las dos monedas (dada por el
contenido de oro fino de las mismas). convendrá. en lugar de pc1:iudicarse. com-
prando francos a un precio tan allo. ir a la Caja de Conversión y sacar oro con el
fin de girar. Entonces la presión en el mercado de cambios llegará a tal estado que
sea necesario exporiar oro. por cuanto ha tendido a valorizarse excesivamente la
moneda extranjera. Y aquí vienen los fenúmcnos interesantes. desde el punto de
vista monetario. ¿,Qué ocurre cuando sale el oro sobre esa estructura de crédito de-
bida al déficit fiscal y hasta qué pulllo puede seguir saliendo el oro en el mercado'!
Ese es el fenómeno que nos dará la clave del abandono del patrón oro.
En nuestro país la depreciación de la moneda. cuando se emite en cantidades
excesivas. trae esta consecuencia: aumemo de las impo11aciones e intlucncia del
factor psicológico. Es lo que se nota a través de toda nuestra historia monetaria y lo
que la historia de los últimos años. cuando la examinemos más adelante. compro-
bad plenamente.
En la clase anterior pusimos un ejemplo para demostrar qué era lo que ocurría
cuando el gobierno hacía uso del crédito en forma desmesurada para cubrir los dé-
ficit fiscales. Si mal no recordamos. partimos de una existencia de 500 millones y
préstamos por 1.500 millones y teníamos 2.000 ele depósitos (siempre prescindien-
do del capital). Dijimos que si el gobierno toma prestado por valor de 400 millo-
nes. tendremos los préstamos aumentados en 400 y los depósitos aumentados tam-
bién en 400. puesto que se ha acreditado al Gobierno el producto de las letras o
bonos del Tesoro descontado en los bancos.
Y así ya introducimos un factor nuevo. del cual no hemos hablado hasta ahora.
Esas operaciones pueden hacerse en dos fonnas fundamentales. según sea el ré-
gimen bancario del país. Cuando hay bancos que pueden emitir billetes. cuando
hay un banco central de emisión o varios bancos que pueden emitir. este descuento
de 400 millones puede ocurrir ya sea por una expansión de depósitos. o ya sea sim-
plemente por la emisión ele billetes de ese banco en favor del Gobierno.
El primer caso sucedería entre nosotros pues no tenemos bancos autorizados
para emilir billetes. Toda la emisión se hace por conducto de la Caja de Conver-
sión.
En un banco de emisión los billetes emitidos están en el pasivo. en la misma
forma que los depósitos constituyen una obligación que el banco de emisión con-
trae con el público. Ustedes ven. entonces. yuc en los dos casos ha habido una crea-

DEPRECIACIÓN E JNCONVERTIBILIDAD DE LA MONEDA
325
ción de medios de pago de 400 millones originados por 400 millones de crédito. de
que el Gobierno ha hecho uso en los bancos. Las consecuencias sobre el mercado
monelario y sobre el balance de pagos serán exactamente iguales. No hay diferen-
cia alguna en que esa expansión de medios de pago se realice mediante depósitos
que circulan o por medio del billete.
Habiendo ya explicado los efectos que sobrevienen en el mercado a raíz de esta
expansión del crédito. vamos a examimu· ahora cómo las exportaciones de oro ac-
túan sobre el mecanismo del mercado monetario.
Supongamos que. debido al exceso de demanda de cambio con respecto a la
oferta provocada u originada en la situación que acabamos de describir. sea necesa-
rio exportar. por ejemplo. 200 millones de oro. ¿,Y qué va a suceder si el país tiene
que exportar 2CXl millones de pesos ahora? Disminuye la circulación. ¿,Quién sabe
cuánto es la cantidad de circulación de ese mercado? ¡,Cuúl es la cantidad de bille-
tes en circulación'!
Sabemos lo que hay en los bancos y no en manos del público. Supongamos que
en manos del público haya 700. Entonces tendremos que el total de la moneda es
igual a la existencia 500 en billetes en manos del público más 700. es decir que la
emisión total es de 1.200.
Para no complicarnos vamos a su¡xmer por ahora que esos 1.200 están respal-
dados al ciento por ciento. Es decir que lodos los billetes se han emitido contra un
valor igual de oro. Vamos a ver después que no es ese el caso de la Argenlina y
complicaremos nuestro razonamiento. pero para hacerlo más simple supongamos
esto. De manera que hay 1.200 millones de pesos que tienen su completo valor me-
tálico en la institución emisora.
Ahora sí tenemos los datos del problema para poder decir qué es lo que va a su-
ceder si se exportan 200 millones de oro. De alguna pm·te tienen que salir los 200
millones. Va a salir oro de la Caja de Conversión. Pero vamos a ver mientras tanto
qué sucede. ¿Quién va a sacar el oro? Los bancos. ¡x>r illlermcdio del público que
tiene que pagar las letras. Entonces disminuirá la circulación.
Vamos a ver el proceso completo. Hay compradores de letras que no saben ni
les interesa saber qué es lo que hará el banco. Hay un exceso de compradores sobre
vendedores de letras. Los bancos venderún letras a esos adquirentes de cambio y
como ven que se ha llegado al punto del oro irán con dinero a la Caja de Conver-
sión con el fin de extraer oro. Esto cs. que de los compradores de letras habrú sur-
gido una cantidad de billetes que se lleva a los bancos con el fin de pagarlas y lue-
go los bancos llevan esos billetes a la Caja de Conversión. Primera hipótesis.
Segunda hipótesis. que es la mús probable: no llevan billetes los compradores.
pagan con cheques. En la realidad se pag:u-ú una pm·te de las letras con billetes y otra
parte con cheques. Suponiendo que se pague mitad y mitad. cien millones con hille-

326
RAlJL PREBJSCll
tes y cien millones con cheques: ¡,qué es lo que va a ocurrir con todas estas cifras'?
Vamos a considerar el primer caso. Disminuirá en cien millones la existencia
en manos del público. Tendremos 500 + 600 = 1.1 OO. ¡,Habrá sufrido algún trastor-
no el balance bancario? Ninguno. Porque los bancos habrán recibido los billetes
del público comprador y los habr{tn llevado a la Caja de Conversión.
En el segundo caso. el pago. vamos a tener una contracción. una deflación de
los depósitos bancarios. Hay de existencia 400: tendremos de préstamos lo mismo.
1.900. Aquí tenemos. entonces, la primera deflación de ese mercado, tal como se
produce. Tenemos cómo han disminuido los medios de pago: los depósitos y los
billetes en manos del público y se han exportado 200 millones de oro. Los bancos
han disminuido su encaje. esto es. la relación porcentual entre esos ténninos.
Supongamos que este movimiento expansivo del crédito siga y que, al mismo
tiempo. los electos de la a111erior expansión continúen produciéndose, porque en un
estado en que no sobreviniesen perturbaciones de otra índole. dado ese incremento
de 400 millones en el crédito originado por las necesidades fiscales. deberá produ-
cir lógicamente 400 millones ele desequilibrio en el balance de pagos. Pero no in-
sistimos mucho sobre esto porque en la realidad no ocurren las cosas en esa forma
porque. mientras tanto. ha habido modificaciones en otros factores. las importacio-
nes han decrecido por cualquier otra razón o las exportaciones han aumentado. de
manera que nunca tendremos matemáticamente los 400 millones.
En una palabra. esto simplemente representa un razonamiento sobre una serie
ele hipótesis que se presenlan en el supuesto de que no haya perturbaciones. Pero
en la realidad éstas existen. Lo que se quiere decir es que en la realidad esta expan-
sión del crédito tenderá simplemente a desequilibrar el balance de pagos en una
cantidad equivalente que podrá resultar mayor o menor. según los otros factores
que hayan actuado al mismo tiempo.
Pero supongamos por un momento. para facilidad de exposición. que siga el
drenaje de oro porque las importaciones siguen creciendo y porque la fuga del
peso. provocada justamente por la política financiera. se manifiesta en una deman-
da cada vez más fuerte en el mercado ele cambios y en una exportación de oro cada
vez más activa. lo mismo que la especulación. Esto es lo que ha sucedido en el país
en el año 1929 poco antes del abandono del patrón oro.
Supongamos entonces que la necesidad de exportar oro continúa. que no obs-
tante haber exportado 200 millones tengamos que exportar mayor cantid:.;d de oro.
Es muy fácil seguir el desarrollo de esta hipótesis. Tendremos siempre que consi-
deremos que el 50% ele disminución se produzca en los billetes y el 50% en de-
pósitos. y podremos entonces seguir nuestro razonamiento y llegar a una situación
en que hayamos reducido la existencia de billetes de estos bancos. por ejemplo. a
cien millones.

DEPRECIACIÓN E INCONVERTIBILIDAD DE LA MONEDA
327
En este segundo ejemplo, decimos que el drenaje de billetes de los bancos ha
reducido en 300 millones existencia. que ha quedado con cien millones.
También hemos dicho que los billetes en manos del público han contribuido a
la exportación de oro en una cantidad equivalente. Esto es. que habríamos .reducido
300 millones los billetes en manos del público.
Es así que nuestro ejemplo sería ahora el siguiente: existencias cien millones y
billetes en manos del público 300 millones. Es decir que el oro en la Caja de Con-
versión ha quedado en 400 millones. Billetes 400. de los cuales 300 en el público y
l 00 en los bancos.
Esta situación ya sería desesperada para ese país del puntode vista monetario.
Posiblemente antes de llegar a ella ya se suspendan los pagos metálicos y se aban-
done el patrón oro. Hernos tenido en nuestra historia casos muy frecuentes de eso.
Habíamos llegado en nuestra deducción lógica. a un punto tal. en que los ban-
cos han llegado a experimentar un fuerte drenaje de sus existencias de billetes. lo
mismo que la institución emisora: pero antes de seguir adelante es conveniente ha-
cer una hipótesis un poco más complicada que la que habíamos hecho en páginas
anteriores. no en cuanto concierne a los bancos. sino en lo que respecta a la institu-
ción que emite billetes.
Recordemos que anteriormente supusimos que cada billete emitido tenía su
completo respaldo en oro: en otros términos. el 100% de encaje metálico. Esa si-
tuación debe ser modificada ahora. Dijimos que había de oro 1.200 y de billetes
emitidos también 1.200 millones. luego redujimos las cifras de la circulación o de
la emisión de billetes a 600 millones. oro 600 millones y billetes 600 millones.
Este caso. que es el más simple. no es el que está más de acuerdo con la realidad.
Hay países que han tenido el 100% de encaje de oro y a veces han tenido algo más.
como en el caso de los Estados Unidos. Pero en la Argentina no ha sido ese el
caso. y no constituye tampoco el fenómeno general.
De originario y ordinario, las reservas metálicas de la institución emisora. ya
sea un banco central. una caja de conversión. una caja de cambios. solamente cons-
tituyen una parte de los billetes emitidos. no tendremos oro en la misma cantidad
de billetes emitidos. sino una cantidad inferior. Supongamos que en nuestro caso.
para tomar una reserva bastante elevada. la proporción de oro con respecto a los bi-
lletes sea el 60%. Se toma cualquier cifra porque para nuestra demostración no tie-
ne ninguna importancia.
La rese1va de oro actual de la Argentina debe oscilar de 45% a 46% en este mo-
mento (junio de 1934). pero ha sido a veces mucho mayor. El hecho de que la re-
serva no sea el 100% no va a modificar las consecuencias del razonamiento ante-
rior. porque vamos a llegar mucho antes al estado difícil para el mercado
monetario debido a las extracciones de oro. Así. pues, en lugar del ejemplo anterior

32X
RJ\\lJL PRElllSCll
ya podemos complicarnos y suponer que los billetes emitidos por valor de 1.200
están respaldados. garantidos en otros términos. por 800 millones de oro y por 400
millones de papeles comerciales. o de títulos. o simplemente sin garantía metálica
y sin garantía de papel. lo cual es también concebible.
En nuestra emisión de billetes hay alrededor de 290 millones que no tienen ga-
rantía alguna. Pero no nos interesa este punto. porque la única garantía que nos in-
teresa desde el punto de vista del funcionamiento del patrón oro. es la cantidad real
de oro que está atrás de los billetes emitidos. cantidad a la cual se puede acudir en
un momento determinado. para compensar los déficit que ocurriesen en el balance
de pagos mediante exportaciones de oro.
En este caso tenemos que contra los 1.200 millones de billetes emitidos. hay
apenas una garantía de 800 millones de oro y el resto está dado por papeles comer-
ciales. Vamos a ver entonces qué es lo que sucede en este segundo ejemplo en pre-
sencia de la necesidad de exportar oro que habíamos explicado anteriormente.
Las cifras del balance de pagos eran:
Primer ejemplo
500
2.000
1.500
11
Segundo ejemplo
500
2.400
1.900
11
Con dilatación de volumen.
La última etapa había sido aquella en que se produce una fuerte exportación de
oro del país. que afecta por igual a la circulación en manos del público y a los de-
pósitos bancarios. Porque el drenaje se hace con la misma intensidad. tanto en el
medio circulante en manos del público como en el medio circulante bancario. esto
cs. los depósitos de los bancos. ¿Cuál es la última cantidad a que hemos llegado?
A 100.
100
2.000
1.900
11
Luego el dinero en manos del público habría disminuido de 700 a 300. Para no
confundirnos vamrn; a poner en lugar de 8!Xl millones. 900 o 600 para no trabajar
con cifras iguales: hagamos entonces ele 900 a 300.
En nuestro ejemplo. por razones puramente didácticas. para mayor facilidad de

DEPRECIACIÓN E lNCONVERTIBILIDAD DE LA MONEDA
319
explicación. hemos llegado a un caso extremo. Mucho antes de alcanzar la situa-
ción descripta en este ejemplo. ya se han desarrollado en el mercado monetario y
en la economía del país (afectadas en esas formas por las perturbaciones moneta-
rias) frenos poderosos que traban el desarrollo de ese proceso.
¿Cuáles son esos frenos? Si consideramos el ambiente real. si consideramos las
consecuencias que. ya sea en el orden objetivo o subjetivo. van a producirse en la
economía del país debido a las exportaciones de metálico, debemos distinguir dos
clases de fenómenos. los objetivos y los subjetivos. Los dos tienen una gran impor-
tancia. como vamos a ver. ¿Qué sucede si los bancos empiezan un descenso de sus
existencias'! Ya se dijo que se van a ver obligados a restringir su crédito. ¿Y van a
restringir su crédito allí donde han aumentado más. que es en los préstamos del
Gobierno? No. por lo tanto sigamos en la hipótesis de que el Gobierno se mantiene
o se agrava en su situación de desequilibrio financiero.
Si el Gobierno cambia su política se puede llevar nuestro problema a conclusio-
nes distintas. Pero por el momento vamos a suponer que ese factor no se ha alter.i-
do. que al contrario sigue su movimiento. Por lo tanto el esfuerzo de los bancos
para restringir el crédito no va a gravitar precisamente sobre esta parte de 400 mi-
llones que ha sido aumentada. sino sobre la parte de crédito que existía anterior-
mente. esto es. los préstamos efectuados por el banco a su clientela de comercian-
tes. industriales y agricultores. etc .. que serán por lo tanto los primeros en sufrir las
consecuencias de la restricción de créditos. ¿Cuáles son esas consecuencias'? ¡,Qué
es lo que va a sentir un comerciante que ha estado acostumbrado a descontar una
suma media de 50.000 pesos en los bancos. a quien súbitamente. sin que varíe el
volumen de su negocio. los bancos le reducen los préstamos'! O el industrial que ha
recibido dinero de establecimientos de créditos para adquirir maquinarias o ampliar
su fübrica, y va amortizando ese crédito con cie11a lentitud y se ve bruscamente pri-
vado de la ayuda del banco pm·a hacerlo, o el agricultor que necesita dinero para la
siembra o para la recolección de la cosecha en un momento dado. y experimenta
dificultades pm·a conseguir el dinero que habitualmente consiguió textos los años.
Podríamos seguir así en la descripción de ejemplos. Ejemplos que están al al-
cance de t0<los los que observan superficialmente esto. ¡,Qué sucede con todas es-
tas actividades económicas que súbitamente se ven privadas del crédito necesario
para moverse? Entran, sin duda alguna. en un período de dificultades. tanto más
agudo cuanto mayor sea la intensidad con que los bancos se ven forzados a restrin-
gir los créditos. no es que en los bancos en ese momento haya el propósito delibe-
rado de seguir una política de restricción. no es necesario que haya una unificación
de voluntades entre los diferentes banqueros de aplicm· una determinada política.
Cada banco. independientemente de otros. al ver que sus existencias de caja dismi-
nuyen. al ver que su situación puede convertirse en una situación difícil. ix>r cuanto

330
RAOL PREBISCH
al disminuir sus billetes puede verse en dificultades para hacer frente al retiro de
sus obligaciones. cada uno de esos bancos por espíritu de propia conservación tra-
tm«í de ir restringiendo los créditos. ¿,Por qué razón? Porque si suponemos un ban-
co que tenga por ejemplo. digamos 3 millones de pesos en caja y prestó lO millo-
nes. y que tenga un capital de 2 millones y de depósitos 11 millones. tiene un
encaje y dada nuestra situación no ofrecerá ningún peligro. Pero. a raíz de las ex-
portaciones de mctfüico. su encaje de 3 millones sufre y se reduce a un millón y
medio de pesos. aun cuando se hayan reducido también en un millón y medio de
pesos los depósitos.
En este segundo ejemplo se ve que la proporción entre las existencias y los de-
pósitos han disminuido fuertemente. Aun cuando las existencias y billetes se hayan
reducido en la misma cantidad de un millón y medio. la proporción se torna muy
desfavorable y el banco solamente tendrá un millón y medio en sus arcas ¡xU"a res-
ponder a 9 millones y medio de depósitos. que en cualquier momento pueden ser
girados. Es perfectamente posible que así como se han girado a ese banco un mi-
llón y medio antes se giren 3 millones y medio más y el banco se encontrará en un
estado tan serio que le obligará a cerrar las puertas pam poder hacer fre111e a las dec
mandas de depósitos.
¡,Cuál es entonces la determinación que independientemente el banco se ve lle-
vado a tomar debido a las restricciones'! Restringir el crédito. En un banco. como
sabemos. hay un proceso continuo de nuevas operaciones que llegan a su fin. tocios
los días hay vencimiemos que se pagan y operaciones nuevas que se realizan. El
banco entonces. conforme va recibiendo el dinero de los vencimientos que se pa-
gan. va acumulando ese dinero y no lo vuelve a prestar en otras operaciones; o si
no se le ha pagado. si el comercio por las dificultades no ha podido hacer frente al
vencimiento. en lugar de renovarlo tra1ará más bien de aprelarlo. de llevarlos a una
situación tal. que el comerciante tenga que liquidar mercaderías que de otro modo
no habría liquidado. para poder hacer frente a sus compromisos. En este estado el
banco tratará de llevar los lO millones a una cantidad inrerior a 7 u 8 millones para
tener un balance más seguro. Si los reduce en dos millones tendremos que las exis-
tencias habrán subido 3 millones quinientos mil. los préstamos en 8 millones. y el
banco volverá a encontrarse en una situación rclalivamcnle holgada. En el pasivo.
desde luego. no habrá ningún cambio.
Puede haberlo habido también. si en lugar de haber manireslado la reducción de
préstamos en un aumento del encaje han sido pagados esos préstamos con cheques
girados contra el mismo banco. Tendremos así. y es lo mús probable que suceda.
que por un lado han disminuido los préstamos en dos millones y tendremos que
esos dos millones se han pagado en parte en efectivo y en parte con depósitos. y
tendremos que en lugar del aumento de dos millones en las exislencias. habrá un

DEPRECIAClÓN E INCONVERTIBILlDAD DE LA MONEDA
331
aumento. digamos. de un millón solamente en las existencias. de manera que éstas
pasan a dos millones quinientos mil. y una disminución en los depósitos de nueve
y medio a ocho y medio.
Ahí vemos que ocurre casi siempre el caso de un establecimiento que separada-
mente de otros ve las consecuencias del drenaje de hilletcs de sus arcas ocasionado
por las exportaciones de om. y que reacciona por cspítiru de propia conservación.
¿En qué forma reacciona?. restringiendo el crédito a su clientela. con el fin de re-
poner sus encajes. de resarcir a sus encajes de las pérdidas experimentadas por el
retiro de billetes destinados a cambiarse por oro en la institución emisora. con el
fin de ser exp011ado.
Bien, eso sucederá también en los otros bancos y tendremos las consecuencias
que hemos anotado recién con respecto al comercio. la industria. la agricullura. et-
cétera.
Pero la experiencia va demostrando que es cada vez más difícil aplicar esas res-
tricciones drásticas de crédito al mundo comercial. industrial y agrario. Sobre todo
lo será tanto más cuanto que no ha habido ninguna perturbación económica en el
comercio. industria o producción que aconseje o justifique una restricción de crédi-
to. Esta restricción de crédito que se ejercita sobre la economía general del país no
es la reacción de los bancos contra ese movimiento de especulación. contra un mo-
vimiento poco sano de desarrollo de la economía. sino que ese resultado es la re-
percusión de una política de desequilibrio fiscal.
Esas fuerzas económicas que se encuentran heridas por la restricción del crédi-
to. comenzarán a ofrecer una resistencia considerable a la aplicación de esas
prácticas. Comenzará la protesta general de ellos. de esas fuerzas heridas ante los
poderes públicos. la acción ante los bancos. la acción manifiesta en la prensa. en el
parlamento. en todos los medios de expresión de una colectividad moderna. Y sa-
bemos que esa reacción no tardará en llevar a la reconsidcración de ese estado de
cosas por parte de los bancos y del Gobierno.
Una liquidación general del comercio y de la industria no puede realizarse sin
graves perturbaciones. no solamente en el orden económico, sino en el orden so-
cial. Es inconcebible que ello ocurra en el ejemplo que hemos anotado. Ocurren
dentro de cic11os límites pero no podrá pasar de ellos. porque la resistencia de la
colectividad a esa restricción del crédito será cada vez mayor. No tenemos más que
echar la vista de nuestra experiencia. porque en los períodos de restricción se le-
vanta un grito considerable contra los bancos que lo hacen y se siente un malestar
cada vez más acentuado en la economía debido a esa restricción del crédito. por
cuanto el comercio. que se ve en aprietos debido a la falta de renovación de sus do-
cumentos o a la falta de nuevos créditos. se verá obligado. forzado. a liquidar las
mercaderías que tiene. esto cs. a venderlas aprcsuradameme en el mercado, y como

33~
RAÜL PREBISCH
ese acto no es aislado tendremos una verdadera precipitación de ventas en el mer-
cado que nos conducirá a una situación desastrosa.
Es lógicamente concebible que los bancos procedan a una liquidación forzada.
pero la experiencia demuestra que esta hipótesis que hacemos no se va a cumplir ge-
neralmente en la realidad. Así como los bancos comiencen a restringir los créditos
sobrevienen esas fuerzas de resistencia. esas fuerzas de reacción. que son tan violen-
tas en la práctica que impiden que esa restricción de crédito se lleve muy lejos.
Si el banco comienza a liquidar. hacer liquidar a Jos comerciantes e industriales
y éstos. a su vez. se ven forzados a realizar las mercaderías en el mercado. bajará el
precio de esa mercadería porque no habrá suficientes compradores a los precios an-
teriores. la liquidación será desastrosa y el primer perjudicado será el banco que
quiere llevar adelante un fenómeno de liquidación.
Llevando un poco adelante esas hipótesis podemos darnos cuenta muy bien
cómo. antes que el proceso que hemos descripto haya adquirido un desarrollo con-
siderable. habrán surgido frenos que impiden. que contrarían. ese desarrollo. Y
esos frenos. en síntesis. provienen de la resistencia que naturalmente se produce en
la comunidad comercial. pe1judicada generalmente por una restricción acentuada
del crédito.
¡,Qué es lo que podrán hacer entonces los bancos en una situación semejante'?
Por un lado. ven disminuir sus existencias de billetes y encajes. Por otro lado. ob-
servan que la política de restricción acentuada del crédito lleva a la economía del
país a un verdadero desastre. ¡,Qué solución puede presentarse en este caso? No ha-
blainos de política bancaria. no estamos preconizando soluciones. simplemente
queremos llegar a un estado tal. en que se pueda comprender cómo estos hechos
ocurren en la realidad. y cómo esa realidad. cuando se ha traducido en esas condi-
ciones. ha traído ciertas restricciones que son las que vamos a ver.
¿Qué es Jo que la experiencia demuestra que ha tx:urrido en casos semejantes'!
¡,Cómo va a consofühu· la deuda el gobierno'? Lanza títulos públicos al mercado. Y
justamente. como se ha producido una disminución muy fuerte de la disponibilidad
de circulante. debido a las exportaciones de metálico. tales títulos no encontrarán
mercado.
No tenemos en cuenta esta incidencia en el desarrollo de la disertación. para no
perturbarnos. Ya vamos a considerar en otra oportunidad la vinculación entre el
mercado monetario y el mercado de títulos. entre las pe11urbaciones monetarias y
el desarrollo del mercado. No queremos tcx:ar por el momento este asunto.
Nosotros no estamos aconsejando una solución. En un caso semejante la expe-
riencia demuestra que se acude a cualquiera de los remedios que en los distintos
países y en las distintas épocas se han usado con el fin de evitar esa brusca restric-
ción del crédito. Uno ele ellos podría ser el redescuento. Otro ha sido la simple emi-

DEPRECIACIÓN F !NCONVERTIBILLDAD DE LA MONEDA
333
sión de billetes por el Tesoro fiscal. Y hay mil medios distintos que alguna vez va-
mos a estudiar. Nosotros en este sentido tenemos una historia bastante vieja de ex-
periencias. Entre nosotros por las necesidades militares o por las necesidades de la
crisis se ha acudido a distintos medios.
Bien. en esta situación la experiencia demuestra que fatalmente se llega a la
emisión de billetes contra documentos comerciales. contra títulos del gobierno. o a
la simple emisión de tesorería para salvar la situación del desastre. del desastre in-
mediato. Pero a medias. como vamos a ver estudiundo la experiencia de las crisis.
porque por esos medios se llega a un desastre mayor. 1
Antes de llegar por ló tanto a esta situación. se habrá visto forzado ese país a
atender -por la intervención del Gobierno. o del Banco Central. o de la institución
emisora- esta situación crítica de los bancos que ven disminuir rápidamente sus
existencias. sus encajes. (Ejemplo de los IOO millones.) Por ejemplo se facultará a
los bancos a llevar una parte de estos documentos que han descontado a la cliente-
la. o al Gobierno. a la institución emisora con el fin de que ésta emita billetes con-
tra estos depósitos.
Aquí supongamos que los bancos para reponer una p~u-te de sus existencias per-
didas toman 200 millones de documentos y los llevan a la institución emisora. Te-
nemos entonces que el banco ha contraído una obligación con esa institución por
valor de 200 millones. En el pasivo esos 200 millones son recibidos por la institu-
ción. Figuran en el activo. digamos. documentos comerciales. y contra esos docu-
mentos la institución habrá emitido 200 millones de billetes y esos billetes irán a
aumentar la existencia de los bancos en 200 millones. Esto se ve claramente.
Lo que ha ocurrido. para repetirlo. es lo siguiente: los bancos necesitados de bi-
lletes con el fin de volver a aumentar sus encajes que habían disminuido por la ex-
portación de metálico. son facultados para redescontarlos en la institución emisora.
la cual emite billetes contra ellos en la misma forma que había emitido billetes con-
tra depósitos de oro anreriormente. contra los depósitos.
¿Esto salva la situación'? ¿El proceso crítico habrá terminado con esa operación
y la nomialidad. diremos. o el desenvolvimiento ordin:u"io del mercado va a prose-
guir'! ¿Se habrán curado todos los males. todas las perturbaciones que hemos esta-
do explicando anteriormente? ¿Es tiue el Gobierno ha descubierto la piedra filoso-
fal. y puede con este invento seguir ampliando su crédito. seguir expandiendo sus
obras públicas sin contar con los recursos provenientes de sus impuestos y acudir
cada vez con más intensidad a esta solución del redescuento para resarcir a los han-
1 Quiero t(Ue me co111prendan bien: cuando hahlo de estas cosas no estoy haciendo apreciacionc~
de carácer subjetivo sobre la polílka bancaria de un país. de un dctcnninado gobierno. o de una deter-
minada época. me limito a exponer los hcdw,s. porque no es el momento de hacer otra cosa.

RAUL PREl!ISCH
cos de los billetes retirados prn·a realizar la exportación de metálico? ¿,Adónde po-
drá ir el Gobierno en esla siluación'? ¿,Estamos o no en una situación segura?
"Segura" desde el punto de vista del patrón oro. que todavía no lo hemos aban-
donado.
Se irá poco a poco a la inconversión; si se persiste en esta política es fatal que
llegaremos a la inconversión.
Pero ya vemos que una cosa trae la otra. ¡,Por qué se produce la inconversión?
Observemos que con eso los bancos han podido respirar nuevamente y no han
tenido necesidad de seguir cortando su crédito. Si el gobierno. a su vez. sigue gas-
tando en exceso sus recursos proseguirá la expansión del crédito en el mercado. ¿,Y
cuáles serán los efectos de la expansión del crédito sobre el balance de pagos? Los
mismos que habíamos anotado en la clase anterior. es decir. el típico efecto. el au-
mento de las importaciones. las consecuencias psicológicas. la intensidad con que
se desarrolla la fuga del peso. debido a las perturbaciones 4ue tenemos en el mer-
cado. Volvemos siempre a las etapas anteriores de nuestro razonamiento para po-
der comprender bien este proceso de la depreciación monetaria.
No hay más que ver cómo la institución emisora ha sentido las consecuencias
de la disminucion del oro. consecuencia 4ue todavía no hemos anotado en el cua-
dro correspondiente.
¿Quién puede decirme 4ué tengo que modificar en este cuadro para ponerlo de
acuerdo con lo 4ue ha ocurrido aquí'? Cuando corrijan este cuadro van a tener la
clave del asunto y van a ver que las dificultades no han desap:U'ecido. solamente se
han desplazado de los banco~ a la institución emisora. ¡,Qué es lo que falta en este
cuadro? Este cuadro no se concilia con aquel otro. ¡,No recuerdan ustedes 4ue ha-
bíamos exportado oro y habíamos reducido la cantidad de billetes. y que este movi-
mienlo no está anotado en el balance de la institución? ¡,No habíamos reducido
acaso las existencias de los bancos antes del redescuento de 500 a 400? ¡,No ha-
bíamos reducido en 400 millones también la circulación de billetes en manos del
público? ¡,No habíamos dicho que la expo11ación de metálico era de 200 millones?
¡,Qué es lo que sucede con esto en la institución emisora? Que estos 900 millones
de oro habían quedado reducidos a 100 millones y que estos l.200 millones de bi-
lletes habían quedado reducidos a 400.
Llegamos entonces al caso extremo antes de la práctica del redescuento. El
efecto de las exportaciones de oro que habíamos observado hasta ahora en los ban-
cos. ha sido también sumamente serio en la institución emisora de billetes cuyos
depósitos de oro se han reducido en una fom1a tan drástica. tan violenta que de 900
millones ha pasado a 100 millones. y los billetes se han restringido. Es un caso ab-
solutamente extremo. Antes de llegar a este extremo ya esas fuerzas de resistencia.
esos frenos que habíamos anotado hace pocos momentos. habrán comenzado a ac-

DEPRECIACIÓN E INCONVERTIBIUDAD DE LA MONEDA
335
tuar. y habrán llevado a la necesidad de poner en funcionamiento el redescuento en
los bancos.
Mucho antes de llegar a esa situación. si no se hubieran puesto esos frenos. la
institución emisora hubiera tenido que cerrar sus puertas. La experiencia demuestra
lo que sucede en la realidad. en que mucho antes que el oro baje a 100 millones. la
institución emisora se cierra. por cuanto no solamente las exportaciones de oro tie-
nen efectos ol~jetivos sobre los bancos. sobre el volumen del crédito y sobre la eco-
nomía. las distintas actividades económicas del país. sino que hay efectos eco-
nómicos pronunciados. psicológicos. cada vez que de un país se exporta oro. El
oro. que no sirva para ninguna necesidad directa a no ser la de los joyeros y dentis-
tas. es el bien que no obstante usarse exclusivamente p<u-a usos monetarios. des-
pierta en sus movimientos la atención de todos y ele cada uno. La observación de-
muestra que cuando el oro se exporta sobreviene la nerviosidad de un país. El oro
para la gente es el símbolo de la riqueza. la prosperidad de un país. Para la gente. el
hecho de que ese oro se exporte es una exportación de riqueza del país. que es ne-
cesario contener. Es un mal grave que se avecina para el país. el país va perdiendo
riqueza. es necesario evitarlo. así se va formando un movimiento de opinión.
Adversa a las exportaciones de oro. la geme es insensible a los razonamientos
que puedan hacerse en cuanto a la virtud del oro como medio de pago internacio-
nal. La opinión pública es insensible a la demostración que pudiera hacérsele sobre
la naturaleza del patrón oro. sobre el hecho esencial de que el oro está en las insti-
tuciones emisoras justamente con el fin de export;u·se cuando sea necesario para
cubrir los desequilibrios del balance.
La opinión pública es completamente insensible. indiferente a la ciencia del ra-
ciocinio. Mira la salida del oro como un grave peligro nacional. y en esta forma
cualquier movimiento pronunciado de exportación de oro no solamente encontrará
los frenos que en los hechos encuentra. como los bancos en la economía general,
sino los frenos de orden psicológico. que son también importantísiinos. puesto que
un Gobierno tiene que moverse dentro del marco de la opinión pública que influye
poderosamente en las decisiones que el Gobierno o la institución emisora tomarán
en materia monetaria.
Este fenómeno. como se ha expresado. no es solamente propio de este país.
Casi diríamos que en este país es menos notado que en otros países. Y es necesario
entonces. al obse1var los desenvolvimientos y las perturbaciones monetarias. tener-
lo siempre en cuenta para poder juzgar los hechos.
Bien. estamos todavía en los comienzos del fenómeno de la inconversión. Toda-
vía no hemos llegado a la inconversi(m. Hemos descripto los factores que conducen
a esa situación. Más adelante vamos a ver cómo se llega a la inconversión. tomando
nuevamente el fenómeno en su conjunto. Hemos llevado nuestro razonamiento a un

336
Ri\\l;L PREB ISCI 1
caso extremo. que no se produce en la realidad. y hemos ido hacia allí para ver con
mayor claridad cómo la intensidad de ese movimiento va originando las fuerzas de
la reacción. que impide que el movimiento se desarrolle hasta sus últimas conse-
cuencias lógicas. que las hemos desarrollado con toda fr1ciliclacl. Ese proceso es in-
terrumpido por esos ohstüculos o frenos mucho antes de haberse desenvuelto con
tocia esa amplitud.
Vamos a ver eso en la lección próxima.

66
LA INFLACION ESCOLASTICA Y
LA MONEDA ARGENTINA*
CONTRACCIÓN DEL MEDIO CIRCULANTE
El peso argentino ha perdido el 60% ele su valor en oro. ¿,Estamos en presencia
de un fenómeno de inflación? El doctor Luis Roque Gondra. profesor de economía
y director de un instituto universitario que se prepara para investigm· la crisis m·-
gentina. contesta afümativamente esla interrogación. La depresión monetaria es un
resultado evidente de la inflación. nos dice en una serie de artículos agrupados re-
cientemente en un volumen que es el compendio de largos años de enseñanza.1 La
inflación existe, hien que en alguna discreta incursión en el campo de la realidad
pueda comprolxU"se que la cantidad de medios de pago. en lugm· de haber aumenta-
do. ha disminuido mientras la moneda se desvalorizaba. No obstante. hay infla-
ción. pero es "relativa". agrega nuestro profesor. por cuanto los billetes han descen-
dido menos de lo que debieran haberlo hecho.,
En verdad. si este país no hubiera tenido. en los primeros años de la crisis. un
fuerte déficit fiscal que propendió a elevar el medio circulante ¡x)r la expansión del
crédito: si no hubiera acudido al redescuento para reponer las existencias de los
bancos comprimidas a cifras exiguas por las exportaciones de metálico: y si hubie-
ra dejado de pagar una buena pm·te de las deudas mús apremiantes de su Tesoro
con tal de no llev<u· títulos del Empréstito Patriótico a la Caja de Conversión: si
todo esto no se hubiera hecho. a buen seguro que el medio circulante habría dismi-
nuido con mayor intensidad. sería hoy muy inferior a lo que es realmente y esta-
ríamos con la moneda a la ¡xu· y el patrón oro a cuestas.
Pero no bastaba para esto último abstenerse de esos tres pasos. Hacía falta algo
mucho müs difícil: restringir los préstamos bancarios paralelamente a la declinación
* N. del Ed. Publicado en La Nación. Buenos Aires.]"' y 3 de julio de lllH. Reproducido en Rc1·is-
ta de f'conomía Argl'llfina, Bueno\\ Aires. p:ígs. 9-13 y 59-63.
1
Elcmc111os de Ct"ol/1J111Ía politica. Buenos Aires, 1933.

338
RAÚL PRElllSCll
en el volumen de los negocios. medido en este caso por el valor en oro de nuestra
producción exportable. que en 1933 es apenas la cuarta parte de hace cinco años.
LA BAJA DE PRECIO Y EL PATRÓN ORO
Una contracción semejante del crédito habría desatado sobre la economía del
país aquella drástica liquidación con que juegan ciertos ideólogos. cuyo ingente
costo económico y social ningún país agrario quiso o pudo soportar. ¿Y cuál hubie-
se sido la ventaja de seguir pegado al oro? ¿Acaso ha demostrado ser en esta crisis
una medida constante ele los valores? Todo lo contrario: su poder adquisitivo ha su-
bido exageradamente a medida que bajaban los precios internacionales: en 1933
éstos eran apenas la mitad de los ele 1929 al comenzar el descenso. De seguir la Ar-
gentina con el patrón oro. a expensas de una severísima clcllaeión. sus precios in-
ternos hubieran tenido la misma suerte que en el mercado universal. Pero a nadie
ha de ocultarse las muy graves consecuencias de esta política. si están a la vista las
dificultades extraordinarias que hemos sufrido en la Argentina con un descenso de
los precios en moneda nacional mucho menos pronunciado que en los internacio-
nales. por las razones que veremos más adelante. La presencia de algunos elemen-
tos de inercia económica y social y la rigidez de cie11as relaciones contractuales
preestablecidas. han impedido en nuestro país que la baja de los precios fuese
acompañada por la disminución proporcional de las cargas hipotecarias. las deu-
das. los arrendamientos. los tletes ferroviarios. los sueldos y salarios y los distintos
otros elementos de la estructura ele los valores. Ha habido. por consiguiente. una
prorunda perturbación en el reparto de los réditos dentro de la colectividad. en des-
medro evidente de los intereses rurales: pero en sentido opuesto al trastorno que
ocurre cuando los precios se inflan. según lo enseña de antiguo una conocida expe-
riencia universal.
Una cosa es cómo el patrón oro debiera comportarse en el mundo conforme al
ritual de la teoría pura. y otra la forma en que se ha comportado en realidad. "Ja-
más se ha visto un ejemplo más cl;m¡ de una elevación rúpida del poder adquisitivo
ele la moneda (expresado de otro modo. de una baja de los precios). que en la crisis
presente". expresa la Delegación del Oro en la Liga de las Naciones en su intere-
sante iniºorme.2 "Las consecuencias han sido tan vastas y desastrosas que parecería
superfluo exponerlas ... ". "En la crisis actual. la caída de los precios ha sido tan
brusca y pronunciada que se experimenta la mayor dificultad para cumplir los con-
""S<wieté des Nation,. Rappo11 de la Délegatinn de l"tir du Comité hnancier"". Ginebra. 1932.
p:ig,. l 42 y t 4:1.

LA INFLACIÓN ESCOLÁS11CA Y LA MONEDA ARGENTINA
339
tratos que se firmaron cuando el nivel de los precios era más alto. En particular. la
carga real de las deudas ha aumentado tan fuertemente que un gran número de deu-
dores: p<u·ticulares. sociedades. comunas y gobiernos no pueden hacer frente a sus
obligaciones ... ". "Conviene explicar por qué proceso la baja de precios ha provoca-
do las dificultades actuales. La haja de precios tiene por efecto inmediato modifi-
car la repai1ición de los réditos nacionales. Aquellos que son acreedores de una
cantidad de esos réditos nacionales expresada en unidades monetarias cuyo poder
de compra ha aumentado. pueden reclamar una cuota más elevada de las mercade-
rías y servicios que constituyen dichos réditos. Ahora bien: esa cuota más elevada
de los réditos nacionales (o. en el plano internacional. de la producción mundial).
no puede conseguirse sino mediante una disminución correspondiente de las cuotas
pertenecientes a otros grupos de la colectividad cuyos réditos no se traducen en po-
der de compra más elevado''.
La Argentina ha conseguido amortiguur los efectos de la baja de los precios in-
ternacionales sobre la distribución interna de sus réditos. gracias a la depreciación
de su moneda. que precisamente es en gran parte la consecuencia natural y espon-
tánea de la reducción de las exportaciones por lu baja susodicha de los precios.
Tanto es así. que los precios agropecuarios en papel declinaron entre 1928 y 1933
en 48%. mientras que los en oro cayeron en 69%. El índice de precios mayoristas
se ha reducido en 13% en papel: en oro pudo haberse achicado en 48%. razón por
la cual posiblemente el autor citado nos expresa. en su propia terminología. que los
precios han aumentado "relativamente". esto cs. han disminuido menos de lo que
debieron: pero al captar estos hechos nos trueca el significado del índice de precios
mayoristas de la Rel'ista Económica y le atribuye generosamente la virtud. hasta
hoy insospcchadu p¡u·a quienes lo compilan. de reflejar las fluctuaciones del costo
de la vida:1
PARALELO DE ESTA CRISIS CON LA DEL 91
Mientras llega el tiempo de penetrar más en estos fenómenos. será bueno lla-
mar a algún juez para dirimir aquel pleito terminológico sobre la inflación; el me-
jor juez es el experimental. son los mismos hechos. No necesitamos buscarlos afue-
ra. que la Argentina es fecunda en experiencias monetarias. La crisis del '91.4 pant
no ir más lejos. representa un caso típico de inflación como la entendieron los vie-
3 "El

"
emenlos • '
pag. 183 .
4
Hablo de "crisis del '9\\" por hrevcdad. parn designar tanlo el estallido de la misma en 1891
como su período prcparntorio y sus crn1sccucncias.

340
RAL;L PRElllSCll
jos economistas. En 1886 abandonamos el patrón oro después de pocos años de
conversión. Y en los cinco años que corren hasta 1891 la moneda se deprecia
nípidamente. El hecho es idéntico al ele hoy. ¡,Son también idénticos los factores
detem1inantes? Prosigamos el examen. Hubo en a4uellos años un aumento exorbi-
tante de billetes y crédito. La emisión pasa de 89 millones en 1886 a 261 millones
en 1891. Sube correlativamente el precio del oro en términos de papel. Aquélla
crece en 193% y el precio del oro en 178%: excelente comprobación de las teorías
monetarias clásicas en esta peripecia de la economía argentina. No sólo en esto.
sino también en el movimiento de los precios. El índice de los principales produc-
tos de nuestra exportación en esa época se eleva en 155%. en tanto que el de los
precios internacionales en oro permanece casi en el mismo nivel. subiendo apenas
en 4%. Inflación pura y simple. sin calificativo alguno. Trasladémonos ahora al fe-
nómeno actual. Entre 1928. año de máximo. y 1933. la cantidad de moneda5 ha dis-
minuido en pesos moneda nacional 1.744.000.000 a pesos moneda nacional
1.289 .000.000. o sea en 26%: primera diferencia con la crisis del '91. en que la can-
tidad de moneda aumenta casi al triple. Los precios agropecuarios (o de exporta-
ción) bajan en 48%. en vez de ascender vertiginosamente: segunda diferencia. El
deudor rural que contrajo una deuda en 1886 necesitó 61 % menos de productos
p:m1 procurarse la misma cantidad de billetes con el fin de pagarla. En tanto que
quien tomó dinero prestado en 1928 requiere 92% más de productos para reembol-
sarlo en 1933: tercera diferencia entre ambos renómenos de depreciación.
Paralelo de la crisis actual y la del '91
(%de aumcn!n o disminuciünl
Crisis del '91
Crisis al·hml
(lntfación)
(Contran·i(m)
lllllú-11191
1923-1933
Precios del oro
+
L78%
+
67%
Cantidad de moneda
+
193%
+
26%
Precios agropecuarios en papel
+
155%
48%
Carga de las deudas rurales
61%
+
92%
Precios internacionales en oro
+
4%
50%
Billetes emilidns por la Caja de Convcrsil'lll más metülico C.\\i~tcntc en la caja de lo:-. banco:-.. En-
tre e"is mismm años. los billete' en manos <lcl público bajaron en 19% y lm depúsitm en 11 'lr .. La ve·
ltx:idad de circulación de ésto:-. dc:-.ccndiú significativamente l'll este período.

LA INFLACIÓN ESCOLÁSTICA Y LA !\\10NEDA ARGENTINA
341
Mientras en la crisis del '91 los deudores rurales. por el alza de los precios. ali-
viaron en casi las dos terceras partes el peso de sus deudas. en la crisis actual.
como es de observación con·iente. la carga de las deudas se ha vuelto agobiadora,
casi ha duplicado. a causa del descenso de aquéllos.
En el primer caso, el acreedor recibía en 1891 la misma suma de papel moneda
entregada en 1886. pero sólo podía adquirir con ella una cantidad muy inferior de
artículos. La depreciación de la moneda provocaba una profunda remoción de ri-
queza de unos grupos sociales a otros. una verdadera confiscación a los acreedores
por los deudores. Este .fenómeno típico de inl1ación es lo que sugirió al genial Pa-
reto aquella frase sobre el :u-te de gobernar mediante la expoliación. El doctor Gon-
dra la transcribe en uno de sus m·tículos y la aplica certeramente a los deudores de
ahora como si fueran los deudores felices de los tiempos de inflación. Y olvida a
quienes. por haber presiado dinero antes de la crisis. han recibido en los últimos
años una cantidad superior de poder adquisitivo -expresada en la misma cantidad
de billetes que antes- a causa del descenso en el costo de la vida. desde los ali-
mentos hasta la vivienda.
A pesar de esto. no se crea apresuradamente que los acreedores no han sido
despojados por los deudores en esta crisis. Lo han sido. indudablemente, pero en
forma "relativa". como la inllación y el aumento ele los precios: los ncreedores reci-
bieron mayor cantidad de poder adquisitivo. pero no tan grande como la que ha-
brían podido recibir insospechadamente si este país no hubiese abandonado el pa-
trón oro. Todo es cuestión de algún esfuerzo parn entenderse. pues en el lengunje
académico suele también hablarse al revés.
EL QUEBRANTO DE LOS PAÍSES DEUDORES EN LA CRISIS
No sólo tenemos deudores. Constituimos. asimismo. un país esencialmente deu-
dor y productor agrario, severamente golpeado por la baja de los precios interna-
cionales. Es un hed10 conocido que los precios agrarios han descendido más pro-
fundamente que los precios de los m"lÍculos manufacturados. Esta dispmidad se
advierte muy hien en nuestra propia estructura interna de precios: mientras los pre-
cios de exportación medidos en oro declinaron 67% entre 1928 y 1933. los de im-
portación se redujeron sólo en 43%. De esto se desprende una conclusión de gran
significado: que para adquirir una cantidad dctenninada de mercadc1ías extranje-
ras. este país necesita vender en el mercado internacional un 73% más de produc-
tos agropecuarios que antes de la crisis. Peor es aún el pc1:juicio que sop011a la eco-
nomía nacional por las cargas fijas inherentes a su posición de país deudor. A fin
de pagar la misma cantidad de capital o intereses que en 1928 por concepto de cm-

342
RAÚL PREBISCH
préstitos públicos e inversiones privadas de capital extranjero la Argentina habría
requerido en 1933 un 200% más de productos. tomando el oro como término de
comparación. Esta ha sido la suerte de los países deudores y productores de ;:ilimen-
tos y m;:iterias primas en la crisis. frente a las naciones manufactureras y acreedo-
ras. según lo señalan tocios los estudios realizados sobre esta materia. especialmen-
te los de la Liga de las Nacioncs.r' Ha sucedido precisamente lo contrario que
cuando con la disminución mundial del ¡xJder de compra del oro. o sea el alza ele
los precios. los países deudores se beneficiaron a expensas de los acreedores al pa-
gar sus deudas con menor cantidad de productos. La remoción de riquezas por la in-
constancia de la moneda. no sólo existe. por consiguiente. dentro de un mismo país.
donde lo que reciben de más los unos lo tienen de menos los otros. sino también en-
tre los distintos países en que unos pierden irremisiblemente lo que ganan otros.
Esta pérdida neta para la economía argentina por el incremento del poder adqui-
sitivo del oro en el mundo y la fonna desigual en que descienden los precios indus-
triales y los agropecuarios. no inciden proporcionalmente entre los distintos grupos
sociales de nuestra colectividad. Lejos de ello. 1mr motivos que hemos dicho. re-
caen principalmente sobre la producción del suelo. la cual pierde tanto lo que se
transfiere indebidamente a otros grupos sociales dentro del mismo país. en especial
los acreedores. como lo que. según acaba de verse. ganan los otros países. En resu-
men. lo primero representa una simple transferencia interna de réditos. una remo-
ción ele riquezas de unos grupos sociales a otros dentro de la misma colectividad.
Si no se ponen trabas a la depreciación monetaria provocada. como tenemos dicho.
por la baja de los precios en oro de las exportaciones. esta remoción puede ser ate-
nuada y hasta suprimida en caso que la desvalorización del peso llegue a neutrali-
zar la caída del nivel de precios internos en papel. En tanto que lo segundo com-
porta un quebranto real y neto para la colectividad. un traspaso efectivo de réditos
a otras naciones. independientemente de la política monetaria del país que lo sufre.
Con todo. si bien la política monetaria no consigue disminuir ese quebranto. puede
ayudar a repartirlo en forma mús equitativa entre los distintos grupos sociales. en vez
de hacerlo incidir preferentemente sobre la producción del suelo. como ocurre con el
mantenimiento del patrón oro o de una estabilidad ficticia de la moneda.
UN CALCULO DE ALQUIMIA
En aquel libro reciente de economía política que hemos aludido al comenzar. se
ensaya un cálculo de la remoción interna de riquezas en la Argentina.7 La estima-
6
7 Véase el World Eco110111ic Suney. 1932-l 933. púgs. 52 y 59.
'"Elementos". púg. 219.

LA INFLACIÓN ESCOLASTICA Y LA .'.10NEDA ARGENTINA
343
ción no es fácil. anticipa el autor. pero. sin emlxu-go. acomete la empresa. Toma
como base las exportaciones de 1932. a saber. pesos moneda nacional
l.288.000.000. Al tipo del dólar oro fijado para ese año (m$n 388 por ciento
dólares). expresa. el valor de las exportaciones sería de 332.000.000 de· dólares.
Agregamos nosotros que si el dólar. en lugm· de m$n 388. hubiera valido m$n
244.90. como en diciembre de 1929. según los datos del libro en cuestión. el valor
en pesos papel de la exportación habría sido de pesos moneda nacional
813.000.000. o sea m$n 475.000.000 menos que la cifra efectiva. Pero nuestro au-
tor prefiere seguir otro camino para esta sencilla operación: aplica el tipo de 244.90
a los pesos moneda nacional 1.288.000.000 y llega a este resultado: que con dicho
tipo de 244.90. en lugar del de 388, el valor en dólares oro habría sido de
526.000.000. es decir 194.000.000 más que en realidad. Todos sabíamos que dicho
valor en oro de las exportaciones :u·gentinas ha dependido siempre de los precios
en oro del mercado universal. sin vinculación con el tipo de nuestra moneda. Ello
ha sucedido hasta aquí. Pero ahora hemos cambiado todo esto. ubicando el corazón
a la derecha. como el personaje de Moliere. y con subir o bajar el peso. podemos
aument;u- o disminuir a nuestro antojo ese valor en oro de nuestra producción en el
mundo. confonne terminó de verse.
Estos 194.000.000 de dótm·es de más. que el país recibió de menos, constituyen
pm·a nuestra economía el importe de la remoción interna de riquezas. Ello. bien en-
tendido. de tener éxito esta improvisada alquimia. Y mientras otros hacen el experi-
mento. resignémonos nosotros a considerar la diferencia entre m$n 1.288.000.000 y
m$n 813.000.000, o sea entre nuestras exportaciones valuadas según los distintos ti-
pos de cambio. como importe aproximado de dicha remoción. Podríamos así co-
mulgar con el autor. si no surgiese a nuestro despecho otra pequeña disparidad de
conceptos. Esa diferencia. en lugar de ser un despojo que perpetran los productores
a otros grupos sociales. es una devolución "parcial" 4ue éstos les hacen de la parte
de cuota que se les tomó inequitativamente en el reparto de los réditos colectivos.
cuando la baja de precios redujo el valor de las exportaciones de aproximadamente
m$n 2.000.000.000 a esos pesos moneda nacional 1.288.000.000, afectando princi-
palmente a la producción agrm·ia.
BAJA DE PRECIOS Y CONGELACIÓN DE CRÉDITOS
Hemos señalado la incidencia de esta crisis sobre la campaña ~u-gentina. sor-
prendida JX)r la baja de los precios con deudas hipotecarías. comerciales y banca-
rias. La producción del suelo en nuestro país requiere normalmente capitales pres-
tados para ad4uirir la tierra y mcjormla. para trnbaj:u·ta y recoger sus frutos. El

344
RA(jL PREBISCll
campo es esencialmente deudor. y así se ha desenvuelto y prosperado en gran parte
por la acción de aquellos bancos que no se han limitado a financiar sin mayor ries-
go el comercio exterior y eircunscripto sus operaciones a la periferia de nuestra
economía. Sobre las actividades rurales descansa la mayor parte de la estructura de
crédito y no sólo aquellos préstamos que los bancos acuerdan directamente a Jos
agricultores o hacendados. según se ha sugerido recientemente. como si la activi-
dad económica del país se desenvolviese en comp:u1imientos estancos. Los adelan-
tos en mercaderías o dinero que conceden a los productores Jos acopiadores. repre-
sentan a su vez créditos que provienen de los bancos. ya sea directamente. ya por
la vía indirecta del comercio. En la producción rural va a terminar. pues. la vasta
corriente del crédito. Y si allí se obstruye por las dificultades de los productores
para cumplir sus compromisos. conforme ha sucedido durante esta crisis. la co-
rriente se entorpece. pierde su liquidez. y los préstamos terminan por congelación.8
Congelación del crédito y dificultades de los deudores son sinónimos en este
caso. Existe un remedio eficaz para eliminarlas. Ese remedio es la liquidación me-
diante una fuerte restricción del crédito. La fórmula no es complicada. y el doctor
Gondra nos la ofrece brevemente al exponer "ciertos teoremas económicos". "Si
los precios aumentan. el acreedor espera fiicilmente al deudor. Si disminuyen. lo
despena: vende y se cobra para impedir o limitar un quebranto posible". "Hay que
despenarlo a tiempo -{]ice m:ís adelante-. pues la prolongación de la agonía pue-
de causar serios daños a los sobrevivientes". Si esta fórmula no se aplica. "se impi-
de la liquidación de los malos negocios. el reajuste de los precios sobre una hase
real y no ficticia. y la posibilidad de que el mercado reanude. con beneficio común.
sus actividades comerciales e industriales". Y así. "las fuerzas autom:íticas de la li-
bre concurrencia eliminan inexorablemente a todos los individuos que yerran en
sus cálculos".
Los DEUDORES y LA TEOR!A INGENCA DI' LA LIQU!l)ACIÓN
Buen despliegue de esas fuerzas se habría requerido en este país. de haberse
aplicado esta infalible receta. pues todos erraron en sus cálculos. Nadie pudo supo-
ner antes de esta crisis lJUC los precios sufrirían una b:1ia catastrófica. Los bancos
han errado prestando al comercio y los consignatarios: y éstos a los acopiadores: y
éstos a los productores que han carecido de toda intuición para prever el desastre.
8
El otro factor de congelación del crédito en los primeros ailos de la crisi~ argentina ha sido el dé-
ficit fiscal y el crecimiento t:onsiguicntc en la deuda. n1ya pa11c mús apremiante consiguió ~cr liquidada
en la fonna lJUe :-.e conot:c.

LA 1NFL1\\CJÓ'.'/ ESCOLASTICA Y LA MONEDA ARGENTINA
345
El productor cs. desde luego. el más responsable; pero hay que despenar a todos.
pues todos han confiado inadvertidamente en el arte de pronosticar de nuestros
chacareros. Como quiera que sea. es lamentable que por haber tantos comprometi-
dos no se haya empicado el procedimiento de la liquidación: actitud pusilánime del
Gobicmo. ele la que nuestro profesor abomina con muy fundadas razones. pues se
nos ha privado <u·bitrariamcntc. a quienes no somos productores agrarios. de un es-
pectáculo singular. Los bancos habrían restringido con extrema violencia la co-
1-riente ele sus créditos hasta topar con el productor responsable y ejecutarlo impla-
cablemente. Los productores son desposeídos de sus tierras. sus maquinarias y sus
ganados. Arrancados del sucio. dejan allí su propia sensibilidad y toman la forma
abstracia de aquellos simples factores ·de la producción sobre los que se discurre
ágilmente en los teoremas económicos. factores que así quedan disponibles y que
con el andar del tiempo y tan pronto como "el mercado reanude normalmente sus
actividades". encontrarán la forma de reincorporarse sin desmedro alguno a las ac-
tividades productivas con m:ís cordura y sagacidad que antes.
La tierra no se desvanece. ni los ganados se pierden. Cambian simplemente de
manos: y como son tan numerosos los que erraren. no es ixico lo que habrá que li-
quidar en breve plazo. La oferta es inmensamente superior a la demanda y los pre-
cios descienden. descienden muy abajo. hasta aguij:u- a los presuntos compradores.
personas muy cautas. que mientras los otros trabajaban afanosamente en la tieITa o
los negocios. hahíanse abstenido con laudable prudencia de toda inversión de sus
dineros tranquilos. Aquellas fuerzas inexorables de la libre concurrencia les brin-
dan ahora la oportunidad de comprar esas tierras y ganados a precios exiguos de li-
quidación. que no tard<mín en subir después del temporal. premiando así. con muy
copiosos beneficios. la virtud ele quienes supieron esperar.
Que tales precios de liquidación no alcancen a cubrir el valor de los préstamos.
trastornando seriamente a los bancos y sacudiendo peligrosamente toda la estructu-
ra del crédito. no nos preocupe en modo alguno. Pues también recae la culpa sobre
ellos y sus depositantes y tenedores ele cédulas. gen1e inexperta que debió haber
vislumbrado a tiempo el aumento mundial en el poder adquisitivo del oro y su de-
sastrosa repercusión sobre la agricultura argentina ...
Los DEUDORES DE TIEMPOS DE INFLACIÓN
A modo de compensación. la historia nos condensa en pocas p:íginas lo que nos
fue dado ver con nuestros propios ojos. Regístranse frecuentes casos -
fundamentalmente distiillos de esta crisis m·gcntina- en que la reulidad no pudo
dejar de someterse al consabido teorema. Una realidad en que por haberse dilatado

.)46
RAÜL PRUllSCI 1
los negocios Je manera ficticia e inllido artificialmente los valores. se impone fa-
talmente el precepto darwiniano de la liquidación. Volvamos a tomar. para mejor
prueba. nueslro ejemplo de la crisis del 91. Conforme se desarrolla su fase ascen-
delllc. el optimismo va conlagiando a los hombres de las combinaciones. como di-
ría Vilfredo Pm·eto. El resto de la colcctivielael continúa en sus ocupaciones habi-
tuales: y entretanto ---cstimulaelos por el crédito que tan generosamente se
prodiga- aquéllos adquieren campos a valores cada vez m::ís altos que podr::ín ven-
der con seguro provecho por el alza persistente ele los precios agropecuarios: pue-
blan estancias. fundan sociedades comerciales y bancarias. construyen costosos
edificios. operan activamente en la Bolsa con oro y papeles. e intervienen en mil
proficuos negocios. Es la psicología propia de la inflación. Pero ella termina algún
día con el pánico. cuando cualquier accidente insospechado enciende súbitamenle
la materia inflamable que se había venido acumulando. Esos hombres progresislas.
esos especuladores. quedan de golpe cmbarranc:tdos por la contracción del crédito.
Y comienza la liquidación que va eliminándose en forma irremisible. El valor de
los inmuebles. insuflado con el crédito. vuelve a ajustarse a sus rendimientos efec-
livos y corrienles: y los precios agropecuarios que habían subido rápidamente con-
forme crecían la emisión y el premio del oro. emprenden penosamcnlc el rclroccso
que ha de hacerles perder buena parte de lo que habían ascendido en los tiempos de
bonanza. El índice de estos precios. que. según vimos en otro lugar. saltó de 100 en
1886 a 255 en 1891. cae a 232 en 1892. a 207 en 1893 y así hasla llegar a un
mínimo de 138 en el último año del siglo. La liquidación licne por consecuencia el
retorno a valores que se aproximan a los que habrían regido anteriormente. A quie-
nes no se contaminaron de optimismo excesivo. a los que siguieron lrabajando en
sus licrras y negocios sobre la base anterior de valores. apenas llegó el sacudimien-
lo. Ni el hervor especulativo. ni el desastre de la liquidación. conmovieron en esla
crisis los elementos básicos ele la producción ele! pals.
CAIV\\CTER SINGULAR DE ESTA BAJA DE PRECIOS
La baja ele los precios constiluyó en aquellos tiempos la reacción al alza anle-
rior. También lo fue la caída de los años l 920. 192 l y 1922. cuando se desinflan
los valores tan abultados durante la guerra y la fiebre de negocios que siguió al w·-
misticio. Esa es la enseñanza del índice de precios argentinos en los últimos cin-
cuerlla años. Los precios suben y bajan continuamcnlc. pero ni en el peor de los ca-
sos retroceden más allá del nivel que habían tenido ;mies de inicimsc el alza. Y
aquí llegamos a la diferencia sustancial con esla crisis. El derrumbe de los precios
en los últimos !icmpos no constituye el fenómeno usual ele reacción cíclica. pues el

LA !Nf'LACIÓN ESCOLASTICA Y LA MONEDA ARGENTINA
347
ascenso anterior c:u·eció de importancia. sino una baja intensa y pertinaz a posicio-
nes cada vez más alejadas del nivel sobre el cual habían venido desarrollándose las
relaciones de la producción y el crédito. El índice de los precios agropecuarios en
papel. que en 1926 tocó un mínimo de 133.9 (base 1910-1914 = 100) y en 1928 un
máximo de 145.3. ambos de carácter cíclico. cayó a 76.2 en 1933. o sea 43% más
bajo que el mínimo de 1926 y 24% menos que el nivel del quinquenio anterior a la
guerra tomado como base 100. Este índice de 76.2 del año pasado. se aproxima a la
posición que tenían los precios agropecuarios a comienzos del siglo. Si medimos
estas fluctuaciones en oro. el nivel del año 1933 habría sido apenas el 45% del
quinquenio prebélico y sería neces:u-io retroceder muy lejos en el siglo pasado pm·a
encontrar una profundidad semejante.
Los productores y deudores rurales frente a la calamidad de este descenso es-
pectacular de los precios sin haber cosechado los beneficios de un alza precedente.
han ele soportar todavía los mismos epítetos que merecen los deudores en tiempos
de inflación. Aliviados éstos en sus deudas. y sobrecargados aquéllos con el mayor
peso de las suyas. encuéntranse ahora reunidos en la confusa región de las abstrac-
ciones. p:u·a ser despenados por las fuerzas incontrastables del pensamiento esco-
lástico.
Después de todo, como el nombre no hace a las cosas, no se vitupere a quien lo
mude por puro entretenimiento. Sígase, pues, diciendo inflación "relativa" cuando
baja el circulante, que también llamaremos aumento al descenso de los precios. a
fin de recrearnos mejor confundiendo a los deudores: y al escuálido paciente que
busca restablecerse tómesele por gordo "relativo" para liquidar saludablemente con
alguna de esas fónnulas dietéticas que curan la obesidad.
Sea dicho de paso que junto con aquellos deudores hay otros. Es cierto que la
congelación ele los créditos bancarios es en gran pw·te el resultado inevitable de la ca-
ítla de los precios. Ello no significa. sin emb:u-go, que no haya deudores cuyas tribu-
laciones provienen de otro origen. si bien esa caída las agrava considerablemente. La
liquidación comporta aquí también una medida indispensable para el saneamiento de
las actividades afectadas, por cuanto provoca la reducción de los valores exagerados
y el traspaso de las tierras. industrias o negocios, a quienes tengan mayor eficacia
productiva. Todo estriba en elegir los momentos más oportunos para hacerlo. preca-
viéndose de usm· procedimientos cuya brusquedad no deja de result:u- contraprodu-
cente por la perturbación que trae consigo. Por razones obvias. tanto menos difícil se
vuelve la aplicación de esta política de saneamiento de los malos créditos, cuanto
más efectiva sea la mejora de los precios agropecuarios y el aumento consiguiente de
la liquidez del comercio y los bancos en relación con las actividades rurales.

348
RAOL PREBISCl-1
LA DEPRECIACIÓN Y LOS PRECIOS AGROPECUARIOS
Este ha sido uno de los efectos perceptibles del alza creciente en los precios
agropecuarios vinculados con los decretos de noviembre. El abandono de Ja cotiza-
ción rígida del peso permitió que la depreciación latente de nuestra moneda.
síntoma de desequilibrio en el balance de pagos. se manifestase visiblemente en las
operaciones de cambio. Nos encontramos actualmente en un sistema de transición
en que pueden jugar con más desenvoltura la oferta y la demanda de divisas. Estas
valen más porque a causa de la fuerte contracción del valor en oro de las exporta-
ciones su cantidad resulla insuficiente en relación a las necesidades. Como siempre
sucede en casos semejantes de desequilibrio. se trate de divisas o de mercaderías.
los que necesitan adquirirlas compiten entre sí parn no quedarse sin ellas. ofrecien-
do mejores precios. No existen actualmente síntomas de inllación interna del me-
dio circulante que promuevan el aumento artificial de dichas necesidades de divi-
sas o monedas extranjeras en razón de la evasión de fondos o el incremento de las
importaciones. fenómenos que caracterizan la inflación monetaria. Por lo tanto. si
se llega a acrecentar la oferta de cambio por la elevación de los precios en oro de
nuestros productos en el mundo. el peso tenderá a valorizarse por la acción espon-
tánea de las fuerzas del mercado.
En este sistema de transición. el precio de compra de las divisas de Jos exporta-
dores ha sido fijado con un 20% de incremento en relación a los precios anteriores
al 28 de noviembre para las monedas basadas en el patrón oro. y de 16% para la li-
bra esterlina al tomar como base esta moneda algunas semanas después. Estos he-
chos se reflejaron sin tardanza en los precios agropecuarios. cuyo índice general
ascendió en 20.7% entre noviembre y febrero pasado. en unos productos más. en
otros menos. según las influencias que en cada caso concreto determinan los pre-
cios en oro en el mercado internacional. Comparando el índice en los tres meses
anteriores y en los tres posteriores a la depreciación con los de un año antes. a fin
de evitar la posible perturbación causada por las oscilaciones estacionales de cier-
tos precios. los resultados son lambién significativos: veámoslo:
Variaciones del índice de precios agropecuarios
Aumento o disminucilln
Meses
con respecto
a un mio antes
Septiembre de 1933
6.8%
Octubre de 1933
7.5%

LA INKAC!ÓN ESCOLÁSTICA Y LA MONEDA ARGENTINA
349
Aumento o disminudún
Meses
con respel'lo
a un atio antes
Noviembre de 1933
+
1,8%
Diciembre de 1933
+
23.!%
Enero de 1934
+
24.7%
Febrero de 1934
+
29.8%
Se comprueba fácilmente que el ascenso de los precios después de noviembre
con respeclo a un año antes es superior al incremenlo en el valor de las divisas. en
vÍI1ud del aumento de los precios en oro de las lanas y los cueros en el mercado
mundial.
Queda así despejada una de las incógnilas que preocupaban al doctor Gondra al
esbozar su interrumpida indagación sobre el resultado de las medidas del Gobier-
no. Examinemos ahora la segunda. ¡,Ha llegado a los productores el incremento de
precios'! El ministro de Agricultura ha conieslado en la Cámara esla pregunta. ex-
poniendo datos de sencilla verificación. Los precios pagados por los frigoríficos
por las carnes de exponación han subido más intensamenle que las cotizaciones de
la libra esterlina. moneda en que dichas carnes se venden al exterior. En este caso
es esencial es1ablecer el cotejo con un año antes. pues como es sabido. las lluctua-
ciones eslacionales de los precios del ganado. son muy pronunciadas. Precisamente
a fines de la primavera y durante el verano preséntase el período usual de precios
bajos. Comp<m1dos los promedios de precios del ganado tipo "chilled" y de la libra
eslerlina en los últimos meses con iguales meses del año anterior. llegamos a estos
datos concluyentes:
Precios del ganado tipo "chilled"
( 111$11 por kilo virn)
% de
%·de
Meses
1933
193-'
amncnto
aumento
de los precios
de la libra
Enero
0.2015
0.2426
+ 20
+ 14
Febrero
0.2026
0.2416
+17
+ 12
Marzo
0.2119
0.2463
+ 16
+ 11

350
RAUI. PRE/l!SCI 1
En cuanto al trigo. otro de los productos importados. el promedio de los precios
pagados por los acopiadores a los chacareros en tc)(los los puntos de la campaña re-
sultó ser de mSn 4.35 el quintal. en lugar del promedio de mSn 4.23 de los precios
mínimos respectivos fijados por la Junta Reguladora de Granos teniendo en cuenta
los múrgenes normales de dichos acopiadores. La diferencia entre ambas cifras.
susceptible de cualquier verificación en las planillas detalladas de la Junta. de-
muestra que el margen normal se ha reducido en vez de ensancharse. debido en
gran parte a la activa competencia entre los acopiadores que se disputaban el grano
de sus deudores a fin de asegurarse con su compra el pago preferente de sus pro-
pios créditos.
CóMO SE DESPEJA üNA INCÓCiNJTA
Con el designio de plantear esas incógnitas con todo rigor científico. cambióse
también el nombre de los intermediarios. llamúndoles X. Y .Z.: a los importadores
se les designó M.N.P.: y a los productores A.B.C. Dudühase si el dinero tomado a
los M.N.P. por la clcpreciación monetaria llegaba a manos de los A.B.C. o se "ex-
traviaba en el camino". yendo a parar en los X.Y.Z .. según se manifiesta en el
último artículo del doctor Gondra.
Esta actitud ele escepticismo suele tener resultados trascendentales para la cien-
cia. que así va renovando sus verdades experimentales. Lústima grande que en el
presente caso sólo nos haya llevado a comprobar que los A.B.C. recibían lo que
efectivamente les correspondía. sin extravío alguno. según acabamos de comprobar
en las estadísticas citadas. Resultado éste de muy modesto alcance. y lo que es
peor. accesible al vulgo desprovisto de instrumental científico. mediante una senci-
lla interrogación a los mismos A.B.C.
Desvanecida. pues. aquella duela inquietante. vuélvase en buena hora a tomar el
hilo ele una investigación suspendida. que el país necesita de más en mús las suges-
tiones de la cátedra universitaria. Entretanto. seguir{! dilatúndosc el caudal de expe-
riencia de esta terrible crisis. Dos gobiernos supieron afrontarla con serias medidas
que evitaron la inflación. cuando ella parecía inevitable. Sin embargo. no nos ilu-
sionemos. La int1ación existe. Existe en la mente de aquellos que. de espaldas a la
realidad, construyen con sus prejuicios dogmúticos su propio mundo y devanan allí
sus teorías económicas ajenos a la enseñanza de los hechos. indiferentes al deber
ele enseñarlos.

67
MENSAJE DEL PODER EJECUTIVO
SOBRE BANCOS Y MONEDA*
Al Honorable Congreso de la Nación
Traspuestas las dificultades apremiantes que el Poder Ejecutivo debió acometer
con sus conocidas medidas de emergencia. ha llegado la oportunidad de proseguir
el plan de acción económica que el Gobierno se ha trazado, llevando adelante el
vasto programa de reconstrucción financiera y rnonetm·ia contemplado en los pro-
yectos anexos.
Aliviada la economía del país por la elevación de los precios agropecuarios en
* N. del Ed. Publicado en Ministerio de Hacienda de la Nación. Proyectos sobre.Bmu:os y Mone-
da, Buenos Aires. Gntelli. 1934. págs. 1-2. Reimpreso en: Rerista /:'rnnómica, Buenos Aires. vol. 7. Nº
5-8. 1934. p:ígs. 62-63: Congreso Nacional. C:ímarn de Senadores. Diario de Sesiones, N"º 74. 19 de
enero de 1935. 74" Reunión. 13" Sesión Extraordinaria. p:ígs. 549-550. Ministerio de Hacienda de la
Nación. Leves sobre Bancos y Moneda, Buenos Aires. Gotelli. 1935, p:ígs. 49-50: Banco Central de la
República Argentina. La creación ,¡,.¡ Banco Ccnrra/ y la expcrienl'ia monetaria argentina entre los
mios 1935-1943. Buenos Aires. 1972. t. ll. p:íg>. 629-630. El llamado Pro\\'Cl'to Uribunt se publica
co1110 capítulo 53 de este volu111en. Los lla111ados /11/ármc Nicmcyer y Proyecro Hucyo, así co1110 el tex-
to co111parado de I<» proyectos de Uriburn. de Nicmeyer y del Ejecutivo (capít11los 67-72 de este volu-
men) y las modificaciones introducidas por el Congreso de la Nación, se publicaron en Revista
llcmuímica.
número citado aniba. La redacción del Mensaje del Poder Ejecutivo y los proyectos del
Banco Central, Instituto Movilizador. Ley de Bancos. cte .. fue obra de Prebisch durnnte 1934. por pedi-
do expreso del n1inistro Fcdctico Pincdo. de quien era asesor. ~cgún su relación: ''Una tarde 1nc habla
Pinedo por leléfono y 111e dice: 'Prehisch. prep:írcme un proyecto de Banco Ccnlral...' Y se hizo el pro-
yecto de ley: yo lo escribí de 111i prn1o y letra. Pinedo lo contgió. Yo hice los funda111entos. Em la crea-
ción de un Instituto Movili7ador. la Ley de Bancos y la creación del Banco Central". Esta declaración.
de su propio autor. despeja cual<¡nicr duda sobre <¡uién cscrihiú el texto ck la magna rcfnnna 111onetaria
de 1935. Sin embargo. Prchisch siempre mencionó ptíblicamente al dodor Pinedo co1110 creador del
Banco Central.
sin restricción alguna. En reunionc:\\ m<b íntimas. empero. Prcbisch aclaró que dicha
'-~ondición fue adquirida tras conseguir la sanción por pa11c de un Congreso difícil: "El l'uc d hrnnbn:
ljllC creó el Banco Central, que ]uchú. Tenía un g.ran poder de pcr~uasión. un gran pn:stígio. y se impuso
en el Congreso. Ese es el gran métito de él''. La gratitud de Pn.::bisch era fundada. pues conocía pcrfccta-
tnente que los mejores proyectos eran ineficaces si no lograban la aprobación de las ctÍmaras (véase No-
tas del Edilor. capítulos 5-1. 92 y 94). Por lo expuesto se reproducen ac¡uí los proyectos del Poder Ejecu-
tivo en >ll vcrsi<'1n mús temprana. la publicada por el Vlinistcrio de Hacienda en 1934. por ser su texto el
nuís cercano al saJ ido de la pluma de Prcbisch.

]52
RAÚL PREBJSCH
moneda nacional sin que se hayan alterado sensiblemente los costos de producción
y el nivel general de los precios al por menor. comenzadas con éxito las operacio-
nes necesarias para aligerar el peso de numerosas cargas fijas que gravitan sobre la
comunidad productora y el Estado. fortalecida la situación del erario público. y rei-
niciado el resurgimiento de los negocios privados. puede pensarse en la realización
de serias reformas que antes de esos hechos quizás hubiera sido prematuro empren-
der. Los proyectos impüsitivos presentados ante Vuestra Honorabilidad constitu-
yen parte de ese programa y continúan en algunos de sus aspectos las fundamenta-
les reformas tribut:u·ias promovidas por el Gobierno Provisional y completadas en
1932 por ese mismo Congreso. La otra parte. más importante. de ese mismo pro-
grama quedaría realizada si se aprobasen los proyectos orgánicos sobre la moneda
y los bancos que el Poder Ejecutivo. asesorado en su confección y en este mismo
informe por peritos de reconocida competencia. somete ahora a la consideración de
Vuestra Honorabilidad.
Si el mundo vuelve con prontitud a lo que hasta ahora se ha considerado como
normalidad monetaria y si las principales monedas hoy inconvertibles retoman al
patrón oro. estas reformas habrán preparado el terreno para que la moneda argenti-
na recupere también su estabilidad sobre bases más adecuadas al carácter peculiar
de nuestra economía. Pero si en vez de volverse al patrón oro generalizado y a una
relativa libertad en las transacciones internacionales. el mundo continuara presen-
tando el cuadro de economías cerradas. con monedas autónomas. la República. gra-
cias a una nueva organización de la moneda y el crédito. podrá proseguir su propia
política cuidando sus propios intereses y evitando en lo posible que esas circuns-
tancias oeterioren sus fundamentales instituciones económicas.
Los proyectos que el Poder Ejecutivo somete a Vuestra Honorabilidad se refie-
ren a la fundación del Banco Central de la República Argentina: al establecimiento
del régimen legal de los bancos. que no existe aún en el país fuera de las disposi-
ciones de la ley común: a la fundación de un Instituto para movilizar los activos
congelados de los bancos, sin lo cual ni aquel organismo podría funcionar conve-
nientemente ni la Ley de Bancos p(Xlría aplicarse con toda la eficacia de que es
susceptible; a ciertas modificaciones de las leyes de los bancos oficiales recomen-
dadas por la práctica; y por último a la formación de una Comisión Organizadora
de dichas instituciones.
Además. los proyectos contemplan en su parte final ciertas medidas transitorias
y de crn·ácter suplementario que. recogiendo la experiencia reciente de nuestro país
en materia de moneda y cambios. propenden a que el paso del régimen de emer-
gencia de esta crisis al de desenvolvimiento pleno y regul:u- del nuevo ordenamien-
to se haga prontamente. pero con el mínimo de perturbaciones. y sin forzar el ritmo
natural impuesto a la economía argentina por las fuerzas de la economía mundial.

MENSAJE DEL PODER EJEcunvo SOBRE BANCOS y MONEDA
353
El Poder Ejecutivo ha hecho lo posible por seguir en sus proyectos los linea-
mientos trazados por el eminente perito británico que visitó el país hace casi dos
años. Sir Otto Niemeyer. director del Banco de Inglaterra. Ha habido en la Argenti-
na proyectos anteriores a la venida de Sir Otto. inspirados en buena pm·te en las re-
comendaciones que él mismo había formulado para otros países: pero tanto el Po-
der Ejecutivo como los asesores que han contribuido a su preparación. han juzgado
conveniente adherirse a las recomendaciones especiales del señor Niemeyer para la
República Argentina. por el positivo valor que encierran. digno de la alta autoridad
del perito que el poderoso y tradicional Banco de Inglaterra nos ha enviado brin-
dando al país la experiencia y el estímulo necesarios para abordar esta delicadísima
t<u-ea de reorganización.

68
EL BANCO CENTRAL DE LA
REPUBLICA ARGENTINA*
1. LOS ELEMENTOS DISPERSOS DE UN BANCO CENTRAL
La crisis y el sistema monetario
Crear en la Argentina el Banco Central significa consagrar en la ley lo que exis-
te en los hechos y dar unidad y forma orgánica a lo que hoy aparece inconexo y
disperso. Cualquiera sea la opinión que se tenga sobre las ventajas y desventajas de
un instituto emisor bancmio o de una repartición automática encargada de dar pa-
pel por oro y oro por papel. hoy no es posible optar como hace algunos años. entre
el régimen de la Caja de Conversión y un nuevo ordenamiento monetario. En
1927. después de 13 años de inconversión. el país pudo volver sin mayores esfuer-
zos al funcionamiento de la Caja. cuyo sistema se había mantenido prácticamente
intacto. a favor de la corriente de capitales extranjeros que se invertían copiosa-
mente en empréstitos públicos y colocaciones privadas. Ahora la situación no sólo
es distinta en cuanto a las perspectivas internacionales. sino también en la propia
estructura del crédito y el medio circulante.
Esta crisis larga y profunda ha transformado sustancialmente las bases del anti-
guo sistema monetario. consistente en la emisión de billetes del Estado. que en rea-
lidad no eran otra cosa que certificados de depósitos de metálico, idénticos en su
forma a los billetes provenientes de las antiguas emisiones en descubierto. La clau-
sura de la Caja significó la suspensión transitoria del canje de oro por papel. pero
no alteró su esencia. Otra cosa sucedió con la aplicación de las leyes de redescuen-
to. que dio motivo a que se iniciara la emisión contra documentos comerciales. No
obstante ser esa una de las funciones primordiales de un Banco Central capaz de

N. del Ed. Publicado en Minis1crio de Hacienda de la Nación. Proyectos sobre Ba11ros y Mone-
da, Buenos Aires. Go1elli, l 934. págs. 3-38 y 71-84. Sobre otras ediciones. véase Nota del Editor al
capítulo 67.

EL BANCO CENTRAL DE LA REPÚBLICA ARGENTINA
355
regular el crédito, en la Argentina ha venido a estar a cargo de una Comisión que
no tiene la menor posibilidad de actuar sobre el mercado. La emisión de papel mo-
neda sobre títulos del Empréstito Patriótico no ha transformado menos que el re-
descuento la índole de nuestro sistema monetm"io. Es función de un Banco Central
dm· medio circulante a la colectividad adquiriendo valores que están en el mercado.
o restringir la circulación vendiendo esos valores; pero lo que aquí se ha hecho
bajo la presión de las circunstancias no es eso. sino la emisión de billetes contra
títulos destinados a permanecer en una institución cuya tarea no es comprar ni ven-
der valores. Por fin. la necesidad de regulm· el cambio ha llevado a constituir un
fondo de divisas que el Gobierno ha tenido t¡ue manejar por sí mismo a falta de un
Banco Central que pudiese hacerlo con ventaja. ya que el manejo de las rese1vas de
cambio constituye una ele las funciones habituales de tal organismo. por su estre-
cha conexión con las otras funciones monetm·ias y bancm·ias.
Ciertasjimciones del lnstituro Central
ejercidas por el Banco de la Nación Argentina
Apane de todos esos elementos dispersos que han ido surgiendo en los aconte-
cimientos tan movidos de esta crisis. el Banco de la Nación Argentina viene ejecu-
tando de mucho tiempo atrás algunas de las funciones propias de un Banco Central
y soportando de este modo una responsabilidad <.¡ue sobrepasa en mucho a los me-
dios de acción de un banco comercial. encargado por la ley de funciones tan com-
plejas como vm·iadas. A sus tareas de banco de descuentos, de prestamista del Esta-
do y de habilitador de múltiples actividades. el Banco ele la Nación agrega la ele
depositario de los fondos del Gobierno y de la Cámara Compensadora y se le su-
perpone la función de hacer de instituto central en ciertos casos. Es sabido. en efec-
to. que un grupo importante de bancos consideran los saldos sin usar de los adelan-
tos contra caución de Letras ele Tesorería en el Banco ele la Nación. como reservas
contra las cuales les es ciado girar en cualquier caso. Los efectivos del estableci-
miento oficial encuéntranse así expuestos por momentos a súbitas extracciones de
fondos que sólo un Banco Central resiste holgadamente por ser éste uno de sus pa-
peles. mientras que el Banco de la Nación sólo podría llegar a dcsempcñmfo con
desmedro de los otros servicios que de él pide la economía argentina y que le han
sido impuestos por la voluntad del legislador.
Cuidando intereses superiores a los propios. el Banco ele la Nación se propuso
en 1927 evitar que se incorporase a la circulación el equivalente del oro que llega-
ba abundantemente al país; pero es sabido que no pudo persistir en ese propósito y
que en 1928. apremiado por la necesidad de buscm· un empleo remunerativo pm·a

356
RAÚL PREBISCH
sus ingentes depósitos. se vio precisado a rebajar sus tasas de descuentos y adelan-
tos. Un banco de estructura comercial con enormes depósitos. cuyos intereses obli-
gan a obtener ganancias suficientes para pagarlos. se encuentra. si no se modifica
sus bases. su función y sus costumbres. en condiciones muy precarias para desarro-
llar una política semejante de esterilización transitoria del met:ílico. lo mismo que
para atender en caso de necesidad demandas extraordinarias de medios de pagos.
Es esa otra función que normalmente efectúa un Banco Central. sobre la que llega-
rá el momento de extenderse más adelante en esta exposición.
Orga11i:ació11 precaria del redescuento
Entrando ahora a otro orden de consideraciones acerca de este mismo asunto.
cabe expresar que el redescuento en nuestro país ha sido manejado con una pruden-
cia tanto más digna de señalarse. cuanto más difíciles han sido las circunstancias
en que tocó actuar a la Comisión de .~edcscuento y al Banco de la Nación Argenti-
na. Los billetes emitidos no han servido sino para reponer los efectivos de los ban-
cos severamente comprimidos hace 1x>eos años por las grandes exportaciones de
metálico. que debieron ser acompañadas automáticamente. conforme a la ley, por
la desaparición de un importe equivalente de billetes. El redescuento no fue emple-
ado para poner sumas mayores de dinero en manos del público. que hoy dispone de
menos billetes que antes de iniciarse su aplicación. No cabe. pues. hacer la crítica
de esas operaciones que han evitado al país los violentos sacudimientos bancmfos
que ocurrieron en otras partes. donde las autoridades financieras tomaron inicial-
mente otro camino y terminaron por sostener a los bancos pm·a conjurm· el pánico y
la restricción calamitosa del crédito. Pero porque el redescuento haya funcionado
en forma conveniente, no es razón para afirmar que un sistema así debe sobrevivir.
El redescuento se efectúa por intermedio del Banco de la Nación. que está privado
de los resortes de llUC disponen los bancos centrales para influir sobre la política y
la actividad de Jos otros bancos. y que por sus funciones específicas de banco de
descuentos no podría ser dotado de los medios para infomiarse ele continuo del es-
tado y las operaciones de aquéllos. así de los que redescuentan como de los que po-
drían hacerlo en lo futuro. Añadir estas tareas a las muchas y tan complejas que ya
tiene el Banco de la Nación al servir con sus préstamos a la producción. al comer-
cio y a la industria. sería obrm· en menoscabo de unas y otras. La división del traba-
jo rige también en la esfera bancaria. y hay que dejar que una institución especial.
situada por arriba del mercado. desempeñe las delicadas funciones del banco de
los bancos. Por otro lado. si bien la Comisión de Redescuento se ha encontrado
hasta ahora bien constituida. habrá que convenir que la elección directa de sus

EL BANCO CENTRAL DE LA REl'UllLICA ARGENTINA
357
miembros por el Gobierno. si se justifica en una situación de emergencia. no lleva
en sí como sistema los recaudos que la práclica y la legislación extranjeras aconse-
jan poner en juego en la elección del directorio del organismo que controla el volu-
men de los medios de pago de toda la Nación.
Reunión de e/emen/os dispersos del Banco Central
Existen por lo tanto elementos fragmentm-ios y funciones que se ejercitan pre-
cariamente y sin correlación alguna. y que por su misma dispersión y carencia de
dirección coordinada. malogran fuerzas que. concentradas en un Banco Central.
acrecentarían sobremanera su potencia. Hoy no cuenta el país con las ventajas de
un organismo de esta índole. pero soporta todos los inconvenientes del abandono
de su antiguo sistema monetario. Siendo eso así no cabe otra solución que la de
agrupar esos múltiples elementos y funciones creando esa institución para sistema-
tizmfos y darles la unidad y la base orgánica y consistente de que carecen. sustra-
yéndolos a la vez a cualquier influencia que no se inspire en los propósilos que cla-
ramente ha de fijarle la ley de su creación.
El sistema de la Caja de Conversión ha desaparecido. No es cuestión de deni-
gnula y olvidar lo que fue. Gracias a la Caja. la Argentina. en los tiempos favora-
bles de la primera década del siglo logró tener una moneda perfectameme sana que
pudo resistir a la crisis de 1907 y que acaso. de haber continuado funcionando. hu-
biese evitado la depreciación monetm·ia después de 1914. Pero los hechos nos han
llevado muy lejos de su función exclusiva de convertir papel por oro y oro por pa-
pel. Y en esas circunstancias. antes que esforzarse en volver en medio de insupera-
bles dificultades a lo que tanto se ha transformado. es aconsejable más bien em-
prender un nuevo camino. en que el país podr:í sacar provecho de su experiencia
para corregir los defectos del anterior sistema y prevenir o amortiguar las fuerzas
que han trabado el desenvolvimiento regular de nuestro mecanismo monetario.
2. Los HECHOS TÍPICOS DE LA MONEDA ARGENTINA
Y LAS FUNCIONES DEL BANCO CENTRAL
Pcrturhaciones monetarias de w1 país agrario
Todo plan de reorganización de nuestro sistema monetario y bancario debe te-
ner en cuenta las características fundamentales de la economía :u·gentina. detenni-

358
RAUL PREBISCJJ
nadas por nuestra condición de país eminentemente agrario y de país nuevo y en
pleno desarrollo. que ha absorbido y seguirá absorbiendo posiblemente capitales
extranjeros.
Como país agrario. estamos sujetos a la brusca fluctuación de las exportacio-
nes. Una mala cosecha puede exigirnos en cualquier momento la salida de aprecia-
bles cantidades de oro que suelen volver de nuevo en cuanto se restablece la pro-
ducción o cambia favorablemente la situación financiera interna o externa. El oro
está precisamente para esa función. para ir y venir. Pero si a su salida se une la dis-
minución equivalente de los billetes y si los bancos restringen el crédito súbita y
violentamente como sucede en un régimen automático de la moneda. cuando el sis-
tema banc<U"io no ha constituido fuertes reservas disponibles. surgen nuevas y se-
rias dificultades que se agregan a las que trae de suyo la cosecha frustrada.
Esta característica nuestra fue claramente advertida por Sir Otto Niemcyer.
Después de anotar que "el sistema económico de la Argentina --debido a cllo-
está expuesto a tensiones mayores que las que acontecen en países de estructma
más diversificada". manifiesta sus dudas sobre si "un país sujeto a esas grandes
fluctuaciones naturales en la actividad económica como la Argentina podrá sopor-
tar por mucho tiempo una vinculación automática tan directa y tan rígida del medio
circulante con el balance de pagos exteriores" y termina diciendo "que si bien cier-
to vínculo es fundamental. un vínculo muy cerrado y estrecho terminará por que-
brarse debido a su propia falta de clasticidad".1
Se trata de un hecho típico y bien conocido en este país. que se ha tenido pre-
sente al redact;u- el proyecto. Es conveniente que el Banco Central. a pesar de des-
prenderse de una fuerte cantidad de oro en defensa del valor de la moneda. quede
en condiciones de no restringir forzosamente sus operaciones. a fin de evitw· que
los negocios sufran una escasez exagerada de medios de pago o se precipite una li-
quidación desastrosa de situaciones perfectamente viables. Es conveniente. sin
duda. para el buen funcionamiento del patrón oro. que la circulación disminuya en
casos semejantes. pero no en una medida equivalente al oro que se exporta. Basw
por lo general una restricción moderada del crédito y los billetes en el público para
que sobrevenga en los rubros activos y pasivos de nuestras cuentas con el exterior
el reajuste tendiente a restablecer su equilibrio.
1 lnfonnc presentado al Gobierno Argentino, párrafos 2 y 4.

EL BANCO CENTRAL DE LA REPÚBLICA ARGENTINA
359
Necesidad de amplias resenas metálicas
De ahí la importancia. en un país como el nuestro. de una amplia reserva de oro
para que el Banco Central se encuentre en condiciones de soportar fuertes embar-
ques de mecálico sin verse :u-rastrado a una brusca deflación. Son los tiempos di-
fíciles y no los de prosperidad. los que deciden si una reserva de oro es o no excesiva
y los que ¡xmcn a prueba un mecanismo monetario y la previsión y destreza con que
se lo maneja. Ha de señalm·se. a este respecto. que la práctica de economizar capital
monetario construyendo un vasto volumen de medio circulante sobre una reducida
base metálica. vuelve muy sensible el sistema a la más débil exportación de oro. El
Banco Central ha de cuidarse pues en extremo de no usar con frecuencia la facultad
que se le concede de reducir hasta el 25% la garantía metálica de los billetes y de-
pósitos que constituyen su pasivo. Si no fuera así y si pennitiera que esos rubros pa-
sivos de su balance llegmw1 a ser de tres a cuatro veces el importe de sus tenencias
de oro. resultaría que el sistema liberal de emisión ¡x>dría traducirse luego en un me-
canismo de illlensa deflación; puesto que en ese caso la exportación de una unidad
de oro obligaría a restringir el circulante en una proporción triple o cuádruple. Un
mecanismo monetario que funcionara de este modo consumiría innecesariamente
aquellos recursos cuyo objeto consisce precisamente en prepar:u·fe para resistir la
presión de tiempos adversos. La reserva que se utiliza con generosidad cuando no
hace falta. deja por lo mismo de ser una reserva para los momentos difíciles.
Trastornos 1·i11culados al movimie11ro
de capitales extranjeros

La conveniencia de disponer de una reserva sustancial se justifica también por
los trastornos que trae consigo el movimiento de capitales extranjeros en un país
nuevo. Es un hecho conocido que las inversiones extranjeras no se efectúan en for-
ma regular y constame. Hay épocas de afluencia abundante de capitales seguidas
por otras en que las inversiones se restringen y desaparecen. según sea el tono de
los grandes mercados financieros del mundo. En los tiempos de abundancia el oro
entra en grandes cantidades en el país. acrecienta el efectivo de los bancos. y éstos
dilatan su crédito aumentando liberalmente los medios de pago: los negocios se
multiplican y por todas las actividades se extiende el optimismo. Es el período as-
cendenle de un ciclo económico. exagerado por la expansión del crédico. Pero su-
cede que la importación de mercaderías es tan sensible al aumento del poder adqui-
sitivo con que cuenta la IXJblación de nuestro país. que el incremento de los medios

360
RAlJL PREBISCH
de pago no tm·da mucho en estimular su franco crecimiento. Y este estímulo suele
resultar más intenso de lo que correspondería al factor inicial que lo provoca. 1.1ue
es la entrada de metálico. por una razón sencilla: porque mediante la expansión del
crédito se construye sobre ese metálico un volumen varias veces mayor de medios
de pago. principalmente de depósitos bancm"ios. O en otros términos. el exceso de
crédito tiende a hacer crecer las importaciones de mercaderías mús allá de lo que
pueden ser pagadas con el metálico que acaba de incorporarse al país y que consti-
tuye cabalmente la base de ese crédito. Mientrns llegan nuevos capitales. el de-
sequilibrio no aparece: queda latente. Pero no deja de manifestarse cuando. según
se tiene dicho. disminuye o se suspende la corriente de capitales extranjeros: pues
entonces la demanda de cambio exigida por el pago de aquellas importaciones
acrecentadas y el recm·go de los servicios financieros por las inversiones efectuadas
anteriormente. sobrepasa a la oferta. que se reduce por el agotamiento de los capi-
tales extranjeros. y provoca la necesidad de exportm· metálico en mayores cantida-
des que las que habían ingresado con anterioridad. Por lo mismo que la estructura
del crédito en caso de importación de oro se dilata con excesiva amplitud. las sali-
das de oro causan trastornos y reacciones que en nuesrra historia monetaria han
conducido con frecuencia. junto con la acción de otros factores coadyuvantes. al
abandono del patrón oro.
Sin duda que en una situación semejante. una buena reserva metálica. bien ma-
nejada por un Banco Central. podría defender eficazmente la estabilidad monetaria.
Pero no es en esos momentos. sino mucho antes. cuando ha debido hacerse sentir
su influencia pm·a impedir o limitar a tiempo la expansión del crédito. a fin de que
la reacción que sobreviene inevitablemente cuando cesa la corriente de capitales.
traiga el mínimo de perturbaciones en el crédito y los negocios.
la función ele mantener el mlor de la moneda
Con tal propósito. el Banco Central no sólo ha de ejercitm· su influencia mode-
radora con el prestigio y autoridad que consiga desm-rollar ante los bancos, sino
que ha de tener también la [XlSibilidad de absorber el exceso de oro ingresado en el
país. acumulándolo en sus reservas. pm·a desviar de este modo a los bancos de la
oportunidad de ensanchar innecesariamente el volumen de su crédito. De esas ope-
raciones se trata en otro lugar.
Basta por ahora dej~U' enunciadas las consecuencias del ritmo v~u"iable en la in-
versión de los capitales extranjeros sobre los movimientos monetarios de la Argen-
tina. y mostrar que las reservas del Banco Central. formadas provisoriamente en la
época de ingresos metálicos. deben servir más tarde para mantener la estabilidad de

EL BANCO CENTRAL DE LA REPlÍllL!CA ARGENTINA
361
la moneda. evitando al mismo tiempo la conmoción del crédito bancario. con sus
perniciosas consecuencias en la economía interna.
En virtud de estas consideraciones. el proyecto de ley establece primeramente
como función del Banco Central concentrar reservas suficientes para moderar las
consecuencias que la fluctuación en las exportaciones y en las inversiones de capi-
tales extranjeros tiene sobre la moneda. el crédito y las actividades comerciales. a
fin de mantener el valor de la moneda (art. 3'' a).
Lafi111ció11 de regular los medios de pago
No necesita demostrarse. después de lo explicado. que para que el Banco Cen-
tral cumpla con su función de regular los medios de pago es esencial no compro-
meter las reservas en el crecimiento innecesario del medio circulante.
El Banco no está pm-a expandir su crédito y sus billetes por el solo hecho de ser
alta su garantía metálica. La expansión sólo se justifica si está destinada a mover
un mayor volumen de negocios. pues los medios de pago no responden a otro pro-
pósito. Son un simple instrumento para realizar las transacciones. Si éstas crecen.
sea con car;ícter estacional en razón de la cosecha. o porque emprenden un ascenso
de más largo aliento. el medio circulante debe aumentar en cantidad o en la intensi-
dad con que se empica (o sea en su velocidad de circulación). y si decrecen. debe
disminuir p;u-:1 ajustarse a su menor volumen. En uno y otro caso el Banco Central
cumple su misión de adaptar paulatinamente la cantidad de circulante a la necesi-
dad real de los negocios; como también la cumple cuando restringe el circulante
por haber mermado aquéllos. puesto que la elasticidad consiste tanto en dilatar
como en comprimir los medios ele pago conforme se expande o contrae el volumen
de mercaderías que ellos tienen que mover. Y así como la escasez ele medios de
pago oprime las actividades económicas. su redundancia las estimula artificialmen-
te trayendo consecuencias tanto m:ís serias cuanto mayor sea el exceso. En un país
como la República Argentina que tanto depende de su comercio exterior. la expe-
riencia demuestra que todo exceso ele medios de pago en relación al volumen de
los negocios existellles. no t:u·da en promover el crecimiento exagerado de las im-
portaciones de mercaderías extranjeras. cuya gran sensibilidad ya se ha hecho no-
tar. Y como con ello no aumentan en forma autom;írica las exportaciones. se pro-
duce un desequilibrio en las cuentas exteriores que requiere ser colmado de
inmediato con embarques de metálico con el fin de impedir la depreciación mone-
taria. Esta salida de oro es síntoma ele que los medios de pago son excesivos; y si
no se toma en cuenta esa advertencia y se sigue acrecentando el crédito y los me-
dios ele pago fuera ele proporción con las necesidades de los negocios. se continua-

362
RAtJL PREBISCll
rá provocando nuevas exportaciones de oro que no podrán ser estorbadas sin afec-
tar muy desfavorablemente la estabilidad de la moneda.
Compréndase. pues. la importancia de este segundo propósito del Banco Cen-
tral. que según el proyecto de ley consiste en regular la cantidad de crédito y de los
medios de pago. adaptándolos al volumen real de los negocios (art. 3". b).
La jimción de aplicar la Ley de Ba11!'os
La func.ión de mantener el valor de la moneda. moderando las consecuencias
internas y externas de los movimientos de oro. y la de regular la cantidad de me-
dios de pago están estrechamente ligadas entre sí. De ellas se desprenden las opera-
ciones primordiales del Banco. según se verá más adelante. La tercera función es
más bien un corohu-io de las anteriores y está subordinada de las mismas. Consiste.
según el proyecto. en promover la liquidez y el buen funcionamiento del crédito
bancario. En esta forma el sistema tendrá la flexibilidad requerida para asegurar el
cumplimiento de aquellos propósitos relativos al valor de la moneda y los medios
de pago. A ello se agrega el deber de aplicar las disposiciones ele inspección. verifi-
cación y régimen ele los bancos establecidas en la Ley de Bancos (art 3''. e) pues
sólo así el Banco Central. desde la posición dominante que se le atribuye. podrá
propender eficazmente al desenvolvimiento sano y regular de las instituciones de
crédito que desempeñan funciones de gran responsabilidad pública.
Lafimción de agente ji11a11ciero del Estado
Por último. el proyecto de ley enuu-ga al Banco Central la función de actuar
como agente financiero y consejero del Gobierno en las operaciones de crédito ex-
terno o interno y en la emisión y atención de los empréstitos públicos (art. 3~. el).
Se trata de una función corriente de estas instituciones. pues su conocimiento de
los mercados financieros y de las condiciones económicas. les permite c<xlperar
útilmente con los gobiernos; pero el Banco interviene sólo en su carácter de asesor
y de agente. en manera alguna exclusiva. y no p:u·a tom:u· a su cargo las operacio-
nes de crédito del Estado. por las graves y conocidas consecuencias a que esto pue-
de llevar en desmedro ele la estabilidad monetaria.

EL BANCO CENTRAL DE LA REPÚBLICA ARGENTINA
363
3. CONSTITUCIÓN Y OPERACIONES DEL BANCO CENTRAL
La independencia esencial del Banco
La independencia del Instituto emisor frente al Estado. para que éste no trate de
convertir en fondos propios los recursos de aquél. obliga a poner al Banco Central
totalmente a cubierto de influencias que resultarían perturbadoras de su funciona-
miento. Según lo enseñan la experiencia de otros países y la nuestra. el factor que
suele determinar con más frecuencia la creación de medios de pago más allá de lo
que requieren las necesidades genuinas de los negocios. es el déficit fiscal. o la fi-
nanciación de las emisiones de títulos públicos con crédito bancario. Prescindiendo
de toda consideración sobre la posibilidad de que pueda el Estado hacerse cargo de
la difícil función de manejar con acierto instituciones lxmcm"ias. son bien conoci-
das las consecuencias deplorables del funcionnmiento de un instituto emisor que
no haya gozado de un alto grado de independencia con respecto a los directores del
Tesoro público. De ahí que se haya creído al redactar el proyecto que. no obstante
ser el Banco una entidad pública que desempeña una función tan esencial como es
la regulación de la moneda y el mantenimiento de su estabilidad. el Estado debe te-
ner una intervención limitada en su manejo.
Como es lógico. el Gobierno tiene representación en el Directorio. pero no tie-
ne voto preponderante. Elige el presidente. el vicepresidente y uno de los directo-
res. sin contar el que. como se verá en seguida. corresponde al Banco de la Nación.
La elección del presidente y el vice se realiza dentro de dos temas sometidas por el
mismo Banco por un término de 7 años. período que excede al de la Presidencia de
la Nación y que se ha adoptado. entre otras razones. parn demostrar que esos fun-
cionarios no dependen del Poder Ejecutivo y no tienen por consiguiente por qué
abandonar sus puestos cuando aquél cambia. Además del presidente y el vice. el
Directorio se compone de 12 miembros entre los que figura el Director nombrado
por el Poder Ejecutivo. El Banco de la Nación elige directamente un miembro. Y
los 10 miembros restantes son designados por los bancos accionistas. con la men-
ción expresa de que entre ellos habrá un agricultor. un ganadero. un comerciante y
un industrial seleccionados previa consulta con las entidades representativas de es-
tas actividudes (<u·t. 12).
En esta fomia. el Gobierno designa a la más alta autoridad del Banco Central.
que según la ley. ejerce todas las actividades dei Banco en representación del Di-
rectorio: y para asegurar el funcionainiento independiente de esta entidad pública.
delega en los bancos accionistas gran parte de las facultades que le con-esponderían

364
RAÚL PRElllSCll
como principal suscriptor en la elección de los miembros del Directorio. Se reser-
va. sin emhm·go. un derecho que en nada puede afectar aquella autonomía esencial
para el buen funcionamiento de este organismo. El Gobierno. en efecto. ejerce la
supervisión del Banco mediante la elección anual de un síndico que debe recaer en
uno de los cinco funcionarios públicos que enumera la ley y que por la índole de
sus funciones y la autoridad que revisten. han de actuar con la debida eficacia y ser
valiosos colaboradores del mismo Directorio por las observaciones que formulen
acerca del funcionamiento del Banco. Esto constituye una nueva manifestación del
carácter especial de esta entidad. que no puede ser clasificada dentro de ninguna de
las categorías existentes en la legislación comercial.
El Directorio. en cuyo seno el Gobierno tiene representación suficiente pm·a ex-
presm· sus puntos de visia. resulta pues un cuerpo autónomo que representa el inte-
rés general más que a los bancos o u detcnninadas actividades económicas. Se si-
gue así la opinión autorizada de Sir Otto Niemcyer. quien al referirse u los
directores manifiesta "que deberán busc:u·se en los distintos sectores de la actividad
económica del país. para asegurar así que el Banco pueda beneficiarse con su va-
riado conocimiento comercial y financiero. pero que no deberán ser mirados. ni
considerarse ellos mismos. como encargados principalmente de la defensa de los
intereses de tal o cual sector determinado. sino más bien como empicando conjun-
tamente su experiencia en el servicio del interés general" .2
Formación del ca11ital di!! Banco
Por otro lado. el carácter esencialmente público de las funciones del Banco flu-
ye clar:uncntc no sólo de la enunciación que de ellas hace la ley. sino también de la
índole y alcance que ésta fija para sus operaciones y de este otro hecho primordial.
El Banco Central no es una institución que tiende a realizm· beneficios. por no ser
éste su designio: se le asigna a propósito un capital relativamente pequeño. sobre el
que además se establece un dividendo máximo de 6%. p~mt que en ningún caso
pueda influir en su política de crédito el incentivo de realizar grandes ganancias ex-
pandiendo las operaciones en cuanto le sea posible. como ocurre de ordinario en
los bancos comerciales. El Banco vu a tener por lo tanto un capital originario de 30
millones de pesos. de los cuales JO suscribirá el Gobierno. lo que acentúa su ca-
rácter de entidad pública: LO los bancos accionistas: y los lO restantes se reservan
para hacer frente a futuras suscripciones de capital (arts. 4''. 5'' y 6\\').
2 Comentarios del ai1. 12 del Proycclo Nicmcycr.

EL BA!\\CO CENTRAL DE LA REPlJBl.ICA ARGENTINA
365
El Banco no requiere en modo alguno un capital mayor. según lo demuestra la
práctica ele otros países. Por otra pmte. sobre ese capital moderado se p<xlrá pagar
dividendos hasta el máximo indicado. aun en el caso que el Banco haya reducido
sus préstamos a cifras exiguas por no ser requeridos por los demás bancos. o por
juzgar el Banco Central que no es conveniente hacerlo.
Asimismo. ese capital reducido facilitará considerablemente su suscripción por
los bancos. Tocios los bancos del país con capital no inferior a un millón de pesos es-
tán obligados a suscribir aquellos diez millones de pesos en proporción a su capital.
Por razones prácticas se dispensa de la obligación de suscribir a los de capital más pe-
queño. si bien ellos. como los grandes. tendr:ín acceso a las operaciones del Banco
Central. "Los bancos comerciales. tanto nacionales como extranjeros -dice Sir 0110
Niemcyer a este respecto- sacar:ín considerable ventaja del establecimiento de un
sistema monetario sano y de los beneficios que ofrece una organiza<.:ión lxmcaria cen-
tral. El nuevo Banco será en su esencia un banco de bancos. y es por ello que las insti-
tuciones que operen en el país serán llamadas a proJXlrcionar el capital originario".'
Pero esta disposición no ha de resultar gravosa para los bancos. por cuanto lo
suscripto en ningún caso podr:í exceder de 2 millones de pesos y será siempre una
inversión segura y remunerativa: además. la Ley de Organización faculta a la Co-
misión Organizadora pw·a establecer plazos razonables con el propósito ele que se
integre sin dificulladcs el capital suscripto.
A fin ele prevenir la influencia excesiva de algún banco por la magnitud del ca-
pital suscripto, el proyecto de l"cy dispone que ningún accionista ¡xxlrá tener en una
asamblea votos que representen más de la décima parte del capital suscripto por los
bancos (art. 2:1 ). Otra disposición previsora es la obligación de rcgistmr las accio-
nes en el Banco Central. y el derecho de éste de rehusar su transferencia. con el
propósito de evitar que caigan en poder de tenedores indeseables para el prestigio
de dicha entidad (art. 4'!).
Como se ha dicho. los 10 millones lanzados a la suscripción de los bancos. se
refieren a las instituciones existentes. Si en lo futuro éstas aumentasen su capital.
se abriesen nuevos bancos. o llegasen a tener un millón de pesos o más de capital
los que antes no lo tenían. el Banco Central queda facultado para requerirles la sus-
cripción de capital en la misma forma que los bancos que ya fuesen accionistas. Se
comprende que la Ley deje esta decisión al arbitrio del Banco Central. pues bien
pudiera ocurrir que éste reputase inconveniente utilizar los 1 O millones que no se
..¡uscrihen inicialmente. o aumentar el capital si esta cantidad se hubiese agotado y
si el gobierno no decidiese desprenderse de sus acciones como le faculta el proyec-
to de ley en tal caso (art. 7").
Comentario al art. 5" del Proyecto Nicmcyer.

.~66
RAl;L PREBISCll
fraspasos iniciales al Banco Central
Suscripto así el capital del Banco. habrá llegado el momento de que la Comisión
Organizadora reúna los distintos elementos dispersos ya mencionados. suprima la
Comisión de Redescuento. la Junta Autónoma de Amortización y la Caja de Con-
versión. transfiriendo al Banco Central sus rubros activos y pasivos lo mismo que
las cuentas oficiales del Banco de la Nación Argentina. el Fondo de Beneficios de
Cambio y el Fondo de Divisas. De ello se ocupa especialmente la Ley de Organiza-
ción. por lo que no es ncces:u"io abundar aquí. En seguida la Comisión Organizado-
ra deberá disponer la forma en que los bancos con capital no inferior a un millón de
pesos despositarán en el Banco Central la mitad ele sus efectivos mínimos fijados
por la Ley de Bancos. los que servirán también para las operaciones de la Cámara
Compensadora. que se transfieren a dicha institución. según corresponde hacerlo.
Así se constituyen prim:u·i:11ncnte los depósitos de los bancos en el Banco Central.
quien. según se verá. no se limita con respecto a ellos a un papel pasivo. Por lo
pronto. esos depósitos. concentrados en este organismo. adquieren una potencia que
antes no tenían cuando se encontraban dispersos en las cajas de los distintos bancos;
mucho m;ís si éstos. como va a suceder probablemente. no se limitan a depositar la
mitad de dichos efectivos mínimos. sino que llevan también al Banco Central lama-
yor p:u·te de sus dineros por serles m:ís convenientc tenerlos en la institución cen-
tral. Por otra parte. la potencia de esos depósitos de los bancos en la nueva entidad
va a verse sobremanera reforzada por la posibilidad de acrecentarlo cuando sea ne-
cesario en virtud del considerable p<xler expansivo de las reservas met:ílicas que el
Banco Central recibe por el traspaso ele t<xlo el activo de la Caja de Conversión.
Así como los bancos no obtienen remuneraci(m alguna por el efectivo que guar-
dan en sus cajas. tam¡xieo gozarún de interés por la parte del mismo que depositen
en el Banco Central. según lo dispone el proyecto. El Banco tampoco podrá pagar
interés sobre los depósitos que pueda recibir del público (an. 32. c). No convendría
que fuese de otro modo. pues ello le obligaría a precuparse en acrecentar sus ingre-
sos. lo que. como ya se ha dicho. no siempre es compatible con la función regula-
dora que la ley le encarga. El mismo motivo. ap:u1e de la continua rotación que tie-
nen. aconseja no pagar intereses por los depósitos oficiales (art. 47).
El oro, los depósitos de los h1111cos y los medios de pago
El oro constituye el elemcnto básico del Banco Central. pues le sirve para man-
tener el valor de la moneda y atender las necesidades del circulante interno. Sobre

EL BANCO CE7'TRAL DE LA REPÚBJ.ICA ARGE7'-rtNA
367
ese oro reposa en última instancia el pasivo de sus depósitos y billetes. tanto de los
depósitos llevados por los bancos en la fonna que se ha visto. como los depósitos
creados en la fomia que se dirá en seguida. Tales depósitos y billetes constituyen
las obligaciones a la vista que el Banco. cuando se vuelva al patrón oro. deberá
convertir en metálico o en monedas extranjeras en cuak¡uier momento con el fin de
mantener el valor de la moneda. Dejando para más adelante el examen de esa cues-
tión corresponde decir aquí que los depósitos que tienen los bancos en el Banco
Central. y que se asientan sobre el oro del mismo. sirven de base a su vez a los de-
pósitos que esos mismos bancos han recibido de su clientela o han creado al acredi-
tar en las cuentas individuales los dineros que prestan. En esta forma, sobre el me-
tálico del Banco Central reposan en última instancia los depósitos del público que
manejados por medio de cheques forman. junto con los billetes. los medios ele
pago de la colectividad.
Por otra pm1e. los billetes del Banco Central también están relacionados con el
oro. tanto los que provienen del simple canje de los billetes emitidos por la Caja de
Conversión. como los que el Banco Central emite cuando los bancos giran contra
los depósitos que allí tienen.
Función de los depósitos de los bancos en el Banco Ce111ra/
En suma. los depósitos ele los bancos en el Banco Central constituyen la hase
fundamental de los depósitos que el público tiene en tales bancos. y la reserva a
donde acuden en busca de los billetes que demandan las necesidades de la circula-
ción. De manera. pues. que el aumento de tales depósitos permite a los bancos ex-
pandir sus préstamos y depósitos con respecto al público. y obtener los billetes que
éste solicita. o en otros té1minos. acrecentar el volumen de los medios de pago: y
su disminución tiende a hacerles restringir sus préstamos y el volumen de los me-
dios de pago.
Pero el Banco Central no se limita a ejercer una función pasiva con respecto a
los depósitos de los bancos. Por el contrario. gracias al poder expansivo de sus re-
servas que le permite construir una mayor cantidad de depósitos sobre una misma
base de oro dentro de los límites que se indica en otro lugar. o mediante el poder
restrictivo de sus operaciones en títulos. puede influir considerablemente sobre la
magnitud de aquellos depósitos de los bancos. y por lo tanto. sobre el volumen to-
tal del crédito y el medio circulante del país. de acuerdo con el proceso que acaba
de explicarse.
¿Cómo ejerce esta influencia el Banco Central? Mediante las distintas operacio-
nes que le autoriza el proyecto de ley. a saber: el redescuento y los adelantos con-

RA lJL PREBISCH
cedidos a los bancos o la compra de documentos. las operaciones de títulos. y las
operaciones en oro y divisas.
Las operaciones de rcclesc11eJlf()
Como es r:ícil comprender. el redescuento de papeles permite a los bancos acre-
centar sus depósitos en el Banco Central y gimr sobre ellos para obtener billetes
cuando los necesitan.
El proyecto ha querido rodear a estas operaciones de redescuento de toda clase
de recaudos tanto para asegurar la solvencia de los firmantes de los documentos.
como su carácter representativo de transacciones efectivas y de rúpida evolución.
Con este propósito. se dispone. en primer lugar. la creación dentro del Banco de
una o varias comisiones de redescuento formadas por personas crnHx.:edoras de tas
condiciones financieras. comerciales y agrícolas uu·ts. 25 a 31 ). LJUe tendrán a su
cargo la t:u-ea ele examinar t()(los los documentos presentados al redescuento o a la
adquisicíón del Banco. y de dar a éste su opinión al respecto. "La designación de
las Comisiones de Redescuento --expresa el experto británico en su informe-,
tiende a crear un freno adicional a las solicitudes de crédito. El examen de todos
los documentos presentados por los bancos. realizado por una comisión indepen-
diente con especial conocimiento del mercado local. pondrá al Banco a cubierto de
documentos inconvenientes. y tenderá. además. a mejorar la calidad de los docu-
mentos que circulan en la plaza. Actualmente hay escasez de letras y pagarés de
primer orden y liquidación automática del tipo que pueda ser prolllamente redes-
contahlc en el Banco Central: es esencial. por lo tanto. que se lomen medidas para
elevar su nivcl".4 El Banco no queda obligado a redescontar los documentos aproba-
dos por la Comisión: si se decidiese a redescont:u- lo LJUe ésta rechace. será necesaria
la aprobación de las tres cuartas p:u-tes de los miembros presentes del Directorio.
La Comisión de Redescuento y el Banco tienen que <üustarse a los rc4uisitos
exigidos por el proyecto para redescontar o comprar los dcx.:umentos que le sean
presentados. Tales documentos deben provenir de operaciones comerciales que re-
preselllcn un movimiento real de mercaderías. o de transacciones en productos
agrícolas y ganaderos, pues en esta forma. la expansión del circulante que llegue a
provocar el redescuento. ir<í acompañando un incremento efectivo de las transac-
cíones. A ello tiende también la fijación del término máximo de vida de tales docu-
mentos. que se establece en 90 días en el caso de las letras y pagarés comerciales. y
en 180 días cuando se trata de documentos agropecuarios (:u1. 32. d y e).
"' Comentario:-. a los arts. 25-31 del Proyct:to ~icmeycr.

EL BA:\\CO CE"ITRAl. DE[.¡\\ REP(;llLJCJ\\ ARGE!\\"rl"IA
369
Conviene insistir sobre este punto: el Banco Central no se crea para fomentar
las inversiones de fondos que por útiles que sean. representan una inmovilización:
sino a fin de facilitar el desarrollo de los negocios suministrando el circulante nece-
sario para moverlos. Las operaciones de inversión. por más que sean en extremo
productivas. sólo deben ser financiadas con el ah<mo de la población. que así se
convierte en capital. El ahorro no se suple con crédito. especialmente con crédito
del instituto emisor. pues uno y otro desempeñan funciones distintas. La inobser-
vancia ele este principio. como tantas veces ha comprobado la realidad. suele traer
consigo. si se pasan cienos límites. muy serios trastornos monetarios. En resumen.
la Comisión de Redescuento. o las comisiones en caso que el Directorio decidiese
crear sucursales. desempeñan la delicada tarea ele recomendar al Banco los docu-
mentos que deben ser aceptados o rechazados. Constituyen una de las llaves princi-
pales del Banco de acuerdo con el proyecto ele ley. que ha querido asimismo que el
examen ele los documentos preselllados por los distintos bancos sea ejercilado ante
todo por personas ajenas a los mismos. cuyo juicio sólo puede ser rectificado por el
procedimien10 cspeci:.il que ya se ha visto. El Directorio debe asimismo vchu- de
continuo por la aplicación del redescuento conforme a las normas trazadas. y revi-
sar periódicamente todos los documentos. lo mismo que los adelantos. para verifi-
car la liquidez de la cartera y tomar las medidas pertinentes en caso de firmas o
bancos 4ue no se condujesen satisfactoriamente.
Con el mismo propósito de mantener la liquidez de la cartera del Banco. el pro-
yecto le prohíbe conceder renovación o sustitución de los documentos redesconta-
dos o recibidos en garantía. salvo en casos excepcionales. ¡xlr una sola vez. y por
un plazo y monto limitados (art. 34. i).
Las operaciones de redescuento resultarán muy útiles para facilitar el movi-
miento de la cosecha. Esta origina una conocida demanda estacional de circulante
a la que los bancos podrán hacer frente con facilidad llevando sus documentos al
Banco Central. p:u-:1 cancclm-Jos más tarde cuando el circulante retorna a sus G~jas.
una vez pasado el período estacional de actividad.
Esta será indudablemente la forma más frecuente de redescuento. sin excluir
por cierto el que pueda aplicarse para responder a una emergencia cualquiera o
p<u-a moderar o suaviz<u- la restricción de medios de pago provocada por exporta-
ciones de metálico.
Por otro lado. ya se trate de subvenir a la necesidad de moncd:.i por motivos es-
lacionales o de emergencia. o ele disminuir la tensión monetaria. el redescuento
debe ser siempre una operación de carácter transitorio y no un medio de procurarse
constantememe fondos en el Banco Central. Lo señala claramente el señor Niemc-
yer cuando anota que "el Direclorio debe vigihu- que ningún banco haga uso conti-
nuo de esta ayuda. como que no forma parte de las funciones del Banco Central el

:no
RAUL PREBISCH
proveer permanentemente de capital a los bancos comerciales" .5 Este prudente con-
sejo es uno de los motivos que el Poder Ejecutivo ha tenido para proyectar simul-
táneamente el Instituto Movilizador. a fin de que el Banco no se inicia con redes-
cuentos de esa naturaleza.
De todo esto se desprende c.¡ue la función del redescuento no sólo exige el
análisis individual de cada documento. sino también el de la situación de cada ban-
co -plU"a lo cual el Banco Central dispone de amplias facultades- y el examen de
las necesidades de circulante detenninadas por el movimiento de los negocios. Y
es p¡m1 adaptarse de continuo a esas necesidades que el Banco cuenta con el instru-
mento del tipo de redescuento al que podrá hacer subir o bajar con el propósito de
disminuir o estimular la demanda de sus fondos. achicando o agrandando. así. el
volumen de su redescuento. Esta sería la función principal de las m(xlificaciones
del tipo de redescuento entre nosotros. bien que. en ciertos momentos. podrían
también actuar como medio plml atraer o desalentar los fondos extranjeros que bus-
can colocaciones a corto plazo. sin que ello pueda hacerse. por cierto. en la ampli-
tud con que se realizan estos movimientos en los grandes mercados financieros.
El Banco también puede adquirir documentos que reúnan los mismos requisitos
de los elegidos para el redescuento y ofrezcan una absoluta garantía.
Las operaciones de adelanto a los bancos
En cuanto a las operaciones de adelanlo. el proyecto es más bien restriclivo;
dispone que ha de cobrarse por ellos más allo interés que el redescuento y exigirse
ciertas garantías especiales. La razón es fácil de comprender. si se recuerda que el
aumento de crédito originado en el Banco Central debe acompañar a un incremento
real de los negocios. De ahí que cuando la g<uw11ía consisla en valores nacionales
los adelanlos sólo puedan efectuarse por un monto muy limitado. que en ningún
caso excederá al pequeño capital y las reservas del Banco. en cuanto no hubieran
sido ya invertidos por el mismo Banco en la adquisición de títulos nacionales. En
cambio. si los adelantos se realizan con la otra g;u·a111ía que se establece o sea la de
documentos elegibles para redescuento, no se fijan mayores limilaciones en cuanto
al importe global. pues se trata de operaciones que están ligadas a un movimiento
real de mercaderías. Pero tanto en el caso de los valores nacionales como en el de
los documentos mencionados. se compula solamente hasta el 80% del "alor. to-
mándose como base en los primeros su colización bursátil; y el monto expresado.
en los últimos. Los adelantos no podrán concederse por un plazo superior a 90
5 Comentarios al a11. 32 del Proyedo Nicmeyer.

EL BANC'O CENTRAL DE LA REPÚBLICA ARGENTINA
371
días. lo mismo que los redescuentos de documentos comerciales. Todo esto se hace
con el objeto de que los bancos se procuren fondos en el Banco Central mediante
el redescuento más bien que por adclamos. salvo casos especiales a los cuales res-
ponden. precisamente. las disposiciones del proyecto (art. 32.1).
Las operaciones interhancarias de tí/Ufos
Las operaciones de títulos entre el Banco Central y los bancos son de un ca-
rácter muy especial y circunscripto. y corresponden en cie110 modo a lo que en
otros países se designa por operaciones de títulos en el merc¡1do libre (open market
operations).
El Banco Central posee una masa de maniobra en valores nacionales
que vende a los bancos cuando desea restringir los depósitos que tiene de los mis-
mos. y por lo tanto. prevenir la dilatación del crédito o coadyuvm· a su restricción:
y se los vuelve a comprm·. cuando los bancos requieren fondos (art. 32. 1). Ven-
diendo o comprando títulos. por consiguiente. el Banco Central contrae o expande
los depósitos que en él tienen los bancos y propende así a templar o estimular el
impulso de crédito en todo el mercado.
En otro lugm· se ha aludido a esta práctica cuando el oro que ingresa por el creci-
miento de las exportaciones o la inversión de capitales extranjeros. acrecienta des-
mesuradamente la cantidad de moneda. En tales condiciones. el interés del dinero
tiende a bajar y a provocar el incremento de los préstamos bancarios: y si el Banco
Central juzga inconveniente esta expansión puede absorber o restringir los fondos
excesivos en los bancos. vendiéndoles títulos. Para ello requiere ofrecerles precios
que les inciten a comprmfos desviándoles así de otras operaciones. y comprometer-
se a volver a tomm· esos valores a un precio previamente convenido. que puede o no
ser el precio de venta. y a plazos estipulados conforme las circunstancias.
Dicho sea de paso. que el Banco Central. con la venta de los títulos se despren-
de de papeles que le producen interés. a cambio del efectivo con que le pagan los
bancos. que no le rinde provecho alguno. Ello confirma lo que se expresó en otro
lugar en cuanto al móvil del Banco Central. que no es conseguir ganancias sino re-
gular la moneda y el crédito.
Compréndase bien. por otra parte. la importancia que esas operaciones de venta
de títulos son susceptibles de tener para la regulación del crédito en tiempos de
fondos abundantes en el mercado. cuando la restriccion del rcdescuemo y los mo-
vimientos de su tasa podrían resultar ineficaces. ¡,Qué se obtiene con elevm· el tipo
y restringir el redescuento si los bancos no requieren su ayuda por tener fondos en
exceso? El Banco Central. en casos semejantes. no tiene otro medio de acción que
el de la venta de títulos. aparte de la inlluencia moral que gracias a su autoridad y

372
RM:t. PRl'l!ISCll
prcsligio cjcr1.a sobre los bancos para inducirles a ser prudentes en el incremento
de sus préstamos.
Pero no está dicho todo lo necesario sobre este punto. Se concibe sin esfuerzo
que si aquella institución pudiera comprar y vender a los bancos valores nacionales
sin límite. el Estado p<xlría influir p:m1 que por ese medio el Banco Central finan-
ciase la colocación de las emisiones públicas. adquiriendo de los bancos los títulos
que éstos hubieran suscripto al Gobierno. Sería en realidad. una inflación disimula-
da. como la que se ha practicado en algunos países en esta fórma. ¡x)r lo que se ha
criticado justmncnte las operaciones del mercado libre. Pero las objeciones desapa-
recen si el monto de esas operaciones se circunscribe a límites rawnables. El pro-
yecto lo hace terminantemente. Sólo pueden ser empicados en ellas los Bonos Con-
solidados del Tesoro Nacional. de cuya creación trata otra parte de este mensaje y
los valores que el Banco podrá adquirir hasta el importe de su capital y reservas. en
la parte no cubierta ¡xlr los adelantos concedidos con la garantía de valores de la
misma clase. conforme se ha inclicaclo más arriba. Como puede verse en el comen-
tario del proyecto de Ley de Organización, el Banco rccibir:í o deberá adquirir. una
cantidad máxima de 400 millones de pesos moneda nacional de Bonos Consolida-
dos clel Tesoro Nacional provenientes de la transformación de los títulos Jcl Em-
préstito Patriótico por el monto actual de la caución de los mismos en la Caja de
Conversión y de Letras de Tesorería actualmente en circulación. Gran parte de los
Bonos en que se transformen estas últimas. volver:í a ser adquirida seguramente
por los bancos al Banco Central. pues en estos momentos no ¡x>dría encontrarse
fácil colocación para el dinero que se les reembolse. Al importe de los Bonos habrá
que añadir. como se acaba de expresar. los valores que adquiera el Banco hasta el
monto de su capital. y los que fuese adquiriendo conforme se acumulan sus reser-
vas. No existe. por lo tanto. en virtud de esta limitación. la menor posibilidad de
que las operaciones interbancarias de compra y venta de títulos sean el instrumento
de una financiación inflacionista de las emisiones de títulos del Gobierno.
No está de más insistir en que estas operaciones se preconizan como un medio
de ;.,temperar o suavizar la intensidad de ciertos movimientos monet:u"ios. propen-
diendo a que conmuevan lo meno.~ posible la estructura del crédito; pero no se pre-
tende con ello contrarrestar tales movimientos. por cuanto están ligados a factores
internacionales que se sustraen a los designios de una política monetaria nacional.
Las Of)('racil111cs en oro·'' dirisas y lo l'o111·cr1ibilidod de la moncda
Se hace referencia a las operaciones ele oro y divisas en último término. no
porque sean de menor importancia sino para mayor claridad y encadenamiento de
esta ex¡x)sición.

EL BANCO CENTRAI. DE LA REPÚBLICA ARGENTINA
373
La adquisición o Ja venta de oro es una función específica del Banco Central y
equivale a Ja que realizaba normalmente la Caja de Conversi6n. Sólo que ésta en-
tregaba únicamente billetes: y el Banco Centml. cuando adquiera oro de Jos ban-
cos. podrá darles billetes o acreditarles su contravalor como dep6sitos en el mismo
banco. los que se transformarán de inmediato en billetes si los bancos lo solicitan.
Lo contrario pasará en el caso de las ventas de oro. que harán disminuir los
depósitos de los bancos o la cantidad de moneda emitida. En esta forma el Banco
Central. una vez estabilizada la moneda. mantendrá su convertibilidad recibiendo
oro cuando le sea ofrecido y entregándolo a medida que le sea solicitado.
Es sabido que las principales divisas o monedas extranjeras desempeñan la mis-
ma funci6n que el oro en los pagos internacionales. tanto más cuamo que una divi-
sa puede ser convertida instantáneamente en otra mediante una sencilla operación
de arbitraje. No es extraño. pues. que el proyecto autorice al Banco Central a dar a
cambio de los billetes que se le presenten divisas extranjeras en lugar de oro. si así
lo juzgase conveniente.
Asimismo. el Banco no está obligado a entregar oro o divisas por una cantidad
interior a una barra típica de oro de 12.441 kg (400 onzas), cuyo valor oscila
actualmente en alrededor de 2.8 lO libras papel en el mercado de Londres. Quien
requiera oro o divisas en cantidades más pequeñas para cubrir sus necesidades, si
el Banco Central se niega a dárselas. deberá recurrir a los bancos comerciales. a los
cuales corresponde esta función de distribuidores. Estos seguirán· efectuando como
ahora todas las operaciones de cambio con el público. pues el Banco Central no en-
trará a competir con ellos ni en éste ni en cualquier otro terreno. por cuanto no per-
sigue otro fin que el de regular el mercado y cumplir sus demás funciones ya indi-
cadas.
Las dos disposiciones que se acaban de referir darían sanción legal a un sistema
que en los hechos existió en nuestro país desde hace mucho tiempo. indicado como
ideal por Jos economistas clásicos e incorporado en las legislaciones más recientes:
las reservas metálicas de un país están para responder a la convertibilidad externa
de la moneda. sin que para mantener el valor de la unidad monetaria sea necesaiio
que el oro circule internamente o pueda :,¡er adquirido en pequeñas cantidades. En-
tre nosotros. como de muy antiguo no circula el metálico. no existe otra demanda
del mismo que no sea para exportarlo cuando así lo exige el estado de los cambios
internacionales. No conocemos el oro en la circulación interna. y su aparición en la
historia de la moneda argentina ha sido sobremanera fugaz. Sólo nos ha interesado
que nuestros billetes puedan ser convertidos en monedas extranjeras para realizar
los pagos internacionales. Sobre este particular expresa el señor Niemeyer "que no
hay nada inconsistente para el patrón oro (que es esencialmente un patrón de cam-
bio extranjero) en la disposición que evita Ja convertibilidad interna de los billetes:

374
RAÚL PREB!SCH
lo que es en sí mismo un propósito muy deseable. que también ha sido recomenda-
do por la Delegación del Oro".r' La Delegación del Oro de la Liga de las Naciones.
en efecto. ha aconsejado disposiciones semejantes a los países en que circulan o
han circulado hasta épocas recientes piezas de oro y en los cuales se las ha utiliza-
do como fonna predilecta de atesoramiento. con el fin de evitar la dispersión de los
recursos metálicos en esos países y facilit:u· su concentración en el Banco Central
para que sean empleados con mayor eficacia.
Lo que se ha dicho sobre la convertibilidad clcl circulante ha ele aplicarse cuan-
do la Argentina retome a la estabilidad monetaria. El Banco Central. en tal caso.
tendrü que comprar y vender metálico y divisas. conforme a la paridad rnonet:u"ia.
con un desvío máximo de 2% arriba o abajo de la par (al1. 41 ). Esto significa que
cuando la presión de la demanda sobre la oferta sea intensa en el mercado de cam-
bios. podrá cobrar hasta un 2'k más que la paridad por el oro o las monedas extran-
jeras que se le solicita. y cuando es la oferta la que presiona. podrá adquirir el oro o
las divisas. que así se ofrecen excesivamente. hasta un 2ck menos que su paridad.
Esta disposición. expresa Sir Ono Niemeyer. "que permite al cambio fluctuar entre
límites relativamente amplios. debiera evitar la necesidad de intervenciones dema-
siado frecuentes del Banco en el mercado ele cambios: un margen de 2% arriba o
abajo de la par. excede probablemente a los puntos del oro teóricos; pero las im-
portaciones y exportaciones ele oro estar:ín en realidad bajo el control del Banco.
No es en modo alguno una desventaja en un país como la República Argentina que
los primeros efectos de una transformación en el balance de pagos se sientan en el
movimiento del cambio. Esto va a servir en cierta medida p:u·a facilitar el ajuste de
las impo11aciones a las exportaciones y ayudar a restablecer el equilibrio" .7
4. LA EMISIÓN DE BILLETES Y LA GARANTÍA METALICA
Los billetes de banco y la moneda subsidiaria
Se ha visto repetidamente en las consideraciones anteriores que cuando el Ban-
co Central presta a los bancos mediante el redescuento o los adelantos g:uw1tidos.
o les compra documentos o Bonos Consolidados o cuando adquiere mct:ílico o di-
visas extranjeras. crea depósitos a favor de los bancos que vienen a acrecentar los
que ya tenían en el mismo Banco Central.
~Comentarios al a11. 4I dd Proyecto Nicmcycr.
ldcm a11. 40.

EL BAKCO CENTRAL DE LA REPÜBLICA ARGENTINA
375
Se ha dicho también que l!stos depósitos pueden transformarse en cualquier mo-
mento en billetes. toda vez que los bancos los requieran para satisfacer las necesi-
dades de los negocios. Esto no quiere decir que el Banco Central vaya a iniciar sus
actividades ampliando la emisión de billetes que reciba de la Caja de Conversión.
Antes bien. esa emisión se reducirá instantáneamente por la cancelación de los bi-
lletes que lleven los bancos al instituto emisor al depositar sus efectivos de acuerdo
con la ley. De tal suerte que cuando dichos bancos giren contra el Banco Central
no harán sino obtener una parte de los billetes que habían depositado. a no ser que
el crecimiento de las trnnsaccioncs requiera la creación de cantidades adicionales
de circulante. guardando siempre la garantía metálica exigida.
Téngase en cuenta. por otra parte. que no todo el pasivo de la Caja de Conver-
sión. constituido por los billetes que hay en circulación. se transfiere al Banco. Va
a quedar fuera de la emisión bancaria la moneda subsidi:iria de denominaciones de
cinco pesos e inferiores. Es una práctica general que el dinero de estas denomina-
ciones se deje a cargo del Estado. independientemente del Banco Central. pues la
experiencia indica que no es necesario darle respaldo metálico alguno. Esto permi-
te al Estado realizm· un beneficio cada vez que emite moneda subsidiaria en virtud
del crecimiento de la población y de sus necesidades de circulante. Es cierto que
ninguna de estas ventajas se prcsent:u·:ín de inmediato en la Argentina. excepto en
el caso de las monedas de níquel y cobre que hoy tienen respaldo de oro. En erecto.
los billetes subsidiarios se deducirán al realizar el traspaso de los 293 millones de
billetes sin garantía procedentes de tas antiguas emisiones inconvertibles. cuyo
monto. por to tanto. se dividid en dos partes: una. equivalente a la emisión de bi-
lletes subsidiarios. quedará a cargo del Estado como emisión fiscal; y la otra pasará
a confundirse con el resto de la emisión transferida al Banco Central. en donde será
cubierta ¡xir un bono sin interés que le elllreg:u-á el Tesoro Nacional. Pero en lo fu-
turo. y a medida que el Gobierno. a solicitud del Banco Central y por su interme-
dio. emita nueva moneda subsidi:u-ia p:m1 satisfacer las necesidades de la pobla-
ción. dentro de una camiclad no mayor de S 30 por habitante. la mitad del importe
de la emisión significará un beneficio para el Estado y la otra mitad drn·á lugrn· a la
amortización de ese bono por un monto equivalente al de los billetes del Banco que
se cancelan al ser canjeados ¡xH· moneda subsidiaria. Cuando el bono se hubiera
cancelado por completo. las emisiones de moneda subsidiaria. realizadas siempre
bajo las condiciones mencionadas. representarán en su totalidad un beneficio prn·a
el Gobierno. Es interesante señalar que la proporción de la moneda subsidirn·ia que
no quedar:í a cargo del Banco Central. con respecto a la emisión total del país antes
del establecimiento del mismo. será apenas de 15.6%. pues el dinero ele denomina-
ciones de cinco pesos e inferiores ilscendía al 15 de octubre pasado a 186.4 millo-
nes (billetes 150.4 millones. monedas de níquel 35.1 millones y monedas de cobre

376
RAüL PREBJSCIJ
0.9 millones) en una emisión total de 1.197 millones. Por Jo tanto. el dinero subsi-
di:u"io que quedaría fuera del Banco Central. serú inferior en 106.6 millones a los
293 millones de billetes sin garantía alguna de la emisión actual a cargo de la Caja
de Conversión. Fuera de la emisión fiscal de moneda subsidiaria el Banco Central
tendrá la exclusividad de las emisiones de dinero en todo el territorio de la Re-
pública. lo mismo que actualmente la Caja de Conversión y por idénticas razones
(a11. 35).
La garantía de oro de los hilletes y depósitos
Si bien se mira. los depósitos del Banco Central constituyen una obligación a la
vista de idéntica naturaleza que sus billetes. puesto que tanto por la entrega de és-
tos como girando contra los primeros los bancos pueden procurarse el oro o las
monedas extranjeras que necesiten en sus operaciones de cambio internacional.
De ahí que el proyecto de ley. siguiendo en esto también la legislación más re-
ciente. establezca la necesidad de mantener una reserva de metálico y divisas equi-
valente por lo menos al 25% del conjunto de los billetes y depósitos del Banco
Central (a11. 39). Con ello se sigue también otra de las recomendaciones de la Dele-
gación del Oro de la Liga lle las Naciones. Pero no llebe en ningún caso interpretar-
se tal disposición como un incitante a mantener la garantía en la proximidad de
aquella cifra. Todo lo conlrario: la g:mmtía mínima indica una siluación anormal
más allá de la cual no debiera pasarse. Por ello será necesario extremar los esfuer-
zos para no acercarse a ese límite. Tarllo es así que el proycc10 prescribe que si en
el curso de un aíio la garantía hubiera sido inferior al 33% de los billetes y de-
pósitos durante 60 días seguidos o durante 90 días en el tolal del ejercicio. el Ban-
co no podr;í abonar dividendos a los bancos accionistas y los beneficios crnTespon-
dientes serán 1ransferidos al Fondo de Reserva (art. 39).
El proyecto ha querido advertir en esla forma la seriedad de la situación que se
presenla al Banco cuando su garantía metálica se aproxima al mínimo legal. Es
cierto que la prohibición de dis1ribuir beneficios es sobre todo de carácter moral. y
no entraíia en sí correctivo alguno: pero sin duda que va a estimular ¡xldcrosamente
al Banco a reforzar las medidas indispensables para que no se llegue a dicho
mínimo, pues ello podría arrastrar en breve plazo a la suspensión de la convertibili-
dad. al abandono de la función esencial del Banco de mantener la estabilidad mo-
netaria. ¡,Por qué no se ha proyectado alguna medida compulsiva tenlliente a que la
garantía exceda nuevarnenle de 33%? Porque sería privar al Banco de la necesaria
flexibilidad de acción en los casos tan diferentes e imprevistos que presenta la rea-
lidad. Se ha considerado alcnlamcnlc. a este respecto. la suges1ión según la cual si

EL BANCO CENTRAL DE LA REPÚBLICA ARGENTINA
377
la garantía descendiese de 33%. el Banco estaría obligado por la ley a subir sus ta-
sas de in1erés para redescuentos y adelan1os por lo menos en 1 % por cada 2% que
bajase dicha garantía. En nuestro país bastaría que sobreviniese una mala cosecha
en una época en que la garantía hubiera sido muy baja, para que la necesidad de
mantener la paridad monetaria exportando todo el oro que fuese necesm"io. llevase
al Banco a Ja situación que Ja ley contempla. Es cierto que en circunstancias así no
cabe ser liberal en el otorgamiento de nuevos préstamos hancm"ios. pero tampoco
sería el caso de aumentar las dificultades de Ja agricultura y del comercio subiendo
sensiblemente las tasas de interés y restringiendo acentuadamente el crédito. Tanto
más cuanto que en un país como el nuestro es muy dudoso que la elevación de las
tasas tenga los mismos efectos que en los grandes centros financieros entre los que
se mueven continuamente los fondos a corlo plazo en busca de la mejor remunem-
ción. Esa medida. por lo tanto. correría el riesgo de desatar una liquidación en ex-
tremo pc1judicial. precisamente en circunstancias en que la experiencia entre no-
sotros aconseja saber esperar prudentemente. pues un año malo suele compensm·se
con uno reguJm· o hueno y 1odas las actividades del país han sabido adap1arse a este
modo de ser de nuestra economía fundamentalmente agraria.
Limitación de la tenencia de dirisas
Al llegar a este punto se comprenderá mejor lo que se ha expresado en otro lu-
gm· acerca de la conveniencia ele mantener en el Banco una amplia reserva. puesto
que así podrá afrontarse con más holgura las contingencias de nuestras cuentas in-
1ernacionalcs. sin desliz;u·sc peligrosamente hacia la garantía mínima que fija la
ley. Esta reserva deberá consistir fundamentalrneme en oro. y el proyecto sólo per-
mite computar las divisas en aquélla, hasta una proporción no mayor del !0% de
las existencias metálicas (•u·t. 40).
Esta disposición restrictiva es aconsejada por la prudencia. La crisis actual ha de-
mostrado que hasta las monedas de mayor prestigio están sujetas a cambios inespe-
rados que las desvían violentameme ele su paridad. Y es un hecho conocido que ello
ha significado pérdidas muy serias para algunos bancos centrales que. siguiendo una
práctica muy difundida antes de la crisis. mantenían en divisas una parte apreciable
de sus reservas que g:uw11ían sus obligaciones (gold ncha11ge standard). Con fre-
cuencia estas divisas se invertían transitoriamente en papeles de muy corto plazo con
el propósito de no permanecer improductivas. Pero sin duda alguna los hechos han
demostrado que es preferible no obtener ganancia alguna -como tampoco produce
beneficios el oro de las 1'eservas monetarias- con tal de no caer en riesgos como los
que se corren con la tenencia de cantidades considerables de monedas extranjeras.

378
RALJL PRElllSCH
Explícase así la limitación referida. como esa otra complementaria según la
cual el Banco Central no puede tener fuera de sus reservas mlls de un 10% adicio-
nal de divisas. con lo que la tenencia m:íxima de divisas en ¡xxler del Banco no po-
drá exceder en ningún caso del 20% de sus existencias totales de oro (art. 40).
No puede discutirse que la posesión de divisas extranjeras ayuda al Banco Cen-
tral a evitar los movimientos de metálico. que tanto por el costo que significan.
como por las reacciones psicológicas que suelen determinar. convendría reducir en
lo posible. Cuando el país tiene saldo a su favor. el Banco Central podtía acumular
divisas en lugar de oro. y desprenderse de ellas cuando los saldos fuesen en contra.
La posibilidad de tener divisas hasta un equivalente de 20% de las existencias de oro
contempla esta situación; y si ello no fuera suficiente en un momento dado de gran
afluencia de mctlllico. nada obsta para que el Banco Central. en vez de guardarlo en
el país. lo deje depositado en custodia ( earmarked) en los bancos centrales de los
grandes centros financieros mundiales. en absolutas condiciones de seguridad.
5. LAS OPERACIONES PROHIBIDAS Y LOS PRl~STAMOS DEL BANCO AL ESTADO
l11rersio11es prohihidas
Después de conocer las operaciones que el Banco Central debe efectuar para
cumplir sus fines. ha de entenderse más claramente por qué se le prohíbe determi-
nadas actividades. Pero antes de indicarlas es preciso recordar que. siendo una de
las funciones esenciales del Banco Central regular la cantidad de medios de pago.
toda creación adicional de depósitos o de billetes realizada por el mismo. debiera
corresponder a un incremento efectivo del volumen de transacciones. Si no es así.
el Banco lanza a la circulación. ya sea directamente. ya indirectamente por la ex-
pansión del crédito de los bancos. una cantidad de medios de pugo no requeridos
por los negocios. O en otros términos. el Banco pone así en manos de la población
una masa de poder adquisitivo que no va acompañada de un incremento paralelo
en las mercaderías susceptibles de adquirirse. Se trata pues de una creación artifi-
cial de medios de pago. de una desproporción entre el volumen de éstos y el de las
mercaderías 4ue deben mover. cuyas consecuencias perniciosas para la economía
del país se ha visto en otro lugar.
A esto se llega precisamente toda vez que el Banco decide invertir sus fondos
en títulos. valores. acciones. tierras y participaciones comerciales (art. 34). Por ello
el proyecto le prohíbe estas operaciones. Corresponde explicarlo. El Bunco va a
iniciarse con grandes recursos potenciales. Si se tratase de una empresa que persi-

EL BANCO CENTR¡\\l. DE LA REPÚBLICA ARGENTINA
379
gue la obtención de beneficios y no de un instituto regulador. sería muy lógica la
inclinación de colocar tales recursos en aquellas inversiones productivas. Pero eso
no puede hacerlo el Banco Central sin perturbar la moneda, pues para pagar esas
inversiones. se vería precisado n crear billetes y depósitos sin que el mercado re-
quiriese una mayor cantidad de medios de pago; dicho de otro modo. estaría lan-
zando aquel poder adquisitivo at1ificial a que se ha aludido. Si estos medios de
pago fuesen necesarios por exigirlo así el desarrollo de las transacciones. los ban-
cos tendrían a su alcance el redescuento y las otras operaciones para procurárselos
en el Banco Central.
Por lo tanto. la prohibición de realizar aquellas operaciones de inversión no
sólo se explica por la inmovilización de recursos que ellas traen consigo. sino prin-
cipalmente por la perturbación que introducen en la función esencial del Banco de
regular la cantidad de medios de pago.
La única excepción consentida por el proyecto de ley es la facultad del Banco
para invertir en valores nacionales hasta un importe no superior a su capital y las
reservas que fuese acumulando. como ya se ha señalado en otro lugar. No se trata
en este caso de adquisiciones realizadas con la creación de medios de pago. confor-
me se ha visto. sino con los fondos obtenidos por el Banco de muy distinto modo.
Por lo demás. la cantidad es pequeña y su inversión en valores se justifica por la
conveniencia de dnr al Bnnco una fuente de réditos distinta de sus operaciones ha-
bituales, que le permita sostenerse en tiemJX)S en que fuese escasa la demanda de
sus fondos.
Significado de los préstamos al Gobierno y estrecho lfmite de los mismos
Si le son prohibidas al Banco aquellas operaciones de inversión que se indica.
cori tanta mayor razón se le niega la posibilidad de prestar a los gobiemos. cuales-
quiera que fuesen. o a sus reparticiones autónomas. Es necesario insistir más sohre
el punto para destacar bien las razones que motivan esta prohibición.
Cuando un Gobierno recurre al impuesto o a la colocación de títulos con ahorro
genuino de la colectividad para cubrir sus gastos. no está desembolsando un nuevo
poder adquisitivo. Simplemente está usando el que loma de los contribuyentes por
el impuc~to. o de los rentistas con la negociación de títulos. En tal caso. del punto
de vista monetario no ocurre perturbación alguna. por más que el monto de los gas-
tos y su erogación puedan ser condenables del punto de vista económico o social.
Por el contrario. si el Estado cubre sus gastos con crédito bancario. origina uh in-
cremento en los medios de pago (sean billetes o depósitos) que no está justificado
por el incremento de las transacciones. Se incorpora así al mercado. debido a esos

380
RAÍJL PREBISCH
actos. una cantidad adicional de poder adquisitivo que antes no existía. Y si este
hecho tiene tal magnitud que no logra ser neutralizado con el nuevo ahorro que in-
gresa en los bancos y que éstos no empican en aumentar sus préstamos. no tarda en
comenzar un proceso de inflación con sus conocidas y perniciosas consecuencias.
En razón de todo esto el proyecto sólo autoriza al Banco Central a prestar al
Gobierno Nacional con el único propósito de cubrir deficiencias estacionales o
transitorias en la recaud;tción. y hasta un monto que no podrá sobrepasar del 10%
del promedio de los recursos en efectivo en los tres últimos ejercicios financieros.
Esos préstamos deberán ser cubie1tos dentro del año y no podrá el Gobierno usar
nuevamente del crédito en el Banco mientras no lo hubiera hecho (art. 44). Al refe-
rirse a ello el perito británico señala que la facultad de concederlos "se limita es-
trictamente a fin de evit:u- una presión indebida sobre el Banco para que efectúe
adelantos grandes y permanentes al Gobierno con el daño consiguiente para la esta-
bilidad de la moneda''.8
6. RELACIONES ENTRE EL ÜOl31ERNO y EL BA:-;co CENTRAL
El Banco como oge'nle' financiero del Gohiemo
Las relaciones del Banco Central con el Gobierno son muy restringidas en ma-
teria de préstamos. según acaba de verse. Pero no sucede así en cuanto concierne u
otras importantes funciones. Sir Otto Niemcycr ha insistido en la necesidad ele que
el Banco Central sea el agente financiero del Gobierno. que intervenga en sus mo-
vimientos de fondos internos y externos. y concentre todos sus depósitos. excepto
los de las reparticiones autónomas. que el Poder Ejecutivo podrá excluir cuando su
cm·ácter bancario. comercial o industrial. aconsejase efectuar sus depósitos en otros
establecimientos (art. 43 ). "Es importante. expresa aquél. que todas las transuccio-
nes monetarius del Gobierno Federal sean centralizadas en el Banco Central. que
en esta forma podrá efectuar en la posición del crédito cualquier ajuste que sea ne-
cesario debido a bs fluctuaciones estacionales de las recaudaciones y pagos del
Gobierno durante el curso del año. Además. esta centralización facilita considera-
blemente la información sobre la posición financiera y acrecienta el control del Mi-
nisterio de Hacienda sobre su presupuesto".9
Comentarios al ar!. 44 del Proyecto Nicmcyer.
tdem a11. 43.

EL BANCO CENTRAL DE LA REPÚBLICA ARGENTINA
381
La posición dominante del Banco en el mercado monetario local y sus vincula-
ciones con los mercados financieros internacionales como se ha expresado en otro
lugar, le permitirán actum· eficazmente como consejero del Gobierno en todas las
operaciones de crédito interno y externo; y el Gobierno podrá servirse provechosa-
mente de su mecanismo pm-.1 la emisión y atención de los empréstitos.
Pero téngase presente que en ningún caso -salvo dentro de la facultad en ex-
tremo limitada de adquirir títulos- el Banco p<xlrá tom:u- a su cargo los emprésti-
tos en c:mkler de suscriptor original. para luego coloc:u· los títulos en el público. El
proyecto de ley lo prohíbe en forma expresa (art. 32. j). y con este mismo propósito
tiene especial cuidado en limitar terminantemente las operaciones interbancarias de
títulos. El Banco actúa como simple agente intermediario y el salirse ele esta fun-
ción podría traerle peligros que el proyecto ha querido evilm· a toda costa.
Participación del Gobierno en los beneficios del Banco Central
Va a explicarse ahora otro aspecto ele las relaciones del Banco Central con el
Gobierno. El proyecto dispone que después de satisfecho el propósito primmfo de
formar un fondo ele reserva. se pagará un dividendo que no podrá pasar del 6%, en
el que el Gobierno recibirá lo correspondiente al capital que ha suscripto (art. 51 ).
No se necesita repetir aquí las razones importantes que se ha tenido para limítm· en
esta forma las ganancias a repartir. a fin de que las actividades del Banco no se di-
rijan a la consecución de un provecho. Pero es justo que se exima a dicho dividen-
. do, por el hecho de su limitación. del pago del impuesto sobre los réditos. corno lo
hace el proyecto (art. 50). Distribuido así el dividendo. el remanente de los benefi-
cios se transfiere al Tesoro. General en la siguiente forma: se dispone. en primer
lugar. a fonnar el Fondo de Reserva destinando el 20% de las utilidades netas hasta
que alcance al 25% del capital. y luego el 10% hasta que el Fondo iguale el capital.
Del remanente de las ganancias netas deberá pagarse el dividendo señalado; y los
beneficios restantes se adjudic:u-án al Gobierno· Nacional. previa deducción de un
10% que se incorporará al Fondo de Reserva üu-t. 51).
Esta participación del Gobierno en las ganancias es un rasgo común en las le-
gislaciones sobre bancos centrales y no sólo se justifica por la transferencia que
hace el Estado al Banco de las reservas metálicas del país. que le penniten desen-
volver sus operaciones. sino porque ello constituye una disposición complementa-
ria de esa otra que limita los dividendos. pues ele no ser así se acrecentarían sin ce-
sar las reservas sin ninguna finalidad práctica.
No se discute pues la partidpación del Estado. aunque sí podría resolverse en
distintas formas el destino que éste asigna al beneficio recibido. El proyecto elude

382
RAC)1, PREBJSCH
este punto y lo deja a la consideración anual del Poder Ejecutivo y del Honomble
Congreso. con motivo de cada presupuesto: por cuanto si bien la amortización de
la deuda flotante pudiera constituir una aplicación recomendable. circunstancias
especiales del momento podrían aconsejar su incorporación a las Rentas Generales
de la Nación a donde han ingresado hasta la fecha una parte de las ganancias que
obtiene la Caja de Conversión por el redescuento.
7. CONCLUSIÓN
Al explicar en términos generales las funciones del Banco y las operaciones
4ue debe y no debe realizar se ha pasado por alto muchas disposiciones cuya sola
lectura basta para abarc~u· su propósito. Así. las relativas a la elección de los Direc-
lores: a las funciones del Presidente, Vicepresidente y Directorio: a la autorización
que se confiere al Presidente para organizar una pequeña Comisión Consultiva de
Directores para que colaboren con él en sus tareas diarias: a las asambleas de ban-
cos accionistas y su funcionamiento. cte. Se trata de disposiciones análogas a las
que rigen las sociedades anónimas. salvo ciertas particul:u-idades impuestas por el
carácter singular del Banco. como por ejemplo aquella disposición que prohíbe fic
jru· las remuneraciones en relación a las ganancias. que concuerdan con lo que se
dijo sobre este punto al hablru· de la limitación de los dividendos.
Concebido en esta forma. el Banco Central responde a exigencias que no cabría
desconocer. Es un resultado de los acontecimientos. Y sobre ellos reposan Jo.; dos
proyectos elaborados últimamente. a los que se hizo referencia al comenzar esta
exposición. Ambos representan un serio esfuerzo para adaptru· esta nueva entidad a
las peculiaridades de la vida económica argentina. Este proyecto. que es el tercero.
ha podido aprovechar hu-gamente de los dos anteriores. Sigue muy de cerca. como
se ha dicho. los lineamientos de Sir Otto. así en el Banco Central como en la Ley
de Bancos. con algunas variantes que más que otra cosa son el resultado de haber
prolongado por un año más de experiencia aquel esfuerzo de adaptación de sus dis-
posiciones a nuestras propias necesidades.
El momento es oportuno para introducir estas reformas. y. como expresa con
gran acie110 el perito británico. nuestra situación al margen del patrón oro "no es
una razón para no proceder en seguida al esiablecimiento de un Banco Central; por
el con11w·io. desde que no sótl) las dificultades del período de transición requieren
una dirección coordinada. :;in'.) que el Banco Central constituirá en sí mism(T-ut·l
instrumento valioso para llegw· a una moneda estable y un consejero muy útil para
detenninar el momento y el tipo de estabilización" .111
111
Infonnc Nicmcycr. párrafo 1 l.

EL BANCO CENTRAL DE LA REPÜBLICA ARGENTINA
383
Para que el Banco Central pueda desempeñar eficazmente su función regulado-
ra de la moneda y el crédito es indispensable dotarlo también de amplias facultades
de inspección y vigilancia de los establecimientos de crédito. Así lo establece la
Ley de Bancos, a la que se consagra el próximo capítulo.
PROYECTO DE LEY
El Senado y la Cámara de Diputados de la Nación Argentina, reunidos en Con-
greso, ere., sa11cio11a11 con fuerza de
LEY:
Creación y objeto del Banco Central
Arrfculo 1º. Créase el Banco Central de la República Argentina por el término
de cuarenta años.
Arrfculo 2º. El Banco tendrá su domicilio en la ciudad de Buenos Aires. Podrá
establecer sucursales o agencias o nombrar corresponsales por resolución de su Di-
recto1io.
Artfculo 3º. El Banco tendrá por objeto:
a) Concentrar reservas suficientes para moderar las consecuencias de la fluctua-
ción en las exportaciones y las inversiones de capitales extranjeros, sobre la moneda.
el crédito y las actividades comerciales, a fin de mantener el valor de la moneda:
b) Regular la cantidad de crédito y de los medios de pago. adaptándolos al vo-
lumen real de los negocios;
·
c) Promover la liquidez y el buen funcionamiento del crédito bancario: y apli-
car las disposiciones de inspección. verificación y régimen de los bancos estableci-
das en la Ley de Bancos;
d) Actuar como agente financiero y consejero del Gobierno en las operaciones
de crédito externo o interno y en la emisión y atención de los empréstitos públicos.
Capital y suscripción de acciones
Artículo 4º. El capital originario del Banco será de 30 millones de pesos mone-
da nacional. dividido en 30.000 acciones de 1.000 pesos moneda nacional cada
una.
Las acciones serán nominativas y estarán registradas en el mismo Banco. y so-
lamente podrán transferirse con el consentimiento de éste. sin que pueda ex.igírscle

384
RAÚL PREBISCH
que exprese las razones que tiene para denegar cualquier transferencia. En caso de
negarse una transferencia el tenedor podrá exigir que el Banco compre las acciones
al valor nominal. reduciendo correlativamente el capital.
Artículo 59 • Al constituirse el Banco Central. el Gobierno Nacional suscribirá
10.000.000 de pesos moneda nacional de acciones. Los Bancos nacionales y ex-
tranjeros establecidos en la Argentina. que tengan un capital no inferior a 1 millón
de pesos moneda nacional deberán suscribir a la pm· una cantidad de acciones pro-
porcional a su capital realizado. hasta completar la suma de lO millones de pesos
moneda nacional.
Ningún banco, institución o persona podrá ser accionista por un valor nominal
superior a la quinta parte del capital suscripto por los bancos.
Artículo 6~. Los JO millones de pesos moneda nacional del capital que no se
suscriben en el momento de la organización del Banco. quedm·án a disposición de
éste para ser suscriptos de conformidad con lo establecido en el m·tículo siguiente.
Artfrnlo T. Los bancos que se establezcan en la Argentina y que tengan un ca-
pital no inferior a 1 millón de pesos moneda nacional. o que aumenten su capital
hasta un mínimo de 1 millón de pesos moneda nacional. y los bancos accionistas
que aumenten su capital. podrán ser requeridos por el Banco Central para suscribir
acciones al precio que tJje el Directorio. a la par o arriba de ella. teniendo en cuen-
ta las reservas acumuladas, y en la misma proporción que la adoptada para la sus-
cripción originm·ia. El Banco Central queda autorizado para aumentar su capital
con este objeto en caso de no ser suficientes los 10 millones destinados a este fin
en el artículo 6º. siempre que el Gobierno no resuelva vender sus acciones para
permitir la suscripción susodicha.
Artículo 8º. Las acciones del Banco no podrán ser dadas en garantía de préstamo o
· con otros fines. salvo en casos especiales y sólo con el consentimiento previo y escrito
del Banco Central. El presente m·tículo deberá transcribirse en el dorso de cada acción.
J)ircctorio
Artfcu/o 9º. El Banco tendrá un Directorio compuesto de un Presidente. un Vi-
cepresidente y doce Directores.
Artfculo /O. El Presidente y el Vicepresidente serán personas de reconocida ex-
periencia bancm"ia y financiera. y serán designados por el Poder Ejecutivo dentro
de las ternas elegidas por la Asamblea de Bancos Accionistas a propuesta del Di-
rectorio. Durarán siete años en sus funciones y podrán ser reelectos.
El Presidente y el Vicepresidente deberán dedicar todas sus actividades al servi-

EL BANCO CENTRAL DE LA REPÚBLlCA ARGENTINA
31!5
cio exclusivo del Banco, y mientras estén en ejercicio no podrán ocupar otro cargo,
remunerado o no.
Tendrán derecho a percibir los sueldos o asignaciones que el Directorio deter-
mine periódicamente, con la confirmación de la Asamblea de los Bancos Accionis-
tas: pero en ningún caso podrán ser remunerados total o parcialmente bajo forma
alguna de comisión. ni los sueldos o asignaciones que les sean pagados podrán de-
terminarse en relación a las utilidades del Banco.
Artículo 1 J. Si el Presidente o el Vicepresidente falleciera o renunciara o en al-
guna otra forma dejara vacante el cargo antes de cumplirse el período para el cual
fue designado. se nombrará a otra persona en la fonna establecida en el artículo 10
para ejercer dicho cargo durante el resto del período.
Artículo 12. De los doce Directores, uno será elegido por el Poder Ejecutivo:
uno por el Banco de la Nación Argentina: seis por los sectores en que se dividirá al
efecto la Asamblea de los Bancos Accionistas en la siguiente forma: uno por los re-
presentantes del Banco de la Provincia de Buenos Aires y demás bancos provincia-
les o mixtos del país que fueran accionistas, tres por los representantes de los ban-
cos nacionales y dos por los representantes de los bancos extranjeros: y cuatro
elegidos por toda la Asamblea de Bancos Accionistas -a propuesta del Directorio
y previa consulta de éste con entidades representativas-. entre personas de reco-
nocida experiencia. capacidad y prestigio que deberán ser: un agricultor. un gana-
dero, un comerciante y un industrial. Ninguna de estas cuatro personas podrá ser
Director o empleado de banco. Tampoco podrán formar parte del Directorio simul
táneamente más de tres extranjeros.
Artfculo 13. Los Directores elegidos de acuerdo con el ru·tículo 12. durarán tres
años en su cargo y podrán ser reelectos, excepto los nombrados por los bancos ex-
tranjeros que no podrán serlo.
Los Directores elegidos por los bancos extranjeros serán de diferente nacionali-
dad, y los bancos de donde proviniesen no podrán ser de un mismo país de origen.
Artículo 14. Si algún miembro del Directorio, con excepción del Presidente o
Vicepresidente, falleciese o renunciase o en alguna otra forma dejase vacante su
cru·go antes de terminru· el período para el cual fue designado, se procederá a elegir
a otro Director en la forma establecida en al ru·tículo 12 para completru· el período.
Artículo 15. No podrán ser elegidos ni continuar como miembros del Directorio:
a) Los miembros del Congreso Nacional o de cualquier Legislatura Provincial o
Concejo Municipal, extendiéndose esta restricción a las personas que hayan acep-
tado candidaturas para esos puestos: los empicados o funcionarios de cualquier re-
partición del Gobierno, salvo el primer Director a que se refiere el artículo 12. que
podrá ser funcionario nacional, y el siguiente que podrá ser funcionario del banco

386
RAÚL PREUISCll
en cuestión: y los que tuviesen otros crn·gos o puestos rentados o remunerados en
cualquier otra forma que dependiesen directa o indirectamente de los Gobiernos
Federal. Provinciales o Municipales:
b) Los insolventes:
c) Las personas que hubiesen sido condenadas por delitos.
Articulo 16. Los miembros del Directorio actuarán en forma honornria excepto
en el caso previsto en el artículo 18.
Artículo 17. El Presidente, o en su ausencia el Vicepresidente. ejercerá en repre-
sentación del Directorio la dirección de las actividades del Banco. y estará autoriza-
do para actuar y resolver en todos aquellos asuntos que no estuvieran expresamente
reservados a la decisión de la Asamblea de Bancos Accionistas: será al mismo tiem-
po el representante legal del Banco en todas sus relaciones con terceros.
Artículo 18. El Presidente. si juzgara conveniente. podrá constituir una Comi-
sión Consultiva formada por el Vicepresidente y dos Directores designados por el
Directorio ¡x>r un año y reelegibles. de los cuales por lo menos uno deberá ser ban-
quero. La Comisión Consultiva se reunirá por lo menos una vez por semana. El Di-
rectorio podrá fijar una remuneración para esos dos Directores que deberá ser con-
finnada por la Asamblea ele Bancos Accionistas.
Artículo 19. El Presidente, o en su ausencia el Vicepresidente. convocará a las
reuniones del Directorio cuando lo juzgue conveniente. y por lo menos una vez
cada mes. Siete miembros formarán quórum. y salvo disposición contraria. las reso-
luciones serán adoptadas por simple mayoría de votos de los miembros presentes.
En caso de empate. el Presidente o en su caso el Vicepresidente. tendrá doble voto.
Artfculo 20. El Directorio ejercerá la vigilancia de las operaciones del Banco: y
sus atribuciones y deberes serán principalmente los siguientes:
a) Intervenir en la reglmnentación y adniinistrnción del Banco. aprobar el presu-
puesto anual ele sueldos y gastos. y nombrar. promover y separar de sus puestos a
los empleados:
b) Establecer y clausurar sucursales y agencias:
c) Nombrar corresponsales en el país y en el extranjero. reglamentando sus re-
laciones con el Banco:
el) Fijar las condiciones generales y los límites de las distintas operaciones auto-
rizadas ¡xlr esta Ley:
e) Fijar tasas de redescuento e interés:
t) Adquirir los inmuebles necesm"ios para las operaciones del Banco y enajenar
los inmuebles adquiridos. de acuerdo con el artículo 34. inciso h):
g) Revisar periódicamente. ix>r lo menos una vez cada seis meses. todos los re-
descuentos y adelantos:

EL BANCO CENTRAL DE LA REPÚBLICA ARGENl'INA
387
h) Aprobar las renovaciones y sustituciones de letras de cambio y pagarés de
acuerdo con el artículo 34. inciso i):
i) Resolver sobre la tmnsferencia o caución de acciones del Banco de acuerdo
con los artículos 4\\! y s~:
j) Nombrar la Comisión Consultiva cuando lo solicitase el Presidente:
k) Nombrar la o las Comisiones de Redescuento:
l) Redactar la Memoria Anual y presentar el Balance y Cuenta de Ganancias y
Pérdidas a la Asamblea de Bancos Accionistas.
Asambleas de Haneos At·eionlstas
Artfculo 21. La Asamblea Ordinaria que será convocada por el Directorio una
vez cada año. se efectuará dentro de los primeros tres meses de ejercicio financiero.
Tres semanas antes de la fecha lijada para la Asamblea Ordinaria se enviará
una citación a cada banco accionista con el orden del día y el detalle de los asuntos
a tratarse.
Toda moción que.los accionistas deseen someter a la Asamblea deberá comuni-
carse al Directorio dentro del mes siguiente a la terminación del ejercicio financie-
ro y acompañarse con una exposición de los motivos en que se funda.
Artfculo 22. Las Asambleas Extraordinarias se convocarán con dos semanas de
anticipación por lo menos. cuando el Directorio lo estime conveniente. o cuando lo
requiera por escrito un número de bancos accionistas que represente por lo menos
una tercera parte de los votos. de acuerdo con el artículo 23.
Estas peticiones deberán exponer siempre las razones que las motivan con indi-
cación de las mociones que serán sometidas a la Asamblea.
Las Asambleas Extraordinarias que convoque el Directorio a pedido de los ban-
cos accionistas. se efectuarán dentro de los 30 días de recibida la petición corres-
pondiente por el Directorio.
Artfculo 23. El Presidente, o en su ausencia el Vicepresidente. presidirá las
Asambleas.
Cada acción representa un voto: pero ningún accionista podrá reunir un número
de votos que representen más de la décima parte del capital suscripto por los bancos.
Artfculo 24. Son atribuciones de la Asamblea:
a) Aprobar las cuentas anuales y la Memoria del Directorio;
b) Aprobar la distribución de las sumas que se asignarán al Fondo de Reserva
General y al Fondo de Reserva Especial si se dispone crearlo:
c) Resolver el reparto del dividendo anual;
d) Elegir. a propuesta del Directorio. las ternas de candidatos para Presidente y

388
RAlJL PREBJSCH
Vicepresidente que deben ser presentadas al Poder Ejecutivo y elegir los Directores
a que se refiere el artículo 12;
e) Confirmar los sueldos y asignaciones del Presidente. Vicepresidente y los
dos miembros del Directorio que integran la Comisión Consultiva;
t) Deliberar sobre todo otro asunto incluido en el orden del día;
g) Fijar la remuneración del síndico.
Todas las resoluciones de las Asambleas. salvo disposición contr~u-ia. serán
adoptadas por simple mayoría de votos.
Comisiones de redescuento
Ar1ícu/o :!5. El Directorio nombrará una Comisión de Redescuento para la Casa
Central. y en caso necesario ¡xu-a cualquier sucursal del Banco. encargada ele exa-
minar todos los documentos presentados para su redescuento. adquisición o a título
de gm·antía de adelantos. El número de personas que formará cada comisión será fi-
jado por el Directorio.
Artículo :!6. Los miembros de las Comisiones de Redescuento serán personas
conocedoras de las condiciones financieras. comerciales y agrícolas. Serán nom-
brados por un período de dos años y no podrán ser reelectos.
Cuando se proceda por primera vez a la designación de los integrantes de algu-
na Comisión de Redescuento. la mitad de los miembros sed nombrada por un pe-
ríodo de un año. No podrán ser miembros de las Comisiones de Redescuento, los
miembros del Directorio. sus parientes. socios o agentes. ni las personas que se en-
cuentran comprendidas en las disposiciones del m·tículo 15.
Artículo :!7. El cm·go de miembro de las Comisiones de Redescuento será hono-
rario. pero el Directorio podrá autorizm· el reemlxilso de los gastos incurridos por
dichos miembros en el desempeño de sus funciones.
Artículo :!8. Las deliberaciones de las Comisiones de Redescuento serán secretas.
Ningún miembro de una Comisión ele Redescuento expresará opiniones ni vota-
rá respecto de letras o documentos en los cuales tuviere algún interés: y deberá reti-
rarse de la sesión mientras tales letras o documentos estuvieran en consideración.
Artículo :!9. La Comisión de Redescuento de la Casa Central será presidida por
el funcionario que designe el Directorio. En las sucursales las reuniones de la Co-
misión de Redescucntos serán presididas por el gerente de la sucursal.
El Directorio del Banco determinará el número p~u-:1 forn1m· quórum.
Artículo 30. Las resoluciones que aprueban o rechazan letras u otros documen-
tos serán adoptadas por simple mayoría de votos. y en caso de empate el Presidente
de la Comisión tendrá doble voto.

EL BA:"CO CENTRAL DEI¿\\ REP(JBLICA ARGEl\\'l'INA
389
Artículo 31. El Banco no estará obligado a descontru· letras o aceptar valores
aprobados por la Comisión de Redescuento. Las letras u otros valores que hubiesen
sido rechazados por la Comisión de Redescuento podrán ser aceptados por el Ban-
co, siempre que sean aprobados por el Directorio. por mayoría de las tres cuartas
pru·tes de los miembros presentes en Ja sesión.
Opcradoncs del llaneo
Artículo 32. El Banco prnlrá:
a) Emitir billetes de acuerdo con las disposiciones de esta Ley;
h) Comprar y vender oro:
c) Recibir dinero en depósito en cuenta corriente. que no devengue interés;
el) Redescont:.u- a los bancos accionistas y a los bancos que no lo fueran. en las
condiciones establecidas por el Directorio. documentos provenientes de operacio-
nes comerciales que representen un movimiento real de mercaderías. lleven por lo
menos dos firmas solventes. venzan a más tardar dentro de los 90 días a contar des-
de la fecha de su redescuento y reúnan los requisitos exigidos por el Código de Co-
mercio; o adquirir dichos documentos. Cuando se trate de documentos que reúnan
las condiciones anteriores pero tengan tres o más finnas solventes de las cuales por
Jo menos una sea bancaria. el tiJXJ de redescuento será inferior al aplicado en el
caso precedente de este inciso;
e) Redescontar a los bancos accionistas y a los bancos que no lo fueran, en las
condiciones establecidas por el Directorio. documentos emergentes de transaccio-
nes en productos agrícolas o ganaderos que lleven por lo menos dos fümas, venzan
a más tardru· dentro de los 180 días a contar desde la fecha de su redescuento y re-
únan los requisitos exigidos por el Código de Comercio. Cuando se trate de docu-
mentos que reúnan las condiciones anteriores pero venzan en un plazo máximo de
90 días a contar de la fecha de su redescuento o lleven por lo menos tres firmas sol-
ventes de las cuales por lo menos una sea bancaria. el tipo de redescuento será infe-
rior al aplicado en el caso precedente de este inciso;
1) Acord:u· adelantos a los bancos accionistas. por un plazo fijo que no podrá
exceder de 90 días. cobrándoles una tasa mínima de interés superior en un punto
por lo menos a la tasa oficial mínima del Banco Central para el redescuento de do-
cumentos a 90 días vist:.¡, sobre los siguientes valores;
l. Letras de cambio y pagru·és que reúnan las condiciones establecidas en los in-
cisos d) o e) de este artículo. y hasta la concutTencia del 80% de su valor nominal.
2. Valores del Gobierno Nacional cotizados en el mercado siempre que el im-
porte del adelanto no exceda del 80% de la cotización en la Bolsa de dichos valo-

390
RAÚL PREBISCH
res y que el total de tales adelantos conjuntamente con los valores nacionales de
propiedad del Banco (excluidos los Bonos Consolidados del Tesoro Nacional) no
supere el límite a que se refiere el artículo 34, inciso b);
g) Acordar adelantos sobre oro amonedado o en barras hasta el 95% de su valor;
h) Comprar y vender cambio extranjero;
i) Actuar como corresponsal o agente de otros bancos centrales o del Banco In-
ternacional de Ajustes;
j) Encargarse de la emisión, compra y venta de valores del Gobierno Nacional,
por cuenta exclusiva de éste; y sin que el Banco pueda suscribir tales valores ni ga-
rantizar su colocación;
k) Administrar la Cámara Compensadora en Buenos Aires y en otras plazas;
1) Vender a los otros bancos o volver a comprar de los mismos los Bonos Con-
solidados del Tesoro Nacional recibidos o adquiridos por el Banco en virtud del ar-
tículo 7º de la Ley de Organización y los valores nacionales adquiridos de acuerdo
con el artículo 34, inciso b) in fine.
Artículo 33. El Banco publicará en forma permanente las tasas de redescuentos
y adelantos. Bajo ningún concepto efectuará redescuentos o adelantos a tasas me-
nores que las fijadas.
Artfculo 34. Queda prohibido al Banco:
a) Emitir billetes de denominaciones de cinco pesos moneda nacional y menores;
b) Conceder préstamos al Gobierno Nacional, salvo los directos autorizados en
el artículo 44 o los indirectos autorizados en el artículo 32, inciso t) ya sea en la
forma de descuentos, adelantos, créditos en descubierto, compra de letras de teso-
rería. títulos u otros valores del Gobierno Nacional, o en cualquier otra forma; sin
embargo, el Banco podrá adquirir valores nacionales hasta un límite que en ningún
caso podrá exceder del monto total de su capital, sus reservas y el importe amorti-
zado de los Bonos Consolidados del Tesoro Nacional recibidos o adquiridos por el
Banco en virtud del artículo 7º de la Ley de Organización;
c) Conceder, en circunstancia alguna, a las provincias, municipalidades. empre-
sas de servicios públicos que pertenezcan a éstas o reparticiones autónomas, présta-
mos directos o indirectos en la forma de descuentos, adelantos, créditos en descu-
bierto o compra de letras, valores o títulos, o en cualquier otra forma;
d) Garantizar o endosar letras u otras obligaciones del Gobierno Nacional, pro-
vincias, municipalidades, reparticiones autónomas o instituciones similares;
e) Participar directa o indirectamente en cualquier empresa comercial, agrícola,
industrial o de otra clase;
t) Comprar acciones (con excepción de las acciones del Banco Internacional de
Ajustes) o conceder préstamos con la garantía de acciones de cualquier índole;

EL BANCO CENTRAL DE LA REPÚBLICA ARGENTINA
391
g) Conceder adelantos sin garantía u otorgar créditos en descubierto: salvo en el
caso de convenios de créditos recíprocos concertados con otros bancos centrales:
h) Comprar bienes raíces. salvo los que fuesen necesarios para que el Banco
pueda desenvolver sus actividades: comprar mercaderías: y conceder adelantos que
tuviesen por garantía bienes raíces o hipotecas. Si en la opinión del Directorio co-
rriera peligro algún crédito concedido por el Banco. éste podrá tomar las medidas
necesarias para asegurar sus derechos sobre los bienes raíces o mercaderías del
deudor. y podrá adquirir tales bienes raíces o mercaderías. pero estará obligado a
revenderlos tan pronto como le sea posible;
i) Conceder la renovación o sustitución de letras de cambio o pagarés vencidos.
redescontados o recibidos en garantía por el Banco. salvo en casos excepcionales.
en los cuales el Directorio podrá autorizar por una sola vez su renovación o sustitu-
ción. por el 50% del valor primitivo de tales letras o pagarés. como máximo. y por
un peiíodo que no exceda de 90 días.
Emisión de billetes y garantía metálka
Artículo 35. Durante todo el peiíodo para el cual ha sido constituido. el Banco
tendrá el p1ivilegio exclusivo de la emisión de billetes en la República Argentina. ex-
cepto la moneda subsidiaria a que se refiere el artículo 5" de la Ley de Organización:
y ni el Gobierno Nacional. ni los Gobiernos de las provincias. ni las municipalidades.
bancos u otras instituciones cualesquiera. podrán emitir billetes u otros documentos
que. en la opinión del Banco, fuesen susceptibles de circular como papel moneda.
Artfculo 36. El Banco se hará cargo de todos los billetes de denominaciones su-
periores a cinco pesos rnoneda nacional ya emitidos por la Caja qe Conversión y
los reemplazará por una emisión nueva de billetes del Banco Central.
La emisión o acuñación futuras de moneda subsidiaria de denominaciones de
cinco pesos e inferiores (inclusive las monedas de níquel y cobre) a cargo del Go-
bierno Nacional. se hará exclusivamente a solicitud y por intennedio del Banco
Central. conforme a las necesidades del público: pero en ningún caso podrá exce-
der de 30 pesos moneda nacional por habitante.
La mitad de la emisión o acuñación futuras de moneda subsidiaria será efectua-
da mediante el simple canje de una cantidad igual de billetes del Banco Central.
cancelándose en forma simultánea una parte equivalente del bono sin interés a que
se refiere el artículo 4º de la Ley de Organización: la otra mitad se entregará direc-
tamente y sin canje alguno al Tesoro Nacionnl previa deducción del costo de la
operación. Una vez cancelado totalmente dicho bono. toda emisión o acuñación fu-
turas de moneda subsidia.ria se entregará directamente y sin canje alguno al Tesoro
Nacional y a su exclusivo costo.

RALI!. PRELlJSCIJ
Artículo 37. Los billetes serán de las denominaciones superiores a cinco pesos
que fije el Directorio.
Artfrnlo 38. Los billetes del Banco lendrún curso legal en todo el territorio de la
República Argentina ~xJr el imprn1e expresado en los mismos.
Arlícu/o 39. El Banco mantendrá en lodo momento una reserva suficiente para
asegurar el valor del peso. ya sea en oro. divisas o cambio extranjero. equivalente
al 25'/r: como mínimo de sus billetes en circulación y obligaciones a la vista.
El oro deberá hallarse libre de todo gravamen y pertenecer en propiedad al Ban-
co sin restricción alguna: y del cambio extranjero sólo se incluirá en la reserva el
saldo neto. o sea el remanente libre después de deducidas todas las obligaciones en
oro o cambio extranjero.
Si durante un año determinado. la reserva en relación a los billetes y obligacio-
nes a la vista hubiera sido inferior al 33% durante 60 días seguidos o 90 días en el
total del ejercicio. no se abonarú dividendo a los Bancos Accionistas y los benefi-
cios correspondientes serún destinados al Fondo de Reserva General.
Ar1fc11/o 40. En ningún caso el Banco podrú tener divisas. o computarlas en sus
reservas. por más del 20% y l 0% respectivamente de sus existencias en oro.
Anírnlo 4 I. Et Banco estará obligado a cambiar a la vista sus billetes en canti-
dades no menores al valor en moneda nacional de una barra típica de oro de 12.441
kg (400 onzas). ¡xir oro o. a opción del Banco. por cambio extranjero.
La lasa que regirá para el canje de billetes por cambio extranjero. o viceversa.
no podrá variar en más del 2% arriba o abajo de la par.
Rclacioil('s ('Oll los hall('OS
Arlículo 42. Los bancos nacionales o extranjeros que operen en el país con un
capital no inferior a un millón de pesos moneda nacional. deberán mantener en
todo momento en el Banco Central la mitad del efectivo mínimo que determina la
Ley de Bancos en relación a la magnitud de sus depósitos. Estos fondos formarán
la base del sistema de la Cúmara Compensadora que el Banco Central administrará
en Buenos Aires. y en las otras plazas; pero en caso de que llegase a reducirse a
menos del límite legal el efectivo de cualquier banco. éste debed reponer de inme-
diato la diferencia. El Banco Central queda facullaclo para convenir con el Banco
de la Nación Argentina el depósito en las sucursales de éste del efectivo que deben
depositar en el Banco Central los bancos del imerior y del que deseen depositar las
sucursales en el interior como parte integrante del efectivo que corresponda deposi-
tar en el Banco Central a los bancos a que pertenecen.

EL BA:'\\CO CENTRAL DE LA REPÚBLICA ARGENTINA
393
Reladones con el Gobierno
Artículo 43. El Gobiemo Nacional encargará al Banco de todas sus remesa'>.
cambios y transacciones bancarias. tanto en el interior del país como en el extranje-
ro. Los fondos del Gobierno Nacional serán depositados en el Banco Central. Los
depósitos judiciales seguirán efectuándose en el Banco de la Nación Argentina. El
Poder Ejecutivo reglamentará este artículo. pudiendo excluir de sus disposiciones a
las reparticiones autónomas de carácter bancario. comercial o industrial y a los de-
pósitos de garantía efectuados para intervenir en licitaciones públicas.
Artículo 44. El Banco podrá hacer adelantos. por tiempo limitado. al Gobierno
Nacional. para cubrir deficiencias estacionales o transitorias en la recaudación has-
ta una cantidad que no exceda del 10% del promedio de los recursos en efectivo
obtenidos en los tres úllimos años: todos los adelantos hechos por este concepto
deber:ín ser reembolsados dentro de los doce meses de efectuados: y si cualquier
adelanto de esta naturaleza quedase impago después de aquel plazo no podrá vol-
ver a usarse la facultad del Banco para hacer ulteriores adelantos de esta clase en
los años subsiguientes hasta que las cantidades adeudadas hayan sido pagadas. So-
bre esos adelantos. el Gobierno pagará un interés no mayor al tipo mínimo del re-
descuento en vigor.
Artírnlo 45. El Ministerio de Hacienda de la Nación informará periódicamente
al Banco Central acerca del movimiento de la Tesorería. desenvolvimiento de la re-
caudación y los gastos. estado de la deuda y demás informaciones relativas a la si-
tuación financiera.
Artículo 46. El Banco abrirá una cuenta general de caja para la Tesorería Gene-
ral de la Nación. a la cual acreditará todas las recaudaciones de cualquier clase que
sean. y todos los adelantos hechos al Gobierno. y sólo hará pagos o transferencias
de esta cuenta a cuentas subsidiarias por orden de la Tesorería y con intervención
de la Contaduría General de la Nación.
Artículo 47. El Banco recibirá fondos del Gobierno Nacional y efectuará pagos
por cuenta del mismo sin percibir remuneración por tales servicios. Conforme lo
dispuesto para todos los depósitos. el Banco no pagará ningún interés sobre las
cantidades depositadas en las cuentas del Gobierno.
Artículo 48. Las relaciones del Banco Central con el Poder Ejecutivo se man-
tendrán JX)r intermedio del Ministerio de Hacienda.
Artímlo 49. En las localidades donde no tenga sucursal. el Banco Central podrá
designar al Banco de la Nación Argentina en calidad de agente para el cobro y
pago de los fondos del Gobierno Nacional.
Artírn!o 50. La sede del Banco y la de sus sucursales. las operaciones que cfcc-

394
RAÚL PREHISCH
túe y los dividendos sohre sus acciones. estarán exentos de todo impuesto o contri-
bución nacional. provincial o municipal. así como tmnhién del sellado en las actua-
ciones judiciales. operaciones y gestiones que efectúe ante los Trihunales Federa-
les y ordinarios.
Utilidades
Artfculo 51. Al cierre de cada ejercicio. y después de deducidas las reservas que
se juzgue necesario por deudas incobrables y de cobro dudoso. y efectuada la
amortización del activo, se destinará el 20% de las utilidades líquidas al Fondo de
Reserva General hasta que éste alcance un monto equivalente al 25% del capital
suscripto. Una vez alcanzado este monto. se destinará al Fondo de Reserva General
el 10% de las utilidades líquidas hasta que éste se eleve a una cantidad equivalente
al capital suscripto. Del resto. sujeto siempre a las disposiciones del artículo 39. se
pagará a los accionistas un dividendo no mayor del 6% anual sobre el capital en ac-
ciones. Del saldo restante se tomará un 10% para el Fondo de Reserva General del
Banco y el resto se acreditará a la cuenta del Gobierno Nacional.
Cuentas y estados
Artículo 52. El ejercicio financiero del Banco durará un año. Dentm de los 20
días de su cierre. el Banco preparará y publicará su Balance y Cuenta de Ganancias
y Pérdidas al día del cierre. La Memoria Anual del Banco sení publicada por el Di-
rectorio antes de la fecha de la Asamblea anual.
Artfculo 53. Inmediatamente después del día 15 y después del último día de
cada mes. el Banco deberá prep:u·ar y publicar un estado de su activo y de su pasi-
vo al cierre de los negocios en los días indicados. Este estado se ajustará a la regla-
mentación que dicte el Poder Ejecutivo.
Disposiciones generales
Artfcu/o 54. Durante el término que fija el artículo 1 º· esta Ley no podrá ser
modificada sin consentimiento del Banco. el que no p<x1rá aceptar ninguna modifi-
cación sin la aprobación de los dos tercios de los bancos accionistas dado en una
Asamblea Extraordinaria convocada expresamente a tal efecto.
Artírulo 55. Las funciones del Síndico serán desempeñadas por uno de los si-

EL BANCO CENTRAL DE LA REP(J1!LJCA ARGENTINA
395
guientes funcionarios que el Poqer Ejecutivo designan'í anualmente: Miembros del
Tribunal de Cuentas; Procurador del Tesoro e Inspector General de Justicia. La re-
muneración del Síndico será fijada por la Asamblea con las mismas restricciones
del artículo 10 in jlne.
Anfcufo 56. La lnspección General de Justicia se limitará a intervenir en las
Asambleas con el fin de asegurar el cumplimiento de las disposiciones respectivas
de la presente Ley.
J)isposkioncs transitorias
Artfculo 57. El primer Vicepresidente del Banco cesará en su mandato después
de cinco años de servicio. De los primeros Directores. cuatro cesarán en su manda-
to después de un año. y cuatro después de dos años de servicios. determinándose el
orden de su retiro por sorteo; y sin que se aplique. en las elecciones que deberán
hacerse para llenar las vacantes. la restricción del artículo 13 relativa a la reelec-
ción de los directores elegidos por los bancos extranjeros.
Artículo 58. Hasta tanto no se disponga por ley especial. no entrarán en vigor
las prescripciones del artículo 41.
Articulo 59. Los empleados y obreros de la Nación. sujetos al régimen de la
Ley 4349 que se incorporen al Banco Central. podrán opiar en el primer año de su
funcionamiento. entre seguir bajo el régimen de dicha Ley o acogerse a la Ley de
Jubilaciones Bancarias.
Artfculo 60. Deróganse las disposiciones de otras leyes. en cuanto se opongan
al cumplimiento de la presente.
Artfrnlo 61. Comuníquese al Poder Ejecutivo.

69
LEY DE BANCOS*
l. Los BANCOS. L1\\ LEY DE BANCOS y EL BANCO CENTRAL
Responsabilidad pública de los bancos
La Argentina es uno de los pocos países en que la ley no ha establecido un régi-
men especial para los bancos. Están sujetos. como cualquier otra empresa comer-
cial. a las disposiciones del Código de Comercio. Y sin embargo. revisten caracte-
rísticas muy p:.u-ticulares. No sólo reciben los depósitos de grandes masas de
población que les confían sus ahorros -lo t1ue sería suficiente para que la ley les
considerase separadamente- sino que desempeñan una función monetaria que es
de fundamental importancia para la colectividad. Los bancos. cuando otorgan sus
préstamos. crean depósitos. que al moverse activamente por los cheques que contra
ellos se giran. desempeñan la misma función monetaria que los billetes. a los que.
de más en más tienden a sobrepasar en impm1ancia.
La función de los bancos comporta pues para ellos una evidente responsabili-
dad pública: y este proyecto de ley -complementario de la de creación del Banco
Central- no hace sino consagn.u·Ja. Y nunca se comprueba mejor esta posición
singular de los establecimientos de crédito que en los momentos críticos. Mientras
las consecuencias de la caída de una empresa comercial cualquiera. sólo alcanzan
generalmente a las que le son conexas. la de un banco puede propagar rápidamente
la alarma de sus depositantes a los de otros bancos. y engendrar así un pánico que
afecte tanto a los buenos establecimientos como a los que no se han conducido con
la necesaria cautela. Basten estas consideraciones. nuestra propia experiencia y la
de países extranjeros. para justificar y explicar este proyecto de Ley de Bancos.
* N. dl'I Ed. Puhlicado en Ministerio de Hacienda de la Nación. Proyl'c/O.v so/Jre /Ja11co ,. 11w11e-
da. Ilueno' Aires, Gotclli. 1934. págs. 39-50 y 87-91. Sobre otras cdicionc,. véase Nota del Editor al
capítulo 67.

LEY DE BANCOS
397
que fija normas. establece un régimen de vigilancia y determina sanciones. sin en-
torpecer en modo alguno las actividades legítimas de estas instituciones, sin limi-
tmfas en su indispensable libe11ad de acción. y sin vulnerar el carácter confidencial
de sus operaciones.
Alcance de la inrerve11ció11 del Banco Central
Antes de examinar las disposiciones de este proyecto de régimen bancm·io. con-
viene detenninar la índole y el alcance de la intervención del Banco Central. No
toda la aplicación de la ley ha sido encomendada a ese organismo. El Poder Ejecuti-
vo autoriza o no el establecimiento de un nuevo banco. si bien corresponde al Ban-
co Central dm· al respecto •111a opinión previa al otorgamiento de dicha autoriza-
ción. Pero es el Banco Central. mediante una sección especial de Inspección. quien
vigila el funcionamiento de los bancos y la aplicación de las disposiciones legales:
mas no se le ha encargado en modo alguno la tarea de proseguir las acciones que
hubiere lugm· en caso de comprobación de irregularidades. ni mucho menos la fun-
ción de imponer las penalidades prescriptas. Ello sería sacm"lc de su radio de acción
esu·ictamente bancm"io. que el proyecto ha querido mantener en todos los casos.
Por qué se rnnfía al Banco Central la aplil'ación de la Ley de Bancos
Se concibe que ello no sea así en otras legislaciones en que la tarea de aplicar la
ley bancaria se confía a un organismo especial y distinto del Banco Central. que
concentra en sí todas esas funciones a que se acaba de aludir. Sin embargo. en el
proyecto se ha juzgado conveniente apartarse de un organismo semejanre. siguien-
do tambien en esto el consejo de Sir Otto Niemeyer. Hay sobradas razones para
proceder así. Si el Banco Central. como se dijo a su tiempo. no sólo ha de verificar
la calidad de los documentos que se le llevan al redescuento. sino también el fun-
cionamiento y estado de los bancos que lo hacen o pueden hacerlo en cualquier
momento. es indispensable que tenga acceso fácil y directo a cualquier banco y a
todas sus informaciones. sin pasar por un organismo intermedio o tener con el mis-
mo duplicación ele tm·eas y conflictos ele jurisdicciones en caso que quisiera suplir
por sí mismo la falta ele correlación entre sus requerimientos de información. por
un lado. y por otro. la actividad que dicho organismo debiera desplegar pm·a satis-
facerlos. Además. parece indiscutible que la tarea de inspección y vigilancia de los
bancos. en manos del Banco Central. ha ele ajustarse más a sus propósitos y desem-
peñarse con una más cabal comprensión del medio y de las operaciones bancarias.

398
RAÚL PREBISCH
y de la razón de ser de tal o cual modalidad de las mismas. que si estuviese a cargo
de una repa1tición administrativa del Estado. Tanto más cuanto que ésta no tendría
como el Banco Central el· contacto estrecho con los establecimientos de crédito y
las mutables condiciones en que éstos desarrollan sus operaciones: y por su propia
naturaleza. sería propensa a transform:n· sus procedimientos en normas buro-
cráticas. que tal vez no fuesen tan expeditivas y flexibles como fuera necesario
para no perturb:n· la marcha de los bancos y asegur:n· al control su mayor eficacia.
El Estado y el jimcionamiellfo de los bancos
Explicadas las razones que se tuvo al confiar al Banco Central la aplicación de
la Ley de Bancos, corresponde analizar sus disposiciones. En la primera de ellas.
conforme se ha dicho. la intervención del Banco es meramente consultiva: se soli-
cita su opinión antes de otorgar a cualquier banco la autorización para funcionar
(art. l ~). Pero es el Poder Ejecutivo quien lo hace. pues tratándose de nuevos ban-
cos que vengan a competir con los existentes. su juicio podrá ser considerado como
que representa más fielmente el interés general de la colectividad.
El capital mínimo de los bancos
En lo que respecta a los nuevos bancos el proyecto se ap:n·ta de la sugestión se-
gún la cual debiera exigírseles un capital mínimo de un millón de pesos. Es cie1to
que la Argentina es más bien un país de concentración bancaria. puesto que las ne-
c.:esidadcs de crédito de nuestro vasto territorio están satisfechas en gran parte por
las sucursales de los grandes bancos ele la Capital Federal. Sin emb:n·go. no con-
vendría cerr:n· la posibilidad de que smjan en el interior del país. especialmente en
las zonas agrícolas. pequeños bancos de carácter cooperativo o meramente privado.
que puedan trabajar eficazmente por su conocimiento especial de la localidad y la
confianza de que gozan sus directores. Se trata de una simple posibilidad que no
cabría tener en cuenta si medi<u-an razones fundamentales para exigir un capital su-
perior a un millón de pesos. Pero no las hay. y por otro lado. no es en sí misma la
magnitud .del capital. sino la fonna en que opera. lo que decide si un establecimien-
to de crédito reporta o no un servicio positivo para la colectividad.

LEY DE .BANCOS
399
2. RÉGIMEN DE LOS EFECTIVOS
El efectivo mínimo
Corresponde ahora examinar las disposiciones relativas al funcionamiento de
los bancos. Un punto básico de toda ley de régimen bancario es la prescripción de
un efectivo mínimo con relación a los depósitos. El proyecto. basándose en los da-
tos de nuestra propia experiencia, que debe ser consultada en este caso más que el
ejemplo extranjero. establece un efectivo mínimo de 16% con respecto a los de-
pósitos a la vista y de 8% en relación a los otros depósitos (art. 2º). Aplicadas estas
proporciones mínimas a las cifras de agosto pasado relativas al conjunto de los
bancos de la Capital Federal y sus sucursales, se llega en ténnino medio a un efec-
tivo mínimo de 10,8% o sea de 394 millones de pesos moneda nacional para el
conjunto de depósitos. En ese mes los bancos tenían un efectivo de 443 millones
de pesos moneda nacional o sea 49 millones más que el límite legal. En el mes de
marzo de 1931. en que la proporción de los efectivos bancarios con respecto a los
depósitos fue la más baja durante la crisis. aquellos mínimos legales habrían exigi-
do un efectivo de 10.5% equivalente a 422 millones de pesos moneda nacional. El
efectivo real fue de 433 millones de pesos moneda nacional.
No puede decirse. por consiguiente. que los límites establecidos por el proyecto
comporten una exigencia inmediata desmedida para los bancos. La mayor parte de
ellos se encuentran actualmente con existencias muy superiores al mínimo: y con
un pequeño esfuerzo los pocos establecimientos que tienen efectivos inferiores po-
drán ponerse en condiciones de cumplir con la ley. sobre todo después del alivio
que van a experimentar indudablemente por el funcionamiento del Instituto Movili-
zador. La mitad de los efectivos mínimos debe depositarse por los bancos en el
Banco Central con el propósito que ya se ha explicado en el capítulo anterior.
Casos ele efectivos menores que el legal
Por otro lado. el proyecto de ley no es rígido. porque la 1igidez en esta materia
podría resultar peligrosa. Concede al Banco Central la facultad discrecional de exi-
mir transitoriamente de su obligaciém al banco que no pudiera ajustarse al mínimo:
pero el banco que se encuentra en esas condiciones queda subordinado mientras
dure esta situación al Banco Central, al que tendrá que solicitarse ílUtorización pre-
via pru·a distribuir beneficios (art. 3º). Se deja por lo tanto a aquél la elección del

400
RAliL PREBlSCll
procedimiento a seguir en cada caso según sean los factores que determinen la si-
tuación anormal del establecimiento en cuestión. Ha de cuidarse por cierto en to-
cios los casos de que ninguna de estas medidas vaya a acentuar la seriedad del pro-
blema que se plantea por el reflejo psicológico que pudiera traer en el público. Esta
última consideración añade otro motivo para confiar a Ja prudencia del Banco Cen-
tral la aplicación ele! precepto sobre el efectivo mínimo. antes que a la aplicación
de un procedimiento previamente espccificaclo.
Va de suyo que todo esto se justifica únicamente si la imposibilidad de cumplir
ohcclece a factores transitorios. Por ello el proyecto establece que si esta anormali-
dad se prolongase ¡xir dos años. y el banco afectado no pudiera presentar al Banco
Central un plan satisfactorio que le permita ajust:u-sc a la Ley en un plazo razona-
ble. dicho banco deberá ser liquidado de acuerdo con las disposiciones pertinentes
del Código de Comercio. Tocio depende pues en última instancia del Banco Cen-
tral; si éste juzga satisfactorio el plan presentado podrá conceder un nuevo plazo al
banco para llevar su efectivo al mínimo que fija la Ley; de lo contrario. conviene
afrontar decididamente su liquidación. pues prolongar su existencia representa un
peligro para los otros bancos y para el público.
Se C\\"Í/o d1.1po.1ic"1011es rtlllllffiosas
En cuanto a las operaciones de inversión de los bancos. hay legislaciones muy
minuciosas. Siguiendo a Sir Otto Nicmeyer. se ha preferido adoptar un criterio más
amplio. La experiencia ha dado fácilmente en tierra con muchas disposiciones de
ese carúcter: y es neces:u"io confiar más que en ellas en la acción de continencia que
el Banco Central consiga ejercer por su prestigo ante los bancos. Tales. por ejem-
plo. aquellas disposiciones que para asegurar la liquidez de las carteras bancarias
establecen limitaciones imposibles de cumplir en un país de producción agr~u"ia y
carente de un régimen de financiación especial pm·a la industria. sin caer en un siste-
ma de ficciones que no deja de ser peligroso por el precedente que significa. Por lo
demús. cuando entre nosotros falla una cosecha y disminuye la liquidez del crédito
en general. es la prudencia. antes que las prescripciones legales. lo que ha de permi-
tir salvar sin serias perturbaciones el intervalo hasta una cosecha más retributiva.
Las inmorili:aciones en tierras
El proyecto se propone limitar la adquisición de inmuebles y la de acciones u
obligaciones y la p~u-ticipación directa o indirecta en empresas de cualquier índole

LEY DE BANCOS
401
(a11. 4u). Tocio ello significa inmovilizar fondos que están sujetos a una gran movi-
lidad. haciéndoles correr riesgos que la experiencia bancaria aconseja prevenir. El
proyecto sólo autoriza a los bancos tener inmuebles para uso propio: y con respec-
to a los que tuviesen en su poder por otros motivos al sancion:u-se la Ley. deberá
someter a la aprobación del Banco Central un plan razonable para la liquidación de
los mismos así como para la amortización gradual de los inmuebles destinados a su
propio uso cuyo valor excediese al 20% de su capital y reservas. Si en lo futuro un
banco tuviese que recibir inmuebles en pago de sus créditos. o los adquiriese en de-
fensa de éstos. se le concede para desprenderse de los mismos. un plazo máximo
de cuatro años que el Banco Ce111ral poclr;í aumentar a seis en casos especiales.
Las accionr:s, ohligacio11r:s y participaciones c·omerciales
En cuanto a las acciones u obligaciones ha siclo necesario evitar que las restric-
ciones puestas a su adquisición impidiesen a los bancos tomar a su cargo la sus-
cripción primaria (u11clerwriti11g) de acciones y obligaciones con el propósito de en-
tregm·las gradualmente a la suscripción pública.
Estn acción intermediaria de los bancos es útil pnra el comercio y la indusllia y
no conviene obstaculizarla. Se concede pues a los bancos que realicen estas opera-
ciones en un plazo máximo de dos años para dcsprenclcrsc de todas las acciones y
obligaciones que excedan del 20% del capital de la empresa en cuestión y del 10%1
del propio capital y reservas del Banco. En ningún caso el conjunto de acciones y
obligaciones de distintas empresas adquiridas en la forma indicada. podrá exceder
a los dos años de la mitad del capital y las reservas del Banco (art. 4''. h).
Como se ha dicho. el proyecto prohíbe también a los bancos pm·ticipar directa-
mente en empresas de cualquier clase. sin que se justifique en este caso. por razo-
nes obvias. las excepciones transitorias aUlorizaclas en materia de acciones y obli-
gaciones.
Si un banco tuviese acciones. obligaciones o participaciones al entrar en vigen-
cia la Ley. o las adquiriese más tarde en pago o defensa de sus créditos. deberá so-
meterse al mismo procedimiento de liquidación que en el caso ele los inmuebles. si
bien el plaw acordado á las acciones y obligaciones es m;ís corto dada en general
su mayor posibilidad de realización.
Por último. la prohibición de aceptar acciones u obligaciones de otro banco a
título de garantía tiende a evitar que los bancos se ayuden recíprocamente a suscri-
bir estos papeles en forma ficticia. otorgando crédito el uno para adquirir las accio-
nes u obligaciones de otro banco.

402
RAúL PRElllSCH
3. DISPOSICIONES SOBRE DEPÓSITOS
Tipos de interés sohre depósitos
Lo que precede se refiere a las operaciones de préstamos de los bancos. que son
las fundamentales. Con respecto a los depósitos el proyecto consagra algunas dis-
posiciones que tienden principalmente a salvaguardar en forma directa o indirecta a
los depositantes. Por un lado se establece que los intereses pagados por los bancos
por depósitos de ahorro ser::ín inferiores por lo menos en 1 punto al tipo de redes-
cuento. y por los depósitos a la vista. en 3 puntos por lo menos inferiores a dicho
tipo (an. 6"). Se considera que para pagw· intereses que sobrepasen esos límites. los
bancos se verían arrastrados a buscar inversiones de rendimiento anormal que sue-
len ser de escasa liquidez o de un riesgo exagerado para las operaciones bancarias;
se tiende también con esta disposición a evitar Ja competencia inconveniente que
podrían sufrir en ciertos momentos los bancos que operan con prudencia. de parte
de los bancos propensos a realizar esa clase de inversiones.
Los depósitos de ahorro
Un fin parecido persigue la prohibición de admitir depósitos de ahorro con la
obligación de restituirlos sin el aviso previo de por lo menos 30 días. que es lo que
según el proyecto distingue a los depósitos a la vista de los depósitos a plazo (in-
cluidos en éstos los de aho1rn) (mi. 8u). La competencia entre los bancos puede lle-
var a desnaturalizar los depósitos de ah01rn. sobre los cuales sólo es posible pagar
mayores intereses que sobre los corrientes. debido a su mayor estabilidad. Es con-
veniente. por lo tanto. evitar que adquieran las características de una cuenta co-
rriente con altos intereses. pues el costo que ello representa para los bancos. podría
arrastrarlos. como se ha visto en el caso anterior. a efectuar inversiones que salgan
del terreno normal de sus operaciones. Dicho sea de paso que esta disposición no
impide a los bancos devolver en cualquier momento los depósitos de ahcmo; les
prohíbe obligarse a devolverlos sin previo aviso. Además el proyecto dispone que
el Banco Central reglamentará las condiciones en que se tendrá derecho a retirar
los depósitos pequeños. o una determinada proporción de los mismos.
El proyecto limita a mSn 20.000 por persona el monto de los depósitos de aho-
rro que puedan gozar de interés. salvo los de sociedades cooperativas y asociacio-
nes mutualistas en que el límite se eleva a mSn 50.000 (art. 7"). Con esto se ha que-

LEY DE BANCOS
403
rido evitar el inconveniente de los grandes depósitos de ahorro. pues si ellos llega.
sen a ser frecuentes. su retiro podría traer dificultades que según lo comprueba la
práctica con muchos ejemplos. son tanto más remotas cu<u1to mayor es el número
de los depositantes pequeños. pues así los bancos repa11en mejor el riesgo de las
extracciones.
Finalmente. para proteger al pequeño despositante el proyecto dispone que en
caso de liquidación los depósitos hasta mSn 10.000. excepto las sociedades coope-
rativas y asociaciones mutualistas en que el privilegio se extiende hasta los de-
pósitos por m$n 20.00. tendrán privilegio sobre la generalidad de los hienes del
banco después de las otra~ catego1:ías de créditos privilegiados establecidos por las
leyes (art. 9º).
4. R(~GIMEN DE CON"l1WL BANCARIO
Informaciones co11jide11ciales ele los bancos
Como se ha dicho. la experiencia bancaria ha aconsejado no extenderse más sobre
este punto. Es preferible. en compensación. rnncccler amplias facultades de informa-
ción y control que el Banco Central. por su índole y la posición que ocupa. sabrá ma-
nejar con la necesaria prudencia para que de ellas se obtengan los mejores resultados.
De acuerdo con ello. los bancos están obligados a enviar mensualmente al Ban-
co Central un estado confidencial de sus operaciones. y a suministrar cualquier otra
información al respecto que éste les solicite (art. 11 ). Es obvio que estas informa-
ciones. dado su carácter reservado. no pueden ser divulgadas; el proyecto dispone
que sólo se publictu-á un resumen de las mismas. con datos globales en que no apa-
rezcan los detalle:> individuales de los bancos. Esta publicación vendría a sustituir
así todas las que hacen actualmente sobre balances b:mcrn·ios. evitando la repeti-
ción de trabajo en que ahora se incurre.
la inspección de los bancos
En cuanto a las funciones de control. el proyecto prescribe el envío periódico a
los bancos de inspectores del Banco Central. los que tendrán acceso a su contabili-
dad y a t0<los sus libros y documentos (art. 12). La inspección será pues una fun-
ción regular. lo que representa ventajas evidentes. Ante todo. llcgrn·á a ejecut:u-se

404
RM:L PREl!ISCll
como una función habitual del Banco Central y por lo tanto no podrú despertar la
atención ni verse con suspicacia la visita de los inspectores. como sucedería en el
caso en que éstos la hicícran únicamente cuando hubiera razones especiales para
investigar la situación de un banco determinado. Luego. la periodicidad de las ins-
pecciones permitirá seguir mejor la marcha de cada banco. compenetrarse de sus
operaciones. y facilitar considerablemente la tarea por el espíritu de cooperación y
recíproca comprensión que difícilmente podría desarrollarse si el car:ícter espo-
rádico de las inspecciones pudiera ser interpretado con recelos.
Todas estas tareas de información y control estarán a cargo de una sección es-
pecial en el Banco Central. la que solamente podrá comunicar al Presidente y no a
los miembros del Directorio el detalle de las inronnaciones recibidas de los bancos
y el.resultado de las inspecciones realizadas (art. 14). Esta disposición es de impor-
tancia. pues se propone evitar que los elatos confidenciales de cualquier banco pue-
dan ser conocidos por miembros del Directorio que perteneciesen a otros bancos.
Queda pues a la discreción del Presidente la comunicación de las informaciones in-
dividuales que a su juicio el Directorio deba conocer y la forma en que le serán
presentadas a fin de que pueda estar inrormado de los hechos necesarios para tomar
.~us decisiones. La aplicación de un procedimiento similar tiene un precedente en el
país en la organización del impuesto a los réditos. en donde los datos de los contri-
buyentes se dan al gerente pero no pueden llegar al Consejo Directivo. para consa-
gr;u- así su carácter estrictamente conficlencial.
\\liolacio11es de la Ley de Bancos
Como se ha dicho en otro lugar. las funciones del Banco Central en materia de
control están circunscriptas a la esfera bancaria. Tanto es así que en caso de com-
probar violaciones a la Ley de Bancos o a otras disposiciones legales. termina el
cometido de aquél dando aviso al procurador fiscal para que prosiga las acciones
del caso (art. 12). El Banco se limita por lo tanto a averiguar y establecer claramen-
te los hechos. y la autoridad competente es la que los juzgará y aplicar:í las penas.
Lic¡uidació11 de ha11cos
El proyecto encomienda también a la Sección Inspección del Banco Central la
tarea excepcional de hacerse cargo de la liquidación de un banco. cuando así fuese
necesario de acuerdo con la Ley de Bancos o las disposiciones pertinentes del
Código de Comercio. lndudablemente la posición independiente e imparcial de di-

LEY DE BAi'iCOS
405
cha Sección y la experiencia en operaciones banc:u·ias. aconsejan seguir este cami-
no en el caso muy especial y delicado que significa la liquidación de un estableci-
miento de crédito.
Publicidad de cuentas
Apa11e de las informaciones que los bancos deben envüu- confidencialmente al
Banco Central. el proyecto les obliga a publicar dentro de los 60 días de ccJTado su
ejercicio financiero. su balance general y su cuenta de ganancias y pérdidas en los for-
muhu"ios prescriptos por el Banco Central (art. 10). Se trata de una práctica ya impues-
ta por el Código de Comercio en materia de sociedades anónimas y cuyo cumplimien-
to en lo que se refiere a los bancos quedará ahora encargada de velar el Banco Central.
5. OTRAS DISPOSICIONES
Relación del rnpital y resenas con los depósitos de ahorro
Con respecto a la elaboración de la cuenta de ganancias y pérdidas. se deja al
buen criterio de cada banco efectuar sus amortizaciones y reservas. sin que esto ex-
cluya la posibilidad de que el Banco Central pueda dar su consejo u opinión al res-
pecto cuando lo juzgue conveniente. Tan sólo se prescribe que los bancos deberán
destinar el 10% de sus utilidades líquidas a sus reservas hasta que éstas alcancen al
50% del capital; o hasta que conjuntamente con el capital. constituyan el 33% de
los depósitos de ahorro. con el fin de corregir gradualmente la desproporción que
existe actualmente en ciertos casos (art. 18).
Las operaciones hipotecarias
No es del resorte de este Proyecto de Ley reglamentar las operaciones de los
bancos hipotecarios. si bien se considera especialmente las operaciones hipoteca-
rias que son realizadas habitualmente por los bancos de depósito. como sucede en
algunos casos prácticos. A fin de evitar que los recursos del giro comercial de los
bancos. que son a corto plazo y de gran movilidad. sean inmovilizados en opera-
ciones hipotecarias. se les exige que separen claramente las operaciones de su sec-

406
RAUL PREBISCH
ción hipotecarií.l. lí.ls que sólo podrán ser finí.lnciadas con el Cí.lpital que se asigne
particularmente a tal sección. las reservas de la misma. y el producto de la coloca-
ción de obligaciones o debentures (al1. 16). No se puede por lo lí.lnto realizar siste-
mfüicamente operaciones hipotec;u-i;is con fondos provenientes de depósitos.
PROYECTO DE LEY
El Senado y Cámara de Diputados de la Nación Argentina, reunidos en Con-
greso, etc., sa11ciona11 con .fúer:a de
LEY:
Régimen de la Ley de llant·os
Artículo /''.Ninguna persona de existencia visible o ideal podrá desenvolver acti-
vidades en el territorio de la República que dependan principalmente de la acepta-
ción de depósitos a la vista o a plazos. ni usar en su razón social. firma comercial o
título. lí.ls palabras banco. banquero o bí.lncario. ni abrir surcursalcs con el mismo ca-
lificativo. sin previa autorización del Poder Ejecutivo. que sólo la concederá después
de oír al Banco Central y verificar que se ha cumplido con las condiciones de la pre-
sente Ley y lí.ls prescripciones pe11inentes de la ley de creación del Banco Central.
Propordún mínima cnlr<" los dc11úsitos )'el l'fcctivo
Articulo 2". Los bancos nacionales o sucursales de bancos extranjeros estableci-
dos en la Argentina. deberán mantener en todo momento un efectivo que represen-
te por lo menos el 16% de sus depósitos a la vista y el 8% de sus depósitos a plazo.
Los bancos que tienen un capital no inferior a un millón de pesos moneda nacional
tendrán que mantener la mitad por lo menos de dicho efectivo en depósitos a la vis-
ta en el Banco Central y el saldo hasta complet;u- el efectivo mínimo fijado, deberá
consistir en moneda, sea en billetes o metálicos.
Artículo 3''. El Banco Central podrá eximir transitoriamente a cualquier hí.lnco y
cuando mediaran razones circunstanciales. de la obligación de efectivo mínimo
prescripta por el artículo anterior; pero mientras dure esta exención el banco en
cuestión no podrá repartir beneficios sin autorización del Banco Central; si dentro
de los dos años no hubiera cumplido con las disposiciones del artículo 2º. o no hu-
biera podido presentar un plan que mereciera la aprobación del Banco Central. será
liquidado de acuerdo con las disposiciones del Código de Comercio.

LEY DE BANCOS
407
Operaciones prohibidas a los bancos
Articulo 4~. Queda prohibido a los bancos:
a) Comprar o conservru· en fomrn permanente la propiedad de bienes raíces que
no fueren necesarios para el uso del banco y sus sucursales. En cuanto a los inmue·
bles para su propio uso cuyo valor excediese del 20% de su capital y reservas. los
bancos deberán someter a la aprobación del Banco Central un plan gradual de
aillortización del excedente. lo mismo que para la liquidación de los inmuebles de
su propiedad en la fecha de la Ley. que no se destinasen a su propio uso. Cualquier
banco que recibiese bienes raíces en pago de deudas o que los adquiriese en defen-
sa de créditos. tendrá que vender los mismos dentro del plazo de 4 años que el
Banco Central podrá extender hasta 6 años en casos excepcionales:
b) Guardar en c<rrtera dos años después de su adquisición acciones u obligaciones
de una empresa determinada en cantidad que exceda el 20% del capital de las mismas
y el 10% de su propio capital y reservas: ni acciones u obligaciones de distintas em·
presas que excedan del 50% de su propio capital y reservas: en cuanto a las acciones
u obligaciones que en la fecha de esta Ley superasen las proporciones arriba indica-
das los bancos deberán someter a la aprobación del Banco Central un plan gradual de
liquidación de Ias mismas. Cualquier banco que recibiese acciones u obligaciones en
pago o defensa de su créditos tendrá para ajustarse a dichas proporciones. un plazo
de 3 años que el Banco Central podrá extender a 4 años en casos excepcionales.
e 1 Pru·ticipar directamente en cualquier empresa comercial. agrícola. industrial
o de otra clase. Las participaciones que los bancos tuviesen en la fecha de la Ley o
adquiriesen después en pago o defensa de sus créditos. deberán ser liquidadas en la
misma forma y plazos que los inmuebles;
d) Acept<rr de otro banco acciones del mismo a título de garantía.
Depósitos
Artírnlo 5''- A los efectos de la presente Ley. depósitos a la visla significa y
comprende a todas las obligaciones pagaderas dentro de 30 días. o sujetas a un avi-
so previo a su pago meoor de 30 días: el término depósilos a plazos comprende a
todas las obligaciones -con inclusión de los depósiros de ahorro sujetos a lo dis-
puesto en el artículo 8"-. pagaderas después de 30 días o sujetas a un aviso previo
a su pago no menor de 30 días.
Artículo 6". El interés que pagarán los bancos sobre depósitos a la vista será in-
ferior por lo menos en 3 puntos. al lipo de redescuento mínimo del Banco Central:

408
RAtJL PREl3lSCIJ
sobre depósitos de ahorro el interés será inferior por lo menos en 1 punto a dicho
tipo de redescuento.
Artírnlo 7". El excedente de los depósitos de ahorro sobre la cantidad de mSn
20.000 por persona. con excepción de aquellos que efectúen las sociedades coope-
rativas y asociaciones mutualistas para las cuales el límite podrá elevarse a mSn
50.000. no devengará interés alguno.
Arlfculo 8". Los bancos no adm itir:ín depósitos de ahorro obligándose a resti-
tuirlos sin previo aviso mínimo de 30 días: pero podrán devolverlos en cualquier
momento y cantidad. sin requerir preaviso: y en todo caso deberán hacerlo p:u-a
cantidades mínimas y pequeños depósitos. según la reglamentación que deberá dic-
tar el Banco Central.
Artículo 9''. En caso de liquidación de un banco. los depósitos de ahorro hasta
mSn 10.000. excepto los de las sociedades C<X)pcrativas y asociaciones mutualistas
p:u-a las cuales el límite podrá elevarse a mSn 20.000. tendrán privilegio sobre la
generalidad de sus bienes muebles después de las otras categorías de créditos privi-
legiados que enumeran los códigos de Comercio y Civil y la Ley de Quiebr:.is (Ley
3764).
llatanl·cs e informes
Artículo 10. Tocio banco deberá publicar dentro de los 60 días de la fecha de
cierre de su ejercicio financiero. en los formularios prcscriptos por el Banco Cen-
tral y siempre con anticipación a la realización de su asamblea ordinaria anual:
I ". Su balance general.
2". Su cuenta de ganancias y pérdidas.
El balance general y la cuenta de ganancias y pérdidas llevará el visto bueno de
un contador público nacional.
Ar1ículo 11. Todo banco establecido en el país dcbcrú presentar mensualmente
al Banco Central un estado confidencial sobre sus operaciones. en el formulario
4uc aquél prescribirá: y tendrú la obligación de suministrar al Banco Central cual-
quier ulterior información aclaratoria o ampliatoria de los datos consignados en
este formulario que el Banco Central le requiriese. Estos informes serán firmados
por el gerente general y el contador general del Banco. o sus reemplazantes. de-
mostrarán el estado a la fecha del cierre de las operaciones de cada mes. y deberán
lleg:U" a poder del Banco Central dentro de los 21 días subsiguientes a esa fecha.
El Banco Central publicará mensualmente un resumen del estado de los bancos
mostrando los totales de los diferentes rubros sin poder divulgar los detalles indivi-
duales ele cada establecimiento.

LEY DE Bi\\i'\\COS
409
Inspección de bancos
Anículo 12. Los bancos tendrán la obligación de dar acceso a su contabilidad y
a todos sus libros y documentos a los inspectores t{Ue periódicamente deberá man-
dar el Banco Central. En caso de comprobar violaciones a esta Ley o a otras dispo-
siciones legislativas. la inspección de bancos del Banco Central dará aviso al Pro-
curador Fiscal a fin de que éste gestione la imposición de las penas que correspondan.
Artículo 13. Las funciones de inspección. control y examen de los bancos. in-
cluso el requerimiento de balances e informes. ejercitadas hasta el presente por la
Inspección General de Justicia serán del resorte exclusivo del Banco Central, a
cuyo cargo queda la aplicación de esta Ley.
Artículo 14. Las informaciones recogidas en los bancos por la inspección de
bancos del Banco Central. tendrán carácter estrictamente confidencial y no podrán
ser comunicadas. bajo ningún concepto. a los miembros del Directorio del Banco
con excepción del Presidente.
Artículo 15. La inspección de bancos del Banco Central se encargará de la li-
quidación de los bancos cuando éstos se encontrasen comprendidos dentro ele las
disposiciones pertinentes del Código de Comercio o de la presente Ley. Por el de-
sempeño de esta función. ni el Banco ni sus funcionarios cobrarán honorario algu-
no: pero el Banco podrá cobrar a la masa el importe ele los gastos en que incuITiera
en el desempeño de la misma.
Operadones hipotecarias
Arlículo I 6. Los bancos que reciben depósitos y se dedican a la vez a operaciones
hi¡xllecarias. constituirán una sección especial para las mismas. asignándoles un capi-
tal determinado. Tales operaciones se financiarán exclusivamente con dicho capital.
las reservas de la sección y el pnxlucto de la colocación de obligaciones y debcntures.
Artículo 17. Las disposiciones ele esta Ley en materia de cuentas e inspección
serán aplicables a las secciones hipotecarias referidas en el artículo anterior pero
no a los bancos hipotec~u"ios que no reciban depósitos.
Disposiciones varias
Ar1ículo 18. Los bancos nacionales o sucursales de bancos extranjeros estable-
cidos en \\a Argentina destinarún anualmente por lo mcn is el l()<'k de sus utífülades

410
RAÚL J>REBISCH
líquidas para consltlmr un fondo de reserva. hasla que ésle represente como
mínimo el 50% de su capital realizado o hasta que el capital y las reservas repre-
senten conjuntamente el 33% de los depósitos de ahorro.
Artículo 19. Las infracciones a las disposiciones de esta Ley. serán pasibles de
multas de m$n 5CX) a m$n 50.000: y las personas que las hubieren cometido serán
castigadas con prisión de seis meses a cinco años. según el monto y naturaleza de
las operaciones y la reincidencia de la falta.
Anfrnlo 20. En todo cuanto no esté eslahlecido en esla Ley. los bancos conti-
nuarán rigiéndose por las disposiciones del Código de Comercio sobre sociedades
anónimas.
Artfculo 21. Deróganse las disposiciones de olras leyes. en cuanto se opongan
al cumplimiento de la presente.
Anfcu/o 22. Comuníquese al Poder Ejecutivo.

70
EL INSTITUTO MOVILIZADOR
DE INVERSIONES BANCARIAS*
PROPÓSITOS Y CARÁCTER DEL INSTITUTO
La creación del Instituto Movilizador se propone fijar un nuevo punto de parti-
da para el desenvolvimiento del sistema bancario a fin de que el Banco Central
pueda funcionar y la Ley de Bancos aplicarse. sin encontrar los serios obstáculos
dejados en el campo del ci-édito por una crisis de extraordinaria duraeión e intensi-
dad y por ciertos desvíos que han ocmTido también en las normas de inversión de
los recursos bancarios. Precisamente. para desembarazarse en f01ma gradual de
esos obstáculos a medida que sea posible sin trastornar los mercados. se proyecta
la fundación de la entidad cuyas disposiciones se examinará en seguida.
Sus funciones están claramente explicadas en el proyecto de ley: adquirir las in-
versiones inmovilizadas o congeladas de los bancos y venderlas en forma gradual y
progresiva a quienes aseguren su mayor rendimiento. Encierra pues el Instituto un
propósito social y económico. además de bancario. especialmente en cuanto el pro-
yecto de ley establece que en materia de tierras propenderá a la radicación de fami-
lias de agricultores. una vez que sus valores. si fuesen exagerad0s. se hubiesen
ajustado a su rendimiento efectivo (art. 1 º).
El Instituto va a estar dirigido por un presidente y tres directores designados
por el Poder Ejecutivo entre personas de reconocida experiencia comercial y agro-
pecuaria. por todo el tiempo que dure aquél (art. 3º). El Instituto. en efecto. tiene
conforme al proyecto una vida limitada. y cuanto más pronto liquide sin forzar sus
operaciones. tanto mejor. De ahí Ja necesidad de que su estrnctura sea lo más sim-
ple posible. Es necesario evitar que se monte una gran armazón burocrática, pues
entonces. como lo enseña la experiencia. la vida de este organismo se prolongaría
por un tiempo excesivamente largo. Con este propósito. se limitará a planear. di1i-
gir y verificar la liquidación de los bienes que adquiriese. la .que será realizada por
terceros en la forma que se verá más adelante.
* N. del Ed. Publicado en Minislerio de Hacienda de la Nación. Proyci'los sohrc /Jancos y mone-
da. Buenos Aires. Golelli.1934. págs. 51-56 y 95-98. Sobre otras ediciones. véase la Nota del Editora!
capítulo 67.

412
RAÚL PRElllSCH
EL PLAN DE L!QulDAC!Ól\\ DE LOS ACTIVOS INMOVILIZADOS
Ya se ha dicho que la Comisión Organizadora trazaría las nonnas generales de li-
quidación a fin de que los directores del Instituto supiesen bien a qué atenerse al acep-
tar sus cargos: van con la misión primordial de liquidar y no de administrar indefini-
damente los bienes qüe. se les confía. Sobre la base de estas nomias. el Instituto
deberá examinar prolijamente los activos congelados y proponer a la Comisión Orga-
nizadora las condiciones de compra y el plan general de liquidación de los mismos.
Una vez aprobado el plan, y adquiridos dichos activos y pagado su precio. ya
sea en efectivo o con bonos amortizables que el proyecto de ley le faculta emitir
(a11. 4º). su Directorio deberá elaborar un plan detallado de liquidación. fijando las
normas a las cuales del~rá ajustarse de acuerdo con los lineamientos del plan gene-
ral aprobado por la Comisión Organizadora.
Pero es necesario rodear el procedimiento ele las mayores garantías. sin privar
al Directorio de la elasticidad y amplitud que requiere para su mejor cometido. Se
dispone así que los bienes inmuebles del~rán venderse en licitación pública o pri-
vada a fin de asegurar la competencia y propender al mejor precio. o en remate. se-
gún conviniese.
En cuanto a los créditos que el Instituto hubiese adquirido. el proyecto le obliga
a agotar todos los recursos legales para su cobranza: y si ello no diera resultados
satisfactorios. se le autoriza por decisión expresa del Directorio. a aceptar conve-
nios o <UTeglos extrajudiciales que permitan la mejor percepción de los mismos
(a11. 5º). El Instituto no se crea por lo tanto para perdonar las deudas de terceros ad-
quiridas de los bancos. sino para segregar los activos congelados del resto de los
activos de esos bancos. facilitando así su desenvolvimiento y la movilización de la
riqueza en beneficio de la economía del país.
El Instiluto. para liquidar los bienes. podrá buscar los compradores ¡x)r sí mis-
mo. por los bancos o por otros intermedim"ios. Por regla general no pagará comi-
sión, en vista de que lo hace el comprador, salvo casos especiales en que el Direc-
torio resuelva abonarla para facilitar o mejorm· la liquidación.
En el caso ele bienes que no fuesen susceptibles de liquidación inmediata. el
Instituto, a fin de evitar la armazón a que se hizo referencia. deberá encargar su ad-
ministración a los bancos. ya sea los miginarios ele dichos activos u otros o a fir-
mas com~tentes en los bienes de que se trata. En este caso. como es obvio, es ne-
cesario pagar comisión a los administradores. teniendo en cuenta siempre el
producido anual de aquéllos. y conforme a la tarea que significase la administra-
ción (art. 6'1). A este respecto conviene poner de manifiesto que los bienes no debe-
rán mantenerse en manos del Instituto por sistema. sino como procedimiento tran-
sitorio y a la espera de la oportunidad favorable para liquidarlos en definitiva.

EL lNSTfflJTO MüVlLIZADOR DE INVERSJONES BANCARJAS
413
COOPERACIÓN DEL BANCO HIPOTECARIO NACIONAL
Con el propósito de facilitar la liquidación de los inmuebles. el proyecto pro-
pende a la cooperación del Banco Hipotecario Nacional con el Instituto. Ambos
quedan facultados p~u-a concert~u- préstamos hipotecarios sobre los inmuebles que
fuese a vender el segundo. de suerte que el préstamo se hiciese efectivo en el mo-
mento de la venta del inmueble o inmediatamente después de ella (art. 12). Podrá
ensancharse así el círculo de compradores. con la posibilidad de pagar al contado
sólo una parte del precio. constituyendo hipoteca sobre el resto: todo esto. como se
explica fácilmente. después de ajustado el valor de los inmuebles a su rendimiento.
Esta forma podrá aplicarse tanto a los préstamos comunes como a los de coloni-
zación del Banco Hipotecario (art. 13). En este último caso se obliga al Instituto a
dar previa intervención al Departamento de Agricultura de la Nación a fin de que
éste con su experiencia técnica pueda disponer lo que tienda a asegurar la mejor re-
alización del plan colonizador y el cumplimiento del propósito de la ley de radicar
en la tierraJamilias de agricultores.
Del punto de visia de la financiación de estas operaciones hipotecaiias es im-
portante la autorización que se concede al Instituto de aceptar en pago de los in-
muebles que hubiese vendido. o en garantfa del mismo pago. las cédulas que los
compradores recibiesen del Banco Hipotecario Nacional (art. 14 ). Esta disposición
facilitará considerablemente la realización inmediata de tales operaciones. pues si el
mercado no absorbiese dichas cédulas. el Instituto estaría en condiciones de retener-
las por el tiempo que sea necesario. por cuanto no lwbría premura alguna para pro-
ceder en otra forma. Entre tener Jos inmuebles sin vender. sujeto a todas las compli-
caciones de su administración. y venderlos recibiendo una pru·te de su precio en
efectivo y el resto en cédulas. es evidente que conviene lo segundo, aunque las cé-
dulas tengan que retener.se. En este sentido se prescribe que el Instituto deberá con-
venir con el Departamento de Hacienda y el Banco Hipotecru·io Nacional los plazos
y la forma en que podría ir vendiendo en el mercado las cédulas recibidas (lli"t. 15).
REPARTO DEL PRODUCIDO
Los fondos que el Instituto obtuviese en esta forma. o por la venta en efectivo
de sus bienes. o por el rendimiento de los bienes aún no vendidos. se destinarán al
pago de los intereses y amortización de los bonos amortizables. una vez apartado
lo que fuese necesario para cubrir los gastos del Instituto. Cada banco tenedor de
bonos amortizables recibirá la participación correspondiente a lo que hubiese ohte-

-H4
RAÚL PREBISCU
nido por la administración o la venta de los bienes que le hubieran sido originaria-
mente comprados. Este procedimiento tiene ventajas evidentes sobre el de refundir
todos los bienes adquiridos en una masa común e indistinta. como se ha resucito el
problema en otros países.
ADMINISTRACIÓN Y CON1ROL DEL INSTITUTO
Los gastos necesarios para el funcionamiento del Instituto. cubiertos en la for-
ma que se acaha de mencionar. serán motivo de un presupuesto que se comunicará
anualmente al Poder Ejecutivo (art. 8º). El proyecto ha querido dar completa auto-
nomía al Instituto evitando influencias que pudieran ejercerse sobre su funciona-
miento. Esto no quiere decir que esta entidad no esté sujeta a control. Por el contra-
rio: pero el control se ejercita por los mecanismos creados por las leyes con tal
objeto. El proyecto a este respecto pone al Instituto bajo las disposiciones de la
Ley de Contabilidad. de la que sólo podrá apartarse en casos excepcionales y con
el consentimiento previo del Poder Ejecutivo (art. 9º). Y para vigilar la aplicación
de la ley y el correcto funcionamiento administrativo de esta entidad se dispone
como en el caso de ciertas reparticiones autónomas. la designación de un contador-
delegado de la Contaduría Geneml de la Nación. Además. todas las operaciones
quedan sometidas al examen. inspección y control a que los bancos están sujetos
de acuerdo con la Ley de Bancos (art. 10). Por otro lado debe elevarse al Poder
Ejecutivo balances mensuales y anuales. junto con las memorias y con todas las in-
formaciones que éste le solicitase (art. 18).
Teniendo siempre en cuenta la necesidad de dotar al Instituto de la organiza-
ción más simple y de hacerle incurrir en los menores gastos. el proyecto detennina
el establecimiento de una propia Escribanía que funcionará anexa a la Escribanía
General de Gobierno. la que intervendrá en las escrituras de transferencia de in-
muebles de los bancos al Instituto y de éste a terceros (siempre que no coITesponda
a éstos elegir la escribanía), en las hipotecas. en las adjudicaciones que se efectúen
en las licitaciones del Instituto. y en cualquier otro acto que deba ser pasado en es-
critura pública (art. 16). Con el mismo propósito se dispone que los diversos aseso-
res en materia legal o técnica del Poder Ejecutivo dictaminarán a solicitud del Ins-
tituto. el que iambién podrá requerir la opinión de los técnicos y tasadores de los
bancos oficiales (art. 17). No se justificaría en verdad que un Instituto de índole
transitoria formase su propio cuerpo de asesores en asuntos en que el Gobierno ya
los tiene.
Se ha tratado por consiguiente de crear un organismo independiente en su fun-
cionamiento. pero controlado escrupulosamente. dándole una organización lo más

EL [NSTCl'Ul'O MOVILIZADOR DE INVERSIONES BANCARIAS
415
sencilla posible y concediéndole facultades para que pueda resolver con eficacia
los. muy diversos problemas que se le presentarán. Así lo exige la función en extre-
mo imponante que debe realizar el Instituto a fin de sanear los activos bancarios
evitando las violentas pert~rbaciones de las que nuestro país ha escapado afortuna-
damente.
PROYECTO DE LEY
El Senado y Cámara de Diputados de la Nación Argentina, reunidos en Con-
greso, etc., sancio11a11 conji,er:a de
LEY:
Creal"hín y objeto
Anfculo r. Créase el Instituto Movilizador de Inversiones Bancarias con sede
en la Capital Federal. a fin de adquirir los inmuebles y demás invcrsione¡¡ inmovili-
zadas o congeladas de los bancos y venderlos gradual y progresivamente. propen-
. diendo a la radicación de familias de agricultores en tierrns de valores ajustados a
su rendimiento real. y a la transferencia de ou·as inversiones a manos que aseguren
su mayor productividad.
Capital y Fondo de Reser''ª
Artfculo 2º. El Instituto Movilizador tendrá un capital de 10.000.000 de pesos
moneda nacional y un Fondo de Reserva formado por los fondos resultantes a fa-
vor del Gobierno de las transferencias contempladas en el artícµlo 4º de la Ley de
Organización.
Diredorio
Artículo 3º. El Directorio del fnstituto estará integrado por un presidente y tres
vocales designados por el Poder Ejecutivo entre personas de reconocida experien-
cia comercial y agropecuaria. por todo el término que dure el funcionamiento del
mismo. No podrán ser miembros del Directorio los funcionarios y empleados na-
cionales o provinciales. los insolventes y las personas que hubieran sido condena-
das por delitos.

416
RAÚL PREBISCH
Compra y liquidadím de activos t•ongelados
Artículo 4º. El Instituto Movilizador podrá pagm· el activo que adquiriese de los
bancos en efectivo o con bonos amortizables que a ese efecto podrá emitir con la
autorización del Poder Ejecutivo.
Artículo 5''. Dentro del primer año de funcionamiento. el Directorio establecerá
el plan detallado de liquidación. siguiendo los lineamientos del plan general apro-
bado por la Comisión Organizadora. y fijando las normas y el plazo de acuerdo
con los cuales deberá ejecutarse. sujeto a las siguientes modalidades:
a) Los inmuebles deberán venderse en licitación privada o pública o en remate
público. según conviniese mejor en cada caso; los impuestos atrasados que se
adeudaren sobre los mismos quedarán en suspenso hasta que se realice la venta;
b) En materia de créditos deberá agotarse previamente todos los recursos lega-
les para asegurar su cobranza. sin perjuicio de aceptm· posterionnente y por deci-
sión expresa del Directorio. convenios o arreglos extrajudiciales que permitan una
más pronta o mejor percepción del crédito: sujeto. todo ello. a la reglamentación
especial que dict:u-á el Poder Ejecutivo;
e) No se reconocerá comisiones a cargo del Instituto a los intermediarios utili-
zados en la venta de muebles. inmuebles y semovientes. salvo resolución expresa
del Directorio.
Administración y reparto del producto
Artículo 6º. Para la administración de los activos congelados. y salvo casos es-
peciales en que podrá valerse de firmas competentes. el Instituto utilizará a los ban-
cos existentes. ya sea a los originarios de dicho activo. o a otros. pagando la comi-
sión a convenirse según la índole del mismo y en relación al producido anual.
Artírnlo 7''. El producido anual de la liquidación y los intereses y demás recur-
sos percibidos por el Instituto. una vez apm·tados los fondos requeridos por el m·-
tículo 8'' de esta Ley. se empleará íntegramente en pagm· los intereses y la amorti-
zación sobre los bonos amortizables en poder de cada banco. según lo que hubiere
producido el activo congelado transferido por el mismo al Instituto Movilizador.
Presupuesto, cuentas t• inspct·ción
Artfrulo 8''. El Instituto se dará su presupuesto que deberá ser comunicado al
Poder Ejecutivo.

EL L'IS'!Truro MovrLIZADOR DE INVERSIONES BANCARIAS
417
Artículo 9''. La Contaduría General de la Nación designará un contador delega-
do en el Instituto Movilizador, en orden a lo dispuesto en la Ley de Contabilidad
(Ley Nº 428) y a sus decretos reglamentarios. En todo lo que no se oponga expre-
samente a esta Ley. el Instituto Movilizador se ceñirá a las disposiciones de la Ley
de Contabilidad (Ley N9 428) pudiendo. sin embargo. apartarse de la misma en ca-
sos excepcionales y siempre con la autorización del Poder Ejecutivo.
Arrfcu/o 10. Las funciones de examen. inspección y control que determina la
Ley de Bancos. se extenderán a las operaciones del Instituto Movilizador.
Arrícu/o 11. Las operaciones que realice el Instituto Movilizador estarán exen-
tas de toda contribución o impuesto nacional, provincial o municipal. así como
también del sellado en las actuaciones judiciales. operaciones y gestiones que veri-
fique ante los llibunales federales y ordimu"ios.
Relaciones l'On el Banco Hipotl'Cario :"adonal
Artículo 12. Facúltase al Instituto Movilizador a concertar préstamos hipoteca-
rios con el Banco Hipotecario Nacional. sobre los inmuebles adquiridos de los ban-
cos o recibidos en pago de créditos. a fin de facilitar su venta a terceros; o a conve-
nir previamente con aquél la realización de dichas hipotecas después de vendidos
los inmuebles a terceros.
Arrículo 13. En el caso de propiedades susceptibles de ser colonizadas. el Insti-
tuto. previa intervención del Departamento de Agricultura. podrá concertar con el
Banco Hipotecario Nacional los préstamos de colonización autorizados por las le-
yes respectivas. en la forma prescripta en el artículo precedente.
Artfculo 14. El Instituto Movilizador queda facultado para recibir de terceros
cédulas en pago de créditos o de adquisición de inmuebles, o a recibir de los adqui-
rentes dichas cédulas en garantía del pago de los inmuebles comprados.
Artículo 15. El Instituto deber:í convenir con el Departamento de Hacienda y el
Banco Hipotecario Nacional. antes de realizar las operaciones referidas en los ar-
tículos 12. 13 y 14. los plazos y la forma en que podrá vender en el mercado las cé-
dulas recibidas del Banco Hipotecario Nacional o de terceros en pago de créditos o
de adquisiciones de inmuebles.
Disposiciones varias
Artírnlo 16. El Instituto Movilizador establecerá su propia Escribanía para in-
tervenir y rcgistrm· los contratos de compra y venta. convenios y transacciones que

_¡ 18
RALJL PREBISCll
deban pasarse en escritura pública. La escribanía intervendrá asimismo en las adju-
dicaciones que se efectúen por licitación pública o privada. Funcionará anexa a la
Escribanía General de Gobierno y-a ésta se transferirán los protocolos y <u-chivos
una vez terminado el funcionamiento del Instituto Movilizador.
Artículo 17. Los procuradores generales de la Nación y del Tesoro. así como
los asesores en materia legal o técnica de las dependencias del Estado. sean éstas
autónomas o'no. dictaminarán y asesorarán por escrito a solicitud del Instituto Mo-
vilizador.
En los casos que juzgue conveniente. el Instituto Movilizador podrá requerir
opinión a los técnicos y tasadores del fümco de la Nación Argentina y del Banco
Hipotecario Nacional.
Artículo 18. Las relaciones del Instituto Movilizador con el Poder Ejecutivo se
cfectmmín por conducto del Departamento de Hacienda al cual se le elevarán los
balances mensuales. memorias y balances anuales y todas las informaciones que
éste le solicitase.
Artículo 19. Derógm1se las disposiciones de otras leyes en cuanto se opongan al
cumplimiento de la preselite.
Artículo 20. Comuníquese al Poder Ejecutivo.

71
MODIFICACIONES A LAS LEYES
DE LOS BANCOS OFICIALES*
CONSTITUCIÓN DE LOS DIRECTORIOS DE LOS BANCOS OHCIALES
Los proyectos de modificación a las leyes orgánicas del Banco de la Nación y
del Banco Hipotecario no requieren un extenso comentario. Se eleva de. seis a ocho
el número de vocales del Directorio de la primera institución. que es el nµmero que
cuenta la segunda. pues la cantidad actual resulta insuficiente para cumplir su co-
metido.
La modificación más importante. sin embargo. se refiere al procedimiento para
elegir los vocales. Ambos proyectos disponen que de los ocho directores. cuatro se-
rán nombrados por el Poder Ejecutivo de entre listas que le serán sometidas por las
cuatro principales entidades representativas de las actividades económicas mencio-
nadas por el proyecto. Cada entidad elegirá cuatro candidatos. salvo que el Poder
Ejecutivo decida agregar una entidad representativa de los agricultores, en cuyo
caso los candidatos serán tres. El Poder Ejecutivo tendrá pues una lista de quince o
dieciséis candidatos para elegir los que a su juicio resulten más capacitados para
ocupar los c•u-gos de referencia, sin tener en cuenta la entidad que los propone. En
esta fomia es de esperar que se despierte entre esas instituciones representativas
una sana emulación que las lleve a elegir sus mejores asociados pam presentarlos
al Gobiemo. El comercio. la industria y la producción. por lo tanto. intervendrán
directamente en el manejo de las grandes instituciones financieras del Estado. lle-
vando allí su experiencia práctica derivada del conlacto continuo con la realidad
económica. Mucho puede esperarse de esta cooperación que tales entidades repre-
sentativas sabrán afrontru· seguramente con gran espíritu de responsabilidad.
* N. del Ed. Publicado en Ministerio de Hacienda de la Nación. Proycctos sobre bancos y mone-
da, Buenos Aires. Gotelli. 1934. págs. 57-5& y 101-103. Sobre 01ras ediciones, véase la Nota del Edi1or
al capítulo 67.

-120
RAÚL PRElllSCH
Los PRÜSTAMOS Or:ICIALES DEL BAl\\CO DE LA NACIÓN ARGENTINA
En cuanto al Banco de la Nación Argentina se introduce otra modificación en
su ley orgánica (art. 12), en materia de préstamos a los gobiernos. La ley vigente le
permite prestar al Gobierno Federal hasta un monto equivalente al 25C/n de su capi-
tal. Esta proporción se rebaja a 15% en vista que el Banco Central queda autoriza-
do para prestar a la Nación. como se ha dicho en otro lugar. Además. el proyecto
se ha redactado en tal forma que el Banco de la Nación no podrá prestar al Gobier-
no por vías indirectas. por ejemplo. caucionando títulos o letras emitidos por aquél
y adquiridos o descontadas por los bancos. Es verdad que no puede trazarse antici-
padamente una línea divisoria clara entre esas operaciones de compra o caución
destinadas a financiar la colocación inicial de papeles del Gobierno -lo 4ue es un
simple préstamo al mismo-. y las que se realizan habitualmente con títulos ya
existentes en el mercado y 4ue el proyecto no prohíbe. pues no se trata de créditos
concedidos a los poderes públicos. sino a los pa11iculares e instituciones que deten-
tan tales títulos. Simplemente se limita el monto de estas últimas operaciones a
otro 15% del capital y reservas. No cabría que la ley entrase en distinciones sutiles.
Basta conocer fielmente el espíritu de estas modificaciones a la luz de la experien-
cia. para que un Directorio celoso del cumplimiento de sus deberes sepa distinguir
lo que es vedado de lo 4uc no lo es en los casos concretos que se le presenten.
BANCO DE LA NAClON ARGENTINA
PROYECTO DE LEY
El Srnado y la ('(/mara dl' Di¡mtado.1 de la Nación Argentina. reunidos en Con-
greso, etc., sancionan co11 júer:a de
LEY:
Artículo /". Modirícase el artículo 4" de la Ley Orgánica del Banco ele la
Nación Argentina (N" 4.507) aumentándose dos vocales en el Directorio del mis-
mo. el que quedará constituido con ocho directores.

MOOJFICACIONES A LAS LEYES DE LOS BAIWOS OFICIALES
421
Artículo 2". Cuatro voc<Jlcs serán nombrados directamente por el Poder Ejecuti-
vo. Los cuatro restantes los elegirá éste dentro del total de candidatos propuestos
por las entidades referidas en el artículo siguiente. En ambos casos se requerirá
acuerdo del Senado.
Artículo 3q. En cada renovación de Directorio del Banco de la Nación Argenti-
na. propondrán al Poder Ejecutivo cuatro candidatos a vocales cada una de las si-
guientes entidades: Bolsa de Comercio de Buenos Aires. Unión Industrial Argenti-
na. Sociedad Rural Argentina y Bolsa de Comercio de Ros:ufo de Santa Fe.
Facúltase al Poder Ejecutivo a incluir entre las entidades que proponen candidatos
a una que sea genuinamente representativa de los agricultores. en cuyo caso cada
entidad elegirá tres candidatos.
Artículo 4". Modifícase el <U-tículo s~ de la Ley 4.507. aumentándose en tres mil
pesos moneda nacional mensuales la suma fijada p<u-a ser distribuida entre los vo-
cales del Directorio. en proporción a su asistencia.
Ar1ícu/o .'V Para la elección de los cuatro vocales del Directorio referidos en el
artículo 2~ de esta ley. deberán tenerse en cuenta las disposiciones que rigen en el
artículo 28 de la Ley 4.507. en todo cuanto no se orxmga expresamente la presente.
Artículo 6~. Modifícase el artículo 12 de la Ley 4.507. el que quedará redactado
en la siguiente forma: "El Directorio no podrá conceder préstamos a la Nación. por
un monto superior al 15% del capital y las reservas del Banco. ni prestar a las pro-
vincias y municipaliclacles. directa o indirectamente. ya sea en forma de descuen-
tos. adelantos. créditos en descubierto, compra de letras. títulos u otros valores. o
adelantos concedidos a terceros con garantía de tales letras. títulos o valores. o en
cualquier otra forma. Las disposiciones del presente a11ículo regirán a partir de la
constitución del Banco Central y no afectar:ín las operaciones anteriores a la san-
ción de esta ley.
"El Banco podrá sin embargo. conceder adelantos con caución de títulos y cé-
dulas nacionales. siempre que no se trate de operaciones destinadas en una forma u
otra a financiar la colocación originaria de dichos valores nacionales para suminis-
trar fondos al Gobierno Nacional directa o indirectamente; y por un monto que no
podrá exceder de otro 15% del capital y las reservas del Banco''.
Artículo 7'. Comuníquese al Poder Ejecutivo.

422
RAÚL PREBfSCH
BANCO HIPOTECARIO NACIONAL
PROYECTO DE LEY
El Senado y Cárnam de Diputados de la Nación Argenlina, reunidos e11 Con-
greso, etc., sancionan con fiter;a de
LEY:
Artículo r. Modifícase el artículo 8'' de la Ley Orgánica del Banco Hipotecario
Nacional. Nv 8.172 en la siguiente forma:
De los ocho directores. cuatro serán nombrados directamente por el Poder Eje-
cutivo. Los cuatro restantes los elegirá éste dentro del total de candidatos propues-
tos por las entidades referidas en el artículo siguiente. En ambos casos se requerirá
acuerdo del Senado.
Artículo 2". En cada renovación de Directorio del Banco Hipotecario Nacional
propondrán al Poder Ejecutivo cuatro candidatos a vocales cada una de las si-
guientes entidades: Bolsa de Comercio de Buenos Aires. Sociedad Rural Argenti-
na. Bolsa de Comercio de Rosario de Santa Fe y Corporación de Tenedores de
Títulos y Acciones. El Poder Ejecutivo ix>drá agregar a tales instituciones. una en-
tidad genuinamente representativa de los agricultores. en cuyo caso cada una de las
cinco instituciones elegirá tres candidatos.
Artírufo 3". Para la elección de los cuatro vocales del Directorio referida en el
artículo 1°. deberün tenerse en cuenta las disposiciones que rigen en el artículo 8°
de la Ley 8.172. en todo cuanto no se oponga expresamente la presente.
Artículo 4''. Comuníquese al Poder Ejecutivo.

72
LEY DE ORGANIZACION*
OBJETO DE LA COMISIÓN ORGANIZADORA
La tarea de reunir y coordinar los elementos dispersos, que se ha mencionado
anteriormente, con el propósito de establecer con ellos el Banco Central. y la de
examinar los activos inmovilizados de los bancos para determinar el plan general
del Instituto Movilízador, exigirá desplegar un esfuerzo grande y sostenido. El De-
partamento de Hacienda necesitará para ello la cooperación de un grupo de perso-
nas versadas en estas materias. y con tal propósito se faculta al Poder Ejecutivo en
este proyecto de ley a designar una Comisión Organizadora presidida por el Minjs-
tro de Hacienda. y encargada de sentar las bases pam la constitución de amb~s en~i~
dades, y proponer la reglamentación de estas leyes y las medidas preliminares para
la aplicación de la Ley de Bancos.
A continuación se indica, pues. las tareas principales de la Comisión Organiza-
dora. comenzando por las relativas al Banco Central.
CONSTITUCIÓN DEL BANCO CENTRAL Y CANJE DE-LOS ANTIGUOS BILLETES
Suscripto el capital. en la forma que ya se ha visto. por los bancos accionistas.
con los plazos que la Comisión hubiese recomendado para integrarlo, y ctispuesto
lo necesario para que los bancos de acuerdo con la Ley de )3ancos depositen una
parte de sus efectivos en el Banco Central, éste quedará en condiciones de que se
les transfieran los distintos elementos que van a constituirlo. Conforme se ha men-
cionado en otro capítulo. la Junta Autónoma de Amortización, la Comisión de Re-
descuento y la Caja de Conversión serán suprimidas; y todos sus rubros activos y
* N del Ed. Publicado en Ministerio de Hacienda de la Nación, Proyectos sobre bancos y mone·
da. Buenm Aires. Gotelli. 1934. págs. 59-65 y l07-l J l. Sobre otras edicimm, véase la Nota del Editor
al capítulo 67.

424
RAÚL PREBISCll
pasivos serán traspasados al Banco Central. Asimismo. se le transferirá las cuentas
oficiales del Banco de la Nación Argentina -salvo las de las reparticiones au-
tónomas y los depósitos de garantía que exceptúe el Poder Ejecutivo- el Fondo de
Beneficios ele Cambios formado por los márgenes entre el tipo ele compra y el de
venta ele las divisas. y el Fondo de Divisas. con todas las monedas extranjeras que
hubiese adquirido el Poder Ejecutivo de acuerdo con las facultades que le confiere
la ley. Dada la índole de estos fondos y las funciones que desempeñan. es conve-
niente que ingresen al Banco Central en cuentas oficiales separadas.
En cuanto a la emisión que forma parte del pasivo ele la Caja de Conversión. ya
se ha dicho que la de c:u-ácter subsidiario (ele denominaciones de cinco pesos e in-
feriores) qued:u-á a cargo del Estado y que el pasivo constituido por el resto de los
billetes será traspasado al Banco Central junto con el oro y demás rubros activos de
la Caja. Tanto estos billetes. como los subsidiarios. cleberún ser canjeados por nue-
vos billetes por el Banco Central según el proyecto ele Ley de Organización. Los
subsidiarios se canjearán por cuenta del Gobierno. en tal forma que los que no se
presentasen a los dos años perdcrún curso legal. pero poclr:ín canjearse por nuevos
billetes subsidiarios. En cuanto a los billetes que fueron transferidos al Banco. tam-
bién perderán curso legal al cabo de dos años: los que no se hubieran presentado al
canje en los tres años posteriores se tendr~'ín por perdidos. y el Banco Central acre-
ditará su importe al Instituto Movilizador para su Fondo de Reserva. previa deduc-
ción del costo del canje. Es una medida ele previsión destinada a fortalecer al Insti-
tuto. Téngase presente. por otra parte. que el sobrante que quedase al tenninar éste.
pertenecerá al Tesoro Nacional. Y finalmente. los billetes que se presentasen des-
pués ele esos tres años. sin eluda alguna en cantidad insignificante, serún canjeados
por nuevos billetes por cuenta del Gobierno.
CONSOLIDACIÓN Y ARREGLO DE DEUDAS
Además del bono sin interés que. como se ha dicho al consider~u- al Banco Cen-
tral. se entregará al Banco por el saldo de los 293 millones de viejas emisiones que
se le transfiere. previa deducción de la moneda subsidiaria. el Banco dispondrá de
hasta 400 millones de pesos moneda nacional como múximo de bonos consolida-
dos del Tesoro Nacional ele 3% ele interés y 1/4 ele amortización provenientes ele la
transformación de IÍ!ulos del Empréstito Patriótico y Letras ele Tesorería o ele estas
últimas exclusivamente. según la facultad que el proyecto concede al Poder Ejecu-
tivo previa opinión de la Comisión Organizadora. El Banco tendrá así una masa ele
maniobra de 400 millones ele pesos moneda nacional para las operaciones interban-
carias en títulos que se explicaron en otro lugar. Es probable. como allí se expresó.

LEY DE ÜRCiANIZACIÓN
425
que una p<u-te de estos bonos. dada la escasez actual de colocaciones comerciales,
sea adquüida nuevamente por los bancos. que podrán negociarlos oportunamente
en el Banco Central cuando requiriesen fondos.
Siguiendo una recomendación de Sir 0110 Nicmeyer. se cancela el Fondo de
Conversión en el Banco de la Nación Argentina por cuanto ya no responderá a ne-
cesidad alguna una vez creado el Banco Central. 1 Como se sabe este Fondo no
existe en metálico. pues fue utilizado a fines de 1930 para amortizar la mitad del
préstamo Baring al Gobierno Nacional y el préstamo Chatham a la Municipalidad
de la Capital Federal. Al cancelarse el Fondo la primera inversión queda compen-
sada y la segunda podrá ser utilizada por el Gobierno Nacional en sus arreglos fi-
nancieros con la Municipalidad.
Se faculta asimismo al Gobierno a convenir con el Banco de la Nación el aITe-
glo definitivo del remanente de su deuda directa. o de la indirecta formada por las
cauciones de letras que quedasen después de la transfonnación ya refe1ida. Esto
comp011a resolver una situación de hecho que viene arrastrándose de mucho tiem-
po atrás. y que conviene dejar claramente establecida en un plan que satisfaga debi-
damente los intereses del Banco y la situación del Tesoro Nacional.
Realizadas todas estas operaciones el Banco Central se encontrará en condiciones
de funcionar tan pronto como se hubiera integrado su Directorio. Tratándose de una
Institución nueva concebida por el Pcxler Ejecmivo es conveniente que éste designe
los primeros componentes para que puedan elegirse personas bien compenetradas de
las funciones que el Banco comenzará a realizar. A este Directorio le tocará desbro-
zar el ten-eno e iniciar la tradición del Banco. que deberájugar un papel impor-
tantísimo en su futuro. Por ello Sir Otto Niemeyer propuso la designación del primer
Directorio por el Poder Ejecutivo que hubiere creado el Banco. Así también lo dispo-
ne este proyecto. Esos miembros. sin embargo. surgirán de los distintos bancos y acti-
vidades en la forma que establece el proyecto de Ley de Creación del Banco Central.
EL INSTITUTO MOVJLIZADOR
La Comisión Organizadora deberá trazar normas generales para el funciona-
miento del Instituto Movilizador. esto cs. los lineamientos que deberán seguirse en
la compra de los activos inmovilizados de los bancos. Aprobadas estas normas. el
Poder Ejecutivo designará el Directorio del Instituto. que así tendrá un concepto
cabal de las funciones que le corresponde desempeñar. El Directorio procederá en-
tonces a examinar los activos congelados y proponer concretamente a la Comisión
1 Jnfo1111e Niemeyer, pánafo 14.

426
RMn. PREBISCH
Organizadora las condiciones de compra de los mismos y el plan general que pro-
yecta para su liquidación. En esta forma el proyecto ha querido asocim· la Comi-
sión a las primeras tareas clel Instituto a fin de mantener la continuidad del criterio
que se ha tenido al proyectarlo y establecerlo. y la necesaria simultaneidad de ac-
ción con la aplicación de las otras reformas. Por otro lado. del valor que se asigne a
las adquisiciones dependerá en última instancia el monto de la reserva final que
conviene que tenga el Instituto ¡xu·a atender a posibles quebrantos. reserva a la que
posteriormente se acreditará el importe de los billetes perdidos. corno se ha indica-
do más arriba. En todo ello deberá intervenir pues la Comisión Organizadora.
TRANSl'ERENCIA GRADUAL DE LAS OPERACIONES DE CAMBIO AL BANCO CENTRAL
Conviene. por razones obvias. que el manejo de las operaciones de cambio sea
transfc1ido al Banco Central. para que se encuentre en condiciones de actuar direc-
tamente. una vez que se restablezca la libertad del mercado: el proyecto encomien-
da por ello a la Comisión Organizadora aconsejar al respecto al Poder Ejecutivo
para que realice estas transferencias de común acuerdo con el Banco.
Por lo pronto. como ya se ha visto en otro lugar. desde la iniciación del Banco
se le transfiere el Fondo ele Beneficios de Cambios. y el Fondo de Divisas. Con
respecto al primero. el proyecto enumera prolijamente la forma en que se moverá
este fondo. de acuerdo con la cxpe1iencia del año que lleva de existencia. Se dispo-
ne además. que el remanente que quedase después de las operaciones contempla-
das. JX)drá ser incoqx)rado al Fondo de Divisas. esto cs. que el Banco Central. de
acuerdo con el Gobierno. tendrá la facultad de invertir dicho remanente en la ad-
quisición de monedas extranjeras. Como se desprende. esta inversión del Fondo de
Beneficios de Cambios es puramente transitoria. puesto que una vez vendidas esas
monedas extranjeras cuando sea necesa1io aliviar el mercado ele cambios. o trans-
formadas en oro. se recuperará su equivalente en moneda nacional. que deberá ser
destinado al fin que oportunamente sancione el Honorable Congreso.
El Fondo de Divisas cst:í llamado a desempeñar un papel importante en el pe-
ríodo de transición que debe recorrer nuestra moneda. Sus funciones son análogas
a las del Exchange Equalisation Account que funciona bajo el común acuerdo del
Tesoro y el Banco de Inglaterra. Tiene que servir con un propósito estabilizador y
por ello es conveniente que cuente con recursos suficientes. De ahí la disposición
que acaba de comentarse. y esta otra. según la cual el Poder Ejecutivo queda facul-
tado para establecer un recargo de hasta 20% sobre las divisas necesm·ias para pa-
gar las importaciones sin penniso previo de cambio. con relación a su precio en el
mercado oficial. Esta es una medida tendiente a prevenir la reaparición de factores

LEY DE ORGANIZACIÓN
427
de desequilibrio que podrían retrasar el retorno a la normalidad monetaria. Se pro-
pone evitar el crecimiento prematuro de las importaciones sin permiso previo de
cambio pues las con permiso ya estún sometidas al dlculo de las disponibilidades
de cambio: y ademús. evitar que una parte de los imp011adores. estimulados por un
movimiento favorable de la moneda en el mercado libre. como ya ha sucedido va-
rias veces. reincidan en la prúclica inconveniente de diferir el pago de sus importa-
ciones. acumulando así un volumen de compromisos de cambio que. según lo com-
prueba la experiencia. no deja de ejercer una influencia perturbadora sobre el valor
de una moneda inconvertible.
COMISIÓN DE DIVISAS
Además de estas disposiciones de carácter transitorio. se proyecta otra de la
misma índole creando una Comisión ele Divisas con miembros oficiales y represen-
tantes de las fuerzas económicas. La Oficina de Control de Cambios ha acumulado
considerable experiencia en cuanto concierne a la distribución de los permisos pre-
vios de cambio para importaciones. Esa experiencia puede ya ser sistematizada en
normas. y es evidente la conveniencia de d:u- participación en la Comisión que se
crea a los representantes económicos. Ellos estún en contacto directo con las distin-
tas actividades afectadas por este régimen de emergencia y sus sugestiones serán
de gran valor no sólo para esa sistematización. sino también p:u-a las modificacio-
nes que se cree conveniente introducir en ellas mientras sea necesario mantener di-
cho régimen. La Comisión. además. deberá verificar la fonna en que estas normas
se cumplen en la práctica. y entender en las reclamaciones que con respecto a ello
presenten los importadores.
Todas estas disposiciones acerca del régimen de cambios marcan la terminación
del período experimental por el que las mismas han tenido que pasar debido a su
propia índole y a la dificultad de las circunstancias. Condensadas ahora en normas
legales. complementan la serie de medidas transitorias que permitir:ín desenvolver-
se durante el período de transición que nos lleve a la normalidad. en tanto menor
tiempo cuanto mayor firmeza se apliquen tales medidas. siempre que no sobrevenga
un empeoramiento inesperado en las condiciones mundiales que nos afectan.
Tales son los fundamentos de las reformas que el Poder Ejecutivo somete a
Vuestra Honorahilidacl. Es necesario que el país pueda atravesar lo que aún le falta
de esta grave crisis con las menores perturbaciones posibles: y que mientras tanto.
con su nueva organización de la moneda y los _bancos. se ponga en condiciones de
aprovechar intensamente cualquier mejora que ocurra en lo sucesivo en la econo-
mía internacional en beneficio de todas las activiclacles económicas de la Nación.

428
RM;L PREBISCll
L<>S proyectos presentados a Vuestra Honorabilidad constituyen un conjunto
homogéneo cuyas partes llevan entre sí una estrecha conexión. ele suerte que modi-
ficaciones sustanciales de algunas de sus disposiciones podrían hacer perder la uni-
dad del conjunto con menoscabo de la eficacia de estas medidas. Espera pues el
Poder Ejecutivo que Vuestra Honorabilidad ha de contemplar su estudio con esta
perspectiva y aprobar dichos proyectos. que. sin duela alguna. constituirán una de
las medidas m:ls trascendentales que hasta ahora haya tomado en su género el Con-
greso Argentino.
Dios gum-de a Vuestra Honorabilidad.
AGUSTÍN P. JUSTO - Federico Pinedo
PROYECTO DE LEY
El Senado y Cámara de Dip11wdo.1· di' la Nación Argl'ntina, l'l'Lmidos en Con-
greso. e11· .. sa11cio11a11 con jita::a di'
LEY:
Comisiún Organiwdora
Artículo l". Autorízase al Poder Ejecutivo para nombrar una Comisión Organi-
zadora. bajo b presidencia del Ministro de Hacienda. que tendd a su c:u-go proveer
todo lo relativo a la organización del Banco Central de la República Argentina (Ley
N" ... ) y del Instituto Movilizador de Inversiones Bancarias (Ley Nº ... ) y proponer
al Poder Ejecutivo los reglamentos. estatutos y decretos reglamentarios que proyec-
te para el mejor cumplimiento de las leyes citadas y la Ley de Bancos (Ley N" ... ).
Constitudún del llaneo C('llfral
Artículo :2". El Poder Ejecutivo nombrar{! el primer presidente. vicepresidente y
demás miembros del primer Directorio del Banco Central sujeto a las condiciones
fijadas en la ley de creación del mismo.
Artículo .V La Comisión Organizadora determinar{! la forma de suscripción de
las acciones del Banco Central: y los plazos en que los bancos deber:ln integrar di-
chas acciones v depositar en el Ba1ico Central los efectivos correspondientes a sus
depósitos de acuerdo con las prescripciones legales.

LEY DE ÜRGANIZAC!()N
429
Artfcu/o 4". Autorízase al Poder Ejecutivo para que en el momento que lo juzgue
oportuno y después de haber oído a Ja Comisión Organizadora suprima la Comisión
de Redescuento. la Junta Autónoma de Amortización y la Caja de Conversión, y
transfiera al Banco Centml sus mbros activos y pasivos. junto con Jos depósitos ofi-
ciales del Banco de la Nación Argentina -salvo los de las reparticiones autónomas
que resuelva exceptuar. lo mismo que los depósitos de garantía en las licitaciones
públicas-. el Fondo de Beneficio de Cambios (Acuerdo General de Ministros del
28 de noviembre de 1933) y el Fondo de Divisas Extranjeras (art. 37 de la Ley de
Presupuesto vigente); de a1.;uerdo con las condiciones y equivalencias que se deter-
min:u·á por el Poder Ejecutivo; y previa deducción de la circulación actual de lamo-
neda subsidiaria de denominaciones de cinco pesos e inferiores (incluso lus mone-
dus de níquel y cobre) de la que se hm·á cargo el Gobiemo Nacional así como de la
ucuñación o emisión futurn de esta moneda subsidiaria. Todo el oro existente en la
Caja de Conversión en el momento de dictarse esta Ley deberá transferirse al Bar\\co
Central. sin que el Gobierno pueda tomar parte alguna de él. ni el Banco pueda usar-
lo con otros fines que los expresados en la ley de su creación. Hasta tanto se trans-
fieran sus rubros activos y pasivos al Banco Central, la Caja de Conversión sólo po-
drá emitir billetes de acuerdo con las leyes existentes. Una vez efectuada esa
transferencia. el Banco Central no podrá aumentar la emisión en otra forma que no
seun las operaciones autorizadas por la ley de su creación.
Al realizarse la transferencia. el saldo del crédito de la Caja de Conversión con-
tra el Gobierno Nacional por las viejas emisiones. después de deducir el importe de
los billetes subsidiarios. quedará representado en el Banco Central JX)r un bono sin
interés otorgado por el Tesoro Nacional.
Can.je de ht~ emisiones aetuales
Artfmlo S'. Los billetes de la emisión actual de la Caja de Conversión transferi-
dos al Banco Central que no le fuesen presentados para su canje dentro de los dos
años desde la fecha en que el Banco haya comenzado la emisión de los nuevos bi-
lletes. dejarán de tener curso legal pero podrán ser canjeados en el Banco durante
los tres años siguientes.
Al expirar dicho plazo. el saldo que no se haya presentado para el canje será
transferido al Fondo de Reserva del Instituto Movilizador. previa deducción del
costo del reemplazo de toda la emisión actual de billetes. Sin embargo los billetes
que se presentaran al Banco Central después de vencido el plazo mencionado, se-
rán canjeados por billetes de dicho Banco por cuenta del Gobierno.
Artfculo 6~. El Poder Ejecutivo dentro del plazo de dos años a partir de la ini-
ciación de las operaciones del Banco Central. y por intermedio de éste. conforme

430
RAÜL PREBISCll
al ai1ículo 36 de la ley de creación (Ley Nu ... ). reemplazar:í por nuevos billetes de
curso legal los billetes subsidiarios de denominaciones de cinco pesos e inferiores.
Transcurrido dicho plazo. todos los billetes actuales de denominaciones de cin-
co pesos e inferiores dejarán de tener curso legal. pero serán canjeados por moneda
subsidiaria a su presentación al Banco Central.
Transfornrnci<ín de la deuda flotante
Artículo 7". Facúltase al Poder Ejecutivo a transformar en Bonos Consolidados
del Tesoro Nacional de 3% de interés y 1/4% ele amortización acumulativa. el sal-
do del crédito contra caución de títulos del Empréstito Patriótico. y Letras de Teso-
rería actualmente en circulación. hasta un total de 400 millones de pesos moneda
nacional. Esta medida será tomada después de haber oído al respecto a la Comisión
Organizadora. Los bonos provenientes de la lransfomiación de las Letras ser:ín
comprados a la par por el Banco Central con destino a las operaciones que prevé el
artículo :n. inciso 1) de su ley ele creación (Ley N" ... ).
Artículo 8". El Fondo de Conversión a que se refiere el artículo 3" ele la Ley N"
3.871 deber:í ser cancelado. destin:índose su activo a compensar deuda flotante del
Gobierno Nacional.
Auírnlo 9". Facúltase al Poder Ejecutivo a convenir con el Banco de la Nación
Argentina el arreglo definitivo del remanente de su deuda directa e indirecta con el
mismo. después de haberse cumplido con las disposiciones de esta Ley relativas a
la deuda flotante del Gobierno Nacional. emitiendo al efecto los valores nacionales
que fuese necesario.
Constitucitín del Instituto Movilizador de Inversiones llanc:iri:ts
Artírnlo 10. Antes de designar el presidente y dos vocales del Instituto Movili-
zador. el Poder Ejecutivo deberá aprolx1r las normas generales para el funciona-
miento del mismo trazadas por la Comisión Organizadora.
Artírnlo 11. El Instituto Movilizaclor proceder:í de inmediato a examinar las in-
versiones congeladas de los bancos. y en particular su relación con el pasivo de rc-
descuentos. a fin ele proponer a la Comisión Organizadora las condiciones de com-
pra ele dichas inversiones por el Instituto. y el plan general de liquidación de las
mismas.
Artículo 12. Después de cumplidas las disposiciones del :u·tículo anterior y una
vez apanados los fondos requeridos por el Gobierno Nacional a los fines del cumpli-
rn iento del artículo)'' de la ley de creación del Banco Central (Ley N" ... )la Comisión

LEY DE ORGANIZACIÓN
431
Organizadora determinará. "ad rcfcrcndum" del Poder Ejecutivo. el monto definitivo
del Fondo de Reserva del Instituto Movilizador destinado a posibles quebrantos.
Artículo 13. La diferencia entre el monto inicial de la Reserva constituida con-
forme al artículo 2~ de la ley de creación del Instituto Movilizador. y el monto defi-
nitivo según el artículo anterior. será transferida al Gobierno Nacional. el que la
destinará íntegramente a la cancelación de la deuda llotante bancaria.
Transferencia gradual de las opcradones de rnmhio al Uanco Central
Artírnlo 14. La Comisión Organizadora aconscj;u-á al Poder Ejecutivo la forma
y oportunidad en que deberá transferir gradualmente el manejo de las operaciones
de cambio al Banco Central. de común acuerdo con el mismo. el que se ajust;u·á a
las normas establecidas por aquél. entretanto se restablezca la libe11ad del mercado
de cambios.
Artículo 15. En el Fondo de Beneficios de Cambio transferido al Banco Central
de acuerdo con el artículo 4~ de la presente ley. se acreditarán las diferencias entre
el tipo de compra y el de venta de las divisas provenientes de las exportaciones, las
que aun cuando el Poder Ejecutivo autorizara su venta en el mercado libre sólo po-
drán ser negociadas por los bancos o firmas autorizadas así como las divisas prove-
nientes de toda otra operación de cambios; y se debitarán:
a) Las diferencias de cambio con respecto al tipo anterior al 28 de noviembre
de l 933. en los servicios de la deuda pública y demás remesas al exterior del Go-
bierno Nacional: y los gastos de la Oficina de Control de Cambios según presu-
puesto aprobado por el Poder Ejecutivo:
h) Las diferencias en contra que pudieran resultar entre el valor de compra y el
de venta de los granos adquiridos por la Junta Reguladora de Granos; y los gastos
de la misma aprobados por el Poder Ejecutivo: si la diferencia fuera a favor se
acreditm·á a dicho Fondo:
e) Las diferencias de precio que el Poder Ejecutivo mediante organizaciones de
emergencia que reputase conveniente. resolviese asignw· directa o indirectamente a
los productores agropecuw'ios. según el margen obtenido en la venta de divisas
provenientes de la exportación del producto o grupo de productos a que se refieren
dichas diferencias de precios: y los gastos de tales organizaciones aprobadas por el
Poder Ejecutivo.
Artículo 16. Los fondos no utilizados en la forma establecida en el •u·tículo an-
terior podrán ser incorporados al Fondo de Divisas creado en el artículo 37 de la
Ley de Presupuesto vigente. hasta que el Honorable Congreso decida su aplicación
definitiva: también ingresad al mismo Fondo el recargo de hasta 20% sobre el im-

432
RAUL PREBISCll
porte de las monedas extranjeras correspondientes al valor de las importaciones sin
permiso previo. que deberá pagarse en divisas en los bancos autorizados antes del
despacho a plaza de las mercaderías. conforme lo reglamente el Poder Ejecutivo y
mientras se mantenga el sistema de los permisos previos de cambio.
Ar1ímlo 17. La Oficina de Control de Cambios dcterminar:í los requisitos nece-
s:u"ios. incluso la declaración jurada. para establecer la índole de todas las operacio-
nes de cambio. así como en los casos que fuere preciso de las cuentas en pesos de
titulares en el exterior: podrá requerir de los negociantes de cambio o los que inter-
vengan como compradores. vendedores. intermediarios o en cuak1uicr otra forma
en las operaciones de cambio. las informaciones sobre las mismas que juzgue con-
veniente. e inspeccionar todos los libros y documentos pertinentes.
Comisión de Divisas
Artículo 18. Créase con carácter transitorio la Comisión de Divisas bajo la pre-
sidencia del Ministro de Hacienda o en su ausencia del Subsecretario de Hacienda.
compuesta de un representante "ad honorem" designado por cada una de las si-
guientes entidades: Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto. Ministerio de
Agricultura, Banco Central o Comisión Organizadora mientras éste no se encuen-
tre constituido. Bolsa de Comercio de Buenos Aires. Unión Industrial Argentin:.i y
Centro de Importadores. El Director de la Oficina de Control de Cambios tendr:í
acceso a la Comisión con voz pero sin voto.
Artímlo 19. Son funciones de la Comisión ele Divisas:
a) Proponer al Dcpa11amento de Hacienda las normas para el otorgamiento y
aplicación de los permisos previos de cambio por la Oficina de Control de Cam-
bios: y verificar el cumplimiento ele las normas aprobadas por el mencionado De-
partamento:
h) Entender en las reclamaciones presentadas por los im¡xirtaclores a la Oficina
de Control de Cambios y aconsejar lo que juzgase conveniente al Departamento de
Hacienda:
e) Designar subcomisiones asesoras cuando lo juzgue conveniente.
Disposiciones varias
A/'/ículo 20. La Comisión Organizadora someterá su presupuesto a la aproba-
ción del Poder Ejecutivo. Los recursos necesarios se anticiparán de rentas genera-

LEY DE 0KOi\\NIZACIÓN
433
les. con cargo de devolución por el Banco Central y el Instituto Movilizador cuan-
do éstos se conslituyan.
Artículo 2 J. El Procurador General de la Nación. lo mismo que los asesores en
materia legal o técnica de los Poderes Públicos. dictaminarán a solicitud de la Co-
misión Organizadora.
Artículo 22. Deróganse las disposiciones de otras leyes en cuanto se opongan al
cumplimiento de la presente.
Artículo 23. Comuníquese al Poder Ejecutivo.

73
LA TEORIA Y LA EXPERIENCIA
DE LA MONEDA ARGENTINA*
[l] LA DEPRECIACIÓN MONETARIA. CAUSAS QUE LA GENERAN
La depreciación monetaria es un síntoma de trastornos funcionales de la econo-
mía que pueden resultar de muy distintas causas. Generalmente la historia moneta-
ria señala como principal de ellas a la inflación, esto es, el aumento de los medios
de pagos en exceso a las necesidades genuinas de los negocios. Suele entonces to-
marse la inflación como sinónimo de depreciación. olvidando que la moneda de-
pende tambien de otras fuerzas que a tiempos adquieren considerable influjo sobre
sus movimientos.
Esto es lo que nos proponemos demostrar ahora. Vamos a ver que la moneda se
deprecia. tanto porque su cantidad redundante en razón de la política financiera o
bancaria del país. provoca el crecimiento de la demanda de monedas o divisas ex-
tranjeras en relación a su oferta. cuanto porque esta última. por obra de factores ex-
ternos y ajenos a esa política se comprime con tal intensidad que la demanda no lo-
gra acomodársele rápidamente.
En ambos casos acontece la ruptura del equilibrio entre la oferta y la demanda
de divisas extranjeras en el mercado de cambios, y es necesario restablecerlo para
exportaciones de metálico que a veces dan en tierra con el patrón oro.
Dicho de otro modo. la depreciación monetaria que sobreviene cuando esto
ocurre. proviene de un desequilibrmniento entre el activo y el pasivo del balance de
* N. del Ed. Trabajo inédito, capítulo primero de un trabajo sobre la crisis en la Argentina, que Pre-
bisch, en su canícter de director de la Oficina de Investigaciones Económicas del Banco de la Nación Ar-
gentina tenía en preparación a fines de 1934 para ser publicado en la Revista Económica. Trata de un
tema cuyo desarrollo constituía la estructura básica del segundo curso de Economía. y en la imposibili-
dad de revisarlo para su publicación en fecha inmediata, Prebisch facilitó los manuscritos a los estu-
<liantes pam su impresión como apuntes. La época coincide con el trabajo de Prebisch en las Leyes sobre
Bancos y Moneda y luego su tmtamiento parlamentario. En los meses siguientes la Revista Económica
cesó de publicarse y Prebisch emprendió la organización del Banco Central. por lo que el presente traba-
jo no se publicó. Todavía en 1936, en sus clases en la Facultad. Prebisch remitía a sus alwnnos al pre-
sente texto como material de estudio. Para facilitar las citas se enumeraron los subtítulos entre corchetes.

LA TEORÍA Y LA EXPERIENCIA DE LA MONEDA ARGEJIH'INA
435
pagos. entre la oferta y la demanda de divisas extranjeras. sea porque ésta se dilata
por estímulos internos. sea por la contracción de aquéllas bajo las influencias exter-
nas: y este desequilibrio conduce a la depreciación monetaria toda vez que la po-
lílica financiera monetaria. o la rapidez dé la economía interna. estorban el desen-
volvimiento de las fuerzas de reacción que contribuyen a mantener el patrón oro
corrigiendo espontáneamente las perturbaciones que conspiran contra su existencia.
Trataremos pues de cxplicru· teóricamente ciertos movimientos de la moneda ar-
gentina sustentándonos en la copiosa experiencia de este país. a fin de desbrozar el
camino que nos lleve a comprender mejor el fenómeno concreto actual. en donde
hemos de recoger de paso algunas observaciones en punto al patrón oro para preca-
vernos a tiempo de posibles confusiones.
[2] LA INFLACIÓN Y LA INFLt:ENCIA NOCIVA DEL DÉFICIT FISCAL
La inflación es el resultado de emisiones excesivas de billetes o de la expansión
del crédito. provocadas frecuentemente por el déficit fiscal. Cuando el Estado gasta
más de lo que permiten sus recursos efectivos. encuéntrasc obligado a usar del cré-
dito. o compele a hacerIÜ a sus empleados o acreedores por falta de pago de lo que
se les adeuda.
[3] LA EXPANSIÓN DEL CRÉDITO Y EL CORRELATIVO AUMENTO
DE LOS MEDIOS DE PAGO
Al dilatarse en esta forma los préstamos bancarios crece automáticamente el
volumen de depósitos corrientes. y la cantidad de dinero en manos del público por
los cheques que éste gira contra los primeros a fin de realizru· sus transacciones dia-
rias. El incremento del crédito representa por consiguiente una verdadera creación
de medios de pago que acrecienta el poder de compra de la población. Pero éste no
siempre es un efecto del déficit. por cuanto ocurre lo mismo cuando los bancos
aflojan los resortes de su crédito otorgándolo abundante para promover negocios
ficticios o especulativos o realizru· inversiones a largo plazo incompatibles con la
liquidez del activo bancario.
[4] LA EXPANSIÓN DEL CRÉDITO Y EL CURSO DE LAS IMPORTACIONES
Pues bien. en un país de \\a complexión económica del nuestro. la experiencia
demuestra que todo aumento en el poder de compra estimula la demanda general y

436
RMJL PREBJSCll
propende al desarrollo de las importaciones. Las importaciones son entre nosotros
de una extrema sensibilidad por el papel importante que las mercaderías extranje-
ras representan en el consumo directo o en las actividades productivas en forma de
materiales. combustibles o maquinarias.
Acicateadas por la mayor cantidad de medios de pago. las importaciones llegan
a sobrepasar la capacidad de pago dada por las exportaciones y eventualmente por
la incorporación de capitales extranjeros. Y la necesidad de pagarlas se traduce a
breve plazo en el crecimiento de la demanda ele divisas extranjeras. La demanda re-
basa a la oferta. y si el país dispone de reservas o créditos en el exterior. es indis-
pensable export~ff metálico para colmar la diferencia.
[5J LA ABUNDA'\\CIA DI' LOS MEDIOS DE PMIO PROVOCA
EXPORTACIONES DE METALICO
La salida del oro. en este caso. constituye una oportuna advertencia del exceso
de medios de pago. Si ella se toma en cuenta y continúa el proceso expansivo del
crédito las importaciones siguen acrecentúndose y no tarda en sobrevenir un nuevo
elemento de perturbación. que es de orden psicológico.
[6] LA DF:VIANIM DE DIVISAS PROMOVIDA
POR EL FACTOR i'SICOL()GICO Y LA ESPl-:CLLACIÚN
Los embarques de oro acentúan la inquietud y desconfianza que comúnmente
se insinúan desde los primeros momentos en semejante situación. Quienes por cau-
tela o prudencia se apresuran a transformar sus dineros en divisas extranjeras p:.U"a
cubrirse de posibles contratiempos o los que hacen lo propio por el incentivo de ga-
nancias especulativas. se incor¡x)1-ar1 a la demanda habitual de cambio. añadiendo
así un nuevo factor de desequilibrio con la oferta.
[7) Sl'SPEl\\SlÚN DEL PA'rnÚN ORO
De mús est:í decir que con ello prosigue el drenaje de oro: y conforme la expe-
riencia lo señala repetidamente. así se llega muy pronto a suspender el patrón oro
p:.m1 contener la emigración del oro y prevenir una mayor restricción del circulante.
aliviando al mismo tiempo de la tensión de los bancos.

LA TEORÍA Y LA EXl'ERIE1'CIA DE LA MONEDA ARGENTINA
437
[8] LA SITUACIÓN BANCARIA SE TORNA DIFÍCIL
Perdido por los présiamos de origen fiscal y el abuso del crédito. resulta muy
difícil a estos bancos comprimir el volumen del crédito a fin de procurar el dinero
que han otorgado liberalmente y reponerlo en sus reservas tan menguadas por los
billetes que salieron para convertirse en metálico.
La depreciaci6n mo11e1aria ocasionada por la injlación
La moneda nacional se desvincula así de las monedas extranjeras basadas en el
oro y se aleja de ellas tanto más cuanto mayor sea la presión de la demanda sobre
la.fuerza de desequilibrio que desata la inflación.
[9] SlJ CONSECUENCIA INMEDIATA: EL ALZA DE LOS PRECIOS
Y conforme crece así la desvalorización de la moneda. suben también los precios
en el mercado interno trayendo consigo una violenta pe11urbación en la distribución
de los réditos colectivos. con muy serias consecuencias económicas y sociales.
[10] SATURACJÓN EN EL DESARROLLO DEL CIÜoDITO
El desa1rnllo del crédito se encuelllra por lo tanto contenido entre ciertos
límites que no pueden transponerse sin conspirar contra la estabilidad monetaria.
¿Cuáles son esos límites?
[ 11 J FUNCIÓN DEL CIÜ\\DITO BANCARIO
Antes de responder. recordemos que la función del crédito bancario es simple-
mente ayudar al movimiento de los negocios. permitiendo que Ja producción. el co-
mercio y la importación se desenvuelvan anticipadamente para satisfacer la deman-
da para venir de inmediato.

438
RALJL PRl'.llJSCJI
(12] Sus CARACTERÍSTICAS
El crédito bancario es esencialmente a corto plazo y se manifiesta nonnalmente
en operaciones de f:ícil y rápida evolución tales como el descuento de documentos
comerciales y los p1éstamos usuales a la agricultura. El ahorro es lo único que per-
mite inmovilizar el dinero con inversiones a largo plazo sin provocar la inflación.
Pero el crédito no se sustiluye al ahorro de la colectividad. cuya inversión se dirige
más bien a la demanda remota o la satisfacción de necesidades extendidas en el
tiempo. Es cierto que alguna proporción prudente de los fondos de los bancos. se-
gún lo aconseje la práctica. puede coloc;U"se en operaciones de mayor duración. Sin
embargo. en lo fundamental el crédito bancario requiere de ser de pronta liquida-
ción para que funcione sin tropiezos el mecanismo monetario. Y para ello ha de re-
lacionarse preferentemente a la demanda inmediata. conforme expresamos.
[ 13] DEMANDA DE CIÜ'.Drl'O l'¡\\RA ATENDER LAS EXIGENCIAS GENUINAS
DE LA PRODUCCIÓN
La magnitud de esta demanda. en un país agrario como el nuestro. depende es-
trechamente del volumen económico de la producción del suelo. sobre el que repo-
sa, por tal razón. la mayor parte del crédito bancario.
El cumplimiento regular de los préstamos está pendien1e de sus alternativas. así
los recursos que van directamente a través de intermediarios a los productos rura-
les. como los que alimentan las actividades comerciales o industriales en general.
cuyas ventas están muy ligadas a los resultados de la producción rural.
El crédito que así se desarrolla pone en el mercado una masa de poder adquisiti-
vo que no difiere en sus consecuencias inmediatas del que emerge del exceso de
los gastos públicos o estimula los negocios ficticios. En uno y otro caso ese poder
de compra alimenta las transacciones internas y promueve las importaciones.
[14] DIFERENCIAS E:'\\TRE LAS CONSECUENCIAS QUE TRAE LA EXPANSIÓN DEL
CRÉDITO PROMOVIDA POR LAS NECESIDADES DE LA PRODUCCIÓN Y LA QUE
PROVIENE DEL DÉFICIT FISCAi. O CONGELACIÓN DE FONDOS
Pero la diferencia radical no tarda en sobrevenir y aquí entramos a contestar
otra pregunta. En el primer caso el circuito del crédito se cierra anualmente confor-
me va liquidándose la producción agropecuaria y las actividades conexas. En tanto

LA TEORÍA Y LA EXPERIENCIA DE LA MO:-iEDA ARGENTINA
439
que en el segundo caso el circuito queda abierto hasta que el Estado pague su deu-
da flotante o sobrevenga la descongelación de los préstamos imprudentes o las in-
versiones a largo plazo. lo que por cierto no está exento de serios tropiezos. Vea-
mos ahora cómo se cierra el primer circuito. Por un lado el dinero refluye desde los
productores. industriales o comerciantes hacia los bancos. cancelando los présta-
mos y encogiendo correlativamente la cantidad de medios de pago. Por otro lado.
la liquidación de la producción agropecuaria en el mercado intemacional crea valo-
res en oro con los cuales puede pagarse las importaciones desatTolladas por los me-
dios de pago puestos en. circulación en la primera parte del circuito. En cambio en
el segundo caso. las importaciones provocadas por el poder de compra artificial-
mente creado. no encuentra. como en el caso anterior. los 1•alores en oro que han
de servir para satisfacer la demanda de dil'isas que fl/mbién origina su pago. De
ahí el desequilibrio que dijimos entre la demanda y oferta en el mercado de cam-
bios. y la necesidad de efectuar exportaciones de oro que llevan a la inconversión
si no se pone freno al crecimiento de los medios de pago.
[ 151 ARMONÍA ENTRE EL PODER ADQUISITIVO INTERNO Y LA CAPACIDAD
EXTER'.'\\A DE PAGO
Por consiguiente. cuando los préstamos bancarios se mantienen dentro de los
límites impuestos por las necesidades reales de la producción y los negocios en su
tarea de satisfacer la demanda inmediata. el mecanismo del crédito coadyuva a la
adaptación del p<xler adquisitivo interno a la capacidad externa de pago. o en 01ros
términos a la nivelación del balance de pagos. Desde luego que este ajuste no es
automático como en el esquema que acabamos de trazar. En la realidad se procede
por continuos tanteos que aproximan al equilihrio sin alcanzarlo jamás. pues sohre-
vienen ele continuo nuevos elementos de perturbación.
1161 PERTURBACIOKES TRANSITORIAS DEL EQUILIBRIO
Examinemos un ejemplo frecuente. Aquella den1anda inmediata en cuya satis-
facción los bancos desempeñan la función indicada. es el objelo de las previsiones
de los innumerables componentes del mercado. Y si el volumen económico de la
producción agropecuaria. de la que depende tan estrechamente esa demanda. resulta
deficiente por la oscilación acostumbrada de las cosechas o los precios. el comercio
tropieza con dificultades para ciar salida a sus mercaderías. a cobrar sus créditos. se
resiente el cumplimiento de los compromisos bancarios. y las importaciones vienen
a ser exageradas en relación a las posibilidades de pago que ofrecen las exportacio-

+40
RAlJL PREBISCll
nes. Sucede así que el circuito interno del crédito y de los negocios se interrumpe y
que en el mercado ele cambios la demanda excede a la oferta. Estas perturbaciones
suelen ser transitorias. pues los años malos se componen generalmente con los bue-
nos. y la producción. los negocios y el crédito est<Ín acomodados a este modo de
ser de las cosas en un país agrario.
[ 17] EL DESEQC!LtBRtO SE ACl'."-'TLJA
Pero si los años malos se suceden uno tras otro y si el volumen económico de la
producción se comprime pcrsistentemente por el descenso de los precios interna-
cionales. dichas perturbaciones pierden su car;ícter transitorio y adquieren una ma-
yor intensidad y duración extraordinarias que hacen peligrar la estabilidad de la
moneda. E111re tanto llega el tiempo de cstudi:1r este fenómeno. volvamos a nuestro
caso. que es uno (k esos frecuentes desequilibrios que se observan en nuestras
cuentas internacionales.
[ 18] CÓMO SE CONJL:RA UNA Plm.TCRBACIÓ'.\\ TEMPORARIA CCA'.\\DO ACTÜA EL
MECA'.\\IS7vl0 Dl'l. l'ATRÚ'\\ ORO
El país exporta oro para responder al exceso de la demanda sobre la oferta de
divisas. y con ello se reduce al mismo tiempo la cantidad de medios de pago. sea
por la restricción directa de los depósitos corrientes y billetes en manos del
público. sea por las consecuencias del cncogimic1110 del crédito provocado por el
descenso de los encajes bancarios. Disminuye. por consiguiente. el pcxlcr adquisiti-
vo de la población y se achica la magnitud de las importaciones. tendiendo así a
restablecer el equilibrio del balance de pagos.
[ 19] DIFERENCIAS E'.\\TRF LAS EXPORTACIONES DE ORO ORica'.\\ADAS POR LA
INFLACl()I\\ Y 1.AS l'RO\\!OVIDAS POR DESEQUil.IBRIOS !''.\\EL BALANCE DE PAGOS
Reflcxi(rncsc ahor;1 acerca del contraste entre estas exportaciones de met;ílico y
aquellas que acontecen por obra de la inllación. Si la inflación perdura. Jos embar-
ques de met:ilico van debilitando la moneda y conducen fatalmente al abandono
del patrón oro: mientras que la salida del oro oc:1sionada por las oscilaciones de la
producción agropecuaria desenvuelven en el mercado interno fuerzas de reacción
que vigorizan Ja moneda y afianzan el patrón oro.

LA TEORIA Y LA EXPERIENCIA DE LA MONEDA ARGENTINA
441
(20] ACCIÓN EFICAZ DEL Lll3RE FL:NCIONA:VllENTO DEL PATRÓN ORO
Cuando este último funciona en esta forma. los medios de pago del país tienden
constantemente a adapt:irse al volumen de los negocios. Cualquier exceso no tarda
en eliminarse prontamente debido al crecimiento de las exportaciones. Tanto es así
que en un país como éste. en tiempo de conversión monewria. no es concebible que
el exceso de medios de pago haga ascender el nivel de precios como podría esperarse
si se recurre sin mayores precauc.0nes a la conocida teoría cuantitativa de la moneda.
[21) NIVELACIÓN DE LOS PRECIOS DEL MERCADO INTERNO CON LOS
DEL MERCADO INTERNACIONAL
Al suprimirse los medios de pago redundantes por el juego de las fuerzas que
hemos descripto. el mecanismo del patrón oro vincula estrechamente nuestros pre-
cios internos con los precios internacionales (salvada la distancia y los derechos
aduaneros). como en un sistema de vasos comunicantes cuyo nivel tiende siempre
a mantenerse tocia vez que no se obstruyen los orificios que los unen.
[22] EL PODER DE COMPRA INTER\\'O DE LA MONEDA Y SL DEPENDENCIA DEL PODER
DE COMPRA DEL ORO EN EL \\1UNDO
Los precios internos de ese país siguen pues a los internacionales. lo que equi-
vale a expres:u- que el poder de compra interno de la moneda argentina en términos
de mercaderías. tiende a variar correlativamente con el poder de compra del oro del
mundo. y experimenta todas sus alternativas. que son de escasa importancia.
[23) EL ORO ES INESTABLE COMO INSTRUMENTO PARA MEDIR LOS VALORES
Es sabido. en efecto. que el oro es muy inestable como medida de los valores. El
índice del nivel de precios en la Gran Bretaña. que abarca casi un siglo y medio. nos
permite verificar fücilrnente este aserto. Pero la variación m:is violenta es sin duda la
de esta crisis mundial. En los úllimos cinco años los precios en oro han bajado en
50%. o sea que su poder de compra se ha duplicado. En tan corto lapso los precios
caen con mayor intensidad que en los 23 afíos que van de 1875 a 1896. tiempo que
dura aquella conocida baja de los precios en el úllimo cuarto de siglo pasado.

442
RALJL PRElllSCll
Puesto que las relaciones económicas internas e internacionales presuponen por
lo general una moneda estable. esas alternativas promueven muy serios trastornos.
(24] EL Al.ZA DE LOS PRECIOS BENEHC'IA A LOS DEUDORES Y A LOS QUE RECIBEN
RENTAS VARIABLES
El alza de los precios. así provenga del oro o de la inflación monetaria. redunda
en beneficio de una parte de la colectividad en menoscabo de la otra. Se altera vio-
lentamente la distribución acostumbrada del producto social. Los que están sujetos
a entradas fijas o de escasa vm·iahilidad. los que reciben sueldos o salarios o perci-
ben intereses y arrendamientos o alquileres cuyo monto se ·determinó con anteriori-
dad. no obstánte seguir con sus mismos ingresos en dinero. reciben una cantidad de
poder adquisitivo tanto menor cuanto mayor haya sido la elevación de los precios.
Entre tanto. se benefician correlativamente aquellos que dependen de entradas va-
riables: los industriales. los comerciantes y los productores rurales. cuyos artículos
suben de precio. mientras los costos quedan constantes o suben con lentitud: y. en
general. los deudores aligeran las cargas de sus deudas pagándolas en una moneda
que va debilitando su capacidad de compra conforme suben los precios.
[25] LA BAJA DE LOS PRECIOS LlENEFICIA A !.OS ACREEDORES Y A LOS QUE
PERCIBEN RENTAS FIJAS
Acontece lo contrario cuando desciende el nivel general de precios. Los grupos
a quienes aventaja el alza. encuéntranse ahora duramente afectados por la baja. Sin
embargo. los que a menudo sufren una y otm vez las consecuencias de la inestabili-
dad monetaria son los obreros. especialmente los que carecen de organización gre-
mial. pues además de sufrir las consecuencias del aumento de los precios. también
suelen sentirse muy afectados por la desocupación que acompaña inseparablemen-
te al descenso de aquéllos.
[26] lNELASTICIDAD EN LA ESTRUCTURA DE LOS PRECIOS
Todo esto sucede por la inclasticidad de los clemenLos que integran la estructu-
ra de los precios. Si al moverse estos últimos pm·a an"iba o abajo se dilataron o
comprimieron proporcionalmente los costos primarios de producción. los fletes y
los rubros que fonnan el costo del transpmte, las deudas de toda clase. los impues-

LA TEORÍA Y LA EXPERIENCIA DE LA l\\10NEDA ARGEJ\\TINA
443
tos y el costo de administración de la cosa pública. en sueldos. servicios financie-
ros. y otros gastos. el problema sería extremadamente sencillo y cada uno de los
grupos sociales seguiría disfrutando de la misma cuota parte en el producto colecti-
vo. si bien esa cuota parte se expresaría en mayor o menor cantidad de dinero. Ha-
bría cambiado la forma. pero no el fondo de las cosas.
Mas no sucede así en realidad. Fuerzas considerables de r~sistencia opónense a
que esos elementos que constituyen la estructura de los precios. se adapten al movi-
miento de éstos. En unos casos. esas fuerzas apóyansc en los contratos. que fijan las
relaciones etítre acreedores y deudores. propietarios y aITendatarios, o en las estipu-
laciones tácitas o expresamente convenidas sobre sueldos. salarios y otras remune-
raciones. En otros. emergen de ciertos grupos sociales suficientemente poderosos
para entorpecer y aun evitar un reajuste que les prive de los réditos que se desvían
en su favor de otros grupos sociales a causa de la inconstancia de la moneda.
[27] REMOCIÓN DE RIQUEZAS
Tanto es así que la crisis actual nos ha puesto en presencia de una ingente tras-
lación de réditos dentro de la colectividad por obra de la baja de los precios. Pon-
gamos un ejemplo concreto que nos hará comprender cómo ocmTe este fenómeno
en un país agrario.
[28] UN EJEMPLO DE TRASLACIÓN DE RIQUEZA POR LA BAJA DE PRECIOS. FORMA EN
QUE SE OPERA EL REAJUSTE EN LA PRODUCCIÓN AGRÍCOLA
Sea un productor agropecum"io que trabaja en un campo de cuya mitad es pro-
pietario con hipoteca y m-rendamiento de la otra mitad; representemos el valor de
su producción por un rectángulo subdividido en distintas secciones o rectángulos
más pequeños correspondientes a los distintos elementos que forman el valor de
los productos cuando llegan a un punto de embarque (véase gráfico N9 1).
Supóngase ahora que desciende el nivel general de precios y entre ellos los de
los productos agropecuarios. que caen en 40%. 1 Entre 1929 y 1930 los precios agro-
pecuarios en papel descendieron en 16.Y/íJ y los precios en oro en 27 % ¿,Cómo se
distribuye esta merma entre aquellos elementos que integran el valor total? Si hu-
biera absoluta flexibilidad entre ellos. el rectángulo quedaría sencillamente cortado
por una vc11ical AB. de tal suerte que cada una ele las partes se achica en la misma
1 El valor total t!e la producción desciende. como es obvio. en igual proporción.

RAÚL i>l{J'll!SUI
Grúfico Nº l. Ajuste al primer año de baja de precios
A
Impuestos
F!etes ferroviarios
Ganancia de los intermediarios
Otros gastos, transp. y comis.
Intereses hipotecarios
Arrendamientos
Gastos de producción
Intereses comerciales
Saldo: salarios, gastos de subsistencia,
remuneración del trabajo
personal del productor y beneficios.
D
B

LA TEORÍA Y LA EXPERIENCIA DE LA MONEDA ARGENTINA
445
proporción que el todo. Pero como a ello se oponen eficazmente las fuerzas de re-
sistencia que dijimos. la línea en lugar de cortar verticalmente nuestro rectángulo.
le taja de soslayo con la línea oblicua CD. con lo que algunos rectángulos resultan
intactos o apenas disminuyen. mientras otros sufren casi todo el corte determinado
por la baja de precios. El rectángulo de los fletes ferroviarios. por lo pronto. sigue
tal cual, como antes con los precios más altos. las ganancias de los intennediarios
suelen ser constantes por unidad de producto: tampoco tiene por qué achicarse la
sección correspondiente a los servicios de las deudas hipotecarias. comerciales y.
bancarias de nuestro product~lr. pues su importe resulta de contratos que no pueden
ser alterados unilateralmente: en el rectángulo siguiente. el de los gastos de produc-
ción. consistentes en la adquisición de semillas. repuestos. materiales. etcétera. co-
mienza el corte. pues hemos supuesto que la baja de precios es general y afecta por
lo tanto a dichos artículos.~ Por fin. después de haber recorrido más ele la mitad del
rectángulo. encontramos que la línea del corte penetra resueltamente en la parte in-
ferior. que se refiere a los salarios. a \\os gastos de subsistencia. a la remuneración
del productor por su trabajo personal. y a los beneficios de su explotación que en
otra época le permitían elevar su nivel de vida o perfeccionar sus instrumentos de
trabajo. amortizar mejor sus deudas o adquirir la propiedad de la tierra.
Dado que las otras partes <le! rect:íngulo. según hemos visto. resultaron indem-
nes. o poco menos. es sobre esta última parte. la que toca primordialmente a los
productores rurales. sobre la que recaen casi por exclusivo las consecuencias de la
baja de los precios.
Pero esta desigual incidencia tiende a moderarse con el andar del tiempo. pues
es fácil comprender que una situación semejante no puede prolongarse si persiste
la baja de los precios y los productores no sólo ven sencillamente reducidos sus in-
gresos a causa de ello, sino que entran en franca pérdida. Por las fuerzas mismas de
las cosas la línea CD comienza a empinarse y a cortar las secciones que hasta en-
tonces habían escapado (gráfico N" 2).
Los arrendamientos suelen ser los primeros en ceder. sea porque conforme ter-
minan los contratos van realizándose otros a precios más bajos o sustituyéndose los
arrendamientos en dinero por otros al tanto por ciento. sea porque los propietarios.
de grado o compelidos por las circunstancias, se ven llevados a conceder rebajas a
fin de precaverse de perjuicios mayores. Digamos de paso que esto no resuelve el
problema de reajuste que se plantea con la baja de precios; simplemente lo despla-
za. ubicándolo entre los propietarios y sus acreedores hipotecarios. Llegamos justa-
mente a estos últimos en el caso que nos ocupa. Privado de recursos por la baja de
'
-
Vcrcn1os que en esta crisb la baja de tm precios agropcwarios ha sitio mucho mayor que en tm
precios de los artículos manufacturados. especialmente cuando Jlcgucn a lo~ prodw.:torcs recargados
<:nn los m:írgenes del comercio.

446
RAUL PRF.BISCll
Grúfico Nº 2. Ajuste al cabo de tres años de baja continuada de precios
Impuestos
Fletes ferroviarios
Ganancia de los intermediarios
1--~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~
Otros gastos, transp. y comisiones
¡--~~~~~~~~~~--~~~~~~~~
......
Intereses hipotecarios
Arrendamientos
Gastos de producción
Intereses comerciales
Saldo: salarios, gastos de subsistencia,
remuneración trabajo personal
del productor y beneficios
D

LA TEORfA Y LA EXPERIENCIA DE LA MONEDA ARGENTINA
447
precios. el productor rural deja de cumplir los servicios de sus deudas. los que así
llegan a experimentar reducciones. por retraso o pérdida definitiva de se1vicios. o
por las quitas o reducciones de servicios que llegasen a efectunrsc en favor de los
productores. debido a la voluntad de las partes o a medidas de los gobiernos.
Por lo tanto. confonne cmTen las cosas. tendremos un tercer rectángulo en que
la merma del valor conjunto se ha repartido menos igualmente que en el segundo.
pero que dista mucho del reparto que hubiese ocurrido de haberse mantenido las
mismas proporciones que existían antes del descenso de los precios. como en el
caso de la línea hipotética AB del primer rectángulo.
(29) INTENSIDAD DE LA BAJA DE LOS PRECIOS INTERNACIONALES EN ORO Y
REDUCCIÓN PROPORCIONAL DEL VALOR DE NUESTRAS EXPORTACIONES.
DIFICULTADES PARA EL REAJUSTE
Este ejemplo muy esquemático nos ofrece una idea de lo que ha ocurrido du-
rante esta crisis mundial en las nctividades agropecuarias de nuestro país. en donde
se elabora una parte sustancial del producto colectivo. cuya distribución ha venido
así a perturbarse violentamente por la baja de los precios. Las fuerzas de resisten-
cia. las dificultades· de 1·eajuste. han sido muy intensas. tanto más cuanto que la
baja. conforme persistía y se acentuaba iba suscitando nuevas y más hondas difi-
cultades. Nuestros precios agropecuarios en papel redujéronse en 48% entre 1926 y
1933. Nos hubiésemos mantenido en el patrón oro. y esa reducción habría sido de
65% y mucho más considerables los obstáculos que se opusieron al re;~juste. Si del
rectángulo hipotético que hemos considerado pasamos a un rectángulo real que es
el agregado de los numerosísimos rectángulos individu~les que constituyen el con-
junto de nuestra producción exportable anual. es posible tener una imagen aproxi-
mada de la realidad. Vamos a representarlos.
Representamos por el primer rectángulo el valor de las exportaciones en el año
1926. Las exportaciones en 1933. tuvieron aproximadamente el mismo volumen
físico. Los precios en oro bajaron en 65% y el valor de las mismas. expresado tam-
bién en oro. sufi·ió una fue11e contracción representada por la superficie rayada del
segundo rectángulo. Pero como debido a la depreciación monetaria los precios en
papel, corno se ha dicho. descendieron menos que los precios en oro. la contrac-
ción de las exportaciones a papel ha sido solamente 1::. superficie rnyada del tercer
rectángulo. Al aumentar así bajo el patrón oro la magnitud de la contracción. ha-
bríanse agravado también las dificultades susodichas de reajuste, pues habría sido
tanto mayor el corte a efectuar en el rectángulo de cada una de las unidades pro-
ductivas del país. y más intensa su incidencia en los réditos propios de los produc-

448
RAU.: PREl\\ISCI 1
Precio medio:
100.0 ________
19_2_s _ _ _ _ _
.....,
Peso papel
o
Volumen físico
100,0
1933
100,0
1933
62,0
Peso papel
36,94
o
o
Volumen ffsico
Volumen físico
lores que en aquellos ejemplos (gráficos N" 1 y N" 2) habíamos representado por la
acción inferior de los rectángulos.
Y eso que hemos considerado un solo aspecto del reajuste al señalm Jos obs-
táculos que se le oponen en la producción rural. Tras estos obstáculos. preséntanse
otros. Ya hemos apuntado. en el caso de los propietarios. cómo la disminución de
los arrendamientos lJUe perciben plantea entre ellos y sus acreedores un nuevo pro-
blema. o si se quiere. un nuevo aspecto del problema general. Análoga repercusión
presenta el problema de las deudas comerciales y bancarias. Tanto la reducción de
éstas. como de las deudas hipotecarias para mantener las mismas proporciones en
el aspecto de los réditos colectivos comportaría lógicamente la reducción correlati-
va del pasivo de los bancos que hicieron dichos préstamos. a la producción rural.
afectando proporcionalmente n todos los rubros que componen ese pasivo. sin ex-
cluir ni a los depositantes grandes o pequeños. ni a los tenedores de cédulas y bo-
nos cuyos ahorros sirvieron para realizar las hipotecas en cuestión. Podríamos ex-

LA 1'EOR1A Y LA EXPERIENCIA DE LA MONEDA ARGENTINA
449
playarnos de manera similar sobre el problema de reajuste de los 11etes femwiarios
y su incidencia sobre los salarios y demás elementos internos y externos de la eco-
nomía de las empresas, y de las cargas fiscales con su necesaria repercusión sobre
el personal y las deudas del Estado. Pero ello sería demasiado. y después de todo
basta la simple mención de estas derivaciones del problema general para compren-
der cuán dificultosa es su solución y cuán complicadas son sus repercusiones socia-
les. Pues si bien en un cuadro esquemático hemos manejado a nuestro arbitrio lo
que por simplicidad designamos elementos de la estructura de los precios. y los he-
mos hecho cortar sencillamente por ciertas líneas conforme las íbamos desplazando
en nuestro razonamiento. en la realidad sucede algo diferente. En la realidad este
pro.ceso de reajuste trae consigo graves rozamientos e ingentes trastornos que no
pueden ser ignorados por quienes deben afrontar los fenómenos concretos. to-
mándolos tan complejos y multiformes tal cual son y no como si fuera una realidad
exclusivamente económica y desprovista de lo mucho que tiene de social y política.
[30) LA TRASLACIÓN DE RIQUEZA ES UN FENÓMENO MUNDIAL. LA OPINIÓN
AUTORIZADA DE LA DELEGACIÓN DEL ORO DE LA SOCIEDAD DE LAS NACIONES
Desde luego que las consecuencias de In baja de los precios o el alza correlativa
del poder adquisitivo de la moneda. según quiera llamárselo. constituyen un fe-
nómeno conocido. y si nos hemos detenido en él ha sido para explicar cómo se ma-
nifiesta en nuestra economía de base agraria. y la fonna en que perturba el reparto
de los réditos colectivos (punto este sobre el que no dijimos aún todo lo que tene-
mos que decir). La Delegación del Oro de la Liga de las Naciones ha descripto en
general este fenómeno y vale la pena transcribir los párrafos más significativos por
la autoridad que invisten. "Jamás se ha visto un ejemplo más claro de una eleva-
ción rápida del JX>der adquisitivo de la moneda (expresado de otro modo. de una
baja de los precios). que en la crisis presente. expresa la Delegación del Oro de la
Liga de las Naciones en su interesante informe:' ' Las consecuencias han sido tan
vastas y desastrosas que parecería superfluo exponerlas( ... ) En la crisis actual. la
caída de los precios ha sido tan brusca y pronunciada que se experimenta la mayor
dificultad p~U"a cumplir los contratos que se firmaron cuando el nivel de los precios
era más alto. En particular. la carga real de las deudas ha aumentado tan fuertemen-
te que un gran número de deudores particulares. sociedades. comunas y gobiernos
* N. del Ed. La llamada 3 figura en el cuerpo del texto p1incipal -seguramente con el fin de indi-
car el origen de los pasajes citados entre comillas- pero se omitió al pie. El infonne 1ncncionado por
Prehisch es el siguiente: Société des Ntttions, Ra¡1port de la fJélégation de /"on/11 Comité .fínancier. Gi-
nebra. 1932. Texto en inglés: Rcport o( the Gold Dele¡.:atio11 o(thc• Fi11a11cwl Commillee.

450
RAÚL PREBISCH
no pueden hacer frente a sus obligaciones. (. .. )Conviene explicar por qué proceso
la baja de precios ha provocado las dificultades actuales. La baja de precios tiene
por efecto inmediato modificar la repartición de los réditos nacionales. Aquellos
que son acreedores de un cantidad de esos réditos nacionales expresada en unida-
des monetarias cuyo poder de compra ha aumentado. pueden reclamar una cuota
más elevada de las mercaderías y servicios que constituyen dichos réditos. Ahora
bien: esas cuotas más elevadas de los réditos nacionales (o, en el plano internacio-
nal, de la producción mundial) no pueden conseguirse sino mediante una disminu-
ción correspondiente de las cuotas pertenecientes a otros grupos de la colectividad
cuyos réditos no se traducen en poder de compra más elevado".
(31) LA BAJA DE PRECIOS CASTIGÓ MÁS RUDAMENTE A LOS PAÍSES AGRARIOS QUE
COMO LA ARGENTINA SON TAMBIÉN DEUDORES
Esta traslación de réditos dete1minada por la baja actual de los precios no sólo
ocurre dentro de una misma colectividad, sino también entre países. deudores y
acreedores, agrarios e industriales. Constituimos precisamente un país deudor y
agrario. En punto a lo primero, para abonar en 1933 los servicios de nuestras deu-
da~ externas en francos, sean públicas o privadas, nuestro país necesitó 200% más
de productos agropecuarios. Este aumento fue sólo de 17% en la deuda de libras y
de 37% en los dólares. Por donde se ve que la depreciación de la moneda también
alivia la sobrecarga de las deudas internacionales.
En un régimen de patrón oro esta sobrecarga recae sobre la producción rural,
pues es con la exp011ación de sus productos que en fin de cuentas se pagan las deu-
das externas en tanto que la depreciación de la moneda. al atenuar internamente la
baja de los precios rurales y del nivel general de los precios, tiende a repartir ese
mayor peso de las deudas externas del país sobre los otros grupos sociales. Por
cierto que lo que pierden los países deudores, ganan los acreedores. toda vez que la
presión que así viene a recaer sobre los primeros no les conduzca a suspender par-
cial o totalmente los servicios de las deudas como aconteció en esta crisis.
En cuanto a la pérdida que dimana de nuestra condición de país agrario, se ex-
plica por haber descendido los precios de nuestros productos más profundamente
que los precios de los artículos manufacturados que impo11amos. Este hecho cono-
cido ya ha sido expuesto en la Revista Económica de enero-abril de 1934. mientras
los precios de exportación medidos en oro declinan en 67%, entre 1928 y 1933. los
de importación se reducen sólo en 43%. lo cual nos indica que para adquirir la mis-
ma cantidad de mercaderías extranjeras la Argentina requiere 73% más de exporta-
ciones agropecuarias. Si unos y otros precios hubiesen caído paralelamente no ha-

LA TEORÍA Y LA EXPhRIE:'\\C'lA DE LA :VIONEDA ARGENTINA
451
brían empeorado los términos de nuestro comercio exterior y seguiríamos dando
igual cantidad de nuestros productos por la misma cantidad de ai1ículos extranje-
ros. Si la baja de los precios agropecuarios e importados es. por ejemplo. de 50%.
los productores requieren 100% más de sus productos a fin de pag:u- sus arrenda-
mientos y deudas internas. en tanto que los propietarios y los acreedores reciben de
aquéllos igual cantidad de dinero que antes de la baja. pero con ella pueden comprar
también en el mercado interno 100% más de artículos imponados. Sin embargo. así.
los precios de estos últimos. en vi:z de bajar con la misma intensidad apenas se re-
ducen en 20%. el poder de compra de aquel dinero que perciben los propietai"ios o
industriales aumenta tan sólo en 25'k en lugar de 100% como en el caso anterior.
¿,Qué es lo que ha sucedido? Sencillameme que una parte de los réditos que se des-
plazan de la producción rural a causa de la baja de los precios agrarios va a los pa-
íses extranjeros con los que comercian y no a otros grupos sociales del mismo país.
(32) ALCANCE DE !.A DEPRECIACIÓN El\\ LA TRASLACIÓN
(MONETARlA) DE RIQUEZAS
Cabe preguntar :1hora hasta qué punto la depreciación de la moneda puede afec-
tar este fenómeno de traslación de réditos. Como es sabido. la depreciación mone-
t:u-ia puede amorliguar internamente la baja de los precios. llegar a evitm-Ja y aún
hacerlos subir por obra de una política inflacionista. Lo que ha ocurrido en realidad
es lo siguiente: los precios bajmon mucho menos en papel 4ue en oro. a tal punto
que en el descenso de los artículos agropecuarios se reduce de 69% en oro a 48%
en papel y los artículos extranjeros resultan casualmente con el mismo promedio
que en el año 1928. Ello significa que si bien la producción rural sigue siendo per-
judicada. el peijuicio ha disminuio a la cantidad correspondie111e a la transferencia
de réditos al exterior pues internamellle el poder de compra de la moneda con res-
peclü a los artículos extranjeros resul!a igual que antes.
Esto nos comprueba que la depreciación de la moneda puede atenuar y hasta
suprimir la transferencia interna de réditos. Pero no inlluye en modo alguno sobre
el traspaso de réditos a otras naciones que. ya prownga de nuestra posición de país
deudor o ele la disparidad entre los precios agropecum·ios o industriales, significa
un quebramo real y neto para la colectividad. Este quebranto depende. pues. de los
precios mundiales y es insensible al grado de depreciación de nuestra moneda. si
bien la depreciación ayuda a repanirl¡¡ emn; toda la colectividad en lugar de hacer-
lo incidir preferentemente sobre la producción del suelo. Como sucede cuando.
bajo el régimen del patrón oro. nuestros precios internos se mantienen íntimamente
ligados con los del mercado in1ernacional.

452
RMJL PREBJSCll
[33] EL NIVEL DE PRECIOS ~A
YORISTAS Y EL COSTO DE LA VIDA
Entendámonos bien. los índices de precios que hemos usado son mayoristas y
no deben confundirse con el índice del costo de la vida. Adem~ís. hemos considera-
do únicamente para mayor claridad de razonamiento los precios agropecuarios y
los precios de los artículos importados. midiendo el poder de compra en términos
de estos últimos. Podríamos ensanchar la discusión de este problema y considerar
el nivel de precios; mas ello significaría salir muy lejos del propósito de este m·-
tículo. Bástenos señalar que los precios de los artículos extranjeros son los únicos
que lograron mantenerse en 1933. pues en los demás artículos su posición es sensi-
blemente inferior, de tal suerte que el promedio general de unos y otros fue el año
pasado inferior en 7% al del año base.
Ignoramos si las variaciones del costo de la vida se aproximan a las ele ese pro-
medio general.
[34] LA DEPRECIACIÓN MONETARIA COMO MEDIO DE ATE'.'11.!AR LA TRASLACIÓN
INTERNA DE RÉDITOS
Si así fuese. podría extraerse la conclusión de que la depreciación de la moneda
propendió a disminuir la intensidad de la traslación interna de riquezas de la pro-
ducción agropecmu·ia a los otros grupos sociales. acercándose así a la forma en que
se distribuyen los réditos bajo un régimen de mnyor estabilidad en el poder adqui-
sitivo del oro. Esto en cuanto concierne a los precios del año 1933. que en los de
este año. la inlluencia de la nueva depreciación monetaria que se puso de manifies-
to después del 28 de noviembre. ha llevado el promedio general de los precios a
una posición muy cercana del año 1926. y ello nos indic;u-ía que el poder adquisiti-
vo de nucslro peso en los mercados mayoristas del país habría llegado a ser aproxi-
madamente lo que fue antes de esla crisis.
[351 UNA ADVERTENCIA SOBRE LA OBJETIVIDAD EN LOS HECllOS SE:\\AI.ADOS
Nosotros no juzgamos estos hechos. Permítasenos repetir que nuestra t~u-ea con-
siste simplemente en señal:u- clara y distintamente lo que ha sucedido. sea bueno o
malo. y sin que nos concierna para nada la forma de mejorarlos.
No obstante nuestni esfuerzo para circunscribirlo. la complejidad del asunto
que tratamos nos obliga a apartarnos frecuentemente del tema central a fin de pre-
sentar ciertos aspectos que contribuyen a su mejor esclarecimiento.

LA TEORÍA Y LA EXPERlENClA DE LA MONEDA ARGENTINA
.i53
Y así, después de considerar cómo Ja moneda se depreciaba por la intlación. he-
mos discurrido acerca de la inestabilidad del patrón oro. y de las graves perturba-
ciones que trae la baja de precios en la distribución de los réditos colectivos. a fin
de poder explayarnos con más facilidad acerca de la otra forma distinta de la intla-
ción, en que acontece Ja depreciación monetaria por obra de un factor externo y
ajeno a la política monetaria de un país. Ese factor externo. que no es el único, con-
siste en la baja persistente de los precios internacionales, y es tiempo de indagar
qué obstáculos vienen a poner en el funcionamiento del patrón oro.
[36] LA INTENSA BAJA DE LOS PRECIOS INTERNACIONALES Y SU PERSISTENCIA ES
UN INCONVENIENTE PARA LA RESTAURACIÓN DEL PATRÓN ORO
La baja de los precios provoca la contracción del valor de las exportaciones, y
ya hemos visto en la p1imera parte cómo los movimientos de metálico y del crédito
tienden a restablecer el equilibrio perdido cuando la contracción de las exportacio-
nes proviene de un año agrícola deficiente. que suele ser seguido por otro mejor en
las continuas alternativas de nuestra producción. Pero el fenómeno que vamos a es-
tudiar ahora es muy diferente. No se trata del contratiempo en la exportación de un
año compensado por otro más favorable, sino de una contracción progresiva a cau-
sa de la baja persistente que dijimos. Entremos pues a considerar en general este
último caso. y lo que acontece con el patrón oro, y pasemos luego al fenómeno
concreto actual que es mucho más enmarañado que este caso teórico por la diversi-
dad de factores que intervienen.
[37) RUPTURA DEL EQUILIBRIO. DISMINUCIÓN DE LAS EXPORTACIONES
Y BAJA DE LOS PRECIOS
La disminución de las exportaciones rompe el equilibrio del balance de pagos.
disminuye Ja oferta de cambios. y con las expo11aciones de oro que ello trae auto-
máticamente se promueve la disminución de la demanda, y se tiende a restablecer
el equilibrio. Así sucede sin mayores perturbaciones como lo hemos dicho. cuando
el contratiempo de las exportaciones es pasajero. Pero si la contracción sigue de-
sarrollándose año tras año la adaptación de la demanda a la ofe11a encuentra obs-
táculos tanto más serios cuanto más grave es la baja de los precios. La demanda de
cambios carece de elasticidad en grado suficiente, así en lo concerniente a las nece-
sidades financieras como a las emergentes de las importaciones. y por tal razón las
exportaciones de metálico pierden su carácter transitorio y tienden a prolongarse.
trayendo los trastornos que veremos en el mecanismo del crédito.

454
RAÚL PREBISCH
(38] INELASTICIDAD DE LOS SERVICIOS FINANCIEROS EN ORO Y EN MENOR GRADO A
PAPEL. NECESIDAD DE QUE LAS IMPORTACIONES SE COMPRIMAN MÁS QUE LAS
EXPORTACIONES PARA EVITAR Dl~FICIT EN EL BALANCE DE PAGOS
Entre los servicios financieros los hay con rigidez. que no tienen por qué afec-
tarlos el descenso persistente de las exportaciones. a no ser que sobrevengan difi-
cultades que llevan al incumplimiento de las estipulaciones de que dependen. Así
los servicios de la deuda pública exterior. los intereses fijos del capital extranjero.
los se1vicios hipotecarios y las demás cargas fijas a pagar en el exterior. Es menos
rígido el volumen de servicios financieros en las empresas de servicios públicos.
aunque dista mucho de adaptarse a la disminución del valor de las exportaciones,
pues las taiifas no se ajustan al valor de los productos sino a su cantidad física. y la
alteración de las mismas no ha probado ser un problema sencillo. Lo que en reali-
dad es más sensible a las variaciones del estado económico. son los beneficios pro-
piamente dichos del capital extranjero inve11ido en las empresas industriales. co-
merciales y bancarias. Pero ello no constituye la pai·te más imp011ante de las
necesidades financieras. de manera que bien podemos afirmar que dichas necesida-
des van tomando una proporción creciente de la oferta de cambio debido· a su alto
grado de inelasticidad. y siempre que las dificultades susodichas no alteren funda-
mentalmente los términos del problema. Dicho en otra forma. mientras disminuye
continuamente el activo del balance de pagos. los rubros financieros del pasivo des-
cienden con mucha menos amplitud. de modo que sobre los rubros restantes. en
que prevalecen desde luego las importaciones. tendrán que comprimirse más que
proporcionalmente a la reducción de las exportaciones. a fin de nivelar el balance
de pagos.
f39] Los ELEMENTOS INELÁSTICOS DEL PASIVO DEL BALANCE DE PAGOS INSUMEN
MAYOR CANTIDAD DE PRODUCTOS EXPORTABLES CORRELATIVAMENTE
A LA BAJA DE PRECIOS EN ORO DE ÉSTOS. LO QUE ENSANCHA EL DÉFICIT
SI LAS IMPORTACIONES NO SE REDUCEN PROPORCIONALMENTE A LA MENOR
CANTIDAD DE PAGO
Mas antes de indagar cómo las importaciones responden a esta presión, es bue-
no conocer la concomitancia entre este fenómeno y aquellas dificultades de reajus-
te en la economía interna.
Esos servicios financieros corresponden en realidad a los elementos de la es-
tructw-a de los valores que no se adaptan a la baja de precios por ser también in-
elásticos. De manera que el fenómeno que vimos en pequeño al plantear hipotética-

LA TEORÍA Y LA EXPERIENCIA DE LA MONEDA ARGE1'TJNA
455
mente la situación de un productor típico. lo encontraríamos ahora en grande en las
cuentas externas del país. Y así como tales elementos absorben por su inelasticidad
una proporción creciente del producto. los servicios financieros en que aquéllos se
transforman directamente. o a través de los impuestos que cobra el Estado para
atender los servicios de la deuda pública. van tomando una proporción cada vez
mayor del volumen de la producción exportable conforme se desairnlla la baja de
los precios.
[40] LA RELATIVA ELASTICIDAD DE LAS IMPORTACIONES. DIFICULTADES QUE
IMPIDEN EL RA.P!DO REAJUSTE AL DESCENSO DE LAS EXPORTACIONES.
LAS EXPORTACIONES DE ORO COMO PRIMERA CONSECUENCIA
Corresponde ahora examinar lo que sucede con las importaciones. Hay elemen-
tos de inercia que dificultan su rápida adaptación a las nuevas condiciones del ba-
lance de pagos con la intensidad exigida. por el descenso de la oferta y la inelastici-
dad que hemos visto en otros rubros importantes de la demanda. La disminución de
las importaciones. no es pues automática y va efectuándose por tanteos sucesivos.
Los importadores realizan sus pedidos con varios meses de anticipación a la de-
manda que calculan tener, basándose en su experiencia anterior. con cierta tenden-
cia más bien hacia el crecimiento si es que se acaba de pasai· por años de prosperi-
dad. Tanto es así que cuando se inicia la contracción de las exportaciones, existe
un volumen considerable de importaciones en vías de realización o de mercaderías
ya importadas que esperan ser despachadas en los depósitos aduaneros. Solamente
los nuevos pedidos comenzarán a resentirse. y mientras tanto será necesario expor-
tai· metálico para colmai· el desequilibrio producido por el pago de dichas mercade-
rías y la inelasticidad de los otros rubros pasivos. Por otro lado estas salidas de oro
propenden a restringir el crédito. Y, esto. junto con los efectos directos del descenso
de las ex.porraciones. disminuyen la masa de poder adquisitivo en manos de la po-
blación. La demanda de mercaderías se reduce por consiguiente y sus resultados no
tardan en sentirse sobre el balance de pagos si la baja de las exportaciones es tran-
sitoria como suele espenU"se cuando se está habituado a fenómenos de tan c011a du-
ración. Así es que los nuevos pedidos de mercaderías. si bien son inferiores a los
de costumbre. no descuentan gc11eralmentc la continuación del descenso. De mane-
ra que al ocunir nuevamente otra baja. las importaciones, aunque rebajadas. siguen
siendo excesivas. y sobreviene un nuevo desequilibrio que exige la repetición de
los embarques de metálico. La experiencia de esta crisis en la Argentina y otros pa-
íses nos demuestra la frecuencia de ciertos razonamientos por los cuales el público
llega a persuadirse que las cosas no pueden seguir empeorando. que las importacio-

456
RA(JL PREBISCH
nes han llegado al mínimo indispensable p<u-a satisfacer las necesidades y costum-
bres esenciales del país. Y sin embargo los hechos posteriores imponen fatalmente
la rectificación de tales cálculos. En resolución, esta actitud general en los prime-
ros tiempos de la crisis. el lapso que media necesariamente entre los pedidos de
mercaderías extranjeras y su cumplimiento efectivo, la celeridad con que caen las
exportaciones y la persistencia inusitada con que lo hacen, explican el retardo en el
ajuste de las imp011acioncs. justamente cuando la rigidez de los servicios financie-
ros hubiere requerido una gran elasticidad en ellas. a fin de nivelar el activo y el
pasivo del balance de pagos.
[ 41] LA REPETICIÓN DE LOS EMBARQUES DE ORO PARA CUBRIR EL DÍ\\FICIT DEL
BALANCE DE PAGOS. LA CONTRACCIÓN INEVITABLE DE LAS EXISTENCIAS
BANCARIAS Y LA REDUCCIÓN DEL VOLUMEN DE LOS PR(!STAMOS
Las exportaciones de metálico adquieren pues una amplitud extraordinaria. y
este hecho no tendría para los bancos otro significado que el de un simple encogi-
miento en el volumen general de sus operaciones, si les fuera posible irse resar-
ciendo de la merma determinada en sus existencias por los billetes que salen para
convertirse en oro. por los cheques girados contra sus depósitos. Para ello es indis-
pensable que la posición de los bancos sea bien líquida y les permita ir restringien-
do sensiblemente sus créditos a fin de que el dinero efectivo que ingresa por venci-
mientos no vuelva a salir por nuevos préstamos o deje de entrar por renovaciones
de los préstamos que vencen.
En esta fonna los bancos pueden mantener la proporción que aconseja la pru-
dencia entre sus depósitos y existencias. precisamente en los momentos de pertur-
bación y pendientes de la mutabilidad psicológica del público.
[42] LA CONGELACIÓN DE LOS PRÉSTAMOS COMERCIALES Y BANCARIOS IMPIDE A
LOS BANCOS RESARCIRSE DE LA DISMINUCIÓN DE LAS EXISTENCIAS QUE LES
PRODUJO LAS EXPORTACIONES DE METÁLICO
Mas no sucede así. por cuanto la baja de las exportaciones interrumpe el circui-
to del crédito. como lo tenemos explicado. y dc1ermina la congelación de los prés-
tamos comerciales y bancarios. pero no de un modo transitorio como en el caso
que expusimos. sino con la persistencia y la amplitud consiguiente al descenso de
los precios.
Los bancos se encuentran pues sometidos a una tensión que no deja de inquic-

LA TEORIA Y LA EXPERIENCIA DE LA MONEDA ARGEl\\ffJNA
457
tarles. pues los vencimientos no se cumplen y no ingresa por lo tanto el dinero
efectivo que ha de neutralizar los efectos del drenaje de metálico sobre sus men-
guadas existencias.
(43] DIFICULTADES QUE ENCUE!\\TRA"i LOS BANCOS PARA EJECUTAR POR SER
GENERAL EL INCUMPLIMIENTO Y POR SER ESENCIALMENTE PERSONAL EL
CRÉDITO A LOS AGRICULTORES. l:'\\CONVENIENTES DE UNA LIQUIDACIÓN
GENERAL
De ordinario. cuando los veneledores no pagan por malos negocios. los bancos
los ejecutan a fin de llevarles a la liquidación y cobrar cuanto antes sus fondos.
aunque sea en parte. que estas pérdidas aisladas se compensan con las ganancias de
las otras operaciones. Sin embargo. cuando el incumplimiento de los deudores es
general. por ser también general el factor que los detennina. plantéase un problema
fundamentalmente distinto. pues la liquidación abarcaría el amplísimo campo ele
actividades que se sustenta sobre la producción del suelo. Por lo pronto. como el
activo sobre el que los bancos prestan a los productores que trabajan en campo aje-
no. que es la mayoría en este país. no consiste tanto en sus instrumentos y escasos
bienes. la ejecución general ele esos productores no permitiría a los bancos recupe-
rar el dinero prestado sino en ínfima pm·te. pues en una palabra nuestro crédito
agrícola es esencialmente personal en el momento que se otorga. su garantía es la
cosecha por venir. y si su resultado económico fracasa por la caída de los precios:
sólo queda como única posibilidad ele pago futuro la aptitud ele los hombres para
seguir produciendo. lo que desde luego no es compatible con la ejecución. que los
separa de la tierra y sus elementos ele trabajo. Esto en cuanto al crédito que va di-
. rectamente a los productores rurales. que algo parecido podríamos expres:LJ" acerca
del que les llega por intermedio de los acopiadores. del comercio. ele los intenne-
diarios. y de los comisionistas. Existe en la campaña un mecanismo comercial y de
crédito que se ha formado lentamente con el tiempo. y en uno de cuyos extremos
encuéntranse los comerciantes de campaña y los prcxluctores. y en que todo su fun-
cionamiento depende del éxito económico ele las cosechas. No es a nosotros por
cierto a quienes corresponde calificm· las ventajas o inconvenientes de un sistema
semejante. Lo que sí podemos expresar sobre los datos que la experiencia ofrece es
que una liquidación general del crédito. así que se inicia. suscita la reacción inme-
diata de las fuerzas que mueven ese mecanismo. que se resisten a verse clesbamta-
das por este procedimiento. Junto con el problema bancario y económico. desen-
vuélvesc otro de carácter social ele no menor importancia.
En punto a la ejecución de los productores que trabajan su propia tierra. sea

458
RAÚL PREBISCll
grande o pequeña. plantéanse análogas dificultades, sin que sea mejor la posición
de los acreedores. pues la baja violenta de los vulores inmobiliarios que ello trae.
aunque no se hayan inflado anteriormente. no facilita por cierto la recuperación de
los créditos congelados. Y después de todo. la tierra cambia de manos sin que re-
sulte fácil comprarla a los productores que no la tienen como que no es precisa-
mente en tiempo de aguda estrechez y falta de crédito que se les brinda tales posi-
bilidades.
[44] DIFICULTADES PARA LA REDUCCIÓN DE LOS PRl~STAMOS
Retomando el hilo, la restricción acentuada del crédito que los bancos empren-
den a fin de no verse arrastrados a la zona peligrosa de sus encajes tropieza con se-
rios y variados obstáculos: económicos los unos. en cuanto a la liquidación que
permite recobrar los fondos prestados sin muy graves quebrantos: psicológicos los
otros. por la reacción de la enorme cantidad de productores y comerciantes que se
agitan en el ancho campo de aplicación de este procedimiento. así hayan conduci-
do con prudencia y eficacia las tareas en que ahora fracasan por obra exclusiva del
descenso de los precios.
[45] Los FACTORES PSJCOL()G[COS ENTRAN TAMBIÉN A CONSPIRAR CONTRA LA
ESTABILIDAD DEL PA'l1<ÓN ORO
Pero no para allí la inlluencia de los factores psicológicos. que también los vemos
actuar insistentemente en torno de la moneda: la debilidad del cambio. las exporta-
ciones ele metálico que tanto suelen conmover a la opinión pública. la tirantez de los
bancos. van quebrantando la confianza en la posibilidad de conservmfa estable.
Comienza la fuga de fondos como en tiempos ele inflación. por cautela y es-
píritu especulativo. y esta nueva demanda de divisas agranda el desequilibrio pro-
vocado por la contracción de la ofe11a y la inestabilidad ele la demanda. estimulan-
do nuevas salidas de oro que se agregan a las que ya estaban drenando
intensamente la reserva de los bancos.
[46] EL PATRÓ['; ORO EN PELIGRO
Comprénclese fácilmente que en tales circun.~tancias resulte ele más en más di-
fícil mantener el patrón oro. a no ser que el Estado. saliéndose muy lejos ele su

LA TEORÍA Y LA EXPERIENCIA DE LA MONEDA ARGEN11NA
459
órbita de acción ordinaria, intervenga enérgicamente en la vida económica privada
y obligue con el peso de su autoridad a efectuar el reajuste de aquellos elementos
internos y de nuestro pasivo exterior. que no se adaptan espontáneamente al des-
censo de los precios. No estamos desde luego preconizando una política. sino de-
senvolviendo las. consecuencias lógicas que va imponiendo el patrón oro cuando
no existe en dichos elementos de la estructura de los valores, aquella fluidez indis-
pensable para que aquél funcione con desenvoltura. Tan cierto es esto que el man-
tenimiento del patrón oro durante esta baja espectacular de los precios mundiales,
no ha dejado de traer en mayor o menor grado consecuencias de esa índole aun en
los países que lo habían restablecido después ele la gue1Ta, tomando como nuevo
punto de partida una posición muy alejada de los valores anteriores a su abandono,
y en donde. por lo tanto. el problema reciente de reajuste no tenía igual seiiedaq
que en otras naciones: el aumento exorbitante de la protección y los productos
agrícolas por aranceles. cupos y demás restricciones. a fin ele que sus precios inter-
nos escapen en lo posible a la baja ele los mercados mundiales: la reducción com-
pulsiva ele las cargas hipotecarias y los ruTendamientos; el descenso de los sueldos
y salarios bajo la acción coercitiva de los gobiernos en la industiia privada; la inter-
vención del Estado en el crédito con subsidios directos o indirectos a los bancos
para neutralizru· las pérdidas de sus malos créditos o devolverles cierta liquidez;
subsidios directos o indirectos a la desocupación provocada por la caída de los pre-
cios; ampru·o oficial de los "cartels" y otras organizaciones que impiden el descen-
so de los precios industriales por la acción de la libre concurrencia. Y así las nume-
rosas medidas de alivio o reajuste a que viéronse mastrados ciertos países para
mantenerse en el patrón oro generalmente acreedores o de exportación industrial,
en que la necesidad de adaptación ha sido menos intensa que en los países agrarios
y deudores. Esto sin añadir que en algunos de ellos el recuerdo de las ingentes per-
turbaciones de la inflación. constituía el más formidable obstáculo psicológico para
el abandono del patrón oro, tal vez de menor intensidad que la resistencia que natu-
ralmente encuentran aquellos procedimientos de reajuste directo. Y así han venido
a colocarse esos países, por un lado. y por otro la Gran Bretaña, los países escandi-
navos. los países agrru"ios y últimamente los Estados Unidos, que se han visto com-
pelidos a suspender el patrón oro aliviando considerablemente ese problema de
adaptación en la economía interna y también en el balance de pagos en las nacio-
nes deudoras. por la consiguiente disminución de las importaciones y de ciertos
servicios financieros cuyo volumen se comprime automáticamente por la desvalo-
Iización monetaria.

460
RAÜL J>REBISCH
[47] LAS TEORÍAS, LAS PREMISAS Y LA REALIDAD. EL MUNDO ABSTRACTO DEL
PATRÓN ORO. EL PA rn.óN ORO DE LA REALIDAD PRESENTE
A poco que se examine objetivamente estos hechos y que se reflexione en que
el patrón oro. lejos de ser durante la crisis actual un factor de estabilidad en los va-
lores internos. les ha hecho soportar la intensísima presión de los precios interna-
cionales en rápido descenso. se advierte cuán grande es la discrepancia entre los fe-
nómenos concretos de hoy y la teoría construida sobre premisas que no coinciden
del todo con la realidad presente. En la te01ía se concibe el patrón oro como una
medida estable de los valores que funciona en un marco de relativa libertad eco-
nómica en lo interno y lo internacional, en que los hombres. las mercaderías y los
capitales se desplazan con desenvoltura de un país a otro. persiguiendo el mejor
rendimiemo y en que el metálico entra y sale libremente de los mercados sin la in-
tervención de bancos centrales que se opongan a la espontaneidad de sus movi-
mientos. Estos movimientos. lejos de producir perturbaciones en la economía inter-
na, mantienen en ella una relativa constancia eil el nivel de precios corrigiendo
prontamente cualquier sensible desvío y provoca reacciones saludables que tienen
por objeto prevenir o contraJTcstar toda clase de perturbaciones en el mecanismo
del crédito o en el de las cuentas internacionales. restableciendo la normalidad del
mercado. Este es el mundo abstracto del patrón oro. y la verdad es que desde que
se abandona el bimetalismo hasta antes de la guen-a. el mundo concreto se le apro-
ximaba grandemente. Pero los hechos posteriores han transformado el panorama
de la realidad y el patrón oro no puede seguir funcionando con la holgura de antes.
Disminuye la tluidez de la economía interna que es indispensable para la pronta re-
adaptación de sus elementos; y muy fuertes obstáculos estorban considerablemente
el tráfico internacional. Las deudas de carácter político promueven grandes despla-
zamientos de oro entre las naciones; y ciertos países de grandes intlujos en la eco-
nomía mundial, siguen prácticas monetru'ias tendientes a contraJTestar las reaccio-
nes espontáneas provenientes de los movimientos de oro.
El patrón oro se resiente profundamente de estas transformaciones de la reali-
dad. pierde así su discreta aptitud de antes p~u·a medir los valores -que nunca lo
hizo muy bien- y aumenta extraordinariamente su poder adquisitivo duplicándolo
en el corto lapso de un quinquenio.
De donde se infiere que el patrón oro. considerado como factor de estabilidad
económica y c'e relativa constancia en los valores. somete a éstos a una severísima
detlación. que trastorna violentamente la economía de los países que le habían
adoptado. con las consecuencias que dijimos.
A pesar de todo. sería impropio hablar de sus fallas intrínsecas. pues el patrón

LA TEORÍA Y LA EXPERIENCIA DE LA MONEDA ARGENTINA
461
oro como otras instituciones económicas. son partes interdependientes de un vasto
sistema económico. del que sólo pueden separarse en la teoría. En las teorías se
presupone la estabilidad del oro: se debe en gran pm·te a que ellas se construyeron
cuando aquel sistema funcionaba regularmente y a que en esa etapa de los conoci-
mientos económicos. si bien no se ignoraban las allernalivas que el valor del oro
había sufrido en la historia. solía separárselas junto con otros fenómenos dinámicos
a que los economistas consagraban de ordinm"io muy escasa atención, como si la
realidad no fuese una continua sucesión de transformaciones. una serie ininteJTum-
pida de movimientos ondulatorios.
Dentro del cuadro general de los factores que provocan el desequilibrio de-! ba-
lance de pagos y conmueven la estabilidad de la moneda. nos falta uno que tam-
bién afecta la oferta de cambios. y cuya gran importancia se descubre a poco que
se estudie en el siglo pasado y el presente el desenvolvimiento de nuestros ciclos
económicos. Nos referimos a la imp011ación de capitales extranjeros.
Estamos aquí en presencia de un típico fenómeno ondulatorio. En tiempos de
abundancia y tipos bajos en el mercado monetario internacional. afluyen copiosa-
mente los capitales extranjeros a nuestro país. invirtiéndose en las múltiples ocupa-
ciones que les brindan los gobiernos con sus empréstitos. las empresas de servicios
públicos y el amplio campo de la actividad privada. El oro entra al país, ensancha
las reservas de los bancos. incitándolos a dilatar el crédito a fin de emplear prove-
chosamente sus acrecidos recursos en los .mil negocios de nuevos tiempos que se
inician promisoriamente. Porque el oro. el ruido del metálico que llega a nuestras
playas, suele traer reacciones psicológicas en extremo favorables a la incubación
de nuevas empresas y actividades en que los bancos intervienen decididamente
pm·a proveerles de abundante crédito. Aumentan con celeridad las importaciones y
hasta llegan a sobrepasm· a las exp011aciones de estos años de bonanza, estimuladas
por el crecimiento del poder adquisitivo. y para cubrirlas sin tropiezos encuéntrase
el cambio abundante 4ue traen las inversiones extranjeras.
[48) LA CON'TI<ACCIÓN DE LA IMPORTACIÓN DE CAPITALES.
DÉFICIT EN EL BALANCE DE PAGOS. DESEQUILIBRIO EN AUMENTO.
DEPRECIACIÓN MONETARIA
Pero así que a la holgura del mercado monetario internacional sucede la tiran-
tez, la coniente de capitales extranjeros se contrae y nos sorprende en el balance de
pagos con un pasivo recargado con mayores importaciones y los servicios financie-
ros de los capitales que tan liberalmente venían a invertirse.
Comienza pues el éxodo de oro y se conmueve la confianza en la continuación

462
RAtJL PREíllSCH
de la prosperidad. Los bancos se defienden. restringen el crédito y aquellos que
con su ayuda dilataron sus negocios sufren inevitablemente sus consecuencias yen-
do a la liquidación, que suele ser estrepitosa si se ha especulado activamente en in-
muebles como ocun-ió en todos nuestros ciclos económicos hasta el de 1913. Y
como generalmente el período descendente del ciclo ha ido acompañado de fe-
nómenos inflacionistas del tipo estudiado en los comienzos, a la congelación del
crédito particular se unen las consecuencias del déficit del fisco y la salida de oro
acelera la depreciación monetaria. si estaba en inconversión, o la traen si hasta en-
tonces se había mantenido el patrón oro.
[49] Dos FENÓMENOS SUSTANCIALMENTE DISTINTOS DE DEPRECIACIÓN
MONETARIA: LA INFLACIÓN ESTIMULANDO LA DEMANDA DE CAMBIOS
Y LA BAJA DE PRECIOS EN ORO REDUCIENDO LA OFERTA DE CAMBIOS
Así es como el ciclo económico argentino suele ir tan ligado en los movimien-
tos ondulatorios del mercado internacional. que a su vez constituyen un síntoma
cíclico de los grandes países capitalistas que colocan sus ahorros en los países
jóvenes. Y es interesante. y de gran importancia práctica. verificar en ese caso
cómo el funcionamiento automático del patrón oro acentúa la magnitud de los tras-
tornos. Basta un ejemplo: cien millones de pesos de metálico provenientes de la in-
corporación de capitales extranjeros. así que se radican en las arcas de los bancos.
los llevan a construir sobre ellos. mediante la expansión del crédito, una masa va-
rias veces mayor de depósitos corrientes. cuya circulación en el mercado estimula
vivazmente las importaciones. conforme lo tenemos explicado en otro lugar. Ocu-
rre pues que ese aumento originario de 100 millones en el activo del balance de pa-
gos. tiende a dilatar con mayor amplitud el pasivo, tanto más cuanto más intensa-
mente los bancos hayan aprovechado el camino que espontáneamente les lleva al
designio de no tener feudos improduclivos, y la acción de la libre concmTencia.
Con este último punto relativo a la influencia de las inversiones de capitales ex-
tranjeros sobre los movimientos de la moneda, hemos concluido los lineamientos
generales que nos habíamos propuesto trazar en este artículo. Estos lineamientos
nos indican que un desequilibrio del balance de pagos pudo ser la consecuencia de
la inflación. que exagera artificialmente la demanda de cambios, como la baja de
los precios externos o el agotamiento de la corriente de capitales extranjeros que
detenninan la contracción de la ofe11a.
No puede afirmarse cuál de estos agentes de perturbación prevalece por su im-
portancia sobre los otros. pues todo depende de la intensidad con que actúan en
cada caso concreto o de las circunstancias que los acompañan.

LA TEORÍA Y LA EXPERIENCIA DE LA MONEDA ARGENTINA
463
Como quiera que sea. el desequilibrio suele conducir a la depreciación moneta-
ria en cualquiera de esos casos. Sin embargo. a pesar de la identidad en los
síntomas externos. se trata de fenómenos de muy distinto diagnóstico. Por lo pron-
to, sus mismas consecuencias inmediatas discrepan visiblemente. La inflación trae
el alza de los precios internos a la vez que deprecia externamente la moneda. En
tanto que la depreciación causada por Ja baja de los precios internacionales tiende
primordialmente a que se amortigüe su incidencia sobre el nivel de los precios in-
ternos. Aquel es un fenómeno de raíces locales. por cuanto depende de la política
financiera o monetaria del país. Pero escapan naturalmente a nuestro control o de-
terminan el movimiento general de los precios en el mundo o las alternativas del
mercado monetario internacional.
No obstante pues su aparente analogía. se trata de fenómenos sustancialmente
distintos de depreciación monetaria. y es tiempo que lo comprobemos en los he-
chos concretos que tan generosamente nos brinda la historia monetaria de la Re-
pública Argentina.

74
LA MONEDA, EL ORO
Y LOS CREDITOS-CONGELADOS*
La publicación del texto íntegro de los proyectos enviados por el Poder Ejecuti-
vo al Senado Nacional y de los fundamentos de los mismos contenidos en el men-
saje remitido al Honorable Congreso. permite señalar a la opinión en forma intergi-
versable cuáles son los propósitos y el alcance de la reforma. y cuál es el resultado
de algunas de sus disposíciones coordinadas entre sí.
CANTIDAD DE MONEDA
Con respecto a la cantidad de moneda.puede afirmarse:
l. Desde el día mismo en que se apruebe la Ley. el Gobierno no podrá aumen-
tar directa ni indirectamente la cantidad de moneda circulante, ni para satisfacer
sus necesidades ni para atender las del público. Por el contrario, en vutud de las le-
yes proyectadas por el Gobierno. éste se desprende de la facultad que se le otorgó
de procurarse billetes caucionando fondos públicos en la Caja de Conversión.
2. La antigua emisión fiscal sin garantía de oro. fijada en 293 millones el año
1899. a la que luego se ha añadido la resultante de la caución de títulos del emprés-
tito patriótico que asciende hoy a 145 millones. no podrá ser aumentada. Por el
contrario esa emisión disminuirá considerablemente pues sólo quedará a cargo del
Gobierno la moneda subsidiaria. o sea los billetes de cinco pesos o de denomina-
ciones menores que sólo importan 186 millones, pasándose el resto al Banco Cen-
tral, quien responderá de ella ante el público, como de sus propios billetes garanti-
dos con oro y papeles de primer orden al 100%.
*N. del Ed. Publicado en Revista Económica, Buenos Aires. 1934. vol. 7. Nos 5-8. págs. 97-99.
bajo el título "Otras explicaciones oficiales de los proyectos". Es un comunicado del Ministerio de Ha-
cienda de la Nacion acerca de los proyectos "'brc Moneda y Bancos (véase capítulos 67-72 de este vo-
lumen) publicado el 18 de enero de 1935.

MONEDA, ORO Y CRÉDffOS CONGELADOS
465
La emisión fiscal de moneda subsidiaria sólo podrá aumentar lentamente con el
tiempo a medida que crece la población y en una cantidad no mayor de m$n 20 por
habitante. y nunca por iniciativa del Gobierno, sino a pedido del Banco Central.
3. La primera consecuencia de la formación del Banco Central. será una inme-
diata reducción del papel moneda existente. pues los bancos de depósitos deberán
llevar al instituto emisor una fuerte proporción de sus reservas. constituyendo de-
pósitos en ese establecimiento. equivalentes a los billetes entregados y que el Ban-
co Central cancela.
4. El Banco Central no podrá aumentar la moneda circulante en forma alguna
con el propósito de ayudar al Gobierno o de proporcionarle recursos, cualquiera
sea la razón que el Gobierno invoque y cualquiera sea la abundancia de recursos
del banco o el exceso de sus reservas. El Banco sólo puede prestar al Gobierno el
10% de la recaudación, cantidad que debe ser devuelta dentro del año bajo pena de
no poder pedirle al siguiente.
5. El Banco Central tampoco podrá aumentar la cantidad de moneda pru·a pres-
tar directamente al público. pues no tiene facultad para hacerlo. Debe limitarse en
sus operaciones activas a la función de banco de los bancos. descorttando a éstos o
adquiriendo de ellos papel de fácil liquidación y resultante de operaciones reales.
6. El Banco Central no podrá prestar al Instituto Movilizador de Inversiones
Bancarias, en forma alguna, ni descontando sus bonos ni haciéndole adelantos de
otro orden.
7. El manejo del crédito y de la moneda, hoy confiados respectivamente a insti-
tuciones privadas inconexas. que se rigen por sí solas y a funcionrufos que depen-
den directamente del Poder Ejecutivo Nacional. quedru·á en adelante sometido a
una legislación precisa y al cuidado de un organismo independiente. que no puede
tener interés en forma alguna de emisionismo y cuya misión específica consiste en
el cuidado de la moneda nacional, en la conservación de su valor y en la regulación
de su cantidad, teniendo en cuenta exclusivamente las necesidades de la plaza.
EL ORO Y EL PAPEL MONEDA
Con respecto al oro de la Caja de Conversión se desprende de las disposiciones
de los proyectos:
l. El Gobierno no busca ni desea que se amplíe su derecho a tomar con fines
fiscales oro de la Caja de Conversión. Bajo la legislación vigente el Poder Ejecuti-
vo puede retirar metálico al tipo de m$n 11,45 por libra esterlina oro. para atender
con él el pago de la deuda pública. Con la legislación que se proyecta el Gobierno
no pierde ese derecho; y una vez sancionada no podrá tomar pm·te alguna de ese

466
RAÚL PREBISCH
fondo, por ninguna razón y con ningún fin, aunque sobre oro en las arcas del Banco.
2. Los proyectos no se proponen por el momento estabilizar el peso en términos
de oro, porque cree el Gobierno que eso no se puede hacer mientras se ignora el
destino de la libra esterlina y del dólar. Expresamente se dice que queda para una
ley ulterior. que todavía no es oportuno dictar. la determinación de la relación legal
entre el peso y el oro y por lo ranto mientras eso no se haga subsiste la legislación
actual. Los créditos públicos o privados expresados en pesos oro que hoy puede le-
galmente abonarse a m$n 2,2727 por peso oro continuarán pudiendo abonarse en
igual fo1ma.
EL INSTITUTO MOVILIZADOR
Las disposiciones proyectadas sobre el Instituto Movilizador son escuetas y ge-
nerales porque a designio se ha querido dejar amplio margen para que el organis-
mo pueda amoldarse a las variadas circunstancias que se presentan; pero son sufi-
cientemente expresas para que quede establecido:
l. Que el Instituto se crea para movilizar créditos congelados, con un fin de sa-
neamiento bancario y de provecho colectivo. y no para que los bancos se descar-
guen sobre él de sus malas operaciones ni para que se perdonen deudas.
2. El Instituto entregará a los bancos a cambio de sus activos congelados. bonos
cuyo reintegro o pago por el mismo depende o está condicionado por el resultado
de la liquidación de los activos cedidos: de modo que cuando de ellos resulten pér-
didas es el banco cedente quien las soportará. A más de los bonos, el Instituto po-
drá hacer con los bancos operaciones diversas de compensación y aun entregarles
dinero efectivo para que los bancos puedan formar los encajes que por ley deben
tener en sus cajas o en el Banco Central: rigen para esas operaciones los mismos
principios indicados en cuanto al pago de las pérdidas que pudieran resultar para el
Instituto. de la liquidación de los créditos.
3. Por supuesto que los bancos no llevarán todos sus activos congelados al Ins-
tituto. No tendrían para qué hacerlo. porque con movilizar pai1e de ellos adquieren
la liquidez necesaria que les permite prescindir de ayudas para liquidar gradual-
mente el resto con sus propios medios.
4. La liquidación que llevará a cabo el Instituto no se basa pues ni en la emisión
ni el tra<;paso a la colectividad de las pérdidas privadas. Reposa sobre este simple
plincipio: los valores inmovilizados que no pueden liquidarse hoy bajo el peso de
la depresión, podrán serlo si se prolonga la liquidación en el tiempo con amortiza-
ciones graduales. Es obvio que las ventajas que este procedimiento reporte. en
cuanto a plazos e intereses a las instituciones de crédito. deberán extenderse corre-

MONEDA. ORO Y CRÉDITOS CONGELADOS
467
lativamente a los deudores, llevando a éstos el alivio que requieren en las difíciles
circunstancias de la economía del país.
5. Con respecto a las tierras que se transfiriesen al Instituto éste podrá venderlas
sin dificultades a productores auténticos que desean adquirirlas gracias a las facili-
dades que podrá conceder mediante préstamos convenidos con el Banco Hipoteca-
rio Nacional. cumpliéndose así otro de los propósitos fundamentales que han guia-
do al Gobierno al decidir la creación del Instituto.

75
EL TRASPASO DEL ORO DE LA CAJA DE
CONVERSION AL BANCO CENTRAL
Y LA FINANCIACION
DEL INSTITUTO MOVILIZADOR *
De los proyectos recientemente enviados por el Poder Ejecutivo al Congreso. el
referente al Instituto Movilizador de Inversiones Bancarias no es el menos comen-
tado en los análisis del plan a que pertenece. Su artículo 4'' dispone que el Instituto
"podrá pagar el activo que adquiriese de los bancos. en efectivo o con bonos amor-
tizables que a ese efecto podrá emitir con la autorización del Poder Ejecutivo". En
el artículo 7º se habla de "los bonos amortizables en poder de cada banco". Y en la
parte de la exposición de motivos referente a esa iniciativa dícese que "los fondos
que el Instituto obtuviere" "se dcstin¡u-án al pago de los intereses y amortización de
los bonos". etcétera. En ninguna parte se establece que esos bonos serán redescon-
tablcs en el Banco Central. ¿Ha sido éste. en realidad. el pensamienlO del Poder
Ejecutivo al planem· el régimen del Instituto? Pm·a aclarar punto tan importante
conversamos ayer con el Ministro de Hacienda.
No HACE FALTA MÁS DINERO EN PLAZA
-Efectivamente -nos dijo el doctor Pincdo- los bonos no son redesconta-
bles. No se necesita mayor cantidad de dinero en la plaza. En las circunstancias ac-
* N. del Ed. Publicado en La N11ció11. Buenos Aires. 25 de enero de 1935. como repoi1aje al señor
Ministro de Hacienda, doctor Federico Pincdo. Reproducido en Ministerio de Hacienda de la Nación.
Los proyeclos j/11a11cieros ame el Ho11orab/e Senado. Buenos Aires. Gotdli. 1935. págs. 75-83. Es un
texto redactado de puño y letra de Raúl Prcbisch. con el <JUC se procuró presentar ante la opinión
pública la revaluación del oro de la Caja de Conversión sin provocar reacciones desfavorables. Así
recordó Prebi,cl1 este trabajo: "He sido un gran lector de Plutarco. y recuerdo l¡ue Plutarco, hablando
de Perlcles. dice: los giiegos tenían el arte de inventar nuevas fonnas. nuevas expresiones. para no usar
expresiones que están gastadas o que producen sentimientos adversos ... el attc de usar nuevas palabras.
que a mí me sirvió mucho también en el proyecto del Banco Central y de revaluación del oro. Entre no-
sotros. en el Nlinistcrio. hablábamos Je revafuación Jcl uro. Yo escribí un reportaje en L1.1 ;Varión en
nombre de Pinedo. que lo aprobó. en que yo hablo del j11stí¡>rcóo del oro.

EL TRASPASO DEL ORO
469
tuales. aumentar la cantidad de moneda. cualquiera fuese el destino que se le diera,
tendría consecuencias inflacionistas que el Gobierno se empeña en evitar. Si los
negocios se reavivan y hace falta más circulante para moverlos. en cuanto ello no
pueda ser atendido por los bancos con sus propios medios, lo hará el Banco Cen-
tral, que podrá cumplir normalmente sus funciones por medio de las operaciones
:i_ue la ley le autoriza. La necesidad de dotar al Instituto de recursos no puede ser
motivo para efectuar en forma directa o indirecta ninguna clase de emisión o am-
pliación de depósitos del público, que traería consecuencias desastrosas. Si nos he-
mos librado de la emisión en lo peor de la crisis. no se explica por qué habríamos
de emitir ahora.
La financiación del Instituto no requiere recurrir a procedimientos inflacionis-
tas. Se basa en un conjunto de operaciones entrelazadas y de aparente complica-
ción, pero cuya comprensión no ofrece inconveniente alguno a quien examina con
cuidado cómo juegan en el sistema planeado los diversos organismos.
Al fundarse el Banco Cenh·al. que absorberá la Caja de Conversión y al cual el
Banco de la Nación y los demás bancos deben transferir sus encajes. se efectuarán
en los libros de aquél numerosas operaciones de compensación que no requerirán
movimiento alguno de dinero, pues se traducen en asientos de contabilidad.
EL JUEGO DE LAS COMPENSACIONES
-¿En qué consisten esas compensaciones?
-Ya se lo explicaré más adelante y para mayor claridad le describiré ana-
líticamente todos los movimientos como si la compensación no existiese. Para to-
mar un ejemplo. Si usted recibe un cheque y lo deposita en su cuenta en otro ban-
co, no ha habido probablemente ningún movimiento de dinero en efectivo porque
ese cheque se habrá compensado con otros en el "clearing". Si no existiese el "clea-
ring" usted tendría que cobrar el cheque en efectivo y llevar el dinero al banco en
que tiene cuenta. Desde luego esto no sucede en realidad. pero para hacerme com-
prender mejor le explicaré todas las operaciones de financiación suponiendo que el
dinero recorre todas esas fases. que se mueve efectivamente antes de llegat al re-
sultado final. En realidad la sucesión de operaciones que voy a explicar es ficticia,
así como los saldos que·aparecen en.cada etapa, pues todo se hace en forma simul-
tánea por compensación. llegándose a resultados exactamente iguales sin movimien-
to real de fondos, sin aumento ni de moneda ni de depósitos del público en los ban-
cos que. como usted sabe, fonnan unidos los medios de pago de la colectividad.
De acuerdo. pues, con lo que acabo de expresarle, al crearse el Banco Central
se harán de inmediato operaciones de compensación que tendrán por resultado la

470
RAÚL PREBISCH
cm_lcelación del redescuento que recibe de la Caja de Conversión. Los documentos
redescontados serán adquüidos por el Instituto Movilizador y éste los podrá devol-
ver a los bancos utilizándolos para pagar en parte los activos congelados que com-
pre. Le explicaré esto más adelante, como si el Instituto recibiese dinero, llevase
ese dinero al Banco Central. adquiriese de él los documentos redescontados y lue-
go con esos documentos pagase a los bancos una parte de los activos congelados
que le compre. Se advierte fácilmente desde luego que devolviéndose estos docu-
mentos por el Instituto a los bancos éstos cambian en esa fonna los activos inmovi-
lizados por créditos más líquidos como son los documentos elegibles para el redes-
cuento que recuperan en la forma indicada.
-¿Y el Instituto no paga también en efectivo una parte de lo que adquiere?
-Lo veremos después -nos dijo el Ministro-. Me he desviado de mi exposi-
ción y vuelvo a tomar el hilo. Veamos. por ejemplo. cómo evolucionan algunos
renglones activos del Banco de la Nación. de los bancos privados. de la Caja de
Conversión y de los nuevos organismos, o sea el Banco Central y el Instituto Mo-
vilizador.
El artículo 4º de la Ley de Organización dispone la transferencia al Banco Cen-
tral del activo y pasivo de la Caja de Conversión. En el activo está todo el oro. De-
berá transferirse. dice el proyecto. de acuerdo con las condiciones y equivalencias
que fije el Poder Ejecutivo.
EL JUSTIPRECIO DE LAS MONEDAS DE ORO
-Justamente queríamos preguntarle el alcance de esta expresión.
-Bien -prosiguió diciéndonos el doctor Pinedo, tomando algunos papeles de
su mesa-. En la Caja hay actualmente 23.300.202 soberanos ingleses, 12.237.843
águilas y 1.523.329 argentinos. ¿A qué precio puede transferirse esas monedas de
oro. que son de la colectividad. y que se encuentran en la Caja de Conversión. que
es una institución de Estado, al Banco Central, que es una sociedad que pertenece a
sus accionistas? ¿A qué precio puede transferir el Gobierno el oro que ha adquirido
con el margen de cambio y los empréstitos de desbloqueo? Ese oro lo ha comprado
con libras papel que le costm·on 15 pesos cada una. pagando más o menos a 1.67 li-
bras papel por cada libra oro. de modo que cada libra oro sale más o menos a 25
pesos. Es claro que no sería razonable que el Gobierno cediera al Banco Central
por 11.45 pesos. esas libras que le han costado y le siguen costando 25 pesos. por-
que en ese caso el Gobierno estaría perdiendo con las operaciones de cambio.
Ahora bien: el oro comprado por el Gobierno y que éste puede en cualquier mo-
mento vender por su precio en el mercado es igual en sustancia al oro que se en-

EL TRASPASO DEL ORO
471
cuentra en la Caja; y no habría lógica en sostener que porque una pieza de oro fue
adquirida por la Caja a 11.45 pesos y la otra por el Gobierno a 25 pesos deban pa-
sarse al Banco Central una a 11,45 pesos y otra a 25.
Las monedas de oro de una libra se venden en plaza a alrededor de 32 pesos.
Esa cotización de 32 pesos por libra corresponde a monedas de oro situadas en
esta plaza y su precio, semejante al del mercado libre de cambio. se ve con fre-
cuencia intluenciado por circunstancias accidentales. Esa cotización. que evidente-
mente no se mantendrá mucho tiempo. importa poco. Como le dije hace un instan-
te, existe oro asentado en los libros de la Caja a 11,45 pesos por cada moneda de
una libra esterlina y oro que cuesta al Gobierno 25 pesos por cada moneda de una
libra a razón de 15 pesos por libra papel. El traspaso tendrá que efectuarse, eviden-
temente. a un precio comprendido entre estos dos. y lógicamente debe estar en la
proximidad del precio que hoy paga el Gobierno por las libras oro compradas a ra-
zón de 15 pesos por libra papel. o sea el tipo de compra de cambio establecido
hace más de un afio.
-¿Se hace, por lo tanto. una revaluación del oro?
-El término revaluación no me parece el más adecuado -nos contesta el doc-
tor Pinedo-; no porque sea en sí impropio. sino porque se le atribuye generalmen-
te un alcance jurídico y económico distinto del que cabe atribuir a la operación me-
ramente contable que va a efectuarse al computar en el activo del Banco Central,
por un valor inferior al real, las monedas de oro que va a transferírsele.
HA Y QUE IMPEDIR QUE LA DIFERENCIA DE ACTIVO SIRVA DE BASE INFLACIONISTA
-Pero, como usted dice. existe una diferencia entre el valor de las monedas de
oro en los libros de la Caja y el valor que se les atribuye en los libros del Banco
Central. ¿Qué se hace con esa diferencia?
-Lo que es necesario hacer a toda costa es impedir que esa diferencia, que
cualquiera sea el procedimiento que se eligiera tendría que aparecer alguna vez en
los libros del Banco, sirva de base a la intlación por medio de una ampliación del
medio circulante, ya sea en forma de billetes. ya sea en forma de crédito. El oro fue
acumulado por la colectividad con fines monetarios y por lo tanto ese tesoro me-
tálico, cualquiera sea el valor que tenga. debe utilizarse para saneamiento de la si-
tuación monetaria y no para su perturbación.
-¿Y no cree. señor Ministro. que esa diferencia en cualquier forma que sea
usada por el Estado se traducirá en una emisión de billetes o en un aumento de de-
pósitos que equivalen a billetes?
-De ningún modo. Si la diferencia entre el valor que en los libros de la Caja

472
RAlJL PRE131SCH
de Conversión se atribuye a las monedas de oro y el que pueda atribuírseles en el
activo del Banco Central. se acreditará al Estado en forma de depósito. para que
éste pueda libremente disponer de él haciendo entregas o pagos al público. por
cualquier concepto que sea. es claro que se produciría una expansión inflacionista
idéntica a la que resultaría de dar billetes al Gobierno: pero no es eso lo que se va a
hacer. La diferencia que puede existir entre la apreciación del oro en el activo del
Banco Central. comparado con la del mismo oro ele la Caja de Conversión. no esta-
rá un solo minuto a disposición del Gobierno o de los bancos para que éstos am-
plíen la circulación o expendan los depósitos del público. En el mismo momento
en que esa diferencia aparezca estará compensada por Ja disminución o fijación ele
otros renglones del activo que se operar:í por la modificación en lns cuentas entre
el Banco Central. los bancos privados y el Instituto Movilizaclor. sin alterarse.
como antes le decía. la posición del conjunto de los bancos frente al público. A los
efectos de la clemostraciém. según antes dije. procederemos. sin embargo. como si
la diferencia en el valor ele! oro a que aludí se convirtiese en un depósito del Estado
en el Banco Central y examinaremos las operaciones que lo hacen desaparecer.
Tenga presente que a través de t0<los estos movimientos de contabilidad. no se au-
me111a ni disminuye en forma alguna en el Banco Central la cantidad de monedas
ele oro que hay en la Caja de Conversión sin que el Gobierno pueda tomar ni una
sola onza ele oro como dice claramente el proyecto.
El doctor Pincelo removió nuevamente su carpeta ele papeles y siguió su expli-
cación en estos términos:
-Supongamos que la diferencia en la apreciación del oro importe 500.000.000
de pesos y que esa suma se acredita al Estado. El Estado paga al Banco de la Na-
ción $ 200.000.000 de su deuda directa cediéndole pa11e de sus depósitos en el
Banco Central. Al Estado le quedan sólo 300.0CXl.OOO en esa cuenta. que previa de-
ducción de 10.000.000 para el capital del Instituto y 10.000.000 para el capital del
Banco. se pasan en el acto al Instituto Movilizador como reserva. tal cual lo manda
la ley. Al Estado no le queda nada en su cuenta y los 500 millones se han distribui-
do así: capital del Banco Central pagado a éste por el Gobierno. 10.000.000: capi-
tal del Instituto Movilizador depositado en el Banco Central. L0.000.000: Banco
Nación. en depósitos en el Banco Central. 200.(Xl0.000: reserva del Instituto Movi-
lizador depositada también en el Banco Central. 280.000.000.
-Una pregunta. señor Ministro. ¿Qué hace el Banco de Ja Nación con esos 200
millones de haberes que recibe? ¡,Los transformará en billetes'?
-De ningún modo -respondió el doctor Pincelo-. Esos fondos son reabsorbi-
dos tan pronto como aparecen. Fíjese bien en estos dlculos. El Banco de Ja Nación
debe pasar. según la ley proyectada. al Banco Central. los depósitos de la Cámara
Compensadora y los depósitos oficiales. que conforme al último balance ascienden

EL TRASPASO DEL ORO
473
a 265 millones. Pero el Banco de la Nación sólo tiene en caja 244 millones que le
son indispensables para su giro. La situación del Banco de la Nación. lejos de per-
mitir que se le saque dinero en efectivo p;u-a transferir esos depósitos, requiere más
bien un suplemento de fondos de unos 100 millones para depositar como pmte de
su encaje en el Banco Central. Por su estmctura y su red de sucursales el Banco re-
quiere un encaje supc1ior al mínimo. Por lo tanto. con el fin de no tocar su caja, el
Banco <le la Nación necesita tener fondos a su disposición en el Banco Central por
365 millones. o sea 265 para transferir los depósitos mencionados. y 100 para com-
pletar sus enc;~jes.
-¿,Y cómo obtiene el Banco de la Nación esos fondos en el Banco Central?
-Por lo pronto -expresó el doctor Pincelo-. recuerde que el Banco de la Na-
ción ya tenía 200 millones en el Banco Central. provenientes del pago de la deuda
del Gobierno. Sólo le faltan 165 millones. ¿De dónde los saca? La respuesta es
muy fácil. En lugru· de dinero en efectivo le transfiere al Banco Central una canti-
dad igual de Letras de Tesorería transformadas en los Bonos Consolidados del Te-
soro de que habla el proyecto.
LAS OPERACIONES CON 130NOS CONSOLIDADOS
-¿Y el resto de las letras? -preguntamos.
-Se lo diré en seguida. Lo que nos interesa destacar mientras tanto es esto:
que los 200 millones de hal-x:rcs del Banco de la Nación provenientes del pago de
la deuda del Gobierno son reabsorbidos por completo. sin traducirse en emisiones;
que los bonos que le compra el Banco Central. tampoco se traducen en emisiones.
y que después de todas estas compensaciones. sólo le queda al Banco de la Nación.
esterilizado en el Banco Central en forma de encaje, un saldo de 100 millones ...
Ahora vamos a las letras. En el Banco de las Nación quedan apenas alrededor de
85 millones de letras de los 250 millones que tenía. transformadas en Bonos Con-
solidados del Tesoro Nacional. Y el Banco Central tiene los 165 millones de bonos
restantes que junto con los l47 bonos del Tesoro provenientes de la transformación
de títulos del empréstito patriótico le permitirán absorber dinero de los bancos. si el
Banco Central juzgase excesiva su cantidad. vendiéndoles esos bonos en operacio-
nes de pase que no traen ni ganancias ni pérdidas. Ya ve usted -agregó el doctor
Pincelo- que los Bonos Consolidados del Tesoro lejos de servir con fines inflacio-
nistas. servirán para restringir la circulación. para disminuir la cantidad de bílletes,
si fuera necesru·io.

474
RAÜL PREBISCH
QUI~ HARÁ EL INSTITUTO MOVJLIZADOR
-Y en cuanto al Instituto Movilizador. ¿qué sucederá con los haberes que recibe?
-Voy a explicárselo. Ayer el redescuento en la Caja de Conversión ascendía a
m$n 212.419 .800. Esos papeles redescontados pasan ele la Caja al Banco Central.
Y a fin de impedir que esa deuda a corto plazo trabe la acción de los bancos. el Ins-
tituto. como le expliqué antes. adquiere esos papeles redescontados. ¿Con qué los
paga'?, me dirá usted. Precisamente. cediendo al Banco Central 212 millones de los
280 millones de los haberes que tiene allí según le dije. Lo que ocurre. pues, en re-
alidad. es que desaparecen los 212 millones de redescuento en el activo del Banco
Central. y éste cancela simultáneamente. en su pasivo. una cantidad igual de habe-
res del Instituto. Se comprueba. por lo tanto. el mecanismo clarísimo de la compen-
sación de cifras, sin que se haya producido la más pequeña emisión de billetes.
-Si mal no recordamos, señor Ministro. usted manifestó que los haberes reci-
bidos por el Instituto alcanzaban a 280 millones. El Instituto emplea 212 millones
para adquirir los papeles redescontados en el Banco Central. ¡,Qué hace con los 68
millones restantes?
-Esos 68 millones los necesitarán los bancos relacionados con el Instituto para
reforzar sus encajes y depositar una parte de ellos en el Banco Central. como les
obliga el proyecto.
-¡,El Instituto prestará esos fondos a los bancos'?
-No -nos contestó el Ministro-. Paga con esos fondos otra parte de los acti-
vos congelados. Le voy a poner un ejemplo con cifras hipotéticas. Supongamos un
banco que tiene 70 millones ele activos congelados y debe 20 millones de redes-
cuento. El Instituto le compra esos activos por 60 millones. Le advierto. de paso.
que el banco vendedor asegura al Instituto ese valor y cualquier pérdida corre por
cuenta del banco. ¿Cómo paga el Instituto esos 60 millones de activos que adquiere
del banco en cuestión'? Veinte millones devolviendo a ese banco los papeles redes-
contados. y que como acabo de expresar pasaron a poder del lnstituto. 35 millones
en bonos amortizables, y los 5 millones restantes transfiriendo una cantidad igual
de sus haberes en el Banco Central. para que el banco reconstituya esos encajes en
la forma indicada.
-Se nos ocurre esta pregunta. señor Ministro. Esos haberes que reciben los
bancos en el Banco Central por transferencia ele haberes del Instituto. ¿no podrían
transformarse en dinero?
-Iba a explicm·le este punto. Creo haber dicho que la razón que tiene el Institu-
to para pagar una parte de los activos que compra a los bancos transfiriéndole esos
haberes. es la de permitirles mantener un encaje prudente. Tenga en cuenta que

EL TRASPASO DEL ORO
475
esos bancos quedarán sometidos por un largo tiempo a un régimen especial de fis-
calización por el Banco Central. que se especificará en los convenios que suscriba
con los mismos el Instituto. Tales convenios expresarán claramente que los bancos
reciben esos haberes en el Banco Central para reforzar sus encajes. y que no po-
drán emplearlos en ampliar sus créditos. Todo esto deberá quedar bajo la fiscaliza-
ción de la Inspección de Bancos del Banco Central.
LA DIFERENCIA DESAPARECE Y SE ESTERILIZA
El Ministro guardó prolijamente sus papeles llenos de anotaciones. para pmse-
guir en seguida sus explicaciones.
-Ahora -nos dijo- voy a resumir las conclusiones. Ha visto cómo cerca de
500 millones de diferencia ...
-¿Serán 500 millones. señor Ministro? -le interrumpimos.
-He puesto una simple cifra hipotética -nos dijo el doctor Pinedo- para de-
mostrarle que aun moviendo una cantidad bastante grande como esa no habrá posi-
bilidad alguna de intlac.íón. pues esa cantidad. que es una diferencia numérica en
los libros. se destina también a compensaciones de contabilidad en los libros. Ha
sido absorbida por el juego de esas compensaciones. desapareciendo por la cance-
lación del redescuento y esterilizándose al transformarse en encajes bancarios, para
que éstos recuperen la magnitud aconsejada por la ley y Ja prudencia. Se ha evitado
en esta forma la creación de un solo peso de billetes o de depósitos a disposición
del público. La cantidad de medio circulante. de poder adquisitivo en manos de la
población, permanece, pues. inalterada. sin posibilidad alguna de que crezca inne-
cesaria o artificialmente y queda bajo la fiscalización estricta del Banco Central.
-¿Y en qué benefician estas operaciones a los deudores?
-Como pasan los activos congelados al Instituto y éste no tiene ningún pasivo
exigible de inmediato, podrá acordm·les facilidades que pennitan una liquidación
gradual y ordenada. Ya se ha dicho en un comunicado anterior, y la Comisión de
Hacienda del Senado lo ha puntualizado con toda exactitud. que a los deudores se
acordarán facilidades en cuanto al plazo de interés.
LA CANTIDAD DE MONEDAS DE ORO NO AUMENTA NI DISMINUYE
-Y el oro. ¿cómo quedará después de estas compensaciones? -preguntmnos
al doctor Pinedo.
-¿Cómo quedará? Tal cual estaba antes. Quedm·á en el Banco Central la mis-

476
ma cantidad de monedas de oro que había en la Caja de Conversión, o sea
22.300.202 soberanos ingleses, 12.237.843 águilas y 1.523.329 argentinos. En
cuanto al medio circulante, he podido demostrarle que a raíz de los proyectos no se
aumentará un solo peso en la circulación de billetes o de depósitos bancarios.
No CAMBIA LA RELACJ()N CONSTANTE ENTRE EL PESO ORO Y EL PESO PAPEL
-Ahora, señor Ministro, si no le es molesto, una última pregunta.
-No me molesta con ningún pedido de cschU"ecimientos. Por el contrario, cele-
bro que La Noción me proporcione así la oportunidad de explicar claramente estas
cosas repitiendo lo que expresé con detalle en la Comisión de Hacienda del Sena-
do. ¡,Y cuál era la pregunta?
-Al aprecÜU"se en el activo del Banco Central las monedas de oro a un tipo
distinto del usado por la Caja de Conversión. ¿se afecta en algo la relación del peso
oro y del peso papel?
-No veo por qué -contestó el doctor Pinedo-. Sobre ello ya tuve ocasión de
decir algo días pasados en un comunicado que La Nación publicó. siguiendo su
honrosa tradición periodística tic ofrecer a la opinión pública una información am-
plia. objetiva e imparcial sobre los actos del Gobierno. tanto cuando los aplaude
como cuando no concuerdan con sus opiniones. Puede ser que convenga agregar
algo más. Dije entonces textualmetne ~xpresó el Ministro después de buscar el
documento entre sus carpetas- "que queda para una ley ulterior. que todavía no es
oportuno dictar, la determinación de la relación legal entre el peso y el oro. y por lo
tanto. mientras eso no se haga subsiste la legislación actual. Los créditos públicos
y privados expresados en pesos oro que hoy pueden legalmente abonarse a 2,27 pe-
sos moneda nacional por peso oro, continuarán abon:índose en esa forma".
-¿Es lógico decir que un peso oro sigue valiendo 2.27 pesos papel cuando se
altera el precio de las monedas de oro? ¡,No varía la relación de oro a papel?
-Entendámonos -dijo el doctor Pinedo-. No es necesario que la legislación
proyectada se dicte para que aparezca lo que ya existe. Usted habla de la relación
entre nuestro llamado peso oro y el peso papel. Esa relación es constante desde los
primeros años del siglo. y se ha mantenido a través de todas las alternativas. Es no-
torio que llamamos peso oro a una simple moneda de cuenta equivalente a 227 pa-
pel. así como en Gran Bretaña se llama guinea a una moneda de cuenta tradicional
equivalente a una libra y un chelín. El peso oro y el peso papel están ligados por
una relación fija independiente del precio del oro en el mercado. Cuando. por
ejemplo. a principios de 1922 una moneda de una libra oro valía 14 pesos papel.
como cuando. en 1928. estando la moneda a la p~u-. valía 11 .45. como ahora en que

EL TRASPASO DEL ORO
477
vale 32 pesos en el mercado libre. el peso oro ha seguido considerándose constan-
temente igual a 2.27 pesos papel. o el peso papel a 0.44 oro: y el Gobierno en todo
ese tiempo ha cobrado sus derechos aduaneros expresados en pesos oro a razón de
2.27 pesos papel. y ha pagado en igual forma sus obligaciones en pesos oro. No
veo por qué el justiprecio de las monedas de oro al pasar de la Caja al Banco vaya a
cambiar ese estado de cosas tradicional. cuando no lo ha cambiado la evidente apre-
ciación del oro en el mercado ni la circunstancia de adquirir y de vender el Gobier-
no monedas de oro o su equivalente en divisas a un tipo distinto del de 11.45 pesos
por cada libra inglesa. La relación del papel argentino con el oro que resulta de los
hechos -concluye el Ministro- no puede spr modificada por las leyes proyecta-
das. que no alteran esos hechos. que no tienden a depreciar el papel. que no pueden
tener como consecuencia la depreciación del billete. Es notorio que desde que los
proyectos del Gobierno fueron conocidos el peso ha subido en el mercado oficial y
en fonna más apreciable en el mercado libre. La relación entre el papel y el oro que
resulta de las leyes no puede modificarse si esas leyes no se alteran. y la legislación
proyectada expresamente establece que no altera el derecho vigente en esa materia.
EL .JUSTIPRECIO DEL ORO Y LA FINANCIACION DEL
INSTITUTO MOVlLIZADOR DE INVERSIONES BANCARIAS*
FINANCIACIÓN DEL INSTITUTO MOVILIZ1\\IX)R
El proyecto relativo al Instituto Movilizador dispone que éste podrá pagar parte
de los activos congelados que adquiera de los bancos. con bonos amortizables. Es-
tos bonos no son redescontables. No se necesita mayor cantidad de dinero en la
plaza. En las circunstancias actuales. aumentar la cantidad de moneda. cualquiera
fuese el destino que se le diera. tendría consecuencias inl1acionistas que el Gobier-
no se empeña en evitar. Si los negocios se reavivan y hace falta más circulante para
moverlos. en cuanto ello no pueda ser atendido por los bancos con sus propios me-
dios. lo hará el Banco Central. que podrá cumplir normalmente sus funciones por
medio de las operaciones que la ley le autoriza. La necesidad de dotar al Instituto
de recm·sos no puede ser motivo para efectuar en forma directa o indirecta ninguna
* N. del Ed. Publicado en Revista Eronámica. Buenos Aires. 1934, vol. 7. Nos 5-8. págs. 99-105.
con la siguiente nota al pie: Adaptación de un rcpm1ajc realizado por el diario La Nación (25 de enero)
al sclior Ministro de Hacienda doctor Federico Pincdo, aprobado por el mismo para su publicación en
esta Revista.

478
RAÚL PREDISCH
clase de emisión o ampliación de depósitos del público, que traería consecuencias
desastrosas. Si nos hemos librado de la emisión en lo peor de la crisis. no se expli-
ca por qué habríamos de emitir ahora.
La financiación del Instituto no requiere recurrir a procedimientos inflacionis-
tas. Se basa en un conjunto de operaciones entrelazadas y de aparente complica-
ción. pero cuya comprensión no ofrece inconveniente alguno a quien examina con
cuidado cómo juegan en el sistema planeado los diversos organismos.
LAS TRANSFERENCIAS DE LA CAJA Y EL JUEGO DE LAS COMPENSACIONES
Al fundarse el Banco Central. que absorberá la Caja de Conversión y al cual el
Banco de la Nación y los demás bancos deben transferir sus encajes. se efectuarán
en los libros de aquél numerosas operaciones de compensación que no requerirán
movimiento alguno de dinero. pues se traducen en asientos de contabilidad. Pero
para mayor claridad se describirá analíticamente todos los movimientos como si la
compensación no existiese. Para tomar un ejemplo. Si una persona recibe un che-
que y lo deposita en su cuenta en otro banco. no ha habido probablemente ningún
movimiento de dinero en efectivo porque ese cheque se habrá compensado con
otros en el "clearing". Si no existiese el "clearing" esa persona tendría que cobrar el
cheque en efectivo y llevar el dinero al banco en que tiene cuenta. Desde luego
esto no sucede en realidad. pero para facilitar la comprensión de este asunto se ex-
plicará todas las operaciones de financiación suponiendo que el dinero recorre to-
das esas fases. que se mueve efectivamente antes de llegar al resultado final. En re-
alidad la sucesión de operaciones que se va a explicar es ficticia. así como los
saldos que aparecen en cada etapa. pues todo se hace en forma simultánea por
compensación. llegándose a resultados exactamente iguales sin movimiento real de
fondos. sin aumento ni de moneda ni de depósitos del público en los bancos que.
como se sabe. forman unidos los medios de pago de la colectividad. De acuerdo.
pues. con lo que se acaba de expresar. al crearse el Banco Central se llar.in de in-
mediato operaciones de compensación que tendrán por resultado la cancelación del
redescuento que aquél recibe de la Caja de Conversión. Los documentos redescon-
tados serán adquiridos por el Instituto Movilizador y éste los podrú devolver a los
bancos utilizúndolos p:ua pagar en parte los activos congelados que compre. Se ex-
plicará esto más adelante. como si el Instituto recibiese dinero. llevase ese dinero al
Banco Central, adquiriese de él los documentos redescontados y luego con esos do-
cumentos pagase a los bancos una parte de los activos congelados que les compre.
Se advierte fácilmente que al devolverse estos documentos por el Instituto a los
bancos éstos cambian los activos inmovilizados por créditos más líquidos como son

EL TRASPASO DEL ORO
479
los documentos elegibles para el redescuelllo que recuperan en la forma indicada.
Véase, por ejemplo, cómo evolucionan algunos renglones activos del Banco de
la Nación, de los bancos privados. de la Caja de Convel'sión y de los nuevos orga-
nismos. o sea el Banco Central y el Instituto Movilizador.
El artículo 4º de la Ley de Organización dispone la transferencia al Banco Cen-
tral del activo y pasivo de la Caja de Conversión. En el activo está todo el oro. De-
berá transferirse. dice el proyecto. de acuerdo con las condiciones y equivalencias
que fije el Poder Ejecutivo.
EL JUSTIPRECIO DEL ORO AL PASAR AL BANCO
En la Caja de Conversión hay actualmente 22.300.202 soberanos ingleses.
12.237.843 águilas y l.523.329 argentinos. ¿A qué precio puede transferirse esas
monedas de oro. que son de la colectividad. y que se encuentran en la Caja de Con-
versión. que es una sociedad que pertenece a sus accionistas'! ¿A qué precio puede
transferir el Gobierno el oro que ha adquirido con el m:u·gen de cambio y los em-
préstitos de desbloqueo? Ese oro lo ha comprado con libras papel que le costaron
15 pesos cada una. pagundo más o menos a 1.67 libras papel por cada libra oro. de
modo que cada libra oro sale aproximadamente a 25 pesos. Es claro que no sería
razonable que el Gobierno cediera al Banco Central por 11.45 pesos esas libras que
le han costado y le siguen costando 25 pe!i~)S. porque en ese caso el Gobierno esta-
ría perdiendo con las operaciones de cambio.
Ahora bien; el oro comprado por el Gobierno y que éste puede en cualquier mo-
mento vender por su precio en el mercado es igual en sustancia al oro que se en-
cuentra en la Caja; y no habría lógica en sostener que porque una pieza de oro fue
adquirida por la Caja a 11.45 pesos y la otra por el Gobierno a 25 pesos deban pa-
sarse al Banco Central una a 11.45 pesos y otra a 2'.l.
En plaza l:Js monedas de oro de una libra se cotizan a cerca de 32 pesos: pero
este precio. semejante al del mercado libre de cambio. se ve con frecuencia in-
fluenciado por circunstancias accidentales. Esa cotización. que evidentemente no
se mantendrá mucho tiempo. impm1a poco. Como se dijo. existe oro asentado en
los libros de la Caja a 11.45 pesos por cada moneda de una libra esterlina y oro que
cuesta al Gobierno 25 pesos por cada moneda de um. libm a razón de 15 pesos por
libra papel. El traspaso tendrá que efectuarse. evidentemente. a un precio compren-
dido entre estos dos. y lógicamente debe estar en la proximidad del precio que hoy
paga el Gobierno por las libras oro compradas a razón de 15 pesos por lihra papel.
o sea el lipo de compra de cambio establci:;ido hace más de un año.
Llamar revaluación a estas operaciones no parece lo más adecuado; no porque

480
RAtJL PREBISCll
sea en sí impropio. sino porque se le atribuye generalmente un alcance jurídico y
económico distinto del que cabe atribuir a la operación meramente contable que va
a efectuarse al computar en el activo del Banco Central. por un valor inferior al
real. las monedas ele oro que va a transferírsele.
Es NECESARIO PREVENIR CONSECUEi\\CIAS lNFLACIO:\\lSTAS
Ya se ha expresado que existe una diferencia entre el valor de las monedas de
oro en los libros de la Caja de Conversión y el valor que se les atribuye en los li-
bros del Banco Central.
Lo que es necesario hacer a toda costa es impedir que esa diferencia. que cual-
quiera sea el procedimiento que se eligiera tendría que aparecer alguna vez en los
libros del Banco. sirva de base a la inflación a causa de una ampliación del medio
circulante, ya sea en forma de billetes. ya sea en forma de crédito. El oro fue acu-
mulado por la colectividad con fines monetarios y por lo tanto ese tesoro metálico.
cualquiera sea el valor que tenga. debe utilizarse para saneamiento de la situación
monetaria y no para su perturbación.
Ahora bien. si la diferencia entre el valor que en los libros de la Caja de Con-
versión se atribuye a las monedas de oro y el que pueda atribuírseles en el activo
del Banco Central. se acreditará al Estado en forma de depósito. para que éste pue-
da libremente disponer de él haciendo entregas o pagos al público. por cualquier
concepto que sea. es claro que se produciría una expansión inflacionista idéntica a
la que resultaría de dar billetes al Gobierno: pero no es eso lo que se va a hacer. La
diferencia que puede existir entre la apreciación del oro en el activo del Banco
Central. comparado con la del mismo oro de la Caja de Conversión. no estará un
solo minuto a disposición clel Gobierno o de los bancos para que éstos amplíen la
circulaci(m o expandan los depósitos del público. En el mismo momento en que
esa diferencia apm·ezca. estará compensada por la disminución o fijación de otros
renglones que se operará por la modificación en las cuentas entre el Banco Central.
los bancos privados y el Instituto Movilizador. sin alterarse. como antes se dijo, la
posición del conjunto de los bancos frente al público. A los efectos de la demostra-
ción. se procederá sin embargo. como si la diferencia en el valor del oro a que se
hizo alusión se convi11iese en un depósito del Estado en el Banco Central y se exa-
min:U"án las operaciones que lo hacen desaparecer. Conviene tener presente que a
través de todos estos movimientos de contabilidad. no se aumenta ni disminuye en
forma alguna en el Banco Central la cantidad de monedas de oro que hay en la
Caja de Conversión. sin que el Gobierno pueda tomar ni una sola onza de oro
como dice claramente el proyecto.

EL TRASPASO DEL ORO
481
FORMA EN QUE SE DISTRIBUYE LA DIFERENCIA
Supóngase que la diferencia en Ja apreciación del oro importe 500.000.000 de
pesos y que esa suma se acredita al Estado. El Estado paga al Banco de la Nación
200.000.000 de su deuda directa cediéndole parte de sus depósitos en el Banco
Central. Al Estado Je quedan sólo 300.000.000 en esa cuenta. que previa deducción
de 10.000.000 para el capital del Instituto y 10.000.000 para el capital del Banco.
se pasan en el acto al Instituto Movilizador como rese1va. tal cual lo mai1da la ley.
Al Estado no le queda nada en su cuenta y los 500 millones se han distribuido así:
capital del Banco Central pagado a éste por el Gobierno. 10.000.000: capital del
Instituto Movilizador depositado en el Banco Central. 10.000.000: Banco Nación.
en depósitos en el Banco Central. 200.000.000: reserva del Instituto Movilizador
depositada también en el Banco Central. 280.000.000.
Debe hacerse notar que el Banco de la Nación no podrá transformar en billetes
esos S 200.000.000 de haberes que recibe en el Banco Central. pues son reabsorbidos
tan pronto como aparecen. En efecto. el Banco de la Nación debe pasar. según la
ley proyectada. al Banco Central. los depósitos de la Cámara Compensadora y los
depósitos oficiales. que conforme al último balance (noviembre de 1934) ascien-
den a 265 millones. Pero el Banco de la Nación sólo tiene en caja 244 millones que
le son indispensables p<m1 su giro. La situación del Banco de la Nación. lejos de
permilir que se le saque dinero en efectivo para transferir esos depósitos. requiere
más bien un suplemento de fondos de unos J 00 millones p:u·a clcposit:u· como parte
de su encaje en el Banco Cemral. Por su estructura y su red de sucursales el Banco
de la Nación requiere un encaje superior al mínimo. Por lo tanto. con el fin de no
tocar su caja. el Banco de la Nación necesita tener fondos a su disposición en el
Banco Central por 365 millones. o sea 265 para transferir los depósitos menciona-
dos. y 100 pm«l completar sus encajes.
Como el Banco de la Nación ya tiene aquellos 200 millones de haberes en el Banco
Central. sólo tiene que pasm·le los 165 millones restantes. Pero en lugm· de hacerlo con
dinero en efectivo transfiere al Banco Central una cantidad igual de Letras de Tesore-
ría transformadas en los Bonos Consolidados del Tesoro de que habla el proyecto.
Interesa destacar. en resumen. que los 200 millones de haberes del Banco de la
Nación provenientes del pago de la deuda del Gobierno son reabsorbidos por com-
pleto. sin traducirse en emisiones: que los bonos que le compra el Banco Central.
tampoco se traducen en emisiones. y que después de todas estas compensaciones.
sólo le queda al Banco de la Nación. esterilizado en el Banco Central en forma de
encaje. un saldo de 100 millones. En cuanto a las letras de Tesorería. en el Banco
de la Nación quedan apenas alrededor de 85 millones de letras de los 250 millones

482
RAUL PRE!llSCll
que tenía. transformadas en Bonos Consolidados del Tesoro Nacional. Y el Banco
Central tiene los 165 millones de bonos restantes que junto con los 147 de bonos
del Tesoro provenientes de la transformación de títulos del Empréstito Patriótico le
permitirán absorber dinero de los bancos. si el Banco Central juzgase excesiva su
cantidad. vendiéndoles esos bonos en operaciones de pase que no traen ni ganan-
cias ni pérdidas. Es así como los Bonos Consolidados del Tesoro lejos de servir con
fines inflacionistas. servirán para restringir la circulación. para disminuir la canti-
dad de billetes, si fuera necesario.
OPERACIONES INICIALES DEL lNSTJTlJTO MOVIl.IZADOR
Corresponde ahorá explicar lo que hará el Instituto Movilizador con los haberes
que recibe. Ante 10do. debe recordarse que el redescuento en la Caja de Conver-
sión asciende en la fecha (24 de enero) a 212 millones. Esos papeles redescontados
pasan de la Caja al Banco Central. Y a fin de impedir que esa deuda a corto plazo
trabe la acción de los bancos. el Instituto. como se explicó antes. adquiere esos pa-
peles redescontados. ¡,Con qué los paga? Precisamente. cediendo al Banco Central
212 millones de los 280 millones de los haberes que tiene allí según se dijo. Lo que
ocurre. pues. en re;ilidad es que desaparecen los 212 millones de redescuento en el
activo del Banco Central. y éste cancela simuMneamente. en su pasivo. una canti-
dad igual de h:.iberes del lnstituto. Se comprueba. por lo tanto. el mec:.inismo cla-
rísimo de la compensación ele cifras. sin que se haya producido la más pequeña
emisión de billetes.
Como se recordará. los haberes recibidos por el Instituto alc:mzaban a 280 mi-
llones. El lnslituto según acaba de verse emplea 212 millones para adquirir los pa-
peles redescontados en el Banco Central. Los 68 millones restantes los necesitarán
los bancos relacionados con el Institu\\O para reforzar sus encajes y depositar una
parte ele ellos en el Banco Central. como les obliga el proyecto.
Conviene advertir que el Instituto no presta esos fondos a los bancos sino que les
paga con ellos una parte de los activos congelados que les adquiere. Supóngase un
banco que tiene 70 millones de activos congelados y debe 20 millones de redescuen-
to. El Instituto le compra esos activos por 60 millones. Adviértase. de paso. que el
banco vendedor ;isegura al Instituto ese valor y cualquier pérdida corre por cuenta del
banco. ¡,Cómo paga el Instituto esos 60 millones de activos que adquiere del banco en
cuestión'? Veinte millones devolviendo a ese banco los papeles redescontados. y que
como acaba de expresarse pasaron a poder del Inslituto. 35 millones en bonos amorti-
zables. y los 5 millones restantes transfiriendo una canlidad igual ele sus haberes en el
Banco Central. para que el banco reconstituya esos encajes en la forma indicada.

EL TRASPASO DEL ORO
483
La razón que tiene el Instituto para pagar una parte de los activos que compra a
los bancos transfiriéndole esos haberes. es la de permitirles mantener un encaje
prudente. Téngase en cuenta que esos bancos quedarán sometidos por un largo
tiempo a un régimen especial de fiscalización por el Banco Central, que se especi-
ficará en los convenios que suscriba con los mismos el Instituto. Tales convenios
expresarán claramente que los bancos reciben esos haberes en el Banco Central
para reforzar sus encajes. y que no podrán emplearlos en ampliar sus créditos.
Todo esto deberá quedar bajo la fiscalización de la Inspección de Bancos del Ban-
co Central.
BALANCES HIPOTl~TICOS DE LA CAJA Y EL BANCO CEN'JRAL
En suma. se ha considerado una simple cifra hipotética de 500 millones para
demostrar que aun moviendo una cantidad bastante grande como ésa no habrá posi-
bilidad alguna de int1ación. pues esa cantidad. que es una diferencia numérica en
los libros. se destina también a compensaciones de contabilidad en los libros. Ha
sido absorbida por el juego de esas compensaciones. desapareciendo por la cance-
lación del redescuento y esterilizándose al transformarse en encajes bancarios. para
que éstos recuperen la magnitud aconsejada por la ley y la prudencia. Se ha evitado
en esta forma la creación de un solo peso de billetes o de depósitos a disposición
del público. La cantidad de medio circulante. de poder adquisitivo en manos de la
población. permanece. pues. inalterada. sin posibilidad alguna de que crezca inne-
cesaria o artificialmente y queda bajo la fiscalización estricta del Banco Centrnl.
Para la mejor comprensión de todos estos movimientos y compensaciones se
presenta a continuación, en fonna muy esquemútica. un balance hipotético de la
Caja de Conversión ames de transferirse su activo y pasivo al Banco Central, y la
forma en que aparecerían los distintos renglones en el balance inicial de la nueva
institución.

484
RA(JL PREBlSCil
Ultimo balance hipotético ele la Caja ele Conversión
Activo
(Millones
Pasivo
(Millone~
de 111$11)
de 111$n)
Oro
561
Emisión
1.211
Redescuento
212
Empréstito Patriótico
145
Descubierto por
billetes sin garantía
293
Total:
1.211
--
Total:
1.211
Balance Inicial del Banco Central
Activo
(Millones
Pasivo
(Millones
de 111$n)
dem$n)
Oro
1.061
Capital
10
Bonos sin interés
143
Billetes emitidos
1.025
Bonos Consolidados
del Tesoro
3!0
Depósitos
479
Tesorería y Cámara
e om pe nsaclora

265
Banco Nación
( enca¡e)

100
Otros hancos
( ellCl!jC)
68
Diferencia por
moneda subsidiaria

36
Total:
1.514
Total:
1.514
--

EL TRASPASO DEL ORO
485
Se explica en seguida el significado de los distintos renglones:
Oro. En los libros de la Caja figuran 561 millones traducidos a papel al tipo le-
gal. Si la diferencia proveniente del justiprecio del oro llega a 500 millones, el va-
lor del oro asciende a 1.061 millones en los libros del Banco Central.
Bonos sin interés. Los billetes sin garantía alcanzan a 293 millones en la Caja.
Deducidos los 150 millones de billetes subsidiarios de los que se haría cargo el Es-
tado. queda un remanente de 143 millones de billetes que se transfieren al Banco
Central garnntidos por un bono sin interés de igual valor.
Bonos del 'tesoro. Los 310 millones de este renglón en el Banco Central provie-
nen de la transformación de los 145 millones de títulos del Empréstito Patriótico en
Bonos Consolidados: y de 165 millones de Letras. transformadas también en bo-
nos. compradas al Banco de la Nación.
Capital. Figuran los JO millones suscriptos e integrados por el Gobierno.
Billetes emitidos. De la emisión de 1.211 millones de Ja Caja se deducen 136
millones de moneda subsidiaria (incluidas las monedas de níquel y cobre por 36
millones). Quedan por lo tanto 1.025 millones de billetes a c:u·go del Banco Cen-
tral.
Depósitos de la Tesorerfa y la Cámara Compo1sadora. Los 265 millones de
este renglón corresponden íntegramente a los depósitos que se transfieren del Ban-
co de la Nación Argentina al Banco Central.
Depósitos Banco dela Nación Argentina ( encc!ie ). Son los 100 millones de en-
caje suplementmfo a que se hizo referencia más arriba.
Depósitos de los otros bancos (encaje). Estos 68 millones han sido transferidos
por el Instituto a los bancos débiles con el fin de reforwr sus encajes según ya se
ha visto.
Depósitos del lnstitmo Mori/i;ador. Son los lO millones que corresponden a su
capital.
Diferencia por moneda subsidiaria. Esta diferencia coffesponde a los 36 mi-
llones de monedas de níquel y cobre que actualmente están respaldadas por oro en
la Caja de Conversión. Al quedm· fuera del Banco Central estas monedas como mo-
neda subsidiaria sin respaldo metálico y a cargo del Estado. queda dicha diferencia
que se transfiere al Instituto Movilizador como Fondo de Reserva.
Se ha expresado que este balance es esquemático. Faltan otros renglones que no
se ha querido considerm· a fin de no introducir mayores complicaciones (fondo de
divisas. depósitos de los otros bancos para constituir su efectivo legal. etc.). Pero
ello no podría modificar. evidentemente. los movimientos y compensaciones fun-
damentales.
Obsérvese que a raíz. del justiprecio del oro y del incremento supuesto de 500

486
RAúL PREBISCH
millones. su nuevo valor de 1.061 millones constituye el 1035% de los billetes del
Banco Central y el 705% de los billetes más los depósitos.
OTROS ASPECTOS DEL PROHLEMA
En cuanto a los deudores. como pasan los activos congelados al Instituto y éste
no tiene ningún pasivo exigible de inmediato. podrá acordarles facilidades que per-
mitan una liquidación gi·adual y ordenada. Ya se ha dicho en un comunicado ante-
rior. y la Comisión de Hacienda del Senado lo ha puntualizado con toda exactitud.
que a los deudores se acordarán facilidades en cuanto al plazo y el interés.
Después de todos estos movimientos. el oro quedará tal cual estaba antes. Que-
dará en el Banco Central la misma cantidad de monedas de oro que había en la
Caja de Conversión. o sea 22.300.202 soberanos ingleses. 12.237 .843 águilas y
l.523.329 argentinos. En cuanto al medio circulante. se ha demostrado que a raíz
de los proyectos no se aumentará un solo peso en la circulación de billetes o de de-
pósitos bancarios.
EL PESO ORO Y EL PESO PAPEL
Al apreciarse en el activo del Banco Centml las monedas de oro a un ti1x> dis-
tinto del usado por la Caja de Conversión. no se afecta p:m1 nada la relación del
peso oro y del peso papel. Ya se dijo en Olra oportunidad "que queda parn una ley
ulterior. que todavía no es oportuno dictar. la determinación de la relación legal en-
tre el peso y el oro. y por lo tanto. mientras eso no se haga. subsiste la legislación
actual. Los créditos públicos y privados expresados en pesos oro que hoy pueden
legalmente abonarse a 2.27 pesos moneda nacional por peso oro. continuarán abo-
nándose en esa forma".
Podría expresarse que no es lógico decir que un peso oro sigue valiendo 2.27
pesos papel cuando se altera el precio de las monedas de oro en el mercado. Sin
embargo. no es necesario que la legislación proyectada se dicte para que aparezca
lo que ya existe. La relación de 2.27 entre el peso papel y el peso oro es constante
desde los primeros años del siglo. y se ha mantenido a través de todas las altemati-
vas. Es notorio que llamamos peso oro a una simple moneda de cuenta equivalente
a 2.27 papel. así como en Gran Bretaña se llama guinea a una moneda de cuenta
tradicional equivalente a una libra y un chelín. El peso oro y el peso papel están li-
gados por una relación fija independiente del precio del oro en el mercado. Cuan-
do. por ejemplo. a principios de 1922 una moneda de una libra oro valía 14 pesos

EL TRASPASO DEL ORO
487
papel. como cuando. en 1928. estando la moneda a la par. valía 11.45. como ahora
en que vale 32 pesos en el mercado libre. el peso oro ha seguido considerándose
constantemente igual a 2.27 pesos papel. o el peso papel a 0.44 oro: y el Gobierno
en todo ese tiempo ha cobrado sus derechos aduaneros expresados en pesos oro a
razón de 2.27 pesos papel. y ha pagado en igual forma sus obligaciones en pesos
oro. No se advierte por qué el justiprecio de las monedas de oro al pasar de la Caja
al Banco vaya a cambiar este estado de cosas tradicional. cuando no lo ha cambiado
la evidente apreciación del oro en el mercado ni la circunstancia de adquirir y de
vender el Gobierno monedas de oro o su equivalente en divisas a un tipo distinto
del de 11.45 pesos por cada libra inglesa. La relación del papel argentino con el
oro, que resulta de los hechos no puede ser mcxlificada por las leyes proyectadas.
que no alteran esos hechos. que no tienden a depreciar el papel. que no pueden te-
ner como consecuencia la depreciación del billete. Es notorio que desde que los
proyectos del Gobierno fueron conocidos el peso ha subido en el mercado oficial y
en fonna más apreciable en el mercado libre. La relación entre el papel y el oro que
resulta de las leyes no puede modificarse si esas leyes no se alteran. y la legislación
proyectada expresamente establece que no altera el derecho vigente en esa materia.

76
REGLAMENTO PROVISIONAL
DEL BANCO CENTRAL
DE LA REPUBLICA ARGENTINA*
Carácter provisional del Reglamento
Artículo F. El presente reglamento tiene carácter provisional. y regirá hasta
tanto el Directorio dicte el Reglamento General definitivo.
DIRECTORIO
Deberes y atribuciones del Directorio
Artículo 2q. El Directorio ejercerá la superintendencia de las operaciones del
Banco. y hará cumplir las leyes y decretos reglamentarios pertinentes. En la regla-
mentación. administración. operaciones y fiscalización del Banco. así como en la
aplicación de las disposiciones de la Ley de Bancos. tendrá las atribuciones y debe-
res que establecen los siguientes •u-tículos.
lnterve11ció11 en la reglamentación del Banco
Artículo 3º. El Directorio deberá intervenir en la reglamentación del Banco y
dictar especialmente:
a) el Reglamento General del Banco:
b) las reglas a que deberán ajustarse: la impresión o acuñación. emisión. canje.
* N. del Ed. Publicado por el llaneo Central de la República Argentina (Buenos Aires: Gotelli.
1935). Aprobado por el llonorablc Directorio el 4 de junio de 1935. La redacción de un proyecto de Re-
glamento interno para el Banco fue el primer encargo <¡ue recibió Prebisch del presidente Emesto
Bosch, al ofrecerle éste -por sugerencia de Pinedo- la Gerencia General del Banco. El ex presidente
del Banco Egitlio lnnnclla acotó que Prcbisch lo llamó Reglamento Provisional '"porque don Raúl consi-
deraba que e1 reglamento se hacía todos los días. y que éste era un reglamento hásico" (véase capítulo
7<J de este volumen).

REGLAMENTO PROVISIONAL
489
renovación y cancelación de la moneda. sea por cuenta del Banco o del Gobierno
Nacional; los documentos elegibles para el redescuento y sus distintas clases; los
adelantos a los bancos accionistas; las operaciones de compra y vema de oro y di-
visas o cambio extranjero; las relaciones con los corresponsales en el país y el exte-
rior; los convenios con los bancos sobre la negociación de Bonos Consolidados del
Tesoro Nacional; el funcionamiento de las cámaras compensadoras; las operacio-
nes de agente financiero del Gobierno en las recaudaciones y pagos. la emisión y
colocación de empréstitos. la atención de los servicios de la deuda pública y las
operaciones de cambio; y las demás operaciones del Banco;
c) las reglas a que deberá ajustarse el nombramiento. la promoción y la separa-
ción del personal; y
d) las disposiciones reglamentarias de la Ley de Bancos en cuanto no lo hubiere
hecho el Poder Ejecutivo Nacional. excepto la reglamentación de la inspección de
los bancos que deberá ser dictada por el Presidente.
Intervención en la administración del Banco
Artículo 4º. El Directorio intervendrá en la administración del Banco. ejercitan-
do principalmente las siguientes facultades:
a) aprobar el presupuesto anual de sueldos y gastos; y resolver sobre sus modi-
ficaciones indispensables en el curso del ejercicio;
b) nombrar, promover y sepru·ar de sus puestos al personal a propuesta del pre-
sidente; salvo en los casos en que prefiriera hacerlo por iniciativa propia;
c) nombrar corresponsales en el país y en el extranjero;
d) nombrar los miembros de las distintas Comisiones del Direct01io y los
miembros de las Comisiones de Redescuento a propuesta del presidente; salvo en
los casos en que prefiriera hacerlo por iniciativa propia;
e) establecer y clausurar sucursales y agencias; y
t) adquirir los inmuebles necesaiios para las operaciones del Banco; y enajenar
los inmuebles así como los otros bienes :idquiridos en pago o defensa de sus créditos.
lnten·ención en las operaciones del Banco
Artículos~. La intervención del Directorio en las operaciones del Banco consis-
tirá principalmente en:
a) fijar los límites de las distintas operaciones del Banco. determinando los casos
especiales en que se requiera la aprobación previa del Directorio para realizarlas:

490
RAÚL PREBISCH
b) fijar las tasas de redescuenlo e interés;
c) resolver sobre la aceplación de los documentos rechazados por las Comisio-
nes de Redescuento, con el voto de siete miembros del Directorio;
d) resolver sobre las renovaciones y sustituciones de documentos de acuerdo
con lo dispuesto por el artículo 34. inciso i) de la ley 12.155; y
e) resolver sobre la transferencia o caución de las acciones del Banco.
Fiscalización del Banco
Artículo 62• El Directorio fiscalizará el funcionamiento de las distintas activida-
des del Banco. mediante las comisiones de Tesoro y Emisión. Crédito Público y
Fiscalización.
Artículo 7~. El Direct01io intervendrá en la aplicación de las disposiciones perti-
nentes de la Ley de Bancos. excepto en lo concerniente a la inspección de los mis-
mos, y deberá resolver:
a) acerca de la exención transitoria de la obligación de efectivo mínimo y los
planes presentados por los bancos que no pudieran cumplirla:
b) sobre los planes de liquidación o amortización gradual de los inmuebles, ac-
ciones. obligaciones y parlicipantes de los bancos; y
c) sobre la extensión de los plazos legales. establecidos en el artículo 4º de la ley Nº
12.156, así en los casos mencionados en el inciso anterior como en el caso de la admi-
nistración por los bancos de los bienes de sus deudores morosos. que sólo podrá con-
cederse con el voto de las dos terceras partes de los miembros presentes del Directorio.
Asimismo, el Directorio deberá opinar. de acuerdo con el artículo 1 º de la Ley
de Bancos. con respecto a la apertura de nuevos bancos y sucursales en las solicitu-
des presentadas al Poder Ejecutivo.
Articulo 8º. El Directorio presentará anualmente las siguientes memorias:
a) al Ministerio de Hacienda de la Nación. una memoria sobre el movimiento y
costo de la moneda subsidiaria emitida por el Banco por cuenta del Gobierno Na-
cional, y otra sobre las funciones del Banco como agente financiero del Gobierno
Nacional; y
b) a la Asamblea de Bancos Accionistas. la Memoria General del Banco acom-
pañada del Balance y la Cuenta de Ganancias y Pérdidas.
PRESIDENCIA
Deberes y atribuciones del pre side11te
Artículo 9~. El presidente, o en su ausencia el vicepresidente. ejerce la dirección

REGLAMENTO PROVISIONAL
491
del Banco en representación del Directorio; y dirige la inspección y el control de
los bancos de acuerdo con la Ley de Bancos. Sus atribuciones y deberes son los si-
guientes:
a) hacer cumplir las resoluciones del Directorio y el Reglamento General del
Banco:
b) realizar todas las operaciones y actos de administración autorizados por la
Ley del Banco dentro de las condiciones y los límites fijados por el Directorio:
c) actuar y resolver en representación del Directorio en todos aquellos asuntos
que no estuvieren expresamente reservados a la Asamblea de Bancos Accionistas,
dando cuenta a aquél en la próxima sesión siguiente:
d) presidir las reuniones del Directorio, informándole de todo cuanto éste re-
quiera conocer para tomar sus resoluciones:
e) usar de doble voto en caso de empate;
f) poner el facsímil de su firma en los billetes del Banco: lo mismo que en los
billetes subsidiarios a cargo del Gobierno Nacional, en representación de este
último;
g) firmar los balances y cuentas de ganancias y pérdidas del Banco: la corres-
pondencia y las comunicaciones oficiales del Directorio: las acciones del Banco;
las amortizaciones del Bono de Garantía y de los Bonos Consolidados del Tesoro
Nacional: así como los Certificados de Participación en estos últimos emitidos por
el Banco;
h) conservar en su poder una de las llaves del Gran Tesoro del Banco;
i) constituir la Comisión Consultiva fo1mada por el vicepresidente y los dos di-
rectores que designe el Directorio; y proponer a éste los miembros de las otras Co-
misiones:
j) ordenar las inspecciones extraordinmias a los bancos y resolver sobre el plan
de inspecciones ordinarias, generales o parciales, que le someta la Gerencia General;
k) informar al Directorio de la situación general de los bancos de acuerdo con
los datos enviados por los mismos y el resultado de las inspecciones practicadas:
absteniéndose de comunicar los detalles de carácter confidencial referentes a las
distintas operaciones, salvo cuando lo juzgue conveniente. o sea necesario hacerlo
a fin de que el Directorio pueda formarse un juicio cabal sobre los bancos que soli-
citan crédito o son deudores del Banco Central:
l) elevar anualmente al Gobierno Nacional una memoria sobre la situación de
los bancos y las refonnas legales o reglamentarias que juzgare conveniente intro-
ducir en el régimen bancario; y
·
m) representar legalmente al Banco en sus relaciones externas.

RAÚL PREBISCH
Presidente nato de las comisiones
Artículo JO. El presidente podrá asistir a las sesiones de cualquiera de las comi-
siones del Directorio. actuando en tal caso como presidente de las mismas; pero
votará solamente en caso de empate. El vicepresidente tendrá la misma facultad y
presidirá las comisiones de que forma parte expresamente; así como las comisiones
en las que no asistiere el presidente. en cuyo caso sólo tendrá voto de desempate.
Sesiones y actas del Directorio
Artículo 11. El Directorio se reunirá en las fechas que resuelva hacerlo. y por lo
menos una vez cada quince días.
En cada reunión. después de leída por el secretario y aprobada el acta de la reunión
anterior. el presidente hará informar al Directorio de las comunicaciones o asuntos
entrados y le hará conocer por el gerente general el movimiento del Banco. las opera-
ciones efectuadas y los actos realizados por aquél en representación del Directorio.
Las actas deberán ser firmadas por el presidente y el secretario del Directorio.
Artículo 12. En las sesiones del Directorio se seguirán las reglas de la discusión
parlamentaria.
COMISIONES DEL DIRECTORIO
Artículo 13. Para facilitar el cumplimiento de sus funciones. el Directorio se di-
vidirá en cinco comisiones. de tres miembros cada una. designados por éste. Las
comisiones podrán requerir la presencia del gerente general en sus sesiones. fun-
cionarán en el local del Banco y serán las siguientes:
Comisión Consultiva
a) la Comisión Consultiva. compuesta por el vicepresidente y dos miembros
que designará el Directorio cuando lo solicite el presidente. La Comisión Consulti-
va asesorará al presidente en los asuntos que éste le someta o en los que la Comi-
sión creyere conveniente hacerlo; y dictaminará en los proyectos de resolución que
el Directorio le envíe en consulta:
Contisión de Tesoro y Emisión
b) la Comisión de Tesoro y Emisión. compuesta del vicepresidente y dos miem-

REGLAMEl•ffO PROVISIONAL
493
bros, que tendrá a su cargo Ja vigilancia y fiscalización de las operaciones relativas
al tesoro metálico, los billetes del Banco, Ja moneda subsidiaria y la incineración
de billetes;
Comisión de Crédito Público
c) la Comisión de Crédito Público, integrada por el vicepresidente y dos miem-
bros que no pertenezcan a firmas o entidades particulares interesadas en las opera-
ciones de compra y venta de títulos. que vigilará y fiscalizará las operaciones del
Banco como agente financiero del Gobierno Nacional en lo referente al pago de
cupones. los sorteos y licitaciones y la inutilización e incineración de valores:
Comisión de Fisca/i:ación
d) la Comisión de Fiscalización. compuesta de tres miembros. que tendrá a su
cargo la vigilancia y fiscalización del resto de las operaciones del Banco. Deberá
revisar periódicamente (por lo menos una vez cada seis meses) los redescuentos y
adelantos; y ,
Comisión Económica y Financiera
e) la Comisión Económica y Financiera. compuesta de tres miembros. que de-
berá informar periódicamente al Directorio acerca del estado económico y finan-
ciero del país y de los acontecimientos de índole internacional que influyan parti-
culannente sobre el mismo: y proponer al Directorio la redacción de los informes
que el Banco deberá presentar al respecto al Gobiemo Nacional. así como la Me-
moria que deberá someterse a la Asamblea de Bancos Accionistas.
Dictamen de la Comisión Consultiva
Artículo 14. Todo proyecto de resolución presentado al Directorio. que no fuere
del resorte de cualquiera de las cuatro últimas comisiones consideradas en el ar-
tículo anterior. será sometido al dictamen de la Comisión Consultiva. si el proyecto
no hubiera sido despachado previamente por la misma. snlvo que el Directorio re-
suelvn designar una Comisión especial al efecto. o tratar el asunto sobre tablas.
Informes requeridos
Artículo 15. Las comisiones del Directorio. o los miembros del Directorio indi-

494
RAOL PREBISCH
vidualmente. podrán solicitar cualquier antecedente o información sobre el funcio-
namiento y las operaciones del Banco. salvo los casos expresamente mencionados
de informaciones privativas del presidente. Pero deberán hacerlo siempre por inter-
medio de este último.
GERENCIA GENERAL
Deberes y atribuciones del gerente general
Artículo 16. El gerente general tiene a su cargo la dirección inmediata del perso-
nal y las actividades del Banco. y la ejecución de las operaciones por intermedio de
los distintos departamentos u oficinas. de acuerdo con los reglamentos y disposicio-
nes superiores. Los deberes y atribuciones del gerente general son los siguientes:
a) informar diariamente al presidente acerca del desenvolvimiento de las opera-
ciones del Banco. comunicándole todos los hechos que puedan tener relación sobre
las decisiones de aquél: y someterle el despacho de los asuntos que corresponda,
con el consiguiente proyecto de resolución. A este respecto. deberá suministrarle
todos los antecedentes y elementos de juicio pertinentes: así como los que el presi-
dente requiera para informar debidamente al Directorio acerca de los proyectos de
resolución que le presente:
b) acompañar el facsímil de la firma del presidente en los billetes. con el de su
fitma. Firmar los balances y cuentas de ganancias y pérdidas del Banco: la corres-
pondencia relativa a las operaciones y la administración del mismo. salvo en lo que
concierne al trámite externo e interno de los distintos depa11amentos u oficinas: las
órdenes de inspección ordinaria y extraordinaria aprobadas por el presidente; y los
demás documentos que resuelva el Directorio. Conformar. de acuerdo con las ins-
trucciones superiores. las órdenes de acreditar fondos o las boletas de créditos pre-
sentadas al Departamento del Tesoro por los Departamentos de Crédito. Títulos y
Cambios. en vi11ud de las operaciones de redescuento o adelantos. compra de valo-
res. y adquisición de divisas o cualquier operación de estos Departamentos que dé
lugar a dichas órdenes o boletas:
c) trasladar el personal de una repartición a otra del Banco. por razones de ser-
vicio o para promover su rotación. y con autorización previa del presidente en el
caso de los jefes de aquéllas; conceder licencias al personal y suspenderlo o apli-
carle medidas disciplinarias comunicando el caso al presidente cuando por la gra-
vedad de la falta hubiere lugar a la separación;
d) ordenar gastos por cantidades no superiores a cinco mil pesos. previa inter-
vención de Ja Contaduría para certificar que tales gastos están autorizados por el

REGLAMENTO PROVISIONAL
495
Presupuesto o por resoluciones especiales del Directorio. En el caso de cantidades
superiores a cinco mil pesos, el gerente general deberá solicitar la conformidad del
presidente. quien sólo podrá acordarla, salvo caso de urgencia. si tales gastos han
sido autorizados por el Directorio: y
e) tener una de las llaves del Gran Tesoro.
Asistencia al Directorio y las Comisiones
Artfculo 17. El gerente general podrá asistir con voz, pero sin voto. a todas las
reuniones del Directorio y de sus Comisiones. Igualmente podrá asistir a los actos
de incineración de billetes y valores.
Subgerellfe general
Artfculo 18. El subgerente general compartirá con el gerente general las tareas
que éste resuelva; y le sustituirá en caso de ausencia en todos sus deberes y atribu-
ciones.
Secciones dentro de la Gerencia General
Artfculo 19, Dentro de la Gerencia General y sin perjuicio del personal requeri-
do por el desenvolvimiento regular de sus tareas, funcionarán las siguientes seccio-
nes sujetas a la reglamentación que dicte el gerente general: Administración, Perso-
nal. Correspondencia y Máquinas.
Sección Administración
Artículo 20. La Sección Administración deberá correr con el trámite de las adqui-
siciones de muebles y útiles. con la facultad de realizar gastos inferiores a doscientos
pesos moneda nacional. dentro de las correspondientes autorizaciones; con el cuida-
do y conservación del edificio. los muebles. útiles y máquinas y el inventario de los
mismos: y con la distribución. rotación y vigilancia del personal de servicio.
Sección Personal
Artfculo 21. La Sección Personal deberá llevar el legajo de cada empleado con

496
RMJL PREl3lSCH
sus antecedentes. condiciones. conducta y calificaciones: intervenir en los exámenes
o pruebas de competencia del personal: en el trámite de su nombramiento y ascen-
so; en los sumarios; en la aplicación de medidas disciplinarias; y en la suspensión o
separación del mismo.
Sección Correspondencia
Arrfcu1o 22. La Sección Correspondencia tendrá a su cargo los servicios genera-
les de redacción, dactilografía y taquigrafía para todas las dependencias del Banco.
excepto los casos en que la continuidad del trabajo requiera destacar permanente-
mente dactilógrafos o taquígrafos en algunas de ellas.
Sección Máquinas
Articulo 23. La Sección Máquinas tendrá a su cargo los servicios de compila-
ción y tabulación mecánica en las tareas de contabilidad. estadística y control en
que puedan ser aplicadas con eficiencia.
ASESOR LEGAL
Funciones del asesor legal
Artículo 24. Son deberes y atribuciones del asesor legal:
a) asesorar al presidente y al Directorio en todos los asuntos que requieran co-
nocimiento del Derecho, tanto en juicio como fuera de él: y defender al Banco en
tales asuntos:
b) asistir a las reuniones del Directoro y de las Comisiones del mismo cuando
lo indique el presidente del Banco;
c) examinar todos los actos y contratos en que el Banco tenga interés y se so-
metan a su dictamen:
d) colaborar en los proyectos de reglamentación de las actividades y operacio-
nes del Banco: y
e) colaborar con la Gerencia General en los asuntos de su competencia, eva-
cuando las consultas que se le sometan. y suministrándole los informes que se le
soliciten.

REGLAMENTO PROVISIONAL
497
SECRETARÍA DEL DIRECl'ORIO
Funciones del secretario del Directorio
Artículo 25. El trámite de los asuntos de la Presidencia y el Directorio, será
atendido por el secretario de éste. que deberá asimismo actuar con carácter de tal
en las distintas comisiones en que se divide el Directorio. En caso de ausencia. o
de comisiones que se reúnen simultáneamente. actuará corno secretario el funcio-
nario que designe el presidente. El secretario deberá refrendar la fama del presi-
dente en todas sus comunicaciones.
Artículo 26. El secretario del Directorio deberá dar cuenta diariamente al presi-
dente de todos los asuntos entrados; y le presentará la correspondencia respectiva,
salvo la de mero trámite. proyectando las contestaciones pertinentes o anotando las
disposiciones que al efecto dicte el presidente.
Libros de Actas
Artículo 27. El secretario del Directorio llevará los libros de actas correspon-
dientes al Directorio y sus comisiones, en los cuales dejará constancia de la asisten-
cia de los miembros; las deliberaciones, resoluciones o despachos; y las observa-
ciones al acta de la sesión anterior. Comunicará por escrito al gerente general todas
las resoluciones del Directorio.
Reparticiones del Banco
Artículo 28. El Banco se divide en siete reparticiones: Departamento del Teso-
ro, Departamento de Crédito, Departamento de Cambios y Departamento de
Títulos; Contabilidad y Control. Inspección de Bancos. e Investigaciones Eco-
nómicas.
Artículo 29. Al frente de cada repartición estará un jefe que tendrá a su cargo la
dirección inmediata del personal y las actividades del mismo. Son deberes y atribu-
ciones de los jefes:
a) informar al gerente general del desenvolvimiento de las operaciones de su re-
particion, poniendo en su conocimiento los hechos y antecedentes necesarios para
que aquél informe a la Presidencia o tome las decisiones o resoluciones que le co-
rrespondiere~

498
RAÚL PREBISCH
b) ejecutar las operaciones propias de su repartició1), de acuerdo con los regla-
mentos. disposiciones y órdenes superiores. que hará cumplir por el personal de la
misma:
e) firmar la correspondencia de tr:ímite: las planillas y estados que se eleven a
la Gerencia General o a las distintas dependencias del Banco. según las disposicio-
nes superiores: y visar las operaciones de la repartición de acuerdo con el regla-
mento aprobado por el presidente; y
d) trasladar el personal de las distintas secciones de su repartición, debiendo ob-
tener aprobación previa de la Gerencia General en el caso ele los jefes de dichas
secciones; informar a la Sección Personal ele la asistencia y conducta del personal a
su c~u-go: intervenir en los ex:ímenes y pruebas de competencia y calificación: con-
ceder licencias y aplicar medidas disciplinarias o suspensiones dentro de los
límites fijados por el Reglamento de la repartición aprobado por el presidente. dan-
do cuenta a la Gerencia General.
DEPARTAMENTO DEL TESORO
Movimie111os ele jóndos en el Banco
Artículo 30. El Departamento del Tesoro interviene en todos los movimientos
de fondos en el Banco y tiene a su cargo la custodia del oro y demás valores.
Llaves en poder del jefe
Ar1ículo 31. El jefe del Departamento conservará en su poder una de las llaves
o secretos del Gran Tesoro y ele los Tesoros Principales y dejará constancia escrita
de todas las operaciones que se efectúen en los mismos. Tendrá. asimismo. una de
las llaves de los hornos de incineración y dejará constancia escrita de su interven-
ción en esta operación.
Artículo 32. El Departamento del Tesoro tendrá a su cargo las tareas relativas a
la moneda. a las cuentas corrientes y al crédito público.
Tareas ref(//ims a la moneda
Artículo 33. Las tareas relativas a la moneda serán principalmente:
a) custodiar el oro y los billetes habilitados y no emitidos; y los demás valores
del Banco;

REGLAMENTO PROVl~ONAL
499
b) intervenir en la impresión y control de los billetes del Banco: y en la impresión.
acuñación y control de la moneda subsidiaria por cuenta del Gobiemo Nacional:
c) proveer los billetes requeridos para pagar en efectivo los cheques que se gi-
ren sobre los depósitos y se presenten al cobro:
d) realizar el canje y la renovación de los billetes del Banco y de la moneda
subsidiaria:
e) emitir la moneda subsidiaria por cuenta del Gobierno Nacional. y de acuerdo
con las instrucciones superiores; y
f) incinerar los billetes viejos cancelados.
Tareas relativas a las cuentas corrientes
Artfculo 34. Las tareas relativas a las cuentas con-ientes consistirán principal-
mente en registrar los movimientos de las cuentas oficiales y bancarias: así como
los de las particulares, en los casos en que se resolviere aceptarlas de acuerdo con
las reglas fijadas por el Directorio pam estas operaciones.
Cámaras Compensadoras
Artículo 35. En las cuentas corrientes bancarias se registrarán los depósitos del
efectivo mínimo de los bancos. Estos depósitos constituirán la base de las opern-
ciones de las Cámaras Compensadoras, las que seguirán rigiéndose por los conve-
nios anteriores hasta que el Directorio dicte la reglamentación pertinente.
Tareas relativas al crédito público
Artículo 36. Las tareas relativas al crédito público serán principalmente:
a) la custodia de los valores del Gobierno Nacional:
b) el pago de los cupones de la deuda pública externa e interna: y
c) la incineración de dichos valores.
Memorias
Artículo 37. El jefe del Depaitamento deberá elevar a la Gerencia General, los
antecedentes y elementos de juicio requeridos por el Directorio para la preparación
de las memorias sobre la moneda subsidiaria y las funciones del Banco como agen-

500
RAÚL PREBISCH
te financiero del Gobierno en lo concerniente a la atención de los servicios de la
deuda pública.
Adopción de reglamentaciones existentes
Arrículo 38. Mientras no se dicte la reglamentación ele las tareas relativas a la
moneda. éstas seguirán rigiéndose por el reglamento ele la extinguida Caja ele Con-
versión: las del crédito público. por el de la institución que llevaba el mismo nom-
bre: y las de cuentas corrientes. por las reglamentaciones pertinentes del Banco de
la Nación Argentina. La Gerencia General deberá resolver la forma de aplicar tales
reglamentaciones en los casos de cambio en la denominación de los cargos o cuan-
do se presentaren dudas al respecto.
DEPARTAMENTO DE CRÉDITO
Solicitudes de crédiro
Artfculo 39. El Dcpa11amento ele Crédito tiene a su cargo el examen de las soli-
citudes de crédito presentadas por los bancos y la preparación de los proyectos de
resolución a que hubiere lugar.
Artículo 40. Presentada una solicitud de redescuento o de adelanto. el Departa-
mento de Crédito infonnará acerca de la situación del Banco solicitante al gerente
general, quien, en los casos que juzgue necesario. solicitm·á un dictamen especial
sobre la misma a la Inspección de Bancos.
El gerente general someterá la solicitud a despacho del presidente: y le expresa-
rá su opinión sobre la conveniencia o no de acordar la operación por el monto soli-
citado. teniendo en cuenta la situación económica y monetaria y la política de cré-
dito trazada por el Directorio.
Examen del papel elegible
Artículo 41. En el caso de acordarse por el presidente el crédito solicitado. den-
tro ele las condiciones y límites determinados por el Directorio y sin perjuicio ele
que aquél consulle a éste en los casos que crea conveniente. el Depm·tamento de
Crédito procederá a someter a la Comisión de Redescuento las listas de documen-
tos ofrecidos por los bancos en redescuento o en garantía de adelantos. Dichas lis-
tas serán presentadas a aquélla, después de un prolijo examen practicado por el De-

REGLAMENfO PROVISIONAL
501
partamento a fin de determinar si los documentos se ajustan a las reglas estableci-
das por el Directorio para el papel elegible.
Análisis de lasfirm.as
Artfculo 42. Con el propósito indicado en el artículo antetior, el Departamento
de Crédito investigará:
a) el grado de solvencia de las firmas;
b) el monto global de los créditos de que hacen uso en los distintos bancos de
acuerdo con las informaciones recabadas por la Inspección de Bancos; y
c) la índole de las operaciones que realizan dichas firmas. de acuerdo con sus
balances y demás informaciones recogidas. con el propósito de averiguar si los do-
cumentos en cuestión. provienen. confonne lo exige la ley, de operaciones relacio-
nadas con la negociación de mercaderías. o con la producción, elaboración o nego-
ciación de productos agropecuarios o indusb-iales.
Legajos de firmas
Artfculo 43. A fin de cumplir con lo dispuesto en el artículo precedente, el De-
partamento de Crédito llevará un legajo para cada una de las firmas presentadas al
redescuento o susceptibles. de serlo. en que consten los antecedentes necesarios
para conocer su situación.
A este respecto, la sección corTespondiente del Departamento de Crédito traba-
jará en cooperación con las oficinas similares de los bancos, recogiendo informa-
ciones en los mismos y facilitándoles las propias, de acuerdo con las instrucciones
superiores.
Examen de balances
Artículo 44. El Departamento de Crédito deberá, asimismo, recoger y examinar
sistemáticamente los balances de las firmas presentadas al redescuento. o suscepti-
bles de serlo, y propender al empleo gradual de formularios uniformes pata cada
ramo de negocio.
Contacto con la J11specció11 de Bancos
Artículo 45. El Departamento de Crédito deberá mantenerse en estrecho contacto
con la Inspección de Bancos a fin de intercambiar continuamente sus informaciones.

502
RAÚL PREll!SCH
Otras operaciones
Artículo 46. El Departamento de Crédito infonnará a la Gerencia General. acer-
ca de las solicitudes de adelalllos contra caución de valores nacionales dentro del
límite legal disponible a fin de que aquél las eleve al presidente: y le hm·á conocer
continuamente. con el mismo propósito. el movimiento de los adelantos trnnsito-
rios que el Diretorio concediere al Gobierno Nacional. de acuerdo con la pertinente
autorización legal.
COMISIÓN DE REDESCUENTO
Composición de la Comisión
Articulo 47. La Comisión de Redescuento estará compuesta de seis miembros
designados por el Directorio en la forma prescripta por la Ley del Banco Central. La
presidirá el presidente, el vicepresidente, o el gerente general. El presidente de la
Comisión sólo tendrá voto en caso de empate. El jefe del Departamento de Crédito
deberá asistir a todas las sesiones, a fin de evacuar los informes que se le solicite.
DEPARTAMENTO DE TÍTULOS
Operaciones en 1•alores nacionales
Artículo 48. El Departamento de Títulos tendrá a su cm·go las operaciones en
valores nacionales por cuenta del Banco y por cuenta del Gobierno Nacional; y la
obse1vación del mercado de valores.
Operaciones por cuenta del Banco
Artículo 49. Por cuenta del Banco, el Departamento actuará:
a) en Ja compra y venta de valores nacionales dentro de los límites legales y
conforme con las disposiciones superiores; y
Bonos Consolidados
b) en las operaciones con Bonos Consolidados del Tesoro Nacional entre el

REGLAMENTO PROVISIONAi.
503
Banco y los bancos. Licitará entre estos últimos, o les venderá directamente de
acuerdo con las reglas establecidas por el Directorio, la cantidad de bonos autoriza-
da por el mismo. observando las instrucciones que en cada caso concreto imparta
la Presidencia en cuanto a tipo de colocación, plazos y otras modalidades, tanto
para la venta de los bonos como para su readquisición: y elevará los convenios
concertados para su aprobación superior.
Operaciones por cuenta del Gobierno
Artfcu/o 50. En el carácter de agente financiero del Gobierno Nacional, que la
Ley atribuye al Banco, y por cuenta del mismo, el Departamento de Títulos realizará
las siguientes operaciones. en las condiciones que acuerde el Banco con el Gobierno,
y conforme con las instrucciones que le fueren impartidas por la Presidencia:
a) emitir y colocar valores nacionales, sean letras o títulos;
b) comprar y vender, alternativamente, valores nacionales propendiendo a la re-
gularidad del mercado. con los recursos expresamente destinados al efecto por el
Gobierno Nacional; y
c) licitar la compra de títulos para las amortizaciones de los mismos conforme
con las condiciones de los distintos empréstitos; e intervenir en las ofertas de las
reparticiones nacionales e instituciones autónomas, en la forma prescripta por el
Decreto reglamentaiio de la Ley del Banco Central.
Coordinación de operaciones
Articulo 51. El Departamento de Títulos actuará, asimismo. en las compras y
ventas de títulos de las reparticiones nacionales y en las del Banco de la Nación
Argentina y Banco Hipotecario Nacional. de acuerdo con los convenios que el
Banco realizare con los mismos a los fines establecidos en el mencionado Decreto.
Observación del mercado de valores
Artículo 52. El Departamento de Títulos observará continuamente el movimien-
to del mercado de valores y las operaciones realizadas. e informará al respecto a la
Gerencia General.

504
RAÚL PREl31SCI\\
DEPARTAMENTO DE CAMBIOS
Operaciones e11 oro y divisas
Articulo 53. El Departamento de Cambios tendrá a su cargo las operaciones en
oro y divisas o cambio extranjero. por cuenta del Banco y por cuenta del Gobierno
Nacional: y la observación permanente del mercado de cambios.
Opernciones por cuenta del Banco
Articulo 54. El Departamento de Cambios actu:u-á por cuenta del Banco. dentro
de los límites legales. las reglas establecidas por el Directorio y las instrucciones
superiores. en las siguientes operaciones:
a) compra y venta de oro y divisas: y operaciones de arbitraje con las mismas:
h) adelantos sobre oro amonedado o en lxmas: y
c) créditos recíprocos con otros bancos centrales.
El Depai1amento de Cambios. a los fines de las operaciones mencionadas. man-
tendrá de acuerdo con las disposiciones superiores respectivas. las relaciones del
Banco con el Banco Internacional de Ajustes. otros bancos centrales y los demás
corresponsales exteriores que nombre el Directorio.
Operaciones por cuenta del Gohierno Nacional
Articulo 55. El Banco. por intermedio de este Departamento. y en su carácter de
agente financiero del Gobierno Nacional. actu:u-á ¡x>r cuenta de éste en operaciones
de cambio. en las condiciones que ambos acuerden y conforme con las instruccio-
nes que le fueron impartidas por la Presidencia. En forma permanente. correrá con
la adquisición gradual del cambio necesario para atender los servicios de la deuda
pública y demás remesas oficiales. En forma transitoria tendrá a su cargo:
a) las licilaciones diarias. a fin de adjudicar el cambio ofrecido a los tenedores
de permisos otorgados por la Oficina de Control de Cambios del Ministerio de Ha-
cienda de la Nación:
b) la compra a los bancos del cambio adquirido en el mercado oficial. que de-
scaren transferir:
c) el manejo del Fondo ele Divisas. comprando y vendiendo cambio con el fin
de amortiguar las nuctuacioncs del mercado:

REGLAMENTO PROVISIONAL
505
d) la intervención en el mercado libre de cambios: y
e) la realización de las operaciones de arbitrnje que fueren necesmias.
Obsenrn:i611 y conrrol del mercado de cambios
Artículo 56. El Depm1amento de Cambios obscrvmá continuamente el mercado
de cambios y las operaciones realizadas. e informará al respecto a la Gerencia Ge-
neral: y realizará conjuntamente con la Inspección de Bancos el control de las ope-
raciones de cambio de los bancos conforme con las disposiciones oficiales vigentes.
CONTABILIDAD Y CON11WL
Plan general de contabilidad
Artfculo 57. La contabilidad y control de las operaciones del Banco estará a car-
go de la Contaduría. que llevará el resumen de las cuentas de acuerdo con un plan
general que aprobará el presidente. siempre que estuviese en conformidad con las
reglas dictadas por el Directorio.
Deberes y atribuciones del co/lfador
Artículo 58. El jefe de la Contaduría será el contador del Banco. Sus deberes y
at1ibuciones -fuera de los enumerados en el ai1ículo 29 de este reglamento- se-
rán los siguientes:
a) dirigir el registro en los libros centrales de todas las operaciones del Banco.
de acuerdo con las constancias de los libros. planillas y demás documcnLos de las
distintas rep:u-ticiones:
b) fiscalizar continuamente. por sí o por medio del personal a sus órdenes debi-
damente autorizados. el desenvolvimiento de la contabilidad en las distintas repar-
ticiones. verificando la estricta corres¡xmdencia entre las operaciones realizadas y
las constancias de los asientos en los libros: dar cuenta de inmediato a la Gerencia
General de cualquier deficiencia o irregularidad que encontrare: y proponerle. con-
juntamente con el jefe de la repartición en cuestión. las modificaciones que fuere
aconsejable introducir en el plan general de contabilidad. a fin de que las someta al
presidente si las juzga convenientes;
e) acompañar con su finna la del presidente y gerente general en los balances y
cuentas de ganancias y pérdidas del Banco: y firm:u- o visar las planillas o informa-

506
RAÚL PREBISCH
ciones de la Contaduría comunicadas a la Gerencia General u otras dependencias;
d) intervenir previamente en todos los gastos superiores a doscientos pesos mo-
neda nacional a fin de dejar constancia en la c01Tespondiente propuesta. si se ajus-
tan o no a las autorizaciones pe11inentes del Directorio; y examinar las cuentas re-
ferentes a todos los pagos superiores a doscientos pesos moneda nacional:
e) intervenir en la liquidación de los sueldos del personal:
t) informar a la Gerencia General acerca del desenvolvimiento del presupuesto
de gastos y recursos del Banco. para que aquélla pueda informar al respecto al pre-
sidente: y preparar los elementos de juicio que requiera el Directorio para la apro-
bación anual del mismo; y
g) presentar al síndico todos los libros. registros y documentos que éste solicita-
re en cumplimiento de sus funciones.
INSPECCIÓN DE BANCOS
Exarnen y fiscalización de bancos
Artículo 59. La Inspección de Bancos tendrá a su cargo las funciones de exa-
men y fiscalización de los bancos. confiadas al Banco Central por la Ley de Ban-
cos y su Decreto reglamentario. El presidente del Banco tendrá la dirección supe-
rior de la inspección y dictará su reglamento.
Deberes y atribuciones del inspector general de bancos
Artículo 60. El jefe de la Inspección será el inspector general de bancos. Sus de-
beres y atribuciones son los siguientes:
a) vigilar el cumplimiento de la Ley de Bancos. su Decreto reglamentario y el
reglamento de la Inspección:
b) inspeccionar a los bancos con la autorización del gerente general. y confor-
me con el plan aprobado por el presidente. sea personalmente o mediante los ins-
pectores a su cargo: y comunicar de inmediato a quien corresponda. cualquier falla
o irregularidad que llegare a comprobar:
c) velar por el cumplimiento estricto del secreto exigido por la Ley y su Decre-
to reglamentm"io al personal a su cargo. comunicando cualquier violación a la Ge-
rencia General:
d) elevar a la Presidencia. por intcnnedio de la Gerencia General. informes pe-
riódicos sobre la situación de los bancos. o las informaciones o dictámenes espe-
ciales que se le solicite: y

REGLAMENTO PROVlSlO:'\\Al.
507
e) preparar los clcmen1os de juicio y los alllccedentes que requiera el prcsidelllL'
para la Memoria Anual sobre la Inspección de Bancos.
Planillas r esf<ldístirns
Artículo ól. La Inspección de Bancos dchc1~í cxaminür y controlar los formula-
rios. planillas y declaraciones que le presenten los bancos de acuerdo con el regla-
mento dictado por el prcside111c: y compilar sobre su hase las estadísticas dispues-
tas por éste. tanto las de carácter interno como las destinadas a la publicidad. En
este último caso. para cada banco se presentarán solamente los renglones generales
o globales del balance: y para el conjunto de bancos o grupos de bancos. los deta-
lles de dichos renglones. de modo que no se divulgue ningún dalo confidencial so-
bre la situación de cada uno de ellos.
Estudio de la rnrtera
Artículo 6.:?. La Inspección de Bancos deberá. asimismo. realizar el estudio pe-
riódico y gradual de la cartera de los bancos. utilizando las informaciones declara-
das por los mismos. las que provengan de los inspectores y los datos suministmdos
por el Dcpm·tamcnto de Crédito.
Cumplimie1110 de las o/Jligacio11cs legales en los hwwos
Artítulo 63. En cada caso que se presente relativo al cumplimiento por los ban-
cos de las obligaciones que les fija la Ley de Bancos. la Inspección deberá elevar a
la Gerencia General todos los antecedentes y elementos de juicio requeridos por el
presideme o el Directorio para resolverlo.
INVESTIGACIONES ECONÓYllCAS
Funciones y tareas de Inrestigaciones Económicas
Artículo ó4. La Oficina de Investigaciones Económicas deher:í examinar conti-
nuamen1e la situación económica y financiera del país: los hechos exteriores que
influyan especialmente sobre la misma: y loda otra circunstancia o acontecimiento
que pueda interesar al Directorio en sus decisiones sohre la moneda y el crédito.

508
RAtJL PREBJSCH
siempre que no sean del resorte especial de otras dependencias del Banco: y redac-
tar los informes pertinentes. Con tales propósitos realizará las siguientes tareas:
a) compilar y analil.ar índices sobre el volumen de los negocios. los precios y
otras manifestaciones de la actividad económica:
b) reunir y examinar estadísticas y otras informaciones referentes a los produc-
tos agropecuarios y a la situación del mercado mundial para los mismos:
c) reunir y examinar las cuentas. memorias. estadísticas e informaciones sobre
las finanzas de la Nación. las provincias y las principales municipalidades:
d) seguir el movimiento económico y en especial el mercado monet:irio de los
principales países. en todo cuanto pueda afect:.u- la economía argentina: y
e) examinar y coordin:u- los informes que. de acuerdo con las disposiciones su-
periores. le remitan otras reparticiones del Banco sobre el desenvolvimiento de la
moneda. el crédito. los cambios. el mercado de valores u otros hechos atinentes a
los mismos.
Deheres r a11'i/m1·i1111es delj(fi'
Artículo 65. Son deberes y atribuciones del jefe de Investigaciones Eco-
nómicas:
a) elevar periódicamente a la Gerencia General. con el destino que establezcan
las disposiciones superiores. los informes que éstas prescriban o los que se le soli-
cite:
b) preparar y coordinar los elementos de juicio requeridos ix>r el Directorio
para la redacción de la Memoria del Banco: y
c) dirigir la Revista Económica publicada ¡x>r el Banco.
R el'ista Económil'o
Artírnfo 66. La Revista Económica deber(! presentar los datos m:ís significati-
vos de la vida económica nacional. y especialmente. los rel:itivos a la moneda y el
crédito. en un plano estrictamente objetivo e imparcial ajeno a toda consideración
de política económica y monet:u·ia. La Revista publicar:í los balances. las comuni-
caciones e informes oficiales del Banco. o de sus distintas reparticiones. que autori-
ce el presidente: y los trabajos del personal del Banco debidamente au1ori1.ado para
hacerlo. con exclusión de otras colaboraciones. cualquiera que sea su importancia
y procedencia.

REGLAMENTO J>KOVISIONAL
509
Biblioteca del Banco
Artículo 67. La Oficina de Invesligacioncs Económicas lcndrá a su cargo la Bi-
blioteca del Banco. El jefe de la Oficina deberá seleccionar y adquirir directamente
-dcnlro de las pm1idas que fije el Directorio- los libros y revistas nacionales y
extranjeras que juzgue conveniente.
Informaciones a disposición del Banco de la Nación Argentina
Arrfculo 68. Las esladísticas. informaciones y material bibliográfico de la Ofici-
na de Investigaciones Económicas seguirán estando a la disposición del Banco de
la Nación Argentina. de acuerdo con las instrucciones que imparla el presidente del
Banco Central.
PERSONAL
Condiciones para ser empleado
Artículo 69. Para ser designado funcionario o empicado del Banco se requiere
ser argentino. tener la competencia necesaria: haber cumplido 18 años de edad -
excepto en el caso de peritos mercantiles y cadetes que p<Xlrán ingresar a los 16
años cumplidos- y no haber pasado los 30 años. salvo los funcionarios y empica-
dos de los dislintos servicios que se 1ransficran al Banco. o el personal con califica-
ciones especiales de capacidad que el Banco requiera: y ser presen1ados por perso-
nas de solvencia moml que acredi1en su buena conducta. sin pe1:juicio de la fianza
que resolviere rccomend:u· al presidente la Comisión Consulliva.
Pruehas de competencia
Artfculo 70. Los aspirantes a empleos serán examinados por una comisión de
funcionarios superiores del Banco. que el gerente general propondrá al presidente.
La Comisión analizará los antecedentes de cada aspirante y sus títulos. los que ser-
virán de simple presunción de idoneidad: les har:í rendir pruebas necesarias para
dcmostmr sus aptitudes. de acuerdo con las instrucciones superiores: y elevará su
dictamen al respecto al gerente general. p:m1 su presentación al presidente.

510
RAÚL PREBISCH
Carácter provisional del nombramiellfo
Artfculo 71. Todo nombramiento de empleado tendrá carácter provisional: y de-
berá ser confirmado dentro del año. Si no lo hubiere sido después del año. el nom-
bramiento perderá su validez.
Obligaciones del personal
Artículo 72. Los funcionarios y empleados del Banco tendrán las siguientes obli-
gaciones. fuera de las que fijen las disposiciones superiores dictadas al respecto:
a) guardar absoluta fidelidad y secreto en las operaciones del Banco. abstenién-
dose de comunicar o divulgar detalles sobre las mismas y de retirar cualquier docu-
mento de la repartición en que trabaja. salvo por necesidades del servicio;
b) abstenerse de jugar en hipódromos. casas de juego. clubes o bolsas: y
c) desempeñar otro empico (o actividades profesionales salvo el ejercicio limi-
tado de tareas docentes con la aprobación en cada caso por el Directorio);
Toda violación que se comprolxu-e a estas obligaciones dará lugar a la sepam-
ción inmediata del funcionario o empleado que la cometiere.
Artículo 73. El gerente general deberá cuidar que las tareas de examen. verifica-
ción y control de los actos y operaciones realizadas por los empleados del Banco.
no estén a cargo de otros ligados a aquéllos por estrechos vínculos de parentesco.
Promoció11 del personal
Artículo 74. La promoción del personal se hará por rigurosa competencia; la an-
tigüedad prevalecerá únicamente en igualdad de aptitudes. y sólo hará acreedor al
personal a los aumentos de sueldos que fijare el Directorio para cada categoría. se-
gún los años de servicio. pero no a la promoción de jerarquía. responsabilidad y
sueldo.

77
OPERACIONES CONSTITUTIVAS DEL BANCO
CENTRAL DE LA REPUBLICA ARGENTINA*
1. PUNTO DE PARTIDA DEL BANCO CENTRAL
El primer ejercicio del Banco Central de la República Argentina comprende del
31 de mayo al 31 de diciembre de 1935. Durante este corto lapso se ha establecido
las bases fundamentales de su organización e iniciado el cumplimiento de las fun-
ciones reguladoras que la ley le confiere.
Una de esas funciones consiste en la adaptación del medio circulante a las nece-
sidades de los negocios. Otra. se propone conseguir el mayor grado de estabilidad
* N. del Ed. Publicado en llaneo Central de Ja República Argentina, Memoria Anual. Primer Ejer-
cicio. 1935, Buenos Aires. Gotelli. 1936, cap. l. págs. 1-15. Calificar los capítulos de la Memoria Anual
del Banco Central con10 originales de Prebisch no fue una operación féícil. y no se resolvit) sin antes
agolar numerosos elementos de juicio. Los resultados son concordanles y nu dejan prácticamente dudas:
1) No conocemos declaraciones de Prebisch de tipo general sobre la redacción de la Memoria Anual.
Como si fuera algo que de por tan sabido se calla. Por ejemplo. en sus claras y prolijas relaciones de los
distintos dcpat1amentos. funcionarios y funciones del Banco --1al como la efectuada en sus Conl'ersa-
ciones en el Banco de México (véase el tomo !JI de esta obra)-- omite aludir a quién redactaba la Me-
moria (como tambien omite detallar -sugestivamente- las funciones del gerente general del Bai1co.
esto es, sus propias funciones). Sin excepción, sus muchas referencias al infonne anual dejan traslucir
esa familiaridad que sólo se tiene con una creación propia. Además, en varias opo1tunidades Prebisch,
al referirse a tal o cual aspecto pai1icular, declaró haber dicho tal o cual cosa en detenninada Memoria:
por ejemplo, su referencia al capítulo JI de la Memoria del cuarto ejercicio, donde alude a "la primera
exposición que hago yo de mi interpretación del ciclo" (véase la Nota del Editor al capítulo 89 de este
volumen); o su propuesta de compra de los ferrocarriles b1itánicos en la Argentina, que "está en una
Memoria del Banco Central. .. " (véase la Nota del Editor al capítulo 93 de este volumen). Estas referen-
cias no pueden ser tomadas sino como declaraciones implícitas de su pa\\em'idatl, ·héchas por Prebisch
mismo. Otra veta de análisis son las continuas alusiones a sus propios trabajos. insertas en las Memo-
rias:
por ejemplo. el resumen del Regla111e1110 Interno (véanse capítulüs 79 y 76): o el Mensaje del Poder
Ejecutivo sobre Bancos y Moneda (capítulo 67 de este volumen), del que cita Un pasáje por el que siem-
pre tuvo un recuerdo especial. ya que lo vuelve a citar en sus (}anvi!rs«áottes .en el Banco de México
(confróntese capítulo 87. nota 1 ). Tatnbién obse1vmnos en las Memorias de 1935 a 1942 la profusión de
conceptos creados por Prebisch y que sólo él utilizaba: "justiprecio del on<i' {confróntese capítulo 77.
sección 4. y capítulo 75), "un país agnuiocotnoel nuestro" (capítulo 78 .. secdóú 4). "el buen funcionamien-
to del patrón oro" (capítulo 87. sección 5). e inclusive la expresión "periferia" (capítulo 95. secrnín l).

512
RAÚL PREBISCH
posible en la moneda y el crédito. De cómo el Banco <::entra! las ha desempeñado.
dan cuenta los capítulos pertinentes de esta Memoria.
Sólo conviene anticipar aquí. que la capacidad de expansión del Banco no se
vio solicitada en forma alguna por los requerimientos del mercado durante los pri-
meros 7 meses de su funcionamiento. No fue necesario realizar operaciones ten-
dientes al aumento del medio circulante. Antes bien. a rx>co de haher iniciado sus
tareas, el Banco debió intervenir en forma activa. persiguiendo. precisamente. el
propósito opuesto. Así consiguió absorber de las instituciones de crédito hasta m$n
267,6 millones de fondos disponibles. que sobrepasaban a la cantidad que los nego-
cios exigían para su desenvolvimiento corriente. 1
Para la mejor comprensión de estas y otras operaciones que se expondrán en el
curso de la presente Memoria. es necesario dejar claramente explicado su punto de
partida. o sea la serie de operaciones constitutivas del Banco Central. a las cuales
se consagra este primer capítulo.
2. SUSCRIPCIÓN DEL CAPITAL Y NOMBRAMIENTO DEL PRIMER DIRECTORIO
Las leyes sobre moneda y bancos fueron puestas en vigencia por el Poder Eje-
cutivo el 28 de marzo de 1935. A los pocos días. la Comisión Organizadora, creada
por la Ley N~' 12.160. inició el examen de las bases para la constitución del Banco
Central de acuerdo con las disposiciones legales pertinentes. Como resultado de
21 Todos losji11ll'io11ario., consultados. de la época de Prehisch. algunos de ellos más larde altos direcli·
vos del Banco. fueron contestes en su paternidad sobre la ,o/lemoria Anual. 3) Los il1vcstigaclore.\\· -
algunos de los cuales 1uvicron coniacto directo con Prebisd1 y gozaron de su aprecio. con10 C. F. Díaz
Alejandro- subrayan la paternidad de Raúl Prebi,ch sobre la !vlc111oria. Ya citamos la opinión de Díaz
Alejandro (véase la Nota del Editor al capitulo 43 dd lomo [). Joseph llodara (Prc/Ji.w:/1 y la CEPAL.
1987. pág. 73¡ compa11c y refuer7,a esa lesis. y concisamente se refiere a "'las Memorias del Banco Ccn·
lrnl escrilas por Prebisch desde 1935 hasta 1942"'. 4) Por último. el Neglamcmo del Banco (confrónlese
capítulo 76 de este volumen). si bien indica taxativamenle •1ué departamentos del Banco debían aportar
sus respectivo~ info1111cs para la confección de 1a Memoria. no indica con tanta exactitud cuál era el
punto lcnninal. Cabe pensar <JUe la responsabilidad última con-espondía al prcsid<:nlc y la ejecución
concreta al gerente general. ix1r tratarse <le un docmncntc emincnlen1cnte 1t.:cnicn. Algunos recuerdos
de Prcbisch acerca del doctor Bosch se pueden aplicar en esle caso: el doclor Bosch no era un 1écnico;
él caplaba muy bien; lenía sus ochenla mios pero lúcidos, muy lúcidos. Y o era el gerente general. con
grandes poderes. y [Boschl 111c dio a 111í una con.fianza ilimitada". No cabe. pues. sino pensar que la
preparación de un tlocmucnlo como la i\\1cmoria, por sus características. que reunía eJ análisis
económico. csladíslico y conlable.. es1uvo en todo momento bajo el conlrol inmediato de Prchisch,
cuando no surgió lisa y llanamente de su puño y klra. Por eliminación se llega al mismo resultado. con-
siderando 'lué otra persona. por su ubicación en el Banco, por su vinculación al proyecto del Banco
Central. por su actuación y trabajos antctiorcs. por ~u pcrnrnncncia en el cargo desde la creación dd
Banco hasta la segunda mitad Je 1943. o por su inigualablt! dominio lle la macroccnnomía argentina de
la época. podría haber escrito los capÍlulos aquí publicados.
1 Estas operaciones se explican en el sublítulo 2 del capítulo 78.

ÜPERAClONF.'i CONSTITlJIWAS DEL BANCO CE!'<TRAL
513
esla larca. presentó al Poder Ejecutivo un proyeclo que luego se convirtió en el De-
creto Nº 61.127 sobre operaciones constitu1ivas del Banco Central. dictado el 18 de
mayo de l 935. de cuyo cstriclo cumplimiento se dará cuenta más adelante.
Asimismo, la Comisión. después de haber establecido la lista de los bancos del
país con capital no inferior a un millón de pesos, se dirigió a cada uno de ellos a fin
de comunicarles el número de acciones del Banco Central que les correspondía
suscribir de acuerdo con el m1ículo 5'' de la Ley cmTeSpondiente.
Realizada en esa forma la suscripción de acciones. la Comisión decidió convo-
car a una Asamblea General de Bancos Accionistas p<U"<l que procediese a la elec-
ción de los diez directores que les corresponden conforme c6n lo dispuesto por el
artículo 12 de la Ley del Banco Cenlral.
Tanto en la reunión plcnm·ia de la Asamblea General. como en las reuniones de
los dislintos seclores en que debe dividirse. se adjudicó a los bancos el número de
votos a que tenían derecho según las acciones suscriptas. tomando en cuenta las li-
mitaciones que imponen los artículos 5 y 23 de la Ley. según los cuales ningún
banco accionista puede reunir más de la quin1a pm·te del capital suscripto por el
conjunto de bancos accionistas o disponer de un número de votos que represente
más del 10% del mismo total. En el cuadro anexo se presenta la lista de bancos ac-
cionistas con las acciones suscriptas y la cantidad de votos corrcspondienles a cada
banco. Esta lista co1Tesponde al 24 de abril de 1935. fecha de la asamblea referida.
Debido a los cambios ocunidos posteriormente. se ha alterado la distribución
del número de votos. En primer lug:u-. como los bancos Español del Río de la Pla-
ta, El Hogar Argentino. E. Tornquist y Cía. Ltda. y Argentino Uruguayo. han deja-
do de ser considerados como bancos por el Banco Central en razón de la lransfe-
rcncia de sus depósitos al Instiluto Movilizador de Inversiones Bancarias. no
podrán intervenir en la próxima Asamblea de Bancos Accionistas. En cambio, la
nueva entidad que ha recibi<lo del Instituto Movilizador los depósitos de los cuatro
bancos mencionados, o sea el Banco Español del Río de la Plata Ltdo .. se ha incor-
porado como banco accionista el 9 de marzo. habiéndose 1ransferido a su favor la
cantidad de 456 acciones que corresponden a su capital de mSn 20.000.000,00; es-
tas acciones forman parte de las 647 que había suscripto origin:u·iamentc el anliguo
Banco Español del Río de la Plata. Además de los cambios mencionados. debe
anotarse la liquidación de los bancos accionistas dispues1a ¡xlr el Banco Central: el
Banco Escandinavo Argentino y el Banco halo Español Argenlino.

R,\\Ci, PRl'BISCll
Acciones y rntos eorrespondientes a los bancos accionistas
llaneo
'tinu·ro dt•
"ínncro dt·
at.'l'iont.•s
\\'otos
de la Nación Argentina
2.000
1.000
Bancos provinciales o mixtos
1.918
1.777
de la Provincia de Buenos Aires
1,141
l .000
Provincial de Tucumün
216
2!6
de Córdoba
214
214
Prov. de Santa Fe (Rosario)
139
139
Provincial ele Santa Fe (Santa Fe)
76
76
Provincial de Salta
70
70
ele Mencloza
J6
J6
Provincial de Santiago del Estero
16
16
Provincial de .Jujuy
l ()
l ()
Bancos nacionales
.;J.261
4.120
El Hogar Argentino
J, 141
1.000
Español del Río de la Plata
647
647
de Italia y Río de la Plata
518
518
Ernesto Tornquist y Cía. Ltda.
389
389
de Galicia y Buenos Aires
235
23.'i
Popular Argentino
228
228
Francés del Río de la Plata
21J
213
Nuevo Italiano
IJ7
137
Monserrat Ltdo.
114
114
Comercial de Tucumün
67
67
Argentino Uruguayo
62
62
de Avellaneda
58
58
Comercial Argentino
46
46
Popular Israelita
42
42
Comercial del Tandil
)''
34
- -t
Escandinavo Argentino
J4
14
Dose & Cía. Ltda.
30
30
Sirio Libanés ele! Río de la Plata
29
29

0PERACIO."\\ES CO:\\STITUTIVAS DEL BAl\\CO CE!\\TRAL
515
llaneo
1'1ím<'ro de
l\\ínncro de
ac..TiOll('S
votos
Popular de Corrientes
29
29
Agrícola Com. e lnmob. del Uruguay
28
28
de Olavarría
27
27
Crédito Provincial de La Plata
25
25
Popular de Quilmes
23
23
Comercial ele Rosario
23
23
Comercial de Tres Arroyos
23
23
Popular de Concordia
23
23
ltalo Español Argentino (MendOl.a)
20
20
Nuevo del Azul
16
16
Bancos extranjeros
1.821
1.821
de Londres y América del Sud
430
430
Anglo Sud Americano
413
413
Alemán Transatlántico
189
189
Germánico de la América del Sud
156
156
Francés e Italiano para la América del Sud
130
130
Holandés Unido
114
l 14
The First National Bank of Boston
108
108
ltalo Belga
104
104
The National City Bank of New York
67
67
Supervielle & Cía.
55
55
The Royal Bank of Canada
54
54
Di Nápoli
1
1
Totales
10.000
8.718
Esta primera asamblea fue presidida por el presidente de la Comisión Organiza-
dora doctor don Federico Pinedo. Ministro de Hacienda de b Nación. y tuvo lugar
el día 24 de abril. Los directores elegidos en la misma. junto con el presidente. el
vicepresidente. el director nombrado por el Poder Ejecutivo y el que corresponde
al Banco de la Nación Argentina. integraron el primer Directorio de esta Institu-
ción. cuya renovación parcial deberá efectuarse en la próxima Asamblea General
de Bancos Accionistas.

516
RA!fL PREBISCfl
3. ARQUEO DE LA CAJA DE CONVERSIÜN Y EL CR(,DITO PÚBLICO NACIONAL
En seguidu. la Comisión Organizadora comunicó a los buncos accionistas el pla-
zo hasla el 10 de junio para la integración de la primera cuota de capital. Asimismo.
convocó para el 9 de mayo a una reunión preliminar del Directorio en la que. entre
otras medidas previas a la constitución del Banco. se consideró la aplicación inme-
diata de los decretos del Pcxler Ejecutivo sobre arqueo de las existencias de la Caja
de Conversión y del Crédito Público Nacional. que pasarían a la nueva entidad.
El arqueo de la Caja de Conversión. iniciado el 13 de muyo y terminado el 19
de junio. fue una operación prolija y laboriosa. en que no sólo pudo comprobarse la
rigurosa exactitud de todas las constancias de los libros sobre las existencias de oro
y demás valores de la extinguida Caja. sino también la eficacia de la organización
y de los sistemas de control implantados por sus autoridades.
El arqueo del Crédito Público Nacional. se realizó el 29 de mayo. Fue una ope-
ración breve y sencilla. y cabe hacer idénticas consideraciones que en el caso allle-
rior sobre el régimen imperante en esta otra rep:u-tición nacional incorporada al
Banco Central.
4. INICIACIÓN DE LAS OPER1\\CIO:\\ES
El decreto a que se hizo referencia sobre operaciones constitutivas del Banco
Central. fijó el 31 de mayo como fecha de realización <k las mismas. En su cumpli-
miento, la Caja de Conversión y el Banco de la Nación Argentina realizaron las
transferencias pertinentes al Banco Central y los fondos provenientes del justipre-
cio del met:í.lico fueron dedicados a la amortización de la deuda flotante y reserva-
dos para la cons1itución del Instituto Movilizador en la forma prescripta por la Ley.
Se volverá müs adelante sobre l(Xlas estas operaciones.
El Banco Central. previa una verificación minuciosa de las constancias de di-
chas operaciones. pudo constituirse en la fecha indicada sin interrumpir un solo
instante la continuidad de las diversas funciones que venían a transferirse al nuevo
organismo. Como el arqueo de la Caja de Conversión aún no había tenninado. las
funciones de canje y renovación de moneda siguieron realiz:índose. hasla la termi-
nación de aquél. bajo las autoridades de dicha ins1i1ución. que preslaron en todo
momento su decidida colaboración al organismo encargado de suceder al que ter-
minaba su histórica misión.
La vida del Banco Central de la República Argen1ina se inicia. pues. el 31 de
mayo. en que se reúne el Direciorio en pleno para considerar los actos constitutivos

OPERACIONES CONSffrtrl1VAS DEL BANCO CEJ\\'TRAL
517
y tomur tus medidas iniciulcs parn asegurar su desenvolvimiento futuro. Pero la in-
augurnción oficial del mismo se hizo algunos días más tarde. el 6 de junio. En tal
circunstancia. el Excmo. señor Presidente de la Nación señaló en su discurso el sig-
nificado de la nueva emidad. por medio de la cual el Gobierno se proponía preser-
var de todu injerenciu política las funciones de regulación monetaria y fiscalización
bancaria. A su vez. el Excmo. señor Ministro de Hacienda explicó cómo causas
más poderosas que la voluntm1 de los gobernantes del país. habían trastornudo el
sistema de la Caja de Conversión y aconsejado la creución del Banco Central. para
reunir. poner en orden y dar su máxima eficacia a los distintos elementos dispersos
de nuestra estructura monetaria. Finalmente. el señor presidente del Banco Central.
entre otms consideraciones relativas a las tru·cas de regulación monetaria y de ins-
pección de bancos. destucó la necesidad de crear en el desenvolvimiento del Banco
Central "esa tmdición de huen juicio. de serenidad. de decisión ecuánime. que es la
fuerza vital e imponderable de estos organismos".
Terminaba así la primera etapa del plan de reordenamiento bancario. La otra
vendría algunos meses más tarde. con la constitución del Instituto Movilizador de
Inversiones Bancurias.
5. TRANSFERENCIAS AL BANCO CEN'IRAL
Antes de pasar udelante. conviene recordar brevemente en qué consistían las
transferencias al Banco Central contempladas en las operaciones constitutivas.
La Cuja de Conversión debía transferir todos los renglones de su activo y pasi-
vo. a saber:
Activo
Pash•o
111$11
mSn
Oro
561.006.035.34
Billetes v moneda
subsidiaria
1.215.720.238.80
Títulos del
Empréstito Patriótico
145.291.180.00
Redescuento
216.404.765.02
Crédito contra el
Gobiemo Nacional por
emisio11es anteriores
a la Ley NQ 3.871
293.018.258,44
Total
1.215.720.238,80
'fntal
1.215.720.238,80
Antes de estas transferencias se realizaron las deducciones dispuestas por la
Ley en cuanto a la moneda subsidiaria. o sea los billetes de denominaciones de cin-
co pesos e inferiores y las monedas de níquel y cobre. cuya emisión queda a cargo

5iX
RAUL PREBISCIJ
exclusivo del Estado y sin garantía específica alguna. El monto ele esta moneda era
el siguiente:
mSn
Billetes de mSn 5.(X) e inferiore'
17-t 134.503.00
Monedas de níquel y cobre
37.649.155.80
Total de 1noneda subsidiaria
211. 783.658,80
En consecuencia. ele la emisión total que figuraba en el último balance ele la
Caja de Conversión. se restó el referido importe ele moneda subsidiaria. con el si-
guiente resultado:
mSn
Emisión a cargo de )a Caja de Conversión
1.215.720.238.80
~'lenos moneda subsidiaria
211.783.658.80
Billetes que pasan a cargo del Banco Central
1.003.936.580,00
Al mismo tiemrx>. el crédito de la Caja contra el Gobierno Nacional por las
emisiones anteriores a la Ley N" 3.87 L se redujo en una cantidad equivalente al
importe de los billetes subsidiarios a cargo del Estado. extendiéndose por el saldo
el Bono de Garantía sin interés a que se refiere el ~u-tículo 4º de la Ley N~ 12.160:
mSn
Crédito de la Caja de Conversión contra el Gobierno
Nacional por viejas emisiones
293.01 X.258.44
Menos bille1cs de m$n 5.00 e infcriore'
174.134.503.00
Impor1e del Bono de Garantía sin interés
118.883. 755,44
Dicho Bono, otorgado al Banco Central por el Tesoro Nacional, deberá ser
amortizado en la forma establecida por el ai1Ículo 36 de la Ley N" 12.155.
Debe tenerse en cuenta que mientras de la emisión total de la Caja se dedujo
toda la moneda subsidiaria (billetes y monedas de níquel y cobre). del saldo del
crédito de la Caja contra el Gobierno sólo se restó el importe de los billetes subsi-
diarios. excluyéndose las monedas de níquel y cobre que ascendían a m$n
37.649.155.80. Esta cantidad vino así a acrecentar la diferencia de valor del activo
motivada por la revaluación. haciendo llegar el beneficio total a favor del Estado a
la suma de mSn 701.060.766.42. como se verá a su tiempo.

0PERACI07'JES CONSTITUTIVAS DEL BANCO CENTRAL
519
6. APLICACIÓN DEL BENEFICIO DEL .JUSTIPRECIO DEL ORO
Y LA MONEDA SUBSIDIARl1\\
El justiprecio del oro ha sido el punto de apoyo del programa encarado por las
leyes sobre moneda y bancos. Al recibir todo el metálico de la ü~ja ele Conversión.
el Banco Central le asignó el valor determinado en el Decreto sobre operaciones
constitutivas dentro del límite establecido por la Ley de Organización (N" 12.160).
El oro figura así en el primer balance del Banco Central con un valor de mSn
1.224.4 l 7 .645.96. según este detalle:
Monedas de oro que
Tipo de
Nuc\\'o valor del oro
pasaron al llaneo Central
Cantidad
rcrnl11ad1ín
(m$11/
Argentinos
1.523.329
24.8016
37 .780.996.53
Aguilas N. A.
12.237.843
51.4087
629.131.599.43
Libras esterlinas
22.300.202
25.0000
557 .505.050.00
Total
-
-
1.224.417 .645,96
La diferencia de mSn 663.411.610.62 entre este valor y el que constaba en los
libros de la Caja de Conversión. fue acreditada al Gobierno Nacional junto con el
beneficio proveniente de la moneda subsidiaria ele níquel y cobre. a saber m$n
37.649.155.80. El total de fondos acreditados al Gobierno por estos conceptos en
los libros del Banco Central. ascendió. pues. a mSn 701.060.766.42.
Por otros asientos de libros. este beneficio fue distribuido conforme con lo dis-
puesto por el Decreto ele Operaciones Constitutivas. según el detalle que se observa
en la página siguiente. De los mSn 390.000.000.00 destinados <ti Instituto Moviliza-
dor se invirtió de inmediato mSn 216.404.765.02 en adquirir los documentos redes-
contados por el Banco de la Nación Argentina. que habían sido transferidos al Banco
Central junto con el oro y los otros renglones del activo de la Caja de Conversión. y
cuya administración se encargó a la Comisión de Redescuento. Esta Comisión prosi-
guió sus funciones hasta la iniciación de las operaciones del Instituto Movilizador. el
28 ele diciembre. fecha en 4ue el Banco de la Nación Argentina había cancelado mSn
167.013.613.54 de aquella cifra inicial de documentos redescontados. pagando su
importe mediante transferencias de fondos en el Banco Central.

520
RAOL PREBISCll
Pagudt.l al Banco de la N¡tción.Argcntina:
mSn
Por a111or1izaciá11 clt• la cle11da dirci:ra ch'/ <iohiemo
150.CX>O.O!XJ.OO
Por cimcdaáán ele n111rio111•s de Lcrras clt~ 'frsorería
¡>agaclas a los IJlmcos y orras i11.-ri111cimu·s-
23.440.344.76 173.440.344.76
Pagado a oiros bancos:

Por lY111celacicí11 ele lerra.1· de 'frson•ría"
124.079.66fí.91
124.079.666.91
Para el Instituto Movilizador:
11creclirado en el Blllwo Ccmral !"""' capital
y Foirclo ele Rt•sen-a cid /nstitut''

3911.IXlll.01111.011 390.000.CXlO.CXJ
Diversos:
Pago de• acciones cid /Jairco Cemra! ti<' Ja
Rc·¡11íblica Arge111i11a .mscriptas por el

Go/1iemo Nacional
IO.fXlll.l/00,UO
Pago a orra.\\· i11stil11cio~1t'.\\' por Cl111ct•lt1ciá11
de Letra.< de Tc.wreríii
3.54ll.754.75
13.540.754. 75
Toh1I
7ot.O<.o.7M,42
Es interesante conocer la distribución de los recursos del lnstitulo Movilizador
al inicim· su programa bancario. a fin de establecer clmwnente el destino definitivo
de los beneficios de la revaluación y la moneda subsidiaria. He aquí las cifras:
Pagado al Banco de la Nat:ilH1 Argentina por
mSn
compra de cnidil<" colllrn bancos:~
/:'11 eji·rri m
129.1117.822 .65
178.408.974.13
En doc11111emos r1'1lc.ff11111ados
49.391.151.48
Pagado a otros bancos:
Pagado al Banco Es¡1l11io/ dd Río ele la Plata
Ltdo., a cuenra <le los depósitos que· le
lrt111s/iae el /11stit1110 Mtll'ili:aclor,
prort•nientes de u1atro bancos
170.0110.IJIJll.IXI
170.000.CXJO,OO
Diver~os
1 1.499.939.60
Remanente en efectivo; 5
En el /Janf"o Ccmral ele la Rc¡11í'1/im Argentina
/0.119/ .081i.27
En el /Janco Espmio/ del Nío de 1<1 Plata Ltdo.
:!0.lllXl.lKllJ.IXJ
30.()l) 1.086.27
Total de rec11rsos del I11stit11to M11\\'ilizador
390.000.000,00
1 El imprn1c usado en las cauciones de Letras de Tesorería acordadas por el Banco de la Nacicin Argen-
tina. alcanzaha al 31 de marzo <le 1935 a mSn 278.149.164.76. Una pa11e. mSn 254.708.820.00 fue pagada
por el Banco Central previa su I ramfonnación en Bonos Consnlida,lns del Te"""' Nacional y el reslo. mSn
23.440.344. 76. lo ahonúc:I Gohiemo <:on fondos del hcncficio del rcvaliío del oro y la moneda suhsidiaria.
3 Incluido la pm1e corl'espondienle de 111$11 3.260. 7 41.86 de i111ereses pendientes y de la cancelación dl'
la deuda flotante efectuada posteriomll'ntc al 31 de mayo rnn el remanenle de mSn 11.588.944.56 sin usar
en esa fecha .
.¡ l.A>s crétlilos conlra hancos comprados por el lnslitulo al Banco de !u Naci<'m Argentina ascienden a
mSn 314.083.536.34 de los cuaies mSn l n.408.974.13 fueron pagados de inmedia10 en la fonna indicada
en el te xi o. Por el rcslo.cl lnslilulo se c<»tslituyccndcudordcl B:mcode la N:1ción.
5 Del remanclllc en cfcc1ivo de los recursos del lns1i11110 Movili1.ador. <1uedaha afcclada al 31 de di-
<:iemhr~ pasado la c•ullidad de mSn 1 X .. ~00.(XlO.OOi:n dislintos compromisos.

OPERACIONES COl\\STITUTIVAS DEL 81\\NCO CENTRAL
521
Teniendo en cuenta estas cifras y las consignadas anteriormente. se llega al si-
guiente rcpm"IO de los mSn 701.060.766.42 de beneficios provenientes de la reva-
luación y la moneda subsidiaria:
Recibido por el Banco de la Naciiin Argentin:i:
mSn
Por amorti;aci/m de dt'uda directa dl1I Gohierno
y pago de ca11cio11cs
! 7.IA./11.3././.lt>
Por \\'Cilla al lnstituro lV/lJl'i/i:ador de crédito.'
cunrra
lwnco~ (<fcctiro y doc111ne11tos
rcdc•s(·1mhuil1.\\·)
178 . ./08.97-/, 1.1 351.849.318.89
Recibido por otros bancos:
Por pago de Li•tras de Te!Wrt'l'Í<i
12./.079.61>1>.9]
Por lra11.,fcrc11cia de clc¡uísitos
1711.fK JO 1 Jf JI J.llU
Por tlcpcísito del lnsliruw Mo1·iló1</or
:!0.11110.lllXl,OU 314.079.666.91
Diversos
25.0.fü.694.35
Rcm:incntc del Banco Central:
A.fi11·or dd lnsriruto Mm·i/i~ador al .11 de
dicíem/1rc de 1935
IU.119J.08t>.:!7
10.091.086.27
Total
701.060.766,42
Como se adviene fácilmente en las cifras anteriores. la mayor parte del benefi-
cio susodicho fue transferido por distintos conceptos a los bancos de la plaza. los
que a su vez utilizaron tales fondos en la forma que se ver:í en seguida.
7. EFECTOS SOBRE EL ESTADO DEL BANCO DE LA NACIÓN ARGENTINA
Acaba de señalarse que el Banco de la Nación Argentina recibió la cantidad de
mSn 351.849.318.89 por la amortización de 1:1 deuda directa del Gobierno y el
pago ele una parte de las cauciones de Letras de Tesorería. y por la venta al Institu-
to Movilizador de Créditos contra bancos. Adcmüs. el Banco Central le transfirió
en la fecha de las operaciones constitutivas. la cantidad de mSn 122.556.688.62 por
compra de divisas que el Banco de la Nación Argentina había adquirido por cuenta
y riesgo del Gobierno Nacional. y mSn 254.708.820.00 por cancelación del saldo
de Letras de Tesorería caucionadas por los bancos. El Banco Central. conforme
con lo dispuesto por la Ley de Organización (a11. 7~). realizó este último pago a fin
ele adquirir dichas letras. previa su transformación en Bonos Consolidados del Te-
soro Nacional. En síntesis. los recursos recibidos ¡xir el Banco de la Nación Argen-
tina a raíz de las operaciones en cuestión. fueron los siguientes:

522
RAUL PREBISCll
Recursos provenientes de la revaluación del oro
mSn
y la moneda subsidiaria recibidos por
distintos conceptos
351.849 .318.89
Recursos provenientes del Banco Central.
recibidos por compra de divisas y letras
377 .265.508.62
Total
729.114.827,51
Corresponde ahora examinar el otro aspecto de este proceso. El Banco de la
Nación Argentina recibía por un lado estos recursos y por otro los empleaba en las
siguientes aplicaciones:
a) en transferir al Banco Central mSn 136.316.625.88 de depósitos oficiales y
m$n 69.913.771.63 ele depósitos de la Cám<mt Compensadora. que de acuerdo con
la Ley debían raclic<u-se en esta r nstitucíón. o sea un total ele mSn 206.230.397 .51:
h) en cancelar los mSn 216.404.765.02 de documentos redescontados por el
Banco de la Nación Argentina en la Caja de Conversión y cuya administración. se-
gún se ha visto. estuvo a cargo de la Comisión de Redescuento desde el 31 de
mayo hasta la constitución del Instituto Movilizador. Esta cancelación comenzó in-
mediatairn:nte después de las operaciones constitutivas del Banco Centraí y termi-
nó al iniciar sus actividades el lns1ituto Movilizaclor. mediante la compensación del
saldo todavía pendiente. a saber mSn 49.391.151.48:
e) en separar los fondos depositados por los bancos del interior. en las cuentas
ele efectivo mínimo del Banco Central abienas en los libros del Banco de la Nación
Argentina. Según el balance de es\\e banco. dichos fondos alcanzaban el 31 ele di-
ciembre pasado a mSn 34.353.906.54 en las sucursales en que funcionan c:'tmaras
compensadoras y mSn 38.301.413 .89 en las sucursales sin cámara compensadora.
o sea un total de mSn 72.655.320.43:
d) en la adquisición al Banco Central de la República Argemina de mSn
76.370.000.00 de Certificados de Participación en los Bonos Consolidados clel Te-
soro Nacional:
en tomar Letras de Tesorería del Gobierno Nacional por mSn 12.050.0(X).00.
y ele Yacimientos Petrolíferos Fiscales. por mSn 2.000.000.00.
En suma. el Banco de l:t Nación Argentina. de los mSn 729.114.827.51 recibi-
dos. aplicó mSn 585.710.482.96 en los cinco conccp1os arriba indicados. El rema-
nente de mSn 143.404.344.55 sirvió a dicho banco para acrecentar el efectivo. ro-
busteciendo considerablemente su situación. En erecto. al 31 de diciembre pasado.
el efectivo propio del Banco de la Nación Argentina alcanzaba a mSn
346 101.111.64 (mSn 116.602.636.76 l~n caja y mSn 229.498.474.88 en el Banco

OPERACIONES CONSTfl'lJl'fVAS DEL BANCO CENTRAL
523
Central de la República Argentina) o sea el 252% de sus depósitos totales. que en
la misma fecha ascendían a m$n 1.373.205.654.52.6
Gracias a este incremento de sus fondos disponibles. el Banco de la Nación Ar-
gentina ha recuperado los recursos que puso en juego eficazmente para amortiguar
las consecuencias de una crisis violenta. y llevado su efectivo a totales que se apro-
ximan a los de años anteriores. según se desprende de estas cifras:
Depúsitos y efectivo del Banco de la Naciún Argentina
(Promedios anuales de saldos de fin de mes)
Atios
Depósitos7
Efcl'fivo7
% de efectivo
(En mil Iones de' m$11)
1926
1.507.8
354.7
23.5
1927
1.575.0
393.7
25.0
1928
1.727.6
633.3
36,7
1929
1.730.l
467.9
27.0
1930
1.658.1
281.0
16.9
1931
1.550.8
231.2
14,9
1932
1.526.l
278.5
18,2
1933
1.558.8
275,0
17.6
1934
1.575,5
237.3
15.l
19358
1.373.2
346,1
25.2
8. REPERCUSIÓN SüllRE EL EFECTIVO DEL CONJCNTO DE BANCOS
Un fenómeno análogo ha ocurrido con los bancos restantes. El pago de las Le-
tras de Tesorería en que se encontraban inmovilizados cuantiosos fondos bancarios
desde mucho tiempo alrás. vino también a aumentar la liquidez ele los otros ban-
cos; la cifra correspondiente fue ele m$n 124.079.666.91 (incluidos m$n
2.876.689.80 de intereses).
Asimismo, al aplicar el Instituto Movilizador su programa de saneamiento ban-
cario y transferir a una nueva Institución mSn 363.800.809.58 de depósitos de cua-
tro bancos que con este motivo dejaron de serlo, entregó en compensación. además
6
En las cifras del efectivo, no se han considerado los depósitos en otros bancos, a saber: m$n
9.SCXJ.000.00: y los saldm en el exterior. o sea mSn 25.592.327 ,63.
1 Incluida Cámara Compensadora hasta 1934.
8 Saldo al 31 de diciembre.

524
RAÚL PREBISCH
de aclivo bancario. m$n 170.000.000.00 de efcclivo. que junio con otros m$n
20.000.000.00 deposilados allí mismo en cuellla co1Tien1e. dieron a la nueva insti-
tución una gran liquidez.
En consecuencia. el total de nuevos fondos recibidos por los otros bancos a raíz de
la aplicación de las leyes sobre moneda y bancos. alcanzó a mSn 314.079.666.91.
Como en el caso del Banco de la Nación Argentina. este fuerte incremento fue neu-
lralizado en una cantidad considerable. mSn 118.537.050.00. por la compm de Bo-
nos Consolidados al Banco Central, quedando un remanente ele nuevos fondos de
m$n 195.542.616.91.
Una parte apreciable de ese remanente pasará al Banco de la Nación Argenlina.
En efecto. el extraordinario encaje ele 55% con que inició sus operaciones la insli-
tución creada a raíz del plan del Instituto Movilií'.ador. es un hecho transitorio.
Transcurridos los primeros ticm¡X)S. los fondos excedcnlcs serán destinados a la
compra de activo sano en el Instituto Movilizaclor. el que a su vez <lebení dedicar-
los a amorlizar su deuda al Banco de la Nación por el saldo del valor de los crédi-
tos contm bancos que le ha adqui1ido.') Es conveniente. entonces. consider,ar la si-
tuación del conjunto de bancos (Banco de la Nación más otros bancos) para seguir
examinando la repercusión de las leyes financieras. sobre la situación bancaria.
Antes de la revaluación del oro. a fines de abril de 1935. el conjunto de ban-
cos111 tenía un efectivo de m$n 436,2 millones; al 31 de diciembre. el efectivo habfa
llegado a m$n 827.5 millones aumentando en m$n 391.3 millones.
El aumento cs. desde luego. muy inferior al volumen de nuevos fondos prove-
nientes de la revaluación y la moneda subsidiaria (mSn 701.1 millones) en virtud
de la reabsorción que ya se ha explicado.
Acrecidas las existencias bancarias en la forma que se indicó. la proporción del
efeclivo con respeclo a los depósitos ha subido coffelativamente. de 12.5% a
24.7% entre ab1il y diciembre. Con ello. el conjunto de bancos llega en lo que con-
cierne a sus fondos líquidos. a totales que sobrepasan a los anteriores a la crisis.
como se comprueha en este otro cuadro:
Como ya se ha visto en la llamada 4 de la p:ígina 520 el Instituto <1ucda dchielllln m$n
135.674.562.21 al Banco de la Jllaci1)n por el saldo del valor de los crédilos '-'mira los hancos <JUe ha ad-
<JUiriclo.
10 Estadi~licas <1uc comprenden sólo los principales bancos. En el CenM> Bancario de 1925. dichas
instituciones aharcahan alrededor del 95%, ele los préslmuos y dcpl>silos totales.

ÜPERACIONES CONSTITlrrIVAS DEL BANCO CENTRAL
525
Depósitos y efectivo del con.junto de bancos11
(Promedios anuales de saldos de tin de mes)
A1io
Depósitos
Et'ecli"o
% de et'ecth•o
(En 111il/011cs de 111$11 /
19261!
3.346.6
617.9
18.5
192i!
3.476.8
635.2
18.3
1928
3.836.3
909.1
23.7
1929
3.985.9
704.6
17.7
1930
3.913.2
528.5
13.5
1931
3.730.9
484.1
13.0
1932
3.535.9
595.8
16.9
1933
3.514.3
608.8
17.3
1934
3.464.7
485.3
14.0
19351.'
3.356.7
827.5
24.7
Estas cifras demuestran. por otra parte. que los efectivos bancarios superan lar-
gamente a las exigencias mínimas de la ley. Es cierto que al legislarse sobre este
punto. sólo se ha querido establecer un límite extremo. más allá del cual los bancos
no ¡xxlrían pasar sin ponerse en estado de liquidación o someter a la aprobación del
Banco Central un programa de emergencia tendiente a salir cuanto antes de tan de-
licada situación. Alejarse. pues. del mínimo legal. manteniendo fondos que lo su-
peren ampliamente. es una actitud que recomienda la prudencia mfls elemental. es-
pecialmente en épocas en que el volumen de las actividades económicas es más
bien moderado. Con un efectivo así. los bancos están preparados para facilitar la
expansión de los negocios que sobrevenga al mejorar la economía general. Un
fuerte efectivo. por lo demás, afirma la confianza del público en el sistema banca-
rio. lo que es esencial para su buen funcionamiento.
Que el país disponga ahora de una Institución encargada de suplir las deficien-
cias del medio circulante. no ha de constituir de ningún modo un incentivo para em-
peñarse en encontrar aplicación sistemática a los recw·sos que excedan del límite
11
Esladísticas que comprenden slÍ\\o los principales bancos. En el Censo Uancario de 1925 dichas
institucirn1cs abarcaban al rededor del 95% de los préstamos y depósitos totales.
1~ Sin incluir tres instituciones parn l:is cua\\cs no se obtu\\'icron datos.
13 Saldo al 31 de diciembre.

526
RAÚL PREBISCH
mínimo. Antes bien, todo el sistema funcionará mejor cuanto müs fuerte sea la pri-
mera línea de defensa monetaria constituida por el propio efectivo de los bancos.
Después de años críticos. se ha llegado a esta situación de gran liquidez. Obser-
varla con cuidado para evit:u- a tiempo cualquier tendencia al empleo inmoderado
de esos recursos. debiera constituir la constante preocupación de los dirigentes ban-
carios. :.i fin de que el recuperamiento del país se afirme siempre sobre la realidad
económica.

78
ACTIVIDADES DEL BANCO CENTRAL*
l. VOLUMEN DE LA EMISIÓN MONETARIA
Examinadas las operaciones constitutivas del Banco Central y su incidencia sobre
la situación bancaria. corresponde explicar ahora el desenvolvimiento de sus princi-
pales actividades. comenzando por las que conciemen a la circulación monetaria.
A este respecto. es interesante anotar que luego del complejo de operaciones
emergentes de fa revaluación del oro. la circulación monetaria a fines de 1935. a
saber m$n 1.177 .9 millones. apenas excedía en m$n 6.4 millones a la de un año an-
tes. según se desprende de este cuadro:
Uilletes del
Moneda
31 de diciembre
naneo Central
subsidiaria
Total
(En millones de m$n)
19341
981.8
189.7
1.171,5
1935
981.8
196.f
1.177.9
* N. del Ed. Publicado en Banco Central de la República Argentina, Memoria Anual. Primer Ejer-
cicio. 1935, Buenos Aires, Gotelli, 1936, cap. ll, págs. 17-34. Sobre la redacción de la Memoria t\\1111a/,
confróntese la Nota del Editor al capítulo 77.
1
Li emisión de Ja Caja de Conversión al 31 de diciembre de 193-l. se ha distribuido en billetes
denominados superiores a rn$n 5.00 y moneda subsidiaria. a fin de pcnnitir las comparaciones.
' - Excluida la moneda subsidiaria radicada en las arcas del Banco Central. fuera de circulación.

528
RAÚL PREBJSCH
El hecho señalado. junto con lo que se ha expresado en el capítulo anterior. in-
dica que los fondos de la revaluación puestos en juego al realizarse las operaciones
iniciales de los organismos creados por las nuevas leyes sobre moneda y bancos.
lejos de traducirse en una mayor cantidad de moneda circulante. se han dirigido a
las existencias de los bancos. acrecentándolas en la forma explicada en otro lugar.
2. Los BONOS CONSOLIDADOS y LA REABSORCIÓN DEL MEDIO CIRCULANTE
Se ha expresado al comienzo de esta memoria que el Banco. en su función de
adecuar la cantidad de medios de pago al votumen de los negocios. ha debido. en
su primer período de funcionamiento. propender a la contracción de los medios de
pago antes que a su dilatación. Ha usado con este propósito el instrumento creado
por la Ley. a saber. los Bonos Consolidados del Tesoro Nacional. El Banco adqui-
rió. al constituirse. la cantidad de mSn 400.000.000.00 de estos bonos de 3% de in-
terés y 1/4% de amortización anual acumulativa. No se trataba de una nueva emi-
sión del Gobierno. sino de una transformación en estos nuevos papeles del Estado
del saldo de la caución de títulos del Empréstito Patriótico en la Caja de Conver-
sión. o sea m$n 145.291.180.00 y del importe usado en las cauciones de Letras de
Tesorería en el Banco de la Nación hasta la cantidad de mSn 254.708.820.00.
En vista de la relativa abundancia de fondos en poder de las instituciones de
crédito. el Banco Central inició de inmediato sus operaciones ínterbancarias con
Bonos Consolidados. El 7 de junio. o sea pocos días después de haberse constitui-
do. decidió ofrecer a los bancos accionistas Certificados de Participación en dichos
honos por un valor nominal de mSn 250.000.000.00.
Certificados de Participación en Bonos Consolidados del Tesoro Nacional
colocados en los bancos accionistas
Fin de:
Valor 11omim1I
Valor rt•al
1935
! En 111$11 J
Junio
210.849 .000.00
234.358.721.35
Julio
250.000.000.00
264.249.062.75
Agosto
250.000.000.00
264.249.062.75
Septiembre
250.000.000.00
267 .623.116.00

ACrIVIDADES DEI. BANCO CENTRAL
529
Fin de:
Valor nominal
Valor real
1935
(En m$11)
Octubre
193.165.600.00
210.143.669.60
Noviembre
172.332.700.00
188.014.87 5. 70
Diciembre
178.650.000.00
194.907.050.00
Los bancos tomaron de inmediato m$n 210.849.000.00 nominales. quedando
un remanente de m$n 39.141.000.00. que fue colocado poco después. Los certifica-
dos se colocaron arriba de la par al precio de mSn 120.00 para 30 días. de m$n
109.10 para 60 días y de m$n 104.35 para 90 días. plazos al final de los cuales el
Banco Central se obligaba a recomprarlos por su valor de venta.
Los sucesivos ofrecimientos se hicieron siempre a 90 días de plazo y al precio
de m$n 109.10. excepto el segundo en que el precio fue de mSl1 104.35.
Mediante eslas colocaciones. el Banco Central pudo absorber cantidades con-
siderables de fondos que de otro modo hubiesen gralivado inconvcnientcmente
sobre el mercado monetario. Las cifras del cuadro anterior dan una idea de esta
absorción.
El ofrecimiento de cer1ifíc~dos se hizo conforme con una reglamentación de ca-
rácter provisional. porque así lo aconsejaban las circunstancias. a fin de reunir ex-
periencia para trazar más larde el procedimiento definitivo.
De acuerdo con el procedimiento provisional. los certificados se ofrecían a los
bancos en una cantidad determinada. Si las suscripciones excedían la cifra ofreci-
da. se realizaba la adjudicación teniendo en cuenta el excedente de efectivo de cada
banco sobre el mínimo legal. El interés se liquidaba al final del período. junto con
una comisión del 1%ommal a cargo de los bancos. Si éstos deseaban revender los
certificados al Banco Central antes del plazo estipulado. podían hacerlo en cual-
quier momemo perdiendo intereses por el doble del período que fallare para su
vencimiento.
La práctica de este procedimiento sugirió la conveniencia de ofrecer los certifi-
cados en licitaciones. adjudicílndolos a los mejores postores dentro de las cantida-
des ofrecidas.
Esta y otras ideas. como la de permitir a los bancos compradores el descuento
de los certificados en el Banco Central. se dejaron anotadas para ser propuestas

530
RAÚL PREBL'>C'H
oportunamente a la Comisión del Directorio. encargada de la reglamentación de es-
tas operaciones.3
3. APLICACIÓN DEL REDESCUENTO
Puesto que el Banco Central ha creído conveniente retirar fondos sobrantes en
el mercado. es lógico que las operaciones de redescuento contempladas en la Ley
de creación del Banco Central no podían responder a ninguna exigencia inmediata
de la realidad. Por otra parte. según se expresó. la anterior Comisión de Redescuen-
to seguiría funcionando hasta la constitución del Instituto Movilizador de Inversio-
nes Bancarias. al mismo tiempo que se autorizaba al Banco de la Nación Argentina
a conceder créditos adicionales a los bancos. en caso de ser necesario. por cuenta
de aquel Instituto.
En esta forma. el ciclo de las operaciones de redescuento aplicadas con ca-
rácter de emergencia en momentos difíciles para el sistema bancario. quedaría ce-
rrado con la constitución del Instituto Movilizador. dejándose despejado el c:uni-
no para que el Banco Central. provisto de todos los resortes que la experiencia
aconseje. aplique el redescuento como medio para conseguir la mejor regulación
del mercado.
Mientras tanto. el Banco Central fue considcr:mdo este problema y las bases so-
bre las cuales se establecerían oportunamente las operaciones de redescuento. Se
juzga así esencial. no sólo el examen riguroso del papel que oportunamente se pre-
sente a los bancos. sino también de las actividades de estos últimos. a fin de asegu-
rar que el empleo de los fondos obtenidos por el redescuento de papel elegible se
ajuste a la política de crédito trazada por el Banco Central.
El punto de mayor importancia inmediata a propósito del redescuento. es la fi-
jación de su tipo. porque aun cuando los bancos no requieran redescontar. deberá
establecerse el ti¡xl mínimo a fin de que puedan ser ajustadas las tasas de interés
El 20 de enero de l 936. cl Directorio aprobó la nueva reglamentación para las operaciones in-
terbancarias con Bonos Consolidados del Tes,1ro :\\acional. uiyos puntos principales rnn los siguientes:
se adopta el procedimiento de licitacil>n y al mejor postor: las licitacinnes se efcctuar:ín dm veces por
mes. en fechas fijas: las nfcnas se har:ín sobre la hase del descuento de un valor nominal 1 <Xl. reemhol-
sahle a la par al vcncimicnlo de la operación: los ce11ificadn ... di.: partic1paciú11 podrún dc:-.contarse en d
Banco Centrai a la lasa mínima de r~dL·scuemo para papei de dos fi1mas: el Banco Cenlral se reserva el
derecho de rechazar todas o cual<¡uiera de las propueslas: el Banu> Central podr:í aceptar propuestas
fuera de las fechas fijadas de emisión. a prL'CÍos superiores a los cotizados y acqitadns rn la última lici-
tación ekcluada.

ACI'IVIDADES J)EL BANCO CENrRAL
531
sobre los depósitos de acuerdo con las disposiciones pertinentes de la Ley de
Bancos.4
El decreto reglamentario de la Ley de Bancos establece. en efecto, que el Ban-
co Central deberá fijar el tipo de redescuento dentro de los 180 días de constituido
el Instituto Movilizador. Al cerrar el primer ejercicio. este punto quedaba a consi-·
deración del Banco.
4. GARANTÍA DE LA EMISIÓN
Cabe ahora referirse a la garantía de los billetes y demás obligaciones a la vista
del Banco Central. Al 31 de diciembre. dicha garantía estaba constituida por el oro
proveniente de la Caja de Conversión. que según el tipo de transferencia alcanzaba
a m$n l.224.4 millones. y por oro y divisas en el ext~rior equivalentes a m$n 129,3
millones. o sea una gurantía total de m$n l .353.7 millones. Esta garantía representa
el 137 .88% de los billetes emitidos por el Banco Central y el 80. l l % de todas sus
obligaciones a la vista. incluidos los billetes. según este detalle correspondiente al
31 de diciembre pasado,
m$n
Billetes
981.754.560.00
Cuentas corrientes oficiales
219.186.140,45
Cuentas corrientes de bancos accionistas
(incluidos los depósitos de la C:ímara Compensadora)
482.398.958.44
Cuentas corrientes varias y diversos
6.545.072.22
Total de obligaciones ~· la vista:
1.689.884.731,11
Garantía total de oro y divisas:
1.353.691.547.55
% de garantía:
80.11
4
El 5 de febrero de 1936. el Banco fijti en 3.5'if, la tasa mínima de interés aplic¡1blc. :i pmtir del l"
de marzo de 1936. a las operaciones de redescuento.
Esta tasa se refiere al papel corriente de dos finnas (una comercial, industrial o agropecuaria y otm
bancaria) de 90 días de plazo o menos: parad mismo papel de !RO días de plazo. máximo que pcnnitc
la Ley del Banco Cmtral. 'e aumentará la tasa en 1/8%: pam d papel de tres finnas (dos comerciales y
una bancaria) el Banco aplicará las ta!;as mínimas, t;;on una bonificaci{>11 <le hasta IJ2lí~1; cJ Banco Cen-
tral cstablcccní ade1mís. Jos recargos que corresponda aplicar a las distintas clases de papel elegible.
El tipo de intcr.:s para las operaciones de adelanto a los hancm accio111sta,, !Ja sido fijado de acuer·
do cnn la Ley en un punto sqpcrior al tipn rnínimn. o sea 4.5'/r ..
De arncrdo con la Ley de llaneo' y d tipo mínimo de redescuento fijado. los hancos no podrán pa-
gar más de 2.5'lr, ¡xir lm llcpó,itos de ahorro y más de 0.5'1i. por los depósitos a la \\'is¡a.

53'.2
RAtH. PREBISCH
Como se sabe, la Ley N'' 12.155 exige una garantía mínima de 25'/r;. La propor-
ción anual de 80J l % com¡xirta un excedente considerable. que es donde radica la
potencia de todo el sistema. Si al hablar de la holgada posición de los bancos en
materia de efectivo se aludió a la conveniencia de proceder con moderación en el
empico de los recursos disponibles del sislcma banc;u-io. con mayor razón debe de-
cirse lo mismo de estas reservas del Banco Ccnlral. El mensaje del Poder Ejeculivo
al Honorable Congreso al enviar los proyectos sobre bancos y moneda. llamaba
juslamenle la atención acerca de la necesidad de mantener una elevada pro¡xirción
de garantía en un país agrario como el nuestro. sujelo a inlensas flucluaciones en
su actividad económica. La pro1xirción actual de la garantía de oro y divisas. cum-
ple ampliamente ese propósito y pone al Banco Central en condiciones de atender
una mayor necesidad de medio circulante provocada ¡xir el crecimielllo real de los
negocios o de aliviar oportunamente la presión de un balance de pagos en desequili-
brio a fin de prevenir o moder;u- bruscas oscilaciones en la colización de la moneda.
El oro y las divisas en el exterior a que se hizo referencia. fueron adquiridos en
su mayor parte al Banco de la Nación Argentina por el Banco Central por cuenta y
riesgo del Gobierno Nacional. al realizarse la serie de operaciones constilutivas.
Una proporción considerable de las divisas así obtenidas y de las que más tarde se
adquirieron. ha sido convertida en oro que se encuentra en custodia en el Banco de
Inglaterra y en el Banco lnlemacional de Ajustes de Basilea.
5. EL FONJX> DE DIVISAS Y EL MERCADO DE CAMBIOS
Apa11e de las tenencias de oro y divisas propias del Banco Cenlral. el Gobierno
Nacional. de acuerdo con lo que dispone la Ley de Organización. le ha lransferido
el Fondo de Divisas con las existencias de cambio extranjero adquiridas con el
Fondo de Desbloqueo y el Fondo del Recargo de has1a el 20% sobre las importa-
ciones sin permiso previo.
De !odas las operaciones cfecluadas con estos fondos. el Banco lleva un regis-
lro dclallado y absolutamente independiente de su contabilidad, por cuanto actúa
no por su propia cuenta sino como banquero y agente del Gobierno. quien le im-
parte las inslrucciones al respecto.

ACrIVIDADES DEL BANCO CENTRAL
533
Máxima
Monedas
Máxima
Mínima
Mínima
(En m$11J
%
1 :t:
17.04
16,90
0,3
100 dls.
347.60
341.47
1,8
100 feos.
22.92
22,55
1,6
En el mensaje referido, el Poder Ejecutivo ha explicado el propósito regulador
que se persigue con el Fondo de Divisas. Mediante sus operaciones. se había podi-
do llegar a una relativa estabilidad en los tipos de venta del cambio en el mercado
oficial, que no se ha intcITumpido durante el corto período en que le ha tocado ac-
tuar al Banco Central. como puede verse en el cuadro de más arriba con las cotiza-
ciones máximas y mínimas de las principales monedas en el período junio-
diciembre de 1935.
En nota dirigida al sefior Ministro de Hacienda de la Nación. el 18 de octubre
de 1935. el Banco Central consideró conveniente seflalar que a su juicio ya no exis-
tían las circunstancias que habían determinado anteriormente la adopción del siste-
ma de licitaciones de cambio a fin de adjudicar a los mejores postores la oferta dia-
ria de moneda extranjera. Reputaba el Banco que la previsora acumulación del
Fondo de Divisas. pcnnitía satisfacer sin inconvenientes esa demanda diaria aun-
que la oferta fuese inferior. o absorber toda la ofc11a aunque supemsc a las exigen-
cias de la demanda. En virtud de ello. el Banco Central. por resolución del Ministe-
rio de Hacienda de la Nación. fue autorizado a fijar directamente el tipo de cambio
teniendo en cuenta las circunstancias dél mercado.5
Este procedimiento representa una simplificación del anterior y pone al Banco
Central en mejores condiciones pam actuar en el mercado, toda vez que su inter-
vención sea exigida por las circunstancias.
5 El 2 de enero de 1936 ~·omenzó el Banco a hacer uso de esla autori7.ación, fijando directamente
el lipo vendedor.

534
RAÚL PREBISCH
6. TRANSFERENCIA PARCIAL DE LAS OPERACIONES DE CONTROL DE CAMBIOS
De acuerdo con el m1ículo 14 de la Ley de Organización. mientras no se resta-
blezca la libertad del mercado de cambios. el Banco Central debe ajustarse. como
es natural. a las normas fijadas por el Poder Ejecutivo en lo que concierne a las
operaciones de control de cambios que le han sido transferidas. para lo cual ha sido
necesario establecer una estrecha cooperación basada en una clara delimitación de
funciones. Conviene recordm· que t;m sólo algunas de las tareas de control de cam-
bios han sido transferidas al Banco Central. El otorgamiento de permisos de cam-
bio para importaciones y otras remesas al exterior. responde en cierto modo a la
política económica general del Gobierno y está afectado. en la mayor pm1e de los
casos. a las disposiciones de convenios internacionales. El Ministerio de Hacienda
de la Nación. pues. por intennedio de su Oficina de Control de Cambios. sigue eje-
cutando estas funciones. así como también el control de las divisas que deben en-
tregar los exp011adores a los tipos oficiales. En cambio. se ha transferido al Banco
Central las tareas que se relacionan más propiamente con el mecanismo del merca-
do de divisas. En el ámbito del mercado oficial. el Banco Central opera con los
bancos autorizados: compra el cambio proveniente de la exportación y vende las
divisas necesarias. de acuerdo con los permisos otorgados por la Ot'icina respectiva
del Ministerio de Hacienda. Controla así, todas las operaciones realizadas por los
bancos en este mercado. fiscalizando al mismo tiempo los ingresos en el fondo de
beneficios de cambio y el cobro del recargo de hasta 20% sobre las remesas por
importaciones sin permiso previo.
En su misma posición de agente finai1ciero del Gobierno Nacional. el Banco ha
seguido de cerca la aplicación de los convenios referidos más arriba en lo tocante a
las operaciones de cambio. La aplicación del convenio con Alemania ha sido obje-
to de especial consideración. por cuanto de acuerdo con las prácticas existentes.
sólo puede aumentarse la tenencia de Reichsmarks cuando existe suficiente deman-
da para entregas futuras de esta moneda.
7. APLICACIÓN DE LA LEY DE BANCOS
De lo expresado en otro lugar se desprende que la aplicación del redescuento
presupone la existencia de un sistema permanente de información de las activida-
des de los bancos. Ello y la aplicación de la Ley de Bancos. constituyen los pro-
pósitos primordiales que se persigue actualmente con el desenvolvimiento de '!as
actividades de la Inspección de Bancos.

ACl'IVIDADES DEL BANCO CENTRAL
535
El tiempo transcurrido entre la constitución del Banco Central y la del Instituto
Movilizador de Inversiones Bancarias. ha sido un período de transición desde el
punto de vista de la aplicación de la Ley de Bancos. El Instituto Movilizador se ha
establecido llevando a la práctica sin pe11urbación alguna para la plaza un progra-
ma bancario que viene a facilitar considerablemente la acción del Banco Central,
tanto en lo que concierne a sus funciones de regular la moneda y el crédito, como
en lo tocante a la aplicación de las disposiciones de la ley tendientes a conseguir un
grado satisfactorio de liquidez en los establecimientos de crédito.
La tarea realizada durante el primer ejercicio en.cuanto a esas disposiciones, ha
sido pues, de carácter preparatorio, por la razón indicada.
Ante todo. fue necesario proceder a la inscripción en el Banco Central de todos
los bancos no accionistas. De acuerdo con las disposiciones de la Ley de Bancos y
su Decreto Reglamentario. dichos bancos están obligados a solicitar al Poder Eje-
cutivo, por conducto del Banco Central. autorización para seguir funcionando.
Al 31 de diciembre pasado se habían presentado 55 solicitudes. sobre las cuales
el Banco Central dictaminará oportunamente después del prolijo estudio que en
cada caso realiza. Aparte ele ello. se tiene a estudio otras entidades. a fin de de1er-
minar si están o no sujetas a la Ley de Bancos.
Otro de los asuntos que preocuparon desde el primer momento. fue la organiza-
ción de un sistema de infonnaciones que permita al Banco Central seguir ele conti-
nuo el efectivo ele los bancos y vigilar el cumplimiento de las disposiciones legales.
Teniendo siempre en cuenta las prácticas bancarias. se prescribió una serie de plani-
llas p;u·a que los bancos declm·en mensualmente al Banco Central los saldos diarios
de su efectivo y sus obligaciones a la vista y a plazos. Con ese motivo ha sido nece-
sario mantenerse en continuo contacto con los bancos evacmmdo sus consultas y
formulando las indicaciones pertinentes. hasta conseguir el propósito que se perse-
guía. Con la aplicación por el Instituto Movilizador del programa bancm'io referido.
el cumplimiento de las disposiciones sobre efectivo mínimo es general; los pocos
casos ele excepción que se estudian en cslos momentos. revisten escasa importancia.
El Banco tiene también bajo su consideración el examen ele los planes ele liqui-
dación de inmuebles, acciones. obligaciones y participaciones presentados por los
bancos en cumplimiento del artículo 4º de la Ley de Bancos. Se espera el venci-
miento ele la prórroga acordada para la presentación de tales planes (31 ele marzo
próximo) para resolver en definitiva sobre las propuestas y trazar en lo posible nor-
mas de C<U'ácter general.
Otros puntos concernientes a la Ley de Bancos fueron sometidos de continuo al
Banco Central. Al resolverlos. se ha puesto siempre el mayor empeño en evitar
perturbaciones innecesm'ias. propendiendo a una evolución gradual y sin violencia
hacia los objetivos que la ley persigue.

536
RAUL PREBISCll
En esta maleria. se ha colocado en manos del Banco Central una facultad que
deberá usarse siempre con tacto y moderación. Todos los bancos del país están so-
metidos a inspecciones periódicas o extraordinarias y obligados a suministrarle las
informaciones que el Banco les solicite acerca de su funcionamiento. La Ley y su
Decreto Reglamentario. en vi11ud de los motivos fundamentales que se explican en
el Mensuje del Poder Ejecutivo al Congreso. han colocado estas tareas de inspec-
ción hajo la inmediata dirección del presidente del Banco. para permitir la más am-
plia independencia de criterio y decisión en todos aquellos asun1os que pudieran
afectar a las instilucioncs accionistas.
En el cumplimiento de esta función. el Banco pondr;í un cuidado extremo y l;.i
irá desarrollando paulatinamente. a medida que se vaya formando el personal que
reúna todas las condiciones para realizarlas.
Sin pe1:íuicio de este criterio. se ha practicado algunas inspecciones de carácter
indispensable: una de ellas decidió al Banco Central a decre1<u· la liquidación de un
banco en uso de las atribuciones que le confiere la Ley 12.156. según se verá en lu-
gm· pertinente.
8. FUNCIONES COMO AGENTE Fll'\\ANC!ERO DEL GOBIERNO NACIONAL
Se ha examinado sumariamente en las páginas anteriores la forma en que el
Banco Central ha cumplido las funciones de regulación de la moneda y el crédito y
de vigilancia bancaria que la ley le confía. Falta reseñar las tareas desempeñadas
en su función de agente financiero del Gobierno Nacional.
Una de ellas ha sido la colocación de Le1ras de Tesorería por cuenta de este
último. Después de la consolidación de Letras de Tesorería efectuada al realizarse
las operaciones constitutivas del Banco Central. sólo quedó en circulación la canti-
dad de mSn 56.450.CXlO.OO que se ha venido pagando regulannente. ya sea con el
producto de la colocación de nuevas Letras de Tesorería o con recursos propios del
Tesoro Nacional. La colocación de nuevas Letras de Tesorería se hace por licita-
ción abierta a cualquier postor. tenga o no el carácler de banco. A continuación se
presenta un cuadro demostrativo de las operaciones realizadas en esta fonna. por
cuenta del Gobierno Nacional:

ACl"JVIDADES DEL BANCO CEl'ffRAL
537
Operaciones en Letras de Tesorería del Gobierno Nacional
Tipo de Interés de la
!\\fonio
Suma
Suma
Suma
Monlo
suma adjudicada
Fecha:
a \\•encer
olh'Clda
suscrlpla adjudicada
en clr-
culución
311días
611días
911dlas
1935
(En miles de m$11)
(Tipo medio,%)
Jul.
1
9.000
9.000
5.500
5.500 50.500
-
-
2.886
Ago.
l
9.000
9.000
6.250
5.250 46.750
-
-
2.880
Ago. 31
9.000
9.000
8.400
8.400 46.150 2.500
2.833
3.000
Sep.
30 15.500 15.500 10.000
7.000 37.650 2.750
3.CXlO
3.000
Oct.
31
16.750 25.CXlO 40.400 16.750 37.650 2.348
3.CXXl
2.974
Nov. 30
9.000
-
-
-
28.650
-
-
-
Dic.
lO
15.800 25.CXlO 25.300 24.800 37.650 2.454
2.833
3.000
También ha intei·venido el Banco en distintas operaciones de títulos. caución de
valores. etc .. realizadas por cuenta del Gobierno Nacional o de reparticiones au-
tónomas. Pero sin duda. una de las tareas más importantes que le conciemcn en
esta materia es la colocación de valores nacionales. ya sea directamente o mediante
sindicatos. conforme se expresa en el artículo 1 O del decreto reglamentario de la
Ley del Banco Central.
El Banco. fuera de algunas operaciones de menor cuantía. no ha podido aún
emprender estas actividades en razón del programa de colocación de títulos que el
Gobierno Nacional había conce11ado antes de la creación del Banco Central. Mien-
tras tanto. se ha ido preparando la organización pe11inente que permitirá prestur la
cooperación que en lo futuro pueda requerir el Tesoro Nacional.

RACL PRl'lllSCH
9. COMPARACIÓN ENTRE EL éLTIMO Y PRIMER BALA:\\CE DEL EJERCICIO
Pocas consideraciones es necesario formulru- con respecto a los balances después
del examen efectuado acerca de las actividades del Banco en su primer ejercicio.
Para facilitar una apreciación de conjunto de las transformaciones ocurridas. se
presenta un cuadro comparativo entre el balance inicial y el final del ejercicio.
acompañado de una somera explicación del contenido y variaciones registradas en
cada rubro.
Renglones del Halance del Banco Central de la República Argentina
(En miles de 111$11)
Al31 de
Al 31 de
1nayo
diciembre
Diferencia
ActiFo
Oro en el país
1.224.418 1.224.418
-
Oro y divisas. corresponsales en el exterior
122.557
129.274 +
6.717
Moneda subsidiaria
11.008
15.653
+
4.645
Bancos accionistas.
Cuenta Suscripción de Acciones
9.500
5.008
-
4.492
Bono de Garantía
118.884
118.884
-
Bonos Consolidados del Tesoro Nacional
400.000
221.350 -
178.650
Títulos Nacionales - art. 34. Ley 12.155
-
14.124
+
14.124
Inmuebles
-
1.295 +
1.295
Diversos
-
65
+
65
1.886.366 l.731J.071 I - 156.295
Pasivo
Capital suscripto
20.000
20.000
Billetes
964.424
981.755
+
17.331
Cuentas corrientes de bancos accionistas
578.5:n
482.399
96.134
Cuentas corrientes oficiales
136.338
219.186 +
82.848
Cuentas corrientes varias
1.888
5.704 +
3.816
Recursos para el capital
del Instituto Movilizador
10.000
J 0.00<)
Recursos para el Fondo de Reserva

ACTIVIDADES DEL BANCO CENTRAL
539
Al31 de
Al31 de
mayo
diciembre
Diferencia
Pasivo
del Instituto Movilizador
163.595
-
- 163.595
Gobierno Nacional, recursos para el pago
de la deuda flotante bancaria
11.589
-
-
11.589
Diferencia de cotización de
Bonos Consolidados
-
16.257 + 16.257
Amortización de inmuebles
-
240 +
240
Ganancias y pérdidas
-
3.690 +
3.690
Diversos
-
841
+
841
1.886.366 1.730.071 - 156.295
Nota: Cifras redondeadas en miles. Debido a ello. existen pequeñas diferencia' en algunas sumas.
Oro en el país: Este renglón no ha experimentado variaciones después de la re-
valuación practicada a razón de m$n 25.00 por libra esterlina oro.
Oro y divisas. Corresponsables en el exterior: Los saldos de esta cuenta no re-
presentan las variaciones en la tenencia total de oro y divisas. en virtud de los tras-
pasos que frecuenternente se efectúan entre este renglón y el Fondo de Divisas del
Gobierno Nacional.
Moneda subsidiaria: Al constituirse el Banco y aceptar depósitos en efectivo
de los bancos, recibió la cantidad de m$n 11.008.133.62 de moneda subsidiaria,
haciéndola figurar en su activo y acreditando su importe en las cuentas corrientes
de tales bancos en el Banco Central. Esta tenencia de moneda subsidiaria ha ido
aumentando paulatinamente hasta llegar a m$n 15.653.147.86 al 31 de diciembre.
Como la cantidad emitida de esta moneda se ha mantenido en m$n 211.783.658.80
desde el 31 de mayo. el aumento indicado demuestra que el público y los bancos
requieren actualmente para sus transacciones una cantidad inferior a la emitida.
Aquella tenencia del Banco Central desempeña pues el papel de una reserva de
moneda subsidiaria que permitirá atender el aumento gradual que sobrevenga en
las necesidades del público y de los bancos sin necesidad de solicitar al Gobierno
en el futuro inmediato la ampliación de la cantidad inicial. Como se sabe el
artículo 36 de la Ley de Banco Central establece que la emisión de moneda subsi-
diaria sólo podrá efectuarse por el Gobierno a solicitud y por intermedio del Banco
Central, hasta un máximo de m$n 20.00 por habitante.

540
RAÜL PREB!SCll
Bancos accionistas. Cuenta suscripción de acciones: Esta cuenta se ha reduci-
do de m$n 9.500.000.00 al 31 de mayo a mSn 5.008.000.00 al 31 de diciembre. fe-
cha en que vencía la integración de la segunda cuota de acciones. En dicha fecha
existía un solo banco en mora.
Las entidades accionistas que el Banco Central ha dejado de consiclenu- como
bancos por haber transferido sus depósitos al Instituto Movilizaclor de Inversiones
Bancarias. pueden seguir teniendo las acciones suscriptas inicialmente. de acuerdo
con las disposiciones de la Ley. pero sin derecho a intervenir en la Asamblea de
Bancos Accionistas.
Bono de Garantía: Este bono representativo de la responsabilidad del Gobier-
no Nacional por el remanente del saldo de emisiones sin garantía metülica anterio-
res a la Ley 3.871. ha permanecido sin variación. pues sólo se amortiza con Ja mi-
tad de la ganancia proveniente de las emisiones de moneda subsidiaria. que según
se ha expresado. no ha habido necesidad de realizar.
Bonos Consolidados del Tesoro Nacional: Debido a la colocación entre los
bancos de mSn 178.650.000.00. valor nominal. de Certificados de Pat1icipación en
dichos bonos. la cantidad inicial de m$n 400.000.000.00 queda reducida a m$n
221.350.000.00. Como se expresó en otro lug:u·. el Banco tiene la obligación de
recomprar dichos certificados.
Títulos Nacionales: La cantidad de m$n 14.124.260.00 que figura al 31 ele di-
ciembre. representa el valor de compra de rn$n 14.690.000.00 nominales de títulos
nacionales adquiridos de acuerdo con la Ley, a fin de invertir el capital del Banco.
Inmuebles: Hasta el penúltimo balance del ejercicio sólo figuraba el inmueble
de la calle Reconquista por un valor de mSn 500.000.00. Al preparar el balance fi-
nal se resolvió contabilizar el inmueble de la calle San Martín. aún pendiente de es-
crituración, considerando que su valor está ampliamente cubierto con el Fondo de
Reserva General que corresponde fonmu- con parte de las ganancias líquidas del
año. El primer inmueble ha siclo amortizado en 35% y p~u-a el segundo se consti-
tuye una reserva de mSn 239.500.00 (24.7%) destinada a futuras amortizaciones.
Copila/ susaipto: La cifra inicial de mSn 20.000.000.00 permanece sin varia-
ción. El Banco no ha resuelto por el momento ampliar su capital.
Billetes: Hasta el balance ele la primera quincena de diciembre. en que fue de
mSn 939.206.420.00. la cifra de billetes emitidos se mantenía ahajo de la cifra ini-
cial del 31 de mayo que fue de mSn 964.423.820.00; pero en el balance de la se-
gunda quincena o sea el balance final del ejercicio. la emisión sube bruscamente a
mSn 981.754.560.00 debido principalmente a los billetes retirados para reforzar
inicialmente las cajas del nuevo establecimiento surgido del programa bancario a
que se hizo referencia en otro capítulo.
Cuentas rnrrientes ha11rnrias: Es difícil desentrañar todos los factores que in-

ACTIVIDADES DEL BANCO CENTRAL
541
fluyen en las variaciones de las cuentas corrientes de los bancos accionistas. cuyos
saldos responden a la vez a las exigencias del efectivo mínimo y de la Cámara
Compensadora. La adquisición de Certificados de Bonos Consolidados por los
bancos y fa cancelación del redescuento por el Banco de la Nación Argentina. han
sido los principales factores de disminución de estas cuentas. En camhio. los fon-
dos recibidos por los bancos a raíz del Instituto Movilizaclor. constituyen los prin-
cipales factores de aumento. El resultado neto de la acción de estos factores y otros
de menor importancia. se tradujo en una disminución de mSn 96.133.63455 en
este renglón del balance. que suma al 31 de diciembre mSn 482.398.958.44.
Cuentas rnrrie11tes oficiales: El aumento del saldo de estas cuentas en mSn
82.848.630.95 obedece principalmente a operaciones financieras del Tesoro Nacio-
nal y al movimiento de los recursos clisponihlcs del Fondo de Beneficios de Camhío.
Estos recursos disponibles aumentan. por un lado. JXlr el crecimiento del Fondo
y por otro por la realización de divisas o valores en que dichos fondos se habían in-
vertido transitoriamente.
Cuentas c:orrirntes rarias: Este renglón se inicia y termina en el primer ejerci-
cio con cantidades relativamente pequeñas. correspondientes a cuentas que no cabe
incluir en los rubros anteriores. Durante el ejercicio. sin embargo. ha tenido saldos
hasta de mSn 196.()93.364. l J. provenientes del ingreso de fondos a la cuenta de la
Comisión de Redescuento. cuyo objeto se ha explicado en otro capítulo. 1x>r can-
celaciones de redescuento efectuadas por el Banco de la Nación Argentina.
Recursos para el capital y el Fondo de Reserm del Instituto Movili:ador: En el
primer capítulo se ha explicado la evolución de estas cuentas. El saldo de los fon-
dos del Instituto se encuentra ahora entre las cuentas corrientes oficiales.
Gobierno Nacional. Recursos para el pago de la deuda j7ota11te bancaria: Se
refiere al remanente al 31 de mayo ele los fondos provenientes de la rcvaluación ad-
judicados al Gobierno Nacional. Posteriormente. este remanente fue dedicado a
nuevas cancelaciones de Letras de Tesorería.
Diferencia de 1·01i:ació11 de Bonos Co11solidados: Corresponde al excedente so-
bre la par obtenido al colocar en los hancos los Certificados de Bonos Consolida-
dos. Se trata de saldos transitorios. que desaparecen tan pronto como los bancos re-
venden los certificados al Banco Central por el mismo precio real de compra.
Amorti:adón de inmuebles: Cuenta nueva con los fondos que se destinan a la
amortización del inmueble de la calle San Martín. una vez escriturada la adquisición.
Ga11a11cia.1· y pérdidas: Corresponde a la utilidad líquida del ejercicio. que no se
distribuye hasta la aprobación por la Asamblea de Bancos Accionistas.

54:.!
RALJL PREB ISCI 1
10. CUENTA DE GANANCIAS Y PI~RDIDAS
El Banco Central. a pesar de cor1stituir una sociedad por acciones de carácter
independiente (con lo que se ha querido sustraer sus funciones monetarias de la in-
fluencia de intereses fiscales o del juego de factores políticos) no persigue primor-
dialmente el propósito de obtener utilidades. Este propósito sería incompatible mu-
chas veces con la buena regulación de la moneda y el crédito. En realidad. el
Banco se encuentra en condiciones de cubrir los gastos normales de su funciona-
miento sin necesidad de intensificar la colocación de sus recursos. cuando éstos no
fueren requeridos por exigencias reales de los negocios. y sin verse precisado a
competir con la banca particular en cambios. títulos u otras operaciones. en que el
Banco sólo debe tener ix>r mira un fin regulador.
Bajo este concepto hay que considerar las ganancias líquidas del primer ejerci-
cio. Ascienden a mSn 3.689.789.56 y constituyen. como ganancia. una cantidad alta-
mente satisfactoria para un organismo que apenas se inicia. Empero. en ningún caso.
presente o futuro. deberá juzgarse la eficacia del Banco a través de estas cifras.
Formulada esta aclaración previa. corresponde analizar la cuenta de Ganancias
y Pérdidas. cuyas cifras se presentan en el cuadro anexo.
Cuenta de Ganancias y Pérdidas
Ejercicio de mayo 31adiciembre31de1'>35
DEBE
HABER
(E11 m$11j
Intereses y
Intereses
8.047 .271.95
COllllSIOnes 3.089.046.93
Comisiones
415.349.21
Gastos
Diversos
2.858.32 8.465.479.48
generales
l .222.400. l 3
Amortización
de inmue-
bles
414.500.00
Diversos
49.742.86 4.775.689.92
Utilidad neta
3.689.789.56
8.465.479,48
8.465.479,48

Acn VIDADES DEL BA"iCO CENTRAL
543
La utilidad bruta del ejercicio ascie1\\de en los siete meses a mSn 8.465.479.48.
formada principalmente por el renglón de intereses. que llega a mSn 8.047 .271.95
en razón de los cobrados sobre los Bonos Consolidados del Tesoro Nacional y las
inversiones en divisas. Los mSn 415.349.21 de comisiones. corresponden princi-
palmente a operaciones de los Departamentos de Cambios y Títulos; debe destacar-
se que el Departamento de Cambios comenzó a funcionar activamente en las
últimas semanas del año. por cuya razón sus ingresos no constituyen un índice re-
presentativo de todo el ejercicio.
En cuanto a las salidas. el renglón principal. de mSn .Hl89.046.93. está forma-
do por los intereses y comisiones pagados. especialmente los abonados a los ban-
cos sobre los Certificados de Participación en los Bonos Consolidados. Los gastos
generales han insumido mSn l.222.400.I 3. incluidos los g:1stos de instalación que
en esta forma se amortizan por completo. La amortización de inmuebles. mSn
414.500.00. alcanza al 28.2<k del valor de las dos propiedades adquiridas. En el
caso del inmueble de la extinguida Caja de Conversión. pendiente aún de cscritura-
ción. se constituye una reserva para amortización. que est;í comprendida dentro de
la cifra anterior y será aplicada una vez que la operación se finiquite.
La diferencia entre las utilicbdes brutas y las salidas arroja la utilidad neta o
líquida ya referida. de mSn 3.689.789.56. De acuerdo con las dis¡xlsiciones del <ff-
tículo 51 de la Ley de Banco Central. corresponde aplicar estas utilidades en la si-
guiente forma:
a) el 20%, o sea mSn 737.957.91 al Fondo de Reserva General;
b J del remanente. deberá pag:mse el dividendo sobre las acciones: se propone el
dividendo máximo de 5% que correspondía abonar así: mSn 291.666,66 sobre los
mSn 10.000.000.00 de capital integrado por el Gobierno Nacional el 31 de mayo y
m$n 78.810.04 sobre los mSn 4.992.000.00 de capital integrado por los bancos en
distintas fechas:
e) del remanente de m$n 2.581.354.95 corresponde. según la Ley. destinar un
nuevo 10% para el Fondo de Reserva General o sea rnSn 258. L\\5.49.
d) del remanente. se propone a la Asamblea de Bancos Accionistas. destinar la
cantidad de mSn 600.000.00 para constituir un fondo de reserva especial afectado a
los gastos de instalación. a la ampliación del local en la forma referida al considerar
los inmuebles y para hacer frente a posibles conling:cncias del próximo ejercicio:
e) queda un remanente final ele mSn 1.721.219.46. que conrormc con la Ley
debe ser acreditado al Gobierno Nacional. el que. por este concepto y el de divi-
dendo. recibirú así una participación de mSn 2.014.886.12 en las ganancias del pri-
mer ejercicio del Banco Central.

79
ORGANIZACION DEL BANCO CENTRAL*
l. REGLAMENTO INTERNO PROVISIONAL**
Durante el breve lapso comprendido por el primer ejercicio del Banco. fue ne-
cesaiio desplegar un esfuerzo considerable ele organización para afrontar las distin-
tas funciones que le tocaba desempeñar. de las cuales se ha ciado una explicación
sumaria en capítulos anteriores.
A fin de fijar los lineamientos generales de la vasta tarea que debía emprender-
se. el Banco aprobó el 4 de junio. pocos días después de su constitución. un Regla-
mento de carácter provisional. donde de acuerdo con la Ley se definen claramente
las funciones del Directorio y la Presidencia y se establece el mecanismo interno
del Banco. delimitándose las atribuciones y responsabilidades de los distintos fun-
cionarios y departamentos.
Con el fin de facilitar la realización ele las tareas que le conciernen. el Directo-
rio se ha dividido en las siguientes Comisiones:
a) la Comisión Consultiva. compuesta por el vicepresidente y dos miembros de-
signados por el Directorio. encargada de asesorar al presidente en los asuntos que
éste le someta o en los que la Comisión crea conveniente hacerlo: y dictaminar en
los proyectos ele resolución que el Directorio le envía en consulta:
b) la Comisión de Tesoro y Emisión. compuesta por el vicepresidente y dos
miembros. que tiene a su cargo la vigil:mcia y fiscalización de las operaciones rela-
tivas al oro. los billetes del Banco, la moneda subsidiaria y la incineración de bille-
tes. Esta Comisión desempeña tareas análogas a las que anteriormente tenía el Di-
rectorio de la Caja de Conversión:
c) la Comisión de Crédito Público. integrada por el vicepresidente y dos miem-
bros que no pertenezcan a firmas o entidades particulares interesadas en las opem-
* N. del Etl. Puhlicac.lo en Banco Central e.le la República Argentina. Memoria Anual. Primer
Ejercicio. 1935. Buenos Aire>. Gotelli. 1936. cap. 111. p:ígs. 35-47. Sohre la rcc.lacción de la Memoria
Anual. véase In Nota e.le! Editor al capítulo 77.
*~
N. del Ed. El Rcglame.nto •e produce in extenso en d capítulo 76 e.le c•tc volumen.

ÜRGANJZACIÓN DEL BANCO CENTRAL
545
ciones de compra y venta de títulos, que vigila y fiscaliza las operaciones del Ban-
co como agente financiero del Gobierno Nacional en lo referente al pago de cupo-
nes, los sorteos y licitaciones y la inutilización e incineración de valores. Desempe-
fla, pues, funciones análogas a las que ejercitaba la Junta del Crédito Público;
d) la Comisión de Fiscalización. compuesta de tres miembros, encargada de la
vigilancia y fiscalización del resto de las operaciones del Banco. Ha dictaminado
previamente sobre todas las autorizaciones de gastos presentadas al Directorio.
Asimismo, la Comisión ha examinado y suscripto el balance y la cuenta de ganan-
cias y pérdidas del p1imer ejercicio;
e) la Comisión Económica y Financiera, compuesta de tres miembros que debe
infonnar periódicamente al Directorio acerca del estado económico y financiero
del país y de los acontecimientos de índole internacional que influyan particular-
mente sobre el mismo: y proponer al Directorio la redacción de los informes que el
Banco deberá presentar al respecto al Gobierno Nacional, así como la Memoria
que se someterá a la Asamblea de Bancos Accionistas.
Además de estas comisiones permanentes, han sido designadas durante el pri-
mer ejercicio las siguientes: la de Presupuesto, que dictaminó sobre los sueldos del
personal en el primer ejercicio, el presupuesto para el ejercicio próximo y las de-
signaciones de personal; la de Bonos Consolidados. que estudió la reglamentación
de las operaciones interbancarias de Certificados de Participación en dichos bonos;
la de Reglamento. encargada de estudiar las modificaciones al Reglamento Prnvi-
sional: la de Edificación. que examinó el problema del local del Banco. aconsejan-
do la solución a que se alude en la parte pertinente de la memoria; la de Cámaras
Compensadoras. que dictaminó sobre la reglamentación de las Cámaras en todo el
país; la de Corresponsales en el exterior, que aconsejó sobre los bancos extranjeros
que podían designarse como conesponsales; y la de Contabilidad. que dictaminó
acerca de los asientos y el balance constitutivo del Banco.
Debido a las razones a que se aludió anteriormente. no fue necesario designar
en el primer ejercicio la Comisión de Redescuento, que por disposición de la Ley
de Banco Central debe examinar todos los documenLos presentados para su redes-
cuento, ad<.¡uisición o a título de garantía de adelantos.'
En punto a la organización administrativa, el Banco se ha dividido en siete re-
particiones a cargo de jefes. cuyas tareas están bajo la dirección y coordinación in-
mediata de la Gerencia General de acuerdo con las normas e instrucciones emana-
das del Directorio y de la Presidencia. Es conveniente hacer una breve reseña sobre
la forma en que se ha desanollado este plan de organización en la práctica. para
cuya mejor comprensión se inserta en la página siguiente un gráfico demostrativo.
1 El Directorio designó esta Comisión con fecha 11 de enero de 1936.

546
RAÚL PREBJSCH
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ORGANIZACIÓN DEL BANCO CENTRAL
547
2. DEPARTAMENTO DEL TESORO
Interviene en los movimientos de fondos del Banco y tiene la custodia de las re·
servas metálicas y dem.ás valores.
Este Departamento ha absorbido. pues. las funciones de renovación y canje de
moneda que con-espondían a la extinguida Caja de Conversión, las relativas a la
atención de las cuentas corrientes oficiales transferidas al aanco Central por el Ban-
co de la Nación Argentina y las de la Cámara Compensadofa de la Capital Federal.
Aparte de las distintas reformas introducidas en el régimen de trabajo pam la
mayor eficacia y mejor coordinacióo de las tareas transferidas a este Departamen-
to, se han introducido cambios fundamentales de procedimiento entre los que se
destaca el relativo a las cámaras compensadoras.
El Banco. consul!ando las enseflanzas de la experieQcia. dictó la reglamenta-
ción de todas las cámaras. tanto de la Capital Federal como del interior. en sustitu-
ción a los convenios que hasta entonces estaban en vige11cia. Las cuentas que los
bancos tenían en las mismas. han sido transformadas en las de efectivo mínimo.
cuyos saldos sirven al mismo tiempo de base a las operaciones de compensac(ón.
La nueva reglamentación tiende a dar el máximo de seguridad y seriedad a la
compensación de valores. Establece. entre otras garantías. que los bancos deberán
tener depositados fondos que igualen por lo menos el importe de los valores que
traen a compensar y permitan cubrir los saldos que resultaren en su contra en el
canje. Otra innovación consiste en la cámara de valores rechazados, que aliviará el
trabajo exigido a los bancos de la plaza por la devolución de valores.
En el mecanismo interno de la cámara de la Capital Federal. se han introducido
diversas modificaciones que permitieron reducir su costo y aumentar la celeridad y
seguridad de las operaciones.
Las cámaras del intúior funcionan en las sucursales del Banco de la Nación Ar-
gentina. Los fondos están radicados en dichas sucursales, pero son absolutumcnte
independientes de su propio efectivo y figuran en sus balances en cuentas de orden.
conforme con lo convenido con aquella institución.
Las cuenta<; de efectivo múlimo ccmespondientes a localidades sin cámam com-
pensadora. también han sido abiertas en las sucursales del Banco de la Nación in-
dependientemente del efectivo de éstas.
Además de las tureas descriptas poco antes. este Departamen~o ha sido epcarga-
do del estudio de la sustitución de la emisión monetaria actual dispuesta por los ar-
tículos 5º y 6'1 de la Ley de Organización.
A raíz de ello. se propuso oportunamente al Poder Ejecutivo un plan de canje
de la moneda subsidiaria que el Banco administra por cuenta del Gobierno Nacio-

548
RAÜL PREBJSCll
nal. Con respecto a los billetes subsidiarios. el Poder Ejecutivo aprobó el tempera-
mento sugerido por el Banco de modificm· la leyenda y las firmas de las piezas ac-
tuales y proceder así a su canje. En cuanto a la moneda subsidiaria de cobre. se ex-
presó al Poder Ejecutivo con fecha 1 O de septiembre la conveniencia de emitir
nuevas piezas de 1 y 2 centavos. en sustitución de las monedas de cobre acuñadas
de acuerdo a la ley general de monedas NLl 1.130. con el fin de adoptar un tipo más
manuable. que facilite su uso.2
El temperamento referido en materia de billetes subsidiarios. obedece a la nece-
sidad de estudiar cleteníclamente esta materia. Tocias las observaciones recogidas
hasta ahora demuestran la posibilidad de mejorar sensiblemente nuestros billetes.
desde distintos puntos de vista, adoptando procedimientos más perfeccionados. En
la selección de estos procedimientos gravitan consideraciones de distinta naturale-
za. relativas al costo de la maquinaria y la impresión. a la intensidad de produc-
ción. a las garantías contra falsificaciones. a la duración de los billetes. etc. Todo
ello está siendo objeto de un meditado estudio. p<m1 cuya realización se han solici-
tado diversos elementos de juicio aportados por la experiencia de los países extran-
jeros. Una vez terminado. el Banco someterá las conclusiones pertinentes al Poder
Ejecutivo. encargado por la Ley de resolver en materia de moneda subsidiaria.
El mismo estudio permitirá al Banco decidir el procedimiento más adecuado
para emprender el canje definitivo de los billetes superiores a 5 pesos. que están a
su cargo. Mientras tanto. se seguirá un procedimiento análogo al de los billetes
subsidiarios. cambiando la leyenda y firma de los billetes actuales para iniciar su
canje.
3. DEPARTAMENTO DE TiTULOS
Tiene a su cargo las operaciones de Certificados de Participación en los Bonos
Consolidados a las que ya se hizo referencia. y todas las operaciones en valores na-
cionales. tanto por cuenta del Banco como las que le corresponde realizar por cuen-
ta del Gobierno Nacional. según lo expresado en otro capítulo.
A este Departamento se ha incorporado el extinguido Crédito Público con las
mismas tareas. a saber: el pago de cupones de la deuda interna de la Nación y de la
Municipalidad de la Capital y la atención de las amortizaciones de títulos; además.
se le han transferido análogas tareas con respecto a la deuda externa de la Nación.
que antes estaban a cargo directo del Ministerio de Hacienda. al cual se someterá
2
El tipo pn.lyectado mantiene las mismas hase' para la aleación mctúlica, pero reduce el diúmctro
de la' moneda' de 2 y J ccntavu" de 20 a 25 milímetros a 20 y 16 rcspcdivamcntc: y d pcsu. de \\O y 5
gramo .... a 3 1 (2 y 2. según el orden indicado.

ORGANIZACIÓN DEL BANCO CENTRAL
549
oportunamente las bases a ser convenidas con los agentes fiscales o pagadores para
la debida atención de dicho servicio.
Este Departamento ha tenido en los últimos tiempos un trabajo administrativo
intenso. Las funciones del Crédito Público. al iniciar el Banco sus operaciones. se
resentían aún del esfuerzo extraordinario que tuvo tJue desplegar con motivo de la
conversión interna. Afortunadamente. la contabilidad ha podido ponerse al día y la
intensidad con que se ha venido realizando la verificación e incineración de los va-
lores rescatados o no circulables. que en gran cantidad se encontraban en los anti-
guos tesoros. permitirá en breve plazo normalizar por completo estas tareas.
En el curso del ejercicio bajo informe. este Dc¡xu-tamento ejecutó las operacio-
nes de conversión de varios empréstitos dispuestos por el Gobierno Nacional en
sus decretos del 27 de abril y I'' de julio de 1935. relativos a dos empréstitos nacio-
nales y cinco provinciales. De t<xlas estas operaciones. así como de la atención de
los servicios de renta y amortización. del estado de la Deuda Pública y demás tra-
bajos efectuados por este Departamento en cumplimiento de las funciones del Ban-
co como agente financiero del Gobierno Nacional, se dará cuenta ampliamente en
la memoria prcscripta por el artículo 20 del Decreto Reglamentario de la Ley de
Creación del Banco Central.
El Departamento de Títulos funciona en el mismo local del Crédito Público, de
propiedad del Gobierno Nacional. en el que éste ha terminado recientemente diver-
sas mejoras. entre otras la construcción de un amplio tesoro destinado a la custodia
de valores nacionales.
4. DEPARTAMENTO DE CAMBIOS
Tiene a su cargo t<xlas las operaciones en oro y cambio extranjero realizadas
por cuenta del Gobierno Nacional y del Banco y una parte de las tareas de control
de cambios. según el concepto que se ha explicado en otro lugar.
El Fondo tic Divisas del Gobierno Nacional y el oro y las divisas adquiridas di-
rectamente ¡xir el Banco con sus propios recursos pero por cuenta y riesgo del Go-
bierno Nacional, están bajo la inmediata gestión de este Departamento, de acuerdo
con las correspondientes instrucciones superiores.
Conforme se iba desarrollando su organización interna y las relaciones con los
corresponsales en el exterior. este Depmtamcnto fue tomando a su cargo las opera-
ciones oficiales de cambio que antes ejecutaba el Banco de 1\\1 Nación Argentina.
Al tenninar el primer ejercicio. sólo faltaban algunas operaciones de menor cuantía
para completw· el conjunto de tareas que le conciernen.
Las operaciones del Departamento de Cambios consisten por ahora en la com-

550
RAÚL PREBISCH
pra a los bancos autorizados de divisas provenientes de exportaciones regulares:
estas divisas se incorporan según las circunstancias al Fondo de Divisas del Go-
bierno o a las tenencias de oro y divisas del Banco; venta de tales divisas a los ban-
cos autorizados para que éstos liquiden los permisos otorgados por la Oficina de
Control de Cambios: arhitrajes con el exterior; transformación de divisas en oro en
el exterior o viceversa; remesas de fondos para la atención de los servicios de la deu-
da pública externa y otras transferencias oficiales. Además. tiene a su cargo la parte
que le concierne en los convenios de camhio. como se ha referido en otro lugar.
En cuanto a las tareas de control transferidas a este Depm·tamento. conciernen a
las operaciones de cambio realizadas por los bancos autorizados: el movimiento de
las tenencias de cambio de los bancos. tanto de las divisas compradas en el merca-
do oficial como en el libre: la percepción del recargo de hasta el 20% sobre las im-
portaciones sin permiso previo; y otras de menor impo11ancia.
Finalmente. y de acuerdo con lo referido <intes. ¡¡ partir del 2 de enero ele 1916.
este Departmnemo deberá fij¡¡r cliariamcllle. ele conformidad con instrucciones su-
periores. el tipo de venta de cambio oficial. prescindiendo del sistema de licitacio-
nes que se venía aplicando desde fines de 1933.
5. DEPARTAMEl\\TO DE CRÉDITO
Como no se ha presentado la necesidad de efectuar operaciones de redescuento
y adelanto a los bancos. se prefirió concentrar las fuerzas del Banco en la organiza-
ción de otras rcp:u·ticioncs. postergando la del Departamento de Crédito. La opor-
tunidad ha llegado y en breve plazo se dará comienzo a su organización. utilizando
p:u·te del personal de la extinguida Comisión de Redescuento.
Al Dep:u·tamento de Crédito le corresponderá el examen de las solicitudes de re-
descuento y adelanto de los bancos. Con este propósito. debcr:í mantenerse en estre-
cho contacto con la Inspección de Bancos y organizar un amplio sis1em<1 de informa-
ciones. que sirva no sólo para determinar el carácter elegible. del papel que se traiga
al redescuento. sino también para el estudio y calificación de las carteras bancarias.
6. CONTABILIDAD Y CONTROL
Esta repartición tiene a su cargo la contabilidad central del Banco y la inspec-
ción y verificación de las operaciones de los otros departamentos. Para la tarea se-
ñalada en segundo término. el contador o el personal autorizado puede intervenir
cualquier rep:u·tición cuando lo considere oportuno.

ÜRGAN17ACIÓN DEL BANCO CENTRAL
551
La tarea de esta dependencia del Banco ha sido intensa. pues fue necesario or-
ganizar el sistema contable con la celeridad impuesta por la conveniencia de tener
todas las anotaciones al día. tanto las correspondientes al Banco como las que éste
realiza en calidad de agente financiero del Gobierno Nacional.
7. INSPECCIÓN DE BANCOS
No es necesario describir las funciones de esta repartición después de lo que se
expresó en otro capítulo acerca de las mismas. El desarrollo de las mismas se va
operando gradualmente. pues es indispensable preparar personal que tenga la com-
petencia. tacto. discreción y flexibilidad de criterio. sin los cuales la verificación de
las operaciones bancarias podría originar perturbaciones o degenerar en exigencias
burocníticas que la Ley ha querido evitar a toda costa.
8. INVESTIGACIONES ECONÓMICAS
Su tarea es examinar continuamente la situación económica y financiera del
país y los hechos exteriores que la afecten. produciendo los informes p<;!rtinentes.
Además. debe intervenir en la compilación y análisis de las estadísticas correspon-
dientes a las distintas actividades y departamentos del Banco.
Esta repartición ha sido transferida por el Banco de la Nación Argentina. Al
constituirse el Banco. se tomó parte de su personal experimentado para confiarle
rareas en otras reparticiones. La Oficina ha debido. pues. reconstituirse y formar un
nuevo plantel de empleados con conocimientos teóricos adecuados y capacidad
para la ejecución concreta de trabajos estadísticos y de análisis económico. Esta la-
bor de carácter preparatorio. ha aconsejado postergar la reanudación de la Revista
Económica para el segundo ejercicio del Banco.
9. ASESORÍA LEGAL
La Asesoría Legal ha debido desplegar gran actividad en razón de la diversidad
de casos planteados en la aplicación e interpretación de la Ley de Creación del Ban-
co Central y la Ley de Bancos. A ello vino a agregarse la tarea de liquidación .del
Banco Argentino de Fomento. que el Banco Central resolvió confiar al seiior asesor
legal por no encontrarse en ese momento organizada la Inspección de Bancos.
El banco relcrido. que era una entidad de escasa importancia, con depósitos por

552
R1U°JL PKEBJSCIJ
sólo mSn 450.000. cerró sus puertas el 18 de julio. Se procedió de inmediato a ins-
peccionarlo. pudiéndose comprobar así que había perdido m;ís del 75% de su capi-
tal y que por lo tanto estaba comprendido dentro de las disposiciones del artículo
369 del Código de Comercio. El Banco Central decidió entonces liquidarlo. de
acuerdo con lo dispueslo ¡xH el artículo 15 de la Ley de Bancos.
Las operaciones de liquidación se han iniciado activamente. Han sido vendidos
en pública subasta todos los muebles y útiles que no requería la liquidación. para
evitar cuanto antes el elevado gasto de alquiler. Se ha intervenido en numerosos
juicios en trámite e iniciado muchos otros por documentos que se hallaban en ges-
tión privada. Se ha percibido normalmente los créditos. considcr:índose que los
pendientes son cobrables en buena pat1c. Sólo falta. pues. afrontar la venta de los
inmuebles. que se encuentra detenida a la espera de la tasación encomendada a los
peritos del Banco Hipotecario Nacional.
En cuanto a pagos. sólo se han realizado los más indispensables. como alquile-
res, impuestos. etcétera.
10. SELECCIÓN DEL PERSONAL DEL BANCO
Ha sido una preocupación primordial del Banco seleccionar cuidadosamente su
personal. Ha tenido la ventaja. en ese sentido. de contar con el personal experimen-
tado que prestaba servicio en las distintas reparticiones que se le incorporaron.
Hasta el 31 de diciembre de 1935 ingresaron en comisiún 276 empicados proce-
dentes del Banco de la Nación Argentina. de la Oficina de Control de Cambios y de
las repa11iciones transferidas: el Crédito Público Nacional y la Caja de Conversión.
Una comisión compuesta de funcionarios superiores examinó prolijamente los
antecedentes y la competencia de estos empicados y propuso el nombramiento de-
finitivo de los 179 que reunían las mejores aptitudes. El Banco efectuó estas desig-
naciones elevando en muchos casos los sueldos del personal deficientcmcntc remu-
nerado. Se reintegraron 83 empicados. 68 de los cuales a su pedido. y 14 quedaron
prestando servicios en comisión.
En cuanto al personal nuevo. se ha establecido la norma lle incorporarlo provi-
sionalmente. previo un examen de anlecedcnles cuya forma varía según la índole y
jerarquía de los cargos. a fin de tom;u· una impresión directa del rendimiento en el
trabajo. Terminada esta prueba. que por lo general dura algunos meses. se propone
la designación de los candidatos al Directorio. el que debed confirmarlos antes de
un año para que el nombramiclllo tenga carácter definitivo.
En los cargos superiores. el propósito de cont;u- con funcionarios de primer or-
den. aconsejó efectuar gradualmente las designaciones. procediéndose a examinar

ORGANIZACIÓN DEL BANCO CEJ\\"l'RAL
553
con detención los antecedentes de las personas a las cuales el Banco resolvió ofre-
cer dichos cargos.
Las mismas prácticas se seguirán en la selección de los empleados que se nece-
siten. al efectuar las futuras designaciones.
Los resultados del procedimiento implantado se han sentido de inmediato. El
Banco cuenta con un personal competente y eficaz. que trabaja con gran empeño
por consolidar el prestigio y la autoridad indispensables para que esta Institución
cumpla las impo11antes funciones públicas que las leyes le han confiado.
11. EL LOCAL DEL BANCO
La falta de un local apropiado. obligó a dispersar las reparticiones del Banco en
distintos edificios desvinculados entre sí. lo que no deja de ser un inconveniente
sensible para el funcionamiento de las mismas.
Las autoridades ocupan el antiguo edificio de la Caja de Conversión. en donde
se encuentra el tesoro con las reservas y demás valores de la Institución. En ese
mismo edificio funciona una parte del Dcpm·tamento del Tesoro.
Otro edificio de la calle San Maitín. alquilado por un año. enfrente del anterior.
se destina principalmente a la Inspección de Bancos. a Contabilidad y Control y al
Departamento de Crédito. En un tercer edificio. el del antiguo Crédito Público, ubi-
cado en la misma cuadra de la calle San Martín. desarrolla sus tareas el Departa-
mento de Títulos. Finalmente. el Departamento de Cambios. la Oficina de Investi-
gaciones Económicas y el resto del Departamento del Tesoro. ocupan en la calle
Reconquista distintos locales cedidos por el Banco de la Nación Argentina.
Bastan estas informaciones pm11 comprender la urgencia que tenía el Banco en
afrontar la solución del problema del local. procurando concentrar las distintas de-
pendencias dispersas.
No se consideró ni oportuno ni conveniente invertir una parte apreciable del ca-
pital del Banco en un gran edificio propio de c:u·ácter definitivo. Era neccsm"io. por
otro lado. tener alguna experiencia en el funcionamiento del Banco para no come-
ter errores fundamentales en la distribución interna de un nuevo edificio. Por estas
razones, se ha creído más aconsejable buscar una solución transitoria. que dote al
Banco de w1 local que le permita funcionar adecuadamente en sus primeros años.
Se decidió así proponer al Gobierno Nacional la adquisición del local de la extin-
guida Caja de Conversión. comprando al mismo tiempo el edificio de la calle Re-
conquista 240/250. que linda parcialmente con el anterior en sus fondos. Esta
última operación se hizo primero. El inmueble. con l.356 m~ de superficie. de los
cuales 950 m~ son utilizables para oficinas. fue adquirido por la suma de m$n

554
RAÍJL PRE!llSCll
500.000,00 y podrá ser ocupado por el Banco a partir del 1" de septiembre
próximo.
En seguida se concertó con el Gobierno Nacional la compra del inmueble de la
Caja. con una superficie de l.555 m2• por la suma ele mSn 970.000.00 importe de la
tasación del Banco Hipotecario Nacional. comprendido el tesoro. Esta operación
fue sometida por el Poder Ejecutivo al Honorable Congreso y aprobada por una de
las Cámaras. Mientras tanto. se ha convenido en depositar en títulos su importe en
una cuenta especial del Ministerio de Hacienda.
Como la superficie utilizable de estos inmuebles es inferior a lo que el Banco
requiere. se ha resucito edificiar un amplio local para oficinas en Jos fondos del an-
tiguo edificio de la Caja de Conversión. en tal forma que comunique directamente
con la propiedad de la calle Reconquista y con la parte que subsistirá del edificio
de la Caja. o sea el cuerpo principal del mismo hasta el vestíbulo p;u-;1 la atención
del público. inclusive.
La superficie del terreno en que se construirá este nuevo local. es de 566 m2 y
permite elevar una construcción muy adecuada a sus fines. con 5.000 m2 de super-
ficie cubierta. El costo de la construcción será aproximadamente de mSn
550.000,00.
Con el fin de amortizar los inmuebles adquiridos. se propone a la Asamblea de
Bancos Accionistas un castigo de mSn 175.000.00 (35%) en el inmueble de la calle
Reconquista y una reserva de m$n 239.500.00 (24.7%) para amortizar la propiedad
de la extinguida Caja de Conversión una vez finiquitada la operación. El valor ini-
cial conjunto de ambas propiedades. se reduce pues de m$n 1.470.000.00 a mSn
l.055.500.00. Esta última cantidad cabe íntegramente dentro del fondo de reserva
que propone constituir con la proporción de las ganancias del primer ejercicio que
prescribe la Ley.

80
VINCULACION ENTRE EL BALANCE DE PAGOS,
EL MERCADO DE CAMBIOS Y
LOS MOVIMIENTOS MONETARIOS*
Estábamos estudiando la vinculación entre el balance de pagos y el mercado de
cambios.
Explicamos en Ja clase anterior los renglones del balance de pagos. y recorda-
mos que el oro. usado como moneda. tiene precisamente el propósito fundamental
de pennitir que cualquier diferencia positiva o negativa en las cuentas internacio-
nales de un país. pueda pagarse con ese oro. Esto ocurre en un régimen de libre
movimiento del oro. que se ha dado en llamar "régimen de pa1rón oro". En una si-
tuación en que no nos encontramos hoy.
Llegamos en la clase anterior a confundir la oferta de cambios en el mercado.
con el activo del balance. y la clemancla con el pasivo: o sea. que la oferta de cam-
bios está dada por el volumen ele las expo11aciones del país. más la cantidad de ca-
pital extranjero que se invierte en el país. esto es los renglones del activo del balan-
ce: y la demanda de cambios, por las cantidades que el país trene que pagar en el
exterior, los servicios del capital extranjero. remesas de pai1iculares. etc .. o sea. los
renglones cuya descripción numérica hemos hecho en la clase anterior.
Dijimos también que la oferta y la demanda de cambios se ejercitaba a través
de los bancos. Cuando un comerciante exporta al exterior. vende sus letras a los
bancos: cuando importa. compra cambio a los bancos. El Gobierno para pagar los
servicios de la deuda pública, 1ambién hace lo mismo: compra su cambio. En una
palabra, en los bancos se concentra todo el movimiento de cambios.
Agregué también que algunas operaciones de inversión de capitales dan lugar a
una negociación de cambio: operación que se realiza fuera del país: pero el lugar
físico donde se realiza no tiene importancia.
Bien, p~m1 seguir en la teoría del patrón oro. o sea. alejados por el momento de
* N. del Ed. Clase del curso de Economía. segunda parte. dictada el 20 de mayo de 1936 en la Fa-
cultad de Ciencias Económicas de la Universidad de Bucnm Aires. El original dactilografiado. existente
en la Biblioteca del Banco Central. cst;Í corregido de puilo y letra de Prebisch.

556
RAÚL PREBISCH
la realidad actual. vamos a suponer que el balance está en completo equilibrio. o
sea que el activo es exactamente igual al pasivo. y que sobrevenga una ruptura del
equilibrio del balance. por un incremento de la exportación del país. El país tiene
una cosecha extraordinaria y sus exportaciones aumentan en razón de esa mayor
cosecha.
¿Cuál será el primer efecto sobre el mercado de cambios?
Por lo pronto. no suponemos ninguna transformación de los otros renglones del
balance.
Ese aumento en la oferta de moneda extranjera tendr:í las mismas consecuen-
cias que el aumento de la ofc11a de cualquier mercadería. Si los otros elementos no
se alternan. hará bajar el precio de la moneda extranjern. ¿Hasta qué punto bajará
el precio?
Hasta el punto en que sea más conveniente importar que exportar oro. aproxí-
niadamt •lle hasta el 1 %.
Por supuesto que esa cantidad. el 1 %. no es una cantidad fija. depende del tlete.
de la prima del seguro. del interés del dinero. porque el oro mientras viaja represen-
ta un costo. porque cuando se manda o se trae del exterior. representa un capital. En
una palabra. ese 1 % es una cifra aproximada. A veces es mayor. otras menor.
Supongamos que el punto de entrada o salida del oro es del 1 %. No es una can-
tidad fija. depende de los factores mencionados.
¿Cuál es la paiidad de la libra?
Dól:u-es 5.04. o sea mSn 11.45. Supongamos. o mejor dicho siguiendo la supo-
sición anterior. que hay un aumento extraordinario de libras en el mercado. porque
la exportación ha crecido.
Las libras tienden a bajar de precio. El precio par o sea el costo de la libra en el
instituto emisor. es de mSn 11 .45. Hubo veces que ir con dinero a la ex Caja de
Conversión. tomar libras y exportarlas costaba más barato que comprar cambio en
los bancos.
¿Hasta dónde puede vari:u· la libra? ¿Pude ir a mSn 12?
No, porque en el caso que suba a m$n 12 habría mSn 055 de diferencia y conven-
dría export:u· oro. Nadie va a querer pagm mSn 12 porque hace este cálculo. Compra
libras aquí a m$n l L45. que más el 1 % de gastos. o sea m$n OJ Lle salen a mSn l 1.56.
y las envía a Londres con un costo más barato que comprar cambio a los bancos.
Sucederá lo que ya ocurrió en el país a fines de 1927. y principios de 1928. jus-
tamente por aumento de las exportaciones y también por incorporación de capitales
extranjeros: había una oferta excesiva de libras. el precio de las cuales tendía a ba-
jar. Convenía más comprar las libras en oro en este mercado. y con ellas comprar
oro en el mercado de Londres y traer ese oro, llevarlo a la Caja de Conversión. y
récibir mSn 11.45.

VINCULACIÓN EJl.'TRE BALANCE DE PAGOS Y MERCADO DE CAMBIOS .
557
La libra hubiera empezado a caer de su precio; hubiera ido a m$n ll.40. a
11.35. y se hubiera aproximado al gold poillf de entrada. y el exportador. en vez de
entregarlas a m$n 11.30 daiia orden a su corresponsal de transformar esas libras en
oro. y traer ese oro; porque por cada libra hubiera percibido m$n 11.45 menos el
1 %; o sea alrededor de m$n 1 l.34. De manera que trayendo el oro. siempre obtiene
un precio que no difiere en más o en menos del l %. con respecto a la par.
Lo mismo en el caso contrario. si la demanda de lihras es muy grande. el com-
prador. el importador. o la empresa extranjera que tiene que hacer remesas al exte-
rior. en lugar de pagar la libra a mSn 11.8. irá al instituto emisor. cambiará pesos
por libras oro a m$n 11.4.5. y gastará 1 % por costo de transporte. etc .. y la libra le
resultará a m$n l l.4.5 m:ís mSn 0.1145 igual m$n 11.5665. en el supuesto de que el
gold poillt sea el l %.
De manera que en un régimen de patrón oro. el precio de la libra no puede pa-
sar para arriba de m$n 11,56 y para abajo de mSn 11,34. Esos son los dos límites:
máximo y mínimo del precio de la libra. Eso siempre que se pueda importar y ex-
portar libremente el oro; cosa que no siempre sucede.
Cualquier traba que se ponga a la exportación e importación del oro perturba el
mecanismo. Aquí. por ejemplo. el país estaba en el patrón oro en 1928 y 1929, y
sin embargo la diferencia entre el precio par y el precio real llegó en cierto momen-
to al 3%.
La gente pagaba hasta 3% más del precio par de la libra, no obstante ser posible
ir a la Caja de Conversión y trnn:u· oro. porque el sistema de patrón oro todavía no
se había suspendido.
Eso fue. no por una deficiencia técnica del sistema. sino porque se veíu con ma-
los ojos la exportación de oro. Había muchos bancos y comerciantes que preferían
pagar 3% más antes que ser mal vistos por sus extracciones de oro de la Caja de
Conversión. porque la gente tiende a considerar que cuando sale el oro del país. el
país se desangra. y cuando entra. está en un momento de gran prosperidad.
A veces eso es cierto y otras no; otras más depende de la razón por la cual sale
o entra el oro.
Ustedes ven entonces. que si bien es cierto que el precio de la moneda, o que
las vai·iaciones del precio de la moneda. en un régimen de patrón oro. están sujetas
a las mismas influencias de la oferta y de la demanda que afectan a todas las mer-
caderías. dada la posibilidad de extraer oro del instituto emisor. estas variaciones
no pueden ir más allá del punto del oro. No porque estas variaciones obedezcan a
intluencias distintas de las que afectan a las demás mercaderías, sino porque se ha
establecido una técnica especial que permite sacar oro o hacer traer oro cuando el
precio va más allá. Se concibe también el precio de cualquier mercadería regulado
en esa forma. Para bien o para mal. Yo no voy a entrar a estudiar la técnica de los
cambios. porque eso pertenece al curso de bancos.

55~
R,\\l;L Pkl'.\\llSCH
Sigo analizando los efectos ulteriores de esta intervcnc1on. El primer erecto
probable. aparente. es el de un de•;cquilihrio como el que estudiamos: el crecimien-
to de la exportación trajo consigo la importación de oro: pero antes de ese efecto
palpable que la gente ve. se ha nrmlucido en el mcrcidn una consecuencia de gran
importancia monetaria.
El oro. antes ele su entrada en el país. puede quedar dcposiwdo en el exterior. El
exceso de letras que se ofrece en el mercado ya ha dilatado 1:1 cantidad de medio
circulante en poder del público o a disposici(m del público.
Los bancos compran las letras y se inicia <k inmediato la expansión del medio
circulante.
Esa operación de compra de h1s letras se traduce en un crecimiento ele los clc-
pcísitos de los bancos. pues los exportadores al vender las letras a los bancos. éstos
les ;1crediu111 el equivalente en cuenta corriente. de la que el exportador hace uso
para sus pagos. Sobreviene en esta forma instant;íneamc~nte la expansión del medio
Circulante. No es necesario. pues. que venga el oro.
Bien. ¡,qué efectos tiene este crecimiento de los depósitos en el interior del país?
Alumno scfior Bonif'accini: Aumentan los precios. no en la misma proporción
que aumenta el medio circulallle.
Señor Prehisch: Eso es lo que dice todo libro que circula en el país sobre esta
materia: "El aumento en la cantidad de medio circulante. producido a raíz de un
desequilibrio. aumenta los precios". Y no hay nada menos exacto que eso: que es el
resabio de la vieja teoría monetaria. construida admirablemente en los comienzos
del desarrollo de la economía y precisada por Ricardo. que fue un banquero muy
sagaz y de gran talento. que describió con gran lucidez ciertos fenómenos moneta-
rios. pero que no disponía del caudal de experiencias. estadísticas y hechos concre-
tos que un siglo después nos ha dado la estadística: pero con todo. se sigue repi-
1 iendo lo que Ricardo dijo hace m:ís de 100 aflos. o sea que "entrando oro al país.
aumenta la cantidad de medio circulante y suben los precios". Al subir los precios
es más conveniente vender en este país. "Afluyen así las importaciones. a este país.
o al país en cuestión".
Crece el pasivo del balance de pagos. y así tiende a equilibrarse con el activo.
En el fondo es fundamentalmente exacto. pero la J'orma es dcfccwosa. Es inexacto
que los precios crezcan L'.n c.~as condiciones.
;.Por qué razón sub\\.: el nivel de precios?
;.Cómo conciben que en un regimen de libertad comcrci:ll va a subir el nivel de
precios de la Argentina ;1rriba del nivel general de precios de otro país?
En un régimen de patnín oro. salvo los cscaslsimos rnsos de monopolio. como
v;1111os a ver. aumentan las importaciones. pero no aumentan porque aumentan los
precios sino que aumentan por un incremento de réditos. como vamos a describir.

V l'iC(Jl.ACfO:\\ El\\TRI'. BALA!\\CE DE PAGOS Y \\IERC:\\DO DE CA~lBIOS
559
Hay quienes siguen sosteniendo ese error. Disculpable cuando se formuló la te-
oría. pero no ahora. después de cien aíios. cuando tenemos en todos los países esta-
dísticas para ver si es o no exacto.
Aquí no hay un solo caso en que nuestro nivel de precios haya subido sensible-
mente. y el nivel de precios mundial o ele los principales países que comercian con
el nuestro. no haya subido.
Y no tienen más que hacer un c;ílculo muy sencillo. Supónganse ustedes que
los precios de exportación tienden a subir an"iba del nivel del precio mundial del
trigo. del maíz. ele! lino. Que el trigo. digamos. en el mercado de Londres. de Li-
verpooL valga el equivalente en nuestra moneda.
Vamos a considerar un caso hipotético: que el trigo valga mSn 9. en el merca-
do. y que los distintos gastos ¡xu-a poner el trigo en ese mercado. sean también una
cifra arbitraria: un peso para hacer cifra redonda.
¡,Qué sucede si el trigo en la Argentina. en lugar de valer mSn 8. que sería el
límite. sube en cumplimiento de esta teoría a mSn 8.50?
Sube 1xir razones monetarias. Que el país no exportará trigo por un tiempo.
mientras no se ponga al nivel internacional. Supóngase que estamos en un régimen
de patron oro.
Sostengo que el precio de una mercadería de exportación no puede subir arriba
clel precio mundial. porque de lo contrario no se exportarú. Se estarü fuera del mer-
cado.
No se exportarún ni cueros ni lonas ni trigos. en esas condiciones.
Ya vamos a considerar el caso de la moneda depreciada. en que las cosas suce-
den en otra forma. y en el caso de las mercaderías importadas.
Supongan que los tejidos. que el hierro. suben de precio. mientr:L"> no ha subido
en los mercados productores. ¡,Qué va a suceder?
En seguida la competencia va a hacer baj;u- los precios. Podrá suceder eso en
uno que otro artículo. pero en el nivel general de precios eso es inconcebible.
De manera. pues. que el nivel de precios de un país que está sujeto al patrón oro
puede representarse. como ya indiqué. por el nivel de un líquido en uno de los va-
sos: en un sistema de vasos comunicantes.
El nivel. en uno de ellos no puede subir arriba del nivel ele los otros vasos: van
a subir o bajar todos al mismo tiempo. Si existe alguna perturbación en uno ele los
vasos. se echa más dinero. el nivel se restablece en seguida en los distintos vasos.
en el mercado internacional.
En un país de comercio activo. por lo tanto. no se concibe un desvío sensible
del nivel de precios. del nivel general. sí. en los precios individuales con respecto
al nivel general del mercado internacional. en un régimen ele patrón oro: porque en
un régimen de moneda depreciada sí se concibe cualquier clase de disparidad.

560
RAÜL PREBISCJI
Ha habido momclllos en que el nivel de precios ha subido en la Argentina.
mientras que ha bajado en el mercado mundial. o momentos en que ha bajado con
mucha menor intensidad que en el mundo debido a la inllucncia de la moneda de-
preciada.
Bien. Descartamos. pues. la elevación de los precios debido al crecimiento de
la cantidad de medio circul:mte. Desc:111amos la teoría clásica fundamental. Sin
emb:u·go la teoría clásica mal representada en esta forma. es en el fondo sustancial-
mente correcta.
¡,Cuándo entra oro? Cuando aumenta la cantidad circulante y tiende a aumentar.
y aumenta la importación de mercaderías.
Supongamos que ese incremento de exportación se debe a una mayor cosecha
de 11igo: mayor cosecha de trigo significa mayor cantidad de réditos. de entradas
para los agricultores: mayor capacidad de compra.
El exportador que exporta una mayor cantidad tiene en sus libros un incremento
de depósitos en cuenta corriente en los bancos. que a través de Ja conocida cadena.
va a terminar al pnxluctor de esa cosecha.
Una parte de los pagos se hace posteriormente. la otra parle se anticipa a los
productores: el exp011ador hace el pago en el momento en que compra los produc-
tos al chacarero. pero eso no importa: cualquiera de los dos sistemas de pago que
adopte el exportador. el efecto es el mismo. y no tiene importancia desde nuestro
punto de vista. aunque sí desde el pumo de vista estacional.
El chacarero recibe ese dinero: compra más. y una p:u·te de los artículos que
compra proviene directa o indirectamente del exterior.
¿,Qué es lo que compra el chacarero? Vamos a ver una serie de casos concretos.
Maquin:u-ias. el caso típico de la importación extranjera: maquinarias y sus re-
puestos. Tejidos: parle de los tejidos serán nacionales. y otra pa11e extranjeros. pero
a su ver .. la induslria nacional de 1e.1idos tiene necesidad de artículos extranjeros.
Pongamos otro caso. El chacarero paga a los peones. a los hombres que necesi-
ta para el movinliemo de la cosecha. Aumcllla también Ja demanda de brazos.
Alumno señor Bonifaccini: Puede hasta aumentar la inmigración.
Señor Prebisch: Otro caso concreto: paga los arrendamientos. y por lo tanto las
compras. El efecto inmediato es aumentar la capacidad de compra de ese chacarero.
De manera que. en síntesis. el aumento de esas importaciones. es en el fondo causa-
do por la mayor cantidad de medio circulante. la mayor capacidad de compra. Ama-
yor capacidad de compra. aumento de las importaciones. ¡xm¡ue en un país. que de-
pende como el nuestro del comercio exterior. en fi.>rma tan estrecha. tanto para las
exportaciones como p:u·a las importaciones. la experiencia demuestra que el aumen-
to de los medios de pago no t<mla mucho liemJXl en acrecent;u- las importaciones.
¿.Qué efecto tiene eso sobre el balance de pagos? Tiende a equilibrarlo. Si ese

VINCULACIÓN El\\TRE BALANCE DE PAGOS Y MERCADO DE C AMIHOS
56 l
aumento de 1<1s impor1<1ciones es una consecuencia del aumento de 1<1s export<1cio-
nes. vendrá a contrarrest<1r el desequilibrio positivo que h<I h<1bido precedentemente
en las cuentas del país.
Alumna señorita Sánchez: Se prcxluce un mejoramiento del estándar de vida.
Señor Prebisch: No hay que confundir mayores gastos con elevación del nivel de
vida. es este. la costumbre. el modo de vivir. Puede concebirse que una persona gaste
más. sin haber cambiado el nivel de vida: porque éste cambia con mayor lentitud. Lo
que ha sucedido es que hay una mayor posibilidad de consumir más. porque el país ex-
porta más: tiene más poder adquisitivo. que hará trabajar con mayor intensidad la in-
dust1ia interna. y provocará entonces una mayor demanda de mercaderías importadas.
Ese sería el efecto. en última instancia. del aumento de poder adquisitivo en
manos del público: incremento de la importación.
Así podrán explicarse ahora por qué la curva de la importación y ele la exporta-
ción. a la larga siempre tienden a unirse.
Ustedes observen la curva del comercio exterior desde el año 1860 en que éo-
mienzan a tenerse estadísticas regulares. y verán que la importación tiene una serie
de oscilaciones. y la exportación las sigue.
¿Por qué no van una para un lado y la otra p;u-a otro?
¡,Por qué si aumenta una. aumenta .la otra?
Dista mucho esto de ser un ajustamiento perfecto ni mucho menos. Es una ten-
dencia que no es tan simple como lo hemos visto. porque hay muchos otros facto-
res: a pesar de ello las curvas tienen un notable acercamiento.
Todo esto se reduce en una fórmula corriente. que aun cuando es demasiado
simple. en parte refleja la verdad: que en última instancia las impo11aciones se pa-
gan con las exportaciones.
He aquí por qué no es dable concebir un país que pueda exportar sin importar.
Sucede a veces. que cuando un país obstaculiza la imp011ación de ciertos pro-
ductos. ese poder adquisitivo. que no puede volcmse en la compra de ellos. se des-
tina a la adquisición de otros productos.
No tomen esto como una fónnula rígida; ya vamos a ver luego que el fenómeno
es mucho más complejo.
Tenemos que considerar los capitales extranjeros. los servicios de esos capita-
les. etc. Si observan en los boletines del comercio exterior. verán allí un gráfico en
que notarán la gran vinculación entre importaciones y exportaciones. También po-
drán encontrar un gráfico análogo en uno de los últimos números de la Revista
Económica del Banco de la Nación. de mediados del año 1933.
He explicado muy rápidamente el proceso de la circulación como un medio de
pago en el exterior. y su vinculación con las importaciones. Después vamos a hacer
un análisis más detallado.

562
RAfJL PREBISCil
Lo dicho sirve para explicar el movimiento monct<u-io y las pc11urbuciones que
ocmren en la circulación interna. lo que tiene una gran importancia para compren-
der la moneda argentina.
Hemos considerado el caso de una perturbación de cm·ácter positivo. un incre-
mento de exportación que tiende a dilatar los medios de pag.o: el mismo efecto se
produce cuando ese desequilibrio de carácter positivo. se debe a una incorporación
de capitales extranjeros al país.
Supongamos que el país obtenga capitales en el exterior. tome prestado. pues.
dinero en el exterior para construir obras públicas. El Gobierno coloca títulos y el
dinero proveniente de esos títulos. o el dinero que ha recibido de los bancos al ven-
der las letras que gira contra sus prestamistas. lo destina a la realización de obras
públicas. puentes. caminos. obras de salubridad. construcción de edificios. etcétera.
¿Qué efectos va a tener esa expansión del medio circulante sobre la economía in-
terna del país'? ¡,Difiere ese efecto del que produce el incremento de la exportación?
Vamos a analizar un caso. Supongamos que se trata de la construcción de edifi-
cios. El Gobierno paga salarios de obreros. Pone en el mercado una mayor canti-
dad de poder adquisitivo; compra materiales. p:.u·te de esos materiales son de ori-
gen extranjero. parte son de origen nacional.
En una palabra. aumenta la capacidad adquisitiva al volc:.u· esa suma de medio
circulante adicional. y eso tiende a acrecentm· las importaciones; por esa vincula-
ción tan estrecha de este país según acabo de decir. con el mercado internacional.
en especial. con Inglaterra y Francia. cualquier incremento de consideración en la
masa de medios de pago o del poder adquisitivo. se transforma en un incremento
de importación de mercaderías extranjeras. En este país las importaciones son de
una considerable sensibilidad a los cambios que sohrcvienen en el poder adquisiti-
vo de que goza la población del país. de los réditos o entradas de la gente. de los
individuos que componen la colectividad.
Esto. reténganlo bien. porque nos servirá más adelante para estudiar los efectos
de la inflación monetaria.
Ahora irán viendo mejor por qué es que la cantidad de monedas que requiere un
país no es una suma arbitraria. Porque si en lugar de suponer un incremento de me-
dio circulante. debido al incremento de la exportación o a la inversión de capitales
extranjeros. suponemos que el Gobierno se ha puesto a imprimir billetes. porque
necesita. o porque sigue una política inflaciomu-ia. esos billetes que se distribuyen
por medio de salarios. o sueldos pagados al personal de la administración, que cre-
ce al estímulo de esa facilidad. ese incremento de medios de pago no tardará en
producir los mismos efectos que el incremento resultante del aumento de las expor-
taciones. o de los capitales extranjeros que se incorporan: pero sus consecuencias
finales serán fundamentalmente distintas.

VlNC'l;LACIO:'\\ Ei\\"J'RE BALANCE DE PAGOS Y MERCADO DE CAMBIOS
563
En nuestro caso aumenta el activo del balance de pagos. y JX>r esa razón aumen-
ta el pasivo. Ese aumento del pasivo tiende a corregir el desvío.
En otras palabras. supongan ustedes que entran 200 millones de pesos adiciona-
les en la circulación. porque la exportación ha crecido en esa suma. La importación
crecerá a raíz de ello. y podr;í pagarse con esos 200 millones de incremento en el
oro monetario del país.
Lo mismo sí esos 200 millones provienen de capitales extranjeros. Pero si en lu-
g:u· de eso el Gobierno ha inyectado 2(X) millones de pesos. artificialmente. eso au-
mentará las importaciones sin haberse tenido el incremento en la cantidad ~e oro.
De manera. pues. que ese crecimiento de importaciones producido por la infla-
ción va a extraer 200 millones de las reservas de oro del país. que no habían sido
anteriormente incrementadas: mientras que en el caso del aumento de exp011acio-
nes o inversión de capitales extranjeros. las reservas habían sido previamente au-
mentadas en 200 millones. Lo que se hace en ese caso es expeler el oro. que había
entrado. pero ahora se expele oro que no había entrado anterimmente. aunque haya
entrado muchos años antes. Esto que parece tan sencillo no se tiene. ni se ha tenido
en cuenta.
Hay gente que cree ingenuamente que la prosperidad se crea emitiendo billetes.
Si esto fuera un remedio no lo hubiéramos descubie110 nosotros. lo habrían descu-
bierto mucho tiempo antes.
Yo les había hablado del balance de Inglaterra. Aquí tienen ustedes justamente
una publicación de la sección económica de la Liga de las Naciones. sobre los ba-
lances de p:.igos de los principales países del mundo.
En este libro se dan las cifras del balance comercial de la Gran Bretaña. o sea
las impo11aciones. y exportaciones desde 1929 hasta 1934.
Según esta estadística. en millones de libras. la importación ha sido superior a
la exportación en el año 1929. 381: en 1930. 386: en 1932. 287: en 1933. 267: en
1934. 295.
¿A qué se debe que la Gran Bretaña pueda pag:.ir mayor cantidad de importacio-
nes que las exportaciones? Por los réditos de capitales inve1tidos por Gran Bretaña
en el mundo. por los servicios de la marina mercante. y los servicios financieros de
la banca británica.
La cantidad de intereses que cobra Inglaterra ha sido. en millones de libras.
1929. 250: 1930. 220; 1931. 170: 1932. 170: 1933. 160; 1934. 155: que en parte
pagaron ese exceso. y otros servicios. en millones de libras: año 1929. 234: l 930.
194: 1931. 134: 1932.86: 1933. 105: 1934.196.
Ustedes ven que el exceso de importaciones sobre exportaciones. se ha podido
pagar con los réditos que el Reino Unido deriva del mundo entero por capitales que
en él tiene invertidos.

564
RAúL PREBISC[I
Alumno: ¿,Cómo se calculan esas cifras?
Señor Prcbisch: Por informaciones directas. y por los resultados que se notan
en el mercado libre de cambios. Hace pocos días era visible la importación de capi-
tal francés. cuando circulaban rumores alarmantes sobre el franco. se sintió en la
Bolsa un gran interés por la compra de ciertos títulos especialmente del empréstito
del 4 1/2% m·gcntino, interno. que correspondía a una intensa demanda de los capi-
talistas franceses que trataban de escapar del franco para invertir en títulos argenti-
nos. Hubo un gran movimiento en la Bolsa. Un caso de importación de capitales.
no solicitada por el país: caso distinto de cuando el país va y pide en Europa. Es el
capital extranjero. que busca una colocación segura de sus fondos. y viene a com-
prar esos títulos.
Se reduce a una compra de cambio. y a una operación de Bolsa. El que quiere
comprar títulos. vende francos. y compra pesos. ya sea en París o aquí. El resultado
es una mayor oferta de francos.
Alumno: Es lo mismo que se produjo en Londres.
Señor Prebisch: Lo contnu"io es lo que se produce en el país desde el '29 hasta
el '32. Algunas personas o empresas que tenían pesos los convirtieron en oro. antes
del cierre de la Caja. y compraron monedas o tÍlulos extranjeros. Y otros que no
tienen. hacen lo mismo especulando. tomando prestado pesos: compran oro o li-
bras a fin de venderlas más adelante cuando les den mayor cantidad de pesos que
lo que les habían costado.
Alumno: ¡,Si e111ran francos o monedas extranjeras en el país. no bajan los pre-
cios en el mercado libre?
Señor Prebisch: No bajan porque hay compradores: siempre hay quienes en el
mercado libre toman la moneda extranjera. Todos los 4ue no obtienen cambio en el
mercado oficial. van al mercado libre. Hay compensación de pagos.
Hay empresas que no han tomado cambio alguno. y 4uieren mandar su dinero
ul exterior: van a ir a buscar ullí, al mercado libre. el cambio que se les ofrece.
No se confundun mezclando lu teoría del patrón oro con la realidad actual que
no es el patrón oro. que dista mucho del patrón oro.

81
LA BAJA DE LOS PRECIOS INTERNACIONALES Y
EL MANTENIMIENTO DEL PATRON ORO EN LOS
PAISES AGRARIOS*
Habrán visto ustedes en la clase anterior que el mecanismo del balance de pa-
gos está estrechamente vinculado con la economía interna mediante el mecanismo
monetario y del crédito: que las variaciones del balance de pagos repercuten sobre
la economía general, justamente a través de ese mecanismo de la moneda y del cré-
dito. Y habrán podido observar también cómo el funcionamiento regular del meca-
nismo monetaiio y del crédito está también ligado en forma íntima al equilibrio del
balance de pagos.
En una palabra, no se trata de fenómenos independientes o de fenómenos dis-
tintos. sino en realidad de un mismo fenómeno. de un mismo proceso, que. por ra-
zones de comodidad teórica y de conveniencia práctica. consideraremos separada-
mente. Son aspectos distintos del mismo proceso económico.
En última instancia. en la clase anterior. hemos hecho ver cómo del resultado
de las cosechas, comparado con la previsión que los distintos individuos que inte-
gran el mercado habían tenido sobre su volumen conjunto. sobre su valor. depende
que el balance de pagos se equilibre y que el ciclo monetario y del crédito se cum-
pla sin interrupción. Ya vimos que si en el caso concreto que estudiamos en la cla-
se anterior. la cosecha resultaba muy inferior en su valor a la que se esperaba, de
acuerdo a lo que había ocurrido coITicntemente. se producían dos consecuencias
fundamentales. En primer lugar. la interrupción de ese ciclo anual del crédito: la
congelación de préstamos: y por otro lado, el desequilibrio del balance de pagos.
La congelación de préstamos y las exportaciones de metálico provocadas por este
desequilibrio del balance de pagos, que ponen a los bancos en una situación de
debilidad. que. al año siguiente, o dos años siguientes, tiende a coffcgirse por la
reacción natural de las expo1taciones. Estoy considerando el fenómeno normal y
corriente.
* N. dd Ed. Clase del curso de Economía. segunda pa11c, dictada en junio 24 de 1936 (véase la
Nota del Editor al capítulo l\\0).

566
RACL PREBISCll
Ahora vamos a entrar a considerar un fenómeno dislinto. también de desequili-
brio del balance de pagos y de inmovilizaciones bancarias. pero fundamentalmente
distinto en sus consecuencias.
En el fenómeno que estudiamos en la clase anterior. ustedes habrán podido ob-
servar fácilmeme que un año de contraste en la producción. en un sistema moneta-
rio normalmente constituido y con reservas normales en relación a las exigencias
del país. no es suficiente para hacer salir a ese país del patrón oro. si el sistema mo-
netario está preparado para una extracción cuantiosa de oro. y esa exportación tiene
que repetirse. Porque sobreviene una tendencia al equilibrio. el sistema monetario
no está por ello en peligro. Es. precisamente. la esencia de un buen sistema monc-
tat"ÍO poder hacer frente a este desequilibrio con importaciones y exportaciones de
oro. Es el hecho normal. la oscilación corriente en la vida económica de un país
agrario. que puede ser soportado por el sistema monetario. si es que ese sistema
está en buenas condiciones.
Sin querer. tengo que entrar en algunos detalles de política monetaria o banca-
ria. p~u·a explíc~u·les mejor el fenómeno. aun cuando no es mí propósito hacerlo.
En cambio. el fenómeno que vamos a estudiar hoy. tiene consecuencias pertur-
badoras muy distintas. por la repctící(m del desequilibrio.
Se trataba. como ustedes recordar{m. de un desequilibrio persistente en el balan-
ce de pagos. provcx:ado. no ya por una sucesión de malas cosechas. cosa que sería
extraordinario que se prolongase durante muchos años; sino por un fenómeno que
ha sido la característica predominante de la crisis actual. Me refiero a la baja ele
precios internacionales. Si los precios internacionales bajan un año tras otro. el ba-
lance de pagos que tiende a equilibrm·se después de la primera baja. vuelve a ser
desequilibrado con las bajas sucesivas; caso dislinto de aquel en que falla una cose-
cha y que al año síguienle. o dos años después. esa cosecha vuelve a ser igual o
mayor a la del año pasado: o intervienen otros clcmenios compensadores.
El caso que consideramos es distinto. Estamos ahora en la hipótesis de que el
nivel de precios baja continuamente durante un cierto número de años.
Hemos estudiado los electos de la baja en el balance de pagos; también hemos
examinado los efectos de esa baja de los precios sobre los bancos. y por último las
consecuencias de la haja sobre el productor rural. Tres aspectos del mismo fe-
nómeno que ahora vamos a seguir estudiando.
Los efectos sobre la economía agraria son bien marcados y claros. Y lo hemos
visto anteriormcmc. cómo no incide la consecuencia de la baja de precios en forma
igual sobre los distintos elementos de la estructura de los precios rurales. Ustedes
recuerdan bien el gráfico que hemos hecho. en que quedan íntaclos algunos de esos
elementos por un tiempo más o menos largo. en olros casos. completamente intac-
tos. como los intereses hipotecarios; salvo que después no se paguen. y en cambio.

LA BAJA DE LOS PRECIOS INTERNACIONALES
56i
afectan preferentememe a ciertos otros elementos. especialmente las entradas per-
sonales del cultivador de la tierra. y de los que con él colaboran con sus hrazos en
el proceso de la producción.
Señalamos que no hay una reacción espontánea de equilibrio: que si la haja si-
gue persistentemente. la situación del productor se agrnva cada vez más. sin posi-
ble salida lógica dentro del sistema económico: salvo que la salida sea impuesta
por leyes que conceden moratorias. que reducen interés o conceden prórrogas,
drásticamente.
Bien. A raíz de esa situación. el agricultor no puede pagar las deudas que ha
contraído, ya sea con el acopiador o con los bancos.
En el caso estudiado la clase anterior. la congelación del crédito era un fe-
nómeno pasajero. debido a una mala cosecha.
En el caso presente es un fenómeno persistente. que dura un cierto número de
años; los años de baja. porque el agricultor que en el primer año no pudo pagar,
tampoco puede hacerlo en el segundo ni en el tercero. y así se irán acumulando
deudas tras deudas, sin poder salir de esa situación por sus propios medios.
La misma situación tendrá el acopiador de campaña con el comerciante de la
ciudad o los bancos; y los comerciantes de la ciudad con los bancos.
Es claro que el grado de congelación se irá haciendo menor. dado el número de
actividades que ese comerciante tiene.
De manera que ese fenómeno de inmovilización bancaria que vimos en la cla'>e
anterior. y que se producía cuando la cosecha fallaba. se produce en fmma siste-
málica durante este proceso. con intensidad mucho mayor. por supuesto. que se
van acumulando los efectos de un año tras otro.
Volvamos a los bancos y al balance de pagos.
Por un lado. los bancos tienen gran p:u-te lle sus préstamos inmovilizados. no
solamente los que conceden directamente al agricultor. o indirectamente por me-
dio del acopiador. etc .. sino al comercio y a la industria. que dependen en grado
más o menos intenso del agricultor. como pasa con la mayor parte de la produc-
ción nacional.
De manera que este fenómeno no se circunscribe a cierta parte de la economía
nacional. sino que la interesa a toda. con mayor o menor intensidad.
Cuando hay un malestar agrario prolongado en un país de esta índole, este
malestru· se extiende a todas las categorías de la población: quien más quien me-
nos lo soportan. como. a su vez. los años de prosperidad se sienten en todas las
categorías.
Volvamos pues a los bancos. que habíamos dejado p:u-a ver cómo se encuentran
inmovilizados sus préstamos. esto cs. cómo es que no se pagan al vencimiento: de
ahí la palabra "congelados" que se usa parn -denotar gráficamente el fenómeno.

568
RAÜL PREBISCH
Por otro lado. esos bancos han ido perdiendo el efectivo de sus cajas: han ido
perdiendo una parte del dinero que se ha llevado al instituto emisor por las exporta-
ciones de oro. y no necesito volver a explicar ese proceso que ustedes lo tienen ya
bien sabido: parte de ese dinero sale de las arcas de los bancos.
Ustedes se imaginan. pues. la situación que se presenta a éstos y la forma en
que esa situación se va agravando mientras prosigue la baja de precios.
¡,Qué recurso tienen los bancos en una situación semejante? ¿Qué es lo que
tienden a hacer los bancos cuando ven que el dinero de sus c<~jas disminuye?
Prestar menos. lógicamente: el espíritu de la propia conservación lleva a los
bancos a presHu- menos. es decir. conforme vencen los préstamos no renuevan. o
renuevan en menor medida. y no conceden nuevos préstamos: para que el préstamo
que venza se traduzca en un incremento del dinero en caja. Esto cuando el crédito
es líquido: cuando los préstamos se pagan a su vencimiento: pero. en el caso que
estamos viendo, una gran masa de créditos. que son los que están afectados por la
depresión agraria. no se paga.
Bien. ¿qué hacen los bancos en tal situación? ¿Qué hace el banco cuando el
deudor no paga? Ejecutarlo. liquidarlo. vender sus bienes. sus mercaderías. para
cobrar su dinero.
Conciban ustedes la liquidación de todos los que están afectados por esa situa-
ción prec:u'ia de la agricultura. Eso puede hacerse dentro de cie11os límites. No es-
toy dando recetas. porque no es mi función en este curso. Los bancos podrán hacer-
lo dentro de cierto grado.
Supónganse ustedes que pretenden hacerlo con intensidad y con carácter gene-
ral. Se va a presentar una situación muy difícil y una reacción violenta de los que
se ven afectados por esas medidas drásticas de liquidación forzada. Y esa reacci6n
tan violenta y el propio interés de los bancos. hacen que no se siga ese camino.
Esa liquidaci6n forzada tendría resultados muy distintos de los que huhieran
querido. porque provocará una haja de valores y producirá un malest:u· mucho más
profundo.
Las consecuencias de esa liquidación los llev:u-ía a situaciones más graves. y re-
solverán. en un cierto punto. no seguir m:ís en esa política.
¿Dónde está ese punto? ¡,Está más cerca o más lejos? No interesa para nuestro
caso. Lo que interesa es el hecho de que los bancos en una situación así no pueden ir
muy lejos en esa política de liquidación. por la reacción y por las consecuencias que
esa política trae consigo. Sea buena o mala esa política. en sus consecuencias
finales. no nos imeresa en este momento. porque estamos estudiando los hechos. lo
que sucede en la realidad. sin referirnos en este caso a un fen6mcno concreto. Va-
mos a estudiar después eso. y comprobaremos qué es lo que ~X)(lría sacarse: no po-
drá sacarse mucho por las consecuencias económicas y sociales que esa polítíca

LA BAJA DE LOS PRECIOS INTERNACIONALES
569
trae consigo. Una política general de liquidación. que provoca una gran baja de
precios, encuentra dificultades crecientes para proseguirse.
Bueno. Si los bancos no se encuentran. pues. en condiciones de ir recuperando
ese dinero que han prestado. porque ese dinero no puede volver en razon de las di-
ficultades de los deudores. y por otro lado siguen perdiendo el dinero de sus cajas
debido a las importaciones de mercaderías. es fácil imaginar que se llegará a un
punto en que los bancos se acercarán a una situación de extrema debilidad por es-
casez de efectivo. Supongamos que acuden al instituto emisor en procura de ayuda.
de nuevos fondos, solicitando el redescuento de una parte de sus carteras. y que el
instituto emisor accede. La intervención del instituto emisor podrá prolongar la re-
sistencia de los bancos. pero no podrá curar fundamentalmente la situación. ya que
el propio instituto emisor tiene que soportar fuertes exportaciones de oro. Es cie110
que esas exportaciones de metálico y la restricción del crédito por los bancos tien-
den a establecer el equilibrio. aunque no en la medida que sería necesario por los
obstáculos reales que hemos visto: es cierto que esas exportaciones de oro disminu-
yen el poder adquisitivo de la población. y tienden por lo tanto a hacer descender el
volumen de las importaciones. Pero ya les he señalado que. a medida que esa ten-
dencia al equilibrio se va operando. sobreviene una nueva b;üa de precios. que pro-
voca una nueva exportación de oro. Este es el rasgo típico de este fenómeno que
ustedes no deben olvidar.
La exportación de oro tiende a reducir la importación de mercaderías. y el ba-
lance de pagos tiende a equilibrarse: pero esto dura poco. y no se ha terminado aún
el proceso cuando sobreviene una segunda baja de precios y origina una nueva
merma de las reservas del país. que van disminuyendo progresivamente y agravan-
do la situación del instituto emisor y de los bancos.
Estos pueden mejorar su situación recurriendo al instituto. pero éste. que pierde
sus reservas metálicas. no puede ayudarles.
¿Cómo imaginan ustedes que será el desenlace lógico de una situación así,
prescindiendo de ciertos hechos concretos que ustedes puedan estar recordando en
este momento?
¿Hacia dónde van el sistema monetm"io y el balance de pagos cuando la baja in-
terna de los precios hace cada vez más difícil la situación de los productores y más
intensa la congelación del crédito?
Esa corriente metálica va a obligar al abandono del patrón oro. Tarde o tempra-
no. según sea el grado de reacción o de sensibilidad. de previsión o de imprevisión
de las personas responsables del manejo de las finanzas y la moneda. Yo no puedo
decirles teóricamente cuándo se va a llegar a eso. Como ustedes observan que ocu-
rrió rcciemememe. con la revaluación monetm·ia en el mundo. unos países la han
hecho antes. otros la han hecho después. Es decir. que el abandono del patrón oro

570
RAúL PREBISCll
en la última crisis se hace por algunos países antes y por otros países después. El
hecho cierto es que un fenómeno así. de disminuci6n persistente de las reservas
metálicas de un país. conduce al abandono del patrón oro.
Vemos que la disminución persistente de las reservas. provocada por el fe-
nómeno de la baja de precios. conduce al abandono del patrón oro.
En este caso también comprobamos el mismo fenómeno.
Otra de las fuerzas. aparte de la economía bancaria. que llevan hacia el abando-
no del patrón oro en una situaci6n semejante. es la actitud de los que se sienten he-
ridos por la baja de los precios. y aquí nos encontramos en presencia de uno de
esos casos en que ustedes verán la presión de los intereses JXU"ticulares.
Si la moneda está a la par y los precios de los productos agropecuarios bajan
persistentemente. continuamente habrá quienes achaquen este fenómeno al patrón
oro. a la estabilidad de la moneda medida en términos de oro. y sugerirán la conve-
niencia de abandonar el patrón oro para que la moneda nacional se deprecie. y po-
der obtener precios más altos para sus productos. Los afectados. pues. por la baja
de precios. conspiran contra el mantenimiento del patrón oro. porque el manteni-
m icnto del patrém oro les pe1:judica. puesto que hace correr al nivel de precios in-
ternos la misma suerte que el nivel intcmacional de precios.
En países que se mantienen sobre el patrón oro durante un fenómeno de esta
índole -de baja internacional de precios-. los precios internos siguen el mismo
curso que los precios internacionales. De manera pues que la reacción de todos
esos elementos que se ven afectados y comprenden el fenómeno. podrá ejercer una
intluencia considerable sobre la política monetaria. eso unido a la influencia mone-
taria y bancaria de este fenómeno.
La mayor o menor intensidad de esas fuerzas. podrá adela111ar o retardar el mo-
mento del abandono del patrón oro. pero el abandono del patrón oro viene a ser en
tal caso una consecuencia lógica de los hechos y de los se111imientos. que son otros
tantos hechos a considerar. que se presentan en la realidad.
¡,Qué efectos tiene el abandono del patrón oro sobre la economía del país y so-
bre el nivel de precios? Depende de lo que se haga: si se abandona el patrón oro y
no se inyectan grandes ca111idades de medio circulante. la depreciación monetaria
tiene límites. Sería sin límites cuando vaya acompañada esa depreciación con un
período de acrecentamiento continuo del medio circulante.
La inconversión produce influción si se acrecienta el medio circulante. lo que
no se debe sólo a que la maquinaria esté en movimiento. sino también al hecho de
que confonne un período de inflación va subiendo los precios. es necesario mayor
cantidad de moneda para mover los negocios.
En una palabra. la inflación engendra la inflación. No tiene fuerzas que la de-
tengan. sino que tiene fuerzas que la hacen cada vez más intensa.

LA BAJA DF LOS PRECIOS INTERNACIONAlL~
571
Pero rellexionen bien ustedes. Este caso 4ue nos conduce al abandono del pa-
trón oro. tiene ciertas analogías y tiene diferencias fundamentales con el caso de
abandono del patrón oro. en un período de inllaeión.
Nosotros seguiremos importando nuestras mercaderías valuadas en moneda ex-
tranjera; como el peso se ha depreciado. será necesw"io pagar una mayor cantidad
de pesos. Lo mismo que sucede durante el perído de inconversión provocado por la
inflación. La depreciación de la moneda. el grado de depreciación de la moneda.
dependerá del balance de pagos: si las exportaciones siguen disminuyendo por la
baja de precios internacionales. se acrecentará la depreciación de la moneda; pero
esa depreciación de la moneda. ejercerá a su vez una reacción sobre el balance de
pagos. ejercerá una inlluencia persistente. entonces. sobre el balance de pagos.
¡,En qué forma? Por lo pronto. va a subir el precio de las importaciones. y de
los productos exportados. La primera consecuencia será la elevación de los precios
de los productos que intervienen en el comercio exterior. de las mercaderías impor-
tadas y exportadas.
Al subir el precio de las mercaderías im¡xirtadas sobreviene. lógicamente. una
tendencia hacia la disminución de las importaciones. y nos encontramos una de las
diferencias con lo 4ue ocurre en la depreciación provocada por la inflación. ¿Cuál
es la diferencia?
Cuando en la inflación se deprecia la moneda. por la abundancia de poder ad-
4uisitivo. de medio circulante artificial 4ue se ha lanzado sobre el mercado. esa
abundancia neutraliza los efectos que la depreciación de la moneda tiene sobre la
importación.
Por un lado. el aumento de los precios de las mercaderías tiende a restringir las
importaciones en un período de inflación. Pero. ix>r la inyección de nuevo poder
adquisitivo. esa tendencia se ve neutralizada en mayor o menor grado.
En cambio. cuando la depreciación de la moneda no es debida a la inflación.
sino a baja de precios. viene acompañada de una tendencia hacia la reducción de
las importaciones.
Ven ustedes entonces la primera diferencia entre ambos fenómenos. Por un
lado. la impo11ación tiende a restringirse. pero por otro lado. esa tendencia es neu-
tralizada por un aumento de medios de pago. En el otro caso. la depreciación de la
moneda actúa como fuerza restrictiva. sin ningún obstáculo de la índole de los que
hemos visto en la clase anterior. Primera diferencia anotada.
Segunda diferencia. también importante: en un período de inflación así no sola-
mente tienden a subir los pn:cios de la importación y exportación. sino también los
precios internos. por la abundancia ele poder adquisitivo. por la abundancia de mer-
caderías que aquélla provoca.
En este caso. tienden a crecer los precios de importación y exportación. pero

572
RACL PRElllSCI!
como no hay una masa rcdundalltc de poder adquisitivo. sino por el contrario.
como la baja de precios ha provocado una disminución de poder adquisitivo y la
restricción del crédito. no hay. pues. ese incremento artificial de la demanda. hay.
por el contrario. una tendencia hacia la restricción del consumo. El productor rural
consume menos. achica sus gastos. como otras categorías de la población.
De manera. pues. que el fenómeno del alza de precios no es general. Se mani-
fiesta con toda su intensidad en los precios ligados al mercado internacional. pre-
cios de importación y exportación. y se va propagando lentamente a las otras cate-
gorías de precios. según la vinculación que tengan con aquellos otros.
Hay una cantidad de productos. vino. azúcar. etc .. que no tienen por qué mover-
se con la misma rapidez que los precios internacionales. Se moverán más lenta-
mente. si es que llegan a moverse. Mientras que. en una inflación. esos productos
netamente internos. serán estimulados a moverse hacia arriba en la misma propor-
ción que los otros. porque hay exceso de poder de compra artificial, volcado en la
colectividad.
Ven ustedes emonces que. en presencia ele este caso de depreciación monetaria.
no podemos aplicar las consecuencias de la teoría corriente. que enseña -porque
esa ha sido la experiencia regular de todos los países- que la deprecinción mone-
taria es la obra de la inflación: este es el caso más corriente. pero no quiere decir
que sea el mismo. puesto que estamos aquí en presencia de hechos. que nos llevan
a la conclusión ele que también puede depreciarse la moneda por obra de factores
internacionales. aunque no se haya inflado la circulaci(m monetaria.
Ya hemos anotado algunas diferencias. A ver si recuerdan la primera de estas
dos diferencias fundamentales que tenemos anotadas.
En primer lugar. la tendencia restrictiva. cuando la depreciación monetaria es
ocasionada por la baja de precios internacionales. siempre que no se haya inflado
la circulación interna.
En cambio. esa tendencia encuentra grandes ohst:ículos cuando hay inflación.
En segundo lugar. los precios reaccionan más fácilmente cuando hay expansión de
poder adquisitivo. y solamente el alza viene del mercado internacional. del merca-
do de cambios. por la depreciación de la moneda que afecta a los productos de im-
portación y exportación.
Pero no es esa la diferencia fundamental. sino ésta: que la depreciación de la
moneda. cuando se trata ele inflación. hace subir los precios arriba del nivel que te-
nían antes del fenómeno. El movimiento de los precios en un período de inflación
es continuamente ascendente.
¿Qué sucede con los precios cuando la depreciación monetaria ha sido provoca-
da por la baja ele precios internacionales'?
Mientras ese país en cuestión ha estado sujeto al patrón oro. ya hemos dicho

LA BAJA OE LOS PRECIOS INTERNACIONALES
573
que esa baja de precios internaciomiles es acompañada por la baja de precios inter-
nos; el peso, ligado al palrón oro. sigue de cerca la suerle de éste. Bajan los precios
internacionales. y bajan Jos precios inlernos. por ese mecanismo de vasos comuni-
cantes que ya hemos explicado en una de las primeras clases. Pero, cuando sobre-
viene la depreciación monetaria. a raíz del abandono del palrón oro. y comienzan a
subir Jos precios de imporlación y expm1ación. aunque sigan bajando los precios
internacionales esa baja se habrá detenido. y según la intensidad de la depreciación
monetaria, hasta podrá transformarse en un alza de precios si los precios interna-
cionales siguen bajando y los precios internos comienzan a subir. van a Jlegiu a es-
tar al mismo nivel que tenían en el período inicial. y aún a superarlos.
La baja internacional es neu1ralizada por la baja de la moneda. que tiende a
transfonnar la baja en alza.
Supongamos que hemos llegado a este punlo: el nivel inicial de precios. debi-
do a la inflación monetaria. Es1m·emos en presencia de un hecho original. Si lo co-
lejo con lo que dice la teoría del patrón oro. El patrón oro se presenta como el siste-
ma ideal de estabilidad de la moneda. Y se dice que es porque el oro compra
siempre la misma cantidad de mercaderías; cuando vemos que los precios interna-
cionales bajan. estamos en presencia de la negación rotunda de ello. Cuando los
precios bajan en términos de oro, quiere decir que el valor del oro aumenta. Luego.
el oro. en la hipótesi~ que estamos considerando. no desempeña eficazmente su
función de estabilidad. Para que la desempeñe. la línea de los precios internaciona-
les tiene que ser una horizonlal. o sea, que la misma cantidad de oro compre siem-
pre la misma cantidad de mercaderías.
En este caso. vemos que con la misma cantidad de oro compramos mayor canti-
dad de mercaderías; el oro aumenla su poder adquisitivo.
Y qué diremos de la moneda nacional inconvertible cuando llegamos a este
mismo punto inicial. La moneda nacional. en término de oro. estará muy deprecia-
da. del punto de vista del oro. Pero considerándola del punto de vista de su valor en
mercaderías. va a tener el mismo valor que antes del proceso. De manera. que con
esta hipótesis -subrayo que no me estoy refiriendo a ningún caso real- llegamos
a esto: que la moneda depreciada en términos de oro. compra la misma cantidad de
mercaderías que antes. o sea que tiene una estabilidad de poder adquisitivo que el
oro no tiene.
El oro. que se dice ser instrumento estable para la medida de Jos valores, no de-
nota sino una gran inestabilidad. mien1ras que el papel. debido a la depreciación,
compra Ja misma cantidad de mercaderías que antes. Si ese papel hubiera seguido
ligado al oro. no compraría cada vez mayor cantidad de mercaderías. pero desde el
momento que se desprende del oro. y si la depreciación es fuerte y estable, las con-
secuencias de eslos hechos son de considerable trascendencia social y económica.

574
RACL PRFfllSC'll
puesto que ya veremos que cuando los precios suben o los precios bajan. hay remo-
ción de réditos dentro de la colectividad: y para que los réditos no se alteren. para
que la distribución de réditos entre las distintas clases y grupos sociales de la colec-
tividad no sea alterada. es esencial una moneda de poder adquisitivo constante. Si
los precios suben con violencia. habrá consecuencias de grave significación eco-
nómica y social; expoliación de un<1 cbsc por otros grupos sociales. y eso mismo
sucede si los precios bajan.
En este caso. estamos en presencia de una baja de precios que tiene consecuen-
ci<1s que ustedes h<1brán podido <1preciar. Por lo pronto. vemos en general las conse-
cuencias del alza y baja de precios sobre el productor rural.
Est<1 <1lza de precios producida por la depreciación monetaria. tiene el efecto de
amortiguar la baja de precios que ocurre en el mercado internacional. lo que signi-
fica que los productores internacionales agrarios. los que son afectados por la baja
de precios. sufren esas consecuencias amorliguadas. Parece pues una conclusión
ex1raordinaria la que estamos extrayendo de este raciocinio. o sea la de que la mo-
neda depreciada lienc una mayor estabilidad que el oro.
Ahora les diré. para que no lengan la sensación de que estamos construyendo
un absurdo. que el fenómeno real de csla crisis se aproxima mucho a esta hipótesis.
Es lo que vamos a ver. considerando las curvas del nivel inlcrnacional de precios.
con su baja pcrsis1cn1e. y las curvas de los precios de los países que abandonaron el
patrón oro.
Yer:ín ustedes que cuando Inglaterra abandona el palrón oro. sus precios no si-
guen bajando. y que los países que. como Francia. no lo abandonan. experimentan
esa baja. que no es pareja. puesto que si todos los precios bajasen por igual. el fe-
nómeno no tendría trascendencia alguna.
Veamos entonces cómo. en la curva ele los precios. algunos no bajan con la
misma intensidad. Y veremos también que la curva ele los precios ingleses no baja
con la misma intensidad que la curva de los precios mundiales. Y veremos que en
países cuya moneda se deprecia no solamente con respecto al oro. sino a l:i libra es-
terlina. la baja de los precios internos es mucho menos fuerie que la baja de los
precios internacionales. Es el caso nuestro. de Australia. de Nueva Zelandia. que
tienen su moneda depreciada aun en térmínos de la libra esterlina.
Es un hecho conocido que tengo y he tenido alguna vinculación con ciertos as-
pectos de la política monetaria. en los últimos años. Tralo de que eso no (¡uite a
mis clases la objetividad. la imparcialidad que deben tener. No trato ele defender
una determinada política. o de censurar la polftica contraria: pero. como nadie tiene
el absoluto dominio sobre sL como inconscientemente uno puede ser influido por
los hechos que ha visto. por las reacciones individuales ele esos hechos. es posible
que al~una vez me deje llevar naiuralmcntc. sin que yo me dé cuenta. ¡x>r la ten-

LA 13AJA DE LOS PRECIOS INTERNACIONALES
575
dencia tan humana de acentuar un aspecto de los hechos en desmedro de otros. Por
eso les ruego a ustedes la mayor atención y el mayor espíritu crítico. Yo no me voy
a sentir lesionado si alguno de ustedes considera que mi explicación no está de
acuerdo con los hechos o la lógica, y lo hace notar, formula una cuestión. Al con-
trm"io. lo voy a recibir como una manifestación de una cooperación que yo entien-
do que debe existir en todo momento entre el profesor y los alumnos.
Más aún. cuando entremos al análisis de los problemas o medidas de esta crisis.
quiero que cada uno de ustedes siga junto con el profesor el fenómeno: que el que
tenga que formular cualquier clase de objeción o ele crítica. destinada a aclarar la
comprensión del problema, la exponga en seguida.

82
EL CONTROL DE CAMBIOS Y
LA ECONOMIA DIRIGIDA*
De la explicación que di en la clase anterior. se desprende. según indicamos en-
tonces. que la fijación de un tipo artificial por el control de cambios, actuó como
estimulante de las importaciones: entendiéndose por esta expresión. no siempre
que las importaciones aumenten sino que las im¡x>rtacioncs hayan sido mayores de
lo que hubieran sido de haber regido otros precios en el mercado de divisas.
Como ustedes saben. el Sistema de Control de Cambios se estableció a fines de
1931. Me p<U"ece que ya habíamos explicado que en septiembre de ese año se aban-
donó el patrón oro en Gran Bretaña. a raíz de lo cual las tendencias especulativas y
el pánico que ya se habían insinuado en otras opo11rn1idades. se acentúan.
Por la repercusión de ese acontecimiento de Gran Bretaña. el peso tiende a de-
preciarse rápidamente y el gobierno establece el Sistema de Control de Cambios.
Al p1incipio no se fijó rígidamente el valor del peso. ni se tenía el propósito de
hacerlo. pero los hechos. en un momento dado, fueron favorables a una fijación de
esa índole. Se fijó el valor y se lo mantuvo. no obstante las ulteriores variaciones
del mercado.
En un momento determinado. el tipo m$n 171 por 100 dólares. correspondió
aproximadamente a la situación del mercado a fines de 193 l. Después resultó ser
un tipo demasiado alto. El peso estaba sobrevaluado en el año 1932.
Observando las cifras del comercio exterior. se advierte que las importaciones,
que habían venido disminuyendo rápidamente en los tiem¡x>s anteriores. los dos
años anteriores. a raí~ de la depreciación monetaria. del incremento de derechos
aduaneros. y la disminución del déficit fiscal. tienden nuevamente a crecer. Sin
duda alguna. en esta tendencia influye la fijación artificial del valor del peso.
Este hecho interrumpe. pues. la tendencia hacia el equilibrio que se observaba
en el balance de pagos.
* N. del Ed. Clase del curso de Economía. segunda paote. dictada el 17 de agosto de 1936 (véase
la Nota del E<lilor al capítulo 80).

EL C'ONfROL DE CAMJllOS Y LA ECONOMlA DIRIGIDA
577
En síntesis, esa fijación artificial estimuló la demanda de cambios. la demanda
para mercaderías. como para servicios financieros en el exterior con la considera-
ción que ya hice en la clase anterior, de que cuanto más vale la libra, menos reme-
sas se hacen al exterior, sobre todo pm«l las remesas que provienen de pesos (divi-
dendos, etcétera).
Bien. Estas importaciones que se realizaban en la forma indicada, dieron origen
en seguida a la acumulación de lo que se llamó pesos bloqueados o dinero bloqueado.
Dije después que el permiso de cambio actuaba a posteriori. Cada uno era libre
de importar lo que quería: una vez importado iba a la Comisión y trataba de conse-
guir cambio.
Todos aquellos que no podían obtener fondos, que no podían obtener cambio, y
que no optaban por dirigirse al mercado libre. que coITespondía llamar "bolsa ne-
gra", se encontraban con que no podían hacer sus remesas al exterior. Y así, día a
día, se fue acumulando una cantidad creciente de dinero bloqueado, lo cual daba
también a los bancos una sensación ficticia de abundancia. Los que no podían
transformar sus pasos en libras, francos o dólares, los dejaban en cuenta corriente
en los bancos. Pero ese dinero estaba propenso a transformarse en divisas en cual-
quier momento favorable. No sucedió eso a raíz de las operaciones especiales que
se hicieron con ese fondo y que voy a aclm-ar en seguida. Por lo tanto. los efectos
del valor de la moneda desde el punto de vista del cambio, consistieron en una per-
turbación. O la trajeron consigo, mejor dicho. con una acumulación creciente de
fondos blcx1ueados en el mercado. También tuvo efectos importantes desde el pun-
to de vista agrario.
Veremos que no siempre se establece una relación estrecha entre las variacio-
nes de los precios y de los cambios. Depende ele las circunstancias del mercado,
pero en términos generales puede decirse: si la libra tiende a ir por la fuerza del
mercado a m$n 20, y se establece un sistema de precio máximo en 10. o en 15, el
nivel de precios agropecuarios no será lo que hubiern sido con la moneda más des-
valorizada. Entiendan bien ustedes que para la economía nacional en su conjunto
lo que interesa es el precio en oro del mercado internacional. el precio en libras. Lo
que no quiere decir que no tenga influencia considerable la forma en que ese precio
incide sobre la economía interna.
Y ahora observen la otra consecuencia de la fijación del tipo de cambio: mantener
los precios agropecuarios en un nivel más bajo del que les hubiera con-espondido.
Recuerden bien que los precios agropecuarios habían venido bajando desde el
año 1929: de manera pues, que cuando se dice que la desvalorización de la moneda
hubiera tendido a subir los precios, se quiere significar que si los precios interna-
cionales continúan bajando como habían bajado en esta época, la desvalorización
no tendrá otro efecto que amortiguar ese descenso.

578
RAúL PREBISCH
En esta situación se llega a fines del año 1933 en que, como los precios de los
granos habían continuado cayendo en el mercado internacional y la moneda había
seguido cotizándose durante todo el año 1932 y gran parte de 1933 al precio fijado
a fines de 1931. la baja de p1'ecios en el mercado internacional se tradujo en igual
baja en la Argentina. sin que esa baja fuera amortiguada por mayor desvalorización
de la moneda. desde que ésta había sido fijada en un punto at1ificial. Los precios
del trigo a fines de 1933. en vísperas de levant:11·se la cosecha, habían caído tanto.
que se temió que en distintas zonas del país los agricultores no levantaran la cose-
cha, puesto que no compensarían los gastos elementales; había, por otra pat·tc. una
intensa agitación agraria en el país. Quien haya tenido relación con la vida de la cam-
paña en aquella época. lo podrá comprobar fácilmente. No así quien vive en la ciu-
dad. porque la opinión de la ciudad no refleja en este país. el modo de sentir de la
campaña. a pesm· de que en la vida del país tiene una impo11ancia preponderante
la vida de la campaña. Eso se debe a muchos factores que no es del caso mencionar.
El hecho es que el Gobierno. convencido del resultado del control de cambios.
decide alterarlo. decide abandonar el tipo elegido. y se le presentan entonces dos
problemas.
¡u) ¿Qué hacer con la acumulación de dinero bloqueado. que gravitaba sobre el
mercado en forma sumamente inconveniente?
2º) ¿Cómo pas:11· de un tipo rígido a un tipo 1nt1s libre? Problema que se le pre-
senta a todo organismo que ha estado atado, contenido en sus movimientos y que
de pronto se siente libre.
¿Cómo se resuelven los problemas?
Lo primero. Habrán oído mencionar los llamados empréstitos de desbloqueo . .A
todos aquellos que no podían transferir al exterior los fondos que tenían con ese
fin. el Gobierno les ofrecía títulos en libras, dólares o francos. Es decir. hizo un
empréstito con ellos. Se transformó una deuda a corto plazo. Convirtió esos fondos
que gravitaban sobre el mercado de cambios. que el mercado no podía absorber. en
una deuda a largo plazo.
El Gobierno recibía el dinero, y los acreedores recibían títulos de lenta amorti-
zación: pero son dos aspectos en los que no puedo entrar. porque salen fuera de
esta materia. que se refieren a la teoría financiera. que salen del cerco que com-
prende el curso, si bien necesito mencionar las operaciones.
Una de esas operaciones fue propuesta en el Convenio de Londres. lo que llevó
a considerar a mucha gente que había sido una imposición costosísima al país. del
Imperio Británico. y fue tan costosa que el mismo Gobierno. sin convenio. y sin
imposición de ninguna clase ofreció la misma operación a otros países. porque sig-
nificaba la resolución de un problema que de otra forma no se hubiera podido re-

EL CO!llTROL DE CAMBIOS Y LA ECONOMÍA DIRIGIDA
579
solver. Y que se hizo en cambio con otros países que no ofrecían ventajas. porque
la ventaja estaba en las altas partes contratantes. porque resolvía un problema que
significaba un elemento consrante de perturbación en el mercado de cambios. Alre-
dedor de 350 millones de pesos fueron desbloqueados en esta forma. Esa cifra les
d<U"á una idea de la magnitud del desequilibrio que se había producido a raíz de la
fijación del tipo artificial de cambio.
Esta cifra tampoco indica la cantidad total de dinero bloqueado. porque muchos
no quisieron recibir títulos.
El mercado negro se legalizó a raíz de esta forma. y se transformó en lo que
hoy es el mercado libre. y muchos prefirireron no sacar sus fondos en esa forma
sino comprando cambio en el mercado libre. y aun muchos que no habían querido
comprar en el mercado libre luego lo hicieron.
Cuando se hicieron los empréstitos de desbl<x¡ueo. nadie sabía qué rumbo iba a
tomar el Gobierno en materia de cambios.
Así pues. quedó eliminado uno de los elementos de perturbación. El otro era
muy serio también.
Si el precio de una mercadería es. digamos 1 libra y la libra se cotiza a m$n
13.50 y luego el gobierno cambia el valor de la libra a m$n 15 el precio de esa
mercadería debe ir a mSn 15.
Pero. ¿,qué sucede en el mercado de trigo ei1 aquel momento'? El mundo atrave-
saba por un momento de congestión ele existencias ele trigo. que deprimían consi-
derablemente el nivel de los precios. Había graneles existencias de trigo acumula-
das en el Canadá y los Estados Unidos que trataban de lanzarse al mercado
internacional. Una gran-producción mundial de 11igo, y una demanda escasa en los
principales países consumidores. De manera. pues. que la tendencia de lc¡s precios
del trigo era a bajar.
¿Qué podía ocurrir si bruscamente el Gobierno. que compraba las libras a m$n
13.5 L ofrecía m$n 15.? Que los exportadores hubieran podido seguir pagando m$n
13.5 o 14.5, y esos 50 centavos o ese peso de diferencia. utilizarse p:m1 presionar con
ese trigo en baja en el mercado internacional a fin de vender más trigo; los exporta-
dores estaban en intensa competencia en el mercado internacional. Cada una de
nuestras firmas exportadoras trata de vender la mayor cantidad posible de trigo. y en
un mercado que no recibe fácilmente esa oferta de trigo por est<U" saturado. la única
forma de realizar la mayor cantidad posible de negocios es bajando los precios.
Existía el peligro de que en lugar de traducirse en un mayor precio al productor
fuera utilizado por la competencia por tos exportadores en bajar los precios en el mer-
cado intrernacionaL en agolpar ofertas sucesivas que trajesen una baja de precios.
Esta consideración fue la que motivó la creación de la Junta Reguladora de
Granos. La idea era muy sencilla. El trigo estaba a tal precio. y el peso a tal precio.

5~0
RAÜL PREBISCH
Si el peso se acerca más al valor que debiera tener en el mercado. de acuerdo a sus
condiciones. o sea. la libra se lleva al precio de mSn 15. los precios del trigo. del
maíz. y del lino. debían subir en la misma proporción. Entonces el Gobierno creó
el mecanismo que impedía esa baja. Ofreció comprar todo el lino. todo el trigo. y
todo el maíz que quería vender el productor. al precio anterior más la prima coffes-
pondiente a la desvalorización de la moneda. o sea en este caso a mSn 15.
Supongamos. para aclarar el concepto. que se trate de un producto cualquiera.
cuyo valor es una libra. Si ese producto hipotético hubiera sido el objeto de la Jun-
ta Reguladora de Granos. su valor hubiera sido antes de mSn 13.50. Se desvaloriza
el peso. y debía irse a mSn 15. El Gobierno ofrecía comprar toda la cantidad que le
ofrecía el agricultor al precio de mSn 15. Tuvo además otra preocupación. Espe-
rábase que los precios siguieran bajando.
De manera que el Gobierno tenía que pensar en la contingencia de que el trigo. o
ese producto x. comprado a mSn 15. tendría que venderse en el mercado internacio-
nal a m$n 12 o a mSn 1 O. con una pérdida para el Gobierno. Porque después de com-
prado. podían ocurrir una serie de bajas. como las que se habían venido experimen-
tando. Con ese objeto se creó lo que se llamó el fondo de diferencias ele cambio.
El Gobierno compró a los exportadores todas las divisas extranjeras a razón de
mSn J 5 por libra esterlina. y luego las vendía en el mercado a un precio superior. Y
la diferencia entre el precio comprador ele mSn 15 y el precio a que vendía ese
cambio. lo acumulaba en un fondo. Fondo con el cual pudo el Gobierno res:u-cirse
ele las pérdidas ele la venta del lino. maíz. etc .. a precios más bajos en el mercado
internacional.
Cuando se estableció el precio comprador de la libra a mSn 15. no se sabía en
realidad a cuánto se podrían vender. Se quería dejar al mismo mercado establecer
el precio de las libras. y se estableció el sistema ele las reservas de cambio.
Todos los días se recibían en la Oficina de Control de Cambios. una cantidad
de solicitudes ele compra de libras. que decían: necesito tantas libras. y estoy deci-
dido a pagar tanto precio. Y las libras se adjudicaban de acuerdo a los precios ofre-
cidos. Los que habían ofrecido un precio menor no entraban en la licitación.
Así fue en los primeros tiempos. Ya vamos a ver cómo después el sistema se
alejó de lo que se hizo primeramente. Este sistema de las licitaciones ya permitía ac-
tuar a la oferta y a la demanda. puesto que si había una gran demanda de cambios y
poca oferta. los compradores tenfon que disputarse ese cambio ofreciendo precios
altos. puesto que los que ofrecían precios bajos no podían entrar en la licitación.
Se sabía que el mercado necesitaba muchas libras. Lo que se temía era que el
peso se fuera demasiado lejos. Y eso explica que no se haya dejado el tipo vende-
dor sujeto.
Lo que se ha escrito sobre la Junta de Granos. es bastante extenso. de manera

EL CONTROL DE CAMBIOS Y LA ECONOMiA DIRJGJDA
581
que el que quiera conocer cómo funcionó la Junta puede leer la memoria de ella. y
el que quiera conocer las críticas. también tiene ubundantísimo materiul. Por lo tan-
to. no voy a entrar en su descripción. pero sí en este aspecto sobre el cual quisiera
volver a fin de curso. pero desde un marco más amplio.
El público. que siempre tiende a dur un nombre a las cosas. llamó economfa di-
rigida. atribuyendo estas medidas al propósito de guiar la vida económica.
Como ustedes saben. yo estoy ligado, como co/ahorador, a estas medidas, y
puedo decir que no hu habido ningún propósito de economía dirigida. Simplemente
el Gobierno vio que los hechos se iban precipitando en una dirección. en un senti-
do que estimaba inconveniente. y puso en juego algunos medios de emergencia.
Buenos o malos. No es el caso calificarlos. sino ele explicarlos.
No obedecían a una concepción teórica ni a un sistema de economia dirigida,
sino procediendo tal cuul los hechos lo exigían en ese momento.
Con frecuenciu. para ilustrar en las discusiones sobre este asunto. he recordado
la imagen de un hombre que se cae y se golpea en tal forma. escaleras abajo. que
necesita ser puesto dentro de un aparato ortopédico. Sus brazos. sus piernas. están
enyesados. y su organismo está contenido dentro de un aparato 011opédico. destina-
do a impedir los movimientos violentos mientras el organismo está pasando por
ese estado. Cuando ha tenido esa desgracia. no sigue una teoría ele sus movimien-
tos dirigidos. simplemente está sometido a ese aparato. Y el día que pueda su orga-
nismo moverse con facilidad. tirará su aparato sin ninguna preocupación de orden
teórico.
No le podernos decir a esa persona: usted tiene ese aparato ortopédico porque
profesa la teoría de que el organismo humano necesita ese aparato. Lo ha adoptado
sin que lo haya guiado una concepción determinada. Lo mismo podía deci1: de lo
que fueron todas esas medidas en ese momento. Es una cuestión de términos.
Cuando se habla teóricamente de economía dirigida. se entiende por quienes usan
la expresión cosas muy distintas. Porque lo uno es tocio un sistema de la vida eco-
nómica. ele la producción. ele la distribución y del consumo; ele regulación por el
Estado, por una autoridad. o por una serie de autoridades. Es un sistemu. que a jui-
cio de los teóricos que lo preconizan. trata de rcemplazm· el sistema de la libre con-
cuffencia. o poner en manos del Estado la dirección ele ciertos elementos importan-
tísimos de la vida económica. que están en manos de organismos privados.
Ese es uno de los conceptos más amplios de la economía dirigida: regulación
ele la vida económica en sus múltiples manifestaciones. Es un sistema teórico.
Hay un sistema de economía dirigida en Rusia; hay un sistema de economía di-
rigida en Italia; que tienen muchas diferencias y muchos puntos ele contacto; pero
en esto que ustedes han visto no hay tal sistema ele economía dirigida.
Nadie ha creído que el Estado debiera permanentemente fíjm· el precio de los

582
RAÚL PREBISCH
cereales: ni que el Estado dcha permanentemente fij¡u- el cambio. sino que las cir·
cunstancias han llevado las cosas a ese sistema. que si se perpetúa. entonces sí. pa-
sará a ser un sistema de economía dirigida.
Y ya vamos a ver algo a propósito. Entonces lo que fue una simple medida de
emergencia. destinada a resolver un problema agrario. se transform¡ufa en un siste-
ma. cuando exista el propósito de intervenir. no solamente en las circunstancias
graves. sino en todas las circunstancias de la vida económica.
Por ejemplo. cuando se estableció el precio mínimo del trigo en mSn 5.40. el
Gobierno se vio llevado a tomar esa medida para evitw· un pe1:juicio.
Yo no defiendo esta política. sino que les explico que cuando se estableció ese
precio mínimo. trató de evitar el Gobierno que el productor tuviera que vender su
trigo a un precio más bajo. Y cuando el Gobierno. algún tiempo más tw·cle. fijó el
precio del trigo a mSn 10. se alejaba de la primera medida. La primera medida fue
destinada a evitar que los precios cayeran debajo de un límite necesario. para que
la producción fuera desarrollándose. para que el agricultor sembrase en la próxima
cosecha.
Cuando se estableció el precio a mSn 10 ya no actuaban las mismas razones. Se
apartaban del propósito primitivo.
Si el Gobierno continúa con esa política entonces sí. sigue una política ele eco-
nomía dirigida. Cuando ya no existen las circunstancias graves que obligaron a
traer esas medidas. Si persiste. ya sigue un sistema deliberado de intervención de la
vida económica. Bueno o malo. no es el caso ju1.garlo ahora.
No se si ustedes ven con claridad la diferencia entre un sistema y otro. Si este
sistema se perpetuara. también se habría entrado en un sistema definido. que ya no
obedece a los fines. a los propósitos de emergencia. que se tuvieron a fines del aiio
l 933 cuando el sislema se eslablcció.
De manera pues que. en síntesis. lo que no fue la expresión de un concepto de
economía dirigida, puede transformarse por propia voluntad. deliberación del Go-
bierno. en un organismo pru·cial de economía dirigida. Yo pienso. si me alcanza el
tiempo. cnlrar en el lema.
Quienes hablan de eslo. con frecuencia presentan la opción entre el sistema de
economía dirigida y la intervención clel Estado en los diversos res011es económicos
y la libre concurrencia. Presentan una bandeja p:u·a quienes quieran optar. Es un
grave error. No hay tal opción en la economía moderna: la libre concurrencia pier-
de de más en más su imperio en las actividades económicas.
Hoy en ciertos campos de la actividad económica. donde antes competían dis-
tintas empresas. hay un conglomerado de empresas: conglomerado de empresas
que a veces tienen una influencia muy grande sobre la vida económica. Y ese con-
glomerado de empresas es el que a veces dirige esa actividad. No hay la libre con-

EL CONTROL DE CAMBIOS Y LA ECONOMÍA DIRIGIDA
583
currencia primitiva. Distintas razones de orden técnico. económico. han llevado a
ciertos ramos de la actividad económica a concentrarse. dando a quienes lo deten-
tan un poder considerable.
De manera que la realidad no siempre ofrece la opcic>n entre libre concurrencia
y economía dirigida. sino entre economía dirigida por ciertos grupos privados y
economía dirigida por el. Estado. hechos que omiten los que hablan de estas cosas.
presentándose un cuadro de economía del siglo XIX.
Tomemos el comercio de granos. ¿Alguien puede decir que la intervención del
Estado signifique variar las condiciones de la libre concurrencia? ¿Pero de qué li-
bre concurrencia'?
De ninguna. si no existe sino en los libros. La economía de las empresas que se
dedican al comercio de carnes está dirigida por un conglomerado de empresas que
no representan la libre concurrencia.
No hablo de las ventajas o desventajas de la intervención del Estado. sino para
abrirles los ojos para que puedan orientarse mejor en las discusiones públicas.
En la indusllia azucarera, no vamos a suponer que el Estado está perturbando o
favoreciendo la libre competencia. que no existe desde hace muchos años. Las
fábricas están entendidas entre ellas. Esos entendimientos a veces se rompen; hay
dificultades para rehacerlos; pero no hay libre concurrencia.
Tienen ustedes la producción argentina. Indudablemente el derecho aduanero
impide la competencia exterior. y facilita el entendimiento de quienes disfrutan una
concesión.
Eso no es solamente un caso nuestro. Generalmente la protección aduanera en
industrias de esta naturaleza. ha incubado cienas fonnas de asociación que son pre-
cisamente lo contrario de la libre concurrencia.
4
o
El caso de la industria del azúcar no es el que ustedes explican en los exámenes
con ese gráfico de las empresas 1. 2. 3. y 4. Una no desaloja a la otra. sino que allí

RAt'JL PREBISCIJ
están la L la 2. y la 3. y también la 4. con costos crecientes. Es un cartel. en reali-
dad. forma de asociación muy común en 01ros países. especialmcn\\c en Alemania,
que es la patria del carie!.
No es un \\rus\\ que se ha formado sobre la base de sucesivas economías de pro-
ducción. que ha llevado a la empresa 1. que está mejor organizada. que tiene mejor
técnica. mejor producción. etc .. sino las varias empresas. con dislintos costes de
prodt!cción. las que subsisten.
Situación inestable. porque ya se eslú viendo que estas empresas. las l. que es-
lán en Salia o Jujuy. y que pnxlucen a costo más barato. están solicitando gradual-
mente una mayor cuota en el conjunto de la producción. y el día que la empresa l. o
un grupo de empresas 1. tenga la suficiente potencialidad financiera. no habrá
acuerdo que les impida vender azúcar en el país a precios más bajos a las 2 y a las 3.
Se vcr:ín entonces en duras condiciones. Con este agravante. que las empresas
1. las de coste más bajo. están dispersas en algunas provincias. Se plantea entonces
un problema muy serio.
Les diré de paso l[Ue es un problema que no quieren ver los tucumanos. No
4uieren ver la realidad que les espera necesariamente. porque alguna vez van a te-
ner que resolver el problema. Es un problemas gravísimo.
Por supuesto. que yo no estoy preconizando el retorno a la libre concurrencia.
que sería. por otro lado. una solución demasiado ingenua.
Hay gente que cree que las cosas se curan en esa forma. Que el resfrío se cura
ech:índose en una pileta de agua fría.
Es por eso que yo seiíalé que la dispersión de las empresas tiene sus dificulta-
des geográficas, pero todo problema de esta índole tiene que ser encarado con un
criterio. con un plan. No se pueden dejar las cosas como están. porque sobrevendrá
un día la reacción violenta de quien tiene un ingenio en las provincias de Salia y
Jujuy: se burla de todo acuerdo. porque no depende de la ayuda del Gobierno. Es
concebible el caso de un industrial que tiene suficiente dinero y no necesita ayuda
banc:u"ia. Hoy t<xlos tienen que entrar en un determinado marco. aun cuando los in-
tereses estén en pugna dentro del mmui en que ellos están.
Pero todos estün en condiciones de ent1w· en una guerra de empresas. y una
guerra de esta naturaleza es una guerra con grandes probabilidades de ser ganada
por Salta y Jujuy.
;.Y qué van a hacer entonces. las empresas de Tucumún'?
Aceptamos que eso no es ¡x)sible: y sobre 1<xlo. que esa empresa 1 puede ven-
cer. porque va a vender azúcar barata. que le traerü la ayuda de la gran masa de
consumidores. Una solución ele esa índole. tiene (XJr lo tanto que venir. y tiene 4ue
preverse. y una de las formas en que en otros países se ha actuado para resolver
problemas de esta índole. ha sido la siguiente: todas las empresas que estün en la

EL CONTROL DE CAMlllOS Y LA l'CONOMÍA DfRIGIDA
585
producción elaboran un plan coincidente. un plan de concentración de todas las
empresas que producen a los mismos costos. Hay ingenios que producen a este
costo bajo (OA) y podrían producir toda la cantidad (QN) y producen solamente
(OM). y otra produce el resto a otro costo <MP). Eso no cs. por sup11csto. nada eco-
nómicn.
p
A,__ ___
___,
o
M
N
Supongamus que el cos10 de producción de esta empresa -;on 18 centavos. Esta
empresa produce. digamos 100 toneladas a 18 centavos. y podría producir 200 to-
neladas. Debido al convenio solamente produce 100. y las otras 100 las produce
otra con un costo de 25 centavos. Si la producción se concentrase en las mejores
fábricas. en las más eficientes. se tendría de inmediato una rchaja en el coste con-
junto de la producción de la industria. i.No es así?
En el costo de producción. en 10 o 15 años. se pueden amortizar los malos ca-
ñaverales. los malos ingenios. transformar la producción de la pmvincia de Tucumán.
La provincia de Tucum:ín no siempre ha sido una provincia azucarera. Hace 60
años tenía tabaco. naranjas. arroz. tenía una producción diversificada. La industria
azucarera ha suprimido la diversidad de cultivos. Ahora se tiende gradualmente a
volver a ellos: el clima se presta para una gran cantidad de cultivos: tabaco. algo-
dón, citrus. etc. Es proverbial la producción de nmanjas.
Sin embargo. eso se perdió por la competencia que la industria azucarera esta-
bleció sobre todos esos productos.
Con un plan de años. plan financiado por la diferencia de costo de producción.
posiblemente se podría encarar el problema en términos distintos.
Yo creo que una situación así duraría mucho tiempo: porque no hay unidad en
la industria. Las provincias de Salta y Jujuy tienen una cuota mayor. y con el tiem-
po van a querer una cuota cada vez mayor. si ellas producen a costo más bajo. Cla-
ro que si los costos siguen tal cual están. y si la industria obtiene una cuota por IOO
años. no hay problema.

586
RAtJL l'REBISCIJ
Y yo temo que venga pronto. si no se lo empieza a encarar desde ahora. Claro
que la economía tucumana tal vez tenga que achicarse. Depende de muchos facto-
res. Puede ser que otros cullivos sean !:In remuneradores como el cultivo del
azúcar.
Alumno: Y tampoco la protección aduanera puede seguir a perpetuidad.
Señor Prebisch: Eso es menos probable. yo no creo que haya un gobierno. cual-
quiera que sea su matiz político. que en presencia de una posible catüstrofe si baja
los derechos aduaneros. lo haga.
Alumno: Pero con esta protección aduanera llegaremos a que no se irü a produ-
cir al costo mínimo.
Señor Prebisch: Como Je digo. no creo que haya un gobierno que baje los dere-
chos aduaneros. cuando los intereses de toda una provincia están en juego. Técni-
camente se concibe. Pero el gobierno no puede hacer eso. Los pnxluctores podrán
proclamar desde el llano la rebaja de derechos aduaneros. pero llegados a tener que
afrontar la ruina inmediata de 400 mil personas. las cosas cambian. No conozco un
solo caso en que eso no ocurra. La protección aduanera es así. Cuando se crea ya
es muy difícil sacarla.
En Tucumán hay un problema. y es que los cañeros se han acostumbrado a tra-
bajar muy poco.
Vamos a volver en la clase próxima sobre el tema monetario. Les hago la acla-
ración de que no estoy preconizando plan de ninguna naturaleza.
Pero en tocios los problemas es necesario ir al fondo y no preocuparse por las
manifestaciones externas que es lo que se viene haciendo desde hace muchos aflos.
En el aflo 1931. se perdió una espléndida oportunidad para hacer su reorganiza-
ción.
Yo no estoy preconizando este plan. Digo simplemente lo que en otras partes.
en otras industri<1s. se utiliza. y se logra resolver el problema con un plan de esta
naturaleza.

83
LA REY ALUACION DEL ORO
Y EL INSTITUTO MOVILIZADOR *
Ya les dije que no abundaré en muchos detalles sobre estas operaciones. que han
sido explicadas en distintas publicaciones. Las relativas al Banco Central. a la cons-
titución del Banco Central y la revaluación del oro. pueden ustedes encontrarlas
junto con todos los antecedentes y fundamentos de los proyectos en una publicación
de la Revista Eco11ómica, que reúne todo el material disponible sobre la materia.
Luego. la Memoria del primer ejercicio 'del Banco Central. en cuya primera parte se
ponen las cifras de la revaluación. y el destino final de los beneficios. Y por último.
a raíz de la constitución del Instituto Movilizador. se publicó por el Ministerio de
Hacienda. un comunicado que salió en los di¡u·ios, que si mu! no recuerdo fue el 31
de diciembre. o últimos días del año pasado. o primeros días de este año.
Con esas publicaciones. ustedes pueden tener una idea clara de todos estos
movimientos. En síntesis. todas estas operaciones han constituido movimientos de
contabilidad, como ya les sugerí en la clase amerior.
El balance de la Caja de Conversión se transforma en el balance del Banco
Central.
En el balance de la Caja de Conversión se tiene lo siguiente:
Activo
Pasivo
En miles de m$n
En miles de m$11
Oro
561.006
Billetes y monedn
Títulos del
subsidiaria
1.215.720
Empréstito Putriótico
145.291
Redescuento
216.405
* N. dd Ed. Clase del curso de Economía. segunda parte. dictada el 31 de agosto de 1936 (véase
la Nota Je! EJitor ,J capftulo 80).

588
RAUL PREBISCH
Activo
Pasivo
En mi les de 111$11
En miles de 111$11
Crédito contra
el Gobierno Nacional
(emisiones anteriores
a la ley 3871)
293.018
1.215.720
1.215.720
Se tiene:
El primer rubro del activo es el oro. Después. Títulos del Empréstito Patriótico.
aquellos títulos de los cuales hemos hablado anteriormente. Tercero. redescuento.
del cual también hablamos. El redescuento efectuado en la Caja de Conversión por
el Banco de la Nación. lo que ha permitido a su vez al Banco de la Nación redes-
contar a los bancos particuhu-es. 216 millones. Y por último. el crédito contra el
Gobierno Nacional. Se pone bajo esta designación la parte de billetes sin garantía
alguna. que proviene del siglo anterior. que no tiene garantía de oro. que estaban
respaldados bajo la responsabilidad del Gobierno. porque no se necesita tener cu-
bierta al 100% la circulación.
Este es el activo. El pasivo está constituido por los billetes en circulación.
¿,En qué consistió la rcvaluación? En darle un nuevo valor a esta masa de oro
de 561 millones. o sea. a las monedas de oro de la Caja. Se les asignó un nuevo va-
lor. según el cuadro siguiente:
Monedas de oro
l\\ucvo valor del
que pa~aron al
Cantidad
Tipo de
oro
llalllºO Central
rc,·aluadún
(111$11)
Argentinos
1.523.329
24.8016
37 .780.996.53
Aguilas N.A.
12.237.843
51.4087
629.131.599.43
Libras esterlinas
22.300.202
25.0000
557 .505.050.00
-
-
1.224.417 .645.96
El oro después de la revaluación tiene un valor de 1.224.418 millones de pesos.
¿,Cuánto es la diferencia entre esta cantidad y 56UXl6 millones de pesos?

LA REVALUAClÓN DEL ORO Y EL INSTJTl]TO MOVllJZADOR
589
Hay una diferencia de 663.412 millones de pesos. Queda en los libros un bene-
ficio de 663.412 millones de pesos. que luego sube a 701.061 millones por otro
elemento que vamos a ver.
Esa es la primera etapa en las operaciones constitutivas del balance del Banco.
La segunda operación consiste en sacar de los 1.215 m iliones de billetes los billetes
subsidiarios: los inferiores a mSn 5. y las monedas de níquel. Los billetes de mSn l.
y 5. que por ley quedan fuera del Banco Central. porque se considera que para esos
billetes no es necesario tener garantía metfüica alguna. porque son los que el
público necesita para sus transacciones. y que en ningún caso se llevarán. en un ré-
gimen de conversión. al instituto emisor en procura ele oro. Por eso mismo esos bi-
lletes. a pesar ele estar fuera del Banco Central. si se aumentan más allá de lo que el
público requiere pueden. sin convertirse directamente en oro. obligar a otros bille-
tes a hacerlo: a los billetes del Banco Central. desalojándolos ele la circulación.
De estos 1.215.720 millones. se sacan 211.784 millones de moneda subsicfüU"ia.
Tendremos aquí un remanente de 1.003.937 millones de pesos.
Esos 211 millones se sacan. y no se tiene garantía metálica. Se sacan del activo.
se achica por lo tanto. la suma de descubierto del Gobierno Nacional. Pero no se
deducen 211 millones: se deduce una cantidad inferior: 174.135 millones. No se
deducen 174 millones de los 293.018 millones que tenía en descubierto el Gobier-
no Nacional. quedan entonces 118 millones en descubierto. que se cubren en segui-
da con un bono de garantía. que es exactamente igual que eso, para nosotros. Pero
para la gente es distinto decir "descubierto" que "Bono de Gm-aillía", pero es exac-
tamente lo mismo en uno y otro caso. No tiene mayor importancia dentro del siste-
ma. El Bono ele Garantía llega a 118.883 millones ele pesos. porque se deducen los
174 millones ele billetes de mSn 5. y no el total de moneda subsidiaria porque las
monedas de níquel estaban cubiertas por oro anteriormente: porque habían sido el
resultado de cambiar billetes emitidos contra depósitos ele oro, por esas monedas.
De manera que el Gobierno Nacional hace una ganancia adicional. correspon-
diente al valor del oro. representado por esas monedas. y ese beneficio de 663 mi-
llones se eleva a 701.061 millones.
¡,Comprenden ustedes bien? ¡,O hay alguna duda para seguir adelante'!
Entonces ya está toda la moneda subsidiaria fuera del Banco Central. Al elimi-
narse la moneda subsidiaria queda reducido ese descubierto de 293 a 118 millones
de pesos moneda nacional.
Ahora entramos en las operaciones de compensación.
Han visto ustedes en la clase anterior que parte de esos 701.061 millones se de-
dicaron a pagar al Banco de la Nación deudas del Gobierno en el Banco de la Na-
ción. y al mismo tiempo. ¡_qué otro concepto. fuera del Banco de la Nación?

590
RAÜL PREB!SCll
Alumno: El Instituto Movilizador.
Profesor Prebisch: Eso posteriormente. Primero por los conceptos siguientes:
Por amortización de la deuda directa
m$n
del Gobierno
150.000.000.00
Por cancelación de cauciones de Letras de
Tesorería pagadas a los bancos y
otras instituciones
23.440.344.76
173.440.344,76
Más tarde el Banco de la Nación recibe por otros conceptos. pero por ahora va-
mos a considerar solamente esos 173 millones. El Banco de la Nación recibe parte
de ese dinero. ¿Y cómo lo emplea'? ¿Qué es lo primero que hace el Banco de la
Nación?
Cancelar redescuento. El Banco de la Nación tiene en su pasivo Redescuento,
entre otros renglones.
Recibe una mayor cantidad de efectivo. digamos 100. para simplificar. Y enton-
ces puede cancelar 100 de redescuento. Recibe efectivo. Aquí. en el mismo Banco
Central.
No es necesario que en el Banco Central salga efectivo, sino que del depósito a
favor del Gobierno. se deduce una parte del mismo. para hacer un depósito a favor
del Banco de la Nación en los libros del Banco Central.
Aquí. entonces. el Banco de la Nación tiene un depósito de 100 millones. Gira
contra este depósito para cancelar 100 millones de redescuento.
Ahora vamos a ver las cifras reales. Habíamos dicho que el Banco de la Nación
recibía. de los beneficios de la revaluación, 173,440 millones. Al mismo tiempo, el
Banco Central. compra al Banco de la Nación Letras de Tesorería. Le paga Letras
de Tesorería.
Recibe esas letras el Banco Central. y las transforma en Bonos Consolidados
del Tesoro. Esas compras llegan a 254.709 millones. Es lo que vamos a anotar aquí
en el Activo y en el Pasivo.
Por lo pronto. vamos a examinar esta cifra de 701. menos 173 millones. que
ahora son del Banco de la Nación Argentina: 528 millones.
Si se compra al Banco de la Nación 255 millones de Letras de Tesorería, se lo
transforma en Bonos. ¿Qué sucede?
Al Banco de la Nación se le aumentará el Activo.
En el Pasivo se acreditan los 255 millones al Banco de la Nación. ¡,Cuánto vie-
ne a ser el total? 428 millones.
Además. la ley dispone que estos títulos del Empréstito Patriótico sean también

LA REVALUACIÓN DEL ORO Y EL L''IST!TlTfO MOVILIZADOR
591
transformados en Bonos. De manera. pues. que desaparece el renglón Títulos. y au-
menta éste 400 millones. Como he ido suprimiendo decimales. son 400 millones en
realidad; y vean cómo va tomando más la fisonomía del balance actual del Banco
Central.
Al mismo tiempo. el Banco Central compra al Banco de la Nación 122.557 millo-
nes de oro y divisas. que el Banco de la Nación había comprado por cuenta del Gobier-
no. Oro y divisas que ingresaron a raíz del saldo positivo del balance de pagos de los
años 1934 y 1935.según vimos al anotar las cifras en la pizaJTa en clases anteriores.
De manera. pues. que aumenta la cantidad de oro y divisas. Aparece el mbro
Oro y Divisas por 122 millones. los cuales se acreditan al Banco de la Nación.
cuyo saldo entonces aumenta a 549 millones. porque pasa de 427.
A esta altura. el balance del Banco Central presenta este aspecto:
Activo
Pasivo
mi//0111:.1 de m$11
Oro en el país
1.224
Billetes
1.003
Oro y divisas
Gobierno Nacional
529
(Corresp. Exter.)
122
Redescue1110
216
Banco de la Nación
549
Bono de Garantía
119
Bono Consolidado del
Gobierno Nacional
400
2.081
2.081
Vamos a entrar en el otro aspecto; la otra faz. y ver cómo disminuye el saldo
del Banco de la Nación en el Banco Central.
Alumno: Esto pudo ser posible porque la deuda del Gobiemo estaba en el Ban-
co de la Nación.
Profesor Prehisch: Precisamente. una operación de esta naturaleza. se hace
cuando hay una combinación de circunstancias que permite hacerla.
Por ejemplo. se hizo en Francia en 1928. con una limpieza estadística mucho
mayor. diremos. que en este caso. Porque el balance del Banco de Francia arrojaba
como saldo deudor del gobierno -no recuerdo bien las cifras- una cantidad fan-
tástica. Diremos la cantidad de IOO millones como deuda ele! gobierno al Banco ele
Francia. Se revalúa el oro. y a raíz de esa revaluación. el gobierno ap::u·ece con un
depósito de 120 millones. y de la noche a la mañana, de acreedor del gobierno. el
banco se conviene en deudor del gobierno.

592
R1\\UL PREBISCH
Fue la famosa operación de Poincaré. que estabiliza el franco a la quinta parte
de lo que valía. Poincaré era Un enemigo decidido de esta estabilización. pero los
hechos fueron más fuertes que sus inclinaciones.
Ustedes ven entonces. que una operación de revnluación puede hacerse sin te-
ner efectos inmediatos en la circulación. cuando se hace para compensar una deuda
existente.
Pero hay operaciones de revaluación que no se han hecho así. En que una
mínima p:u·te se ha dedicado a pagar deudas del gobierno.
Supongamos que un gobierno haya tenido una deuda de 20 millones. y que la
revaluación da 120 millones. Entonces. solamente se paga 20 millones y el de-
pósito del gobierno queda reducido a 100. Y estos 100 se usan para gastos. Por
ejemplo la revaluaeión belga y la del Uruguay. hechas posteriormente a la nuestra.
En la revaluación belga. gran parte del producido se usó para hacer trabajos
públicos. para gastos distintos del Estado.
Cuando el gobierno gira contra su cuenta en el instituto emisor. está aumentan-
do la circulación en manos del público.
Bueno. vamos a ver entonces en qué consiste esta otra faz. la de la disminución
de los depósitos. En primer lugar. el Banco de la Nación le transfiere depósitos. los
depósitos oficiales y los de la Cámara Compensadora. Los oficiales fueron de
136.317 millones. y los de la Cámara Compensadora 69.914 o sea 206.231 millones.
Aquí vemos que quedan 343 millones. Y aquí vamos a poner: Depósitos oficia-
les 136 millones. y Depósitos de la Cámara Compensadora 69.91.
En el Banco Central el depósito bancario o Cuentas Corrientes Banc:u·ias 69.91
millones. prácticamente 70 millones. Se usa también en cancelar los 216.405 millo-
nes de documentos redescontados por el Banco de la Nación en la Caja de Conver-
sión: de manera que desaparece el renglón Redescuento. y disminuye la cuenta del
Banco de la Nación a 127. que fue de 343 millones.
Hasta ahora no ha salido dinero. y se ha hecho una suma bastante grande de ope-
raciones en la adquisición al Banco Central de Certificados de P<U"ticipación a los
Bonos Consolidados del Tesoro Nacional. De manera. pues. que de estas letras que
salen del Banco de la Nación y pasan al Banco Central en forma de Bonos. vuelve
una parte de ellos al Banco de la Nación. Tendremos 127 menos 76 millones.
Aquí en el Pasivo. tenemos Certificados de Participación 76 millones. y dismi-
nuye lógicamente del Banco de la Nación. en la misma cantidad: quedan 51 millo-
nes. Luego hay que separar en el Banco de la Nación. el efectivo depositado por
los bancos del interior. y que sigue en el Banco de la Nación. en su cuenta. pero
por cuenta del Banco Central. que está en custodia.
De manera que esto tiene también que salir de este balance. y así llego a la

LA REVALUACION DEL ORO Y EL INSTITUTO MOVILIZAOOR
593
suma de 72 millones. Aquí no hemos considerado el segundo pago hecho al Banco
de la Nación. cuando se establece el Instituto Movilizador.
Adi\\'o
Pasi\\'o
en millones de m$11
Oro en el país
1.224
Billetes
1.003
Oro y divisas
122
Fondos p. el l.M.
528
Bonos de Garantía
118
Banco de la Nación
51
Bonos Consolidados
Depósitos Oficiales
136
del Gobierno Nacional
400
Dcpósi tos Bancarios
70
Certif. Partic.
76
1.864
1.864
Ustedes ven entonces cómo ha quedado transformado el balance de la Caja de
Conversión.
Lo mismo podríamos decir con respecto a los otros bancos. Los otros bancos
reciben por pago ele Letras de Tesorería 124J)80 millones. incluidos mSn 2.877 mi-
llones de interés.
En la primera operación. cuando la revaluación que se hizo el 31 de mayo -la
segunda se hizo a fin de año. pero no voy a hacer distinción de fechas para no com-
plicar mucho- reciben 124 millones. se acredita su importe en el pasivo. y com-
pran Bonos Consolidados al Banco Central. de manera que. nuevamente dan Letras
y reciben Bonos. Hay que deducir por lo tanto. esos 124 millones de los 528 millo-
nes. Viene a representar 404 millones de saldo en la cuenta del Instituto Moviliza-
dor. También se reduce esa cantidad de 404 millones en la suma destinada por el
Gobierno para el pago de acciones en el Banco Central. que fueron 10 millones de
pesos.
Entonces. vemos: Capital LO millones: Fondos p:u·a el Instituto Movilizador
394 millones. De esos 394 millones se dedican 3541 a pagar Letras de Tesorería a
otras instituciones que no fueron bancos. grandes compañías. etcétera.
De manera. pues. que queda la suma de 390 millones de pesos acreditada en el
Banco Central. para Capital y Fondos de Reserva destinada al Instituto Movilizador.
¡,Cómo usó el lnstituto Movilizador. posteriormente. esa cantidad'?
El Instituto Movilizaclor compra deudas de los bancos: compra créditos conge-
lados al Banco ele la Nación por 314.()84 millones. y paga una parte de esos crédi-
tos en efectivo: paga 178.409 millones en efectivo. Por lo tanto. de los 390 millo-
nes que quedan aquí en el Instituto. pasan a la cuenta del Banco de la Nación. ese

594
RALJL PRl'BISCll
efectivo de 178 millones. Luego. el Instituto paga al nuevo banco que se creó. 170
millones de pesos. ¡,En qué forma?
Diremos. apartándonos un momento de esto. que al nuevo banco se le pasa -
voy a dar cifras aproximadas-. El nuevo banco se forma así. más o menos.
At·ti\\'o
Pasivo
en millones ele m$n
Diversos
190
Depósitos
360
Efectivo (l.M.)
170
360
360
El Inslituto Movilizaclor pasa a un nuevo banco 360 millones de depósitos: y en
compensación de esa operación. le pasa unos 190 millones de activo. digamos. des-
cuentos. préstamos. etc .. que constituyen la mejor parte del activo de los cuatro
bancos tratados en este plan. Cuatro bancos que habían redescontado gruesas su-
mas en el Banco de la Nación. y cuya situación era insostenible. De ese activo. pa-
san 190 millones. y junto con el activo. pasa efectivo por 170 millones.
¡,Comprenden bien?
Una cantidad evidentemente exagerada. Como ven. es casi la mitad de de-
pósitos. Hoy nos parece exagerada. porque sabemos que el retiro de depósitos ha
sido relativamente pequeño: pero esta cantidad estaba destinada a hacer frente a to-
dos los retiros que pudieran pnxlucirse de esta masa de .\\60 millones. M;ís aún: se
había pensado en que otros fondos se podrían mover en caso de que se retirase una
cantidad mayor que la de 170 millones. Previsión que. por cierto. en todo plan de
esta naturaleza es necesario tener. aunque se juzgue muy poco probable. Nadie sa-
bía lo que al día siguiente podía ocurrir. Pero no ocurrió eso. afortunadamente. y
fue necesario empicar relativamenlc poco dinero. 40 o 50 millones. en pagar de-
pósitos. Es la cifra. más o menos. en que se reducen los depósitos.
Más que por pánico. por el hecho de que genle que deposilaba en otros bancos
no quería deposilar en ese nuevo porque Je resultaba incómodo -por cuesliones de
comodidad-. Se le paga entonces. libremente.
Una parte de esle dinero fue a este banco y termin;u·j en depósitos bancarios.
¡,Comprenden bien cómo se fue moviendo denlro del balance del Banco Cen-
tral. esta canlidad?
El lnstituto Movilizador 1ransfiere estos depósitos como efectivo. de manera
que. parle de ese efectivo pasa por lo 1anto a depósilos bancarios.

LA REVALl'ACIÓN DEL ORO y EL bsrnuro MOVlLIZADOR
595
¡,Ven bic-m. o cleho explicarles de nuevo? ¡,Lo ven bien?
En síntesis: ele esos 390 millones. prácticamente. pasa casi tocio -no entremos
en pequeños detalles. para no perder el tiempo-. Casi todo. va a los depósitos
bancarios. en pagos realizados al Banco de la Nación, en pagos realizados al nuevo
Banco Español que se creó.
El Instituto Movilizaclor termina con esa masa grande. y le queda una cantidad
de 10 o 15 millones ele pesos. Omito. como les he dicho. detalles de la forma en
que se suscribe el capital del nuevo banco. y otros pequeños movimientos. que se
pueden ver en la Memoria del Banco Central. Lo que quiero es demostrarles. sim-
plemente. que esa ganancia de revaluación. de 70 l millones. en parte se insume
por estas cancelaciones. en estos movimientos. por el pase de depósitos. y en parte
va a radicarse en las cuentas de los bancos en el Banco Central. Una parte por lo
tanto se compensa. desaparece por el juego de las compensaciones; y otra parle
subsiste. Y subsiste bajo la superficie. no surge a la circulación: queda como base
del sistema de depósitos. La base del sistema de depósitos es el efectivo que tienen
los bancos en el Banco Central. Se amplía en úllima insl:mcia el efectivo que tie-
nen los bancos en el Banco Central. Disponen de una mayor cantidad de fondos.
que vamos a consider:u- ahora. Pero antes, y de paso. les quiero indicar. que este
nuevo banco que se creó con un capital de 20 millones de pesos. y que representa
la fusión ele ciertos activos. y ele los principales renglones del pasivo de los otros
bancos. está controlado por el lnstiluto Movilizador. que a su vez. es una institu-
ción autónoma del Gobierno.
El Instituto Movilizador tiene allí 5 millones de acciones. que le dan derecho a
nombnu- miembros de un pequeño consejo de administración. que es el que tiene
las facultades directivas. Y por supuesto que eso se hizo sin transformar violenta-
mente la estructura externa. como no es posible hacerlo en materia bancaria sin
despertar grandes inquietudes en el público. que por supuesto. en este caso no se
guía por la lógica. sino por rumores. que es un faclor de gran importancia.
Los otros quince millones de acciones cslán en su mayor pm·1e en el viejo Ban-
co Español. y en una menor cantidad en los otros bancos fusionados. Y las ganan-
cias sobre esos 15 millones de acciones. en su mayor parte tienen que destinarse a
ir amortizando lentamente en el Instituto Movilizador el rcmanenle de la deuda que
los bancos tienen con él: deuda g:u-:u11ida por el Banco de la Nación. por los que-
branlos que pudieran ocurrir en los créditos.
¿Comprenden entonces ustedes cuál es el sistema? Dar tiempo para que pueda
amortizarse una deuda. o evitar un quebranto de una liquidación violenta en esta
é¡xlCa. que no se hubiera podido amortizar. Hubiera ap:U"ecido enseguida. se hubie-
ra tenido que manifestar en una pérdida para los depositantes o para quien hubiese
redescontado.

5%
RAl'L PRl:lllSCll
Ri.:pito pui.:s. lo qui.: diji.: i.:n una clase anti.:rior. que el Instituto no creó pérdidas.
Reconoció una situación de hi.:cho. y a fin di.: evitar un sacudimiento en las condi-
ciones del país. por la pérdida de grandes cantidades para los di.:positantcs. toma
esos depósitos pasúndolos a una institución que no tiene créditos congelados. sino
que tiene lo mejor de cartera de los bancos. y una liquidez rn uy grande.
Con esos 170 millones de efectivo. da tiempo a que las viejas instituciones pro-
pietarias del capital. de una parte del capital en la nueva institución. e instituciones
que aún tienen activos congelados en sus balances. que lo irán liquidando. dar tiem-
po a que esas instituciones vayan amortizando lentamente la deuda. los quebrantos.
Esa es en síntesis la operación que se trata de hacer. operación realizada en su
aspecto bancario. La creación del nuevo banco. la transferencia de depósitos. tocio
ya está realizado.
El Instituto Movilizaclor al iniciarse y:i había cumplido su función bancaria.
porque todo esto se hace el día que surge el Instituto Movilil.ador. No tarcl:.i varios
días. sino que cuando surge ya estaba todo preparado para que instant:'íncamcnte se
hagan todos estos juegos: lo mismo fui.: con el Banco Central.
El Instituto ya no tiene una función bancaria. sino un;.i función de liquidación
del remanente del activo. que no pudo ser pasado al banco nuevo. El balance del
instituto Movili1~1dor es precisamente ese.
El activo de esos cualro bancos se ha dividido en dos partes. Una que queda en
los bancos. parte que pasa al banco nuevo. y otra que es la congelada. que queda en
el Instituto. y el Instituto tiene que ir liquidando gradualmente esa parte. Allí hay
deudores. allí hay empresas. hay acciones. toda clase imaginable de inversiones.
que se liquidarún bien o mal. pero eso no constituye un problema bancario. Ya no
hay allí un problema de depositantes. Hay un problema e111re una institución y deu-
dores de esa institución. o inversiones compradas a esa institución. tierras. etc .. que
tengan que irse vendiendo.
El Instituto no tiene ninguna misión bancaria. El problema de saneamiento ban-
cario terminó desde el momento que el Instituto surge a la vida. Esa es la etapa final.
Surge otro problema muy serio que es el de la liquidación: aunque no es banca-
rio tiene su incidencia banc:u'ia.
Esto lo digo. un poco al margen. porque es necesario que comprendan bien
cufücs son los lineamientos generales de la reforma. porque no sien1pre ha sido
bien presentado ni comprendido por el público.
En este país no existe. en realidad. una crítica financiera autorizada. De manera.
pues. que estas cosas con frecuencia se presentan modificadas. en forma confusa.
Y los críticos se dedican a cosas insustanciales. cuando habría otras. tal vez. de ma-
yor importancia que podrían debatirse. Por esto el público no tiene una idea clara
de estas cosas.

LA REYALU,\\CJC)N DEL ORO Y EL [NS"JlTUTO MOVJLIZADOR
597
Vamos a ver ahora. cómo quedan estos bancos después de esta operación. An-
tes les recordaré que este banco que ha recibido esta suma de 170 millones en los
primeros tiempos. tiene que devolver al Instituto Movilizador parte de este dinero.
tiene que devolver lo que exceda el efectivo mínimo. más las 2/3 partes de ese acti-
vo mínimo comprando al Instituto Movilizador el activo sano que el Instituto pu-
diera tener. Esto en un segundo tiem¡x>.
Al principio era necesario dar a la institución los fondos necesarios para pagar
depósitos. Una vez pasados los primeros momentos de duda se calculaba que el
banco podría devolver al Instituto parte de ese dinero. comprándole nuevos activos
¡xm1 aumentar esta cantidad de activos. Y así. precisamente. se ha hecho.
Hoy el efectivo de este banco está reducido a menores proporciones. y parte de
ese dinero ha vuelto a la cuenta del Instituto.
Vamos a ver rápidamente. entonces. los efectos sobre Jos cuatro bancos. Segui-
remos. mCts bien. en la próxima clase.
Quiero entrar en el aspecto de todo este proceso. concerniente a la circulación
en manos del público. Hasta ahora. hemos visto simples movimientos de cuentas.
De estos movimientos de cuentas. o en estos movimientos de cuentas. el
público ¿ha tenido alguna pm1icipación'? ¿,Se ha acrecentado la masa de poder ad-
quisitivo en manos del público? Porque ese es el punto fundamental para saber si
parte ele esos fondos creados por la rcvaluación han salido a manos del público.
Eso es lo que vamos a estudiar.
¿Qué cifras ncccsitarCtn ustedes para responder a esta pregunta?
En primer lugar. los depósitos en cuema corriente ele! público en los bancos. En
segundo lugar. el dinero en manos del público. ¡,Y cómo pudieron haberse acrecen-
tado esos depósitos en cuenta corriente. y el dinero en manos del público. a raíz de
esto? ¡,Hizo el Gobierno algún pago al público? No. todos fueron pagos bancm'ios.
¿Entonces. cómo pudo acrecentarse el dinero en manos del público? Solamente
si los bancos prestan más al público. si esta mayor base de moneda constituida por
los depósitos de los bancos en el Banco Central ha servido o no. para provocm· so-
bre ellos una mayor cantidad de depósitos bancarios.
Ustedes ven cómo tenemos que ir analizando punto por punto el fenómeno para
comprender su futura incidencia. Todo lo dcmCts. es pura charlatanería. Decir:
"hubo o no hubo inflación". "hubo o no hubo emisión". no se presta para dar una
idea clara de lo que en realidad ha ocurrido. Es necesario hacer este análisis. ir has-
ta el fondo del asunto. Ver lo que ha ocurrido en realidad con los préstamos. o si
han aumentado o han disminuido. o se han mamenido constantes. como estaban: y
al mismo tiempo. considerar otros fenómenos que pueden haber ocurrido en este
lapso. ya de más de un año: si ha habido aumento o disminución de la tenencia de
oro y divisas en el Banco Central. Si. por ejemplo, ha aumentado la tenencia de oro

598
RAÚL PREB!SCIJ
y divisas, y vemos que correlativamente aumenta la cantidad de depósitos de los
bancos en el Banco Cenmil o depósitos del público en los bancos. Tendremos que
analizm· bien las cifras, para ver si ese aumento se debe a un hecho o a otro hecho;
si ha habido un aumento de los depósitos en manos del público. por una expansión
ele préstamos, por una disminución de la base de oro y divisas.
El fenómeno no se puede clespejm· por una simple afirmación basada en esa
cantidad. Como cualquier otro fenómeno. es necesario analizar las distintas mani-
festaciones de este proceso, lo cual vamos a hacer en una clase próxima.

84
ESTADO ACTUAL DEL PROBLEMA
DEL P A TRON ORO*
No se si ustedes han leído en La Prensa de ayer una declaración del Comité
Económico de la Liga de las Naciones. en materia monetruia.
En esa declaración. se señala la influencia que ha tenido la depreciación de la
moneda en el restablecimiento del equilibrio de los precios: cómo la depreciación
de la moneda ha permitido al nivel de precios británico subir. y restablecer el equi-
librio con los costos de producción. que durante el período de descenso de precios
no habían bajado con la misma intensidad. y se insinúa en esa misma declaración
la conveniencia de devaluar las moneda" que se mantienen aún sobre la base del
oro. a fin de conseguir los mismos efectos que por la depreciación ·monetmia se
han conseguido en los otros países.
Y la declru·ación no la filman economistas innovadores. sino personas como Sir
Otto Niemeyer. que han figurado siempre entre los más 011odoxos en materia mo-
neta1ia. Es interesante que ustedes lean eso: ya nos vamos a referir a ese punto más
adelante.
Seguiremos mientras tanto, exponiendo cuál es el estado actual del problema
del patrón oro.
Consideramos en la clase anterior el caso de Alemania. donde se había estableci-
do un control cada vez más rígido del comercio exterior, control impuesto primero
por la necesidad en que se había visto ese país de crear un saldo positivo en su co-
mercio exterior a fin de pagar los servicios y amortizaciones de sus deudas en el ex-
terior. Esa fue la razón fundamental por la cual se impuso ese sistema. Pero se lo ha
seguido desarrollando. y hoy es el medio del cual se ha valido Alemania para poder
importar los artículos o materias primas necesarias para su reanne. El control se ha
convertido. pues. en un instrumento de política militar manejado por el Gobierno,
además de ser un sistema de política económica que permite a Alemania desaimllar
su producción interna con miras a la economía de guerra.
* N. del Ed. Clase del curso de Economía. segunda parte, dictada el 25 de septiembre de 1936
(véase Nota del Editor al capítulo 80).
·

600
RAlJL PREl!JSCH
Allí vemos. pues. la conjunción de varios factores distintos. Primero. un factor
eminentemente financiero. Luego. un factor de política económica. cierta orienta-
ción que el país quiere dar a su economía interna. influido por la situación político-
militar de Europa. Y en tercer lugar. la realización de un plan de carácter mililar.
El caso de Italia es similar. Allí también el control del comercio exterior se ha sus-
tituido a la lihre concurrencia. Se mantiene nominalmente el patrón oro. pero éste no
funciona. no hay libertad ele movimientos del metálico. no hay libertad para exportar
capitales. Como ustedes saben. está rigurosamell\\e prohibido. Hasta se han recogido.
para resellar. los billetes italianos que circulaban en el exterior. Otro caso aparente de
estabilidad monetaria. basada en el patrón oro. que en realidad no es 1al cosa.
El otro caso. de Rusia. también lo conocen ustedes. Allí el comercio exterior no
está dentro de un régimen normal de política. De manera que. al contemplar el co-
mercio exterior no nos referiremos a una transfom1ación reciente. sino a un aspecto
del sis1ema plameado en ese país. que está en evoluciém. y que no se asemeja al sis-
tema de la libre concurrencia. En materia monetaria. sin embargo. los pasos que se
han dado en los últimos ai\\os en Rusia. asemejan. y tienden a asemejarse cada vez
más. al funcionamiento monetm·io. y de los cambios de los otros países.
Menciono los hechos del cuadro. sin detenerme mucho en ellos: como punto de
referencia. Lo que más nos interesa a nosotros. es contemplar la situación m<meta-
ria actual de Gran Bretaña. Recordemos. primero. que ese país abandona el patrón
oro en el '29, bajo la influencia inmediata de un gran pánico financiero en el mun-
do. acentuado en Gran Brelai\\a por dificultades de carácter político. Ese es el fe-
nómeno inmediato. pero debemos también buscar en los factores más alejados.
pero también poderosos. o mejor dicho de influencia muy marcada. en la situación
económica británica. desde el retorno al patrón oro en 1926. como les referí ligera-
mente en alguna clase anterior. y hoy voy a precisar más.
Se vuelve al patrón oro en el año '25. a la vieja paridad de la libra. a la paridad
que se había abandonado durante la guerra.
Los precios ele las manufacturas británicas que. al valorizarse la libra. antes de
su estabilización. habían bajado por la misma valorización de la libra. ahora. con la
desvalorización. vuelven a subir. La anterior valorización los hizo bajar. pero esa
baja no fue acompañada por una baja similar en los costos. Del mismo modo. el
descenso que sigue a Ja estabilización tampoco fue acompañado. aunque fue de es-
casa importancia. por un descenso análogo en los costos de producción.
De manera que la industria inglesa. debido a la vuelta a la paridad. se ve en una
situación crítica que tuvo una enorme trascendencia en el desarrollo ulterior de la
economía británica.
En la teoría ortodoxa del patrón oro. no se plantea ningún problema así. por
cuanto se supone que existe en la vicia económica interna una gran fluidez. una

ESTADO ACTCAL DEL PROBLEMA DEL PATR(J:" ORO
601
gran facilidad de movimientos. Se supone que. bajando los precios. no tardari en
bajar todos los elementos que integran esos precios. o que subiendo éstos. también
se ajustan con rapidez todos esos elementos: los salarios. los precios de la materia
prima. etc. De manera. pues. que desde ese punto de vista no tendd mayor signifi-
cado el que se elija un punto u otro en la estabilización de la moneda.
Pero la realidad desmiente actualmente una suposición de esa índole.
Ha habido una época en el des:urnllo económico del capitalismo en que los sa-
larios podían moverse con mucha libertad. Esa fue la época de libre concurrencia.
en lo que llamaremos. para caracterizarlo bien. mercado de trabajo. cuando la ofer-
ta de trabajo actuaba sobre el precio. sobre el saJ:u·io. en la misma forma que lo
hace la oferta de mercaderías.
Dentro del sistema clásico. al descender los precios de las mercaderfas y no ba-
jm· correlativamente el costo. se produce una restricción de la producción. Y esa
restricción de la prcxlucción trae consigo la desocupación. y la desocupación. la
baja de los salarios. Y la baja de los salarios vuelve a equilibrar las condiciones del
mercado. Pero no sucede eso en la realidad. sobre todo en países como la Gran
Bretaña. que han alcanzado un alto grado de organización sindical. Los sindicatos
obreros. al defender sus salarios por su acción deliberada. han impedido la baja de
los salarios. han protegido sus sal:u·ios. y ese es un factor import:mte en la vida de
ese país. El salario no se mueve libremente. por lo tanto. mientras bajaban los pre-
cios. no pudieron bajm· Ios salarios.
Este es el hecho. No lo calificaremos. no es esa nuestra función. Hay rigidez de
los salm·ios y de los otros elementos de la producción. A eso se agrega esta otra cir-
cunstancia. que también reviste especial significado en ese período: que la indus-
tria inglesa no demuestra aptitud en incorporar los adelantos de la técnica. como lo
hacen las industrias de otros países competidores. Esto cs. que en los dirigentes de
la industria inglesa no se ha notado ese impulso constructivo y renovador. que ca-
racteriza a otras industrias. Había un espíritu más conservador. De allí pues. que
esas dificultades de la industria inglesa se manifestaran en un proceso de desocupa-
ción que. como dije en una clase anterior. ya existía en forma nítida antes del co-
mienzo visible de la crisis. antes del año '28. Desocupación que resultaba de esa si-
tuación de la industria inglesa. sobre la cual influían las razones monetarias que
acabo de mencionar. razones de cm·ácter estructural.
Por lo tanto. cuando sobreviene la crisis mundial. con una nueva baja de pre-
cios. no sorprende en Inglaterra una industria robusta. sino una industria en estado
de debilidad. de decaimiento y que ya venía luchando con grandes dificultades. De
ahí que. cuando sobreviene el pánico financiero. el mundo económico estaba ya
preparado para una desvalorización monetaria. La industria había sentido las con-
secuencias de una vuelta a la paridad. que había resultado una vuelta dcmasido pre-

602
R/\\l;t, PRtólllSCI 1
cipitada tal vez. a la luz de la experiencia. y poco acertada la elección del tipo. Este
es un fenómeno por demás interesante. también si se lo encara desde otros puntos
de vista. Uno de ellos es el siguiente:
La polúica monetaria inglesa había sido especialmente dirigida por banqueros y
financistas con escasísimas influencias industriales: de manera que en el problema
monetario prevalece el punto ele vista de los banqueros y financistas. especialmente
ligados al mercado internacional. cuyo punto de mira. casi exclusivamente. era
mantener el prestigio de la libra. por cuanto la libra así mantenida era el eje ele las
finanzas mundiales.
Se ha dicho que Londres era el clearing del mundo. donde iban a compens;u-se
todas las deudas.
El beneficio que eso representaba p;m1 la banca británica era enorme. Pero des-
pués de la guerra y especialmente después de la estabilización del afio '25, comen-
zaron a influir las fuerzas industriales y a imprimir su punto de vista a la política
monetaria. Punto de vista que hoy gravita en ese país al lado de las fuerzas de los
banqueros y financistas.
Abandonado el patrón oro en la Gran Bretaña. los precios lógicamente suben.
Se aproximan -como ocurre en nuestro país. aunque en mayor escala. porque ma-
yor fue nuestra depreciación- al nivel de anteguerra. Y se permite a la industria
inglesa desenvolverse con mús facilidad. no solamente porque los costos no suben
en la mism;1 proporción. sino que la depreciación monetaria actúa :1 manera de de-
recho protector.
A partir de la depreciación monetm-ia. Gran Bretaña entra en un período de de-
rechos aduaneros. en un nuevo período. en una nueva etapa de su vida económica.
La acción de esas fuen'.as contribuye al gradual restablecimiento de la economía
británica. gradual pero lento. Si se observa la curva del desenvolvimiento eco-
nómico. y los que sienten curiosidad por estos hechos pueden acudir a una revista
muy interesante. y bastante objetiva: The Economist. verán allí la curva de los mo-
vimientos económicos elevarse después del año '32. no después del afio '29. no in-
mediatamente después del abandono del patrón oro. sino en el año '32. '33 y '34.
Hoy. la curva es tú en un momento de indecisión estadística. porque se notaban
algunos síntomas de baja. pero. por otro lado. el enorme esfuerzo de re~u-me que se
está haciendo también en ese país está poniendo una gran masa de poder adquisiti-
vo en manos de la población. aumentando nuevamente la demanda. y por lo tanto
la producción industrial.
Esa revista. The Economist, es una de las más buenas. tal vez la única revista de
tipo ortodoxo que existe en materia económica. De tipo absolutamente ortodoxo.
tanto en ideas económicas como en su liberalismo político. no obstante lo cual. no
tardaron en plegarse a los que defendieron la nueva política monetaria britúnica. la

ESTADO ACTUAL DEL PROBLEMA DEL PATRÓN ORO
603
depreciación monetaria. bajo la evidencia de hechos juzgados así por ellos. En rea-
lidad. yo p<xlría decirles que no he encontrado una sola opinión británica posterior
a la depreciación que no haya reconocido que la clepreciaciém monetaria. ante la
baja intensa de los precios. fue el medio de elevarlos.
Alumno: Si se continúa la depreeüición en tocios los países del mundo. se esta-
bilizarán a un punto más bajo todas las monedas.
Profesor Prebisch: Vamos a ver. No es eso precisamente: depende qel nivel de
precios en oro y de la forma en que se haga la depreciación ele la moneda. Ya va-
mos a ver eso más adelante.
La depreciación en Gran Bretaña. ha tenido mucha más influencia que en nues-
tro país. influyó la depreciación de los precios. y los hizo ir acercándose al nivel ele
anteguerra y al restablecimiemo del equilibrio entre precios y costos. O sea. el fo-
nómeno que hemos visto en nuestro país en materia agropecuaria es exactamente el
mismo fenómeno. Con esta diferencia: que en este país se pudo reajustar los costos
ele la agricultura con más facilidad que los costos de la industria británica. aunque.
por otro lado. se acentuó la disminución de los precios agropecuarios. Ya vamos a
ver en qué términos se plantea el problema actual.
Yo lo que quería. es hacerles comprender que tocia la realidad ha ido escapando
al mundo teórico. para luego sacar una conclusión acerca ele ello.
Después de eso. después de esa experiencia. la Gran Bretaña sigue manejando
su libra esterlina independientemente de toda conexión. Existe allí un fondo de di-
visas que se llama Equalizalion Fund. fondo con el cual se actúa sobre el valor de
la libra: no diré que se mantiene el valor de la libra. sino que se actúa sobre el valor
de la libra. No se puede decir que se mantiene. porque hay épocas en que la libra se
ha desvalorizado. y épocas en que se ha valorizado. Epocas en que ha parecido que
la política monetaria inglesa se dirigía a mantener cierta relación con el dólar. que
también se depreciaba: en que parecía. digo. porque nunca se han hecho publica-
ciones al respecto. ni se ha ciado a conocer ni cómo ni cuándo se compraba y ven-
día divisas. Lo que positivamente se desprende. es que durante la vigencia. dire-
mos. ele este régimen monetario. el nivel de precios más bien ha subido en los
últimos tiempos. en vez de bajar, y posteriormente al alza iniciada cuando se aban-
dona el patrón oro. o sea. cuando el nivel de precios subió nuevamente; lo que sí se
ha declarado públicamente. Y. una de esas declaraciones fue precisamente en la
Conferencia Económica de Londres. es que la política inglesa consiste en mante-
ner el nivel de precios; que la Gran Bretaña tomaría todas las medidas monetarias
posibles para evitar una caída de los precios que comprometiese la situación de su
industria.
Ustedes pueden advertir en estas palabras que repito. el cambio fundamental en
el concepto de la paridad monetm-ia. ¿Se hubiera imaginado a un Canciller del Te-

604
RAÚL PRE!llSCll
soro Inglés. diciendo en 1910. que no les interesaba la vinculación de la libra con
el oro. y sí mantener el nivel de precios'! Seguramente que hubiera sido tomado por
un loco y recluido. Era salirse violentamente del patrón oro. y preconizar un siste-
ma de regulación monetaria. de moneda dirigida. como hoy se dice: hubiera resul-
tado una absurda fantasía.
La libra ha pasado pues a ser una moneda dirigida. con propósitos distintos de
los que guiaban al patrón oro. La libra. bajo el sistema del patrón oro. perseguía la
mantención del patrón oro. que la libra valiese siempre la misma cantidad de oro.
Hoy no. Hoy se busca. por lo menos en los momentos actuales. que la libra sirva
para comprar una misma cantidad de mercaderías. favoreciendo más bien el alza de
los precios. o sea la declinación del poder adquisitivo de la libra. para llevar más
adelante el reajuste que se persigue.
Ese es el hecho: me abstengo siempre de calificarlo. de dar opinión contraria o
favorable. sino que me limito a mencionarles el hecho. que es perfectamente per-
ceptible.
En torno a la libra se ha formado lo que ustedes habrán oído mencionar como el
bloque de la libra esterlina. Se trata de países vinculados económica y financiera-
mente a la Gran Bretaña. que poco a poco se han ido agrupando alrededor de la li-
bra. Me referiré en otra clase a éstos. que son los dominios británicos. los países es-
candinavos y la República Argentina. Estos países cotizan su moneda. no en
términos de oro, sino ~n términos de libra esterlina.
Voy a referir lo que con nosotros ocurrió. para que vean cómo fuimos llevados
a pegarnos a la libra esterlina por la evolución natural. diré. de los hechos.
Cuando se establece el control de cambios. ustedes recordarán que estábamos
ligados al dólar: recordarán ustedes el famoso tipo de 171, que fue el tipo rígido fi-
jado por la Comisión de Control de Cambios. De manera que cuando la libra se de-
precia. por estru· nosotros ligados al dólar. valorizamos el peso en ténninos de li-
bras esterlinas y acentuamos la baja de precios en la Argentina. Eso lo podrán ver
ustedes en los gráficos. Es decir. que se acentúa la caída en los precios de nuestros
productos. que en gran parte están regulados por la capacidad de absorción de la
economía inglesa o. mejor dicho. sobre los cuales intluye la demanda británica. y
no "regulados". porque queda mal la palabra. no hay una acción deliberada. Tanto
es así, que si ustedes observan en un gráfico. ver:ln que en el año '32. durante todo
el año '32. y buena parte del '33. época en que estábamos ligados al dólar. y que.
por lo tanto. manteníamos una estabilidad monetaria forzada. Por lo que ya dijimos
en otras clases. el nivel de precios sigue bajando en nuestro país. paralelamente a la
baja de precios en oro en el mercado internacional. En cambio no ocuffe eso con
los precios en libras esterlinas.
Nosotros en esa época teníamos una moneda apm·cntcmente estable. y la libra

ESTADO ACTUAL DEL PROBLEMA DEL PATRC)N ORO
605
esterlina era inestable. Cuando se cambia el sistema de control de cambios. ya se
había abandonado como base el dólar desde meses antes por la depreciación de
este último. Cuando los Estados Unidos deprecian su moneda (m:u-zo 4 de 1933).
se cambia la base de cotización de la moneda argentina al franco oro. es decir al
franco (no hay aún franco papel).
De manera que al establecerse el nuevo sistema de control se sigue tomando la
base del franco. el cual demuestra al poco tiempo que nos somete no solamente a la
influencia de los precios en oro del mundo. sino que. como los rumores sobre el
franco se comenzaban ya a acentuar. nos sometía a cualquier sacudimiento. En1on-
ces se toma como base la libra esterlina. considerando fundadamente que al vender
una buena parte de nuestros productos en libras esterlinas. y estableciéndose por lo
tanto el nivel de precios en esa moneda. convenía al país seguir las fluc1uaciones
de la libra. Y así se adoptó el tipo de m$n 15 por libra para las letras compradas a
los exportadores, pero se dejn flexibilidad en la fijación del tipo vendedor de la li-
bra y del dólar en el mercado oficial. y del tipo del mercado libre; así que sólo a
medias estamos vinculados a la libra. La relación fija está en el tipo comprador.
como en otros países en que se ha estabilizado con una relación más fija. Algo
análogo ha ocurrido en los países a que me he referido; en nlgunos de inmediato.
en otros con el andar del tiempo. y así se forma ese bloque de la libra esterlina. que
tiene una proporción considerable del comercio mundial, propor~iém que llega a
cerca del 40%.
Se están publicando en los últimos tiempos. una serie de estadísticas que de-
muestran que el recupermniento económico ha sido más intenso en los países del
bloque de la libra. que en los países que se han mantenido sobre el patrón oro. Hay
un desacuerdo en este país sobre ese punto.
Frente al bloque de la libra eslerlina subsis1en los países como Francia. Holan-
da y Austria -no cito Alemania ni Italia-. Esos países que acabo de mencionar.
mantienen el patrón oro: y lo mantienen. diré. siguiendo la mayor parte de las re-
glas del juego. eslo cs. dejando en11w· y salir oro. Ustedes conocen el caso de Fran-
cia. por las exportaciones de metálico que ha tenido que soportar en los últimos
tiempos.
Esos países se han visto sometidos a una violenta deflación de precios. Al bajar
en el mercado internacional los precios han bajado con la misma intensidad los
precios internos. Y allí se ha planleado un problema similar. aunque mucho más in-
tenso. que el que tuvo la Gran Bretaña después del año 1925: la falta de p::u·alelis-
mo entre la bnja de los precios mayoristas y los costos de producción; falta de pam-
lelismo que tuvo efectos sobre la industria, análogos, pero más intensos. por
supuesto. que los que se experimentan en la Gran Bretaña.
No existen esladísticas sohrc los costos industriales. no existe un índice de los

606
R,\\t;L PKEBISCll
costos industriales. pero esa folla de paralelismo se puede ver. aproximadamente.
comparando los precios mayoristas con los precios que intqtran el índice de costo
de la vida, los precios al por menor.
Mientras los precios al por mayor tienen la tendencia de la línea A. los precios
al por menor tienen la de la lí11ea B. que es mucho menos pendiente. lo que ha lk-
\\'ado a los i-'obiernos :1 intl'r\\l·nir l'.n nwyor o 111L'llor 111edida en la vida económica.
A
B
En Fra11cia: i1K-re111elilo de derechos adu:111eros para proteger el precio de los
productos agrícolas e industriak:s. establecimiento de cupos para restringir la im-
portación. y, por lo tanto. tonificar los precios rn el mercado interno.
La baja de los precios. en los primeros tiempos. puso a los bancos e industrias
francesas rn situación difícil y el gobierno tuvo que acudir cun sus propios fondos
p:u·a salvarlos. Aparte de que esta política se ha desarrollado en un mundo de gran
incertidumbre y zm.obra.
Ustedes segur:1memc saben de la caída del franco. de la probable caída del fran-
co. y por e11de, por contagio. del lrancu suizo y del gulden. que es uno de los obs-
túculos para el n:stabkcimiento de la co11fo1m.a. Tarno es :1sf. que economistas or-
todoxos que en los pri1m'.ros tiempos se uponían violentamente a la revaluaci(m del

ESTADO ACTUAL DEL PROBLEMA DEJ. l'ATR<)N ORO
607
franco. como Rist. hoy propenden a una política de revaluación dentro de ciertas
condiciones.
Bélgica también formaba parte de los países del bloque del oro. Pero un buen
día Bélgica resolvió revaluar. con lo cual elevó sus precios internos y facilitó el
restablecimiento del equilibrio. Revalúa y restablece la moneda a un nuevo tipo;
revalúa sus existencias metálicas. El plan belga es muy análogo en sus lineamien-
tos generales al plan argentino. pero el nuestro fue anterior.
No es que liaya h:.ibido inflm~ncia de un plan sobre otro. sino similitud de condi-
ciones que llevaron a soluciom.:s similares. Una de las diferen1:i:.is fund:.imentales
está en que en Bélgica el incremento del valor del oro creado por la revaluación. no
se dedica a propósitos de saneamiento. sino a la realización de obras públicas desti-
nadas a combatir la desocupación.
Los Estados Unidos también habían seguido una política monetaria 011odoxa
hasta que. simultáneamente con la llegada del presidente Roosevelt al poder. se
produce aquel pánico financiero que ustedes conocen y que obliga a cerrar. casi di-
rí:.t de la noche a la mañana. en pocos días. todos los bancos del país. Todos los
bancos del país se cierran. porque de lo contrario. no se hubieran podido manlencr
ante el pánico rinanciero. Fue acaso el pánirn financiero más grande de la historia,
que wmienza rnn la caída de algunos bancos pequeños de Chicago; esa fue la chis-
pa que encendió todo el incendio. Luego del cierre de los bancos. el nuevo gobier-
no se aleja de la polílica monetaria del gobierno anterior --que había consistido en
el mantenimiento del patrón oro- y en dejar que la crisis siga su propio proceso
con intervenciones parciales dentro de ciertos grupos de actividades. Por ello. la in-
tervención del Farm Board en los precios. y la creación de una gran institución
análoga al Instituto Movilizador.
El mantenimiento de la polílica del patrón oro en ese país. hizo sufrir a los pre-
cios internos y a los precios agrarios una fuerte baja. produciendo una intensísima
agitación y malestar agrario. mucho mús intensa que en nuestro país porque allí el
agricultor se había habituado a un nivel de vida elevado. de manera que al reajus-
tm·se eso significaba w1 problema de una seriedad mucho mayor que el que presen-
taba en nuestro país.
Estados Unidos estaba técnicamente e11 posiei(m de manlener su patrón oro: lc-
nía enormes reservas de metálico. y nada había que pudiera inquietar en el saldo de
su balance de pagos: de manera que. como una decisión de polílica económica con
vistas a la situación interna. el gobierno decide abandonar el patrón oro. devaluar
el dólar. Circunstancias muy distintas de las que actuaron cn nuestro país a fines
del 'JJ cuando se dcprecia el peso. 'El gobierno se ve impelido a tomar una decisión
de esa índole porque era insosleniblc la situación que creaban los capitales blo-
queados. Técnicamente. la situación monetaria nuestru estaba muy comprometida.

(1()8
RAl.I. PKl:ll!SCll
mientras que la de los Estados Unidos no lo estaba. De maner:i que. con una po-
lítica deliberada. se devalúa el dólar.
No solamente eso. sino que se adoptan del·isiones de la mayor importancia.
corno la de estal1lcc..:r qu..:. a p..:s:u· de que en los títulos de la deuda pública nonea-
nll'ricana estaba expresado: pagadero en oro. se pagarían en papel. Decisión de gran
importancia y trascendencia. presente y futura. porque la gente había creído hasta
entrnh.:es. que decir que se pagarían en oro era una cl:íusula que debía respetarse.
El hecho de que un país acreedor como Estados Unidos tomase semejante deci-
sión. tiene para la historia financiera una considerable trascendencia.
L;¡ caída del dólar. como y:1 la c1ída de la libra. no solame1lle facilita el reajuste
internacional. porque las di.:udas interuacionaks disminuyen. Los paísi.:s deudores
vi.:n disminuidas sus deudas en la misma medida que se deprecia la moneda. Facili-
ta el reajuste -digo- porque ya me hi.: referido en clases anteriores al peso que
había llegado a significar es:ts deudas contraídas rnando el nivel de precios era
muy superior :t lo que lk:go :1 -;er. Los países deudori.:s tienen que pagar una canti-
dad di.: productos 111LKho 1n:1yur. ck manera qui.:. al reducirse esa carga. se tiende a
restablecer l:t situ:tcHlit a11tcriur.
Parece ser que u1ü1 de los pruplisitos que tuvo esa política. fue la de aliviar el
peso de las deudas 111ternacionales.
Ve11 ustedes que con Inglaterra y Estados Unidos por un lado. y el bloque de la
libra por supuesto. y Alemania y otros países que mantienen artificialmente su pa-
ridad. el patrón uro corresponde a una proporción escasa de países.
Y d problema que se pla11ti.:a en estos momentos. L~S éste: por un lado. ¿,qué es
lo que har:ín los países que se nwntiL:11e11 en el patrón oro. sobre la base del oro.
ante las dificulladcs crecientes para seguir en esa situación? Por otro lado. ¿,qué ha-
rún los paises con lll\\meda sin base met;ilica directa. eo11 moni.:da depreciada. si los
países de patrón oro nu lo abandunan y lleprel·ian su moneda'! ¡,Se va a iniciar una
carrera de dqireciaci(H1·:
Ese es el problema que~ hoy. en i.:stos momentos. se plantea: de allí que co-
lllie11cc· a cu11vers:1rse sobre medidas coordinadas entre los principales países a fin
de que Francia. Sui1..i y Holanda. pui.:da11 devaluar en cierta medida. previamelllc
combinada con los otros países importantes. a fin de que estos últimos no toquen
su moneda y se i.:stablc1.c·a un nuevo nivel lllu11dial de monedas desvalorizadas.
Parecería ser que una lúrmula :tsí serí:t atrayente para Francia. porque ninguno de
los gobiernos franceses. ni d actual ni el :111terior. no obstante s:1hersc que son fa-
vorabks a h1 dcp1"<.Ti:1ció11 de la llHJ11c:da. se: :tnirna11 :1 deprc:ciarla. a devalu:u· el
lranco por aL'Ció11. u11ilater:tl. Dirc:111os que ia devaluación fue uno de los puntos de
u11 progr:1111:L
A hura. ,~n Fr:mc· ia. ia -;itu:tCi\\)!l 11w11etaria es difícil porque se ha exportado ya

ESTADO 1\\C"llJAI. Dl:I. PROBLEMA Dl:L l'ATRÓ~ ORO
609
una cantidad considerable de oro. y las finanzas oficiales están con un fuerte de-
sequilibrio. Por otro lado. d ahorro francés no concurre frtcilmente a los títulos que
negocia d gohicrno.
El gobierno tiene dificultades para rnnseguir dint~ro prestado a largo plazo. Por
otro lado. una polÍ\\iL·a de equilibrio financiero directa sería muy difícil. y ade1mís
de eso. no significaría disminuir los precios. porque presentar eones de sueldos. us-
tedes saben que ills sindicatos de empicados se han opuesto violentamente a ello.
Cienos observadores consideran que Francia va encaminada hacia una dilata-
ción exagerada de crédito. producida por el déficit fiscal. factor que influirá yacen-
tuar:í la tendencia hacia la devaluación. porque al revaluar las reservas del Banco
de Francia el Gohierno obtendría parte de todo ese incremento. que podría permi-
tirle desenvolverse más fácilmente en sus funciones. Digo como una de las posi-
bles situaciones que se apuntan. Pero allí ta111bién ha ocull"ido un profundo cambio
en el mundo económico. en el mundo de la teoría económica. que hoy. ante la si-
tuación difícil. ante la importancia. ante la situación precaria del erario. ante el fra-
caso de las medidas directas de deflación. se ve llevado hacia ese camino.
Si la baja de precios no pudo ser acompañada por la haja de sueldos. de las
tasas ele interés. es lógico que se produzca así un desequilibrio. que no se corrige
con el tiempo. Fenómeno que tiene una importancia enorme para el desenvolvi-
miento del patrón oro. Esto nos hace ver que el patrón oro ha funcionado en un
mundo distinto al construido por los teóricos del patrón oro. que cuando fue
construido tenía gran similitud con el mundo real. Porque hace un siglo. nos en-
contníhamos en situación muy dis1inta de la que hoy ocurre en la economía con-
temporánea. por un sinnúmero de razones. sobre las cuales hemos de volver más
adel:mte.

85
LAS FUNCIONES REGULADORAS
DEL BANCO CENTRAL*
l. UNA NUEVA FASE ASCENDENTE
A fines de 1935 el Gobierno Nacional daba ténnino a su programa de sanea-
miento y reconstrucción bancarios iniciado meses antes con la creación de este
Banco. La crisis había socavado profundamente la estructura del crédito, con grave
riesgo para la estabilidad de todo el sistema bancario por la gran masa de depósitos
comprometidos. El peligro ha sido conjurado y la situación de los bancos es ahora
de todo punto satisfactoria en cuanto concierne a su liquidez.
Este acontecimiento señala el final de una larga serie de medidas, de emergen-
cia unas, orgánicas otras. con que el país ha sabido luchar contra una prolongada
depresión.
Los resultados obtenidos compensan plenamente la tarea. La Argentina aprove-
cha con eficacia el mejoramiento de la economía internacional. Ha concluido el ré-
gimen de crisis. Pero comienzan de inmediato los problemas implicados por el res-
tablecimiento de Ja prosperidad. Libres del peso de una larga depresión. las fuerzas
propulsoras de la economía empiezan a desenvolverse con la facilidad ele los tiem-
pos ele bonanza. Por fortuna. tocio ello se sustenta en la realidad económica. de la
que conviene sin embargo no alejarse imprudentemente. Tiene en esto el país una
experiencia aleccionadora. En las fases ascendentes de la actividad económica. el
optimismo exagerado suele incubar los gérmenes de futuras perturbaciones. Es ne-
cesario. por consiguiente. proceder con circunspección y tener siempre presente
que después de crisis agudas. queda mucho por fü1uidar y reconstruir.
Los movimientos ascendentes son. por lo general, de duración limitada. No
debe malograrse. entonces. la oportunidad que ofrecen para reparar las consecuen-
* N. del Ed. Publicado en Banco Central de la República Argentina. Memoria Anual. Segundo
Efercirio. 1936, Buenos Aires. Gotelli. 1937. capítulo l. ¡J;\\gs. 1-13. Reproducido en Banco Central de
'a República Argentina. La creación del Banco Cenrral y la l'J}Jl'rtcncio mo11c1arw argentino entre los
'.lilas JY35-J943. Buenos aires. 1972. I. ¡xígs. 13-12. Sohre la redacción de Ja Afrmoria /\\11110/. véase la
Nota del Editor al capítulo 77.

LAS FUNCIONES REGULADORAS DEL BANCO CENTRAL
611
cias de pasados males y acumular reservas para los tiempos difíciles cuyo retorno
es prudente prever.
2. EL SUPERÁVIT DEL BALANCE DE PAGOS
También le ha tocado su parte al Banco Central de la República Argentina en
los problemas que el restablecimiento de la prosperidad trae consigo. Se acostum-
bra considerar como primordial la facultad de emitir billetes, en instituciones de
esta índole. Las circunstancias han querido. sin embargo. que nuestro Banco inicie
sus funciones reguladoras de la circulación absorbiendo los fondos disponibles del
mercado antes que creando otros nuevos. En nuestra primera Memoria se aludió ya
a este punto y se explicó cómo, con la colocación de los Certificados de Participa-
ción en los Bonos Consolidados del Tesorn Nacional. se habían absorbido los resi-
duos de la revaluación del metálico. En el año pasado esta absorción ha debido
continuar con mayor intensidad con el fin de evitar que la abundancia de. divisas
trajese consigo una plétora monetaria.
Estamos atravesando. precisamente. por aquellas circunstancias que la Ley· ha
tenido en vista cuando cita. entre los objetos fundamentales del Banco Central, el
de "concentrar reservas suficientes para modenu- las consecuencias de la lluctua-
ción en las exportaciones y las inversiones de capitales extranjeros. sobre la mo-
neda. el crédito y las actividades comerciales. a fin de mantener el valor de la mo-
neda".
Las exportaciones y el ingreso de capitales del exterior se traducen actualmente
en un apreciable saldo positivo de nuestras cuentas internacionales. que nos permi-
te ir acrecentando'las reservas monetarias que han de servirnos para defender el va-
lor de la moneda cuando cambie la dirección de aquellas lluctuaciones.
El superávit del balance de pagos de 1936 se agrega al de los dos años prece-
dentes. En 1934, después de dos años de déficit en el saldo que dejan los rubros co-
mentes. según los cálculos del cuadro siguiente. se presenta el primer superávit de
m$n 123 millones. seguido por el de m$n 157 millones en 1935. En 1936 el supe-
rávit es mucho más importante. Baste considerar que el exceso de las exportacio-
nes sobre las importaciones llega a m$n 656 millones. contra m$n 551 millones el
año precedente. También es más activa la inversión de capitales llotantes y a largo
plazo del exterior. especialmente en los últimos meses. Se acentúa en esta forma el
ingreso de divisas, análogo en su significado y sus consecuencias a las importacio-
nes de oro características de otras épocas similares en la historia monetaria del
país.

612
RAÜL PREBISCll
Balance de pagos de los años 1932 a 1935
Rubros
1932
1933
1934
1935
l. Activo corriente
1.354
1.190
1.811
1.924
Exportaciones de mercaderías1
l.305
1.141
1.618
1.726
Ingreso o repatriación de capitales
15
15
150
150
Varios"
34
34
43
48
2. Pasivo corriente
1.396
1.408
1.688
1.767
Importaciones de mercaderías
836
897
l.l lO
1.175
Servicio de la deuda pública
189
176
212
194
Gastos públicos en el exterior
16
16
21
26
Servicio de capitales privados
270
250
270
285
Remesas de pm-ticulares
85
69
75
87
3. Saldo (1-2)
- 42
- 218
+ 123
+ 157
4. Movimientos extraordinaricls
Activo
18
298
123
19
Exp011aciones en oro
18
61 4
12
Empréstitos de desbloqueo
298
62
7
Pasivo
75
28
126
52
Cancelación de deuda pública
72
Pago deuda comercial atrasada
40
28
54
52
Retiro o exportación de capitales
35
Saldo neto. cubierto
con movimiento de divisas
- 99
+ 52
+ 120
+ 124
1 Cifras de la Estadística Nacional más 1 .3% por diferencia hasta valor FOB. En 1934 y 1935 los
datos han sido convertidos al tipo vendedor del mercado oficial para obtener guarismos comparables
con los de impottacioncs y denuís 1ubros del balance de pagos. Para 1935. se ha preferido tomar como
base,la cifra dada por la Estadística Nacional en su infonne del 13/1/1936.
- Saldo l}UC resulta <le diversos 11.1bros activos y pasivos~ entre otros: derechos de puc110. ganancias
de loi' exportadores. alquiler de películas cinematográficas y servicio telegráfico de los diarios.
·
En los últimos días de 1933. el Gobiemo hizo una c.x¡x)1tación de oro de mSn 44 millones. que
tonuunos en cuenta en 19.34. por estar relacionada con la!>i operaciones de <:onvcrsión de la deuda
púb1i.ca realizadas en 1934. y no con c1 movimiento nonnal del balance de pagos.
• Incluidos los mSn 44 millones a que se refiere la llamada anterior.

LAS FUNCIONES RECJliLADORAS DEL BANCO CENTRAL
6L"\\
La última crisis ha demostrado los serios inconvenientes que representan los ca-
pitales flotantes por la nerviosidad y magnitud de sus movimientos. El sistema ban-
cario debe encontrarse en condiciones de soponarlos en cualquier momento con un
mínimo de fricciones. Pero en nuestro caso. no estriba en esto el problema plinci-
paL sino en la influencia notable de las inversiones extranjeras. aun de !:.is a hu·go
plazo. sobre el organismo bancario. La abundancia de fondos que ellas traen consi-
go propende generalmente a la expansión inmoderada del crédito. y lleva así a los
bancos a una situación expuesta a serios contrastes cuando. como suele suceder. se
interrumpe la corriente de capitales y hay que hacer frente al déficit del balance de
pagos por las mayores importaciones y servicios financieros que aquel movimiento
origina.
3. Los BONOS CONSOLIDADOS COMO INSTRUMENTO DE ABSORCIÓN
Los fundamentos de la Ley del Banco Central se detienen panicularmenle en
este punto y señalan cómo. a medida que se acrccicman aquellos fondos. es conve-
niente ir absorbiéndolos. mediante la oferta a los bancos de Ccrlificados de Partici-
pación en los Bonos Coi1solidados.
En cumplimiento de esta política. el Banco Central, siguiendo estrechamente
las condiciones monetarias. decidió extremar la aplicación del instrumento creado
por la Ley. Los bancos comerciales. impulsados por el crecimiento de sus efecti-
vos. se presentaban a las licitaciones quincenales de certificados suscribiendo can-
tidades superiores a las ofrecidas por el Banco Central. según se observa en el cua-
dro de la página siguiente.
A raíz de ello el Banco Central decidió aumentar la colocación de certificados
hasta llegar a la cifra de mSn 349.() millones en circulación en la licitación del 15
de julio de 1936 y. algo más t~u·dc. a la cantidad total de mSn 399 .O millones o sea
la cifra a que se redujeron los Bonos Consolidados en ¡x>der del Banco Central des-
pués de la primera amortización de m$n l millón efeclllada por el Gobierno Nacio-
nal el 1 ~ de junio último.
Al tomar esta determinación. el Banco Central sólo se proponía ir retirando los
nuevos fondos que se incorporaban a los bancos. pero sin estimular a éstos a inver-
tir en certificados todo el exceso de sus efectivos sobre el mínimo legal. Como
se hizo notar en la Memoria anterior. este mínimo representa un límite extremo
más allá del cual no pcxlrían pasar los bancos sin provocar su liquidación a menos
que obtuvieran del Banco Central la aprobación de un programa de emergencia

614
RAOL PRElHSCl-l
Colocaciún de Certificados de Participaciún
en los Bonos Consolidados en 1936
Ccrtiticados
Interés de las
Valor nominal
en circuladún
1
adjudicaciones
Fecha de emisión
de los ccrtiticados
Ofrecido
Suscripto .\\djudicado
Valor
Valor
\\híxi-
Mini-
Medio
nominal
mil
1110
1110
Enero
92
-
-
25.0CXl
203.650
222.182
2.75
2,75
2,75
Enero
15 122.450
1-iR.745
97.450
250.(X)()
272.750
2.75
2.75
2.75
Febrero
17
25.000
57.800
25.000
224.800
242.824
2.67
2.51
2.56
Marzo
2
25.200
38.240
25.200
250.000
267.857
2,58
2.54
2.58
Marzo
17
40.000
80.900
40.000
212.650
223.208
2.58
2.43
2.55
Abril
2
37.350
60.835
37.350
250.000
260.315
2.61
2.41
2.57
Abril
17
60.000
114.250
60.000
187.550
186.362
2.37
2J7 2.37
Abril
242
-
-
500
188.050
186.858
2.34
2,29
2,31
Mayo
2
62.450
138.435
61.950
250.000
248.450
2,33
2.20
2.26
Mayo
16 108.200
108.200
100.000
325.(X)O
322.998
2.52
2.13
2.36
Junio
2
25.200
66.400
25.200
325.(X)O
323.017
2.23
2.07
2.20
Junio
s-'
-
-
20.000
:l45.CXJO
342.l'i97
2.08
2.()8
2.08
Junio
17
39.500
86.600
21.300
326.800
324.845
2.00
2.00
2.00
Junio
192
18.200
25.500
18.200
345.CXJO
342.l).:l()
1.99
1.99
1.99
.Julio
2
41.600
68.600
29.550
336.950
:\\34.980
2.23
1.76
2.02
Julio
17
72.050
92.900
72.050
349.CXlO
347.025
2.19
1.76
1.98
Agosto
1
60.450
100.950
48.800
337.350
335.485
2.21
1.74
1.87
Agosto
17 111.650 120.400
75.800
3J:U50
311.517
2.15
1.76
1.95
Septiembre 2
60.300
55.500
34.150
322.850
321.187
2.14
1.86
2.CXl
Septiembre 17
67.450
76.300
50.150
331.700
330.009
2.10
1.98
2.02
Octubre
2
66.850
84.750
35.600
317.750
316. 153
2.00
1.%
1.99
Octubre
17 102.950
122.600
79.000
325.050
323.413
2.10
1.94
2.01
Noviembre
2
73.950
114.800
65.600
340.650
338.915
2.04
1.88
2.CXl
Noviembre 17
84.150
121.100
84.150
349.000
347.209
2.04
1.80
2.01
Diciembre
2
34.500
66.600
34.500
349.000
347.2n
2,04
1.92
1.98
Diciembre 17 100.150 124.900 lCXJ.J 50
399.0üd
396.971
2,00
1,88
1,99
~ Para un plazo cercano a 90 días.
: Ventas directas.
· Al 31 de diciembre de 1 935 los cc11ificado> en circulación ascendían a mSn 178.650.000 valor nomi-
nal y a mSn 194.907. 150 valor real.

LAS FlJNCJONES REGULADORAS DEL BANCO CENTRAL
615
tendiente a reconstituir el efectivo mínimo. Conviene. por lo lanto, que los bancos
se mantengan lejos de ese exlrcmo y que sólo emprendan nuevas inversiones cuan-
do el efectivo ordinario sobrepase el nivel que la prudencia aconseja. Así. a partir
de la emisión de la primera quincena de julio, el Banco Cenlral resolvió que no po-
drían participar en las licitaciones los bancos que no mantuviesen un efectivo de
por lo menos el 25% de sus obligaciones a la vista y el 12.5% de sus obligaciones a
plazo. Estas proporciones. ele acuerdo con las cifras de diciembre pasado. signifi-
can el 17 .8% de las obligaciones totales. en tanto que las del efectivo mínimo legal
representan solamente el 11 .4%.
4. PROCEDIMIENTO DE LAS LICITACIONES
Desde mediados de febrero de 1936. las licitaciones de Ccrlificados de Partici-
pación se hicieron según lo dispucslo por la nueva reglamentación aprobada por el
Directorio el 20 de enero del mismo año.
De acuerdo con el procedimicnlo anterior establecido con carácler provisional,
los certificados se ofrecían a los bancos en can1idacles y a precios cletenninaclos: y
si las suscripciones superaban la cifra ofrecida. la adjudicación se hacía proporcio-
nalmente al excedente del efectivo de cacla banco con respecto al mínimo legal.
El interés de estos ce11ificados se liquidaba a fines del período junto con una
comisión de 1 %o anual a cargo de los bancos. Estos podían venderlos en cualquier
momento al Banco Central antes del vencimienlo, perdiendo el doble del interés
por el plazo que faltaba.
La experiencia de algunos meses decidió al Directorio a cambiar esle procedi-
miento sustituyéndolo por el de las licilaciones al mejor poslor que, entre otras
ventajas, permite seguir de cerca las variaciones del mercado monetario. Las licita-
ciones se efectúan dos veces por mes; las suscripciones se hacen sobre la base de
un valor nominal 100, reembolsable a la par al vencimiento de la operación. El
Banco Central adjudica la canlidad ofrecida a las propuestas de compras con pre-
cios más altos. o sea de inlcrés más bajo. y se reserva el derecho de rechazar todas,
o cualesquiera de las propuesias. así como el de aceptar propuestas fuera de las fe-
chas de licitación fijadas. a precios superiores a los cotizados y aceptados en la
última licitación efectuada.
Los Certificados de Pm·ticipación pueden descontm·se en cualquier momento en
el Banco Central a la tasa mínima ele redescuento p<u-a papel ele dos firmas.

616
RAtJL PRl'lllSCll
5. ÜTRAS FORMAS DE ABSORCIÓN DE FONDOS
Los mSn 399.0 millones de certificados colocados a fines de 1936 son superio-
res a mSn 202.1 millones a la cifra de un año antcs. 1 Al mismo tiempo. las divisas
compradas por el Banco Central a los bancos y transformadas parcialmente en oro.
crecieron de un equivalente de mSn l29J millones en el balance al 31 de diciem-
bre de 1935. a m$n 303.2 millones en el de igual fecha de l 936. o sea en una cifra
de m$n 173.9 millones.
Esta comprobación nos llevaría a afirmar que los fondos que el Banco Central
ponía en el mercado al comprar divisas. los absorbía mediante las operaciones con
certificados. Esto es exacto. pero incompleto como expresión de la realidad. Re-
cuérdese que a la tenencia de oro y divisas del Banco Central se agrega la del Fon-
do de Divisas a que se refiere el :u·tículo 4'' de la Ley de Organización. cuyo mane-
jo se encuentra igualmente a cargo de este Banco.
Por supuesto que la compra de estas divisas a los bancos suscita el mismo pro-
blema que en el cuso anterior. con pm·ccicla solución. Se toma del mercado una
cantidad de fondos ajustada a la que se le entrega. ya sea mediante la parte de los
beneficios de cambio recaudados que se destina a la compra de divisas. o con fon-
dos provenientes de la negociación de títulos (incluidos los saldos de los emprésti-
tos de desbloqueo) o de Letras de Tesorería que se aplican a idéntico propósito. De
estas últimas se hablará nuevamente en otro lug:u-.
De las divisas del Fondo así adquiridas. el Gobierno Nacional dispuso reservar.
el 25 de noviembre. la suma de dólares 39J millones. para el primer rescate de los
empréstitos en dólares.2
Esta política de repatriación de deuda exterior. ademas de responder a una aspi-
ración nacional. entraña un significado que es preciso puntualizar. En primer lugar.
se retiran definitivamente del mercado fondos redundantes que provienen de la in-
corporación de capitales extranjeros. En segundo lugar. se compensa el incremento
de los servicios a pagar a esos nuevos capitales. con la disminución de los servicios
ele los empréstitos que se repatrian. con la ventaja de que éstos se efectuaban en
moneda extranjera y aquéllos se realizan en moneda nacional. No son por cierto
desdeñables estas consideraciones. Como país nuevo. seguimos ofreciendo un an-
cho campo de aplicación al capital nacional y extranjero. En tiempos pasados. cre-
cían los servicios financieros a pagar y se acrecentaban correlativamente los recur-
Al 31 de di..:icmbre de 1935. el valor real de los ..:e11ificados en ..:irculaciún era de 111$11
194.907. 150 y su valor nominal mSn 178.650.000.
'
- Po~terionnl!ntc. el 22 de enero. se rcse1varon otros 39.R millones de dúlarcs para el segundo res-
cate. <.:on lo que d Jota[ se eleva a dólares 79.1 millones.

LAS FUNCIONES REGULADORAS DEL BANCO CENTRAL
617
sos para hacerlo mediante las exportaciones de productos que requerían de más en
más los países acreedores. Las circunstancias actuales son distintas. Nuestras ex-
portaciones tropiezan con impedimentos aun en los mercados tradicionales. Se im-
pone, pues. seguir atentamente el curso de estos hechos. si las cargas financieras
han de guardar adecuada relación con nuestra capacidad de pagos exteriores.
Al aludir más an·iba a los recursos empleados para la adquisición del cambio
que ingresa al Fondo de Divisas. se hizo referencia a la negociación de Letras de
Tesorería. La autorización para hacerlo fue conferida al Banco hasta la cantidad de
m$n 100 millones. por decreto del 24 de noviembre de 1936. después ele haberse
expuesto al Gobierno Nacional la conveniencia de reforzar la capacidad de absor-
ción ele fondos. Las Letras así negociadas alcanzaban el 31 ele diciembre pasado a
m$n 67,5 millones y tenían como contrapartida una cantidad equivalente de oro,
con lo que. como es obvio. no se altera el volumen de la deuda flotante del Tesoro
Nacional. Se trata de papeles independientes de los que se negocian para atender las
necesidades del Tesoro y cuyos intereses tampoco gravitan sobre él. La resolución
del Ministerio de Hacienda del 9 de diciembre último dispone. en efecto. el cobro de
una comisión adicional de So/roen las compras y de 4 1/2 %o en las ventas de cambio
realizadas en el mercado oficial. cuyo producto debe emplearse en el pago de los in-
tereses que corresponda liquidar sobre los fondos invertidos en oro y divisas.
Esta medida ha probado ser eficaz en el corto período de su aplicación y sin
duda seguirá siéndolo mientras las cuentas exteriores continúen arrojando saldos
positivos. En todo caso. representará una experiencia de gran interés para la futma
política monetaria del Banco Central.
6. LA SITUACIÓN BANCARIA GENERAL
Ha llegado ahora la oportunidad de examinar brevemente la incidencia de las
medidas referidas sobre la situación bancaria general. Debe recordarse, ante todo.
que cuando los bancos compran en la plaza más divisas de las que venden. propen-
den a expandir en medida equivalente los depósitos bancarios. Así se explica prin-
cipalmente el crecimiento de mSn 312.5 millones que acusan los depósitos3 entre
fines de 1935 y 1936. Es sabido. asimismo. que el efectivo de los bancos aumenta
correlativamente cuando venden al Banco Central el excedente de cambio compra-
do. Sin embargo. las cifras de diciembre último revelan una disminución de m$n
55,4 millones con respecto al efectivo bancario de fines de 1935. el cual. como se
3
Los bancos comprendidos en esta estadística tienen apmximadamente el 94% del total de de-
pósitos del conjunto de establecimientos comprendidos en la> disposiciones legales M>l>re efectivo
n1ínin10.

618
RAÍJL PREBISCH
expresó en la Memoria anterior. se había robustecido considerablemente después
de la aplicación del programa de saneamiento bancario. La explicación principal de
este hecho está precisamente en el retiro de los fondos redundantes de los bancos
mediante la colocación de Certificados y Letras por el Banco Central.
Las variaciones indicadas en los depósitos y existencias bancarias se han mani-
festado. como es natural. en un descenso del porciento del efectivo sobre los de-
pósitos. A pesar de ello esta relación se mantiene bastante por encima del efectivo
mínimo legal. según puede juzgarse por este cuadro:
Depúsitos y efectivo del con.junto de bancos
% del cfcl"lívo sobre depósitos
Diciembre 31
Depósitos
Efectivo
Real
Mínimo legal
(En millones de m$nJ
(%)
1935
3.356.7
827.5
24.7
l u
1936
3.669.2
772.l
21.0
11.3
Queda sefialado el factor más importante en la reducción del efectivo. No es el
único. sin embargo. pues los bancos han empicado también una parte ele los fondos
adicionales provenientes de la compra de cambio. en acrecentar el dinero prestado
e inve1ticlo en la plaza. La cifra respectiva sube de mSn 2.454.0 millones el 31 de
diciembre de 1935 a mSn 2.585.3 millones en igual fecha de 1936. o sea mSn
131.3 millones ele aumento (5.4% ).
Es satisfactorio comprobar que los préstamos e inversiones no hayan aumenta-
do con mayor intensidad. pues no hace falta lauz:u· al mercado cantidades adiciona-
les de medios de pago expandiendo el crédito. Los bancos tienen en este respecto
una gran responsabilidad pública. Resultaría muy pe1judicial p;m1 el desmrnllo
sano de los negocios y ptu-a los mismos establecimientos de crédito. forz:u· sus co-
locaciones de fondos induciendo a operaciones especulativas o de bases ficticias.
Tanto más si se presta al público a tasas de interés inferiores al costo del dinero, en
desmedro de la pa1te de beneficios anuales que los bancos deben destinar a pru-
dentes amortizaciones y reservas.

LAS FUNCJONfü REGULADORAS DEL BANCO CENTRAL
619
7. LA CIRCULACIÓN MONETARIA
Al aumentar los bancos sus préstamos e inversiones en la plaza. ponen una can-
tidad mayor de, billetes en manos del público. Para ello giran contra sus depósitos
en el Banco Central que. como se sabe. forman parte del efectivo de los estableci-
mientos de crédito. El Banco Central aumentó así la emisión de sus propios billetes
en m$n 112.1 millones entre fines de 1935 y 1936 y puso también en circulación.
en el mismo período, una cantidad adicional de m$n l 1.5 millones de moneda sub-
sidiaiia tomándola de sus propias tenencias, esto es. sin alterar la cifra límite de
m$n 211.8 millones que se mantiene desde la iniciación de las operaciones del
Banco. Lo que acaba de expresarse se comprueba en este otro cuadro:
Emisión de billetes v moneda subsidiaria v su distribución
entre el público y los bancos
1
Emisión
Distribución
Diciembre 31
Ililletes del
Moneda
Total
En el
En los
?
B.C.R.A.
subsidiaria-
pí1blko
bancos
(En millones de m$11)
1935
981.8
196,l
1.177.9
820.3
357.6
1936
1.093.9
207.6
1.301.5
913.8
387.7
1 Cifras sujetas a posteriores reajustes debido principalmente a la inclusión de nuevas entidades y
a la eliminación de los cheques que se hacen figurar en el efectivo de los bancos. En las cifras de bille-
tes "en los bancos" figuran en 1935 y 1936 m$n 72.7 millones y m$n 88.7 millones, respectivamente.
de dinero depositado por bancos del interior en sucursales del Banco de la Nación Argentina en las
cuentas de efectivo mínimo del Banco Central.
~ Excluida la moneda subsidiaria radicada en las arcas del Banco Central, fuera de circulación.
El público dispone así de m$n 93.5 millones más de dinero que un año antes. lo
que. unido al ascenso de m$n 223.5 millones en los depósitos cmTientes. le permite
desenvolver el mayor volumen de transacciones. propio de la fase cíclica por la
que el país atraviesa.
·
El aumento de la emisión de billetes del Banco Central no ha debilitado la ga-
rantía de la emisión. Esta ha subido. por el contrario. de 137.9% el 31 de diciembre
de 1935 a 139.7% en la fecha correspondiente del año último. en virtud de que las

620
RAÍJL PREBISCH
tenencias de oro y divisas se elevaron más intensamente que la emisión de billetes.
El porciento de garantía con respecto al conjunto de las obligaciones a la vista del
Banco Central ha mejorado. asimismo. de 80. l % a 92,8%. tanto por el motivo indi-
cado como por el descenso de las otras obligaciones (depósitos del Gobierno Nacio-
nal y de los bancos en el Banco Central), según se desprende del siguiente cuadro:
Garantía de los billetes y demás obligaciones a la vista del Banco Central
Obligaciones a la Iista
Total
% de garantía sobre:
Dicient·
de oro y
bre 31
BIRl'lcs
Otras
Total
divisas 1
llíUl'lcs
Total de
obligaciones
obligaciones
(En millones de m$11)
(%)
1935
981.8
708.1
1.689.9
1.353.7
137.9
80.1
1936
l.093.9
552.2
1.646.1
1.527 .7
139.7
92.8
1 Oro en el país m•Ís oro y divisas en el exterior, excluidas las tenencias del Fondo de Divisas.
La proporción de 92.8%, es de inusitada altura. sin que en ello influyan el oro y
el cambio extranjero del Fondo de Divisas. que se excluyen de estos cálculos.
El país cuenta. en consecuencia. con una fuerte reserva que. como lo expresan
los fundamentos de Ja Ley de Creación del Banco Central. ha de permitirle amorti-
gmu· las bruscas fluctuaciones que denote su balance de pagos internacionales.
8. ALTERNATIVAS DEL MERCADO DE CAMBIOS
Se han examinado en páginas anteriores las consecuencias del ingreso de oro y
divisas sobre la situación monetaria interna. Quedan aún por considerar sus efectos
en el mercado de cambios. Dicho sea de paso. al iniciarse el año 1936. dados el ni-
vel de los precios mundiales. el volumen de nuestra producción de trigo y lino y Ja
probabilidad de no poder export<u- íntegramente el saldo disponible de maíz. se pre-
sentaba la perspectiva de un déficit de cierta consideración en el balance de p:igos.
Tanto es así que. una vez pasada la época de gran afluencia estacional de cambios.

LAS FUNCIONES REGULADORAS DlóL BANCO CENTRAL
621
comenzm·on a sentirse síntomas de tensión que se manifcst:mrn definitivamente en
las últimas semanas de mayo y durante el mes de junio: el Banco Central tuvo que
empicar parte de sus divisas acumuladas para hacer frente al exceso de la demanda
sobre la oferta en el mercado oficial. sin afectar mayormente la cotización de la li-
bra esterlina. Estas circunstancias indujeron a moderar las ventas de cambio en el
mercado libre. las que habían llegado en 1935 a un equivalente de m$n 783 millo-
nes. No es extraño. pues. que en la primera semana de julio último se haya registra-
do en el mercado libre un promedio de mSn 18.68 por libra esterlina. promedio in-
ferior al de un año antes. pero más alto en 3.7% que el de mSn 18,01 a que había
descendido el valor de esa moneda en meses precedentes. Considérense al respecto
las cifras de este cuadro:
Cotizaciones telegráficas de la libra esterlina
(Tipo vendedor de l'lausura)
Mercado olida!
Mercado libre
Períodos
1935
1936
1935
1936
(Promedios mensuales, en 111$11)
Enero
17.01
17.02
19,48
18.25
Febrero
16.93
17 fü
18.99
18.09
Marzo
16,91
17.02
18,90
18,06
Abril
16.91
17.()2
18.92
18.01
Mayo
16.95
17.02
18.94
18.02
Junio
17 Ἴ
17.04
18.71
18.16
Julio
17.02
17.08
18.65
18.41
Agosto
17.03
17 .07
18.52
18.03
Septiembre
17.03
17 .00
18.24
17.76
Octubre
17.02
17.00
18.04
17.62
Noviembre
17,02
17,00
18.12
17.62
Diciembre
17.02
16.28
18,09
16,42
Promedio
16,99
16,96
18,63
17,87
En el segundo semestre del año. la elevación de precios en los granos y en las
lanas y el incremento de la demanda mundial ele maíz transformmon sustancial-

622
RAÚL PRE131SCH
mente la situación mencionada. La influencia psicológica de este hecho. primero. y
sus consecuencias materiales. en seguida. provocaron nuevamente excesos de ofer-
ta de cambio en el mercado oficial y determinaron una baja persistente de la libra
esterlina en el mercado libre. Sobre esta baja no sólo influía la oferta corriente de
cambio en este mercado. proveniente de exportaciones e inversiones de capital ex-
tranjero y retorno de capitales nacionales que emigraron en los tiempos críticos.
sino también el ingreso de fondos extranjeros que venían a colocarse transitoria-
mente en el país.
El Gobierno Nacional. después 'Cle considerar estos hechos. sobre los cuales el
Banco Central le informaba de continuo. determinó alterar el nivel del peso en el
mercado oficial. A pai1ir del JO de diciembre último el precio de la libra esterlina.
que venía cotizándose al tipo de mSn 17. fue rebajado a mSn 16. con la consiguien-
te reducción de los beneficios de cambio. El mercado libre reaccionó simul-
táneamente y el tipo descendió con análoga intensidad. hasta un nivel sólo superior
al alcanzado por el del mercado oficial en menos del 1 %.
Al tomar esta determinación. el Gobierno Nacional --cuyas normas debe se-
guir este Banco mientras no se restablezca la libertad del mercado de cambios (¡u--
tículo 14 de la Ley de Organización}- puso una vez más de manifiesto sus pro-
pósitos de simplificar gradualmente el sistema de control hasta que pueda volverse
a la normalidad monetaria.

86
LA APLICACION DE LA LEY DE BANCOS*
1. BANCOS EN LIQUIDACIÓN
Ya se ha reseñado sucintamente en esta Memoria la forma en que el Banco ha
cumplido las tafeas de regulación monetaria y las de agente financiero del Gobier-
no Nacional que la ley le confiere. Sólo falta explicar la función. que también le
encomienda. de aplicar "las disposiciones de inspección. verificación y régimen de
los bancos establecidas en la Ley de Bancos".
Con este propósito se ha puesto especial empeño en organizar la Inspección de
Bancos y dotarla del personal necesario que reúna condiciones de competencia.
discreción y flexibilidad de criterio.
Las tareas se han ido desarrollando, pues, en la medida en que lo permitía la
formación del personal.
Ha sido necesario. en primer lugm·. resolver problemas de urgencia. como el de
las liquidaciones del Banco Escandinavo Argentino y del Banco halo Español de
Mendoza. que vinieron a agregarse a la del Banco Argentino de Fomento iniciada
en el ejercicio anterior. Ninguna de estas entidades se encontraba en condiciones
de cumplir las disposiciones sobre el efectivo mínimo legal y demás prescripciones
de la Ley de Bancos. ni era posible, dada la índole de los males que les aquejaban.
arbitrar un plan que pudiera conducir a su saneamiento.
El Banco Central dispuso la liquidación del Banco Escandinavo el 16 de enero
de 1936. En seguida el Instituto Movilizador de Inversiones Bancm"ias resolvió en-
tregar la suma necesaria a fin de que pudiesen abonm-se íntegramente los depósitos
de ahmrn privilegiados, o sea el monto hasta m$n 5.000 de todas las cuentas. sub-
rogándose en los derechos de los depositantes.
El caso del Banco Escandinavo constituye el ejemplo típico de las consecuen-
* N. del Ed. Publicado en Banco Central de la República Argentina, Memoria A1111a/. Segundo
Ejercicio. 1936. Buenos Aires, Gotelli. 1937. capítulo !II, págs. 23-27. Sobre la redacción de la Memo-
ria A1111al véase la Nota del Editor al capítulo 77.

6:24
RAÚL PREHISCH
cias desastrosas a que se llega cuando se inmoviliza el dinero de los depositantes
en inversiones de magnitud desproporcionada o en la financiación de compañías fi-
liales o estrechamente vinculadas a los intereses del banco. según se pudo observar
también en casos anteriores. Las disposiciones del artículo 4~ ele la Ley de Bancos
se proponen evitar que se realicen operaciones de esta índole. incompatibles con la
liquidez y seguridad que debe tener el activo bancario.
La liquidación del Banco Ilalo Español Argentino. de Mendoza. se decidió el 6
de marzo de 1936. Este Banco fue también imprudentemente administrado. sin que
sirviese la experiencia directa de anteriores empresas malogradas.
Después del examen objetivo de los antecedentes de estas tres liquidaciones
emprendidas por el Banco Central. se comprende fácilmente que el Decreto Regla-
mentario de la Ley de Bancos haya indicado especialmente al Banco Central la ne-
cesidad de informar sobre las condiciones de responsabilidad y seriedad de quienes
solicitan autorización p:u-a iniciar nuevas entidades bancarias.
2. INSPECCIONES DE 13ANCOS
Ha proseguido durante el año el estudio detenido de los bancos no accionistas
del Banco Central. que. de acuerdo con la Ley. deben solicitar autorización para se-
guir funcionando. Con este motivo se han efectuado 12 inspecciones generales, de
las cuales 5 en la Capital Federal y 7 en el interior del país.
Fuera de estos casos. también se resolvió realiz:ll' inspecciones generales o
especiales. iniciando así un programa que. con el tiempo, deberá extenderse a to-
dos los bancos y continuarse sistemáticamente. De estas inspecciones, 6 fueron en
la Capital y 9 en el interior.
Además. para asegurar la devolución de depósitos y otros créditos a favor de
terceros. se han efectuado tres inspecciones de entidades que han entrado en liqui-
dación voluntaria.
3. EFECTIVO MÍ'.\\/IMO
El régimen del efectivo mínimo se cumple en forma satisfactoria. Como se ha
expresado en otro lugar.. el efectivo real de los bancos es muy supe1ior al mínimo
legal. según se comprueba en el cuadro anexo. El incumplimiento de las disposi-
ciones pertinentes sólo se ha producido en un corto número de establecimientos de
escasa importancia. De acuerdo con las facultades que le confiere el artículo 3~ de
la Ley de Bancos. el Banco Central ha denegado la autorización para distribuir di-

LA APUCACJC)N DE LA LEY DE BANCOS
625
videndos a los bancos que no demuestran encontrarse en condiciones de cumplir
con el efectivo mínimo.
Obligaciones, efectivo real y excedente neto sobre el mínimo legal en 1936
(Promedio de saldos diarios, en miles de 111$11)
Exceso sobre el efectivo
Obligaciones
Efectini real
mínimo
Meses
A la vista
A plazo
Total
Cantidad
%
Exceso Déficit Exceso neto
Enero
1.442.085 2.184.266' 3.626.351 846.266
23.2 442.811 2.020 440.791
Febrero
1.455.179 2.200.964 3.656.143 845.671
23,l 438.357 1.592 436.765
Marzo
l.462.614 2.217.940 3.680.554 881.870
23.I 471.756 1.339 470.417
Abril
1.491.032 2.201.376 3.692.408 848.268
23,0 435.441 1.848 433.593
Mayo
1.494.205 2.184.291 3.678.496 795.224
21,6 382.736 1.327 381.409
Junio
1.490.257 2.186.424 3.676.681 758.315
20.6 345.591
628
344.963
Julio
1.487.058 2.202.602 3.689.660 744.581
20,2 330.864 489 330.375
Agosto
1.516.064 2.244.696 3.760.760 756.168
20.1
334.524 493
334.031
Septiembre 1.499.026 2.216.800 3.715.826 726.012
19.5
309.363
522
308.841
Octubre
1.518.753 2.213.787 3.732.540 752.190
20,2 332.526 485
332.041
Noviembre 1.562.017 2.218.274 3.780.291 784.169
20,7 357.523
720 356.803
Diciembre 1.644.130 2.226.244 3.870.374 834.369
21.6 393.853
619 393.234
Promedio 1.505.202 2.208.139 3.713.341 797.759
21,4 381.279 1.007 380.272
4. PLANES DE LIQUIDACIÓN
No se ha juzgado conveniente ir tomando detenninaciones parciales con respec-
to a los planes de liquidación de inmuebles, acciones. obligaciones y participacio-
nes a que se refiere el aitículo 4~ de la Ley de Bancos. Se espera termimu- el estu-
dio de la situación general de los establecimientos a que se refieren Jos casos
presentados. a fin de llegar a soluciones o normas que. en lo posible, puedan apli-
carse con carácter general.
En todos estos asuntos el Banco ha tenido en cuenta las situaciones de hecho exis-
tentes. procurando que ellas pudieran resolverse con el mínimo de perturbaciones.

626
RAÚL PREBISCH
5. AJUSTE EN LAS TASAS DE INTERÉS
Tal fue el caso. asimismo. del ajuste de las wsas de interés. Cuando el Banco
resolvió el 5 de febrero del año pasado fijar en 3 1/2% su tipo de redescuento. esta-
bleció que el interés máximo que corresponde abonar por los depósitos de ahorro y
cuenla corrienle en virtud de aquella lasa. a saber 2 1/2% y 1/2%. respectivamente,
debía aplicarse a pmtir del 1 ~ de marzo de 1936.
Fue necesario considerar 15 casos especiales de excepción de pequeños bancos
que. por la situación especial en que se encontraban. requerían algún tiempo para
adaptarse a las nuevas condiciones. A fines de 1936 tan sólo tres bancos se halla-
ban en esta situación transitoria.
La Ley de Bancos no considera el ajuste de los tipos de interés sobre depósitos
a plazo fijo según el tipo de redescuento del Banco Central. Se había juzgado con-
veniente dejar a los banco~ cierta elasticidad en este asunto. confiando, acaso, en
que por la índole especial de estos negocios, los tipos guardarían relación con el ni-
vel del mercado. Han ocurrido. sin embargo, notorias discrepancias que indujeron
a este Banco a tomar medidas especiales. A partir de la licitación realizada el 30 de
junio próximo pasado, se estableció entre las condiciones para suscribir Certifica-
dos de Patticipación en los Bonos Consolidados el compromiso de no pagar más
· de 2 l/2% y 3% respectivamente por los nuevos depósitos a plazo fijo a 90 y 180
días respectivamente.
6. SOLICITUDES DE NUEVOS BANCOS
No es posible terminar la exposición de este capítulo sin mencionar un hecho
de especial significado como expresión de política bancaria. El Banco Central, de
acuerdo con la Ley de Bancos y su Decreto Reglamentario, debió informar al Go-
bierno Nacional en dos casos acerca de solicitudes para establecer nuevas empresas
bancrn"ias. En ambas ocasiones el Banco. además de las consideraciones que cada
caso exigía, manifestó al Gobierno, por resolución unánime del Directorio, que a
su juicio no convenía la apertura de nuevos bancos, pues la capacidad de los exis-
tentes sobrepasaba las necesidades genuinas de crédito. El señor Ministro de Ha-
cienda ratificó categóricamente estos conceptos en la Memoria de su Departamento
correspondiente a 1935. El Estado ha debido empeñar cuantiosos recursos prove-
nientes de la revaluación del metálico para afianzar depósitos bancarios. La expe-
riencia de este y otros países demuestra que, llegado un banco a momentos críticos,
la cesación de sus pagos puede afectm· a todo el sistema bancrn"io si la desconfianza

LA APLICACIÓN DE LA LEY DE BANCOS
627
se extiende a los depositantes de las demás entidades. Los fundamentos de la Ley
de Bancos señalan a este propósito la diferencia sustancial entre las empresas ban-
carias y las otras empresas comerciales, no sólo por lo que se infiere de aquella ex-
periencia, sino por la delicada responsabilidad monetaria que asumen los bancos al
crear medios de pago con la expansión del crédito. Se justifica. pues. la extrema
prudencia con que habrá de procederse en esta materia.

87
LA POLITICA DE CAMBIOS*
1. LA ANORMALIDAD MONETARIA DEL MUNDO
Han pasado ya tres años desde que el Poder Ejecutivo envió al Congreso de la
Nación sus proyectos sobre moneda y bancos. Expresaba el mensaje la esperanza
de que estas reformas prepararían el terreno "pm·a que la moneda argentina recupe-
re también su estabilidad sobre bases más adecuadas al carácter peculiar de nuestra
economía". siempre que el mundo volviese "con prontitud a lo que hasta ahora se
ha considerado como normalidad monetaiia. y si las principales monedas hoy in-
convertibles retornan al patrón oro" .1
Pero la reforma de la moneda argentina no podía apoyarse en un supuesto de re-
mota realización. Por ello el mismo documento, con clm·a percepción de la reali-
dad, agregaba que "si en vez de volverse al patrón oro generalizado y a una relativa
libertad en las transacciones internacionales, el mundo continuai·a presentando el
cuadro de economías ceITadas. con monedas autónomas, la República. gracias a
una nueva organización de la moneda y el crédito. podrá proseguir su propia po-
lítica cuidando sus propios intereses y evitando en lo posible 4ue esas circunstan-
cias deterioren sus fundamentales instituciones económicas".
Los acontecimientos han confirmado esta previsión. La libra esterlina y otras
monedas principales continúan siendo inconvertibles. Y la Argentina se ha visto
precisada a seguir su propia política monetaria utilizando los recursos y posibilida-
des que le ofrece el nuevo sistema.
* N. del Ed. Publicado en Banco Central de la República Argentina, Me111oria Anual. Tercer Ejer-
cicio. 1937, Buenos Aires. Gotelli. 1938. capítulo Il. págs. 3-14. Reproducido en Banco Central de la
República Argentina, La crcació11 del Banco Central y la experie11cia monetaria ar¡;c11ti11a e11tre 10.1
ll/ÍOS 1935-1943, Buenos Aires. 1972, capítulo 1, págs. 33-47. Sobre la redacción de la Memoria A1111al
véase la Nota del Editor al capítulo 77. La redacción del capítulo 87 está mencionada en la nota 5 del
capítulo 89.
1 Leyes sobre bancos y 111011eda, Ministerio de Hacienda de la Nación, 1935. pág. 49. (N. del Ed.
Véase el capítulo 67 del presente volumen.)

LA POLÍTICA DE CAMBIOS
629
Pero si no ha llegado aún el momento propicio para dictar la ley de estabiliza-
ción monetaria que disponga la conversión de los billetes en metálico a fin de man-
tener el valor de la moneda. el Banco ha cuidado de cumplir este designio en el
grado compatible con los intereses del país. Ha logrado hacerlo con los tipos del
mercado oficial que no han experimentado el último afio variación alguna, y dispo-
ne de los medios suficientes para que pueda continuarse firmemente esta política
en el nuevo ejercicio. Las transacciones fundamentales del país con el exterior, las
que interesan primordialmente en el estado presente de la economía internacional,
se sustraen a las influencias perturbadoras que afectan al mercado libre, pues se ba-
san sobre los valores constantes del mercado oficial de cambios, en donde se vende
alrededor del 90% del cambio de exportación y se paga el total de los servicios de
la deuda pública externa y el 83% de las importaciones.
2. EL RÉGIMEN DUAL DE CAMBIOS
Para comprender mejor estos hechos y el significado de la política monetaria
actual, y prevenir a la vez la repetición de erróneas interpretaciones. conviene ex-
plicar el régimen dual de cambios y la forma en que funciona.
El régimen de los mercados es una consecuencia de los hechos mismos. Re-
cuérdese, en efecto. que el primitivo propósito de fiscalizar todas las transacciones
de cambio del país, abarcándolas en un mercado único y cerrado, tuvo que abando-
narse a fines de 1933 por la imposibilidad de fiscalizar todos los movimientos de
fondos con el exterior, parte de los cuales tendían de más en más a realizarse en un
mercado clandestino. El sistema se modificó. Se mantuvo el control sobre lo que
convenía y podía ser controlado en el mercado oficial de cambios, en donde siguie-
ron negociándose las divisas provenientes de las exportaciones (excepto la totali-
dad de las destinadas a países limítrofes2 y las de algunos productos de exportación
regular) y se estableció, además. el procedimiento de permisos previos para evitar
la repetición de desequilibrios y repartir esas divisas entre las importaciones y los
servicios financieros correspondientes a los distintos países, de acuerdo con los
convenios que sucesivamente se fueron concertando. Y a fin de terminar con las
transacciones prohibidas, se dio absoluta franquicia a los otros movimientos de
fondos y capitales, que desde ·~ntonces pudieron realizarse en un mercado absoluta-
mente libre.
2
Las mercaderías que se exporten a los países limítrofes pueden facturarse en pesos moneda na-
cional (art. 6º, Decreto de fecha 25/1/32). Con tal motivo, los importadores de productos argentinos resi-
dentes en tales países negocian en el mercado libre las divisas necesarias para procurarse el importe en
pesos moneda nacional que requiere el pago de sus compras.

630
RAÚL PREBISCH
Este último vino en esta forma a actuar como válvula de escape del mercado
oficial, que, de otro modo. se encontraría expuesto al peligro de una presión excesi-
va de la demanda de monedas extranjeras.
Para formarse una idea de la índole y magnitud de las operaciones de ambos
mercados, bastarán las siguientes cifras. El cambio comprado en 1937 procedente
de exportaciones sumó m$n 2.095,2 millones (al tipo de m$n 15 por libra esterli-
na), de los cuales 1.871,2 millones se negociaron en el mercado oficial que sólo se
abastece con divisas de este género. Los m$n 224 millones3 de divisas restantes,
que conesponden en su mayor parte a exportaciones a los países limítrofes. se ven-
dieron en el mercado libre. A ese mercado se entregó, pues, sólo el 10,7% de las
divisas de exportación; pero. en compensación, recibió otras provenientes de inver-
siones de capital y fondos flotantes del exterior, fletes y una nutrida cantidad de
operaciones pa11iculares, comerciales y financieras; la cifra correspondiente a estos
últimos conceptos en 1937 alcanzó a m$n 410,3 millones. que, agregados a la de la
exportación, eleva la oferta total del mercado libre a la cantidad de m$n 650 millo-
nes. Con ser apreciable, esta cifra no ha sido suficiente para responder a la deman-
da de ese año, como se explicará en su lugar.
3. INTERVENCIÓN DEL BANCO CENTRAL EN EL MERCADO LIBRE
La libertad de movimientos de este mercado es en verdad compatible con cie110
grado de intervención que no se manifiesta en medida alguna de control, sino en
operaciones de compra o de venta efectuadas alternativamente en el mercado abier-
to por el Banco Central (y, antes de su creación, por el Banco de la Nación Argen-
tina) en igualdad de términos con otras instituciones de la plaza.
Desde los comienzos del mercado libre hasta fines de 1936, en que ocurrieron
sucesos dignos de mención especial, la intervención se ejercitó en sentido contrario
a lo que en su tiempo se llegó a suponer: lejos de seguirse el propósito de desvalo-
rizar el peso, se realizaron persistentes ventas de cambio oficial en el mercado libre
a fin de contener la depreciación, primero, y luego para mejorar la cotización de
nuestra moneda, según es fácil advertirlo en el siguiente cuadro:
3 No coincide con la cifra dd cuadro de la página 631 debido a la diferencia entre el ti¡x> de 111$11
15 la libra esterlina y los ti¡x1s reales.

LA POLl11CA DE CAMBIOS
631
Operaciones en el mercado libre de cambios'
Operaciones de los bancos
Divisas entrega
Promedio
das(+) o absor-
Períodos
cierre vende-
Dlferendas
bidas (-) por el
dor dela
Compras
Ventas
(comp.-vent.)
B.C.R.A. en la
t
o laza
(En millones de 111$11)
(E11m$11por[)
Año 1934
565,4
608,0
. 42,6
+ 41,0
19,92
1 er. trimestre
105.5
107.1
-
1.6
+ 4,1
19,82
2do. trimestre
146.7
146,9
-
0,2
+
5.7
21,12
3er. trimestre
176,9
185,1
-
8,2
+
1,2
19,26
4to. trimestre
136.3
168,9
-
32,6
+ 30,0
19,47
Año 1935
568,0
670,4
- 102,4
+ 100,5
18,63
ler. trimesu-e
144,7
177.5
- 32,8
+ 30,4
19.12
2do. trimestre
138,7
170,8
- 32,1
+ 31.5
18.86
3er. trimestre
138,9
158,8
- 19,9
+ 18,9
18,47
4to. trimestre
145,7
163.3
-
17,6
+ 19.7
18,08
Año 1936
783,2
631,8
+ 151,4
• 151,5
17,87
ler. trimestre
142,9
156.5
- 13,6
+ 15,9
18,13
2do. trimesll-e
149,0
157.4
-
8,4
+ 11.5
18,06
3er. trimesti-e
145,8
159,6
-
13,8
+ 13.0
18,07
4to. trimestre
345,5
158,3
+ 187,2
- 191,9
17,22
Año 1937
650,0
822,6
- 172,6
+ 170,4
16,46
ler. trimestre
180,0
165,0
+ 15,0
- 10,4
16,26
2do. trimestre
203,1
189,7
+ 13,4
- 13,0
16,24
3er. tJimestre
152,0
236.4
- 84,4
+ 83.5
16,50
4to. u·imestre
114.9
231.5
- 116,6
+ 110.3
16,82
1 A los tipos reales de las operaciones.

632
RAÚL PREBISCH
La libra bajó así de un promedio de m$n 21J2 en el segundo trimestre de 1934
a m$n 18,07 en el tercer trimestre de 1936.
Durante ese lapso. las operaciones de intervención no se tradujeron en ninguna
compra de divisas por el Banco Central en el mercado libre. Las adquisiciones se
iniciaron por primera vez en el último trimestre de 1936. Como se recordará. esa
época se caracterizó por una fuerte presión de la oferta sobre la demanda. Afluían al
país grandes cantidades de fondos flotantes y de dinero especulativo. a más del
aporte de capitales de inversión pe1manente. El peso mejoró rápidamente; y cuando
el 10 de diciembre del mismo año se redujo el tipo vendedor del mercado oficial de
m$n 17 a m$n 16 por libra esterlina. el mercado libre reaccionó en el mismo sentido
con tal intensidad que fue necesario contenerlo con fuertes compras de cambio en la
proximidad del nuevo nivel oficial para evitar precios inferiores a los de éste.
Las compras de cambio en el mercado libre por el Banco Central llegaron así a
la considerable cifr.i de m$n 191.9 millones en el último trimestre de 1936.
Muy serios motivos determinaron esta actitud. con la que el Banco Central enten-
día cumplir su función regulativa "concentrando reservas suficientes para moderar
las consecuencias de la fluctuación de las inversiones de capital extranjero". según lo
expresa el artículo 3º de la Ley de Creación. La atenta observación de la naturaleza
de los movimientos que dominaban el mercado libre no pennitía abrigar confianza
alguna en que estas divisas permaneciesen en el país. La experiencia nuestra y la de
otras naciones aconsejaba proceder con extrema cautela. precaviéndose a tiempo de
la posibilidad de movimientos adversos. Dejar actuar esa oferta extraordinaria de
cambio con toda su fuerza espontánea no sólo hubiera significado dislocar el régi-
men de los dos mercados sin que hubiese llegado aún el momento de resolver defini-
tivamente el problema. sino someter la moneda del país a las contingencias de una re-
acción futura tanto más violenta cuanto más intensa fuese la acción precedente.
Así se formó en el mercado libre la primera reserva de cambio al terminar el
año 1936. En el primer semestre de 1937 parecía haberse llegado al equilibrio en
tomo a la cotización de rn$n 16.25. Esa reserva se acrecentó sólo en m$n 23.4 mi-
llones. No tardaron, sin embargo. en aparecer los indicios de una evolución contra-
ria. La persistente tendencia del peso a desvalorizarse. conforme avanzaba el tercer
trimestre del año. indujo al Banco a comenzar la aplicación de las divisas que aca-
baba de acumular. con el objeto de cubrir el excedente de la demanda sobre la ofer-
ta. como se ha observado en el cuadro de la página 631. En ese tercer trimestre la
libra subió a un promedio de rn$n 16,50 y el Banco Central vendió m$n 83.5 millo-
nes de divisas en el mercado libre. En el cuarto trimestre se acentúa la desvaloriza-
ción. y la libra sube hasta m$n 16.994 no obstante haberse vendido otros rn$n 110.3
4
Estos precios corresponden a las divisas vendidas por el Banco Central en el mercado. Los pre-
cios cobrados por los bancos al público son ligera1ncnle superiores.

LA POLÍTICA DE CAMBIOS
633
millones de divisas por el Banco Central. El total de ventas realizadas por éste en
la segunda mitad del año llega así a m$n 193,8 millones.
4. LA TRANSFORMACIÓN DEL BALANCE DE PAGOS EN EL MERCADO LIBRE
¿Cómo se explica el encadenamiento de esos sucesos que agotan rápidamente
la reserva de cambio del mercado libre -formada precisamente en previsión de
esta contingencia- y ponen nuevamente al Banco Central muy cerca del trance de
volver a vender divisas del mercado oficial?
La explicación corresponde principalmene a las variaciones del balance de pa-
gos. En la primera mitad del año continuó la entrada de capitales de inversión per-
manente y de fondos tlotantes. iniciada con anterioridad. Estos recursos del merca-
do. junto con el cambio de exportación y los ingresos por otros conceptos.
permitieron cubrir fácilmente las importaciones sin permiso previo que se pagan
por el mercado libre y las diversas remesas que. según queda dicho, se efectúan por
el mismo mercado. Es un hecho conocido que en este país la importación se adapta
fácilmente al mayor volumen del activo del balance de pagos. En el caso que con-
sideramos no dejó de confirmarse esta observación. tanto en lo que concierne al
mercado libre como al oficial. También acontece regularmente en nuestra expe-
riencia cíclica que cuando el activo se contrae por cualquier razón -sea porque
disminuyen las exportaciones o los capitales del exterior- las importaciones tar-
dan en contraerse con la intensidad correspondiente. Preséntase en esta forma un
desequilibrio que propende a la inmediata valorización de la libra y demás mone-
das extranjeras.
Los acontecimientos se produjeron una vez más en esta fonna en el ámbito del
mercado libre. en donde se acentuaba a la vez el desequilibrio por el éxodo de fon-
dos flotantes, como lo compmeban los datos de este otro cuadro. calculados según
los tipos reales vigentes en dicho mercado:
Balance de pagos en el mercado libre en 19371
Rubros
Primer
Segundo
Aumento o
semestre
semestre
disminución
(En millones de m$n)
l. Activo
383,1
266,9
• 116,2
Exportaciones
144.1
95.6
-
48.5

634
RAÚL PREBISCH
Primer
Sl'gUndo
Aumento o
Rubros
semestre
semestre
disminución
(En millones de m$n)
Fletes y gastos de vapores y
otras operaciones cerealistas
35.0
36.1
+
1.1
Inversiones de capital. fondos
Dotantes y operaciones de
particulares
145,4
84.4
61,0
Operaciones menores de
m$n 16.000
58.6
50.8
7,8
2. Pasivo
355,0
467,6
+ 112,6
Importaciones
129.8
140.4
+ 10,6
Exportaciones y amortizaciones
de capital, fondos 11otantes.
servicios financieros, opera-
ciones de particulares y
diversos
122.9
210.3
+ 87,4
Operaciones menores de
m$n 16.000
102.3
116.9
+ 14,8
3. Superávit(+) o Déficit(-) (1-2)
+ 28,1
- 200,7
1 A los tipos reales de las operaciones.
En la segunda mitad del año, las inversiones de capital permanente y de fondos
t1otantcs y los ingresos de pa11iculares se reducen sensiblemente: de m$n 145.4 mi-
llones que habían sido en la primera bajan a m$n 84.4 millones en la segunda. o
sea en m$n 61.0 millones. Al mismo tiempo, el cambio de exportación decae de
m$n 144,1 millones a m$n 95.6 millones. esto es. en mSn 48.5 millones.
Todas estas cifras corresponden a operaciones superiores a m$n 16.000. pues
las inferiores, por razones de compilación estadística. se han sepm·ado en renglón
aparte. a pesar de que llegan a cifras bastante apreciables.
Computando todos los renglones del cuadro. el activo del balance del mercado
libre. o sea la oferta de cambio. baja de un semestre a otro en m$n 116.2 millones.
En cuanto al pasivo. las remesas para pago de importaciones crecen de m$n

LA POLÍTICA DE CAMBIOS
635
129.8 millones a m$n 140.4 millones y las otras remesas ascienden fue1temente de
m$n 225,2 millones a m$n 327,2 millones, o sea m$n 102,0 millones. Estas otras
rem~sas corresponden a exportaciones y amortizaciones de capital. fondos tlotantes,
servicios financieros, operaciones de particulares y diversos. El total del pasivo cre-
ce, por lo tanto, en m$n 112,6 millones, mientras el activo baja en m$n 116,2 millo-
nes. De ahí el fuerte desequilibrio de m$n 200.7 millones en el balance del segundo
semestre. que obliga al BaneoCentral a intervenir activamente en el mercado.
5. Los FONDOS FLOTANTES INTERNACIONALES
Si se han expuesto con cierto detalle estos hechos, es porque explican las vicisi-
tudes del mercado libre y permiten interpretar mejor el sentido de la política mone-
taria actual.
Los movimientos de fondos a corto plazo de un país a otro constituían una de
las características del régimen clásico del patrón oro. tal como se le recuerda con
frecuencia para senalar los contrastes de la época presente. Tendían ellos de conti-
nuo a la mejor repartición de los recursos líquidos del mercado financiero interna-
cional y daban a todo el sistema un alto grado de tlexibilidad: en cuanto una plaza
tenía escasez de fondos. allí acudían espontáneamente esos recursos atraídos por
las diferencias de interés; apenas en otra había abundancia y los tipos del dinero
eran bajos. salían las disponibilidades redundantes para colocarse en donde obtu-
viesen mejor remunernción.
Es imposible enceffar la realidad presente en este simple esquema. Los fondos
flotantes no van hoy adonde hacen falta. sino precisamente adonde no se les nece-
sita. y emigran tan pronto como la evolución desfavorable del estado económico
podría hacer provechosa al país su permanencia.
Nada más contrario a los principios que regían el buen funcionamiento del pa-
trón oro, como que este fenómeno es una de las consecuencias de la inestabilidad
política y económica del mundo y de la profunda alteración de las condiciones
básicas en que se desenvolvía aquel régimen monetario.
6. AISLAMIENTO DE LOS FONDOS FLOTANTES
Esos hechos se plantean en términos que nuestro país no podría modificar. La
realidad internacional se sustrae a nuestra influencia. Debemos, pues, tomarla tal
cual es y no como quisiéramos que fuese y seguir una política monetaria realista,
con la mira exclusiva de las conveniencias nacionales.

636
RAÚL PREBISCH
Estamos continuamente expuestos al flujo y reflujo de los fondos extranjeros
que se desplazan nerviosamente de un país a otro. Escapan de otras partes y vienen
tras el optimismo exagerado del exterior sobre la Argentina. tan ligero y dafloso
para nosotros como el pesimismo sombrío que le sucede de improviso. sea por las
alternativas naturales de un país agrario. o por acontecimientos políticos de otras
naciones.
La Argentina no puede evitar esas excitaciones propias de los tiempos que vive
el mundo. Tampoco puede evitar sus consecuencias. Sería necesario implantar una
fiscalización severa e inquisitorial. un complicado aparato de control para oponerse
a ello. y. a pesar de todo. se llegaría a resultados contraproducentes.
Pero si no pueden evitarse esos desplazamientos de fondos. debe tratarse, al
menos. de aislarlos. de circunscribir su órbita de acción. La existencia del mercado
libre de cambios ha permitido la realización de ese propósito.5 Allí entran y de allí
salen en cualquier momento los fondos flotantes. y el precio de la~ monedas ex-
tranjeras en estas operaciones depende de la oferta y la demanda. sobre las que in-
fluyen poderosamente esos mismos fondos y el ritmo con que ingresan o se retiran.
A la Argentina no le interesa ni le conviene convertirse en refugio transitorio de
ese dinero volátil. que no debe confundirse bajo ningún concepto con el capital ex-
tranjero que se invierte permanentemente en el país para el mejor desarrollo de sus
fuerzas económicas.
Tales movimientos no afectan. pues. para nada las transacciones normales y co-
rrientes que se efectúan por el mercado oficial. que ha logrado sustraerse así a este
género de perturbaciones.
5 Con el fin de moderar la afluencia de depósitos del exterior en las circunstancias mencionadas el
Directorio del Banco Central. el 20 de abril de 1937, estableció como condición de suscripciún de Certi-
ficados de Participación en los Bonos Consolidados y Certificados de Custodia de Oro y Divisas. que
los bancos suscriptores "se obliguen. durante toda la vigencia Je dichos certificados, a no pagar interés
alguno por nuevos depósitos Je banws o finnas del extmnjero y en general. por nuevos fondos prove-
nie11tes del exterior".
En Suiza. las autoridades monetarias se vieron precisadas a tomar serias medidas. "A pedido de. la
Banque Nationale Suisse --expresa el texto de una comunicación del 12 de noviembre pasado recibida
de Zurich- los bancos y banqueros se han visto en la necesidad de examinar la fonna de detener la
afluencia extremadamente importante Je capitales exlnmjeros y devolver por lo menos una parte de las
sumas excesivas de depósitos exlmnjeros existentes. A pedido de la Banque Nationale Suissc -se agre-
ga- los bancos y banqueros han resuelto no conceder a sus corresponsales bancarios en el extranjero, a
partir del 15 de noviembre de 1937, la facultad de mantener en Suiza depósitos a la vista sino en la me-
dida en que éstos correspondan a las sumas necesarias al desenvolvimiento de las relaciones de nego-
cios nom1ales y siempre que los fondos no pasen de una suma que. de acuerdo con la experiencia. pue-
da ser calificada como normal''.

LA POLITTCA DE CAMBIOS
637
7. SÓLO EL MERCADO OFICIAL INFLUYE EN LOS PRECIOS INTERNOS
Por todo lo que acaba de expresarse, las razones fundamentales en favor del
mantenimiento de la estabilidad del mercado oficial pierden gran parte de su fuerza
en lo que atañe al mercado libre. La naturaleza e influencia de ambos mercados, es,
en efecto, sustancialmente distinta. Mientras los tipos del mercado oficial tienen un
papel decisivo en la determinación del nivel de precios internos, los del mercado li-
bre no entrañan el mismo significado económico ni la misma trascendencia.
Los precios de nuestra producción exportable se rigen por el tipo comprador de
cambio del mercado oficial y los de nuestras importaciones por el tipo vendedor en
el mismo mercado. Estos son los principales elementos constitutivos del nivel ge-
neral de nuestros precios mayoristas, cuyo índice marca ahora la cifra de 111,7 re-
ferida a la base 100 de 1926, o sea algunos puntos sobre el nivel anterior a la crisis.
No puede caber duda de que. dado el nivel actual de los precios agrarios e indus-
triales en el mundo, una nueva depreciación de la moneda argentina en el mercado
oficial haría subir correlativamente esos precios mayoristas o influiría sobre el cos-
to de la vida con serias repercusiones económicas y sociales.6
Nos encontramos, pues, en circunstancias muy distintas de las que prevalecieron
durante la última crisis, cuando la depreciación de la moneda permitió amortiguar
en nuestra economía interna la violencia con que caían los precios internacionales.
El precio de la moneda en el mercado libre carece por cierto de esta influencia.
Los pagos por concepto de importaciones llegaron en 1937 a m$n 255,8 millones
(al tipo de m$n 15 por libra esterlina) o sea el 16.9% de los pagos totales por este
concepto, de los cuales cerca de m$n 100 millones corresponden a remesas de im-
portaciones de automóviles y accesorios.
En cuanto a las demás transacciones del mercado libre, basta recordar su
índole para persuadirse de que su influencia sobre el nivel interno de precios es
imperceptible.
No ha de juzgarse por esto que deba ser indiferente el curso del peso en ese
mercado. Antes bien, sería muy deseable reducir al mínimo la amplitud de sus fluc-
tuaciones por el significado financiero del mercado libre en las plazas extranjeras.
Se ha explicado ya la intervención que le ha correspondido en este respecto al Ban-
co Central, el cual no puede, por supuesto, despreocuparse de la evolución del peso
libre. Pero tal intervención está limitada en todo caso por la magnitud de la masa
de divisas adquiridas en el mismo mercado, y por las que las circunstancias permi-
6 El índice del costo de la vida, a pesar del alza de los últimos 111ios, se mantiene debajo del de
1926; su adaptación a los precios mayoristas, como es sabido, se produce siempre con lentitud.

638
RAOL PREHISCH
tan tomar del sobrante de divisas del mercado oficial. una vez cubiertas sus necesi-
dades actuales y hechas la'> reservas prudentes para las necesidades previstas.
8. FUNCIÓN DE LAS RESERVAS DEL MERCADO OFICIAL
El empleo oportuno de esas reservas es sin duda preferible a acentuar el funcio-
namiento del mecanismo restrictivo de que dispone el mercado oficial de cambios
con el otorgamiento de permisos previos. No se ignora que en los últimos años los
permisos se han concedido con liberalidad en vista de la holgada posición de divi-
sas. Más que como instrumento restrictivo, han actuado como medio selectivo, des-
viando hacia el mercado libre las importaciones que no podían atenderse por el
mercado oficial dentro de la modalidad de los convenios de cambio. Tanto es así.
que las importaciones atendidas por el mercado oficial han crecido últimamente en
forma intensa, según lo señalan las cifras del cuadro anterior.
Importaciones pagadas por el mercado oficial
(Al tipo vendedor)
A1ios
Millones de 111$11
1934
828
1935
899
1936
919
1937
1.287
Este crecimiento de las importaciones es la consecuencia natura\\ del mayor po-
der adquisitivo que el país ha tenido por el crecimiento de sus exportaciones. Del
mismo modo. las importaciones deberán también. llegado el momento. adaptarse a
un menor volumen de JX)der adquisitivo. Las reservas de divisas están precisamen-
te para que esta adaptación se realice sin sacudimientos y sin que sea necesmio
acudir a la aplicación drástica de medidas restrictivas sino en casos de persistente
desequilibrio.
En el mercado libre las importaciones no están sujetas a permiso alguno. Su vo-
lumen se regula es¡xmtáneamcnte por las mismas condiciones del mercado. Si la
importación es excesiva para los recursos de éste. habrá más demanda de cambio

LA POLÍTICA DE CAMBI0S
639
para satisfacerla y el alza consiguiente de las monedas extranjeras propenderá a co-
rregir el exceso, de acuerdo con la antigua ley de la oferta y la demanda.
Estas observaciones sobre el funcionamiento de los dos mercados de cambio no
comportan de ningún modo la expresión de nuevos principios de política moneta-
ria. sino la adaptación circunstancial a una realidad que escapa a nuestro arbitrio, a
la espera de que el restablecimiento monetario de los principales países haga posi-
ble suprimir las medidas restrictivas y volver al juego mucho más eficiente de la li-
bertad de transacciones en un régimen monetario normal.

88
LA POLITICA DE ABSORCION DE FONDOS*
1. MEDIOS DE PAGO E IMPORTACIONES
La plétora de fondos provocada por el ingreso de divisas constituye otro de los
problemas resultantes de los saldos positivos de nuestras cuentas exteriores en los
últimos años. Ha llegado ahora el momento de examinarlo.
Antes de referirnos a la forma en que el Banco Central ha continuado su po-
lítica de absorción de esos fondos, y para el mejor entendimiento de este asunto,
conviene recordar brevemente la íntima conexión entre el movimiento de divisas,
los medios de pago y los fondos bancarios.
Cuando los bancos adquieren de su clientela el exceso de divisas originado por
aquellos saldos positivos, le acreditan su equivalente y crean así medios de pago o
medio circulante -como quiera llamárseles- en forma de depósitos en cuenta co-
rriente. A su vez, al vender esas divisas al Banco Central, éste acredita su importe
en las cuentas de efectivo de los bancos, los cuales reciben en tal forma nuevos
fondos bancarios.
El Banco Central ha perseguido el propósito de absorber estas disponibilidades
adicionales para contrarrestar la tendencia natural de los bancos a expandir el cré-
dito confmme se acrecienta su efectivo. Pero no se ha tratado de neutralizar los
medios de pago, fuera de las operaciones efectuadas con motivo de la repatriación
de la deuda, por motivos que pasamos a explicar.
Es un hecho sistemáticamente comprobado en nuestro país que esos medios de
pago traídos por el ingreso de divisas (al igual que en el ca<m de entradas de me-
tálico en un régimen de patrón oro) tienden finalmente a cancelarse, lo mismo que
tales divisas, puesto que se emplean después de cierto tiempo en el pago de las ma-
* N. del Ed. Publicado en Banco Central de la República Argentina. Memoria Anual. Tercer Ejer-
cicio. 1937. Buenos Aires, Gotelli. 1938, capítulo III. págs. 15-22. Reproducido en Banco Central de la
República Argentina, La creación del Banco Central y la experiencia monetaria argentina entre los
mios 1935-1943,
Buenos Aires, 1972. l. págs. 49-58. Sobre la redacción de la Memoria Anual véase la
Nota del Editor al capítulo 77.

LA POÚI'ICA DE ABSORCIÓN DE FONDOS
641
yores importaciones y remesas al exterior que ellos mismos han originado. Sólo
queda en el país la cantidad adicional de circulante que van requiriendo el creci-
miento de la población y el del volumen de las transacciones.
No es otro el mecanismo por el cual las importaciones propenden de continuo a
adaptarse al aumento de las exportaciones y demás elementos activos de nuestras
cuentas exteriores. El incremento de las importaciones es por lo tanto una conse-
cuencia natural del incremento de la capacidad adquisitiva exterior, reflejada en
más abundantes medios de pago.
Desde el punto de vista monetario, el programa de repatriación de deuda exter-
na del Gobierno Nacional ha consistido en retirar del mercado, mediante la nego-
ciación de títulos y letrns de tesorería y la utilización de beneficios de cambio, los
medios de pago necesarios para adquirir del Banco Central las divisas requeridas
por esta operación. En esta forma. las divisas que de otro modo hubiesen sido em-
pleadas en el pago de_ importaciones, lo fueron en el rescate de títulos externos, con
el consiguiente alivio de servicios en el pasivo de nuestro balance de pagos. El
equivalente de las divisas adquiridas fue de m$n 357,3 millones (al tipo de m$n 15
por libra esterlina). A esta cantidad se agregaron después m$n 98,2 millones por
otras operaciones de repatriación, las cuales, si bien ayudaron a descongestionar el
mercado monetario contribuyendo así a la realización del propósito perseguido por
el Banco Central. no fueron ajena~ a la perturbación de la plaza bursátil, como se
verá a su tiempo.
Fuera de estas operaciones especiales, la política del Banco Central no ha teni-
do como punto de mira la esterilización de medios de pago-pues ello hubiera sig-
nificado interferir, sin necesidad alguna, en el crecimiento normal de las impo11a-
ciones- sino la absorción de fondos bancarios.
2. EL EXCESO DE FONDOS BANCARIOS
Ya hemos dicho que con esta política el Banco Central ha tratado de evitar que
los bancos, impulsados por el aumento de sus efectivos, expandiesen sus préstamos
e inversiones y creasen así nuevas cantidades de medio circulante no requeridas
por el desenvolvimiento de las transacciones. Este nuevo medio circulante, lo mis-
mo que el originado por el ingreso de divisas, se traduce también en demanda adi-
cional de cambio, una vez cumplido su circuito interno; Pero como no está respal-
dado por una masa equivalente de divisas, según acontece en el caso anterior,
viene a gravitar sobre las reservas metálicas preexistentes, y, si es intensa ;Ja expan-
sión del crédito, llega a constituir un serio elemento de trastornos. monetarios.
Para contrarrestar esta tendencia espontánea a la expansión del crédito; el Ban-

642
RAÚL PREBISCH
co Central ha tenido desde sus comienzos la preocupación dominante. primero, de
absorber los fondos provenientes de la revaluación del metálico en la forma que se
explicó en Memorias anteriores, y luego, de evitar que el ingreso de divisas aumen-
te en cantidad equivalente el volumen de los fondos bancarios. Con este último
propósito el Banco Central acudió a dos procedimientos: retirar y cancelar de in-
mediato los fondos que iba creando. al comprar divisas a los bancos, mediante la
colocación entre esos u otros bancos de Certificados de Paiticipación en Bonos
Consolidados, Letras de Tesorería especiales, o Certificados de Custodia de Oro y
Divisas; o utilizar los recursos disponibles del Fondo de Divisas para pagar dichas
compras a los bancos, sin tener necesidad de crear nuevos fondos bancarios. Cual-
quiera de estos procedimientos conduce en fin de cuentas al mismo resultado per-
seguido.
Ya se mencionó en la Memoria anterior que cuando la cantidad disponible de
Certificados de Participación en Bonos Consolidados estaba por agotarse, el Go-
bierno Nacional autorizó al Banco Central a emitir Letras de Tesorería hasta m$n
100 millones con igual propósito; el producto de estas letras fue aplicado a la com-
pra de divisas que a su tiempo se utilizaron en la repatriación de la deuda. Pero
como la creación de nuevos fondos seguía en aumento. el Banco Central. a fin de
no debilitar su acción en el mercado, se vio precisado a buscar un nuevo instru-
mento de absorción. Decidió entonces emitir Certificados de Custodia de Oro y Di-
visas, y comenzó a operar en ellos en el mes de marzo. Estos Certificados se colo-
can entre los bancos en igual forma que los de Participación en Bonos
Consolidados. Los bancos tomadores entregan al Banco Central fondos que éste in-
vierte por cuenta de ellos en una cantidad equivalente de oro y divisas que se pasan
a una cuenta especial en custodia. La inversión en oro y divisas produce a los ban-
cos un rendimiento análogo al de los Certificados de Participación en Bonos Con-
solidados.
En cuanto al segundo procedimiento mencionado, se han utilizado en la adqui-
sición del cambio de los bancos los distintos recursos que alimenta el Fondo de Di-
visas: beneficios de cambio. producto de la venta de títulos y diversos saldos dispo-
nibles del Tesoro Nacional que no tienen aplicación inmediata. Todos estos
recursos se invierten transitoriamente en divisas, y cuando el Gobierno resuelve
disponer de ellos, el Banco Central adquiere las divisas en cuestión y acredita su
equivalente en las cuentas oficiales respectivas.
El monto total de los fondos bancarios absorbido en todas estas formas llegó a
un máximo de m$n 1.060,5 millones en mayo del año pasado. incluyendo los fon-
dos residuales de la revaluación del metálico. En seguida esta cifra se fue reducien-
do por dos motivos que ya se han mencionado: la utilización de una parte de las di-
visas del Fondo en la repatriación de la deuda y el egreso de divisas que ocurre en

LA POÚl'ICA DE ABSORCIÓN DE FONDOS
643
el segundo semestre para compensar el desequilibrio que se desarrolla en el balan-
ce de pagos.
A este retiro de fondos bancarios por el Banco Central se debe en gran parte
que el efectivo de los bancos haya registrado un promedio de m$n 832,0 millones
en 1937, o sea apenas m$n 34,2 millones más que el promedio de 1936.
3. CIFRAS DE CERTIFICADOS
Los detalles relativos a la colocación de Certificados de Participación en los
Bonos Consolidados se presentan en el cuadro de la página siguiente.
Como se advierte en las últimas columnas, los tipos de interés se mantienen en
un nivel muy bajo a raíz de la abundancia de recursos convertibles. Los intereses
sobre los Certificados de Custodia tuvieron un curso análogo. El monto máximo de
estos certificados se alcanzó en agosto con la cantidad de m$n 290,3 millones.
equivalente a 19,4 millones de libras.
4. RECURSOS PARA OPERACIONES FUTURAS
En previsón de futuras contingencias, el Banco tomó durante el ejercicio de
1937 las medidas necesarias para asegurar la posibilidad de continuar sin trabas la
política de absorción si las circunstancias lo aconsejan. ·con tal propósito creó una
cuenta de "Intereses en Suspenso" formada con las diferencias entre los intereses
que el Banco percibe por los Bonos Consolidados del Tesoro Nacional y los que
paga por los Certificados de Participación en dichos bonos y las diferencias entre
los intereses percibidos por el oro y divisas afectados a operaciones de custodia y
los intereses devengados por los correspondientes Certificados dé Custodia. Al 31
de diciembre último, la cuenta de "Intereses en Suspenso" registraba un saldo de
m$n 5.230.970 de los cuales m$n 3.064.365 corresponden al primero de los con-
ceptos y m$n 2.166.605 al segundo. Como es lógico, la parte de estos intereses que
no llegue a utilizarse en lo futuro en la forma indicada, deberá volver oportuna-
mente a la cuenta de "Ganancias y Pérdidas". En tal caso podría considerarse la
conveniencia de constituir una reserva especial para amortizaciones de los Bonos
Consolidados en previsión de que el Banco Central juzgue oportuno desprenderse
de una parte de ellos, de acuerdo con lo que le autoriza el artículo 32 de la Ley Nº
12.155.

644
RAÚL PRE13ISCH
Colocación de Certificados de Participación
en los Bonos Consolidados en 1937
Certificados en
Interés de la~
Fecha de
Valor nominal
l'irl.'ulación
1
emisión de
adjudkaciones
los certificados
Ofrecido
Susl.'ripto
Adjudi-
Valor
Valor real Míti- Má.d· Medio
l.'ado
nominal
IID
llD
(En miles de m$n)
(o/o)
Enero
2
35.600
56.850
35.600
399.000
396.977 1,84 2,00 1.96
Enero
16
78.550
102.350
78.550
399.000
396.980 1.86 2,02 2,00
Febrero
2
61.000
105.400
61.000
399.000
397.001 1.86 1.99 1.98
Febrero
17
82.850
141.750
82.850
399.000
397.025 1.86 2,02 1,96
Marzo
2
39.100
66.900
39.100
399.000
397.026 1.83 1,96 1.93
Marzo
17
101.900
121.700 101.900
399.000
399.047 1.88 1,88 1.88
Abril
2
35.600
48.500
30.150
393.550
391.625 1,80 1,90 1,88
Abril
17
84.000
111.000
70.250
1,82 1.86 1,85
{ 393.550 { 391.755
-
-
8.4002
1.78 1.78 1,78
Abril
30
40.000
50.190
40.000
372.650
370.853 l,80 1,88 1,85
Mayo
17
82.850
76.900
76.900
366.700
364.935 1,80 1,92 1.88
Mayo
26
-
-
5002
367.200
365.433 1,75 1.75 1.75
Junio
2
34.100
47.000
34.100
367.200
365.441 1.80 1,92 1.84
Junio
17
132.000
92.600
92.600
357.000
356.172 1.76 1.96 1,94
33.150
53.000
29.850
1,80 1,88 1,85
{ 357.900 { 356.175
Julio
2
-
-
3.3002
1,76 1,76 1,76
Julio
17
78.650
104.500
78.650
357.900
356.180 1.78 1,82 1,82
Agosto
2
62.000
67.320
50.250
366.150
364.399 1.74 1,84 1.81
Agosto
17
76.650
87.900
76.650
366.150
364.414 1,76 1,80 1.80
Septiembre 2
54.600
41.250
41.250
372.800
371.036 1,74 1.94 1.83
Septiembre 17
92.850
103.000
92.850
372.800
371.055 1.77 1,90 1,87
Octubre
2
35.000
13.550
13.550
357.200
355.530 1,80 1,88 1.82
Octubre
16
78.650
93.350
78.650
357.200
355.517 1.78 1,86 1.84
Noviembre
2
52.250
70.300
52.250
357.200
355.523 1,76 1.80 1,80
Noviembre 17
50.000
81.850
50.000
332.550
330.991 1.72 1,80 1,76
Diciembre
2
25.000
50.000
25.000
312.300
310.844 1.72 1.76 1,76
Diciembre 17
91.850
118.350
91.850
312.300
310.884 1.72 1,72 1,72
Diciembre 31
18.500
12.750
12.750
310.5003
309.094 1,68 1,76 1,72
1 Para plazos cercanos a 90 días.
2 Ventas directas.
3
Al 31 de diciembre de 1936 los certificados en circulación ascendían a m$n 399.000.000 valor
nominal y a m$n 396.970.530 valor real.

LA POLhlCA DE ABSORCIÓN DE FONDOS
645
5. PELIGROS DE LA EXPANSIÓN DEL CRÉDITO
A pesar de esta absorción sistemática de fondos, se ha iniciado en el año 1937
una tendencia expansiva del crédito en virtud de la cual la plaza ha recibido una
masa adicional de m$n 104,8 millones de medios de pago.
Es preciso seguir atentamente el curso de este factor de decisiva importancia
para el equilibrio monetario y no olvidar la experiencia categórica de otros tiem-
pos. No se necesita retroceder mucho para encontrar un caso típico cuya repetición
debe prevenirse a toda costa. A mediados de 1928, precisamente cuando se inician
las exportaciones de oro por el desequilibrio en el balance de pagos, comienza tam-
bién una intensa dilatación de los préstamos e inversiones de los bancos que no se
justifica de ningún modo por las necesidades genuinas de la producción y los nego-
cigs. Este proceso de inflación del crédito, que comprueba una vez más la validez
de viejos principios monetarios, contribuyó poderosamente a expeler del país todo
el oro que había entrado desde 1927. Entre septiembre de 1928 y diciembre de
1929, al cerrarse la Caja de Conversión, se exportó un equivalente de m$n 425,5
millones de metálico. El aumento de los préstamos, causado en gran pa11e por el
déficit fiscal, lanzaba constantemente a la plaza nuevas cantidades de poder adqui-
sitivo artificialmente creado que permitieron al país continuar con un gran volu-
men de importaciones, no obstante la fuerte disminución en sus recursos reales.
Posteriormente, la caída violenta de los precios internacionales sorprendió al país
debilitado ya por un persistente desequilibrio.
Es necesario aprovechar la experiencia pasada y seguir una prudente política de
crédito en un año en que se contrae el volumen de la producción agraria. Deben li-
mitarse en lo posible los préstamos para nuevos negocios o la ampliación de los ne-
gocios existentes, postergándolos para oportunidades más favorables. Sería muy
conveniente. además, evitar el aumento de las inmovilizaciones, a fin de no dismi-
nuir la liquidez de las carteras bancarias. Entrañan. evidentemente. este peligro, los
préstamos para la realización de trabajos públicos. Ni ellos, ni las cauciones efec-
tuadas para colocar nuevas emisiones de títulos. constituyen un procedimiento
sano de financiación de estos trabajos. Hay en esta materia una verdad elemental e
incontrovertible según la cual no se puede, sin serias consecuencias para la estabili-
dad monetaria, sustituir o aumentar mediante arbitrios bancarios la masa real y
efectiva de ahorro que la población está dispuesta a invertir de año en año en fon-
dos públicos.
La observación de estas normas razonables de liquidez es esencial para el buen
funcionamiento de todo el sistema bancario. La Ley de Bancos, inspirada en razo-
nes de mucho peso, ha dejado n ·Jos bancos gran lmertad de acción a este respecto.

646
RAOL PREBISCH
Por lo mismo su responsabilidad pública es considerable. pues. según sea su po-
lítica de crédito. aumentan o restringen sensiblemente el poder adquisitivo de la co-
lectividad.
En este sentido. el Banco Central ha visto con simpatía el comienzo de una po-
lítica de cooperación entre los principales bancos del país para evitar que los bajos
tipos de interés provenientes de una competencia inmoderada conduzcan a lamen-
tables exageraciones.
6. TRASTORNOS PRODUCIDOS POR EL DÉFICIT PRESUPUESTARIO
No ha de olvidarse. sin embargo, que en este problema de la expansión del cré-
dito el déficit presupuestario desempeña un papel de primordial importancia. La
exposición de motivos de la Ley del Banco Central expresaba claramente que "si el
Estado cubre sus gastos con crédito bancario origina un incremento en los medios
de pago (sean billetes o depósitos) que no está justificado por el incremento de las
transacciones. Se incorpora así al mercado, debido a esos actos, una cantidad adi-
cional de poder adquisitivo que antes no existía. Y si este hecho tiene tal magnitud
que no logra ser neutralizado con el nuevo ahorro que ingresa en los bancos y que
éstos no emplean en aumentar sus préstamos. no tarda en comenzar un proceso de
inflación con sus conocidas y perniciosa<> consc'Cuencias" .1
La Nación ha logrado extirpar el déficit después de un esfuerzo grande y soste-
nido. Mantener ese equilibrio y evitar igualmente el déficit en las provincias y mu-
nicipalidades constituye una tarea de vital importancia para la sanidad del sistema
monetario.
1
Leyes sobre ba11cos y mo11eda, Ministerio de Hacienda de la Nación, 1935, pág. 84. (N. del Ed.
Véase el capítulo 68 del presente volumen.)

89
EL CICLO ECONOMICO Y
LA POLITICA MONETARIA*
1. ELEMENTOS TÍPICOS DE NUES1RO CICLO ECONÓMICO
No entra. por supuesto. dentro de los propósitos de este capítulo el estudio aca-
démico del ciclo económico argentino. Hemos de limitarnos a explicar brevemente
la forma en que se desarrolla, según lo enseñan la experiencia de otras épocas y los
acontecimientos ocurridos bajo nuestra propia y directa observación. y referir ante-
cedentes que, no obstante ser de conocimiento común. ayudan a interpretar con
mejor perspectiva los hechos que se exponen más adelante en esta Memoria. y a
plantear con claridad los objetivos de nuestra política monetaria.
Como país agrario y campo de inversión de capitales extranjeros. en el desarro-
llo de nuestros movimientos ondulatorios prevalecen, por un Íado, las variaciones
del volumen físico de la producción del suelo, sus precios y el grado de absorción
de los productos en el mercado internacional. y por otro. la mayor o menor afluen-
cia de estos capitales extranjeros. Aparte de las alternativas de la producción rural.
sujetas desde luego a las contingencias meteorológicas. los otros elementos que
acabamos de sei\\alar mantienen estrecha relación con los fenómenos cíclicos exte-
riores que así se reflejan sobre el ciclo económico argentino.

N. del Ed. Publicado en Banco Central de la República Argentina, Memoria Anual. Cuarto
Ejercicio.1938, Buenos Aires. Gotelli, 1939. cap. 11. págs. 5-17. Reproducido en Banco Central de Ja
República Argentina, La creación del Banco Ce11tral y la e.1pcricncia monetaria argentina entre los
mios 1935-1943, BuenosAires, 1972, l. págs. 59-75. Sobre la redacción de la Memoria Anual véase la
Nota del Editor al capítulo 77. Prebisch destacó la importancia de este capítulo en su propia evolución
intelectual y como testimonio de la política anticíclica argentina: "la primera exposición que hago yo
de mi inteipretación del ciclo fue en Ja Memoria Jel Banco Central( ... ) escrita a comienzos del '39,
donde yo hago una descripción de unas once páginas de lo que es el ciclo argentino: por qué empieza el
descenso en el afio '38. Y yo explico allí el ciclo. cómo se produce el ciclo argentino y la acción an·
ticíclica del Banco Central": "fue el primer ensayo de política anticíclica que se hace en un país en de-
sarrollo, y recuerdo que fue muy comentado en Harvard ( ... ) en Harvard se utilizó para explicar cómo
el Banco Central argentino inició una real política anticíclica inspirada en principios distintos de los
que podían regir en los centros''. Las categorias y nomenclatura utilizadas por Prebisch en este capítulo
coinciden eón las del programa <le Economía II curso, por él presentado a la Facultad de Ciencias
Económicas en octubre de 1937, por Jo que fue una foctum obligada para sus alumnos y seguidores.

648
RA(JL PREll!SCll
La intensidad y duración de nuestros ciclos no sólo dependen de la fuerza aisla-
da de cada uno de esos factores, sino también de la forma y oportunidad con que se
yuxtaponen sumando su acción o neutralizándose entre sí en grado variable.
Las primeras manifestaciones de la fase ascendente aparecen, pues, en el balan-
ce de pagos. El aumento de la exportación o la mayor inversión de capitales extran-
jeros. o ambos elementos a la vez. provocan un saldo positivo que repercute de in-
mediato en la situación monetaria interna. El proceso es muy simple. Ese saldo
positivo se traduce en una oferta de divisas superior a la demanda. Los bancos ad-
quieren el excedente y acreditan o depositan su importe en moneda nacional en las
cuentas coITientes de los vendedores. A su vez. dichos bancos transfieren por lo ge-
neral ese excedente de divisas al Banco Central. quien les acredita del mismo
modo el equivalente en sus cuentas de efectivo. creando así nuevos fondos banca-
rios.1 y mantiene esas divisas como tales. o transformadas en oro. a la espera de la
oportunidad para emplearlas.
Anótese ahora esta primera conclusión: el saldo positivo de las cuentas interna-
cionales se manifiesta en seguida en una dilatación equivalente de los medios de
pago del público. en fmma de depósitos corrientes y del efectivo de los bancos de-
positado en el Banco Central.
El aumento de los medios de pago se distribuye primeramente entre los sectores
de la población favorecidos en fo1ma directa por el incremento de la exportación o
de la inversión ele capitales y acrecienta así en grado equivalente la cantidad de po-
der adquisitivo de estos sectores. Aumenta. pues. la demanda general de mercade-
rías y servicios; y las importaciones. que en nuestro país son muy sensibles. se
sienten aguijadas muy prontamente.
2. MEDIOS DE PAGO E IMPORTACIONES
Las importaciones tienden en verdad a crecer en estrecha relación con el incre-
mento de los medios de pago. No parecería así a simple vista si sólo una parte de lo
que se consume proviene del exterior y la industria local abastece una proporción
creciente de la demanda general. Pero un análisis más detenido comprneba el aser-
to. Supóngase, para tomar un ejemplo de extrema simplicidad. que en el conjunto
de las mercaderías y servicios que consume la población. apenas el 20% esté for-
mado por las importaciones: supóngase. además. que el aumento de los medios de
pago sea de m$n 300 millones y que esta cantidad se gaste íntegramente por quie-
1
Bajo el régimen ele la Caja ele Conversión el juego era idéntico; sólo que los bancos en vez ele
vender divisas le entregaban oro, y que la Caja en lugar de acreditarles su importe les pagaba con bille-
tes. Los efectos monetarios son exactamente iguales.

EL CICLO ECONÓMICO Y LA POLÍHCA MONETARIA
649
nes la reciben. De acuerdo con ese porciento, m$n 60 millones del incremento de
la demanda corresponderían a la importación. Los m$n 240 millones restantes se-
rían satisfechos por la producción de mercaderías y servicios locales, que vendría
en esta fonna a recibir esa cantidad adicional de poder adquisitivo. Suponiendo
ahora que de estos m$n 240 millones se gaste también el 20% en artículos del exte-
rior (y podríamos variar el porciento sin alterar la conclusión final), la importación
crecería en m$n 48 millones más cancelando una cantidad equivalente de medios
de pago. Los m$n 192 millones restantes de estos últimos constituirían a su vez
nuevo poder adquisitivo en las manos a que llegan. Y así, continuando el razona-
miento, veríamos cómo al pasar de mano se amplían los efectos de la masa orígina-
ria de poder adquisitivo que se puso en circulación. En cada etapa del proceso una
parte del poder adquisitivo que se transfiere se dedica a la importación, la cual va
creciendo sucesivamente y aproximándose en esta forma a un valor equivalente a
los m$n 300 millones iniciales.
Se trata de un ejemplo muy esquemático en donde se ha considerado que la pro-
ducción local de mercaderías y servicios es susceptible de expandirse considerable-
mente, como sucede en casos de intensa desocupación. Si así no fuera y la deman-
da adicional no pudiera ser transferida por las actividades locales. el poder de
compra adicional iría má'> fácil y prontamente a la importación, con un menor
número de transferencias de mano en mano, o en otros términos. con un menor es-
tímulo de las transacciones internas.2
Hubiéramos excusado esta explicación si ella, además de dilucidar un punto im-
portante, no nos permitiese luego señalar las consecuencias de la expansión del
crédito sobre el balance de pagos, punto cuyo pleno reconocimiento es de cardinal
importancia para la política monetaria argentina. Además, la simple reflexión en el
caso planteado nos lleva a discernir la diferente posición en que los distintos países
se encuentran frente a la política que suele preconizarse de aumentar mtificialmen-
te la cantidad de medios de pago para estimular la actividad económica interna.
Allí donde las importaciones sólo constituyen una parte pequeña del consumo na-
cional, los efectos pe11urbadores sobre el balance de pagos son por supuesto menos
serios que en países como el nuestro, donde aquéllas fonnan parte importantísima
de lo que su población y sus industrias requieren.
,
- La intervención de las múltiples variables que complican todo problema económico real trastor-
na las relaciones numéricas del ejemplo. Si el nuevo poder adquisitivo se ahorra en vez de gastarse.
será tanto menor el crecimiento de la importación. Las variaciones en la velocidad de circulación del
dinero alteran también el desarrollo del fenómeno. así como el crecimiento en las necesidades moneta-
rias del público. En este sentido, Ja aproximación a los m$n 300 millones de importación del ejemplo
citado sería tanto mayor cuanto menor fuese Ja cantidad de dinero retenida de etapa en etapa por incre-
mento en dichas necesidades monetarias. Por otro lado, si el aumento de los medios de pago obedece a
la inversión de capitales extranjeros. aumentan los servicios financieros a girar al exterior y en la medi-
da en que ello ocurre se cancela una cantidad correspondiente de poder adquisitivo y crecen con menos
fuerza las importaciones. Y de este modo el ejemplo podría complicarse al infinito.

650
RAÚL PREBISCH
Al crecer las importaciones en vh1ud de su íntimo enlace con los medios de
pago. tienden a expelerse el oro y las divisas que habían entrado anteriormente en
el país por el saldo posítivo de las cuentas internacionales. y a cancelarse en esta
forma los correspondientes medios de pago. No hay en todo ello trastornos mone-
tarios de ninguna suerte, si bien la tluctuación resultante en la actividad económica
trae consecuencias de otra índole que consideraremos más adelante.
3. TRASTORNOS DEBIDOS A LA EXPANSIÓN DEL CRÉDITO
Los trastornos monetarios del ciclo sobrevienen. en realidad. cuando por la ex-
pansión del crédito se crea nuevo medio circulante que se agrega al que resulta del
balance positivo de pagos.
Véase ahora cómo suele ocurrir esta perturbación. tan frecuente en nuestra his-
toria monetaria. Cuando de acuerdo con el mecanismo que se ha expuesto los ban-
cos traspasan al instituto emisor (llámese Caja de Conversión o Banco Central) el
excedente de oro o de divisas que compraron. aumentan en cantidad equivalente el
efectivo de sus arcas. Cada banco. como es natural. trata de aprovechar este au-
mento para acrecentar sus operaciones de préstamos. sobre todo si la proporción
ante1ior de su efectivo con respecto a sus depósitos se mantenía en un nivel satis-
factorio. A este respecto es un hecho bien conocido y muy fácil de explicar que los
bancos. en virtud de la expansión del crédito. pueden crear una masa adicional de
depósitos co1Tientes dos. tres o más veces mayor que el nuevo efectivo que rec\\-
ben, según las circunstancias y el distinto grado de prudencia que los mueve.
Como quiera que ello sea. los medios de pago que así se lanzan al mercado sur-
ten los mismos efectos que los provenientes del ingreso de oro y divisas. Pero
mientras el crecimiento de las importaciones que estos últimos provocan encuentra
pm·a su correspondiente pago esas mismas divisas. las importaciones estimuladas
por el medio circulante creado por los nuevos préstamos. deben ser abonadas con
las reservas metálicas preexistentes en el instituto monetario.
Aquí radica el carácter esencialmeme pertmbador de esta suerte de expansión
del crédito. En efecto. las importaciones sobrecrecidas en esta forma. desequilibran
el balance de pagos y provocan una presión de la demanda sobre la oferta de cam-
bios tanto más fuerte cuanto mayor haya sido la dilatación de los préstamos. Es ne-
cesario desprenderse de metálico o de divisas para colmar la diferencia. y si los
medios de pago. no obstante estos síntomas inequívocos de su redundancia, se con-
tinúan creando con nuevos aumentos en los préstamos. la progresiva disminución
de las tenencias de oro y la contracción pm·alela del efectivo de los bancos no tar-
dan en forzar al país al abandono del patrón oro o a una más fuerte depreciación de

EL CICLO ECONÓMICO Y LA POÚfICA MONETARIA
651
la mrn1eda si ya ha sido abandonado, como más de una vez lo han demostrado gm-
ves acontecimientos de nuestra historia monetaria. Por donde se verifica también
entre nosotros aquel viejo principio según el cual los medios de pago redundantes
-y en este caso lo son- tienden a expeler las reservas monetarias del país. La de-
preciación se acentúa luego en tanto prosigue la emisión de depósitos corrientes por
la vía crediticia, que es esencialmente igual en sus efectos a la emisión de billetes.3
Así ocurren, pues, los trastornos monetarios en nuestro ciclo económico, que
pueden derivar hacia una crisis aguda. Tales trastqrnos no son inherentes al pr9Ce-
so del ciclo, si bien le acompañan con gran frecuencia por la reacción natural y es-
pontánea de los bancos ante el aumento de sus efectivos.
Es ésta, por cierto, una descripción muy sumaria, en donde se simplifica en lo
posible. eliminando todas las particularidades y complicaciones que el fenómeno
ha tenido e~1 nuestra realidad económica.
4. EL CRÉDITO BANCARIO NORMAL
En la explicación anterior no se tomó en cuenta la calidad de crédito sino la
cantidad de crédito. El dilucidar este punto tiene impor¡ancia, pues no es necesario
que la expansión de los préstamos se haya producido en operaciones arriesgadas o
haya engendrado abusos especulativos, según se ha notado con alguna frecuencia
en estos movimientos. Pueden concebirse, en efecto, operaciones muy sanas y con-
venientes desde el punto de vista económico Y que sin embargo han contribuido a
suscitar dificultades monetarias por tratarse de cantidades muy abultadas o de in-
movilizaciones exageradas de los recursos bancarios.
Esto nos obliga a precisar más nuestras ideas sobre el particular. como que son
el fundamento de las recomendaciones que el Banco Central formuló a los bancos
el año pasado, sugiriéndoles una actitud cautelosa en el otorgamiento de nuevos
créditos y en su plazo de liquidación.
Hay que distinguir, ante todo, entre las financiaciones e inmovilizaciones de fon-
. dos y lo que pqdría llamarse las necesidades normales de crédito de la actividad eco-
nómica. Estas últimas constituyen la actividad específica de los bancos de depósitos
y descuentos. Se trata de operaciones de fácil liquidación, mientras que aquéllas son
operaciones típicas de inversión, de amortización lenta, que sólo deben efectuarse
dentro de límites prudentes por razones elementales de sanidad monetaria.
'
-
No es ésla la causa exclusiva de la depreciación monetaria. Ella puede deberse no sólo al de-
sequilibrio en el balance de pagos provocado por la expansión del medio circulante, sino también al que
se origina por una persistenle caída de precios que reduce de más en más las exportaciones. Este factor
fue de gran importancia en el ciclo de 1929, en cuya primera parte. sin embargo. actuó en fonna prepon-
deran1e la dilatación del crédito.

652
RAÚL PREBISCH
Ese crédito bancario normal presupone una liquidación fácil. pues tiene en vista
el pronto expendio de las mercaderías que, gracias a él, se producen, importan y
mueven hasta llegar al comprador. Entraña también la creación de poder adquisiti-
vo por los bancos. pero por el tiempo relativamente breve que abarca el circuito
normal de los negocios, desde la producción o importación hasta el pago de los ar-
tículos y servicios. Hay así en todo momento una masa considerable de crédito que
se va liquidando continuamente para dar lugar a nuevas operaciones en el curso
normal de la actividad económica.
Tanto el proceso productivo en la tierra o en la industria. como el comercio, se
desenvuelven en gran parte con la ayuda de ese crédito bancario. el cual contribuye
así a dotar a la población que directa e indirectamente depende de ellos, del poder
adquisitivo que requiere para proseguir sus consumos. tanto de mtículos importa-
dos como de mercaderías y servicios de producción local.
El ritmo de estas actividades. así como el de los préstamos bancarios de que ha-
cen uso, depende fundamentalmente de la expectativa de venta de las mercaderías
que constituyen el objeto de dichos procesos. Así también la variable intensidad de
los pedidos de mercaderías del exterior. Subordinado a esas ventas próximas, el po-
der adquisitivo de origen crediticio es de suyo de corta duración, salvo en ciertos
casos que veremos más adelante.
La expectativa de esas próximas ventas es mate1ia de innumerables conjeturas
de productores, comerciantes. empresarios y entidades bancaiias. Y como tal se en-
cuentra sujeta a las conientes psicológicas de optimismo o pesimismo que influyen
en el desenvolvimiento de los negocios. Entre nosotros. como país agrario, esas
conjeturas se refieren principalmente a las perspectivas de la producción del suelo
en vista de su intensa repercusión sobre el estado económico general. En efecto, un
inctemento en el valor de esa producción. aparte de su consecuencia directa sobre
las importaciones, no sólo tiende a expandir proporcionalmente la demanda de ar-
tículos y servicios locales que la población rural consume, sino que acrecienta tam-
bién la demanda de quienes producen y expenden esas mercaderías y servicios y de
los que, a su vez, suministran a estos últimos lo que necesitan consumir; y así suce-
sivamente. Se estimula y amplía en esta forma la actividad económica interna con
mayor intensidad que la que resulta de la demanda directa de la población agraria.
Inversamente, el descenso en el valor de la producción rural acentúa sus efectos de-
presivos sobre la economía general.
5. INMOVILIZACIONES TRANSITORIAS DEL CRÉDITO NORMAL
Si las perspectivas de la producción rural influyen tan poderosamente en el rit-
mo del proceso productivo y comercial y en el de la función crediticia, es natural

EL CTCLO ECONÓMICO Y LA POL!TICA MONETARIA
653
que, en la medida en que la realidad sea inferior a las expectativas que sobre ellas
se habían fundado, ocurran frecuentemente en el funcionamiento de la economía
ciertas perturbaciones características que requieren poner en juego los resortes ~e
elasticidad de un buen sistema de moneda y bancos.
Sucede en tales casos que la producción de la industria local y la importación
resultan superiores a la absorción real del mercado. Las expectativas de venta se
cumplen en menor grado. Y los créditos no pueden liquidarse en la forma prevista.
Hay, pues, inmovilización de crédito, no por su origen sino por la fuerza de los he-
chos, y el dinero prestado no vuelve prontamente a las arcas de los bancos. Por
otro lado, con una exportación menor que la espemda y una importación mayor
que la necesaria, es imprescindible desprenderse de oro o divisas para compensar
el déficit del balance de pagos. Pero este déficit es transitorio pues las importacio-
nes tienden a reducirse espontáneamente por ser inferior el poder adquisitivo resul-
tante de la producción rural. Todos éstos son acontecimientos ordinarios en un país
rural, y el efectivo de los bancos. así como las reservas monetarias del Banco Cen-
tral, deben encontrarse en condiciones de afrontar fácilmente tales exigencias de la
realidad sin provocar una intensa restricción de créditos, que en esas circunstancias
resultaría contraproducente:~
Es muy explicable que los bancos se encuentren en condiciones tanto mejores
para hacer frente a esas inmovilizaciones inevitables del crédito n01mal, cuanto
menos hayan inmovilizado anteriormente sus recursos en financiaciones u opera-
ciones de inversión.
Tal es la índole del crédito bancario normal y la importante función que con él
desempeñan los bancos. CoITesponde a su habilidad y prudencia el proveer a las
actividades económicas del volumen de medios de pago que requieran según el rit-
mo con que éstas se desarrollan. Y compete, a su vez, al Banco Central, suminis-
trar a aquellos bancos los recursos suplementarios de que tienen necesidad para no
privar a los negocios genuinos del medio circulante que les hace falta. Es éste uno
de los propósitos fundamentales del redescuento. que. por la misma índole de la
necesidad que se propone satisfacer, sólo puede realizarse con papel corto de fácil
liquidación y que corresponda a un movimiento real de mercaderías, esto es, con
un papel emergente de un proceso productivo o comercial que se base en la venta
de ellas y tenga en vista su próximo expendio.
4
Nos referimos, por supuesto, a una restricción general y no a la que convenga aplicar en tal o
cual sector de la actividad económica en donde sea conveniente provocar una saludable liquidación para
corregir errores o exageraciones.

654
RAÚL PREBISCH
6. DIFERENCIA ENTRE CRÉDITO Y AHORRO
Como se ha dicho. hay que hacer un sustancial distingo entre una y otra forma
de crédito. La inmovilización de fondos y el excedente de importaciones constitu-
yen tan sólo un riesgo en el crédito nonnal. En cambio las financiaciones o inver-
siones. de lenta liquidación comportan ineludiblemente una inmovilización directa
e inmediata; y el poder adquisitivo que con ellas se lanza al mercado contribuye en
seguida a provocar dicho excedente en las importaciones, como que estas operacio-
nes no están vinculadas al pronto expendio de mercaderías en estrecha relación con
las perspectivas de la producción agropecuaria y su correspondiente exportación.
Asimismo, y contrariamente a lo que sucede en el caso anterior. no sobreviene nin-
guna reacción correctiva. Antes bien, mientras prosiga la expansión de estos prés-
tamos de financiación o inversión. las importaciones continuarán desarrollándose y
cercenando las reservas monetarias.
Todo ello está de acuerdo con el clásico precepto de la liquidez de las carteras
bancarias. precepto que. como tantas otras viejas verdades en materia monetaria.
ha sido y sigue siendo plenamente verificado por la experiencia. Las financiaciones
o inversiones constituyen en realidad aportes de capital de amortización más o me-
nos lenta. y como tales sólo pueden ser efectuadas con el ah01w que. en fin de
cuentas. es el único medio de constituir capitales. Existe, por cierto. una confusión
frecuente entre las funciones del crédito bancario y del ahorro. confusión muy ex-
plicable en países nuevos que carecen de las grandes masas de ahorro requeridas
por su desenvolvimiento económico. Si el ahono fuese sustituible por el crédito.
este problema se volvería de una extrema sencillez.
Mientras el empleo del ahorro significa una simple transferencia de poder ad-
quisitivo de las manos de quienes lo formaron a las de quienes lo toman prestado
para emplearlo, los préstamos bancarios, según hemos demostrado. crean cantida-
des adicionales de poder adquisitivo. Que una empresa privada, o una entidad
pública, coloque sus papeles en el mercado y no en los bancos, y luego gaste el di-
nero así obtenido, no tiene ninguna consecuencia monetaria que pueda afectar a la
importación, y por tanto al balance de pagos. Pero sí la tendría si aquellos papeles.
en vez de ser adquiridos por el público que ahorra, lo fuesen por los bancos con po-
der adquisitivo que ellos crean y transfieren a los emisores de dichos papeles. Ano-
temos de paso que esta consideración. que tiene un gran interés práctico. ha sido
una de las que llevaron a estimular la formación del mercado de papeles a cono
plazo, como se explica en el pertinente capítulo.
Pero no hay que olvidar que los bancos, en nuestro país. reciben una proporción
bastante crecida del ahorro de la población. No sólo actúan por consiguiente como
creadores de poder adquisitivo. sino también como intermediarios entre los tenedo-

EL CICLO ECONÓMICO Y LA POLITICA MONETARJA
655
res de ahmrn y aquellos empresarios que desean utilizarlo. o ell otros términos,
como agentes distribuidores del ahon-o del público.
De esto se deriva una conclusión imp011ante. Si los bancos realizan financiacio-
nes o inversiones empleando una pmte prudente del incremento de los nuevos de-
pósitos de ahono (ya que Jos existentes han sido totalmente colocados en una for-
ma u otra) no crean nuevo poder adquisitivo. sino que se limitan a tmnsfcrir parte
del que han recibido del público. En este selllido y mientras se pongan a cubierto
de las extracciones que la experiencia aconseja prever. dichas financiaciones o in-
versiones no entrañan riesgos monetarios y sólo están sujetas. desde luego. a las
contingencias inherentes a esta suerte de negocios.
Pero si se sobrepasa ese límite. son inevitables las consecuencias monetarias
que explicamos. cualquiera que haya sido la índole o finalidad de las inmoviliza-
ciones. ya se trate de excelentes hipotecas o de créditos para financiar el desenvol-
vimiento de industrias sanas. o para promover obras privadas o públicas de indis-
cutible productividad.
En suma. es una peligrosa ilusión creer que todas éstas operaciones. por buenas
que sean. puedan realizarse fuera de los límites señalados. mediante expedientes
bancarios que sustituyan la insuficiencia de capitales de fonnación nacional. El
desconocimiento de esta verdad elemental lleva fatalmente a desprenderse de las
resei"vas monetarias o a contratar préstamos extranjeros. p;u·a salvar el desequili-
brio en las cuentas internacionales.
7. EL CICLO DE LOS TRASTORNOS MONETARIOS
·Es posible ahora precisar mejor la forma en que se desarrolla el movimiento
cíclico. En la fase ascendef\\te aumentan las importaciones. la actividad de la indus-
tria interna y los negocios en general. Hay prosperidad. Es el efecto de los mayores
medios de pago en que se traducen el oro y las divisas que ingresa11 por el creci-
miento en las exportaciones y la inversión de capitales exteriores. El aumento sub-
siguiente de las importaciones tiende a desequilib1-m· el balance -de pagqs; .. y ese
desequilibrio se acentúa cuando llega ineludiblemente el momento en que las ex-
portaciones descienden y disminuye o se suspende la entrada de esos capitajes.
mientras han crecido los servicios financieros. Se despliega entonces la fase des-
cendente. Egresan el oro y las divisas traídas anteriormente. en tanto que la dismi-
nución del poder adquisitivo va restringiendo la indusuia y los negocios internos y
encogiendo las importaciones. Se tiende así nuevamente a restablecer el equilibrio.
No habiendo expansión de crédito no hay tampoco mayores trastornos monetarios.
Pero no por ello deja de ser serio el problema del ciclo. pues todas las actividades eco-
nómicas del país -según es fácil comprobarlo en las líneas del gráfico de la página

656
RAÚL PREBISCH
siguiente- están sometidas de continuo a esa sucesión de períodos de sobrecreci-
miento y contracción que según la intensidad y rapidez de las mutaciones llegan a ser
muy pe1turbadores. Las finanzas del Estado se resienten también de estas consecuen-
cias. El incremento de las recaudaciones y las colocaciones de títulos dilatan los gas-
tos fiscales. que no se comprimen fácilmente cuando se invierte el movimiento.
Si hay expansión del crédito. el nuevo poder adquisitivo que con ella se crea
acentúa el impulso ascendente de la época de prosperidad y crecen con más fuerza
la actividad económica interna y las importaciones. Y si cuando llega la fase des-
cendente y bajan las exp011aciones y las inversiones de capitales extranjeros; prosi-
gue la expansión crediticia. ya sea por el propio impulso adquisitivo o por conse-
cuencia del déficit fiscal. las importaciones y la actividad interna tienden primero a
mantener su volumen y luego a decrecer con menor intensidad que la debida. De
donde resulta un mayor desequilibrio en el balance de pagos y el correspondiente
egreso de oro y divisas. Los trastornos monetarios resultan pues más serios cuanto
más intensa haya sido la dilatación crediticia.
Consignemos. sin embargo. que esta última. si bien suele desarrollarse espon-
táneamente en virtud de acrecentamiento del efectivo de los bancos. como tantas
veces se ha verificado entre nosotros. no es necesaria ni inevitable. Por el contra-
rio. es susceptible de prevenirse con oportunas medidas de cautela de los bancos. y
una adecuada política de absorción monetaria por el Banco Central. Eso será mate-
ria del próximo capítulo.
Termina aquí la descripción de los elementos típicos del ciclo económico ar-
gentino. Siguen actuando hoy como en pasadas experiencias. pero bajo el influjo
de los grandes cambios en la realidad política y económica del mundo. que modifi-
can la intensidad. duración y complejidad de los movimientos ondulatorios. Todo
lo cual ha venido imponiendo nuevas exigencias a la política monetaria. Tanto me-
jor se podrá responder a ellas cuanto más se diluciden los fenómenos que le con-
ciemen y más claramente aparezcan sus objetivos. Si a eso contribuyen éstas y las
siguientes páginas, habrán cumplido su propósito esencial.
5 No hemos considerado las inversiones de capital flotante por ser un hecho reciente y no obser-
vado en ciclos anteriores. Ya explicamos en nuestra Memoria anterior las compli<:aciones <1uc nos tn~e­
ron estas inversiones. Se efectuaron en abundancia en la fase ascendente del ciclo actual. después de
1935. y contribuyeron así a darle más intensidad. Pero. al parecer, a mediados de 1937 síntomas de que
esa fase ascendente llegaba a su agotamiento. primero. y muy luego por repercusión de acontecimien-
tos que no concernían a este país. salió precipitadamente una cantidad considerable de fondos flotantes
a la vez que se estrechaba más y m:ís la corriente anterior de inversiones a largo plazo de capital exte-
rior. No repetiremos aquí lo <¡ue se dijo en a<1uel documento !1ccrca de los trastornos monetaiios <¡ue
ello trajo. Cuando entran los fondos flotantes producen en el mecanismo mrn1ctario los mismos efectos
. <1ue tantas veces habíamos visto con la entrada de capital a largo plazo. a saher. incremento de la> im-
po1taciones y empleo de la• divisas ingresadas anterionnente: luego. Jos fondos flotm1tes se retiran en
el momento menos previsto y originan un nuevo empleo de divisas. De manera. pues. que los fondos
flotantes tienden a duplicar la demanda de divislls: para pagar la impo11aciiln <1ue provocan y para hacer
frente a su reembolso. Lejos de tener el efecto compensador que pudo concebirse. estos movimientos
han propendido a agravar las consecuencias de las fluctuaciones ddica~.

EL CICLO ECONÓMICO Y LA l'OI.ITJCA MONETARIA
657
El movimiento cíclico argentino a través de los principales índices
de fa actividad económica
( PrnmNlios mil\\'Íll'S di' 12 llll'St•sl
Escata 1ogarirrmca
1920-24
1925-29
1930-34
1935-38

90
LA ABSORCION MONETARIA
Y EL PROBLEMA CICLICO*
l. LA ABSORCIÓN DE FONDOS BANCARIOS
En el capítulo anterior hemos tratado de describir ciertos fenómenos de gran
significado para nuestra política monetaria. sin entrar a discutirla. deliberadamente,
para no confundir el examen de los hechos con el de las medidas que se proponen
para actuar sobre ellos.
Ha llegado ahora el momento de hacerlo. después de haber comprobado que el
origen de los trastornos monetarios del ciclo económico radican en la tendencia es-
pontánea hacia la expansión del crédito cuando se acumulan en los bancos los fon-
dos provenientes ele los saldos positivos ele nuestras cuentas internacionales. Com-
préndesc. pues. que la absorción o esterilización de esos fondos sea uno de los
propósitos principales de la acción monctm·ia.
No incurriremos en repetición de lo que acerca de ello se tiene dicho en memo-
rias anteriores. Sea suficiente recordar que el Banco Cemral juzgó indispensable
aplicar esta política de absorción para sustraer al país de una plétora monetaria. En
abril de 1937 las tenencias totales de oro y divisas alcanzaron a la cifra extraordi-
mu-ia de m$n 1.224 millones. que por rara coincidencia es igual al importe del oro
recibido de la Caja de Conversión al iniciar sus cperaciones el Banco Central. La
conversión de esas tenencias en billetes. en el viejo régimen de la Caja habría du-
plicado, por consiguiente, la emisión total.
Con el propósito que se acaba de enunciar. el Banco Central acudió primero a
los Certificados de Participación en los Bonos Consolidados del Tesoro Nacional,
luego a las Letras de Tesorería especialmente autorizadas por el Gobierno con tal
* N. del Ed. Publicado en Banco Central de la República Argentina. Memoria A1111al. C11arro Ejer-
cicio. 1938. Buenos Aires. (~otclli. 1939. cap. lll. págs. 19-27. Reproducido en Banco Central de la
República Argentina. La creación del JJa,wo Ccnrral y la experiencia numewria argenrina entre /ns
lllius 1935-1943, Buenos Aires. 1972. l. p:í¡:s. 77-88. Sobre la redacción de la Memoria A1111at véase la
Nota dd Editor al capítulo 77. Sobre el conlcnido dd presente capítulo véase la Nota del Editor al
capítulo 89.

LA ABSORCIÓN MONETARIA Y EL PROBLEMA CÍCLICO
659
propósito, y. finalmente. creó los Certificados de Custodia de Oro y Divisas que vi-
nieron a reforzar la acción de los Certificados de Bonos.
El siguiente cuadro da idea de la magnitud alcanzada por esas operaciones.
Absorción de fondos bancarios por el Banco Central
Volumen de los fondos absorbidos
Certif.de
Fin de:
l'artic. en
Letras de
Certificados
Efeetirn de los
llonos Cons.
Tesorería
de Custodia
Total
?
del Tesoro
emil. para la
bancos
de Oro y
Nac.
compra de oro
DMs¡is
ydivisas 1
(Valor real)
(Millones de m$11)
1936
Enero
272.7
-
-
272.7
739.1
Febrero
242.8
-
-
242.8
768,7
Marzo
223.2
-
-
223.2
812,9
Abril
186.9
-
-
186,9
829.4
Mayo
323,0
-
-
323.0
743,5
Junio
342.9
-
-
342.9
722.9
Julio
347.0
-
-
347.0
690.3
Agosto
311.5
-
-
311.5
714,0
Septiembre
330.0
-
-
330.0
659,4
Octubre
323,4
-
-
323,4
747,6
Noviembre
347.2
34.4
-
381,6
775.8
Diciembre
397.0
67,5
-
464.5
772,1
1937
Enero
397.0
82.2
-
479.2
793,7
Febrero
397 .o
93,8
75,0
565.8
796.4
Marzo
397.0
98.0
172.5
667,5
772,5
Abril
370,9
100.0
204,0
674.9
829.0
Mayo
365,4
94.0
248.4
707.8
772,9
Junio
356.2
77.0
251.8
685.0
840,1
Julio
356.2
88.0
269,1
713.3
829.7
Agosto
364.4
93.6
283.3
741.3
761.9

660
RAÚL PREBISCll
Volumen de los fondos absorbidos
Certif.dc
Fin de:
Partic.en
Letras de
Certiticados
llonos Cons.
Tesorería
Efecth·o de los
de Custodia
Total
¡
del Tesoro
emit. para la
bancos
de Oro y
Nac.
compra de oro
y dh'isas1
Divisas
(Valor real)
(Mil/011es de m$11j
Septiembre
371,l
63.6
282.6
7 l7J
737,1
Octubre
355.5
63.6
276.1
695.2
780.2
Noviembre
331.0
63.6
249.3
643.9
721.5
Diciembre
309.1
63.6
234.6
607.3
689.7
1938
Enero
300.5
63.6
196.9
561.0
709.2
Febrero
281.3
63.6
183.3
528.2
739.5
Marzo
304.4
63.6
183J
551.3
701.4
Abril
266.7
63.6
147.8
478.1
752.8
Mayo
289.0
63.6
128.6
481.2
663.3
Junio
332J
63.6
86.6
482.5
651.0
Julio
306.5
63.6
72.8
442.9
683.4
Agosto
275.3
63.6
67.7
406.6
717.5
Septiembre
357.7
63.6
12.5
433.8
682.7
Octubre
352.9
63.6
-
416.5
678.7
Noviembre
314.4
63.6
40.0
418.0
670.6
Diciembre
300.1
63.6
10.0
373.7
630.9
: El producto de estas letras fue empicado opo11tmamcntc en la repatriación de deuda en dólares.
-
Comprende los 22 establecimientos más imponantcs <JUe abarcan alrededor del 93% de las exis-
tencias y depósitos del conjunto de entidades comprendidas en la Ley de Bancos.
En septiembre ele 1937 se llegó a absorber en esta fonna un máximo de m$n
704 millones ele fondos bancarios. brind:índose a los bancos el incentivo de colo-
carlos transitoriamente en aquellos papeles para no verse llevados a forzar sus prés-
tamos e inversiones en el mercado.

LA ABSORCIÓN MONETARIA Y EL PROBLEMA CÍCLICO
661
Es fácil imaginar los efectos que hubiem tenido el empleo de esos fondos so-
brantes. si a pesar de la considerable cantidad que pudo ser absorbida por el Banco
Central. se llegó en ciertos momentos a una intensa presión para colocarlos; afortu-
nadamente. ello pudo atenuarse luego gracias a medidas de cooperación interban-
caria que volvieron a llevar la competencia a su terreno normal. según expusimos
en nuestra Memoria anterior.
Durante la fase ascendente del cido se logró limitar la expansión del crédito a
cifras moderadas si se las refiere al volumen de los fondos bancarios sobrantes.
como se observa en el gráfico pertinente.
Pero luego. a medida que se fue desarrollando la fase descendente. desde me-
diados de 1937. los préstamos bancarios se fueron dilatando de continuo. No se ha
tratado en realidad de una mayor demanda de crédito normal por las actividades
económicas del país, sino que ha sido más bien el resultado de la aplicación de la
Ley de Crédito Agrario. los adelantos requeridos por las compras de la Junta Regu-
ladora de Granos y las necesidades fiscales.'
l
2. ESTIMULO DE LA ACTiVlDAD ECONÓMICA INTERNA
En virtud de este hecho la declinación cíclica en la cantidad de medios de pago
ha sido inferior a la que hubiese correspondido a causa del egreso de divisas. Así
se ha contribuido. sin duda. a mantener la actividad económica interna en un nivel
relativamente alto. si se tiene en cuenta la fuerte contracción de las exportaciones.
Pero a la vez se ha propendido. como era naturaL a que las importaciones conti-
núen también con un volumen elevado. a tal punto que. según se indicó en las pri-
meras páginas. han llegado a constituir uno de los factores principales del desequi-
librio del balance de pagos.
Ante el curso que tomaban las importaciones. el Gobierno Nacional se decidió
a imponer el permiso previo de cambio para las mercaderías a pagar por medio del
mercado libre. en donde alcanzaron en 1938 a la cantidad de m$n 335 millones.!
Esa medida, aplicada con 11exibiliclacl y eficacia. permitirá adecuar las importa-
ciones a la capacidad real ele pagos del país y al empico prudente ele las reservas
monetarias.
De los 111$11 226 millones ele aumento en los préstamos e inversiones netas de los bancos en
1938. corresponden m$n 92 millones a la aplicación de la Ley de Crédito Agrario, m$n 45 millones a la
Junta Reguladora de Granos, mSn 27 millones a requerimientos focales y el resto a otros préstamos e
111vcrs1oncs.
1
- Según los tipos reales de cambio. Estimadas ele acuerdo con la equivalencia de m$n 15 por libra
esterlina, llegaron a mSn 266 millones.

Préstamos, medios de pago y fondos bancarios absorbidos
°'
°'
t..l
Millones de m$n
4.200
4.000
3.600
3.600
2.800
;:e
>
~-
~
2.600
.___ Medios de pago
~
2.400
600
400
Fondos bancarios absorbidos
por el Banco Central ----P -1200
'
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
,.
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1 1
1
1
1
1
1
1
1
1 o
E. F. M. A. M. J. J. A. S. O. N. D. E. F. M. A. M. J. J. A. S. O. N. D. E. F. M. A.M. J. J. A. S. O. N. D.
1936
1937
1938.

LA ABSORCIÓN MONETARIA y EL PROBLEMA cicuco
663
Es lógico esperar que. como está sucediendo. el poder adquisitivo que debido a
ello no puede ya estimular desproporcionalmente a la importación. se desviará en
gran parte hacia la industria en la medida en que no se transforme el ahorro y que
este ahorro no se emplee por los bancos. Por consiguiente. esa industria, que de
otro modo sufriría los efectos de una exportación muy menguada con una intensi-
dad mucho mayor, según ex.plicamos en el capítulo precedente. no sólo podrá miti-
gar en grado apreciable tales consecuencias, sino que en alguna de sus ramas es ca-
paz de alcanzar el desanollo de sus buenos tiempos.
Desde luego. no puede dejar de reconocerse la trascendencia de estos hechos
para la economía del país y la conveniencia de procurar que se desenvuelvan en los
mejores términos posibles. previniendo a tiempo ciertos peligros cuyos síntomas
no cuesta discernir.
Preséntanse con frecuencia en la economía fenómenos análogos a los del orga-
nismo vivienre. cuyas depresiones transitorias pueden aliviarse con ciertos es-
tímulos. pero cuidando que la dosis sea moderada y que su empleo se limite al tiem-
po estrictamente necesario, para no crear un hábito peligroso. Parecidos son los
efectos del crédito. cuyo empleo debe reducirse a lo imprescindible. pues una ex-
pansión exagerada traería inevitablemente muy serias consecuencias. La capacidad
industrial del país es limitada, en efecto. y si se crea poder adquisitivo más allá de
cierto grado, la producción no podrá seguirse acrecentando. y sobrevendría ~l alza
de los precios. tanto de los productos locales como de los de origen extranjero, con
sus lamentables consecuencias sobre el costo de la vida.
Pasado el punto en que la industria trabaja a plena capacidad. sería imprudente
alentar su ampliación mediante los préstamos bancarios. El momento no es propicio
para ello, pues, por un lado, aumenta1ían las inmovilizaciones de crédito. y por otro.
se llegaría a una inconveniente sobrecapitalización, a una inversión excesiva en plan-
tas industriales bajo el estímulo ficticio de un poder adquisitivo que. al volver más tar-
de a su cauce y volumen naturales, plantearía un grave problema de superproducción.
En suma, puesto que las circunstancias nos han llevado a esta emergencia. con-
viene extremar todos los esfuerzos para que el resultado positivo de aliviar los
efectos de la depresión sobre la industria y evitar una sensible desocupación traiga
el mínimo de trastornos al funcionamiento ulterior de la economía del país, y en es-
pecial. a su régimen monetario.
3. LA ABSORCIÓN DEL PODER ADQUISITIVO
De todo lo que se ha dicho en este capítulo y el anterior. se desprende que la
polític;1 monetaria puede proponerse dos objetivos frente al desarrollo del ciclo

664
RAÜL PREBISCIT
económico. El primero consiste en evitar que la expansión del crédito acentúe la
intensidad de los movimientos ondulatorios y conduzca en el balance ele pagos a
un desequilibrio tanto m¡ís fuerte cuanto mayor haya sido en esa forma el sobrecre-
cimiento de las importaciones. El segundo objetivo va mús lejos. No se limita a
evitar que esas fluctuaciones se acentúen. sino que se propone. además. reducir su
amplitud y disminuir la intensidad con que vw-ía la masa de poder adquisitivo du-
rante el proceso cíclico para atenuar las consecuencias de tales variaciones sobre el
volumen ele la actividad económica interna.
Naturalmente. para cumplir este último propósito sería necesario retirar del
mercado una parte del poder adquisitivo proveniente del aumento en las exporta-
ciones o la inversión de capitales extranjeros. y neutralizarlo hasta que sobrevenga
la fase descendente del ciclo y convenga lanzm'lo nuevamente a la circulación.
Se trata, pues. de una ven1aclera reserva ele poder adquisitivo. que. como tocia re-
serva, se acumula en los buenos tiempos para emplem·Ja en circunstancias adversas.
Pero hay una diferencia fundamental entre esta reserva colectiva y las reservas que
aconseja la prudencia incliviclual. Quien deposita sus ahÓrros en un banco o adquie-
re títulos con ellos. constituye una reserva individual. pero no contribuye a formar
una reserva para la colectividad. puesto que el banco o el cmisot vuelven a lanzar al
mercado ese poder adquisitivo al prest[U' o gastar los dineros que así reciben.
Por lo tanto. para constituir esa reserva ele carácter colectivo a fin de actum· so-
bre el movimiento cíclico. es indispensable que el poder adquisitivo que se acumu-
la se neutralice o esterilice. como se ha ciado en decir. hasta que llegue el momento
de ponerlo nuevamente en ejercicio.
Para que una política semejante pueda aplicarse entre nosotros. es indispensable
la formación de un mercado de papeles a corto plazo. fuera de la posibilidad de ac-
tum· con títulos a largo plazo. como se verá más adelante. Debido a la falta de este
mercado. el Banco Central ha tenido que ceñirse a colocar sus Ce11ificados de Ab-
sorción entre los bancos y no en el público. Ha retirado así una parle considerable
del excedente de fondos bancarios. pero sin afect~u- el volumen ele los depósitos co-
rrientes. o del dinero en manos del público. que representan entre ambos la masa
de poder adquisitivo de la población. Es más: la colocación de estos papeles en los
bancos no tiene toda la eficacia necesaria. según lo ha confirmado la práctica. por-
que es una inversión transitoria susceptible de liquidarse en breve plazo sí se desea
colocar los fondos en otras inversiones. En cambio. la colocación ele dichos pape-
les en el mercado tendría este efecto: para pagar su importe al Banco Central, emi-
sor de los papeles. el público giraría contra sus depósitos corrientes. y los bancos
transferirían los fondos en cuestión al Banco Central. quien los cancelaría al punto,
como hace actualmente con Jos provenientes de las suscripciones de certificados.
En esta forma los fondos se retirm·ían clcfinitívamente de los bancos y se sustrae-

LA ABSORClÓN l\\IONETARIA Y EL PROBLE1'1A CÍCLICO
665
rían por completo a la posibilidad de ser utilizados en la expansión del crédito.
mientras prosiga su acción absorbente el Banco Central.
Por tales razones, la formación gradual de un mercado a corto plazo tiene gran
importancia desde el punto de vista monetario. La tiene también desde el punto de
vista financiero, pm·a pe1mitir la financiación transitoria de egresos fiscales llenan-
do los clm«>s que deja la percepción irregular de las rentas o la falta de oportunidad
pm·a colocar títulos a largo plazo. De ahí el empeño que se ha puesto. durante el pa-
sado ejercicio. en desarrollar este mercado con las licitaciones públicas de Letras
de Tesorería, según se verá en el capítulo siguiente.
También podría ejercitarse la política de absorción mediante la colocación en el
público de títulos a lm·go plazo. y la correspondiente esterilización de los medios
de pago así obtenidos. No ha sido <üena del todo a esta posibilidad la progresiva
acumulación por el Banco Central de una tenencia de títulos que dentro de algunos
meses. al cumplirse su cuarto aniversario. llegará a la apreciable cantidad de m$n
50 millones. como se explicará en la parte pertinente de esta Memoria. Se concibe
que con la venta de estos títulos el Banco Central pueda en lo futuro reforzar la efi-
cacia de sus otros instrumentos de absorción reservando el producto para reinver-
tirlo y devolver los medios de pago al mercado cuando lo repute conveniente.
4. ATENUACIÓN DE LAS f'LUCrCTACIONES CÍCLICAS
En síntesis. la absorción de medios de pago o poder adquisitivo durante el pe-
ríodo ascendente. mediante la colocación de papeles por el Banco Central, restaría
fuerza al crecimiento de las importaciones y de la industria y demás actividades lo-
cales; y el oro y las divisas que de otro modo se destinarían al pago de las importa-
ciones se acumularían en las reservas monetarias. Sobrevenido el receso. ese poder
adquisitivo sería puesto nuevamente en circulación al pagar los papeles a su venci-
miento y retirarlos del mercado el Banco Central. Las actividades económicas in-
ternas decrecerían en forma menos intensa. Así también las importaciones, a cuyo
pago contribuirían aqueUas divisas mantenidas en reserva. Por lo tanto. la absor-
ción de medios de pago. primero. y luego su devolución al mercado. permitirían re-
ducir la amplitud de las fluctuaciones cíclicas y sustraer al mismo tiempo a los ban-
cos del riesgo de una expansión crediticia.
Sólo falta desarrollar ampliamente el mercado a corto plazo -lo cual no es ta-
rea fácil ni breve- pm·a que una política semejante pueda aplicarse con eficacia.
pues los mismos instrumentos con que el Banco Central ha practicado su política
de absorción de fondos bancm'ios podrían servir para este nuevo fin sin alterar sus-
tancialmente las bases financieras de tales opemciones.

666
RAtJL PREBISCH
El propósito de actuar en esta forma sobre el movimiento ondulatorio, en lo que
respecta a la gestión financiera del Estado, ha sido ya objeto de una interesante
consideración en la última Memoria del Departamento de Hacienda:' Al comentar
las sumas gastadas en trabajos públicos en los últimos diez años, se señala que el
máximo de gastos "se produce en el momento culminante de nuestro ciclo eco-
nómico. desde que puede considerarse como tal el año 1937. En cambio. en los pe-
ríodos de mayor depresión. en los años 193 l a 1933. las inversiones de trabajos
públicos tocan sus límites más bajos. H Estado con sus trabajos públicos ha segui-
do-pues. la misma tendencia de los movimientos cíclicos de nuestra economía,
acentu:índolos en lugar de atenmufos. Hubiese sido más conveniente atesorar reser-
vas en ép()cas de bonanza para invertirlas en períodos de depresión. El Estado en
esa forma podría contribuir a combatir la desocupación que se produce en tales
momentos. En cambio cuando mejora la situación la industria privada puede absor-
ber por sí sola gran parte de la oferta de br.izos. Si la acción del Estado se orienta
en ese sentido las crisis periódicas podrán ser sobrellevadas sin que afecten tan se-
1"iamente la vida económica del país".
Existe, pues. un campo de acción muy interesante para la política monetaria del
ciclo. en la que se ha comenzado ya a realizar una experiencia aleccionadora. He-
mos juzgado conveniente examinarla y exponer las observaciones que acaban de
verse. tratando de evitar toda complicación de orden técnico que impida compren-
der y discutir claramente estos problemas que tanta trascendencia tienen para el
país. En la aplicación de esta política hay que proceder con toda cautela. sin olvi-
dar en momento alguno que el propósito que se persigue no es contrariar el de-
sarrollo de las fuerzas de la economía. sino atenuar su impulso cíclico y mitigar así
las impm1antes repercusiones económicas y sociales del fenómeno.
_I
Año 1937. t. l. p<Íg. 41.

91
LAS MEDIDAS DE EMERGENCIA
AL INICIARSE LA GUERRA*
l. LAS ACTIVIDADES BURSÁTILES
Las medidas tomadas en mareria de moneda. bancos y títulos frente a las prime-
ras consecuencias del contlicto europeo fueron objeto de meditada elaboración a
partir de aquel momento crítico de septiembre de 1938. cuando el Gobierno Nacio-
nal trazó las directivas generales de lo que había de hacerse en semejante eventua-
lidad. hasta que los acontecimientos de un año más tarde dieron. desgraciadamente.
la ocasión para hacerlo. Se fue mientras tanto examinando posibles contingencias y
distintas hipótesis y preparando cuidadosamente los resortes creados por las leyes
de 1935 para una pronta acción de emergencia.
Como en la guerra del '14. el sacudimiento psicológico inicial se manifestó pre-
ferentemente en el movimiento bursátil. Era necesario evitar en tiempo oportuno su
peligrosa propagación. El Estado argentino dio entonces una decisiva demostración
de confianza en sus propios papeles. expresando públicamente su determinación de
comprar toda cantidad que llegase a ofrecérsele. El Tesoro se encontraba. es cierto,
en condiciones de emprender este camino sin vacilaciones. con apreciables reser-
vas de diferencias de cambio e intacto el crédito de hasla mSn 80 millones de que
podría hacer uso en el Banco Central. Esos fondos, de ser lanzados a la plaza en la
compra de títulos, volverían necesariamente a reinvertirse en los mismos valores
del Estado. sea a largo plazo o a corto término en letras de lesorería. según sucede
tambien en las operaciones de conversión. que. sin esa relativa seguridad de retor-
no del dinero. no llegarían por supuesto a comprenderse. En cuanto al riesgo de
que ello no ocu1Tiera. podía suceder solamente en caso de que los fondos prove-
nientes de la venta de títulos emigrasen en masa al exterior. La información continua
"' N. del Ed. Publicado en Banco Central de la Rcpúhlica Argentina. Memoria Anual. Quimo Ejer-
cicio. 1939, Buenos Aires. Gotelli. 1940. cap. Il, págs. 3-14. Reproducido en Banco Central de la
República Argentina. ú1 creación del /Jancn Ccmral y la c:1pcricncia monetaria argelllina clllre los
mios 1935-1943. Buenos Aires, 1972. l. págs. 95-109. Sobre la redacción de la Memoria Anual véase la
Nota del Editor al capítulo 77.

668
RAÜL PREBISCIJ
que se tiene de estos movimientos y la experiencia en la aplicación del régimen de
control. hubiesen permilido intervenir en cualquier momenlo para hacer frenlc a tal
consecuencia. Por lo demás. el empleo de esos fondos en otrns aplicaciones dentro
del país los retraería de la Bolsa tan sólo en forma transitoria. pues. al cambiar de
manos en estas operaciones, se plantea a los nuevos tenedores un problema de in-
versión que. dadas las circunstancias. únicamente puede resolverse en gran parte
por la compra de títulos.
Sobre estas consideraciones, que la realidad no tardaría en confirmar. se basó la
intervención en la Bolsa desde el 24 de agosto, en que comenzaron las ventas masi-
vas de valores por sus tenedores. hasta el 6 de septiembre. en que las operaciones
readquirieron su ritmo normal.
El total de títulos comprados a los precios vigentes al comenzar esta interven-
ción alcanzó a m$n 33 millones, sin que haya sido necesario en un solo momento
recurrir a anticipos del Banco Central. Restablecida la calma en las operaciones
bursátiles. pudo iniciarse la venta de los papeles comprados. en una plaza que ten-
día constantemente al alza. Durante este tiempo la Comisión de Valores consiguió
evitar con sus oportunas recomendaciones que saliesen nuevos títulos perturbando
la liquidación de los valores adquiridos. A fines de noviembre el saldo se había re-
ducido a cantidades exiguas y el Gobierno Nacional, aprovechando las circunstan-
cias favorables. pudo colocar con todo éxito su segundo empréstito de m$n 150 mi-
llones. según se explicará en el lugar adecuado.
Al intervenir en el mercado en la fonna que se acaba de explicar. el Banco Cen-
tral obtuvo la pronta y decidida cooperación del Banco Hipotecario Nacional, del
Banco de la Provincia de Buenos Aires y del Banco Municipal de Préstamos de la
Capital Federal. que intervinieron paralelamente para apoyar en la Bolsa la situa-
ción de los valores confiados a su vigilancia.
Toda esta acción fue de emergencia. en circunstancias de excepción. Sea ello
afirmado claramente para definir el alcance de una actitud de esta naturaleza. Es
esencial para el buen funcionamiento del mercado de valores que no se le trabe con
innecesarios arbitrios intervencionistas en desmedro de su flexibilidad. La fluctua-
ción de los precios tiene un significado económico bien conocido. No debe tratarse
ele contrariar esos movimientos generales. lo cual por cierto no es incompatible con
el propósito de moderar o suavizar el curso de las cotizaciones sin afectar su ten-
dencia general. Una intervención semejante a la del comienzo de la guerra cs. por
consiguiente. tan extraordinaria como los hechos que la justific:mm y no puede to-
marse en modo alguno como síntoma ele una política normal y coJTiente en materia
bursátil.

LAS MEDIDAS DE EMERGENCIA AL INICIARSE LA GUERRA
669
2. MEDIDAS DE ORDEN BANCARIO
Al recordar pasadas cxpc1icncias cabía admitir la posibilidad de que la reacción
psicológica provocada por el comienzo de la guerra se manifestase también en el
ámbito bancario. El Banco Central debía. pues. prepararse para actuar en caso ne-
cesario. Había que dar a los bancos la cabal seguridad de que los pedidos de redes-
cuento originados por retiros extraordinarios de depósitos serían resueltos sin tar-
danzas que pudieran comprometer la situación. El mecanismo del redescuento no
había tenido aún ocasión ele funcionar bajo el régimen del Banco Central, por ha-
ber prevalecido más bien condiciones de abundancia de fondos opuestas a las que
podrían motivar su necesidad. Era aconsejable. entonces. tratar de evitar las dila-
ciones inherentes a todo mecanismo que comienza a funcionar. Con ese propósito.
el Directorio del Banco Central resolvió crear un procedimiento especial. delegan-
do a tres ele sus miembros para que. en colaboración con el presidente. resolviesen
en el acto tocios Jos pedidos de redescuento. con el compromiso de los bancos ele
entregar sus mejores documentos elegibles. según el análisis que se efectuaría in-
mediatamente después ele realizada la operación.
La Inspección de Bancos mantuvo a este respecto una estrecha comunicación
con los establecimientos de crédito: y puede afirmarse que el hecho de conocerse
esta disposición propendió a dar un mayor sentido ele seguridad en aquellas zonas
de la actividad bancaiia que podían verse más amenazadas. Afortunadamente sólo
fue necesario redescontar la cantidad ele m$n 5 millones. y los pequefios síntomas
ele pe11urbación que se advirtieron aisladamente no tardaron en disiparse. sobre
todo cuando se fue reflejando en los bancos la tranquilidad que había logrado resta-
blecerse en el ambiente bursátil.
Las medidas adoptadas por el Banco Central fueron sin duda excepcionales:
pero habría sido muy difícil tomarlas si el Banco no hubiera dispuesto ele una infor-
mación precisa y concreia sobre el estado ele las carteras bancarias y la situación de
cada uno de los establecimientos ele crédito. Las inspecciones ordenadas por Ja Ley
de Bancos habían logrado. en efecto. realizarse en casi todos los bancos del país
como tarea ordinaria y periódica. sin que llegase a afectar a entidad alguna. El co-
nocimiento adquirido en ellas permitió al Banco Central moverse sobre un terreno
que no podía depararle situaciones imprevistas. A poco tiempo de dictada la Ley
ele Bancos. pudo así comprobarse que. aparte de las otras finalidades perseguidas
por ella y que se van cumpliendo. sus disposiciones facilitan la acción positiva del
Banco Central. al ponerlo en contacto directo con la realidad intrínseca de los acti-
vos bancarios.

670
RAOL PREBISCH
3. LAS MEDIDAS MONETARIAS
El peso y la libra
El 25 de agosto. momentos antes de abrir nuestras operaciones de cambio. el
Banco de Inglaterra nos comunicó la decisión de quitar el apoyo que el fondo de
estabilización venía prestando a la libra esterlina. Las primeras cotizaciones subsi-
guientes acusaron un sensible quebranto con respecto a las del día anterior. Natu-
ralmente. este suceso. sobre ser de la mayor seriedad para t<xlo el mw1do. tenía un
particular significado para nuestro país. que había basado la cotización de su pro-
pia moneda sobre fa divisa británica. Por eso. antes de examinar la forma en que
debieron afrontarse las repercusiones de este acontecimiento. conviene hacer una
breve digresión acerca de la relación existente entre ambas monedas.
Como se expresó en un comunicado del Ministerio de Hacienda de la Nación
publicado en aquella 01x>rtunidad. no hay ligazón alguna entre nuestro peso y la li-
bra esterlina. si JX>r tal expresión se entiende un estrecho vínculo que hace seguir a
una divisa la suerte que corra la otra. Simplemente. se ha tomado la libra esterlina.
por la importancia que esta moneda representa en nuestras transacciones comercia-
les y financieras, como un mero punto de referencia para fijar la cotización del
peso. ya que. habiéndose apartado del oro por fuerw de las circunstancias. el país
tenía necesariamente que buscar una base para expresar el valor de la moneda. y
eligió. desde luego. la que mejor satisfacía sus propios intereses.
Cuando una moneda está ligada o subordinada a otra. sufre. como acabamos de de-
cirlo. todas sus contingencias. En un caso así. las reservas monetarias no están en me-
tálico sino en la moneda a la que la propia se encuentra atada y cualquier quebranto en
aquélla significa inevitablemente un quebranto de igual intensidad en tales reservas.
Nada de eso corresponde al caso nuestro. Las reservas monetarias argentinas
hmí estado siempre y siguen estando en oro. por tradición del país y expresa dispo-
s1c1ón de la Ley 12.155. que. ap:u-tándose de las recomendaciones originarias. dis-
puso que el Banco Central no podría tener en divisas una proporción mayor que el
20% de sus reservas totales de oro (art. 40). Y es así que. en cumplimiento de esta
pradica de elemental autonomía monetaria. el Banco Central. según sus necesida-
des. ha estado con intennitencias comprando y vendiendo oro en grandes plazas
exteriores. El monto total de las transacciones así realizadas desde los comienzos
de nuestras operaciones en 1935 asciende a la cantidad de mSn 1390.8 millones.
que corresponden a 14 millones de onzas de oro.
Por lo tanto. la depreciación de la libra no comportaba la necesidad de introdu-
cir modifica:iones en el régimen de nuestra moneda. sino decidir si se seguiría o

LAS MEDIDAS DE EMERGENCIA AL INICIARSE LA Gl:ERRA
671
no tomando aquella divisa como punto de referencia o índice para fijar el valor co-
tidiano de la nuestra.
Todo aconsejaba obrar con prudencia eludiendo cualquier decisión o medida
que pudiera comprometer la libertad de acción del país en esta materia en momen-
tos tan delicados. a la espera <Je que. transcurridos los primeros instantes de confu-
sión. se pudiese interpretar con más claridad el significado de los acontecimientos.
Se tomó entonces la determinación circunstancial de continuar vendiendo en el
mercado oficial las libras requeridas ¡x)r la pla;w a la cotización vigente hasta ese
momento. a fin de no trabar el curso de l<1s operaciones y reducir. al mismo tiempo.
al mínimo. las compras de libras esterlinas. hasta tanto se llegase a la forma ade-
cuada de resgmu·dm'las de toda lluctuación. En su mayor parte las compras de cam-
bio a los exportadores se hicieron en esos días iniciales en dólares que podían
transformarse de inmediato en oro.
El curso de los precios internacionales de los principales productos lampoco
exigía una solución inmediata, pues en los primeros tiemix>s esos precios expresa-
dos en libras esterlinas no subieron en forma sensible. no obstnnte la depreciación
sufrida por dicha moneda.
En esta forma. sin abandonar la práctica de mantener nuestms reservas en me-
tálico. quedamos a la expectativa y en condiciones de tomar en cualquier momento
la decisión m:ís conveniente. según lo que ocutTiese con la libra esterlina: adoptar
otra moneda como punto de referencia si fluctuaba errálicmnenle. o seguir con la
divisa brit:ínica al ti¡x> que se decidiese, si el Banco de lnglate1rn llegaba a estable-
cer con cierta fijeza el tipo de la libra con el dólar. sustrayéndola a las continuas
oscilaciones del mercado.
Como es sabido. esto último fue lo que ocurrió. La cotización oficial de la lihra
esterlina se estipuló en 4.02 dóhu·es para la totalidad del comercio regular y de los
negocios del Reino Unido. y se permitió. al mismo tiempo. la cotización de la divi-
sa brit:ínica en los mercados libres exteriores para los negocios realizados fuera de
Gran Bretaña. según lo hizo conocer a su tíem¡xl el Banco de Inglaterra.
Llegó así la oportunidad de tomw· en el país la resolución corres¡xmdiente. El
tipo comprador de la libra. que había quedado nominalmente en mSn 15. sin que
después de los primeros días se hiciesen transacciones en estos términos. fue reba-
jado en IO%. o sea a m$n 13.50. el 22 de septiembre y este nuevo tipo comprador
sirvió desde entonces de hase para establecer la relación con el dólar según el tipo
de 4.02 mencionado. y así con respecto a otras monedas.
El riesgo tic rnmbio
Se reanudaron en esta forma las compras de libras esterlinas provenientes de
nuestras ventas de productos a Gran Bretaña. Pero quedaban en píe dos serios pro-

672
RAlJL PREB ISCII
blemas: uno de carácter inmediato y urgente. y otro de eventual ocurrencia. La re-
lación de 4.02 dólmes por libra esterlina no era ni cs. por cierto. un tipo de estabili-
zación. Todo indicaba el propósito del Gobierno británico ele mantenerlo: pero la
fuerza ele los acontecimientos podía en cualquier momento provocar su alteraci<m.
Había entonces. que ponerse a cubierto de riesgos. para lo cual el Banco Central.
en continua comunicación con el Ministerio de Hacienda de la Nación. inició nego-
ciaciones con el Banco de Inglaterra. que. a su vez. estaba en estrecho contacto con
el Tesoro Británico. para conseguir una solución satisfactoria de ese punto. Lle-
góse así a un arreglo que entró en vigor el 25 de octubre de 1939 por el ténnino de
tres meses.1 por el cual las libras provenientes de las ventas de nuestros productos a
Gran Bretaña se de¡xlsitan en una cuenta especial del Banco Central en el Banco de
Inglaterra: toda vez que su monto excede de la cantidad de un millón ele libras es-
terlinas. después de haber efectuado allí nuestros pagos de costumbre. el sobrante
se transforma de inmediato en oro. y este oro puede convertirse nuevamente en li-
bras esterlinas cuando nuestras necesidades así lo requieren. La transfórmación de
libras esterlinas en oro y de éste en aquéllas se efectúa al precio vigente el día en
que se realizan las conversiones.
De este modo quedaba eliminado el primer problema y la Argentina. después
de una breve interrupción. pudo seguir vendiendo sus productos en libras esterlinas
a Gran Bretaña. país que ha manisfestado repelidamente sus propósitos de pagar
sus adquisiciones en esta moneda dentro y fuera de su Imperio. El pago en oro o en
dólares. según informes corrientes. parecería. en efecto. haberse reservado princi-
palmente para sus compras de armamentos en Estados Unidos.
Los excedentes de 1'11111/Jio
Pero no se ha resuelto aún el segundo problema. o sea el de la libre transferen-
cia del remanente de oro que pudiera quedar en nuestra cuenta con el Banco de In-
glaterra después de computarse lo que la Argentina requiera para el pago de sus
importaciones. servicios financieros y demás remesas a Gran Bretaña. Es cierto
que hasta ahora ese problema no se ha presentado concretamente. de suerte que las
libras esterlinas que la Argentina va adquiriendo están virtualmente cubiertas por
las que ha de utilizar para los pagos mencionados: pero es de elemental previsión
considerar que más adelanle podría presentarse. y en este sentido desde los mo-
mentos iniciales ha sido objeto de insistente consideración.
i
El 25 de enero de 1940 fue renovado por oln" Jre' me,es; y 'e ha oblenido la libre conversión a
otras moneda~ de la canlidad r;.i1,nnahle anual para el pago d~ la deuda pública en tercero~ paí:-.cs a tiuc
'e refiere el convenio vigcntc. finnado en 19-'·' y renovado en 19.'6.

LAS MEDIDAS DE EMERGENC1A AL INIClARSE LA GLERRA
673
Sería muy deseable llegar en tiempo oportuno a un arreglo satisfactorio de este
asunto. a fin de evitar que el país pueda verse en un momento dado ante la seria al-
ternativa de continuar con sus exportaciones más allá del punto en que comienza el
problema del excedente. o de limitarlas a la cifra que la prudencia aconseje según
las circunstancias.
Por obra de los acontecimientos se ha llegado. por lo tanto. en nuestras relacio-
nes económicas y financieras con Gran Bretaña. a un régimen de compensación de
pagos (o de "cleuring") similar al que rigió en nuestro comercio con Alemania an-
tes de esta guerru. Es cierto que a partir de 1933 las transacciones entre ambos pa-
íses se han venido desarrollando con algunas de l:.ls características fundamentales
de los aiTeglos de compensación; en efecto. los fondos provenientes de nuestras
ventas de productos a Gran Bretaña debían destinarse -salvo unu cantidad razona-
ble para el pago de la deuda pública en otros países- al pago de nuestras importa-
ciones. servicios financieros y demás remesas a esa nación. Pero los excedentes
transitorios podían transferirse en la forma que la Argentina juzgaba conveniente.
si bien su monto quedaba en cie110 modo afectado a operaciones futuras.~ En esta
disponibilidad de las divisas sobrantes radicaba la diferencia. bastante importante
por cierto. entre el régimen de pagos que teníamos con Gran Bretaña y el que ha-
bíamos concertado con Alemania.
Con este último país. y después de ciertas experiencias. se había desarrollado
un régimen de cuentas de compensación que funcionaba satisfactoriamente dentro
de las complicaciones e inconvenientes que presentan estos expedientes en compa-
ración con el libre funcionamiento del patrón oro. La práctica de este procedimien-
to había ido corrigiendo los males iniciales. En un momento dado ( l 935) hubo que
tomar medidas para limit~u- el riesgo de tener una cantidad apreciable de reichs-
mm·ks sin cobe11ura contra eventuales fluctuaciones y sin que pudiesen ser conver-
tidos en otras monedas. Como Alemania no podía asegurar esa libre conversión. no
hubo otra solución 4ue limit~u- posteriormente las exportaciones al monto de las im-
portaciones. Con este propósito se fijaba mensualmente el valor máximo a que po-
dían llegm· esas exportaciones de acuerdo con el importe de los rcichsmarks vendi-
dos a los importadores pm·a el pago de las mercaderías alemanas. salvo los créditos
estacionales y especiales que se otorgaban y cancelaban dentro del año por razones
de flexibilidad estacional.
Este régimen de compensación no impedía. es cierto. que la Argentina. en caso
de querer estimular la exportación de algún producto por razones especiales. no pu-
diese hacerlo sin su simultánea contrapartida de impm1ación; por el contraiio. lle-
g::u·on a realizarse operaciones de esta índole. y en todo momento dependía de la
-
A pai1ir de la renovación del convenio en 1936.

674
RAl:L PREBTSCIT
resolución exclusiva de nuestro Gobierno Ja medida en que ellas se h:u-ían. sin que
el convenio estipulase obligación de ninguna naturaleza a ese respecto.
Sea dicho de paso que. debido a la previsión con que se condujeron estos nego-
cios y, no obstante las operaciones especiales que acaban de mencionarse. el con-
venio con Alemania al iniciarse la guerra no arrojaba saldo alguno que pudiera
traer complicaciones ni quebrantos para los intereses del país. La cifra definitiva
no ha podido ser determinada aún en vinud de operaciones pendientes. pero puede
decirse con fundadas razones que en ningún caso el saldo en un sentido u otro po-
drá exceder de una cifra de exigua imponancia. tanto más si se la compara con el
volumen de mSn 1.597 .3 millones a que alcanzaron las compensaciones entre am-
bos países desde el 20 de octubre de 1934 hasta el 31 de diciembre de 1939.
Arreglo de pagos con Francia
Con Francia se ha presentado una situación análoga en la forma. aunque distin-
ta en el fondo. a la planteada en el caso de Gran Bretaña. El Gobierno francés ma-
nifestó también su propósito de pagar en francos sus compras de productos argenti-
nos. Volvió así a presentarse el problema del riesgo de cambio y el del excedente
de divisas. Si en el caso anterior el volumen corriente de nuestras importaciones.
servicios financieros y demás remesas permitía adquirir cantidades considerables
de libras esterlinas y cubrirlas sin mayores dificultades. en el caso de Francia. por
ser relativamente limitados nuestros requerimientos de francos no obstante el es-
tímulo que se trata de imprimir a las imp011aciones de ese país. fue dable prever
que el problema del excedente de cambio se plantearía desde los primeros momen-
tos. Iniciadas las conversaciones pertinentes entre el Banco Central y el Agregado
Financiero de Francia en nuestro país pudo llegarse a concordar sobre una serie de
puntos de c:u-:ícter técnico. que. sometidos luego al Superior Gobierno. sirvieron de
base a las negociaciones que terminaron con el m-reglo del problema de pagos entre
ambos países. De acuerdo con los términos de este arreglo. los francos recibidos
por nuestro país en pago de sus productos se concentran también en una cuenta es-
pecial en el Banco de Francia y quedan a cubierto de cualquier fluctuación en vir-
tud del compromiso contraído por el Gobierno francés de aumentar o disminuir la
cantidad de los francos de dicha cuenta en una medida equivalente a la deprecia-
ción o valorización que el franco pueda experimentar en términos de dólares. Se
estipula también en el ¡u-reglo que si los francos de la cuenta sobrepasan de una ci-
fra razonable y ajustada al valor de nuestras exportaciones el Gobierno francés se
compromete a autorizar la libre conversión en dólares de estos excedentes.

LAS MEDIDAS DE EMERGENCIA AL INICIARSE LA GUERRA
675
Et paísji-t•llfe al régimen de compe11sacio11es
Es tal la importancia que el régimen de compensaciones ha adquirido así en
nuestro comercio exterior. que han de justificarse algunas breves reflexiones acerca
de su significado.
En un arreglo ele esta naturaleza está en el interés de ambas partes mantener o
acrecentar las compras de la una en la otra. a fin de mantener o acrecentar así sus
ventas respectivas. Explícasc en esta forma que la orientación que el Gobierno Na-
cional venía siguiendo mediante la regulación de los pcnnisos previos de cambio
haya tenido que proseguir y acentuarse con lus modificaciones aconsejadas por los
nuevos ucontecimientos. Los convenios de compensación resultun así no sólo una
expresión de la política de divisas sino también. y en alto grado. un instrumento de
política económica. No nos corres¡x)llde. ¡x>r cie110. emitir juicios atinentes a esta
últimn; pero debemos necesariamente hacer algunas consideraciones a su respecto.
por su estrecha vinculación con la actividad monetarin.
Mediante los convenios de compensación. que se han venido desarrollando a
partir de la crisis mundial. varias naciones han tratado ele hacer gravitar su posición
de grandes compradoras de los productos de otros países para asegurw·se allí sus
propias ventns. sea por razones comerciales. de divisas o -en el caso de algunos
países europeos- por motivos de política internacional. La experiencia de ellas es
suficiente para llegar a la conclusión de que si en casos individuales. de país a país.
este género de compensaciones puede promover el incremento del comercio. desde
un punto de vista más amplio su generalización pe1:judica seriamente el intercambio
internacional. al segregarlo en una serie de compartimientos estancos y forzar en
ellos las transacciones en procura de su equilibrio hilateral. con las inevitables com-
plicaciones que este régimen trae para el ejercicio regular de la ac1ividad monetaria.
Pero mal podría un país como el nuestro. con un comercio exterior relativamen-
te pequeño dentro del comercio mundial. provocar con su inicia1iva el mejoramien-
to de éste. ni sustraerse eficazmente a la extensión del régimen de compensaciones.
Para esto último sería indispcnsahle que lograse sustituir con nuevos mercados a
aquellos que se achican o se cierran o dejan de ser libres en virtud de la aplicación
de ese sistema; en otros términos. si 1uviesc la opción de vender sus productos en
otros mercados. Desgraciadamente. esa opción no se presenta hoy por hoy en gr<t-
do suficiente. pues grandes mercados ¡X>tcncialcs siguen siendo muy poco accesi-
bles a nuestras exportaciones por sus elevadas tarifas.
Después de t<xlo. no es en modo alguno exagerado expresar que los altos dere-
chos aduaneros que después de la guerra :mlcrior infligieron un daño considerable

676
RA!';L PRFBISCH
a la economía i111ernacional. han constituido una de las causas más importantes del
desarrollo de los sistemas de compensación. cuyos efectos han venido así a agre-
g:u·se con creciente intensidad a los que inicialmente habían provocado las exage-
radas tarifas.
Interesan sobremanera a nuestro país estos hechos. Privado de la posibilidad de
inlluir definidamcnte sobre la economía internacional. ha de seguir su evolución.
sin embargo. a fin de poder tomar a tiempo las medidas necesarias. Mientras tanto.
no se deben abandonar en estos momentos los medios prácticos y la experiencia de
que se dispone para moderar las consecuencias que sobre su propia economía tie-
nen aquellos acontccimicmos que se sustraen a nuestra determinación. Si restable-
cida la paz se conciertan medidas positivas para mejorar el tráfico internacional. el
país podrá aprovechar en alto grado su aptitml bien probada para exportar masas
crecientes de productos agropecuarios y restablecer el régimen del patrón oro con
los recaudos aconsejados ¡x)r una pr{1ctica prolongada. Pero si no fuese así. si el co-
mercio internacional siguiese siendo oprimido con arbitrios y expedientes que lo
empeoran cada vez más. deberemos buscar en nuestras propias fuerzas. con es-
píritu y decisión realistas. el estímulo para seguir creciendo económicamente y
para desarrollar nuestra gestión monetaria en la forma que mejor responda a los in-
tereses superiores de la actividad nacional.

92
PROGRAMA DE REACTIV ACION
DE LA ECONOMIA NACIONAL*
NECESIDAD DE REACTIVAR LA ECONOMIA NACIONAL
CAPITULO 1
l. EL PODER DE COMPRA DE LA POBLACIÓN Y LA ACTIVIDAD ECONÓMICA
1. Graves perspeclivas para 11ues1ra eco11omía
Es necesario que el país conozca francamenlc los serios exlrcmos a que se apro-
xima su situación económica. Basta expresm· que si se confirman las acluales pers-
pectivas. las exporlaciones del próximo año, por el cielTe absoluto de los mercados
del continente europeo. no lograrán llegar a la cifra exigua de mSn l.126 millones
que toc<u-on en el año mínimo de la depresión mundial.
Grandes excedentes de productos invendibles significan inlenso malestar en la
campaña. crisis industrial, desocupación y zozobra en las ciudades. postración ge-
neral en todas las actividades del país. con repercusiones sociales de imprevisible
alcance.
* N. del Ed. Publicado en Congreso Nacional. Cámara de Senadore'. Diario de Sesiones. 17 y 18
de diciembre de 1940. 43' Reunión. 4" Sesión Extraordinaria. págs. 379-394 y en Ministerio de Hacien-
da de la Nación. El Plan de Readiracián Ei:o11<Í111ica anre el l/011orahlc Senado. Buenos Aire'. 1940.
págs. 7-54. Este documento fue redaciado. total o principalmente. por Raúl l'rebiM:h. 'luien lo desc:rihía
como una colaboración del Banco Central con el :Vlinisterio de Hacienda. '.\\lo obstante. fue llamado
"Plan Pinedo" por algunos autores. Al parecer se repite '"lllÍ una división de funciones entre l'rebisch y
el minislro de Hadenda en un todo similar a Ja acontecida seis años antes, con los proyectos sobre ban-
cos y moneda (véase capítulo 67 de este volumen). El propio Pincdo. a <jUien corfespondió defender el
Plan ante el Congreso. despejó t<xla duda posible: luego de excluirse cnmo autor ("yo no soy autor de
todo esto". dijo) sc11aló en primer lugar ("por su vasla ciencia económica") al doctor Prebisch (también a
los doctores Liaudat. Malaccrn1o y Klein). Una lectura prolija del Plan revela copia de conceptos de Pre-
bisch. co1no el régimen "de circuito monetario scveramenc controlado en sus conexiones exteriores1'
(sección 17 del Plan). mencionado lrcs añm después como "un circuilo monetario controlado en sus co-

678
RAúL PRF.lllSCH
No se concibe un solo sector responsable de la opinión nacional que frente a se-
mejantes acontecimientos preconice la actitud de dejar que ellos sigan su curso na-
tural. El país. por lo contrario. requiere un programa de acción. Hay que darle un
programa simple. de buen sentido. sin trascendencia doctrinaria.
2. La co11tracció11 general de las l/ctividades
Sólo hace falta el huen sentido para advertir lo que no funciona bien en el com-
plejo económico. Es difícil justificar que la industri<1 y la actividad interna se vayan
contrayendo de más en más en las circunstancias presentes. cuando podrían operar
con máxima intensidad pura sustituir co11 la utilizución de Jos recursos propios del
país. aunque sea de manera precaria. lo que no se puede seguir trayendo del extran-
jero. Hay .gente sin trabajo precisamente cuando hay mucho trabajo para hacer pm·a
suplir lo que hace falta. para construir lo que tamo se necesit:1 y contrarrestar así
las más graves consecuencias de la disminución de nuestro comercio exterior.
No es que hayu un mal intrínseco en el proceso económico. Sucede simplemen-
te que cuando comienza a resentirse seriamente el impulso decisivo de la dam:mda
de la población. cuando se restringe con intensidad su poder de compra. la contrac-
ción inicial de las rumas del comercio y la industria primeramente afectadas se pro-
paga de rama en rama. de negocio en negocio. creando de continuo nuevos desocu-
pados y extendiendo así los efectos depresivos a tcxla la economía nacional. Es el
movimiento de una espiral que se encoge progresivamente. Hay que detener prime-
ro e invertir luego el desarrollo de este movimiento. Para ello es indispensable to-
mar medidas tendientes a que las masas lahoriosas vuelvan a disponer de poder de
compra suficiente pm·a estimular la demanda en cie11as zonas importantes de la ac-
tividad económica. en tal forma que el aumento de la ocupación provocado por ello
se extienda también a otms ramas o sectores. desenvolviendo así hacia afuera el
movimiento de espiral hasta extenderlo a todo el campo de la economía.
nexioncs cxlcriorc~ por el mecanismo del control de cambio>" (Com·l'r.mciont•s <'11 t•l llanco dl' México.
en el tomo 3" tic esta ohra); el análisis de los eslabon:unientns de la i1tdust1ia de la construcción con
olros se<.1orcs. en particular la construcción de viviendas populares de la <1ue existía 00una gran dcmantla
potencial". o "mm demanda potencial enonne de viviemlas00 (sccdón R del Plan y Co11w.-r.mcio11es ....
rcspcc1ivmne111c): el proyecto de mlquisición de los ferrocarriles hritánicos en la Argentina (sección 37
del Pl:111 y capítulo 93 dt• est<' vulmncn): los conceptos º'centro .. y ··1X'rili.•ria'º (seccit>n 17 del Plan): la
propuesta tk una gr;m 1.ona latinoamericana de lihre wmercio (sección U del Plan). elt:étern. Carlos F.
Dínz Alejandro coincide rnn la opinión aquí expresada: '""llle slylc of Raúl Prcbi>ch is unmislakahly
present in this document (/:°ssars m11hl' l:"co11omi,. flixtory o{lh<' Argt•111i11l' lfrpu/Jlic. 1970. p:íg. 105).

PROGRAMA DE REACIW ACIÓN DE LA ECON0,11A NACIONAL
679
3. Hay que circunscribir la i11terve11ció11 del Estado
Podrá pensarse que una acción de esta naturaleza presupone la intervención di-
recta del Estado en los negocios. Ni se tiene ese propósito ni se justifica esa inter-
vención. El Estado no tiene en esto necesidad alguna de sustituirse a las fuerzas
productivas de la economía privada. Es ya muy amplia y acaso exagerada en cier-
tos aspectos la injerencia o el contmlor que los acontecimientos han impuesto a
aquél. para que. por la sola exigencia ue un principio doctrinario o de un mal en-
tendido celo administrativo. se extienda la intervención hacia donde las actividades
privadas son indudablemente de superior eficacia. Pero es indispensable que el Es-
tado cree las condiciones favorables y ofrezca el incentivo necesario a fin de que
esas actividades adquieran todo el impulso de que son capaces para combatir efi-
cazmente la depresión que comienza.
Es este el punto de p:u·tida del programa económico que dche aplicarse en esta
grave emergencia. Tiene el país cuantiosos recursos monetarios. Dispone de consi-
derables fuerzas de trabajo y de una gran variedad y cantidad de elementos de pro-
41-uccíón que esperan su inteligente aprovechamiento. Todo está en saber combmar
unos y otros. ixmiendo los recursos en manos de quienes tengan la aptitud y res-
ponsabilidad de emplearlos a fin de reactivar intensamente el funcionamiento de la
economía nacional.
Con este propósito se ha preparado un sistema ue financiación que se propone
movilizar esos recursos disponibles y facilitarlos a laactividad privada. ya sea me-
diante la compra de excedentes de productos por el momento invendibles o para
promover la ejecución de amplios planes de conslrucción de viviendas para empic-
ados y obreros y financiar adccuadamenlc el desarrollo industrial.
4. Primero la economía. luego lasfi11a11:.as
No se lrata por lo tanto de medidas urgentes a que acude el Tesoro Nacional para
alcndcr sus propios compromisos. Se trata de un plan esencialmente económico y
no de car:íc1er fiscal. Pretender que el prohlcma más serio y apremiante que hoy
tiene la Nación es el desequilibrio de sus finan1.as. comporta ignorar la realidad
económica y llevar a la opinión del país a una perturbadora confusión de concep-
tos. Es sin duda muy importante el problema del presupuesto. pero aunque él fuera
resucito o reducido en sus proporciones por fuertes rebajas en los gastos -lo que
presuJX>nC el despido de grandes cantidades de personal del Estado o disminucio-
nes drásticas en sus sueldos- los problemas fundamentales del país quedarían sin

680
RAlJL PREBISCll
solución. sino agravados. La violenta contracción de los gastos públicos -
conveniente o no-- haría sentir sin duda sus electos sobre el poder de compra de la
colectividad. y la demanda general que mueve la industria y el comercio experimen-
t~u-ían un nuevo retroceso. provocando inncccsa1io sufrimiento y agitación social.
Lo que ac:iba ele decirse no quiere significar que haya que optar por el procedi-
miento aconsejado en muchos países. y no siempre coronado de éxito. de mantener
la actividad económica por medio de la acentuación del déficit fiscal. sobre todo si
ese déficit resulta del acrecentamiento de gastos improductivos. Todo el programa
que se propone se basa. por el contrario. en el concepto ele acrecentar los gastos
productivos. no en la administración pública, sino en el campo de la actividad pri-
vada. Es altamente conveniente contener el crecimiento del número de empleados
y de los gastos públicos y realizar a ese respecto todas las economías posibles. pero
aun logrado en ese terreno el mayor de los éxitos no podría considerarse por cierto
que se han atacado los más importantes problemas de la hora.
Tampoco puede pens~u-se que en estos momentos se solucionará toda dificultad
nacional si se logra equilibrar el presupuesto por medio de aumentos en los im-
puestos. algunos de los cuales se hacen evidentemente pesados cuando languidece
la economía y se comprime la materia imponible. Hay impuestos que pueden ser
tocados y que deben serlo. con beneficio del tesoro público y de la equidad. pero ni
ese aspecto de la gestión financiera ni el de la limitación de los gastos con ser im-
portantes constituyen hoy un desiderátum. Habrá que abordarlos en su tiempo. sin
duda. pero no debe comenzarse con ello. Es una simple cuestión de etapas. Primero
es necesario pre¡xu·ar una enérgica reactivación de la economía del país que puede
servir de hase para realizar el esfuerzo requerido en materia financiera.
ll. Los EXCEDENTES I'.'iVE'.'IDIBLES DE PRODUCTOS AGRARIOS
5. El dilcnw de este n10me11to a~rnrio
El problema más apremiante que el país tiene hoy enfrente es el de los grandes
excedentes de productos que no pueden ser vendidos en sus habituales mercados
exteriores. Hay en la campaña un profundo desconcie110. Se presume que una cose-
cha más o menos normal ele trigo clejarú un fuerte saldo invendible. Tampoco se
tiene colocación en vista para todo el lino y las forrajeras. Y se teme. con razón.
que la próxima cosecha de maíz no pueda exportarse. El comercio rural se retrae
recelosamcnte y los centros urbanos sienten ya con explicable ansiedad estos pri-
meros síntomas de los inquietantes males que se avecinan.

PROGRAMA DE REACIWAC!ÓN DE LA ECONOMÍA NACIONAL
681
Los términos del problema son. por lo demás. muy simples: o los excedentes
invendibles se pierden y se destruye la organización productiva de la tierra. redu-
ciendo a la miseria a quienes allí trabajan. con calamitosas consecuencias sobre la
industria. el comercio y tocias las actividades económicas. financieras y bancarias
del país: o el Estado se hace cargo de esos excedentes. hasta que las circunstancias
permitan o aconsejen distintas soluciones.
No hay otra allernativa 1x>sible. Ni ha llegado aún el momento de pensar en la
restricción de las siembras ni en la sustitución de producciones hasta que no se vea
más claro en el horizonte internacional. Sobre lodo, nada que signifique en una for-
ma u otra disminuir el trabajo en la campaña debiera emprenderse antes de que se
haya logrado dar al movimiento económico del resto del país. en virtud del progra-
ma que se preconiza. el ritmo y la aptitud indispensables para absorber nuevas can-
tidades de desocupados rurales.
La adquisición de esos excedentes a precios moderados con el objeto de que el
productor pueda cubrir los costos de producción. pero no para mantener a los pro-
pietarios arrendamientos excesivos. constituye uno ele los puntos fundamentales
del programa económico.
6. Los henefirios de cambio y la ji11w1ciarión de los e.rredel/(es
Se explicará en otro lugar la forma ele movilizar los recursos para financiar es-
tas adquisiciones que permitirán mantener a un nivel satisfactorio el poder de com-
pra de la población agraria. La idea. en última instancia. consiste en movilizar re-
cursos presentes a cuenta de los beneficios de cambio que se obtendrán en lo
futuro, o en otros términos. en anticipar o comprometer desde ahora esos benefi-
cios para realizar las compras de pnxluctos. Como no se concibe por razones ob-
vias que los propios productores en los momentos de sus mayores penurias estén
en siluación de hacer uso del crédito para retener en sus manos los productos hasta
que llegue el momento en que su venta sea posible. el Estado se sustituirá a ellos
en estas operaciones. Se indica los beneficios de cambio como fuente de donde han
de salir los recursos necesarios para pagar en definitiva los fondos que van a ade-
lantarse. no porque esos beneficios correspondan a los productores rurales como se
suele afii'mm·. pues gravitan a veces sobre la producción y otras veces sobre el con-
sumo. sino porque el im1x>11e de esos beneficios guarda estrecha relación con las
exportaciones y tan pronto como éstas vuelvan a crecer se obtendrán mayores re-
cursos para amorlizar los ante1iormente movilizados.

682
RAl'JL PRElllSCH
111. L1\\ CONSTRUCCIÓN DE VIVIENDAS MODESTAS
7. "Si la co11str1U'ciá11 anda hie11. todo 1·a hien"
No bastu la compra de excedentes a fin de dar al movimiento económico el rit-
mo que conduzca al más alto grado de ocupación. Es indispensable agregar otros
estímulos. Ninguno más eficaz que el de la industria de la construcción. tanto por
la amplitud y extensión de sus efectos. como por la rapidez con que se sienten en el
organismo económico. Hay mucho de cie110 en aquella sentencia. según la cual
cuando la construcción anda bien. todo va bien. La construcción representa en sus
desembolsos una fuerte proporción de sal:uios. de poder de compra de las masas
trabajadoras. y una demanda inmediata y general de gran cantidad y variedad de ar-
tículos que producen otras industrias. Tiene también un aspecto negativo. pues re-
quiere la importación de materiales extranjeros. Pero esto puede corregirse en gran
parte si se alienta especialmente la edificación simple y de costo moderado. con
empico casi exclusivo de materiales nacionales. a fin de acentuar sus efectos esti-
mulantes sobre las otras actividades internas.
La declinación es bien patente. si bien se ha exagerado la cifra de desocupados.
Antes de ello trabajaban directamente en la construcción unas 150.000 personas. a
las que hay que añadir otras 60.000 en las ramas inmediatamente conexas. El valor
total de las obras estimábase en mSn 630.000.(XJO anuales aproximadamente. de los
cuales m$n 200.000.000 correspondían a salarios de obreros ocupados directamen-
te en la construcción. mSn 2 I0.000.000 a materiales nacionales y mSn 180.000.000
a materiales extranjeros. Es este último renglón. el que dehe ser drásticamente cor-
tado en favor del segundo. mcdianle la comprensiva colaboración de los arquitec-
tos. las empresas proveedoras y las empresas constructoras.
8. Dos obstcíc11/os.f/11c111tiems
Estas cifras excusan de mayores comentarios acerca de la conveniencia de dedi-
car la mayor atención a este asunto en el programa tra1.ado. Se ha expresado ya que
el Estado no se ocupará directamente de construir edificios sino de facilitar en to-
das las formas posibles el desenvolvimiento de la construcción. Hay una gran de-
manda po1cncial de viviendas modestas. Se trata de una industria en la que por más
que se produ1.ca abundantemente durante muchos años no hahrá superproducción:
la vivienda si es adecuada y de costo raw11ahle tiene colocación prácticamente ili-
milada. Lo que hace falta son los recursos necesarios para construir.

PROGRAMA DE REACHVACIÚN DE LA ECO'.\\/OMÍA l\\AC'IONAL
683
El gran número de empicados y obreros que viven en nueslro país en condicio-
nes deficientes no ha podido afrontar el problema de su vivienda. a no ser en pro-
porción casi imperceptible. por no tener precisamente acceso a la fuente de esos re-
cursos. Dos obst:ículos se lo impiden. Primero. la falta de un capital inicial para
cubrir una parte del costo de la obra: y segundo. el interés relativamente alto de los
préstamos hipotecarios que se traducen en servicios demasiado pesados en relación
a los sueldos y salarios. El plan de financiación que se expone en otro capítulo se
propone suprimir esos dos obstáculos. Habrá recursos a plazos adecuados e intere-
ses bajos destinados a invertirse en la edificación de la pequeña vivienda. No se re-
quiere otra cosa. Esos recursos podrán llegar f:ícilmente a los interesados que se
encuentren en condiciones de recibirlos por las vras exis1cntes. sin necesidad de
nuevas vías de distribución. mediante un sencillo mecanismo cuyas funciones se
explicarán en otro lugar.
9. Hay qur iniciar la co11strucció11 dr 1°il'il'lldas en gran escala
Se cree posible deslinar de mSn 150 a 200.000.000 a la construcción de vivien-
das en el año próximo. en todo el territorio del país. fuera de lo que habilualmente
invierte el público en esa actividad. Podrá pues iniciarse en gran escala la solución
del inquietante mal social de la vivienda. Mucho se sabe y se ha escrito y proyecta-
do a ese respecto para que sea necesario señalar la importancia de resolver el pro-
blema. Es tan vasto que lo que se ha hecho hasta hoy -mucho de ello muy serio y
respetable- resulta pequeño si 'se lo compara con el enorme campo de acción que
se tiene por delante.
La experiencia de este país y especialmente la de países extranjeros que han
emprendido con éxito su solución. enseña que la edificación en gran escala y de
acuerdo con planes ele conjunto es la que mejor responde a las exigencias impues-
tas por la economía y la higiene y los puntos de vista del m·quitccto y del urbanista.
No siempre será posible ajustm·sc es1rictamente a ello por la escasez de grandes es-
pacios libres en el perímetro de la Capital Federal y especialmente en la proximi-
dad de las zonas indus1rialcs: pero en las regiones circundantes y el i111erior del
país habrá sin duda mayor libertad de acción en este sentido.
No es este por cierto el lugar ni la oportunidad de esbozar el plan de construc-
ciones. ni discutir sus puntos fundamentales. Ello deberá ser tarea de una comisión
organizadora análoga a la que con tanta eficacia contribuyó a la ejecución inicial
ele las leyes monetarias de 1935. Esta comisión correrá con la ejecución material
del plan. previa consideración de las cuestiones principales y ele detalle propias de
una empres:i de ese orden y de esa magnitud. Deberá examinar en primer lugar las

68.+
RAÚL PREBISCll
ventajas e inconvenientes que presentan en diversos casos las viviendas individua-
les y colectivas. pues ambas categorías de edificios caben dentro de los proyectos
de conjunto a que acaba de hacerse referencia. La vivienda individual responderá
generalmente mejor a las modalidades de nuestra población y permitirá satisfacer
la aspiración social de la propiedad. especialmente en el caso de los empleados en
que la ocupación es regular y los ingresos no están sujetos a grandes fluctuaciones.
La casa de carácter colectivo tal vez resulte en otros casos más adecuada para vi-
viendas obreras. destinadas a ocuparse por quienes tienen razones para desear ser
inquilinos y no propietarios o no están en condiciones de serlo: esas casas pueden
resultar convenientes tanto por su menor costo como por el problema de espacio li-
bre que ya se ha mencionado. El estudio de esos puntos no concierne. desde luego.
al plan de financiación. que constituye uno de los objetos de este informe. pero pa-
rece conveniente mencionarlos como argumento en favor de una gran flexibilidad
del sistema. que permita adaptarse a las necesidades. ya sea facilitando los recursos
para la construcción y adquisición de casas individuales o haciéndolo para casas
colectivas destinadas a ser alquiladas por las empresas o entidades que se dispon-
gan a levantarlas.
IV. EL ESTÍMULO DE l.A ACTIVIDAD ll\\DlJSTRIAL
10. La indusrria y el poder de compra de la población
Otro de los puntos capitales del programa económico es el estímulo de las acti-
vidades manufactureras. Las épocas de más fuerte iniciativa industrial en la Argen-
tina han sido aquellas en que se impuso la necesidad imperiosa de suplir con el au-
téntico esfuerzo nacional lo que no podía el país importar del extranjero por
imposibilidad material o por escasez de divisas: la guerra de 1914 y la gran depre-
sión mundial de hace pocos años. P<u-a que el actual conflicto determine análogas
consecuencias y la industria salga m{ls vigorosa y diversificada de esta situación
anol·maL es necesario ante todo mantener y desarrollar la demanda de sus artículos
y ascgurm· facilidades de financiación para sus inversiones fijas y la adquisición o
sustitución de sus equipos.
La demanda de productos industriales serú el resultado inmediato de las medi-
das que se han examinado anteriormente. tendientes a desarrollar el poder de com-
pra de la población. y de las que se considerar:ln en la parte final de este informe
para evitar que ese poder de compra se dirija en cantidad inconveniente hacia las
importaciones y las mantenga en un nivel incompatible con el interés del país en la
situación actual del mundo.

PROGRAMA DE REACl'IVACIÓN DE LA ECONOMÍA NACIONAL
685
11. Hay que resolver el prohlema perma11e11te de lafinanciació11 de la industria
En cuanto a las facilidades de fin:ms;iación, trátase de abordar un asunto que.
aparte del interés circunstancial que reviste actualmente. tiene un sentido perma-
nente y de indudable importancia para el desenvolvimiento orgánico de la industria
argentina. ¡,Qué es lo que ha impedido hasta ahora la solución del problema del
crédito industrial? ¡,Acaso los bancos no están en condiciones de seguir prestando a
la industria como lo vienen haciendo de tiempo atrás? No se necesita repetir lasco-
nocidas razones que recomiendan a los bancos abstenerse de invertir los fondos
provenientes de Jos depósitos a co110 plazo en préstamos industriales que los inmo-
vilizan a plazos incompatibles con la liquidez de los activos de aquéllos. La ayuda
de los bancos a la industria es. pues. necesariamente precaria en sus plazos y limi-
tada magnitud.
Tampoco tiene nuestra industria fácil acceso al mercado de capitales. Es muy
escaso el papel industrial que se coloca en la Bolsa. Inclinar a nuestro público ha-
cia esta clase de inversiones representará un proceso cuya lentitud no se aviene con
los requerimientos inmediatos de la actividad de aquélla.
Mientras t.anto no hay que desc:u·tw· la posibilidad de que industrias argentinas.
frente a la necesidad de procurarse fondos a plazos adecuados. se vean en el trance
de ser absorbidas por consorcios financieros que sin tener generalmente las venta-
jas técnicas o económicas de una combinación o consolidación de empresas. ejer-
cen sobre éstas un contralor que sofoca el espíritu de iniciativa y la independencia
de las industrias controladas.
Queda en fin el concurso del capital extranjero. Suele ser eficaz y provechoso
para la economía nacional. Pero salvo muy rm·as excepciones ese capital no está al
alcance de las empresas genuinamente nacionales. La iniciativa argentina. nuestra
creciente aptitud para la técnica industrial. no se ven favorecidas por esos capitales.
Ellos afluyen naturalmente hacia los grupos de intereses extranjeros que les est:in
vinculados. Los industriales argentinos est:ín. así. en evidente inferioridad de con-
diciones y en ello. como en otros aspectos. la falla es ciertamente subsanable.
En otro capítulo de este informe se explica la manera de hacerlo. Baste consig-
nar aquí que mediante la cooperación entre el Banco Central. los bancos de la pla-
za y el mercado financiero. las industrias solventes podrán disponer de recursos a
plazos intennedios que podr:ín llegar hasta 15 años en casos excepcionales y a ti-
pos de interés tan bajos como sea posible en relación al costo del dinero. el plazo y
la índole de las inversiones.

686
RAUL PREBISCll
12. La industria 11acio11af 110 co11spirn w·tuafme11te contra las exportaciones
Que la industrialización del país conspira contra nuestras exportaciones. es un
argumento que se presenta con frecuencia en la discusión de esta materia. Y sería
irrebatible este aserto si hoy fuera cierto que declícánclose a la producción de aque-
llos artículos que puede producir en condiciones especialmente favorables. el país
tuviese oportunidad para exportar cantidades crecientes de esos productos de su
sucio. No es ese el caso actual. desgraciadamente. Es un hecho sabido que desde an-
tes de la pasada depresión mundial las exportaciones argentinas -medidas por su
volumen físico- han permanecido en un nivel prácticamente estacionario. Nuestro
país no ha tenido. pues. como en tiempos mús favorables de su historia económica.
la alternativa de dedicarse preferentemente a la exportación de c;mtidades cada vez
mayores de productos agrarios. importando en cambio artículos manufacturados. o
la de desenvolver intensamente la industria sacrificando las posibilidades de su ex-
portación. Por el momento. el país no tiene esa opción en su política económica. y
no sabría decirse en este instante con alguna seguridad de acierto. si la tendrá o no
después de la guerra. Han de plantearse entonces. sin duela alguna. difíciles proble-
mas. Pero hay problemas presentes muy graves y apremiantes que no deben dejarse
sin solucion inmediata por la sola posibilidad de futuras complicaciones.
Mientras llega ese momento el país necesita recurrir decididamente a su indus-
tria para suplir en lo que sea posible lo que no puede importar o pagar. y evitar el
grave mal de la desocupación. Ello no significa. desde luego. que toda industria
dcha ser fomentada. Debemos precavernos del error de promover aquellas produc-
ciones que tienden a disminuir las importaciones ele los países que sigan compran-
do nuestros productos en la medida suficiente para permitirnos pagar esas importa-
ciones. De lo contrario crearemos nuevos obstúculos a las exportaciones: hay que
importar mientras se pueda seguir exportando.
13. Uno gran =mlil de comercio fihre con los países 1·eci11os
También es necesario. y nunca m;ís que en los momentos actuales. no incmTir
en la actitud sistem;ítica de obstaculizar las importaciones de los países vecinos
malogrando el desarrollo de un intercambio de rcdprocas ventajas. Esa actitud
debe ser reemplazada por una política clara y firme de aproximación económica
que nos permita con el tiempo llegar a establecer una gran zona de comercio libre.
Obedecen a preocupaciones de esa índole las recomendaciones para un tratado con
los Estados Unidos del Brasil. que sería de desear fuera posible concertar no sólo
con esa nación sino con los otros países vecinos.

PROGRA\\IA DE REACl'IV ACl<)N DE LA ECONO\\fiA NACIONAL
687
Mucho se ha discutido en torno al establecimiemo de un régimen de libre inter-
cambio entre los países vecinos del continente, vinculündolos en una unión aduane-
ra tan completa como fuera posible. Tal vez el mayor enemigo de esa sana idea
haya sido la exageración de su enunciado o el desconocimiento de las situaciones
de hecho que su aplicación habría afectado. Es necesario evit:u· esos escollos y bus-
car fórmulas susceptibles de llev•u-se a la pdctica sin violentar la realidad. Este es
precisamente el sentido de lo que acaba de hacerse con nuestro gran vecino: reco-
mendar a ambos gobiernos que todos los artículos que no se pnxlucen actualmente
en ninguno de los dos países y los que se producen en uno de los dos y en el otro
no se producen o se producen en escasa cuantía, circular:ln en ambos países como
en un solo territorio económico. sin uhomu- derecho aduanero alguno. Por esa sim-
ple determinación se iniciaría el estuhlecimiento de una unión aduanera con una
zona económica de libre intercambio. que se iría consolidando y extendiendo con
el tiempo a medida que sus ventajas se hicieran de mús en mús evidentes. Si bien
las circunstancias o las conveniencias van llevando a estos países nuevos hacia el
camino de una progresiva indus1rialización, se ha dicho no sin razón que para que
el Brasil y la Argentina alcancen en ello el grado de des:uTollo que les permitan sus
recursos naturales. sería necesario un gran acrecentamiento de su ¡x>blaciém. La Ar-
gentina tendría que duplicar. por lo menos, el número de sus habitantes y el Brasil
elevar la capacidad de consumo de los que tiene y seguirlos aumentando. Ello será,
desde luego, ohra de muchos años. y mientras tanto las nuevas industrias que aquí
y allí se vayan estableciendo se verán comprimidas por la relativa estrechez del
mercado de consumo. ¿Por qué esperar del tiempo. sin embargo, lo que podría con-
seguirse de inmediato por un acuerdo económico entre varios países que permita a
esas nuevas industrias contaf desde ahora con un amplio mercado equivalente a va-
rias decenas de millones de consumidores argentinos? Si un acuerdo semejante se
hubiese concertado hace una década, las numerosas industrias que se establecieron
en todo este tiempo disfrutarían de la suma de los consumidores de las naciones ca-
paces de asociarse: se pnxiuciría a mús bajo costo en beneficio de ellos y se habría
realizado una m:'ís acertada dis1ribución de la actividad industrial. Es esto lo que se
propone hacer actualmen1e.
Obedecería a un propósito de política semejante y acaso facilit:ufa grandemente
la posibilidad de concertar acuerdos de otro orden -pero con el mismo objeto con
otros países vecinos la concesión al Poder Ejecu1ivo de una amplia autorización le-
gal --que podría ser tal vez por el término prudencial de dos años- para que éste
pueda rebajar o eliminar por decreto derechos aduaneros hoy existentes, si se lo
hace con el fin de promover el intercambio con tales países. Perseguiría el mismo
propósito la generalización del régimen del draw-back. a fin de estimular nuestras
exportaciones a nuevos mercados, principalmente a aquellos que se presentan favo-

688
RAt:n. PREBISCll
rahlemente por razones de índole geográfica. Con estos propósitos se proponen las
disposiciones legales pertinentes.
14. Garantía de estahilidad industrial para de.11n1és de la guerra
El temor de la competencia desordenada y agresiva de la postguem1 es un fac-
tor inhibitorio en el esfuerzo industrial requerido en las circunstancias actuales. Es
necesario asegurar desde ahora a nuestra industria que. cualesquiera que sean las
condiciones futuras. no quedar:í expuesta a las ventas del exterior a precios inferio-
res al costo de producción en los mercados extranjeros en las formas típicas del
dúmping. El sistema de contralor de cambios permite en verdad tomar medidas de
defensa. Pero fuera ele que ese contralor, por su naturaleza. no puede suponerse
permanente. resulta evidente que en muchos casos será indispensable completar o
sustituir esas medidas con la aplicación ele otras disposiciones más efectivas. Con
este propósito es imprescindible dar las pertinentes autorizaciones legales.
15. Derechos que estor/Jan a ciertas industrias
Es un hecho indiscutido que nuestra tarifa aduanera debe ser completamente re-
visada. No es éste. sin embargo. el momento oportuno para iniciar esta compleja
tarea. dadas las condiciones anormales del comercio exterior. Pero sí sería conve-
niente suprimir uno de los obstáculos que estorban el desarrollo de ciertas manu-
facturas. al gravar las materias primas con dereclms aduaneros más allos que los
que gravan los productos fabricados con ellas. Un caso típico es el que presenta la
industria nacional de maquinarias ¡¡grícolas: éstas no pagan derechos. pero sí los
pagan algunas de las materias primas con que ellas se construyen. Convendría au-
to1izar al Poder Ejecutivo en general a efectuar los reajustes necesarios rebajando,
y no aumentando. los derechos. a fin de evitar el daño que en la forma indicada ex-
perimentan las industrias nacionales.
16. La responsahilidad de la industria
El apoyo considerable que el Estado presta a la industria en el programa cuyos
lineamientos se est:ín considerando. obliga a ésta a responder con un chu-o sentido
de su responsabilidad. colaborando con aquél en todas las formas posibles para lo-
grar los propósitos que se persiguen. sin olvidar que todo ello responde a puntos de

PROGRAMA DE REACTIV AC'ÓN DE LA ECONOMiA NACIONAL
689
mira esencialmente colectivos y no al designio de fomentar la obtención de otros
beneficios que los suficientes para dar legítimo incentivo al esfuerzo requerido por
el programa de reactivación de la economía nacional.
CAPITULOII
J. EL PLAN DE FINANCIACIÓN Y SUS ASPECTOS MONETARIOS
17. El circuito monetario controlado
No es preciso demostrar que los considerables recursos que necesitaría el Esta-
do para emprender el programa de reaclivación de la economía interna no podrían
salir de los cauces normales del mercado de valores. A lo menos en la primera eta"
pa, pues a medida que ese plan se desarrolle irán también relluyendo desde la peri-
feria hasta el centro monetario los fondos que han debido ponerse en juego. El ha-
ber seguido mientras tanto una prudente poWica de emisiones permitiría luego al
Estado aprovechar a fondo la crecida capacidad de absorción de la plaza bursátil.
Tampoco se requiere demostrar que si los recursos en cuestión no salen de
aquellas fuentes, sólo queda como solución interna la de procurarlos dentro del
propio mecanismo bancario. La forma de usarlo tiene en verdad su importancia.
Pero cualquiera que ella sea, deberá traer necesariamente el estímulo general de la
demanda que es imprescindible, según se tiene ya expresado, para reanimar el rit-
mo de las actividades económicas. Un estímulo, desde luego, bien distinto en sus
efectos al que pudo aplicarse en años anteriores de muy activo movimiento eco-
nómico. Agregar nuevo poder de l:ompra sobre el que se creaba entonces de modo
espontáneo por el propio movimiento acelerado de la economía y por obra de gran-
des exportaciones de productos o fuertes ingresos de fondos extranjeros, significa-
b~hacer rebasar ese movimiento con un dcsmrnllo inmoderado de la importación y
sus perturbadoras consecuencias sobre el equilibrio de las cuentas exteriores. No
así cuando la actividad económica se va encogiendo más y más por el debilita-
miento de las expo11aciones. según sucede ahora. Los nuevos medios de pago vuel-
ven a poner en manos de la población los que ameriormente se habían cancelado,
dándole en esta forma el poder de compra indispensable para mantener el ritmo
productivo de la industria. El movimiento económico tiende entonces a dilatarse
dentro de las propias fronteras, a concentrar sus fuerzas en las aclividades locales.

690
RAt''L PREBISCll
siempre que se impida firmemente que las importaciones crezcan más allá de un
límite prefijado. Expresado. brevemcnll'. un programa dc esta índole sólo puede
aplicarse en un régimen de circuito monetario severamente controlado en sus cone-
xiones exteriores. tal como ha sido indispensable hacerlo. bajo la presión de acon-
tecimientos internacionales.
18. Con\\'Íl'lll' l'l'itar lo l'.l"/)(/l/SÚÍn ele/ crédito
Se acaba de decir. que la forma de empicar el mecanismo bancario con los fines
señalados es importante. Lo cs. en efecto. No parece aconsejuble llevar a los ban-
cos a una intensa expansión del crédito para suministrar fondos a las actividades
económicas. Habría crecientes obstáculos. principalmente de orden psicológico.
pues la capacidad de expansión del sistema es muy grande. Ciertamente. por más
que las circunstancias de extrema scrie(lad sólo puedan ser afrontadas con expe-
dientes de carácter excepcional. la confianza pública podría verse perturbada por
operaciones de esta índole. en las que los bancos prestarían a plazos relativamente
largos con un pasivo formado con depósitos a c0110 plazo. Se hablaría nuevamente
de congelación de préstamos. con todas sus desfavorables repercusiones.
En cambio, la idea de movilizar los recursos banc<u-ios ha de encontrar menos
obstáculos y resullar más sana. desde el punto de vista monetario. Se explicarán en
seguida los dos procedimientos 4ue pcxlrían escogerse con este propósito, de los
cuales el segundo cs. sin duda, preferible al primero.
19. Dos procedimientos de 111orili:::acirí11 de rl'Cursos
En el primero de ellos. el Estado entregaría bonos u otros certificados de ahorro
con características iguales a las del depósito bancario de ahorro. Y trataría de atraer
a los depositantes mediante el incentivo de una diferencia en los tipos ele interés.
que podría conseguirse subiendo para los bonos el tipo ele interés del 2% que hoy
se paga sobre los depósitos y bajando a la vez el tipo de interés cuyo pago se per-
mite a los bancos. lo que se lograría bajando el interés en el redescuento en virtud
de regulaciones del Banco Central.
Los bonos serían también reembolsables en la misma forma que los depósitos
ele ahorro y para no origimu- trastornos 'en las prácticas habituales. los mismos ban-
cos prnlrían ser los agentes de colocación entre su propia clientela mediante el
pago del correspondiente servicio. Más aún. para simplific¡u- el procedimiento. los
bancos podrían seguir como hasta ahora con sus cuentas individuales de depositan-

PRO(]RAMA DE REACl'JVACIÓN DE LA l'C0:--10/\\IÍA NACIONAL
691
tes y se limitarían a registrar en su comabilidad las cuentas transformadas en bonos
-por decirlo así-. en virtud de las autorizaciones recibidas de los dc¡x)sitantes.
Es indudnble que esta forma de competencia vendría a penetrar en la fuente
misma de los recursos primordiales de los bancos y afectarlos no sólo en lo que
concierne a los nuevos depósitos de ahorro sino a los depósitos actuales. Es necesa-
rio evitar esa competencia inconveniente. pero es bueno consignar tal idea en con-
traposición con la otra que en seguida se expone. para que quede hien a las claras
el verdadero propósito que inspira la iniciativa. de leal colaboración con la colecti-
vidad bancaria. y también como expresión de una ¡xlsible alternativa que deberá te-
nerse siempre presente en caso de que esa otra idea no reciba el apoyo conjunto
que cabe esperar.
Dicho sea de paso. a este respecto. que no caben dudas de que todos los bancos
sabrán afrontar desde el primer momento el grave problema que se presenta con el
claro concepto de su responsabilidad pública y de sus propios intereses. pues es in-
dudable que el dejar la economía del país librada a sus propias fuerzas traería la
más severa conmoción en la estructura bancaria. La situación de los bancos es ab-
solutamente sólida y sus carteras est:ín bien saneadas. No existen establecimientos
en malas condiciones como hace algunos años. Interesa fundamentalmente a todos
los bancos que esta situación se preserve a través de las dificultades actuales. De
ahí el doble significado de su colaboración.
·Por otro lado no sería conveniente ni justo echar por completo sobre el Banco
de la Nación la pesada tarea de financiar la compra de excedentes y proveer a la
economía privada a plazos intermedios y largos de los demás recursos extraordina-
rios que se requieran. Habría que evitm· la experiencia de la crisis anterior en que
nuestra banca oficial fue en fonna casi exclusiva al redescuento para ayudm· a los
bancos en malas condiciones, mientras los otros bancos fortalecían sus efectivos
por el rellujo natural del circulante proveniente de aquella operación. Eso no debe
repetirse. tanto por evidentes razones de solidaridad de todos frente a una emergen-
cia nacional, sino también porque puestos en común los recursos de todo el sistema
bancario -según se verá más adelante- ha de reducirse al mínimo la necesidad
de redescuento.
20. Tra11.1jere11cia de fondos bancarios
La otra idea es ésta: ya no se iría a lanzar certificados de ahorro en competencia
con los depósitos de los bancos. sino que el Banco Central propondría a éstos to-
mar a su cargo parte de la res¡x)nsabilidaJ de sus depósitos m:ís estables a cambio
del efectivo correspondiente. sin modificar por supuesto en lo mínimo la relación

RAlIL PREBISCI!
de cada banco con sus propios depositantes. Hay cierta analogía entre esta opera-
ción y la de rcuscguros por la cuul unu compañía aseguradora transfiere u otra una
parte de la responsabilidad de sus obligaciones hacia el público. Los bancos segui-
rían obligados a atenderlos depósitos en la misma forma en que hoy lo están y el
Banco Central se obligaría a reembolsar a los bancos el interés que éstos paguen a
sus depositantes. y se comprometería. asimismo. a suministrarles los fondos nece-
sarios para que atiendan las extracciones de depósitos del público. si se les fueran
demanctados. pero no para obtener fondos adicionales destinados a una ampliación
exagerada de sus operaciones. A fin de resarcir a los bancos de los gastos de aten-
ción de los depósitos transferidos. sería necesario pagarles además una comisión a
calcularse en forma que la operación no les produzca quebrantos ni se convierta
tampoco en fuente de beneficios extraordinarios, pues los obtendrían indirectamen-
te de la aplicación de todo el plan.
La transferencia al Banco Central de los fondos correspondientes a los de-
pósitos de cuya res¡xmsabilidad aquél se hace cargo. ha de ser cuidadosamente pre-
pm·ada para que incida lo menos posible en el efectivo de los bancos. La idea fun-
damental en que reposa toda esa construcción ya ha sido señalada: si se controla el
circuito monetario y si por algún procedimiento. que luego se examinará. se logra
neutralizar la cancelación de los fondos bancarios que ha sido provocada en estos
últimos tiempos por la exportación de oro o de divisas. Jos medios de pago que
egresen de los bancos en razón de estas transferencias o de otras operaciones ten-
derán a volver nuevamente a ellos en las distintas formas de depósitos, salvo una
proporción menor que continuar;í circulando en manos del público.
21. El efectivo e11 el período de transición
¿Cómo proveer a los bancos de los fondos que necesitarán para atravesar este
período de transición si no rcsullaran suficientes sus efectivos actuales?
Sería posible. sin duda. que todos esos fondos se obtuvieran por la simple apli-
cación del redescuento dentro de las nonnas existentes. pero ello no es necesario ni
conviene hacerlo sino en forma moderada. Los bancos podrían usarlo para reponer
sus efectivos hasta que el dinero que refluya a ellos les permita su cancelación par-
cial o total. pero para facilitar la operación y disipar los recelos que sin duda algu-
na ha de despertar un plan de esta índole, convendría disminuir en lo posible la ne-
cesidad de redescuento. Ello podría conseguirse en varias formas con la
intervención del Banco Central si se le autoriza a depositar en los bancos que re-
quieren efectivo. ya sea fóndos provenientes de depósitos de otros bancos en el
Banco Central o de la colocación de certificados de bonos consolidados o de otros

PROGRAMA DE REACl'IV ACIÓN DE LA ECO!\\'OMÍA NACIONAL
693
papeles de absorción de fondos o en los bancos o en el público. También podría ha-
cerse lo mismo por medio de la compra de valores nacionales a los bancos que ne-
cesiten efeclivo: estas compras podrían hacerse en forma de pase, a fin de que los
bancos los vuelvan a adquitir cuando 1-clluyan los fondos a sus arcas. Otra allema-
tiva consistiría en que los bancos de mayor efectivo anticipen los fondos iniciales.
que les serían devuellos poco tiempo después a medida que el dinero vuelva nueva-
mente al sistema bancario.
22. El rej7ujo a los bancos de los fondos tran.\\feridos
Naturalmenle que el reflujo de fondos no se ha de producir necesariamente en
fonna proporcional a la masa de dinero que haya salido de cada establecimiento. A
unos llegará en mayor proporción y a otros en proporción menor. No se presenta
aquí un caso de provisión de recursos como el que acaba de verse. sino de redistri-
bución de recursos bancarios. Una solución sinwle podría ser. que los bancos se
comprometan a de1x>sitar en el Banco Cenlral el efectivo correspondiente a los
nuevos depósitos o al incremento de depósitos posterior a las primitivas operacio-
nes de lransfcrencia. Este compromiso sólo se referiría. desde luego, a los fondos
que relluyen y hasta alcanzar para el conjunto de bancos un monto igual al de di-
chas transferencias origimu·ias. Después de ello se reslablecería el régimen normal.
Con los fondos recibidos así en depósito-el Banco Central iría cancelando el impor-
te de las transferencias originmias y devolviendo en esa fomm a los bancos el efec-
tivo recibido primeramente de ellos. Al final de este circuito los fondos salidos de
los bancos -salvo la proporción que quede en manos del público- habrán vuelto
a ellos. Los depósitos primitivamente lransferidos habrán sido cancelados. excepto
la parte que no pudo serlo por haber quedado esos fondos parcialmente en el
público: y en lugar de ellos estarán los depósitos de los fondos que refluyeron de la
circulación a los bancos y que éslos volvieron a depositar en el Banco Cenlral.
No hay urgencia alguna en que éste devuelva tales depósitos a aquéllos. pues
los bancos han recuperado ya su efectivo amerior. a no ser que los requieran par-
cialmente para atender extrm.:ciones del público. Hay a este respecto dos altemali-
vas: o la devolución lenta a medida que el Banco Central vaya recibiendo las amor-
tizaciones en las operaciones de financiación realizadas con los recursos
transferidos por los bancos. o la devolución inmediata. siempre que los bancos em-
pleen las disponibilidades así obtenidas en suscribir certificados de bonos consoli-
dados, o de custodia. Es esencial que el Banco Central pueda controlar esta~ dispo-
nibilidades. en caso de liquidarse esta inversión en cerlificados. a fin de evitar una
expansión inconveniente <,lel crédito. Con tal propósito el Banco Central podría ha-

694
RA!'JL. PREBISCll
cer uso de la facultad de elev:u· la proporción de efectivo mínimo exigido a los ban-
cos. según se explica en otro lugar.
El procedimiento que se ha descripto no com¡x>rtaría responsabilidad solidaria
alguna entre los bancos p:u·ticipantes. ni vendría a establecer relaciones nuevas en-
tre éstos y el Banco Central. pues éste recibe actualmente depósitos de los bancos y
les retira fondos mediante papeles de absorción. constituyéndose en deudor de
ellos. así como puede constituirse en cualquier momento en acreedor mediante
operaciones que la ley le autoriza.
23. Un aspecto de emergencia y el prohlema permane/lfe
A poco que se reflexione en la idea que se bosqueja. se advierte todo el cuidado
que habrá que poner en su ejecución. La cantidad de disponibilidades que deposita-
rán los bancos. la forma y el ritmo en que se irán haciendo las operaciones. los pa-
sos previos que deberán darse p:u·a proveer de recursos a aquéllos antes de su ini-
ciación. así como el redescuento que habrá que aplicar eventualmente. lo mismo
que la liquidación o caución eventual de los lxmos para atender el retiro de de-
pósitos y el ajuste del tipo del redescuento con la correlativa modificación de los ti-
pos de interés sobre los depósitos bancarios. impondrán al Banco Central una pesa-
da responsabilidad que justifica plenamente el otorgamiento de todas las facultades
ncces:u-ias p:m1 que estas operaciones de carácter extraordin:u'io produzcan los efec-
tos que de ellos se esperan con el mínimo de perturbaciones. El Banco Central ten-
drá a su vez que adaptarse al cumplimiento de estas funciones de acuerdo con los li-
neamientos que se explican más adelante. Pero conviene dilucidar previamente
algunos puntos que contribuirán a comprender mejor el alcance de su inte1vención.
En todo el plan de financiación que se ha considerado hay una parte de emer-
gencia y otra que cncicrm el núcleo de la soluciém de un importante problema de
carácter orgánico: la financiación de la industria y las construcciones a plazos in-
termedios y largos. La p:u·te de emergencia concierne tanto al origen ele los recur-
sos como a su aplicación. El monto de los fondos necesarios y la urgencia en em-
plearlos determina la necesidad de acudir en forma extraordinaria a la movilización
masiva de los recursos bancarios y al control de los fondos que retoman. mediante
la captación del efectivo correspondiente por el Banco Central.
Reviste también igual c:u-ácter de emergencia la utilización de los recursos así
movilizados en la comprn de los expedientes de productos o en un amplio plan de
construcciones destinado a reactiv:u· la economía.
En cambio. la solución del problema pennanente de la financiación de la indus-
tria y las construcciones no requiere esas formas de movilización extraordinaria de

PROGRAMA DE REACTIV1\\CIÓN DE LA ECONO~lfA NACIONAi.
695
recursos l)ancarios ni necesita efectuarse con ritmo acentuado. Tendrá que hacerse
con los recursos que afluyan normalmente al mercado monetario o financiero sin
necesidad de solicitar a los bancos ningún esfuerzo especial. como no sea su propio
interés ele Invertir sus disponibilidades en la fomia que mejor les satisfaga.
Es un punto esencial de todo este sistema de financiación que el Banco Central
no podrá realü.:u- directamente operaciones de ese car:íctcr con el público como no
hace operaciones bancarias directas. sino por medio de las entidades existentes. No
se ha querido sustituir a éstas ni tampoco crear un nuevo organismo crediticio del
Estado que se agregue a los que hoy existen. Se deja así al Banco Central en su
propio terreno sin sacarle de sus funciones específicas de regulación monetaria y
financiera. según lo recomienda nuestra propia experiencia y la de los principales
países. El Bünco Central no debe prestar directamente al público. no sólo para abs-
tenerse de competir con los bancos y demás entidades existentes y ocupar su lugar.
sino porque se trata de actividades esencialmente distintas de sus funciones espe-
cíficas. que requieren también una experiencia diferente. exigen tomar los riesgos
inherentes a toda actividad comercial y tienen como punto de mira esencial la ob-
tención de beneficios mediante la mayor cantidad de operaciones. criterio este
último que no puede ser en modo alguno el de una institución reguladora.
24. Emisión de ohligacio11cs para ji11m1tiar la indusrria y las l'o11srruccio11cs
El Banco Central procederá así en esta función de suministrar recursos a plazos
intermedios y largos en una forma análoga a la que sigue cuando provee a los ban-
cos de recursos a corto plazo mediante el redescuento: en uno y otro caso facilita
fondos en los distintos plazos referidos. según sean las necesidades. pero no directa-
mente al público sino a las organizaciones distribuidoras del crédito en el público.
Pero hay una diferencia fundamental entre el redescuento y esas operaciones ele
financiación: e11 el redescuento es el Banco Central quien crea los recursos, en tan-
to que en tales operaciones et banco actuar:í como intermedi;u·ic> entre el público
que coloca sus fondos en los papeles que aquél emite y los bancos y otras entida-
des que financian la industria y las construcciones. El volumen de tales operacio-
nes estará. pues. subordinado en última instancia a la capacidad receptiva del mer-
cado para las obligaciones emitidas por el organismo de financiación que el Banco
Central va a establecer o. en otros términos. a la cantidad de ahorro dispuesta a in-
vertirse en papeles. Esto en lo que concierne al problema pcmianente de financia-
ción. pues las operaciones de emergencia se tumín mediante tas disponibilidades
que aportan los bancos al Banco Central y que éste transforma en recursos a plazos
intermedios y largos en la forma que ya se ha explicado.

696
RACJL PREllISCH
25. La competencia con los mlores del Tesoro Nacional
Las obligaciones que se emitan. dentro del régimen permanente que se ha esbo-
zado. p~m1 realizar las operaciones de financiación van a competir evidentemente
en la plaza con los valores nacionales en que se ha venido invirtiendo el ahcmo del
público con tanta preferencia. Es a designio que ello se hace. No pueden encararse
estos asuntos con la visión exclusiva del interés fiscal. ni es conveniente para la co-
lectividad que el Estado tome una proporción tan elevada de los recursos de nues-
tro incipiente mercado financiero. Es en verdad de indiscutible importancia para el
desairnllo de la economía nacional que las actividades privadas tengan fácil acceso
a este mercado. Pero como el hábito de inversiones en valores industriales sólo po-
drá desenvolverse lentamente. no queda otra solución que la de procurai· que los re-
cursos del mercado vayan a la industria y a las construcciones por medio de los pa-
peles que con tal propósito emitirá el organismo de financiación del Banco Central
con el mismo respaldo de la Nación que hoy tienen otras obligaciones de los ban-
cos oficiales.
26. Lajilla11ciació11 y el movimiento cíclico
En estas nuevas funciones. lo mismo que en las que hoy tiene. el Banco Central
no debe guiarse por propósito alguno de realizar beneficios -según se ha señalado
claramente en el mensaje explicativo enviado a su tiempo al Congreso-- sino con
fines exclusivos de regulación monetaria y financiera. Cabe al pasar una breve con-
sideración marginal a este respecto que no está exenta de importancia. Es necesmio
tener siempre presente la experiencia cíclica del país. procurando en todo lo que le
sea posible atenuar la amplitud de los movimientos ondulatorios. En los períodos
de prosperidad afluyen naturalmente al mercado monetario y financiero los recur-
sos líquidos que buscan inversión transitoria o permanente. Desde el punto de vista
bancm"io o comercial es el mejor momento para ofrecer al público valores. que éste
adquiere en su avidez de invertir esos recursos.
Desde el punto de vista de una institución reguladora. acaso sea más bien la
época favorable para absorber esos recursos y mantenerlos fuera de circulación
hasta que sobrevenga la fase cíclica de declinación en la actividad económica. Ha-
brá llegado entonces la ocasión de devolver los fondos al mercado por medio de las
operaciones de financiación para moderm· en todo lo posible la amplitud de la de-
presión de los negocios. Las funciones de financiación deben. pues. estar estrecha-
mente ligadas a las de regulación monetaria y financiera. y este es otro de los moti-
vos fundamentales para confiarlas a un organismo dependiente del Banco Central.
del que se habla en seguida. y no a una institución independiente que. además de

PROGRAMA DE REACflV ACIÓN DE LA ECONOMÍA NACIONAL
697
sustituirse a la acción de las entidades que hoy existen y están capacitadas para
prestar a la industria y a las construcciones. pondría naturalmente su mayor empe-
fio en exteriorizar su eficacia realizando el mayor volumen de operaciones inde-
pendientemente de toda consideración de orden cíclico.
27. Organización del sistema de fi11a11ciació11
La organización que el Banco Central deberá establecer para estas nuevas ope-
raciones es relativamente sencilla. Se trataría de constituir un mecanismo de finan-
ciación, cuyas operaciones estarían sujetas al régimen ordinario del Banco. esto es,
serían decididas por su presidente dentro de la reglamentación que dicte el Directo-
rio, con la aprobación del Poder Ejecutivo. 1
El presidente será asesorado por una comisión consultiva de financiación com-
puesta por dos de los miembros de la Comisión Consultiva Ordinaria. más dos
miembros del Directorio. a saber: el que representa al Poder Ejecutivo. a fin de que
traduzca las orientaciones de éste en materia de política económica. y el que es ele-
gido previa consulta a la Unión Industrial Argentina. con el propósito de que sea
aprovechada su experiencia en la materia por abrn-car dicha institución tanto las ac-
tividades de la industria como la de las construcciones.
Es conveniente dotar al sistema de financiación de reservas especiales y hacer
depender eJ monto de las operaciones permitidas de la existencia de tales reservas,
porque ello responde a estos dos propósitos. de fácil comprensión. En primer lugar,
para limitar el importe de las operaciones de financiación ¡xisiblc. Se establece al
efecto que además de ser necesaria la autorización del Poder Ejecutivo -el que fi-
jará de tiempo en tiempo las cantidades globales a que ellas puedan ascender- di-
chas operaciones deberán relacionarse estrictamente con el monto de tales reservas.
en tal fmma que éstas representen por lo menos el 7% del importe de aquéllas.
Como el Banco transferirá al organismo de financiación m$n 25.000.000 de las re-
servas facultativas que ha acumulado. el monto máximo de sus operaciones de fi-
1 Conviene recordar a este respecto que el presidente ~legido por el Poder Ejecutivo dentro de
una tema sometida por el Banco-- es la autoridad ejecutiva del Banco que decide todas sus operaciones
de acuerdo con los límites y condiciones establecidos por el Directorio y nm el asesoramiento de la Co-
misión Consultiva. El Directorio no tiene por lo tanto funciones administrativas sino de decisión genc-
n1l. reglamentación y supe1visión de las operaciones <lel Banco. Eslii constituido además del viccpn:si-
dcnte, elegido también por el Poder Ejecutivo, por doce directores. de los cuales uno es elegido por d
Poder Ejecutivo. uno por d Banco de la Nación Argentina, otro por el Banco de la Provi1Kia de Buenos
Aires y demás bancos provinciales o mixtos: tres por los hrnKos nacionales, dos ¡x)r los bancos extranje-
ros y cuatro por Ja As¡unblca de Banco~ Accionista~ a propuesta del Directorio y previa consulta 1.,:0~1 en-
tidades representa1ivas en la siguiente fonna: un agricultor. un ganadero. un cnnu:rciantc y un industrial.

698
RAUL PREl!ISCll
nanciación será de mSn 350.000.000. Esta cantidad sólo podría acrecent<U"se en lo
futuro a medida que aumenten las reservas mencionadas. ya sea por los propios be-
neficios del organismo de financiación o por la asignación a éste de nuevas canti-
dades tomadas de los beneficios generales del Banco. En segundo lugar. estas re-
servas permitirán. en caso necesario. realizar las inversiones que requiera un
programa conjunto de construcciones o compartir con los bancos o entidades in-
dustriales una parte no superior al 10% de la responsabilidad de operaciones de fi-
nanciación industrial. pero con exclusiva inversión de estas reservas. Para destacar
mejor todo ello. segrcg:índolo de las otras transacciones y reservas del banco. el or-
ganismo de financiación prcscmará su propio balance y cuenta de ganancias y pér-
didas como anexo a los documentos de la misma naturaleza que el Banco está obli-
gado a publicar.
28. Las operaciones de j/11a11ciació11 i11d11stri{lf
Se expondr:í ahora en términos generales la forma de operar del sistema de fi-
nanciación. En las operaciones de. financiación industrial se proveer:í de recursos a
los bancos y entidades financieras que deseen prestar a las industrias a plazos inter-
medios. pero en ningún caso mayores de 15 años. Tales entidades prestarán direc-
tamente a las industrias. previo examen de sus condiciones de responsabilidad y
solvencia para hacer frente al compromiso contraído. cuyo riesgo recae exclusiva-
mente sobre ellas.
El Banco Central tendr:í también que examinar esas informaciones con la mis-
ma atención con que examina la situación de las firmas de los documentos que los
bancos llevan al redescuento y además deberá analizar el carácter de las industrias
consultando las orientaciones de polítíca económica que haya trazado el Poder Eje-
cutivo para conseguir la utilización progresiva de materias primas y elementos na-
cionales. El riesgo de los préstamos industriales correspomk. pues. a los bancos.
los que ser:ín directamente responsables ante el Banco Central por los fondos que
éste les ha suministrado con destino a sus préstamos. Cuando les convenga por la
magnitud de las operaciones. los bancos podr:ín distribuirse cada préstamo para
subdividir riesgos y distribuirse mejor su cartera industrial. procedimiento más sen-
cillo y expeditivo que el de la formación de consorcios que podrían encarecer las
operaciones. En tales casos el organismo de financiación podrá también compartir-
los. pero sólo hasta el 10% de cada operación y con la sola inversión de su capital
y fondo de reserva.
En las operaciones de emergencia consideradas en el programa de reactivación
económica el costo del dinero tomado por el Banco Central a los bancos y emplea-

PROGRAMA DE REACTIVACIÓN DE LA ECONOMÍA NACIONAL
699
do en las operaciones de financiación será relativamente bajo y los bancos podrán
cobrar una comisión o recargo por el riesgo que coITen sin que el interés total re-
sulte elevado. En las operaciones normales. es esencial. también. que el interés sea
relativamente bajo. Con este propósito. además de dar a las obligaciones emitidas
para realizar estas operaciones el carácter de obligaciones de la Nación. como lo
son las del Banco de la Nación Argentina y las del Banco Hipotecario Nacional.
conviene acordarles facilidades de caución o reembolso a la vista en el Banco Cen-
tral que contribuirán a reducir los tipos de interés. De más está agregar que las con-
diciones de caución o reembolso deberán ser cuidadosamente establecidas por el
Banco Central pim1 que actúen como simples válvulas de escape en casos excep-
cionales y no pueda abusarse de ellas convirtiéndolas en medio de proveerse de
fondos para la suscripción de tales obligaciones.
29. Las operaciones de fi11a11ciació11 de co11strul'Cio11es
En las operaciones de financiación de construcciones destinadas a empleados y
obreros. el sistema de financiación deberü tamb,,. ,1 operm· por intermedio de los
bancos y sociedades financieras. lo mismo que en el caso anterior. y además por
medio de otras entidades de solvencia y responsabilidad que realicen préstamos y
construyan viviendas para empicados y obreros. Un caso típico podría ser el si-
guiente: empresas comerciales o industriales adhieren a un plan de conjunto de edi-
ficación de dichas viviendas para su personal: si tales cmprcs:1s están dispuestas a
ofrecer. con las garantías reales que comporta la operación una garantía adicional
para cubrir los quebrantos que pudieran ocurrir hasta una cantidad coffespondiente.
por ejemplo. a un 20% del importe inicial del préstamo se les podría facilitar hasta
el 100% del valor del terreno y de la edificación. ya sea para que presten a super-
sonal o para construir directamente los edificios vendiéndolos a plazo. En lugar de
esta garantía las empresas podrían invertir recursos propios en pro¡x)rción equiva-
lente o hacerlo también el mismo personal. Caben a este respecto distintas combi-
naciones que deberán ser consideradas en las disposiciones reglamentarias. Lo
esencial es que la organización de financiación esté en condiciones de facilitar to-
dos los fondos necesarios -apartando así uno de los obstúculos principales que se
oponen al desarrollo de la edificación popular- siempre que logre limitar en medi-
da razonable en virtud de la garantía referida. los riesgos inherentes a esta clase de
operaciones. Desde luego que este procedimiento sólo podría seguirse si se trata de
empresas o grupos de empresas cuya cantidad de personal sea suficiente para de-
sarrollar un plan de conjunto. y a fin de no dispersar la mención del departamento
en infinidad de casos individuales. Para ello están las entidades que realizan esta

700
RA(;¡, PREBISCll
clase de operaciones con el público y a las cuales se les facilitaría también los re-
cursos necesarios para que ellas puedan prestnr o construir en condiciones favora-
bles de acuerdo con las disposiciones reglamentarias que se establezcan. cobrando
la comisión necesaria para cubrir el riesgo en que incurren.
Una tarea simil:u· podría ser desempeñada por las entidades de edificación o las
empresas de construcción.
Las entidades cooperativas ¡xidrían del mismo modo recibir un aporte similar
de recursos para intervenir en planes de edificación conjunta o desarrollar sus pro-
pios planes dentro. desde luego. de la orientación general que se trace en esta mate-
ria y de condiciones similares a las que rijan en los otros casos.
Finalmente las entidades públicas. sean nacionales. provinciales o municipales.
también podrán adherir a este régimen. siempre que ap011en idénticas garantías. A
fin de no desvirtuar el carácter del plan basado en el estímulo de la actividad priva-
da. las operaciones de financiación con estas entidades públicas sólo deberán limi-
tarse a una parte pequeña del total. sin exceder nunca del 20% del total de las ope-
raciones. y las construcciones deberán hacerse mediante empresas privadas.
En la fonna de las operaciones caben también diversas alternativas. sea sobre la
hase del préstamo hipcitecario o de la venta a plazos. y ya se trate de operaciones
destinadas a la adquisición de viviendas individuales o a la construcción de casas
colectivas. Hahrü que proceder en este caso con la elasticidad de criterio indispen-
sable para adaptarse a las distintas posibilidades reales.
El interés de los fondos facilitados por el departamento será sensiblemente más
bajo que el que devengan habitualmente esl:ls operaciones. Aquí est:í precisameme
otro de los puntos fundamentales del plan que permitirá establecer servicios ade-
cuados a la modesta capacidad de pago de aquellos a quienes el plan va dirigido.
En cuanto a los plazos se fija un máximo de 25 años. al que no ser:í necesario lle-
gar corrientemente. pues el bajo tipo de interés permitirá amortizaciones que en
gran número de casos har;ín cancelar totalmente la operación en un plazo de apro-
ximadamente 15 años o permitirán reducir la deuda a 60 o 50% en 10 años. con lo
que se hace ¡x>sihle la rcfinanciaci(m por canales normales.
30. Co111·e11ie11te cleli111ital'irí11 de.fi111cio11es
Queda así expuesto en sus rasgos generales el régimen a que se ajustarán las
operaciones de financiación. En última ins1ancia es el Estado quien. por intermedio
del Banco Central. moviliza los recursos del mercado no para satisfacer las necesi-
dades del tesoro público. sino para entregarlos en condiciones adecuadas de plazo
l~ interés a las actividades privadas. Y esta intervención del Estado. se limita a lo

PROCiRAMA DE REACTIV ACIÓ;o\\ DE l .A ECONOMÍA NACIONAL
701
que es indispensable y conveniente que haga. sin darle injerencia en aquéllas.
como no sea para establecer orientaciones generales de política económica o social
que son. desde luego. de su exclusivo res011e. Se resuelve así en forma satisfactoria
en este caso concreto la importante cuestión general que se plantea entre aquél y
las fuerzas de la economía privada. Los bancos. las asociaciones financieras y las
demás empresas o entidades que alxu-ca este programa conservan amplia libertad
de acción y mantienen la responsabilidad de su gestión: y un organismo del Estado
coopera con ellos suministrándoles los recursos necesarios y coordinando la acción
de todas esas fuerzas pnra la mejor realización de los fines perseguidos.
31. La reglame11tarió11 de la ley
El proyecto de ley de financiación que se ha elaborado establece el régimen a
que ha de ajustarse el funcionamiento del sistema. La forma concreta de aplicación
y las distintas modalidades que la realidad exija. deberán ser objeto de la reglamen-
tación que el Banco Central someta al Poder Ejecutivo. quien. además. deberá au-
toriznr periódicamente el monto de los recursos que podrán destinarse a estas ope-
raciones. Es evidente la conveniencia de que sea el propio Banco Central quien -
con la conformidad expresada- establezca la organización y los detalles técnicos
del sistema. Hay puntos dentro del proyecto respecto a los cuales. de acuerdo con
el ¡u-tículo 54 de la Ley N\\' 12.155. debe darse intervención a la asamblea de bancos
accionistas.
Il. CUESTIONES MONETARIAS CONEXAS CON EL PLAN
32. Las e11se1ia11::.os de la cxperiencio mo11ewria
Ha sido muy variada la experiencia recogida por el Banco Central desde que ini-
ció su funcionamiento en la primera mitad de 1935. Ha debido atravesar ticmJX>s de
prosperidad y gran abundancia de disponibilidades -tiempos favorables a la ex-
pansión del crédito- y por épocas de declinación con sus fenómenos caracte-
rísticos en la economía interna y el movimiento de las cuentas exteriores. Ha debi-
do. luego. hacer frente al sacudimiento inicial de la guerra conjurando los peligros
de esta situación. y adaptarse a las complicaciones que en grado creciente han so-
brevenido ulteriormente. Es este el momento oportuno para extraer de esa experien-
cia las enseñanzas que convenientemente aprovechadas pcmlitirán al banco cumplir
con eficacia cada vez mayor sus funciones de regulación monetaria y bursátil.

70'2
RAÜI. PREBISCll
Entre otros puntos que deben destacarse a este respecto hay uno que. además de
tener importancia permanente. tiene también interés circunstancial por la interven-
ción del Banco Central en la Bolsa con motivo de las ventas masivas de tÍlulos pro-
vocadas al comenzar el conflicto europeo.
33. Significado de las compras de 1·alores por el Banco Central
En esa intc1vención se ha comprobado concretamente la importancia capital
que tiene la política de compra de valores. no sólo para las transacciones bursátiles
sino para los bancos y toda la economía del país. La Bolsa cs. en efecto. uno de los
centros nerviosos más importantes del organismo económico: destruida allí la con-
fianza. el contagio psicológico se propaga rüpidamente al resto de la colectividad.
Pero hay algo más que esto en la experiencia realizada a este respecto. tanto en este
'país como en otros. principalmente en Estados Unidos. Las compras de títulos rea-
lizadas por los bancos centrales cuando acontecen serias perturbaciones psico-
lógicas constituyen la única fonna de dar liquidez al mercado financiero. permi-
tiendo que las inversiones a largo plazo se conviertan instantáneamente en recursos
líquidos. en vez de producir una baja desastrosa que no proviene del juego normal
de factores económicos. En otros ténninos. se establece una fácil comunicación en-
tre el mercado financiero y el increado monetario. y ello redunda en el mejor fun-
cionamiento de ambos. aparte de sus efectos sedantes sobre la economía general.
El que un banco central esté dispuesto a prestar a los bancos en cualquier momen-
to. facilit;índoles la transformación de parte de su cartera en fondos líquidos. es un
elemento poderoso de estabilidad bancnria.
Faltaba. por cierto. una válvula de escape semejante para dar desnhogo al mer-
cado financiero en momentos de gran presión como los que provocnron esta expe-
riencia. La experiencia se hizo y con resultados aleccionadores. Pero el Banco Cen-
tral podría no encontrarse en condiciones de volver a repetirla en circunstancias
difíciles. por no disponer del resorte necesario para hacerlo. Todos los recursos em-
pleados han sido del Tesoro Nacionnl que se encontraba en holgada situación y po-
día disponer. ademús. en caso ncccs~u·io. del anticipo que la ley permite usar en el
mismo banco. A fines de octubre el monto totnl de recursos invertidos en estas
operaciones había descendido a unos mSn 25.000.000. tomados como se ha expre-
sado de los fondos disponibles del Tesoro. Pero estas condiciones favorables po-
drían no repetirse y el Bnnco Central. no obstante la magnitud de sus medios po-
tenciales. se vería privado de la posihilidad de realizar estas operaciones de
regulación bursátil. salvo que el Estado tomase prestados a los lxmcos con tal pro-
pósito. lo cual resultaría. sin duda. inconveniente y tal vez contraproducente cuan-
do hay tensión en la plaza.

PROGRAMA DE REACIW ACIÓ!'\\ DE LA ECONO'.lc1ÍA NACIONAL
703
34. Recursos necesarios para estas operaciones
En otras legislaciones los bancos centrales están facultados para realizar opera-
ciones de títulos en el mercado abierto (open marker operatio11s). Pero entre no-
sotros el propósito de eliminar de los proyectos bancm-ios de hace cinco años todo
lo que pudiese ser considerado como expediente pm·a proveer de fácil recursos al
Estado. provocando la temida inflación. evitó que se siguiese en este punto la
práctica de otros países. El Banco Central sólo fue autorizado. pues. a comprar
títulos por el importe de su capital. las reservas y las lentas amortizaciones de sus
bonos consolidados. Los recursos correspondientes han sido ya invertidos y no
pueden, por lo tanto. ser utilizados en la regulación normal del mercado.
No obstante que el funcionamiento del Banco Central ha ido disipando las preo-
cupaciones que en esta materia existían. no parecería que el terreno esté preparado
para conseguir en este punto una amplia autorización para opcrm· como en otros
países sería atribuida. probablemente. al designio de cubrir un presupuesto en défi-
cit. Hay que encontrar entonces una solución que no sugiera tales preocupaciones.
El Banco Central no necesitaría. por lo general. empicar nuevos fondos pw·a com-
prm· valores en el mercado. Bastaría us:u· los fondos que ha absorbido en el mismo
mercado. tanto en los bancos como en el público. mediante la colocación de certifi-
cados de bonos consolidados o de custodia de oro y divisas o por los depósitos es-
peciales efectuados por los bancos fuera de sus cuentas de efectivo. Simplemente
se devolverían al mercado los fondos que le fueron absorbidos. sin creación alguna
de otros adicionales. Visto el caso de otro modo. el Banco Central. por razones de
elasticidad. transformaría papeles a largo plazo -comprados al público- en pape-
les a corto plazo. hasta que el mercado vuelva a funcionar en condiciones normales
y propenda nuevamente hacia el movimiento inverso. esto es. la transformación de
corlo a largo plazo.
Podría ocurrir. sin embargo, que en un momento dado. en vinud de la contrac-
ción monetaria provocada por las exportaciones de oro y divisas. como está ocu-
ITiendo ahora y probablemente continuará si no se modifica favorablemente el cur"
so de los acontecin~icntos internacionales. el Banco Central no pueda seguir
absorbiendo fondos a corto plazo en los bancos o en el público y que a pesar de
ello haya necesidad de adquirir títulos en la plaza. Esta necesidad no sólo podría
originarse en una pesada situación bursátil sino también en motivos de índole mo-
netaria. Hay circunstancias. en efecto. en que convendría evitar un descenso pro-
nunciado de las disponibilidades en la plaza para conllw-restar una tensión como la
que podría ocurrir. por ejemplo. si se hace necesario continuar con las exportacio-
nes de oro. o promover una política de holgura monctai'ia. En nuestro país. la baja

704
RAÍJI. PREBJSCIJ
de la tasa de redescuento no tiene en modo alguno el efecto clásico de estimular a
hacer uso de esta operación para lograr estos propósitos. según se está viendo en la
experiencia que realiza actualmcnte el Banco Central. Este tiene. pues. que seguir
una actitud pasiva. cuando la realidad le im¡xmdría tomar la iniciativa y continuar
con firmeza una política de compra de valores para poner en el mercado fondos
que sustituyan o llenen el claro producido por los que han tenido que cancelarse.
Conviene. sin embargo. poner un límite estricto a la autorización que se otorgue al
Banco Central en esta materia. Si éste no hubiera podido absorber fondos. o sólo lo
hubiera hecho en forma insuficiente. podría autorizársele a seguir comprando valo-
res hasta el 10% de los valores nacionales en circulación o en vez de ello. y no ade-
más de ello. a adquirir dichos valores hasta que los billetes y obligaciones a la vista
del Banco Central. de acuerdo con el artículo 39 de la Ley N'' 12.155. no sobrepa-
sen In cifra más alta de los últimos tres aiios. En esta última forma la institución rc-
guladom. a fin de evitar una contracción del crédito. podría reponer en la plaí'.a los
fondos cancelados. pero sin sobrepasar el máximo de esos tres aiios.
35. Títulos en pago de e.\\portacio11es
Habría también que contar con esta autorización para enfrcntm· ciertos proble-
mas perentorios que podrían surgir a raíz de nuestras dificultades de comercio exte-
rior. Hay que hacer el mayor esfuerzo posible para aumentar nuestras exportacio-
nes y limitar el problema de excedentes. Antes que otorgar créditos con tal
propósito. debemos aprovechar esta opo11unidad p~u-a repatriar en pago de parte de
los productos. nuestros propios títulos de deuda pública u otros valores argentinos.
como ser los fcm>Viarios. no existiendo. ¡x>r otra parte. posibilidad de colocar por
el momento esos valores en el mercado local. ¡.Con qué recursos contará el gobier-
no para financiar esas operaciones'? No se puede pensar. por cie110. en que sea el
Banco Central quien tenga que proveerlos directamente. La intervención del Banco
Central debe ser preferentemente de carácter 1mU"ginal. esto cs. proveyendo a los
bancos los recursos adicionales que requieren. pero no sustituyéndose a ellos para
prestar dinero. cuando los bancos están en condiciones de hacerlo. En el caso con-
siderado de rescate de deuda externa. si los bancos estuvieran dispuestos a finan-
ciar la operación sólo haría falta que el Banco Central se encuentre en condiciones
de tomm· eventualmente a su cargo o caucionar una parte de los títulos repatriados.
previa su transformación en títulos en moneda nacional o extranjera o previo reem-
plazo por títulos públicos u otros papeles susceptibles de ser negociados en el mer-
..::ado de los valores argentinos de otro orden que el Estado Nacional u otros orga-
nismos retirarán del extranjero en el caso de ser ello ncccs:U'io o conveniente.

PROORA~1A DE REACl'IV ACIÓN l>E LA Eco;-.;oMíA KACIONAL
705
36. Necesidad ele pe1jeccio11ar los medios para prere11ir la e.rpa11sió11
innecesaria del crédito
Se han considerado más arriba los medios a que podría acudir el Banco Central
para reponer en el efectivo de los bancos los fondos cancelados en virtud de la dis-
minución de las reservas monetarias y propender así a que aquéllos mantengan el
volumen de sus créditos sin peligrosas restricciones. Pero si bien en las actuales cir-
cunstancias este aspecto de la función reguladora del Banco Central es el que más
interesa. tiene idéntica importancia el considerar la situación contraria. o sea el in-
cremento de los efectivos ele dichos establecimientos. a fin de prevenir los efectos
de una perturbadora expansión del crédito. si ella se presentara.
La experiencia que se ha recogido en este punto es ilustrativa. Ya en la memo-
ria de su tercer ejercicio. el mismo Banco Central señalaba la conveniencia de au-
toriz:u-lo a colocar en el público. además de coloc:u- en los bancos. sus certificados
de pai1icipación en los Bonos Consolidados. La política de absorción de fondos so-
brantes sería mucho más eficaz si el Banco Central. actuando directamente en el
mercado. pudiera en esa forma neutralizar a la vez una parte del efectivo de los
bancos y del poder de compra del público. Esto último es de fundamental impor-
tancia. Pero aun el otorgamiento de la facultad de actu:u- sobre el público y sobre
los bancos por medio de la negociación de Bonos Consolidados no hasta cuando el
exceso de fondos está en los bancos y no en el público. pues en ese caso depende
de la determinación exclusiva de los bancos. con prescindencia del Banco Central.
el emplear ese exceso en aumentar sus préstamos o en suscribir aquellos certifica-
dos de participación. Lo mismo podría decirse de la facultad acordada al Banco
Central de recibir depósito a interés de los bancos. Ello permitiría. sin duda. exten-
der la política de absorción de fondos. pero dejaría subsistente la posibilidad de
que los bancos. reclamando la devolución ele tales depósitos. estén en condiciones
de expandir el crédito. La única solución satisfactoria es la que han adoptado legis-
laciones recientes. Cuando el crecimiento de los efectivos bancarios pudiera. a jui-
cio de la institución reguladora. conducir a la expansión del crédito. se le faculta a
neutralizar ese crecimiento por medio de la elevación de los porcientos mínimos de
efectivo que deben guardar todos los bancos.
Una medida de esta índole constituiría un freno poderoso a la expansión del
crédito. pero al obligtu- a los bancos a conservtu- más fondos que los nonnales los
afecta en su capacidad de ganancias. De ahí que se les permita inve11ir este suple-
mento de efectivo en certificados de participación de bonos consolidados o de cus-
todia de oro y divisas o depositarlo a interés en el Banco Central. Por cie110 que no
debe facultarse a este último a invertir estos fondos del efectivo suplementario.

706
como no puede hacerlo con los del efectivo mínimo en ninguna operación que.
como la compra de valores nacionales. vuelva a poner los fondos en circulación
contrariando así el fin que se persigue. Sólo conviene dejar al Banco -en cuanto
no esterilice esos fondos- la posibilidad de depositar dichos fondos en aquellos
bancos que no tienen el efectivo mínimo suplementario. a fin de que cumplan con
los nuevos porcientos. salvo que conviniera exceptuarlos momentáneamente en las
condiciones que establece la ley vigente.
Hay un precedente en esta materia. el Banco Central ha tomado poco tiempo
después de iniciar sus funciones una medida tendiente a aumentar el efectivo
mínimo de los bancos al exigir mayores porcicntos para la suscripción de certifica-
dos. Pero su alcance es bien limitado y no puede compararse en eficacia con la au-
torización que el proyecto le concede y que abarca el incremento de efectivo de to-
dos los bancos por el tiempo requerido para prevenir la expansión del crédito.
CAPITULO 111
EL Df:FfCtT F!\\ LAS Cl:E!\\TJ\\S EXTERIORES
37. Tres ::.011as de i111erc11111hio
Se ha expresado en otro lugar de este informe que una de las condiciones esen-
ciales del programa económico. es conseguir que el estímulo general de la deman-
da no provoque el crecimiento anormal de la importación de artículos extranjeros.
Forzoso será conseguirlo. no sólo porque es deseable que esa demanda se dirija ha-
cia las actividades internas. sino porque esa actitud nos viene impuesta por la alte-
ración que ha experimentado el sistema intenwcional de comercio y de pagos. que
no está en nuestras manos hacer desaparecer.
Nuestro intercambio se realiza ;1ctualmente en tres zonas económicas muy dife-
rentes. En una de ellas. la más importante. que comprende el úrea de la libra esterli-
na. además de otros países. el comercio se hace sujeto a convenios de compensa-
ción o de pago en divisas bloqueadas que no pueden ser libremente transformadas
en oro o en divisas transformables en oro. Otra parte del comercio se hace en la
zona en que las venias y las compras se realizan en divisas transferibles a países de
cualquier wna o transformables en oro. principalmente Estados Unidos. La tercera
parle del intercambio se hace en l;i zona de países limítrofes o vecinos. cuyo co-
mercio estú sujeto a distintos sistemas de contralor de cambios.

PROGRAMA DE REACl'IV ACIÓN DE LA ECO:\\OMÍA NACIONAL
707
En la primera zona mencionada nuestro intercambio no nos produce en este
momento déficit de moneda extranjera. Por el contrario. existe un problema de sal-
dos. que no tiene magnitud desproporcionada en estos momentos. pero que podría
llegar a cre:u- problemas de consideración si aumentan nuestras ventas a esos paí-
ses. ventas que son para nuestra economía de Ja más alta importancia.
Es necesario prever la manera de utiliz:u- en la forma más convenieme para nues-
tro país los saldos en moneda ex1ranjera acumulados o que puedan acumularse en
el intercambio con esos países. ya sea que recibamos en pago de ellos títulos de
deuda pública o valores de otra clase. según ya se ha expresado en otro lugar. Si lo
recibido fueran títulos no pueden presentarse muchas dificultades -una vez re-
suelto el problema de financiación-. porque la recepción de lo1es de papeles de
distintas emisiones no tiene efectos muy distintos de la recepción de tocios los
títulos de una emisión -salvo pequeños inconvenientes administrativos-: pero si
se traia de valores de otro orden. como podrían ser los ferroviarios. o los de otros
servicios públicos. habría gran desventaja en recibir esos papeles separadamente.
sin beneficio genernl alguno. En cambio sería de evidente conveniencia emprender
un plan general que permitiría utilizar las divisas bloqueadas o las provenientes de
exportaciones adicionales en realizar o adelantar la solución de fondo de proble-
mas pemianentes. como el ele los transportes. Sin que pueda. hasta este momento.
anunciarse otm cosa que la existencia de un proyecto en elaboración, cabe en este
lugar expresar que no es aventurado pensar en que los saldos en libras resultantes
de nuestro comercio con los países del área esterlina pueden ser utilizados en un
vasto programa de adquisición del contralor de piezas esenciales del sistema de
transporte. si el proyecto respectivo -hoy a estudio de otro dep:111amento- mere-
ciera la aprobación del gobierno y del Honorable Congreso.
Por lo que respecta al intercambio con los países de la zona de divisas transferi-
bles. existe por el momento un sensible déficit en lo que concierne a las transferen-
cias que se realizan en el mercado oficial de cambios. Calcúlase que al cerrar el
presente año este déficit ascenderá a unos mSn 370.CXJO.OOO. calculados al tipo de
cambio comprador como t<xlas las cifras de este capítulo para facilitar comparacio-
nes. y será necesario contemplar los problemas que ello crea y que se analizan en
otra parte de este informe. En cuanto a los países vecinos el problema que se pre-
senta no es el déficit de moneda extranjera -generalmente nuestras exportaciones
superan a las importaciones- sino el de acrecentar el intercambio. Ya se ha expre-
sado en páginas anteriores la política que debe seguirse con esos países: propender
al desarrollo de una actividad creciente de intercambio libre. Es esencial. por lo
pronto. que las imporiaciones provenientes de esos países no sean restringidas; al
contrario. hay que estimularlas en todas las formas posibles: primero. p:u·a que

708
RACL PREBISCll
nuestros vecinos puedan corregir el déficit que tienen con la Argentina: y luego
para impulsm· con la mayor intensidad nuestrns propias exportaciones.
38. El déffrit y las exporwrio11es de oro
Las razones del déficit en la zona de divisas transferibles son fáciles de com-
prender. Las importaciones que antes realizábamos del continente europeo. se han
desviado en gran parte hacia Estados Unidos y los saldos ¡x>sitivos que antes te-
níamos con otros países y que contribuían a cubrir el déficit crónico de nuestras
cuentas con ese país. no pueden seguir siendo utilizados con ese ohjeto como lo
eran antes. debido en parte a que han disminuido o desaparecido. y en parte al blo-
queo de divisas a que se acaba de hacer referencia.
Como la reserva de divisas que aún mantenía el Banco Central al iniciarse el
año en curso no resultó suficiente para cubrir ese déficit. fue necesario iniciar la
utilización de las reservas metálicas recibidas por el Banco Central. Se estima que
hasta fines de año. será indispensable exportar un equivalente de mSn 100.000.000.
sin contar lo que será necesario para hacer frente al desequilibrio de los primeros
meses del <iño próximo.
El oro está precisamente para ser utilizado en casos de esta índole y el Banco Cen-
tral está legalmente autorizado para vender en el exterior todo lo que juzgue necesario
hasta que la garantía metálica llegue al mínimo del 25%. Hoy alcanza al 113% de to-
dos los billetes emitidos por el banco y al 79% delconjunto de billetes y obligaciones.
Sin embargo. el banco ha demostrado hond<i preocupación por estos embarques
de metálico. no por la operación en sí misma. sino por la amplitud que podría ad-
quirir en el próximo año.
En efecto. si las importaciones continúan con su ritmo actual y las medidas en
estudio destinadas a expandir las exportaciones a Estados Unidos y otros países no
llegan a convertirse en realidad. el déficit de nuestras cuentas exteriores en la zona
de divisas transferibles alcanzaría a la elevada cantidad de mSn 475.000.000.
En el cuadro que sigue figuran las cifras estimadas para el año en curso y el
próximo. Al analizarlo debe recordarse que en el primer cuatrimestre de 1940 se
hicieron exportaciones importanles ;i países del continente europeo que proveían
de divisas libres y que. de mamenerse la situación actual. no ¡xidr{m repetirse en
1941. Por el contrario. las compras que efectuábamos en esos paises serán provis-
tas en su mayor p;u-tc por Estados Unidos. Esto explica el agudo descenso de las
·exportaciones y la estabilidad de las importaciones.

PROGRAMA DE REACTIV ACIÓ"l DE LA ECONO~liA NACIO'llAL
709
Déficit de nuestras cuentas en la 1.ona de divisas transferibles
(Cifras dcl men·ado olki:tl, exl'111sirnme11fc)
1'1-Ml
1'141
(En millones ele m$11J
Activo
393
190
Exportaciones
393
190
Pasil'O
763
665
Importaciones
598
580
Importaciones oficiales
1.
70
Deuda y gastos oficiales
89
82
Diversos
6
3
D~ficit
370
475
, 1 No se han calculado para 1941 las cnnpras lle rcpai1icinncs nacionales.
Se ha hahlado frecuentemente de realizar operaciones de crédito exterior pru·a
cubrir este déficit. Hasta ahom se ha conseguido del Export lmixlrt Bank 20 millo-
nes de dólares o sea un e<.juivalcmc de mSn 67.000.000 (al tipo compn_1dor) que
sólo permitiría cubrir una parte relativamente pequeña de lo necesario. Por lo tanto.
si las medidas en estudio no alcanzan éxito y las importaciones siguen el ritmo se-
ñalado. las perspectivas para el año próximo indican que será necesario exportar un
equivalente de mSn 408.000.000 de metálico.
39. Es indispensable limitar las importaciones
La sola mención de esta cifra indica la necesidad imixlstergablc de tomar medi-
das que coITijan el desequilibrio con la mayor intensidad posible. a fin de reducir
los cmbm·ques de oro a una cantidad razonable. si es que no es posible evitarlos.
No puede dudarse en cxprcsm· que la mejor solución sería expandir las exporta-
ciones dirigidas a la zona de divisas transferibles. El país sigue creyendo que lo

710
RAÜ. PREBlSCll
más conveniente para su desarrollo económico. es aprovechar al máximo sus gran-
des aptitudes para producir y exportar cantidades crecientes de productos agroix:-
cuarios. Por desgracia. no depende exclusivamente de nuestra voluntad el acrecen-
tar las exportaciones y el estado actual de las relaciones comerciales entre países
no nos autoriza a ser optimistas. Por otra parte. el monto del déficit es de una mag-
nitud taL que sería imprudencia no adoptar soluciones a nuestro alcance mientras
se espera el momento de aplicar la expresión de deseos que se ha formulado.
For1.ados por las circunstancias. nos vcn.:mos. pues. en la ineludible necesidad
de limitar en cierta forma las importaciones procedentes de la zona de divisas
transferibles. No cs. por cierto. una tarea f:íciL pues hay una proporción muy im-
portante de ai1ículos que el país necesita vitalmente para el desenvolvimiento nor-
mal de las industrias. las construcciones y los transportes. Estímase esta cifra para
1941 en mSn 235 millones con las reservas que deben tenerse en un cálculo de tan-
ta anticipación. El resto de las importaciones llegaría a unos mSn 295.000.000 te-
niendo en cuenta las tendencias actuales. Es en esta cifra en que tendrán que apli-
carse severas restricciones para lograr el propósito perseguido. Pero como es
sabido. no todos los artículos est:ín en igualdad de condiciones a este respecto. La
experiencia demuestra que es preferible restringir un escaso número de artículos
cuyas importa~ones ascienden a un importe considerable. que hacerlo en gran can-
tidad de otros artículos de menor cuantía. pero que ocasionan una gran complica-
ción administrativa. Esta consideración de orden pr:íctico ha llevado a dividir la ci-
fra anterior en dos grupos. En el primero figurarán esos artículos de importancia
tales como automóviles y maquinarias agrícolas. y su importación. que de acuerdo
con las autoriwciones actuales podría llegar a mSn 72 millones. se limitará a la ci-
fra de mSn 24.000.(XlO. que podr:í ser aumentada si mejoran las disponibilidades de
cambio en relación al cálculo efectuado. En el otro grupo entran el resto de los ar-
tículos; se tratar:í de que las restricciones necesarias se hagan espontáneamente. li-
citando el cambio que se destina para ellas en lugar de aplicar directamente limita-
ciones cuantitativas. Para no recargar demasiado este grupo es aconsejable
suspender. hasta que sea posible reanudarlos. los permisos previos para una serie
de artículos de última necesidad cuya importación se estima en unos mSn
43.000.000. Quedaría. pues. una diferencia de mSn 1 X0.000.000.
En resumen. las importaciones de la zona de divisas transferibles en 1941 se
agruparían en la siguiente forma:

PROGRAMA DE REACrtVACIÓ'.\\: DE LA l'CO!\\O~liA :>:ACIO:\\AL
711
Sti:ún las
Con las
aut•,rizac..·iont'S
restrkciones
al'luales
que
se 1>ro~·eda11
(En millones de m$11)
Primer grupo:
A11ículos esenciales. sin restricciones
28:'i
28:'i
Segundo grupo:
Artículos que deberún ser directamente
restringidos
72
24
Tercer grupo:
A11ículos que serán indirectamente
restringidos
223
180
Total
580
489
40. Forma de pagar las i111portacio11t:s
Debe examinarse ahora la forma de pagar esras importaciones. Al limitar la im-
portación de los artículos del segundo grupo a mSn 24.000.000 habrá que fijarles
una cantidad etJUivalcnte de cambio proveniente de las exportaciones. Como éstas
se calculan en mSn 2 IO.<Xl0.000. incluyendo mSn 20.0<XUlCXl que se exportan a Es-
tados Unidos por el mercado libre. quedarían mSn 186.000.000 que serían insufi-
cientes para pag:u· las importaciones del primer grupo. a saber: rnSn 285.000.000
de artículos esenciales; la diferencia de mSn 99.000.000 tendría que ser cubierta
con exportaciones de oro. En cuanto a las importaciones del tercer grupo. no habría
ya divisas provenientes de exportaciones de productos parn pagarlas. Tampoco se-
ría conveniente empicar mct<Ílico con tal propósito. Sólo quedan. pues. los mSn
67.000.000 del préstamo del Export lmport Bank. y los préstamos que puedan con-
seguirse más adelante. Como la cifrn de las posibles importaciones de este grupo es
mucho mayor que la del cambio de que se dispone para ellas. no hay otra solución
que limitarla drásticamente. Se prefiere el procedimiento de limit;tción indirecta
por las razones indicadas. El cambio disponible se licitaría periódicamente entre
los importadores del tercer grupo en forma que a los que ofrezcan los mayores pre-
cios se adjudique el cambio licitado.

712
En resumen. las importaciones se pagarían así:
lmpurtadoncs
Di\\'isas
( E11111i/1011es de 111$11)
Primer grupo
285
285
Exporlaciones de mercaderías
186
Exportaciones metálico
99
Segundo grupo
24
24
Exportaciones de mercaderías
24
Tercer grupo
180
67
Préstamos exteriores
67
Total
489
376
No se incluyen en estos c:ílculos las importaciones efectuadas directamente por
el Estado y en especial por algunas reparticiones autónomas. Como no hay más di-
visas disponibles. no habrá otra posibilidad de efectuarla~ -salvo que se consiga
para ellas créditos exteriores- que por la exportación de oro. Será. pues. indispen-
sable que las reparticiones comprendan que cada artículo cuya importación solici-
tan significará para el país desprenderse de oro por el l 00% de su importe. Habrá
también que exportar melálico para pag:u· los servicios de la deuda y gaslos oficia-
les en Estados Unidos y Suiza por un monto de mSn 85.000.000. con lo que las ex-
portaciones totales de oro en 1941. sin citar lo que se requiera para pagar las im-
porlacioncs oficiales. llegarán a mSn 184.000.000. cifra que si bien es mayor de lo
que sería aconsejable esiá. sin embargo. dentro de lí1~lites prudentes.
41. Ne<"csidad de nw111e11er el mercado lihre de <"llt11hios
Según ya se ha dicho. las cifras anleriores se refieren exclusivamenlc al mercado
oficial. en donde se realizan todas las transacciones de cambio relativas al comercio
exterior. salvo una pequeña proporción de artículos de exportación cuyo cambio se
negocia en el mercado libre. En cuanto a este último. su situación en el año en curso
es satisfactoria.

f>ROGRA\\IA DE REMTIV AClcJX DE LA H'0:'-:01\\IÍA XACIOXAL
Es de todo interés recalcar la firme decisión del gobierno nacional de mantener y
asegurar el régimen de facilidades en las operaciones del mercado lihre de cambios.
No sólo apoyan esta actitud razones de orden técnico. sino la necesidad que tie-
ne todo país nuevo como el nuestro. en proceso de activa evolución y expnnsión
económica. de recibir el aporte de capitales extranjeros dispuestos a invertirse en
forma permanente para la explotación de sus cuantiosas posibilidades productivas.
Como es evidente. una condición primordial para que ese capital venga es contar
con una absoluta seguridad de recibir regularmente los servicios de interés. amorti-
zación o utilidades.
De acuerdo con esto. las transferencias financieras a Estados Unidos han segui-
do eJCctu;índose con toda regularidad y si bien se ha creído necesario establecer un
permiso para remesas al continente europeo. ello no es imputable a nuestro país y
se explica por el disloque que el conflicto bélico y las cuentas de compensación
han provocado en las transferencias. No puede decirse que la corriente de capitales
haya sido de significación en los últimos tiempos. pero ha servido para mantener el
mercado libre en un rclalivo equilibrio. Si ella aumenta. habr:í llegado la oportuni-
dad de emple:ir las divisas respectivas en facilitar las importaciones. aliviando las
restricciones que ha sido forzoso aplicar.
42. Necesidad dl' estimular las e.rportacio11cs de artículos 1111crns
Por supuesto que si nuestras exportaciones aumentan ¡x>r la compra de nuestros
excedentes. se podr;í facilitar asimismo de inmediato las importaciones que tanto
se requieren. También parece posible iniciar la exportación de nuevos artículos. Se
han insinuado recientemente algunos esfuerzos aislados a fin de sustituir algunos
artículos que Estados Unidos no puede seguir adquiriendo en el continente euro-
peo. Hay. indudablemente. un gran campo de acción en esta materia. Pero el es-
fuer1.o de penetración en ese mercado requiere basarse en una org:mi1.ación para la
cual nuestra industria no se encuentra desde luego preparada y requiere asimismo
contar con recursos cuya magnitud resulta superior a las posibilidades ele las firmas
individualmente consideradas. Por olro lado las exportaciones de nuevos artículos
o de artículos que hoy se exportan pero en escasa cuantía. no encuentran siempre el
incentivo necesario para provocar su expansión.
Después de estudiado este problema y examinadas las distintas posibilidades
que se ofrecían. se ha llegado a la conclusión de que el mejor es1ímulo para promo-
ver estas exponaeioncs ser:í la posibilidad de usar el cambio adicional creado por
ellas en efectuar libremente y en la misma medida importaciones de artículos suje-
tos a restricciones. La necesidad o conveniencia de ampliar mediante este procedí-

71.+
RALL PKl'lllSCI 1
miento las imponaciones de estos ;u-tículos inducid seguramente a los im¡xlnado-
res a pagar mejores precios que los vigentes por el cambio que les permite realil.ar
estas operaciones adicionales. Esto tender;í. naturalmente. a estimular las exporta-
ciones dándole el incentivo que les hacía falta. Pero ello podría traer también una
competencia desordenada en los mercados exteriores con efectos contraproducen-
tes por las medidas que. sin duda. reclamarían los intereses afectados. Asimismo.
el alto precio pagado por el cambio adicional. podría estimular artificialmente el
desarrollo de cienas actividades que m:ís tarde no podrían .1rnhsislir.
De ahí la necesidad de que estas operaciones se hagan por intermedio de orga-
nizaciones res¡xmsahles. que eviten la dis1x;rsión de esfuerzos y coordinen la ac-
ción de las firmas interesadas. Es1as organizaciones o compañías no deberün perse-
guir beneficios sino la obtención de cambio adicional para las firmas que l¡¡s
componen. en virtud del desarrollo de las exportaciones consideradas. Tendr:ín
toda la libertad de acción necesaria para trabajar eficazmente y sólo estanín sujetas
a una reglamentación tendien1e al cumplimiento de los fines perseguidos y a la su-
pervisión de las operaciones de cambio. En1re el precio ele las divisas que obtienen
por las exportaciones que realizan o provocan y el precio a que las venden a sus
miembros podrán establecer diferencias a fin de obtener los recursos necesarios
para el l'xamen de los mercados y la organización eficiente de las exportaciones.
De m:ís está expresar que no debe esperarse de la acción de estas compañías. o
ele una sola. si todas las fuerzas deciden unirse así para concentrar todos sus esfuer-
zos. un alivio considerable en nuestras dificultades. especialmente en nuestro inter-
cambio con Eslados Unidos. Pero sus cfec1os podrán ser apreciables en cienas ra-
mas del comercio. Esto concierne al aspecto circuns1ancial de este asunto. Hay. sin
embargo. otro aspec10 cuya importancia es innegable. El gran mercado de Estados
Unidos ofrece enormes posibilidades. No hay ninguna razón lógica ¡xu-:1 que nuestra
industria no pueda aprovecharlas. La tarea es bien compleja y difícil. pero de ningún
modo imposible. No podría justificarse el no emprenderla en estos momentos en
que el país tiene vital necesidad de exportar por los considerables obstáculos que se
oponen a ella. Exportar no es por cierto tarea de gobierno. La iniciativa privada tie-
ne todo el empuje. el ingenio y las aptitudes necesarias para hacerlo. Pero el gobier-
no debe preocuparse en crear las condiciones favorables. Tal es el significado ele
esta experiencia y la razón de ser de su inclusión dentro del programa económico.

93
LOS PROBLEMAS ORIGINADOS POR LA
CONTINUACION DEL CONFLICTO EUROPEO*
1. LAS ACTIVIDADES BURSATILES
Después de colocada en el mes de diciembre de 1939 la segunda emisión del
año con plaza muy favorable. la demanda de valores públicos continuó manifes-
tándose activa. La persistencia del movimiento permitió vender a comienzos ele
1940 los títulos de las cuentas del Gobierno Nacional y obligó al Banco a interve-
nir con valores de su propia cartera a fin de evitar un aumelllo demasiado pronun-
ciado en las cotizaciones.
Todo indicaba. pues. que la oportunidad era favorable para lanzar una nueva
emisión. Oída la opinión de la Comisión de Valores y con el asesoramiento ele la
Junta Consultiva del Consorcio para la emisión de títulos nacionales. el Gobierno
Nacional resolvió colocar en suscripción pública. a principios de mayo. títulos del
Crédito Argentino Interno 1940. Los mSn 159 millones ofrecidos se cubrieron con
exceso en el primer día.
Poco después. los acontecimientos internacionales alteran por completo el tono
del mercado de valores. circunstancia que decide al Poder Ejecutivo a adquirir nue-
vamente cualquier ca111idad de títulos nacionales que se le ofrezca a determinados
precios mínimos. La corriente de venta se hizo sentir en los últimos días de mayo y
en la primera quincena de junio. y el Gobierno Nacional. que dis¡xmía de los fon-
dos necesarios par::i hacer frente a esta emergencia sin necesidad de recurrir a anti-
cipos del Banco Central, adquirió en pocas semanas títulos por un importe de m$n
46 millones.
* N. del Ed. Puhlicado en Banco Central de la República Argentina. Mc111oria Anual. Sexro Ejerci-
cio. 1940. Buenos Aires. Gotdli. 1941. cap. 11. págs. ~-12. Reproduciclo en Banco Central de la
República Argentina, La Cl'l'aci<>n del Banco Cenlral y la cxperic11cú1 monetaria argentina entre los
a1io.1 1935-19./J. Buenos Aires. 1972. l. l. ¡xígs. 123-135. Sobre la redacción de la Memoria i\\1111al.
véase la Nota del Edilor al capítulo 77 de este volumen.
·

716
RAÜ, PRElllSCl 1
Cooperaron eficazmente en esta t:u·ea. como en el año anterior. el Banco Hipo-
tecario Nacional. el de la Provincia de Buenos Aires y el Municipal de Préstamos
de la Capital Federal. que apoyaron los papeles confiados a su custodia.
La decidida intervención en el mercado bursútil junto con la determinación de
la Comisión de Valores de suspender temporariamente las recomendaciones para
cotizar nuevos papeles y con las medidas de otro orden que se analizan en su lugar.
lograron restablecer la calma. con lo que las operaciones se normalizaron a las po-
cas semanas y los precios volvieron a subir.
De la circunstancia de haberse intervenido en el mercado por segunda vez en el
curso de pocos meses para evitar en toda forma que los precios descendienm de
ciertos niveles. no debe inferirse que se trata de un procedimiento normal y co-
rriente en la política reguladora encomendada al Banco Central. Por el contrario.
solamente hechos de naturaleza y magnitud tan excepcional pueden justificar una
actitud de esa índole. cuyo objeto no es otro que el de imponer una pausa destinada
a lograr que desaparezca la nerviosidad y a que los negocios bursütilcs retomen un
tono regular en consonancia con la situación del mercado monetario local y con las
perspectivas generales.
2. POLÍTICA DE CR!''.Drro
Ha de recordarse que desde la iniciación de sus actividades. y como reflejo de
la abundancia de fondos. una de las preocupaciones del Banco Central en la tarea
de regulación del crédito ha sido evitar que los bancos aplicaran una política de ex-
pansión de préstamos. Era preciso que el volumen de los medios de pago no sobre-
pasara las necesidades reales, por la repercusión que ello hubiese tenido sobre las
importaciones y las reservas de oro y divisas.
Frente a las consecuencias iniciales del conflicto europeo. se manifestó. en la
Memoria del ejercicio anterior. que las circunstancias aconsejaban ser prudentes en
el otorgamiento de créditos. con el fin de mantener las reservas del sistema banca-
rio para lo imprevisto y extraordinario sin malograr su empico en perturbadoras li-
beralidades.
El curso ele los acontecimientos en 1940 ha venido a poner de relieve lo justifi-
cado de la recomendación y la necesidad de su mantenimiento.
A la intranquilidad que se produjo en mayo en la Bolsa. vino a agreg:u-sc la in-
certidumbre con respecto al futuro de nuestras exportaciones y a la llegada de mer-
caderías importadas de los mercados proveedores tradicionales.
El momento exigía actitudes que infundieran confianza. Concordante con la de-
cisión del Gobierno Nacional y de otros emisores. de volver a apoyar sin limitación

PROBLE!\\fAS ORIGINADOS f'OR EL CONFLICTO uí;uco
717
sus valores bursátiles, el Banco Central creyó oportuno el 12 de junio sugerir a los
bancos que evitaran restricciones en los créditos que pudieran perturbar la evolu-
ción de los negocios y provocar innecesm·ias liquidaciones. Señalaba esta actitud
como "un deber fundamental de los bancos" y se mostraba asimismo dispuesto a
cumplir con su propio deber de facilitarles todo el concurso que les fuera necesario.
La comunicación decía en seguida: "Los establccimicntos de crédito se encuen-
tran, por cierto. en una situación muy desahogada. Los efectivos ascienden a cerca
de m$n 800 millones y exceden en más de mSn 300 millones del mínimo prescrip-
to por las disposiciones vigentes. Pero si por cualquier eventualidad fuese necesa-
rio acudir al instrumento que la ley ha puesto en manos del Banco Central para fa-
cilitar el desenvolvimiento bancario, ese instrumento será usado con prontitud y
resolución y los bancos podrán redescontar el papel elegible ele su cm1era en la me-
dida que se requiera''.
"Bancos muy importantes de plaza -respondiendo a una sugestión del Banco
Central- han comunicado a este respecto la determinación ele hacer uso del redes-
cuento de inmediato. no obstante la abundancia de sus disponibilidades. como ma-
nifestación expresa de su propósito de dar a la plaza todas las disponibilidades que
ella necesite y de estimulm· así el empico deliberado del medio que la Ley ha crea-
do con este objeto".
Después de referirse a la intervención en la Bolsa añadía: "Todo esto responde.
así, a una política monetaria bien definida que consiste en dar holgura de recursos en
estos momentos a todos los sectores de la economía: los bancos. la Bolsa y las distin-
tas ramas de la prcxlucción y los negocios. Y ello es tanto más recomendable cuanto
que su desarrollo ha sido fundamentalmente sano y no se ha notado anteriormente
ninguna desviación de carácter especulativo ni desarreglo alguno en la producción".
Y concluía en los siguientes términos: "El Banco Central se ha dirigido en otra
oportunidad a los bancos para prevenirles del peligro de una expansión inconve-
niente de los préstamos. Hoy vuelve a hacerlo para prevenirles del peligro de una
restricción igualmente inconveniemc. lo que no significa. por cierto. alentar indebi-
dos aumentos en las operaciones de crédito".
"Espera. pues. que en esta como en aquella oixmunidad encontrará la inteligen-
te comprensión de los bancos y su decisión de colaborar rcsuellamente para lograr
el propósito de dar el mayor alivio posible a la economía del país y propender por
todos los medios a desa1rnllar la serenidad y la confianza".
Las entidades bancarias respondieron ampliamente al llamado. gracias a lo cual
los comerciantes, los induslliales y los productores en general. al poder descartar el
problema de la falla del crédito necesario para el manlcnimienro de sus negocios.
pudieron encaminar sus esfuerzos a resolver las dificullades de otro orden que los
hechos les planteaban.

718
RA(JL PREBfü'H
Por su pmte. el Banco Central inició su política de redescuento con operaciones
experimentales. de las cuales se trata con más detalle en otro capítulo. Uno de los
medios más eficaces de que disponen los bancos centrales para evitar las bruscas
contracciones en el crédito y sus graves consecuencias económicas. ha adquirido
con ello en nuestro mercado el carácter de una práctica normal. convirtiéndose en
un resorte eficaz de nuestro sistema monetario.
3. BALANCE DE PAGOS
1'1• Prohlernas plal//eados por la guerra. Al iniciw·se la guemt europea se detu-
vo el déficit que venían mrnjando nuestras cuentas internacionales. Pero. a la vez.
surgió un nuevo y serio prohlema al extenderse el sistema de convenios de com-
pensación bilateral. En adelante. fue necesario considerw· la división de nuestro co-
mercio exterior en dos grupos de países: d de divisass de libre disponibilidad y el
de las cuentas de compensación.
El importante comercio que manteníamos con Francia. Holanda. Bélgica. Italia
y otras naciones de Europa quedó totalmente suspendido desde mediados de 1940.
Y mientras las exportaciones que :mtes enviábamos a esos países quedaron casi sin
mercado. la demanda de los productos que con anterioridad les comprábamos se
orientó de inmediato hacia los Estados Unidos.
Como resultado de estas alteraciones en las conientes del intercambio se ha
producido un considerable déficit en el balance de pagos en la zona de divisas li-
bres. En cambio. las cuentas de compensación señalan superávit.
211• Los pagos co11 los países con co111·e11ios de compensación. En el año. los in-
gresos en nuestras cuentas de compensación han llegado aproximadamente a mSn
740 millones. 1 provenientes casi exclusivamente de exportaciones. Y como los pa-
gos a los países de este grupo en concepto de importaciones. servicios de la deuda
pública. gastos oficiales y servicios financieros. no ascendieron sino a mSn 620 mi-
llones. ha resultado un sobrante a nuestro favor de alrededor de mSn 120 millones.
Casi la mitad de este sobrante fue percibido en divisas de libre disponibilidad. pues
el convenio con Francia prevé la conversión a dólares del saldo a nuestro favor y el
convenio suscripto en 1939 con Gran Bretaña admitía la libre disponibilidad de
una suma razonable para el pago de los servicios de nuestra deuda pública en los
demás países.
De tal suerte. el saldo bloqueado aumenta durante el año en sólo m$n 65 millo-
1
Esta cifra y todas las que se dan a continuacit>n c<•1 respecto a impo1taciones. expOJtaciones y
saldos e•t<Ín calculada' al tipo comprador oficial de mSn 13.50 la Jihra esterlina.

PROBLEMAS ORIGINADOS POR ELCONHJCW Bl~l.ICO
719
nes. suma que. agregada a la que se había acumulado a fines de 1939. no represen-
la por ahora un problema serio. dado que está en buena parte cubierta con las trans-
ferencias que corresponde erectuar en un corto plazo a los respectivos países en
pago de las sumas que les adeudamos por importaciones. se1vicios de la deuda
pública y servicios financieros.
Cabe agregar que. por el momento. el interc<unhio coi1 Alemania y Francia ha
quedado prácticamente interrumpido. Por lo tanto. las cuentas de compensación
que mantienen un movimiento activo se limitan a Gran Bretaña y España. y es con
respecto a ellas que hemos de considerar a continuación el problema del aumento
de los saldos a nuestro favor.
Conocida es la importancia del primero de estos países como comprador de pro-
ductos argentinos. En épocas normales. nuestras ventas a Gran Bretaña alcanzaban
aproximadamente a una tercera parte del total exportado. En los últimos meses. no
obstante la restricción que se ha producido en las adquisiciones de Gran Bretaña.
esa proporción ha aumentado aun más. (lebido a) cierre de otros mercados.
No ha sido posible. desgraciadamente. llegar a un acuerdo respecto a la conver-
sión en divisas libres .de los saldos que arroja nuestro balance de pagos con el Rei-
no Unido.
Ante tal situación. ambos gobiernos se han preocupado de hall:.u- un medio que
permita. en las difíciles circunstancias actuales. mantener nuestras ventas de pro-
ductos al Reir10 Unido y· facilite. en la medida de lo posible. el desbloqueo de los
saldos a nuestro favor.
En el curso de las negociaciones que se han realizado con motivo ele la renova-
ción del convenio. cuyas tram ilaciones no están aún terminadas. se ha considerado la
posibilidad de que el Gobierno Argentino utilice sus saldos acreedores en libras es-
terlinas pm·a la repatriación de valores argentinos radicados en el Imperio Británico.
Al respecto el Gobierno Británico ha expresado el deseo de que se considere un plan
general de adquisición de ferrocarriles ingleses en la Argentina. y ele que los saldos
en libras sean aplicados preferentemente al pago en efectivo de valores representati-
vos de las mencionadas inversiones. ele acuerdo con el plan que se elabore.*
* N dt•I Ed. Raúl Prehisch propuso. en el lapso 1939-1940 .. la ad,¡uisición ¡x1r el Estado de los fe-
rrocaniles ingleses en Ja Argentina. Dijo: "Se me hace enemigo de la nacionalización de los ferroca-
rriles. Yo he hablado de esa nacionalización mucho antes que el general Perón: no he hablado
púhlicmnente. pero hay un documento mío en el Banco Central. un memor:índum dictado por mí en el
año 1939 o comienzos de 1940. en t¡ue s~ dice que para seguir cxpo11ando la carne argentina a Gran
Bretaña es indispensable darle facilidades a las libras hlm¡ucadas. Inglaterra no p(xlía p:igar en oro y
había que seguir cxpo11ando y recibir libras con garantía <..lro o reducir violcntan1cntc las expo1tacioncs:
y se agrega: es óe11n (]UC nmu1uc l'cngan garantía de oro hay un riesgo para .la Argentina. pero ese riesgo

cstü ampliamenlc cubie110 con los ac1.ivos británicos en la Argcnlina. especialmente con los ferroca-
nilcs: y espero que las libras sirvan para nacionalizar los fc1Tocarrilcs. Si no está en una Memoria del

720
RMll. PREllJSCll
En cuanto a España. en las varias operaciones de compra de productos agrope-
cuarios 4ue ha formalizado. se ha comprometido a compensar su valor parte con
entrega de pnxluctos españoles y parte con los servicios de nuestra deuda externa
en pesetas. En la actualidad se est:í estudiando la posibilidad de suscribir un nuevo
convenio para unificar los distintos arreglos. simplificar el mecanismo de pagos y
dar mayor elasticidad al intercambio.
3~. Paspccliras del 111cff1ulo oficial en la ::011a de di1'isos de film' di.\\po11ihili-
dad. Las exportaciones a la zona de libre disponibilidad apenas excedieron en 1940
de mSn 610 millones. o sea alrededor de mSn 130 millones menos que las ventas a
países con convenio de compensación.
En cambio. los pagos por todo concepto llegaron a mSn 840 millones. es decir.
m$n 220 millones más que en el grupo de cuentas de compensación.
Se produce con ello en la zona de divisas libres un déficit de importancia. que
asciende a mSn 230 millones. cifi~1 que ha resultado inferior a lo previsto."
Las estimaciones para 1941 deben ser forzosamente m:ís pesimistas. por cuanto
no hay por ahora perspectivas de que puedan efectuarse los mSn 155 millones de
exportaciones enviadas entre enero y mayo de 1940 a Bélgica. Holanda. Italia y
otros países que formaban parte de este grupo. En cambio. nos veremos obligados
a importar de Estados Unidos. u otros p;iíscs de la zona de divisas libres. buena
parle de las mercaderías que comprábamos en aquellas naciones.
La importancia del dcse4uilibrio en el balance de pagos en la zona de divisas li-
bres. que impuso la necesidad de adoplar medidas tendientes a evilar una fuerte
disminución a breve plazo de nuestras reservas de oro. sigue siendo causa de honda
pre()Cupación.
Bant:n Central cst•Í en un memor:indum que se mandó al \\·linistcrin dL· 1-Iaeicnda para pedir su aproba-
ción a la o¡x.·racil,lll de libras bloqueadas ( ... ) I lahlandu l'.rnl rL•prL·sentanlcs hri tánicos en la Argcntma_
antes de la guerra y. para Sl'r mús prcl'isn. con el sc1ior que n:prescntaha al TL'soro Brit;ínko. h.· dije una
vez: pienso (fUC alguna vez podR·mn:-. adquirir los ferrocarriles. porque los f\\.".rrocarrilcs son un elemento
de intoxictciún pcnnancnlc en las n:lacioncs de Gran Brctaila y la Argentina" (Primera Plr111a. :\\"" 249.
octubre J de Jf.)67. púgs. -t2 . ..\\3). En su viaje a lo:-. Estados Unidos (vésc sect·iún sig.uil·ntc del prcsenk
capítulo) Prchisch le manikstú al pre:-.idcntc Rlx1scvdt t¡ue eran motiv:n tk :-.u viaje la nccc~id:.u..1 de cn .. ~­
Jitn externo. el problema de Ja, libra' bh><¡ucada,, y también -le cxplic<1-,. creo <JllC c'lc ~' el mo-
n1cnto para iniciar la opera<.:iún de Ctm1pra <le los ferrocarriles. Todavía no se había dictado la Ley de
Préstamos y Arril'ndos. Los ingll'scs veían (.;on grnn interés t¡ue wviéramos unos 100 111illoncs tic
dólares para empezar el pago y tener ya el control de los ferrocarriles". Véase también el Programa de
n•actiracián de la no11u111ía 11acio11a/ (capítulo 92 de este volumen). !!l ..
~7.
:!
Cont rihuyeron a esta reducción. p\\H' un ladu. una cont racciún en las impor1acioncs superior a 1a
l!spcratla. a base dL' los pcnnisos de cambio pcm.licnti..•s tÍl' uso, y. por otro, expo11acioncs a países euro-
peos, l:omo Sui:t..:ia. Finlandia y Suiza. que a cau~a de la siluaciún no se había juzgado prudente prever:
cxpot1acioncs a n1erl:ados no habituales, comn Rusia. y una demanda de lanas por parte de los Estados
LJnido~ superior a lo cnrricnte. ,\\1 cotejar las cifras dd activo o del pasivo. debe notarse que en los
l'úkulos anteriores no se incluían los países limílrnfcs.

J>ROBLExl,\\S ORl(if\\'ADOS POR El. CO\\'H.ICTO lll'LlCO
Como una solución transitoria. a fin de permitir que los negocios se adapten a
las nuevas condiciones. este Banco gestionó en los Estados Unidos préstamos por
110 millones de dcílarcs.
Pero como se dejó constancia al tramitarse las aludidas operaciones de crédito.
éstas no pueden significar sino un recurso temporario para resolver dificultades in-
mediatas y sólo el aumento de nuestras exportaciones constituirá la solución satis-
factoria y permanente de nuestro problema.
De ahí las negociaciones efectuadas con el BrasiL los arreglos con otros países
vecinos y los esfuerzos que se rcaliz.an para estimular las exportaciones de nuevos
productos.
La Argentina está. por fortuna. en condiciones de producir muchos artículos
que los Estados Unidos y otras naciones atll1uirirían en los mercados europeos que
hoy están cerrados y a los cuales podemos y debemos sustituir.
El Decreto N" 78.466 dictado por el Poder Ejecutivo el 29 de noviembre de
1940 tiene precisamente por finalidad estimular esas exportaciones de productos
nuevos mediante la aplicaciún de tipos de cambio m;ís favorahlcs y ajustar nuestras
compras de artículos no indispensables a las posihilidades que ellos ofrezcan.
A fin de evitar una competencia exagerada que podría llevar a la implantación
en el país de industrias que luego no serían capaces de mantenerse y que. a la vez.
provocara en el extranjero la adopción de medidas para proteger intereses afecta-
dos. el Gobierno Nacional ha creído que esa labor de tanta trascendencia sólo po-
drá cumplirse con eficacia por intermedio de organizaciones especiales autorizadas
por el Poder Ejecutivo luego de comprobar sus condiciones de seriedad y responsa-
bilidad. Estas organizaciones vendrían a aunar los esfuerzos de las firmas indivi-
duales y a ligarlos con el interés de los exportadores extranjeros que. por su cono-
cimiento del propio mercado y sus vinculaciones con las firmas que en él operan.
están en mejor situación para hacer una labor efectiva en favor de la demanda de
nuestros productos.
Dentro del orden de ideas expuesto. el Decreto relativo a estas organizaciones
limita las ulilidades a repartir al 4% del capital invertido. a fin de que la mayor par-
te de las diferencias que recauden entre los precios de compra y venta de cambio se
destine a cumplir un vasto plan de propaganda en el exterior. al estudio de nuevos
mercados y. en general. a llevar adelante toda iniciativa tcndielllc a estimular el
desarrollo de las exp011ac iones.
Consideraciones de orden práctico determinan la conveniencia de aplicar el sis-
tema a un escaso número de artículos de importe elevado. que sólo podr:ín impor-
tarse así en la medida en que lo permita 1:1 cantidad de cambio proveniente de las ex-
portaciones que dichas organizaciones efectúen o promuevan.
La importación de las demás mercaderías, que también es necesario reducir por

R,\\l'I. Pkt·.IJ[.',('[[
las razones expuestas más arriba, se ajustad espont;íneamente mediante el sistema
de licitaciones de permisos prl~vios dispuesto por el mencionado Decreto y por el
cual se adjudicar(\\ el cambio disponible a los importadores que ofre1.can los precios
m:ís altos. En materia de imporUteión, el Clobierno Nacional ha resuelto, en
síntesis, asegurar tipos preferencialcs a los productos que tienen mayor inlluencia
en el costo de la vida y en el mantenimiento de las fuentes de trabajo. como forma
de evitar l;1 elevauón de precios. La importaci{rn de los productos restantes, sus-
ceptibles de ser restringidos, queda supeditad;1 en algunos casos a la cantidad de
cambio que se obtenga de las ventas al exterior de artículos nuevos y. en otros, al
resultado de las licitaciones de cambio a reali1.arse dos veces por semana.
4. Los CRFDITOS OllTJ·:i\\!l)OS F\\ LOS ESL·\\DOS lJ\\IJ)OS
A medi;1dos di.'. 1940 el Banco Central obtuvo un préswmo de '20 millones de
dólares del Exporl-lmport B;111k, que no lleg(\\ a utilizarse porqul~ SI.'. rerundi<Í con el
nul'.vo crédito de 60 millones de d<ílares concedido en diciembre último por la
mencionada instituci<ín estadounidense. También se obtuvieron :'iO millones di.'.
dt'llares del Fondo de Estabili1.;1eión de los Eswdos Unidos.
Estas operaciones, que ascil'.nden l'.ll total a 11 O m iliones de dólares, son el re-
sultado de las gestiones realizadas l'.n los Estados Unidos por el Embajador Argen-
tino en Washington y el Gerente General del Banco CentraL* que merecieron una
favorable acogida por parte de las autoridatlcs de dicho país, dispuestas a colaborar
en la solución del grave problema de divisas qui.'. debe afrontar la Argentina. En la
nota que presentaron al presidente del Expon-Import Bank el 9 de diciembre de
1940. decían, repitiendo rnncl'.ptos ya expresados en un mcrnm;índum tic fecha 16
de novicm bre:
"Como país que ha cumplido siempre sus compromisos, crel'.mos tener títulos
suficientl'.s para usar del crédito en estos tiempos difíciles. Pero en modo alguno
~' N. del /:'d. 1:11 llJ-lO. Prchi,ch l'ncahe;o una mi:-.ion a lo:.. F:-.1ado:-. l.11idos. según ~u n.:miniscencia:
··1.a Argentina al com1cnzn dl' la gucrr:t. cuando E:-.ladu.1., L11ido.1., nn habla enlrado \\()(Ltvfa. tuvo una situa-
cil)n de cm1l1io L'XILTl!)r 'umamentc difícil. porqt1L' :-.e con!raj() L'll fon na ln.'llll'J1Ltl L'I intL'l\\'alllhio con Eu-
ropa. lanlo la l'\\prn1aciún t'Dl11D la impnnaciún. 1: ..... u produjt) L'I cnmiL'll/O de una :-.cri:1 dcprc\\ic)n en la 1\\r-
gcutina. y nu oh .... 1anlc la situac1ún ta11 Javnrahle de di\\'i:-.a' qllL' hahi:i.JlHl" lcnidu. nu-. l'ncuntr:uno' en una
-.iluaci<'m muy dificil. Y d t!-uhiemo llll' l'll\\'ÍÚ a mí. junto ..._:011 011-u-. cniahuradorL':o- del BanL·n Central. <1
negociar L'lll\\Hé,tito' y a una nl'¿!Ol>iacion coml'rc1al. Recuerdo que IUL'ron mc:-,L'\\ largo') difícile:-, ( ... )
Se ncg.ocia lahuriu:-,anwnlt' un crédito por()() millon:::-. dl' d<'il:tn.~\\ 1.·un l'l F\\imhank a un hají:-,imo intcré:--
( ... ) J·:,tudiamo\\ tndo un Tr:1tadu de Comercio y yo lo traje. in1L·ialado pur pan e de lo:-, E-.tadn1., L:nidu'}
por mí. al \\ 1li11i:-.tcrio d\\.' Rcl:1cionc:-, 1:.\\tcriorcs. y l'\\ª ruc la h:l.\\\\.' d~l Tr:11ad{). \\unca :0-L' dijo que yo había
i11te1vc11ido :1lií..
Sohrc el cmpn'.·stito. v0a:-.c también l'i capítulo q_¡ Lkl pre:-,cntc volumen.

PROBLEMAS ORIGIN,\\DOS POR EL CO:'\\FLICTO ¡¡f;uco
723
pretendemos liquidar tocio ese déficit mediante el uso del crédito. Por lo contrario
estamos dispuestos a exportar con tal propósito una cantidad razonable de oro y a
economizar en nuestras importaciones todo lo que sea posible. sin quebrantar la es-
tructura económica del país".
"Acudimos al uso del crédito solamente como expediente transi!Orio para satis-
facer nuestras necesidades de cambio. Pero no debemos olvidar que sólo en el au-
mento de nuestras exportaciones ha de encontrarse la solución permanente de nues-
tro problema y a este respecto creemos firmemente que el mercado norteamericano
ofrece ventajosas posibilidades para la venta de muchos productos argentinos".
Los 60 millones de dólares concedidos por el Export-lmport Bank tienen un in-
terés anual del 3.61ií). Según el plan convenido para la cancelación del crédito, no
se amortizar:í suma alguna durante los primeros 18 meses contados a partir de su
utilización. De m:ís est:í señalar las ventajas que ello reporta si se tiene en cuenta
nuestra situación actual de cambios. Transcurrido ese plazo. se abonarán 9 cuotas
semestrales a razón de S11r) cada una y el saldo se cancelará posteriormente en otras
5 cuotas semestrales.
Los 50 millones de dólares que restan ser:ín facilitados por el Fondo de Estabi-
lización con el propósito de apoyar la cotización del pes() moneda nacional con res-
pecto al dólar americano. En virtud de este acuerdo la Tesorería de los Estados
Unidos podrá comprar pesos argentinos entregando dólares en pago hasta comple-
tar la mencionada cantidad.
Ambos créditos. que han sido concedidos al Banco Central con la garantía del
Gobierno Nacional. fueron aprobados por el Directorio. que autorizó al Gerente
General a suscribir los respectivos acuerdos en representación del Banco.
Tan pronto como el Gobierno Nacional esté legalmente autorizado para otorgar
su garantía. los 11 O millones de dólares podrán ser utilizados para cubrir buena
parte de las necesidades ele cambio.

94
OPERACIONES DESTINADAS A OBTENER DIVISAS
PARA CUBRIR EL DEFICIT DE LAS CUENTAS
EXTERIORES Y FACILITAR LAS OPERACIONES
DE REGULACION MONETARIA*
B ucnos Aires. ahri 1 l" de 1941
Al l!onorahlr! Congreso de la Naciú11.
Son bien conocidas las dificultades por las que atraviesa nuestro comercio exte-
rior desde la agravación de las actividades bélicas a mediados del afio pasado. Me-
didas de guerra de los beligcramcs han motivado la desaparición de importames
mercados en la Europa continental. colocando al mismo tiempo nuestro comercio
con el Imperio Británico bajo un régimen de cuentas de compensación con la con-
siguiente inmovilización bilateral de divisas.
La demanda de los productos que comprábamos en los países nfcctados directa-
mente por las hostilidades se ha orientado hacia los Estados Unidos. produciendo
así un déficit considerable en nuestras disponibilidades de dólares. Ha sido necesa-
rio implantar severas restricciones a la importación sin que por ello se pudiera evi-
tw· la exportación de apreciables can! ida des de oro.
Las perspectivas para este aiio no son m:ís halagadoras. Scrú necesario conli-
nu~u· con una severa limitación de las importaciones que no son esencü.lies. Sin em-
bargo. la importación de productos vitales para la economía nacional habrá de
mantenerse por lodos los medios a nuestro alcance. si se quiere evitar que los nego-
cios y las actividades industriales sufran una seria dislocacicín.
* N. dd Ed. Publicado en Congres<> Nacional. C<Ímara de Dipu1ados. Diario de Scsio11cs. 85• Reu-
nión. 29' Se.<iún exlr:iordinaria. Buenos Aires. abril 2 de l 'J-l 1. p:igs. 771-772. U mensaje dt'I Poder
Ejecutivo pcr::-uadi<) a los legisladores para dar aprohaci{m al proyi.:ctn de ley ad.iunlo. Su autor. Ratíl
Prcbisch, así n:sumió lns hecho~: ''Desgraciada!HL'llll'. vinu la c..:11lrada en la guerra de lo~ Estados Cni-
do~ y se <..:omplicaron las cosas. Por \\llro lado. en la 1\\rgcnti11a las cusas habían mejorado 1xm.¡uc se vol-
vió a cxprn1ar a Europa. Y por razuncs políticas en L'l Cungreso nt1 quísicron aprobar los empréstitos''
(Véase· capi'1ulo 93. -len eslc vnlumen).

OPERACIONES Dl'STINi\\D..\\S A OBTE'.'IER DJVISAS
725
El Poder Ejecutivo. compenetrado de la gravedad de la situación que nos con-
fronta y prácticamente cerrados por el momento los mercados tradicionales del dine-
ro. ha buscado. con la cooperación del gobierno de Estados Unidos de Norte Améri-
ca. una solución transitoria al problema concertando con las autoridades del país
amigo. los créditos necesarios. Nuestra tradición de celoso cumplimiento de los
compromisos ha permitido el recurrir al crédito externo en estos tiempos difíciles.
Las gestiones han tenido resultados satisfactorios. habiéndose concretado dos
operaciones ele crédito por un total de conjunto de 110.000.000 de dólares. cuya
utilización poclní empezar tan pronto como el Poder Ejecutivo haga la comunica-
ción ele que vuestra honorabilidad ha dado la autorización legal correspondiente.
Dicha autorización fue recabada en el artículo 16 del proyecto de ley acompañando
al mensaje del Poder Ejecuti\\'O del 23 de diciembre de 1940. fecha en que las nego-
ciaciones aún no habían sido tenninadas.
Dada la importancia de las o¡x:racioncs concertadas y los fines que se persiguen
con las mismas. el Poder Ejecutivo cree conveniente someterlas a la aprobación del
Honorable Congreso en un proyecto de ley especial.
Por uno de los convenios concertados. el Export and lmport Bank de Washing-
ton ha concedido al Banco Central. con la garantía del gobierno de la Nación. un
crédito de 60.000.000 tic dólares destinado a pagar impo11aciones de anículos pro-
cedentes de Estados Unidos de N<>rlc América. Los fondos podrán utilizarse con
cuotas mensuales de 5.000.000 de dólares. Se abonar:í un interés anual de 3.6%, pe-
gadero cada tres meses. y el reembolso del crédito se efectuará en cuotas semestra-
les. comenzando la primera amortización a los 18 meses de la fecha de cada antici-
po. teniendo las letras que se emitan una vida de ocho años y medio.
La otra operación. para la cual también se necesita la aprobación de vuestra ho-
norabilidad. ha sido concertada entre el Banco Central y el secretario del Tesoro de
Estados Unidos de Norte América. El Fondo de Estabilización de la Tesorería
Americana. por intermedio del Banco de la Reserva Federal de Nueva York. com-
prará pesos a requerimiento del Banco Central hasla la cantidad de 50.000.000 de
dólares. que podrán ser destinados a pagos de cualquier naturaleza.
Esta operación. que en realidad es un crédito rotativo. tiene características simi-
l:u-es en su faz operativa y lécnica. a las efectuadas entre el Fondo de Estabilización
de la Tesorería Americana y el Banco de Inglaterra y el Banco de Francia. aunque
por su mús amplios alcances en lo que se refiere al crédito en sí. constituye una
nueva forma de coo¡x:ración internacional en el campo monetario. El interés con-
venido es del 1 1/2% y por su car:ícter de crédito rotativo no se establece fecha de
vencimiento determinada.
Como se ha dicho. los créditos entrar:ín en vigor una vez que. obtenida la apro-
bación de vuestra honorabilidad. el Poder Ejecutivo haga las comunicaciones co-
rrespondientes.

7'.1.6
RALJL PRl'BISCll
La utilización de estos créditos aliviará nuestra posición de divisas libres en el
futuro inmediato. creando al mismo tiempo disponibilidades de fondos internos
con que financüU" las compras de productos agropecuarios de difícil colocación en
los mercados externos.
El doble aspecto interno y externo de la ulilización de los créditos hace imposi-
ble una exacta correlación entre la posición de divisas y las necesidades en pesos.
lo que hace prever una redundancia de fondos en el mercado del dinero. en un mo-
mento dado. y escasez de efectivos en otros casos.
El Banco Central. como organismo de regulación monetaria. debe estar en todo
momento capacitado para cancelar los fondos redundantes evitando una expansión
innecesaria de medios de pago. y asegurando al mismo tiempo la liquidez de las
carteras de los bancos.
El Poder Ejecutivo. en previsión de que las dificultades en nuestra economía ori-
ginadas por la dislocación del comercio externo continúen mientras duren las hostili-
dades y aun en el período siguiente a las mismas. considera prudeme recabar la auto-
rización de vuestra honorabilidad p:u-a concertar operaciones similares en el futuro.
con el idéntico propósito de atenuar. en lo posible. los efectos de las alteraciones en
las corrientes de intercam hin que estamos presenciando en estos momentos.
Pero el uso del crédito en estas condiciones es sólo un expediente transitorio
durante el perícxlo de emergencia. La solución permanente de nuestras dificultades
se conseguirá con un aurnenlo de las exportaciones. Los mercados de este conti-
nente y especialmente el de los Estados Unidos, ofrecen ventajosas posibilidades
para la venta de muchos artículos de producción nacional. El Poder Ejecutivo con
el apoyo de vuestra honorabilidad est:í decidido a prestar su concurso a todo es-
fuerzo de la industria y del comercio para la explotación de esas oportunidades.
Dios guarde a vuestra honorabilidad.
RAMON S. CASTILLO- Carlos A. Acevedo
PROYECTO DE LEY
El Senado y Cámara de Di¡111wdos, etc.
Artículo r. Autorízase al Poder Ejecutivo para concertar con la Tesorería de
los Estados Unidos. el Export-Im¡x)l't Bank de Washington. y con otras entidades
de crédito del extranjero. operaciones destinadas a obtener divisas para cubrir el
déficit de las cuentas exteriores y facilitar las operaciones de regulación monetaria.

ÜPERi\\ClONES DESTINADAS A OBTENER DIVISAS
727
Las opernciones similares realizadas por el Banco Central de la República Argenti-
na. que cuentan con la garantía acordada en cada caso por el Poder Ejecutivo na-
cional al aprobar por decreto los respectivos contratos. serán consideradas como
obligaciones de la Nación argentina.
Artfculo 2º. El producto en moneda nacional de las operaciones que el Banco
Central realice a los fines que establece el artículo anterior. podrá ser depositado en
bancos del país. o invertido en letras de tesorería o en obligaciones que el gobierno
nacional emita para financiar las compras de productos agropecuarios que no en-
cuentren su colocación habitual en los mercados exteriores.
Artículo J". Las obligaciones emitidas para financiar la compra de productos
que suscriban los bancos que se rigen por la ley número 12.156. así como otros cré-
ditos que éstos otorguen con el mismo propósito. no podrán exceder de
500.000.000 de pesos sin pe1juicio de las obligaciones que se entreguen al Banco
de Ja Nación Argentina p:u·a cancelar la deuda existente a la fecha por ese concepto.
Artfculo 4". Los ingresos del fondo de margen de cambios se destinarán en la
medida neces:u·ia al pago de los servicios de interés y amortización de las obliga-
ciones emitidas para financiar compras de productos a que se refiere esta ley.
Artículo 5<!. Los hancos que suscriban obligaciones emitidas para financiar
compras de pnxluctos podrün convenir con el Banco Central de la República Ar-
gentina las condiciones en que éste se comprometer:l a adquirir dichas obligaciones
acreditando su importe en las respectivas cuentas. del efectivo. El Banco Central
sólo podrá contraer ese compromiso para atender necesidades de fondos que no
provengan de una expansión del crédito.
Artículo 6". Las obligaciones emitidas para financiar compras de productos que
hayan !'iido adquiridas por el Banco Central. podrán ser usadas JX)r éste en opera-
ciones de regulación monetaria semejantes a las que efectúa con los bonos consoli-
dados del Tesoro Nacional.
Artículo 7". Las disposiciones de esta ley regirün hasta un año después de termi-
nada la guerra europea. pero en ningún caso durante un plazo mayor de tres años.
Los bancos oficiales de la Nación y provincias. p:u·ticulares y mixtos. quedan
facultados para intervenir en las operaciones previstas en los artículos anteriores.
Artículo 8". Comuníquese al Poder Ejecutivo.
CARLOS A. ACEVEDO
A la Comisión de Presupuesto y Hacienda.

95
PROFUNDAS ALTERACIONES DE LA ECONOMIA
ARGENTINA PROVOCADAS POR LA GUERRA*
l. POR QUÉ SE MANTIENE LA ACTIVIDAD ECONÓMICA
Ha pasado otro año más sin que aparezcan distintamente en la periferia las pro-
fundas alteraciones que el desa1rnllo de la guerra está provocando dentro ele la eco-
nomía argentina.
El volumen de los negocios internos es elevado y la actividad industrial está al-
canzando índices de extraordinaria significación: las construcciones han vuelto a
tomar notable impulso: hay gran animación en las operaciones inmobiliarias y bur-
sátiles. y el Estado realiza fácilmente operaciones financieras de ingente magnitud.
No es extraño. pues. que la opinión general no advierta en todo su significado y
amplitud los fenómenos que se van operando en el seno de la economía.
Dicho en pocas palabras. el movimiento sigue siendo intenso porque se ha man-
tenido en alto nivel la corriente ele poder de compra ele la colcctiviclad. como si el
país siguiese exportando normalmente su producción agropecuaria. Y esto ocurre
porque el Estado ha utilizado intensamente los recursos del sistema bancario para
adquirir los excedentes de pnxlucción y financi¡u- los gastos que no pueden cubrir-
se con los medios usuales del Tesoro.
Se ha evitado así la contracción violenta de la actividad económica y sus graves
consecuencias s<x:iales. Pero ello va creando en nuestro país serios problemas que
es aconsejable examinar a tiempo a fin de encontrarles adecuada solución. en unos
casos a medida que se desarrollan. en otros cuando la terminación de la guerra im-
ponga un reajuste general cuyas proyecciones es imposible calcular. Hay mientras
tanto que prever y preparar.
* N. del Ed. Publicado en Banco Central de la República Argentina. Memoria Anual. Séptimo
Ejcrcicio.1941. Bueno' Aires, Gotdli. 1942. cap. l. págs. 1-15. Reproducido en Banco Central de la
República Argentina. Lo creacián del Banco Ccnlra/ y la e.\\pericncia moncraria argentina e111rc los
(llios 1935-l!NJ,
Buenos Aires, 1972, l. l.. págs. 137-154. El título del presente capítulo está tomado de
esta úhima publicación. Sobre la redacción tic la ;Vlemoria A1111a/ vbsc la Nota del Etlitnr al capítulo 77
de este volumen.

PROFUNDAS ALTERACIONES EN LA ECONOMÍA ARGENTINA
T!.9
2. EL PODER DE COMPRA QUE EL ESTADO PONE EN MOVIMIENTO
Cuando los produclores rurales reciben del Estado el valor de granos que que-
dan sin exportar. el poder de compra así obtenido se distribuye en distintos sectores
de la economía como si las cosechas hubiesen sido compradas ordinariamente para
la exportación. Los efectos internos de esta circulación de poder de compra sobre
las actividades productivas y comerciales y las importaciones son idénticos en uno
y otro caso. En nada se diferencia el billete que entrega el Estado del que paga el
exportador de cereales. Sin embargo. las discrepancias entre un procedimiento y
otro son bien perceptibles ¡xu·a las finanzas públicas y para el mecanismo de la mo-
neda y del balance de pagos. Si los granos se exportan normalmente. el país recibe
con ello las divisas necesarias para pagar las importaciones que se desarrollan en
vii1ud del proceso circulalorio del poder de compra pues10 en movimiento por los
exportadores. En cambio. si el Estado compra las cosechas y no las puede cxpo11ar,
se mantiene como en el caso anterior el ritmo de la actividad de los sectores de la
economía que dependen fundamentalmente de la producción rural -lo que vale
decir toda la economía argentina- y se desarrolla asimismo la corriente de impor-
taciones: pero no se logran en ninguna etapa de es1e proceso las divisas necesarias
para abonar tales importaciones. He aquí la diferencia esencial entre ambos proce-
dimientos.
Del mismo modo. cuando la financiación de los gastos del Estado. en vez de
significar un simple traslado de poder de compra de manos del contribuyellle y el
suscriptor ele títulos a las arcas del Tesoro Público. se realiza por medio de la crea-
ción adicional de poder de compra a raíz de la expansión del crédito. se promueve
también el desarrollo de las actividades internas. pero. al mismo tiempo. se propen-
de a estimular las importaciones en fonna idéntica a la del segundo proceso arriba
indicado.
Hay que hacer uso entonces de las reservas metálicas para pagar importaciones
en la medida en que éstas no se restrinjan por otros medios. o recurrir a empréstitos
extranjeros si no se quiere debilitar estas reservas.
3. HA Y DIVISAS PERO FALTAN MERCADERÍAS
Tal fue la situación que a fines ele 1940 indujo a concertar en Washington ope-
raciones financieras por 110 millones de dólares. Las divisas servirían p;u-a el pago
de importaciones esenciales cuya intensa res1ricción no era aconsejable. y el equi-
valente en pesos moneda nacional obtenido en la negociación de esas divisas se

730
RAOL PREBISCll
emplemfa principalmente en financiar las cosechas sin acudir a la expansión inter-
na del crédito bancario.
Sin embargo, las circunstancias se han transformado notablemente de entonces
a hoy. Nuestras exportaciones a Estados Unidos han mejorado en forma muy mm·-
cada pasando de 264 millones de pesos en 1940 a 562 millones en 1941. Y el país
ha recibido apreciables cantidades de divisas por la incorporación de fondos ex-
tranjeros. El balance de pagos ha cerrado con excedente. en vez de agravarse el dé-
ficit. como se entreveía en aquella época. Ya no hay por lo tanto. en las presentes
circunstancias. un problema de divisas. Pero desgraciadamente se presenta otro
mucho más serio: disponemos de suficientes divisas pero escasean las mercaderías
y las bodegas en que transportarlas.
4. LA ESCASEZ DE MATERIALES BASICOS Y LA NECESIDAD DE RACIO'\\JARLOS
Como es bien sabido. las exigencias de la economía de guerra han forzado a Es-
tados Unidos a establecer un severo control restrictivo del consumo civil y de las
exportaciones de materiales básicos. Entre ellos figuran los que son indispensables
para el desarrollo ele nuestras actividades industriales y el consumo de nuestra po-
blación. El elevado volumen que alcanzaron las actividades internas gracias al po-
der ele compra puesto en juego por el Estado. podría verse ahor,: sensi1 ''emente
comprometido por la insuficiencia de esos materiales básicos que no nos es dado
producir en los momentos actuales. Se nos plantea. pues. un grave problema. que
sólo se podrá afrontar con buen éxito si a la energía y decisión de las medidas que
habrán de tomarse se une la comprensión pública de los propósitos que se persi-
guen y la franca cooperación ele las fuerzas ele! comercio y la industria. que inevita-
blemente se verán afectados por estos acontecimientos.
Todo ello tiene también una gran importancia monetaria. no sólo por la íntima
interdependencia entre la moneda y las fuerzas de la economía. sino además por-
que si la presión del poder de compra adicional se ejercita sobre importaciones
cada vez rnús restringidas. se acentuará el fenómeno interno del alza de precios.
trayendo consigo serias perturbaciones.
Es indispensable. por lo tanto. aliviar ante todo esa presión con medidas que
aseguren que los artículos esenciales cuya importación es insuficiente para satisfa-
cer tocias las necesidades. sólo se apliquen a los usos más urgentes e importantes
para la economía nacional. suprimiendo así la demanda para aplicaciones menos
importantes o en las cuales el artículo importado pueda sustituirse por otros de pro-
ducción nacional.
Estas son precisamente las condiciones bajo las cuales el organismo competen-

PROFU:NDAS ALTERACIONES EN LA ECONOM!A ARGENTINA
731
te del Gobierno de los Estados Unidos concede las cuotas de exportación: compro-
miso firme del gobierno del país importador de seguir un severo criterio selectivo
en la aplicación de los artículos adjudicados. según se podrá ver en el lugar perti-
nente de esta Memoria, en donde se explican las funciones que el Gobiemo Nacio-
nal ha encomendado al Banco Central en esta materia.
En el caso típico del hierro. por ~jemplo. habrá que limitar su uso en la cons-
trucción a lo estrictamente indispensable y establecer una distribución adecuada
entre lo que requieren los trabajos públicos y la actividad privada. El reemplazo del
hierro por otros sustitutos de producción local permitirá desviar convenientemente
hacia la actividad interna una paite del poder de compra que presiona sobre la im-
portación. De la medida en que esto pueda hacerse. tanto en ese caso como en los
otros que deberán considerarse. así como de la prontitud y firmeza con que se pro-
ceda a la tarea de racionamiento. dependerá en gran parte la buena realización del
progmma. Pero el factor fundamental. como es evidente, radica en la amplitud de
las cuotas de exportación que nos otorgue el Gobiemo de los Estados Unidos y en"
las bodegas que puedan conseguirse para su n-ansporle.
5. LAS DIVISAS EN SEGUNDO PLANO
El problema de divisas y empréstitos ha pasado así a segundo plano. De muy
poco servnían las divisas adicionales en las presentes circunstancias --como no
sea pata constituir rese1vas de futura aplicación- mientras no puedan emplearse
en procurar las importaciones esenciales que requiere el país. Es cierto que los
recursos exteriores permitirían simplificar la financiación de las cosechas. Pero si
bien se mira. la utilización de recursos puramente locales. aun cuando represen-
tan una movilización más compleja. tendría efectos absolutamente idénticos en el
actual estado de cosas. pues los fondos de origen local actúan internamente en la
misma forma que los de origen exte1ior mientras las divisas que respaldan a es-
tos últimos no puedan utilizarse en la compra de mercaderías. según se acaba de
explicar.
Estamos atravesando un momento extraordinario, y nuestras preocupaciones
deben ser distintas de las que se justificaban frente a las condiciones que prevale-
cían anteriormente. La incorporación de divisas o fondos exteriores que no sea po-
sible utilizar en la adquisición de mercaderías extranjeras necesarias al país, puede
originar problemas similares a los de la creación de cantidades adicionales de po-
der de compra. sin la válvula de escape de las importaciones.

732
RAlJL PREB ISCI 1
6. PRUDENTE LIMITJ\\CIÓ:\\ EN EL INCREMENTO DEL PODER DE COMPRA
El efecto tónico del incremento de poder de compra podrá proseguir mientras
haya margen para el aumento de la actividad industrial dentro de la capacidad po-
lencial del ap;m1to productivo o éste pueda ampliarse fácilmente. y siempre que se
satisfagan las necesidades mínimas de materiales básicos para la industria por un
adecuado procedimiento de racionamiento y sustitución. según se tiene dicho.
Seguir creando ciernan~::
ás allá de estos límites mediante la incorporación de
nuevo poder de compra ele origen interno o externo. traería consigo muy serias y
crecientes complicaciones. Habrá. pues. que observm· de cerca la evolución de es-
tos factores para prevenir a tiempo peligrosos desarreglos. En este sentido. hemos
llegado a una situación en que pm·ece preferible hacer todo lo necesmio para em-
plear más intensamente los amplios medios de pago ya existentes. antes que con-
tinuar creando otros nuevos: sobre tocio si ello es el resultado de exigencias finan-
cieras más bien l¡ue de la necesidad de satisfacer los requerimientos provocados
por una extensión real de la actividad económica interna.
En esta consideración se inspira precisamente la reciente medida tomada por el
Tesoro Nacional para facilitar la financiación de las cosechas en el año 1942. Los
Bonos del Tesoro emitidos con tal propósito podrán colocarse en el público en la
medida en que lo permita su capacidad ele absorción con el fin de aprovechar el
poder de compra que ya se encuentra en sus manos.
Es de esperar que la colocación ele tales Bonos del Tesoro en el público permita
;·educir lo m~ís posible la necesidad de nuevo crédito banc;U"io. No porque no haya
suficiente capacidad en este sentido -pues los medios potenciales son considera-
bles-. sino porque la financiación ele las operaciones de compra de cosecha tiene
efectos muy distintos según se haga aumentando la deuda del Estado en los bancos
o por la colocación de títulos en el público. En uno y otro caso existe un problema
financiero: el del sobrecargo del presupuesto con los servicios de dicha deuda.
Pero cuando se acude directamente a los bancos se plantea además un problema
monetario. pues ello comporta la creación de nuevas cantidades de poder de com-
pra. las cuales, si se pasa de ciertos límites. comienzan a traer serias perturba-
ciones. En cambio, en el caso de cokx:ación de títulos hay una mera transferencia
de poder de compra que no tiene por qué provocar trastornos monetarios.
Por lo demás, si continúa la mejora de las exponaciones y la expansión de las
actividades internas. habrá llegado el momento de examinar si no convendría al Es-
tado tomar nuevos recursos de aquellos renglones de la economía que están en con-
diciones de proveerlos. antes que recurrir a nuevos aumentos de la deuda. en cual-
quiera de sus dos formas. para atender las necesidades del Tesoro.

PROFUNDAS ALTERACIO'.'IES EN LA ECONOMÍA ARGENTINA
733
7. CONVIENE TOMAR MEDIDAS DE PREVISIÓN
Dunmte el curso de estos acontecimientos el sistema bancario ha podido pre-
servar totalmente su vigor y mantener el alto grado de liquidez de sus carteras
comerciales.
Los elementos de posible perturbación se van acumulando más bien en otros
sectores. Hay grandes cantidades de fondos de origen interno y externo que han
buscado colocación en títulos. letras u otras inversiones a c0110 plazo. aparte de
los que se han radicado en simples cuentas bancarias. El conocimiento de este
hecho constituye una ince11idurnbre en el mercado. que no se manifiesta en las
operaciones presentes sino que se refiere. más bien. a lo que podría pasar si esos
valores fuesen objeto de liquidación cuando se modifiquen las condiciones actua-
les. El organismo monetario ha demostrndo ya toda su eficacia para encarar sa-
tisfactoriamente movimientos de esta índole. Basta recordar las grandes compras
de papeles con que se contribuyó a estabilizar el mercado de valores y tranquili-
zar el ambiente bancario al comenzar la guerra y al acontecer la caída de Fran-
cia. y. más recientemente. al entrar Estados Unidos en la guerra. En todos esos
casos el movimiento fue pasajero y los títulos comprados por la institución regu-
ladora no tardaron en ser absorbidos nuevamente por la plaza. La experiencia ha
sido categórica y ha demostrado que el mecanismo monetario debe estru· dispues-
to en todo momento a facilitar la transformación de fondos invertidos a largo
plazo en recursos líquidos. Pero no debe omitirse una oportuna consideración.
Esas intervenciones en el mercado de valores coincidieron con momentos en que
el Tesoro Público tenía depositados cuantiosos recursos en el Banco Central. De
no ser así. éste se hubiera encontrado con la limitación legal que le impide com-
prar valores nacionales más allá del monto de su capital y reservas y del monto
amortizado de los Bonos Consolidados en cartera. La colaboración de las enti-
dades bancarias hubiera permitido huscru· una solución a este problema. Pero
pru·a que el Banco Central pueda encarar cualquier eventual liquidación de va-
lores en circunstancias extraordinarias. p~u-ece necesario extender las facultades
que tiene p<m1 inte1venir con fines de regulación en el mercado de títulos en
períodos de emergencia.
8. LA TRANSFORMACIÓN DE FONDOS A !.ARGO PLAZO EN RECCRSOS LÍQUIDOS
Esta preocupación no es nueva para d Banco Central. Basta para demostrarlo
reproducir los párrafos pertinentes de un memorándum confidencial considerado
en el Banco a mediados .de 1940:

734
RAlJL PRl'.lllSCH
"En las recientes intervencionL~S del Banco Central en la Bolsa. se ha comproba-
do concretamente la importancia capital que tiene esta política no sólo para las
transacciones bursátiles sino para los bancos y toda la economía del país. La Bolsa
cs. en efecto. uno de los centros nerviosos más importantes del organismo
económico: destruida allí la confianza. el contagio psicológico se propaga
rápidamente al resto de la colectividad. Pero hay algo más que esto en la experien-
cia realizada al respecto. tanto en nuestro país como en otros. principalmente en los
Estados Unidos. Las compras de títulos realizadas por los bancos centrales cuando
acontecen serias perturbaciones psicológicas constituyen la única forma de dar li-
quidez al mercado financiero. permitiendo que las inversiones a largo plazo se con-
viertan instantáneamente en recursos líquidos. en vez de producir una baja desas-
trosa que no proviene del juego normal de factores económicos. En otros términos.
se establece una fácil comunicación entre el mercado financiero y el mercado mo-
netario y ello redunda en el mejor funcionamiento de ambos. apa1tc de sus efectos
sedantes sobre la economía general. El que un banco central esté dispuesto a pres-
tar a los bancos en cualquier momento facilitándoles la transformación de parte de
su c:U"tcra en fondos líquidos. es un elemento poderoso de estabilidad bancaria: fal-
taba. por cierto. una válvula de escape semejante para dar desahogo al mercado fi-
nanciero en momentos de gran presión como los que provocaron esta experiencia.
Esta se hizo y con resultados aleccionadores. Pero el Banco Central podría no en-
contrarse en condiciones de volver a repetirla en circunstancias difíciles por no dis-
poner del resorte necesario para hacerlo. Todos los recursos empicados han sido
del Tesoro Nacional. que se encontraba en holgada situación y habría podido dis-
poner además. en caso necesario. del anticipo que la ley permite usar en el mismo
banco. Pero estas condiciones favorables podrían no repetirse y el Banco Central.
no obstante la magnitud de sus medios. se vería privado de la posiblidad de realizar
estas operaciones de regulación bursfüiL salvo que el Estado tomase prestado de
los bancos con tal propósito. lo que sin duda rcsult;u·ía inconveniente y tal vez con-
traproducente cuando hay tensión en la plaza .
.. En otras legislaciones los bancos centrales están facultados para realizar
operaciones de títulos en el mercado abierto (open nwrker operarions). Pero en-
tre nosotros el propósito de eliminar de los proyectos bancarios de hace cinco
años todo lo que pudiera considerarse como expediente para proveer de fáciles
recursos al Estado provocando la temida inflación. evitó que se siguiese en este
punto la práctica de otros países. El Banco Central sólo fue autorizado. pues. a
compr;u- títulos por el importe de su capital. las reservas y las lentas amortiza-
ciones de sus Bonos Consolidados. Todo esto ha sido ya invertido y sólo puede
utilizarse en la regulación normal del mercado vendiendo y comprando valores
según las circunstancias".

JlROHJ1\\DAS ALTERACIONES FN LA ECOl\\OMÍA ARCiE"i'llNA
735
El Honorable Congreso tiene a su consideración este asunto entre los proyectos
que el Poder Ejecutivo le envió en agosto de 1941.
9. LAS DIVISAS BLOQUEADAS Y EL TRUEQUE
Otro de los problemas de índole monetaria que lambién merece especial exa-
men. aunque el resolverlo no depende desgraciadamente de la sola determinación
de nuestro país. es el de las divisas bloqueadas. No se trata por cierto de un proble-
ma emergente de la guerra. La guerra ha acentuado sus manifestaciones. pero sus
raíces son más hondas y podrán serlo más aún en la postguerra si no se llega a so-
luciones adecuadas de carácter internacional.
Las divisas bloqueadas constituyen una consecuencia lógica. aunque no siem-
pre necesaria. de los arreglos de trueque o compensación de acuerdo con los cuales
se venía realizando una parte apreciable del comercio mundial antes de este con-
flicto. Más que al propósito deliberado de ajustar el comercio y los pagos interna-
cionales a nuevas normas. distintas de las que por tanto tiempo habían prevalecido.
se debieron a una imposición de las circunstancias. o. si se quiere. fueron la demos-
tración concreta de que el mundo económico posterior a la guerra precedente no
había sabido reconstruirse para asegurar el sano desarrollo del comercio exterior y
el funcionamiento eficaz del régimen del patrón oro.
Mal pudo nuestro país haberse sustraído a la necesidad de acomodar su inter-
cambio a ese régimen cuando los principales compradores de nuestros productos
comenzaron la práclica de los arreglos de compensación para defender sus exporta-
ciones ame las consecuencias calamilosas de la gran depresión mundial de princi-
pios de la década anterior. La necesidad de seguir exportando obligó a tomar esa
determinación. Los arreglos con Gran Bretaña y Alemania figuraron entre Jos pri-
meros. Pero el arreglo de compensación con Gran Bretaña difería del concertado
con Alemania en un punto esencial. En el caso de nues1ro convenio con Alemania.
los saldos positivos que arrojaba nueslro intercambio quecl;1han bloqueados y sólo
podían utilizarse en compras de mercaderías o para rcaliz;U" pagos en dicho país.
Por el contr:u·io. en el convenio de compensación con Gran Bretaña se reconocía
que una parte del saldo podía empicarse para abonar servicios de deuda pública en
otros países. Adem:ís. dicho saldo no quedaba hloqueaclo. sino que podía transfe-
rirse en oro o dólares mientras no tuviera que empicarse en pagos de mercaderías y
servicios financieros en Gran Bretaña. Desgraciadamente. circunstancias derivadas
de la guerra llevm"Clll a Gran Bretaña a bloquear los saldos y a suprimir las transfe-
rencias para el pago de los servicios de la deuda. Con ello desaparecieron. en este
aspecto. las diferencias fundamentales entre ambos aiTeglos de pagos.

736
RAUL PREBISCH
Además de estos dos convenios principales. la Argentina fue concertando otros
de características p:u-ccidas. de tal suerte 4ue en el último año de paz. aproximada-
menle el 60% de nuestras importaciones se realizaban por medio de arreglos de
trueque o compensación. 1
IO. FALLAS Fl!.1'/DAMENTALES DE LOS ARREGLOS DE TRl:EQLE O CO\\-IPENSACJ<):-;
El país tiene. pues. experiencia suficiente para formarse cabal opinión acerca ele
esta m;iteria. Pero en el problema han entrado ahora nuevos términos. en tanto que
otros. ya existentes. se han agravado. y amenazan con agravarse más aún después
de la guerra si no se encara a tiempo su solución. Conviene. por lo tanto. expresar
con claridad lo que ello significa para nuestro país. contribuyendo así a despejar la
cuestión en lo que a nosotros concierne.
Recuérdese ante tcxlo que el trueque o la compensación sobrevienen en las ne-
gociaciones económicas cuando los países compradores establecen como condi-
ción para seguir comprúndo que el país vendedor adquiera de ellos. en reciproci-
dad. mercaderías que. junto con el pago de servicios financieros. representen un
valor equivalente. Se tiende así a equilibnu· el balance comercial o el balance de
pngos entre país y país. La fácil demostración de que eso es tan absurdo desde el
punto ele vista de la pr;íctica. no impidió la extensión progresiva del sistema. Fue
miís fuerte. en los países que lo iniciaron. el designio de asegurar sus ventas al ex-
terior en los mercados de aquellos otros en que gravitaba intensamente su potencia
de grandes compradores. Quizá se hayan resuello así problemas particulares tic in-
tercambio de país a país. Pero al generalizarse el procedimiento. un nuevo factor de-
presivo venía a sumarse a Jos que de tiempo atr;ís sof<Kahan el comercio mundial.
Fue así como nuestras importaciones dejaron en buena parte de orientarse por
razones de precio. calidad o preferencias del comprador. para dirigirse forzosa-
mente hacia aquellos países cn que teníamos un saldo de divisas que utilizar. Estas
divisas ya no podían usarse libremente para realizar pagos o adquisiciones en otros
países. sino que tenían que emplearse en el país que las había producido con sus
compras. El permiso de cambio. adern{ts de ser un instrumento restrictivo de las
importaciones. sc convirtió e111011ccs en instrumento selectivo. y pucde afirmarse a
la luz de la experiencia que esta segunda función fue a menudo m;ís importante qu·e
la pri111era.
1 E\\ta cifra correspondc al ;ülo 19JX y SL' dislrihuyl' a razón de 10 . .1""~· para ,\\lemania. 20.1 1.:~ .. para
Reino Lnido y 29.6</í .. para otros p;Üse .....
En l"'I GbP del Reino Lnido y otro;-. paises. no cxistia hlt1qlK'll de fondos. como se ha dicho. pero sí
la nbl igacil'1n de poner a disposit..:iún dc CsDs países para p:1gar impn11al'ione~. una cantid:1d de divisas
et1uivalentc al monto de nuestra~ expo11acionl.'~.

PROflNDAS AUERACIONl;S EN l.A l:CONO~vlÍA AR(iFNTl!\\iA
737
Por lo tanto. no pudiéndose utilizar los saldos de divisas en otros países. dentro
de la lógica dd sistema no cabía otra solución que restringir las importaciones pro-
veniellles de aquellos que no compraban productos argentinos en cantidad sufi-
ciente para pagar con las divisas resullantes nuestras importaciones y servicios fi-
nancieros. Esta fue en breves palabras la historia de nuestras relaciones
económicas con Estados Unidos desde la crisis mundial hasta tiempos recientes.
Las restricciones fueron de variable intensidad: atenuáhanse en momentos ele hol-
gura provocados por mejores exportaciones o abundantes importaciones de capi-
tales. o se reforzaban en circunstancias adversas. sea en fonna de limitaciones di-
rectas o de movimientos en los tipos de cambio.
ll. EL PROBLEMA SUBSISTE YPCEDE AGRAVARSE
Este problema tiende a agravarse conforme el conflicto se va prolongando. Gran
Bretaña ha seguido comprando cantidades considerables de nuestros productos.
pero cada vez le es m:ís difícil proveernos de los :u-tículos que requiere nuestra im-
portación. Han ido aumentando. pues. las existencias de libras bloqueadas. Y así.
hace algún tiempo. mientras por un lado escaseaban los dólares para pagar nuestras
adquisiciones en los Estados Unidos. sobraban las libras en nues1ras cuentas del
Banco de Inglaterra. Posteriormente mejoró nuestra posición de dólares -según se
ved en lug~u· pertinente- pero continuaron al mismo tiempo aumentando nuestros
haberes en libras y seguir:ín creciendo si prosiguen las tendencias actuales en nues-
tro comercio con el :írea de la libra esterlina.
Hay manera. desde luego. de aliviar es1as existencias de libras esterlinas. y a
ella se ha recurrido en la medida posible. Baste señalar que se ha comenzado en
l 941 con la repatriación de valores nacionales. Pero estas operaciones tienen ne-
cesariamente su límite. Cuando el mercado interno de títulos no da al)asto para sa-
tisfacer las exigencias financieras hxales y es necesa1io expandir el crédito para fi-
nanciar cosechas. no se est:í por cierto en el momento m:ís propicio para negociar
aquí -debidame111e transformados- los valores adquiridos en Londres. La solu-
ción tiene que ser de otro carácter. como que no se trata. según ya se ha dicho. de
dificultades pasajeras engendradas por el conflicto. sino de un problema de m:ís
honda raíz y serias proyecciones futuras.
Es el caso de preguntarse. a este respecto. si Gran Bretaña. después del ingente
esfuerzo financiero de esta guerra. se sentirá dispuesta a abandonar prontamente el
régimen de libras bloqueadas y prescindir de arreglos de compensación cuya técni-
ca va perfeccionando progresivamenle. Si así no fuera. nuestro país no tendría otra
salida para utilizar las libras ya acumuladas y las que vayan acumul:índose. que Ira-

738
RALH. PREl!ISCll
tarde desviar en lo posible sus importaciones hacia Gran Bretaña con desmedro de
la competencia de otros países y por más que sea evidente para el nuestro la conve-
niencia de comprar allí donde mejor le resulte. siempre que tenga a su disixlsición
los medios para hacerlo. Análoga sería la situación de los principales países del
continente europeo con los que hemos mantenido importantes relaciones de inter-
cambio. Volveríamos. pues. impelidos por las circunstancias. al sistema de equili-
brar en compartimientos estancos nuestro comercio internacional y a usar del per-
miso de cambio con fines restrictivos y selectivos.
Que Estados Unidos reconoce este problema y le atribuye toda su significación.
se demuestra por el contenido de una de las notas. anexas al tratado comercial re-
cientemente firmado con la Argentina. El principio general del tratado es el de la
aplicación incondicional e ilimitada de la cláusula de la nación más favorecida.
tanto en materia de derechos aduaneros como de tratamientos de cambio. Pero se
aclmitc la excepción de un tratamiento mús favorable de cambio para las merca-
derías provenientes de Gran Bretaña mientras no se resuelva el problema de las li-
bras bloqueadas.
12. LAS CIRCUNST1\\NCIAS NO PERMITIR.Al'\\ VENDER SISTErvlATICAMENTE
\\'!AS DE LO QUE SE COMPRA
Acaso haya llegado el momento de examinar la posibilidad de resolver este pro-
blema vinculándolo a un arreglo monetario de carácter continental o de mayor am-
plilud si fuera posible. Habría que procurar hacer en grande lo que en pequeño ha
comenzado a hacer nuestro país con Bolivia y Paraguay. Con ambos países el salclo
de nuestro intercambio es positivo y para facilitar su liquidación les hemos com-
prado libras bkx¡ueadas pagúndolas l'.n pl'.sos. según se informa en el capítulo perti-
nente. Se concibe un arreglo de esta naturaleza entre todos los países de este conti-
nente. Sin la intención de proponer una fórmula. se harán en seguida algunas
consideraciones con el solo propósito de scfíal~u· dónde radica la dificultad funda-
mental sin cuya remoción no habrú arreglo monetario perdurable. Supóngase que
se establezca un fondo común que adquiera todas las libras bloqueadas de los
países de este continente pagándolas en dólares. Estos dólares sólo podrían usarse
para pagos dentro del continente. Por otro lado. los países del continente que ne-
cesiten comprar libras tendrían que tomarlas del fondo común pagándolas en
dólares corrientes o en esos dólares especiales. Todo esto no ofrece dificultad algu-
na. como es obvio. siempre que haya quien provea al fondo común de los dólares
necesarios para la compra de las libras. Y aquí se presenta precisamente el punto
fundamental. a saber. el de si no se acumularían de continuo libras bloqueadas en

J>KOl'lJNDAS Al.TEKACJONES E?\\ LA EC01'0'V1ÍA AK(jENTlNA
739
el fondo sin la posibilidad de recuperar los dólares así empleados. Véase lo que
ello significaría en úllima inst¡¡ncia. Si todo el continente americano. o. si se
quiere. el área del dólar. acumulara cantidades crecientes de libras en sus rela-
ciones con toda el área de la libra esterlina. habría evidentemente algo que no fun-
cionaría bien entre estas extensas zonas de la economía mundial. En otros térmi-
nos. el área continental del dólar acumularía libras porque estaría vendiendo más
de lo que comprarí;;i al área de la libra (prescindiendo. para simplificar esta diluci-
dación. de los otros renglones del balance de pagos). Pero si se reflexiona bien. no
hay régimen monetario o de pagos que pueda sobrevivir a un desequilibrio seme-
.i\\lnte. Es explicable. desde luego. el desequilibrio entre país y país; pero no podría
justificarse el desequilibrio permanente en las relaciones económicas de agrupa-
ciones de países lo bastante grandes para facilitar las compensaciones mullilate-
rales entre las distintas unidades que las constituyen.
Hay. pues. un problema mucho más profundo que el monetario y cuya solución
es primordial. No se olvide que el fracaso del patrón oro en la década anterior, más
que a deficiencias técnicas. que la experiencia iba corrigiendo. se debió principal-
mente a las altas tarifas y restricciones que después de la guerra de 1914 obstacu-
lizaron intensamente el libre juego del comercio mundial. El metálico sólo necesita
emplearse transitoriamente para equilibrar los pagos internacionales. Pero si tiene
que recurrirse sistemáticamente a él por la imposibilidad de vender en la medida
neces:u·i:1 para pagar lo que se compra y abonar servicios financieros. el procedi-
miento termina por dar en tierra con el patrón oro. pues no hay reserva metálica
que pueda resistir un déficit persistente en el balance de pagos.2
Parece haber una clara convicción al respecto en la opinión calificada de los Es-
tados Unidos. Por su prominente papel en la economía mundial. será de importan-
cia decisiva la actitud de ese país frente a tales problemas. De ella. de su política
económica interior y exterior en la postguerra. depende en gran parte que el tráfico
mundial y el sistema monetario internacional se reconstruyan sobre b~1ses sanas o
que el comercio se subdivida y estrangule en innumerables compartimientos cerra-
dos de trueque. Tocio ello con el inevitable recrudecimiento de complicados siste-
mas de control de divisas. a los cuales no podremos sustraernos. desgraciadamente.
por más manifiesta que sea para nosotros la conveniencia de expandir nuestro co-
mercio exterior y volver a un régimen adecuado de libertad monetaria.
La experiencia ha demostrado. por otra partC. ljllC ia expo11acit\\11 de capitales para corregir el desc-
l¡uilibrio es un mero paliativo de i.::ar;ktcr temporario. Lo lündamcntal es d movimienlo de 1ncn.:adería~.

96
EL BALANCE DE PAGOS
Y EL CONTROL DE CAMBIOS*
l. EVOLUCIÓN DE LAS CUENTAS INTERNACIONALES
Los hechos que se señalan en el primer capítulo de esta Memoria referentes a la
evolución de nuestras cuentas externas se pueden apreciar con nitidez mediante el
análisis de nuestro balance de pagos. Antes de comentar el movimiento experimen-
tado por los distintos rubros y los factores que lo han provocado. conviene recordar
lo ya dicho con respecto a la transformación ocurrida en la estructura de los pagos
internacionales. No se deben medir las consecuencias que puede tener a través del
mecanismo monetario un saldo favorable en el balance de pagos. sobre la base de
la experiencia en épocas normales. pues el comercio internacional no se mueve en
la actualidad exclusivamente a impulso de factores económicos: en buena medida
está sujeto al control de los gobiernos. que. a causa de la guerra. impiden que aque-
llos factores ejerzan toda su influencia. Los medios de pago adicionales que se cre-
an en el presente no inciden sobre las importaciones. Sin embm·go. no debemos ig-
norai· sus posibles efectos en el futuro. cuando hayan desapmecido los motivos que
impiden que se desarrollen plenamente las fuerzas que hoy se están incubando.
Pero por el momento. y teniendo en cuenta la situación actual y la evolución favo-
rable del balance de pagos. aparece como lógica consecuencia la eliminación. por
parte del Gobierno Nacional. de casi todas las restricciones del control de cambios.
El ha/unce dt' pagos lli/a/
El balance ele pagos de la República Argentina. que en 1940 arrojó déficit. ha
dejado en el año 1941 un saldo favorable. Esto obedece principalmente a las si-
guientes causas. como se puede aprecüu- en el cuadro correspondiente: un aumento
* N. del fd. Publicado en Bancn Central d1: la Rcpl1hlica Argenti1w. J1cmoria 1\\wwl. s,~¡)riluo
Ejercicio. /'J.11. Buenos 1\\ire>. Gotelli. 1942. cap. 11. púp. 17-29. Sobre la redacción de la Mc11uma
A1111lll véase la Nota del Editor al capítulo 77 de este volumen.

EL BALANCE DE PAGOS Y EL CONTROL DE CAMBIOS
741
de cerca de m$n 120 millones en las exportaciones: una contracción algo mayor en
las importaciones y. sobre todo. un considerable ingreso de capitales.
BaL'lnce de pagos total de la República Argentina
(Millont.'S de 111$11 al ti1>0 t.·omprador oficial) 1
Rubros
1937
1938
1939
l IJ.IO
l~l
2
2
j
Activo
2.358
1.462
1.714
1.610
2.003
Exportacioncs-1
2.329
1.371
1.573
l.439
1.558
Saldo del movimiento
de capitales
- 13
- 68
66
79
325
Inversiones públicas
-
121
-
16
-
Varios
42
38
75
76
120
Pasivo
1.977
1.909
1.704
1.669
1.506
Importaciones
l.460
1.480
1.223
l.272
1.086
Servicio de la deuda
pública
151
114
142
153
138
Gastos públicos
(incluido armamentos)
85
63
50
22
15
Servicios financieros
281
252
289
222
267
Saldo
+ 381
.447
+ 10
• 59
+ 497
Importaciones
netas de oro5
-
-5
-6
-2
- l
Repatriación de
deuda pública
- 417
-
-
- 32
- 21
Ajuste de deuda comercial
-41
-9
+ 155
+28
- 3
Saldo neto
• 77
• 461
+ 159
• 65
+ 472
Desde 1937 lmst:i el 22-9-1939.111$1115 port:. Desde cntL•lces a 1941, m$n 13.50 por±:.
Cifras rnrregidas .
.¡ Cifras provisionales sujetas a ajuste.
Valores FOB. incluye gastos de cmharquc no c.·onsiderados por la estadística nacional. Desde
1939, ajustado!> por diferencias de precios en algunos productos (lanas. cames conservadas, azúcar, et-
cétem).
5 Corresponde exclusivamente a opemciones rcali7~1das por pa11icularcs.

742
El aumento que han experimentado nuestras exportaciones se explica. en pri-
mer término. por las mayores adquisiciones de los Estados Unidos. Como se ha se-
iíalado anlcriormente. dicho país. que en 1940 nos compró mercaderías por valor
de m$n 264 millones. se ha llevado en 1941 rnSn 562 millones. Aunque en menor
escala. tamhién han crecido nuestras exportaciones a otros países americanos. a sa-
ber: de mSn 167 millones a rnSn 216 millones. Ambos hechos en conjunto logran
crnñpensar con creces la disminución de nuestras ventas a países fuera del conti-
nente. que de mSn 997 millones en 1940 se redujeron a mSn 73 l millones en 1941.
debido principalmente a la desaparición. a mediados del año anterior. de compra-
dores europeos que adquirían. en lota!. aproximadamente el 50%, de nuestro saldo
exportable de granos. Ello. por cierto. no se ha producido sin que se modificara la
composición de nuestras exportaciones. pues el mercado estadounidense est;í ab-
sorbiendo en cierta medida productos que el país antes no exportaba.
Ya nos hemos referido en líneas generales a los motivos que han provocado la con-
tracción en nuestras importaciones. No obedece a una disminución l..'.n nuestro poder
adquisitivo externo. que. por el contrario. ha aumentado. Tampoco han influido las
medidas de control de cambios. que fueron casi totalmente suprimidas a principios de
aiío. en la forma que se explicar;í m;ís adelante. Sus causas son las limitaciones a la ex-
portación impuestas por los gobiernos extranjeros -sobre todo Estados Unidos. qul~
en la actualidad constituye nuestro principal proveedor-y la esca.~ez de barcos. Tam-
bién nos hemos de ocupar m:ís extensamente de este punto en las púginas siguientes.
Mús importante que estos hechos cs. en cuanto al resultado favorable del balance
de pagos. el considerable ingreso de fondos del exterior. En su gr:111 mayoría esos fon-
dos se han colocado en inversiones de r{ipida liquidación (depósitos a plazo. a la vist:1.
Letras de Tesorería y otros valores).' Como ya se ha seíial:1do en Memorias anterio-
res. sería arriesgado. a juzgar por la experiencia propia y la mundial. considerar esos
capitales como incorporados definitivamente al país. Recuérdese al respecto la expe-
riencia de los aiíos 193(1 y 1937. cuando el Banco Central. después de haber acumula-
do una crecida cantidad de divisas provenientes de la entrada de cst:1 clase de fondos
extranjeros. debió desprenderse de ellas en pocos meses. al producirse la corriente in-
versa. Es prudenle. pues. mantener una rl..'.serva a fin de contrarrestar los efectos que
podría tener sobre el mercado de cambios un retiro eventual de esos fondos. afirman-
do así la política monetaria del Gobierno Nacional. quien en m;ís de una oportunidad
ha expresado el decidido propósito de mantener el actual mercado libre de cambios.
1 Ademús d(' L'stl)s fondos qul' ingres:ihan al país. -''L~ rl·cihiú lamhil~n L'll los hancn" de plaza una
impo11ante cantidad de dep<'isitus en monetla extranjera. En vista del pt·rjuíciu que t•sto podía ocasionar
a las entidades bancarias arge11tin:1:-. L'll el caso de que t'.ohiL'nHh extranjL·ros dictasen medidas. de hlo-
1.¡uco. el Banco Cenlr;1J acnnsejú :1 lus h:111cns. a llh.:-diados de arlo. se ahstuYieran de aceptar nuevas
cuentas en monedas e\\tranjt·ras y le:-. n:<..·nrnc1H.k1 la liquid:tcil'lll de l:ts cxisknte.s. Ello se ha producido
en fonna salisfactoria. f1lh_'s de mS11 117 rnillone:-. a qUL' :ilt::m1:1ha11\\:1il·s1-.'llt'llla:-. en 19-l-O. han bajado a
mS11 ·2x millones en diri·~mhre de llJ-ll. Pa1h: de i.::-.tn .... d1..·pl)situ:-. int:f\\_'sarori :d paí ... convi11iéndosc a pe-
sos y. por supucslo. 1: .... t:in induidu~. l'll la cifra suhrl' ingrL'sns de ca¡iitali.:s.

EL BALA:-iCE DE PAGOS Y EL CONTROL DE CAMBIOS
743
En resumen. como resultado ele todos estos factores, el balance de pagos total
arroja en 1941 un saldo favorable de mSn 472 millones. Pero buena parte de esta
cifra debe considerarse como una reserva para atender el eventual retiro de los fon-
dos flotantes a que hemos hecho referencia.
El balance de pagos en divisas de libre 11w1Jjere11cia y de compe11sació11
La descomposición del balance de pagos total en estos dos grandes comparti-
mientos. según puede observarse en los cuadros respectivos. no tiene en 1941 el
mismo significado que en 1940. pues ambos presentan ei1 esta op011unidad la mis-
ma tendencia. mientras que hace un año acusaban resultados opuestos. Interesa em-
pero destacar que el saldo favorable de las cuentas en divisas de libre transferencia
es mucho más elevado que el que arrojan las cuentas de compensación. Esto se
debe sobre todo a que el ingreso de capitales se ha producido. como es lógico. en
aquel compartimiento. Jo que también explica que el suldo del balunce de pagos en
divisas de libre transferencia. que en 1940 fue negativo en m$n 130 millones. pase
a ser positivo en m$n 409 millones en 1941.
Halm1ce de pagos en divisas de libre transferencia
(Millones de 111$11 al tipo comprador oficial)1
Rubros
1937
1938
1939
19-'0
19-'I
2
~
3
Activo
2.214
1.258
1.490
888
1.291
Exportacioncs4
2.185
1.167
1.349
735
906
Saldo del movimiento
de capitales
- 13
- 68
66
79
325
Inversiones públicas
-
121
-
16
-
Varios
42
38
75
58
60
Pasivo
1.810
1.719
1.462
1.074
875
Importaciones
1.303
l.298
1.017
829
687
Servicio de la
deuda pública
151
114
129
95
74
Gastos públicos
(incluido armamentos)
75
55
40
17
14

744
RAÜL PREBISCll
Rubros
1937
1938
1939
1940
1941
:!
2
:1
Servicios financieros
281
252
276
133
100
Saldo
+ 404
- 461
+ 28
-186
+ 416
Repatriación de
deuda pública
-417
-
-
-
-
Importaciones
netas de oro5
-
-5
-6
- 2
- l
Cobro de parte del saldo de
divisas bloqueadas
-
-
-
+ 55
-
Ajuste de deuda comercial
- 41
-9
+ 125
+3
-6
Saldo neto
- 54
- 475
+ 147
-130
+ 409
Desde J 937 hasta el 22-9-1939. mSn 15 por f. Desde entonce' a 1941. mSn 13.50 por t:.
Cifras corregidas .
.+ Cifras provisionales sujetas a ajustes.
Valores FOH. induyc gastos de embarque no crn1siderndos por la estadística nacional. Desde 1939
ajustados por diferencia' de precios en alguno' productos (lanas. l'¡m1es conservadas. azúcar. etcétera).
> Corresponde exclusiv:uucntc a opemcioncs realizadas por pm1icutarcs.
En cuanto al balance de pagos en divisas de compensación. cabe señalar que el
saldo positivo es similar al del año anterior. Discriminando este balance por países
y sin pei:iuicio de referirnos más extensamente a este punto cuando nos ocupemos
de los convenios de compensación, corresponde anotar los siguientes hechos de in-
terés. En primer ténnino. nuestro intercambio comercial con el Brasil se halla in-
cluido en este compa11imiento desde mediados de año. a raíz del convenio de pa-
gos firmado con ese país. Con el Reino Unido. que sigue siendo. por supuesto, el
principal componente del grupo. persiste la tendencia ascendente en nuestro saldo
en libras bloqueadas. pero cabe señalar que el aumento ha sido menos importante
en el año que comentamos debido al incremento que experimentaron nuestras re-
mesas de servicios financieros. y a la repatriación de títulos en pesos efectuuda du-
rante la conversión a que se hace referencia en el capítulo eorres¡xmdiente.

EL BALANCE DE PAGOS Y EL CONTROL DE CAMBIOS
745
Balance de pagos en divisas de compensación
1Millo11cs de 111$11 al tipo comprador of'ieial)1
Rubros
1937
11>38
1939
1940
1941
2
~
3
Activo
144
204
224
722
712
E
.

xportac1ones
144
204
224
704
652
Varios
-
-
-
18
60
Pasivo
167
190
242
595
631
lmporlaciones
157
182
206
443
399
Servicio de la
deuda pública
-
-
13
58
64
Gastos públicos
(incluido armamentos)
10
8
10
5
l
Servicios financieros
-
-
13
89
167
Saldo
- 23
+ 14
- 18
+ 127
+ 81
Repatriación de
deuda pública
-
-
-
- 32
- 21
Ajuste de deuda comercial
-
-
+ 30
+ 25
+3
Cobro en divisas
transferibles
-
-
-
- 55
-
Saldo neto
- 23
+ 14
+ 12
+ 65
+ 63
Desde 1937 hasta el 22-9-1939, m$n 15 por f. Desde entonces a 1941, mSn 13.50 por f.
Cifras corregidas.
Cifras provisionales sujetas a ajustes.
4
Valores FOJ3, incluye gastos de emb1m¡uc no considerados por la estadística nadrnial. Desde 1939,
ajustados por diferencias de precios en algunos productos (lanas. carnes conservadas. azúcar. etcétera).
Por último, también forman pmte de las cuentas en divisas de compensación
nuestras operaciones con Francia y España.~ Con el primero de los países nombra-
dos. el saldo. que en 1940 fue positivo en m$n 47 millones. pasó a ser negativo en
No se hace mención de Alemania. debido a que las 1ransaccirn1es con ese país han sido insignifi-
cantes. por razones obvias.

746
RAÜL PREBISCH
m$n 14 millones en 194 L debido a que mientras por un lado Francia dejó ele comprar-
nos, por otro se efectuaron algunos pagos de servicios financieros e importaciones
pendientes. Este déficit se ha cubierto con la tenencia de francos en cuenta bloqueada.
En lo que respecta a España. la deuda de ese país para con la Argentina ha aumentado
en m$n 41 millones a raíz de la compra ele productos a que se alude más adelante.
Los tipos de cambio
La evolución del balance de pagos ha permitido en el mercado oficial de cam-
bio que las cotizaciones de la libra y del dól<U'. tanto de compra como de venta. se
mantuvieran estables. Las variaciones experimentadas por las otras monedas son
en general de poca importancia.
A raíz de las medidas de bloqueo adoptadas por los Estados Unidos y de la consi-
guiente imposibilidad de hacer arbitraje contra dólares. dejaron de cotizarse. en ju-
nio. la lira. la corona sueca. el franco suizo y la corona checa y. en julio. el yen. Más
adelante pudo resolverse satisfactoriamente esta situación y reanudarse la cotización
del franco suizo.·1 la corona sueca y el yen. Asimismo se comenzó a negociar nueva-
mente en escudos. que no se cotizaban en el mercado oficial desde agosto de 1939.
Es interesante señalar que la eliminación del permiso de cambio previo a la im-
portación hizo necesario tomar medidas para reemplazar el seguro de cambio inhe-
rente a dicho penniso. Con tal propósito se resolvió vender a los impo11adores
cambio a término hasta un plazo de ocho meses. que podrá ampliarse en otros cua-
tro mediante el pago de intereses.
En el mercado libre. el considerable ingreso de fondos. que ocurrió principal-
mente durante los nueve primeros meses del año. determinó una activa interven-
ción del Banco Central para absorber los excedentes. El peso se valorizó así en for-
ma tal que. de mSn 436.83 los 100 dólares en 1940. pasó a mSn 423.58 en 1941.
La máxima valorizm:ión se registró a mediados de diciembre con una cotización de
mSn 418.90 por 100 dóhU"es.
Medidas sobre remesas a países i11radidos o con co11re11io de ,·0111pe11sación
Como resultado de los sucesos internacionales y de las medidas adoptadas en
1941 por otros países. se hizo necesario modificar las disposiciones establecidas en
3
Ante la escasez de francos suizos para pagar i1npo11acioncs tk esa pro<.:cdencia. se rca]izó con
una instituc..::ión radicada en Suiza una operación de venta de oro por valor de 5.X nülloncs de francos
suizos. Pm1e del oro ha sido embarcada a Suiza por avión y el resto ha t¡uedado depositado en el Banco
Central ''can1uu'kcd" a nombre de la entidad compradora.

EL BALAl\\CE DE PAGOS Y EL CONTROL DE CA~'IBIOS
747
1940 sobre el movimiento de las cuentas de efectivo o valores. en moneda nacional
o extranjera. ya existentes o que se abran en la Argentina a favor de personas resi-
dentes en naciones invadidas o que mantienen convenios de compensación de pa-
gos con la Argentina. y ampliar el número de países a que se refieren esas medidas.
En todos los casos. las nuevas disposiciones tendieron al propósito de lograr
que las transferencias respondan a necesidades legítimas de las relaciones directas
entre la Argentina y dichos países. que las remesas al exterior se efectúen dentro de
las disponibilidades que provean el intercambio de productos y demás operaciones
con cada nación y. en el caso de países con cuenta de compensación. que los giros
se realicen exclusivamente dentro de dicha cuenta.
Una de las medidas adoptadas al efecto fue la dispuestü por decreto del Poder
Ejecutivo del 9 de septiembre último. que limita las operaciones de arbitraje a las
que se justifiquen ~X)r necesidades directas de las transacciones entre la Argentina
y los respectivos países. Con tal fin. todo arbitraje en que intervenga nuestra plaza ·
quedó sometido al control previo del Banco Central. Con el propósito de lograr una
aplicación eficiente del decreto. el Banco comunicó a las instituciones autorizadas
a operar en cambios que se había resuelto considerar las cuentas que mantenían en
sus corresponsales del continente europeo. China y Japón como cuentas de com-
pensación de pagos.
Otra medida importante fue la que dispuso que las transferencias de fondos al
exterior -salvo las que responden al pago de im1xmaciones. que deben abonarse
en la moneda en que est:í extendido el certificado de despacho a plaza- tienen que
efectuarse en la monedü del país de destino. por intermedio de las cuentas que los
bancos ¡x)sean en sus corresponsales de las cuentas en pesos abiertas en la Argenti-
na a favor de titulares domiciliados en el país al cual se envían los fondos.
Por último. se estableció que no sólo los débitos sino también los créditos a las
cuentas de residentes en países invadidos o con convenios de compensación. de-
bían estar sujetos a la presentación previa de una solicitud en que constaran los mo-
tivos de la operación.
2. EL CONTROL DE CAMBIOS
Supresión de las restriccio11es
Hemos dicho que en el curso de 1941 el Ministerio de Hacienda. al adoptar la
polílica de ir liberando el mercado de las trabas existentes sobre las importaciones,
había levantado casi todas las restricciones. Las medidas en ese sentido se tomaron

748
preferentemente en febrero. y se completaron en abril y mayo. conforme se veía
que Gran Bretaña dejaba de proveernos parcial o totalmente de a11Ículos que hasta
entonces nos había enviado con bastante regularidad.
Pronto se llegó así a un punto en que alrededor del 80% de las importaciones
totales podían realizarse sin restricciones. Este hecho decidió al Ministerio de Ha-
cienda a eliminar para esas importaciones el permiso previo de cambio. y así lo
dispuso el Poder Ejecutivo por decreto N'' 93.058. de fecha 6 de junio de 1941.
Posteriormente. en vista ele la tendencia favorable en nuestro balance de pagos.
fue posible elimin<u· otra parle de las restricciones que aún subsistían. Se abolieron
las regulaciones cuantitativas existentes sobre algunos artículos de importancia y se
otorgó cambio para varios otros artículos de menor cuantía que estaban 1ransitoria-
meI11e suspendidos. ciándose así un paso más para elimin:u- progresivamente el régi-
men de control de cambios. De tal manera. en la actualidad. sólo el 5%,. aproxima-
damente. del valor de las imponaciones está sujeto a alguna forma de restricción.
La eliminación del penniso previo significó una simplificación considerable del
sistema de control. y el Ministerio de Hacienda resolvió por el decreto mencionado
suprimir la Oficina de Control de Cambios transfiriendo a la Dirección General del
Impuesto a los Réditos las l:u·eas de inspección y sumarios: a la Dirección General
de Aduanas las concernientes a la fiscalización del trámite aduanero. y al Banco
Central el resto de las funciones. con lo que vino a cumplirse lo previslo en la Ley
N" 12.160 sobre transferencia gradual al Banco Centr:.il de las tareas de control de
cambios.
La supresión de la Oficina de Control de Cambios no ha alterado el régimen ele
las resoluciones relativas a dicho control. El Ministerio ele Hacienda, con el aseso-
ramiento de los organismos mencionados y. en los casos en que corresponde. de la
Comisión de Divisas o de la Comisión de Aforos. sigue siendo quien dicta las re-
glamentaciones pertinentes o resuelve los casos fuera de normas.
Las tareas tu111.1j'r!ridas al Banco
Desde el I" de julio. fecha en que se hizo cargo de sus nuevas tareas. el Banco
Central realiza el control de la entrega del cambio por los exportadores. Asimismo
otorga. de acuerdo con las decisiones que. previo asesoramiento de la Comisión de
Divisas. adopta el Ministerio de Hacienda. las autorizaciones de cambio para pagar
las importaciones de artículos no previstos en las regulaciones o ele los que están
sujetos a regulaciones cuantitativas o a estudio previo.
A fin de provocar el menor entorpecimiento posible en el comercio y en la in-
dustria y de poder atender todos los pedidos con la mayor prontitud. el Ministerio

EL Bi\\L,\\;'<CE DE l't\\(;os y EL CO~TKOL DI' C\\Yll!IOS
749
de Hacienda. con la opinión favorable de la Comisión de Divisas. facultó al Banco
Cen1ral para decidir en. Jos casos que por su naturaleza especial exigen rápida reso-
lución: las decisiones adopl:ldas deben ser comunicadas por el Banco a la citada
Comisión. para que formule las observaciones que juzgue oportuno tener en cuenta
en lo sucesivo.
Tanto las resoluciones que dicta el Ministerio de Hacienda después de oír a la Co-
misión de Divisas como las que IOma el Banco en vi11ud de la au1ori1.ación menciona-
da. se llevan a conocimiento de los interesados por medio de circulares infonnativas.
Desde que estas· tareas están a cargo del Banco Central. se han presentado. con-
forme al siguiente detalle. 10.246 pedidos excepcionales. que fueron considerados
con la mayor celeridad posible:
Detalle ele las solicitudes excepcionales ele cambio presentadas
al Banco Central
Mercaderías fuera de normas
2.35 l
Artículos previo es1udio:
Máquinas y mo1ores
1.989
O Iros
471
Ampliación de regulaciones cuanli1:11ivas
983
Modificación del ti¡xl de cambio
316
Paniculares
594
Pedido de prórrogas. reemplazos y anulaciones de permisos
3.542
10.246
Modificación en el método aplicado 1wra m11trolar las i111p11rtat'io11cs
Desde fines de 1939 y hasia comienzos de 1941. las importaciones estaban su-
jetas en líneas generales a las siguientes normas: los artículos que concernían al
consumo popular y a la actividad de las indus1rias gozaban de un tipo preferencial
de cambio. equivalente de mSn 15 la libra eslerlina: olms. menos esenciales. se
abonaban al tipo de mSn 17 la libra esterlina. pero muchos renglones es1aban so-
metidos al régimen de regulaciones cuantitativas. en tanto que no se dahan penni-
sos para los que se consideraban no esenciales.
Según ya se explicó en la Memoria an1erior. el Poder Ejeculivo Nacional dic1ó

750
RAlcL PR1:B1sc11
a fines de noviembre de 1940 un decreto que modiricaba considerablemente el sis-
tema restrictivo aplicado sobre el segundo grupo: en vez de busc:u· la reducción
mediante el establecimiento de regulaciones cuantitativas periódicas aplicadas a
gran número de artículos. lo que hubiera requerido una gran complicación adminis-
trativa. se prefirió dejar que el aumento del tipo de cambio obrase como elemento
moderador. Con tal rin. el decreto disponía que el Banco Central realizara licitacio-
nes periódicas de cambio y alentara la constitución de organizaciones especiales
encargadas de estimular. mediante los tipos de cambio que pagarían los importado-
res de mtículos restringidos. la exportación de productos que hasta entonces no se
exportaban o sólo se exportaban en cantidades reducidas.
Las disposiciones de dicho decreto se empezaron a aplicar en 1941 con la crea-
ción del mercado de licitaciones y de la Corporación para la Promoción del Inter-
cambio.
El mercado de lici 1111'i1111e.1
Por circular del 22 de rebrero de 1941. el Banco Central dio a conocer la regln-
mentaci(rn a que estarían sujetas las operaciones del mercado de licitaciones. Los
artículos para los cuales había que licitar cambio se agruparon en dos listas: las
propuestas debían presentarse en dtílan.:s. y el importador debía solicitar el permiso
previo dentro de los cinco días de aceptada su propuesta. La primera licitación se
realizó el 7 de marzo.
La pr:ictica indicó poco después la conveniencia de introducir ciertas modifica-
ciones: las dos listas de productos se unific:mm. se aceptaron propuestas en otras
monedas. y. en lugar de dos licitaciones por semana. sólo se realizó una.
Conforme se observa en las cirras de este cuadro. descartados los primeros
tiempos del sistema. el monto de las propuestas se ha estabilizado y la cantidad re-
chazada es pequeña.
Resultado ele las licitaciones ele cambio
Fcdia
Lidiado
Acq1t:1clo
Rcd1al.ado
1941
(E11111il/1111e.1 de dá/arc.1)
Marzo
16.4
6.0
10.4
2u trimestre
9.7
7.5
2.2
3er trimestre
6.6
5.9
0.7
4v trimestre
6.6
6.0
0.6
Total
39,3
25,4
13,9

EL BALANCI' DE PAGOS Y EL CO'.'\\TKOL DE CAMBIOS
751
Desde que se unificó la lista de artículos. los tipos mínimos aceptados oscilaron
entre mSn 491 y m$n 494 por 100 dólares. y el promedio. entre mSn 493.20 y m$n
496.75.
La Corporación para la f'romoció11 del Intcrrn111hio*
En abril de 1941 un grupo de personas representativas dentro del comercio m·-
gentino-estaclouniclense se dirigió a este Banco solicitando su apoyo para dejar
constituida una Corporación que se ajustaría a los términos del Decreto 78.466. a
que nos hemos referido ya.
El Banco. teniendo en cuenta el objeto que se perseguía. se dirigió al Ministerio
de Hacienda apoyando la iniciativa y sugiriendo las condiciones a que convenía su-
jetar el funcionamiento de ese organismo.
Por Decreto del 9 de mayo de 1941. el Poder Ejecutivo autorizó el funciona-
miento de la "Corporación para la Promoción del Intercambio".
El fin fundamental de esta entidad es estimular el imercamhio comercial con los
Estados Unidos y demás países de América. promoviendo la exportación ele produc-
tos que no se exportan actualmente o que se exportan en reducidas cantidades.
Para llen:u· ese propósito. se propone estudiar las posibilidades que presentan
los mercados extniorcs. realiz:u- en ellos una activa propaganda. contratar los ex-
pertos y técnicos necesarios para informar a los industriales del país acerca de los
gustos del consumidor extranjero. vincular a nuestros productos con los mercados
consumidores y vigilar la calidad de los productos que se exporten bajo sus auspi-
cios colaborando al efecto con las autoridades 1wcionalcs.
Las divisas producidas ¡xir los artículos que se consideran de exportación no re-
gular son compradas por la Corporación que está autorizada a venderlas con destino
al pago de determinadas importaciones. Los tipos de cambio que aplique en sus com-
pras y venias de divisas deben contar con la rnnformidad previa del Banco CentraL y
los beneficios que obtenga por diferencias entre los tipos se destinarán a fomentar el
intercambio ya que el dividendo de las acciones no podrú exceder del 4%.
* N. del !:"d. Esta in,lilllción 1 ue una idea nnginal de Raúl l'rebisch y de Len D. Wckh. gerente
del City Uank. "Conccbimo~ cnn éJ --dice Prebi~ch- una idea lJUC' luego la guerra no pennitió rcali-
1.;11:.. La idea era fomrnr una coq1uraciún argentina de promoción del intercambio. con el concurso del
Banco Cenlral y la participaciún de firmas imprnladorns de' los hladns Unidm. Yo ks había dicho: 'Sc-
i'iorcs, ltx.ln incremento de cxpurtaciún argentina a los Estados Lnldo~ debido a la acción de esta Corpo-
raciún se dcdic:iní ínlcgramente a dar cambio adicional para importac1011e~ de E~tado~ Lnidos'. Y C'.'>la
gente traj& 1écnico:-. que C\\tudiaron una .-.cric de HH.IU'.'>tria~: del cuero. del calzado. tejido\\, cte.". En efec-
to. a instancia de Prcbist:h. el gmpo de imp011adorcs de autnmóvilc'.'> y repucslos de automóvilc'.'> contra-
tó a la Annour Rescarch Fmmdalion para 'luc c'tudiasc la pu,ihilidad de hacer cxprnlaciunc' nuevas al
mercado noi1eamericano. Prehi:-.ch de~arrolló nm m:is detalle c~ta experiencia t'll ~ll'.'> cl<l~L·~ en la uni~
vcrsidad en llJ44 (véase lomo lll de esta <>hra).

75'2
RAl:I. J>REBISCI 1
Todas las operaciones de la Corporación quedan sujetas a la fiscalización del
Banco Central. habiéndose establecido una :umoniosa colaboración mediante el de-
legado que designó el Banco. que a su vez establece el nexo entre el Ministerio de
Hacienda y la Corporación.
La Corporación comenzó a actuar públicamente el 10 de septiembre de 1941 y
se encuentra. ¡x>r supuesto. en la etapa preliminar de sus operaciones. Los resulta-
dos obtenidos hasta ahora prometen un satisfactorio desenvolvimiento en el futuro.
A pesm· de la difícil lalx>r de organización inherente a toda gestión de está índole.
la Corporación ya ha establecido vinculaciones con distintos sectores de nuestra
producción .. para orientarlos con el a¡x>rtc del asesoramiento técnico y 1xmerlos en
contacto con los compradores extranjeros.
· Hasta ahora han merecido su pm·ticular atención la industria de los sombreros
de lana. la del calzado y la de las curtiembres. y se estudia la fonna de a¡x>yar la de
yerba mate. la minería. la producción lechera y la industria porcina. Una de las ma-
yores preocupaciones de la Corporación es adapt:u- la producción argentina a los
gustos del consumidor en los Estados Unidos. tanto desde el punto de vista de la
calidad como de la presentación. Este es por cierto el primer paso que deben enca-
rar nuestros industriales a fin de lograr la conquista permanente de nuevos merca-
dos. Para facilit:u· sus tareas. la Coq)()ración ha abierto una Oficina en Nueva York.
lo que le permite un estrecho contacto con ese mercado co11su11lidor.
Hasta el 31 de diciembre la Corporación ha efectuado compras de cambio por
m$n 145 millones al tipo comprador.

97
EL PROBLEMA DE LOS
ABASTECIMIENTOS ESENCIALES*
Hemos visto que la contracción de nuestras importaciones se ha debido a facto-
res ajenos a nuestro control. y que pese a la favorable disposición de nuestro país
para adquirir mercaderías en el exterior, no ha sido JX)sible satisfacer íntegramente
la demanda, a causa de las restricciones establecidas por nuestros proveedores.
Este problema merece especial análisis por la importancia que tiene para nuestra
economía la necesidad de procunu-sc en el extranjero cierta cantidad de materias
primas y maquinarias indispensables para el mantenimiento de las actividades in-
dust1iales. Hierro. acero. hojalata. zinc. cobre. carbón. fue! oíl, productos químicos.
maquinaria industrial, material para la explotación de petróleo. y muchos otros ren-
glones, son los que se consideran indispensables. sea para cubrir el consumo intcr-
Qo. sea para preparar los productos que exportamos.
En épocas normales. la provisión de estos artículos podía hacerse en varios pa-
íses. indistintameme. Pero en la actualidad. con la extensión que ha tomado el con-
flicto bélico y la lucha en los mares. p:u-a muchos de esos productos existe un pro-
veedor casi único. los Estados Unidos. Y aun este proveedor se encuentra en
dificultades 1nu·a atender a la vez. aparte de las necesidades de su población, una
demanda externa muy superior a la normal y los requerimientos ele su industria bé-
lica. embarcada en un extraordinario plan de expansión.
EVOLCCl()N DEL PROBLEMA
Al iniciarse la guerra, el precio de esos productos comenzó a subir rápidamente.
Para contrarrestar el alza y evitar su efecto sobre el consumo. la~ industrias y los
stocks. el Gobierno Nacional decidió establecer un tipo preferencial de cambio de
* N. del Ed. Publicado en Banco Central de la República Argentina, !vlemoria 1\\1111a/. Séptimo
l~jercicio. 1\\141, Buenos Aires. Gotclli, 1942, cap. II. págs. 29-34. Sobre la redacción de la Memoria
Anual,
véase la Nota clel Editor al capítulo 77.

75.+
RAUL PREBJSCll
m$n 15 la libra. 1 Asimismo se modificaron las nonnas para el otorgamiento de per-
misos previos. ampliándose el número de países de los cuales podían import;u-se
los artículos esenciales.
Como se vio en los primeros meses de 194 l que el Reino Unido no continuaba
enviándonos las mercaderías que nos había vendido normalmente. se suprimieron
en su casi totalidad las restricciones a los productos de los Estados Unidos. No obs-
tante. nuestras compras en este último país no aumcntmon en forma sensible. en
parte por las restricciones que comenzaron a regir en aquel país. y también debido
a cierta tendencia. en el comercio y la industria. a actu:u- con extrema prudencia en
la rnnstitución ele stocks. a fin de correr los menores riesgos posibles. en vista del
rúpido descenso en los precios que se produjo al temlinar la guerra de 1914.
EFECTOS DEL l'LA!\\ AR\\IA'vIE'\\TtSTA DE LOS EST,\\DOS U'.':IDOS
Las dificultades que surgieron para abastecerse en Estados Unidos se vincula-
ban con la resolución ele ese país ele prestar ayuda crecieme a Gran Bretaña. lo que
amplió en enorme grado las necesidades de las industrias de pertrechos de guerra.
Pronto la demanda llegó a exceder allí la capacidad de pnxlucción. A pm·tir de en-
tonces. la fabricación de armamentos sólo podía aumentar a expensas de los usos
civiles y de la exportación. Como la necesidad de la producción bélica siguió inten-
sificúndose. el Gobierno de los Estados Unidos consideró indispensable restringir
severamente los otros destinos y cuidar que los países enemigos de Gran Bretaíia
no recibieran abastecimientos.
Con ese fin estableció primero las licencias de exportación: pasó luego al siste-
ma de prioridades y. en época más reciente. cuando la experiencia demostró los
defectos de ese sistema. a las cuotas de cxpo1iación por países. También tomó me-
didas para limitar directamente la producción de algunos artículos importantes (au-
torntí\\'ilcs. refrigeradores. aparatos de radio. utensilios eléctricos y muchos otros) y
p:ira dificultar su venta. estableciendo asimismo el racionamiento de los consumos.
A mediados de 1941 los Estados Unidos habían entrado ya en un régimen de
economía de guerra. El conllicto con Japón dio nuevo impulso a ese régimen. que
sc¡rur:1mcnte habrú de ir acentuándose en lo futuro.
Por cst:1s rawncs. desde hace algunos meses. las cantidades de artículos esen-
ciaks quL~ se importan l~n la Argentina son inferiores a los requerimientos normales
del país. Para mantener el ritmo de producción. deben consumirse stocks constituí-
1
Se rccurda1~í que dcspu~~ de iniciada la guerra. la libra :-.e de:-.valori1ú con rc:-.pcclo al dúlar en
1--V(. L~tu cx1)I i~.-'ª pnr qué d ti pu c:-.pecial de mSn 15 la libra no :"lignificú. parad dólar. otra t:osa liUC el
nia11tcnimic111u de la L'tllÍ1.1L-i('111 anterior.

EL PIWULE\\IA DE LOS ABASTECIMIEXJ'OS ESENCIALES
755
dos en otras épocas y las perspectivas son de que subsistan y tal vez se agraven las
dificultades actuales. En efecto. según han manifestado en fecha reciente represen-
tantes del Gobierno de los Estados Unidos. es probable que se aplique en lo futuro
al aprovisionamiento de los países latinoamericanos un tratamiento similar al que
se da al consumo civil en los Estados Unidos. al cual se le imponen de continuo
restricciones cada vez mayores.
CÓMO FUNCIONA EL SISTEMA DE PERMISOS EN LOS ESTADOS UNIDOS
El Gobierno de los Estados Unidos parece inclinarse. en todos los casos en que
es posible. hacia el régimen de cuotas periódicas por países. Para un número im-
portante de materias primas y pnxluctos manufacturados esenciales. éstas se han fi-
jado o se fijarán en breve. En cambio. para otros a11ículos que por su naturaleza no
podrán someterse a cuotas. como por ejemplo las maquinarias industriales. el per-
miso de exportación y la prioridad deberán gestionarse en forma individual para
cada pedido. con el apoyo de la representación diplomática respectiva.
Las decisiones corresponden en última instancia al Comité de Producción de
Guem1 (Board of War Productions). en que figuran representantes del Departamen-
to de Estado y del Comité de Guerra Económica (Board of Economic Warfare).
que son los organismos encargados de analizar las necesidades de los países ameri-
canos y presentarlas al Comité citado. Una vez asignadas las cuotas e indicadas las
fábricas con autorización para proveerlas. el Comité de Guerra Económica analiza
los pedidos individuales.
Con el propósito de tener una hase para establecer las cantidades que se asigna-
rán a los países americanos. el Gobierno de los Estados Unidos solicitó oportuna-
mente a cada uno de los gobiernos de esos países que le hiciera conocer una esti-
mación de sus requerimientos. En la Argentina esta tarea ha estado a cargo del
Banco Central. en razón del pedido que le formuló el señor Ministro de Hacienda
en su nota del 28 de agosto.
DETERMINACIÓN DE NUESTRAS i\\ECESIDADES MÍNlrvlAS DE IMPORTACIÓN EN 1942
Con esa finalidad. el Banco solicitó a los importadores, por intermedio de los
bancos y corredores autorizados. cifras sobre sus necesidades mínimas de produc-
tos esenciales en 1942. divididas por usos probables. Y. a fin de esrnhlecer cotejos.
se pidieron también las informaciones sobre imponacioncs y usos en varios años
anteriores.

756
RAl;L PREBISCH
Antes de efectuar las compilaciones generales se analizaron minuciosamente
las planillas individuales para establecer si los importadores habían declarJdo sus
requerimientos mínimos. Era indispensable que los datos no fueran abultados. pues
ello se revelaría al an:ílisis de las cifras globales y podría originar corles que redu-
jeran la cuota a límites inconvenientes. Si bien la mayor p:u-te de las firmas denota-
ron gran comprensión y enviaron estimaciones ajustadas. otras declararon necesi-
dades exageradas. En muchos casos se logró. mediante oportunas explicaciones.
que rectificaran sus cúlculos. En otros. en cambio. fueron infructuosas las tentati-
vas en tal sentido.
Resultó así que las necesidades totales declaradas para algunos artículos eran
notoriamente excesivas. Para ajustar esas cifras a la realidad. se solicitó la colabo-
ración de la Unión Industrial Argentina y del Centro de Importadores. que de inme-
(liato nombraron comisiones técnicas con tal fin. Debemos destacar la gran eficacia
de la tarea cumplida por esas comisiones y agradecer la valiosa ayuda que presta-
ron al Banco. con la que fue posible eliminar los inconvenientes señalados.
Con los datos así obtenidos y con las informaciones adicionales que se consi-
guieron por otros conductos. se prepararon informes explicativos para cada ar-
tículo. informes que comenzaron a enviarse al Ministerio de Hacienda a pa11ir de
fines de septiembre para que. una vez considerados. se remitieran el Gobierno de
los Estados Unidos siguiendo las vías pertinentes.
Hasta ahora se han enviado los informes referentes a los siguientes productos:
Hojalata: hierro y acero en diversas formas: níquel. aleaciones y sus manufactu-
ras: zinc en tocias sus formas: aluminio en todas sus formas: cobre en todas sus for-
mas: bronce. latón y metal amarillo en todas sus formas: maquinaria agrícola:
máquinas para construcciones y caminos: carburo de calcio: soda cáustica: fonnol:
alcohol metílico (metano!): ácidos cresílicos. cresoles y fcnol: anilinas: acetona:
permanganato de potasio: solventes para pintura: tetracloruro de carbono: sulfato
de cobre: cafeína: ácido cítrico: teobromina: naftalina: dinamita: acetato de celulo-
sa: creolita natural: refractarios de cromita: electrodos de carbono: abrasivos artifi-
ciales: óxido de zinc.
Se espera que en breve plazo podrá quedar terminada la t:u·ea que ahora se lleva
a cabo con otros artículos que el Gobierno de los Estados Unidos ha agregado en
los últimos meses a la lista original.
ÜlSTRIBliC!ÓN DF LAS CUYL\\S i\\S!CiN,\\DAS POR !.OS ESTADOS UNIDOS
A fines del año 1941. el Gobierno de los Estados Unidos comenzó a asignar las
cuotas de exportación a los países americanos. Como en la mayoría de los casos

El. PROBLl:'.tA DE LOS AHASTECl\\11E~TOS ESENCIALES
757
esas cuotas resullaron insuficientes pw·a cubrir lodos los requerimientos de nuestro
país. fue necesario establecer un procedimiento para limitar el uso de las cantida-
des disponibles a las aplicaciones más esenciales. teniendo en cuenta las caracte-
rísticas de nuestra economía. Deberán excluirse. pues. los usos secundarios o que
pueden cubrirse con sustilulos de producción nacional.
Por decreto N~ 111.598 del Poder Ejecutivo Nacional. de fecha 19 de enero de
1942. se estableció que el Ministerio de Hacienda dictará las normas según las cua-
les el Banco Central debe distribuir las cuotas por firmas. Contará el Ministerio de
Hacienda con el asesoramiento de la Comisión de Divisas. de la cual forman parte
representantes de otros ministerios y de las grandes organizaciones del comercio y
la industria y cuya colaboración ha sido sumamente valiosa en materia de normas
para las imp011aciones.
En la pr:íctica se está procediendo de la siguiente manera: con el asesoramienlü
de los representantes gremiales de cada actividad se establecen los usos más urgen-
tes e importantes a que deben destinarse las cuotas asignadas. y dentro de esas li-
mitaciones se efectúa la distribución entre los distintos importadores de la plaza
otorgándoseles los "cerlificados de necesidad" individuales que ha establecido con
tal fin el Gobierno de los Estados Unidos.
Hasta ahora se han fijado cuotas para los siguientes productos cuya distribución
entre los imponadores est:í efectuando el Banco Central
Hojalata: hierro y acero: maquinaria agrícola y sus repuestos: ceniza de soda:
soda dustica: sulfato de cobre: tetracloruro de carbono: permanganato de potasio:
sales de potasio; cromo para curtir: aceite de anilina: fósforo; alcohol metílico (me-
tano!): pulpa de madera.
Es evidente que de primer intento no podr:í funcionar sin tropiezos un sistema
que debe ajustarse continuamente a medidas adoptadas en el exterior. Es de esperar.
sin embargo. que la experiencia que se vaya recogiendo y la mayor estabilidad que
han de adquirir las disposiciones del gobierno de los Estados Unidos permitirán eli-
mimu- progresivamente ios inconveniemes que se han presentado hasta ahora.

98
DESENVOLVIMIENTO
DE LA ECONOMIA ARGENTINA*
1. UN ELEMENTO COMPENSADOR EN LA ACTIVIDAD ECONÜMICA
Siempre expuesta en su economía a las continuas fluctuaciones del comercio
internacional y del movimiento de capitales. la Argentina está poniendo esta vez ele
manifiesto su aptitud para amortiguar eficazmente la repercusión ele esos cambios
sobre sus actividades económicas internas. A causa de restricciones exteriores. las
importaciones por habitante se han comprimido violentamente y están por debajo
de lo poco que fueron en los tiempos de penuria de la depresión mundial. No ha
habido en verdad importaciones tan bajas en los últimos cincuenta años. 1 Y no es
esta vez por falta de recursos. pues nuestras existencias de oro han llegado a cifras
de gran magnitud. Tenemos hoy un equivalente de mSn 2.000 millones de reservas
metálicas. Aunque esto da extremo vigor a la posición técnica de nuestra moneda.
a tal punto que cada billete tiene una cobertura de oro de 127%.2 preparándola para
futurus contingencias. ese oro monetario sólo puede cumplir parcialmente su fun-
ción específicu.
Elementos ele resistencia y fuerza de readaptación que tenía dentro de sí mismo
han permitido al país irse sustrayendo. no sin notorias dificullades. a las más gra-
ves complicaciones económicas de lo exterior. La actividad económica es intensa.
los quebrantos comerciales exiguos. líquido el sistema bancario y holgada la plaza
de valores. Todo ello a favor de una demanda general persistente donde se vuelca
el abundante poder de compra de la población. lo cual. a pesar de sus benéficos
efectos suscita problemas ele impostergable consideración.
* N. del fd. l'uhlicado en Banco Central de la Repüblica Argentina. Jfr111uria i\\11110/. Ocwro Ejer-
cicio. 19-12, Buenos Aires. Gotdli. l'l43. cap. l. 1xí~s. 1-9. Reproducido en Banco Central de la
República Argentina. La creación del Banco Central y la experiencia monetaria argcnlina entre los aúo~
1935-1943. Buenos Aires. 1972. t. l. págs. 155-166. Sobre la redacciún de la Memoria Anual. véase la
Nota del Editor al capítulo 77.
Yéma.~ gráfico'.\\~~ 1.
'
-
V Case el capítulo 94. punto 5 de e-stc volumen.

DESENVOLVIMIENTO DE Li\\ ECO:'\\OMÍA ARGl~\\'TINA
759
Es que en cuanto asoma una impresión favorable en tiempos como estos. suje-
tos a grandes mudanzas y pendientes como nunca de lo imprevisto, el juicio
ecuánime aconseja señalar los puntos débiles junto a lo firme y sano -<:omo lo es
en sustancia la situación económica general- y advertir aquello que requiere en-
mienda o correctivo a fin de precaverse a tiempo de inevitables contragolpes.
Lo que sucede en nuestra economía no tiene. por cierto. un mero valor epi-
sódico. Está ocurriendo una transformación de gran significado. Si el esfuerzo in-
dustrial satisface gran parte de nuestras necesidades. se debe al crecimiento or-
gánico de los medios productivos. que ha venido acentuándose a partir de la
depresión mundial. Los establecimientos con que así podía contar el país al comen-
zar la guerra funcionan ahora. en general. con plena capacidad. en turnos sucesivos
de trabajo. y han ensanchado sus plantas en la medida que las circunstancias permi-
tían. Han surgido también en gran número establecimientos pequeños y medianos.
Hay iniciativa. espíritu de empresa y una manifestación de capacidad técnica en
creciente y firme desarrollo. Aparte de los nuevos productos. la elaboración de los
que ya se obtenían antes de la guerra ha aumentado en cantidad y en algunos casos
ha mejorado también en calidad. Se han logrado importantes sustituciones y. en
donde ha sido posible. la recuperación de ,materiales se efectúa con diligencia.
Pero el funcionamiento de la industria en las· actuales circunstancias debe observm·-
se muy estrechameme. Las existencias de materias esenciales han venido disminu-
yendo. y en ulgunos sectores de la industria la situación podría tornarse crítica si
no se logra obtener en el exterior las cantidades mínimas que permiten transportar
las escasas bodegas disponibles. y sin las cuales no tardaría en reselltirse el ritmo
de la actividad industrial. Hay motivo. pues. pm·a pre(x:upaciones. tanto más serias
cuanto más se prolongue la guerra. Y la población dche esiar preparada para acep-
tar las restricciones que las citcunstancias impongan.
2. lKTENSO CRECIMIENTO DI~ Li\\ INDUSTRIA
El censo industrial de l 935 atribuyó a la proi.lucción extractiva y manufacturera
un valor de unos mSn 3.300 millones: Hoy esa cifra. según datos conjeturales. no
parece bajar de unos mSn 7.0<Xl millones. Desde luego. el alza reciente de los pre-
cios abulta los números. Elimi1Íado este factor. resulta un crecimiento de aproxima-
damente 55% en el volumeu lisico de la producción industrial entre 1935 y l 942.
Este desenvolvimiento productivo fue muy intellso en los primeros años del pe-
ríodo y prosiguió en estos tiempos de gucm1; entre 1939 y 1942 ha habido un au-
mento de alrededor de 16% en el volumen físico. He aquí los índices respectivos
que han servido para trazar el gráfico N~ 2:

' J
l. Volumen físico de las importaciones por habitante
g
lndkcs, base 1900-04=100
100
160
140
;;e
~
120
~
~
100~~+--4-~~-+-~~t--~~-+~+-~~~-+-t-~~~~~i--~~~~-;
:J
ao
40
20

2. Valor y volumen físico de la producción industrial
lndit'l'S, has" 193.'i= IOO
200.
200
o
~
1801-
1
1
1
1
1
1
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· · · · · · . . ... ~~l:.nen «¡~o
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2
120 1-
1
. / 1
.
1
1
1
1
1
-1120
>
100
100
1936
1937
1938
1939
1940
1941
1942 ' •
-.J
~

762
RAÚL PREBlSCI 1
Indice de la producciím industrial
A1ios
Volumen
Valor
1935
100
100
1937
122
134
1939
133
145
1940
137
152
1941
143
1942
155
210
1
No hay dalos.
El país ha continuado creciendo. pues, por su propio impulso vital no obstante
haberse detenido en los últimos quince años el incremenlO antes r{lpido y persisten-
te de sus exportaciones. conforme lo enseña el gráfico N" 3. Hasta entonces las ex-
portaciones habían constituido el elemento primordial de nuestro des:un>llo: domi-
naban nuestra economía y con ellas y los capitales que aquí se invertían
importábamos la mayor parte de los :u·1ículos requeridos por el consumo de la po-
blación y el desenvolvimiento de la actividad económica interna.
Privado de la posibilidad de conlinuar su desarrollo por las exporlaciones debi-
do al recrudecimiento del proteccionismo agrario de los grandes mercados mundia-
les. el país ha crecido hacia adentro. Acaso con mucho menor intensidad y consis-
tencia que lo que pudo h:ibersc hecho. Pero el valor de la comprobación es grande
y abre campo de acción promisorio. desde el punto de vista económico y demo-
grMico. Y no podría desentenderse de ello la política de la moneda y el crédito.
Los elatos que se han visto m{ls arriba no revelan todo el significado que en rea-
lielael entraña el esfuerzo industrial. La industria se sirve de materias importadas o
producidas por la agricultura o la ganadería cuyo valor est:í lógicamente englobado
dentro de las cifras de la producción industrial. Interesa. sin embargo. eliminarlo
p;m1 tener una cifra. así sea conjetural. del valor neto agregado por la industria a las
materias primas de que ella se sirve. Se obtiene así. para 1942. la cantidad ele mSn
2.650 millones correspondiente al valor creado 1xir la industria.

3. Volumen físico de las exportaciones
lndict•s. b:ist• 1900-0 .. =100
2401-
1
V•~¡-.. •I~ !
1l
3>ID
A~
v
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1:~111111111111~1l111111111l111111111l11111111~: -.J °' w

764
RAOL PREBISCH
Esta cifra neta. representativa del esfuerzo industrial. resultaría ya casi igual al
valor neto conjunto de la producción agrícola-ganadera en 1942. en el lugm- de pro-
ducción. No es de extrañar que haya ocurrido este acercamiento, pues mientras el
valor agregado por Ja industria se duplicó entre 1935 y 1942. el valor neto de la pro-
ducción agropecuaria sólo aume111ó en un 25% aproximadamente. debido. en modo
exclusivo. a la producción ganadera. Así puede observarse en el cuadro siguiente:
Estimación conjetural del valor de la producciém
Valores netos
Valores globall's de la producdún
ereados por la prod ucl·iún
A1ios
Agropecuaria
Agrícola
Ganadera
Total
Industrial Agrop~uaria Industrial
1
2
1935
1.850
1.050
2.900
3.330
2.150
1.300
1937
2.300
1.350
3.650
4.475
2.850
1.550
1939
1.800
1.300
:uoo
4.830
2.400
1.750
1940
1.550
1.350
2.900
5.050
2.200
1.850
1942
1.750
1.750
3.500
7.000
2.700
2.650
1 Valor global en el lugar de producción menos el valor de los n1atcrialcs l'.onsun1idn~ en el proce-
so Je producción.
~ Valor tic los productos elab,iratlos menos costo tic las materias prima>. envases. combustibles y
energía eléctrica Clllllprada.
Aunque esws cifras señalan una intensa transformación en la economía argenti-
na y Ja composición de los réditos de la colectividad. conviene evi1ar conclusiones
injustificadas. El poder adquisitivo que emerge de la producción agropecuaria si-
gue teniendo una influencia dominante sobre la industria y las 01ras actividades del
país. Además. el funcionamiento de la industria existente. en todo lo que no repre-
senta elaboración de productos de la agricultura y la ganadería y si se exceptúa una
parte considerable del combustible. depende fundamentalmente de la importación
de materiales básicos del extranjero. sobre cuyas perspeclivas actuales ya se han
formulado algunas consideraciones.

ÜESENVOLVIM!ENfO DE LA ECONOMÍA ARGF!NilNA
765
3. Los COMBUSTIBLES
El incremento de la producción indusn·ial ha necesitado. naturalmente. un ma-
yor empleo de combustibles. Las calorías consumidas por la industria, los transpor-
tes y la población tian aumentado así en 17% entre 1939 y 1942. Las deficiencias
de importación se han compensado con el aumento de la pi"oducción nacional y el
uso de sucedáneos de emergencia. Emre esos sucedáneos corresponde mencionar
el maíz. del cual se han consumido cantidades considerables en 1942, y el lino. en
grano o aceite. cuya utilización tiende a ii11ensificarse. En las calorías consumidas
en 1942 hay apenas un 15% de origen extranjero. contra 42% en 1939. Pero las di-
ficultades distan mucho de haber sido conjuradas y el problema. en gran parte de
orden distributivo. seguirá exigiendo la más seria atención.
4. DESARROLLO DE LAS CONSTRUCCIONES
Las construcciones -sobre todo las de índole privada- comparten con la in-
dustria el papel de factores predominantes en el movimiento económico de los
últimos tiempos. El esfuerzo de sustitución de materiales importados ha sido inten-
so. En la construcción pequeña y mediana se ha vuelto a viejas y probadas maderas
nacionales. y en la construcción grande la elaboración del hierro viejo en las plan-
tas existemes y en nuevas plantas industriales promete aliviar durante un tiempo ra-
zonable la situación creada por el considerable descenso de la importación: las in-
dustrias conexas de materiales han prestado en todo esto colaboración muy eficaz.
El índice de la superficie cubierta se mantiene así en 1942 en el alto nivel a que ha-
bía llegado en 1941. en relación a los años anteriores a esta guerra. El valor de las
construcciones en 1942 se estima en unos m$n 900 millones. incluidos m$n 360
millones de obras públicas.
5. EL PODER DE COMPRA. LA INDUSTRIA Y LOS PRECIOS
Pero no era suficiente que el país dispusiese de la capacidad productiva que hoy
usa intensamente. de la posibilidad de sustitución de combustibles y materiales de
la iniciativa de sus hombres de empresa y de una flota mercante que le ha permiti-
do seguir importando un mínimo de materiales esenciales para su actividad eco-
nómica. Era también indispensable el impulso de la demanda. y detrás de esa de-
manda el poder adquisitivo necesario para hacerla efectiva. El Estado lleva ya

__,
4. Permisos concedidos parn construcciones privadas
"'
"'
(Su¡>crtidc rnbicrla)
lndirt•s, base 1935=100
180
180
160 t-
, - ¡
;;<::;
1
1
1
1
1
1
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140 1-
1
i
1
1~-......... 1
/1
1
-l 140
120
120
100
100
1935
1936
1937
1938
1939
1940
1941
1942

DESENVOLVIMIENTO DE LA EC'ONOMÍA ARGENTINA
767
invertidos m$n 1.000 millones en la compra de cosechas y es innegable que esos
medios de pago creados por el crédito --con las consecuencias que se anotarán a
su tiempo- y distribuidos sucesivamente entre distimos sectores de la colectividad
han representado un factor importantísimo en el movimiento económico. Si bien el
esfuerzo financiero exigido por la compra de las cosechas ha sido en 1942 inferior
al de 1941. en cambio la creación de medios de pago provocada por otras necesida-
des fiscales sigue en aumento. Y a estos dos agentes internos de expansión de po-
der de compra se une otro exterior de gran amplitud según se verá más adelante.
Mientras tanto. la industria en general prn·ecería estar llegando a su punto máximo.
salvo que pueda aumentar la importación de maquinarias o de materiales esencia-
les. lo que hoy no es previsible. Antes bien. nuestra actual capacidad de bodegas
--corno se ha visto- sólo nos permite traer cantidades muy limitadas cuyo aprovi-
sionamiento exterior. por otra parte. no es siempre cieno o seguro. Se habría alcan-
zado. por lo tanto. el momento en que el exceso de poder de compra. conforme se
van agotando las posibilidades de expansión de la industria. presione más y más
sobre cantidades de mercaderías que no crecen. y provoque. en consecuencia. nue-
vas elevaciones internas de precios que vendrían a supeqxmerse a los aumentos de
origen internacional.
6. NECESIDAD DE CORREGIR EL DÍ~FICIT FISCAL
Es preciso. pues. refrenar en lo posible el ritmo de este fenómeno expansivo. Y
siendo el déficit fiscal uno de los factores controlables. allí debiera dirigirse de pre-
ferencia el esfuerzo. El Poder Ejecutivo ha señalado en su Mensaje financiero al
Honorable Congreso. de mayo último. el significado y los peligros de esta situa-
ción. No nos corresponde. desde luego. examinar los medíos adecuados para mejo-
rarla ni en qué grado sea posible reducir o limitar los gastos y aumentar los recur-
sos fiscales. Pero sí señalar la trascendencia del problema. que concierne también a
los dirigentes de la economía p1ivada. especialmente a los de aquellas ramas que
más se han visto favorecidas por la creación de poder de comprn.~ Con los efectos
estimuladores de este proceso se ha logrado poner en plena marcha la economía. Y
frente al riesgo de que lo alcanzado se malogre con la exageración del estimulante
--que en este como en otros casos suele ser perniciosa- concierne a todos frenar
el ritmo con medidas que tengan equitativamente en cuenta el desenvolvimiento de
las distintas actividades durante esta emergencia. desenvolvimiento que no ha sido
parejo. desde luego. corno queda demostrado en el cuadro de la página 762.
~ No solamente por d poder de wmpra rcsullallle de la expansión del crédito. sino lambién ¡x>r el de
01igcn c.xtenio~ en cuya magnitud 1icnc gran intlucncia ~l lipo de cambio a l(UC se ad<.1uicran las <livisas.

768
RAt':L PREBISCH
Un programa para contener e ir reduciendo gradualmente el déficit parece tanto
más recomendable cuanto que la magnitud de las necesidades fiscales provocadas
por él. unidas a las exigencias financieras del plan de trabajos púb!icos y de las
compras de cosechas. son muy superiores a la capacidad de absorción del mercado
ele títulos. Así lo señala claramente el Poder Ejecutivo en el Mensaje citado. Ello
no excluye. claro está. que se realice ~l mayor esfuerzo posible para atender esas
ne•:esidacles con la colocación en el público de valores a plazos largos. medianos y
cortos antes que seguir recurriendo a la expansión crediticia con la consiguiente di-
latación ele los 1Pedios de pago.

99
LA MONEDA, LOS BANCOS Y LA BOLSA*
l. MEDIOS DE PAGO Y VELOCIDAD DE CIRCULACIÓN
Anotada la estrecha vinculación entre la actividad económica y la política fi-
nanciera y monetaria en cuanto se traduce en incremento de poder de compra, ha
llegado el momento de examinar la amplitud de los hechos, la forma en que ha cir-
culado ese poder de compra o los medios de pago, como quiera llamársele, y los
factores externos e internos que trajeron consigo su expansión.
Crecimiento de los medios de pago
Dinero en el
Depósitos
Total de
31 de dkiembre
pí1blko
corrientes
medios de pago
(En millones de m$11)
1938
983
1.501
2.484
1939
1.029
1.682
2.711
1940
1.127
1.653
2.780
1941
l.328
2.219
3.547
1942
l.514
2.733
4.247
Los medios de pago. constituidos por el dinero que circula en manos del
público1 y los depósitos en cuentas corrientes bancarias, que, movidos por el
cheque, desempeñan idéntica función. han crecido nuevamente un 20% en 1942
después de haber subido un 28% en 194 l.
* N. del Ed. Publicado en Banco Central de la República Argentina. Memoria Anual. Octavo
Ejercicio. 1942. Buenos Ai¡es, Gotelli, 1943, cap. l. págs. 9-28. Reproducido en Banco Central de la
República Argentina, Lil creación del Banco Central y la experiencia monetaria argentina entre los
años 1935-lY</3,
Buenos Aires, 1972. t. l. págs. 167-191. Sobre la redacción de la Memoria Anual,
véase la Nola del Editor al capítulo 77.
1 Esto es. los billetes y moneda subsidiaria que no forman parte de los efectivos de los bancos.

770
RAÜL PREBISCJI
Han aumentado. pues. con gran amplitud los medios de pago. pero la intensidad
con que han sido empicados disminuyó sensiblemente. Parte del incremento ha ren-
dido a permanecer con escaso movimiento en las cuentas corrientes de los bancos,
aliviando así la presión alcista que la plétora de medio circulante ejerce sobre el
nivel de los precios. Se advierte muy bien este descenso de la velocidad ele circula-
ción en el movimiento de los depósitos corrientes del público (excluidos los ofi-
ciales). Mientras los depósitos corrientes del público crecieron el 50% entre 1939 y
1942, los pagos realizados con estos depósitos sólo aumentaron en 24%, en virtud
de que la velocidad de circulación, o sea la intensidad con que se utilizan los me-
dios de pago. disminuyó en 1 Y/o, según se verifica en estas cifras:
Indice de la velocidad de circulación de los depósitos corrientes
Depósitos
Pagos
Velocidad
Aiios
corrientes
rnn
de
del pí1blirn
cheques
circulación
1 Indices /l,ue 1939 = f 1101
1939
100
100
100
1940
104
95
91
1941
123
107
87
1942
150
124
83
La disminución de la velocidad de circulación ha tenido, pues, el efecto de neu-
tralizar parcialmente las consecuencias del ascenso en los medios de pago. Con-
viene en este respecto una breve aclaración. El aumento ele los precios se inició en
los ~u-tículos ele importación. Subieron los precios desde el comienzo de la guem1 y
el alza en muchos casos se acentuó localmente por la gran actividad de la demanda
impelida por la expansión del poder de compra. especialmente en aquellos casos en
que la oferta experimentó notorias restricciones. Esta demanda intensa. por otro
lado, estimuló el aumento de la producción industrial. como ya se ha visto. La
elevación de los precios fue así un incentivo de mayor producción y ele creciente
empleo de sucedáneos tanto en materias primas y combustibles como en productos
elaborados. La abundancia de medios de pago y el menor rendimiento de los títulos
constituyeron. del mismo modo. elementos muy importantes en la reactivación de
las construcciones y el considerable incremento en las transacciones inmobiliarias.

LA MONEDA, LOS BANCOS Y LA BOLSA
771
Resalta en esta forma la interdependencia entre los medios de pago y el volumen
de las transacciones: éstas fueron acicateadas a precios en alza por el aumento de
aquéllos. y las mayores transacciones requirieron. a su vez. cantidades mayores de
medios de pago. En 4ué medida. en esa elevación de los precios. el alza exterior se
acentuó localmente por la expansión del poder de compra. es punto menos que im-
posible establecerlo dada la forma en que los negocios se realizaron en nuestro
mercado y los exteriores. Pero sí puede afirmarse que. de no haber disminuido la
velocidad de circulación de los depósitos corrientes. los efectos del desarrollo en
los medios de pago hubieran sido mucho más intensos. a juzgar por la magnitud de
su crecimiento.
En síntesis. el incremento de los medios de pago ha tenido la siguiente evolu-
ción: a) en pa11e ha provocado aumentos en el volumen de las transacciones. que a
su vez han necesitado mayor cantidad de esos medios de pago; b) en pm1e ha sido
exigido por el aumento de los precios provocado por factores externos. tanto en los
de importación como en los de exportación: e) otra parte ha acentuado localmente
el alza de los precios. y d) el resto ha permanecido sin mucho movimiento en las
cuentas bancarias.
El descenso en la velocidad de circulación está indicando que la cantidad de
poder de compra es excesiva. Por lo tanto. si continúa creciendo mientras el volu-
men de transacciones se encuentra contenido en su ascenso o muy cerca de serlo
-según ya se dijo- por haberse aproximado la producción industrial del país al
límite de su capacidad presente, sin perspectivas de expansión inmediata. se coffc
el riesgo de que se haga más pronunciada la acentuación local del alza exterior de
precios.
2. FACTORES INTERNOS Y EXTERNOS EN EL CRECIMIENTO DE LOS MEDIOS DE PAGO
Se ha sefíalado en otro lugar la importancia de Ja expansión del crédito en la
creación de medios de pago. debida principalmente a la financiación de las cose-
chas y otros requerimientos fiscales. Pero junto con este factor de origen interno ha
obrado activamente otro de origen cxlerior. Así. en 1942 se crearon mSn 482 mi-
llones de medios de pago mcclianle el crédito bancario y mSn 465 millones fueron
el resultado de la incorporación de una cantidad equivalente de oro y divisas prove-
nientes del fuerte saldo positivo en nueslras cuentas exteriores. o sea un total de
m$n 947 millones. Pero, por otro lado, una parle de estos medios de pago se trans-
formaron en depósitos de ahorro y a plazo. esto cs. perdieron su carácter de medio
circulante. El crecimiento neto de los medios de pago en 1942 se redujo así a mSn
700 millones. En el cuadro que sigue y en los gráficos Nº' l y 2 se obse1va el de-

77'2
RAúL PREHISCH
sall"ollo ele estos hechos y la forma en que se produjo la dilatación del crédito en
los préstamos al público. la financiación de las cosechas y los otros requerimientos
fiscales.
Situación monetaria
Concepto
Variaciones en:
1939
1940
1941
1942
(Aumentos o dismi11ucio11es e11 millones de m$11)
Medios de pago:
227
69
767
700
Depósitos corrientes
181
- 29
566
514
Moneda en el público
46
98
201
186
Origen de los medios de pago:
261
- 44
1.051
947
Factores internos:
113
34
593
482
Préstamos netos al público
- 128
15
- 148
69
Financiación de cosechas
213
505
242
Otras necesidades fiscales
23
-9
192
165
Emisión subsidiaria y
reemplazo de billetes
5
28
44
6
Factores externos:
148
- 78
458
465
Oro
171
- 160
268
416
Divisas de libre disposición
-47
31
176
- 65
Libras bloqueadas
11
56
53
175
Otras divisas bloqueadas
13
-5
- 39
- 61
Medios de 1>ago absorbidos:
22
- 86
265
257
Depósitos a plazo
- 13
-48
125
296
Fondo de divisas
35
- 38
140
- 39
Adviértese claramente que el crecimiento de los préstamos está casi exclusiva-
mente en estos dos últimos conceptos. Los préstamos actos de los bancos al

LA MONEDA. LOS BANCOS Y LA Bül.~A
773
público. en efecto. no han tencliclo a crecer. Después de una disminución de mSn
148 millones en 1941. sólo aumentaron en mSn 69 millones en 1942. en donde in-
fluyen los préstamos a los empleados públicos. conforme a una ley reciente. Por lo-
able que sea el propósito perseguido con estas operaciones. en las circunstancias
presentes convendría proceder con gran moderación dacia la magnitud ele las nece-
sidades fiscales.
La conducta de los bancos en materia de préstamos al público ha sido prudente
y es de desear que así se prosiga. no obstante el fuerte aumento de sus efectivos. El
monto satisfactorio de sus beneficios con el volumen actual de operaciones. les
permite mantener esos mayores efectivos sin necesidad ele presionar la plaza en
busca ele colocación. El Banco Central espera seguir contando con su probado
espíritu de colaboración para evitm· el crecimiento ele los préstamos mientras per-
sista la situación actual.
3. CREACIÓN DE MEDIOS DF PAGO CONTRA ORO Y DIVISAS
Volviendo ahora al punto principal. nótase que la creación ele medios de pago
mediante las compras de oro y divisas por los bancos tiene una magnitud similar a la
proveniente de la expansión del crédito. Corno explicarnos en la Memoria del año
1938. el proceso es el siguiente: cuando los bancos compran cambio a los exporta-
dores o remitentes de fondos del exterior acreditan su importe en pesos en las cuentas
corrientes, tal como ocurre en las operaciones de préstamos. Luego venden ese cam-
bio al Banco Central. que les acredita su importe en sus cuentas de efectivo. Aumen-
tan así los depósitos de los bancos en el Banco Central. el que está obligado a pagarlos
en cualquier momento emitiendo billetes. A su vez. el Banco Central. si ese cambio
está constituido por di visas libres. lo transforma ele inmediato en oro en el mercado de
Nueva York. dejando sólo una pai1e en dólares para las necesidades corrientes. ·
Las tenencias actuales de oro llegan a un equivalente de m$n l.997 millones al
31 de diciembre pasado. A ello hay que agregar un equivalente de m$n 54 millones
en dólares y otras divisas de libre disposición. De modo que el total de oro y divi-
sas de libre disposición asciende a mSn 2.05 l millones. Además. hay una existen-
cia de m$n 262 millones de libras bloqueadas en Londres y de m$n 5 millones de
otras divisas de compensación.2 Tocio ello forma un total ele m$n 2.318 millones de
los cuales hay que deducir mSn 86 millones adeudados al Brasil y pendientes de li-
quidación de acuerdo con el convenio de pagos que se examina en el capítulo se-
gundo. El total neto ele oro y divisas se reduce en esta forma a m$n 2.232 millones.
'
-
No se incluyen las divisas en poder de los bancos yue no habían sido lransfcridas aún al Banco
Central.

774
RAúl. PREB!SCH
l. Evoluciún de los medios de pago
Millones de m$n
4.000
4.000
3.600
3.600
3.200 ·e
Medios de pago
3.200
(dinero en el pllblico y depÓsttos en cuentas corrientes)
1
.
2.8001
2.800
~
2.400
2.400
2.000
2.000
1.600
1.600
1200
1.200
4.800 L
1
4.400 ¡-
4.000 ¡_
3.600
3.200
, ....
2.800
\\r~'.'''."'.'-"t·~~-~Ms::r
;
,
,../ , 22 .. 480000
2.400
.... ·"
1
2.000 ----~-~~-~-~---'--~-- 2.000
1935
1936
1937
1938
1939
1940
1941
1942

2. Expansión neta del crédito
Millones de m$11
3.6001-1---r---.--r=:.::.:..:::.::::;r----r---r----r-----. 3.600
Préstamos netos al pll>lico
3.200
3.200
2.eoo
2.000
r
>
::::
1.200
1.200
o
z

?>
eoo
§
eoo
e:;
>
z
8
Vl
400
-<:
400
r-
>
'Jj
o
¡;;
o
o
>
700
300
-.J
-.J
VI

776
R1\\U, PRl'l!ISCH
De esta cantidad. mSn 2.010 millones corresponden a las existencias netas de
oro y divisas que figuran en los balances del Banco Central. Del resto. mSn 109
millones pe11enecen al Fondo de Divisas' y mSn 113 millones respaldan una canti-
dad equivalente de Certificados de Custodia de Oro y Divisas emitidos por el Ban-
co Central para absorber fondos bancarios. Había además en poder de los bancos
comerciales mSn 113 millones de divisas de libre disposición y bloqueadas que
aún no habían sido transferidas al Banco Central. según indicamos más arriba. Es-
tas cantidades no figuran. por supuesto. en los balances de nuestra Institución.
4. EL PROBLEMA DE LAS LIBRAS BLOQlJL\\DAS
En cuanto a las libras bloqueadas. se ha acumulado la cantidad de mSn 295 mi-
llones. de los cuales rnSn 33 millones están en poder de los bancos comerciales. a
pesar de haberse empicado mSn 123 millon¡:s rn repatriaciones de valores públicos
y privados." No obstante que el valor de las libr:1s bloqueadas está debidamente ga-
rantizado por el Gobierno brit:\\nico por una clúusula oro. la magnitud que van to-
mando las cifras hace aconsejable buscar una soluci(m de este problema. como ya
se puso de manifiesto en ht Memoria anterior. Téngase presente que las libras blo-
queadas se adquieren l~ll la misma forma que l:1s divisas libres, creúndose. pues.
fondos en pesos que aumentan la cantidad de medios de pago. Para utiliz:u· estas li-
bras en la repatriación de deuda. hay que deshacer esta operación. o sea devolver al
Banco Central para su cancelación los pesos creados contra entrega de las libras.
Es por Jo tanto esencial que el Tesoro cuente con esos fondos en pesos para adqui-
rir las libras destinadas a comprar los títulos correspondientes en Londres. No es
posible en estos momentos uhtencrlos mcJiante la negociación de títulos cuando el
mercado local apenas pueda satisfacer una parte de los cuantiosos requerimientos
del Estado. No hay que pensar en cm isiones adicionales de valores para repatriar
deuda exterior. Fw.::ra del empréstito. el Tesoro Nacional no tiene otra forma sana
pma procurarse Jos recursos que acudir al impuesto. aunque cabe otra alternativa
que convendría examinar. En vez de crear pesos contra todas las libras prove-
nientc.s de nuestras exportaciones a Gran Bretaña. una parte moderada del valor de
éstas se pagaría directamente en libras sin su previa transformación en moneda na-
cional. Estas libras acreditadas a favor de los productores en la proporción que se
3
Recuérdese de pa~o cúmn funciona el Fnndu de Divi,as. Se trata dt: recursos del Gohii:mo Na-
cional tJUC se in\\'Íe11en transitorianwntc en oro y di,·isa:-. di:-.minuyi:ndo en cantid:Hl equivalente los fon-
dos creados por el Banco Central. Cuando l.?i Gohiernu n.~·t¡uil'll' su:-. recur-..u-... el Bancu vuelve a lomar
el oro y las divi.;as incorp()rúndolo:-. a :-.u balance y acrl?dita el L'quivalcnte c11 la:-. cuenla:-. de aquél.

Fsta:-. cifras c:-.lún cakulada:-. a ln:-. tipo:-. reales de cada npcracil'n1 y no :--on l':-.trictamcntc com-
parahks.

LA MONEDA. LOS BAl\\COS Y LA BOLSA
777
juzgue conveniente con respecto al valor de los productos que se venden y expor-
tan. serían mantenidas por ellos en depósito o utilizadas en la compra de tÍlulos en
libras que el Tesoro Nacional podría convertir en títulos en pesos sujetos en su ne-
gociación a las limitaciones impuestas por la capacidad del mercado. Es ésta una
simple sugestión que el Banco cree de su deber señalar por referirse a un asunto
monetario que le concierne y que. en todo caso. tendría que ser objelo de detenidos
estudios y de las consultas que correspondan no sólo en cuanto a su practicabilidad
sino también en cuanto a la oportunid::d de aplicarla sin penurbar el desarrollo de
las actividades produclivas. Con ello se conseguiría eliminar parte de las libras del
sistema mom;tario. y disminuir paralelamente la creación de medios ele pago.
Sería muy lamentable que nuestro país. rehuyendo el esfuerzo que ello compor-
ta necesariamente. dejara pasar esta opo1~unidad 1an favorable para repatriar parte
ele su deuda ex1erior. ya se 1ra1e ele valores públicos o privados.
5. EL ORO Y LAS DIVISAS COMO RESPALDO MONETARIO
Conviene ahora examin;u- las cifras desde otro punto ele vista para la mejor in-
terpretación de nuestra posición monetaria. El considerable acrecentamiento de las
existencias de oro y divisas se ha !radueido en un aumento equivalente de las obli-
gaciones del Banco Central. a saber: ele los billetes emitidos. los depósitos de los
bancos en sus cuentas de efectiv<'. los del Gobierno y los depósitos varios de volu-
men relativamente escaso. 5
)
- Todos eslos depósitos. como es sabido. pueden transfonnarse en hi llcles: de ahí que la ley englo-
ba a unos y ol ros en el concepto genérico de obligaciones para el cúku1o de la garantía mnnclaria.

-...)
3. Obligaciones del Hanco Central y existencias ele oro y divisas
ót
Millones de m$n
2.800
2.800
2400t
1
oro y divi¡s / \\ _
2000
~= )::; :> e;.
.
l""
1600 1-
\\./ ¡v-\\
1/1
~
r
1 /""\\.
1
/
1
J1.600
't:
¡:::
=
:;:r.
~
-
::::
1200'\\-
2.000
1600
1.600
1.200
1.200
800
800

LA MONEDA. LOS BANCOS Y LA BOL5A
779
Tomando como punto de p:u-tida el comienzo de las operaciones del Banco
Central el 31 de mayo de 1935. las v:u-iaciones de estos conceptos al 3 l de diciem-
bre de 1942 han sido las siguientes:
Respaldo monetario de las obligaciones del Banco Central
(En millones de m$n)
Concepto
Fin de
Mayo
Dkiembre
Aumento
1
1935
19-'2
o disminudón
Origen de los fondos creados por el Banco Central
Oro y dh'isas
1.371
2.232
861
Oro
1.301
l.997
696
Divisas de libre disposición
32
54
22
Libras bloqueadas
262
262
Otras divisas bloqueadas
38
- 81
-119
Otras operaciones del Hanco Central
51
51
Adelantos al Gobierno Nacional
41
41
V :u-iación de los demás rubros
10
10
Destino de los fondos cre<1(ios por el Banco Central
Obligaciones
1.870
2.560
690
Billetes
967
1.627
6601
Otras obligaciones
903
933
30
Fondos absorbidos
26
248
222
Fondo de divisas
26
109
83
Certificados de Participación
y de Custodia
139
139
1
Adem¡Ís de estos mSn 660 millones, Ja circulaciún de billetes creció en otros 111Sn 41 millones
por la emisión del importe de los bil.letes no presentados al canje. dispuestit por la ley 12.160. Para ma-
yores aclaraciones véase el apéndice.
Las existencias de o~o y divisas han aumentado en m$n 861 millones. en tanto
que los billetes y otras obligaciones subieron en m$n 690 millones. o sea m$n 171
millones menos: y esto a pesar de que a fines de 1942 el Banco Central había crea-
do otros fondos por valor de m$n 51 millones. de los cuales cmTesponden mSn 41

780
millones a adelantos al Gobierno. La explicación es srncilla. Parte de las obliga-
ciones así acrecentadas por las compras de oro y divisas y por las operaciones que
se acaban de mencionar fueron absorbidas en la siguiente forma: por el Fondo de
Divisas. mSn 83 millones. y con Certificados de Custodia y de Bonos Consolida-
dos colocados por el Banco Central en los bancos. mSn 139 millones. o sea un total
de mSn 222 millones. Debe hacerse notar. sin embargo. que esta cantidad absorbi-
da puede volver a transformarse nucvame111e en obligaciones del Banco Central.
El significado de estas cifras no carece de imponancia. El crecimiento de los
billetes y dem{1s obligaciones del Banco Central está respaldado por el aumento del
oro y las divisas. El gráfico N'' 3 es bien ilustrativo. El aumento del oro. a saber
mSn 696 millones. es algo mayor que el de los billetes: mSn 660 millones. En
cuanto a la relación de las existencias de oro y divisas con respecto a los billetes.
fue de 137% a fines de 1942. y con respecto al conjunto de las obligaciones del
Banco Central, incluidos los fondos absorbidos para mayor rigor del cúlculo. al-
canzó a 79%.6
6. No IIA SIDO '\\ECESARIO EL REDEsn:rxm
Los fondos creados por el Banco Central lo han sido. pues. en su casi totalidad
contra oro y divisas. según acaba de verse.' El Banco Ccrnral no ha necesitado por
lo tamo hacer uso del instrumento fundamental que la ley le ha concedido para
crear billetes, o fondos bancarios convertibles en billetes. contra redescuento ele
documemos. Las operaciones de redescuento efectuadas anteriormente por el Ban-
co. y totalmente liquidadas, han sido más bien de car;ícter experimental. Antes que
crear fondos adicionales para proveer de efectivo a los bancos. el Banco Central ha
debido persistcntcmentc absorberles disponibilidades para contener la tendencia la-
tente hacia la expansión del crédito cuando los efectivos son abundantes. Así en el
gráfico N" 3 puede obscrv;u-se cúmo el rápido y fuerte incremento de las existen-
cias de oro y divisas en la segunda mitad de 1936 y primera de 1937 apenas se
manifestó en un aumento relativamente ligero de los billetes y obligaciones del
Banco Cemral a causa de la intensa absorción de fondos bancarios mediante ccnifi-
6
Estos porcicntos difieren de ln.'i consignados al pie de los halancc:-. del Banco. en vi1tud de que
en los c:l.lculDs tfUC en ellos se dan no sc tienen en cuenta. por un lado. c1 oro y divisas absorbidos ¡x)r d
Fonth) de Divisas y lt):-: Ce1tificados de Cust<xlia. ni. pnr c..llnl, los hmdos cancdathls pnr cs<lS conceptos.
de acuerdo con lo que dispone el Decreto Reglamentario de la Ley'\\" 12. 155. ,obre Ja fonna de compu-
tar la proporción de garantía de los hillctcs y ohligaciunes.
7
Le" mSn 41 millonc' adeudado' por el ( :obierno :"l!acional al .'\\ 1 de dicic·mhr~ liltimo. como [o,
adelantos antL·rlores, fueron tk• crn1a duraciún. pues al 2X de enero del afio en curso habían sitio total-
mente cancelados.


LA MO:\\EDA. LOS BA'.'JCOS Y LA BOISA
781
cados. que llegó en cierto momento a la cifra máxim:i de m$n 654 millones.
además de mSn 207 millones absorbidos por el Fondo de Divisas. Obsérvese tam-
bién cómo la violent:i contracción de las existencias de oro y divisas en la segunda
mitad de 1937 y durante el año 1938 tampoco :ifcctó sensiblemente los billetes y
obligaciones al devolverse u los bancos gran parte del efectivo :interiormente ab-
sorbido.
7. LA POLÍTICA DE ABSORCIÓ\\' Y LAS NECESIDADES DE!. TESORO
A pa11ir de 1941 las tenencias de oro y divisas vuelven a crecer con una amplitud
que recuerda la de 1936 y 1937. Pero contrariamente a lo que ocurrió en aqueH:i
primera experiencia. la línea de los billetes y obligaciones se eleva paralelamente.
Las condiciones de hecho son distintas e imponen una política también distinta. Ha
sobrevenido un elemento nuevo en el cuadro monetario: la necesidad de financiar
con crédito bancario aquella parte de los requerimientos fiscales que no pudo ser cu-
bierta con la colocación ele valores en el público. En efecto. el Banco de la Nación
Argentina. para la compra de las cosechas. y los otros bancos para atender otrns ne-
cesidades del Tesoro. han debido movilizar activamente sus efectivos. Mientras tan-
to. según ya se dijo. han mantenido en un nivel prudente sus préstamos al público, o
sea la finalidad que perseguía antcriormenle la política de absorción de fondos.
El correctivo de la situación que se nos plantea ahora no debe buscarse tanto en la
política monetaria como en la política financiera. Se debe obrar primeramente en este
sentido. conforme se tiene dicho en otro lugar de este capítulo, para que la política
monetaria pueda aplicarse con positiva eficacia. El Banco Cemral se encuentra :ihora
en mejores condiciones técnicas que antes para desarrollar su política de absorción.
Como se explicó en la Memoria del año 1938. los certificados emitidos hasta ahora
por el Banco Central permitían absorber y cancelar fondos bancarios y prevenir así
una inmoderada expansión del crédito; pero sóJo podían colocarse en los bancos. No
era posible. por lo tanto. intervenir con estos papeles en el público para reducir, en
caso necesario. el volumen de medios de pago. esto es. la cantidad de poder de com-
pra a su disposición. cancelando simullúneamente los correspondientes fondos ban-
carios. Pm·a ello era indispensable formar un mercado de papeles a corto plazo. los
cuales se negocian exclusivamente entre los bancos en tiempos anteriores. Ese mer-
cado está en desarrollo y el Banco Central se encuentra en condiciones de acudir a él
en cualquier momento para colocar sus papeles de absorción. Con este designio ha
obtenido del Poder Ejecutivo la modificación del artículo 23 del Decreto Reglamen-
tario de su Ley Orgánica, que limitaba a los bancos la colocación ele los Cerlificados
de Participación en los Bonos Consolidados del Tesoro Nacional.

782
RAÜL PREBISCll
Sin embargo. la iniciación de esta 1x1lítica requiere elegir el momento oportuno.
Para contener la expansión del crédito bancario -aparte de las im1x>stergables
medidas financieras que ataquen directamente el desequilibrio- es muy conve-
niente que el Tesoro Público acuda al mercado de valores en la mayor medida
compatible con su estabilidad. Hay fondos invertibles que por su naturaleza pre-
fieren colocarse en papeles de plazo corto o intermedio en vez de títulos a largo
plazo. Removida en la última Ley de Presupuesto la limitación que impedía colo-
car todas las Letras de Tesorería que el mercado solicitaba. y habiéndose resucito
ofrecer al público Bonos del Tesoro a plazos intermedios. será posible satisfacer
ampliamente los requerimientos del mercado financiero. dándole la elasticidad que
le. faltaba. Cuanto más intensa sea la colocación de estos papeles en el público. tan-
to .menor será la necesidad del Tesoro de acudir al crédito bancario. De ahí la im-
portancia monetm'ia a la vez que financiera de estas operaciones. Se comprenderá
por ello que el Banco Central. no obstante la autorizacion que se le ha conferido.
haya juzgado conveniente dar preferencia a estas operaciones antes que a las de sus
propios ·p<ipeles de absorción. De otro modo el Tesoro tendría que usar más crédito
bancm-lo. con lo cual se continuaría expandiendo el poder de compra. en la medida
en que la colocación en el público de los papeles del Banco Central impidiera la de
una cantidad equivalente de valores del Gobierno. La absorcion de medios de pago
se vería pues neutralizada ele inmediato por una nueva expansión.
8. HOLGADA SITUACIÓN DE LOS BANCOS
Los peligros de la expansión crediticia. como se ha manifestado en otro lugar.
radican en sus efectos sobre el nivel de los precios y a través de ellos en sus conse-
cuencias perturbadoras sobre todo el funcionamiento de la economía y la vida so-
cial. Pero no han afectado al sistema bancario. que ofrece aún considerables posi-
bilidades ele dilatación sin trastornos para los establecimientos ele crédito. Sus
efectivos son abundantes. y muy satisfactorio el grado de liquidez. De los sensibles
quebrantos que existían en 1935 por un estado ele cosas que viniendo de mucho
tiempo atrás se había agravado con la depresión mundial. lo que no se eliminó del
sistema bancario con las grandes operaciones de saneamiento de aquel año ha sido
gradualmente amortizado en los años subsiguientes. Esto ha sido posible por los
satisfactorios beneficios de la explotación bancaria. A pesar de esos beneficios. el
Banco Central ha recomendado de continuo la moderación en los dividendos a fin
de reforzar cada vez más las reservas. Estas. no obstante las amortizaciones de que-
bramos. llegan hoy a mSn 146 millones contra mSn 88 millones a fines de 1935.
Esa capacidad expansiva del sistema bancario. que ha de tratar de contenerse en

LA MONEDA, LOS BANCOS Y LA BOLSA
783
las circunstancias presentes, se debe en síntesis a que una parte sustancial de los
fondos creados por el Banco Central contra oro y divisas, llevada por la corriente
circulatoria, ha ido a engrosar el efectivo de los bancos. Entre fines de 1939 y fines
de 1942, dichos fondos creados por el Banco Central se acrecentaron en m$n 758
millones8 en forma de billetes y otras obligaciones. Y de este incremento, algo más
de la mitad fue a aumentar la circulación de billetes en manos del público; el resto
fue por completo a reforzar en forma de billetes y de depósitos de los bancos en el
Banco Central los efectivos del sistema bancario.
El efectivo total de los bancos en los ultimos tres años considerados sube en
esta fonna de m$n 383 millones,9 no obstante la expansión del crédito, y llega a
fines de 1942 a m$n 1.111 millones, o sea el 21 % del conjunto de los depósitos de
dichos bancos, es decir prácticamente el doble del efectivo mínimo legalmente re-
querido. Esto sin incluir los m$n 139 millones de certificados del Banco Central
con que también contaban los bancos en sus cajas.
9. EL BANCO DE LA NACIÓN Y LA FINANCIACIÓN DE LAS COSECHAS
Donde el hecho adquiere su mayor significado es en las cuentas del Banco de la
Nación Argentina. que hasta ahora ha cargado casi exclusivamente con la vasta
operación de financiar las compras de cosechas. Hace tres años, sólo se habían usa-
do m$n 277 millones con este propósito: al terminarse el año 1942 la deuda llegaba
a m$n 956 millones. 10 Y el efectivo de aquella Institución, lejos de disminuir, au-
mentó durante ese período en m$n 159 millones. de los cuales m$n 32 millones
corresponden a liquidación de certificados del Banco Central.
Se explica así que esta importantísima colaboración prestada por el Banco de la
Nación a la economía nacional haya podido hacerse prácticamente con sus propios
recursos, tanto con los que se encontraban anteriormente en sus efectivos como
con los que retornaron una vez cumplida su función circulatoria. sin que en mo-
mento alguno se haya presentado la necesidad de acudir al instrumento legal del re-
descuento.
No obstante esta holgada situación de caja, la magnitud e índole de las opera-
ciones de financiaci6n de las cosechas aconsejaba transformar los simples antici-
pos en que consistía en una deuda documentada y movilizablc y sujeta a un régi-
8 Excluidos m$n 10 millones de fondos absorbidos y m$n 41 millones por la emisión de los bi-
lletes no presenlados al canje dispuesto por la ley Nº 12.160.
9 Incluidos 111$11 14 millones de otros depósitos en el Banco Central que pasaron a las cuentas de
efectivo de los bancos.
l O L1 deuda lota! del Gobierno a los bancos por financiación de cosechas alcanzaba en esa fecha a
111$11 1.006 millones.

784
RAÚL PREBISCll
men efectivo de amortización. Así lo entendió el Poder Ejecutivo al entregar pri-
mero ni Banco de la Nación en diciembre de 1941. y en la medida en que lo per-
mitían las autorizaciones legales existentes. la cantidad de mSn 250 millones de
Bonos del Tesoro de uno a cinco años. de los cuales ya se amortizó la primera cuo-
ta de mSn 50 millones al cumplirse el primer año: y al obtener del Honorable Con-
greso la ley neces;u·ia para ;uTeglar el resto de la deuda. En virtud de ella se entre-
g;u·on al Banco de la Nación mSn 750 millones de títulos de 2.75% de interés: su
amorlización es de 5% anual acumulativa y permitirá cancelarlos regularmente en
16 años sin pe1juicio de que las amortizaciones extraordinarias previstas por la ley
alivien el peso de esta deuda. en especial cuando al normalizarse la situaciún pue-
dan liquidarse las existencias de grano en poder de la Junta Reguladora. Estas exis-
tencias tienen. a los precios de costo. un valor aproximado de ;nSn 520 millones. Y
como al 31 de diciembre de 1942. teniendo en cuenta las operaciones pendientes
de liquidación. la inversión neta alcanw a mSn 950 millones.¡ 1 el importe de las
pérdidas por diferencias de precio o deterioros llega así a unos mSn 430 millones.
Esta pérdida para el Tesoro. cubierta totalmente con los títulos entregados al Banco
de la Nación. se irá amortizando según lo dispone la ley. con beneficios de cambio
y con los fondos que arroje la liquidación del Instituto Movilizaclor: estos últimos
podrían calcularse hoy en unos rnSn 200 a mSn 250 millones.
En caso de que el Banco de l:i Nación negocie en la plaza los títulos que ha re-
cibido recientemente. el Tesoro Nacional esl:í obligado a pagarle la diferencia entre
el valor nominal n que fueron recibidos y el precio real de la colocación. Dados los
efectivos de dicha Institución y el compromiso contraído por el Gobierno de obte-
ner fuera de ella los fondos reL1ueridos para la financiación de las cosechas de este
año. en la medida en que el Banco no juzgara conveniente hacerlo. no es previsible
que estos títulos vayan a salir al mercado en un futuro cercano en competencia con
los papeles que el Tesoro Nacional necesita colocar.
10. LA EMISJÓN DE BJLLETES CONTRA Tín;ws
Los títulos entregados al Banco de la Nación también pueden ser vendidos al
Banco Central o caucionados en éL hasta la cantidad de mSn .+00 millones. en las
condiciones que ambos convengan. La ley ha dado. pues. a la Institución regulado-
ra una nueva facultad que le permitir:í emitir billetes hasta tal suma con la garantía
ele los títulos mencionados.
11
Para lle¡!ar a la inversión dccliva de fotHlos que. como ya se dijo. era de mSn l .CXl(i millones
en esa misma fecha. debe agregarse a la inversión neta la diferencia entre los imp01tc~ a pagar y a t.:o-
hrar por operaciones realizadas y pendientes de liquidaciún al 31 de diciembre.

LA MONEDA. LOS BANCOS Y LA BOLSA
785
Basta señalar este punto. que no por coITesponder a una situación de emergen-
cía deja de entrañar una modificación fundamental en el régimen de la emisión de
billetes del Banco Central. para justificar la necesidad de proceder en esta materia
con extrema moderación. La firmeza de propósitos en tal sentido ha de contribuir a
disipar muy explicables preocupaciones. La posición del Poder Ejecutivo es bien
definida. según se desprende de la nota que el l l de enero pasado envió el señor
Ministro de Hacienda al Banco Central al comunicarle el Decreto Reglamentario
de la ley respectiva. Corresponde transcribir íntegramente su texto. pues el Banco
Central propone a la Asamblea Extraordinaria de Bancos Accionistas tomar los
conceptos allí expresados como base de la autorización que se le solicita. He aquí
el texto:
"En la ley recientemente dictada para arregl:u- la deuda del Estado al Banco de
la Nación Argentina proveniente de las compras de cosechas. se faculta al Banco
Central ele la República Argentina para adquirir o caucion:u-. hasta la cantidad de
m$n 400 millones. los títulos que se entregan en pago a aquella Institución.
''No se establece limitación alguna en el uso de esa facultad dentro de la cifra
rcterida. El proyecto del Poder Ejecutivo prescribía que los tÍlulos sólo podrían ser
adquiridos por el Banco Central para proveer de efectivo a los bancos en caso de
retiros de depósitos. No creo. sin embargo. que dentro del régimen orgánico del
Banco Central sea necesario usar de esa facultad con otro propósito que el de hacer
frente a la referida eventualidad de los bancos. Es más. en las circunstancias pre-
sentes. usar de tal facultad con fines distintos significaría agravar el proceso de ex-
pansión crediticia acerca de cuyos peligros la última Memoria de esa Institución ha
manifestado conceptos que comparto totalmente.
"Estoy persuadido por ello de que al establecerse en los convenios que la ley
prevé las condiciones en las cuales el Banco Central adquirirá o caucionar:í los
títulos en cuestión. ha de lleg:u-sc a una fórmula satisfactoria que. sin incurrir en ex-
tremos de rigidez que impidan hacer frente a imprevisibles situaciones de emergen-
cia. deje claramente sentado que los bancos adquirentes ele los tílulos deben seguir
efectuando sus préstamos sobre la base de sus actuales recursos y ele los que afluyan
a ellos en el curso de sus operaciones normales. sin considerar en ningún momento
que dichos títulos constituyen el instrumento que les provcer:í de recursos adicio-
nales para aumentar sus créditos. Esto no impide ciertamente que. al determinarse
aquellas condiciones. el Banco Central no pueda reservarse la apreciación de las cir-
cunstancias en las cuales se justifique adquirir o caucionar los títulos para proveer a
los bancos de esos recursos adicionales. si se presentara el caso excepcional en que
fueran insuficientes los recursos existentes en el sistema hanc;u·io o no pudiera apli-
carse con la debida eficacia el resorte ele! redescuento que la ley ha puesto en manos
del Banco Ccntréll como elemento primario de regulación monetaria.

786
RAOL PREBISCH
'"He juzgado conveniente fijar con claridad estos conceptos que se inspiran en
preocupaciones análogas a las que hoy tiene el Banco Central frente a la situación
monetaria. dado que este asunto -en virtud de lo dispuesto por el artículo 54 de la
ley 12.155- tcndrá que ser considerado por una Asamblea Extraordinaria de Ban-
cos Accionistas cuya autorización previa es esencial para que el Banco pueda hacer
uso de las facultades que se le confieren. Como antecedente inmediato. ha de inte-
resar también a la Asamblea recordar las consideraciones que con respecto a las
funciones de regulación monetaria del Banco Central formuló el Poder Ejecutivo al
referirse al proyecto que se transformó en ley: 'La adquisición o caución de las
obligaciones ¡xw el Banco Central no sería automática. ni tampoco podría serlo sin
grave detrimento para la seguridad del sistema monetario puesto bajo su comrol'.
Es este un punto fundamental que el Poder Ejecutivo debe destacar muy especial-
mente. pues el aparlarse de él significaría dislocar seriamente la organización crea-
da en 1935. Ni el redescuento. por excelente que sea la calidad de los documentos.
ni la compra o caución de valores. deben ser funciones mcc:ínicas que se han de
atender a sola presentación de los papeles pertinentes. Es indispensable reservar al
Banco la facultad de realizar o no esas operaciones según sean las condiciones del
mercado monetario y financiero y los requerimientos de fondos de la actividad
económica.
'"La ley aprobada se inspira en estos conceptos y las dudas que la redacción de
algunas modificaciones pudo haber suscitado quedaron disipadas por expresa inter-
vención mía. Al discutirse. en efecto. en la Címara de Diputados el despacho de la
Comisión de Presupuesto y Hacienda relativo a ese proyecto. el diputado Guido
propuso la redacción del artículo 5" que en definitiva se aprobó. En virtud de pres-
tarse a confusión algunos de los términos de esa nueva redacción y de no hacerse
en ella referencia al retiro de depósitos. el Ministro que suscribe creyó oportuno a-
clarar que si Ja interpretación auténtica del texto era considerar que la palabra 'com-
prometerá' no implicaba el carácter de redescuento automático. no tenía observa-
ción que lormular al artículo. A renglón seguido el diputado Guido prestó su con-
formidad. con el asentimiento inmediato de la C:ímara."
Es tanto más oportuno destacar estas directivas fundamentales cuanto que la
gran potencia de nuestra primera institución de crédito incita frecuentemente a re-
cargarla con nuevas operaciones especiales que vienen a agregarse inconveniente-
mente a la pesada tarea de financiar las cosechas. La prudente gestión del Banco de
la Nación y el serio concepto que tiene el Banco Central de sus responsabilidades
monetarias han de contribuir a desvanecer el tL:mor de que pueda acudirse a la emi-
sión de billetes contra títulos pt1ra facilitar la realización de dichas operaciones.

LA MONEDA, LOS BANCOS Y LA BOLSA
787
l l. INTERVENCIÓN DEL BANCO CEN1l~AL EN LA BOLSA
No es que la creación de fondos contra lÍlulos sea en sí un peligro. especial-
mente cuando guarda una adecuada relación con las reservas monetarias y no está
destinada a alimentar la expansión del crédito. sino a hacer frente a situaciones de
emergencia en que se requiere dar fondos líquidos al mercado para evitar una ten-
sión peligrosa. En tales circunstancias la mera posibilidad de crear esos fondos
suele ser suficiente para prevenir o aliviar esa tensión. Es el caso del retiro de
depósitos a que se refiere en su nola el señor Ministro de Hacienda o el de una
situación de extrema presión bursátil. Los factores de índole psicológica que pro-
vocan semejantes situaciones pueden prevenirse por una oportuna inte1vención de
la Institución emisora mediante la caución o compra de títulos. A este respecto, es
de esperar que a la sanción del proyecto que arregla la deuda con el Banco de la
Nación se agregue este año la del otro proyeclO bancario sometido por el Poder
Ejecutivo al Honorable Congreso por el cmtl se autoriza al Banco Central a com-
prar valores nacionales en la pla7,a para conjurar los peligros de eventuales trastor-
nos bursátiles. Como se dijo en la Memoria anterior. el sistema bancario. con los
amplios recursos con que cuenta. está preparado para hacer frente a situaciones
semejantes. Pero el disponer de la facultad de comprar títulos dentro de una canti-
dad adecuada daría a La intervención del Banco Central toda la gravitación psi-
cológica necesaria para obrar con pronto éxito en momentos de perturbación.
Ya se ha explicado también en la Memoria precedente que una atribución de
esta índole no debiera emplearse ni para allegar recursos fáciles al Tesoro ni para
contrariar artificialmente las tendencias fundamentales del movimienro bursátil de-
terminadas. como en otros mercados. por la acción de la oferta y la demanda. Es
oportuno recororn· que las intervenciones de esta naturaleza del Banco Central en la
Bolsa han tenido siempre carácter transitorio. 1 ~ Las compras de valores han sido

'- En la primera de esas intervenciones. c¡ue se produjo al iniciarse la guerra. d Banco Central com-
pró 111$11J81nillones de título:-. entre mediados Je agosto y principios de septiembre. Crnnenzó a vender-
los a mediados de este mes y tenninó su colocación en la Bolsa y 111cdiante ventas directas a repa11icio-
ncs públicas en los últimos <lías <le noviembre del 111is1110 año. C\\m la invasión de los Países Bajos y la
caída de Francia se produjo un movimicnh1 similar. Esta vez el período de compras inicíado a fines de
;tbril de 1940 duró cerca de dos meses y medio. lo <.JUe nu es <le cxtrafiar si se recucnla ]a serie de acon-
tecimientos exteriores excepcionales que se produjeron en es!.! Japso. y las adquisiciones srnnaron 111$11
77 millones. Las ventas comenzaron a principios de septiembre y tcnninaron lrc~ 1ncses después. en no-
vie1nbre. Finalmente. la última intervenciún ocurrió a fines de l9-tl cu:mdo los Estados Unidos entraron
en la gucrru. Se acentuaron entonces cunsi<lerahlcmentc las compras realizadas a raíz de la conversión.
y el Banco Central debió adljuirir en total hasta fines <le diciembre m\\n 93 millones de títulos <1uc a fi.
ncs <le abril de 1942 había logra<lo vender nuevamente en el mercado. En estas operaciones no han teni-
do intcrvcm:iún alguna los bancos p:uticularcs. cuya' a<lqu1siciones de títulos del Gobicmo. tanto en
c>te caso como en cualquier otra opo11unidad. est:ín <lctcnninadas exclusivamente por sus propias con-
vemencias.

788
RM;L PRl'BISCll
fuertes en los momentos críticos. pero terminaron totalmente al tranq,Jilizarse el
mercado: luego siguieron las ventas graduales de los mismos títulos. sin que el Te-
soro ni el Banco Central quedasen con cantidad alguna de ellos. Todas las tenen-
cias de títulos del Banco Central son el resultado de la acumulación de las reservas
constituidas con sus propios beneficios. Esta explicación de los fines y alcances de
la intervención en la Bolsa ha de contribuir a disipar la suposición de que en virtud
de la acción reguladora del Banco Central las cotizaciones de los valores nacio-
nales no están expuestas como las ele otros valores a la cventualiclad de un descen-
so natural. El Banco sólo se propone evitar bruscas fluctuaciones provocadas por
graves trastornos psicológicos. y conjurar liquidaciones desastrosas. pero sin evitar
que la plaza tome el nivel que corresponda según las condiciones de fondo que pre-
valecen. distintas. desde luego. de esos factores psicológicos que suelen ser de
breve duración. Est:í en el interés de todos los emisores. por otro lado. que cuando
la capacidad de absorción del mercado pueda clebilit:u-sc las emisiones se realicen
con la moderación indispensable para no rescntirlo inconvenientemente. Es en esas
circunstancias cuando la influencia de la Comisión de Valores no dejará de hacerse
sentir. como en pasadas oportuniclacles. con indudables beneficios para todo el mer-
cado financiero.
12. DIVERSIFICACIÓ:\\ DE LOS l'AJ>ELl'S DFL TESORO
Estas consideraciones. unidas lo que se dijo ya en otro lugar. señalan la conve-
niencia de diversificar los papeles que coloca el Tesoro Público en cuanto a su du-
ración. según se indicó m:ís arriba. Los papeles de más corto plazo. como es
lógico. están menos expuestos a las oscilaciones en los tipos de interés: por ejem-
plo. a un descenso de mSn 3 en un papel de 4<¡,, y 25 años de duración sólo co1Tes-
ponde. matemáticamente. una baja ele mSn 0.40 en Bonos del Tesoro de uno a cin-
co años y 2.75<'/o de interés. La existencia de estos papeles intermedios permitirá
que los fondos de inversión relativamente transitoria puedan colocarse en estos pa-
peles dejando los títulos para las inversiones largas. como ocurre en las plazas fi-
nancieras bien organizadas. El desarrollo ele este tipo de operaciones podr:í contri-
buir así a la mayor estabilidad del mercado.

100
ALGUNOS PROBLEMAS DE LA POSTGUERRA*
l. HAY QUE EVITAR VIOLENTAS CONTRACCIONES
Es necesario ir preparando el terreno para afrontar sin zozobras los problemas
que pueda traernos en estas materias la terminación de la guerra. La creencia de que
ciertas situaciones sólo han de tener un desenlace violento. si bien se apoya en más
de una comprobación pasada. resulta injustificada cuando con ello se quiere impli-
car que los acontecimientos futuros deben sobrevenir necesariamente con drásticas
consecuencias. El pánico y la liquidación han podido prevenirse totalmente en la
Bolsa y en los bancos al estafüu- la guerra, y el considerable esfuerzo financiero im-
puesto al país por esta emergencia ha podido realizarse sin trastornos funcionales.
No hay razones fundadas para suponer que en el posible contragolpe de la postgue-
rra el país haya de perder el control de sus movimientos dejándose llevm· a la deri-
va de los acontecimientos. Nuestro sistema bancario y financiero dispone de los re-
sortes fundamentales para volver a sobrellevar difíciles situaciones bursátiles y
para hacer frente a una eventual salida de fondos llegados al país en busca de un
transitorio refugio: las reservas monetarias alcanzan a cifo1s de consideración. se-
gún se ha visto en otro lugar. y de ellas podrá tomarse. en caso necesario. lo que
sea razonable pm·a que esos fondos puedan salir gradualmente en forma tal que se
eviten resultados pe1judiciales. Plantéase también la posibilidad de una reacción de
carácter deflacionista que provoque la contracción del crédito bancario con la con-
siguiente liquidación desastrosa de los negocios. Pero, precisamente. una de las ra-
zones primordiales que se han tenido para la creación del Banco Central ha sido
prevenir estas bruscas restricciones que afectan en general a todas las actividades
por la estrecha interdependencia que existe entre los distintos sectores de la econo-
mía. Ello sin pe1juicio de la liquidación ordenada de todo lo que no tenga la nece-
* N. del Ed. Publirndo en Banco Cenlral de la República Argentina. Memoria A1111al. Ocw1·0 Eicr-
cicio. 19../2, Buenos Aires. Gotdli. 1943. cap. l. págs. 29-33. Reproducido en Banco Central de la
RcptJblica Arg1...·ntina, La crcaáán de:/ Ranco Ce111ral y la experiencia monetaria ar_t:ct1ti11a entre los
a1ios /Y35-JW3. Buenos Aires. llJ72. t. l. 1xígs. 19J-200. Sobre la redacción de la Memoria A1111al.
véase la j\\ota del Editor al 1.·apítulo 77.

790
RAÚL PREBISCIJ
saria consistencia económica. lo cual puede efectuarse cautelosamente sin sacudi-
mientos contraproducenles en la estructura del crédito.
Al formul:u· estas consideraciones. muy lejos está el Banco Central de pretender
disminuir la seriedad de los problemas que puedan sobrevenir en la postguerra y de
estimar ligcramenle las graves responsabilidades que le conciernen. Por lo contra-
rio. presentando en la forma más objetiva el curso de los acontecimientos. se ha sub-
rayado con insistencia la necesidad impostergable de ciertas medidas. unas de con-
tinencia. otras de previsión y fortalecimiento. que permitirían al país afront~U" los
lrastornos que pueda traernos la terminación del conflicto.
2. No SON INCOMPATIBLES LA INDUSTRIA Y !.AS IMPORTACIONES
Lo que acaba de sugerirse acerca de la política de crédito después de la guerra
tiene particular conexión con el desarrollo industrial. La tranquila actitud de los
bancos scr:í un elemento fundamental de estabilidad. Pero esto concierne a un solo
aspecto del problema. subordinado en realidad a otro de carácter decisivo. El país
se enconlrará con que una parte importante del consumo de su población y de lo
que requiere para su actividad económica se obliene por el esfuerzo de su propia
industria. Si las importaciones vuelven a tomar su curso habitual y a tener la mis-
ma com¡x)sición que antes. la industria primero y la economía del país en seguida
podrán verse :uTastradas a una seria depresión que malogre el esfuerzo de los
úllimos años. El conjur~u"lo a tiempo depende de la propia decisión del país. No
hay por qué seguir importando lo mismo que antes si ahora se produce razonable-
mente aquí. Pero sí tendremos que importar ingentes cantidades de otros :u·tículos.
no sólo porque los necesitamos. sino también por ser indispensable seguir impor-
tando para seguir exportando. Por lo tanto. el problema no consiste en reducir las
importaciones. sino en cambiar su composición. o en otros ténninos. en reestructu-
rar las importaciones en forma tal que. sin menoscabo de su industria. el país pueda
im¡lC)l"[ar lo mucho que no produce y necesita. y con tanta amplitud como lo permi-
lan sus exporlaciones.
Lejos. pues. de ser incompatible nuestro desmTollo industrial con el comercio ex-
terior. arnlxls podrían complementarse a fin de lograr el máximo de provecho para la
economía nacional y asegurar las condiciones propicias para su más intenso desarro-
llo demográfico por la inmigración y el crecimiento vegetativo de sus habitantes.
Es éste un simple enunciado. un mero criterio para alxml<u- el estudio del pro-
blema. y no una fórmula concreta. Antes hay que examinar cuidadosamente los he-
chos para discernir lo bueno de lo endeble. de lo inconsistente o lo excesivamente
gravoso y prcparm· a ticmix) el terreno para que el reajuste se efectúe sin conmocio-

ALGUNOS PROBLEMAS DE LA POSTGUERRA
79J
nes. En el mercado interno. aflojada la tensión actual. no tardará en restablecerse
plenamente el juego de una competencia saludable en que tendrán que prevalecer
los establecimientos más eficientes. los de mayor prudencia. los que en estos tiem-
pos de bonanza han sabido sanear sus balances y constituir previsoras reservas.
3. UTILIZACIÓN RACIONAL DE LAS DIVISAS
Desde otro punto de vista. se trata de un problema de mejor aprovechamiento
de las divisas provenientes de nuestras exportaciones: no teniéndose que importar
la misma proporción que antes de artículos elaborados o de los materiales que hoy
produce la actividad nacional, se podrá destinar mayor proporción de divisas a la
importación de los bienes de capital que requiere el desenvolvimiento de la indus-
tria. de las comunicaciones y de la actividad económica en general. tanto por su
crecimiento orgánico como para reponer lo que exija el intenso desgaste a que está
sometido actualmente el.aparato de la producción y los transportes: material ferro-
viario y de transportes urbanos. automotores. en los que se habrá llegado a un ba-
jísimo coeficiente. material de aviación comercial. máquinas e instmmentos para la
industria y la agricultu1~1 y otros materiales indispensables para el deswn>llo y se-
guridad del país. Todo ello sin contar el valor considerable de los materiales
básicos y esenciales que necesitarnos importw· -según se ha visto insistentemente
en esta emergencia- cuya producción local. en los casos en que sea posible. será
de gradual desarrollo; y el valor no menos considerable de artículos elaborados de
consumo directo que el país no fabrica. así de los que ya existían al comienzo de la
guerra como ele los que van surgiendo del asombroso desenvolvimiento de la técni-
ca productiva en los grandes países beligerantes.
Hay en todo esto otro punto de innegable importancin. Cuanto mayor sea la
proporción de nuestras divisas que se dedique a la importación de esos bienes de
capital o capitales concretos recién mencioilados. tanto menor será la necesidad
que tenga el país de tomru· divisas adicionales en préstamo o acudir a la inversión
de capitales foráneos pru·a promover el mayor desenvolvimiento de su economía.
Gran pru·te de las inversiones extranjeras en nuestro país ha tomado en última ins-
tancia Ja forma de importación de bienes de capital. El destinar a éstos una parte
creciente de nuestras propias divisas mientras se expande la producción local de
otros artículos. nos permitirá logrw· los mismos resultados con un considerable for-
talecimiento de la economía nacional.

79'2
RAtJL PREBISCll
4. EL FUTURO DE LAS EXPORTACIONES
En la amplitud o el ritmo con que ello pueda realizarse influirá naturalmente el
curso de nuestras exportaciones. según continúen en la misma línea estacionaria de
los últimos quince años o emprendan el vigoroso ascenso de otros tiempos si se
vuelven a abrir liberalmente los mercados mundiales para la producción agrope-
cuaria m·gentina. sea para los mismos productos que antes. sea para otros productos
que la demanda internacional requiera.
No podríamos dejar de señalar aquí. por las proyecciones que ello tiene. el de-
sarrollo de nuestro comercio con países vecinos y otros países de este continente
con los cuales ma111eníamos antes un intercambio exiguo. Adquirimos hoy en esos
países ciertas materias primas y productos elaborados que antes comprábamos en
otros. y a la vez les enviamos ~U"tículos que ellos necesitan esencialmente. El cau-
dal de este intercambio. ya importante. es susceptible de mayor ampliación. dado
el desarrollo de la capacidad productiva que se está operando en algunos de ellos y
en nuestro país. Se justifica. pues. el dedicar sostenida atención a este asunto por
las ventajas de distinto orden que trae consigo esta mayor vinculación continental.
5. EL PROBLEMA DE ATENUAR LAS FLL'CTlJACIONES ECONÓMICAS
La mejor utilización de las divisas liene además otro significado en un país cu-
yas exportaciones estún sujetas a i'Juctuaciones continuas y muy pronunciadas. De
producirse en el país la mayor parte de los artículos elaborados que requiere el con-
sumo y la actividad corriente. nuestras impo11aciones en épocas de penuria de divi-
sas como las que el país ha conocido podrían en gran parte limitarse a los materia-
les esenciales p:U"a el funcionamiento de la industria y de la actividad económica.
según hoy sucede por otras razones. Los tiempos de holgura. de abundancia de
cambio. podrían aprovecharse para importar los capitales concretos a que se hizo
referencia y todo aquello que por no ser indispensable no pudiera traerse del exte-
rior en tiempos de escasez de divisas. Hay que aprovechar las enseñanzas deriva-
das de la presente emergencia. tanto en materia de importaciones como en lo que
toca a las posibilidades que ofrece la política monetaria y financiera para lograr
progresivamente que el país pueda mantener un ritmo intenso en su actividad eco-
nómica con mínima repercusión de las 11uctuaciones exteriores.

ALGUNOS PROBLEl\\'IAS DE LA POSTGUERRA
793
6. ES OPORTUNO PLANTEAR ESTOS PROBLEMAS
Tan de cerca conciernen estos problemas al Banco Cenlral por su relación con
el balance de pagos. los cambios y el crédito. que no ha de juzgarse fuera de lugar
el mencionarlos en esta Memoria. Y si los conceptos anotados no tienen otra virtud
que plantear desde ahora asuntos de tanta importancia. a los que el país tendrá que
hacer frentre una vez terminado el conllicto. y provocar su discusión. habrán cum-
plido sobradamente el fin que persiguen.
También se ha que1ido en estas páginas expresar la convicción de que si se pro-
cede juiciosamente en estos tiempos de emergencia y el país se esfuerza. con actos
deliberados de energía y previsión. en afrontar situaciones que no se resuelven es-
pon1áneamente. se encrnltr:mí luego en condiciones tanto más favorables para in-
fluir sobre su economía inlerna y parlicipm· en la reconstrucción de la economía in-
ternacional con hondo y améntico senlido de las conveniencias nacionales.

Document Outline

  • Portada
  • �ndice
  • Redescuento
  • Control de cambios
  • Proyecto de creaci�n de un Banco Central
  • Impuesto a los r�ditos
  • La acci�n de emergencia en el problema monetario
  • Tendencias del balance de pagos
  • El momento presente en la crisis internacional
  • La Conferencia Econ�mica y la crisis mundial
  • El convenio con Gran Breta�a
  • El mercado brit�nico de carnes
  • El retroceso de los precios agropecuarios
  • La producci�n rural y el mercado de cambios
  • El momento presente de nuestra econom�a
  • Perturbaciones del equilibrio del balance de pagos
  • Depreciaci�n e inconvertibilidad de la moneda
  • La inflaci�n escol�stica y la moneda argentina
  • Mensaje del Poder Ejecutivo sobre bancos y monedas
  • El Banco Central de la Rep�blica Argentina
  • Ley de Bancos
  • El Instituto Movilizador de Inversiones Bancarias
  • Modificaciones a las leyes de los bancos oficiales
  • Ley de Organizaci�n
  • La teor�a y la experiencia de la moneda argentina
  • La moneda, el oro y los cr�ditos congelados
  • El traspaso del oro de la Caja de Conversi�n al Banco Central y la financiaci�n del Instituto Movilizador
  • Reglamento Provisional del Banco Central de la Rep�blica Argentina
  • Operaciones constitutivas del Banco Central de la Rep�blica Argentina
  • Actividades del Banco Central
  • Organizaci�n del Banco Central
  • Vinculaci�n entre el balance de pagos, el mercado de cambios y los movimientos monetarios
  • La baja de los precios internacionales y el mantenimiento del patr�n oro en los pa�ses agrarios
  • El control de cambios y la econom�a dirigida
  • La revaluaci�n del oro y el Instituto Movilizador
  • Estado actual del problema del patr�n oro
  • Las funciones reguladoras del Banco Central
  • La aplicaci�n de la Ley de Bancos
  • La pol�tica de cambios
  • La pol�tica de absorci�n de fondos
  • El ciclo econ�mico y la pol�tica monetaria
  • La absorci�n monetaria y el problema c�clico
  • Las medidas de emergencia al iniciarse la guerra
  • Programa de reactivaci�n de la econom�a nacional
  • Los problemas originados por la continuaci�n del conflicto europeo
  • Operaciones destinadas a obtener divisas para cubrir el d�ficit de las cuentas exteriores y facilitar las operaciones de regulaci�n monetaria
  • Profundas alteraciones de la econom�a argentina provocadas por la guerra
  • El balance de pagos y el control de cambios
  • El problema de los abastecimientos esenciales
  • Desenvolvimiento de la econom�a argentina
  • La moneda, los bancos y la bolsa
  • Algunos problemas de la postguerra